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Desde su nacimiento en 2013 -aunque hasta hace bien poco una realidad extendida- es
el 4G el estándar que ha permitido alcanzar velocidades de hasta 1 Gbps, más altas
incluso que la fibra óptica común. Esto ha disparado el consumo de contenidos
multimedia, especialmente el vídeo, en el móvil. Ahora nos encontramos a las
puertas de la nueva generación y estas son sus cinco claves:
España, para larga distancia y gran penetración, tal y como ahora usamos la banda
de 800 MHz en 4G, en 5G se empleará la de 700 MHz, anteriormente usada por los
canales de la TDT. Pero esto último no ocurrirá hasta 2020. Con todo, la GSMA (GSM
Association, es el organismo que representa los intereses de los operadores móviles
en todo el mundo, uniendo tanto a operadoras, fabricantes de dispositivos,
compañías de software, proveedores de equipos y compañías de Internet, como
organizaciones en sectores adyacentes de la industria) estima que el 5G será real
en 21 mercados, incluyendo Estados Unidos y China.
Sin embargo, las redes y dispositivos aún tardarán en alcanzar todo el potencial de
esta nueva generación de internet móvil. El motivo es que el despliegue de 5G se
está realizando en dos tiempos: NSA (Non-Standalone), que aprovechan la
infraestructura 4G existente, y SA (Standalone), tecnología 100% autónoma que
aprovecha el 5G en su totalidad, tanto en la transferencia de datos como en el
control con las estaciones base.
2. Velocidad y cobertura
Gracias a la banda de los 700 mhz se conseguirá, como mínimo, una velocidad de
bajada de 100 Mbps. Con las de 3,4 y 3,8 GHz se llegará hasta 3 Gbps. Por último,
quedaría una banda de 26 GHz, pensada para puntos de acceso cercanos, como aquellos
situados en aeropuertos o estadios, y se alcanzarían velocidades de hasta 10 Gbps,
es decir, 10 veces la velocidad de la fibra óptica más rápida para el público.
La cobertura inicial dependerá del despliegue que realicen las operadoras, pero
algo muy novedoso es que el 5G permitirá que, de una manera fácil y económica, haya
muchos más puntos de acceso. Se ha llegado a hablar incluso de que algunos
smartphones podrían convertirse en repetidores de señal 5G para aquellos terminales
que tengan alrededor, por lo que se espera que el 5G se extienda de forma mucho más
rápida que el 4G.
La saturación de las redes 5G también mejorará enormemente respecto a las redes 4G,
lo que por un lado permitirá que las operadoras ofrezcan una mayor cantidad de
datos o la misma cantidad que ahora pero a un coste menor. Por otra parte,
permitirá que se abastezcan, sin necesidad de WiFi, los 12,5 dispositivos
conectados por persona que habrá en 2025.
De esta forma, la mayor ventaja del 5G sobre la anterior generación de redes será
una reducción enorme de latencia, que permitirá alcanzar la espectacular cifra de 4
milisegundos en condiciones ideales, por 20 de las redes 4G LTE. También el
rendimiento va a mejorar, tanto que, en condiciones ideales, cada nodo podrá
suministrar 20 Gbps de bajada y 10 Gbps de subida. Podría ocurrir que, al dividir
esas cantidades entre todos los dispositivos conectados, y al crecer tanto la
cantidad de los mismos, la diferencia con el 4G no será tan grande como la cifra
puede dar a entender. Aun así, el 5G hará posible dar servicio hasta a 100
dispositivos por metro cuadrado, un escenario en el que las redes 4G colapsan
irremediablemente.
La eficiencia energética también aumentará hasta un 90%, por lo que podemos esperar
mejores cifras de autonomía en nuestros smartphones, wearables y dispositivos
domésticos. Los problemas que existieron en la adopción del 4G, cuyos primeros
smartphones agotaban su batería en muy pocas horas, estarán solventados en la era
del 5G. Además de estas ventajas, el 5G abrirá posibilidades infinitas que aún
desconocemos y que, como siempre, serán aprovechadas por empresas y personas
líderes en innovación.
Menos WiFi y menos cable: dispositivos como la mayoría de componentes del Internet
de las Cosas, que en la actualidad acceden a Internet con conexión WiFi, podrán
liberarse. De hecho, las redes 5G tendrá la capacidad suficiente para que
desaparezcan las conexiones domésticas por cable, algo fundamental en países en
desarrollo que no se pueden permitir grandes inversiones en cableado.
La mayoría de redes móviles anteriores al 5G han servido para conectar, sobre todo,
teléfonos móviles de todas las generaciones, pero eso va a cambiar. Gracias al 5G
vamos a ver cómo industrias tradicionales se transforman completamente, para ser
más eficientes, como por ejemplo:
Un nuevo concepto de movilidad: será el espacio urbano, sin duda, donde veremos más
transformaciones con el 5G. Hoy en día, los habitantes de muchas ciudades ya tienen
acceso desde el terminal a mucha información en tiempo real de transporte o calidad
del aire, pero no es nada comparado con lo que llegará con las ciudades
inteligentes.