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Interrelación de la Gestión de Información y de Comunicación en

DELFOS

Aportela Rodríguez, Ivett M.1; Saladrigas Medina, Hilda2; Ponjuán Dante, Gloria3
1 DELFOS, Consultoría del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Egido No. 610 % Gloria y Apodaca, Habana Vieja, Código Postal 10200. Ciudad de La Habana,
Cuba; telef. 537 8621390 al 92; C.E.: ivett@delfos.co.cu
2 Departamento de Comunicación Social, Facultad de Comunicación, Universidad de La Habana.
Calle G No. 506 % 23 y 21, Vedado, Código Postal 10400. Ciudad de La Habana, Cuba;
telef. 832-6583; C.E.: saladrigas@infomed.sld.cu
3 Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información, Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Calle G No. 506 % 23 y 21, Vedado, Código Postal 10400. Ciudad de La Habana, Cuba;
telef. 832-6583; C.E.: gponjuan@infomed.sld.cu

Resumen
Para el adecuado desarrollo de una organización es imprescindible la gestión
coordinada tanto de la información como de la comunicación, pues una resulta
incompleta sin la otra. Una ruptura del equilibrio necesario entre ellas, a favor de una de
las partes va en su propio detrimento, porque la obliga a cubrir funciones y atribuciones
que no le corresponden. En el presente artículo se realiza un breve acercamiento a los
puntos de contacto y divergencia existente entre la gestión de información y de
comunicación desde el plano teórico; al mismo tiempo que, se describe el
comportamiento de dicha interrelación en una organización cubana: DELFOS, la
Consultoría del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. Para finalizar, se
ofrecen conclusiones y referencias bibliográficas.

Palabras Clave:
Gestión de Información, Gestión de Comunicación, DELFOS, caso de estudio

Introducción
La comunicación y la información en el seno de la organización no son una moda
actual. Según Villafañe [1, p. 168] constituyen “una respuesta, en términos gerenciales
a la creciente complejidad de la propia empresa. El intercambio de información ha sido
siempre necesario en las organizaciones y siempre ha existido en mayor o menor
grado, lo que ha cambiado es su función en la medida que también lo ha hecho la
concepción de los sistemas de gestión”. Su uso adecuado al interior de las entidades se
vincula a la comunicación, gracias a la cual es posible el intercambio de información
entre los distintos niveles y posiciones de la estructura organizacional, cuyos miembros
establecen patrones típicos de comportamiento comunicacional en función de variables
sociales, lo que supone que cada persona realiza un rol comunicativo específico.

Las exigencias de estos recursos en la dinámica organizacional son de doble sentido y,


en este contexto, el conocimiento del entorno y de sus transformaciones se ha

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convertido en un requisito imprescindible para cualquier institución moderna y bien
gestionada. Es por ello que “la información y la comunicación representan hoy un valor
económico de importancia creciente e incluso transcendental para las empresas,
precisamente en un momento en que la información, el conocimiento y la creatividad
son un recurso estratégico para hacer frente a una competencia cada vez más ardua y
una clientela cada vez más exigente”. [2]

Por estas razones, toda institución debe priorizar dentro de su estructura organizacional
los sistemas de comunicación e información para dinamizar los procesos que a nivel
interno vivifican la entidad y la proyectan hacia su área de influencia. En ellos, dada la
estrecha vinculación de ambos recursos, la gestión debe realizarse de forma
coordinada a fin de alcanzar mejores resultados.

No obstante, si bien este fenómeno es una realidad y a pesar de que en la literatura la


relación entre información-comunicación ha sido esbozada repetidamente a lo largo de
los años, existe poco reconocimiento de los nexos existentes entre ellas y de la gestión
coordinada y complementada que requieren en los espacios organizacionales. A este
hecho podrían asociarse múltiples causas, entre otras el reducido desarrollo de estudios
sobre el tema, tanto en plano teórico como práctico; un fenómeno que dio lugar a la
realización de una investigación sobre el tema en una organización, específicamente en
DELFOS, la Consultoría del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.

Objetivo
Establecer la relación existente entre la gestión de información y de comunicación que
se desarrolla al interior de DELFOS.

Materiales y Métodos
La investigación desarrollada estuvo respaldada en la revisión previa de la literatura
nacional e internacional y contó con un enfoque cualitativo, que estuvo dado por la
búsqueda de una interpretación de los hechos y fenómenos que suceden en los
procesos informacionales y comunicativos de la entidad y en su gestión, desde sus
propios términos. Para ello se partió de la premisa empírica del supuesto de la
existencia en DELFOS de procesos de comunicación e información interna con
precarios niveles de gestión y articulación mutua que no favorecen el pleno desarrollo
organizacional. [3]

En un primer momento se analizaron los temas relacionados con el diagnóstico de la


gestión de información, luego los temas vinculados con la gestión de comunicación,
para posteriormente relacionar ambos resultados. Para la confección de los
instrumentos a utilizar en el diagnóstico de la GI se tomaron como referencia las
dimensiones de la gestión de información planteadas por Ponjuán [4, p. 20], así como
las variables definidas por Goñi [5] como metodología a seguir en este proceso.
Mientras que para el diagnóstico de comunicación, se siguieron algunos de los
planteamientos y procedimientos expuestos por Saló [6] y los presupuestos planteados
por Trelles [7, p. 93] en su propuesta de modelo para la gestión de comunicación en
organizaciones.

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En aras de ir más allá del tradicional levantamiento de la información vinculada con los
flujos y canales de comunicación utilizados, que presentan cierto nivel de solapamiento
con cualquier diagnóstico de información que se realice, se hizo un acercamiento a la
percepción e interpretación de los actos y mensajes como contenidos comunicativos y a
los elementos propios de la comunicación en la entidad.

Como técnicas de recopilación de datos empíricos, se utilizaron instrumentos como la


observación participante, que estuvo presente de forma permanente durante la
investigación; y la encuesta, en sus dos modalidades: entrevista y cuestionario. En el
caso de este último, el vinculado a la gestión de información se aplicó sólo a 16
trabajadores, dado que de los 18 que integran la entidad fueron excluidas dos de las
especialistas superiores, una por ser la autora de la investigación y la otra por
encontrarse fuera de la organización.

En cuanto al cuestionario aplicado para levantar información sobre el Consejo de


Dirección como acto comunicativo, solo participaron 5 personas de las 7 que son
miembros del mismo, por las razones antes expuestas; mientras que en lo relativo a la
Conciliación Mensual se encuestaron a 4 de los 5 miembros del grupo, por ser la autora
de la investigación la persona a cargo del mismo.

Resultados
Breve acercamiento a los puntos de contacto y divergencia desde un enfoque
teórico
Información y comunicación son dos fenómenos interconectados entre sí que no son
fáciles de distinguir; porque uno no puede existir sin el otro. A lo largo de la historia, las
diferentes concepciones han puesto de manifiesto una superposición entre ambos, un
hecho que en gran medida ha estado dado por ser la Teoría de Matemática de la
Información el referente conceptual que los ha sustentado por mucho tiempo, a pesar
de sus limitaciones. Sin embargo, con los años, cada vez se ha hecho más evidente la
necesaria delimitación entre ellos.

Su diferencia fundamental reside en que la información está más vinculada a la


memoria, constituye la fuente esencial para la generación de conocimientos que
requiere la organización; al mismo tiempo que la comunicación, es un proceso simbólico
de construcción de significados compartidos, estrechamente vinculado a la cultura. Al
mismo tiempo, la respuesta del interlocutor es otro importante punto de divergencia
entre ellos; mientras que la información no precisa de retroalimentación, para la
comunicación esta constituye un elemento indispensable para establecerse.
Si bien la información es un producto, también constituye un proceso que, similar al de
comunicación, es transversal a la organización. Mediante él, las personas producen,
adquieren y utilizan la información en la entidad; mientras que el de comunicación
permite la interacción humana, manteniendo un mínimo de interdependencia entre los
distintos elementos que la organización requiere y que median la actitud de los
trabajadores para que sus objetivos y actividades estén en armonía con los objetivos y
procesos organizacionales. Es a través de la comunicación que se pueden coordinar y

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ejecutar procesos que responden a la razón de ser de la institución; pero, al mismo
tiempo, será solo a través de la información, plasmada en procedimientos, normas, etc.
que se podrá organizar el trabajo y afrontar la entropía de la entidad.
Para el adecuado desarrollo de una organización es imprescindible la gestión
coordinada tanto de la información como de la comunicación, pues una resulta
incompleta sin la otra. La gestión de información (GI) garantiza la circulación, utilización,
almacenamiento y producción de la información, pero no es suficiente para desarrollar
espacios de diálogo entre los distintos actores implicados, ni asegura la participación
democrática de todos. Mientras que, la Gestión de Comunicación (GCom) si bien
promueve y crea las condiciones necesarias para la construcción de símbolos y
significados compartidos, no cuenta con las bases informacionales necesarias para
hacerlo de manera eficiente. De ahí, el papel a jugar por ambas en la necesaria gestión
del conocimiento que debe llevarse a cabo en las organizaciones.
En toda entidad debe existir un equilibrio entre la GI y GCom, como entre ellas y el resto
de los procesos de gestión y sistemas que componen la organización (administrativa,
de recursos humanos, entre otros); toda vez que cada una de estas actividades cumple
objetivos muy específicos, pero interrelacionados en el funcionamiento y articulación de
la misma. Este criterio se corresponde con la concepción gerencial sistémica que debe
pautar el desempeño organizacional; por lo que una ruptura de dicho equilibrio a favor
de una de las partes va en su propio detrimento, porque la obliga a cubrir funciones y
atribuciones que no le corresponden.
Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en especial la Intranet,
constituyen la plataforma donde la gestión de información y de comunicación en las
organizaciones confluye en el cumplimiento de sus objetivos, aportándole notables
mejoras en su funcionamiento.

Un caso de estudio: La Consultoría DELFOS


DELFOS es una Unidad Presupuestada adscrita a la Oficina Central del Ministerio de la
Informática y las Comunicaciones (MIC), encargada de la organización y coordinación
de la actividad de Gestión de información para el MIC, estableciendo las políticas para
el tratamiento, uso y protección de este recurso estratégico en el Sistema. Está
integrada por un colectivo multidisciplinario de 18 trabajadores y en la actualidad,
orienta sus productos y servicios especializados hacia tres perspectivas que conforman
la gestión de información en el Sistema MIC. Las mismas constituyen sus procesos
fundamentales: Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva, Gestión de Recursos
de Información y Organización de Sistemas de Información [8]

En ella, la información es considerada como un componente vital en la vida de la


organización, si bien no es definida de igual forma por todo el colectivo. (Fig. 1)
Solamente el 44 % la consideran un mensaje, un recurso pero también un proceso,
fuente para la generación de conocimientos, lo que le aporta a la información un mayor
alcance conceptual al visualizarla en todas sus dimensiones y especialmente como un
proceso organizacional; correspondiendo en su mayoría con los trabajadores
pertenecientes a la actividad fundamental de la organización y a la Dirección.

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En un menor nivel de representatividad (40%), se encuentran aquellos que señalan a la
información como un meta-recurso que permite la efectiva combinación y utilización de
otros recursos organizacionales, es decir, se reconoce su valor por encima del de otros
recursos que también son de importancia para la organización; un criterio
fundamentalmente compartido por los miembros de los grupos Administrativo y Gestión
Tecnológica. Sólo un 19% de los trabajadores, todos de nivel técnico y asociados a las
áreas de soporte de la organización, la consideran como un mensaje, generalmente en
forma de documento o de una comunicación audible o visible; una definición, que sin
estar errada, limita el alcance de la información.

Fig. 1: Definición de información según los trabajadores de DELFOS


Fuente: Elaboración propia

Como puede observarse estos resultados están muy asociados a los desempeños
profesionales, los cuales sin dudas impregnan una visión de valor determinada sobre la
información.

Para la investigación resultaba de especial interés el levantamiento de datos vinculados


con la información interna de la organización. De ahí que como parte de la observación
se determinaran qué informaciones se consideraban como tal, pudiendo mencionarse:
los documentos legales emitidos por la dirección de la entidad, las informaciones-
económico financieras, de recursos humanos, logísticas, los compromisos individuales
en diferentes temas, los procedimientos y planes de trabajo, la información propia de la
organización para sus trabajadores, entre otros.

A partir de los análisis realizados en función de la información interna y en


correspondencia con la tipología de mensajes comunicativos que circulan por la
entidad, puede decirse que la primera se encuentra directamente vinculada a los
mensajes de tareas y mantenimiento que fluyen en DELFOS y constituye el contenido a
trasmitir en pos de las actividades esenciales que realiza la organización. Dicha
información una vez recibida, comprendida y procesada permite la generación de
conocimientos que se traducen en nuevas informaciones, las cuales garantizan el
cumplimiento de las funciones de los trabajadores. Sin embargo, el no tener concebida
a la información como este tipo de mensajes conduce a que no en todos los momentos
a esta le sean previstos objetivos a lograr, lo que afecta su adecuada divulgación, uso y
necesaria evaluación de impacto mediante el estudio de su apropiación.

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Si bien las barreras y las fallas en la comunicación que se desarrollan al interior de la
entidad no constituyen un problema fundamental para la misma, toda vez que se presta
especial atención al tema y cualquier inconveniente que pueda surgir se intenta
canalizar de forma inmediata; se reconoce que ello afecta directamente la oportuna y
eficiente circulación de la información interna y de alguna manera los desempeños
institucionales.

Como parte del cuestionario se indagó sobre los recursos de información internos y
externos de mayor importancia en el ejercicio de las funciones de los trabajadores. A
partir de lo cual se obtuvo como resultado que el 60% de los trabajadores asigna la
mayor relevancia a las fuentes personales, es decir, los propios especialistas de la
organización; seguido por un 47% que también señalan a los procedimientos de la
entidad. En un tercer nivel, un 33% de los encuestados declaró a los informes
anteriores elaborados por DELFOS, considerados como referencias válidas para
acciones futuras. En este sentido, resulta significativo el hecho de que las fuentes
personales posean tan alto valor, haciendo necesaria la implementación de acciones,
entre las que pueden mencionarse la elaboración de los propios procedimientos, que
permitan convertir el conocimiento individual de estas personas en conocimiento
organizacional, una tarea en la cual la comunicación tiene un importante papel que
jugar.

Por otra parte, aunque gran cantidad de la información interna se encuentra disponible,
existe un amplio volumen cuya dispersión es elevada, lo que dificulta su recuperación;
afectando al mismo tiempo la comunicación entre los miembros de la entidad, al no
poder establecerse la prioridad en el flujo coherente de la información requerida.

Los flujos de información interna de la organización se sustentan en los flujos de


comunicación formales, aunque mantienen propósitos diferentes, al menos por la
denominación y empleo que cada disciplina y práctica le atribuye. Los primeros
constituyen el reflejo de la secuencia lógica de los procesos que ocurren al interior de la
entidad y siguen las direcciones comunicativas trazadas oficialmente; en cambio los
flujos de comunicación se enriquecen en la interacción que ocurre en las distintas
direcciones y redes, mediadas por los diferentes mensajes, tanto por el contenido como
por el soporte de estos, permitiendo así la construcción continua de sentidos y
significados compartidos pocas veces analizados aún cuando ellos constituyen los
resultados medulares de los procesos comunicativos, máxime si se tiene en
consideración que la comunicación es un asunto de mediaciones más que de medios.

En la actualidad, los flujos de información interna si bien están descritos, se hayan


desactualizados y no siempre se encuentran definidos los responsables de cada uno. El
propio quehacer diario de la organización ha ido pautando nuevas rutas, que sin
escapar a los flujos de comunicación formal, hacen un mayor uso de direcciones como
la trasversal y la horizontal, en aras de garantizar una comunicación más eficiente entre
los especialistas, que permita acelerar el acceso y manejo de la información. La
tendencia al trabajo en equipo, por proyectos, facilita la integración de los trabajadores
entre sí, creando un clima favorable para la interacción y la comunicación. No es
necesario recurrir al jefe de un grupo para solicitar la información que se sabe posee

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otro especialista o para trabajar con él, basta con solicitarla directamente aunque se
informe paralelamente a los jefes inmediatos.

A partir de la observación realizada se identificaron como principales canales para


recibir la información interna la intranet, el correo y las sesiones de trabajo, siendo el
menos relevante el sitio web. Estos resultados fueron corroborados a partir de la
encuesta realizada, donde las cuatro primeras prioridades fueron asignadas al correo
electrónico, seguido por las sesiones de trabajo, la intranet y las reuniones. No
obstante, la intranet y el correo fueron ubicados entre las tres primeras posiciones por el
81% y 75% de los encuestados respectivamente, lo que refleja un elevado consenso de
opinión al respecto (Fig. 2)

Fig. 2: Niveles de prioridad de los canales de comunicación, según los trabajadores de DELFOS
Fuente: Elaboración propia

Los canales fundamentales para la circulación de la información interna coinciden con


los utilizados como parte de la comunicación, sobre todo en los referidos a los medios
electrónicos, en especial la intranet y el correo electrónico.

Las sesiones de trabajo, las conciliaciones mensuales y el intercambio con los


especialistas, como canales directos, son espacios de transmisión de información
interna, dado que sin la presencia de esta no podrían llevarse a cabo los procesos
funcionales que tienen lugar en la organización. Un hecho que quedó evidenciado en
cada uno de los actos comunicativos evaluados y en la repercusión que tienen en ellos
la información interna de la organización que se maneja.

Pero si existiese una conciencia más clara sobre la comunicación interna se pudiera
comprender que estos constituyen más que todo, actos comunicativos por excelencia,
donde se potencia el proceso de construcción de significados compartidos que
conducen a la generación de nuevos conocimientos y/o a la integración como grupo en
función de metas colectivas, según sea el caso.

Gran parte de los trabajadores consideran a las fuentes personales como uno de los
recursos de información de mayor relevancia dentro de la organización; sin embargo, de
no desarrollar una adecuada comunicación con estas personas, podría afectarse la
generación, compartición y difusión de la información interna que contribuya a la
creación del conocimiento organizacional.

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La gestión de la información interna de la organización, podría ser desarrollada de una
forma mucho más eficiente si se gestionara la comunicación entre los miembros del
colectivo, puesto que podrían establecerse mecanismos que favorezcan estos procesos
y que hoy se desarrollan de forma espontánea. Incluso, las redes informales tienen un
importante papel que jugar, pues aunque por ellas no fluye oficialmente la información
interna, permiten expresar sentimientos que no pueden circular por la red formal, pero
que contribuyen a mantener el buen ambiente organizacional.

Sin embargo, se carece de políticas que regulen tanto la gestión de información como
de comunicación al interior de la entidad, respaldado en el hecho de que a pesar de la
importancia que se les atribuye a la comunicación y la información, no existen objetivos
en la estrategia organizacional que refieran a ambos procesos, ni estructuras que
permitan su cabal desempeño. Por ende, se afecta la apropiada interrelación entre
ellos, su adecuada gestión y en consecuencia y a la postre, el favorable desempeño de
la organización.

En el caso de la información, esta carencia se hace menos evidente dada la


especialización del personal en el uso de este recurso; no siendo igual en el caso de la
comunicación, donde únicamente se realizan acciones aisladas que no siguen un
propósito definido y coherente.

El establecimiento del sistema de comunicación de DELFOS contribuiría de forma


potencial al adecuado funcionamiento del sistema de información de la entidad y por
ende al cumplimiento de los objetivos organizacionales. El enfoque coherente e
interrelacionado de ambos sistemas y su adecuada gestión, favorecerá la oportuna
toma de decisiones a todos los niveles y el mejor desempeño organizacional; lo que al
mismo tiempo serviría de base a la gestión del conocimiento que la entidad debe
desarrollar continuamente con el propósito de que sus trabajadores y la organización en
general se encuentren cada vez más preparados para el ejercicio de sus funciones.

Las TIC en la organización: el uso de la Intranet 
En DELFOS se hace un uso intensivo de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones [TIC], por lo que el intercambio de información se hace por esta vía
fundamentalmente. Al mismo tiempo, mientras los sujetos emplean las TIC se crean y
recrean percepciones sobre el significado y la utilidad de estas. Dichas percepciones,
sin dudas, median el modo en que la tecnología es usada y por tanto intervienen en el
impacto que las TIC tienen al final sobre los grupos y las organizaciones.

La Intranet ha sido diseñada como una valiosa herramienta de trabajo, por un lado
constituye un poderoso medio de interacción y por el otro, una plataforma ideal para
garantizar que se disponga de la información requerida en el ejercicio de las funciones
organizacionales, como reflejo del sistema de información de la entidad. Sin embargo,
en la práctica actual esta última afirmación ha quedado anulada como bien señalan los
tres encuestados que respondieron negativamente, argumentando que “se encuentra
desactualizada estructuralmente y no responde al funcionamiento actual. Pendiente su
actualización”, “los procesos y flujos informacionales no están representados en ella de

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forma práctica” y “no se ubica en tiempo la información que se necesita y los permisos
de acceso constituyen una barrera para su uso”.[3]

Si bien la Intranet proporciona la información interna que se necesita, únicamente el


69% de los encuestados es absoluto en su afirmación, mientras que el 31% restante
declara que solo algunas veces sucede. (Fig. 3) Este fenómeno está estrechamente
vinculado a la dispersión de información que se mencionaba con anterioridad y al propio
hecho de que el correo electrónico constituya la principal vía de comunicación en la
entidad.

Fig. 3: Intranet como fuente de la información interna que se necesita


Fuente: Elaboración propia

Sin dudas el uso de las TIC y particularmente la intranet y el correo electrónico han
dejado su impronta en la cultura organizacional de DELFOS toda vez que la
organización en sus rutinas sigue lógicas pautadas por la concepción tecnológica, a
saber una gestión más interactiva y dinámica, un desempeño más creativo y ágil, un
uso más racional de los espacios físicos.

La intranet como medio de comunicación, da a conocer aquellas informaciones internas


de impacto para la entidad. De igual forma, divulga las noticias más importantes y las de
relevancia para el sector de las TIC a fin de que los usuarios se mantengan
actualizados; así como otros mensajes de carácter más humano, tales como las fechas
de cumpleaños de cada trabajador para que sean del conocimiento de todo el colectivo.
Incluye también foros de debate que facilitan la discusión de temas de interés tanto
políticos como científico-técnicos entre los trabajadores.

A partir de todo lo anterior, puede decirse que se requiere someter a la intranet a un


proceso de ajuste y actualización inmediato, en función de que responda al sistema de
información actual de la entidad, poniendo a disposición de los usuarios la información
que realmente necesitan, favoreciendo así la comunicación entre los mismos. Para ello,
deberán implementarse algunas propuestas de mejora como el establecimiento de
normativas de trabajo que regulen los procesos que garantizan la actualización de la
información, la utilización de herramientas más flexible que no requieran de amplios
conocimientos tecnológicos, más acorde con el uso que de ellas deben hacer todas las
personas de la organización. Deberán definirse, además, los marcos de responsabilidad
por procesos y por áreas, y asignar la responsabilidad de la misma a una persona que

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vele porque todos los trabajadores garanticen su actualización permanente e
implemente los cambios que sean necesarios.

Además, deben incorporársele algunos elementos de la Web Social como la sindicación


de contenidos, los blogs, los sitios para compartir marcadores, entre otros, de forma tal
que realmente constituya una herramienta de apoyo a la Gestión de la Información, de
la Comunicación y por ende del Conocimiento. Debe constituir una obra colectiva,
constantemente actualizada, fruto del trabajo de todos.

Conclusiones
Como resultados de la investigación realizada puede concluirse que en DELFOS:
9 El enfoque del diagnóstico de comunicación hacia la percepción e interpretación
de los actos y mensajes como mediadores de la construcción de sentidos y
significados permitió identificar mayores niveles de interdependencia entre la
actividad de información y de comunicación; al mismo tiempo que evitó el
solapamiento existente entre los tradicionales diagnósticos de información y de
comunicación cuyos indicadores se trasfieren indistintamente, con lo que dejan de
ser excluyentes desde el punto de vista metodológico.

9 Es mucho más fuerte y evidente la Gestión de Información que la de


Comunicación, lo que rompe el equilibrio necesario en la articulación entre ambas.

9 La falta de políticas que regulen la gestión de información y comunicación en su


interior, está respaldada en el hecho de que no existen objetivos en la estrategia
organizacional que refieran a ambos procesos, lo que afecta la apropiada
interrelación entre ellos y su adecuada gestión. En el caso de la actividad de
comunicación este fenómeno cobra mayor impacto pues no suelen realizarse
acciones coherentes y con objetivos definidos de forma sistémica, que realmente
contribuyan a la circulación, utilización y generación de la información interna. Al
mismo tiempo, en ocasiones, la información interna requerida no se encuentra
disponible, lo que genera fallas en el proceso comunicativo.

9 El establecimiento del sistema de comunicación de DELFOS contribuiría de


forma potencial al adecuado funcionamiento del sistema de información de la
entidad. El enfoque coherente e interrelacionado de ambos sistemas y su adecuada
gestión, favorecerá la oportuna toma de decisiones a todos los niveles y el mejor
desempeño organizacional; lo que al mismo tiempo serviría de base a la gestión del
conocimiento que la entidad debe desarrollar continuamente con el propósito de que
sus trabajadores y la organización en general se encuentren cada vez más
preparados para el ejercicio de sus funciones.

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Referencias Bibliográficas
1.- VILLAFAÑE, J. Imagen Positiva: Gestión Estratégica de la Imagen de las
Empresas. Madrid: Pirámide, 1993.
2.- CASTILLO, J. D.; BAYÓN, M. M. y ARTETA, R. La Empresa ante los Medios de
Comunicación. Madrid: Deusto, 1992.
3.- APORTELA, I. M. La Gestión de la Información y de la Comunicación: procesos
relacionados o independientes en DELFOS. Saladrigas, Hilda; Ponjuán, Gloria,
tut. Tesis de Maestría. Universidad de La Habana, Facultad de Comunicación,
Departamento de Comunicación Social. Ciudad de La Habana, 2009.
4.- PONJUÁN, G. Gestión de Información: dimensiones e implementación para el
éxito organizacional. Rosario: Nuevo Paradigma, 2004. 216 p.
5.- GOÑI, I. El qué y el cómo del diagnóstico del Sistema de Información Gerencial.
Acimed [en línea]. vol. 17, no. 5 (2008). [Consulta: 2 jun. 2009]. Disponible en:
<http://bvs.sld.cu/revistas/aci/v17_5_08/aci04508.htm>.
6.- SALÓ, N. "La Auditoria de Comunicación". En: Saló, N. La comunicación en las
Organizaciones. Barcelona: Fundación Universitaria Europea de Relaciones
Públicas, 2000. cap 3, pp. 101-47.
7.- TRELLES, I. Bases teórico-metodológicas para una propuesta de modelo de
Gestión de Comunicación en organizaciones. Corral, R., tut.; Alonso Alonso, M.
consult.; Villafañe, J. consult. Tesis de Doctorado. Universidad de La Habana,
Facultad de Comunicación, Departamento de Comunicación Social. La Habana,
2002.
8.- CONSULTORIA DEL MINISTERIO DE LA INFORMÁTICA Y LAS
COMUNICACIONES DELFOS. Consultoría DELFOS, informe inédito, Ago. 2007.

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