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ESPECIES NATIVAS CON POTENCIAL PARA TECNOLOGIAS AGROFORESTALES EN LA SIERRA GORDA DE GUANAJUATO View project
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tónoma
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ha
ers
go
ii
Primera edición, agosto 2018
ISBN: 978-607-12-0517-9
__________________________________________________________
Queda prohibida la reproducción o transmisión total o parcial del texto o las ilustraciones
de la presente obra bajo cualesquiera formas, electrónicas o mecánicas, incluyendo
fotocopiado, almacenamiento en algún sistema de recuperación de información,
dispositivo de memoria digital o grabado sin el consentimiento previo y por escrito del
editor.
iii
Universidad Autónoma Chapingo
Maestría en Ciencias en Agroforestería para el Desarrollo Sostenible
iv
Los sistemas agroforestales existen desde el inicio de la agricultura, y éstos han sido
utilizados por los primeros pobladores de esta gran nación mexicana para producir sus
alimentos y gran número de satisfactores. Su uso permitió mantener el equilibrio ecológico
durante cientos de años, plantando una gran variedad de cultivos con diferentes hábitos de
crecimiento combinados con especies de árboles, imitando la estructura y la diversidad de
especies de bosques y selvas naturales. La Agroforestería tuvo gran importancia en la vida de
los pobladores rurales del México antiguo, sin embargo, cuando fue ignorada, extensas áreas
terrestres y acuáticas fueron degradadas dramáticamente, debido a la contaminación y al uso
irracional de los recursos naturales que ha provocado la desertificación. Actualmente, su rescate
como ciencia, resulta ser una estrategia clave en la agricultura sostenible para disminuir la
dependencia de insumos externos en la obtención de alimentos, rehabilitar el paisaje agrícola,
regular plagas mediante el control natural, reciclar nutrimentos en los agroecosistemas, fijar y
almacenar carbono, contribuir a mitigar el cambio climático, conservar el suelo, el agua, la
energía, lo que permite proteger y conservar las riquezas naturales, pero especialmente
restaurar las zonas que se encuentran afectadas.
Esta obra tiene como propósito dar a conocer resultados de las investigaciones que
llevan a cabo estudiantes y personal académico de la Maestría en Ciencias en Agroforestería
para el Desarrollo Sostenible. En las primeras páginas encontrará información actualizada sobre
zonas agroecológicas en la Huasteca Potosina, almacenamiento de carbono en sistemas
reforestados, dinámica del nitrógeno y carbono en sistemas agroforestales y naturales. En la
parte media de la obra se abordan temas relacionados con el uso de leña como fuente de
energía en comunidades rurales y se plantean alternativas sustentables de aprovechamiento,
seguida del manejo de una especie arbórea como fuente de combustible y medio de
reproducción de un insecto con aportes de proteína de alta calidad en la alimentación de la
población rural, además se abordan estudios de la diversidad arbórea y belleza escénica de
selvas y manglares, de árboles y arbustos de usos múltiples en el Bajío.
v
Por último, en otro grupo de estudios se integra el conocimiento agroforestal para un
rápido crecimiento de caoba en vivero mediante el manejo nutrimental, como alternativa para
aumentar la sobrevivencia en campo. En el mismo contexto nutrimental, se plantea mejorar la
producción y calidad de aceite de Moringa oleífera. Finalmente, se analiza la rehabilitación de
la fertilidad del suelo al cambiar el manejo de limón mexicano en monocultivo a una asociación
silvopastoril.
El ideal de los investigadores que participan en esta obra es compartir sus experiencias
para que sirvan como una guía fácil en el manejo agroforestal de cultivos agrícolas y forestales,
que contribuya a la conservación de la biodiversidad, mitigar el cambio climático y lograr que la
gente se esfuerce con seriedad por cambiar su actitud hacia el ambiente que sostiene la vida
universal de todos los seres en este planeta.
vi
Contenido
Capítulo 1. Zonificación agroecológica de la cuenca baja del Río Tampaón, Huasteca
Potosina Mario Alberto Campos Ugalde, Alejandro Lara Bueno, Miguel Uribe Gómez, Rosa María García
Núñez…………………………………………………………………………………………………………………………...1
Resumen ................................................................................................................................... 1
Introducción ............................................................................................................................... 2
Materiales y métodos................................................................................................................. 3
Resultados y discusión .............................................................................................................. 4
Características biofísicas de la zona ...................................................................................... 4
Evolución histórica del sistema agrario .................................................................................. 8
Zonificación agroecológica ................................................................................................... 12
Conclusiones ........................................................................................................................... 16
Literatura citada ....................................................................................................................... 19
Capítulo 2. Carbono almacenado en la estación experimental “Mario Avila” 50 años
después de su reforestación Alba Gissela Fajardo Ortíz, Antonio Vázquez Alarcón, David Cristóbal
Acevedo, Juan Ángel Tinoco Rueda, Dante Arturo Rodríguez Trejo ........................................................ 24
Resumen ................................................................................................................................. 24
Introducción ............................................................................................................................. 25
Materiales y métodos............................................................................................................... 26
Área de estudio .................................................................................................................... 26
Inventario de carbono almacenado en la EEMA .................................................................. 27
Análisis de las muestras de suelos ...................................................................................... 28
Modelo alométrico para la determinación de biomasa de Eucalipto..................................... 29
Determinación de carbono ................................................................................................... 30
Resultados y discusión ............................................................................................................ 30
Carbono total de la EEMA .................................................................................................... 30
Evolución del suelo .............................................................................................................. 34
Modelo matemático para la determinación de biomasa ....................................................... 35
Estimación de carbono ......................................................................................................... 36
Comparación con otros modelos .......................................................................................... 37
Conclusiones ........................................................................................................................... 38
Literatura citada ....................................................................................................................... 39
Capítulo 3. Carbono y nitrógeno en el suelo de sistemas agroforestales y sistemas
naturales David Cristóbal Acevedo, Vianca Azucena Arévalo Madrigal ................................................. 43
Resumen ................................................................................................................................. 43
vii
Introducción ............................................................................................................................. 44
Materiales y métodos............................................................................................................... 45
Resultados y discusión ............................................................................................................ 47
Concentración de COS ........................................................................................................ 47
Concentración de Nitrógeno Total (Nt) y Orgánico (Norg) ................................................... 51
Relación Carbono/Nitrógeno ................................................................................................ 57
Conclusiones ........................................................................................................................... 58
Literatura citada ....................................................................................................................... 59
Capítulo 4. Consumo de leña en México: hábitos de uso, problemática asociada y
alternativas sostenibles de solución Sofía Violeta Alvarado Machuca, Edna Álvarez-Sánchez, Ranferi
Maldonado Torres, Alejandro Santiago Sánchez Velez ........................................................................ 64
Resumen ................................................................................................................................. 64
Introducción ............................................................................................................................. 65
La leña y su consumo en algunas comunidades de México ................................................ 65
Problemática asociada al consumo de leña ......................................................................... 68
Alternativas para la energización rural ................................................................................. 71
Especies nativas con potencial dendroenergético ............................................................ 71
Calidad de leña ................................................................................................................. 75
Consideraciones en los programas para la energización rural en México ........................... 78
Conclusiones ........................................................................................................................... 81
Literatura citada ....................................................................................................................... 82
Capítulo 5. Contribución al estudio del sistema agroentomoforestal árbol Lippia
myriocephala como fuente de combustible y medio de reproducción de la larva Phassus
triangularis Pascual Cruz Sánchez, Ranferi Maldonado Torres, Edna Álvarez-Sánchez, Eliseo Sosa Montes,
Mateo Vargas Hernández, Rosa María García Núñez, Miguel Uribe Gómez .............................................. 88
Resumen ................................................................................................................................. 88
Introducción ............................................................................................................................. 89
Materiales y métodos............................................................................................................... 91
Descripción del área de estudio ........................................................................................... 91
Análisis proximal y calidad de leña....................................................................................... 91
Medición de características del medio de reproducción de larva ......................................... 92
Análisis químico de la larva de P. triangularis ...................................................................... 92
Resultados y discusión ............................................................................................................ 93
Calidad de la leña de Lippia myriocephala ........................................................................... 93
Ecología de la larva Phassus triangularis en el árbol Lippia myriocephala .......................... 95
Reproducción del adulto de P. triangularis en el árbol de L. myriocephala .......................... 97
viii
Depósito de huevo en el tallo de L. myriocephala ............................................................. 97
Formación de galería y capa protectora en el tallo de la Lippia myriocephala .................. 97
Vivencia de la larva P. triangularis en la galería del tallo de L. myriocephala ................. 100
Aprovechamiento de la larva P. triangularis .................................................................... 102
Conclusiones ......................................................................................................................... 103
Literatura citada ..................................................................................................................... 104
Capítulo 6. Mezquites y huizaches árboles de uso múltiple en el sureste de Guanajuato
Rosa María García Núñez, Nidia Sarahi Reséndiz Flores, Alejandro Santiago Sánchez Vélez .................... 108
Resumen ............................................................................................................................... 108
Introducción ........................................................................................................................... 109
Usos múltiples de los árboles y arbustos ........................................................................... 111
El mezquite y huizache ...................................................................................................... 114
Usos de la goma de mezquite y huizache .......................................................................... 117
Materiales y métodos............................................................................................................. 118
Especies de usos múltiples en el sureste de Guanajuato .................................................. 118
Resultados y discusión .......................................................................................................... 124
Identificación de especies y usos múltiples ........................................................................ 124
Extracción de goma huizache y mezquite .......................................................................... 127
Análisis químico proximal de la goma de mezquite y huizache .......................................... 128
Conclusiones ......................................................................................................................... 130
Literatura citada ..................................................................................................................... 131
Capítulo 7. La diversidad arbórea y belleza escénica de la selva y el manglar en Xpu Ha
Palace, Quintana Roo, México Adriana Velázquez Ortega, Javier Castañeda Rincón, Beatriz Cecilia Aguilar
Valdez, David Delgado Viveros, Juan Juárez Méndez ........................................................................ 136
Resumen ............................................................................................................................... 136
Introducción ........................................................................................................................... 137
Materiales y métodos............................................................................................................. 139
Método para evaluar el área de vegetación de selva ......................................................... 140
Método para evaluar la vegetación del manglar ................................................................. 141
Método para evaluar la Belleza Escénica .......................................................................... 142
Resultados y discusión .......................................................................................................... 144
Diversidad arbórea de la selva ........................................................................................... 144
Diversidad arbórea del manglar ......................................................................................... 146
Plantas epífitas ................................................................................................................... 147
Belleza escénica ................................................................................................................ 150
ix
Conclusiones ......................................................................................................................... 153
Recomendaciones .......................................................................................................... 153
Literatura citada ..................................................................................................................... 154
Capítulo 8. Nutrición para el rápido crecimiento de plantas de caoba (Swietenia
macrophylla King) Ranferi Maldonado Torres, Edna Álvarez-Sánchez, Amparo Borja de la Rosa, Marcela
Karina Mora Patiño ..................................................................................................................... 166
Resumen ............................................................................................................................... 166
Introducción ........................................................................................................................... 167
Materiales y métodos............................................................................................................. 168
Resultados y discusión .......................................................................................................... 172
Conclusiones ......................................................................................................................... 182
Literatura citada ..................................................................................................................... 182
Capítulo 9. Evaluación nutrimental del suelo y limón mexicano con manejo convencional
y silvopastoril, Apatzingán, Michoacán Freddy Huerta Ortega, Ranferi Maldonado Torres, Edna Álvarez-
Sánchez ................................................................................................................................... 184
Resumen ............................................................................................................................... 184
Introducción ........................................................................................................................... 185
Materiales y métodos............................................................................................................. 186
Análisis de suelo y foliar ..................................................................................................... 187
Rendimiento y características del fruto .............................................................................. 188
Resultados y discusión .......................................................................................................... 188
Diagnóstico del estado nutrimental del limón mexicano ..................................................... 192
Índice de balance Kenworthy .......................................................................................... 192
Desviación optima porcentual (DOP) .............................................................................. 193
Rendimiento de frutos por hectárea ................................................................................... 194
Análisis de las principales variables en los frutos............................................................... 195
Porcentaje de colonización micorrícica .............................................................................. 196
Conclusiones ......................................................................................................................... 197
Literatura citada ..................................................................................................................... 198
Capítulo 10. Evaluación nutrimental de plantaciones de Moringa oleifera Lam. para
optimizar la producción de aceite Margarita Esther Mejía Solís, Edna Álvarez-Sánchez, Ranferi
Maldonado Torres, Gustavo Almaguer-Vargas ................................................................................. 203
Resumen ............................................................................................................................... 203
Introducción ........................................................................................................................... 204
Materiales y métodos............................................................................................................. 205
Muestreo, diagnóstico nutrimental y rendimiento inicial de la plantación de M. oleifera..... 206
x
Diagnóstico nutrimental inicial de la plantación de M. oleifera ........................................... 208
Evaluación inicial de rendimiento y contenido de aceite .................................................... 208
Descripción de tratamientos y diseño experimental ........................................................... 210
Diseño experimental y análisis de datos ............................................................................ 210
Diagnóstico nutrimental y rendimiento final ........................................................................ 210
Resultados y discusión .......................................................................................................... 211
Diagnóstico nutrimental del suelo y foliar inicial de Moringa oleífera ................................. 211
Diagnóstico nutrimental foliar final de Moringa oleífera ...................................................... 213
Efectos de la edad de la plantación y fertilización en las variables de rendimiento ........... 215
Efecto de la edad de la plantación .................................................................................. 215
Efecto de la fertilización .................................................................................................. 216
Efecto principal de los tratamientos edad y fertilización sobre la concentración de nutrientes
........................................................................................................................................... 218
Interacción edad del árbol con fertilización en el rendimiento y concentración de nutrientes
........................................................................................................................................... 219
Efecto de la fertilización ..................................................................................................... 220
Correlación entre variables del rendimiento y concentración nutrimental .......................... 221
Conclusiones ......................................................................................................................... 223
Literatura citada ..................................................................................................................... 223
xi
Capítulo 1
Zonificación agroecológica de la cuenca baja del Río Tampaón,
Huasteca Potosina
Mario Alberto Campos Ugalde1, Alejandro Lara Bueno1, Miguel Uribe Gómez1, y Rosa María
García Núñez1
Resumen
Palabras clave: Huertos de traspatio, historia agraria, parcela huasteca, sistemas agrícolas,
ganadería.
1
Introducción
La presión de las actividades humanas asociadas al crecimiento demográfico, han
propiciado que muchos ecosistemas en distintas regiones de México tengan un severo impacto
ambiental, alterando de forma irreversible su composición (Sahagún-Sánchez y Reyes-
Hernandez, 2011). Según Algara (2009) la Huasteca Potosina no ha sido la excepción; como
resultado del profundo impacto generado por las actividades agropecuarias, esta región ha sido
caracterizada como una zona de alta vulnerabilidad, ya que durante décadas ha estado
expuesta a severos problemas de degradación de los recursos naturales, debido al histórico
desmonte del territorio para la siembra de monocultivos y la expansión de la ganadería
extensiva. El establecimiento del proyecto Pujal-Coy (Reyes, Aguilar, Aguirre, y Trejo, 2006)
trajo consigo la deforestación con tasas de hasta el 11% anual, que implicó la sustitución de la
vegetación original, pérdida de cuerpos de agua, compactación del suelo, disminución de la
productividad y como consecuencia, migración de la población y elevada marginalidad social
(Arredondo, Ávila, y Muñoz, 2012; CONAFOR, 2010).
2
de producción campesina. Sin embargo, para proponer sistemas de producción alternativos que
usen y conserven los recursos naturales se requiere de un diagnóstico previo, que incluya el
estudio del sistema agrario, la correcta identificación de los sistemas de producción, su dinámica
y la trayectoria de los diferentes tipos de unidades productivas, por medio de la lectura
cuidadosa del paisaje y la reconstrucción de la historia agraria (Cochet, 2015, Cochet y
Devienne, 2006, Uribe, 2012).
Por tal motivo, este trabajo tuvo como objetivo establecer la zonificación agroecológica
de la cuenca baja del río Tampaón, a través de la evaluación del componente biofísico, estudio
de los sistemas agrícolas y ganaderos típicos de la región y la historia agraria, con el fin de
analizar la heterogeneidad de los sistemas de producción, como medio esencial para generar
propuestas para intervención futura basadas en la agroforestería.
Materiales y métodos
Este trabajo se desarrolló en la cuenca baja del río Tampaón. El área de estudio
comprendió los municipios de Ciudad Valles, Tamuín, Aquismón, El Naranjo, Tamasopo,
Tancanhuitz y Tanlajás, en el estado de San Luis Potosí.
Para entender el sistema agrario actual, con base en la revisión de fuentes bibliográficas
se construyó la línea histórica del desarrollo agrícola que representa la evolución del sistema
agrario en la región a partir del siglo XVI.
Por medio del uso de sistemas de información geográfica se elaboraron mapas de tipo
de suelo, hidrografía, clima, rocas, relieve, topografía, uso del suelo y un modelo de elevación
digital, utilizando como insumos las capas de datos vectoriales e imágenes de satélite obtenidas
a través del software SAS Planet. Con base en las elevaciones en metros sobre el nivel del mar
(msnm) se elaboró una pre-zonificación y se estableció un recorrido por los municipios de
3
interés para la realización de lecturas del paisaje con base en la metodología del diagnóstico
agrario según Apollín y Eberhardt (1999).
Se ejecutaron visitas de campo, tres en otoño del 2015 y dos durante la primavera del
2016, en las cuales se realizaron 77 lecturas del paisaje donde se registró un punto por cada
lectura con las coordenadas geográficas por medio de un geoposicionador global Garmin 60csx.
Asimismo, se observó el entorno y se compiló información descriptiva de los sistemas agrícolas
y pecuarios presentes, coloración, textura al tacto y pedregosidad del suelo, topografía,
especies vegetales cultivadas y no cultivadas. Adicionalmente, se seleccionó un segmento
razonado de productores que consistió en la ubicación de familias campesinas representativas
de los sistemas de producción presentes. Para cada tipo, según Apollín y Eberhardt (1999), el
número de casos debe ser entre dos y cinco familias. Con base en esto se realizaron 41
entrevistas semi-estructuradas y 33 cuestionarios con campesinos de diferentes comunidades
que incluyeron consultas sobre la composición familiar, los sistemas de cultivo y de ganadería,
así como el capital disponible. Esos datos se integraron con la información previa para
establecer la zonificación agroecológica definitiva con base en consultas a los productores, así
como la estratificación realizada a partir de la superposición de mapas temáticos de sistemas
de producción agrícola y de ganadería presentes en los municipios, pendiente del terreno
medida en porcentaje, tipos de climas y clasificación de los suelos a nivel de orden. Esta
superposición condujo a la identificación de zonas homogéneas que fueron representadas en
un perfil fisiográfico y un mapa final, los cuales fueron respaldados con la información de las
lecturas del paisaje.
Resultados y discusión
Características biofísicas de la zona
La Figura 1 establece la ubicación geográfica y los rangos altitudinales de la cuenca del
río Tampaón. Se estima que la zona de estudio se integra por 771,133.00 hectáreas, con
elevaciones que van de 100 a 2,000 msnm; posee climas Aw0, cálido subhúmedo con lluvias
de verano y precipitación invernal entre 5 y 10% en la zona de Tamuín; Aw1, cálido subhúmedo
con lluvias de verano y precipitación invernal entre 5 y 10%, dentro de los subtipos de humedad
media en la zona de Ciudad Valles; Aw2, cálido subhúmedo con lluvias de verano y precipitación
4
invernal entre 5 y 10%, dentro de los subtipos de mayor humedad; (A)C(m)(w), tipo semicálido
húmedo con abundantes lluvias en verano en la región de Tamasopo y Aquismón (Algara,
Servín, Mendoza y Saavedra, 2009). Las precipitaciones, de 1,000 a 1,200 mm anuales, ocurren
en las partes más bajas, mientras que en las zonas altas de la Sierra Madre Oriental alcanzan
cantidades superiores a los 3,000 mm anuales (Algara, 2009).
Figura 1. Ubicación geográfica e intervalos altitudinales de la cuenca baja del río Tampaón, Huasteca
potosina.
La región posee ríos de importancia como el Valles, formado por la unión de los ríos
Naranjo y Micos. Este río atraviesa Ciudad Valles para unirse con el río Pujal y desembocar
hacía el río Tampaón. El río Pujal está formado por los ríos Santa María, Verde y Tamasopo,
entrando a la región por el municipio de Aquismón y atravesando la sierra por medio del Puente
de Dios (Hernández, 2012). El río Tampaón constituye el afluente más importante en la cuenca
del río Pánuco, en términos de extensión y volumen de aportación al caudal (SEDUE, 1984).
5
La topografía de la cuenca del río Tampaón es muy accidentada debido al cruce de
sureste a noroeste de la Sierra Madre Oriental, con prolongaciones de la Sierra Gorda de
Guanajuato atravesando de sur a norte (INEGI, 1984). Con base en lo anterior, se pueden
identificar tres grandes áreas geográficas; la sierra, los lomeríos y las planicies costeras
(Hernández, 2012). Sin embargo, se reconocen seis tipos de topoformas que poseen estrecha
relación con las actividades productivas que se realizan en la región. Del total de la superficie
estudiada, el 51.8% está constituido por sierras, 27.3% por llanuras, 10% por lomeríos y el
restante 10.9% corresponde a pequeñas áreas de bajadas, valles y mesetas.
Los suelos predominantes son del tipo Vertisol pélico con pendientes de 0 a 20% en
zonas de llanura y moderadamente escarpado (Aguilar, Olvera, y Galindo, 2013), corresponden
a un 36.5% del total de la zona de estudio. Los Feozem lúvico y háplico también se localizan en
las partes bajas con aptitud agrícola y pecuaria (Sámano, Romero, y Romero, 2008)
representando el 10.4% del área estudiada (figura 2). En las partes elevadas de la sierra
predominan suelos de origen calcáreo de tipo Regosol (17.2%) y Leptosol (23.8%), altamente
erosionables y poco profundos. La fertilidad es variable y su uso agrícola está restringido por la
profundidad y otras limitaciones físicas. Los Leptosoles suelen ser más superficiales que los
Regosoles y con frecuencia más rocosos, éstos se encuentran en zonas abruptas, con
pendientes empinadas a moderadas. La mayor parte de estos suelos presentan restricciones
en las prácticas agrícolas y para la producción (Reyes et al., 2006). Otros suelos menos
representativos son los Litosoles y Luvisoles con superficies de 10.6% y 0.9%, respectivamente.
6
Figura 2. Tipos de suelo en la cuenca baja del río Tampaón, Huasteca potosina.
Según Sámano et al. (2008) la vegetación nativa predominante es la selva alta y mediana
perennifolia, conformada por bosques de encino (Quercus sp.), árboles de ébano
(Pithecellobium flexicaule), chijol (Piscidia communis), palo de rosa (Tabebuia rosea), caoba
(Swietenia macrophylla), ceiba (Ceiba pentandra), palma (Chamaedorea spp.) y cedro rojo
(Cedrela odorata); estas especies arbóreas aún se encuentran en pequeños parches. También
se pueden observar plantas de valor alimenticio y la presencia de acahuales, mismos que tienen
su origen en la actividad agrícola. Tiempo atrás, la vegetación se conformaba de árboles
grandes que se utilizaban en la extracción de madera y leña. Las especies de animales
silvestres se han reducido con la disminución de la flora y la presencia del hombre, no obstante,
en los montes altos aún se puede encontrar diversidad de fauna silvestre. Según González
(2011) se han registrado 106 especies de mastofauna entre las cuales destaca la presencia de
una población residente de jaguar, al menos 383 especies de aves y 84 especies de
herpetofauna principalmente dentro de la Sierra Madre Oriental.
7
Evolución histórica del sistema agrario
Periodo del siglo XVI al siglo XIX. El interés de los españoles por las tierras de la
Huasteca inició a partir de la segunda mitad del siglo XVI al disminuir los espacios para el
desarrollo agropecuario en el altiplano central (Carrera, 2015). En el periodo comprendido entre
1521 y 1524, Hernán Cortés impuso nuevas formas de apropiación de la tierra que implicaron
la irrupción de la ganadería y la reducción de los pueblos indígenas huastecos en
congregaciones. Las estructuras político-territoriales formadas a finales del siglo XVI
sustituyeron los señoríos indígenas y garantizaron la continuidad de los procesos de
colonización (Aguilar, 2010), los cuales trajeron consigo la incorporación de la ganadería,
nuevos cultivos y productos del campo como la caña, permitiendo que la Huasteca llegar a
ocupar una posición importante desde el punto de vista comercial y de abastecimiento para las
ciudades del centro de México (Quintero, 2012).
Para el año 1540 hubo un aumento importante del ganado bovino por las condiciones
adecuadas de la región. Este ganado tenía necesidad de pastos, motivo por el cual se dio la
invasión de los terrenos indígenas en las planicies para la ocupación animal (Chev y Huguet,
1960). Estas invasiones implicaban el pago de tributos a partir de los productos obtenidos de la
siembra de maíz, una, dos y hasta tres veces por año en la misma parcela, además de algodón,
camotes, frijoles, piñas, chile, calabaza, zapote, aguacate, entre otros (Ruvalcaba, 1996).
Según Chev y Huguet (1960) en el año 1599 se incrementó el área de cultivo de la caña
de azúcar en la Nueva España, y con ello la aparición de los primeros ingenios en la Huasteca
cerca de Tamazunchale, Ciudad Valles y Tantoyuca. Durante el siglo XVII se desarrolló la
construcción de ingenios y se multiplicaron los pequeños y medianos trapiches en las zonas
cañeras de la Colonia. Según Aguilar (2010) la introducción de la caña de azúcar cambió la
8
estructura social y cultural de los habitantes de esta zona, específicamente, con la instalación
de los sistemas productivos representados por la plantación, la hacienda, el trapiche y el ingenio
como importantes agentes en la transformación social. En el proceso de transformación, la caña
se cortaba y se seleccionaba la semilla para el establecimiento de nuevas áreas. Del tallo se
obtenía el jugo para piloncillo o azúcar, el cogollo para la alimentación animal, el bagazo como
combustible y la ceniza como abono. Esta racionalidad explica el por qué la caña no se conservó
solo como cultivo de hacendados, sino que se expandió permitiendo la consolidación de
sociedades campesinas que cultivaron caña, beneficiada en trapiches artesanales que permitía
obtener la miel para el consumo, el guarapo para la producción de aguardientes clandestinos y
cachaza para alimentar el ganado (Aguilar, 2010).
Periodo del siglo XIX al siglo XX. En el siglo XIX, para el año de 1808, comenzó la
crisis de la monarquía española. Las revueltas en Valles y Río Verde iniciaron en el año 1810
donde fue notable la participación de la población indígena durante la rebelión (Luna, 2014).
Para finales del siglo XIX, la totalidad de la tierra en la Huasteca potosina estaba ya repartida
entre haciendas, ranchos, y comunidades indígenas. Las haciendas se concentraron
principalmente en el municipio de Valles, Tamuín, San Vicente Tancuayalab, Tanquián y San
Martín Chalchicuatla, y en ciertas porciones de los municipios de Aquismón, Tancanhuitz,
Tanlajás, Tampamolón y Axtla; mientras que las comunidades indígenas se asentaron en las
lomas y sierras donde la selva no se había desmontado, en los municipios de Aquismón,
Tanlajás, Tancanhuitz, San Antonio, Xilitla, Tamazunchale, Coxcatlán y Huehuetlán
(Hernández, 2007).
9
En este proceso, Hernández (2007) enfatiza en la adopción del condueñazgo como la
forma local de latifundio en la cual eran copropietarios todos los herederos del dominio, hasta
de varias generaciones de una o diferentes familias, lo que se tradujo en el despojo de la tierra
a los indígenas, quedando sometidos a los condueños mestizos (Ávila, 1996).
El período que va de 1900 a 1920 fue catalogado como la última etapa de un modelo de
organización política y económica basada en la existencia de grandes haciendas, que dio paso
a otro modelo surgido de la revolución mexicana, actualmente basado en la pequeña propiedad,
los ejidos y las comunidades agrarias (Hernández, 2012).
Para esa época la Revolución mexicana estableció una reforma agraria plasmada en la
Constitución de 1917, que en su artículo 27 estipula el reparto de tierras a los campesinos
demandantes a partir de las expropiaciones a grandes propietarios (Jabardo, 2016). De este
modo, la desaparición de los latifundios, empezó la formación de ejidos y el proceso de
restitución de las tierras comunales que habían sido usurpadas. La Ley reconoció el derecho
de las comunidades indígenas de buscar restituir sus tierras perdidas a causa de las
disposiciones legales de la Ley de 1857. De esta manera se reconocieron tres formas de
propiedad de la tierra; la comunidad agraria, el ejido y la propiedad privada (Hernández, 2007).
Según Barthas (1996) de 1940 a 1965, el cultivo de la caña tuvo el mayor dinamismo.
Desde su introducción en la época colonial, el producto final elaborado de manera artesanal era
10
el piloncillo, destinado al autoconsumo y abasto a destilerías clandestinas locales. Gracias a la
introducción de los trapiches de hierro en los años cuarenta fue posible realizar un aumento de
productividad en el procesamiento de la materia prima. En los años cincuenta se consolidaron
rápidamente las plantaciones de caña, y en los años sesenta ocurrió lo mismo con las
plantaciones de café, logrando en muchos casos el asocio de ambos cultivos en una misma
unidad de producción.
Periodo de 1970 al presente. Durante este periodo, en los años ochenta apareció con
gran dinamismo el cultivo de la naranja como una muy buena opción para obtener importantes
ingresos monetarios. En esta etapa, hubo incremento en la siembra de pastos para alimentación
de ganado cebuíno en sistema de doble propósito y para repasto del denominado “novillo
huasteco”. Este cambio de uso del suelo con la siembra de pastos mejorados se dio en las
llanuras y en pie de monte, aunque la milpa, caña, café y naranja se mantuvieron presentes
(Barthas, 1996).
Doce años después de iniciado el proyecto, las selvas presentaban ya una drástica
disminución. El objetivo de sustituir la ganadería por cultivos de riego se intentó cumplir, sin
embargo, en los años subsecuentes a 1985 el programa fue desvirtuado por completo de sus
objetivos; cinco años después hubo un drástico descenso de los cultivos de riego, lo que
11
provocó un aumento en la presencia ganadera, dejando áreas deforestadas y el fracaso del
objetivo de instaurar una agricultura de riego (Quintero, 2012).
En el año 1985 en la Huasteca potosina, la selva tenía una superficie de 73,100 ha, las
áreas dedicadas al cultivo y cubiertas de vegetación secundaria arbustiva se expandieron en
25,900 y 41,800 ha, respectivamente. Para el año 2000 las selvas se habían reducido de 32%
en 1973 a menos del 4% de la superficie existente, por su parte la superficie de praderas se
incrementó en 80,000 ha (Mballa, Carranza y Maldonado-Miranda, 2011).
Zonificación agroecológica
Con base en la evolución histórica y los sistemas de cultivo y ganadería actuales se
establecieron cuatro zonas agroecológicas bien definidas (Figura 4 y 5):
Zona I. Área de caña industrial. Caracterizada por estar en suelos vertisoles y litosoles
sobre llanuras, mesetas y lomeríos, con climas semicálido húmedo y cálido subhúmedo.
Predominan pendientes hasta de 4% y altitudes de 10 a 400 msnm. La principal actividad
agrícola es el cultivo de caña de azúcar para la industria azucarera ligada a cuatro ingenios
receptores de materia prima ubicados en Ciudad Valles, Tamasopo y El Naranjo, donde se
localizan las superficies más importantes del cultivo, tanto de temporal como de riego con aguas
provenientes de los ríos Gallinas y Valles.
12
Figura 3. Esquema de la evolución histórica de actividades agrícolas y pecuarias en el área de estudio.
Esta zona posee un estimado de 19.5% del total del área de estudio, es de gran
relevancia por tener una de las actividades económicas más importante de la región, sin
embargo, altamente impactante sobre los ecosistemas por incidir directamente en la ocurrencia
de incendios, ser altamente demandante de agua, e influir negativamente en el desarrollo de
actividades turísticas.
Zona II. Área de ganadería. Se estimó que esta zona representa 32.2% del área total
de estudio, posee clima cálido subhúmedo en llanuras con pendientes promedio hasta de 3%,
con elevaciones de hasta 200 msnm. Los suelos más importantes sobre los que se desarrolla
la actividad son los vertisoles, regosoles y feozem, donde se han establecido pastos de clima
tropical como el zacate estrella (Cynodon nlemfuensis), bermuda de la costa (Cynodon
dactilon), zacate guinea (Panicum maximum), zacate brizanta (Brachiaria brizantha), pastos de
corte (Pennisetum purpureum), entre otros.
13
dispersos en los potreros, con el uso de arbóreas como palo de sol (Gliricidia sepium), palo
mulato (Bursera simaruba), chote (Parmentiera edulis), parota (Enterolobium cyclocarpum),
palo de rosa (Tabebuia rosea), guácima (Guazuma ulmifolia), chijol (Piscidia communis),
mezquite (Prosopis juliflora), huizache (Acacia spp.), ébano (Pithecellobium flexicaule), entre
otros.
Zona III. Área de parcelas huastecas. Área estrechamente relacionada con las
actividades de las comunidades indígenas, ubicada al sur de la zona de estudio, con un
estimado de 22.5% de la superficie, conformando un mosaico sobre sierras y lomeríos donde
predominan pendientes de hasta 30%. En esta zona prevalecen suelos leptosoles, regosoles y
litosoles, el clima es semicálido húmedo y templado subhúmedo, en elevaciones que van desde
400 a 800 msnm, aproximadamente.
En estas áreas se ubican las parcelas de las comunidades indígenas Teenek, con
extensiones menores a diez hectáreas en las cuales se localizan huertos de traspatio
diversificados. Los cultivos más relevantes son caña de azúcar para la fabricación de piloncillo
(pilón), maíz, frijol, plátano, cítricos, y en menor grado café, yuca (Manihot esculenta), palma
camedor (Chamaedorea elegans) y vainilla (Vanilla planifolia). Es común encontrar ganadería
de traspatio representada por vacas, puercos, gallinas, burros y caballos, en algunos casos
borregos, guajolotes y gansos.
14
permiten a los campesinos mantener sus animales (principalmente ganado vacuno) en
condiciones adecuadas evitando muertes por falta de agua o alimento.
Zona IV. Área de conservación. Zona ubicada en las partes altas del área de estudio
comprendidas entre 800 y 2,000 msnm. Las estimaciones indican que abarca un 25.7% del
territorio estudiado y está conformada por superficies con relieve escarpado en las cuáles
predominan ecosistemas boscosos, selva y áreas naturales protegidas como la Reserva de la
Biosfera Sierra del Abra Tanchipa, Monumento Natural Sótano de las Golondrinas, Monumento
Natural Santuario de las Huahuas, Parque Estatal del Bosque Adolfo Roque Bautista, y la
Reserva Forestal Nacional Porción San Luis Potosí. Cabe destacar que en algunos casos es
posible encontrar algunas actividades de subsistencia con rendimientos marginales por las
condiciones de relieve y las características de los suelos pedregosos, someros y erodables.
En la cuenca baja del río Tampaón los sistemas de producción agrícola y ganadera están
dispuestos en zonas específicas que responden a las características biofísicas e históricas de
la región. Aunque las actividades agrícolas y pecuarias están distribuidas de acuerdo al uso
potencial de los sitios, esta distribución en gran parte es explicada a partir de un proceso
histórico determinante de la región desde el siglo XVI, que implicó el desplazamiento de las
comunidades indígenas a la sierra (zona III) y el establecimiento de la ganadería en las llanuras
ocupadas por los mestizos (zona II).
Si bien es cierto, las áreas plantadas con caña (zona I) y algunos espacios de ganadería
ya estaban establecidos antes de la década de 1970, el último hecho que reconfiguró la región
fue la implementación del proyecto de riego Pujal-Coy, el cual favoreció el aumento de la
deforestación y con ello la frontera agrícola y pecuaria. Sin embargo, con los procesos de
reparto agrario y la restitución de las tierras a los indígenas se rescataron actividades
autóctonas en concordancia con la conservación del medio ambiente, con prácticas agrícolas
15
tradicionales con amplio sentido agroforestal, las cuales representan hoy día un aporte
significativo a la alimentación y el bienestar de muchas familias de productores de la región.
Conclusiones
La cuenca baja del río Tampaón posee al menos cuatro zonas agroecológicas, una en la
parte baja correspondiente a ganadería, una la parte media-baja dominada por cultivo de caña
de azúcar, otra en la parte media-alta denominada como zona de parcelas huastecas y por
último una de conservación en las partes más altas de la cuenca.
La zona de ganadería posee un estimado de 32.2% del área de estudio en los municipios
de Tamuín, Ciudad Valles y Tanlajás, caracterizada por tener actividad ganadera de doble
propósito, con pastoreo extensivo de pasturas monófitas y engorda intensiva de novillos.
Los municipios de Aquismón, Tancanhuitz, Tamasopo y Tanlajás poseen las áreas más
importantes de huertos de traspatio denominados parcelas huastecas por sus características
estrechamente ligadas a las costumbres de las comunidades indígenas de la región. La zona
abarca un estimado de 22.5% del área estudiada y se caracteriza por la presencia de
comunidades Teenek que le confieren relevancia desde el punto de vista cultural y de
conocimiento tradicional.
16
Zona IV: Zona III: Zona I: Zona Zona Zona II:
1500 Conservación Parcelas huastecas Caña industrial III IV Ganadería
1400
Tancanhuitz, Aquismón, Tanlajás
1300
1200
1100
1000
900
Elevación (msnm)
Figura 1. Perfil altitudinal y zonas agroecológicas en la cuenca baja del Río Tampaón.
17
Figura 5. Zonas agroecológicas de la cuenca baja del Río Tampaón, Huasteca Potosina.
18
Los principales sistemas de cultivo de la región estudiada son la caña de azúcar para
industrialización, la caña de azúcar de temporal para producción de piloncillo, café de sombra
en asocio con palma camedor (Chamaedorea spp.), maíz y frijol. Por otra parte, los sistemas
de crianza representativos de la región son la ganadería de bovinos de doble propósito y la
ganadería de traspatio en parcelas huastecas.
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23
Capítulo 2
Carbono almacenado en la estación experimental “Mario Avila”
50 años después de su reforestación
Alba Gissela Fajardo Ortíz1, Antonio Vázquez Alarcón2, David Cristóbal Acevedo1, Juan Ángel
Tinoco Rueda3, y Dante Arturo Rodríguez Trejo1
Resumen
Veracruz.
24
Introducción
El dióxido de carbono (CO2) es considerado uno de los principales gases de efecto
invernadero (GEI) (Houghton y Woodwell, 1989; Schneider, 1989; Lashof y Ahuja, 1990) y su
incremento de concentración en la atmósfera produce un aumento en la retención de la
radiación emitida por la superficie terrestre, con lo que altera el régimen térmico e induce el
calentamiento global del planeta. El calentamiento influye en el sistema climático de la tierra y
puede producir un cambio climático (Delgado y Romero, 2007). Los efectos del cambio climático
podrían tener serias implicaciones en el futuro para la agricultura, la forestería y la pesca como
resultado de alterar los ciclos biogeoquímicos y de la constante pérdida de la biodiversidad
(Vitousek, 1994).
México produjo 643 millones de toneladas (Mt) de CO2 en 2002. Aproximadamente 390
Mt CO2, el 61%, fueron generadas por la producción y consumo de energía a partir de
combustibles fósiles, las restantes emisiones de carbono provinieron del cambio de uso del
suelo y silvicultura (14%); residuos (10%); procesos industriales (8%); y agricultura y ganadería
(7%) (Johnson, Alatorre, Romo, y Liu, 2010).
El cambio de uso del suelo se encuentra como el segundo causante de las emisiones y
dentro de este la deforestación donde anualmente se calcula que desaparecen 17 millones de
hectáreas de bosque, lo que significa una liberación anual de cerca de 1.8 Gt de carbono; esto
contribuye con el 20% de las emisiones antropogénicas totales (Montoya, Soto, De Jong,
Nelson, Farias, et al., 1995; Watson, Noble, Bolin, Ravindranath, Verardo, et al., 2000).
Una forma de almacenar y mantener el CO2 que se está liberando es por medio del
proceso de la fotosíntesis gracias a la asimilación de bióxido de carbono atmosférico por parte
de los árboles. En un escenario ideal incrementar los reservorios forestales, ayudaría a
restaurar las áreas degradadas por medio de plantaciones y/o regeneración natural (Montoya
et al., 1995).
Schlegel, Gayoso, y Guerra (2001), consideran que para evaluar los procesos de
captura-emisión se deben tomar en cuenta a cuatro reservorios de carbono (vegetación, materia
en descomposición, suelos y productos forestales). El carbono en la vegetación es la suma del
carbono contenido en la biomasa aérea (árboles, arbustos y hierbas) y el contenido de la
biomasa de las raíces. El carbono en la materia orgánica en descomposición se refiere a la
25
hojarasca y a otros materiales vegetales depositados en el suelo. El carbono del suelo es aquel
que se ha venido acumulando en sus distintas capas como resultado del depósito de materiales
orgánicos (Ussiri y Lal, 2009). Por esta razón es necesario continuar la evaluación del potencial
de los bosques para almacenar carbono. Este trabajo tuvo como objetivo estimar el
almacenamiento de carbono en la estación experimental “Mario Ávila” (EEMA) a través del
inventario de carbono y la generación de un modelo matemático para estimar la biomasa del
bosque y por consecuencia su capacidad de capturar carbono.
Materiales y métodos
Área de estudio
El trabajo se realizó en la Estación Experimental “Mario Ávila” (EEMA) perteneciente a la
Universidad Autónoma Chapingo, con una superficie de 44 hectáreas, de las cuales 25 fueron
reforestadas y 17 se sembraron como cortina rompe vientos. La EEMA se encuentra localizada
en el Estado de México, municipio de Texcoco en el poblado Huexotla (Figura 1). Su ubicación
geográfica está entre los paralelos 19º 27’ 58’’ a 19º 28’ 27” latitud norte y longitud 98º 51’ 14’’a
98º 51’ 45’’ al oeste de Greenwhich, con una altura sobre el nivel medio del mar que varía desde
los 2,300 a 2,346, presenta una pendiente general de 6% hacia el norte y oeste (Ávila 1963;
Reyes 1972; Ramírez 1977; Vera 1981; Martínez 2008).
26
Los suelos presentan baja capacidad de retención de humedad, son medianamente ricos
en materia orgánica, y tienen una alta susceptibilidad para erosión. Por su capacidad de uso se
clasifican como Ve-1 lo cual señala que requieren prácticas de conservación intensas (Ávila,
1963). Reyes (1972) reporta que parte de los terrenos se usaron inapropiadamente para la
agricultura en cultivos de maíz criollo de temporal, asociado generalmente con frijol, haba y
calabaza.
El clima está clasificado como C (wo) (w) b (i’). Correspondiente a clima templado sub-
húmedo, presenta una precipitación media anual de 700 mm (Ávila, 1963; Reyes, 1972;
Cachón, Nery, y Cuanalo, 1976; Martínez 2008). La humedad atmosférica se encuentra entre
50 60% (Martínez 2008).
27
Figura 2. Sub-zonas de la EEMA con la delimitación de áreas y puntos de muestreo
Para evaluar los diferentes tipos de reservorios (árboles, sotobosque, hojarasca y suelo)
la metodología planteó hacer parcelas de tipo circular ubicadas de acuerdo a los puntos
cardinales y divididos en cuatro cuadrantes. De los cuatro cuadrantes, tres se destinan para la
toma de muestras de hojarasca y sotobosque, las dimensiones de ellos fueron de 1 m x 1 m,
en el cuadrante restante se tomaron muestras de necromasa, su dimensión cambio a un cuadro
de 5 m x 5 m, el radio que se utilizó fue de 11.3 m, calculando que el número dentro del área
fuera de más o menos de 30 árboles. Para evaluar los árboles se midieron aquellos que
presentaban un diámetro a la altura del pecho (DAP) superior a 10 cm en tres de los cuadrantes
y en el restante se midieron aquellos a partir de un DAP mayor o igual a 5 cm. En los cuatro
cuadrantes se tomaron tres muestras de suelo para conformar una nuestra compuesta por
cuadrante.
Figure 3. Metodología descrita por Díaz-Franco et al. (2007), para el fraccionamiento del árbol
29
El cálculo de la biomasa se ajustó a su peso seco, para lo cual se requirió secar las
muestras. El tamaño de las rodajas del fuste requirió la construcción de un micro túnel, en este
lugar duraron alrededor de dos semanas, luego se trasladaron a la estufa del laboratorio para
terminar el secado, por aproximadamente una semana. Las hojas y ramas se secaron en la
estufa del mismo laboratorio a 70 ºC por 24 horas.
Finalizado el secado de las tres partes del árbol, se agruparon de acuerdo a cada sub-
zona de la EEMA y se procesaron para la determinación de carbono total.
Determinación de carbono
La determinación de carbono se realizó de manera directa en el equipo TOC-5050A. En
el inventario de carbono el número total de muestras fue de 52, de las cuales 13 fueron de
hojarasca, 13 de sotobosque y 26 de suelo (dos profundidades analizadas). En la determinación
de carbono para el modelo de biomasa el número de muestras fue de 18 (6 de cada componente
hojas, ramas y fuste)
Resultados y discusión
Carbono total de la EEMA
Se encontraron en total 244 árboles, la densidad promedio por hectárea fue de 474
árboles. De manera individual la sub-zona 5 presentó la mayor densidad (725), diámetro y
altura, esta fue plantada como barrera rompe viento. La sub-zona que presentó la menor
cantidad de árboles fue la 6, pero con individuos con el segundo mejor diámetro y altura, muy
seguramente es el efecto de la baja densidad (200 árboles) que permitió a los árboles enfrentar
menor competencia y tener una mejor captación de luz y nutrientes. Las cuatro zonas restantes
muestran densidades similares (promedio 479 árboles).
Por encontrarse el eucalipto en un 96.31% del total de los árboles se decidió realizar la
estimación de carbono arbóreo para este género. Se empleó el modelo lineal generado en este
trabajo que se expresa como y = 8.4905x - 37.471, donde y = biomasa (kg) y x = DAP (cm).
En los contenidos de carbono en herbáceas y gramíneas se puede observar que las sub-
zonas en las que se registró menor biomasa fueron la 5 y la 1, no alcanzaron los 0.5 Mg C ha -
1, estos resultados se ajustan con la densidad de árboles encontrados en el inventario donde
las dos zonas presentaron la mayor cantidad de árboles por hectárea. Al reducirse, el ingreso
de la radiación solar hacia el sotobosque hay menor producción de herbáceas y gramíneas. La
hojarasca aportó 3 veces más carbono capturado que las gramíneas y herbáceas, el promedio
general del bosque que fue de 2.10 Mg C ha -1. Las sub-zonas que aportaron más carbono
fueron la 1, 2 y 3, y las que aportaron menos carbono, fueron la 3, 4 y 6, estos valores
comparados con la densidad de árboles encontrados por zona muestran una gran relación
porque al igual que las que presentan mayor cantidad de carbono almacenado poseen un mayor
número de árboles por área las que reportaron menor densidad igualmente contienen menor
cantidad de carbono.
Analizando las sub-zonas, se aprecia que la que más contiene carbono es la 5, debido a
la cantidad de árboles que contiene, la segunda es la 1 que al igual que la 5 se encuentra
afectada por el número de árboles, pero sumado a esto por el contenido de carbono en el suelo,
en la 3 aunque no presentó una alta densidad de árboles su contenido de carbono en el suelo
es sobresaliente con respecto a las otras sub-zonas, aunque este resultado puede ser el
resultado de la variabilidad del suelo.
32
profundidad y con precipitación media (700 mm), contribuye sustancialmente al
almacenamiento del carbono.
Cuadro 3 Carbono por reservorio y total (Mg C ha-1) de las sub-zonas de la EEMA
Sub-zona Árboles Hojarasca Herbáceas Suelo Mg C ha-1
1 20.69 3.06 0.44 60.63 84.82
2 20.21 2.83 0.70 44.03 67.76
3 17.97 1.39 0.78 67.42 87.56
4 19.20 2.04 1.00 40.87 63.11
5 47.42 2.74 0.42 40.53 91.10
6 12.60 0.55 0.93 52.80 66.89
Promedio 23.01 2.10 0.71 51.05 76.87
% 29.94 2.73 0.92 66.41 100.00
33
Evolución del suelo
En el Cuadro 5 se muestran los resultados de pH, materia orgánica del suelo (MOS),
densidad aparente, N-inorgánico y fósforo mg kg-1o extractable Olsen, realizados a los suelos
donde se llevó a cabo el estudio. El pH se encontró moderadamente ácido, la MOS mostró un
contenido alto. El N presentó contenido medio con un intervalo de 26.95 a 30.63 mg kg -1 y el P
estuvo en dos categorías de clasificación medio (8.33 mg kg-1) y bajo (5.25 mg kg-1).
Una de las características de los suelos degradados por erosión de la capa superficial,
corresponde al bajo contenido de MOS, cuando este parámetro se incrementa trae beneficios,
como el mejoramiento de las propiedades químicas, la disponibilidad de elementos, mayor
fertilidad y la resiliencia contra la degradación física especialmente la erosión (Robert, 2002).
34
Basaran, Erpul, Tercan, y Çanga (2008) y González-Molina, Etchevers-Barra, y Hidalgo-Moreno
et al. (2008), encontraron una relación entre una mayor cantidad de carbono y la disminución
de la densidad aparente. Como la densidad aparente ha permanecido relativamente constante,
indicativo de alta porosidad del suelo (54%), tiene diversos efectos positivos sobre la infiltración
del agua de lluvia, el intercambio gaseoso y el movimiento de solutos (Laishram et al. 2012).
Las especies que se encontraron con mayor presencia fueron Eucaliptus camaldulensis
var. Brevirostris F. v. M. y Eucaliptus resinífera, por lo cual se determinó el modelo matemático
para estas dos especies. En el Cuadro 6 se muestran las características dasométricas de los
10 árboles, donde se puede observar que el promedio de DAP y biomasa fue de 18.40 cm y
119.56 kg respectivamente. Se puede apreciar que el fuste es donde se concentra la mayor
cantidad de biomasa después las ramas y las hojas.
35
Una vez realizados estos arreglos se inició la construcción del modelo, primero se partió
de la gráfica de los 6 árboles seleccionados con el índice de biomasa, que arrojó una R 2 en el
modelo lineal de 0.7674 y una ecuación expresada como y = 8.4834x - 38.646, donde y =
biomasa (kg) y x = DAP (cm). Este modelo se utilizó para calcular las biomasas de los DAP
introducidos, con la información completa se corrió el modelo para los 17 DAP, dando como
resultado la ecuación y = 8.4905x - 37.471, donde y = biomasa en kg y x = diámetro cm, con
una R2 de 0.9894 (Figura 4). Este mismo procedimiento se aplicó a los modelos logarítmico y
exponencial. De los tres el mejor fue el modelo lineal, por presentar el coeficiente de
determinación más alto.
Figura 4. Aplicación del modelo lineal a la tabla de datos con los DAP adicionales
Estimación de carbono
Los diez árboles utilizados para la determinación de biomasa se agruparon por cada sub-
zona y se realizó la determinación de carbono para cada uno de los componentes del árbol
(follaje, ramas y fuste). Se encontró que el follaje contiene un porcentaje 49.43% con una
desviación estándar de 1.80, las ramas un 44.18% y el fuste 48.43% con desviaciones estándar
de 1.19 y 0.99 respectivamente, esta información arrojó un promedio general del árbol de
47.31% de contenido de carbono.
36
Analizando la proporción de carbono por componente se puede ver de menor a mayor
participación, las ramas almacenan el 0.75%, las hojas 5.61%, y el fuste 83.65%, característica
similar encontrada por Díaz-Franco et al. (2007) y Avendaño, Acosta, Carrillo, y Etchevers
(2009), donde el árbol acumula mínimo el 80% del carbono en el fuste.
Cuadro 7. Resultados de los modelos incluyendo el de este trabajo. B.A.I=biomasa de árboles del
inventario (kg), B.A.M=biomasa de árboles del modelo (kg), %SE=porcentaje de sobreestimación del
modelo
Modelo Fuente B. A. I B. A. M. % SE
Y=-0.13+2logx Farahat et al.(2012) 4.66 04.73 -95.27
Y=0.45+2logx Farahat et al.(2012) 5.59 06.09 -95.60
B=e(-2.81+1.92 LnC) Burrows et al. (2000) 141.05 146.81 25.24
Y=1.22*DBH2*HT*0.01 Senelwa y Sims, 1998 62.66 64.77 -45.16
y=8.4905x-37.471 EEMA 102.03 118.71 2.610
y=158.43ln(x)-341.8 EEMA 120.38 118.65 2.49
Por lo anterior se puede decir que se debe realizar una selección cuidadosa de los
modelos alométricos que serán utilizados para estimar la biomasa de los componentes
forestales. Como se observó anteriormente es posible que se presenten sobrestimaciones de
los valores de biomasa, Chave, Andalo, Brown, Cairns, Chambers, et al. (2005) comentan que
37
varios autores notificaron qué modelos tienden a sobre estimar biomasa. Alves, Soares, Amaral,
Mello, Almeida, et al. (1997) estimaron la biomasa de un bosque tropical de Rondônia, Brasil,
de sucesión primaria y secundaria con diferentes edades, las diferentes ecuaciones produjeron
estimaciones con variaciones de hasta 400%.
Conclusiones
De las especies empleadas en la reforestación en 1962 se identificó que las de mayor
supervivencia fueron Eucaliptus camaldulensis var. Brevirostris, Eucaliptus resinífera, y Schinus
molle Lin.
El modelo lineal seleccionado para estimar la biomasa a partir de un DAP de 4.50, mostró
una de las más bajas sobrestimaciones (2.61%), lo que lo hace un modelo confiable para
utilizarlo en áreas con características similares a la que se encuentra en la EEMA.
Con los análisis realizados de carbono orgánico total en los árboles se puede decir que
la cantidad de carbono que almacena cada individuo es de 47.31%. El componente del árbol
que almacena la mayor cantidad de carbono es el fuste con el 83.65% seguido de las hojas
(5.61%) y las ramas (0.75%).
38
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42
Capítulo 3
Carbono y nitrógeno en el suelo de sistemas agroforestales y
sistemas naturales
David Cristóbal Acevedo1 y Vianca Azucena Arévalo Madrigal1
Resumen
Con la finalidad de determinar el efecto de introducir sistemas agroforestales cafetaleros
en ecosistemas naturales, se evaluaron los sistemas cafetaleros maduro (SAM) y nuevo (SAN),
y de un sistema natural (SN) en el contenido de carbono y nitrógeno (nitrógeno total, nitrógeno
orgánico, nitrógeno mineral [N-min], amonio y nitratos), relación carbono/nitrógeno (C/N) en
suelo en las profundidades 0-10, 10-20 y 20-30 cm. Los sistemas agroforestales no tuvieron
diferencia significativa en nitrógeno total y orgánico; ambos fueron superiores a SN. Amonio,
nitratos y N-min fueron menores en SN, no hubo diferencias entre los sistemas. La menor
relación C/N se registró en SN y SAN. Los mayores contenidos de carbono y nitrógeno en sus
diferentes formas se encontraron en la profundidad 0-10 cm y disminuyeron significativa y
gradualmente con la profundidad, excepto en amonio, nitratos y N-min, donde la profundidad
no tuvo efecto. La relación C/N, aumentó con la profundidad. SAN presentó concentración y
contenido de carbono superiores al SAM y SN.
43
Introducción
Los bosques son reconocidos como sistemas importantes que ofrecen servicios
ambientales debido a su capacidad de almacenamiento y secuestro de CO 2; sin embargo, son
los cafetales con sombra los sistemas agroforestales con mayor potencial para ser incorporados
en el mercado del carbono (Avalos-Sartorio, 2002; Ortiz, 2004; Pineda-López y Sánchez-
Velásquez, 2005) ya que, al incluir especies arbóreas, asumen una importante función en la
retención de C en los suelos y en la madera (Mutuo, Cadisch, Albrecht, Palm y Verchot, 2005).
Se estima que más del 89 % de la captura de carbono en sistemas agroforestales corresponde
principalmente al carbono del suelo (Ávila, Jiménez, Beer, Gómez y Ihbrahim, 2001).
Por otra parte, el nitrógeno (N) después del agua, el principal factor limitante para el
desarrollo de los cultivos, es considerado como indicador de fertilidad del suelo. Así también es
indispensable para la fotosíntesis; es decir, para que las plantas fijen el carbono del aire,
acumulen materia seca y produzcan rendimientos económicamente redituables (Arana, 2003).
Los SAF pueden verse como una alternativa para el uso y manejo de los recursos
naturales en regiones tropicales y sub tropicales, ya que cumplen diferentes funciones de
importancia en los sistemas como: diversificar la agricultura, aumentar el nivel de MO en el
suelo, fijar nitrógeno atmosférico, reciclar nutrientes, modificar el microclima y optimizar la
producción del sistema, en función del rendimiento sostenido (Gliessman 2002).
44
Por lo antes descrito, en esta investigación se tuvo como objetivo contribuir al
conocimiento del estado del C y N en un suelo de dos sistemas agroforestales cafetaleros de
diferente edad, en comparación con un sistema natural, sobre las concentraciones y contenidos
de carbono y nitrógeno en el suelo, para determinar el efecto de introducir SAF’s, en sitios con
sistemas naturales.
Materiales y métodos
El estudio se llevó a cabo en la comunidad La Fraylesca, localizada en el municipio de
Villa Corzo, estado de Chiapas. Se encuentra situada a 50 km de la cabecera municipal.
Geográficamente se ubica entre las coordenadas 93° 23' 54.82" de longitud oeste y 15° 59'
59.42" de latitud norte, a una altura promedio de 820 msnm, son suelos dominantes de tipo
Cambisol (INEGI, 2014).
Este estudio se realizó en el mes de marzo del año 2015, que corresponde a la época
seca del área. La metodología utilizada para ubicar los puntos de muestreo fue la recomendada
por Tanabe y Wagner, 2003; Etchevers et al., 2005; Carvajal, Feijoo, Quintero, y Rondón, 2009;
Soto-Pinto, Anzueto, Mendoza, Ferrer, y de Jong, 2010; y Noponen, Healey, Soto, y Haggar,
2013. Con el uso de una plancheta dendrométrica se determinó la pendiente general del terreno
en cada sistema. Usando cuerdas compensadas de 11.28 m se delimitaron tres unidades de
muestreo (UM) distribuidas de manera aleatoria, comprendiendo una superficie de muestreo
circular de 400 m2, en cada UM se trazó una cuadricula con equiespaciamientos de 5 m, siendo
puntos posibles de muestreo los puntos de intersección de la misma. Los puntos posibles de
muestreo se numeraron y se seleccionaron al azar tres, en los cuales se tomaron muestras a
tres profundidades: 0-10, 10-20 y 20-30 cm.
Las muestras de suelo se secaron por 10 días en el Laboratorio de Física de Suelos del
Departamento de Suelos de la Universidad Autónoma Chapingo. El suelo seco se pasó por un
tamiz de 2 mm, con el objeto de separar material grueso como piedras y restos orgánicos.
45
El porcentaje de carbono orgánico del suelo (COS) se estimó mediante el procedimiento
para la determinación de materia orgánica del suelo a través del método de Walkley y Black. La
determinación del porcentaje de nitrógeno total (Nt) se realizó mediante el procedimiento
semimicro-kjeldahl. Las concentraciones de nitrato y amonio se obtuvieron mediante extracción
con KCl 2N y su destilación por arrastre de vapor según lo estipulado en la Norma Oficial
Mexicana NOM-021-SEMARNAT-2000 (SEMARNAT, 2002). Para obtener la concentración del
N-mineral, se sumaron las concentraciones de amonio y nitratos; mientras que el N orgánico se
obtuvo por diferencia entre el N total y el N-mineral.
Es conveniente mencionar que se realizó el análisis estadístico para los datos obtenidos
a cada una de las profundidades: 0-10, 10-20 y 20-30 cm, con la finalidad de ver el efecto de
los sistemas a cada profundidad. Pero debido a que los trabajos sobre el tema se realizan a
una sola profundidad generalmente de 0-30 cm, se realizó el mismo análisis para el promedio
de las tres profundidades y este análisis se denominó profundidad 0-30 cm donde se analizó
también el efecto de los sistemas.
Resultados y discusión
Concentración de COS
Los resultados presentados en el Cuadro 1 muestran los cambios del porcentaje de COS
en función de la profundidad en cada uno de los sistemas. El porcentaje de COS en todos los
sistemas fue mayor en la capa de 0-10 cm y disminuyó a medida que la profundidad aumentó.
Esta tendencia coincidió con lo reportado por Masuhara (2012), quien encontró una disminución
en la concentración de COS conforme aumentó la profundidad de 0-10, 10-20 y 20-30 cm, en
cafetales. De acuerdo con Powers (2004), la mayoría de las diferencias marcadas en el COS
ocurren en la capa superior del suelo y en las capas más profundas del suelo es más estable.
47
Los resultados encontrados concuerdan con Alvarado, Andrade, y Segura (2013)
quienes afirman que el incremento del COS en la superficie se debe principalmente a la
distribución y actividad de las raíces finas, además de la caída de hojarasca. Siendo las raíces
finas las más eficientes en absorción de agua y nutrientes, cuya disponibilidad es mayor en los
estratos más superficiales (Claus y George, 2005). De igual forma, Kimmins (2004) menciona
que las raíces de la mayoría de especies herbáceas y leñosas se encuentran en horizontes
superficiales del suelo.
El sistema que presentó el mayor porcentaje de COS en las tres profundidades fue SAN,
pero solo mostró diferencia estadística significativa con SN en las profundidades 0-10 y 20-30
cm, reafirmando que el manejo en los SAF´s, así como la distribución y actividad de las raíces
finas en la capa superficial (0-10 cm) tuvieron un efecto positivo sobre la concentración de COS.
48
(2012) quien trabajó en Huatusco, Veracruz con café bajo sombra diversa y no diversa,
reportaron concentraciones similares a las de esta investigación. La diferencia encontrada con
Romero-Alvarado et al. (2002) demuestra que existen otros factores que intervienen en la
dinámica del carbono y que son específicos del sitio independientemente de la cobertura dada
por los sistemas agroforestales.
Contenido de COS
La profundidad del suelo influyó sobre el contenido de COS, pues la mayor cantidad se
encontró dentro de los primeros 10 cm y disminuyó conforme aumentó la profundidad,
observándose este patrón en los tres sistemas (Cuadro 2); coincidiendo con lo reportado por
Masuhara (2012) y De la Cruz (2015) quienes trabajaron en Huatusco, Veracruz en sistemas
naturales y agroforestales con café y encontraron que en la profundidad de 0-10 cm se
encuentra la mayor cantidad de COS y disminuye conforme se incrementa la profundidad (10-
20 y 20-30 cm). Lo anterior se debe a que los mayores contenidos de materia orgánica se dan
en la superficie disminuyendo con la profundidad.
49
Cuadro 2. Contenido promedio de COS en los tres sistemas.
Profundidad COS* Desviación
SistemaZ
(cm) (Mg ha-1) Estándar
SN 47.52a 2.9
0-10 SAM 49.44ab 2.1
SAN 59.81b 4.52
SN 36.34a 2.6
10-20 SAM 39.30a 1.23
SAN 42.00a 3.68
SN 23.47a 2.69
20-30 SAM 26.90ab 1.42
SAN 34.52b 3.94
ZSN: sistema natural, SAM: sistema agroforestal maduro, SAN: sistema agroforestal nuevo.
*Valores designados por la misma letra no son diferentes significativamente (P = 0.05).
Los contenidos de COS obtenidos en los sistemas SAM y SAN son parecidos a los
encontrados por Soto-Pinto et al. (2010), quienes trabajaron con café orgánico y no orgánico
con diferentes tipos de sombra, en las localidades de Alan Kantajal, Muquenal, Segundo
Cololteel, Jolkacuala y Chapuyil del municipio de Chilon; Arroyo Palenque, municipio de Salto
de Agua, La Corona y Reforma Agraria, municipio de Marqués de Comillas, en el estado de
Chiapas, reportando contenidos de 112 Mg ha-1 y 135 Mg ha-1 de COS para dos SAF cafetaleros
en la profundidad de 0-30 cm. Los mismos autores observaron una disminución del contenido
de COS conforme aumentó la profundidad de 0-10, 10-20 y 20-30 cm. El contenido de COS
obtenido en el sistema natural es parecido con lo reportado por Segura-Castruita, Sánchez-
Guzmán, Ortiz-Solorio, y Gutiérrez-Castorena (2005) en selvas húmedas (110.5 Mg ha-1).
Factores como las condiciones físicas y biológicas del suelo y la historia de las entradas
de material orgánico a los suelos pueden determinar las tasas de cambio de carbono orgánico
cuando la vegetación y las prácticas de manejo han cambiado (Post y Kwon, 2000). El alto
contenido de COS total en los SAF puede ser atribuido a la incorporación residuos provenientes
de las podas, además de manera natural hay ingreso al suelo de follaje, ramas, troncos y raíces,
de los árboles, arbustos y herbáceas, lo que genera un mayor aporte de materia orgánica al
suelo. Además, es importante mencionar que en SAN los árboles y arbustos eliminados antes
del establecimiento del SAF fueron incorporados al suelo, lo cual explica que en este sistema
se encuentre la mayor concentración y contenido de COS.
50
Concentración de Nitrógeno Total (Nt) y Orgánico (Norg)
51
Cuadro 3. Concentración promedio de N total y N orgánico en los tres sistemas.
Profundidad N-total* Desviación N-orgánico* Desviación
SistemaZ
(cm) (%) Estándar (%) Estándar
SN 0.48a 0.05 0.47a 0.05
0-10 SAM 0.66b 0.02 0.65b 0.02
SAN 0.77b 0.07 0.76b 0.07
SN 0.30a 0.03 0.29a 0.03
10-20 SAM 0.47b 0.01 0.46b 0.01
SAN 0.44b 0.04 0.43b 0.04
SN 0.18a 0.02 0.17a 0.02
20-30 SAM 0.27b 0.01 0.26b 0.01
SAN 0.23ab 0.04 0.22ab 0.04
ZSN: sistema natural, SAM: sistema agroforestal maduro, SAN: sistema agroforestal nuevo.
*Valores designados por la misma letra no son diferentes significativamente (P = 0.05).
Contenido de N Total
La profundidad del suelo influyó sobre el contenido de N total y orgánico, ya que la mayor
cantidad se encontró dentro de los primeros 10 cm y disminuyó conforme aumentó la
profundidad, presentándose este patrón en los tres sistemas (Cuadro 4). Esta disminución,
según Schargel y Marvaez (2009), se debe a que el nitrógeno al igual que el carbono orgánico
está vinculado a la materia orgánica, por ello su abundancia disminuye con la profundidad, ya
52
que la disminución de la materia orgánica del suelo a mayores profundidades es notoria dado
que la acumulación de restos orgánicos y la actividad de los microorganismos se da en los
primeros centímetros del suelo.
Para los dos tipos de N el SAN obtuvo el mayor contenido en la capa superficial (0-10
cm), seguido por el SAM, pero no difirieron estadísticamente, ambos difirieron estadísticamente
con el SN. En la siguiente profundidad (10-20 cm) SAM fue ligeramente mayor que SAN y no
hubo diferencia significativa; por el contrario, SN presentó la menor concentración difiriendo
estadísticamente con los otros dos sistemas. En la capa 20-30 cm nuevamente SAM obtuvo la
mayor concentración y SN la menor; existiendo diferencias estadísticas únicamente entre estos
dos sistemas (Cuadro 4). Estos resultados corroboraron que en los SAF´s la adición de material
vegetal tiene un efecto positivo en la capa superficial, ya que la mayor acumulación de materia
orgánica y la actividad de microorganismos se dan en los primeros centímetros del suelo.
Al sumar los contenidos en una profundidad de 0-30 cm, los sistemas agroforestales
nuevo y maduro (SAN y SAM) reportaron datos muy parecidos y estadísticamente no difirieron.
El sistema natural (SN) registró el contenido más bajo difiriendo estadísticamente con ambos
sistemas agroforestales (Cuadro 5).
53
Cuadro 5. Contenido promedio de N total y N orgánico en los tres sistemas en la profundidad de 0-30
cm.
N-total Desviación N-orgánico Desviación
Sistema
(Mg ha-1)* Estándar (Mg ha-1)* Estándar
SN 11.97a 1.07 11.8a 1.07
SAM 17.42b 0.3 17.27b 0.3
SAN 17.81b 1.59 17.65b 1.6
*Valores designados por la misma letra no son diferentes significativamente (P = 0.05).
Del mismo modo, el N-mineral al ser la suma de nitratos y amonio, siguió la misma
tendencia de disminución conforme aumentó la profundidad, lo que coincidió con lo reportado
por Arana (2003) en cafetales con incorporación de residuos.
54
Comparando las concentraciones de los sistemas en la profundidad 0-10 cm, el SAN
obtuvo la mayor concentración de amonio, nitratos y N-mineral. En la siguiente profundidad, el
SAM reportó la mayor concentración de amonio, en cuanto a la concentración de nitratos el
SAN registró el dato mayor, el N mineral fue mayor en los SAF´s, reportando datos iguales. En
la última capa muestreada el SAM reportó la mayor concentración de amonio y N mineral, en
nitratos el SAM y el SAN obtuvieron los datos más altos. Estadísticamente no hubo diferencia
significativa entre los sistemas en ninguna de las profundidades.
En promedio en la profundidad de 0-30 cm, el SN obtuvo los datos más bajos en amonio,
nitratos y N-mineral y el SAN fue el que reportó los promedios más altos; pero estadísticamente
no hubo diferencias significativas entre los sistemas (Cuadro 7).
55
Contenido de Nitratos, Amonio y N Mineral
Los contenidos de amonio y nitratos tendieron a disminuir con la profundidad (Cuadro 8),
la misma tendencia se observó en N mineral. Al comparar los contenidos de amonio, nitratos y
N-mineral de los sistemas en una misma profundidad, el SAN obtuvo los mayores contenidos
en la profundidad de 0-10 cm, en la siguiente profundidad (20-30 cm) el SAM registró el mayor
contenido de amonio, mientras que el SAN fue mayor en nitratos y N-mineral, en la última
profundidad (20-30 cm) el SAN fue mayor en nitratos y N-mineral y SN registró el mayor
contenido de amonio. Estadísticamente no hubo diferencia significativa entre sistemas.
Cuadro 9. Contenido promedio de amonio, nitratos y N-mineral en los tres sistemas en la profundidad
de 0-30 cm.
NH4+ * Desviación NO3- * desviación N-min * Desviación
Sistemaz
(kg ha-1) Estándar (kg ha-1) Estándar (kg ha-1) Estándar
SN 72.72a 4.69 74.4a 6.84 147.13a 8.55
SAM 74.56a 6.27 78.06a 4.35 152.62a 8.03
SAN 75.81a 4.23 82.93a 4.2 158.73a 7
zSN: sistema natural, SAM: sistema agroforestal maduro, SAN: sistema agroforestal nuevo.
*Valores designados por la misma letra no son diferentes significativamente (P = 0.05)
56
Zarate (2011) reportó en huertos familiares, un contenido de N-mineral de 90.15 kg ha-1,
45.07 kg ha-1 de NH4+ y 45.07 kg ha-1 de NO3-, siendo estos datos menores a los encontrados
en este estudio.
Relación Carbono/Nitrógeno
En promedio en la profundidad de 0-30 cm, el sistema natural registró una relación C/N
de 10.05 ± 1.11 y le siguió el SAF nuevo con 9.49 ± 2.49. El SAF maduro reportó el menor dato
(6.68 ± 0.39) difiriendo estadísticamente con el sistema natural.
57
La relación C/N indica la potencialidad del suelo para transformar la materia orgánica en
nitrógeno mineral. Si la relación C/N es baja hay una liberación de nitrógeno (García-Serrano,
Lucena, Ruano, y Nogales, 2009). Cuanto menor es la relación, mayor es la velocidad de
descomposición. Por el contrario, si la relación es alta, la velocidad de mineralización de la
materia orgánica disminuye, hay una liberación muy escasa de nitrógeno asimilable; por lo que
se genera una competencia entre los diferentes organismos del suelo y también entre éstos y
las plantas superiores (Palma, Defrieri, Tortarolo, Prause, y Gallardo, 2000).
El humus estable tiene una relación C/N de entre 9 y 11, por eso se dice que el mejor
sistema es el que tiene un valor cercano a 10 (Nieto, 2005; García-Serrano et al., 2009). Pues
valores más bajos producen pérdidas por lixiviación (mucha disponibilidad) y valores muy altos
producen deficiencias (poca disponibilidad).
Conclusiones
El suelo del sistema agroforestal nuevo por sus características presentó en promedio una
concentración y contenido de carbono superior a los otros dos sistemas; por lo que tuvo una
mayor capacidad como reservorio de carbono comparado con el sistema natural, pero no fue
mejor que el sistema agroforestal maduro. En los dos sistemas agroforestales no hubo
diferencia estadística significativa en la concentración y contenido de nitrógeno total y orgánico
y ambos fueron superiores estadísticamente a lo encontrado en el sistema natural.
58
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63
Capítulo 4
Consumo de leña en México: hábitos de uso, problemática
asociada y alternativas sostenibles de solución
Sofía Violeta Alvarado Machuca1, Edna Álvarez-Sánchez1, Ranferi Maldonado Torres1, y
Alejandro Santiago Sánchez Velez2
Resumen
En México 21.1 millones de personas del área rural y 4.5 millones de las zonas urbanas
consumen leña que se extrae de zonas ecológicas que corresponden a bosque templado,
tropical seco, tropical húmedo, zonas áridas y humedales. Por ser un combustible de
recolección, su uso ha sido irracional, ocasionando la extinción de los recursos vegetales más
apreciados como combustible y generando una fuerte presión sobre especies alternativas, en
detrimento de la estabilidad de los ecosistemas. Ante esta problemática, la energización rural
debe promover un desarrollo rural integral, en el que se establezcan acciones sobre la
producción y manejo de esta fuente de energía. En esta investigación documental se expone
una visión de los hábitos de consumo de leña en algunas regiones de México, la problemática
asociada a este uso y posibles alternativas sostenibles de solución.
64
Introducción
En el presente artículo de revisión se concentra información relativa al consumo de leña
en algunas regiones del país, su importancia económica y cultural para las comunidades; la
problemática asociada a la extracción de este combustible del ecosistema y las alternativas de
solución que se han planteado para atender esta necesidad en las comunidades rurales de
México. En la primera parte del escrito se muestra información sobre los hábitos de consumo
por zonas ecológicas y algunas regiones del país, en la segunda parte, la problemática asociada
desde el punto de vista ecológico y de salud y, en la tercera sección, los atributos con los que
se califica la calidad de leña y posibles alternativas de solución que podrían contribuir a la
permanencia de los recursos naturales maderables en las comunidades con mayor demanda.
Los estados con mayor consumo de leña son: Veracruz (2,735,375 tms año -1), Chiapas
(2,384,510 tms año-1), Oaxaca (1,847,145 tms año-1), Puebla (1,588,728 tms año-1), Guerrero
(1,254,058 tms año-1) y Estado de México (1,236,654 tms año-1); y si bien el consumo total de
leña a nivel nacional se mantendrá relativamente constante hasta el año 2024, en un número
importante de municipios en la zona centro y sur del país se espera que continúe aumentando
(Masera et al., 2011). Los datos anteriores permiten un conocimiento global del uso del recurso
energético en las poblaciones rurales estatales y zonas ecológicas del país, sin embargo, hay
65
situaciones muy contrastantes en los municipios de los principales estados consumidores. En
general, se trata de localidades con alta proporción de población indígena en situación de
pobreza y pobreza extrema, que según CONEVAL, en 2010 se estimó en 23.3 millones
(CONEVAL, 2016).
Chiapas, uno de los estados con mayor consumo de leña, muestra grandes variaciones
en el uso y manejo del combustible según la región. Un estudio relativo al uso y manejo de la
leña en colonias alrededor del volcán Huitepec, aledañas a dos áreas naturales protegidas de
manejo privado (Reserva Huitepec-Pronatura) y colectivo (Reserva Zapatista), así como la
población urbana de San Cristóbal de las Casas, permitió tipificar a las colonias en cuatro
categorías: atención prioritaria, atención significativa, atención básica y atención media. En la
primera categoría, el requerimiento de combustible de la comunidad está por encima del resto
de las colonias, con un consumo de leña del 100%. En la categoría significativa, el consumo es
variable y se alterna con otras fuentes de energía, en este grupo se destaca que algunas
localidades son suministro de combustible para otras comunidades y que la extracción puede
ser selectiva de especies vegetales. En ambas categorías el uso y consumo está asociado a
condiciones de pobreza y pobreza extrema. En las categorías restantes, si bien el consumo no
es intensivo, contribuyen al consumo y deben ser consideradas dentro de un plan de manejo
(Santos, Estrada, y Rivas, 2012).
66
parte, aunque los agrosistemas cafetaleros son fuente continua de aprovisionamiento de leña,
éstos no satisfacen las demandas, por lo que algunas familias deben comprarla con una
inversión promedio de $1631.00 (± $1203.00) al año (Ramírez-López, Ramírez-Marcial, Cortina-
Villar, y Castillo-Santiago, 2012).
No todas las comunidades pueden manejar la vegetación para producir leña, ya que esta
posibilidad está estrechamente relacionada con la tenencia de la tierra. Un estudio de caso
sobre análisis social y espacial de uso de la leña en el trópico mexicano, en particular, cuando
la fuente de leña está degradada y la sociedad dividida en propietarios, arrendatarios y sin tierra
(Antonio, Purata, y Treviño, 2006), evidenció que, diferencias en la tenencia influyen en la
intensidad de uso de las fuentes de leña (pastizal cultivado, bosque secundario, cultivos de
roza-tumba-quema, bosque primario, vegetación ribereña, pastizal inducido y otros), en la
inversión de tiempo para adquirirla (de 2 a 5 horas), en las prácticas de colecta y manejo del
recurso como adaptaciones a la escasez. Los propietarios tienen el más alto control sobre los
recursos y pueden manejar la vegetación e integrar varias actividades productivas para hacerse
del combustible. Los arrendatarios consiguen el acceso y cierta capacidad de manejo, pero a
un costo que reduce las ganancias del trabajo invertido; aquéllos sin tierra emplean más tiempo
en buscarla y la colectan principalmente del pastizal cultivado, milpa y pastizal no manejado; un
porcentaje importante la roba de zonas con mayor vegetación forestal.
67
inevitable de esta situación, es el agotamiento del recurso energético hasta el colapso del
sistema ecológico (Velázquez, Morales, Aguilar, Gómez, y Palacios, 2009).
Un aspecto importante del uso y manejo doméstico de la leña en las zonas rurales es
que en una gran proporción representa la única fuente de combustible y aunque en pequeña
escala, una alternativa de ingresos para las poblaciones indígenas marginadas. El género en
relación con la colecta de la leña representa otro punto a considerar en los patrones de consumo
en la localidad. Con frecuencia se le atribuye a la mujer la responsabilidad de proveer de
combustible al hogar (Santos et al., 2012; Soares, 2006), en otros casos al padre y la madre
(Quiróz-Carranza y Orellana, 2010), sin embargo, puede haber una participación muy
diferenciada entre mujeres, los hombres y las familias incluyendo los niños. El rol de género en
el uso de la leña debe ser considerado dentro de cada caso particular para entender cómo se
vinculan los individuos con el recurso, sus implicaciones con el proceso selectivo de las
especies vegetales, intensidad de la colecta y finalmente, el impacto en la cobertura vegetal
(Cruz, Gómez, Bueno, Albarrán, y Torres, 2016; Santos et al., 2012).
68
Como se planteó en secciones anteriores, la problemática sobre la utilización de leña y
la conservación del bosque se encuentra influida por características y condiciones
socioeconómicas asociadas con pobreza extrema de difícil solución (Santos et al., 2012;
SEMARNAT, 2013), a la que se suma la falta de conciencia de propagar los ejemplares
maderables más abusados.
Como es ya conocido, las estufas de fogón abierto (Figura 2 y 3) presentan baja eficiencia
(5-17%) en los procesos de cocción o calentamiento y, en consecuencia, mayor consumo de
leña (Escobar-Ocampo, Niños-Cruz, Ramírez-Marcial, y Yépez-Pacheco, 2009). El humo
generado por este sistema tradicional puede ser causal enfermedades respiratorias (Burgos,
2012; Sotelo, 2016) entre las más comunes tuberculosis en mujeres y niños (García-Sancho,
Fernández-Plata, Martínez-Briseño, Torre-Bouscoulet, Gochicoa-Rangel, et al., 2013), irritación
de vías respiratorias, sensibilización alérgica; alteraciones agudas y crónicas de la función
pulmonar.
69
Figura 2. Fogón abierto y recolección de leña en el bosque de niebla en Xaltepuxtla, Puebla
72
Cuadro 1. Árboles y arbustos que desarrollan en bosque templado registrados como combustibles
(Camou, 2007).
Familia Género Especie
Coniferophyta
Cupressaceae Cupressus C. lusitanica Mill.
Juniperus J. deppeana Steud.
Pinaceae Pinus P. arizonica var. arizonica
P. ayacahuite brachyptera Shw.
P. leiophylla var. Chihuahuana
(Engelman)
P. engelmannii Carr
P. cembroides Zucc
Magnoliophyta
Betulaceae Alnus A. acuminata H.B.K.
A. arizonica (A. Gray) Sarg.
A. madrensis
Ericaceae Arbutus A. tessellata
A. xalapensis H.B.K.
Arctostaphylos A. pungens Kunth.
Fagaceae Quercus Q. coccolobifolia Trel.
Q. crassifolia H & B
Q. chihuahuensis Trel.
Q. rugosa Neé
Q. scytophylla Liebm.
Q. sideroxila H & B
Q. Tarahumara Spellenb
Q. viminea Trel.
Oleaceae Fraxinus F. uhdei
F. velutina Torr.
Cuadro 2. Usos específicos de la leña y otros bio-combustibles en la Sierra Tarahumara (Camou, 2007).
Nombre común Familia Parte usada Uso específico
Pino (Ocote) Pinaceae Tronco, ramas, Uso doméstico, herrería y para prender
astillas, piñas rápido el fuego
Encino Fagaceae Tronco, ramas, Uso doméstico, carbón, ceniza para
corteza nixtamal
Madroño Ericaceae Tronco, ramas Uso doméstico
Táscate (Sabino) Cupressaceae Tronco, ramas Uso doméstico, carbón
Fresno Olaceae Tronco, ramas Uso doméstico
Boñiga de vaca Cocer ollas, quemar cal
Paja Para prender rápido el fuego
Olotes Para prender rápido el fuego
La domesticación de las especies es el proceso que sigue una vez que se tiene el
catálogo de especies combustibles, para lo cual es necesaria una adaptación climática, misma
que se realiza mediante el manejo de las especies dentro de las parcelas agrícolas (PNUMA,
2002). Para la domesticación de los árboles y arbustos de usos múltiples deben conjuntarse
conocimientos tradicionales y científicos, ya que de esta forma se fortalece el desarrollo de los
sistemas agroforestales (Terrones, González, y Ríos, 2004). La estrategia del ICRAF para lograr
la domesticación de los árboles es seleccionar especies con base en las necesidades del
agricultor y de importancia en el mercado regional. Mediante la investigación científica se
determinan los aspectos útiles que deberán mejorarse en cada especie y con un enfoque
participativo de todos los actores (Cornelius y Ugarte-Guerra, 2010).
74
el comportamiento de las especies se tendrán herramientas para incrementar y mejorar la
producción de leña de forma sostenible.
Calidad de leña
Dentro de la selección de especies locales con potencial dendroenergético, es necesario
determinar la calidad del combustible que se deriva. Desde el punto de vista cuantitativo, los
indicadores más utilizados para definir esta cualidad son: alto peso específico, con elevado valor
calorífico, que produzca braza y poca ceniza, además, que sea de aceptación local. Este tipo
de investigación es necesaria y escasa en el país. En general, la mayoría de los estudios que
incluyen la calidad de la leña han sido abordados desde un enfoque cualitativo, considerando
la preferencia por usos y costumbres de las mujeres que la utilizan (Contreras-Hinojosa et al.,
2003; Escobar-Ocampo et al., 2009; Quiroz-Carranza y Orellana, 2010).
El poder calorífico de una especie es mayor a menor contenido de humedad, por esta
razón se recomienda secar la leña para optimizar su consumo. El proceso de combustión es
influenciado por las características físicas y anatómicas de la madera como el peso específico
y porcentaje de fibras. Conforme el peso específico se incrementa, la madera es más compacta
y aumenta el contenido de fibras con una pared celular robusta, lo que hace que el poder
calorífico sea más alto (Apolinar, Honorato, y Colotl, 2017; Salazar-Sánchez, Serna, Ocampo,
Ríos-Saucedo, Sigala-Rodríguez, et al., 2015).
Una de las especies más estudiadas para la producción de leña es el aile (Alnus
acuminata ssp. Arguta (Schlecht.), su leña, derivada de árboles de 20 a 50 años tiene un poder
75
calórico alto, aproximadamente 19259.3 kJ.kg-1 y un bajo contenido de cenizas (0.34%). En
Costa Rica el carbón obtenido de madera dura (20-50 años) alcanza un poder calórico de 29220
kJ.kg-1 y 0.65% de cenizas, mientras que el carbón proveniente de madera joven (2 a 3.5 años)
de 32400 kJ.kg-1 y 1.28% de cenizas (CATIE, 1986).
Alvarado (2012) evaluó la calidad de leña de forma cuantitativa en cuatro de las especies
más demandadas como leña en la comunidad Las Casitas, en la Sierra Gorda de Guanajuato
(Cuadro 3). El encino y el madroño presentaron la mayor densidad y compactación con respecto
al tepozán y la escoba. El calor de combustión de las especies en orden descendente fue el
siguiente: tepozán<encino <escoba<madroño. El contenido de humedad en la leña es un criterio
importante que debe considerarse ya que, a menor contenido de humedad en el material, mayor
es su poder calorífico. Un contenido de humedad del 10% se considera excelente para tener un
buen rendimiento del combustible (Patiño, 1989). Para las especies en estudio se obtuvieron
contenidos de humedad de 8.87% en tepozán y 9.72% en encino. La cantidad de cenizas que
forma una especie se considera importante por el grado de limpieza que se debe tener con las
estufas, es decir, entre mayor producción de cenizas, mayor la frecuencia con que se debe
retirar este material para mejorar el proceso de combustión. Las especies con mayor contenido
de cenizas fueron el encino (2.34%) y el madroño (1.79%).
Cuando la leña tiene alta densidad, bajo porcentaje de humedad y el calor de combustión
es bajo, su rendimiento como braza ardiendo es de mayor duración, cumpliéndose el criterio de
calidad de las amas de casa (Escobar-Ocampo et al., 2009). En el caso del tepozán al tener
una baja densidad, un bajo porcentaje de humedad y un alto calor de combustión se quema de
forma rápida liberando gran cantidad de humo, con escasa formación de brazas, por tal razón
no se considera como leña de buena calidad.
Al correlacionar todas las variables evaluadas se encontró que existe relación entre la
densidad y el calor de combustión, así como el contenido de humedad y la cantidad de cenizas.
Por ello, la primera relación debe considerarse para seleccionar las especies a propagar,
mientras que la segunda relación debe tomarse en cuenta para el manejo de la leña.
76
Cuadro 3. Evaluación del potencial dendroenergético de cuatro especies nativas en Las Casitas
municipio de Xichú Guanajuato (Alvarado, 2012).
Densidad Combustión Humedad Cenizas Resinas
Muestra (g cm-3) (kJ.kg-1) (%) (%) (%)
Encino 1.57 ±0.17z 17.84 ± 0.33 z 9.72±0.34 z 2.34±0.35 z 2.29±0.23z
Escoba 1.21 ±0.07 17.54 ± 0.13 9.46±0.15 1.43±0.03 0.44±0.11
Madroño 1.10±0.02 17.46 ± 0.17 9.04±0.60 1.79±0.27 2.57±1.17
Tepozán 1.65±0.15 18.05 ± 0.21 8.87±0.16 1.08±0.09 0.67±0.16
zDesviación estándar
Dado que en una amplia proporción el consumo de leña está asociado a comunidades
en pobreza extrema, es indispensable entender su heterogeneidad social, cultural, étnica y de
género, en relación a sus actividades productivas, sus patrones de consumo, así como la forma
en que se relacionan con su medio social y ambiental en el uso y manejo de los recursos
naturales (Santos et al., 2012; Vázquez Calvo, León, Cervantes, Torres, y Sangerman-Jarquín,
2016).
78
Las agencias rurales del PESA (Programa Especial para la Seguridad Alimentaria) han
promovido el cambio de los fogones tradicionales por estufas ahorradoras de leña que canalizan
el humo hacia el exterior; con esta tecnología se reduce el consumo de leña en 50% o hasta
60% (Sotelo, 2016). Además de este beneficio, también se ha evidenciado que se reduce la
emisión de humo, como lo muestra un estudio realizado en una comunidad al norte de Chiapas
sobre la contaminación intramuros de partículas de tamaño 2.5 μg m -3, en el que se demostró
que la emisión de contaminantes por los fogones abiertos cuantificada en 4.66 μg m -3, se redujo
a 0.276 μg m-3 con estufas ahorradoras, aminorando los malestares y síntomas indicados por
las usuarias con el fogón abierto (Burgos, 2012).
El impacto de las estufas ahorradoras para amortiguar el consumo de leña seguirá siendo
mínimo si no se plantean acciones colaterales de reforestación, establecimiento de parcelas
dendroenergéticas para la conservación de especies y de abasto de combustible, entre otros
productos de beneficio para la comunidad. En este contexto, para que estos programas tengan
éxito en el mediano y largo plazo, deben estar insertados dentro del plan de desarrollo rural
sustentable estatal. Junto con la adopción de las tecnologías mencionadas, la regularización de
la venta de leña es fundamental para ordenar el aprovechamiento forestal y comercialización
de este recurso.
En algunos países se han llevado a cabo programas rurales de electrificación con fuentes
de energía renovables y esquemas de reforestación con fines multipropósito o directamente
energéticos (Contreras-Hinojosa et al., 2003), pero, nuevamente el impacto de estos esfuerzos
79
ha sido muy limitado, debido a falta de continuidad, falta de participación social de los
beneficiarios y de un marco coherente de políticas de integración intersectorial. Por tanto, la
generación de tecnologías y metodologías validadas, es uno de los puntos que debe
desarrollarse para atender la energización rural.
Como la leña es un producto que seguirá usándose por varios años, deberá buscarse la
forma de producirla de manera sostenible, para optimizar los recursos forestales, recuperar
suelos improductivos y abatir los costos de aprovechamiento. Huerta (1989) recomienda
establecer plantaciones piloto, considerando el medio físico y biológico, para predecir el
comportamiento de las especies y determinar las que tienen potencial combustible. El
80
procedimiento es seleccionar las especies, producir buena planta en vivero, inocular con
micorrizas y establecer las densidades adecuadas de plantación, para lograr rendimientos
significativos, con respecto a la producción en los bosques naturales.
Conclusiones
En los ecosistemas del país existen muchas especies de árboles con poder
dendroenergético, identificadas y clasificadas cualitativamente por el conocimiento de los
usuarios. El aporte es invaluable y debe aprovecharse, sin embargo, también es necesario
determinar la calidad de leña de manera cuantitativa, a fin de aprovechar estos conocimientos
en la investigación científica encaminada al establecimiento de especies nativas, en particular,
de aquéllas con dificultad para reproducirse y con alto poder dendroenergético. Su extinción
debe evitarse.
Las experiencias, estudios y programas de energización rural en México, indican que las
distintas instancias involucradas en el proceso, están obligadas a comprender y atender las
características locales, que como se discutió, son distintas de una región a otra e incluso entre
81
comunidades cercanas. Asimismo, la implementación de tecnologías ahorradoras de
combustible debe fundamentarse en el diálogo de saberes, en el que se incorpore la experiencia
y el conocimiento que las mujeres hayan generado en torno a este tipo de dispositivos. El
seguimiento y evaluación serán determinantes para estimar el impacto local.
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87
Capítulo 5
Contribución al estudio del sistema agroentomoforestal árbol
Lippia myriocephala como fuente de combustible y medio de
reproducción de la larva Phassus triangularis
Pascual Cruz Sánchez1, Ranferi Maldonado Torres1, Edna Álvarez-Sánchez1, Eliseo Sosa
Montes2, Mateo Vargas Hernández3, Rosa María García Núñez1, y Miguel Uribe Gómez1.
Resumen
88
Introducción
90
nutrimentales de la larva como base para la implementación de un sistema agroentomoforestal
sostenible en Paltená, Chiapas.
Materiales y métodos
Las variables consideradas en el análisis proximal fueron: proteína, materia seca, lignina,
celulosa (AOAC, 1975), fibra detergente neutro, fibra detergente ácido (Van Soest, Robertson,
91
y Lewis, 1991), por la técnica de la bolsa de filtro Ankom200 R; lípidos (técnica de Folch, Lees,
y Sloane 1957).
92
Se realizaron análisis de varianza usando el Modelo Lineal General correspondiente a
un Diseño de Bloques Completos al Azar. Donde los tratamientos correspondieron a las
sucesiones de vegetación y bloques a las larvas de P. triangularis. Los análisis se realizaron
usando el Software SAS V 9.4, (SAS, 2016).
Resultados y discusión
Cuadro 3. Análisis proximal del árbol L. myriocephala en las diferentes sucesiones de vegetación del
sistema de milpa roza-tumba-pica
Sucesión Proteínaz Lípidosz FDNz FDA Lignina Celulosa Hemi Contenidoz
celulosa celular
--------------------------------------------------- % --------------------------------------------------
7.0 1.69c 1.85a 90.1a 82.3a* 22.2bc 59.9a 7.8b 9.9b
5.0 2.50b 1.34ab 87.3b 82.6a 23.7a 59.9a 4.9c 12.7a
2.5 2.36b 1.27ab 91.7a 82.3a 22.5ab 58.6ab 9.3ab 8.4b
1.0 2.91a 0.59b 87.9b 76.6b 21.0c 56.2b 11.3a 12.1a
DMS* 0.2546 0.78 1.99 1.75 1.38 2.50 2.20 1.98
Prob F <.01 <.01 <.01 <.01 0.017 0.027 <.01 <.01
CV% 13.05 7.6 2.7 2.5 7.5 5.2 32.4 22.4
*Medias con la misma letra por columna no son estadísticamente diferentes.
Prueba de Fisher al 5%. **Diferencia mínima significativa.
zbase seca.
94
El porcentaje de lípidos del árbol L. myriocephala tendió a incrementarse con los años
de sucesión, con diferencias significativas entre el primer (0.59%) y lo siete años de edad
(1.85%). Al parecer, otro parámetro importante para la larva es el contenido de aceites
esenciales presentes en el tallo de L. myriocephala, ya que de 0.59 % en el primer año de
sucesión, se incrementa a 1.34% a los cinco años de mayor infestación por la larva P.
triangularis durante su estadio en el árbol.
A medida que la planta madura, particularmente hasta los 5.0 años, al disminuir el
contenido de proteína y aumentar el de lignina en conjunto con el aumento de la FDA, disminuye
la digestibilidad de la pared celular, esto debido a la unión que realiza la lignina con la celulosa
y la hemicelulosa, por consiguiente, menor será su aprovechamiento por la larva. De acuerdo
con Pelicano, Divo, Zamuner, Danelón, y Yoshida, (2007), en un estudio realizado con gusano
de seda, se encontró que a mayor concentración de fibra se incrementa el tiempo de tránsito
por el tracto digestivo. En tanto que a mayor fibra insoluble en detergente neutro menor es el
consumo voluntario del gusano de seda y sólo utiliza para su alimentación el parénquima foliar.
Si bien puede ser relativamente sencillo la cría de algunos gusanos comestibles a través
de dietas artificiales como la de Tenebrio molitor, que puede ser producido a gran escala como
alimento, ya que puede ser alimentado fácilmente a partir de desechos orgánicos vegetales o
dietas preparadas (Mendaza, 2017); experiencias de reproducción para producción comercial
de gusano rojo de maguey han sido infructuosas por la dificultad de alimentar a las larvas con
dietas artificiales (Jiménez et al., 2015). Al parecer la producción comercial larvaria en
invernadero de este insecto precisa de la planta hospedero nativa (Llanderal-Cázares et al.,
2010). Se desconoce el potencial de producción comercial de P. triangularis con dietas
artificiales, pero en este estudio se aportan bases importantes de su alimentación que deben
ser consideradas.
En los estudios de larva en las sucesiones de vegetación se encontró una larva por árbol
de L. myriocephala. Según Escamilla-Prado et al. (2012) un árbol puede contener desde una
hasta seis larvas, en árboles jóvenes y adultos, a lo largo del tronco, desde la base hasta una
altura de 8 m.
Prob F 0.8462 0.4812 0.9484 0.0704 0.6655 0.1439 0.2484 0.4604 0.1922 0.3822 0.0936
CV (% ) 82.780 98.770 18.960 37.750 25.100 22.780 16.610 23.630 41.340 98.940 84.240
*medias con la misma letra por columna no son estadísticamente diferentes.
Prueba de Fisher al 5%. **Diferencia mínima significativa.
zNLA: número de larvas por árbol; NGA: número de galerías abandonadas; AGNS: altura de la galera a nivel del
suelo; DCG: diámetro capa protectora de la galería; DEG: diámetro de la entrada de la galería; LG: longitud de la
galería; LV: longitud de la larva; DL: diámetro de la larva; PL: peso de larva; TC: tiempo de cosecha; VAGC:
volumen de agua gastada.
96
larva de P. triangularis vive en el árbol para aprovechar la savia que produce el árbol junto con
sus propiedades químicas, por ello la larva tiene la capacidad de sintetizar lípidos a partir de los
carbohidratos.
97
todos logran sobrevivir, evidencia de ello abandonan su inicio de barrenación y proceso de
construcción de la capa protectora (Figura 1b).
a b
Figura 1. (a) Oxidación de jugos de la madera del árbol L. myriocephala, (b) el inicio de infestación del
árbol por la larva P. triangularis
La larva P. triangularis posee pequeñas patas con garras cerca de la cabeza lo cual
permite sujetarse en el tallo de L. myriocephala y su aparato bucal está diseñado para barrenar
(Figura 2). Las larvas tienen glándulas productoras de seda, las cuales son capaces de producir
la seda suficiente para la construcción de capullos o refugios (Cibrián, 1994).
98
Figura 2. Garras y aparato bucal de la larva
a b
Figura 3. Galeras de la larva (a-b)
99
a b
Figura 4. Capa protectora de la larva (a-b)
a b
Figura 5. Savia que emite la larva (a) y desechos (b)
a b
Figura 6. Galera interna de la larva (a-b)
La larva P. triangularis aprovecha el árbol desde el nivel del suelo a una altura de 1.50
m, en este espacio vertical es posible encontrar de una hasta 7 larvas, en este estudio se
encontró una larva por árbol en cada sucesión de la vegetación, sin notar mucha diferencia o
preferencia de infestación conforme aumenta el diámetro del árbol L. myriocephala. Los
resultados obtenidos sobre la infestación de la larva son clave para diseñar un manejo de
101
colecta sostenible por los productores, como lo muestra el estudio realizado por Esparza-
Frausto, Macías-Rodríguez, Martínez-Salvador, Jiménez-Guevara y Méndez-Gallegos (2008)
en el que evaluaron la existencia de gusano blanco, gusano rojo y escamoles asociados a las
magueyeras naturales del ejido Tolosa en Zacatecas. Con base a la distribución, densidad y
cobertura de los magueyes, cuantificaron los insectos existentes por unidad de superficie, que
con un esquema secuenciado de recolección por temporada anual podría generar 26210
jornales al ejido, permitiendo obtener ingresos económicos adicionales y favoreciendo el
aprovechamiento sostenible de los insectos.
a b
Figura 7. Cosecha de larva (a-b)
102
La larva de P. triangularis tienen un alto valor nutritivo; 51.25 % de proteína y 42.40 % de
extracto etéreo. En un estudio muy completo realizado por Ramos-Elorduy, Pino, y Morales,
(2002) sobre el valor nutricional de diversos insectos comestibles, para la larva Phasus sp.,
encontraron valores de proteína 31.45%, y de extracto etéreo 62.20 %, cenizas 1.51 % y de
fibra cruda 3.54%; esta investigación también indica que la larva es rica en aminoácidos
esenciales, vitaminas y con valor energético superior a la carne de res, pescado, frijol, maíz y
carne de pollo.
Con base en los resultados del presente estudio, puede decirse que el manejo del
sistema agroentomoforestal de Lippia myriocephala y Phasus triangularis, representa un gran
potencial para utilizarse como estrategia de alimentación por la comunidad de Paltená, Chiapas,
en particular de niños en estado de desnutrición. Por otra parte, también puede ser una fuente
importante de ingresos económicos para las familias.
Conclusiones
Los resultados del presente estudio mostraron que el árbol multipropósito Lippia
myriocephala posee características deseables para leña y que el mejor momento para
aprovechar el árbol como combustible dentro del sistema Milpa-roza-tumba-pica es a partir de
los siete años de edad. Otra función importante es ser hospedero de la larva comestible de
Phassus triangularis. Las propiedades bromatológicas analizadas en el tronco del árbol, el
período de infestación, la ecología de la larva en las sucesiones de vegetación y su valor
nutricional, indican que representa un gran potencial de utilización para el establecimiento de
un sistema agroentomoforestal en Patelná, Tumbalá, Chiapas.
103
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107
Capítulo 6
Mezquites y huizaches árboles de uso múltiple en el sureste de
Guanajuato
Rosa María García Núñez1, Nidia Sarahi Reséndiz Flores1, Alejandro Santiago Sánchez
Vélez2
Resumen
Las especies arbóreas y arbustivas de las zonas áridas y semiáridas de México, son muy
vulnerables por el deterioro e inadecuada explotación. Consideradas marginales por su escasa
aportación como productos maderables de interés industrial, y sin reconocimiento de los
beneficios que aportan como especies no maderables de uso múltiple. Existe un potencial y
diversidad importante de especies que pueden ser utilizadas como alternativa económica
sustentable de desarrollo para los pobladores. Esta investigación combina los trabajos
documentales reportados para la zona y un levantamiento de campo. Presenta la diversidad de
usos de las especies arbóreas y arbustivas localizadas en la microcuenca de Arroyo Prieto al
sureste de Guanajuato. Paralelamente propone una metodología para implementar un sistema
de recolección de goma de mezquite (Prosopis laevigata Humb. & Bonpl. ex Willd) y huizache
(Acacia farnesiana l. Willd), utilizando un tratamiento con etileno, que estimula la fisiología del
árbol, para acelerar la secreción de goma a un bajo costo.
108
Introducción
Estos estresores del medio ambiente son causantes de múltiples problemas de manera
global que originan preocupación. En nuestro país se pueden citar la contaminación, pérdida de
biodiversidad (animal y vegetal), fragmentación de hábitat, desastres naturales, etc. (Gelviz y
Pavón, 2013), además del cambio climático y deterioro de la capa de ozono que impacta
negativamente a todo el planeta, por lo que es de suma importancia la conservación de nuestros
ecosistemas naturales (Sandoval, 2017).
El Bajío Mexicano, es una región geográfica y cultural ubicada en el centro del país y
comprende los estados de Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, Jalisco y parte del norte de
Michoacán. El sureste del estado de Guanajuato pertenece a esta región, la cual, al igual que
muchas otras partes de nuestro país se encuentra sujeta a una gran cantidad de disturbios
ecológicos y sociales (Sandoval, 2017). Esta zona está constituida por comunidades vegetales
formadas por manchones de bosques tropicales caducifolios (Figura 1), matorrales xerófitos y
mezquiteras. El clima semiárido propio de esta región favorece una vegetación de sucesión
109
cuando ocurre una perturbación de alto grado de acuerdo a Rzedowski (1978); es común
observar sucesiones de bosque espinoso, pastizal y en menor escala algunos manchones de
bosque de pino-encino en altitudes mayores a los 2000 metros sobre el nivel medio del mar
(msnm). En estados como Guanajuato, hoy en día se encuentran en proceso de desaparición
un gran número de especies nativas (Terrones, González, y Ríos, 2004).
En la zona del bajío históricamente éste tipo de vegetación ha sido considerado marginal
por el uso dado a las especies, como leña, elaboración de carbón y recolección de algunos
frutos silvestres, taninos, forrajes, ornamento y, sobre todo, por su valor medicinal local
(Sandoval, 2017; Terrones et al., 2006). Además, muchos de los habitantes del estado
tradicionalmente se han visto obligados a emigrar a Estados Unidos, por lo que la mayoría de
las ocasiones, las generaciones de jóvenes no tienen contacto alguno con la vegetación nativa
y los usos que ella representa, lo que significa un desconocimiento de su importancia.
La pérdida del conocimiento ecológico tradicional por parte de las nuevas generaciones
se refleja en una falta de interés por la vegetación existente en la zona, lo que ha contribuido a
110
la destrucción de los hábitats naturales y la afectación de las tierras de ladera por la reducción
de la cubierta vegetal, agotamiento de la fertilidad y compactación del suelo (Figura 2).
Sin embargo, ¿cuáles son los productos y servicios normalmente esperados y cuáles son
los productos y servicios adicionales? Los productos y servicios normalmente esperados son
aquellos que los arboles nos proporcionan al realizar su metabolismo primario en los procesos
fisiológicos. La fotosíntesis donde las plantas producen su propio sustento, empleando luz solar,
agua y bióxido de carbono dando como resultado la liberación de oxígeno, la formación de
glucosa y otros azúcares simples (Martínez, 2010). Por otro lado, los productos y servicios
adicionales son aquellos que resultan del metabolismo secundario de las plantas, dependiendo
del grado de adaptación de la especie a su medio ecológico. La producción de metabolitos
secundarios que es diferente en cada especie da como resultado una gran diversidad de
sustancias bioquímicas que le confieren las propiedades organolépticas a los vegetales
(Bruneton, 2001). Entre los compuestos bioquímicos más relevantes están taninos,
oleorresinas, alcaloides, aceites esenciales, flavonoides, esteroides, saponinas, piretroides,
ácidos fenólicos, y otros. Éstos son depositados estratégicamente en estructuras anatómicas
donde la planta los necesita para su sobrevivencia y defensa (Bruneton, 2001).
Los usos de compuesto bioquímicos pueden ser muy variados por ejemplo, las hojas y
semillas del zapote blanco (Casimiroa edulis) que contienen alcaloides (casimiroedina y
dimetilhistamina, casimiroina, edulinina, edulitina y zapoterina) confieren la acción hipotensora,
sedante y analgésica (Vidal, Guzmán, Esquinca, y Cásarez, 2014) (Figura 3 (a)). Sin embargo,
los alcaloides (teobromina y cafeína) que contienen las semillas del cacao (Theobroma cacao)
confieren la acción estimulante (Figura 3 (b)), útiles en casos de astenia física o psicológica,
depresión y tristeza (Zapata, Tamayo, y Rojano, 2013). Finalmente, la corteza del cuachalalate
(Amphyteryngium adstringens) contiene ácidos fenólicos, triterpenos, esteroles (beta sitosterol)
112
y taninos, útiles en casos de úlcera gástrica, gastritis, cáncer del estómago, heridas y llagas
(Figura 3 (c)) (Bautista, 2007).
a b c
Figura 3. Fruto de zapote blanco (a), cacao (b) y corteza de cuachalalate (c)
Existen varias definiciones de usos múltiples; sin embargo, son ambiguas y no se pueden
aplicar todas en general, ya que algunas especies se cultivan para producir más de un producto
y/o beneficio (Krishnamurthy y Ávila, 1999). Un ejemplo es el estado de Michoacán, donde Pinus
spp produce madera para aserrío, y extracción de resina, al mismo tiempo proporcionan
sombra, hábitat de la fauna silvestre y conservan el suelo. Por lo que el árbol, por sí mismo
provee varios productos de uso económico, pero al mismo tiempo puede considerarse un bien,
tanto económica como ecológicamente con los otros componentes del sistema agroforestal
(Nair, 1984). Esto significa que se van a generar interacciones ecológicas ente los componentes
que forman el sistema de producción, las cuales tienden a ser positivas o neutras. Un árbol de
uso múltiple no puede hacer ni proporcionar todo, por lo que se debe buscar el potencial
existente en la diversidad de especies presentes en los nuestros ecosistemas naturales (árboles
o arbustos) y el desarrollo de sistemas de manejo más apropiados (Krishnamurthy y Ávila,
1999).
113
Por lo tanto, definiremos de aquí en adelante a un árbol o arbusto de uso múltiple como
una especie donde podemos obtener un número indeterminado de productos aprovechando
todos sus componentes como: hojas, tallos, frutos y raíz, obteniendo bienes y servicios, que
interactúa tanto económica como ecológicamente en el sistema donde se desarrollan.
Las principales características deseables de los árboles o arbustos de uso múltiple, son:
existencia de uno o más productos distintos de la madera; permitir el crecimiento de las plantas
debajo del dosel; tener efectos favorables sobre la conservación de los suelos y capacidad para
resistir podas repetidas y buena habilidad de rebrotes (Galindo, 1986).
El mezquite y huizache
a b
Figura 4. Prosopis laevigata (a) y Acacia farnesiana (b) componentes típicos de las zonas perturbadas
de las serranías del Bajío
114
A nivel nacional Prosopis laevigata es conocido como mezquite, aunque en Michoacán
se conoce como útuh chúcata, o tiritzecua y algarrobo en Colima, Jalisco y Nayarit (Pennington
y Sarukhán, 1998) con una distribución muy amplia. Es bien identificado como un árbol de uso
múltiple por la gran diversidad de bienes y productos que proporciona (Reséndiz, García,
Torres, Hernández, y Herrera, 2012; Torres, Hernández, Reséndiz, Uribe, y Suaste, 2012).
115
elaboración de carbón con calidad de exportación. Además, la corteza, hojas, flores, frutos y
goma tienen variados usos en la medicina tradicional, mientras que sus taninos se emplean en
la curtiduría. En prácticamente todo México, las diferentes especies de mezquite son apreciadas
como cercos vivos, y como árbol urbano por su hermosa copa, entre otros (Galindo y García,
1986; Abrego, 1991; Granados, 1996; Rivera, 1999; González, 2001; Várgaz, 2004; Reséndiz
et al., 2012; Torres et al., 2012; Rodríguez, Rojo, Ramírez, Martínez, Cong et al., 2014).
Figura 6. Flores del huizache; planta melífera de uso múltiple del Bajío
116
En algunas áreas donde se desarrollan estas especies, la explotación intensiva ha
mermado sus poblaciones provocando fuertes repercusiones en la densidad natural de los
ecosistemas donde protegen al suelo de la erosión. Aunado a esto, en muchas de las ocasiones
resultan sin ningún tipo de valor para muchos de los poseedores del recurso, por lo que realizan
remociones indiscriminadas de ellas.
117
Hay que reiterar que la goma de mezquite tiene un uso potencial en la industria
alimentaria, farmacéutica, textil, cosmética, vinícola, etc., por tanto, sus propiedades
representan un avance significativo para comprender su habilidad para estabilizar interfaces
agua/aceite, encapsular aromas y sabores, entre otras (López, 2010).
Materiales y métodos
118
que, ante el acelerado proceso de transformación de estos ecosistemas naturales, es necesario
revalorizar dichas especies a través de un reconocimiento de la diversidad de usos que
proporcionan a los habitantes de la región, así como evaluar la biodiversidad para diseñar
algunas estrategias tendientes a la conservación, reproducción y manejo de especies (Moreno,
2001).
120
El diseño experimental utilizado fue de bloques al azar (DBA), con cinco tratamientos,
tres repeticiones y tres unidades muestra por tratamiento (árbol). Para el análisis estadístico se
utilizó el programa de SAS, versión 9.3 con DBA y con prueba de Tukey al 0.05.
La aplicación de los tratamientos se realizó una sola vez y se etiquetó a cada individuo o
unidad experimental (árbol) con su respectivo tratamiento asignado al azar. La incisión o herida
se realizó a un ángulo de 45° en el tronco principal o rama secundaria utilizando un cincel y un
121
martillo a una profundidad de 1cm aproximadamente para no interferir de manera negativa en
el flujo de agua y nutrientes (Figura 10).
122
Figura 12. Colecta de goma de mezquite y huizache
Una vez clasificadas las gomas se pesaron 20 gramos de cada una, de la clasificación
A, y se colocaron en bolsas chicas de papel encerado para ser llevadas al laboratorio de
Biotecnología de Alimentos del INIFAP-CEBAJ.
123
Cuadro 1. Clasificación manual de las gomas de mezquite y huizache
Características Categorías o clases de goma de mezquite y huizache
A B C Remanente
Integridad de la Entera Entera Entera y Entera y
lágrima fraccionada pulverizada
Tamaño por lágrima > 1.00 cm > 1.00 cm < 1.00 cm < 0.15 cm
Tonalidad en Clara y ambarina Ambarina Obscura Negra
lágrima entera clara
Impurezas Ninguna Trazas Notorias Muy
abundantes abundantes
Se determinó el análisis químico proximal para ambas especies con los siguientes
métodos: proteína cruda de acuerdo con Villegas y Mertz (1970), por el método de Micro-
Kjeldahl; la humedad, cenizas y extracto etéreo de acuerdo con la AOAC (1990); la fibra dietaría
total a través del método gravimétrico enzimático descrito por Prosky et al. (1988) con ligeras
modificaciones; los carbohidratos se determinaron por la diferencia de peso con 100 gramos de
muestra, restando la suma del contenido de proteína, extracto etéreo, cenizas y fibra dietaría
total y los taninos. Se cuantificaron los taninos condensados de acuerdo al ensayo de vainillina
de Desphande y Cheryn (1985).
Resultados y discusión
124
Cuadro 2. Usos múltiples de especies arbóreas y arbustivas en el Sureste de Guanajuato
Nombre Nombre Familia Descripción Uso locales
Común Científico
Cabello de Calliandra Fabaceae Arbusto de 1 Ornamental.
Ángel o anomala a 4m de
Timbillo MacBride altura; flor
rosa fuerte
Cuáquil Celtis caudata Ulmaceae Árbol de 2 a Leña, madera,
Planch. 12m de altura elaboración de trompos,
mangos de
herramientas, medicinal,
melífero.
Colorín Erythrina Fabaceae Árbol no Melífero.
flabelliformis mayor de 4m
Kearney de altura
Copalillo Bursera Burseraceae Árbol de 3 a Artesanal, ceremonial,
cuneata Engl. 10m de altura incienso, aceite
aromático, madera,
leña.
Flor de Mayo Plumeria rubra Apocynaceae Árbol menor a Ornamental (en jardines
o Cacaloxuchil L. 8m de altura con influencia
prehispánica),
recuperador de suelos,
melífero, leña.
Cachiripo Mimosa Fabaceae Arbusto de 1 Forrajero, leña, cercos
lacerata Rose a 3m de altura vivos, elaboración de
mangos de
herramientas.
Frutilla Vallesia glabra Apocynaceae Arbusto Madera resistente para
(Cav.) Link menor a 5m. uso local, melífero.
Garambuyo Myrtillocactus Cactaceae Arbusto de 1 Artesanías, frutos con
geometrizans a 3m de altura pigmentos, taninos,
(Mart.) alcaloides,
Console antioxidantes, forraje.
Granjeno Condalia Rhamnaceae Árbol de 1 a Frutos y alimento de la
Prieto mexicana 7m de altura fauna silvestre.
Schlechtl. var.
Mexicana
Huizache o Acacia Fabaceae Arbusto de 1 Forrajero, melífero,
Yondiro farnesiana (L). a 3m de altura leña, corteza con
Willd. taninos, medicinal,
goma, esencias
aromáticas y colorantes.
Huizache Acacia Fabaceae Arbusto de 1 Forrajero, melífero,
Chino shaffneri a 3m de altura leña, corteza con
Herm. taninos, medicinal,
goma, esencias
aromáticas y colorantes.
125
Nombre Nombre Familia Descripción Uso locales
Común Científico
Mezquite Prosopis Fabaceae Árbol de 2a Forraje, carbón, leña,
laevigata 7m de altura frutos y goma.
Humb.
Mezquitillo Acacia Fabaceae Arbusto de 1 Forrajero, cercos vivos y
constricta a 3m de altura artesanías.
Benth.
Lantrisco Pistacia Anacardiaceae Arbusto de 2 Taninos en hojas, leña,
mexicana a 5m de altura perfumes, recuperador
HBK. de suelos.
Órgano Pachycereus Cactaceae Alturas Ornato y cercos vivos.
Columnar spp. mayores de
3m.
Palo en Cruz Randia Rubiaceae Arbusto de Madera de uso local y
o Crucillo blepharodes uno a 3m de elaborar resorteras,
Standl. altura cercos vivos,
medicinales y melíferos.
Palo Blanco o Albizzia Fabaceae Árbol de 2 a Forraje, medicinal,
Bolillo occidentalis 10m de altura melífero y leña.
T.S.
Brandegee
Palo Dulce o Eysenhardtia Fabaceae Árbol de 2 a Madera dura, postes,
palo azul. polystachya 8m de altura cercos vivos, leña,
(Ortega) Sarg. carbón, melífera,
medicinal, antibiótico
natural para gallinas.
Palo Prieto o Lysiloma Fabaceae Alturas Madera para postes,
quiebrahacha divaricata menores de cercos vivos, medicinal,
(Jacq.) 5m leña y taninos.
MacBride
Pirimo Verbesina Asteraceae Arbusto de 1 Leña y ornato.
Amarillo pietatis a 5 m de
McVaugh altura
Tepame Acacia Fabaceae Árbol de 2 a Forrajero, leña, carbón,
pennatula 12m de altura flores para perfumes,
Schldl. pomadas y medicinal.
Uña de Gato Mimosa Fabaceae Arbusto Madera para mangos de
fasciculata menor de 2m herramientas; cercos
Benth. de altura vivos, y leña.
126
Las especies forrajeras más utilizadas son: mezquite, palo prieto, tepame, cachiripo,
huizache y mezquitillo. Son especies apetecidas por caprinos, aunque también la madera es
utilizada como leña principalmente la del palo prieto debido a la configuración morfológica del
tallo, ya que al ramificar adquiere un grosor apropiado sin necesidad de fragmentarlo para su
uso. A pesar de esta diversidad de especies y usos, el mezquite y huizache representan un
símbolo regional y pueden representar otros usos adicionales.
127
Cuadro 3. Producción de goma de mezquite (F1=18/abril, F2=17/mayo
y F3=20/junio).
Tratamiento F1 F2 F3 Rendimiento (g)
1 9.3 0 0 9.3
2 89.0 58 62 209.2
3 56.0 86 65 207.6
4 12.0 0 0 11.5
5 0.0 0 0 0.0
128
La similitud entre la goma arábiga y la de mezquite es conocida, pero no, entre la goma
de huizache que, según los resultados obtenidos en su composición química proximal, la supera
en calidad.
Ambas gomas pueden ser potencialmente sustitutas de la goma arábiga ya que cumplen
con todas las especificaciones de los parámetros evaluados. En nuestro análisis la goma de
huizache presenta un menor contenido de taninos, comparada con las otras dos. En contraste
es la que presenta el contenido más alto de proteína y nitrógeno. Humedad y cenizas son
bastante similares en ambas especies.
129
Con la aplicación del etileno se puede incrementar el exudado de la goma y con ello su
producción a un precio muy accesible para los productores ya que el litro de etileno cuesta
alrededor de $ 350.00, y con la aplicación de 0.5ml, se podría aplicar en una densidad de
alrededor de 2000 árboles.
Conclusiones
Esta investigación muestras que es posible acelerar la extracción de goma del mezquite
y huizache sin embargo, la cantidad de goma de huizache es más promisoria que de la goma
de mezquite ya que la relación del rendimiento del primero frente al segundo fue de 5 a 1.
Ambas gomas de mezquite y huizache tienen similitud e incluso mejora los parámetros
requeridos por la FDA para el uso de la goma arábiga en la industria alimenticia, ya que las
impurezas y los taninos son inferiores en las gomas de Acacia farnesiana y Prosopis laevigata,
por lo que ambas gomas podrían ser un producto sustituto.
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Capítulo 7
La diversidad arbórea y belleza escénica de la selva y el manglar
en Xpu Ha Palace, Quintana Roo, México
Adriana Velázquez Ortega1, Javier Castañeda Rincón2, Beatriz Cecilia Aguilar Valdez3, David
Delgado Viveros4, y Juan Juárez Méndez2
Resumen
Esta investigación analizó la diversidad arbórea de selva y manglar, en el parque hotel
ecológico Xpu Ha Palace, Quintana Roo, con el índice de diversidad de Shannon; determinó el
Índice de Valor de Importancia (IVI) de cada especie y realizó una comparación para conocer
la similitud florística de cada sitio con el índice de Jaccard. Se aplicaron encuestas a los turistas
para evaluar la belleza escénica. El área de selva conservada fue la más diversa con 55
especies. Las especies con el IVI más alto en las tres áreas de selva fueron Bursera simaruba,
Calyptranthes pallens, Dyospiros anisandra y Talisia olivaeformis; en el manglar fue Rhizophora
mangle. Las similitudes florísticas entre la selva conservada y la de manejo fue del 63%, en
tanto en las áreas de manglar con manejo y conservada fue del 90%. Respecto a belleza
escénica, los entrevistados expresaron gusto por los sitios ecoturísticos, pero no tienen claridad
del concepto.
136
Introducción
La humanidad tiene el reto de encontrar el punto de equilibrio entre su constante
desarrollo y el manejo adecuado de los ecosistemas, para lograr un desarrollo sustentable para
las generaciones futuras.
El lugar donde se llevó a cabo esta investigación fue en Xpu Ha Palace ubicado en el
estado de Quintana Roo, México. Se trata de un parque - hotel ecoturístico, inmerso entre las
áreas de la selva y el manglar que hay en el terreno, que ofrece un ambiente en convivencia
con la naturaleza a sus visitantes. Tiene una Unidad para la conservación y manejo de la vida
silvestre (UMA) tipo zoológico, en este lugar realizan trabajos de conservación de flora y fauna
nativa de la Península de Yucatán desde 1999; además, se llevan a cabo buenas prácticas
ambientales para el uso sustentable de los recursos naturales, el personal que labora en la
empresa recibe la capacitación necesaria para implementar las prácticas ambientales en sus
áreas de trabajo como son: separación de los residuos que se generan, uso racional del agua
y los energéticos, respeto hacia la flora y fauna, participación en las diversas campañas
ambientales que se llevan a lo largo del año: separación de residuos generados en sus hogares,
limpieza de playa, liberación de tortugas marinas en la temporada de anidación, reforestaciones,
entre otras.
El tema de la biodiversidad, ha sido más estudiado en países como Costa Rica, Ecuador,
Brasil e Indonesia, mientras que la belleza escénica en España, Francia, EUA, Canadá y Cuba,
en donde el conocimiento generado ha permitido se desarrollen proyectos ecoturísticos y de
turismo rural exitosos a partir de conocer el valor económico, ecológico y social de sus áreas
naturales (Toledo y Ordoñez, 1998).
El objetivo general de este trabajo fue comparar la diversidad arbórea de la selva en las
áreas de vegetación conservada, conservada con manejo y la de manejo, igualmente en las
áreas de conservación y manejo del manglar en el parque hotel ecológico Xpu Ha Palace,
Quintana Roo, para conocer su grado de conservación y proponer medidas para la preservación
de la misma diversidad arbórea y la belleza escénica del lugar, como resultado de los programas
ambientales como el de la reproducción de la flora nativa que se llevan a cabo para contribuir a
su conservación y al embellecimiento del lugar.
Materiales y métodos
En este estudio se determinaron los parámetros cuantitativos para medir la vegetación
de selva y manglar: dominancia, frecuencia y densidad. Con esta información se obtuvo el Índice
de Valor de Importancia (IVI) de cada una de las especies y a través del índice de Jaccard se
determinó la similitud florística que existe entre las áreas de comparación para la selva: la
conservada, la conservada con manejo y la de sólo manejo y para el manglar el área conservada
y la de manejo. Para conocer la diversidad existente en Xpu Ha, se usó el índice de Shannon –
Wiener, (Franco et al., 1995 y Magurran, 1989), la información que se obtuvo en campo fue
139
analizada con apoyo del programa de cómputo Biodiversity Professional (McAleece,
Lambshead y Paterson, 1997) utilizado por Mayorga y Vásquez, (2000).
La zona de estudio tenía una superficie total de 14.3 hectáreas, fue dividida en tres áreas
para la realización del trabajo, se denominaron de la siguiente manera:
La zona de manglar tenía una superficie total de 4.7 hectáreas, se dividió en dos áreas
denominadas de la siguiente manera: Manglar conservado con una superficie de 2 ha y Manglar
con manejo con 2.7 ha.
Para determinar el tamaño de muestra en la selva se trazó inicialmente una parcela con
un área de 40 x 50 m2 como se muestra en la Figura 1, la cual a su vez se subdividió en
cuadrados de 10 x 10 m2 (Flores y Álvarez-Sánchez, 2011), el muestreo fue totalmente
aleatorio. Se utilizó la metodología sugerida por Magurrán (1988), consistió en realizar una
140
curva de diversidad para determinar la estación más diversa probable, se obtuvo el tamaño
mínimo de muestra de 400 m2 para cada uno de los 6 sitios dentro de las tres áreas de selva a
comparar, dando un total de 24 sitios muestreados. En campo se tomaron los datos del diámetro
a la altura del pecho (DAP) y el área basal de cada árbol que se encontró dentro de los 400 m 2
para determinar los parámetros cuantitativos de la vegetación.
141
Figura 2. Metodología del transecto usado para muestrear la vegetación del manglar
Para el caso de los árboles de Rhizophora mangle, cuando no fue posible medir el
diámetro a 1.3 m por su dimensión o algún otro factor, éstos fueron medidos 30 cm por arriba
de la altura de las raíces llamados “zancos”, (Valdez, 1991). Además, se registró la presencia
de las plantas epífitas (bromelias y orquídeas) que se encontraban sobre los árboles de mangle
y se documentó vía fotografía, para su conservación y el enriquecimiento de la belleza escénica
del lugar.
142
estímulo visual, se consigue simplificar la metodología. También se aplicó una encuesta
(Aguilar, 2003), que ayudó a conocer las razones de la elección del turista sobre la imagen
elegida.
Para el método de “Paisaje como unidad de análisis”, se eligieron fotografías de los dos
escenarios a compararse, el parque hotel ecoturístico Xpu Ha Palace y de los hoteles
convencionales que hay en el mismo Estado. A las fotografías de los hoteles convencionales
se les llamó imagen A y a las fotografías de Xpu Ha Palace se les llamó imagen B, se muestran
en las Figuras 5 y 6, en el Anexo I. La encuesta tenía 10 preguntas, en su mayoría con
respuestas de opción múltiple.
𝑧 2 ∙ pq
𝑛=
𝑑2
Donde:
q=1–p
z = 1.96
Resultados y discusión
El sitio con mayor diversidad arbórea fue en la selva conservada con un total de 28
especies diferentes, mientras que el sitio menos diverso fue en el área de selva conservada con
manejo, con tan sólo 12 especies. En el caso de la selva conservada con manejo, el resultado
puede deberse a que es un área en la que no se lleva a cabo el programa de reforestación, es
un área en la que se ha dejado la sucesión ecológica haga su trabajo. Los datos obtenidos
indican se establezca también para ésta área el programa de rescate de semillas o plántulas
para su reproducción en el vivero y su posterior reforestación.
En la selva con manejo se obtuvieron 21 especies diferentes, con base en los resultados
obtenidos se sabe que hay especies arbóreas no presentes en comparación con la selva
conservada. En ésta área el programa de reforestación tenía 12 años realizándose y hasta ese
momento no se había hecho algún estudio que indicara si se estaba cumpliendo con los
objetivos de conservar la diversidad arbórea del sitio.
144
Cuadro 1: Especies arbóreas con Índice de Valor de Importancia (IVI) >10 en al menos un sitio
Árbol Selva Selva conservada con Selva con
conservada manejo manejo
Bursera simaruba 33.00 14.94 14.17
Calyptranthes pallens 18.45 28.36 32.82
Dyospiros anisandra 18.40 19.66 29.28
Talisia olivaeformis 17.68 25.10 8.42
Hyperbaena winzerlingii 21.93 11.62 9.13
Psidium sartorianum 12.92 19.92 12.44
Metopium brownei 16.87 2.19 6.84
Gymnopodium 6.23 9.96 12.81
floribundum
Neea psychotrioides 5.18 9.56 12.21
Acacia gaumeri 9.13 10.33 2.39
Caesalpinia 8.11 10.31 5.26
yucatanensis
Utilizando los valores del IVI identificamos 5 especies arbóreas con menor presencia, es
decir, que sólo se observaron en una de las tres áreas de muestreo, las cuales se muestran en
el Cuadro 2:
Cuadro 2. Especies arbóreas con Índice de Valor de Importancia (IVI) <10 presentes en un sólo sitio.
Árbol Selva Selva conservada con Selva con
conservada manejo manejo
Sabal japa 1.05 0.00 0.00
Ceiba pentandra 0.00 0.99 0.00
Chloroleucon mangense 3.63 0.00 0.00
Coccoloba spicata 0.00 0.00 1.94
Sideroxylon gaumeri 0.84 0.00 0.00
Los resultados obtenidos con el índice de Jaccard fueron los siguientes: en la selva
conservada y selva conservada con manejo se obtuvo una similitud florística de 66.07%, en la
selva conservada con manejo y la selva con manejo se obtuvo un valor de 66.12% y finalmente
en la selva conservada y la selva con manejo se obtuvo un valor de 63%.
145
Los valores mostraron que las áreas de estudio resultaron ser florísticamente muy
similares entre sí, pero cuando se hace la comparación florística entre la selva conservada y la
selva con manejo se observa una mayor diferencia en los valores dando como resultado 63%,
esto puede deberse como ya se dijo anteriormente a que en el área conservada no se realizan
ningún tipo de actividades que interfieran con los procesos naturales de crecimiento,
esparcimiento y diversificación de especies, mientras que en el área de manejo sí las hay, existe
un aprovechamiento turístico con diversas actividades y éstas han ocasionado haya una menor
diversidad de especies en el área a pesar de que existe un programa continuo de rescate y
reubicación de especies arbóreas y uno de reforestación con las mismas especies nativas.
Otro factor que se tiene que considerar en la diversidad de especies presentes en cada
área es que Xpu Ha se encuentra en un lugar que constantemente está expuesto a fenómenos
meteorológicos como los huracanes o a desastres naturales como los incendios forestales, los
cuales en años anteriores han afectado e impactado el crecimiento natural de las áreas de
vegetación.
Es importante mencionar que las selvas bajas caducifolias o selvas secas son un
ecosistema tropical altamente diverso, no sólo en cuanto a riqueza de especies sino también
rico en endemismos (especies que habitan exclusivamente en una determinada región). Se
estima que cerca del 60% de las especies presentes en este ecosistema son exclusivas de
México y casi el 20% de la flora de nuestro país corresponde a este tipo de vegetación
(Rzedowski, 1992). Sin embargo, a pesar de esta gran riqueza biológica, tanto la selva húmeda
como la seca, son quizá los ecosistemas más amenazados, ya que presentan las mayores tasas
de deforestación y fragmentación a nivel nacional (Dirzo, Aguirre-Armando y López, 2009).
En las dos áreas de estudio del manglar tanto la conservada como la de manejo, sólo se
localizaron tres especies de árboles (Cuadro 5, Anexo II): Rhizophora mangle, Laguncularia
racemosa y Conocarpus erecta, al respecto en un estudio realizado Trejo, Durán y Olmsted,
(1993) y por Agraz-Hernández, García-Carlos, Osti y Chan (2009), reportan la presencia de
estas mismas especies para toda la zona de la península de Yucatán (Campeche, Yucatán y
146
Quintana Roo), además de una cuarta especie de mangle Avicenia germinans, la cual en el
caso del terreno de Xpu Ha no está presente.
Encontramos que los árboles de Rhizophora mangle obtuvieron los valores más altos del
IVI con 199.83 en el área conservada y de 180.23 en el área con manejo, le siguió Laguncularia
racemosa con un valor de 98.23 en el área con manejo y de 59.09 en el área conservada y
finalmente Conocarpus erecta obtuvo un valor de 41.08 en el área conservada y de 21.54 en el
área con manejo (Cuadro 5, Anexo II).
Plantas epífitas
Las plantas epífitas: orquídeas y bromelias que se localizaron en las dos áreas de
muestreo del manglar fueron las que se enlistan en el Cuadro 3.
En ambas áreas del manglar se observó que las plantas epífitas crecen sobre los troncos
de las tres especies de árboles, hay zonas donde existe dominancia de la especie
Myrmecophilla christinae, se cree se debe a que los troncos y en sí todo el árbol ofrece las
condiciones necesarias que las orquídeas requieren para reproducirse y crecer.
147
Se observó sólo a Myrmecophilla christinae con floración (Figura 3 a y b), en un estudio
realizado por de Bayona e Ibarra-León (2009), reportan ésta se presenta del mes de mayo hasta
septiembre para ésta especie. Mientras que las bromelias de las especies de Tillandsia
dasyliriifolia y Aechmea bracteata (Figura 4 a y b), estaban iniciando con su floración.
a b
Figura 3. (a) Myrmecophilla christinae sobre árbol de Rizophora mangle, (b) Myrmecophilla christinae
con floración (Fotografía de Hortensia Mascareñas)
Cuadro 3. Plantas epífitas localizadas en las áreas de muestreo en Xpu Ha Palace, Quintana Roo,
México
Nombre común en la
Familia Nombre científico
región
Bromeliaceae Aechmea bracteata (Sw.) Griseb. Neh Ku´uk, Gallito
Bromeliaceae Tillandsia dasyliriifolia Baker. X-ch´ú
Tillandsia streptophylla Scheidw. ex
Bromeliaceae X-mulix
C. Moreno.
Tillandsia pseudobaileyi C.S.
Bromeliaceae Gardner subsp. yucatanensis I. Bromelia
Ramírez Canevali y Olmsted.
Orchidaceae Brassavola venosa Lindl. Dama de noche
Myrmecophilla christinae Canevali Orquídea del manglar,
Orchidaceae
y Gómez-Juárez. X-jom ba´ak
148
Se observó que en el área de manglar con manejo se encuentran las mismas especies
de orquídeas que en el área de manglar conservada. En un estudio de Bayona e Ibarra-León
(2009), reportan la presencia de estas mismas especies en los manglares de la zona sur de la
selva maya del estado de Quintana Roo, pertenecen a las 42 especies que han sido registradas
para el estado.
En estudios realizados por Ramírez et al. (2006), mencionan que las plantas epífitas
desempeñan un papel muy importante en la dinámica de las comunidades ya que al
estratificarse verticalmente, desde los troncos de los árboles hasta las copas del dosel, ofrecen
una gran variedad de nichos y recursos que son aprovechados por diversos grupos de animales
como las hormigas, artrópodos, anfibios, aves, etcétera, contribuyendo al incremento de la
biodiversidad de las comunidades donde se encuentran.
Las plantas epífitas, principalmente las de tipo roseta siendo la más representativa
Aechmea bracteata, Figura 4(a) acumulan grandes cantidades de agua entre sus hojas,
proporcionando una vía alterna en la dinámica de este recurso dentro de la selva, además, la
biomasa de las epífitas establecida en las ramas interiores de los árboles, alberga un alto
contenido de nutrimentos esenciales como fósforo y nitrógeno los cuales posteriormente son
reciclados, brindando rutas alternas al ciclo de nutrimentos y a la dinámica del agua en las
comunidades (Ceja et al., 2008).
149
a b
Figura 4. (a) Aechmea bracteata con floración, (b) Tillandsia dasyliriifolia, Tillandsia streptophylla y
Brassavola venosa sobre Rizhophora mangle
Belleza escénica
El servicio ambiental que aporta la belleza escénica es fundamental para el equilibrio del
ser humano. Además, se vincula con la conservación de las áreas naturales, tanto las
protegidas por la ley ambiental como aquellas que no lo están, en la medida en que puede
generar un encadenamiento de actividades productivas que fomenten el desarrollo comunitario
sobre bases de sustentabilidad (SEMARNAT, 2003).
El resultado del gusto de los turistas entrevistados para decidir el lugar donde pasar sus
vacaciones por el tipo de imágenes que eligieron fue el siguiente: el 16.5% asignaron una
calificación como máxima de 10 al grupo de imágenes A, el 37% al grupo de imágenes B, el
31% dieron 10 de calificación a ambas imágenes y al 15.5% asignaron una calificación de 0 ó
5 e indicaron que les eran indiferentes las imágenes, pero que disfrutaban mucho sus
vacaciones en el estado de Quintana Roo.
150
Los resultados indicaron que al 37% de los entrevistados después de observar la opción
de las imágenes B, se mostraron interesados por conocer el concepto de un hotel ecoturístico
como Xpu Ha, lo consideraron como una alternativa para disfrutar sus vacaciones en familia y
consideraron de interés para ellos y sus hijos participar en las actividades ambientales que ahí
se llevaban a cabo.
En los resultados por componentes principales (Cuadro 6, Anexo III), las variables que
influyeron en la toma de decisiones del turista entrevistado fueron las siguientes:
151
En los resultados obtenidos en el análisis por conglomerados, se obtuvo una similitud
entre las respuestas de 52 entrevistados de las cuales de México fueron 35, de USA 13, Canadá
2, España 1 y Finlandia 1. Se observó que la mayoría de los entrevistados dieron en sus
respuestas una calificación de 10 al grupo de imágenes A, que pertenecen a la opción del
turismo convencional, pero hay una contradicción ya que también expresaron les gusta mucho
disfrutar de la naturaleza y su belleza durante sus vacaciones, consideran importante que
existan lugares en México dedicados al cuidado de la naturaleza para conservarla, disfrutarla y
conocer más de ella. Ésta respuesta ayuda a determinar que el 50% de los entrevistados
desconocen el concepto de ecoturismo y que al respecto existe todo un campo de oportunidad
para proporcionar la información necesaria a los visitantes sobre este concepto de turismo y de
las opciones que existen en el estado de Quintana Roo y en general en México.
Xpu Ha Palace es un parque hotel ecoturístico que cumple con los objetivos de la política
nacional turística (PNT) y del plan nacional de desarrollo (PND) 2013-2018, (Secretaría de
Turismo, [SECTUR], 2013): Impulsar el ordenamiento y la transformación del sector turístico,
impulsar la innovación de la oferta y elevar la competitividad del sector turístico, impulsar la
sustentabilidad y que los ingresos generados por el turismo sean fuente de bienestar social.
Otro de los resultados obtenidos fue que los entrevistados coincidieron que prefieren
observar la fauna silvestre en su ambiente natural, por respeto a la fauna y para su
conservación, para conocer en un futuro más de las especies y para seguir disfrutando
observarlas.
Les gustaría mucho conocer la selva y el manglar a través de caminatas por senderos
interpretativos, así como poder participar en talleres ambientales, eligieron como actividades
preferidas la de educación ambiental, liberación de fauna silvestre a su medio natural como la
tortuga marina, limpieza de playas y reforestaciones.
152
En cuanto a su gusto por la gastronomía la comida típica fue su preferida y finalmente
expresaron que visitan el estado principalmente por sus bellezas naturales, por su cultura y
tradiciones y por la infraestructura hotelera con la que cuenta.
Conclusiones
Las actividades de manejo en las áreas de selva y manglar que durante 12 años han
realizado en Xpu Ha Palace, han contribuido en gran parte a la conservación y preservación
de la diversidad de la flora nativa, así como a la belleza natural del lugar, siendo una opción del
gusto de los turistas tanto nacionales como extranjeros que visitan el estado de Quintana Roo
y sobre todo es un buen ejemplo de la preservación de los recursos naturales para el cuidado
del ambiente, en una industria con derrama económica tan importante para México como es el
ecoturismo.
Las actividades ecoturísticas que se realizan en Xpu Ha Palace son un ejemplo viable de
desarrollo sustentable para la generación de beneficios ecológicos, económicos y sociales para
las comunidades del entorno siendo una fuente de empleo y sustento familiar.
Recomendaciones
De acuerdo con el estudio, se requiere brindar mayor información al visitante sobre las
diversas opciones de ecoturismo que puede encontrar en el estado de Quintana Roo, México.
153
Es importante realizar futuras investigaciones sobre los beneficios que genera Xpu Ha
Palace para determinar su viabilidad social y económica en la conservación de los recursos
naturales del lugar, tomando en cuenta los programas de manejo de conservación de la flora y
la fauna nativa, el manejo y ahorro de agua y energía eléctrica, el manejo y disposición de
residuos, el programa de educación ambiental dirigido a los turistas y a la capacitación que
reciben los colaboradores de la empresa.
Literatura citada
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Programa Nacional de Investigación en Recursos Naturales y Ecología. México.
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156
ANEXO I.
Imagen
A
157
Imagen
B
158
ANEXO II.
Cuadro 4. Especies arbóreas y su Índice de Valor de Importancia (IVI) de la selva de Xpu Ha Palace, Quintana Roo, México.
Familia Nombre científico Nombre común Selva Selva conservada Selva con
maya Conservada y con manejo manejo
Anacardiaceae Metopium brownei (Jacq.) Chechem, 16.87 2.19 6.84
Urban Boxchechem,
Kabal chechem
Apocynaceae Plumeria obtusa L. / Plumeria Flor de mayo 2.02 2.63 1.85
rubra
Apocynaceae Thevetia gaumeri Hemsl. Akits, Acits, 4.49 6.56 3.95
Sakits.
Arecaceae Coccothrinax readii Nacax * 1.99 6.90 5.82
Arecaceae Pseudophoenix sargentti W. Caribeña, Kuka, 0.00 0.76 0.65
Wendland ex Sargent Ya´axhalalche **
Bombacaceae Ceiba pentandra (L.) Gaertn. Ceiba, pochota, 0.00 0.99 0.00
yaxché
Bombacaceae Ceiba schottii Britten & Baker Pi´im, pochote 0.00 2.67 0.32
Boraginaceae Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Bojom 0.00 0.20 0.44
Oken
Boraginaceae Cordia dodecandra A.DC. Siricote, 5.92 3.20 4.26
chakopté, k´an-
k´opté, kopté
Burseraceae Bursera simaruba (L.) Sarg. Chacá, Palo 33.00 14.94 14.17
mulato, Chacah.
Capparidaceae Capparis cynophallophora L. Box ché 1.34 1.16 0.32
Ebenaceae Diospyros anisandra S.F. Blake Siliil, k'ak'alche 18.40 19.66 29.28
159
Familia Nombre científico Nombre común Selva Selva conservada Selva con
maya Conservada y con manejo manejo
Erythroxylaceae Erythroxylum rotundifolium Ikil ché, Baak 2.23 3.54 2.78
Lunan soot´s, X-ik´ché
Euphorbiaceae Croton aff. glabelus L. Peskuts 0.00 2.21 0.53
Euphorbiaceae Dalechampia schottii Mo´ol koh, Mool 0.23 1.84 0.15
koh
Euphorbiaceae Sebastiana adenophora Pax & Chechem blanco, 3.19 7.72 1.36
K. Hoffm. veneno ché, sak
chechem
Fabaceae Acacia collinsii Saff. Subin, cornezuelo 3.19 2.02 0.65
Fabaceae Acacia gaumeri S.F. Blake Box catsim 9.13 10.33 2.39
Fabaceae Bauhinia divaricata L. Tsuruktoh 4.27 1.43 4.18
Fabaceae Bauhinia jenningssi P. Wilson Ts´uru´tok´, cola 1.53 0.88 1.91
de gallo, pata de
venado.
Fabaceae Bauhinia variegata L. Pata de vaca, 3.59 3.31 5.05
Ts'ulubtok, u y oc
wacax, Ts´uru´tok
Fabaceae Caesalpinia gaumeri Greenm. Kitinché 1.71 0.10 5.56
Fabaceae Caesalpinia mollis (Kunth) Chakte´ 0.00 3.26 2.14
Spreng
Fabaceae Caesalpinia yucatanensis Tak ´inché, Top 8.11 10.31 5.26
Greenm. lajum, Topk´um
Fabaceae Chloroleucon mangense (Jacq.) Yaxek´ 3.63 0.00 0.00
Britton & Rose.
Fabaceae Gliricidia sepium (Jacq.) Kunth Sak ya´ab, Balché 3.19 3.68 6.90
ex Walp. keej, Cocoite.
Fabaceae Lonchocarpus rugosus Benth. Kanasin 0.45 1.01 0.00
Fabaceae Lysiloma latisiliquum (L.) Benth. Boox Tsalam, 0.52 0.81 1.22
Tsalam, Dzalam,
Tzalam, Tzukté
160
Familia Nombre científico Nombre común Selva Selva conservada Selva con
maya Conservada y con manejo manejo
Fabaceae Piscidia piscipula (L.) Sarg Ja´abin, Jabín, 3.59 4.91 5.46
Habín,
Fabaceae Pithecellobium dulce (Roxb.) Tsiuche, Ts´iuché 1.35 7.27 8.72
Benth
Fabaceae Platymiscium yucatanum Subinché 7.63 3.17 3.71
Standley
Fabaceae Senna racemosa (Mill.) H.S. Xk´anlol, X- 0.56 2.04 0.00
Irwin & Barneby k´anlol ché
Flacourtiaceae Casearia nitida (L.) Jacq. Xi´imché, Ixi´im 1.66 0.45 0.00
ché
Flacourtiaceae Laetia thamnia P. Browne ex L. Chauche´ 6.23 2.82 5.52
Flacourtiaceae Samyda yucatanensis Standl. Puus mucuy, 1.04 4.68 3.20
Puuts´ mukuy,
Limonché,
Malvaceae Hampea trilobata Standley Majahua, Hool, 1.99 4.46 3.24
Moho.
Malvaceae Helicteres baruensis Tsutsup 0.40 1.10 2.36
Menispermaceae Hyperbaena winzerlingii Standl. Naranjillo, X- 21.93 11.62 9.13
chooch kitam
Moraceae Brosimum alicastrum Sw. Ramón, Ox 3.33 4.89 3.47
Moraceae Ficus cotinifolia Kunth / Ficus Álamo, copó, 1.77 5.51 7.04
maxima Miller higuerón
Moraceae Chlorophora tinctoria (L.) Mora 0.40 0.02 0.80
Gaudich. Ex Benth.
Myrsinaceae Parathesis cubana (A. DC.) Plomoche´ 3.59 8.09 4.66
Molinet & M. Gómez
Myrtaceae Calyptranthes pallens Griseb. Chakni, K´a´ak 18.45 28.36 32.82
koolebil
Myrtaceae Psidium sartorianum (Bergius) Guayabillo, X- 12.92 19.92 12.44
Nied. pichi´che´
161
Familia Nombre científico Nombre común Selva Selva conservada Selva con
maya Conservada y con manejo manejo
Nolinaceae Beaucarnea pliabilis (Baker) & Tsipil, (oiispil), 2.43 0.45 0.32
Rose despeinada *
Nyctaginaceae Neea psychotrioides J. D. Smith Ta´ts´i, tatsi 5.18 9.56 12.21
Piperaceae Peperomia obtusifolia (L.) A. K´aan chunuup, 9.44 4.39 4.16
Dietr. Mata palo
Polygonaceae Coccoloba spicata Lundell Boob, boobche´, 0.00 0.00 1.94
x-boobche´
Polygonaceae Gymnopodium floribundum Ts´i´ts ilché 6.23 9.96 12.81
Rolfe
Polygonaceae Neomillspaughia emarginata Sak its´a 2.13 1.99 1.09
(Gross) Blake
Rhamnaceae Colubrina greggii S. Watson var. Pimientaché, puc- 1.20 0.00 2.93
yucatanensis M.C. Johnst. yim, yax-puc-yim,
pook'im - (Kaxil),
balsamo de los
Mayas
Rhamnaceae Karwinskia humboldtiana (J.A. Lu´umché, 0.00 0.59 3.44
Schultes) Zucc. pimientillo
Rhamnaceae Krugiodendron ferreum (Vahl) Chintok´, Quiebra 2.80 0.92 1.55
Urb./ Caesalpinia vesicaria L./ hacha
Acacia dolichostachya
Rubiaceae Alseis yucatanensis Standl. Ja´as ché, 4.86 5.52 5.99
Haasche,
Kakaoche,
Tabaquillo,
Papelillo, K´utsché
Rubiaceae Antirhea lucida (Sw.) Benth & Palo de rosa 8.82 2.70 2.19
Hook. f.
Rubiaceae Guettarda combsii Urban Tastab 0.11 0.13 8.11
Rutaceae Esenbeckia berlandieri Baill. Naranjoche´ 0.58 1.57 1.18
Subsp. Berlandieri
162
Familia Nombre científico Nombre común Selva Selva conservada Selva con
maya Conservada y con manejo manejo
Sapindaceae Exothea diphylla (Standley) Wayamcox 1.71 0.37 1.63
Lundell
Sapindaceae Talisia olivaeformis (HBK.) Guaya, Uayab, 17.68 25.10 8.42
Radlk. Uayum.
Sapotaceae Manilkara zapota (L.) v. Royen Chicozapote, Ya, 6.42 5.45 4.91
Chicle, Sak ya
Sapotaceae Pouteria campechiana (Kunth) Kaniste´ 6.45 3.79 5.18
Baehni
Sapotaceae Sideroxylon gaumeri Pittier Caracolillo 0.84 0.00 0.00
Ulmaceae Trema micrantha (L.) Blume Sakpixoy 0.13 0.00 0.48
Verbenaceae Vitex gaumeri Greenm. Ya´axnik 2.68 1.17 5.99
* Especie endémica
** Especie no endémica y amenazada
163
Cuadro 5. Árboles de manglar y su Índice de Valor de Importancia (IVI) en Xpu Ha Palace Quintana Roo, México.
Manglar con Manglar Distribución
Familia Especie Nombre común
manejo conservado y categoría
Conocarpus No endémica
Combretaceae Mangle botoncillo 21.54 41.08
erecta y Amenazada
164
ANEXO III.
Cuadro 6. Resultados para belleza escénica que determinaron la influencia del factor en la toma de decisiones
con relación a los componentes de las imágenes A y B y de la encuesta.
Componente Componente
Factor Componente 1
2 3
Imagen A 0.4162 0.3245 0.3017
Imagen B -0.7145 -0.0652 -0.0075
Gusto por la naturaleza 0.8237 0.0120 -0.0736
Actividades acuáticas 0.0000 0.0000 0.0000
Actividades terrestres 0.0187 -0.4248 -0.4713
Conocen Ecoturismo 0.5062 -0.1001 0.1466
Importancia de lugares ecoturísticos 0.2052 0.2601 0.5368
Por qué la importancia de lugares
-0.1754 -0.2686 -0.5552
ecoturísticos
Observar la fauna en ambiente natural 0.0000 0.0000 0.0000
Razones para observar fauna -0.1848 -0.1466 0.2998
Conocer de la Vegetación Selva y manglar 0.3650 0.0321 -0.4753
Actividad de Taller ambiental 0.2113 -0.7311 0.0438
Por qué elegir ese taller ambiental -0.2291 -0.4674 0.1753
Tipo de comida 0.3613 -0.1735 0.2783
Razones para visitar el Estado 0.2875 -0.5639 0.1260
165
Capítulo 8
Nutrición para el rápido crecimiento de plantas de caoba
(Swietenia macrophylla King)
Ranferi Maldonado Torres1, Edna Álvarez-Sánchez1, Amparo Borja de la Rosa2, Marcela
Karina Mora Patiño1
Resumen
Actualmente hay sobreexplotación de caoba (Swietenia macrophylla), en campo ha
comprometido la estabilidad de los ecosistemas y limitado su desarrollo. La producción de
plantas de calidad en el menor tiempo posible durante su crecimiento en vivero, se convierte en
un reto dentro del manejo sostenible de esta especie. En la presente investigación se generó
una propuesta de manejo nutrimental para promover el desarrollo rápido de brizales de caoba
mediante tratamientos de fertilización y suministro de CO 2. En birzales de caoba cultivados en
macetas de 5 L se evaluó: nutrición mineral balanceada; adición de composta (20 g kg-1);
inoculación con multicepa de micorriza (5 g kg-1); inyecciones de CO2 (1000 µmoles mol-1, flujo
de 5 a 7 L, aplicando una hora, dos veces por semana durante dos meses). El diseño factorial
completo generó 16 tratamientos. Las variables evaluadas fueron: altura, biomasa total y tasa
fotosintética. También se observaron los cambios estructurales del tallo en cortes histológicos.
La nutrición mineral asociada con suministro de CO2, aumentó significativamente altura y
biomasa total. También se manifesto un incremento significativo en diámetro de vasos
vasculares y grosor del último anillo. La fertilización con CO2 y sus interacciones con el resto de
los factores estudiados favoreció la actividad fotosintética.
166
Introducción
La caoba es originaria de América tropical y su distribución abarca desde el norte de
Veracruz, en México, América central, hasta Sudamérica en Colombia, Venezuela, Ecuador,
Brasil, Bolivia y Perú. Por su belleza, color y resistencia, la madera de caoba es muy apreciada
y altamente demandada en el mercado nacional e internacional. Los mayores proveedores de
esta madera son Bolivia, Brasil, Nicaragua y Perú, mientras que los principales mercados de
destino para las maderas preciosas, entre ellas la caoba, son Estados Unidos, Japón y la Unión
Europea. Por su parte, las reservas mundiales de la caoba en las selvas tropicales de Centro y
Sudamérica se encuentran en franco descenso, situación que ha propiciado que el cultivo de
ésta sea una oportunidad de negocio para el abastecimiento de madera de esta especie y la
instalación de plantaciones comerciales. La reducción en la producción se ha debido al deterioro
de las áreas de producción de esta especie, estimadas en 80% para América Central y en 60
% en América del Sur. A pesar de los controles más estrictos de extracción y comercio de esta
madera, las poblaciones naturales han disminuido estrepitosamente, causado por la alta
demanda internacional y precios altamente lucrativos, al aumento de la tala ilegal y los períodos
muy largos de corte en las plantaciones (Mize y Negreros-Castillo, 2006).
167
En respuesta a los problemas mencionados, en los países con potencial forestal para la
caoba se han impulsado programas de reforestación, restablecimiento de las plantaciones con
fines de explotación comercial controlada, pero los resultados han sido escasos. Algunas de las
causas, se han debido a la baja supervivencia de esta especie en campo. Para ello, se requiere
de un manejo nutrimental de los árboles en la fase de vivero que asegure la producción de
individuos vigorosos, tolerantes al estrés durante el trasplante y capaz mantener un alta tasa de
crecimiento desde el momento de la plantación (Román, Vargas, Vaca, Santos y Alarcón, 2001).
Con base en lo anterior, la presente investigación tuvo como objetivo evaluar la respuesta
de una fertilización balanceada combinada con micorriza, composta y dióxido de carbono, en el
rápido desarrollo, acumulación de nutrientes y cambios estructurales en el tejido del tallo, en
plantas de caoba durante la fase de vivero.
Materiales y métodos
Plantas de caoba (Swietenia macrophylla) de cinco meses de edad, con una altura
promedio de 75 cm y con un número de 10 a 15 hojas, se cultivaron en macetas con 5 kg de
capacidad. El suelo utilizado se caracterizó por ser de pH fuertemente ácido (pH 5.5), sin
168
problema de sales (0.18 dS m-1), con un contenido medio (2.56%) de materia orgánica
determinado por el método de Walkley y Black, muy rico (0.31%) en nitrógeno total y bajo en
nitrógeno inorgánico (25 mg kg-1) determinados por Kjeldahl, muy bajo (3.5 mg kg-1) en fósforo
extractable evaluado por el método Bray-1, bajos contenidos de cationes intercambiables
extraídos con acetato de amonio 1 N a pH neutro, potasio (70 mg kg-1), calcio (604 mg kg-1) y
magnesio (59.5 mg kg-1 ). La concentración de micronutrientes extraídos con DTPA, resultó bajo
en zinc (1.5 mg kg-1), muy bajo en manganeso (3.6 mg kg-1), muy bajo en cobre (0.9 mg kg-1) y
alto en hierro (42 mg kg-1) (NOM-182-SSA1-1998).
Los factores estudiados incluyeron la nutrición mediante la aplicación de fertilizantes
minerales, composta, inoculación con cepas de micorriza y aplicación de CO 2 atmosférico. La
dosis aplicada de fertilizante mineral fue de 52.04 mg kg -1 de N derivado de NH4NO3, 49.1 mg
kg-1 P2O5 procedente de NH4H2PO4, 709.1 8mg kg-1 K2O proveniente de K2SO4, 317.82 mg kg-
1 CaO como CaCO3, 35.28 mg kg-1 de MgO suelo de la fuente de MgSO4.7H2O, 3.6 mg kg-1 Fe
como FeSO4.7H2O, 46.4 mg kg-1 de Mn del MnSO4, de Zn fueron 48.6 mg kg-1 como ZnSO4, de
cobre fueron 28.5 mg kg-1 derivado CuSO4.5H2O y 6.7 mg kg-1 B como Na2B8O13.4.H2O. De
composta se adicionaron 4 g kg-1 de suelo, con las siguientes características: 40% de humedad,
38.5% de materia orgánica, 1.5% N, 0.43 % P, 2.64% K, 8.63% Ca, 0.71% Mg, 2152 mg kg -1
Fe, 122 mg kg1 de Mn, 90 mg kg1 de Zn, 14 mg kg1 de Cu y una densidad aparente de 0.64 g
cm-3. El propágulo de hongos endomicorrízicos denominado comercialmente como Endospor,
estaba compuesto por una multicepa (Cigaspora margarita, Glomus mosseae, G. clarum, G.
deseticola, G. etunicatum, G. brasilianum, G. intraradices) y fue aplicado en una dosis de 1 g
kg de suelo-1. Estos materiales se adicionaron disueltos en el agua de riego al momento de
realizar el trasplante.
Para la aplicación de CO2 atmosférico se construyeron dos cámaras con polietileno
transparente, de 3.20 x 1.04 x 2.20 m de largo-ancho-alto, para los tratamientos respectivos. La
aplicación de CO2 (99.97% de pureza) se controló con un regulador de presión calibrado a un
flujo de salida de 10 L minuto-1. El tiempo de aplicación fue de una hora dos veces por semana
durante dos meses. La manguera de inyección se colocó a lo largo de la cámara y contaba con
orificios que permitían una distribución uniforme del gas. La concentración de CO2 en la cámara
después de la aplicación del gas, era de 1000 µl L-1 CO2. La cámara con el tratamiento de CO2
fue mantenida cerrada por 24 horas, después de cada aplicación. Las unidades experimentales
169
sin inyección de CO2 también fueron colocadas en una cámara de polietileno transparente, para
igualar condiciones ambientales en todos los tratamientos. Los tratamientos ensayados se
presentan en el Cuadro 1.
Yijklm = µ +Ni + Mj + Ck + CO2l + (NM)ij + (NC)ik + (NCO2)il + (MC)jk + (MCO2)jl+ (CCO2)kl + (NMC)ijk
+ (NCCO2)ikl +(MCCO2)jkl + (NMCO2)ijl + (NMCCO2)ijkl + Σijklm
I, j, k, l, m= 1, 2
m= 1, 2, 3, 4
170
Donde:
Yijklm = es la observación correspondiente a la repetición m de la combinación de los niveles i, j,
k y l de los factores N, M, C y CO2, respectivamente
µ = es la media general
Ni = es el efecto del nivel i en nutrición mineral
Mj = es el efecto del nivel j en micorriza
Ck = es el efecto del nivel k en composta
CO2l = es el efecto del nivel l en dióxido de carbono
(NM)ij = es la interacción entre los factores Ni y Mj
(NC)ik = es la interacción entre los factores Ni y Ck
(NCO2)il = es la interacción entre los factores Ni y CO2l
(MC)jk = es la interacción entre los factores Mj y Ck
(MCO2)jl = es la interacción entre los factores Mj y CO2l
(CCO2)kl = es la interacción entre los factores Ck y CO2l
(NMC)ijk = es la interacción entre los factores Ni, Mj y Ck
(NCCO2)ikl = es la interacción entre los factores Ni, Ck y CO2l
(MCCO2)jkl = es la interacción entre los factores Mj, Ck y CO2l
(NMCO2)ijl = es la interacción entre los factores Ni, Mj y CO2l
(NMCCO2)ijkl = es la interacción entre los factores Ni, Mj, Ck y CO2l
Variables evaluadas
Crecimiento: Se evaluó la altura de planta (iniciando de la base del tallo hasta el ápice
de éste) y diámetro del tallo (base del tallo a ras del suelo) cada dos semanas, después del
trasplante. Con base en estas variables, se estimó el volumen del tallo de cada planta de caoba.
Al término de cinco meses de crecimiento se cuantificó la biomasa de la parte aérea y de la raíz,
separando cada planta en raíz, tallo y hojas. Cada muestra vegetal se lavó con una solución de
HCl al 1%, agua destilada y agua desionizada, se colocó en bolsas de papel y fue secada en
una estufa de aire forzado a 60 °C, hasta peso constante. Posteriormente se determinó la
biomasa seca total producida.
171
Fotosíntesis: Con un equipo de análisis de gases infrarrojo (IRGA) se determinó
fotosíntesis, en hojas jóvenes totalmente desarrolladas. Las mediciones fueron realizadas cada
dos semanas, procurando hacer la evaluación en el momento de mayor actividad fotosintética,
entre las 11:00 y 13:00 horas del día.
Estructura del tallo: Para evaluar este parámetro se utilizaron rodajas de tallo de 5 cm de
espesor. Se sometieron a un proceso de ablandamiento en un digestor a una presión de 10 lb
in-2 durante minuto y medio. Una vez ablandados con un xilotomo se obtuvieron cortes
transversales con un espesor de 15 μ. Los cortes se colocaron en frascos con agua destilada,
se decantaron y se agregó colorante (1 g de pardo de Bismarck, disuelto en 100 mL de alcohol
al 50%) hasta cubrirlos. Se mantuvieron en reposo por cinco minutos (López, 2003),
posteriormente, se pasaron por alcohol del 96 y 100%, (durante 30 segundos en cada lavado)
y se lubricaron con xilol. Por último, se colocaron en portaobjetos con una gota de Entellan y se
colocó cubrió con un cubreobjetos. Una vez que la preparación logró secarse se realizaron las
observaciones, de vasos y zonas de crecimiento de la madera de las plantas de caoba.
Las zonas de crecimiento en los cortes histológicos se observaron a través de un
microscopio de circuito cerrado (Nikon), mientras que el diámetro de vasos fue determinado
mediante el programa Motic (2003).
Los datos obtenidos se elaboraron en cuadros, análisis de varianza por cada variable,
gráficas y cuando la interacción entre dos factores fue significativa se realizó la comparación de
medias mediante la prueba de Tukey (Steel y Torrie, 1988).
Resultados y discusión
Cuadro 2. Significancia de cuadrados medios del factor nutrición mineral (N), micorrizas (M), composta
(C) y dióxido de carbono (CO2) y sus interacciones en altura, parte aérea, raíz y volumen de tallo.
Fuentes de Volumen de
Altura Parte aérea Raíz
Variación tallo
CO2 1056.25** 1066.75 13.53 17097.8**
C 2.25 363.90 1.47 24.7
C*CO2 0.25 174.40 3.20 1111.1
M 81.00 67.63 4.92 1759.9
M* CO2 49.00 503.38 0.67 2213.3
M* C 121.00 86.32 0.0004 327.2
M*C*CO2 182.25 758.38 23.12 577.2
N 9.00 9901.49** 4.07 4568.4
N*CO2 289.00** 3693.14** 82.96** 7575.3**
N*C 12.25 462.51 4.91 757.4
N*C*CO2 49.00 111.54 2.87 0.9
N*M 552.25* 284.30 43.41* 3384.1
N*M*CO2 256.00 797.70 30.95 137.3
N*M*C 12.25 1685.20 11.58 1363.7
N*M*C*CO2 90.25 393.08 4.97 210.6
Error 6332.00 25215.45 432.63 1841.1
CV 11.57 23.56 17.42 19.5
Media 99.25 97.25 17.23 1841.1
* α ≤ 0.05, ** α ≤ 0.01
173
Para evidenciar los efectos principales se realizaron las pruebas de comparación de
medias por Tukey, obteniéndose los resultados que se muestran en el Cuadro 3.
Se puede observar que una nutrición balanceada con nitrógeno en la fase de vivero y la
aplicación de CO2, favorecieron el desarrollo aéreo, radical, volumen de tallo y en consecuencia
la biomasa total. Esto pudo ser resultado de una buena nutrición, la cual fomentó una mejor
asimilación de nutrientes (Landis et al., 1989), y al combinarse con el CO2 incrementó la
fotosíntesis de las plantas dando como consecuencia una mayor acumulación de biomasa
(Landis et al., 1989; Román et al., 2001; Sánchez-Espino, Larqué-Saavedra, Nava-Sánchez y
Trejo, 2000).
174
Figura 1. Efecto del N, CO2 y N*CO2 en las variables parte aérea, raíz y volumen de tallo
175
un crecimiento del 40.2 % en cinco meses de estudio. Esto posiblemente se debió a que el CO 2
aumentó la actividad fotosintética de la planta y promovió una demanda de nutrientes mayor y
en consecuencia una provocó la absorción de nutrientes minerales (Landis et al., 1989); de
hecho, todas las aplicaciones que incluyeron CO2 produjeron mayor altura.
Figura 2. Regresión logística del crecimiento en altura para de los factores evaluación en combinación
con CO2.
Figura 3. Regresión del crecimiento en altura producida por la aplicación de nutrición mineral (N), dióxido
de carbono (CO2) y con ambas aplicaciones (N* CO2).
176
Figura 4. Regresión logística del crecimiento en volumen para: 1) aplicación de nutrición mineral y
micorriza (N*M), 2) nutrición mineral y composta, 3) micorriza y composta (M*C), 4) micorriza y dióxido
de carbono (M* CO2), 5) composta y dióxido de carbono (C*CO2), 6) nutrición mineral y dióxido de
carbono (N* CO2) y 7) sin ninguna aplicación (T0) enriquecimiento de dióxido de carbono.
177
Figura 5. Regresión exponencial de fotosíntesis obtenida por la aplicación de micorriza (M), nutrición
mineral (N), dióxido de carbono (CO2), composta (C) y el testigo.
178
Estructura del tallo
Cuadro 4. Pruebas de significancia de cuadrados medios del diámetro de vasos vasculares de los
factores nutrición mineral (N), micorrizas (M), composta (C) y dióxido de carbono (CO 2) y sus
interacciones a dos niveles cada uno, aplicado a plántulas de caoba.
Tratamientos Diámetro de Vasos (cm)
CO2 422833.1
C 108863.5
C*CO2 30733.9
M 19556.8
M* CO2 1189111.3**
M* C 617386.8
M*C*CO2 146341.6
N 3974792.6**
N*CO2 1385946.4**
N*C 470273.3
N*C*CO2 567498.8
N*M 3368610.6**
N*M*CO2 0
N*M*C 112523.9
N*M*C*CO2 262894.3
Error 162158.5
Coeficiente de Variación 25.86
Media 1556.9
**α ≤ 0.01
179
Figura 8. Diámetro de vasos vasculares del factor N.
180
Figura 11. Diámetro de vasos vasculares del testigo.
Cuadro 5. Pruebas de significancia de cuadrados medios del espesor del último anillo de los factores
(nutrición mineral (N), micorrizas (M), composta (C) y dióxido de carbono (CO 2) y sus interacciones a
dos niveles cada uno, aplicado a plántulas de caoba.
Último anillo
Tratamientos
(mm)
CO2 0.05
C 0.14
C*CO2 0.044
M 0.70
M* CO2 0.003
M* C 0.37
M*C*CO2 0.088
N 1.78*
N*CO2 0.032
N*C 0.56
N*C*CO2 0.112
N*M 0.013
N*M*CO2 0.36
N*M*C 0.054
N*M*C*CO2 0.58
Error 9.45
Coeficiente de Variación 24.02
Media 1.84
* α ≤ 0.05
Para el espesor del último anillo sólo N es significativa (α ≤ 0.05) (Figura 12). Y va de
acuerdo que con una nutrición adecuada se incrementa el contenido de biomasa en la planta
(Román et al., 2001) (Cuadro 5).
181
Testigo (T0) Nutrición Mineral (N)
Figura 12. Diámetro del último anillo en testigo caobas fertilizadas con N.
Conclusiones
De los factores estudiados, la nutrición mineral, sola o en combinación con la fertilización
con dióxido de carbono favoreció el crecimiento y desarrollo de las plántulas de caoba en las
variables altura y producción de biomasa total.
Literatura citada
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183
Capítulo 9
Evaluación nutrimental del suelo y limón mexicano con manejo
convencional y silvopastoril, Apatzingán, Michoacán
Freddy Huerta Ortega1, Ranferi Maldonado Torres1, y Edna Álvarez-Sánchez1
Resumen
Una alternativa de producción de limón sostenible en monocultivo es manejo silvopastoril.
Este manejo tiene como objetivo la obtención de productos de mayor valor y reducir costos de
producción en el sistema, en tanto que los convencionales, obtener mayor volumen por unidad
de superficie. Con base en el el análisis de las propiedades físicas, químicas y biológicas del
suelo, y el estado nutricional de las plantaciones, se compararon ambos sistemas. El sistema
convencional mostró deficiencias de Fe>P>Mn>Zn>Mg>Cu>Ca, el silvopastoril de
Fe>Mn>Zn>Cu>P>Mg>Ca, y exceso de K>B>N en ambos sistemas. En convencional frutos
tuvieron en promedio peso fresco de 39.33 g, 4.03 cm de diámetro ecuatorial, 7.59 ºBrix, 15.45
mL de jugo, con pH de 2.18, en contraste en silvopastoril tuvieron peso fresco de 46.49 g, 4.29
cm de diámetro ecuatorial, 7.68 ºBrix, 19.57 mL de jugo y 2.15 de pH. Rendimiento de frutos en
convencional fue 21,17 5kg ha-1, mientras en silvopastoril fue 10,975 kg ha-1. El manejo
silvopastoril también presentó problemas nutrimentales, por lo que requiere ser fertilizado para
mantener producción y calidad máximas y sostenidas.
184
Introducción
México se ubica como el quinto productor mundial de cítricos, con una extensión de 520
mil hectáreas establecidas en 23 estados del país, en cuanto a producción de limón mexicano,
ocupa el segundo lugar con un 2,439,477 toneladas, cuyo valor estimado es cercano a los tres
mil millones de pesos (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación [SAGARPA], 2009).
Las principales regiones citrícolas se localizan en el noreste del país, costas del Golfo,
Península de Yucatán y en la vertiente del Pacifico, en la planicie costera del noroeste (Sonora)
y en la costa de Jalisco, Colima, Guerrero, Oaxaca y Michoacán; para este último estado, se
destaca el Valle de Apatzingán (SAGARPA, 2012).
Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue comparar los sistemas de producción
de limón mexicano, con manejo convencional y silvopastoril a través del análisis de las
propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, y el estado nutrimental de los árboles que
permita mejorar las condiciones de manejo, para incrementar la producción sin deterioro del
ambiente.
Materiales y métodos
El estudio se llevó a cabo en Apatzingán, Michoacán en dos parcelas experimentales de
limón mexicano de 5 hectáreas cada una, ubicadas a 350 msnm. Se evaluaron dos tratamientos,
una parcela con manejo silvopastoril desde el 2009, donde se combinaron limón mexicano
(Citrus aurantifolia Swingle), leucaena (Leucaena leucocephala variedad Cunningham), pasto
tanzania (Panicum maximum cultivar Tanzania) con fertilización orgánica y bovinos de doble
propósito. Otra parcela de limón con manejo convencional fue establecida desde la década de
los ochenta, cuya fertilización ha sido con productos de síntesis química. La primera fertilización
al suelo se realizó antes de la floración, con sulfato de amonio más triple 17, en una dosis de
2.5 kg/árbol. Al mismo tiempo se hicieron tres aplicaciones foliares de guano de murciélago, a
una dosis de 5 litros/200 L de agua ha -1 por aplicación, cada 10 días; posteriormente dos
aplicaciones de urea foliar en una dosis de 50 kg/2000 litros de agua. Por su parte, el control de
malezas se hizo de forma manual y mecánica. Ambas parcelas han tenido un diseño de
186
plantación en marco real de 7×7 m, con una densidad de 204 árboles ha -1 y con riego por
gravedad.
El clima en la región es tropical, seco estepario, con lluvias de 924 mm durante el verano,
con temperatura entre 8 y 39.8 oC, la condición climática calurosa y la eliminación de la cubierta
vegetal han hecho que el tipo de vegetación dominante sea de selva baja caducifolia, de bosque
tropical espinoso y selva mediana en algunos sitios. El suelo predominante es el Vertisol pélico
(Álvarez-Hernández, Venegas-Flores, Soto-Ayala, Chávez-Vargas y Zavala- Sánchez, 2011).
187
Rendimiento y características del fruto
La cosecha se realizó cuando los frutos estaban en madurez fisiológica y habían
alcanzado un tamaño 31 mm de diámetro, cáscara lisa, color verde intenso y contenido de jugo
de 45 %, aproximadamente (SAGARPA, 2001).
En una hectárea se eligieron y marcaron 5 árboles de limón mexicano, a los que se les
determinó el rendimiento de fruto por árbol y se realizó una estimación de la cosecha por
hectárea. Se obtuvieron cuatro muestras de manera aleatoria cortándose 10 frutos de cada
árbol y por cada sistema de manejo, a los que se les midió el diámetro ecuatorial, peso fresco,
cantidad de jugo, pH y grados (o) Brix del jugo, y porcentaje de humedad. Estas variables fueron
características indicadoras del efecto del manejo convencional y silvopastoril sobre la fertilidad
del suelo y nutrición de la planta.
Resultados y discusión
Propiedades físicas. Los resultados encontrados en este trabajo se muestran el Cuadro
1, donde se puede observar que para la variable densidad aparente (Da), el suelo mostró un
proceso grado de compactación debido a que se encontraron valores mayores a 1.7 g cm -3,
188
para ambos sistemas, siendo un valor normal de densidad de 1.1 g cm -3. Por su parte los valores
de textura determinados clasificaron a ambos úselos como arcillosos.
Aunque los suelos fueron de textura arcillosa, en el sistema silvopastoril los porcentajes
de la fracción arena fue un 8.4% más de arena con referencia al convencional, similar porcentaje
de limo y 8.4% menos arcilla. Por lo tanto, se encontró relación con la capacidad de campo,
debido a que la retención de humedad fue un 4.7% menor.
El agua disponible para los árboles tuvo como límite inferior el punto de marchitez
permanente y como límite superior la capacidad de campo. En la actualidad este concepto es
aceptado para condiciones de suelo sin degradación física, pero es cuestionado para
condiciones de suelos degradados, donde la densidad aparente y resistencia aumentan, la
porosidad se reduce y la distribución y tamaño de los poros se altera (Richard, Cousin, Sillon,
Bruand y Guérif, 2001).
El agua disponible del suelo para los árboles, así como los procesos implicados en su
movimiento dependen del porcentaje de arcilla, los niveles de compactación, el tamaño y el
porcentaje de poros, y el contenido de materia, orgánica, entre otros (Bescansa, Imaz, Virto,
Enrique y Hoogmoed, 2006).
189
Propiedades químicas. En el Cuadro 2 se observa que en el sistema convencional superó
al silvopastoril en diversas variables, excepto en el valor del pH, Mg, Fe y Da. Los valores de N
inorgánico, P y B determinados en el sistema convencional, fueron cercanos al doble de los
encontrados en el silvopastoril, pero con un contenido similar de materia orgánica y Mn, debido
al manejo, componentes vegetales, edad de las plantas, tipo de fertilización y tiempo de
establecimiento.
A pesar de que el nivel de Fe fue muy bajo en ambos sistemas, en los árboles se observó
mayor clorosis férrica en el sistema convencional. El orden de deficiencia de micronutrientes
fueron diferentes, por lo que se manifestó la variabilidad de acuerdo al manejo y se encontraron
algunas similitudes en los resultados, con respecto a lo reportado por Maldonado et al. (2001).
En general, el pH óptimo de los suelos agrícolas puede variar entre 6.5 y 7.0 para obtener
los mejores rendimientos y la mayor productividad (Prasad y Power, 1997). Esto influye en la
disponibilidad de los nutrimentos para las plantas y puede ser la causa de que se presenten
deficiencias y toxicidades (Benton, 2002).
190
El pH de la rizósfera puede diferir del pH del suelo hasta en más de dos unidades,
diferencia que puede cambiar en función del suministro, la fuente de nitrógeno (NH4+, NO3¯ o
fijación simbiótica de N2), el estado nutricional de la planta y la capacidad amortiguadora del
suelo.
El sistema silvopastoril presentó mayor densidad aparente, se determinó que el suelo fue
compactado, debido a la presión ejercida por las pesuñas (pisoteo) del ganado. La
compactación se incrementa cuando el suelo está húmedo, especialmente durante el riego de
los árboles de limón, y esta humedad beneficia al pasto y a la Leucaena leucocephala por estar
en el mismo espacio.
191
y Fe3+ reaccionan formando productos de muy baja solubilidad como: ferrinihidrita Fe(OH)3 y
goetita (FeOOH) principalmente (Loeppert Hossner y Amin, 1984). La baja concentración de
zinc se debe a que este precipita formando compuestos amorfos insolubles como la smithsonita
(ZnCO3), la franklinita (ZnFe2O4) y la zincita (ZnO).
El calcio, a pesar de la muy alta concentración en el suelo, resultó deficiente y con ello
se afecta la lámina media de las células, se disminuye concentración de proteína contenida en
la mitocondria, y la planta se vuelve más susceptible al ataque de plagas. Por su parte, la
deficiencia de magnesio afecta la molécula de clorofila y reduce la activación de sistemas
193
enzimáticos, el hierro reduce el trasporte de electrones y la síntesis de clorofila y la tasa
fotosintética. La deficiencia de zinc afecta la formación de hormonas y la activación de enzimas
(Azcón-Bieto y Talón, 2008).
El sistema silvopastoril a pesar de las ventajas ambientales que ofrece con la asociación
de especies y reciclaje de nutrimentos, presentó problemas en un 70% de deficiencias, además
de P, Ca, Mg, requiere micronutrientes.
Cuadro 4. Desviación optima porcentual del análisis foliar en sistemas con limón mexicano.
índice Muestra Óptimo DOPC DOPS SDOPC SDOPS Clasificación
Convencional Silvopastoril
N 6.23 7.26 2.80 122.50 159.29 122.5 159.29 Exceso
P 0.12 0.14 0.21 -42.86 -33.33 42.86 33.33 Deficiente
K 2.28 2.27 1.57 45.22 44.59 45.22 44.59 Exceso
Ca 4.18 3.90 4.72 -11.44 -17.37 11.44 17.37 Deficiente
Mg 0.37 0.35 0.49 -24.49 -28.57 24.49 28.57 Deficiente
Fe 35.03 25.60 88.00 -60.19 -70.91 60.19 70.91 Deficiente
Mn 33.23 23.03 55.00 -39.58 -58.13 39.58 58.13 Deficiente
Zn 19.63 12.03 27.00 -27.30 -55.44 27.30 55.44 Deficiente
Cu 9.67 5.30 11.00 -12.09 -51.82 12.09 51.82 Deficiente
B 129.32 84.12 64.00 102.06 31.44 102.6 31.44 Exceso
DOPC=DOP convencional, DOPS=DOP silvopastoril, SDOPC y SDOPS son los valores absolutos para el
sistema convencional y silvopastoril.
Se encontró que el rendimiento del sistema silvopastoril está por abajo del promedio para
la zona de Apatzingán, mientras que el convencional se encontró con 6 t ha-1 por arriba del
promedio, de acuerdo con Maldonado et al. (2001) menciona que el rendimiento promedio de
limón mexicano (Citrus aurantifolia Christm Swingle) en el Valle de Apatzingán (Michoacán,
México) es de 15 t ha-1, pero algunos productores han logrado producir hasta 45 t ha-1. Esta
diferencia entre el rendimiento actual y el posible, sugiere la existencia de problemas de carácter
nutrimental
195
De acuerdo a la clasificación de SAGARPA (2001) las cualidades de los frutos se
encuentran en el código 5, se tuvieron frutos de calidad en milímetros y en unidades de producto
por kilogramo, para ambos sistemas de producción, el convencional presentó frutos que
contuvieron 39.13% de jugo, mientras que el silvopastoril 42.46% de jugo. En promedio ambos
sistemas mostraron que por cada kilogramo de limón el 59.20% fue bagazo.
Los frutos en ambos sistemas por las características de su diámetro y peso superan a
los encontrados por Pérez (2002) quien reportó frutos de 34.8 gramos, y estos tuvieron un
47.02% de jugo, con 28.73 frutos por kilogramo, lo que representa 470.02 gramos de jugo por
kilogramo de limón. Por su parte, el sistema convencional presentó 25.42 limones por kilogramo,
391.3 gramos de jugo por kilogramo de limón, mientras que en el sistema silvopastoril produjo
en un kilogramo 21.51 limones y 424.60 gramos de jugo.
Resultados similares de micorrizas, del presente estudio fueron obtenidos por Muñoz-
Márquez et al. (2009) quienes determinaron el grado de micorrización natural en árboles de
nogal pecanero (Carya illinoensis K. Koch) y encontraron un rango que fue de 13 a 32% de
infección, con estructuras de vesículas, esporas y micelio.
Otra investigación que reportan un porcentaje de colonización similar fue por Ballesteros,
Unigarro, Rosero y Solarte (2004) correspondió Bactris gassipaes presentó el 20%; Borojoa
patinoi (12%) y Theobroma cacao (8) presentaron los valores más bajos, el mismo autor obtuvo
un resultado superior al presente trabajo, con Musa sp. (48%).
Conclusiones
Los suelos presentaron problemas de compactación, un pH neutro (> a 7.3), bajo
contenido de materia orgánica, muy bajo N inorgánico, Fe y Mn, muy altos en K, Ca, Mg, Cu y
CIC, de medio a bajo en Zn y B.
Por su parte la temperatura foliar externa de los árboles de limón difirió en 7.45 ºC, siendo
mayor en el sistema convencional respecto del sistema silvopastoril.
197
Ambos sistemas produjeron frutos de calidad, aunque los mejores estuvieron en el
silvopastoril debido a un mayor peso fresco, porcentaje de jugo, diámetro ecuatorial, y grados
Brix.
Literatura citada
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201
Sustaita, R. F., Ordaz, C. V., Ortiz, S. C., y de León, G. F. (2000). Cambios en las propiedades
físicas de dos suelos de una región semiárida debidos al uso agrícola. Agrociencia, 34(4),
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Young, A. (1989). Agroforestry for soil conservation. Oxon, Reino Unido: CAB International,
International Council for Research in Agroforestry.
202
Capítulo 10
Evaluación nutrimental de plantaciones de Moringa oleifera Lam.
para optimizar la producción de aceite
Margarita Esther Mejía Solís1, Edna Álvarez-Sánchez1, Ranferi Maldonado Torres1, Gustavo
Almaguer-Vargas2.
Resumen
El objetivo de este estudio fue proporcionar recomendaciones de fertilización para
producir semilla y aceite de Moringa oleifera en plantaciones de 2 y 6 años de edad. Se
formularon tratamientos de fertilización a partir de análisis nutrimentales de suelo y foliar
(índices de balance Kenworthy), al inicio y al final del experimento. Las variables evaluadas
fueron: rendimiento de semilla, concentración de aceite y concentraciones nutrimentales
foliares. La fertilización no tuvo influencia en los componentes de rendimiento y disminuyó
significativamente la concentración de aceite. El índice de balance Kenworthy final, mostró que
se corrigieron deficiencias nutrimentales iniciales, pero se incrementaron a nivel de exceso K,
Fe, Cu, Zn, y Mn. Dichas concentraciones nutrimentales se correlacionaron negativamente con
el contenido de aceite. Condiciones alcalinas de suelo y calidad de agua interfieren con el
manejo óptimo de la nutrición de la plantación.
203
Introducción
El cultivo de moringa tiene cada vez más importancia en los sistemas de producción,
debido a las múltiples propiedades y usos de esta especie vegetal. Las hojas contienen un alto
nivel proteico (mayor al 25%), más vitamina A que la zanahoria, más calcio que la leche, más
vitamina C que las naranjas y más potasio que el plátano (Alfaro y Martínez, 2008; Amaglo,
Bennet, Lo-Curto, Rosa Lo-Turco, et al., 2010; Del Toro, Carballo y Rocha, 2011). Estas
características le confieren importancia en la alimentación humana y en animales como los
rumiantes (Pinheiro, Farías, de Abreu y Urano, 2008; García et al., 2009; Pérez, Sánchez,
Armengol y Reyes, 2010; Ghazanfar, Latif, Hussain y Ahmad, 2011). En la industria química se
utilizan extractos de las hojas de Moringa oleífera que contienen hormonas promotoras de
crecimiento vegetal y son aplicados a otros cultivos por medio de atomizadores (Culver, Fanuel
y Chiteka, 2012; Abdalla, 2013). La semilla contiene una apreciable cantidad de tocoferoles y
entre 19 y 47% de aceite, con más del 70% de ácido oleico el cual está considerado dentro de
los aceites vegetales de más alta calidad (Anwar y Rashid, 2007; Rashid, Anwar, Ashraf,
Saleem y Yusup, 2011). Por ello, este aceite es altamente apreciado en la industria para su
consumo humano, la elaboración de cosméticos, lubricantes de maquinaria y biodiesel.
Derivado de lo anterior, es de gran importancia del estudio de los factores que intervienen en el
rendimiento de semilla y en la producción de aceite.
Un estudio realizado por Anwar, Hussain, Ashraf, Jamall y Lqbal (2006) mostró que
diferentes niveles de salinidad del suelo no afectan significativamente el rendimiento de semilla,
sin embargo, a mayor salinidad los contenidos de ácido oleico, palmítico, α y β tocoferoles se
204
elevan, en tanto que el ácido mirístico se reduce. Estas diferencias de rendimiento de aceite
entre los estudios pueden estar relacionadas con las condiciones nutrimentales del suelo y del
cultivo, el clima y la variedad genética (Da Silva et al., 2010).
Materiales y métodos
La investigación se realizó en una plantación de Moringa oleifera de la “Huerta
Calvariotitla”, localizada en el municipio de San Gabriel Chilac, Puebla entre los paralelos
18°19'1.81" N y 97°20'40.13" O a una altitud de 1219 msnmm. Se encuentra en la zona
ecológica del trópico seco, el clima es Seco muy cálido, BSo(h´)w según (García, 1998). Se
205
reporta una precipitación anual de 455.9 mm, una temperatura media anual de 18.0 °C, con una
máxima anual de 26.1 °C y la mínima anual de 10.0 °C.
El área de estudio se delimitó en dos lotes, uno de ellos cuenta con plantas de 6 años y
otro de 2 años de edad. Las plantaciones cuentan con una densidad de 1118 árboles por
hectárea. Los árboles de las dos parcelas no han recibido manejo de podas, fertilización o riego
debido a la mala calidad del agua. Los árboles fueron plantados en cepas de aproximadamente
1.5 m de diámetro las cuales se rellenaron con limo proveniente de un arroyo que se forma en
temporada de lluvia.
207
Diagnóstico nutrimental inicial de la plantación de M. oleifera
La interpretación de los análisis foliares se realizó con la técnica Kenworthy (1961). Con
los resultados del análisis foliar, valor estándar y el coeficiente de variación se estimaron los
índices de balance para el diagnóstico nutrimental inicial de la plantación de Moringa oleifera
en San Gabriel Chilac, Puebla. El valor estándar y el coeficiente de variación se calcularon a
partir de datos de contenido nutrimental foliar de moringa encontrados en la literatura para
diferentes poblaciones con rendimiento óptimo de biomasa (Foild, Makkar y Becker, 2001;
Amaglo et al., 2010; Del Toro et al., 2011; Ghazanfar et al., 2011; Pita-Hernández y García-
Quiñones, 2012; Zayed, 2012; García, Martínez y Rodríguez, 2013) (Cuadro 3).
208
Cuadro 4. Balance nutrimental inicial de Moringa oleifera mediante índices Kenworthy.
Concentración nutrimental
Muestra N P K Ca Mg Fe Mn Zn Cu B
-1
------------------------- % ----------------- ------------------- mg kg -----------------
L-1-Hoja CN 4.9 0.21 1.14 2.38 2.28 86.1 138.5 30 7.5 640.5
6 años IB 157 93.3 63.5 93.1 110 62.7 115.8 88.0 77.8 310.6
C Ex N BN N N BN N N BN Ex
ORN Fe>K>Cu>>Zn>Ca>P>Mg>Mn>N>B
L-2-Hoja CN 4.01 0.15 1.51 2.59 1.7 70.4 90.8 41.55 10.25 164.36
2 años IB 132 73.0 76.6 98.7 90.0 56.1 86.3 112 95.2 100.2
C AN BN BN N N BN N N N N
ORN Fe>P>K>Mn>Mg>Cu>Ca>B>Zn>N>
CNz=Composición nutrimental; IBy=Índice de balance de Kenworthy; C x=Condición: D= deficiente, BN= debajo de
lo normal, N=Normal, AN=arriba de lo normal, Ex=exceso; ORNw=Orden de requerimiento de nutrientes.
Cuadro 5. Clasificación de calidad de agua para las plantaciones de dos y seis años de edad según
Jones y Wolf (1984).
Parámetros Valor Clasificación Parámetros Valor Clasificación
Conductividad eléctrica (dS 1.53 Media Calcio (mg L-1) 83.18 Buena
m-1)
Sodio (meq L-1) 9.2 Mala Sodio (mg L-1) 211.46 Mala
Nitratos (mg L-1) 15.5 Buena Boro (mg L-1) 1.2 Media
-1
Cloruros (meq L ) 5.5 Media RAS 4.2 Media
-1)
Fosfatos (mg L 2.16 Buena pH 6.93 Medio
-1
Bicarbonatos (meq L ) 8.4 Buena Salinidad 7.8 Condicionada
efectivaz
Magnesio (mg L-1) 63.4 Mala Salinidad 6.9 Condicionada
potencialy
Z = ∑cationes –(CO32- + H CO3- + SO42- ; y=(Cl+SO42- /2)
209
Descripción de tratamientos y diseño experimental
Con base en los análisis de suelo e índices de balance Kenworthy se generó un
tratamiento óptimo de fertilización con cuatro tratamientos generados por el factor edad de la
plantación y la fertilización. Para la plantación de seis años se generaron los siguientes
tratamientos: (a) tratamiento sin fertilización con el manejo que los productores dan a sus
árboles (6SF); (b) fertilización al suelo y foliar (6F) consistente en dos aplicaciones de la dosis
(352.9 g de S, 178.2 g de N, 23.62 g de P, 21.8 g de Fe, 24.9 g de Mn, 16.3 g de Zn y 11.4 g de
Cu por árbol). Los tratamientos para los 2 años de edad fueron: (a) sin fertilización (2SF); (b)
con fertilización (2F), en dos aplicaciones de la dosis (237.40 g S, 209.42 g de N, 88.64 g de P,
51.28 g de K, 25.30 g de Fe, 30.60 g de Mn, 18.80 g de Zn y 14.30 g de Cu por árbol). El azufre
(S) se aplicó como corrector de alcalinidad. Cada dosis se realizó con dos riegos de auxilio. En
ambos lotes, la fertilización foliar consistió en tres aplicaciones de un compuesto de
micronutrientes (11.34 S, 10.00 Fe, 10.00 Mn, 3.00 Zn, 0.75 Cu, 1.75 B, 0.80 Mo, 60.36% de
ácidos húmicos) al 3%.
El análisis estadístico de los resultados se realizó con software SAS 9.0, obteniéndose
el análisis de varianza (ANOVA) y medias múltiples (Tukey). Con las variables concentración
de nutrientes, rendimiento de semilla, diámetro y altura final del árbol, se realizó una correlación
de Pearson.
210
el peso de vaina total, el número de semillas por vaina, el peso total de semillas, el peso de 200
semillas y el peso de 50 semillas sin pericarpio; también se midió diámetro y altura final.
Para la evaluación del contenido de aceite final se retiró el pericarpio de 100 semillas por
árbol y se mezclaron en correspondencia a las unidades experimentales, se molieron en un
mortero de porcelana, se secaron por 24 h a 60 °C en una estufa Fisher Scientific Isotemp Oven
Modelo 615F y se extrajo el aceite de semilla por medio del Soxtec™ 2050 Auto System con
hexano por tres horas.
Resultados y discusión
Las deficiencias de micronutrientes hierro (Fe) y zinc (Zn) encontradas en el suelo, son
comunes en suelos alcalinos, debido a que precipitan formando compuestos poco solubles,
siendo necesaria la corrección del pH mediante la aplicación de S (Sierra, Lancelloti y Vidal,
2007). La aplicación de S tiene como propósito disminuir el pH aumentando la disponibilidad de
los micronutrientes Fe, Mn, Cu y Zn, por lo que se precisaría balancear la relación entre éstos
a fin de evitar competencias iónicas, es decir, sería necesaria su aplicación aun cuando su
disponibilidad en el suelo indicara nivel de suficiencia.
De acuerdo con el análisis foliar y el diagnóstico según los índices de balance Kenworthy,
la suficiencia de P (plantación de 6 años) y deficiencia (plantación de 2 años) coincidió con la
concentración determinada en el suelo; esta congruencia también se observó en Fe. Las plantas
pueden presentar deficiencia de Fe debido al antagonismo con Ca, principal factor en
condiciones calcáreas, pero principalmente el exceso de bicarbonatos del suelo y del agua de
211
riego que precipitan las formas solubles de dicho elemento (Obreza, Zekri y Calvert, 1993). La
concentración de Zn y Mn en el tejido foliar, resultaron en un nivel normal, aun cuando el Zn fue
deficiente en el suelo, lo cual indica, que para estas condiciones de suelo, la moringa presenta
estrategias de adaptación que favorecen el acceso a nutrientes poco disponibles como el Zn.
El N foliar se encontró en exceso y arriba de lo normal para los árboles de seis y dos
años, en congruencia con el análisis de suelo que fue alto y medio (para seis y dos años,
respectivamente).
El B puede presentar una baja solubilidad en estos suelos, sin embargo, para el
diagnóstico de suelos la concentración resultó muy alta para las dos plantaciones; en tanto que
los índices de balance resultaron en exceso para los seis años y normal para los dos años.
Algunas especies de plantas presentan síntomas de toxicidad arriba de los 200 mg kg -1 (Foth,
1990).
La salinidad fue de 13.71 y 5.33 dS m-1 para el suelo de las plantaciones de seis y dos
años respectivamente, resultando en fuertemente salino y salino (NOM 021, 2000). El árbol de
Moringa oleífera prefiere suelos neutros o ligeramente ácidos por lo que su cultivo en suelos
alcalinos afecta en su rendimiento. El incremento de salinidad se correlaciona positivamente
con el contenido de Na y P y la actividad de antioxidantes (12 dS m -1) y negativamente con el
Ca, Mg y K, por lo que moringa es moderadamente tolerante a las condiciones salinas (Nouman,
Tahir, Ahmed. Ahmed, Gull, et al., 2012).
212
El agua de riego fue analizada para ambas plantaciones, lo que resultó en calidad media
pero condicionada para suelos con buen drenaje para evitar la acumulación de sales, Na y Mg
por falta de lixiviación (Jones y Wolf, 1984). La acumulación de sales ocasiona el aumento de
la tensión osmótica, más estrés y, por lo tanto, el árbol debe hacer mayor esfuerzo para
absorberla.
El N resultó arriba de lo normal para los cuatro tratamientos, mientras que los
tratamientos sin fertilización presentaron un nivel más cercano al normal. La concentración más
alta que reporta Pita-Hernández y García-Quiñones (2012) es de 3.59% más cercano a los
tratamientos sin fertilización, lo que podría sugerir que se redujera la adición de nitrógeno en la
fertilización de Moringa en un suelo con alta y media concentración de este elemento. Si el
objetivo fuera producir semilla, se necesita reducir el crecimiento vegetativo ocasionado por
exceso de N, para inducir con mayor prioridad la producción de frutos (Troeh y Thompson,
2005).
Según Del Toro et al. (2011) reportan una concentración foliar de P de 0.35% con
fertilización orgánica y Moyo et al. (2011) de 0.30%, por lo que, la concentración del 6F podría
estar dentro de los niveles normales. Con la fertilización, la corrección de pH permitió una mayor
disponibilidad del P y el riego fue un factor que favoreció el proceso de difusión (Barber, 1980).
El nivel de concentración del K foliar resultó abajo de lo normal para 2SF y 2F para los
dos años sin y con fertilización. La corrección de la concentración del nutriente en la planta fue
efectiva para la plantación de seis años en donde no se agregó el nutriente, esto porque se
213
balanceó la relación K, Ca y Mg en el suelo. Se precisa reconsiderar los balances entre K/Mg y
K/Ca para mejorar la disponibilidad del K, esto se confirma con el comportamiento del Mg en la
planta, cuya concentración disminuyó en las dos plantaciones, presentándose abajo de lo
normal para la de seis años y deficiente para la de dos años.
Cuadro 7. Diagnóstico nutrimental final de plantaciones de Moringa oleifera de los seis y dos años de
edad.
N P K Ca Mg Fe Mn Zn Cu B
---------------------------- % ------------------------ --------------------------------- mg kg-1 ---------------------------
Sin fertilización CNz 3.47 0.23 1.8 2.32 0.61 98.17 130.7 17.08 7.76 2234
6 años (6SF)
IBy 117.3 100.0 86.9 91.5 52.6 67.7 111 61.2 79.4 1015.
Cx AN N N N BN BN N BN BN Ex
ORN Mg>Zn>Fe>Cu>K>Ca>P>Mn>N>S>B
Con CN 4.14 0.29 1.73 1.86 0.41 434.9 196.9 62.42 23.31 1796
fertilización
IB 136.3 120.2 84.4 79.4 45.7 209.2 152 155.3 178.1 821.7
6 años (6F)
C AN AN N BN BN Ex Ex Ex Ex Ex
ORN Mg>Ca>K>P>N>Mn>Zn>Cu>Fe>S>B
Sin fertilización CN 3.56 0.28 1.5 2.5 0.4 111.5 133.11 19.82 7.34 1874
2 años (2SF)
IB 119.8 116.9 76.3 96.3 45.3 73.3 112.4 66.9 76.8 856.1
C AN N BN N D BN N BN BN Ex
ORN͋ Mg>Zn>Cu>Fe>K>Ca>Mn>P>N>S>B
Con CN 4.34 0.28 1.27 2.1 0.34 384.2 218.74 56.92 18.24 1416
fertilización
2 años (2F) IB 142.0 116.9 68.1 85.7 43.3 187.9 165.4 143.9 145.9 653.8
C AN N BN N D Ex Ex AN AN Ex
ORN͋ Mg>K>Ca>P>N>Zn>Cu>Mn>Fe>S>B
CNz=Composición nutrimental; IBy=Índice
de balance de Kenworthy; C x=Condición: D= deficiente, BN= debajo de
lo normal, N=Normal, AN=arriba de lo normal, Ex=exceso; ORNw=Orden de requerimiento de nutrientes.
El S presentó una concentración de 1.2 ± 0.1 y 1.4 ± 0.09 para los tratamientos de seis
años y dos años sin fertilización y de 1.8 ± 0.05 y 1.4 ± 0.17 para los tratamientos 6F y 2F (con
fertilización). No se encontró en la literatura información para este nutriente por lo que no se
obtuvo un índice de balance para el diagnóstico foliar. La aplicación de S mejoró la
disponibilidad de P y micronutrientes para las plantas, incrementándose los índices de balance
para exceso y arriba de lo normal en todos ellos. En climas secos con una temperatura media
anual de 15 °C, Moyo et al. (2011) determinaron una concentración foliar de S en Moringa de
0.63%.
En el presente estudio el número de semillas por kilogramo fue de 7399 y 11050 para
seis y dos años respectivamente, lo que muestra que el peso de las semillas para los seis años
estuvo dentro del rango. Sin embargo, el de dos años se aleja en gran medida de lo reportado
por dichos autores.
215
Cuadro 8. Efecto principalz de la edad en las variables del rendimiento.
Fuente de variación Dos años Seis años p. ≥F
Diámetro fina (cm) 4.97 10.04 <.0001***
Altura final (cm) 232.2 315.3 <.0001***
Volumen final (cm3) 1426 8335 <.0001***
Peso de vaina/árbol (g) 117.5 587.6 <.0001***
Número de vainas/árbol 43 140 0.003***
Peso de semilla/árbol (g) 37.3 201.03 <.0001***
Número de 11 13 0.0053**
semillas/vaina
Peso de 200 semillas (g) 18.1 27.03 <.0001***
Peso de 50 granosy (g) 3.65 5.76 <.0001***
Porcentaje de aceite 36.8 34.8 NS
z Promedio sin tomar en cuenta la fertilización
y Semillas sin pericarpio
Efecto de la fertilización
En el efecto principal de la fertilización sobre las variables de rendimiento sólo hubo
diferencia significativa (p<0.01) en el peso de 50 semillas sin pericarpio, encontrándose mayor
peso en el tratamiento sin fertilización. En los resultados se puede observar que en las
216
mediciones de la altura, diámetro en el cuello de la raíz y por ende el volumen, fueron más altas
en los árboles con fertilización, pero, en términos de rendimiento, los pesos fueron más altos en
los árboles sin fertilización. Es posible que los nutrientes aplicados hayan promovido el
desarrollo y el crecimiento vegetal en vez de la producción de semilla y aceite (Cuadro 10).
Cuadro 9. Rendimiento de Moringa oleifera con y sin fertilización en dos plantaciones de diferente edad.
Variable Edad 6 años Edad 2 años
Tratamiento Sin Con Sin Con
fertilización fertilización fertilización fertilización
Árbol Diámetro (cm) 1.09 1.12 0.48 0.52
Altura (cm) 313.17 317.40 225.05 239.33
Volumen (cm3) 156.68 163.96 42.53 50.00
Vainas Peso por árbol (g) 610.00 565.10 107.03 127.93
Número por árbol 135.07 145.10 39.97 45.93
Semilla Peso por árbol (g) 223.82 178.24 29.70 44.92
Número por vaina 12.67 13.13 10.40 11.33
Peso de 200 semillas (g) 29.00 25.07 18.40 17.80
Peso de 50 granos (g) 6.38 5.14 3.98 3.32
Contenido de aceite (%) 38.35 31.18 36.69 36.91
Aceite Peso por árbol (g) 85.83 55.58 10.90 16.58
Peso por haz (kg) 101.71 65.86 12.91 19.65
z Peso sobre densidad de 1118 árboles por hectárea.
217
Efecto principal de los tratamientos edad y fertilización sobre la concentración de
nutrientes
El efecto de la edad no fue significativo en la concentración de N, S, Cu, Zn, Fe y Mn
esto demostró que los árboles de seis y dos años tuvieron la misma concentración de estos
nutrientes a diferencia del P, K, Ca, Mg y B que presentan diferencias entre las edades. La
interacción de la edad con la fertilización mostró diferencias significativas en la concentración
de P y S, por lo que su demanda está relacionada con los requerimientos de la planta a
diferentes edades y por su disponibilidad en el suelo. Los nutrientes afectados por la edad
fueron el P, Mg y B, por su parte, el P presentó una mayor concentración en las plantas de dos
años de edad (Cuadro 11). El P estuvo presente en el suelo como H2PO4- y como HPO42-; estos
fosfatos son esenciales para la división celular, ya que algunos estudios demuestran que las
zonas meristemáticas presentan una mayor concentración de P que aquellas que han dejado
de dividirse (Foth, 1990), por lo que las plantas jóvenes tienen una mayor concentración. En
otro aspecto, el efecto del P es absorbido por las raíces y distribuido por toda la planta,
concentrándose en las partes reproductivas (Troeh y Thompson, 2005). Se ha determinado que
las plantas con mayor actividad reproductiva poseen más P, por lo que su concentración puede
estar dirigiéndose a estas zonas, encontrándose en menor cantidad en las hojas.
Cuadro 11. Nivel de significancia del efecto de la edadz sobre la concentración nutrimental
foliar de Moringa oleifera.
Fuente de N P K Ca Mg S Cu Zn Fe Mn B
variación
-------------------------------%----------------------- --------------mg kg-1--------------
Dos años 3.94 0.28 1.38 2.31 0.37 1.43 12.8 38.4 247.9 3.5 1646
Seis años 3.78 0.25 1.76 2.09 0.5 1.48 14.6 35.7 250.1 3.5 2015
Pr≤F NS 0.03 NS NS 0.01 NS NS NS NS NS 0.0002
z Promedio sobre la fertilización de las plantaciones.
218
El tratamiento con fertilización (CF) tuvo un efecto significativo en el incremento de los
nutrientes aplicados (N, Cu, Zn, Fe, Mn) presentando un antagonismo con el P y Ca, ya que
estos se presentaron en mayor concentración en el tratamiento sin fertilización (SF) (Alcántara
y Trejo, 2009). Con excepción del K que no mostró diferencias significativas entre los
tratamientos. El Ca se presentó en menores concentraciones en los tratamientos sin
fertilización, por lo que la corrección de pH en los tratamientos (CF) disminuyó su disponibilidad
para las plantas (Sierra et al., 2007) (Cuadro 12). Para corregir la deficiencia de nutrientes como
Cu, Zn, Fe y Mn, debe tomarse en cuenta el antagonismo con P y Ca, así como el efecto de la
disminución de pH en suelos alcalinos para evitar que se presente una deficiencia de los
mismos. El efecto de los tratamientos en B resultó en una menor concentración en los
tratamientos con fertilización. Según Meléndez y Molina (2002) la acumulación de B en el suelo
puede provenir del agua de riego, el rango de B aceptable en agua de calidad para riego va de
0.2-0.8mg L-1. El análisis de la muestra de agua para este estudio resultó en 1.2mg L -1 de B,
característica de zonas áridas, su aplicación en los cultivos puede agravar la acumulación de B
en suelo y generar toxicidad.
Cuadro 12. Nivel de significancia del efecto de la fertilización en la concentración de nutrimental foliar
de Moringa oleifera.
Fuente de N P K Ca Mg S Cu Zn Fe Mn B
variación
---------------------------%---------------------- ---------------- mg kg-1---------------
Con 4.22 0.28 1.4 1.99 0.37 1.57 19.84 55.58 393.13 4.36 160.6.
fertilización
Sin 3.51 0.25 1.6 2.41 0.5 1.34 7.55 18.44 104.8 2.64 205.4.
fertilización
Prob. F <.0001 0.02 NS 0.003 0.00 0.0004 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001 <.0001
1
z Promedio sobre la edad de las plantaciones.
219
condiciones de secano y suelos alcalinos reportan rendimientos más altos (Sharma y Rains,
1982; Ayerza, 2011;2012; Villa-Ramos, Fernández-Olano y Diez-Núñez, 2013).
Los factores altitud y drenaje del suelo ya han sido estudiados (Ramachandran et al.,
1980), sin embargo, no se ha estudiado el efecto del exceso de B en el crecimiento y
rendimiento de la Moringa. El porcentaje de aceite en la semilla presentó una diferencia
significativa, siendo mayor en el tratamiento sin fertilización, para los seis años de edad; esto
indica que las plantas de mayor edad son más susceptibles al desbalance de micronutrientes,
en especial el exceso de ellos que influyen negativamente en el porcentaje de aceite.
Efecto de la fertilización
Los efectos de la fertilización en la concentración de N fueron significativos en los árboles
de dos y seis años, encontrándose mayor concentración en el tratamiento SF en la plantación
220
de dos años y en menor concentración para el tratamiento sin fertilización para los árboles de
seis años (Cuadro 14).
Fuente de Cu Zn Fe Mn B
variación
Edad 2 6 2 6 2 6 2 6 2 6
(años)
Con 18.24 21.43 56.92 54.2 384.3 402 4.38 4.34 141.6 179.5
fertilización
Sin 7.34 7.76 19.81 17.1 111.5 98.2 2.66 2.6 187.4 223.4
fertilización
Prob. de F 0.0006 <.0001 0.0001 0.0001 0.0001 <.0001 0.008 0.008 0.003 0.004
221
del volumen del árbol estuvieron relacionadas positivamente con la concentración de B, a mayor
volumen del árbol mayor concentración de B.
El Cu, Fe, Zn, Mn están relacionados positivamente entre ellos por los efectos sinérgicos,
mientras el Cu, Fe y Zn negativamente con el Mg, Ca y B por antagonismo. El Mn presentó una
correlación positiva con P y S, y, negativa con B, por lo que la aplicación de Mn en los
tratamientos disminuyó significativamente su disponibilidad para las plantas. El K mostró una
correlación positiva con el Mg, por lo que, en la fertilización se pueden agregar simultáneamente
para aumentar el contenido de aceite. El Mg presentó una relación positiva con el Ca y B; sin
embargo, debe tomarse en cuenta el desplazamiento del Mg por Ca en el suelo, la correlación
negativa para los nutrientes que fueron aplicados en la fertilización, así como el antagonismo
con N, P, K, Fe, Cu, Zn y Mn. El Cu presentó una correlación negativa con el contenido de
aceite. El N tuvo relación negativa con P, B, peso de cincuenta semillas sin pericarpio y el
222
contenido de aceite; positiva con el Ca, S, Fe, Cu, Zn, Mn, por lo que su aplicación debe ser en
menores concentraciones para evitar el exceso de estos nutrientes.
Los resultados anteriores indican que en el muestreo foliar de M. oleifera, la época del
año debe ser considerada para hacer un diagnóstico eficiente. En el presente estudio, el primer
muestreo foliar se realizó en temporada de sequía, por lo que los nutrientes podrían estar
acumulados en otros tejidos. Santacruz, Cristancho y Munévar (2004) consideran importante
calcular las fluctuaciones en la concentración de nutrientes a través del año para observar el
tiempo en donde sean menores y realizar una única colecta de muestras foliares en esa época
del año.
Conclusiones
El estudio de diagnóstico y recomendaciones de fertilización para producir semilla y
aceite de Moringa oleifera en plantaciones de 2 y 6 años de edad, en San Gabriel Chilac, Puebla
indicó que se corrigieron las deficiencias nutrimentales iniciales de P, K, Fe y Cu, en ambas
plantaciones, pero, se incrementaron a nivel de exceso el K, Fe, Cu, Zn, Mn. Dichas
concentraciones nutrimentales se correlacionaron negativamente con el contenido de aceite. El
pH alcalino, el exceso de boro en el suelo, la compactación del suelo y la calidad del agua de
riego con alta concentración de Na y de B, son factores limitantes del volumen, rendimiento de
semilla y de un manejo de la nutrición del cultivo para incrementar la producción de aceite.
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AGROFORESTERÍA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES Y
PRODUCTIVIDAD
La edición de esta obra estuvo al cuidado del Programa de Maestría en Ciencias en Agroforestería
para el Desarrollo Sostenible, Departamento de Suelos. La reproducción se realizó en la Imprenta
Universitaria de la Universidad Autónoma Chapingo, Km 38.5 Carretera México-Texcoco, Chapingo,
Estado de México. C.P. 56230. El tiraje consta de 300 ejemplares. Septiembre 2018
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