UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA FUERZA ARMADA
NÚCLEO- FALCÓN
El Etanol, la NADH y el Hígado Integrante:
*Dayana Guanipa CI: 28.363.430
Como bien sabemos nuestro cuerpo humano es capaz de deshacer
muchos de los productos tóxicos que generalmente elaboramos, un ejemplo, es el dióxido de carbono y los desechos nitrogenados que producimos, más sin embargo, esto no suele ser igual cuando son toxinas ingeridas como el alcohol de las bebidas (etanol), dichas toxinas primero deben pasar y ser degradadas por el hígado para poder ser eliminadas lo que suele causar que este sufra y se produzca un alto riesgo de contraer una enfermedad hepática grave o mortal. Estudios clínicos demostraron que la causa está en los pasos químicos simples que involucran la degradación de dicho etanol. Aunque los efectos intoxicantes del alcohol se deben principalmente a uno de sus compuestos denominado acetaldehído el cual estimula la liberación de compuestos del tipo de la adrenalina, los principales culpables del desarrollo de esta enfermedad sería en los átomos de hidrógeno eliminados en el etanol, es decir, sus electrones y protones. Dichos átomos de hidrógeno se transportan por la NADH (una coenzima que se halla en las células vivas) y siguen dos vías dentro de la célula, la mayoría ingresa directamente a la cadena de transporte de electrones y produce agua y ATP pero como se observan altos niveles de NADH en la células por el etanol, se reduce su producción por la glucólisis y el ciclo de Krebs, trayendo como resultado que los azúcares, aminoácidos y ácidos grasos no sean degradado y se conviertan en grasas que se acumulan en el hígado. Otros de los átomos de hidrógenos que no son procesados por la glucólisis y el ciclo de Krebs, se empiezan a utilizar en la síntesis de ácidos grasos, lo que causa, que se acumule mas grasa incrementando hasta 8 veces los depósitos grasos del hígado poniendo a trabajar el doble a las células para poder liberarse de ese exceso ya que no son solubles en el plasma sanguíneo. Antes de poder liberarse en el torrente sanguíneo, dichas grasas son revestidas de proteínas acabando y deteriorando mas el cuerpo. Para finalmente luego de unos pocos años dependiendo del alcohol que se consume diariamente las células hepáticas repletas de grasa comienzan a morir, generando un proceso inflamatorio denominado hepatitis alcohólica y la función del hígado disminuye. El próximo paso sería una cirrosis qué consiste la inflamación de un tejido cicatrizal, el cual interfiere en la función de las células individuales y también el aporte de la sangre del hígado, lo que conlleva a la muerte de mas células causando que el hígado ya no pueda realizar sus actividades normales e incluso podría ser motivo de muerte.