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Poder de policía: atributo que posee todo estado, en la potestad de regular, amplia y genérica
para promover el bienestar común a la que no escapa materia alguna. Bidart Campos: es el
poder plenario inherente a todo estado soberano para todas las cosas perjudiciales al confort,
seguridad y bienestar de la sociedad para prescribir regulaciones que promuevan la paz, la
salud, la moral y la educación; y el buen orden del pueblo. Para legislar sobre fomento de las
industrias del estado, desarrollar sus recursos y desarrollar sus riquezas y prosperidad.
Criterio Amplio: Seguridad, salubridad, moral pública, defensa y promoción de los intereses
económicos de la sociedad y bienestar general.
Es indiscutible la atribución del congreso de legislar sobre derechos reales, entre ellos
la propiedad agraria en sus distintas manifestaciones, los derechos intelectuales, los contratos
agrarios, incluido el contrato de trabajo agrario, el particular régimen sucesorio agrario, etc.
A pesar que esta redacción es más flexible que la similar norteamericana es exagerado
decir que sólo se requiere la conveniencia para que el congreso esté habilitado para dictar la
ley o reglamento, pues ello es una delegación absoluta de facultades. La facultad implícita que
se ejerce debe ser la consecuencia de un poder expresamente delegado a la nación, que
encuentre en él su apoyo, que sea el medio para ponerlo en movimiento.
En principio el poder de policía es provincial, como lo declaró la CS. Empero, ese poder
puede ser ejercido por la nación dentro del territorio provincial cuando le ha sido
expresamente conferido por la CN o es consecuencia forzosa de otras facultades
constitucionales.
Son los que, teniendo el mismo objeto, la CN atribuye a la nación y a las provincias y resultan
principalmente de los arts 75 inc. 18 y 125; el primero atribuye a la nación proveer todo lo
conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de las provincias promoviendo la
inmigración, la colonización de tierras de propiedad nacional; el segundo dice que las
provincias pueden promover la inmigración y la colonización de tierras de propiedad
provincial.
Si bien la CN no se refiere explícitamente a los bosques la facultad para legislar sobre ellos
corresponde a la nación. La necesidad de un régimen federal es evidente dado los intereses
afectados, la importancia de la madera en la industria, su incidencia en el comercio
internacional, en la flora, la fauna y la salud pública.
Además, la ley de bosques mantiene normas que regulan el dominio de ellos y las tierras
boscosas y establece restricciones y limitaciones a este derecho. Es la postura de la CS.
Los poderes inherentes a las provincias en materia rural son escasos y se reducen
disposiciones de derecho público, de carácter policíaco y reglamentarista, como dice Pérez
Llana, pues las normas de derecho privado deben ser dictadas por el congreso al que además
se le acuerda el poder de reglar el comercio y hacer todas las leyes conducentes a la
prosperidad del país, al adelanto y bienestar de las provincias y en general de hacer todas las
leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes concedidos al
gobierno nacional.
Entre los poderes reservados por las provincias están el de colonización sobre tierras de
propiedad provincial y la de reglamentar la superficie mínima de la unidad económica de los
inmuebles rurales, con arreglo al CC, que confiere a éstas el mencionado poder (si bien para
algunos autores esta disposición es inconstitucional y para Brebbia es inconveniente).
Obligaciones
Art. 2.- Los Gobernadores de Provincias, como agentes naturales del Gobierno Nacional,
deberán contribuir, dentro de los límites de sus respectivos territorios, a los propósitos de esta
Ley.
Art. 4. - Todo propietario o persona que de cualquier manera tenga a su cargo el cuidado o
asistencia de animales atacados por enfermedades contagiosas o sospechosos de tenerlas,
está obligado a hacer inmediatamente la declaración del hecho a la autoridad local que los
reglamentos sanitarios determinen.
Art. 5. - Sin perjuicio de esta declaración y aún antes de que las autoridades hayan intervenido,
desde el momento en que el propietario o su encargado hayan notado los síntomas primeros
de la enfermedad contagiosa, deberán proceder al aislamiento del animal enfermo,
separándolo de los sanos en cuanto sea posible.
Art. 6. - La misma declaración y aislamiento son obligatorios de los animales muertos o que se
supongan muertos de enfermedades contagiosas, debiendo sus despojos ser enterrados o
destruidos en la forma que el Poder Ejecutivo determine en sus reglamentos.
Art. 7. - En el momento en que la autoridad reciba la denuncia del caso o tenga conocimiento
de la existencia de la enfermedad, procederá a asegurarse del cumplimiento de las medidas
prescriptas en los artículos 5 y 6 proveyendo lo necesario a su ejecución, si no hubiesen sido
cumplidas, y disponiendo, cuando sea posible, la visita y examen de los animales enfermos, y
de los muertos en su caso, por el perito de que pueda disponer, para verificar la naturaleza de
la enfermedad.
Art. 8. - El hecho será además puesto por la misma autoridad en conocimiento del Poder
Ejecutivo, en la forma y por el conducto los reglamentos determinen.
Art. 9.- Si de las informaciones que el Poder Ejecutivo adquiera resultará que la enfermedad es
de las comprendidas en los reglamentos de que habla el artículo 3 y que el caso cae bajo
alguno de los incisos del artículo 1, el Poder Ejecutivo podrá declarar infestada la propiedad, la
circunscripción o la Provincia entera, según la gravedad de las circunstancias, y estará
autorizado para aislar, secuestrar y prohibir el tránsito de los animales de las zonas infestadas,
para desinfectar y aún destruir los animales y las cosas que puedan ser vehículos de contagio y
para adoptar las medidas que en cada caso aconsejen la naturaleza y caracteres de la
epizootia.
El Poder Ejecutivo requerirá de los gobiernos de provincia que adecuen sus actuales normas a
las exigencias de la presente Ley y su reglamentación y formalizará con las provincias,
municipios y demás autoridades provinciales los acuerdos y convenios que considere
necesarios para el logro de los fines enunciados.
Plaga: Colonia de organismos animales o vegetales que ataca y destruye los cultivos y las
plantas.
Zoonosis: Se dice de cualquier enfermedad propia de los animales que incidentalmente puede
comunicarse a las personas.
Transporte
Art. 11. - Todo empresario de transporte por agua o por tierra, en los casos regidos por esta
Ley, deberá ajustarse, en cuanto a las condiciones de comodidad, seguridad e higiene que
deben ofrecer sus vehículos para la carga de animales, a los reglamentos sanitarios que el
Poder Ejecutivo dicte.
El Poder Ejecutivo determinará asimismo las condiciones en que las empresas deben
desinfectar los embarcaderos, corrales, bretes y demás locales que hayan ocupado los
animales, así como en los que deben serlo las personas y objetos que hayan estado en
contacto con ellos.
Penalidades
Art. 29. - Toda infracción a las disposiciones contenidas en los artículos 4, 5 y 6 y en los
reglamentos del Poder Ejecutivo, en cuanto a esos artículos se refieran, será castigada con
multa de un mil ($ 1.000) a quinientos mil pesos ($ 500.000), conmutables por prisión a razón
de un (1) día por cada mil pesos ($1.000) de multa, según la importancia de la infracción.
Toda otra infracción a las disposiciones de esta Ley será castigada, si no uviera una pena
especialmente establecida, con multa de un mil ($ 1.000) a quinientos mil pesos ($ 500.000),
conmutables por prisión a razón de un (1) día por cada mil pesos ($ 1.000) de multa, según la
importancia de la infracción.
Art. 30. - Serán castigados con multa de un mil ($ 1.000) a quinientos mil esos ($ 500.000),
conmutables por prisión a razón de un (1) día por cada mil pesos ($ 1.000) de multa:
2) Los que aún antes de la clausura de puertos para el país de origen hubiesen, a sabiendas,
introducido a la República, animales afectados de enfermedades contagiosas o que hubiesen
estado expuestos al contagio.
3) Los empresarios de transporte que conduzcan animales en pie con infracción de los
reglamentos a que se refiere el artículo 11, debiendo duplicarse la pena cuando por la omisión
de las medidas de desinfección o higiene reglamentarias, se hubiese comunicado una
enfermedad contagiosa a otros animales.
Art. 31. - Todo animal que hubiese sido introducido con violación de las cuarentenas
establecidas por los reglamentos, caerá en comiso y su propietario o introductor incurrirá,
además, en una multa de un mil ($ 1.000) a quinientos mil pesos ($ 500 000).
Art. 32. - Las penas impuestas en los artículos anteriores serán duplicadas en cada caso de
reincidencia en la misma violación, sin perjuicio de hacerse efectivas las resoluciones del Poder
Ejecutivo, a expensas del obligado, si no las cumpliese el mismo.
Art. 33. - Las penas impuestas en los artículos anteriores, serán aplicadas por los jueces
federales o de territorio federal en juicio sumario, a pedido de las autoridades sanitarias, que
serán parte en él.
Art. 1: Interés Nacional. Se declara de interés nacional la sanidad de los animales y los
vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las
plagas que afecten la producción silvoagropecuaria nacional, la flora y la fauna, la calidad de
las materias primas producto de las actividades silvo-agrícolas, ganaderas y de la pesca, así
como también la producción, inocuidad y calidad de los agroalimentos, los insumos
agropecuarios específicos y el control de los residuos químicos y contaminantes químicos y
microbiológicos en los alimentos y el comercio nacional e internacional de dichos productos y
subproductos.
Art. 2: Orden Público. Se declaran de orden público las normas nacionales por las cuales se
instrumenta o reglamenta el desarrollo de las acciones destinadas a preservar la sanidad
animal y la protección de las especies de origen vegetal, y la condición higiénico-sanitaria de
los alimentos de origen agropecuario con los alcances establecidos en el artículo anterior.
Art. 14: Sanciones. Las infracciones a las normas aplicadas por el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria serán sancionadas con las siguientes penalidades, las que sustituyen
las previstas en los respectivos ordenamientos: a) Apercibimiento público o privado; b) Multas
de hasta pesos diez millones ($ 10.000.000); c) Suspensión de hasta un (1) año o cancelación
de la inscripción de los respectivos registros; d) Clausura temporaria o definitiva de los
establecimientos; e) Decomiso de productos, subproductos y/o elementos relacionados con la
infracción cometida.
Las sanciones enumeradas podrán ser aplicadas por separado o en forma conjunta varias de
ellas, conforme con la gravedad de la infracción, el daño causado, y los antecedentes del
responsable, y con independencia de las medidas preventivas dictadas por el Organismo, de
acuerdo a la legislación vigente. Cuando se hubiere dispuesto la suspensión preventiva de un
establecimiento, la misma no podrá exceder de noventa (90) días hábiles, salvo que razones
debidamente fundadas aconsejen la extensión de dicho plazo.