Sei sulla pagina 1di 80

Sujeto, inclusión y diferencia.

Investigación psicoanalítica y psicosocial


sobre el Síndrome de Down
y otros problemas del desarrollo
Sujeto, inclusión y diferencia.
Investigación psicoanalítica y psicosocial
sobre el Síndrome de Down
y otros problemas del desarrollo

Esperanza Pérez de Plá


Silvia Carrizosa H.
(compiladoras)

Casa Merla al tiempo


UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA
UNIDAD XOCHIMILCO
oapcayy ur punoq puv ODpgin UD MIDDif Á osaldwi
'TU `w!x?1A1 09W, `Pni!nb 91!A "I°D < 00I I 0""H PP EPtZ[CD
S9-K9-0L6 NISSI
000Z ap ms°1e `u912!P
ontunpox pemun 'eurillodonaK etuotionly pepisianiun OO •u•c[
000Z-9661 •svpuadajay ayas ei ap 'oppdjiod 'o!spiej, ÁoE :epullod ap eppseld EJ gp
EztreneD lan2m :epel.Tod ap oxjasm
saivpos sosaaaid ‘pvp!ízitafqns uppvgysaauj ap va.vap !pf
zapuytuaH ES07.11.1ED ET.AUS
uopvaiunzuog uppvanpl ap omatuvuvdag
oisneid elotndsH Xliou •Dri
ayu9/2v.yv oyzna.eas
moi ounuelstioD ollaciou •Dn
sapvmumunH sappos svpuao ap up!s!a!a vp ap .401.7a.qa
Erg ap zapueuiad BiOCUIZ OpreiaD -Dn
pvpyrn vl .12 oyviaws
epuawieD sai(au mos olsawq •Ja
72,0»du
EUE11SEd SDADDV EpplEd 'EJG
ODIIKIHDOX CIVC[INfl `VNVITIOd021_1.HIA1 VINONCW1V
/Vd.:9U29 0.1.1V1.94.9,95
-eulloyq «puf opuntupH •Dri
1VddlaD dOZIW
SOMEN zanbzyg sin-1 aso( 'la
VNVII-10d0211.31A1 VIAIONQICIV GYGIS2:13AINn
odwa4le %Jame ese3
Agradecimientos

Varias instituciones y un gran número de personas contribuyeron con su


generosa colaboración a la realización de esta investigación.
Nuestro agradecimiento a la Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Xochimilco y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT), que con su apoyo hicieron posible el desarrollo de esta
investigación. A la Comunidad Down, A.C., que nos abrió sus puertas, a su
equipo docente y profesional, en especial a las profesoras Guadalupe Rueda
y Citlali Medeiros; al Patronato de Padres y a los padres y hermanos de
personas con Síndrome de Down que participaron en los "grupos de los
sábados". A CONFE, en particular al profesor Andrés San Luis y a la psicóloga
Alicia de la Peña. A KAD1MA, a Lily Margolis y Fortuna Achar. Al Instituto
Langdon Down. A los colegas y amigos de AMERPI. Al doctor Juan Carlos
Plá por su invalorable apoyo. Al licenciado José Luis Oropeza y a la maestra
María Maldonado. A los doctores Ricardo Falomir, Margarita Baz, Carlos
Orozco Buenrostro, Cristina Bolaños, Luis Jasso, y a la señora de Jasso. A
Eloy Tarcisio por su aporte artístico.
Nuestro gran reconocimiento a las personas con Síndrome de Down y
otros problemas del desarrollo y a sus familiares, que con su confianza y
ayuda han permitido profundizar en esta problemática, en especial a Ma. de
Lourdes Carrillo, madre comprometida y estudiosa de la problemática. Una
especial gratitud a nuestros pacientes y a Javier Pliego por su colaboración
literaria. Por su labor en la revisión y realización material de este libro, nuestro
reconocimiento a la licenciada Iveth Salazar y a la psicóloga Elena Ortega.
A nuestros seres queridos que han colaborado con su apoyo y afecto en
este proyecto.
Prólogo

ESTE LIBRO es una manifestación de la época que vivimos. Hijo de un


revuelto e inquietante entorno finisecular, marcado por la transformación
profunda en la vida de una parte considerable de la humanidad, llega al
mundo al inicio de un nuevo siglo en que se suman los avances científicos
y tecnológicos, promesas de una vida más larga y mejor, vaticinios de
desastres y muchas expectativas de cambio. Adquirir conocimientos y
aplicarlos resulta central en este contexto, conocimientos que van de lo
más lejano en el espacio sideral a lo más cercano, nuestro planeta, la
sociedad y la familia en que vivimos; conocimientos que penetran en lo
más recóndito de nuestro cuerpo y en lo más íntimo de nuestra mente.
Ocuparse de quienes quedan rezagados a estos movimientos de cambio
se vuelve una necesidad y surgen luchas sociales que van dando sus frutos
lentamente. Inscribir este libro en ese contexto, siempre marcado por
aspectos económicos, políticos e inevitablemente ideológicos, resulta ine-
ludible. Así, entregamos al lector textos que para nosotros tienen implícito
el valor intrínseco de todo ser humano aunque presente discapacidad,
textos que intentan abogar y contribuir al proceso social de obtención de
igualdad de oportunidades para todas las personas.
Quienes presentan Síndrome de Down (SD) u otros problemas del
desarrollo que disminuyen sus capacidades intelectuales fueron tradi-
cionalmente ubicados en el grupo de los rezagados, pero como no podía
ser de otra manera, han sido también alcanzados por el movimiento de
cambio de nuestra época. Utilizando enfoques diferentes pero convergentes
se vienen produciendo avances muy importantes tanto desde la biología
como desde la psicología, la pedagogía y las ciencias sociales para arrancar
los secretos más profundos de estos padecimientos y ponerlos al servicio
de una vida más digna y plena para estas personas. No es raro observar la

7
8
run ap as ou •ur(aurtu as anb Ej UOD irluaw pnime Ej ruolou sa
opoi anos wad ‘rp!patu ruap ua opunpow Eq as ED!sjj E.Trusod ns rlsrq
X rwanoid ap odp alsa UOD SCuosiad sowan SDDDA supnvy •sopellouesap
sasird sol Tia opol a.nos ‘saluap!AD uos sonturD sol :opriSoi Bird
sauoprupsw a sruovad ap ozTanisa jr X sella r 01DDdSDI sapninDE srnsanu
ap srApDads.Tad sensanu ap u9prmypow Ej E aqap as ols3 •offonesap lap
srwaiqwd S0110 A QS UOD SEUOSIDd suj ap SEAllE1DDdXD SEI alua wjrpTpEa
opr!qurrD urq sour soDod ua SDDUEAE sapur_12 opjrn rq oduuau
•repos U0IDEU1pC01dE El A u9prDnpa Ej ‘ri2oloD!sd El sisiwuroDisd p :SDIE1D
-osoD!sd suundps!p suj E a2my sou anb `0AI1DDJD oDwril p Xoq iod ‘oqwnl
0110 ELLIO1 rpanbspq rnsanu wad •DSTALIODDI ap Diqpn wad upu pD,Typ
ouTureD un Xrq ijjE iod Dnb sowaqrs A rwsrisnlua sou rDwua9 Erdual run
JpqnDsap u idaii ap leal wad ElOWD.1 cprp!pq!sod tq •irluatu r!Duapijap
rj ap olloursap pp saiqrsuodsa.1 sr491o!qoanau saseq sri seurnuasap
X odpouaj Á odpoua2 ailLID pm) u9pria.1 Ej IDDDICIE1SD I Z ELLIOSOWOJD
IDp OIdOld EWOU p Dluauremdinop Jwijap uos salopdpsanw soj ap
srDisyq sauoiDrdnDoald SD.11sri anb sowaqrs •odwri pisa ua safenne so491
-0!q so!pnisa sol urjn2 anb r3s!A ap smund sol aluaurrnanp Xrun 1DDOUOD
u 9pnXr sou ua!nb `NdI lapIope2psaAu! 'onsawang oDzwo soprD .101
-pop p Jod Á awwpujs alsa ua oprz!repadsa rnr!pad (mon olua!wpouoD
ns 9uodr sou uainb ‘ossrf .TolDop p Jod sopraosasr alLIDUIDlUDIDDXD
sow!nj 'as IE DlUDIDJDI oj ua aluaturepadsa (anb X pnl!iDe ElSD opmpej
rq odinba p ua oD!p?tu un ap r!Duasauf Ej anb JEJEjDE sowaqau
•ofyqrn onsanu Epunj anb rinwidps!pialui rinisod
Ej rATA Jauaaurw alawad sou anb sop!n(aid ap D.n!j A ruaTqr rAnDad
-gad run lauDiffew rDsnq ‘prpural Ej ElIODDI opluas asa ua X IrposoD
-Tsd p A oDpnruroD!sd p sarrinDpied sanbojua opurz!!!3n rzrpunjwd
uam IS A rapo.' sou anb 01 ap rildure u9prmasqo run ap alsed rinlsod
rnsanN •sanodr sns UOD oírqrn onsanu laDanbutla ap sournen X rj2oion
El ap sapepaAou 59 E S011101E SOLUDUDBIEW SOLI `0!1E11UOD ID .10d *SODIU010
SO1DDdSE soj ap u91Driap!suoD ap mejELM OU.JOD U0IDEZIIEIDDdSD rnsanu
ap .1!urd E asJapualua aqap cc:1s p anos riqrq as opurnD saluanDas uri
soDT29ion sauodr soj Digos sauoprz!fennu ap oagrj pisa tia EIDUDSTIE Eq
•sopriprdeD93 sol ap ollonrsap p apua .Tod A u9prfialu! Ej uri!wq Dnb
sr.mlsod sri ap ODII9pEnd oj ua sowns!sui a sampos A soD!291oD!sd solDadse
souaD ap u9IsniDxa Ej X owsluopmpal p sowrpun upa •ruosJad run2wu
ap EpTA Ej ap SDIO1DDS J!niDxa iu nivauffirs uapand as ou anblod copinsqr
upTqwrl ouTs irp!pn(nd Eljnsaa 0195 ou fenD 01 sanbojua salualayp
sol anua ritres SDUOISEDO ua X ruannDua EIDUDiDdWOD run ap r!Duals!xa
OD01(»Id
PROLOGO

persona a la que hay que cuidar, sino de alguien que debe ser tomado en
cuenta, capaz de colaborar, con quien se puede dialogar y que puede opi-
nar. Son personas que tienen mucho que decir, que escriben, que pintan,
que piensan. Y por supuesto que trabajan, que aman, que hacen deporte, que
insertan su vida en la del común de las gentes.
En México tenemos resultados igualmente satisfactorios, pero hay
mucho por hacer aún. Porque cada discapacitado que se vuelve autónomo
implica un logro, mucho esfuerzo, mucha coordinación y adecuación de
los recursos y necesidades para sacar el máximo provecho a sus capacidades;
porque aún vemos que lamentablemente un gran número de estos niños
no evoluciona bien y debemos entender por qué.
Una década como equipo de investigación y casi veinte años trabajando
clínicamente de manera individual con niños que presentan problemas
del desarrollo, nos autoriza a plantear ciertas afirmaciones. Ya no es una
hipótesis aventurada afirmar que no sólo las funciones físicas pueden
mejorarse, sino también las mentales. Los especialistas en este campo
tenemos una función y un compromiso fundamental para lograrlo. Han
sido superadas las ideas de que la inteligencia es inamovible, de que la
memoria, el lenguaje o la capacidad de simbolizar no pueden mejorarse.
Este libro aporta importantes precisiones en ese sentido.
La detección de una inadecuada o frustrada constitución del sujeto
psíquico, el reconocimiento de patologías específicas del proceso de
subjetivación, es decir, de las fallas en el proceso de humanización fundante
del psiquismo y su tratamiento, así como el hecho de estudiar las condi-
ciones vinculares y la metapsicología de ese acontecer psíquico esencial,
representan, probablemente, los aportes más significativos que ha hecho
la disciplina psicoanalítica al campo de los problemas del desarrollo. De
estos hallazgos se derivan diversas ideas, cuestionamientos y formas de
intervención. La constitución subjetiva es algo que normalmente ocurre
durante el desarrollo infantil pero que puede también presentar diferentes
problemas. Se trata de un aspecto implícito, aunque no siempre detectado,
cuando se obtiene éxito o fracaso terapéutico, algo que debe plantearse en
los momentos de estancamiento y capaz de dar cuenta también de ciertos
giros positivos de la evolución. Por eso nos hemos dedicado largamente a
investigar este tema y lo colocamos como eje de nuestro recorrido clínico
y conceptual.
Otro aspecto a tener en cuenta en el actual enfoque de la discapacidad,
deriva del hecho mismo de crear y sostener nuevas expectativas respecto a
los discapacitados. Con estas nuevas metas se generan nuevas exigencias

9
OI
•solupsTp saírpiocre Á -e pri!tu ap sorciureD uriapTuuad
anb u9pruuoj ap sodni2 uoo o(-eq-en ansanu aluaTpuad jnbr rpanb—
u9pdpsanuT ap ruianald 011SDTIU E U9IDEID.I ua safeuoTsajoid solupslp
ap osinDsTp p arTprusa ap prpmellsod -ej sounnni sns E JapumE ap
ruuoj Ej renuoDua rard rDpvtuaigoid Ej ap sriopaDouoD sruosiad s'En°
ap oÁode p Á praunion auonj run uoo JEJacIns uarefial TrnD ri ‘rpsn9tre
unT2 ap sosaDoid r umapamos so' anb saicusuasm sonpow UOD U9IDEID.1 9
reauaijua anb UaIDTAlli OURUED ns ua anb raUDLUOD EJ.TOXE111 Ej `SEISTADJ3UD
SEj *saIDAT so' sopoa -e so(m sns rsed rpIn ap sauopTpuoD saiofatu ua
9TanDiadai anb oj ‘asarzTueSio jE rilearq run uoinuaidma anb saxprd
-sofm sns r rempa Á _TE=
‘.readaye ualannuiad sal anb soluaTtupouoD ipTrIbpr Á DSIEULTOJUT uoiarpnd
osaDoad p ua anb s-euosiad ap soso SOILUDOUOD umwei •rDpvtuan
poi ap osad p iTumsr anb uauap sa.rprin seT apuop csuprwr -e fai
-rd ap sauoprpi sri ua ‘sourunati soj ua ‘aaprw ri 'aiprd p ua aluasaJd
aidwaTs rpnare run :solm sns ap oluaTwpru p UOD rpin ns 9iDaje as otu9D
irtiDnDsa UOIDTittUnd sou anb sodni2 uoo sou.refeciria :rprT2apnud alird
run uoia-nj saived soZ •Gs p.iod srpraDaje sruosiad su! uoo sonnpr soj ap
u9priai ri IDpUD.IdUIOD OpESDID1U! En SOU EMJELUI0j EJTUUDAE ElSO UJ
*ED!UM aiird rasa randluoD
oDpnodeial oauaTuretsedmoDe Top -eDTuDoi rj Á rpu-eliodun Ej ‘.re2nT p argos
oixaa un -9-rujdrD ono r .regni Ep owenstuntu orm p uoo uaDaneasa
soaso anb oirpujn la Á saiprd sol uoo aluaurepirird vp-ezurai iociri -el
- prpprdeDsTp ap SELUJOJ seno Á us uoo saluaDsaiopr Á sogm uoo soprzurai
rmajiruroDisd u9TDrauapo ap soauaTturaEn sol ap uaffins anb sauoTxallai
srT E Á OD!UnD MIDIELLT IE Eprp!pap visa u9pDas raso ap aixed ioÁrm
EZ •sornajdeD soasa ua DlUEADIDI idni un uauap oluaTtursuad p Á odianD
o •us lap rDpvtualciaid rT r sop-emaijua saiopr2psanuT ap odInba Tap
rDluremp Ej -ensnu CQXDJ Ufl *aluaureDITID s-eveDundwaía sour soaso ua
srpTnnsuoD seasandsai sri Á sepraiurid sTsandm a sumanoid soj coDpnru-e
-oDTsd anbojua un apsap u9p-dpsanuT ET ap oluaurepunj p Á -epoann
Ej rauasaid anb 'mg pp ED!ujp nred El acipDsm as rauji rasa uq
- u9puaniaauT ap sruuoj SEADTIU 'rpnÁr ap saprpTsaDau SEADMI OpE(DIEdE DE.11.
oso °poni •u9prigod Ej ap (»Sal p -eauasaid anb saprmsaDau srtuntu sui
SOUTU S0150 UD UMSDWITEIU as prpllrai ua .prmispEan ri Á EJLUOUOME Ej
pniDapauT prioprdronp Ej ap odureD Top opTnpxa rcreasa SDJUE anb oT opoi
iri2aluT E rzuamioD as aluawlenne anb E opTcpp soja EJEd sunanu uos
anb s-epua2Txj •od!nba p ua Á ETITurej ns ua 'opriprdrDsTp p ua oDInbjsd
oluaTmujns affins sanan SEDOd OU Á sozianjsa so' IELUDJJXD E ur2llgo anb
000-1921,1
PRÓLOGO

En esta primera etapa nos concretamos al conocimiento del funcio-


namiento de algunas escuelas especiales en la Ciudad de México, lo que
nos permitió profundizar también en el estudio de la integración educativa.
Queda pendiente nuestro paso por otros lugares que, de acuerdo a lo
planteado inicialmente en la investigación, nos hubieran permitido pro-
fundizar en el conocimiento de la integración de estas personas.
Los integrantes del equipo participamos con nuestras ideas y trabajos
escritos, producto de la investigación en distintos espacios con el tema de
la integración educativa, comprometidos con la idea de generar políticas
públicas en relación a ella.
La compleja problemática sobre la discapacidad adquiere nuevas
dimensiones con la aprobación de la Convención sobre los Derechos del
Niño, aprobada por las Naciones Unidas; el documento más ratificado
en la historia de la humanidad, nos compromete como profesionales e
investigadores en los problemas que se han de derivar de su aplicación.
Como equipo de investigación, no fue un camino fácil para nosotros
el que hemos recorrido; la complejidad de nuestro objeto de estudio nos
enfrentó a dificultades que en muchos momentos afectaron nuestro trabajo
y producción, situación analizada ampliamente en los textos, reflexión
que nos compromete en la lucha y en la apertura de nuevos espacios.

11
Introducción. Breve historia
de un proyecto de investigación

Esperanza Pérez de Plá

Un camino, un grupo

Cuando las ideas y la amistad unen a varias personas se pueden hacer


muchas cosas, entre otras formar un grupo de investigación. Nuestro gru-
po puede presentarse a través de algunos aspectos que lo caracterizan:

• ha podido nombrarse: Tonalli,


• construir un camino común: el proyecto,
• generar un espacio compartido: su presencia científica grupal,
• permanecer en contacto y colaboración largos años: una década,
• y plasmar en conjunto una producción final: este libro.

En realidad Tonalli no está solo, tiene familia, el grupo Teseo, del que ha
nacido y del que siempre ha sido parte y con el cual mantiene una relación
viva y enriquecedora, pero también tiene su identidad propia. Más aún,
ese modelo de formación como grupo de personas unidas por las ideas y
la amistad es el mismo que dio nacimiento a Teseo hace más de 15 años.
Puedo afirmar sin duda a esta altura de los hechos, que ésta es una forma
de constitución que da cohesión y ricos resultados en todos los sentidos.
Teseo, en su conjunto, fue un grupo organizado para el estudio y la
investigación clínica y teórica de las patologías más severas de la infancia:
psicosis infantil, autismo y retardo mental, lo cual quedó plasmado en el
nombre con que se inscribió oficialmente años después, en 1987: Asocia-
ción Mexicana para el Estudio del Retardo Mental y la Psicosis Infantil,
A.C. (AMERPI). La razón de su creación fue nuestro genuino interés por
estos problemas que no han cambiado y nuestra realidad como clínicos que
necesitan reunirse para apoyarse. Estos niños tan graves eran un porcen-

13
571
-saprua!nbui sns sonosou UOD UDJJEdLUOD anb st3sTepadsa sano sopnw Á so2oisunDu sEnEpad
sop!p?tu ‘r!llurej ap 'peppplotuop!sd ap calen2ual lap se)nadria3 So2o2rpadoD!sd saiopEonpa ap
sano& sol uenuanDua as se4pd sns ap ocieDe anb oi ap u(aiduuoD syau aluatuEln2as Á
upelpap sytu odru2 pp rpolspi Ei as.repsnq apand jlly TiD1p3D smsytanua swalUZIIXD sopennu!
DF. SDUOpE.TOCIEIOD '5-axiomas UOD ‘aluawiEung -nupsu! -eis!Aai run ap rung Ej UOD rÁ 7mi«
opdvpd s!saysd adqos soymisg oinip p ofrq '1 watupu p UOD Muaurenanu opuuzuatrop ‘o2ani Á
sarenuy sepernof sri ap rpotuaini ap rung ua L oialuslu la Elsen opencind Eq as EIS!ADJ
salednfi sauorunaa se' ua spialur aoÁuur urqrapsns Á osodusaid surn mai
p Eaa ou Trauaw opinar p anb nasa" ua upanDo csoprdsa sosaamp tra
ouroD •oqDaq 0110 E suwapr snpuodsas odnfi ansanu ap u9pran EJ
capop oaaurr,tu jE truldall OVE alsa anb 'saienuu
sauoprnqnd Á srpruaof sns crrsolsrq ns lod opensowap oprs -eq Trrp oj
`01UDILUESUDd ap SMUDIJJOD SDlUDIDJIp E cararqr Á oprundosrpninw OWOD
Dugap as ODSDI odnaD p :alueurumpaid Ej SD E3I1JIEUEODISd 119DElUDIJO
Ej `EJ20103ISd Ej ap Á ruprpaur Ej ap DJUDIDIEUOISDJOid DuaInald saprp
-rAppr ap u9przruelo Ej UD ()ATE SEU" X lopEpuni oappu p anbuny
•sardni sano apsap SDIEDTUT
.. SEI opuops!su! som
-m2Ds coularri Di) SOWE!JEA ou Á oppanbraua Eg sou u9punsaaArp Ej cirpuassa
01 uH -soprprjruon EX soauarwpaprd soj ampaa ou X saaped sns X gqaq
sol UOD .ITUDA-TD1UT ap souresen 'aruaAaad soureDsnq D1upuirenlJE osa lod
Á sodureD soninadsar sns suur 1Dpuaaua EJEd suqure ap alarnbaa as anb 'sed
Ej E sriprew uaqap rfioloard X puprieumou anb souraqrs -rJaapaa sol
inpr X salLIDDSDIOpE ua SISODISd `SDU012111I1SUI SODT.I9D1 SEWD1 ‘saaoarua2oad
sns Á gqaq soj ap srueadwal suur sauopupa sEj ap odun p -eprq oIdwara
iod ‘asopuuridtur uara-nj ~al sansanu Á 9pan odnfi p cfianq •sopod
sourea? anbiod Á Efioioard rasa raInsaa anb usopuumaqr oi iod mallas asa
ua saipyrp Áflus sour uarand •opu-rfflas oj lod soureado •orpnasa ap odnfi
un seunoj 'arsuad csrapr serqurriaalur suur lapualdr Á soprarwpr aluaw
Jerniquq soadaDuoD ap apas run reuonsanD o sairuorsajoad soaso E so'
-.1I1ILUDI Á SOIJUZELIDal EDUDIDDSUOD 10d „SDIEDDdSD,, UEa sruraiqoad soasa
ap OlUDIWIDOUOD 030d OSTIIDUI o gaalursap soprpnÁr 1Dpod raud opon
ansanu ap u9punDayeur Ej impap ‘ourspradaDsa reasayuruu sdajop
soau-ea OW03 :sapuprpqrsod sop sourejuai •rprn Ej -epoa used `SOITAID1UT
EXE4 anbunr `SDDDA E warambpr as anb soj solju sorpnw ap sosruroadwoD
uos anb EX 'ou o „soweldom ap ‘ou o sompaJ ap usnspap Ej 'Brum
OLIESDDDU D-rg °asa oraafD0 opuunD -„suwaa soasa UD EIDUOLIDdXD UDU2T1
anb sol„ IDS E souresrd anbJod sopnrwaa aas E uarrzadwa cfian-I urze
Jod uordall sou souanbad soasa ordiaurad re saapud soj u anb rerfii -souru
ap selsqurropisd OULTOD sousempaa anb saluap-ed soj ap alureasodrur DÍE1
NQIDDIICIMLNI
BREVE HISTORIA DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

y en las Jornadas anuales el autismo y las psicosis infantiles. Sin separar-


nos del grupo principal nos pareció necesario organizar un espacio dife-
rente, un subgrupo donde los integrantes de esta minoría que tenemos
especial interés en profundizar sobre la discapacidad intelectual pudiéra-
mos hacerlo. Fue la semilla inicial de Tonalli. En este ámbito más reduci-
do se revisaban textos de diferentes disciplinas, se presentaban situaciones
clínicas y se discutían las indicaciones terapéuticas. Escuchamos la pala-
bra de especialistas invitados que nos ayudaron a comprender los proble-
mas orgánicos de nuestros pacientes, el alcance del concepto de nivel
intelectual y de su medición para la psicología, los problemas educativos
de los discapacitados, etcétera. Cada vez más nos convencíamos del inte-
rés del tema que habíamos abordado.
El nombre Tonalli correspondió a un momento particular de constitu-
ción y consolidación grupal, no inicial pero sí temprano y buscaba reflejar
una unión entre los primeros integrantes y una apertura más decidida
hacia el afuera de Teseo, que por supuesto nunca había faltado, pero que
queríamos impulsar: habían llegado algunos participantes que no eran
miembros de AMERPI, intentábamos insertarnos en instituciones mexi-
canas de diferente tipo, tales como universidades, hospitales, escuelas donde
concurrían niños con SD y a través del nombre buscamos conectarnos
con las tradiciones de la cultura y con los mitos de México. Tonalli tiene
muchas acepciones: es sol, calor, alude a una fuerza externa que da vida y
energía. Fue un aporte de Martha Duarte acrecentar el interés del grupo
por este nombre con las investigaciones del antropólogo López Austin.
Luego de leer unas pocas páginas fue fácil adoptarlo como distintivo. Al
mismo tiempo recibimos del artista plástico Eloy Tarcisio un dibujo que
interpreta nuestra idea básica de despertar y devolver una palabra propia
a estos seres humanos tan dañados.
El Proyecto estuvo siempre en nuestras cabezas de algún modo, quizás
desde que yo misma propuse a Teseo para representar a nuestro grupo y
sugerí la letra griega theta (0), primera de su nombre, como logo. En
realidad pensé en un conjunto: el Minotauro, el Laberinto y el héroe
Teseo. Un monstruo, un ser malformado alrededor del cual se ha cons-
truido una cárcel sinuosa, enigmática, que amenaza con la pérdida del
rumbo y la vida a quien se aventure en ella. Un ser que carga desde su
origen con la locura y el pecado de los dioses, óigase el capricho del azar,'
mitad animal y mitad humano, rechazado y excluido por su familia y por

El capricho del azar, el accidente genético, el parto complicado...

15
91
-oqeD e rprenall rird
apcupuipsaidwr sa uorun ns arad ‘oinmougAi pp somand sns r rencEI ap rsaIdwa Ei ap (Maní Era
-uals!snd 419 Dua9 Erspepy Á (»sal ap elaird 9 ollar pp SDUO!SIDA SellJEA S9 ap EUTI2UT u3
UOD opruoprpi ole (s!sguroDIsd p apsap ripnisa Á rsuaid 01 as opuenD
opmai Á sisoprsd anua aploci asa r onadsai muraaid trefi run uriaua2
u9pualr ri urum anb ro!unD Ej ap sopan ope1 un iod •runoj opuctuo3
uoianj Á UOIDTRIDAUOD JaDDID jE Dnb srpuapadxa srap! `ElUDITDO soj Di)
rpripp Ej ua onaÁaid pp SDUDILUO sop opIcin •rpOilIDLU ap o U9pEpaIdE
ap SalO.LID .1011D1UOD apand Á onnahns alurisrq sa lauodxa r Áon anb cri
* * *
•souatu jE sourelua)u! oJ
•salusodun ou wad soraidtuop c.rel!surn ap saipjyp sou!ureD Jod uain2
anb 01EDSDI ap SOR cusaidula ri ua soprn opua!s clInnsuop EJEd sour!unal
sou wad 'apcllsod s'j ¿rimes cuan ou jc1 OUIOD anb ‘r!pa2rn EI ap ris!uip
-do rmnaT run ows sa? `2IEDSal Di) prpmcllsod El Á? -sourtung aluaureu
-aId OLUOD soprldaor JOS ap saprlinDTp sri UOD Á ralOdIOD prpuuojap El
UOD EpEUOIDEIDI 119IDEUDHE run Á SDUOpEpEA UOD oppadai xernau!A rwrip
un crdfrp UOD- opyqn saua2po soj ap opalslui p :Espuo3 Á rprumsap
ur] upp;u1 qinpqrs -usa ap ampouoDai wad oprn!poul mal ja san!!
-rurej sns Á saluaprd sonsanu ua oprnuoDua JagEq sa anrlou oj
'EuppuoD rT opumurnai ()lupa clEI PP IllEs
Japod Á rpin Ej ap rpua2llalu! ri ap p UOD onnsuow jE idall :ol!tu
pp mima' risa sunprlDadxa SEUSDI1U ap Á prp!Appr rnsanu ap on9cituIs
Ánui 9pared Da! AKILUDS "Zni ri -e opamon rzed sarepos Á sarelllurej srp
-olsm ap sruren srinDso ua X prp!uuojap ns ua opeuage rqrlsa anb
jE JElEDSDI Á onnsuaw jE JElEW DF, prpincusod ET OLUOD asJaai apand ‘rp!A
ap oasap Á upua2llaau! ‘rnanj i!un jE ionnpuoD opq p uaÁnnsuop anb
‘ruprpy °asa" ap topjui Oled Ej ap rpuaispca ri anb ODID oÁ axequia u!s
•sauruedsa soj urprn oj 01.1103 srpod2 s'esa ua ouismr jE sateuuou-e soylu soj
E xelp anb s'ya' rcrepanb ou osa Jod ‘anepdrui oupsap p •Epues Ej las
apand (ren2! d!s opol anb smnb o) alnriouqN lap allanar rT ops ‘aluaul
-main `aliar ja ua ¿aicusod ugpriacni ÁrH? •Epualspca ns r SEIDELIELITE
sEpin sns ap olnqp1 p tre2rd anbiod urpo oi anb sano soj r.Trd ruapuoD
ap X opupprs ap xenr anjarTA DS Dnb parp 'u9pdafias Á prpaios ap SED
-5.1011D1 SDUOMpUOD LID anrn anb Ej ua rDpupaciri palpo EUfl *prpapos Ej
NR)1DDfICIOUNI
BREVE HISTORIA DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

la estructuración del sujeto psíquico y sus límites en que estas patologías


contactan. Por otro la demanda de padres de niños con discapacidades
intelectuales más o menos severas que nos piden ayuda psicoterapéutica
para sus hijos que presentan síntomas asociados pero diferentes de lo
cognitivo, tales como agresividad, angustia, rebeldía, rechazo a la esco-
larización, etcétera. El primero fue un pequeño de entonces 7 años de
edad con SD, que consultó a Araceli Franco hace 16 años. "¿Puedo plan-
tearme una psicoterapia analítica con él?", me preguntó. "¿Por qué no?",
le respondí. Y sentía que todo el peso del prejuicio, las posibles críticas y la
incomprensión de los colegas pesaba sobre nosotras. "Hay que intentar-
lo", agregué y la respuesta inmediata fue: "Bueno, pero siempre que revi-
semos el material de las sesiones juntas, cada semana". Y así comenzó un
largo periodo de trabajo en colaboración, primero con Ricicy, y luego con
otros niños con trisomía 21 o con otros tipos de problemas genéticos. La
respuesta fue sorprendente, aunque por momentos el vínculo terapéutico
era muy difícil. Lo más notable mirado a distancia es darnos cuenta que
nunca pensamos que estábamos tomando una decisión que iba a modifi-
car nuestra vida profesional, que un pequeño con SD nos conquistaría de
tal manera, pero así fue.' Tiempo después Martha Duarte me planteó la
misma necesidad de intercambio respecto a uno y luego a varios niños
con discapacidad intelectual de otras etiologías, yo misma me hice cargo
entonces de algún nuevo paciente discapacitado en psicoterapia.
Ya éramos un pequeño grupo de definida orientación hacia la clínica
psicoanalítica con niños y al convocarse a la formación del subgrupo en
que se estudiaría el retardo mental no tardaron en llegar cuatro nuevos
interesados. Dos de ellos, Mariana Osorio y Carlos Lomas, animosos y
jóvenes, que han hecho grandes desarrollos personales en esta década,
estaban encaminados hacia la parte clínica del proyecto, pero además
contaban con una fuerte capacitación en psicología social durante su for-
mación, lo cual se manifiesta en sus aportes a este libro. Al mismo tiempo
se sumaron los hermanos Arámbula que han tenido un lugar muy parti-
cular en el equipo. César dispone de una capacitación variada que ha
puesto al servicio de la investigación de diversas maneras. La clínica indi-
vidual es una base siempre presente, pero además los grupos, el psicodrama,
La particularidad de esta empresa terapéutica y sobre todo la inseguridad respecto a las
discrepancias que podía provocar el tema, le hizo poner entre signos de interrogación el título de
su primer trabajo clínico. Franco, Araceli: "¿Psicoterapia psicoanalítica en el Síndrome de Down?,
presentado en las primeras Jornadas del Grupo Teseo, en marzo de 1988 y publicado en el primer
número de la Revista al año siguiente.

17
91
-our p oie.12 Ánw a-nj ñ soinDnxe Jpnpard u sourezadwa aluauseprdpj
•(S0.110 D.I1UD 'ODIDTADJUOIN D130 Hasso):1 el!arad rendsoH pp sqreiprjau
sauoprz!uello ap odnID pp sallrefialu! soj ciauTA •D ‘ujptresedsa ap
seuap.rn coppou clupoD ‘Ánsuffesniaj smun2ard sns UOD ur,re
syw otionuu X uparop ua seuramard soi E selsandsar sns UOD sacan SET.IDDLU
opera UE4 sou anb ‘Japuarde anb (num ÁE4 saua!nb ap soueDuaureou
- sdarop soatrpiodtualuoD syw sano • (sallanbsoi cnoDwu!A\ ‘991N-
colpa c!uoutrevy) saprua!nbw smsa ua sopEluEppE Á SOI1SDEUI arap!suoD
anb soppaffej eÁ lexaua2 ua sarauoid soZ •o(eqen ap ze2rq ns ua sopensyk
o sonosou UOD seisa E sopunnw sounSre <Eural p anos sasfed S0J10 ap
sopmeueop!sd saropdpsaxu! sol u-yisa Te' 0110 JOd *SEpsn2uu sns 'ElSTA
ap smund sns supnp sns 'op!ujiD of.eq-en ns ap u9!snDs!p Ej Jp.redwoD
uarapIumad sou saras.redwoD solsa ualem ap Eno Ej ap °Trusa p ua
oXodE souopuyp sonosou UOD arogrioD anb yilueD u.rnel ESO)J E Á (soaso
anua crprfkoLreung Á ATTA 'opdpu) s'amen Xnw sauopeollqnd oduran
alsa altreinp orpaq u-eq X sopripedeDsr.p saluaped UOD u-e(eq-en odni2
pp aued Juarioj UTS anb ‘oasai ap so2Iure sonsanu E aXnpui •ourwaiur
ap odinDsT DUJ ‘sop-elp jE suppsnlur. aiD3DILIOD aluaurein2as •reluaLuep
-u-nj sa ‘ofeqen oso ua saratsedwoD X s-ejn2 SaT1SDETIT ap opimas UE4 sou
anb saropansanw soj ap p ualq syw o ‘Ejjefiqqm Ej ap olDadse o
•sanbojua soqur ua souredrptued sopor reraua2 ua arad '0110 p ua
anb mDadse un ua spur soureioquí sonosou ap sou-n2re odwap pp oareT
anbune caluatureloi sepundas searp uaranj Teposop!sd u9prun-xarde
Ei Á EDIunD Ej epunN •ozua!woD p apsap osndur! sou as sand conaXard pp
repos u9!suaw!p Ej sarped sol E .relpnDsa aluapps EJD opodurel X oprisly
as UOD onp!mpw p ua IESUDd anIsodur! BID anb sowT1 *U9TDE2T1SDAUT ap
onakmd un IE1DEpD1 ap pep!sapau el 9aitreid as X soDIunD sarepaiew so' en
--.1eduuop celsandard ensanu ap saraiu! p 9unuuop sou anb oj 'Elfe.r2ollqm
ECIESTADI `DlUDUIIEUELUDS TSE-) EJLITIDJ DS SD1UEI2D111T OTO ap odruS alsa
•sopuirDed-eDsIp UOD sauorDrunsur. ua dequn
ns lEpIDT1IEd UD Á SO= UOD EDT1JIEUEODTSd EDTUJID Ej UD ETDUDTIDdXD ns UOD
nIUDd ETIO1DTA snuns DS SpildSDp ODOd 'samuoprupsu! SDUOTXDUOD SEI BlEd
Á U9TDE2T1SDAUT Ej ap ovas!p p ‘odn.L9 pp enuDnnsa Ej exed lepuasa anj
exprzTearo peppedED Á ETDUDSDId ns 'ocItuap pp osEd p ansowap oj jse
Á u9rsnpw ns UOD as.repgauaq eppod (onaXard p ua umurra opumpad
eq! as anb ‘reposoD!sd aued Ej anb souresuad •oinDpsqo un ria-nj osa anb
9DOJEd sou ou arad sodn.12 Eqefairew A Ejjosopj Ej ap ocluir) pp Tuan
ciduaysry ap OICILUDTLU SDDUOlUD 10d E1D OU *S0110SOU UOD OIECIEJ1
ns X u9p9asa ns °Ve-D.1E1 ueq sauoprunsul ua ofeqen opduoiard p
NOIDDI1GOUINI
BREVE HISTORIA DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

mento en que nuestros mejores referentes pasaron a ser los escritos de los
compañeros de Tonalli, en que "nuestra experiencia" se iba particularizan-
do y tenía ya el sello de alguien. Ser grupo nos ha ayudado a crecer pero
también a ser diferentes y a construir líneas de pensamiento propias.
Algunas personas que pasaron de manera transitoria por Tonalli nos
dieron ideas prácticas importantes. La central ¿por qué no presentar el
proyecto en la Universidad Autónoma Metropolitana para darle un peso
mayor e intentar conseguir apoyo económico? El proyecto, en lo medular,
ya estaba construido y redactado, habíamos escrito y publicado varios tra-
bajos y realizado presentaciones en diferentes partes de la República Mexi-
cana. Hasta tenía un nombre que fue la base del definitivo y que ya expresa-
ba nuestras ideas. La elección del Síndrome de Down entre las diferentes
etiologías orgánicas de discapacidad intelectual será explicada en el capí-
tulo siguiente. En ese momento invitamos a participar y a funcionar como
enlace con la UAM-Xochimilco a Silvia Carrizosa, quien además de ac-
tuar como responsable ante la institución podía aportar al equipo su cono-
cimiento del enfoque psicosocial y un interés y trabajo personal previo
respecto a la problemática del Síndrome de Down. Con esta constitución
definitiva de nueve integrantes funcionamos hasta el momento actual.
En definitiva el proyecto recibió el siguiente nombre, intencionalmente
abarcativo y explicativo de su contenido: Particularidades de la estructura
subjetiva de los niños con Síndrome de Down y condiciones de su desarrollo.
El último paso oficial fue la aceptación del proyecto por parte del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En lo esencial
este hecho no cambió la dinámica del trabajo clínico. Lo que sí se inten-
sificó en esta última fase fue el aspecto psicosocial del proyecto, en espe-
cial nuestro trabajo de campo en una escuela para niños con SD. Y apare-
cieron los plazos de manera más perentoria, lo cual nos ha obligado a
redondear ideas, a concluir una etapa.
Durante estos años hemos recibido distinguidos invitados que nos
asesoraron en metodología, que nos informaron sobre los problemas orgá-
nicos que produce el SD y sus consecuencias. Hemos concurrido como
observadores a escuelas, muy particularmente a Comunidad Down, a
talleres y actividades artísticas para discapacitados, además de participar
en las actividades de CONFE y por su intermedio tomar conocimiento de
diversos grupos e instituciones que se ocupan de los discapacitados. Tam-
bién durante este tiempo hemos continuado la difusión de nuestras ideas
dentro y fuera de México. Varios de los integrantes nos convertimos a
nuestra vez en transmisores de los conocimientos sobre discapacidad in-

19
oz
•arninj p ua xeírciEn EJEd saium.roduu! soiund UE1Sal Dnb X asmaldwoD
opipod En ou anb sowaciEs wad ‘u9pdpsanu! El ap soiDadsr salualayp
lapuardwoD -e Á irsuad E otpnw opEp-nÁr Eq sou onll aisa i!cipDsH
•EJai?Dia srws!tu s'el ap muosiad sauopnipsui ua saiprd ap sodnfi
'EpnÁroinE :SODCMUOD sano ap sodnfi ap oitra!usEuopunj ap Ettuoj Ej
JES!AD1 EJEd ipuas apand anb o(EqEn ap rung Eun rEdnfi u9p-nrocrep ap
opoi?ui p tia SOWEI1UODUD umturi •oiva!wpapEd aisa ap r!doid allIED
ua sounn!A anb o21E ÁEH •sruosiad seisa ap urdnDo as anb soj sopor UOD
X srinadrial ‘saioveDnpa ‘sarprd soj UOD ‘SOSMIDDI sea' UOD uprqurEi Á u9rs
-uaidwoD ap saprp!msod SaTOXEW UOD 90(DLU X syw souirmjpuapr EJEd
opimas mi soN •odwED aisa ua srinadrial OWOD sopljauaq saiuraiodtur
oprfap Eq sou 'EprIadns ap dan' '-earri 9 E anb s!slly.ird Ej 'EpuanDasuoD
ns X Epuaiodwi •aigniadnDanr a opEurp odianD pp mai oi alUE rpum
-odui! -ensanu UOD U9pEJUO.TJUOD Ej ap opElq-eq sowaq (num TEnD 01 .rod
szmuip o iopdpsanu! JaInbfenD ap re saivaiapp olua!tupps un Á priinD
-IR run undlu!EDpywalciard risa UOD ofrqrn p anb aluap!na s'a •oposo
ElrEpEIN Eluas-aid anb u9priociria Ej E idni uwa!p Á prplipn trEfi ap
uwanj anb 'o2ani s-eipDstren Á srpEqrfi s-eparolard salEdnfi sauorunai
SEpEA SOLUEZHEDI 'arqu aisa ap U9pDEIDDI ap rdnia Ej EJEd osindwi pp u9p
-EladnDai ap Á u9Ixagai ap EUJJOJ OLUOD '6661 ap ounD p tra •oluauuow
EpED ua OATIOE Egrisa od!nba p ua anb ua!rfire mut' aJdwa!s 'aluawrpeu
-niioje canbunE sEfEci Ánw snno Á -esuaiui prp!Appr ap srd-eia ocinH
*DDUEAE un sa EX Á —SDDDA E 019S —DiclUIDTS ou —oirnbod un or9s
--opoi ou souru soisa UOD OWOD *ow!uysap ap OlUDTWIlUDS p iod odnfi
pp u9rDEnauad El u0D intpni .IDpod E X .refrqnn ap aíndwa p .TEA.IDSUOD E
EiDadsai anb oi ua aluawiriDadsa 'osapaid aisa ua a/1ms Á osq ops Eq opoi
oN .07-IDI1JSD X OdalDp otpnw opED!pap apaga' ap JESDCI E ua9 911-es sow
-pm anb oI aidwa!s oN •otpanoid seca oprDrs apaq9 sow-eppod anb ap
Eapr El souopuefap 'odwap 1E SDDDA E `0!DIU! ap SDDDA E `UOJEJ1S119 as SO1DID
-UOD saurid X srap! srtpnw :as.raDeq opnd sourrivalui anb oj opon oN
-opind-eD ano ua ?mem osa ap 'aDrq as ow9D Á ?nb EJEd Jaqrs ap u9p
-sano s'a •prprpin ns Á Epur)Jodtui ns ua EX LIDDID saua!nb Árq 'rennapiu!
pepprdEps!p ap odp 0130 UOD o UA,10a ap Dwaipujs UOD OUT un E EJUJJEUE
-0DISd U9IDEUIDCOidE Eun algesuadw! uri sa ou EA. •suppywanaid srisa
UOD urlEgen anb souEwnq sodnfi X sauopnipsu! UOD U9pEpi EI csjed pp
E.ranj Á onuap soppirdwi sosinD so' OWOD JIE 'odnfi pp saluEfiaiui sol
ap ounlr UOD srwai soisa anos iE(Eq-an E OpEDIDDE urti as anb u9pEiaua2
Epun2as Ej ap sdalop X so2!wr soj EX saiumsEq uos •oun rpED ap sp_raiui
ap sraun sET UOD JET1UpUOD DI) sytuape 'opuEnpInD sowrjuan anb TEnipapi
NQIDDfIGOILLNI
ASPECTOS GENERALES DE LA INVESTIGACIÓN
El sujeto, el cuerpo y el otro.
La constitución subjetiva de los niños con problemas
del desarrollo, con especial énfasis en el Síndrome de Down

Esperanza Pérez de Plá

Una ilusión no es lo mismo que un error, ni es necesariamente un


error... Una de las características más genuinas de la ilusión es la de
tener su punto de partida en deseos humanos de los cuales deriva.

S. FREUD, El porvenir de una ilusión (1927)

Diálogo entre ayer y hoy. Planteos iniciales y posturas actuales

He tratado de reunir en este capítulo los planteos psicoanalíticos del


proyecto original y pensar su evolución, los aspectos que se han mantenido
constantes y sus cambios. También intento discutir el conjunto de nuestra
propuesta y exponer de manera global los resultados de la labor realizada
durante esta década, lo cual remite al lector a los otros capítulos del libro
donde podrá encontrar planteos más detallados y respuestas más específicas
respecto a los diferentes temas expuestos. Es entonces otra manera de
hacer la historia menos anecdótica que la del capítulo anterior, pero historia
al fin. Por eso invito a quien lo desee a acompañarme en el recorrido por
los conceptos, las preguntas, las polémicas y las respuestas. He decidido
por esa razón mantener en gran parte de este capítulo un estilo narrativo
que reúne los tiempos y muestra el vaivén de nuestras vivencias e ideas en
tanto individuos y como grupo.'
¿Qué hemos hecho y por qué?, ¿en qué progresamos?, ¿qué hemos
hallado?, ¿cómo recomendamos utilizar estos conocimientos? Son algunas
de las preguntas que me he planteado insistentemente y que para ser
contestadas requieren una revisión de nuestro proceso. Sin buscar ser

' En este sentido, este capítulo es complementario del escrito por Mariana Osorio.

23
•onll alsa ap oDupadsa num pp d USTE2pSDAUT Ensanu ap Ennj uepanb ‘analuatu.n3
sourepuaunDai anb s•epEuopriai sr-DpauDS SZUO!DDDSE SE-120 Á as pp EU1 p anos uoprzurniDE Ej
Dnb sourgimsuoD angula tus ..mutpnb ansanu ua saDuen-e sot.prp .unpuz E so2sandsp antuars
`SEpUDpOirlDU gel Á couauDS ei ua solueppu sol ap SOlUDIE SalOpEDDdSD ua OppiDAUOD SOUIDIT SON
•(onsomang oDzazo sopeD I onop Jopdpsanu! p Á ossrf s!n•-i naDop canr!pd ows!w p anos
SOUED7DUI selspDadsa UOD osnptuD ED!UVITO EAFJDDeISIDd Ei apsap ELUD3 otpup E EpED!pap Ejj-efioucllq
ESUD3XD tun UOD 01DE1UOD ua osnd sou as pp cDppwaigon Ele u9peD!pap reinDpied z
ap X otusTnbTsd Tap sapepprinDpTrd sEj 'opri un iod csoyTu solsa ua
ESTDDid Ánw -e.Taurtu -eun ap idpsaAu! u-encllsod srmSJIDDE.1-69 MEI
-oDpipT.nbTsd X ODIMT-I oDus9u2rip ns E
ourenD ua Epnp E Jdni ur(ap ou anb SOSED UOD *clan anumad sou olsq
*EDIUI9SOUTOID U9IDEJMIE EUTI OUIOD u9prDupuap! ns Á SOSED SOj DF. EJJOXEULI
Ej Tia aluawzoDaid XnuT o 0JUDIUIIDEU p apsap u9pDalap ns alTuflad
X opima' ap SEWJOJ SE-U() ap aluaureppju rpualayp Ej renD Ej crDpaua2
-es= EpTDOUODDI ns EpEp 'ED!29ToTla X rD!unD rApDadsiad run apsap
u9TD-emn rspaTd ns E rp-ernDuyt.-enuanDua as lorlp saau-e umocf uop2ur-i
ap Duro.ipujs o otusildualu pp u9pentullap Á pepprinDpIrd El -rpri.
usnsaldxa ap -ejgopiedoD!sd Ej ap -eventullap ñxrp-opred Xnur
ramo.; run ap aSTOJEli 10d rffloDsa opas ET,j anb pp raTiyulaicioid
Ej E aluaturDijpadsa opT2T.THD -prd --eDIT-tbjsd (d-eD!purn) rjfensnuTui
o prpprd-eDstp OUIOD JELT2!sDp ualaTjald samlnr soliap ‘aluaulfeniDu
canb X frauaul prpuTqap o rpuapijap `OSEllaI copela' <-quaTjoSTIo ap
sanwou soi UOD DluauseDIsyp oppouoD ‘oluaTtupaprd aluanDaTj 'cm p
anos rildwr sral u9p-dpsaAui run ap allud rulloj onaÁoid aluasard o
maurul aludir !S Ej ap sourrsaidxa
cri •sofrgen sonsanu ua rpuanDas UOD apaxedr SEDIUjp SDUOIDEMTS SEJ10
UOD u9priedu.lop Ej osa Jod z•opunjoid sytu ollyrusa ns ried onpadsa
odn12 un cepaXoid p ua irspald ap prp!sapau Ej UOD ruopepi as (us)
uhsoa ap Duumpujs p ua u9pualr repadsa Ej Onb ñ solua!wpaprd sns ap
rj2oTopa Ej Jod soureuoppaps soj ou Á ollonrsap pp srmanoid UOD sou
ap prpIsiamp u-e.12 run sourmpa.1 anb coluatuom ur,t2u!u ua SOTIO1ITISUOD
sonsanu ap prpHrai Ej SOLUEITODDI ou anb Á soDIujp OLUOD soturgad
-wasap sou rpIpam trefi ua anb ozua!ulop p apsap «m'upe alaIn-b
•osJno ns an2I offlopr u-eq sou anb
sauoiDnlpsu! sri UOD Á SOIJILI smsa UOD ofnen onsanu anbiod irug olund
un ap men as ou anbunr csrap! gensanu Jauodxa Á olunfuoD p leuoucaigai
E sou anb ‘-esnrd run Jayeq ap colund un JDuod ap oluauTolu p
ua soureisa anb JE afi-e 0!.TESDDDLI sa 'osrd E osEd Ji ap prelnn rAusnrqxa
NQIDVDIISHANI Vi 30 S3'IV213N3D S01.33dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

estructuración subjetiva y por otro el problema de la interacción de los


factores socio-familiares con los biológicos, para dar ese resultado final de
naturaleza psíquica llamado retardo mental, que, tal como se plantea en
las hipótesis de trabajo, no sólo se originaría en una mutación de los
genes, sino que se iría construyendo cada día por la interacción de este
sustrato orgánico con el vínculo establecido con los padres, los profe-
sionistas y todo aquél que tiene contacto directo con estos niños.

(Proyecto de Investigación)

Nunca se realizó una selección de los niños de acuerdo a su cociente


intelectual ni llevamos a cabo ninguna otra forma de medición cuan-
tificable. El enfoque psicoanalítico y psicosocial de tipo cualitativo se
mantuvo todos estos años. Casi cualquier situación clínica nos resultaba
de interés y podía contestar alguna o varias de las preguntas que nos
habíamos hecho. Quizás la única selección radicaba en el hecho mismo
de que ellos solicitaban la ayuda de un psicoanalista. Se tomaron en
tratamiento psicoterapéutico a aquellos niños para los cuales existía una
indicación clara, indicación que surge de las entrevistas con los padres, la
comunicación con los maestros u otros especialistas y de la valoración del
niño a través de sesiones de juego. Todos traían estudios médicos y en
general también psicológicos previos, que incluimos en nuestra reflexión.
Siempre se consideraron en primer lugar los beneficios que se le prestaba
a ese niño y a su familia y sólo en segundo lugar nuestro interés como
investigadores. Lo primero a considerar era la demanda de los padres, sus
expectativas y las angustias y problemas que venían a transmitirnos, es
decir, el sentido que adquiere la vida de ese niño con discapacidad en la
familia. Lo segundo era la presencia o no de síntomas, de inhibiciones, de
sufrimiento o sea la existencia de algún conflicto en actividad en el niño o
en el grupo familiar. Por último había que considerar la existencia de
imposibilidades en ciertos niños para este tipo de trabajo psicoterapéutico.
Sabíamos que podía ocurrir que nos solicitaran ayuda con problemas tan
graves desde el punto de vista orgánico y en especial neurológico, que po-
día faltar toda capacidad de vincularse, de comprender o emitir lenguaje.
En esos casos no se plantea la intervención con el niño sino con su familia.

' Documento de circulación interna del equipo de investigación, redactado en 1993,


presentado y aceptado en la UAM-Xochimilco y luego en Conacyt, y que nos ha servido como
referencia común para el trabajo colectivo; texto con el que mantendré un diálogo permanente
en este capítulo.

25
9Z
•01DdSDI JE `ODUEJA !pDE.TV ap p Á u9panponur ap ortnjdeD iw DSU9A
sauljuoD sns ring urqrimuanr as anb soong soj ur¡ra apuop opedsa jE onamr
ows¡qr o ErearirD ap apadsa run ua EqUIEDE -eurid OLUOD rprivasaidai riiDp el anb ua opunui
pp seurDwiadoa-aid saua2eun sruanbr E opuaninDal „aploq,, ap -enusod risa oz¡rens¡A
*OlUDUIOLU alca ua Jaarq sowapod anb ja anb opripiap sem o¡pmsa
un EJIDDAIDLLT OJID OpOl. 'UO!STIIDU! ap SOlUDTUI!AOULI SMSO ua dan( ua opuzwod psa Á rqrlsa
as anb repos ED¡ureurp Ej ap sew sourpualdwoa rApranp-d u9prfia3ur Ej ap S`Dpeirnplyp sel anos
aluaurempadsa reuopcallai ¡y •umnina rsiaxrp ap Á saprpa sEj srpoi ap sruosiad ap SDUOIDDEDJ
sEj Ja2ODDI alwuad Á pepapos rnsanu ua apams anb oj ap rnsanw ruanbad run sa aunDo Jur anb
o.-1 -esa:Kilos Jr2n¡ latund ua sop-enuoDua Xnw solua¡tunuas SDUO!DDEZI s-rsiamp spw se' -nom:u('
saluapyla saprpprdwsrp UOD SEUOSJDd ap SOHD ua ET.DUDIAld *EDUJRID12 ug¡snpu! EUTI UEDTIdUl!
umwel Á irinDpird Xnui repos u9pri2a1u! ap oprdsa un urluasaidai sopprreurop¡sd sononnsuoD
sonsanN --epurnodw! ns ap sourrir-ind sou aani wad crpmrpatuald ou Á remieu EIDUEIU
ap 9ninDo anb °Tom im and •o¡dpund ju sourrlown ou anb u9¡snlaw ap olua¡w¡now un ralldwi
renD Oj soprAnd soponnsuoa sonsanu Ua .1r2n1 onm u9¡Dr2psanw Ej ap rp¡wp aurd r-r i.
sozruonuoDua saluapuaidios urqmrej ou Á sulun2ald sri opuakinsuoD
urcu as anb ua OlUDILTOW p aluaurelsnl E.TH •alurppr rprn soi1es sapurA
soul!p Á rerudaDuoD COJEUT un SOLUEDID apuop crpodp Ej rard opol anos
cuprpnr UOD sruianold soj sourecrealurid sou apuop rep!u! rdrla r)sa ua
r.TH -oliauesap ofaidtuoD Á ur.T2 un opwal S!SDndIll OLUOD sourecivrey
-as anb oj raaw OLUOD EJuodoid as jire anb oI anb aluapys.a sa ‘ualam2is
anb soge so' Á u9pdpsanu! rnsanu ap rpinrd ap olund OUTOD Trullo]
IDS apand anb ,Ány% ap rIdnimoDisd Ej ap oply! ap rpoda Ej oidtuala iod
cu9prlsa2 ns ap rdma Ej ua ‘olDaÁoJd pp saluapaDalur soj ua osuaId is
•rzanbp Á 91alur ns ap uricirti oasai odnJD pp
EpTn ap SOTfe Cj soj Á u9pepun3 EZ s' (18 66 I ap zalpd olua!turs
-uad ap OSJDATUT1 OnSDI1U E OUDIE 01. OLUOD 'maje rpanb anb oj OLUOD 01STA
IDS apns anbiod sIslleuroDIsd p iod rprJoidxa Á EppouoD souatu ompnw
anbunr 'mutual otus!nb!sd pp olua!tupouoD p EJEd rpu aluatuTenS! ruoz
run ap -nen as .sIsop!sci J( s!samau anua apmq omprusa Á opluananuoD
trel aicirmuIsr csIsop!sd Á muatu °puma.' anua ry!unD Ej ua alspca
anb rialuag o aplog p ua .rez!punjald E aÁncp.nuoD U9pE2pSDAUll E1SD anb
wap!suo3 curyr si j, /•srtuanald sns ap OLUOD oo!u9wx offaursap Tap
opuniald sytu OlUDILUDOUOD un aarns USYDEIEdUTOD MUE1SUOD E1SD
pu Teluausepunj oiDadsr un sanosou rird sa irtuDaplur prpprdepsup
treluasaJd anb sollanbr Á 011)011.D:11d solj!u soj anua srpualayp srí ap OUTOD
JSE SDUMUOD SO1DDcISE soj ap rprpInfaidsap uoprIap!suoD Ej Á opruopsanD
sa u9TDDajlad X prnaIdtuoD entrel ua „prpurunou„ ap ouispn oldaDuoD
p ‘up!syci sa rj2oToTed ap sodn salualayp a.MID Ej20I01Ed Á prpreunou
a.11.1.1D prinnupuoD Ej sisuuroDIsd p EJEd :ollonrsap pp sruiamaid
SOI E rmsnpxa u9prnap run oppspca rq rp!unD rnsanu ua oDodturi
NIQIDVDIIS3ANI VI 3CT STIVIIHNHO SO.D3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

en el intercambio con colegas/ Era ir a la guerra, era un reto y había que


llevar coraza, aunque también parece, a distancia, que esas reacciones eran
más estimulantes que los elogios dada la forma en que me expresaba:

De una investigación se espera que aporte algo novedoso e incluso


sorprendente, y le da interés que tenga un carácter polémico, pero debo
reconocer que el proyecto del que vengo a hablarles ha recibido, además
de interés y estímulo, respuestas que van más allá de la polémica, y que en
algunas ocasiones han despertado reacciones muy llamativas y a veces
verdaderamente exaltadas entre ciertos profesionales mexicanos, reacciones
que en sí mismas merecen ser incluidas en nuestro estudio.
Se trata de una investigación psicoanalítica sobre el retardo mental.
Y a partir de ahí, justamente, comienza el problema, pues tanto para
médicos como para muchos psicoanalistas esto implica un contrasentido
o hasta un desplante. Para quienes así piensan, el retraso mental es un
tema reservado a los especialistas que estudian la etiología orgánica de los
problemas y a los educadores. Clásicamente queda fuera del psicoanálisis.
Nuestra postura es muy diferente: preferimos verlo como un reto que
pone en juego nuestra capacidad teórica y clínica al reunir dos aspectos
especialmente difíciles y controversiales para la disciplina freudiana. Estos
aspectos son: lo excluido de su campo y desde siempre entregado a los
médicos, educadores, cuidadores de hospicios que es el retardo mental y
lo imprecisamente definido y cuestionado desde la epistemología positi-
vista en boga que es la investigación psicoanalítica. Lo que reúne estos
dos aspectos es una experiencia clínica incuestionable y una base concep-
tual sobre la que gira nuestro trabajo, base o fundamento que hemos
ubicado en el proceso de subjetivación, o sea en las condiciones de orga-
nización de la estructura subjetiva de estos niños. (Introducción de la
ponencia presentada al Primer Congreso Latinoamericano de Psicoanálisis
de Niños y Adolescentes (FEPAL), Córdoba, Argentina, marzo de 1994, y
publicada en 1995 en Lima, Perú.)

Pienso que queda muy claro el clima humano, el entusiasmo y las


nociones que manejábamos. Luego el proyecto de investigación en sí
mismo no hizo más que plasmarlas y darles una forma más consistente.
Ya habíamos hablado del tema en la Asociación Psicoanalítica Mexicana,
en AMERPI, en la Sociedad de Neurología y Psiquiatría, en un Congreso

' Son las mismas "reacciones pasionales que había suscitado el libro de Maud Mannoni, "El
niño retardado y su madre", tres décadas antes (véase el prólogo del mismo).

27
8Z
•pimpi rjr3e!nb!sd ap OUEDUDIUBOUM OSDI2UOD •661 ap prqr 'pseig ‘yursed 'ecippnD
‘,,s!sgueop!sd p apsap ieluaw °pelar pp odurep p ua sauopepode senanN„ Dicios osinD
•%61 UD `DlIDIMI En-munid ns ap spdsap opod eppmnos fflolop!sd rod s-epeuopurcre
DJUDLUMDIJO uoranj SE!IBUOplijOADI aluaumapepaan stap! sns •u9pdpSDAti! EllsafU ap
rEDUDD o3und p as aqap reluatu opinar p ua onapiu! p Á pepyq3Dajr el D.1111D u9pepi El anb epap
umtur3 Á sa3uapgap sol ap JEIODSD u9per2a3u! ap prp!sapau El aluaurepps EqEluaurepunj
ourpi3rEd uEJ2 un EJg •sEpualadium SE130 muanD ua 1DUD1 0!IESDDDU sa prpuEuosrad
ns rapuardwoD -ared Dnb Á Filia(' oluz!ureuopunj ns ap o3Dadse un oigs uos opepre3ar ou!u
un ap sarenipap3ui sepuapijap sei anb eqelegas sotrE o al) sytu aut.' ua!nb cseprpffl s-etuppn set
tra „ona!qnDsapal„ I -968 I) Áns1o2ÁA lpytbuo!ulas Az-1 opp?!Aos ropdpsanu! pp OSBD ID SD
OWOD SDUOZEJ sesramp lod sopemo Á soposap unan] s-ermsod SMSD Ua sopeltreppr SOIDpepIDA
‘sareuopdaDxa salosinDard el2oToa!sd Ej ap epo3sm el ua ‘olua!tuEsuad ns ap oluapripouoD
real un soluejual ou SOUICZUDLUOD opurn3 anbuny los p o(eci onanu epeu €pepreal Tia 9
:sruovad sis ua somureD resuad r IpOS EptID1S!Sai iruop!prn 9 ap ricreq
onaXwd p u.red soun.2ap anb sandrir sol ap oun 'oppuas owsw.1 p uJ
6(S 6 6 T) .(I0) Innaplu! aluapop pp r.up 9
UOD apqmpu-enD solopu?prq sopeffiseDua ua satups!su! Is Á 'apzippnpaim
oj ap `CZ.DÍTJ El DI) op!sep eulanbsa pp anuap SOLUDAOLU sou Ts aluaturpenD
-ape irsn Japod E soluen so' ou ep!tujnbom Ej d ej2olamau Ej ‘rpnaua2
9 ap oduru p ua solua!utpqnDsap SMUDIDDXD Á sotpnui eÁen Dnburry
:OUTOD SDSES D(Ip SDDDA SEDOd ON
-srisponap `DDITEAE ap SEAMDdSIDd
UTS `SUDT4DSD SDUOIDELUTTJB UD SEpErETSUT. SE.1111S0d OUTOD urisauTum as
sytuapr X aauaLurpidp EpUDIDTAD DS `SESOTDUDpUDI. rpnp ws Á SESOIDTTlfald
`SEDUOIJD SDUO!DEWITJE ap ETDUDSD.Id 'OpEZUBAB oj Dpiard as 10.1.1D
opinDsap lainbrenD aure umurel wad 'aJuaturluaT anbunr ‘rzurnr as rxrci
9 ap 0(am-tu p Ua r-Dwp?1 Euang X rjlaua mima' uoD •alliD!JJODEIJUOD
_MUTAT OUJOD `EDJE1 9 ipjyp opuais an2Is Xoq upr wad •rexaua2 ua oncirid
pp Á sdalop sol ap csalua2 s9 ap rzaqrD El ua oprdsa un opurur2 op!
sowrjqrq Dril) osuam 8.oprluawoD p BID `,,DTUESDIDJUI IDS Dpand •••OADTIU
021E opuaprq upsa anb aDDIEd,, *soppnpai solmure ua anbunr (reluaw
()pimpi ir -copjfetreop!sd u9priwxwde El ap EIDDi p up!qurel X souirps!xa
`oprmwrp rjcirq u9prrws Ej spndsap sou' oDup DqEs as -EX anb
oj axios„ Á cysaialw sou ou anb ol ‘oppinqr °I» ‘oxel„oj E.TH *scopjrcuu
soipaw sol ua opol alcios •ows!ui js ua rural p iod muatualuap!Aa ‘ou.Tru
ausanu idaTi le aluawanepaldr rjnwins!p rpua!pnr El anb SOWTA `0TdID
-uud id •••saprp!sizmun UD ‘rj.nr!pad ap iruopeN osafiuoD un UD 1E1
-uaK pnirs ap mpunN osafiuoD p tia cipurjui rparTb!sd ap fruoprN
NQIDVDILLS3ANI VI 3G S31V213N3D S0133dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

"Lo que Natura non da, Salamanca non presta". La intención es señalar
que en el campo de la discapacidad intelectual luchamos con los más
arraigados prejuicios, verdaderamente ancestrales. Por eso recurrimos a
este antiguo refrán castellano que nos habla de la convicción popular de
que la escasez de inteligencia no se arregla ni en la mejor universidad. Es
decir, lo biológico sería inmodificable desde la cultura, desde lo ambiental.
Nuestro esfuerzo se ha dirigido en sentido inverso, a mostrar nuestra
posibilidad de intervenir positivamente en la evolución de estas personas,
especialmente con los niños. Y lo primero fue construir un concepto del
retardo mental (o discapacidad intelectual), más adecuado, más rico y
más aplicable al inquieto y renovador periodo que vivimos. Y también
más científico ¿por qué no? Los hallazgos de la ciencia no se regulan por
las profesiones ni por los límites construidos por las disciplinas llamadas
científicas. Atraviesa las fronteras y se crea un espacio inter o trans-
disciplinario en el que necesariamente debemos movernos para trabajar
con este tipo de problemas. La educación escolar no resuelve todo. Ni la
medicina en sentido estricto. Ni la psicología y menos la tradicional. Ni
el psicoanálisis de manera aislada. Lo que queremos subrayar es que éste
último debe ser incluido necesariamente porque la constitución psíquica
de las personas con retardo mental tiene particularidades no abordadas ni
abordables desde el puro enfoque psicológico habitual y que el estudio de
los diferentes aspectos que influyen en este proceso de constitución subjetiva
pueden ser estudiados y hay modos de conducirlo a un mejor fin."

'° Afortunadamente la humanidad ha cambiado a lo largo de los siglos y la del refrán es una
postura contraria a la que sostiene la política oficial de integración educativa que se maneja a nivel
internacional, que tiene gran importancia en España y que se está implantando actualmente en
México. Posición progresista y de justicia social que representa un gran avance que propone dar a
los discapacítados, incluidos los intelectuales, iguales oportunidades como forma de superación
de sus dificultades. La educación impartida en aulas normales y la habilitación laboral serían los
instrumentos básicos. Cuando comenzamos nuestra investigación era una práctica excepcional
en nuestro país. Para profundizar sobre sus virtudes y defectos, véase el capítulo de Integración
Educativa.
11 Creo que es justamente esta forma de plantear nuestras preguntas, de señalar un no saber
respecto a un aspecto considerado como bien definido y evidente, a la vez que en los hechos tan
negado, fue uno de los factores que nos permitió seguir adelante.

29
0€
ap Etuaiqoid un solos sa ou ivniatu °Fumar p anb osualcl anb € op!ujp risyt ap oiund p
apsap DDDICIDSD oiu- ‘olirquia u!s 'anb uopewnje risa aluaugrio) tuuojuoD axil oDodwEj z,
DI? odu 01.1Dp !S ,cr!uaZolEd El UOD ñ EjSompa El UOD ORIDWIE3.10dWOD
Ta Eurciump anb oldaDuoD un UOD `.10!ID1uE EDocla run ua OWOD `01.1
Á ‘(1Buopunj OXIDDUOD un UOD ipap sa) olua!urruodwoD ap OlcIDDUOD
un UOD Jnbr opurinn solurls3 •Iruopunj rzairinlru ap uos saluapaDalur
sns uras sairnD tiras ap sodp sol sopo' [—] sou!tu.93 sol ap
u9p!uijap «el ua SEinamoid soleara SDDDA SEUflfE opesnrD ZDA ns E olla
c olua!urrsuad ansanu ua zap!nu ap opri2 01.1Dp un ap u9pDnpanui
rJ ops El{ Jruu opEnnsal,, OIDUI un E Efij „upp!puoD„ run ap s!sriva
lap olua!turzridsap alca ap SO1DDJD soj ap OUn pros o IEUTDOUID
`ED!Sy „E7,91EITUEU„ Eun ap uos sauop!puoD srls-4 •soluana O sauop!puco
ap prpaprn run UOD C-D2UDLUE!JESDDDU OU opeposr reug opriinsai
un OWOD JEluaw opima] la sourriapsuoD `DiSE.IJUOD tia 'rjp Ua ÁOH
•••prppua run OWOD alUDI11.10!IMUE opriapisuoD ria inuaw OplElal
:o.ydz1v imuatu apanad .17 anos
0861 ap oinpplr ns ap saszu srunle soureaA lenipapiu! JaAiu p Á 'miau'
opima' p JICIDDUOD ap opow JE onadsai solua!urruopsanD soidojd sns UOD
alueliodwr asrq run sou `DfEnAUDI pp U9pEJOIdXD EJ Á SEIT SEI ap ra.rp
Ja ua opw anos sopi2olop!sd sisal Á sonll sosoiatunu ap imnr ‘rmoi ap
o2oToD!sdoinau cuoluag .1 intpiy ursuad riap!wiad sou anb ‘Eirzlleird
sou ou anb IEl opouu un ap opmaDuoD Á idni ano ua oprmn SDDUOILID
iapod EJEd `11JUDW opJElai JE onacIsal sameisride Á soD!s3p Ánin soldaDuoD
ap DTIDS run rj.nrnibpd EJ UOD ningsrp oprsapau anjidni opun2as ug
(Z661 %I -3) ns ua le!Durlsns omurED un IrsEndurl
ajcpsod yias rauaisns OJ anb EWE.11 EUU EJ Á prpOldwoD Ersa opuapou
-ODDI aluaturios srud!ua Á sappriu ‘sr-zapins ua ODU ‘olaidurop Ánlu sa
olua!wpapEd ns wad ‘,aidui!s, un OLUOD ETLIDSald aS irivatu oprplelai o
:DSES aluarn is EJ onaÁoid pp al!clpr 0.110 OLUOD SDDUOlUD saturp!qn
•ows!tu lap olua!wpouoD p ua sesaffloid ap prp!sapau uri2 EJ Á (cm)
irluaw opima! pp rpuarenad rprnap EJ ap .resad E oprzwAsap odum un
*OlUDILUTDOUOD pp EIDJSD E1SD anos EpUDTIDDSUOD .10d Á sarrivatu sopmp
-rcIrDsip sol anos ‘aluawaluenauad rsopuaps 'Dm irpos ol apsap anb
uoprnirAap ap culIELLI p 'Epiau! EJ sounpnars Dnj olDadsr .IDWpd Un
oi.DaÁoid Jap sappumapi snuanbsa Á soldamoD spandm
NOIDVDLLSRANI VI 3CI STIVtIgNgD SOLD3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

retardo mental es susceptible de prevención mediante una intervención


precoz (como es el caso de la fenilcetonuria, por ejemplo), tanto mejor.
Pero no cometamos el error de incorporar un criterio pronóstico o de
"respuesta al tratamiento" a nuestra definición básica de retardo mental.
(pp. 165 y 169)

Este autor reconoce la importancia de las deficiencias sensorio-motrices


y de los factores emocionales en la constitución de un cuadro de retardo
mental y recomienda considerar los factores exógenos (interpersonales y
sociales) tanto como los endógenos (biológicos) para la comprensión e
indicación terapéutica de cada caso. Plantea que el nivel intelectual es una
variable continua determinada por la interacción de múltiples variables o
factores que llama estados: estado cerebral, sensorial, motor, emocional y
cultural. Algunos de estos factores pueden no ser determinantes suficientes
para producir el cuadro clínico, como es el caso de la ceguera o la sordera,
pero pueden ser factores significativos en ciertas personas, cuando existen
además condiciones adversas en el medio familiar y social. Como
comprenderán su postura tan flexible y clínica nos ayudó enormemente a
independizarnos de otros criterios más actuales pero muy cerrados y en
ese sentido inadecuados para nuestro trabajo.
Como lo afirma el propio Benton, esta manera de plantear el problema
nos da fluidez de pensamiento, relativiza los términos y por supuesto
cuestiona la clasificación psiquiátrica más frecuente en nuestro medio
con su pretendida claridad en la ubicación nosográfica del retardo mental
como separado de manera definida de los trastornos generalizados y
específicos del desarrollo. El DSM-III-R,'3 la versión del Manual de
Diagnóstico que circulaba hace diez años, afirma que el retraso mental
implica un deterioro cuantitativo de la capacidad intelectual general,
mientras que en los trastornos generalizados del desarrollo se trata de un
deterioro cualitativo. Y define la capacidad intelectual general como
cociente intelectual (a) obtenido mediante la aplicación de los tests de
inteligencia. Dicho en otros términos y valga la redundancia, si nos

comportamiento (léase de rendimiento). Esto nos llevaría de nuevo a los tests como medida de
todo. Lo es quizás desde lo manifiesto, desde lo consciente, que es el nivel en que se mueve en
tanto psiquiatra cl doctor Benton. Si en este trastorno funcional somos capaces de leer los problemas
de la constitución subjetiva que son tan fundamentales en estos niños, y en general en estas perso-
nas, podemos coincidir con él.
13 Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psyquiatric

Association, versión III-Revisada, que apareció en inglés en 1987.

31
*SOU103SEI3 soca 013 oppn?duna afrplogE JOÍDUJ un med saluagnit
sEi ap e.Iio n Eun ap o!u!woppid re oplanDE ap sopEnD solprp npuanyp ap ED!unD pupsapau
EJ .1Epytio ED!Icu! ou EIMUOS ElSD DF) Jopapaile opurzqual SOLLI!UDA anb oppoal o(equn
(L6 •d ‘,,reluatu opinar ir 03DDCISal
SODTID soaurem„) •opurDsnq soulEisa anb epripuap Eumnilsa Ej ap
CUUDILLITDOLIOD asa -enrd •DID ‘s!samau sEi (s!soDIsd sEj ua opriclaDE Á oppouo3
s'ya' sa anb rinnnilsa Ei ap opInbjsd janru p aluaugeloi mei sauoppnpap
sns ua TencleD uo!suatullp EJ3O opuapuuo psa ap Eljp -eun ap auods!p
oppsouleTp je dan EimnbIsd p °pu-cm wad [••••] TE111D1.11 opima' ap
oppsouSeip p DII0d as Á •••p ni Imuaturtusu! pislu E Etuuualap as
anb „Epua2rJauu ap elrej„ Esa enaiap as sm2oTom sEsnED sEl ump as va
-ualu opmal ap Eicm as opuEnD u9prziudio Ej ap sop!nbisd sapmu sol
ua EIDuasnr Eun 'onEs un ‘alarniSE un Eps!xa umurel anb jpuaidurop [...]
•oppirinb!sd anbojua p ua ruma' op.mai pp sEtuanoid soi Jesuad jqau
:oncm asa ua ?legas •SDUOTSEDO SEDod ou ua aSJEZITEDIE apand Á aluaureurs
-aDau apidwr EJ ou wad `SOSED sol ap mauipu trell ua EJaiIE El crz!frptusqo
EJ `ELIDIJ El anb JE' pe oJa!nb x •sol,qu salsa ap yapafqns up?..7nlysuo3
MiattlaUldOlía min.)yy dapuxua zu1 y anb (Inisu la anD owoD) svapvIdYpY
sapyppYdY) svz n !u irnpaialuz vadp 1p iTuil z as amiosqv ua anb ‘ouispib
- ivqog 19.121417U1 ap voaly anb ollo..uysap oulinsy.ti un imuaut allanad
oaap!sum sauopcagaJ mimar ap (Maní anb Junpe altreliodw! sa (liad
(98661'9Id •H) JOIJMUE oinDpir uple ua opríyq-en aq anb soDpmnb
- SO139dSE sol E 013DdSal u9pcagaI El re2uoiald ap oluawow sa oN
-rApalqns u9prupsuoD -9 Tia soiaAas souJols-en anwou
p odni2 onsanu ap onuap 9!ffins jsy vcsapiuBjur s!soD!sd ñowspnr op
-uaXnpu! ‘ollonEsap pp sopumelaua2 SOUJOiSEli SOI UOD TWIDLIT opzela.1
Ja treDoi as anb ua EJDJI.105 ESD EJEd pluDuiE39padsa opunDapE ourwiD1
un ICIJUDE anj prpmcusod -eno EJ •sareposoD!sd sasap saiveJ2 UOD o/Á
salruopnapsuoD soipEnD ap rpuasaid El urDnqr anb solua!wpapEd soisa
sopor e.red (8861) loD Á 4supsnlaj. tresn El 011I03 jEl Ipuejuj olloiresap
pp setuapioid ap TE.IDUD2 u9pru2!sap Ei 1E11101 SOLUpDpid A sauop!u
-gap sarn JElcIDDE sowrejpod ou anb sow!puaidwoD `EDTUJID EIDUDLIDdXD
rnsanu opol anos A lunury\f la ua upereijas uargwcl solpenD soqure ap
u9prumtuoD DRIDTIDAIJ EI ap srpunpap sauoIsnjuoD ap aTJas EUTI aJJEUmS [V
olauuytu El calUDTDDI seca UOISIDA El SOU_IESIADI IS osnpui ‘souip.)-ejsii-es
tus an9!s A epe jsprs sou oisa ap epru olsandns Jod .„-epua llaiu! ap gsal
sol uapTw anb :Epas msandsal El cepuaffipiw El sa anb sourelun2ald
NQIDVDII9ANI V1 3C1 S3'IV213N3D SOIDMSY
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Es decir, se omite incluso la suposición de ese nivel psíquico que


debemos ubicar y comprender entre el sistema nervioso y las mani-
festaciones observables, no se piensa en conflictos, en inhibiciones ni en
angustias, no se piensa en un sujeto psíquico que es posibilidad de todo
sujeto de conocimiento, no se pregunta de manera consistente sobre las
estructuras en juego. ¿Podemos imaginar algo menos científico y más
devaluatorio que esto?
Un hecho que trasciende todo nuestro planteo es tener en cuenta que
primero son personas y luego tienen una patología con manifestaciones
neurológicas y psíquicas retardatarias: trisomía 21, alteraciones del
cromosoma X, y muchas otras. No pertenecen a la familia Down, Wi-
lliams o Tay-Sachs, ubicadas fuera del tiempo y la geografía, sino que
han llegado al mundo en el seno de una familia con historia y apellido
propios, en cierta época y en un determinado contexto social. Veremos
luego más al respecto.
El tercer aspecto fue ubicar el eje de nuestra investigación y así
llegamos al concepto psicoanalítico de constitución subjetiva. Lo
planteamos en estos términos en el Proyecto de investigación:

Un acontecer tiene carácter de humano al manifestarse en el nivel psíquico,


a nivel del deseo. Para el ser humano sólo a partir del contacto con otro
(s) le es posible desarrollar (o no) sus cualidades específicas, sus poten-
cialidades; es entonces cuando puede tener lugar lo "mental" como suceso
humano por excelencia, dimensión que implica la síntesis entre lo biológico
y lo cultural. Es entonces cuando puede hablarse de estructura psíquica y
de subjetividad, conceptos basados esencialmente en los aportes que ha
legado Freud con su concepción del inconsciente y que se han enriquecido
por la elaboración teórica de Lacan.
Se trata de visualizar las condiciones del psiquismo que posibilitan la
existencia de un sujeto del inconsciente indagando respecto a las cualidades
de la estructura mental de los pequeños con SD. Sujeto del inconsciente
que apunta a la presencia de otro (muchos otros) que deja su huella en su
estructuración.
Entretejido donde los hilos se van anudando para formar las tramas
en que lo individual, subjetivo, se entrecruza con lo social, intersubjetivo.
Es entonces cuando el recorrido nos conduce a plantear, desde lo social,
qué sucede con estos sujetos; sujetos de encierro, fijados en un discurso
que los inmoviliza y los coloca en un lugar estereotipado y rígido (Fou-
cault), a partir de lo cual pareciera que no tienen más opción que la que
tales discursos determinan.

33
•anuanDua
pp oDaj ja ua urDnn os anb soj rAparqns un-nDrinsa Ej X OlUDIDSUODUI
p ‘rD!nbjsd pineal r! ‘soinuoD soj uos oDnjreur osaDold p OlLIEJI1U
*otus!tu oírcren ap 0JUOUTOW pp rpr(are EIDUOTIDOSUOD run OWOD soDmwd
-EiDi SaI2OT sol opurDoioD rDwieuroD!sd rqDnDsa Ej ap puppupadsa Ej
Duanurw E1SIA ap olund pisa anb souresuad -e!doid uauniona Á prpinnran
ap zEd10 rin1Drulsa run OWOD oDinbjsd mur& p JIMUSUOD E idall
rred osrd Jawud Á U9TDTpUOD Sa ‘.ransoulap ap SOLUDJEJEJ) Á SOWESUDd
‘anb olaíns OWOD ODOUODAT 01 anb ono p UOD U9IDEIDJ ua DaurasDp
ola(ns un ap u9pninsuoD Ej E `Elle s-eur .1! ows 'rJal?Dla ‘sosindw! ap 1011
-UOD Iyepurai ap o!dpwid ‘119!Duair crpowain ‘r!Dua2llalu! :srprz!woir
sauopunj srDnspalDrirD sEj E imundr ap ‘ox pp JEjnDpJEd ua Á ()luir&
pp sonpriado solDadsr soj OlUDWEIOS `SDIETUDT1pUOD se492rpad seppaw
aure!paw oiduuala JOd `IEllonesDp ap .rexen ap Á JESUDd ap m'en os ON
*(9961`ut'Del) aluapsuoDui pp olaíns pp s!sau?2 Ej r rlundr anb ‘rAnahns
EiruDrulsa„ u9pra!sap Ej oppajaid sawaq caluamerapr ‘02.1equia uTs
•oprneDsDp Jas apand ou „oDwbjsd oyeredr„ oww.93 p aluaure.m2as
srprlisanu! las uaqap „ED!nbjsd rj2.1aua wod„ o „srlrumnsa ap
prp!pleil, OLUOD srapi •irluaw prp!pqap o oprriai p ua sourrsuad optimo
SORICSOJOUT aluauurp-au!s soldaDuoD ‘r,r2Jaua Ej ap o(Durw un ap ñ oirqrn
un ap EDI)! Ej ara!2ns „men", ap .irnrq `(L96 T) sifewod Á atpuridej
urreuas oj OUJOD FI • 9Á.ladns ñ 0H :srpurlsu! O SEUJO1SIS San
uaq!iDsDp as anb p ua r•Dpcisn rpun2as OLUOD sano Jod Á ir.miDnnsa oppow
011100 suisimuroDisd soun2le JOd opioouoo 'opun2as p :D1WIDSUODUT
o OlUDIDSUODO.Id `EIDUDIDUOD :SEIDUMSUI san aquDsap anb rDid91 EJOUILId
OUJOD oppouoD 'oDnd9 oirirdr un ap rwanbsa p ard!s anb ‘antund
p :soDwp soj uos ou Dnbunr sarewaurepunj soppow sop soulairip
•olrirde p uDÁninsuoD anb srpurlsw o sardn! salualayp E opianDr ap
EIDUOJOJTp as Etwojsurn as ‘anwsurn as rj2nua run anb lapuaidwoD
apand as lenD Ej urfias u9!DDIJ o ua2rw! run anb syw sa ou anb sotuaqrs
anbunr SMSIDIUEDOUT SOUOIDMOUUOD sanan] Duan EJOUEW rlsa ap iriqrH
•„oDInb!sd oyeredr,, pp olua!turuopunj ap srDpspalDr.TED sri ap soppow ap
o!paw Jod rwanD ni) 9awrid as pnaid apsap Á °dale.) alsa onanr Etj anb
ruridlosIp Ej rpnp uis sa s!s!iyuroD!sd p anb sowairiruas OlUOLUDADJil
•opua!puodsal
pii rpralurid u91Dansanui r!dard Ej anb rur!pnas ri2oloD!sd1law El E
solualwruons-anD ras o ‘olun(uoD ns ua oms!nb!sd pp ñ DRIDIDSUODUI pp
UATJO p anos SOTEIDUOSO Ánw sriuni9DId UOD uruoprp.i as srpuDiapid
Á srpnp srj risonw!jap ua anb Á onaXold alca ap uapenqup Ej alucinp
sauopruffisap sop srj anua oprIpso sauzal' anb JODOUODAT SOWOCKI
¿srquur OJTUD EIDUDJOJIp Ej JOUD1SOS
anb Jod? ¿,,rAnalqns rin1Dnnsa,, o EDInb;rsd rnumnsa,, .1!Dap awajaid
93 ? •soydpioulwiai solDadsr sourke JEJEjDE anb umturl sowaual,
NQIDV0LLS3ANI VI 30 21V2131,139 SOIDUSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

La individual —subjetiva— y la social —intersubjetiva— entretejidas


pero diferenciables, he ahí las dos principales líneas conceptuales que
sostienen y fundamentan la presente investigación, a partir de las cuales
se pretende abordar y explicar este objeto de estudio.

Creo que los conceptos fundamentales están expuestos de manera


explícita en este texto. Pero una investigación clínica debe ser un lugar
de encuentro y de confrontación de diferentes puntos de vista a partir de
una situación vivida. Lo que cuenta en psicoanálisis, tal como ocurre en
la vida es la experiencia, es la materia prima de nuestra práctica, y a la vez
ésta es inseparable del lenguaje en que la expresamos y del orden y sentido
que le damos. '5
Por eso asumimos una posición tratando de sacarle el mayor provecho.
Nos definimos ante el ir y venir de los conocimientos de nuestra época,
que nos conducen incesantemente a las posturas psicológicas que giran
alrededor de la fragmentación de funciones mentales al escoger la óptica
psicoanalítica que toma el camino del sujeto y la intersubjetividad, optando
definidamente por la segunda. Estas precisiones, que nos llevaron nuestro
tiempo y esfuerzo, nos permitieron darle un giro a ciertas acuciantes
preguntas como la que se refiere al concepto de inteligencia, tal como
habitualmente se le entiende en el medio psicológico, que quedó de esa
manera fuera de nuestro campo y metodología. En cambio tomó su lugar
el tema del pensamiento.16
Al releerlo compruebo que el Proyecto estaba muy pensado, que ya
había sido puesto a prueba en cierta medida, que no improvisábamos.
Las hipótesis planteadas fueron las siguientes:

• El potencial de desarrollo psíquico de los niños con SD, considerado en


su conjunto, es mayor al aceptado tradicionalmente.

15 Por esa razón se explica que lo anterior no excluye la consideración de ciertos conceptos
psicoanalíticos como el de self (sí mismo), en el sentido de Winnicott o en el de Stern, quien habla
de "experiencia subjetiva y organizadora del sí mismo que tiene como contraparte el sentido del
otro", que pueden resultarnos adecuados para reflexiones clínicas en determinados contextos.
Tampoco renunciamos a otros conceptos psicoanalíticos de origen kleiniano, muy vinculados a
nuestra formación y muy utilizados por otros colegas, especialmente aquellos que trabajan con
bebés, que se refieren a las identificaciones y la introyección de objetos, ni tampoco a la concepción
de funciones mentales que hace Bion, que se nos plantea como muy esclarecedora, por ejemplo, al
estudiar el pensamiento. La comprensión de la experiencia clínica y la comunicación con otros
colegas hace necesario abrir nuestras perspectivas.
'6 Véase el capítulo de Martha Duarte sobre el tema.

35
9e
•sopunnsal sonsanu suurcia somapod anb oj sa
(usa opoi • (upualajsuununuoD) sulsandsai su.nsanulDpuaJua Á SDUO!DDEDI
sulisanu IDDOUOD sourefioi uoquI ulsa und renUDD * Á cupunDapu spur
EJDUTUT ap .ren_pu u sotu!pualdu upuDpadxa JOÁELU Ej UOD olun( csylnapy
•u-3!ujp -epuuliodiu! ripnul Dupla lenD oj 'sano arez!Áprpi Á setuanald
solxara JuÁulqns somapod colun(uop p alualayp SOILIDA Á EILTIOJ EnO
ap suluniSaid suT soinapuodsai Divalulunipy •Euald Á FiTuru sytu BIDUELU Dp
soip UOD somuuopupi 9pFund sou rj2oTopoiatu unsanu Á ,,o!pnlsa
ap olD(qo„ onsanu aluxurcito sournimsuoo soj Egunu Dnb oDo •saiurffui
sns Á us UOD SOWIT SOI UOD u9p-ep.i unsanu ua oppnpaid uti as Dnb
onurep p Te2nT xatupd ua ‘Diquiou s'a •SDDU011.1D 01I.IDSD asxagEq uppod
ou 'opol un OLUOD odnfi pp zDÁ uf E Á saJoinu saluDiDyp Dp uno uos
Dnb soinljdup sns ap oun upup 'onIT alca osa Jod •otus!ul pp u9pu3ndu
ap pepfficusod Ej ua Á olualurpouoD ap 'DAT p ua saitreuoduir soIquira
uoJaínpoid as js osad `SE1DALTOD DiuDuremsyq UEID sauoppnpap sunsanu
c omujp ofEgExx p ua srsaJdzos sapurfi ocing ou Dnb sourepm •srÁpisod
sulsandsal uoia!Ánno safeluaurepu-nj sIsandm suT colun(uoD ns
'CE UMUDSDId Drlb SDJUDTDed SO' In
DivaosuoDur pp oníns un ap u9prupsuoD El Janowald Dp Á up!nbjsd Erni
-Drnsa El ap ollauusap p nanboicisap X .Trz!uullo ‘iusindul! Exed oDu9pr
osnpur a opurpapu oluDumnsur un sa ODTIELTE DiJOD DIO u!duimoDIsd .
•upsn&re sym muul ol lod
onlljuoD Dp sauopunns suT ap usnsuaidulop sym truJuDsaJd umusel
wad %Tul Japualdu MILUnd sal anb 0.1 Tempaplur mua!uspuai ns ITEADID
csaprpllepumod sns ap ovupd9 offouesap ap sauoplpuoD ua sopupoToD
runou ogIu p Dnb opufioT EJEd sapennpuHD saJoÁrui UOD
as anbunu unpafrins u.impunsa uun IriTonusap apand as UOD OTJIU
•(BID19D1D IETUDDIDIUi oluarcuTua.1 rpos cuispaDju u9puJUu!) sapupllep
-umod sns ap u9p-elsayuctu Ej aluawaiquiDp!suoD IMUDIUDIDU! Dpand
‘(sareposop!sd) sopp!nbpr salonuj sol anbuIpow anb u9puamDlu! uun .
•ollauesap ap osaDald p Mueinp sopp!nbpr sareposom.sd
sol Dp Á (sopp?ua2) soDITRio salolDEJ so' ap EIDUDRIDAUOD El Dp Trull
opunnsai p sa as p iod sopulDaju sogIu sol ua iuluatu opreJai pp pn!u .
•prpatuiDjuD ui ap upp?ua2
uzalumuu ap Ej2oiopa ET UOD Dnb ppos u9puldaye Ej UOD Á saluTurej
sns UOD opelloiresap ornpujÁ p UOD cuzuupp ap odt p UOD sym ruopupi
as Á owu ano 10!nbiena ap Ej OLUOD DIcirpun UEx sa pepflutios.Tad ns .
NOIDVDLISANI VI ga S3 IVII3N3D SOIDgdSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

También nos hicimos una serie de preguntas respecto al retardo men-


tal en general y al SI) en particular desde el punto de vista del desarrollo,
dcl cuadro clínico, la particularidad de estas psicoterapias analíticas en
cuanto a técnica, modos de acción y resultados de las mismas que, debemos
reconocer, no han podido completarse. Seguramente fuimos demasiado
ambiciosos y no pudimos cubrir todo lo pensado. Actualmente hay sectores
del proyecto que pueden definirse mejor, delimitarse y constituir nuevas
etapas del mismo. Sin embargo también tenemos respuestas, experiencias
que comunicar, resultados y con todo esto hemos construido este libro. Con
mi particular visión respecto a nuestros avances y propuestas, expresados
de manera condensada, yo misma he redactado el presente capítulo.
Intentaré transmitir y poner énfasis en algunos puntos. Ubicar las
particularidades de la constitución subjetiva y sus vicisitudes ha sido
central pero además hemos trabajado y reflexionado de diferentes maneras
el complejo problema de la relación entre el sujeto psíquico y el desarrollo
de las funciones mentales. Es evidente que en este tipo de patología hay
dificultades particulares y muy severas para llegar a reconocerse y ser
reconocidos como sujetos independientes en su deseo y en su relación
con el mundo social. Es difícil ser diferente, pensar y actuar con autonomía
y lograr un grado de libertad suficiente para construirse. Lo más fácil es
permanecer como un sujeto sujetado, construido por el otro para ser su
propiedad, su prolongación, para no evolucionar hacia la diferenciación.
Pondría atención en la aparente contradicción de términos alrededor de
la distinción entre ser diferente y ser diferenciado. Porque estamos
trabajando con seres humanos "diferentes" y que a la vez suelen no
"diferenciarse". Dicho en otros términos: es frecuente que, una vez superada
la etapa del rechazo intenso y del riesgo de abandono mortífero,r estos
niños permanezcan retenidos en el lugar de lo indiferenciado, de lo no
autónomo, por una dinámica que se originó en sus incapacidades y
"diferencias" y luego se mantiene con el pretexto de ellas. Eso implica

17 La vivencia de decepción y el posible abandono son fantasías muy frecuentes en el momento

del diagnóstico, y no pocas veces se llevan a cabo. En general ocurre poco después del nacimiento,
pero puede producirse en cualquier momento de la vida de estos niños. Abandono en instituciones
o dentro de la familia en que han nacido, por ejemplo dejándolos a abuelos o también se les
somete a un semiabandono y ocultamiento de la sociedad. La intervención de las instancias sanitarias
de seguimiento infantil es central en diferentes países y ocupa un lugar nmy relevante para modificar
la evolución negativa de estos casos. Pensamos en un estudio antropológico de lo que ocurre en
México al respecto, de la diferencia entre la ciudad y el medio rural, etcétera, como parte del
proyecto, pero fue luego postergado para otra etapa.

37
8E
•sopeuopuaw SOME soapnEuroa!sd
sopann sol apsap sella UOD Epuelsll) Ej pepprp U0Diauaisos ap otpnw Opina wad < VID3piD 'Tima
ap ionpDay oÁodE ap sEung se!denioaryd ap sodp saluanyp SODO ua3spca anb as •Enpeanpaal
pi-upar el u Epmea Xop ou Á EpUDJOJSUB.11 Ej ozllpn Á ausPai `0SeD pp Eapj[ruroa!sd u°!suatpide
eun oz!frai aidwary anb ap °man p ‘srawa?i SE.110 UOD Enpupsw. prupar OLUOD Á js allUD upwoa
ua ;tu EJEd uauaLL lEprisoav o Evenias Eirusod ap csauo!sas SEj ap EpUnDari ap srpuapyp) oipip
aluaure!dold s!sq-puroa!sd pp SEUJIOJ sop ap men as uam sEw anb Á sEqure aJ1üa TEpuasa upumayp
run alspca ou cocIED E onau arda ot uz Dnb osuam •wxal 31SD ua EDmiEur E!deploa!sd X s!sguEoDTsd
awaurrau ps!pw osn anb Eirmasqo as `({
J96 T) !uouurpy pnEyq anb sauozei sews!ui se' Jod si
so anb Á u9prispaíqns ap osaDoid p opTualap Epanb SDDDA sEynui
JEnD p ua csensurn aqap owu riDED anb Eurr.Tp Tap OpEUDDSD p jnbr aH
•apuadap renD EJ ap alpEur
EJ ap oasap p Ua irmur u9pEualle run ap ITTEs opTqap Eg olaíns EpED
‘pqaq Tap ETdoid usnsuajapuT Ej Á 1-n1°c:hm u9Tun EJ rpEp coppuas alca
-alprur EJ JE2n1 Jatupd ua `S0110 10d opEdnDo aDairdE TIA EJ Ua anb ODLI0D1
ano Te2ni asa E EpT2pTu •ono JE EpT2pTp Joure ap Epueurap EJ ap gAvil
E ca(EnZual pp ualito p UOD umurel. ouTs 'opP9Tom uaimo p UOD EDS
o ‘prpisaDau Ei UOD U0TDEIDJ ua ows ou EDTqn as oasap p anbiod •smsand
-azd sensanu alualurpEnDapE irinuuoj souleppod ou tem p uis oil(
Tap Á oasap lap 'Eng EJ ap EUIal jE ouall ap ODnpanu! sou :oldaDuoD alsa
E aluEliodulT Átuu (34 un rp sai srap! seisa ELUO1D.1 UEDEZ •ampadanT
ErDuauadxo Elauuld ESD UOD EInDuTA os anb opinad aldwa!s Jod ola(qo Tap
jEJluaa Jr2nip oproNn Epanb u9mugap E1SD Dpsau • (006I 1568 I `Pnald)
DiUDIUD1UESDDUI oasap Top rilanj EJ Dsopuynouai ‘srprupniE las uapand ops
"nadar ap sal:podar! iod anb ‘u9TDDEjspEs ap supuapadxa sriatupd sET
E sopan sou2Ts sol JaDalqmsal ap oasap 'opTnbjsd oiclEdE Tap oluaTurruop
-unj Top 1010tU OUJOD oyaispEsuT oasap p smqn pnaij csIsTwuroD!sd Tap
olua!LupqnDsap Tap muaulow p apsau •oasapie oppamos ylsa D1S? (num ua
ornsInb!sd p ua aanf ua visa anb rEpLIDSD Enanj EJ so opm Ei sopruopriaJ
aluaturtupuj tima oasap Á usnsind •oprip saJur u9pEuaTir ap oidaDuoD pp
X EUISTUJ Eur!pnaij BIJOD1 EJ ap soluaLurpunj sol ap EA!JDp E'D!UJID Á E-Dp9a
Ennsod Ensanu ap IEJluaa 01DDdSE OUJOD oasap p ua ETDuasrsuT
8/ TIcIrialoy!sd ap ou o u9pr-D!puT E.usanu Eppow ur.r2 ua Ejn2 anb ol
Emuirj EJ tra llgp Tap oppuas asa sa —saTeruDaplui saT opm anos— soui
-sial js ua srumiujs sol anb sj j, •soApEDnpa sonanjsa soyntu u-cc:FE anb
tia olua!turnsartur p UOD asJTpunjuoD aqap ou anb oDpu?lne ollauEsap
un Jauano EJEd 'Emusej EJ ua pqpp Tap oppuas p .reDuTpour xelualul
OLIESDDDU sa !S Á lapuaiduroD IEJIUDD sa olugEn ansonu ua anb aluaptila
EnnsaI OISD opol. 10d •u9pruaTTE EJ ap ou!ai Ta UD OIDUO!Spd IDDDLTELUIDd
NQIDVOLLS3ANI V1 3C1 9TVUHN30 SOID3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

particularmente complicado cuando existe una discapacidad. La vida


psíquica de cualquier bebé se organiza en función del deseo inconsciente
de quien ejerza la función materna. Y esto es y debe ser espontáneo, no se
trata de sustituir lo que le surge a cada madre por un montón de recetas
tomadas de manuales o repetidas por indicación del médico u otros pro-
fesionales. Sobre el deseo materno también interfiere la ruptura y la
depresión que produce la noticia de la enfermedad, pero eso puede ser
superado y recuperarse una relación vital y positiva con el bebé. En este
mismo capítulo y en los trabajos clínicos de este libro se profundiza sobre
los fundamentos de estas afirmaciones.
Por todo lo anterior se hace evidente que debimos escoger una manera
de concebir el desarrollo infantil entre las diferentes posturas que nos
ofrece la literatura psicoanalítica y lo hicimos no sólo basándonos en prefe-
rencias teóricas previas, sino que el trabajo clínico con los niños que pre-
sentan discapacidades en sí mismo nos indicó claramente por dónde debía
ir nuestra elección. Es otro aspecto que debemos agradecer a este proyecto.
Fue para nosotros importante, mientras nos debatíamos con el concepto
de desarrollo más aceptado en nuestro medio psicoanalítico y con el cual
discrepábamos en puntos importantes, mientras le dábamos forma a
nuestro propio lenguaje y a nuestras acepciones del concepto de cons-
titución subjetiva, encontrar autores que habiendo transitado por el mismo
terreno podían coincidir de manera importante con nosotros y habían
llegado a formular sus ideas con precisión. Era la posibilidad de un diálogo,
de una polémica que algunas veces pudo ser en persona.
Ricardo Rodulfo fue uno de los interlocutores:

Cuando nos preguntamos qué es el niño en psicoanálisis, localizamos


ciertas cosas que denominamos significantes, las cuales tienen mucha
relación con la formación de ese niño; pero esas cosas no necesariamente
son producidas por él, inventadas por él, ni dichas por él; en cambio
solemos encontrarlas en labios y en acciones de quienes lo rodean [...]
Un mito familiar bien puede conceptualizarse como un puñado de
significantes [...1 por los caminos que fuere tiene que darse un ofrecimiento
de significantes al recién nacido. De ellos tomará uno u otro imprevisi-
blemente, pero siempre hay una cierta oferta de significantes en una
familia. (Rodulfo, 1993:31, 40 y 99)

Alfredo Jerusalinsky fue otro:

39
057
EdElD ESD i? E.red o!p as Orne» E 01!ILID.1 SOU onnpr o ovi!u Ja!nbIrnD ap
u0orri1Ts ri Á 2!uanap ua oprnxas las un ‘ruovad run„ opon DlUE SO ?gag
un :opoul ono ap ras apand oN •altreia!nbu! a ipjj!p aidwa!s sauD2po so'
ap souipnpuoD anb syul uaDrq ou srlun2aid srnsanu supo"
.prp!un run repuasa o' tia uos ‘.remurej oj ap fenpImpu! 01 araras Dig!sod sa
oDodurra •solDadsr sogure ap u0IDEDuInui ruipclui ap oluaulow un
sa ‘o!.renuoD oj opor op!sy oj X oD!nbjsd 01 anua u0prirdas run Jraiurid
sonosou Bird ajgisodui sa anb Jrnesal ola!nb arad ‘osaDaid pp E'Dinbjsd
u0TsuaulIp El UD sisEju? opua!uod rApafgns u9prupsuoD ap soureigrH
•OITE.1201.1Dpod End soluaulap sol 7 Di Á auDpsos oj anb ‘alprur ri iriauD2
UD 'Oil° *9 ap opurpualapp DlUDUSEMSD120.1d En as ono p lod opinnu
anb cola(ns OiUM ua odian» ns .renqrq ?gag re al!uuad anb osaDoid la ua
oprnuaD psa SOÍO SallSDT1U y *U9pEZ!UELUIlLi El ap owsiw Ir5ni p orno»
opesuad ipurjur ofionrsap p rDildur! anb oj ‘prp!laidinoD DULTOUD ns 77
‘oordsa pisa ua lauodxa DI:rodal! sq -as oiduzafa iod aDaprd opLrenD
‘prpprdrDsilD ap odp tiple auap ou!u p opurnD ‘alualajlp zan rIDED wad
EpIDOUOD aluatualuairdr ‘rpols14 Esa ap SDIO1DE soj E oppanbai 07-1DISSD
p Á (*gen p sa ur,ir apurfi syw •up!A PI E rnajr as aluaunciaill ?gag p
'rung Ja!nbirnD ap DS.TEITIDU!A pE ‘o2pqr upad jE 9ELLIEW jv *1!A!A Epand
alsa anb rIrd ouiu jE DDDSO as anb alprin ri ap p Á ‘ejlaua DULIOUD Eun ap
alualuirunou Duods!p amprtuur a osuajapui anbunr anb ‘05,1!u pp oziargsa
p upEnDapr souDal o syul mural run ap IlppuloD uaqap afioi as oisa anb
rird •ola(ns OLUOD asi!rupsuoD p ofrgrn oJaprpian un sa 'Epnp Árn oN
sano soj Á odian» p ‘olaIns ja
(8861 -cita loa Á knsullustuaf)
•aluaispcaui oia(qo un ap Expos 9 ‘olj!u pp rprp ua ‘E-Jog
Ej ua colo p ua `ElIODal osings!!) ns apsap anb Á !iriodnD ua2rum-oinr
ns oy!u p ua rz!urlo epr.T!tu ns apsap ‘anb rpurlsu! 9 °tus ‘a3urinunisa
un !u ointupsa un sa ou ano o •reluaird osinDslly p ua oprdppur
yis ir) 011.10D :D(Erauai pp Expo 9 ap 01DDJD p sa olaIns o [...] esnr-D
011.10D ou wad ‘antun OILIOD aluatuaidur!s auapurw as ontirmprin
•osinDsIp pp sanEn r owu p anos wad° anb ano pp oasap p sa ollatiesap
lap owlu p CDIELLI anb cri [...] 11E1DDje oj anb sED!!9citu!s miau sr! 10d
OMS sEDI29jois9 o sairingsnin sauopunj sns lod rzturlo as ou odianD
ns [—] op!29iom owsprtuolnr apzitu!s un Jod ciado as ou ourtung ?gag
pp ollaursap o [...] p ou Á sauopunj srj tíos monrsop as anb
NOIDVDIJS3ANI VI 3C1 S31VIGN3D SO.LD3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

constitutiva temprana. La concepción psicoanalítica ha determinado


mucho esta postura que fue más importante a lo largo del siglo XX. Señalaré
solamente algunos planteamientos que dan fundamento a nuestro trabajo
de investigación. También es importante aclarar que la conjunción de
múltiples aspectos en este proceso es capital, que es un todo inseparable,
aunque nuestra exposición se esfuerza en distinguir y comprender distintas
facetas del mismo.
Así como hablamos del nacimiento del bebé a la vida, y estamos
pensando fundamentalmente en el hecho físico de llegar al mundo, pro-
pongo que reflexionemos sobre su nacimiento a la vida psíquica.'9 Hay
sin duda un antes de este hecho y hay condiciones que lo hacen posible.
Para pensar en lo que ocurre con nuestros discapacitados tenemos que
hacer un pasaje ineludible por su llegada al mundo humano. El surgimiento
de la vida psíquica se produce exactamente en el entrecruzamiento entre
el cuerpo y la relación con el otro. Por eso estos tres términos —sujeto,
cuerpo, otro(s)— son tan esenciales e inseparables. Son los tres elementos
básicos siempre presentes y siempre a considerar tanto en situaciones
normales como ante la patología, cada vez que ante un bebé nos planteamos
el proceso de desarrollo psíquico?' Estamos hablando de un proceso
activo, dinámico de gran complejidad del cual la constitución subjetiva
es un aspecto medular aunque con frecuencia poco considerado.2'
De este proceso, en el cual la intrincación psique-soma es capital, se
ocupan espontáneamente los padres, representantes de ese otro huma-
nizante, con todo su caudal personal e histórico y con el marco im-
prescindible de la dimensión cultural en que toda la familia se mueve. En
general lo hacen sin demasiado plan, intuitivamente, al mismo tiempo
que se ocupan de las necesidades del niño. Lo hacen "porque les nace
así",22 porque lo vieron hacer y lo experimentaron siendo hijos, porque
así aprendieron desde siempre, desde que siendo niños jugaron a ser pa-
dres. Por nuestra parte pudimos ir entendiendo que lo que se desarrolla

'9 Piera Aulagier habla de la "puesta en vida" del aparato psíquico (1986).
20 Desarrollo, en el sentido freudiano, implica la historicidad, la dimensión de un tiempo
humano dramatizado por el significante, no debe confundirse con el proceso de maduración y
crecimiento orgánico.
21 Insisto en señalar que es éste un aspecto clínico que justamente ha sido posible detectar en
las patologías más graves y cuyo abordaje y conceptualización, estrictamente psicoanalíticos, nos
ha ocupado y sigue ocupándonos hasta el momento actual.
22 No sólo me refiero a "lo instintivo", así suele llamarse, que surge ante el bebé sino además al

hecho de que ellos también "nacen" en ese momento a ser padres de ese hijo en particular.

41
Z57
-opero= OUJOD an as OpWt p apsap anb odianD un It
llayely Á °poso Eurpew ap sopindin sol osugA „
mnDsnw oum pp EDIu9w.re ugpninprw •oppxylo oj .iod aluaureInd
urndxa as ou prpp!natu rj tia saprimptyp sr-1 -opppwoluIs aivawrep
uamanA o! Á ochanD p uninidep anb srn9qui!s sauoprupxualap
UOD ruopriai as 'oppuas un auap u9punj ES •sauopual Á SOSDrIli
SOIAIDLI SOIT1DS9ILI 019S SD OU z!now u9puni. El ‘a[dataía Jod -oprupsuoD
ELj Ej anb oia(qo ap u9prial El Dio rpolsm Ej UOD U9IDUTIJ ring UEJJEW
anb rua291a ruoz rprp EJEd sairrupplrd saiurivasaidal soT Á sal-m.1rd
sauo!sind ap oldaDuop ja olDadsa.! jE FIDUDSD sa :sarcuo!sind sauopdpDsu!
sri Jod rzturam as 1? r oppu?p! sa ou wad op!uplo jE annpal anb
oua29Ja odianD ja csuídoid rj2o1oislj Á rjwomse ns UOD srwa)sis Á solniudr
DUDII ODIUOJO OcLIDTID f •sa1urDgw2!s ap us)!Ddlapsu! El ap ‘saluaprd
sonsanu ap airunj pp sourednDo sou 'opruo!s.tols!p Erj as anb 01 ap
OUIOD optmusuoD psa ou anb o! ap (miel souirdnDo sou soijanbad Ánw
soglu Á spcpq UOD sowr(rgen !s upr syw `SOIJIU ap SMSTTEITCODISd 01LIEJ
'Ej2oiolrd EJSD ap solDadsr salurnodwi npuDicluma EJEd -eprzInbmaí
Ánw ops ELj csapulinDlyp Á sapru!sp!A sns srpol UOD `M36I) odianD PP
alurapsuopul ua2Eun Ej 9urrii onou anb oj ap u9pyruisuoD Ej 'CE UOD
SDRIDDSDIOpE Á SOUIU sosia/4p ap SO1UDILLIE1EJ1 soj Dp SDAE.I1 E `119IDE29SDAUT
rnsanu trq •srprwol uos JrinDpird ua safelochop sauopunj srprutw
-Ialap Á opoi odianD p anb ua ropplusrlurj u9DIsod Ej E aluapuallos
opow un ap uapuodsal ‘risnniona ri2oTom Ej Á saua2 soj iod srprupulalap
anbunr ‘—re.laua2 ua samodioD sauopunj Á soInDspw sruoinau—
odlanD p anb sowactes :sou!tw?lsono ua otpm /z•E3Tj9qui!s u9pd!nsu!
En!safiold Ej .iod jp ap rjouaianp as wad op!29Tom rea.r oj ua rÁodr
as anb „od.lanD ano„ asa cletruplin odianD pp u9pDansuoD Ej irpuasa
OLUOD opuarDouoDal JT sowipnd Iruuou o opmair souaw o syw aisp
anuanDua as comuplo ochanD p UOD aJLIE111110DLIOD MUT srAuDadgad
9uqr sou anb ano p Á ma(ns p D.MID U9IDEIDI Ej iralurid Dp s!s!wur rprD
ua reilLIDD Á alualayp ruuoj run rij •odianD pp .ir29 p jEi!dEO OLLIOD
osnduri sou as ezrD!unD Ej apsap opurnD osrd alumiodu!r ono and
•u9prz!aogal Ej aDDIOAEJ Á sonanisa sol ap anrd urfi rzqualsa renD
Oj ‘E/41afqns u9pnliisuoD Ej oprfiol EÁEq as anb uis wad sanewuumut
SOlUDIULIEUDDUD UD SOZIDT1JSD SOI UDI12.IED as anb prpprdrpsip UOD
SELIOSIDd SE1 Ua DlUDTIDDS Ánw EJ20101Ed ap nwoj run sa anb •rp!A Ej EJEd
anr-zilun copy 'op!u9uLre offaursap un ap u9p!puoD sa mund alca anb
Á DiclUIDIS ou osad `DÁTIMSUOD as 01DÍI1S p anb 'M'Oí< SDUOTDUrg sr1 uos
NOIDVD11S3ANI Vi 3C1 91V113N39 S0.1.39dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

requiere de la intervención del otro.25 Todo el campo de la psicomotricidad


se basa en este hecho.
Estarnos pues ante el proceso esencial de constitución subjetiva que
incluye dos facetas íntimamente vinculadas entre sí y ambas asentando en
la relación con otro (s): el ordenamiento simbólico del cuerpo al que ya
me he referido y el armado imaginario del cuerpo a través de la imagen
especular (el semejante). Es imposible que en este momento me extienda
sobre conceptos tan capitales como es el del estadio del espejo tal como lo
ha descrito Lacan (1972) o lo que nos ha dicho Winnicott (1967) de la
mirada de la madre como espejo. Solamente quiero recordar algunos puntos
que nos permitan pensar en su normalidad y patología. Lacan señala que
el estadio del espejo corresponde a una experiencia inaugural y primera
por la cual el bebé se identifica con su imagen especular y se reconoce en
tanto unidad imaginaria a través de la imagen del semejante que le devuelve
el espejo. Aunque corresponde a una ilusión de totalidad y madurez cuando
el real del cuerpo infantil es aún fragmentario e inmaduro, esta totalidad
anticipa la unificación simbólica que corresponde al proceso de subjeti-
vación del que ya he hablado. Winnicott cita como antecedente de sus
ideas las de Lacan, pero las modifica al señalar que es la mirada de la
madre la que refleja y actúa de espejo en este momento inaugural del yo.
La madre devuelve amorosamente un reconocimiento fundante del
psiquismo en condiciones normales.
Hemos encontrado que uno de los procesos más afectados en niños
con SD es justamente el de la organización de una imagen especular
adecuada, lo cual acarrea una serie de problemas en el proceso de cons-
trucción del aparato psíquico. El niño se ve tal como fue mirado y se
identifica con la imagen que el otro tiene de él. Esta primera identificación
sustenta el advenimiento del Yo. La opacidad de la mirada de la madre
ante un hijo anormal, su depresión y su dificultad de reconocerlo como
propio impide que el niño se vea, se encuentre, se identifique como dife-
rente: no se refleja y entonces lo que ve es a la madre, con dificultad puede
encontrarse a sí mismo. Un reflejo que no es sólo de palabra sino también
de lenguaje, que permite diferenciar "yo" de "tú" y que da cuenta de algo

" La intervención temprana sobre el vínculo madre-bebé en situaciones en que se afecta de


diferentes maneras el desarrollo psicoafectivo y en particular el tono muscular, nos ha permitido
observar la incidencia de la dimensión psíquica y de la historia individual y transgeneracional en
funciones tales como la psicomotricidad. He estudiado el lugar del "afecto" en sentido psicoanalítico
en este proceso y he trabajado su metapsicología como significante corporal impregnado por las
palabras maternas, o sea adquiriendo significación en el campo del lenguaje.

43
•EID1?D1D SOUBTED.Ip S01.1141 'OJOTA DF) `1119111DIpid ap cuppans ap soa!rair solapan
-sanril km! uos js wad csarellow sauonenns Jas uarans ou srprayump
UE1 D1UDWD1UDJEdE uos ou sonosou SOWDA Dnb SEDIUJID SDUOTDEMIS
SE-I *LIELUIDJUD o UMETII UpICILUE1 SETDUDJED salsa anb Á SOFITC1TDDI Exed
odwan un Árq anb sareppupsaidw! sarenn somawara Elio& an.reulalEw
ano p anb o.rep Ánui Epanb •asmadnDal uapand snaq sor 'dril ol ua!nb
onunsns un ras anbunr soinalEw sopcpinD Á onaje opuEllodr owanxa
opE12 Ir re2all ap saltre Duayualu! as !s anb sa osontuosr sa anb
`OWSEJEUT p 'arcusJanan! u9prm!s Eun tia danT Á rDnjprur u9isaidap
Eprturll El UD UDED Á EAEJ2E DS OsrJ1a1 p `IJEJOH TU EX `LIDWT2 019s ‘odwail p
opm UEUIJDJUD salurzetpal uanpnn as sDndsap sasaw ap ird un •rsEnr as
ollonEsap ns Á osad uapiald salurpurwap sauwoll UDAIDIIA as `0pT1UDTITTIE
alio& uanq UOD X SOTdUITI UDUDTRIEW as anbunr ‘olualrw ornwpsa
uacipal ou anb snaq 'Eurp-sEsED ua sopEnsodap sasaw sps ap savuenri
sor :Eiopa2oDanos EJDUELIT Eun ap aluaureg!ujp 9nsow 01 LEE *sarputu
sns ap sopriedas SDRIE1DEI soj UOD rp!A ap OTJE latupd p ua ann DO anb or
9!plusa (5961) 7-1!dS P1-1):1 'op!xnAl sano anua smurnD Á sasjEd so!JEA ua
opurnD '012Is ()Tau! !SED aprq apsap sarenn osnpu! sanr12 Ánui S0111DTWID
-aprd u onadsai sowaqrs •aluEnodwi trei sa odwap p osa iod
•ollomesap ns .TEnupuoD ried salLIDIDJAI u!s Epanb ?qaq p X urnoq as `LIDED
SO(DIJDJ smsa ‘0Á rap ozoqsa p optreiDua2 X odianD p ua sonnsu! a ono p
Jod sopdardsap X soprwm uos ou !s :sop!ED.re sokjal sano sor UOD alinDo
umusEl x •rp!-Ina anp-nA as ouw pp Eprx!w El Á aparedr ou repos Espuos El
`SDAEJ2 SOUJO1SE13 TJEZDTdWD X EpEJTW ETIO 10d Empal opis Jaqrq UTS DDD1Ed
-Esap X Enllqap as Elruu! EnnpuoD rsa coluawow ns tia msa aMIDO ou TS
•Eswoure calurasap sa aluaturemou anb Epri!tu Eno El E apuald as ‘-einu
ol anb ourtunq 0.110 rap soto sor rpsnq Dqaq rap EpEi!w E7 ,z•sasaw s!as
san anua trelo2E as anb 'oppeu uDpal p DEJJ anb s-eno SEJUE1 ou OD EfagaJ
rzarenuru Dr) `ElEUUT ElDnpuoD run 1DS aDared SaT1OSOU JOd sopEmasqo
snaq sor sopor ua agnadal sowan anb olr sa 'ofadsa rap o!pEisa rap saluE
myr Dqaq rap Epri!tu El UOD annpo anb or E .1! sowapod aluaturenny
(L8 6 1 'o!sEN X miou) •„odIanD rap DJUDIDSUODUT UDIELUT,, El UOD u0pEra!
ua o(adsa rap u9punj El EDIujp 11E12 Eisa aqpuop jsv •,pno p ua ma(ns rap
IDS rap ofadsa„ p 1E1JUODUD Entinad DI anb op!nbjsd ofadsa un ap aJambal
surp! p ‘repalEtu oradsa un ap anb syw anb Eirgas 66 I apsap ua!nb
c olpa E DJuaLuEnanu apnpuop son olsq •Teu!wouwd u9!siaAu!EI ‘uaq!nsa
Á upar anb srprfiaitu sEATE as UOD sruosiad anua urir aluanDay km!
NOIDVDLLS3ANI V1 3G STIVII3N3D SOID3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Estamos hablando de los accidentes de la subjetivación, que tomados a


los pocos meses se recuperan bien, a los dos años son trabajosos aunque
posibles de tratar y a los siete años francamente difíciles y por lo menos en
parte irreversibles. No ignoramos que en todo este proceso hay otro actor
que ocupa un lugar central, que es el propio bebé con su maduración neu-
rológica, sus fallas orgánicas, todo lo que en las patologías que nos ocupan
tiene tanta relevancia. Lo que hemos llamado lo real del cuerpo que se
resiste, que nos marca límites, que no podemos negar. Un cuerpo dañado
que es un factor central, a veces más pesado que otras, pero que, insistimos,
es un factor más, no el único.
Hablar de lo que podemos llamar la normalidad nos lleva a cada paso
a reflexionar sobre lo que ocurre cuando las cosas no han sucedido bien
y el bebé tiene SD o alguna otra afección que modifica su cuerpo y pro-
duce retardo. Es tremendo pensar las enormes dificultades, los dolores y
decepciones que se van acumulando, pero es así, empapándonos en el
problema como hemos podido ir comprendiendo y avanzar en la clínica.
Son varios los autores que han trabajado en este campo y con los que
comparto inquietudes e ideas. Pensando con ellos y con los compañeros
de Tonalli, enriqueciendo mi experiencia personal con sus casos clínicos y
muchas veces tomando frases y conceptos de sus escritos, podré mostrar
de manera más vívida algunos aspectos centrales. Veamos otra manera de
enfocar el problema de los orígenes, muy importante para el tema de las
discapacidades intelectuales que nos ocupa y muy convergente con lo
señalado antes del cuerpo erógeno y de la imagen especular.

Nacimiento de la vida psíquica y origen del pensamiento

Podemos decir que el nacimiento físico de un niño no coincide con su


nacimiento simbólico, que hay un salto cualitativo, la irrupción de algo
nuevo que sobre lo orgánico instala lo psíquico. La patología y la obser-
vación cuidadosa de la normalidad nos muestra que ese bebé, completo
desde el punto de vista biológico, deberá atravesar una serie de procesos
para consolidarse definitivamente como sujeto, lo que implica apropiarse
de una estructura, la del lenguaje.
Si hablamos del nivel simbólico podemos darnos cuenta que el cuándo
de ese origen puede ubicarse aún antes de la concepción, en las palabras,
fantasías, pensamientos, sueños, deseos de los padres. Pero toma un camino
muy definido después del nacimiento fisico. Para sobrevivir, el recién nacido

45
9i
01 OLUOD MI I :L661 'xi°33ID) „s°11-ruIT sns `st>3!wJw sns `seimsod sns
solsa2 sns 'WIDE sns alaldniur SODUO1LIDX opursuad audewi oj csoauanurs
-uad sns DiSDid aj 'aJprd p carRew El '0.110 la anb ElISDDDU ?qaq
'PEPP4IE El
ua rpunj as prp!Apalqns Erj •oulaiu! oia(qo un ap Jr2nT p rdnDo Á rzpop
-aun as o2ani L rianj watupd ylsa anb olio asa ap '0110 ap EpnÁE El UOD sa
ou !s JE1LIDSD.IdDi cirzlloqw!s ‘JapuaJdurop apand as ou u!DDI
•1A1 0ildure Á 0LUO1DI 01 X— 012IS IDp SOIdIDUIld E pnalA of113 oj uy,
(Z I :L.66 1 'auoDDD) .„0110 pp
irsuad ap olrredr la UOD aluaturepw! rsua!d as anb ipap rppod as„
-somaitursuad
sns alsaJd al Á og!u lE rlsylur °Tau' asa anb ospaid sa Jod x .
.soaso n 0110 ap owaw.res
-uad p ua opEXodE cursuaTd anb sano anua anb syw resuad apand
ou olafns un anb .npap somapod •rpuaispca ns ap mano pp rpmbjsd
TIA rasod anb ‘asuaId anb oluolua un rima anb sywapu OLTESDDDU sq .
•supinbjsd SOUOIDE1SDJILIELU
SEj ap mr.usns p .ras EJEd opunDapr aluxualuapuns 'opP9ToIsuainau
opol anos coDnyulos ()cimba un rlspca anb OIIESODDU sa Ir2ni latuud
:oluaTuirsuad jE reInDwrd ua Ámu Á rDinbjsd TIA
ri E rpaDDr pqaq un anb raed asi!unai uaqap sauop!puop ap apas run
•saiopann soApIu2oD soppow sol ap salosinDaid uos Á ?gag p iod soppaj
- ua UD1.1DIAUOD as soplada! Á sosouxa .ras re anb JolowoDisd 0111a-taxi
-Jodwon ap soppow luniasqo uapand as SDUOIDDEID1UI ap o2aní alsa
ap JnIrd r ‘aluawzopaid anb sou_iaA •SDLIOpEaLIOJUT UEDIUT1LUOD as anb
saluarpuadapiaiu! soluawap Jod oprufloj npuq-paaj rwals!s un oprww
-ouap uEll (066I) num.° L uoipzeig anb 01 apalquisa as Inuausepunj
sa LIEJAUDDJ Á u-eywa al solinpr so' anb srwauoj Á solsa2 sol ap ounle
ap u0prmur EJ urinDpird ose-) rprD ua ELIDJEW ua DSIDUOd Dqap Dnb wad
opnpua2 ogTp9D p lod opendald Á olsysald opppuaffida olDadsr un ap EIEn
as •opopad aria alumnp fel!dro sa ‘alpriu El UOD irinDpied ua Á co!paw p
UOD DureisuoD u9ppuialu! •„alpEUI Dp1OpEDID,, sa ouw p (9L6 I )
-r!inív 9saJdxa oi OLLIOD coppuas asa uH •Jolow oposuas ollairesap ns
JEAUDE L saprpn-epua)od sns IDD1D(D unIumad al anb soinuipsa sol ap rpsnq
ua lopapane ns E irlaidxa Á saprp!sapau sns E sopmsnír sytu treas soprp
- solsa anb Jrfiol rird sairuas sEl Jp!ina aqap :o/km-e IDS aqap anb ows
‘owolua ns ap SDlUD1SISUOD L sopunDapE sop-epInD sol .1!q!Dal 010s ou ElISDDDU
NQIDVD119ANI V13US3TVII3N3D SOIDUSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

señala Piera Aulagnier la interpretación del otro es necesaria, aunque en


cierta medida implique una violencia que se le hace al niño (porque "se le
impone" el pensamiento del entorno). Ésta es una violencia necesaria y
humanizarte (Aulagnier, 1975). Se trata de un momento muy importante
para la construcción del vínculo y para que se establezcan las funciones
parentales. La madre presta al bebé un pensamiento y un sentido de sus
expresiones: lo piensa, lo habla, lo interpreta. El bebé le devuelve su reco-
nocimiento en aumento, lo cual es muy gratificante y le ayuda a sentirse
madre (o padre). Este intercambio está basado en una ilusión simbiótica
postnatal que encierra una gran paradoja: la de que el bebé es y no es
parte de la madre. En tanto no lo es se le reconoce como una persona, que
imaginamos entiende lo que se le dice y a la cual se puede comprender, le
pasan cosas diferentes a las que experimenta la madre. Y si se le puede
hablar es porque existe una alteridad, porque ese bebé es otro diferenciable.
Se crea así, apoyándose en esa unidad postnatal, la base de un espacio
intersubjetivo, de una separación. Su consecuencia es la constitución
subjetiva en sí misma, que no puede darse si no existe primero esa ilusión
simbiótica (que implica una imaginarización del bebé como otro) y luego
dicha diferenciación y separación progresiva. El sí mismo (self) del niño
es investido por el otro, la madre, antes de que pueda descubrirlo, cuando
el niño aún desconoce la diferencia entre sí y el mundo.
Los requerimientos psíquicos del bebé normalmente satisfechos por el
medio maternante (madre y padre incluidos) y que le permiten advenir
un sujeto han sido estudiadas por diversos autores (Winnicott, 1958,
1965; Aulagnier, 1975; Lebovici,1983; Ciccone, 1997 y otros).
Recordemos tres aspectos de estos requerimientos:

• Ser contenido a nivel psíquico. El bebé atraviesa situaciones de angustia


que amenazan su precario estado de integración. Diversos estímulos,
desde el hambre hasta el dolor, atacan su frágil estado de integración,
acarrean sensaciones caóticas y demandan contención. El alimento, el
ser cargado en brazos, la voz, la mirada, el contacto del pezón con la
boca, el ser aliviado de sus dolores, todo le ayuda a integrarse. Dicho es-
tado de integración es fundamental para que pueda experimentar un
estado de existencia. Si esta experiencia gratificante se repite y se vuelve
previsible, el bebé puede ser calmado y demorarse un poco el alimento
sin que experimente angustias excesivas. Ha encontrado un objeto
asegurador. El bebé aprende a esperar y aquí se encuentra el germen del
pensamiento. Esto genera un sentimiento básico de identidad y se

47
8
SD.10!JMUE SEI Dr) EpLIDTIDDSUOD S'D anb ?gag
pp pEpISDDDU E.IDDID1 Ej E ;ESE SOIIIE2y1 'Ejp DI) U9IXIDDIDd DJurlsuoD Ei
DF) EnSDDOU OU Á Dipruu Ej ap U9pEitIDSAIdAI Ej iod oplualsos Difl!itIELLI
as ?gag p odtuap asa mumnu uopalu! ns ua -en!A Errepren2 apand ?gag
p anb odutap pp Effe sym ou wad asirluasn-e agap Á apand aJpE111
• uIs irsEd apand as anb ansanui al ?gag p anb mapa aqap onnye o
•onpElogep aanf jr srpEJ2 ard!suoD as olsa aluaumpalsod •op!gpa1
rq anb o! rzllogrlatu ?gag p salenD soT Dlurinp U9!DDEnal DF, sono
OICIIIIED.IMUT Dr) SOILIDUIOIU UOD OUJILI 011DID un Eladsal EAUEDID U9TDDE.1
-DIU! BUfl 'peppall Ej ap U9IDE.I2MU! Ej Á OWSI101D0111E p Iruop!surn
OTDEdSD p UOD MUDUIEUUpUj EU0pEp.1 as U9!DEZILIOIJD1U! Dr) OSODOid alsa
•Epuasn-e ns ua IFLIUDAI rerp jE ou.talu! ouang ola(go un ap Jauods!p ap
pEngIsod ÁEq ou oiafgo pp u9pEzpopalu! Ej aDDIOAEJ as ou !s anb ncres
soulagap A •EapEumEn 'alurzponair prppmre Eun u9pEfialu! ap pring
-Isod EÁrti anb u!s auodun Mtrensruj op-e!srulap alua!quir un •OSDDXD
ua EpEJEIE sa us)!sni! El Is as.reDunn apand uarqulel arad 'peppmre Ej
aJa!nbpe DS EDIMU `DI.LID!UISDp DS OU pep!un ap u9!snr! Ej is DJUDUID1UMAH
•aluaulielnig opadtuoi agap ou wad Hurejui ours!spieu jE asopu?!u
-odo as.refialu! agap pEppanE EZ Telrinsod ED9.9!guns u9Isnr! Ej ap
Enudni Ej Endui! anb ‘anIpupsaidlui atad rsomop Els!spiru rppaq
-eun ipps agap 'ano pp Epuapuadap ns .IDDOUODDI agap opod E opod
umusel atad Epualod!uwo ns ua opI2aJard ras agap ‘pnaJd Egrurell
crí OUIOD („ /C9pq acp 'Q.5..9.1291,1,1 rpy vat 791 .19.70110.2AI 10040 719 dy911.9.9(1
•op!nbjsd olloiresap pp osEd aluaIn2Is p Ezworisgo Á Eis!spreu
Epumod!utuo ns ua aslEnaDua E apnpu! o! orlo p UOD u9prp.! ns EpuaJd
-UIOD anb r opepnÁr ap so(aj cu9pdaDap ap osapoid msa re5rug ÁrDpEumEn
EIDLIELU Dr) DDELIDS !S 'ODOd E ODOd ojos copEuopdaDap ua -espd Epr!srulap
xEn ou anb EsuaId as EJp Áoij Á Epuapunsolnr ap Á EpualodIutuo ap
olua!tupuas ns rgatud E opualuod Ella ?gag p cnopTur/rieyas o! oliTOD
•aJualsIsiad -eiaurtu ap ornpujik p seuolsiols!p ap zedra sa EvenDap
-Eu! EILIDIELU pepIng!uods!p Eun o sarepadsa sapep!saDau UOD ?clac( un
-op!n2asuoD rpej sa aidula!s ou orad ‘EDITetuesp alann as sosoo!A sornalp
solsa urdt_unnalu! as anb EJEd op!pualdwoD IDS DID pcpci pp pEpIsapau
E j sEnp-dau sauop-enns SEJSD 'opIcllnu! conIsEd 'ola!nb 'opEnuoD O j
opol o zeJon 'op!ue.ip 'alua2pca EIDATOA as ?gag p anda! as !s Á otusIlu js
Ua Ezurpop ap EIIEJ Eun monEsap as 'Tem tia al.MAIIOD as opol anrpo
ou olsa !S •rzuotialu! as Dnb u9DEn_its ESD LIO D1.reDunr12 Ánut Dipetu
Ej UOD pEppoidpal. run ÁEH •reiod.top ualetu! Ej JEZ!UE2.10 E EZUD!IBOD
NQIDVDLLSaANI VI ga 831V113N3D SOLD3dSli
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

• Simbolizar sus experiencias. El bebé va así construyendo representaciones


a través de todo el proceso anterior, creando un mundo interno con
objetos vivos. El lugar de la falta, de la ausencia es central en este proceso.
Es la base del pensamiento que se relaciona con la simbolización de la
ausencia. Pero también importa el objeto presente en este proceso de
simbolización. Surgen entonces las manifestaciones lúdicas que en primer
lugar son autoeróticas.

Nacer diferente. Ser padre de un niño diferente

Los obstáculos en la construcción subjetiva han sido profundamente


estudiados por nosotros clínica y teóricamente. Quiero empezar por señalar
que esta descripción e intento de comprensión dinámica de las conse-
cuencias de nacer diferente recoge nuestra experiencia como equipo y la
de muchos colegas de diferentes países que se han dedicado a este tema.
Va dirigida no a (des)calificar a bebés y padres, sino a profundizar sobre
las vicisitudes de estos vínculos y lograr herramientas para intervenir.
¿Pensamos que ese bebé que nace con una patología orgánica está
sometido a los mismos principios básicos que todos los demás seres
humanos para su constitución como sujeto psíquico? Creemos que sí y
pensamos haberlo comprobado en la clínica de niños ya crecidos que han
sido centrales para esta investigación, niños que lo muestran en las
características que toma su patología al pasar el tiempo y en su manera de
responder a los tratamientos psicoanalíticos. También lo vemos a través
de la intervención temprana que venimos realizando con bebés y sus pa-
dres con motivo de diversas patologías.
Se trata, ante todo, de recordar, de insistir, de creer y demostrar que no
todo está escrito en el genoma o en la lesión neurológica. Se trata de abrir
las puertas de su destino a la incertidumbre y por lo tanto a la lucha por
el cambio. Para estos niños con SD o con otras enfermedades pre o peri-
natales graves, el futuro no puede dejar de ser incierto tal como lo es para
cualquier ser humano: destino aún no escrito en gran medida y que está
en plena construcción, destino humano que no puede ser sustituido por
un pronóstico médico extraido de las estadísticas. Cada padre debe saber
que recibe a un hijo que es único, original. Discuto y rechazo que dicho
pronóstico, en general muy severo y aparentemente certero desde las
ciencias médico-biológicas y que se transmite cargando las tintas, porque
"no hay que engañar a los padres y se debe decirles toda la verdad", se

49
01
„¿Eiadsa al
oupsap ?nb? 'Entreld lap ruoz -asa ua Á rpod? -usa ua opunw ir opien ouru la sa als1, :rp!mo sou
as sanan r anb elldwe Á alueu!wialap url sairInqn.D Á sairpos (seppnod srpurlsunDip ap apuadap
anb soaupodwaluoD sns UOD rppirdwoD aiquinppiaDu! run Árq anb irrevas opumaid Lz
-s-enr SDUOIDEJDUD2 SVIII O SOp E `SDDDA. SED0d ou `I.ID1ILUDI sou anb sotpaq
sano n sol-upprn ‘EdinD ap solua!wpuas r o sazepur!s sairmwrj Á sairuosiad
srpri93.siq sauoprmis ap u9pri9Ita!sol ri da& DS 01SO y *suppsjprlsa
sri Á srls!uoIsajold soj uruunp anb oi iod o iiryan u9p!prn .iod Eas EX
samual sanan setpnw SESOD treupp-en anb SDDOA uaÁo as -d-eD!purq pp
UOIDEDIUMUOD E1 ap srDprwnrn SOUDID O Sylll SDJ'UVIIEA sri ap Á UOIDETU
-IS rpep ap ylapuadap olsa anbunr ‘mprdur! uri2 un agns aiumure
o!paw pp relaua2 ua Á salprd soj ap onpDoje pn!u p Jr2n1 opun2as uR .
•(oluynD sowaqrs ou EIDUDTIDDS UOD anbunr) prime') 9E111 ap
c osoruDopp sa 'oprnpapr pnIu p Dual]. ou ?gag asa oprlop ylsa anb UOD
oDurpRio odinba p anb ras o ‘r-P!sjj u9prialre run ÁE4 Jr2rq Iauipd uH .
:soprIopalap upsa Á sopriDair uos anb solDadsr sol SOUTA
uos *salu-e olT.D anb olua!wrsuad pp Á oD!nbjsd ollonrsap pp sauop!p
-UOD srT uriDDJE X urlinDispp as aJUDIIITICSDDDIT X rDodo Ensanu ua amsod
DI.IIEUODdDDDp SVIII U9IDEIllIS El OlUE sEzrnb SOWE1SD salumpedePsrp manDas
urponald anb saprupad saprpaunajua o es p OLUOD soDpoua2 srwanoid
SDUOIDELUJOJTELLI Eluasaid anb ?gag un r!pwrj run r dall opu-enD
•opruos o oprzllrap! treq anb 0J10
asa E „DlUDIDJIR, syuu ZDA rpED o <,IIDTp„ VIDAIDTIA 01 anb og!u pp ollonrsap
pp sauoIsJolsrp Á srwamold assrlaua2 ufflans p rprq u9pisods!pu! ns
UOD X oh ns ap saprprenD srl JDA uanl!suoD ou salq!uods!p oDod saJprd Á
ruopdaDap soj anb ou!u un aiur prp!-NuodsIp ns T'enoje uan SOSCUOILTE
syw salpEd soj upr anb EX 'js DJUID ITEAEJ2E as Á urumwoD as srtualq
-oid soqwe anb sa MUMSUOD aluaureDpprid o aluanDag sriu al IriuoTrd
prp!muodsp ap MIT.; Ej Á 'opriadsa oT E aluaiopp 'ras o 'aiuruopdaDap
pqaq un ap rpdall rT :Irumou u9prqona Ej aluaturpunjaid UEJD11E
anb sairdpupd srsnrD o srunoj sop keli •sauoprqInlIad sns ua mullir
sowasuad •olpawaid o salruuou souaw o syw sauoprniis ua un-e oDinbjsd
ola(ns un .nuanap ap osaDoid pisa ap osorrqrn oi ap SMUE rqemell
zz•olua!lupru ap ripaj ns ja
UOD uaurdwoa anb spqaci S0.110 soj OWOD iTamod lap oppouogsap oi E
opnuasua X onanu un ua!n9re sa sas UOD OppEU uppai un anb irlirsa.1
u9pualu! !tu s'a -aiquDg!powu! a rin.las on-unj pp u9pD!pold run aiap!suoD
NQDVD119ANI Vi 3C1 91V 1131,
19D SOID3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

• En tercer lugar y como consecuencia de todo lo anterior la capacidad de


estos padres de comunicar e interpretar a este bebé diferente, de atribuirle
pensamientos y deseos se altera dramáticamente.

Las características de ese niño decepcionante, no esperado, la evidencia


de su handicap, las circunstancias del embarazo o del periodo perinatal,
todo lo vuelve potencialmente persecutorio, se hace difícil verlo, atenderlo,
aceptarlo. Por lo menos por un tiempo la deseada disponibilidad parental
cae y se hace imposible responder de manera consistente a las necesidades
psíquicas del bebé. Apenas si se consigue atender las necesidades físicas.
El niño diferente, al nacer o poco después, rompe la matriz simbiótica
antes citada, la ilusión primaria de unión madre-bebé se ve truncada,
porque esa diferencia se instala en el vínculo como una alteridad impuesta
precoz y traumáticamente. La esencial especularidad que tiene como base
la mirada de la madre, espejo por excelencia, se dificulta mucho. Una
madre enfrentada a cuidar a su hijo con SD reconoció con gran congoja:
"No podía verlo ni sentirlo como mi hijo con esos rasgos tan ajenos a la
familia". Es decir, no podía sentirlo como parte suya como ocurriría con
un hijo sano. Esto acarrea una anticipación brutal y precipitada de la
diferencia y de la separación del bebé respecto a sus padres. El sufrimiento
y la depresión se instalan en la familia. El temor de no saber o no poder
responder a las necesidades especiales de este hijo es inevitable y muchas
veces aplastante. La libidinización de ese cuerpo marcado por el handicap
por parte de la madre se vuelve muy complicada y uno de los aspectos
más difíciles es verlo sexuado. La ambivalencia en el vínculo es la regla y
toma formas diferentes: rechazo, sobreprotección, desconocimiento de la
separación."
Además, si hay un déficit del sistema nervioso que impide que el bebé
tome las iniciativas sensoriomotrices antes señaladas en relación a sus pa-
dres y no responde a las señales emitidas con intención comunicativa por
ellos, se corta el feed-back de la interacción que nutre psíquicamente al
bebé y éste se vuelve retraído o colérico. Si la situación se prolonga y en el
medio maternante se instala la frialdad, la indiferencia o la desesperación
inefectiva la situación se torna francamente patológica y empiezan a verse
serias consecuencias en el desarrollo, consecuencias que exceden lo deter-
minado por el problema orgánico, ya sea genético o de otro tipo. Lo
común es que todo sea atribuido a dicho problema y se auto-cumpla, sin

28 Véase el capítulo de Carlos Lomas para mayores reflexiones sobre este tema.

51
zs
6Z
•oici aria tia optrei4 HaYerv ap ornndeD P aSEaA
'aiquasap Á alurnoduli syul oI synplb <SEJDDDI Árg ou 'opagrs soulagau
•sampouoDai uos ozeEd olrei E SEpuanDasuoD sns Á EpIA -el ap ozua!tuop p
apsap saJualayp Ántu uos SOJDDJD sol op-efi ap uopsanp Didtu!s -eun =red
anbunr orad *.IDUDUOD Á JutpnDsa sotuapod opoi anos Á somnsod sytu
salurzurumen souatu opod un csaArns spui ras souJapod IS sruadv TI311011
EIBUI -eun in ap -enurtu ruanq ru-n Árii ou 'opagrs sotuagap 'oareg
-1I-W U!S 6Z•dempurg p JEADipIgos r opepnÁr utq anb srprunnojr sytu
SEJDuetu ienuoDua ap prpuruJodo ET °mal soung umusei•srsonnsuoul
srjsrltrej sri ap oluaurnr UOD srmsaldap SDUTDDEDI srpuasnr 'prp!llollu
-odsrp ap mirj opuegonald opoJ anos 'Emusej El Exed saJurnprdEpsIp
solDaja Duap san:red soj r reDupou ap -epEnDapru! a Eppytunrn op-e!srulap
EJDUEIII run anb runrjr as •EIlluirj ns Á og!u p Excel osad ns Jrinsuop
sounpnd Á saluapEd sonsanu ua SOLUEnUODUD SOT SOLUSTIU sanosou
lerDnip ~Duma' asa ua ID1DUIOD uapand as anb satura saluaJajTp so'
ua s!srju? °timar olsand rq as -rJrurpp -el ua DitrenprdrpsIp ruJajgaid un
ap Epua2srxa El ap rppou El Ep as anb ua opotu p alurnapi Ánw mapIsuop
as cpgag p Á saJprd so' ailila anuanDua p opurD!pn(Jad o opuapaJoArd
prpprdepsip vi ap rpOoDr Á ennul u9prpAau
(9661 Id Á °P2219C) *slun9IIA/1. 4' S p x°Etuosowon
pp • s p OLUOD srippuD2 sOojolEd sEno srun2fr ua sonosou Jod opmEn
Á oprAnsgo ras umturl oppod -eq (»s'a •o(!q ns ap rlsandsaJ ap mrej
El Á sournxa so2sri soj alur Japanbalua urpuas as anb urmai saiopalsod
sozEJEguJa ua uoJayinl soj ou anb o so(pi sano UOD sutuaigold ()pum
mg ou anb saJpEw •„-eDInbJsd u9prtulural„ Irturff souppod anb a[ 'opol
Dure UEJIDDDU Dnb .IDA soluaTos osa Jod •Emarplu! rqpnw Á sointupsa UOD
EIEÍ soj as ou !s assE2rdr E Epuapual EpuanDas UOD uauap as UOD snag
sol sr!doid smgrred Á JEN aprp ap cola(ns onanu un OUJOD ovesuad ap
coprp!nD ap EpTuItusIp Ántu p-epprdrD run UOD rmurej run Á Diputu run
EnuanDua oun2uTu Dnb uoTsualdwop sytu Á uoTp-eldaDe Tul E3TSDDDU Dnb
?gag un anlmod anrfi rpuanDasum tia sa u9pEnns El •saprpTjauT u?Igurel
uos Á aluaurrp!uppaul urzuraJ as opruoIsJolslp pgag-aJprd-alprul ornpuin
alisa UOD Á 03.XD1.UOD aria UD 'EUE.IdIUDI. uopErniupsa rl ap op!syp p OLUOD
`JET-11pr Á JEUTDDEDJ Dp soluaJu! sonrao ..IDDEIT anb rpru Ej.grq ou anb ap
=ppm sauo!u!do SEITDp ua Eprxedure EpajoJd truop!prn ET UOD copagrs
NOIDVDIIS2ANI VI MI Salwarm S0ID3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

pero también lo más difícil, es, a mi entender, encontrar un nuevo


significante que permita ubicar al niño con un sentido propio y diferente
en la cadena generacional a pesar de ser discapacitado y por el hecho
mismo de serlo.30 Recuerdo al respecto a Rosa o Rosita, quien fue llamada
así familiarmente desde el momento en que se les notificó que presentaba
SD y la psicológa les dijo que "esa niña era como una rosa que había que
regar para que floreciera" (Franco de Jiménez, 1994). Fue el modo en que el
"síndrome", el handicap, lo monstruoso se transformó en una niña que
también representaba un proyecto y que como Rosita poseía un porvenir
en el que podía concebirse un florecimiento.
En realidad, si ponemos atención se pueden distinguir dos momentos
diferentes y sucesivos, normalmente complementarios entre sí: la noti-
ficación y lo que, sobre todo en Francia, se ha llamado la "acogida". El
"anuncio" es un momento breve del proceso de acompañamiento a los
padres, cumplido en general por una sola persona e inevitablemente
traumático. La "acogida" es más prolongada, incluye la intervención de
todo el equipo que trabaja en la maternidad y muchas veces, como en el
caso de Rosa, posibilita una cierta reparación del impacto inicial. De
cualquier manera el nacimiento de un niño diferente es una prueba tanto
para los padres como para el equipo de la maternidad, aunque no siempre
se reconozca este hecho por parte de los profesionales, quienes prefieren
negarlo y tomarlo a la ligera. Los grupos de autoayuda que funcionan en
diferentes países, por ejemplo en México, suelen ser parte, con frecuencia
de manera muy efectiva, de la acogida que reciben estos padres que sufren
un impacto siderante y deben luchar con vivencias catastróficas.
Actualmente, debido a los adelantos en la medicina fetal se pueden
descubrir las principales anormalidades antes del nacimiento. En ese caso
la noticia la da el ecografista o el obstetra. Otras enfermedades se reconocen
sólo al nacer o días después y entonces interviene el pediatra o el genetista.
Hay actitudes recomendables para dar la noticia adecuadamente: empatía,
calor humano, disponibilidad afectiva y de tiempo del encargado de
comunicar el padecimiento. Y por supuesto un amplio conocimiento
médico que le permita responder a las preguntas que muy probablemente
le harán los padres. Es un momento crítico, de shock. Por eso es importante
en esos primeros días en la maternidad, que todo el equipo médico y de
enfermería, el personal de limpieza y de cocina, todos sin excepción sean

.30 El problema de las generaciones en muchos discapacitados a los cuales les está negada la
procreación será enfocado en este mismo capítulo.

53
•sa.rprd sol r onua!urrurdiuoDE pp sarepuasa sonDadse so' crwurj
ns Á sowu sonsa ap rp!A E1 tia suppin s-edena sEi ap ‘anurppr
SyLU SOWDJDA 'ovenpd o opEirndsog pnIu r EDS EÁ `EDTLUDICIald EJSD UD
soprzwpadsa s!s!Erffrop!sd p Á Ej2oToDIsd Ej ap ()clamp pp sairuo!sajoid
E JIMIDDI JDS apanEd soprsuadunopsap X sopEndtuop Tal SOSED soj
Exed anumnodun! opon anos 'Epupadsa Tm Ej sauopnios siq ap Eun onurn
sEnuallAT •EpuEuoduni ns npualdluoDIDDELIDp Á rizenualuaidul! ap EdEla Ej
ua uaiq sym SOLUE1SH *U9DEJEdDld ESD IEJDUD2 UD Eng ODWIAI OLUOD SJEd
un ua ‘olrequia u!s 'IDDru ap rqrpr anb deppreq UOD OLITU un r Impan
E onsandsip X oprirdand JE3SD Epacpp od!nba p opon ‘sanur afrp ovuoD
•oprisEnap OUDJJD1 asa anos opllyn onDaXond un
ninInsuoD anisod yias anb ap -ezuEljuoD X onadsa •urinnuadalle as gndsap
ODOd DJUDLUEITISDS anb SEI ap sEnTslndwT SDUOIDDED1 JETTAD Á SOIJDUDJUOD
EJEd 'BLUF El DWO1D1 anb madsa EJEd EIDUDIDEd Á OlDdSD}J '01OUD ns
Jod SDUOIDDEDI sns Jod sanprd soj ap Ens!A ap sonund sol Jod onadsan (opon
aiqos EIDUEIDIO1 crzairiloi sopp? so!dpupd sopij9s uana!nban as sosr) sol
sopor trj •opEnpEdeps!p un OWOD 0I9S ou '1E101 ruoslad Eun OWOD optan Á
oulu anca E 01LITI(LIOD ua impan v!nii ou lepuasa sj •sanprd soj ap Jrnsarew
p Á EpualoIn El JEJDIO1 'amplias sa opoduJEI •pqaq jE au!tulla as osnpu!
o auopurqE as anb ap SEDUDID21-1S sanuasnr u-rnsa ou X prpprdEps!p Ej
E oidoid ozrtpaI p Hnadns sa oN •onparqo oj ap rife Tal ruopdaDap
soj SDDDA sEJ10 anb X sanyed soj ua EdinD Á onualumuns JOÁEW urnauá
anb Á senpESau Xnun sErp ap sruntr Irpuans!se od!nba p ua sEpEnuasand
raurnuodsa Ensandsai ap sapEpurpol_u SEj DJqos pJapuanxa Da! ojo
*EIEJ sa ou EIDJEd Ej E o ouru jE SODWILI SOI E rp!Sp!p pEp!A!sa12E E-1 •ofoua
`Ecirnp cusnsandap 'Ezanspn dan' apanEdv •onpndxa sa ou ouruip OJSD EDUDID
UOD anbunr `01.WDJUD OUT pp ouopueciE o allanes ap oasap p OWOD
JSE ‘anu-ensuoD sa "MILI! OZELIDDJ p -¿;1113 IDDOU0Da1 somacpp wad 'Efaird
ap us)!DEnn!s El iod ‘JE!llurej oXodE ap ou o Epuans!xa Ej Jod sanprd soj ap
pEplleuosiad Ej Á Eponsm Ej Jod EpeDiEw X anuaJayp sa u9punnIs Epc)
•ip,ryp urn apurn un iriadns EIEd srurtunq saprprEnD X rpEnpapr
u9pri.uno3 2ar Ej E laasod acpp od!nba p anb ronda!! cesa opoi •op!uanua9
uainñjE OLUOD SEIDUDDIJDJ UTS ‘oXns 01110) DlUDIDEd OADT1U asa 1 . 1-M1W-E
anb Eimpad p rnnodw! opon DIcios x •u91DEru!s Enanu Ej E u9pEndrpr
ap opopad ipy!p pp auEd uos anb n4:es uaqap sopor Á salprd sns
Á IVIDDdSD ouru asa rITATA anb ua prpapos Ej E IJEJUDSDIdal SOIID 10!.IESDDDU
UE1 OlUDIIIIEIJEdLUODE Á rp&DE ap oluaiwinow asa JEZUEDJ ap SDDEdED
NQIDVDILS3ANII VI 3Q S31VagN3D SOLDIISY
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

La estimulación temprana. Sus modalidades y metas

Dedicaré una breve sección de este capítulo a la estimulación temprana


(ET) por la importancia que en este momento tiene el tema en México y
en el mundo entero, por los beneficios que sin duda aporta y también por
los errores que se cometen a diario utilizando este nombre y confundiendo
a muchos profesionales y padres. Por supuesto, como base de esta diver-
sidad, están en juego diferentes enfoques teóricos y técnicos que se pueden
considerar respetables en sus diferencias, pero también, en una ciudad
como México, se proponen con el mismo título muchas actividades poco
definidas y mal fundadas que surgen sin cesar, alimentadas por la
preocupación de los padres, la moda y la consecuente demanda de este
tipo de atención.
Lo que voy a exponer no son resultados específicos de nuestra inves-
tigación sobre el tema, sino una experiencia clínica general con niños con
discapacidad que conocimos a edades superiores, que habían recibido ET
en su momento y también con niños que en esa edad temprana eran
considerados normales. En realidad, profundizar sobre el tema de la ET
en pequeños con SD y otros problemas del desarrollo es uno de los aspectos
que nos planteamos tomar a la brevedad para continuar nuestra inves-
tigación, por la gran importancia que tiene en todo sentido esta primera
época de la vida y las acciones que se emprendan durante ella?'
Cuando un bebé nace a término hay diversas estructuras que están lo
suficientemente maduras para enfrentar las exigencias de la vida extra-
uterina, para respirar, para asumir la función circulatoria separado de la
madre, etcétera, pero el sistema nervioso se encuentra aún en pleno proceso
de maduración y organización en el momento del nacimiento. La mieli-
nización y la migración neuronal siguen produciéndose intensamente
durante los dos primeros años de vida y por supuesto las conexiones ner-
viosas y la información se incrementan aceleradamente durante este periodo
en intercambio con el medio ambiente. Estas son las bases biológicas de la
ET para niños sanos y son aplicables también a los niños que nacen con
alguna discapacidad.
Un poco de historia. La ET surge hace poco más de treinta años en una
encrucijada de disciplinas o sea en relación con una postura clínica
interdisciplinaria y reuniendo los aportes de las neurociencias con un

3 ' He tomado como base para este tema el capítulo sobre "Niños con daño orgánico cerebral",

del libro de Psiquiatría Infantil de autores latinoamericanos, que acaba de publicarse en Chile.
(Pérez de Plá, 2000)

55
•otpati D1SD ap
sairiminD Sa101DEJ sol anos syw zdrpu! ouang rpas • „rwaiew u9punj Ej
ap u?isos„ un ap SEpEnSDDDU UDDDIEdE (SDUDA9( feJaua2 ua) salpgiu SELIDIILLI
rwapounsod p-epapos Ensanu ua aninod opol anos cuad „tem iwan.
E ris. sai Dilb.10d SDIELUJOU SOI E U9KILUE1 ouis SEIDADS SOUDLU o syw
srj2oloied UOD s?qaci E rpua!woDa.! -eT as ows ou •awawrudure urp!pu!
-el X opmdopr urq Ej sms!repadsa S0.110 soipnw Á senr!pad soj •op!ualcio
opennsai p awapuaidios DIlj Á sowa!wpaprd S0.130 E 9DIIdE DS 02DIYI
.°1PainsP ns alnwpsa as anb oun2wu anb spw uaia!nbal stg!trealo srfirj sns
iod son .13 ET uoia!nowald anb soj Irposuas o E-49Tamau 't91.1?ua2
rzarrinieu ap sap-epaunajua uaDaprd anb SMUE1DEI 'ollonrsap pp SOU.101SE11
urwasaid anb sairpadsa saprp!sapau UOD spcpci SOlIDp E .reÁodr ap oasap p
aluawrisn( and .op!unD orrqrn ap rulloj run ua 9!umuoD as Á rpun?drial
ELUJOJ run 9wol raupuodsa prp!Appr rsa —rurdsq Á sop!un sopms-j
‘runua9sv— sasfrd san ua muawraupinuu!s ‘rivasas sour sol uH
•arprin Ua aSITUDAUOD jE EnurnD
Á r!Jols!ti Eldoid ns E oplanDE ap Á opow ns E pocirla Jafnui rp-eD anb
SDUOIDEJDUD2 ap oS.rei oj E opp!wsurn awapsuoDu! Jaqrs un sa prp!real
-01IDDEIT OU-193 „DpUD.IdE„ aJpruu rurawu ‘olp!nsa op!was Ira -up!A
ap sasaw swatupd soj ua raupuodsa EIDLTEW ap o(!q ns UOD DDELI aiprin Ej
anb 01 anb syw sa ou 1,a Ej urapngrq E 9r9nr E cIapuodsai E soiopunnw
-lusa s?claq sns E UOTEI.ID srimInD sri supol ap saiprw sri cpup!urtunq
EI DiSIXD anb Dpsau •SOLUplEd Dpu9p ap JEUOIXDUDI OpESDDDU
-o!paw un ows ug un sa
ou ‘r!dulaioDIsd El Tia anb irn2! '12 rT Tia „.re2n( •ollonrsap p lanow
- EJEd o!paw un sa ‘owa!w!papoid alsa ap EiDal El sa ou (EIDUDLIEdE UD
OAIlEDIDDI) oalpnj or .9qaci soj ried osoipanoid X alurnodwr syw
sowaprti al owsponpuoD p UOD Z2 Ej soureuopriai !s anb osuaId aluatuiru
-osiad •sou.upurguoD X risandsai-ointupsa rwanbsa opIsep p tia awaw
-EDU9.1.1D JESUDd E SOUJEADII Dpand ,,u9prinwpsa„ rnird EJ •sopoa ou wad
`13 ET UOD ITEUOIDEIDi as u9prnpqrtp.! ap soldaDuoD sonap umurrl
opmp oi ap onuap acirD 'aicirpnpw sa anb ‘owa!uqpapoid pp rn!wanaid
zej El anb oaJD •EApEDIDAT awawaTáuls o „rApr-inpa„ rpriapisuop Ias apns
J2 Ej sanbojua sonap ap onuap anb EÁ 'op!wmod ownd un irluasaJda.1
apand Á alurnoduit sa u9p!ugap rlsa ap „opmp,, Enrird E7 •oraavsap
ns aaaouwad pvpqvuj OW03 auay anb spqaq ua opvziivpactsa
o fvtiv4 ap pppyryoui vj OWOD rp!ugap sowapod olldwr op!was un uH
lEU.LIOU ELLIDIELU
U9IDUTIJ El SD InD ?claq un sa anb E olDadsai soldaDuo3 soj ua o!ciwup
NOIDVD11S3ANI VI 3CI 21V113N3D SOL93dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

En realidad parece que el lema de la ET es "cuanto antes mejor", pero


¿cuándo es ese antes? ¿Será verdad que a todos los bebés les ayuda la ET o
es un modo de conducirlos a un entorno lúdico del que no disponen de
otro modo? ¿Podemos incursionar en el delicado vínculo madre-bebé sin
ningún problema? ¿Para qué y cómo hacerlo? Además hay que tener en
cuenta que en estos últimos años se multiplicaron los métodos, las técnicas
y sobre todo las concepciones que dirigen el trabajo clínico. De las diferentes
maneras de realizar y fundamentar conceptualmente la ET me parece
destacable por su alcance aquella que tiene en cuenta la constitución
subjetiva y el desarrollo de un deseo propio en el niño, o sea la que incluye
la teoría psicoanalítica como central. Esto evita el hacer girar todo en las
funciones lo cual propende al amaestramiento. Se suele indicar ET, por
ejemplo, para favorecer la maduración neurológica o motriz, lo cual suena
bien, pero hay que pensar a qué niño se le indica y en qué contexto
psicopatológico y familiar se hace.
Es importante recordar que los términos pueden estar invertidos en la
práctica con lo cual se llega a resultados muy diferentes y hasta opuestos.
Pienso que nunca debe omitirse que lo específico y capital de la ET es
promover el desarrollo del bebé como persona, como sujeto psíquico y
que esto se hace a través de estimular su desempeño instrumental percep-
tual, motriz, cognitivo, etcétera. Esto es básico: en realidad no se le ense-
ñan actividades, sino que se establecen las condiciones para que las hagan
por su cuenta. Si dirigimos y ejercitamos demasiado sus iniciativas obsta-
culizamos inevitablemente la construcción de su yo y del deseo. Si queremos
que un niño tome fuerzas en su tronco promoveremos dándole objetos, o
sea desde lo perceptual se lo induce a que ruede y se estire. Si tiene una
lesión de los miembros izquierdos, trataremos jugando que sean esas la
mano y la pierna que debe utilizar, pero no le pondremos series de ejercicios
que la madre le hará ejecutar como rutina sin ninguna participación de su
voluntad. Hay bebés que pierden contacto con el medio por lo iatrogénica
que resulta una situación que no le ayudó a tener interés en los otros seres
humanos sino que lo ha borrado como sujeto y lo ha robotizado. Esos
bebés hacen lo que sus padres y los doctores "que explican todo muy
claro" quieren, pero con frecuencia no llegan a desarrollar su propio
deseo, y mucho menos sus contradicciones.
Elsa Coriat (1996) dice: "Se trata de darle a cada niño las mejores
condiciones para la vida, pero no de arreglarlo como muñeco roto, síntoma
por síntoma". Esos son los efectos indeseables de una "multidisciplina”
que opera como una yuxtaposición de terapias, pero no permite integrar

57
saluaiagp stuosiad srpoi uos anb ap
epuapadxa El ap oppeu OlUDILUIDUDAUOD p anb SDDUOlUD ap IIDEd E °DILUID *cien 0.11SDIU1 EJEd
rpenDape EIDUDIDJSUEDEBUOD eun Japaiquisa 9p!uuad sou anb X u9pe2psxu! ensanu ap ozua!wo)
p Dpsap umou sou!u UOD 01DEIUOD ID UD SOLUIATU anb s-alurnocnn so!qureD sol ap oun z,
'01S!Aald OI .1pDcIal OU Á DSIEIDUDJDJIp aiambal anb
oulunfe 'alua!Drd co(!q Ja!nbjenD ap rp!A ri u oidojd Jr2rq aprp anuuad
anb oldaDuoD un 5U9pEDnIDD o EIdrialoD!sd iambienD nred OLUOD 1,j ri EJEd
olurl lEnUDD oldaDuoD un robe aH *(661 "H lEP°D Á 9661"H `3EP:0)
EIDUE111 ns E yircingo osnu asa anb °pen xelni un ITAID mamad sou anbiod
o2ir sa csoulaqrs ou .1pDa UDS EJEd sosInDai sapep ap ou!s 'es
UOD seuosiad sri E oDodturi ca!pru E leDpsauuop ou ap uruo!D!puoD ou ap
men as anblod -msandsal oinuijisa ap FrilDnpuoD rwalsis un E ryznponuT
soj as anb ‘,,sopelgaid SOpTD.10(D ap alanbed„ ows!Lu p ruo!Diodiald anb
crupn.Trun rT ap laDrq ap!dun ze•saxemppxed saprp!sapau sns sourean
anb aDDIOAEJ Á oun rpeD E onadsai reouals!xa euxlma un sourearcreld
iapod sa „sona„ IDS E Je2ali uapand anb oi somaqrs ou anb IDDOUODD J
(886 I "H 'repoD) •ED1192uoill iu reunou
!u ‘ruogad ru-du!u ap oupsap p Eras OUJOD oimp rlsa xe2rq ur,i2u!u
ua anbiod seurap soj sopor E olups!p -pas anb ‘oD!tii asa alsIxa '04 ns
alspra„ aJuatuanens srlu rgenupuoD Á juaJspca ou SODRIDsaisl!„ nuodsal
oDod un rqrivalon as yepoD rionop ¿sapireiS uras opuenD JaDELj
E legal' uapand anb?. ‘¿soD!qD salsa uos ouT9D? treqrlun2aJd aT opurnD anb
muanD sou 'esE 'rlsqruroD!sd rím ns osa iod •SED0910DISd SEDI1SIID1DEIE9
srpru!umaiap riaXnq!nr al as oD!unD alpenD EpED E anb (»sama! aj aldina!s
•Els!reuroDisd Enr!nb!sd un anj Joprioqqop Jampd ns •o491oD!sd olou!s
oD!uyllo oI O1UEJa ou oTionrsap p eqrqrn anb oianb ap rap! eT UOD ozm
oi wad •J2 OUTOD SOLUDDOUOD Áoq anb prp!miDE Ej EJEd aiquiou un Epspca
ou une opurnD as UOD SOU!U sol E reinuipsa 9!.1.1nDo al as X saily souang
ap sog!N ap relIdsoH p ua rqrfeqen EH • I z rjulos!il Ej ap loppqnDsap
'auna(aj JolDop p UOD SJ.TEd ua rD!1?ua2 9!pnlsa ua!nb 1.-epoD EIpÁJ
ElolDop rive!padoinau Ej ap olyqen p UOD Á solla UOD EZUDIUIOD rp!.9ure
-ouprj ua JJ Ej ap rpols!q EJ ¿CfS UOD SO-11!U soj UOD ampo anb x?
Towp aluaulaigennau! olloiresap ap sosnu sns
ap oaruD asiaDrq ap smaueui sri Japualua E uangan anb r.red srpri1sn2ue
saiprui srsa E xepnÁr Á trensaDau oj syui sauaulb aluauretrudwal
iBinunlsa ap oxns SG3033.1d sosnu Jaual ap mil as oN •ELLIJOU
Ej ap aslexedas iod• ouaír !u alq!s!nald !u Jas apand ou Á aauaiapp sa OUTU
rprD •LreffisuoD soj anb EJEd ug u!s soppnla UOD sopruoisard Endurr
ou sauopurg ap u9!D!s!nbpr ap sodulap soj IDDOUOD *ola(ns ap .TE2rq ns
NOIDVDILSIANI YI 3Q STIVUaNgD SOID3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Con una cita de Elsa Coriat, toda una experta sobre el terna de la ET, se
podrá comprender una postura muy definida, que además de rechazar la
caridad y la lástima respecto a los discapacitados, ubica el lugar del
psicoanálisis y de la constitución del sujeto psíquico de una manera muy
acorde con nuestros conceptos.

Un especialista en ET necesita conocer elementos de toda una serie de


disciplinas: neurología, psicología, fonoaudiología, kinesiología,
psicopedagogía y aún más. El saber que le ofrece la teoría psicoanalítica es
específicamente saber qué hace con todo lo que sabe; es decir, cómo y
cuándo, de qué manera, corresponde implementar en la clínica el saber
teórico acumulado. Saber cómo dirigir la cura de la que se hace responsable
—a través de la transferencia desplegada por los padres, jugando con el
bebé— hacia lo que se propone: el surgimiento de un sujeto del deseo, o
sea un sujeto que, como todos nosotros, si desea es porque le falta algo y
no porque —`gracias al amor'— se ha pretendido darle todo para suplir
—`pobrecito'— su limitación. ("Tres décadas en Estimulación Temprana",
en Psicoanálisis en la Clínica de bebés y niños pequeños, 1996:71)"

Para este equipo la ET cambia de nombre a cierta edad del niño, alre-
dedor de los dos años, porque en los hechos muchos de los pequeños
con problemas del desarrollo progresan muy lentamente y requieren se-
guir con ET después de esa edad. Se usa entonces el término psicopedagogía
inicial, que básicamente tiene los mismos principios aunque el procedi-
miento está adaptado a la edad del niño.
Pienso que en lo esencial la ET está planteada fundamentalmente como
un apoyo a la función materna y tiene un aspecto central de acción sobre
el cuerpo del bebé además de favorecer el vínculo padres-bebés. He plan-
teado repetidamente la necesidad de delimitar el campo de acción de la
ET respecto al de Intervención Temprana, lo cual no me parece claro y creo
que el hecho de que la acción de la ET se dirige al cuerpo del bebé es una
diferencia importante, mientras que la Intervención Temprana está, específi-
camente, en el campo de la clínica psicoanalítica del vínculo madre-bebé.

33 Esta manera de plantear la clínica tiende a no fragmentar el trabajo en varias disciplinas y


conduce a poner el centro en un terapeuta único, pero sólo puede funcionar bien con un equipo
que incluya pediatra, neurólogo, psicoanalista, etcétera, para momentos claves como el diagnóstico
e indicación inicial, tal como existe en el Centro Lydia Coriat. Este equipo, además, persiste en el
seguimiento del proceso, apoya la tarea y pueden plantearse en conjunto modificaciones en el
trabajo que se está llevando a cabo.

59
09
•Teapi
irmurtnialu! ap prpuraiodo DATI1 uo!nb UOD ‘olduiDía iod `(C66 i) uiptresedsg ap SETIDp_Trj
•repos Á reJoq-e! Irrupaialui crAppaye
pupprdro ns upuanDasuoD ua X souls!ur soj ap ED!nbjsd u9pEituDrulsa
El IEZUEDIE ElEd uaÁnuu! OUTOD IDA ap pepil-eull Ej UOD SOS..,UU SO1SD E
TIEDpaT anb sarepos Á saz-emule.; SEApEIDDdXD Á S013CD1UOD soj Dicios .re2rpui
'EDTIEUEOD!Sd EAUDDdSIDd Ej apsap u9!yez!uram ap OSDDOid ns Á as
UOD SOU!U soj ap Enpaícins EITUDnnsa Ej ap sayepperripplEd sEj Jr.2!lsami .
:EDIunD aued Ej ap sarepTuT selun2aid
sET Á sonpaho soj ap soun2Te uolanj sms-A •oTdpuTid jE SOUTEATOA 010d
•opEcioldwoD opT29Toinau ouep ap setuanold UOD saivaped soj ap opyuas
re oppj[eue oluaumnsuT ja Jauod ruad Ej afen ou anb IDDJD jE umvuei
OLUOD 'peppp_reffio Ej .iod eprareui u9puamaluT ensanu ap sal!urn soj
_remo jE olirei OSDDXD ua IDED somapod ‘selnadeial sano anb Trn2T smsnetre
-oDisd soj SDDDA E DilblOd SOU!Lagi SOSO UD offip oj •sEnnEiDodxa srnsanu
ap relivaD Oj niqnD E SOSED soj ap al ed JOÁEU.I Ej ua ‘92treDie Á wsasird
sono ap sdaTop iod omegas oT UOD -epuappuToD urfi SOLUEllUODUD
Á osonxa krun anj ognD ns •otpnw re!prusa E ñ nuo!xaTjai E uolaínpuoD
sou QS UO3 SOIJIU UOD EDHEUE UOpElUDIJO ap solua!ureien SOIDLUEld sosa
-opt.D!pap soluan ai (*gen syw anb Ej E alua!lian Ej sa anb ODJD X metro' od
-n.12 owspll p Á oJDaÁald ja 9pEu eDIujp Ej pu •soy-,e soren. alurinp odnfi
onsanu ()Tall ET.T anb oT sa -„ou!u oTdold Tap Á saiped soj ap rpumap
Ej ajo °Taxi sa symape ns apsap Á sopolow sns UOD etuanoid
ja seTprusa sa sIslipu-eop!sd p JODER anb auaT1 anb alatupd ol„ :sourelsal
--uoD •selslleuroDIsd sol upIqurea 'u-epap oí sopo' JSE op!ip un„ UOD
s!sgtreop!sd Ta IDDELI apand anj mun2aJd el Á ‘ouipip cesa opol anos
‘p-epIsounD `OZEUDDI 'ESDKLIOS :SDUOIDDED.1 9D0Aald DlUDLITelETDLUUI anb
CCsalua.layp,, soj ap u9!snpu! ap OJDE un "se opraltruld olsouipqrq uIs 'ocieD
E opuenall somucpsa c(opselal ampoid anb elsaprew ED!u-Olo -ffloTolia
E.110 IDS rjarpod) umou ou!u Jatupd ja oppnruromsd orDEdsa ansanu
E 9nua opu-enD •epua2llalu! ap zaseDsa Ej ap rizal la iod DiUDIUDlUDI
-EdE zwycir y u9pdafias ap odra un 'opresuad uis 'BAO anb ‘tonjfeur
-oD!sd Ej ep!npu! ‘ED9pualD rinnno Ej oseD alsa ua ‘einn-nD Ej auod sou anb
olua!tuesuad jE souas soj ap oIchuafa Oreja un sa Japualua !tu y •sms!rep
-adsa soj ap ared tre.12 u-eu!do anb oj E auodo as olsa anb opuanes muy
o! ik •odum alsa ua npap anb olpntu Dual] s!suurop!sd ja anb osuam
Tpu-ejuT ollonesap Top setuaTcpid soj ap rpTunD Ej ua sTsflytreopTsd
NOIDVD11S3ANI VI 3CI S33VII3N39 SOIDgdSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

• Revisar y plantear las peculiaridades del proceso psicoterapéutico que


surgen al aplicar esta técnica creada para el tratamiento de niños
neuróticos al SD.
• Reflexionar sobre la ubicación psicopatológica del retardo mental.
• Aclarar la supuesta existencia de un tipo de personalidad más o menos
constante en los niños con SD o si existen algunas particularidades de
carácter más frecuentes.
• Indagar con qué otros cuadros psicopatológicos puede asociarse y por
qué razón.
• Precisar cuáles son las indicaciones, los alcances y las modificaciones de
la técnica de psicoterapia analítica cuando se aplica con los niños Down
y qué esperamos obtener de estos tratamientos.
(Texto del Proyecto de Investigación)

Antes de responder a estos puntos plantearé un problema general: el


lugar del psicoanálisis dentro del equipo. Dada la complejidad de estos
padecimientos, nuestra postura ha sido siempre interdisciplinaria, porque
un psicoanalista nunca puede plantearse tratar "todo" y ningún profesional
puede hacerlo más que por cortos periodos, ni siquiera es concebible para
el especialista en ET que, como mostré antes, en ciertos momentos puede
actuar como terapeuta único." Sobre todo en los casos con grave compro-
miso psíquico y con retrasos y distorsiones importantes del desarrollo que
son los más frecuentes en este campo, sólo un equipo actuando de manera
coherente, con algún profesional en acción y otros en una retaguardia de
apoyo y consulta, puede conseguir intervenciones ajustadas y efectivas.
Además, hay que reconocerlo, la manera de abordar estos cuadros no
es única y no creo que ningún profesional pueda atribuirse por definición
la dirección del tratamiento de todos los pacientes. A veces será el neuro-
pediatra o el psiquiatra, otras el psicólogo o el psicoanalista. La capacidad
depende mucho de la experiencia y formación interdisciplinaria de cada
uno y en especial la que se tenga en el área de los trastornos severos del
desarrollo. No es el título lo que indica dicha posibilidad de coordinar

35 Lo del terapeuta único es a veces deseable y posible, pero también se relaciona con un
concepto que he sostenido en diversos ambientes y es que la interdisciplina implica una posición
mental de los especialistas, quienes a través de una formación integral y abierta a los diferentes
aportes profesionales y científicos pueden tomar esta actitud con conocimiento y sin recelo. Sólo
así se puede comprender al paciente y convivir y compartir con los otros colegas en la realidad sin
jalonear a quienes necesitan nuestra ayuda. El otro problema en los equipos es la dilución de
responsabilidades, inconveniente que se evita con una postura interdisciplinaria rigurosa que implica
considerar para cada caso un coordinador responsable, ya sea de manera explícita e implícita.

61
Z9
'alce' alsa tía anenG ripirysi ap opindED p asgA
*E4OlODIdEntU U9pElilDDcISD El JEZUEDIE p
`ED!UJID-ODpODi U9pElT1DpIE EUT1 Anea! (q
'oD!unD onuanDua pp s-eD!39.1D1DE_TeD SEl Jraureid (r
:SDIDA!U SO!JEA DU3p SlSgUEODTSd ua JEZ9ODI
•odinba ap scuagedwoD
spn ap soirujdrD soj E soimp soidwaía soj Bird opuapppai srlay!n sanan
seun iod sopEnsni7 seuadr soDp9a1 soalurid sauoprpuawoDal srlsandold
sofioi srwaiciald :odinap alsa ua offloDa.! Á oprnuoDua so-wat' anb 9 ua
ED!unD-oppoal uo!sinDur anan run ows jnbr IDDEll SD ons9dald uni
•saweuopuni seD!nbjsd seirumnsa sri ap ampnlau! usnsalcixa OLUOD sonw
-uoD soj DSITIsajareur r urza!dwa ola(ns p ELIOplOd Á aÁrupsuoD as uali Tu anb
seniascio sowapod •orionrsap lap srwaiciald soj ap munfuoD ua Á ,drni
-Daplu! opima! lap 'oldwara iod ‘rDpinD .9 ua uaglanuoD sonadsr soqwv
*SalUDIDSUODUI a SMUDIDSUOD sauoprluasaidal 0.1311D ODMbpd 03DIUUOD un
ap rpualspca ri vdni latupd ua (urndur! anb '«srD!sep„ sayal `SEppOUOD
syw srDpywalciald UOD Jrfrcirn ap sywapr 'enjoadsa riDUELLI run ap
'Enpaícins u9prupsuoD rj UOD EIDEFIJU!A El aluawninDpied crj2olo3rd ap
OcIll 01.1DID Jupoqr Á JDDOUODDI DI) zrdrD sa rDpjfetreoDIsd rD!unD ri u9zei
ESD .10d 'Eno rurffluw lod sopralurid ou solDadse riap!suoD anb 'llvujui
ollonusap lap Dluanyp Á .rrinDpird u9pdaDuoD run ap auods!p anb r aqap
as olsq •uopturisuaD ns ap sapruppr:A ni Á oasap ap oialns p nuanD ua
opurtuol aiduia!s E.1113 El al) uoppanp El JaDDrzpsa animad sIgurop!sd
o •aluapsuoDu! p rÁnpu! anb oD!unD wprnD lap EppiedwoD u9!sps. run
JEÍDUEW relaua2 ua Á salped soj ap os.mDs!p lap aluwayp ripnDsa run laual
iapod 'Iptreju! ollaursap pp u9pdaDuoD .19!w!s run .1pIrdwoD lapod ried
saleuo!sajoid ap odnfi p opol ap u9prunoj ri ap aliEd OLUOD salurliod
-tur uos rDuireuroDisd rpuailadxa ElIDID Á EJ.10D1 El anb osuaId 'odmba la
aullmooD ua!nb .10s aqap ElslleuroD!sd p MUDIUtp"ESDDDU ou ualci !s aliad
-rj.repuauaq sol !s Jrn2panr ibis ws owspnr o rennaplu! prpprdrDsp
treluasaid anb sowu r soDpn?drIaloD!sd SOlUDIUTElEil ap prplunnodo
EI JrZau 'oldwaía xod 'Á oDps9uoid ir olDadsai opmfaid p ua JaDaurwiad
unr sour sowpip soj ap SDYUCAE soj Á EDpywanaid ri nDouoDsap uapand
sosoppsaid /frau sareuo!sajoid osa Jod TD!nr!nb!sd r yrfiosou 9 ap onpuas
Á me) sew oí OLUOD aDDIKIE 'same ?fEWS OLUOD rivaw oplriar p ‘o!.1e..nuoD Ir
'unes 01 sopol ou wad -9.1a3u! oqpnw Á EDIspDadsa u9prunoj run aia!nbai
anb oprzwpadsa Ánw odia un sa alsa -od!nba pp onuap asmuawaid
-Un upand anb `ODO.KIJDAT allIOUTELIESDDDU 'oladsal p Á OlUDITDIDOUOD p ouis
NOIDVDLISHANI VI 30 91V/13N3D SOIDIISV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Pienso que en este momento de nuestro trabajo nos movemos funda-


mentalmente en los dos primeros niveles y necesitamos seguir trabajando
para avanzar más en el tercero. En cuanto a la articulación teórico-clínica
creo que ya tenemos mucho adelantado con lo que he expuesto antes
respecto al nacimiento y desarrollo de los bebés y los aspectos relevantes
del vínculo con sus padres para que se logre una evolución adecuada, así
como el estudio de lo que acontece cuando llega al mundo un bebé dife-
rente y decepcionante. En conjunto, la teoría patogénica planteada antes
fundamenta lo que en este momento ilustraré de una manera más práctica.
También la discusión acerca de la ubicación psicopatológica y nosográfica
del retardo mental fue ya presentada al comienzo del capítulo.
Características del método utilizado. El trabajo psicoterapéutico de
corte analítico que ha llevado a cabo nuestro grupo con niños y adolescentes
con SD o con otros problemas del desarrollo, no difiere en lo fundamen-
tal del que realizamos con otras formas de psicopatología. El juego es el
instrumento básico del que disponemos con los niños para relacionarnos
en sesión. Por supuesto juego y lenguaje van juntos y también son
importantes el dibujo y el modelado, siempre que se disponga de estas
manifestaciones en las sesiones, sobre todo en niños y adolescentes de
mayor edad. Pero lo básico es jugar, jugar entre ambos, jugar solo o acom-
pañado, ante el analista, a espaldas de él o para él. Nada mejor que los
capítulos en que se presentan casos clínicos para tener una idea del tipo de
intervención realizada.
Pero hay niños, con cierta frecuencia así se presentan los que padecen
SD, que no pueden jugar espontáneamente, que se muestran apáticos,
aplanados o desconectados, niños para los cuales el analista debe cumplir
otra función más activa, reconociendo las zonas de interés y posible apertura
y tratando de entrar por allí a ese mundo que parece impenetrable, ine-
xistente o vacío. Aveces el solo hecho de estar con ellos, "dándoles espacio,
tiempo y atención", esperándolos, es suficiente para que nos demos cuenta
de que algo quieren o tienen para decir (nos) o hacer con nosotros, y para
que ellos mismos lo entiendan; para que capten que no sólo se trata de
recibir órdenes y esperar que les organicen la vida, para que aprendan a
decidir ellos mismos. Es la primera actitud que hay que probar. Y tener
siempre en cuenta el tiempo, esperar que se puedan formular sus palabras,
sus propuestas, aunque no estén coherentes y sin adelantarnos. El "retardo",
la lentitud para pensar y expresarse, para asociar, es lo primero que tenemos
que considerar para una psicoterapia en este tipo de problemas. Con cuanta
frecuencia "les sacamos las palabras de la boca" literalmente, hablamos

63
TAISDDX3
pum kdwoD Ej opunytaX ollpuas alen9uDI un opuuDsnq szicpsuaidluop uannsai pub und sesopernn)
Ánw X odulau p ua supt-mn uam ‘sepod unas SDUOpenicilDltl! sel anb amtpuatuoDal
'OnDdSW re ‘setucri soinD ap oaurvdeial onia!turyedwoay anos opujdeD p DSE?A „
as DRIEITOdIUI sa tenD Oj `IC1D.KLIDJUT wed ou sonpDadsal suls!uo!sajaid
sol iod EluanD ua oprwm las aqap oisj ..e.TD19D1D ‘Dfun2ual ap ‘puppplow
ap SETdEIDi srl UD umurei ou!s EIdElDiODISd ap SDUOISDS SET UD OWS ou -ep as
EIDUDIDJSUEli Ej anbiod coy!u p UOD treíygen anb saleuo!sajoid saluaiapp
sol lod op-ep!nD oqpnw U09 sopufauew soppouop IDS uaqap sarepuDiaj
-sui.0 souauis)uaj SOI Dnb sa s!sgurop!sd ja Euanje DT113 0'1 'SDIEJOdIOD
SD1LIEDUTU2TS SOADTIU ap uoTpdLIDSUT El IDAOLLIO.Id `SEUD291Ed SEATIETDUTIUD
SED1591 SE1.1DID .renipaw ‘SO(III a saiped anua eppmu u9pulai run JEAIAE
muaiin srppywseurej SDUOIDDEID1UI 59 E-D!nbjsd u9per11s El senered sij
ap 9AE.n E E'Diypow 'auaImaiw `0ApEDIJOIS DDDIEd DI Dnb oj DAIDI1ADp
SO1D0dSE sOlxarp JEDE1SDp ap men nre ap Jpird y •Epumajsuen ua owu p
UOD r2an( X Emasqo saiped sol E EqpnDsa Eis!jEuE p osa lod •u9pDE ns ap
oluatunnsw a/mann oj Elsrq Á ezilpn X ETTusa oi ‘olDadse asa ap EdnDo as
s!siwuroDIsd p wad ‘aínpujnia!nbienD ua upuaiaisuen /Cm.' olldure oppuas
un ua anb sowaqrs *EIDUDID3SUEl1 Eun ua EITIDIIIE as Ennsuop Ej trealund
sou sauaTb UOD SOLUDDDicrelsa anb u9p-epi Ej munD u9perws JaInbrenD
•aluap-ed lap somdwal soinDujA sal usnsas UD Ds.rpkykaJ uapand 1-enD
Ej E SETDE.I2 u9pendw! Etp!p Esn X DDOUOD Oj opoi OUIS `osan
-Old p ua u9iDendim ns DÁnqa.1 ou -eisffeurop!sd p anb oww.91 pisa UOD
ipap soluaianb •Eppjfeueop!sd ED!unD Ej ap onpadsa Ánm olualunnsw a
OldDDUOD ‘-epumaistran 9Dp. p ‘repuasa olund un E apnpuoD sou oisq
dEnpil?dEID1 U9prIDI Ej ap X U9ISUDidi.1.10D Ej
ap DDITEAE uanq un Xcq EX anbiod yias maidialw Frupaialw opu3TyedepsH3
un UOD optrenD •dan( aluawaidtws o sanwn auod ‘osinDs!p lap mDadsr
urflle ri-evas '-e1un2aJd :SESOD sExno sripmu s-eu.iDpE aD9 sou!u ap ulsn-eue
un anb sowaqrs Xoq oxad sls!retreop!sd p -end rpualaDxa JOd U9IDUDA.I1UI
El SD U9pEI.D.IdID3UI EZ *S01DDJD X oppuas DUDI1 opoa usnsas Ej ap anuap
anblod 'solar o SE.ICIElEd UOD i!uaniaaw ap saure opuaprq solumsa ?nb
lapualua aldwa!s •SOApEalD Ánw iDS X saiennqrq SEj anb savennyryp
syw InTadns anb ÁE4 anbiod a1ua2!-xa Ánw sa opol sapepprdepsqg UOD
SOUIU UOD 'onpDE syw IDS OpESDDDU xas Dpand SDDDA SE.110 LI:‘,01.UDTUTE1
-.10d1LIOD Tp9p X uanq,, un Á ol!qpq un anpnA as .reluaaw al) prplipnw
pep!mged msa anb rp!paw E aDDID anb oueluEd asa ua uapunq ‘uppla!d as
otp!p unlamnq anb sET Á srnsanu sri sawauod suiqured sns ap Ir2nI ua
prpa!sue Jod prpnra.i ua wad solrepnÁB ap peiunion ruanq Ej UOD 'SOF .10d
NQIDVDLISIANI VI MI S31V113N3D SO.LD3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

limite a la sesión analítica, sino para conocer los factores con los que se
está trabajando. Para tener presente que se está con un niño, es decir, con
una persona total y no creer que se está accionando un músculo, un pie
o una laringe."
Me han preguntado si lo que hacemos es psicoanálisis o psicoterapia.
En un sentido estricto, quizás lo más adecuado es llamarlas psicoterapias
por la frecuencia de sesiones, la necesidad de realizar ajustes técnicos dada
la dificultad de vincularse y porque el juego simbólico no siempre está
presente con lo cual hay obstáculos importantes para poner en marcha el
proceso terapéutico. Sin embargo nuestra idea ha sido mantener un en-
cuadre psicoanalítico y realizar los menos cambios técnicos posibles, sobre
todo no hacer modificaciones que nos alejen de la posibilidad de percibir
los aspectos latentes de lo que ocurre en la sesión. Desde el comienzo nos
propusimos no caer en conductas educativas ni directivas, lo que sobra en
la vida de estas personas y que nos aleja del psicoanálisis. Es necesario
muchas veces ser más activos que con otros niños y jóvenes porque el
juego es muy pobre, pero no debemos ser prejuiciados, ya que hemos
visto que su rendimiento puede darnos gratas sorpresas. Todo esto no
evita completamente que muchas sesiones resulten lentas y tediosas, lo
cual conocemos y aprendemos a sortear los psicoanalistas al encontrarnos
ante cualquier tipo de paciente. En conjunto, podemos decir que estas
psicoterapias son similares a cualquier otra, su frecuencia es de 1 ó 2 veces
por semana y también es importante realizar sesiones con los padres desde
el inicio y luego durante todo el proceso con una frecuencia a fijar, por
ejemplo mensual. Pero tienen que estar bien indicadas, o sea que hay que
valorar cada situación detalladamente y tener motivos claros para llevarla
a cabo. Aún así, luego de un tiempo que podríamos llamar "de prueba"
podemos concluir que no es el momento propicio o que no es lo más
adecuado para esa persona por diversos factores personales o familiares,
factores que no necesariamente se relacionan con la capacidad intelectual
del paciente.
Siempre hay algo muy particular que considerar, y quizás esta sí es una
diferencia importante con otras psicoterapias, al trabajar con personas
discapacitadas, la contratransferencia, o sea los efectos inconscientes de
ese tan personal vínculo terapéutico en nosotros que, como señalamos,
requiere mucho más que interés, requiere involucrarse profundamente.

39 Esta es una de las razones por las cuales disponer de conocimientos psicoanalíticos es

importante para todos los integrantes del equipo interdisciplinario.

65
99
*(0002 "H ZDJM) .10pDlUE uoprDwind
run ap srprwoi ops urq ELIJO] p anos SDUOTDEJDMSLIOD s-euniSir srp!ujp stualnA slri oy
'op!nps!p p SDDELI 01 osad san DIU anb JSE 'o2nD aj sairDjd -sojtu
sol ap soto sns rpiraasua ripal (wad ‘nr!tu atu is anb oxinDsap Á ODIDDE pul
EJILU ou anb onap sa !s olunlaJd pul oÁ oium SEITUDHAI «-Tuad Ej
ajen !s as ou anb jEw uni y3sH ¿ole mi:1 y.l!AJOS crueidtuai u9printupsa r
oprnafi OpESWDU y.IDS? *o2evi anb oj arDpIJD UED.IDDE as opurnD apnp
:aDH) snuua!tu ug!Dualr n'apuran apelsaid u!s apnyes cri ualci sytu wad
opru.r!tre ap -eren aiprui r-1 -soluamow iod opri ap DE) al as '-ezacirD Ej !Tom
auapsos ou 'Epru JEJ!LU aDDIEd ou `ODIU910d!LI Anal 'ac-pq c,..-srioti
oasEd Oj oÁ,, 'al-1)rd ja DDT '<canDou Ej rpoi aigriosuoDu! mon SDDDA E ‘ou
ara& •-rpru aiur EUOIDDEDI ou anb 'repadsa u-eJ ou'u un UOD DDELI aS anb
aqrs ou anb DDip sznua!w jui E EIED ap cozdai ns ua opaualsos r m'un' as
TlinsuoD -el aiurinp anod Árnu sa 'pepa ap OUE un cuan ou une anb ‘o(!ti
ns UOD U9IDDEIMUI Erj —DDUDAUOD Ej EpEU orad SESOD sEtpnw oliDp uEti
--- u9priadsasap ns UOD opoa rdnDo rua 'oprdsa ken ou wad niqrq
mualui alprd IDs aDa.red ou coganbad 'ojdos un uainnuoDua
al sytuapy --.1aDrq anb rpru !sED Árq ou anb ---srDpsjpr5sa sri ap saicipioti
SESOD 9111.10JU! SDI ElSpDUDS Ej `1.19pEILLITJUOD Ej ou!n •osodsa pp
r"Duasnr ua A solied ap ries Ei ua -etpadsos OUJOD opp!tusurn anj aj anb
oDps9u29) p alur r!Dualodwr ns EIEjaJ aiprui Ej -sruip29 su' LrEIjEJ ou
-o(oua ap ‘u9prilsrui ap ‘rpsraur ap ruau 'usual sa u9pEnns Erj -saiprd
sns A us aDaprd anb '-y 'og!u un UOD -en-nsuoD matupd Ej ua sowEls•H
¿sruosiad srisa risHruromsd run ap upadsa prib?
Eird umurel sa 1rDiu! E1un2aid OJDd *DSEci ap ED!_ny!nb!sd u9pruno3
TUI E 014DDAO.Td ODES aj anb DiUDFITAD sa reinDpird ose') !tu uj -sauo!spap
ap ointupp un 'ou o SE2D1OD SOJiO ap u9prdppird 'opps9u2r9 p ED1LTEId
sou as somujp olurl ua '[En') Ej ua ‘r!driaJoy!sd Ej u apapaid anb reina
Esa E ?Ipajai aJAJ wsauop-eApap Á samieDir sns 'op!unD anuanDua
•Jociri Ensanu ap oluaurnlisu!
un X oinDpsqo un zan Ej E sa EpualajstrenunuoD Ej (o!Joso EurI.revy)
alcm pisa ap soirujdED sano ua olsandxa psa X (661`Z661"3 `YId) solxal
sano ua ?Inas EX ovuoD •srpEnDaprur smsandsai smsa ua EluanD souirp
UTS csosaJd lar-) somapod X EATSDDXD UOpEDTJT1UDin Ej O SEUITOJ SDRIDIDJIp
=01 anb meya' p sonosou'anos aukuals EauEld ‘saipEd sol u anb lEn.9!
Duna° soN Inprpurlsw Ej _Tapiad Tu larJap ri!iniad sou ou X dualsos
sou anb odnfi un anual A aunDo sou anb Oj alUDIUDJUMSUOD JEZIFUE
`opaqrs sa irpuasa oi X -maje sou EpppEdepsIp Euosiad Ej UOD u9prial EJ
NQIDVD11.9ANI VI 3G S3TVIEN3D SOI.D3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Mientras le hablo obtengo como premio una segunda mirada... La madre


no se detiene, no parece entender por qué le hablo a ese pequeño tan
inexpresivo y poco estimulante que ella no mira y sostiene como a un
bulto... Sigue relatando su rechazo. No querían ese embarazo que llegó
antes de casarse...Todo es una desgracia... Al fin el padre toma fuerzas y
consigue hablar: "Hay que hacer algo, así no podemos seguir, verdad
doctora?..." La madre asiente con la cabeza, llorando profusamente y
estrujando al bebé.... Agrega sollozando: "Por eso estamos aquí..."

Hay que hacer algo, sí. ¿Pero qué y cómo? Podríamos seguir mucho
rato con el relato; fue sólo un extracto lo presentado. Pasaron tantas cosas
en esa primera hora y media... ¿Qué hacer con todo este aluvión? ¿Cómo
escucharlo y devolverlo? Además de conocimiento, seguramente lo primero
que requieren es tiempo, por eso yo dedico una entrevista larga para estos
primeros encuentros, y disponibilidad, no recibo llamadas ni acepto inte-
rrupciones durante ese lapso. Escucho y observo mucho antes de hablar,
no pregunto demasiado, sólo al final para aclarar algunos puntos precisos.
Habrá muchas respuestas sobre qué hacer, pero por lo menos podremos
estar de acuerdo en que es necesario saber qué alternativas terapéuticas se
le ofrecen en general, o sea con qué equipo contamos, qué sugerimos yen
qué puede ayudar el psicoanálisis. Y también debemos tener claro si pode-
mos y queremos hacernos cargo de este niño en particular. Es una situación
urgente que requiere rápida solución, no debemos darle largas.
Veamos otro tipo de problemática discapacitante en su origen pero
que ya estaba complicándose desde el punto de vista psíquico configurando
un trastorno del desarrollo importante. A esta primera consulta concurren
sólo los padres por propia decisión, "para contarme del cuadro" dice el
padre, "para no discutir delante del niño", dice la madre.

B. tiene 3 años y medio y presenta un cuadro de parálisis cerebral


medianamente incapacitante desde el punto de vista motriz, pero lo más
preocupante en este momento es que también se está alterando su
desarrollo intelectual y emocional. El padre informa de la historia y de la
multiplicidad de consultas realizadas durante estos años. "Venimos porque
nos recomendaron tanto con usted... pero ya sabemos lo que tiene B...
fue el parto, la cesárea, nació azul... Un paralítico cerebral puede hacer
muchas cosas, lo entendimos desde el principio y comenzamos con la
estimulación intensamente. Consultamos al doctor X. y al doctor N.
Nos dijeron que lo mejor estaba en Estados Unidos y allá fuimos; nos
enseñaron a realizar los ejercicios, toda la familia está muy comprometida

67
89
•o!citun -ns aluatualuapuns anbqdxa
anb opllytu o2zEireq ÁEq ou ‘osua!ol ‘anb p Exed 'aicusaDDrur owu asa ap
sytu une sopr(al Á amEz!pin ou u9pEtwojui ap sofreaprequioq csa.rprd
soj r i!pu-njuop anb sytu DDET4 ou anb si insuop ap Eqounem Ei iaualap
•opplbjsd olafris un reTODSDI anb XE4 anb soj ua csapHajui aluaturptmjaid
sopEzpoqw csoprintupsa xadiq sou!u sosa ap ano :llygrp osrp un pum
SOILIEJSD anb opipualokuoD atj EÁ wad 'otpntu muasqo X zan aluaTn2is
El Tan anb molla" -02113 atu ‘usnsafiax Elsa ap oppreffio aluapapaiur
un allIDUITMO1 rirrosap as ou Á opurnnE somsaidap swpadsE Eken anb
IDS apand up!qurei ¿ola(ns OLLIOD opuEi pqrqu! psa oT anb u9prnqrqaT
run ap prarps. UD DJUDIUrE301 opruallE Eq as O EJAEpOl. 021 EDSDa?
pa UOD rsrd afl-b? •oulurn p ua ogIu TE opTiad treq wad sopialnbzi
sontua!rn soj ope(Eqe.n "EH ;I" ap Opp.IDÍD p UOD Á saiwpop soj UOD
SOppDtUaIdLUOD saiprd solsa ap Ej u9pEnlIs arsuj .osualcl 'aiurtunir
Ányq •oluxnE ap on.12 un •alp-eux ns UOD EInDTÁ as ou EX anb oía un 'o(rq
ns E aDOUODAT ou EX anb aipEtu run ‘Joad ua Tem ap EÁ anb ouiu un
,ci< JOAEJ 10d sotuapod
?n-b? •••sytu o.Tajos oj ou osa Á ODOUODDJ pul ou ap p sa ou EÁ .11
anbnd olsnsr optreip2 aDip X SELIDIS EtUOJDI aapEW -ei • • •EÁ X opol
saturuopuEqr -n'adula as ma TS oiad •SEICID XnuT trala anbnd `SDIO(?Ul sEi
OLUOD sauoiDEDIpui sesa SOLUEUTO1 osa JOd Á saauwayp srsoD uaDT sannop
soj sopor anb anj Eumgaid jg •opapualua aiaInb ou rip (liad `TSE sa
oops-pdsa un ap u9TDE3ljnetp.T •opr.T2oT oj.Tapiad E EA as uruopu-Eqr TS
X apntu opEn(atu 9 pEpppsEdsa Ej sywaye 'wereDipui sannop sol anb
Elsrq opin2as E uoJailatuaiduJoD as anb 'oluaiturlEn p Japuadsns apand
as ou anb spap EJEd Eipanaide aspEd jg „....load zax -ep-eD oax oj ox •srar9
suipntu ua feluauT pepa ap °Tau' X (pise lap Esafiald ou Á soD!2°ToDisd
soipnisa SOIJEA (upan urq al EX *(D1.1311j Ántu Ezollos) —runD -ej ap
samsEq soj uoD EzaqED Ej radio2 as X- •-errrye 'E1p2 SDDDA y •op-eireD X osre.inq
orlan ELj as *DpUOS DLU ou EX Á SD1UE OLUOD aA DIU OU 'opjrnsip psa E.TomE
`Equurell atu 'otpniu rq-E2n( `soto sol E -eqantu 'Ejamos aux ca.T2a1e r.Ta •£{,,
:aDip Á oluatuoui alca ua miren ua adtunno.Td 'EpprqE /Cual Á onualls UD
OpIDDUELLUDd 9 Dllb '1101,IDS UDA01 c,••••SOLLTIUIA osa 10d *rpednDoaid
Ántu psa rip oareqtua Uis •••an-el2 sa ou anb jsr 'oAanu EpEu UEJ1UDI-IDUD
ai ou so2omnau sol °Tad ¿aptiailua aul 'EprisnsE visa X alpEur El SR
•opolpw alsa UOD sytu apand ou anb X SESOD SEj uam D.n ou anb DDIp rsodsa
uu Entre anb sa Eusanald jg soopsydsa Xnw urq-elsa anb soplainbzr
sonulauu soj sotuElEgen opoi anos SDILTEISUOD Xnw °pis soluaH
soj sopor UOD uEjd p souuírn osa.12ax n EX ¿acres? ‘g ap opp.Taía p UOD
NQIDVDLISIANI `del 3CI S3TV1131\13D SOIDIISV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

No hay duda que este primer encuentro es un momento clave en.el


que se define muchas veces el futuro del paciente y de su familia. Implica
un verdadero reto para nuestra creatividad, siempre atacada por los clichés,
por ejemplo respecto a los niños con Síndrome de Down o con parálisis
cerebral. Y esto es aplicable a todas las otras etiologías. Lo primero que se
necesita es tiempo, disposición de oír y una capacitación para entresacar
de estos discursos confusos e interrumpidos por la angustia un hilo que
nos conduzca a lo medular del conflicto y a evaluar las posibilidades de
cambio de la situación. Las demandas tan complejas de estos padres,
cargadas de ambivalencia, podrían no estimularnos demasiado, sin em-
bargo vemos que se sinceran respecto a su sufrimiento y piden nuestra
ayuda. Y ya sabemos que así de desesperados se sienten casi siempre los
familiares de niños tan enfermos; por eso es necesario tolerar su
perturbación emocional y valorar su deseo de cambiar. Viven una situación
tan traumática en lo cotidiano que llegan aterrados, malheridos o fatigados.
La angustia intensa, el enojo o el escepticismo son la norma. En general la
existencia de la problemática orgánica se impone y se coloca por delante.
A veces esta fuerza de fragmentación del vínculo vence, el niño ya no está,
se pierde, sólo se ve el síndrome. O la rehabilitación intensiva. El proceso
se vuelve circular con facilidad y se instala un círculo vicioso con el hijo,
con ese bebé que la madre no se atreve a mirar, o con ese hijo que ya no
busca la mirada. En consecuencia el pequeño permanece desconectado.
Sin embargo A. es capaz de mirar un rostro desconocido con intención.
Y seguramente en B. encontraremos también destellos de interés y de
capacidad nunca explotada. Habrá que ayudar a estas madres para que
puedan ver a su hijo y a esos padres para que las apoyen y las contengan,
pero sobre todo habrá que seguir escuchando de sus dolores, sus culpas,
sus ganas de salir huyendo para que puedan ver la faceta de compromiso
emocional y de afecto que también tienen, más allá de la eficiencia que se
les ha pedido. Podemos decirles que hay otras cosas por hacer, cosas
diferentes a las que han realizado hasta ahora. Para eso debemos conocer
los fundamentos de este tipo de intervención.
¿Quién es este hijo que nos ha nacido? "Hasta puede ser un extra-
terrestre", me decía con enorme dolor y vergüenza la madre de un bebé
hidrocefálico. "Pensé al verlo que era como E.T. pero seguramente no tan
inteligente". Otras veces, no pocas, los padres, y sobre todo la madre, se
sobreponen y empiezan a luchar por "este hijo diferente", denodadamente,
"para sacarlo adelante". ¿Pero qué es "adelante" y por dónde se llega a la
vanguardia? Eso se lo tenemos que aclarar nosotros, eso nos piden, por

69
OL
'EUUSIW JS UD eDnivalo uoppaye el UOD anb oh-arpEui oinoujA Top 0111015111 DAEI2
ID UOD syw asieuop-epi apared -esnw ns -op-elpgap oipunD la aiLIDCLIEDUZIJ rioadwa aluanDas
Xntu Sa 9DITI9DID7 SDUOISDI 10d saluappp solity sol ua EispnE o eopoo!sd uopenchuoD ei
*OdUID9 Durtuol uaiq syui ours soDus9uald
re.rnsaldr ouanq sa ou sa.rprd soj ap sunprlDadxa sn Á sauoIsa.Td sET ap Tusad E
`OTDIUT
... p ua ose rprD selinsai rpand anb an-e.T2 oj ap .cesad•auantur ns
Á oulu rprD ap opuoj ap saprpHrpuaiod sri Á u9prnns Ej ap olun(uoD p
.rupoqu le saurenodun ouarresap ap SE1DUI samsod uos anb laraua2 oj ua
rsoomtue arad 'oppuas asa ua rlsapow Tunas aqap rApDadwad rnsanu
u9zeJ rsa Jod •sopminsai sol sopod Á Tslare Ej rtprucu yxas anb ‘ozia-njsa
ourel ap oprlinsai p aiurnsns sa anb sompuas sa.Tprd soj anb irn2! jy
•amezurpreu! sa rApr.irp EJDUIEI anb.iod al-tia-L.1wpm rpruopsanD rnnsai
salruo!sajoid OUJOD prp!Appaja rnsanN •samaped ap odp DiSD sou
or.r9nD JESUDd OLIESDDDU "SE1.1DIE SOLUMSD ou IS sonosou Ered 191CILUE1
SDILTEIDdSDSDp UDAIDT1A pS anb SEpE.TDdSDSDp SDUOIDEMIS SE3SD LIED0A0id
sou anb EIDUAIDJSUE.11EIRIOD Ej E uaqap as „SD.10.1.1D„ SOI SDDDA senDmu
*DITIDUJEAp!Upp
oinDujn. p JEIIOD apand 01119U-10M aisa ua JODD oyanbad un •op!unD p
ocreD E y.rrisall anb srppn?d-e.ial srpurisu! srs.laig sri anos aluamaiqrnnau!
uappu! OZUDILUOD fe sopralurid sapunrpuip Á srmaiqwd soj Á aULIOUD sa
sauoprnns smsa ua prpmq!suas Ej anbxod sosoprpIrp Árriu .1DS DIgepuatu
-ODDI 'Tunal) Á Tpu!p sa rdrla riatupd msa anb rpnp ÁE4 oN
•alopalap ri u9prnuon aisIn run E EpEUILUEDUD
EA anb u9IOEfITS run UD IIUDA.ID1U1 TSE Á EAUDDdS.IDd Ej JEICILUED Dp
prpHnIsod Ej oppad souralmnq olsandns Jod Á rpru !srp trei.rodr ou
anb saiuminsuop ap risll Ej tia spur anwou un .12S E opEsEd soturimnii
¿•11 ap OSE) ID UD X? '119!DGIDDDp EpEJDdSDSDp 11S Dp rpuapuau! Ej UD
alprui Ej E Á OrtlUIpSD ap rnej iod olua!unrnai osofinad ap ani9allda.i un
Up oy!u jE opuruagua rqmsa anb u9penns run repu!poul Á nuanaJd ap
pEpTunuodo ur.1.5 run oppad sourepqrq aluawr.m2as ¿pqaq aria ap sop!sjj
soiDadsr soj ua aluaurelos u9pualr Ej oprzfirpoi souremqnq arpEd p UOD
Á y UOD oinDujA p oprmasqo Á aiprul Ej E aluaurd.rei rio ap JESnI Ua !s
oppinDo mannq prib? :srlun2aid sEu-n2re ?araureId SOIJIT.1 smsa UODU9pDE
unsanu sa [pm resuad opurluaiu! js wad sauoppIpaid SDIED.1.1DDETI U!S
1 ;Opp..1DADJ Jmumu! D SOpElDrijOAUI SOT sopor
allUD osapoid pasa oprp ELj as ounD .1Dpualua Á .resuad yJas ofrqrn p anb
- u9pruallr Ej E Á prp!uaír Ej E opruapuog `0ApDDJE 01111.UpSD U!S Á ojos
oprpanb asiaquq apand oy!u asa cu9pez!Joga1 Á rpuapua rppil .Tod o dprj
rusnigur iod anb sappap sp alurziodlul sytu oj syz!nb •urpsnq sou osa
NQIDVDIJS3ANI V1 3CI S33VI1N9D SOI,D3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Motivos de consulta. Se trata siempre de una consulta familiar (a


veces institucional), no debemos considerarla individual, aunque esto sea
lo explícito para comprender realmente la situación.
¿Quiénes nos consultan? Los padres o personas encargadas del disca-
pacitado. No el niño o adolescente, pues como en el resto de sus actividades
difícilmente tiene la iniciativa ni se les pregunta. Uno de los problemas
que se nos presenta es involucrar al propio paciente en el proceso tera-
péutico, pero hemos visto que no sólo es posible hacerlo, sino que además
en ocasiones queda un vínculo tan persistente y una conciencia tal de la
utilidad del tratamiento, que es el propio paciente, cuando pasa por mo-
mentos difíciles años después, quien pide regresar a tomar algunas sesiones.
¿Por qué consultan a un psicoanalista o psicoterapeuta los padres de
personas con SD u otros tipos de discapacidad? Las razones son variadas:
agresividad, timidez, dificultades de aprendizaje no justificables por el CI,
rechazo al medio escolar, depresión, aislamiento, enuresis, retardos de
lenguaje, etcétera. Nos consultan porque hay un sufrimiento, algo activo
que se presenta como sintomático y esa razón es muy importante para
nosotros, porque difícilmente tomaríamos en tratamiento un niño con el
que "no pasa nada" (las llamadas deficiencias armónicas estabilizadas que
son las que más inducen al conformismo). Los momentos críticos en los
que son más frecuentes las consultas se verán al final de este artículo.
Como en las viñetas antes presentadas, la crisis familiar, el dolor de los
padres, las discrepancias entre ellos son un motivo de consulta importante.
A veces se producen situaciones de separación, alejamiento, sobre todo
del padre, y siempre el discapacitado y su problema ocupa un lugar
importante en el conflicto. Hemos visto a veces que las quejas que traen
los padres respecto al niño son de poca importancia y que quienes sufren
son los adultos, y esto último puede ser el verdadero motivo de pedir
ayuda, lo cual oímos siempre con gran atención y puede ser una indicación
de tratamiento, pero en ese caso no del niño sino de uno o de ambos pro-
genitores. No hay que aguardar que estos padres enfermen francamente,
no hay que decirles "no pasa nada, hay que ser fuerte". Es preciso oír más
y no esperar a que el barco se hunda. Eso arrastraría al niño o adolescente
sin duda y entonces nos llegaría un pequeño discapacitado en plena crisis,
desorganizado, con problemas escolares y en una situación muy difícil de
tratar y por lo tanto de ayudar. Con frecuencia el ver a los padres es
preventivo de mayores complicaciones del hijo.
Cuadro clínico. Lejos de pensar en una personalidad y una sintomatología
homogénea, debemos empezar por decir que las personas con SD y otros pro-

71
•alqr!pawau! oj ap odwm p UD Iennq-eq oi sa OWOD (sotualarD js-e IDS ou aa
optapkow caed cpmbjsd u9prowta!s ej ap odurep p ua Idni un sewouls sns e Á ouiu asa t
ItnUODUD ap ityen sowaqap munu anb u9zel syw UOD tpuipijap ey2opiEd ua wad 'w!nbjsd Á
ra!sjj 'epeumwo) Ej2olopa ap aidwa!s !sea uos SELUMWS soasa anb rluanD ua JDUD1 anb ÁiH
:odureD msa ua solDad
-se sop-en i!upap Á se2psanur anb ur,re sowaual anb wrp sa ruuoj lamb
-1-enD ac •srpdafir suj2olwrd o sauop-endwoD uos sama Á r!impijap
rylopird rj ap op!syq oappu p umuasaidai srwwws sawnD as.1r3u-n2
-ald altreliodwi aDared DIN z/ •js anua urpumod Á uruompi as oluynD
aluaurruaid sowaqrs ou anb rppju u9pesedas rtm UTS SELUMUJS ap sodni2
uos sopralnd jnbr so-1 •rD!291o1rdoD!sd u9pdaDuoD rnsanu ap Ipsed
E unn!uijap souaw otpnw i rApsnrqxa apumaid ou anb sruimujs soj
ap u9prdni2E ap -euuoj run EIDUEW DI) Á 'osa iod wa!2ns
.o.y‘,713 °qm., iap sopadsv soulo sol u0.7 vinaTa as ~9) iCooupna
daznauf uzs IrruDaplur lpipp p rnuanDua as salenD s-ei anua 'se-Dpsjial
-DrirD ses.lamp UOD ruovad run r souipajal comurrD 'oaitreld -„sruimujs
o/Á seDpsjiaiDureD sano auap sruapv anb saleruDapJur saprpprdeD susrDsa uoD
ruosJad run„ ua Irsuad aTqpnDs113 aDand aw :soww.91 sano ua otp!c[
¿no15 oD!ujp wprnD p sa wnD? ‘¿slpis jpp soj ursuadwoD as sosinDal
pnb uoD? '¿opruoTwolsnD o oaDajap UOD ruopunj anb oi sa ?nb? ‘¿srlirj sns
trep as apu9p Jod? 'Enpalqns u9prupsuoD ns Á owsmb!sd asa ap saprp!xei
-nDpxrd sri .IDA Á ME Tm .1! ap ouls 'ourdwoD anb prupDE saprpprdeD
sns JrÁriqns s-auop-entull sns .IDA DiD Jrlin tia Á rDpd9 El Jp.ianu! UOD
rlsrq oN •frn1Daimu! p sa sonadsr so' ap oun oT9s anb gel ua sr(aidwoD
saprpueuowad mire SOUTE1SD anb ap rApiadwad Ej SOU.IDDDICIDSO aqap ou
'oÍEq sets olurnD s9w olurl Á aitrewimalap Ánw anbunr 'D otp!p anbiod
crunou Ej ap ofrqap iod SE.gp opep Eq anb D pp Jp.ird E rumiad rip!p
rprsuad !u rp!paw IDS Dpand ou anb sa ols!A sowaq anb o-1 -rturil oj as jsr
'Elualjo2llo 'rpuapijap 'prinqap :rApDadsiad risa apsap opoi un
OUJOD usua!d as rwalqwd ns anb jul wund jE csalqrpui!sr soD!ujp swprnD
UOD o QS UOD ruos.lad run E sou.n2Ii!p Te a!pru E apuaidlos ou anb 01 sa
syw MIJO `DiUDIDTAD SDDDA mimar 'opriadsa,, OI sa opus asa UO
ELLIJOU ri sa sairruDaplul sauoptmj SEl tia pi pp un ap rpualspca EJ
*.II1IWSUE.11 EllOdUIT DIU Dllb U9TDE213SDAUT
ap soij solsa op-esepr urq sou anb solDadsr soungre Árq wad ‘rjnr!nb
-Isd ap som sogamp ua aSiElltIODUD apand anb rwaa aria aluaureprimap
uos o11aidi3S.919
.TED.TECIE U9TDUD1UT Tw SD ON 7S 9.14/19 Saniaidip iCl/W svulam
NQIDVDLLS3ANI V130 S3IVII3N3D SO.I.D3dSV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

• Síntomas vinculados con fallas en la estructuración psíquica. A mi parecer


son los centrales, los básicos y representan las manifestaciones más diver-
sas: retraso en el desarrollo, angustia de separación, falta de iniciativa,
fallas en el pensamiento, la simbolización y el aprendizaje, problemas de
lenguaje, aislamiento, timidez, impulsividad y muchos más.
• Síntomas vinculados con el conflicto intrapsíquico. Son de tipo neurótico y
muy particularmente superyoicos: inhibición de la agresión, de la curio-
sidad, de la iniciativa, rumiaciones obsesivas, culpa, depresión, entre otros."
• Síntomas de índole psicótica. Ideas megalomaníacas, persecutorias, mágicas
y, desde mi experiencia, formas de retracción autista y aplanamiento
mental inexplicable por la afectación orgánica de las funciones psíquicas.
• Síntomas de manifestación corporal: enuresis,44 encopresis, cefaleas u otros
dolores a nivel del cuerpo.

Si además se trata de niños con SD, observamos que los rasgos físicos
tan similares parecen influir para que se consideren de modo unívoco su
comportamiento, sus dificultades e incluso sus capacidades. Aunque con
rasgos semejantes, las personas con SD son seres humanos diferentes,
con gustos, intereses y contextos familiares diversos. Quienes les atribu-
yen un tipo de personalidad común son los otros, ellos buscan con fre-
cuencia ser reconocidos y que no se los confunda. En muchos casos, sobre
todo cuando tornan conciencia de su padecimiento, rechazan a los otros
"compañeros de síndrome", no toleran verse en ese espejo." Esta es una
de las razones de inadaptación en escuelas especiales no siempre percibida y
un fundamento para proponer la integración a escuela regular de estos ni-
ños y adolescentes. Ya lo dije al hablar de la situación del bebé diferente: el
reconocimiento de la trisomía es tan impactante que ocupa toda la escena
y no se ve al niño. Algo similar ocurre en el momento del diagnóstico: el
dato del CI llena la escena y no se ve a la persona total. Lo que en
el nacimiento era un obstáculo enorme para hacer el duelo del hijo ideal e
investir positivamente al bebé real que presenta alguna anormalidad, es a
la hora del diagnóstico y de la evaluación una dificultad para ver a la
persona como un todo, para hacer indicaciones específicas, afinadas para
cada niño no sólo en lo terapéutico sino también en el terreno educativo.
Tratar igual a todos estos niños es a mi parecer un grave error. Toda con-
ducta del equipo] incluida la escuela, debe ser muy personalizada tanto

43 Véase el capítulo de Martha Duarte.

"Véase el capítulo clínico de Mariana Osorio.


45 Véase el capítulo de Araceli Franco, su texto de 1998.

73
1L
u-Ewour rpsnq as anb Á zelrqr_p apualaid as sairnD sur amos
se49iolEd sr-Dpsjianra-rD OUIOD uam syuu oup sEurainca srpUEISIMalp
oldapxa cu9puaitia1tr! Ej ap SDUTDEDIVU!E.IJUOD OUIOD SATO1DEJ soimp
igiamsucra anepuatuopal sa ou 'Epps9u2ET EcHa -el ua solDadsr sonsa
JEJOJEA Diuniodur! sa uam !s anb osuaid Á iopriunrsap selinsal apand 'EUTEJ
-ouEd p opraureld jsv -alpEng pp DIJEd OUIOD ED!okiadns Á ED!oÁ pEp!Eq
-ap Ej unturl oippsap -ni as •S0.130 anua ‘odianD pp aluapsuoDu! ualein!
Ej ua SOU.101SEJ1 *ri2un PP SOUJOlgall. `(SgS!N ``ZUE'T) rAppade prpp
-rdr) Ej ap upp Árnu opuEsap ca-EzHoqums X sezpruismurj ap prpprdeD
axiod :irlualu ozredr pp sED!syq sauopuT sq ap Á ED!nbjsd u9pErruDrulsa
El ap souloisEn sopas u-eluasaid sr!JElpgap sauoprz!trelo srl anb Irnp!A
-Tu! rDpd9 run apsap ‘JEDupuapi opipod urq Irrupapiur lpgDp oind ir
urnuull as ou anb SEMEUEODId SOS.IDAM SEDOOIOJEd0DId SaU0plaUDU
UTpap Á ando ap ou
Á Jr!dop ap sapepprdep allonesap anb Epru anb spin uapId sal anb Ej tia
UOIDEDITIM ns ap oprzputuoinE Á oAppadal oj UOD Á soasap sns DSAICIXD DrIb E
olDadsai o!pain pp srAprnadxa sErrq s-ei UOD ruoprpi as pEpfluquE El anb
trEsuaId sywapE anb ouIs 'pul') oluaureiaduial un UOD (0/0 0Z) Olfe a frluaD
-Jod un ÁEq ows ou Dnb trrumuE anb '(z861 `13-1n3D Á s21:)!Ill Á 1861
"loa Á uunD) rinlsod risa treunguoD anb so(Eqap opEspsai DH •IrrumEn
u9przilEJDua2 El E somatuns sou anb EJEd sepr!sEurap uos sauopdaua
sri anb sowapioDaIl •rpoJ prpapos El ap Á sonsartu ap spArn E alUal1110p
-DJSOd Á SOUED.IDD saremurej ‘saived ap 9AZI1 E DiUDILITEpDdSD EZHEDJ
as usns!ursuEn Elsa •Irluaw opzriai UOD ruosJad EpE) E amo al rinlinD
Ej anb JI ni lap EpUDrIDDSUOD OUIOD rp!pualua IDS apand umuiri anb Á
DiqpnDsT sa 'as UOD sruosiad gel ap prpupop Ej opdtuala iod ‘srDpsjprlsa
sri iod oprÁodE aluatualuairdE 'oo!upSio oluaTuipaprd opru!unalap
UOD prpuruosJad ap SEDpSJIMDEJED SEI12p ap U9 EDOSE Ej anb osuam
' (S661) flrelI 'Enoupp ua trefEciEn anb od!nba ns Á omqoluovy oppu'a Ej
-ruas 0.1 OUIOD FI SEpUEISUrianD Saiofaul se' ua unr madns ap Tpyp Exilan
-oid un sa D3SH "IlOD!UTM ap oppuas p ua jps osiej un op!rupsuoD rq as
SOUILU.91 S0.110 UD `0!dOld oasap ns E onadsai u9pruaffr UOD Epuarpaqo ru-n
aminDua Á aman& ojos sa u9pEldEpE El ap ripnw anb EÁ 'oprusa Á u9!xau
-Di ap ()largo .IDS uaqap umum sulualqwd trep ou anb sou!u so--1 •u-Eap
-0i oj saua!nb ap op-epuangp Á opriconba s'ya' rempaplur a onpDajr
olloursap un ylp!upad al anb oj spla(ns ap olruEisa TE as UOD ou!u pp
OSDDDE p uamprj anb solua!uilpapold sollanbe rivanD tia km" JDUD3 rep
-uasa sa ‘salur opps!sur aq oluoD •saJprd sns UOD OVUOD aluaprd p UOD
NQIDVDIISIIANI VI au STI1IEN3D SOIDIIST
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Nuestro punto de vista, no dirigido al paciente individual exclusiva-


mente, sino ubicado en su contexto familiar y social, abre otras perspectivas.
Sea cual fuere la razón de la consulta, lo que hemos encontrado con más
frecuencia en los contactos iniciales a través del juego, el dibujo, el mode-
lado, la plática y la observación de estos pacientes, coincide con lo ante-
rior: las fallas en la constitución subjetiva y en la simbolización, la
persistencia de una indiferenciación especular además de una defectuosa
conciencia de sí mismo y de la imagen corporal. Nuestra postura es que
cuando estos problemas son evidentes en las entrevistas iniciales, la
indicación de psicoterapia es importante ya que en muchos casos podemos
intervenir favorablemente para lograr esa diferenciación y la constitución
subjetiva, sobre todo si la consulta es temprana, con mejoría apreciable en
los otros aspectos perturbados:' Es el camino posible de cambios sustan-
ciales y no simples paliativos para afecciones consideradas inmodificables.
Pero además sostenemos cuidadosas entrevistas con la familia del paciente
y así podemos descubrir qué lugar viene a ocupar ese niño en la familia y
en las generaciones y, especialmente, cuál es el vínculo con las figuras
parentales, en especial con la madre. Este es un aspecto muy importante
para reconocer las situaciones de falta de diferenciación con el otro materno,
inseparables de la patología del paciente y que aparecen como particu-
larmente frecuentes en este tipo de patología. Tratar de modificar estos
vínculos es una tarea esencial del psicoanálisis. De cualquier modo queda
por fijar en cada situación particular la real ayuda posible de acuerdo a la
respuesta del niño, la capacidad de establecer vínculo, la gravedad del
compromiso orgánico y la disponibilidad para realizar cambios de parte
de la familia.
¿Podemos hablar de una «estructura" u "organización defici taria?Es éste,
sin duda un aspecto muy importante pero no hay acuerdo entre los auto-
res psicoanalíticos. Se trata de un problema aún en investigación que no-
sotros mismos nos proponemos seguir trabajando. No han sido descritos
por ahora mecanismos psíquicos específicos de las discapacidades intelectuales
que podrían caracterizarlas, pero sí hay una manera de organizarse el psiquismo
que resulta reconocible. Señala Misés que "lo que encontramos en común
en este tipo de paciente es que lo que tiende a fijarse de manera durable
son las distorsiones de la esfera cognitiva".47

46Véanse los capítulos clínicos de Mariana Osorio y Araceli Franco.


47En ese sentido, me resulta interesante la designación de Wainer de esta patología como
gnoseopatía. Se refiere con ese nombre a lo que designa la enfermedad del "órgano del conoci-
miento", que define como "una estructura psicofísica en la que están incluidos: la corteza cerebral,

75
9L
'09 'd ( Z861 "uT)10 ,P3
-OUOD re upprq anb sauopunj sed Á pup!Appair rj letiowlog twais!s la sopptias sol ap soudio sol
¿EAIlIDS01120D U9IDUTIJ Ej lEIDDdSD ua EaDDJE
anb JrinDpzed ED!upS_TO SISODISd ap odn un ap ElEil as? ¿srpElpgap ou
mi anb aluanyp EIDUEUI ap Esaidxa as anb s!soD!sd ap Etwoj Eun aluaplj
-ap lap ri s'a? :urIE spw x ¿aluanDa.9 UEI SD U9IDEUICIWOD Ej U9ZEI ESD Iod Á
sisoDIsd Ej ap ElOpDDDJOAEJ u9pErws run ows O EIJESDDDU U9IDEIDOSE ELITI S'4?
¿EDI19DISd risnakins u9p!sod Eun EDIldUI! lElUDW °pula! ia? :SDUOI1SDrID
ap apas run auodw! sou ‘aluanDag trel sa ono pp oasap p ua u9prualle Ej
anb ua IEn1Daplui opElprdEDslp lap Ej sa anb ola(ns OUIOD u9!DED!qn ap
JEInDp.red un rupoi rsa IDEp!ÁpalqnsJalu! 9 apsap Eprsuad anb ras o
.(aiprw Ej irlaua2 ua) Orlo lap oasap
p tia opma(ns aluapgap owu pp Jr2ni asa aluap!na ozw al as SDDUOlUD X
•„saipEd so' ap opunw p ua aluaturl!qps,, o!Á as salua!Duap so' ap s!s!wur
p JEarn jE anb aDT 91H •aiqemasqo aluawmrp sa reno oi `011.1D1EW oasap
ir oiDadsa.! owu lap EpruallE u9p!sod EI ua Á Dipew Ej UOD ornDwn p UD
s!srjup p auod Ella anb ows u9!snjuoD 1E3 Árq ou anb sowaaJD •s!soD!sd
Ej Á Epuapijap Ej soD!wp soldtuaía sns ua apunjuoD anb tretwur sauawb
ÁEq Á EptoppD ops Eq Emlsod ns •aapmu ns £ opus-mida owu 19- 9!qpDsa
quoutrEN pnEw leluaw opima' UOD SOUIU UOD 0(EqEI1 p tia EJauo!d
ur.i2 Ej anb ua EDodp sour Ell.I9J1 ap s'ya.' aDrq 912ins u9psanD EJ
¿mulos o apioq asa ua auno° pnb? '¿sis
-op!sd Á inuaui opitual anua uop9a.1 Ej sa onD? :ED!wfflod alupurene
Á felDuasa murbgaid run E ‘EDpjleuroD!sd EnpDadslad Ej ua souopupD9n
aidwaIs cuaDnpuoD sou sopeÁriqns solDadsr soj sopo' ouppvayalqns vi
tea sviivf ap so2zEireq sonsanu UOD Á ItIOULIEW pnEvy lod omegas oi UOD
appwoD ols-d -diurna apand aluatuipyy adp19d 19 anb ua izmp ocl. y ap uppviaa
vun asopuflpaiquisa ou.ialvtu vutsmuzyla asammn V aua!a odio p 110.2 up!.)viad
¡7 11,7 11W VS? 11.7 7VUO!..y.910114 OpVCIS9 pp uppvad.) vi I( o fa cisa pp o ipmsa
la sopv.pajv uminsad anb ua af ou-o‘ uppvpuadafipu1 ap bu!v3.1v ifnw upp
-vnys vun r apuodsanoD ,,vympOp upppzluaao ,, Ej anb mapisuoD 2ur-i
---1-f •EIdEJD1ODISd UOD lEJOÍDUI Dpand Á sruoslad SEISD ap onairesap p Á u9D
-ED!unwoD Ej Eipnw X Etpansa anbod opmap!suoD las aqap ona °poi •soi
-T1DUJA soj ap U9IDEJIUIII El Á mpatu p iOd EpIDDIOAEJ EIDUDrIDDIJ UOD SDUOIS
-111d SEl ap U9ISDIdDI Ej lonuoD pp u9pria2Exa El DDATEdE Á DI.UEJIUITI SyLII
01 ap OIDIA.IDS
. . ir uauod DS SMUDSDId SODI19.111DU SOUISIUMDW soj `SyWDpV
NQIDVDUS3ANI VI 3CI S3'IVII3N3D SOJJIISV
EL SUJETO, EL CUERPO Y EL OTRO

Lo primero que puedo decir es que en ese borde entre retardo y psicosis
estamos en el campo de los trastornos severos de la constitución subjetiva
cuyos límites, superposiciones y combinaciones tratamos de entender.
Una zona de la psicopatología en que lo real del cuerpo pesa, pero donde
también el lenguaje determina.
Ese conjunto de preguntas son mucho más de lo que hoy puedo res-
ponder, son una puerta abierta a continuar pensando y trabajando. Nuestra
experiencia actual también apunta a una concomitancia, combinación o
potenciación de esos dos aspectos, el deficitario y el psicótico en una parte
importante de los pacientes, pero no en la totalidad. Creo que si hacemos
memoria todos hemos conocido adultos con retardo mental que en cierto
momento de su vida se vuelven delirantes. En nuestro trabajo con bebés
hemos visto e intervenido con pequeños que presentan un desarrollo
alterado con signos que hacen temer un trastorno severo del desarrollo y
que parecen cabalgar entre una evolución autista o psicótica y una
deficitaria. También hemos encontrado en la niñez y adolescencia pacientes
con déficit intelectual que presentan los problemas de la constitución
subjetiva ya descritos en este texto, que podemos considerar de índole
psicótica y que empiezan a dar síntomas molestos en su medio familiar,
escolar y social, síntomas ruidosos o a veces apagamientos inexplicables.
Pero no todos los discapacitados intelectuales los presentan en igual grado,
o sea que por el momento yo contestaría la primer pregunta diciendo que
no necesariamente se asocia retardo mental y psicosis, sólo a veces y esta
diferencia de evolución es un tema inquietante que me dirige a profundizar
en lo vincular temprano tal como lo he expresado ampliamente en este
capítulo. Queda para el futuro buscar otras respuestas.
Elsa Coriat, en un texto muy interesante que daría mucho para discutir,
nos da algunas contestaciones con base en su experiencia y elaboradas a
partir de un esquema referencial lacaniano; nos dice al respecto que hay
deficientes mentales que en la vida cotidiana pasan desapercibidos en
tanto tales, excepto si se ven enfrentados a problemas lógico-matemáticos,
en cambio otros son siempre notorios. Estos últimos son los deficientes
psicóticos. Y afirma:

Mientras que en el conjunto de los humanos no deficientes, los psicóticos


son una pequeña minoría, del lado de los deficientes la ausencia de psicosis
es la excepción. La abrumadora mayoría de los deficientes mentales son
psicóticos; portadores de una psicosis que generalmente se expresa de
manera muy distinta a la de los humanos inteligentes [...] En el deficiente

77
8Z
aiefemoqw!s ou oj E <Trai ()I ap odturD jE umuagua sou anb otns suprasrwej
uos ou anb sarempaplu! o srp!sjj tiras -EX sauoprnuni ap rpualspca ri sa
anb Irpadsa Xruu onadsr un osapoid IE apnponu! irposuas lpg?p un UOD
O EDISJJ U9pEULLIOTIELU Eun UOD `Gs UOD ouly un oluaIturren tia armo"
•solund sounle p.irlruas ows con!'
alga ap saJoinr sono soj umurei Á suLual soasa ap aluaLuellei oprIcirq
an -ex •sos-ep soj sopo] ua srinadrlaioD!sd soj ap sarepuaiajsumrenuoD
SDUTDDEAT SEI X saniaprd soasa ap olaulyu uri2 ua lennalann npupp un
pp EIDUD1SpCD Ej caAr.T2 SOULLT o S'pLIT prpprdrosip run ap rpuasald ej :ap
unnuap anb srT uos lenesal ospaid sa anb su!driaaop!sd smsa ap saprweinD
-Turd sr-1 •SOLLITIT 8011080U UOD X SATIDEd soj UOD of-eqrn p sa DiSa 'u9p
--enns Eptg ap Jopmxuald Á oAInsod 01 surasal Á •o(rqr.li pp 1-EllUDD aued
-eun sa sopnp senas ORIEJ lod Á sauo!snn ap u0aumu un ap rpIpipd Ej
mogeR -ansusap un oppnpoId -eq as anb.rod (pul 'manad un ken anbTod
o19s ou sourdall `DiLTE1E11. od!nba p opon anb jrn2T srls!reurop!sd sori
- r-p!up2.10 rDp-etuanoid -el ap upualsrxa Ej UOD UEUOIDEIDI as anb sandauur
sap-epFre[nDp.red suunle Árq olad cr!dr.laioDIsd Jal-nbieno ap soj ourn(uoD ua
uos smuaurepu-nj sol 'salur a(11) EÁ owo •oppn?drialop!sd osapaid
*SEAUDDdSnd
sr.usanu seudLue .IDpod rard raps,rnsrp spux Egonux UOD X SOF12119 sono apsap
soprzilenspk umurel SEJUMUI vz!nb X srmal soasa ua opue2psanIn.IT2as ap
roiunD Á tou0a3 EIDITEITO&U!EI irzprjua olad conedsa ap SDUOUSD110
iod MUEUOISEdE UE1 U9ISTIDST ESD UOD JrnunuoD aigisod sa ojo
U61 .d) «arRed PP
PP u0pdpDsu! Árq ou :r.n-uxulsa Ei ua DAT olund un uauedwoD
rj2oTouaulouaj Ej ap yur sem anblod„ :sEDIsep sIsoDIsd srT E saluaiayp tira
sauopmsayuelu seas] r „srop9D!sd,, run anb lod r-ndxa.umurri •nn ap
ruum p Jrpioqr Te ?irgas OtUOD 1E1 crispaícins u9pnapsuoD ns opumap!suoD
?gag p UOD a(rqrn anb rurldwaa u0prinwpsa ap tuno; run ap giVen
E o aJuaturppy[euroDIsd Junior somapod wsa anos Á up!A ap sour SOnin
-Lid soj ua opInnbpr sa 'opp0D!sd onadsr alsa 'opselai pp rp!try2io aued
Ej UOD apunjuoi as anb olDadsr pasa anb rimas :alursaIalu! splu 01 A
(161-061:9661 ‘1-epoD) .duod 01 ano p
apuop ampanb E upnia2uxa Epua!paqo -eun ken :zaiipuas rtuanxa ap EDS
apumap sal as anb oj °pu-cm Á aJdulaIs 'prpllpop ÁEq mrypoul
.1ElUDJU! ou ap oppuas p UD ‘u9p-eldepranos ÁEH .-epua2llaun ap
zasupsa Ej E aÁnqpie as aauaureppywolne anb rianod `SDIMUDVU SOS.MDD1 soj
ua rzanod -eillaUXD -eun Jod elsaTurtu as opnuatu -e sisomsd -el reluaw
NOIDVDIIS3ANI d7 3CI STIVII3N39 SO.D3dSV

Potrebbero piacerti anche