Sei sulla pagina 1di 36

República de

Colombia

Corte Suprema de Justicia

SALA DE CASACIÓN LABORAL

CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE


Magistrado Ponente

Radicación N° 39040
Acta N° 33

Bogotá D. C., veintisiete (27) de septiembre de dos mil once (2011).

Decide la Corte el recurso de casación que interpuso el apoderado de


los demandantes, contra la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 27 de junio de 2008, en el
proceso ordinario adelantado por ANDRÉS OJEDA ORTIZ, JORGE
RICARDO GÓMEZ BARCO, SILVERIO SÁNCHEZ ZABALA, JOSÉ
ANTONIO JÁCOME MONROY, GERMÁN OTERO CUBILLOS, MYRIAM
ÁLVAREZ DE GALLARDO, DELIA MARÍA GONZÁLEZ REYES, MARÍA INÉS
GARCÍA DE BERRIO, CONSUELO CARRIÓN SUÁREZ, ISABEL ZAPATA
DE SÁNCHEZ y MARÍA PATRICIA RODRÍGUEZ ARANGO contra el BANCO
DE LA REPÚBLICA.
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
I. ANTECEDENTES

Con la demanda inicial los actores demandaron el reconocimiento y pago


de la pensión de jubilación de carácter convencional contenida en el numeral
3º del artículo 8º de la Convención Colectiva de Trabajo de 1973, a su vez
consagrada en el artículo 15 del texto convencional unificado del año 1976.

Subsidiariamente solicitaron, “por error en el objeto” y “objeto ilícito”, la nulidad


absoluta de las actas de conciliación suscritas entre los demandantes y la
demandada; que como consecuencia de lo anterior se ordene restituir los
contratos de trabajo, desde la fecha de terminación, al estado en que antes se
encontraban tal y como lo dispone el artículo 1746 del C.C.; que se reconozca
en su favor los reajustes y pagos de las mesadas pensionales; el pago de
intereses moratorios en los términos del artículo 141 de la Ley 100 de 1993, y
las costas del proceso.

Manifestaron en apoyo de sus pretensiones, que prestaron sus


servicios personales a la demandada en forma ininterrumpida y mediante
contrato de trabajo a término indefinido en los períodos, cargos y con los
salarios que se señalan en la demanda; que recibieron una oferta suscrita por
el Subgerente Administrativo del Banco de la República, mediante carta SG-A
3570 del 14 de febrero de 1994, en la que se les ofreció un plan de retiro
voluntario; que al acogerse a dicho plan tenían adquirido el derecho a la
pensión de jubilación de que trata el numeral 3º del artículo 8º de la
Convención Colectiva de Trabajo de 1973, ratificado por el artículo 15 del
Texto Unificado del Régimen Convencional de 1976, ya que para entonces

2
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
tenían cumplidos más de 10 años de servicios y, por haberse producido el
retiro por causas ajenas a su voluntad; que la oferta que aceptaron para dar
por terminado el contrato de trabajo consistía en una bonificación en dinero,
sin que hubieran conciliado el derecho pensional, lo cual generó una nulidad
absoluta por error dirimente en cuanto a la entidad del objeto de la
conciliación, toda vez que el banco consideró que dichas pensiones fueron
conciliadas y los trabajadores entendieron que solo se concilió la terminación
del contrato de trabajo; que la demandada fue quien redactó en todas sus
partes el texto de las actas de conciliación; que el motivo del retiro se
fundamentó en la Ley 31 de 1992 y el Decreto 2520 de 1993; que estuvieron
afiliados al sindicato y por tanto eran beneficiarios de la convención colectiva
de trabajo. Adujeron que no obstante lo expresado en relación con el derecho
adquirido a la pensión convencional, los inspectores de trabajo impartieron su
aprobación. (fls. 13 a 46).

II. RESPUESTA A LA DEMANDA

La convocada al juicio, contestó oportunamente la demanda y se opuso


a la prosperidad de las pretensiones incoadas; propuso como excepciones
previas las de cosa juzgada total y prescripción, así como excepciones de
mérito, las de inexistencia de la obligación, compensación y buena fe. (fls.
359 a 382).

III. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

3
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
El Juzgado Veinte Laboral del Circuito de Bogotá, conoció de la
primera instancia y en sentencia del 28 de septiembre de 2007, absolvió a la
demandada de todas las pretensiones incoadas en su contra, declaró
probada la excepción de prescripción con relación a la declaratoria de nulidad
de las actas de conciliación y condenó en costas a los demandantes. (fls. 705
a 712).

IV. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Llegado el proceso a la segunda instancia por apelación de los


demandantes, la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá, en sentencia del 27 de junio de 2008, confirmó la decisión de primer
grado e impuso costas en la alzada a cargo de los demandantes . (fls. 734 a
743).

Determinó que el motivo de inconformidad con la sentencia apelada,


estriba en la absolución impartida sobre la pensión sanción y la nulidad de las
actas de conciliación suscritas por los accionantes.

Comenzó entonces por dilucidar lo concerniente a la nulidad de las


actas de conciliación, respecto de las cuales estableció que las partes libre y
voluntariamente dieron por terminado el contrato de trabajo por mutuo
consentimiento; se apoyó en jurisprudencia de esta Sala del 8 noviembre de
1995 cuya identificación omitió, a fin de precisar que las conciliaciones
impugnadas son válidas por haber sido legalmente celebradas ante autoridad
competente, porque no se vulneraron derechos ciertos e indiscutibles y

4
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
porque los actores recibieron la bonificación a cambio del retiro, de manera
que eran conscientes de lo que suscribieron.
Luego agregó: “Lo anterior quiere decir, que la conciliación produce los efectos
jurídicos en ella acordados, los cuales son ley para las partes y como tal solo puede ser
invalidado por causas de tipo legal.”

Citó sentencias de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia del 11


de abril de 1946 y del 3 de junio de 1972, sin identificar su número de
radicación, para precisar que quien suscribe un documento “ha sido informado
plenamente de su contenido” y si sostiene lo contrario tiene que probarlo.

Al referirse a los vicios de consentimiento, expuso doctrina sobre el


particular y concluyó:

Acerca del vicio de error:

“Del estudio de las actas de conciliación suscritas, no se vislumbra error


alguno ni en cuanto al contrato, a la identidad del objeto o cosa sobre la que
versó la conciliación, ni en cuanto a las consecuencias del acuerdo, tal y
como lo pregonan los artículos 1510 y 1511 del mencionado código [civil], por
lo que puede afirmarse que No ha habido error, como vicio del
consentimiento.”

En relación con la fuerza, previa explicación conceptual, dijo:

“Lo anterior, para significar que no se concibe una fuerza en la conciliación


de tal naturaleza, que los aquí demandantes no sufrieron tal coacción que los
obligó a suscribir la conciliación. Recordemos que ‘Para que la fuerza vicie el
consentimiento no es necesario que la ejerza aquel que es beneficiado por
ella; basta que se haya empleado la fuerza por cualquiera persona con el fin
de obtener el consentimiento.”’ (Negrillas propias del texto).

5
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

En cuanto al dolo adujo:


“(…) las actas de conciliación atacadas son válidas al no vulnerar derechos
ciertos e indiscutibles, ni encontrarse demostrada la existencia de alguno de
los vicios del consentimiento; razón por la cual se deberá confirmar la
decisión del fallador de primera instancia en lo relacionado con este punto.”

En lo que concierne a la pensión de jubilación convencional, a cuyo


texto se remitió, señaló que son tres los requisitos exigidos para devengarla a
saber: “1. Diez (10) años o más de servicios continuos o discontinuos o lo entidad. 2.
Haber observado buena conducta, 3. El retiro de la entidad por razones ajenas a la
voluntad del trabajador o el despido sin justa causa.”

A partir de tales postulados reflexionó, que si bien los actores


acreditaron más de 10 años de servicios, no demostraron el tercero de los
requisitos, esto es, que la terminación del contrato de trabajo se debió a
“CAUSAS AJENAS A SU VOLUNTAD O EL DESPIDO SIN JUSTA CAUSA, pues como
quedó ampliamente establecido la terminación de la relación laboral obedeció al mutuo
consentimiento entre las partes plasmado en las sendas actas de conciliación suscritas
por los accionantes.” (Mayúsculas propias del texto).

Así, confirmó el proveído apelado.

V. EL RECURSO DE CASACIÓN

Lo interpuso el apoderado de los demandantes, con apoyo en la causal


primera de casación laboral, con el cual pretende que se case totalmente la
providencia impugnada para que una vez constituida en sede de instancia, la

6
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Corte Suprema de Justicia revoque la sentencia de primer grado y acceda a
las súplicas de la demanda y provea en costas como corresponda.

Con esa finalidad presentó cinco cargos, cuatro por la vía directa y uno
por la indirecta, que fueron replicados oportunamente, los cuales se
estudiarán en el orden que aparecen propuestos.

VI. PRIMER CARGO

Dice textualmente el recurrente:

“Acuso la sentencia, por violar DIRECTAMENTE las siguientes


disposiciones sustanciales: el artículos (sic) 58 Constitucional y los
artículos 9, 15, 43 y 467 y s.s. del C.S.T. y el artículo (sic) 1740 y 1741 de!
Código Civil; el literal b) del artículo 36 y el artículo 40 de la Ley 131 de
1992.

Normas medio violadas artículos 20 y 78 de! CP.T. y S.S.

El cargo que se presenta por a (sic) vía directa porque no controvierte


ningún aspecto táctico. La divergencia es de puro derecho.” (Resaltados
originales).

Luego de trascribir un aparte de la decisión impugnada, en la


demostración del cargo manifiesta, que la violación directa de la ley se
configura, “en la intangibilidad del derecho adquirido, es decir, aquéllos derechos que ya
entraron a formar parte del patrimonio de! Trabajador” , los cuales no pueden ser
desconocidos por normas posteriores tal y como lo dispone el artículo 58
superior.

7
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Señala que los apoderados que representaron al Banco en las
diferentes audiencias de conciliación, coincidieron en afirmar, “que la única
causa de terminación del contrato de trabajo de los demandantes fue la reforma
introducida por la Constitución de 1991 que modificó la estructura de esa Entidad (…)” y
agrega que los trabajadores advirtieron expresamente ese mismo hecho, y
reclamaron la pensión convencional al momento de suscribir cada una de las
actas de conciliación, cuyo aparte pertinente trascribió.

Aduce que las razones que motivaron la reestructuración del Banco


conforme lo dispuso la Constitución Política de 1991, fueron acatadas tanto
por la demandada como por los trabajadores demandantes, pero que no
obstante, el artículo 40 de la Ley 131 de 1991, que al efecto trascribió,
estableció que las modificaciones introducidas por la Carta a la entidad,
“debe guardar el respeto por los derechos salariales como prestacionales (pensión
convencional) de sus trabajadores cuando puedan resultar afectados por dichas
modificaciones.”

Se refirió así mismo al literal b) del artículo 36 de la misma ley, para


enfatizar que dicha norma consagró que los trabajadores que continuaran
vinculados al banco, seguirían “sometidos al régimen laboral propio consagrado en
esa ley,{en los estatutos del Banco}, en el reglamento interno de trabajo, en la convención
colectiva, en los contratos de trabajo y en general en las disposiciones del Código
Sustantivo del Trabajo(…)”, y que en tal sentido, tenían adquirido el derecho a la
pensión de que trata el artículo 3º de la convención colectiva de trabajo de
1973, a su vez ratificado en el artículo 15 del texto unificado de dicho acuerdo
de 1976, el que, insiste, reclamaron previamente conforme lo dejaron sentado
en las correspondientes actas de conciliación y “pasó inadvertido” por los

8
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
inspectores del trabajo al autorizar con sus firmas el acuerdo conciliado, con
lo cual, dice, “no cumplieron a cabalidad el mandato del artículo 9º del C.S.T.
y S.S.”, omisión que implica su responsabilidad según lo dispuesto en los
artículos 6º y 13 superiores.

Indica que la reestructuración de la entidad que generó “los retiros del


personal sobrante”, obligaba su protección ante el transito legislativo, pues las
modificaciones legales “no pueden cambiar en forma laguna los derechos adquiridos
de las personas afectadas.” (Negrillas propias del texto).

Reitera que las funciones de aprobación de los acuerdos conciliatorios


encargadas por disposición legal a los inspectores del trabajo “tienen corno
propósito fundamental examinar a (sic) legalidad y contenido de las mismas,
confrontando las disposiciones sustanciales (Art. 1741 Código Civil) y procedimentales
(art. 20 y 78 CPT y SS) para que no se vulneraran derechos ciertos e indiscutibles de los
trabajadores que suscribieron las acta, quienes repito, previamente habían reclamado su
derecho (…).”

Concluye su alegación en los siguientes términos:

“Como consecuencia de todo lo anterior y por esa puntual


reclamación de los demandantes, solicitamos a la H. Corte Suprema de
Justicia Sala de Casación Laboral –realice el control de legalidad, porque en
el presente caso se vulneraron derechos adquiridos de los demandantes,
quienes reclaman previamente su derecho a la pensión convencional, a fin
de no violar flagrantemente los artículos 53 y 58 Constitucionales y 467 y
sub-siguientes del C.S.T.”

VII. LA OPOSICIÓN

9
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

La demandada opositora dijo, en síntesis, que la sentencia atacada se


encuentra ajustada a la ley y es concordante con las orientaciones
jurisprudenciales sobre la materia y con los hechos que aparecen
establecidos en el expediente. Señaló defectos de orden técnico tales como
no indicar la modalidad de la violación, dirigir el ataque por la vía directa y no
obstante sustentar la acusación en cuestiones de orden fáctico, además de
dejar incólumes fundamentos esenciales de la decisión del tribunal.

VIII. SE CONSIDERA

La inconformidad de la censura, radica en esencia, en que el ad quem


desconoció los derechos adquiridos de los demandantes a la pensión de
jubilación convencional, que previamente habían dejado a salvo y reclamado
a la accionada, tal y como consta en las actas de conciliación.

Tiene razón la opositora al destacar, que la acusación omite indicar el


sub motivo de la violación; sin embargo, si la Sala obrara con amplitud,
tampoco podría quebrantar el fallo acusado, en tanto el apoderado de los
recurrentes solicita confrontar la legalidad de la sentencia con la “reclamación
de los demandantes” consignada en las actas de conciliación, pese a que como
se sabe, la competencia de la Corte, en la senda del puro derecho optada, se
circunscribe a confrontar la sentencia con la ley al margen de los medios
probatorios que obren al plenario.

10
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Ello es así, porque el ataque enderezado por la vía directa supone la
total conformidad del recurrente con los supuestos de hecho que halló
probados el Tribunal, por manera que la alegación de la censura debió
fundamentarse en argumentaciones estrictamente jurídicas, mas no en las
causas que dieron lugar a la terminación de los contratos de trabajo, la
convención colectiva que consagra la pensión deprecada, y la solicitud que
sobre su reconocimiento dejaron consignada en las actas de conciliación,
cada uno de los demandantes.

Sobre el particular, la Sala ha dicho en múltiples ocasiones que la


demanda de casación exige un planteamiento y desarrollo lógicos, de modo
que si se acusa al fallo de violar directamente la ley, la argumentación
demostrativa debe ser de índole jurídica; en cambio, si el ataque se plantea
por errores de hecho o de derecho, los razonamientos pertinentes deberán
enderezarse a criticar la errada valoración probatoria o falta de apreciación de
los medios de prueba.

En este caso, la censura omite la argumentación jurídica para


demostrar, por qué los derechos a la pensión convencional reclamada tenían
el carácter de adquiridos y en que consistió el yerro de igual naturaleza que le
endilga al sentenciador de segundo grado. Por el contrario, como ya se dijo,
optó por apoyar su alegación en los contenidos del artículo 3º de la
convención colectiva de trabajo de 1973, en el artículo 15 del texto unificado
de la régimen convencional de 1976, así como en las actas de conciliación
suscritas por cada uno de los demandantes.

11
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
No obstante, si la Corte pasara por alto las falencias destacadas, la
acusación a nada conduciría en tanto el fallo recurrido al confirmar la decisión
de primer grado que negó la pensión convencional, se soportó en
argumentaciones totalmente diferentes a las enrostradas por el recurrente.

En efecto, “por esa puntual reclamación de los demandantes”, dijo el Tribunal,


que son tres los requisitos exigidos en la convención para tener derecho a la
pensión, esto es: “1. Diez (10) años o más de servicios continuos o discontinuos o lo
entidad. 2. Haber observado buena conducta, 3. El retiro de la entidad por razones ajenas
a la voluntad del trabajador o el despido sin justa causa”, y que si bien los actores
acreditaron más de 10 años de servicios, no demostraron que la terminación
del contrato de trabajo se debió a “CAUSAS AJENAS A SU VOLUNTAD O EL
DESPIDO SIN JUSTA CAUSA”, mientras que si quedó plenamente establecido,
que ello “obedeció al mutuo consentimiento entre las partes plasmado en las sendas
actas de conciliación suscritas por los accionantes.”

En consecuencia, si los anteriores argumentos fueron el sustento del


fallo gravado, en lo que corresponde a la puntual reclamación de la pensión ,
el recurrente debió confutarlos, sin desviar el ataque a fundamentos que no
fueron el soporte de la decisión. Además, se itera, el cargo no contiene
desarrollos de carácter jurídico, lo que lógicamente impone concluir que el
juzgador no incurrió en el dislate que se le atribuye.

Por lo expuesto, el cargo no prospera.

IX. SEGUNDO CARGO

12
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

Aduce la censura:

Acuso la sentencia, por violar INDIRECTAMENTE en concepto de


APLICACIÓN INDEBIDA de las siguientes disposiciones sustanciales: los
numerales 1º y 2º del artículo 1502 del Código Civil respecto de los
numerales 3° y 4° del mismo artículo 1502 y, además, los artículos 1524,
1740, 17141, 1742 modificado por el artículo 1° de la Ley 50 de 1936 y 1746
del Código Civil, aplicables por analogía en los términos de los artículos (sic)
8° de la Ley 153 de 1987 y el artículo 19 del C.S.T y S.S; los artículos 9, 15 y
43 del C.S.T. S.S.; y los artículos 46, 53 y 58 Constitucionales.
En el sub-judice se aplicaron indebidamente los numerales 1° y 2° del
artículo 1502 del Código Civil y las restantes normas por haberlas dejado de
aplicar, siendo obligatoria su aplicación, todo como consecuencia de
evidentes y manifiestos errores de HECHO en la interpretación de las actas
de conciliación que se describen más adelante.

Normas medio violadas artículos 20 y 78 del C.P.T. y S.S. (Subrayas y


negrillas propias del texto).

Al enunciar los errores de hecho, dijo:

“LOS ERRORES POR INDEBIDA INTERPRETACIÓN DE LAS ACTAS DE


CONCILIACIÓN DE LOS DEMANDANTES, CONSISTIERON EN:

1. “No dar por demostrado, estándolo, que los Inspectores del Trabajo que
suscribieron las actas de los demandantes, no prestaron la ‘… debida y
oportuna protección para la garantía y eficacia de los derechos, de acuerdo
con sus atribuciones’, que les impone el artículo 9º del C.S.T. y S.S.”.

2. “No dar por demostrado, estándolo, que todos los demandantes en forma
expresa solicitaron al Inspector del Trabajo antes de suscribir sus
correspondientes actas de conciliación, tener cumplidos en ese momento
los requisitos de la pensión convencional y como consecuencia de ello, el
derecho adquirido, todo con anterioridad a la suscripción del acta.”

3. “No dar por demostrado, estándolo, que todos los demandantes en forma
expresa solicitaron al inspector del trabajo en sus correspondientes actas
de conciliación, el reconocimiento de la pensión convencional, cuando

13
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
solicitaron “…Por esta razón solicito se estudie la posibilidad de
reconocerme dicho beneficio” (… página 2 de las actas), pero no fueron
escuchados en sus solicitudes por los Inspectores de Trabajo que
aprobaron dichas actas. (Resaltado propio del texto)

4. “No dar por demostrado, estándolo, que la verdadera causa de la


terminación del vínculo contractual de los demandantes, se encuentra
expresada por las partes en litigio, en cada una de las actas de conciliación,
en las cuales indica que corresponde a las reformes introducidas por la
Constitución Política de 1991 respecto del Banco de la República, por
haberse circunscrito las funciones a las de “Banca Central”, suprimiéndole
otras funciones que desarrollaba anteriormente y, como consecuencia de
ese MANDATO CONSTITUCIONAL, se dimensionó la planta de personal,
por ello, debía la demandada terminar el vínculo laboral del personal
sobrante.

5. “No dar por demostrado, estándolo, que se omitió la intensión (sic) de los
trabajadores demandantes que dejaron a salvo el derecho adquirido a la
pensión convencional, como se aprecia del contenido de las actas de
conciliación.

6. “No dar por demostrado, estándolo, que primo (sic) en las conciliaciones “la
forma” violando la intensión (sic) de las partes; en abierta contradicción al
postulado del artículo 1618 de Código Civil, donde prima a intesión (sic) de
las partes a lo literal de las palabras.

7. “No dar por demostrado, estándolo, que las actas de conciliación carecen
de identidad del objeto sobre el cual recaen las mismas, es decir, carecen
del mismo elemento esencial y subjetivo de la conciliación, dicho de otra
forma, por ausencia en la causa (o eficiencia) de las mismas, toda vez que
los trabajadores consideran a salvo el derecho e la pensión convencional y
así lo solicitan y, por el contrario, el Banco demandado considera que con
la terminación del contrato solo deviene automáticamente el mutuo acuerdo
y la pérdida del derecho adquirido.

8. “No dar por demostrado, estándolo, que los demandantes tienen un


derecho adquirido (reclamado por ellos), que no es susceptible de ser
conciliado ni modificado, por expresa disposición del artículo 15 del C.S.T.
que prohíben conciliar derechos ciertos e irrenunciables (derechos
adquiridos Art. 58 constitucional).

Indicó como pruebas mal apreciadas, las actas de conciliación, suscrita


por cada uno de los demandantes, de folios 108 a 113; 136 a 141; 157 a 163;

14
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
181 a 186; 202 a 207; 222 a 226; 246 a 251; 268 a 273; 290 a 295; 310 a 315
y 335 a 340.

En la demostración del cargo dijo que los errores consistieron, “en darle
un valor que no contienen las mencionadas actas, modificando el verdadero contenido de
las mismas”. Refiere entonces, que la reestructuración del banco derivó del
mandato constitucional y de la necesidad de redimensionar la planta de
personal; trascribió la cláusula de las actas de conciliación en las que se dejó
sentado por parte de cada uno de los trabajadores, lo siguiente:

“…Sin embargo debo anotar que por no haber solicitado mi retiro del Banco,
ni poder concretamente valorar los motivos que llevan al banco a
reestructurar su nueva planta de personal, considero que dentro de la
propuesta consistente en el pago de una favorable bonificación, no se
encuentra el reconocimiento de una pensión jubilatoria por haber prestado
mis servicios durante un espacio mayor de diez (10,) años, habida
consideración de que siempre he observado buena conducta y el origen de la
propuesta precisamente radica en las reformas consagradas en la
Constitución Política y en la ley para el Banco de la República. Por esta
razón solicito se estudie la posibilidad de reconocerme dicho beneficio.”
(Negrilla original).

Insiste en que la reestructuración de la entidad, no puede considerarse


como autorización para menoscabar los derechos adquiridos de los
trabajadores, “como lo pretende la patronal, al presentar el hecho corno justificación
para dar por terminado por mutuo acuerdo el contrato de trabajo”, sin considerar la causa
real de la terminación del los mismos, “es decir, sin respetar los derechos adquiridos
sobre las pensiones convencionales que ya habían entrado en el patrimonio de los
demandantes por el simple hecho de modificar la estructura del banco de la República.”

15
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Reitera que los demandantes, conforme al mandato constitucional,
acreditaban los requisitos para beneficiarse de la pensión de que trata el
numeral 3° del artículo 8° de la convención colectiva de trabajo de 1973, y
que la desvinculación se produjo por causas ajenas a la voluntad de cada uno
de ellos.

Menciona que la Corte Constitucional le ha otorgado a los derechos


convencionales rango superior, y al efecto cita y trascribe parcialmente la
sentencia C-314 de 2004. Para redundar en su argumentación, se refiere a
los postulados legales consagrados en el artículo 467 del Código Sustantivo
del Trabajo, y señala que la convención colectiva es fuente de derechos y
obligaciones y ley para las partes; que por tanto, los derechos adquiridos por
los trabajadores no podían ser desconocidos en el proceso de
reestructuración del banco demandado.

Arguye que la intención de los demandantes fue expresa en relación


con la pensión convencional, mientras que la del banco accionado no fue de
buena fe, porque pese a las manifestaciones de los trabajadores, en el paz y
salvo redactado por la demandada, quedó incluida “…la pensión por retiro por
causas ajenas a la voluntad del trabajador.”

Apoya esta tesis en jurisprudencia de la Sala Laboral (rad. 7695 del 10


de noviembre de 1995), en la que según dijo, la Corte estableció que la
conciliación de la pensión a cargo del empleador, debe ser plasmada de
manera inequívoca.

16
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Considera que los “inspectores de trabajo”, “el a quo” y “el ad quem”, no
analizaron en debida forma las actas de conciliación y así violaron tanto el
artículo 9º del C.S.T., como el artículo 1618 del Código Civil, el cual, según
dijo, obliga a hacer prevalecer la intención de los contratantes más que el
tenor literal de las palabras, de modo que los juzgadores debieron aplicar, “la
efectividad de la voluntad convencional”, conforme a los postulados
constitucionales consagrados en los artículos 53, 58 y 288. Añade que “La
sentencia que se enrostra al Tribunal, no dijo nada al respecto de los derechos
adquiridos, simplemente y sin explicación alguna, omitió este aspecto.”

Adicionalmente aduce, que el paz y salvo que firmaron los


trabajadores, “es relativo y no absoluto, porque el finiquito desborda el ámbito del
negocio jurídico objeto de la conciliación, toda vez que dicha acta no versa en forma
alguna, sobre la pensión convencional ni reglamentaria, por tanto ese derecho pueden
(sic) ser reclamado por los trabajadores, como lo indica la jurisprudencia reiterada de la
H. Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Laboral (junio 12 de 1970)”.

Remata esta acusación indicando que a los errores denunciados, “ se


adiciona la falta de causa (eficiencia) o naturaleza sustancial del acuerdo conciliatorio,
toda vez que los trabajadores consideran a salvo su derecho a la pensión convencional”.

Estima, en suma, que erraron los jueces de instancia, porque hicieron


prevalecer lo escrito en las actas de conciliación ante la intención de las
partes y concluye:

“Si se hubiere tenido en cuenta por el a quo o por el ad quem, la causa real
de la terminación de los contratos de trabajo de los demandantes, la
sentencia hubiere sido diferente, toda vez que se hubiera concedido la

17
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
pensión convencional reclamada, o en su defecto la nulidad del acta
reclamada en la pretensión subsidiaria.”

XI. LA OPOSICIÓN

La replicante señala que el cargo adolece de la técnica propia del


recurso de casación. Comienza por señalar que si lo pretendido es la pensión
de origen convencional, la proposición jurídica ha debido incluir el artículo 467
de C.S.T.; indica que los yerros “4º, 6º, 7º y 8º” que se endilgan a la sentencia
suponen discusiones jurídicas, distintas de la que exige el modo de violación
invocado y, agrega que las conciliaciones suscritas con los demandantes
tienen efectos de cosa juzgada, no tienen vicios del consentimiento, no
vulneraron derechos adquiridos, y, finalmente, que los contratos de trabajo
terminaron por acuerdo mutuo entre las partes.

XII. SE CONSIDERA

Antes de resolver, es necesario reiterar que de acuerdo con lo normado


en el artículo 7 de la ley 16 de 1969, que modificó el 23 de la Ley 16 de 1968,
el error de hecho para que se configure es indispensable que venga
acompañado de las razones que lo demuestran, y a más de esto, como lo ha
dicho esta Corporación, que su existencia aparezca notoria, protuberante y
manifiesta.

18
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
En tal contexto, revisara la Corte, en su orden, los errores fácticos
endilgados y las pruebas cuya errónea apreciación se acusa, con el fin de
verificar si la sentencia vulneró o no el ordenamiento legal.

En cuanto al primer error de hecho que consiste, según el recurrente,


en que se encuentra debidamente comprobado que los inspectores de trabajo
ante quienes se surtió la conciliación y la avalaron, “no prestaron la ‘… debida y
oportuna protección para la garantía y eficacia de los derechos, de acuerdo con sus
atribuciones’, que les impone el artículo 9º del C.S.T. y S.S.”, advierte la Sala que
revisadas objetivamente las actas de conciliación, se concluye que los
acuerdos suscritos entre las partes no incluyeron derechos ciertos e
indiscutibles, e igualmente, que los trabajadores las suscribieron libre y
voluntariamente sin que se configuraran los llamados vicios del
consentimiento.

No demuestra por tanto la censura, que el Tribunal se equivocó al


concluir, que en razón a que las conciliaciones que suscribieron los
demandantes dan cuenta de que sus contratos de trabajo finalizaron por
mutuo acuerdo, no acreditaron el tercero de los requisitos exigidos en el
artículo 3º de la convención colectiva de trabajo para hacerse acreedores a la
pensión de jubilación deprecada. Dicho de otro modo, no logró el recurrente
estructurar su acusación, bajo el supuesto de hecho probado, que condujera
a dar por establecido que la terminación de los contratos de trabajo de los
actores, se originó en el despido sin justa causa o en razones ajenas a su
voluntad.

19
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
No tiene razón el recurrente respecto al segundo de los yerros
enrostrados, según el cual los demandantes “en forma expresa solicitaron al
Inspector del Trabajo antes de suscribir sus correspondientes actas de conciliación, tener
cumplidos en ese momento los requisitos de la pensión convencional y como
consecuencia de ello, el derecho adquirido, todo con anterioridad a la suscripción del
acta.”, por cuanto en la documental que se acusa de errada apreciación, no
figura constancia de la solicitud previa o anterior a la diligencia de
conciliación, de manera que no pudo incurrir el juez de alzada en el dislate
que se le atribuye.

En punto a la tercera imputación, según la cual los accionantes


“solicitaron (…) el reconocimiento de la pensión convencional” , advierte la Corte que
la acusación se fundamenta en un fragmento de la documental que contiene
el acuerdo conciliado entre las partes, mientras que la decisión del Tribunal se
basó en el estudio integral de dichas actas.

En efecto, del análisis de las distintas actas de conciliación, dedujo el


juez de alzada que “(…) las actas de conciliación atacadas son válidas al no vulnerar
derechos ciertos e indiscutibles, ni encontrarse demostrada la existencia de alguno de los
vicios del consentimiento (…)” y que no se configuró respecto de ninguno de los
demandantes, el tercero de los requisitos exigidos en el artículo 3º de la
convención para hacerse acreedores a la pensión convencional, por cuanto
los contratos de trabajo terminaron por mutuo acuerdo conciliado.

No es desatinada la conclusión del Colegiado, por cuanto al revisar la


Corte, cada una de las actas cuya errónea apreciación se le atribuye,
encuentra objetivamente lo siguiente:

20
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

(i) Que ciertamente los trabajadores solicitaron en la audiencia de


conciliación, que se estudiara la posibilidad de que les fuera reconocido
el beneficio de la pensión convencional.

(ii) Que ante la solicitud, los representantes de Banco, expresamente, en


todos los casos, se negaron a la petición de acceder a la pensión de
jubilación convencional, en los siguientes términos:

“Si bien es cierto que el artículo 8º numeral 3 de la convención


colectiva de trabajo de 1973 consagra una especial pensión
mensual vitalicia para los empleados que después de diez (10)
años de servicio continuos o discontinuos y habiendo observado
buena conducta sean retirados por causas ajenas a su voluntad,
o que sean despedidos sin justa causa, tal disposición no podría
aplicarse en el presente caso, toda vez que, en primer lugar, el
Banco no está retirando al trabajador; simplemente le ha ofrecido
un plan general de retiro a que hemos hecho referencia, el cual
no obliga a nadie, ni la entidad ha ejercido ningún tipo de fuerza,
presión, inducción ni persuasión al personal tendiente a lograr la
aceptación del plan de retiro y por el contrario, desde su
presentación éste se ha caracterizado por ser voluntario y sujeto
a la elección de cada trabajador, quien dentro de su libre albedrío
y libre determinación puede acogerlo o no, y en segundo término,
la aceptación del plan no implica en manera alguna un despido
injusto, pues el contrato de trabajo, si el trabajador así lo acepta,
se terminaría por mutuo consentimiento. De otra parte, la mera
expectativa de la pensión sanción o pensión especial contenida
en la norma ya mencionada se encuentra perfectamente
compensada con las sumas de dinero de la bonificación que para
su cálculo se adicionaron no sólo en referencia a lo dispuesto
para una supuesta indemnización legal prevista en las normas
del Código Sustantivo del Trabajo, sino también respecto al
mayor porcentaje para liquidar la indemnización convencional por
despido injusto. Por los motivos anteriores, el Banco de la
República no pudo haber Incluido dentro de éste generoso y
especial plan de retiro el otorgamiento de una pensión, como la
reclamada, y por lo tanto se reitera que el hecho de acogerse al

21
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
plan y terminar el contrato de trabajo por mutuo consentimiento
es absolutamente voluntario del trabajador.”

(iii) Que hechas las manifestaciones de las partes, en cuanto a la solicitud


de la pensión de jubilación convencional y la respuesta negativa de la
demandada, todos los trabajadores ahora recurrentes, manifestaron:

“Reitero mi completa conformidad con lo expresado


conjuntamente con el apoderado del banco. Por consiguiente
acepto en forma libre, voluntaria y sin ningún tipo de presión que
mi contrato de trabajo termine (…) por mutuo consentimiento.
(…).

Igualmente declaro que con el presente acuerdo conciliatorio


queda zanjada cualquier diferencia respecto de los hechos que
han quedado expuestos y que pudieran presentarse contra el
Banco de la República (…).

Igualmente manifiesto que (…) declaro a paz y salvo al Banco de


la República por concepto de todo, salario, prestación social, (…)
e inclusive toda clase de pensión sanción por retiro injusto o por
retiro por causas ajenas a mi voluntad, quedando a salvo
únicamente el eventual derecho a la mera expectativa de una
pensión de jubilación, si esta se llega a causar por los requisitos
de edad y tiempo de servicios previstos en el Régimen Pensional
Legal y aplicable al momento de dicha causación, frente a quien
legalmente estuviere obligado al reconocimiento.”

En este orden de ideas, a juicio de la Corte, no erró el juez de


apelaciones porque del análisis de las anteriores probanzas evidenció, que
los actores inequívocamente aceptaron libre y voluntariamente dar por
terminado el contrato de trabajo por muto acuerdo conciliado, de modo que no
acreditaron la totalidad de los requisitos exigidos en el acuerdo convencional,
para ser beneficiarios de la pensión deprecada y, en consecuencia, no se
afectaron derechos ciertos e indiscutibles.

22
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

En lo que toca con el cuarto dislate que se acusa, según el cual no se


dio por demostrado, pese a estarlo, “ que la verdadera causa de la terminación del
vínculo contractual de los demandantes”, se debió a las reformas introducidas en la
Constitución Política de 1991 al Banco de la República e implicaba
redimensionar su planta de personal y terminar los contratos de trabajo “del
personal sobrante”, estima la Sala que no tiene razón el recurrente, toda vez que
lo consignado en las actas de conciliación demuestran que si bien los
representantes de la demandada hicieron alusión a tal circunstancia, también
evidencian que les ofreció un plan de retiro voluntario que todos aceptaron,
libre y voluntariamente.

Ciertamente, en lo pertinente, consta en cada una de las actas:

“(…) las partes de consuno manifiestan que, con el objeto de conciliar toda
posible diferencia que pudiera suscitarse con motivo de la aceptación del
plan general de retiro y de la terminación por mutuo acuerdo del contrato de
trabajo, (…) 1. Libremente hemos convenido en dar por terminado, por mutuo
consentimiento, (…) el contrato de trabajo (…)”.

Luego, la inferencia del Tribunal según la cual en “ las actas especiales de


conciliación celebradas se observa que las partes libre y voluntariamente dan por
terminado el contrato de trabajo por mutuo consentimiento” , es en un todo ajustada al
tenor literal que de dicha documental emana.

Para redundar en lo expuesto, necesario resulta destacar que reiterada


y pacíficamente esta Corporación ha señalado, que no existe prohibición
alguna que impida a los empleadores, públicos o privados, proponer planes
de retiro a sus trabajadores por razones de reestructuración, pues tales

23
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
propuestas son lícitas en la medida en que el trabajador está en libertad de
aceptarlas o no.

En efecto, en sentencia del 3 de mayo de 2005 expediente 23381,


reiterada en decisiones del 14 de julio de la misma anualidad y 1° de junio de
2006 con radicados 25499 y 26830, del 12 de agosto de 2009 y 4 de mayo de
2010 radicación 36687 y 38435 respectivamente, y mas recientemente, en
fallos del 5 de abril y 3 de mayo de 2011, expedientes 37706 y 37752 y
39045, entre otros, la Sala Laboral de la Corte ha replicado lo siguiente:

“(.....) Recientemente se pronunció la Sala sobre la validez de los acuerdos


conciliatorios y más concretamente, con respecto a los celebrados por el
BCH, en las mismas circunstancias que alega ahora el recurrente, en donde
se dijo lo siguiente:

<Así mismo, se tiene que en los ordenamientos legales que rigen en el


país, para los trabajadores particulares y oficiales, se establece como
modos de terminación de los contratos de trabajo el mutuo
consentimiento, sin que en los mismos se consagre restricción alguna a
esta facultad de las partes (articulo 61 del C. S. del T. y 47 del Decreto
2147 de 1945). Es evidente entonces que la decisión de poner fin a la
relación laboral de mutuo consenso puede provenir bien sea del
empleador o del trabajador, no importando la causa que la motive
puesto que la única exigencia de esa potestad de las partes es la
relativa a que su consentimiento no esté viciado por el error, fuerza o
dolo.

“Es un axioma que la propuesta que hace una de las partes a la otra de
poner fin al contrato de trabajo obedece normalmente a una manera
pacífica y normal de terminarlo por mutuo acuerdo, siendo de usual
ocurrencia que medie un ofrecimiento económico del empleador cuando
la iniciativa es suya, como tuvo lugar este caso.

“No demuestra, por tanto, la acusación que el sentenciador de segundo


grado se haya equivocado al concluir que la conciliación que
suscribieron las demandantes para finalizar su relación laboral con el
banco no fuera libre y voluntaria, de manera que en estas condiciones
no se da el supuesto de la disposición extralegal que contempla la
pensión reclamada por las demandantes, para que se consolidara en
cabeza de ellas tal derecho, esto es, el de haber sido retiradas por

24
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
causas independientes a su voluntad, no obstante que observaron
buena conducta. En estas condiciones no aparecen erradas las
apreciaciones de la decisión recurrida en cuanto a que las accionantes
solamente tuvieron una mera expectativa> (Sentencia 19 de abril de
2005 Rad. 23292)”.

Por tanto nada impide que los empleadores promuevan planes de retiro
compensado, lo cual no puede calificarse como inválido, tal y como lo
adoctrinó esta Corporación en sentencia del 4 de abril de 2006 radicación
26071, al decir:

“(…) No sobra recordar lo que de antaño y de manera pacífica ha


enseñado la Corte en el sentido de que no existe prohibición
alguna que impida a los empleadores promover planes de retiro
compensados, ni ofrecer a sus trabajadores sumas de dinero a
título bonificación, por ejemplo por reestructuración, sin que ello,
por sí solo, constituya un mecanismo de coacción, pues tales
propuestas son legítimas en la medida en que el trabajador está en
libertad de aceptarlas o rechazarlas, e incluso formularle al patrono
ofertas distintas, que de igual manera pueden ser aprobadas o
desestimadas por éste, por lo que no es dable calificar ni unas ni
otras de presiones indebidas por parte de quien las expresa, pues
debe entenderse que dichas ofertas son un medio idóneo, legal y
muchas veces conveniente de rescindir los contratos de trabajo y
zanjar las diferencias que puedan presentarse en el desarrollo de
las relaciones de trabajo”.

Finalmente, en lo que respecta a los yerros quinto, sexto, séptimo y


octavo, que en esencia se refieren a los derechos pensionales “adquiridos”
objeto de reclamación, a la salvedad que de los mismos dejaron consignada
en las correspondientes actas de conciliación y, a consecuencia de ello, la
falta de causa o eficiencia de dichos acuerdos, acota la Corte que la razón no
acompaña al recurrente, porque como antes se dijo y ahora se reitera, los
actores no tenían adquirido su derecho a la pensión deprecada, dado que a la
fecha del retiro, no concurrió respecto ninguno de ellos la totalidad de los
requisitos exigidos al efecto, concretamente porque los contratos de trabajo

25
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
concluyeron por mutuo acuerdo, mas no por razones ajenas a su voluntad o
por despido sin justa causa.

Adicionalmente, del texto de las actas, fluye sin dubitación alguna que
el derecho pensional que dejaron a salvo, fue el de origen legal. Consta así
en las citadas actas:

“Igualmente manifiesto que (…) declaro a paz y salvo al Banco de la


República por concepto de todo, salario, prestación social, (…) e inclusive
toda clase de pensión sanción por retiro injusto o por retiro por causas ajenas
a mi voluntad, quedando a salvo únicamente el eventual derecho a la mera
expectativa de una pensión de jubilación, si esta se llega a causar por los
requisitos de edad y tiempo de servicios previstos en el Régimen Pensional
Legal y aplicable al momento de dicha causación, frente a quien legalmente
estuviere obligado al reconocimiento.”

En suma, el Tribunal valoró de manera razonada las probanzas


acusadas, esto de conformidad con la libre apreciación de la prueba que
consagra el artículo 61 del C. P. del T. y de la S.S., en consecuencia, el cargo
no prospera.

XIII. TERCER CARGO

Manifiesta el libelista:

“Acuso la sentencia, por violar DIRECTAMENTE las siguientes disposiciones


sustanciales: los artículos 1740, 1741 y 1746 del Código Civil, aplicados por

26
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
analogía de que trata el artículo 8 de la Ley 153 de 1987 y el artículo 19 del
CST y SS; los artículos 53 y 58 Constitucionales.”

En la demostración de cargo, precisa que no se controvierte ningún


aspecto fáctico, porque la discusión es de puro derecho.

Precisa que el yerro que se acusa, consiste en que el ad quem no


aplicó los artículos 1740 y 1741 del Código Civil “que establece la nulidad
sustancial de las actas, cuando falta al contrato alguno de los elementos esenciales” y
que en este caso no existe el “requisito esencial exigidos (sic) para la conciliación,
que corresponde al mutuo acuerdo de las partes respecto del objeto de a conciliación.”

Agrega que las actas de conciliación están viciadas de nulidad


absoluta, respecto de la pensión de jubilación convencional deprecada, por
cuanto hay discrepancia entre la voluntad declarada por cada uno de los
demandantes y la expuesta por la entidad bancaria accionada, de tal manera
que en su parecer, “no existe acto jurídico válido, por carecer el contrato del acuerdo
mutuo (…) para que se pueda hablar de conciliación”.

XIV. LA OPOSICIÓN

La entidad opositora confuta conjuntamente los cargos tercero, cuarto y


quinto. Señala deficiencias de orden técnico en la formulación del recurso, e
indica que la acusación no esta llamada a prosperar por cuanto la conciliación
no es un contrato civil, sino una actuación procesal, así implique acuerdo
entre las partes.

27
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
XV. SE CONSIDERA

Como se observa, el recurrente en el ataque desciende al terreno de


los hechos cuyo escenario apropiado de discernimiento es la senda indirecta
y no la directa escogida, lo cual es suficiente para desestimar el ataque.

No obstante, como se dijo en precedencia, en el sub judice no hubo


discrepancia en el acuerdo conciliado entre las partes, porque luego de la
solicitud denegada de la pensión de jubilación convencional, cada uno de los
demandantes expresó, inequívocamente, su “ completa conformidad con lo
expresado conjuntamente con el apoderado del banco”, incluidos “los hechos que han
quedado expuestos (…) e inclusive toda clase de pensión sanción por retiro injusto o por
retiro por causas ajenas a [su] voluntad”, quedando a salvo únicamente el
eventual derecho a la pensión consagrada en el “Régimen Pensional Legal.”

Por lo tanto, el cargo no sale avante.

XVI. CUARTO CARGO

Dice el recurrente:

“Acuso la sentencia, por violar DIRECTAMENTE las siguientes disposiciones


sustanciales: los artículos 1523, 1741, 1746 y 2535 del Código Civil;
aplicados por analogía de que trata el articulo 8 de la Ley 153 de 1887; y, los
artículo (sic) 15 y 19 del CST y SS.”

En la demostración del cargo manifiesta que no controvierte ningún


supuesto fáctico, y que la acusación se refiere a la falta de aplicación de los

28
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
artículos del Código Civil indicados, “normas que establecen la nulidad sustancial –
por objeto o causa ilícita- por haberse conciliado la pensión convencional (…)”.

Aclara que no discute “los vicios del consentimiento”, sino la ilicitud del
objeto y causa de la conciliación, en razón a que está prohibida la “Conciliación
de derechos adquiridos por los trabajadores”.

XVII. LA OPOSICIÓN

Como la réplica a esta acusación se formuló conjuntamente con el cargo


tercero, por razones de brevedad, la Sala se remite a lo entonces expuesto.

XVIII. SE CONSIDERA

La disconformidad de la recurrente con la sentencia fustigada consiste


en esencia, en que los demandantes tenían derechos adquiridos, respecto de
la pensión de jubilación convencional y que por tal motivo, al haber sido
objeto de conciliación, devino en ilícito.

En tal contexto observa la Corporación que la impugnación supone la


revisión de aspectos fácticos, tales como el contenido de la convención
colectiva de trabajo y de las actas de conciliación, de suerte que constituye
una inexactitud que la censura mezcle las vías indirecta y directa de violación
de la ley, excluyentes entre sí.

29
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
Con todo, si la Corte obrara con amplitud, llegaría a la conclusión de
que la acusación no tiene fundamento para prosperar, dado que está
inequívocamente demostrado, tal y como se sentenció al resolver los cargos
precedentes, que para que los actores pudiesen acceder a la pensión de
jubilación convencional se requería que hubiesen consolidado en su favor lo
supuestos fácticos estatuidos en el precepto convencional que la consagra, lo
cual no se evidenció, porque como bien se adujo en la sentencia impugnada,
ninguno de los contratos concluyó por causas ajenas a la voluntad de los
demandantes, así como tampoco obedeció a la decisión unilateral e injusta de
la demandada.

Lo expuesto es suficiente para desestimar el ataque.

XI. QUINTO CARGO

“Acuso la sentencia, por violar DIRECTAMENTE en el concepto de


APLICACION INDEBIDA las siguientes disposiciones sustanciales: artículos
488 del CST. y SS. y 151 del CPT y S.S, respecto del artículo 1º de la Ley 50
de 1936 que modificó el artículo 2532 de! Código Civil, el artículo 2º de la
Ley 50 de 1936 que subrogó el artículo 1742 del Código Civil; el artículo 1º
de la Ley 791 de 2002: el artículo 41 de la Ley 153 de 1887; el artículo 8º de
la Ley 153 de 1887 y el artículo 19 del C.S.T., y los artículos 1740, 1741 y
2535 del código Civil.”

En la demostración del cargo, atribuyó, en resumen, “tanto al a quo como


ad quem” la aplicación indebida de los artículos 488 del C.S:T. y 151 del
procedimiento laboral, “por aplicar en un proceso laboral que analiza la –
nulidad por objeto lícito-, las disposiciones que regulan la prescripción laboral
de los artículos 488 del C.S.T. S.S. y 151 del C.P.T. y S.S., sin entrar a

30
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
considerar que corresponde a una nulidad absoluta regulada por el Código
Civil.”

Agregó, que lo pretendido no corresponde al pago de las prestaciones


laborales, sino a la declaratoria de la nulidad del acto o contrato, como lo
establecen los artículos no 1742 a 1756 del Código Civil, porque dicha figura
lesiona el orden público al realizar hechos prohibidos por la ley.

Reiteró que los derechos pensionales reclamados, son fundamentales,


imprescriptibles e irrenunciables.

X. LA OPOSICIÓN

El banco opositor, agregó en relación con este cargo, que las normas
acusadas no fueron aplicadas por el ad quem, y que la argumentación de los
recurrentes “es muy difícil de entender porque se mezclan alusiones a la
prescripción, a las nulidades absolutas y al objeto ilícito, sin ninguna
coherencia y sin nexo alguno con las consideraciones que incluyó el Tribunal
en su sentencia.”

XI. SE CONSIDERA

Como bien se puede observar, el cargo pone a consideración de la


Corte el tema relativo a la prescripción de la acción en materia laboral,
tratándose de la nulidad de las actas de conciliación concertadas entre
empleadores y trabajadores, para efectos de la terminación de los contratos

31
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
de trabajo, pues mientras el Tribunal, al hacer suyos los planteamientos del a
quo, sostiene que se aplica la prescripción extintiva trienal prevista en el
artículo 151 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, el
recurrente argumenta que en estos casos se debe tener en cuenta la
prescripción de los 20 años, según lo normado en el Código Civil para
declarar la nulidad absoluta de los actos jurídicos o contratos - artículos 1740,
1741 y 1742.

Para denegar la anterior acusación, basta con traer a colación lo


adoctrinado por esta Sala en torno al tema. En efecto, en sentencia que data
del 14 de agosto de 2007 radicado 30732, proferida en un caso análogo en el
que se discutió la nulidad del acta de conciliación para dar por terminado un
contrato de trabajo de una trabajadora oficial, la Corte dijo lo siguiente:

“Acerca de las normas que gobiernan la prescripción en materia laboral se


tiene que no es viable la aplicación analógica de las normas del Código
Civil, como lo pretende en este caso la censura, para efectos de la
reclamación de nulidad de la conciliación celebrada por las partes, habida
consideración que en la codificación laboral existe norma expresa
específicamente, los artículos 151 del C. P. del T. y la S.S. y 488 del C.S.T.
conforme con los cuales, las acciones que emanen de las leyes sociales
prescriben en 3 años” (resalta y subraya la Sala).

En oportunidad más reciente, en sentencia del 2 de agosto de 2011,


rad. 41048, consideró pertinente la Corte rememorar el fallo del 2 de mayo de
2003 radicado 19854, en el que se hizo referencia a la prescripción civil de la
acción, en asunto en el que se demandó y debatió una indemnización laboral
plena de perjuicios, cuyas enseñanzas y directrices aplican al asunto ahora
en consideración.

32
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

Dijo entonces la Corte:

“(…..) La disciplina que contiene las normas de Derecho del Trabajo, desde
antaño obtuvo independencia de las demás ramas del derecho, de tal
manera que tiene unas instituciones con características, identidad y
regulación normativa propias, y solo se recurre a las disposiciones de otras
codificaciones, ante la ausencia de regulación legal del respectivo tema.

Como el artículo 2º del C. P. del T. y la Seguridad Social, fijó la competencia


de la justicia laboral, para dirimir, entre otros, <Los conflictos jurídicos que se
originen directa o indirectamente en el contrato de trabajo> , y eso fue lo que
aceptó el demandante cuando adujo en los hechos de la demanda que
<NEMESIO BORJA CUCUNUBA, sufrió un accidente en su sitio de trabajo, con su
respectiva denominación de ACCIDENTE DE TRABAJO> y que <La
responsabilidad del empleador se haya en el propio contrato de trabajo que lo liga
con el obrero>, puede afirmarse, sin dubitación, que se está aduciendo la
relación de trabajo y la culpa del empleador, como fuentes generadoras de la
indemnización impetrada.

Acorde con la sentencia de segunda instancia, cuya quiebra se pretende, los


razonamientos en ella plasmados partieron de la figura de la prescripción
extintiva, que al declararla probada, no permitió que prosperaran las
pretensiones de la parte accionante.

Es sabido que la esencia de la prescripción expresada desde el Derecho


Romano, radica en la inacción, durante el lapso consagrado en las leyes para
el ejercicio de la acción, haciendo presumir el abandono del derecho; que no
es más, que el silencio jurídico voluntario del acreedor frente al
desconocimiento que de su derecho hace el deudor, pues, al presentarse la
prescripción extintiva, por su naturaleza y aún por su esencia, su efecto es la
muerte de la acción para reclamar el derecho porque ya lo ha perdido.

Ciertamente, que el fenómeno jurídico de la prescripción, se justifica como lo


advierten los doctrinantes, por razones de orden práctico, dado que la
seguridad social exige que las relaciones jurídicas, no permanezcan
eternamente inciertas y que las situaciones de hecho prolongadas en el
tiempo se solucionen, siendo una de las formas de asegurar la paz social.

La aludida figura, como fenómeno extintivo de acciones y de obligaciones en


el derecho laboral y de la seguridad social, está regulada en los artículos 151
del C.P.L. y 488 del C.S. del T., que tratan de manera completa y específica,

33
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
todo lo concerniente a la prescripción de las acciones judiciales en esa
materia, estableciendo un término trienal para tal efecto.

Desde la perspectiva expuesta, ante la ausencia de vacío legal; es


inadecuado plantear, como lo quiere hacer ver el ataque, que como lo
pretendido era una indemnización plena de perjuicios, se debía recurrir al
Código Civil en cuanto regula la prescripción de la acción en caso de la
ocurrencia de un acto punible, puesto que de verdad el tema en
controversia corresponde a la justicia laboral y por supuesto, son las
disposiciones laborales, las llamadas a gobernar el sub lite,
específicamente las del Código Sustantivo del Trabajo y del Código de
Procedimiento Laboral y no las de otras codificaciones, porque resultaría
impertinente sobre todo en materia de la prescripción extintiva de las
acciones que surgen del contrato de trabajo”.

Por consiguiente, como los <contratos de trabajo> que tenían los


demandantes son la fuente generadora de las súplicas incoadas en la
demanda inicial, respecto de los cuales se pretende la anulación o invalidez
de las actas de conciliación que suscribieron las partes y que pusieron fin a
tales vínculos contractuales, la prescripción extintiva de la acción se debe
definir conforme a la regulación propia del ordenamiento laboral y no a la del
civil o de otra rama del derecho.

Así las cosas, concluye la Sala que el Tribunal no cometió los yerros
jurídicos enrostrados. En consecuencia, el cargo no prospera.

Las costas en el recurso extraordinario serán a cargo de la parte


demandante recurrente por cuanto la acusación no salió avante y hubo
réplica, las cuales se fijan en la suma de dos millones ochocientos mil pesos
($2’800.000.oo) m/cte., a favor de la parte demandada.

34
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Laboral, administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley, NO CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 27 de junio de 2008, en el
proceso ordinario adelantado por ANDRÉS OJEDA ORTIZ, JORGE
RICARDO GÓMEZ BARCO, SILVERIO SÁNCHEZ ZABALA, JOSÉ
ANTONIO JÁCOME MONROY, GERMÁN OTERO CUBILLOS, MYRIAM
ÁLVAREZ DE GALLARDO, DELIA MARÍA GONZÁLEZ REYES, MARÍA INÉS
GARCÍA DE BERRIO, CONSUELO CARRIÓN SUÁREZ, ISABEL ZAPATA
DE SÁNCHEZ y MARÍA PATRICIA RODRÍGUEZ ARANGO contra el BANCO
DE LA REPÚBLICA.

Costas como se indicó en la parte motiva.

Devuélvase el expediente al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y PUBLÍQUESE.

CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE

35
República de
Colombia

Corte Suprema de Justicia


EXP. 39040

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ

CAMILO TARQUINO GALLEGO

36

Potrebbero piacerti anche