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CUERPO   

       Para realizar una descripción del cuerpo, debemos comenzar por realizar
una categorización del mismo, desde una perspectiva biológica, simbólica y una moderna;
desde una perspectiva moderna y occidental podemos encontrar una definición anatomo-
fisiológica que abandona un conjunto de creencias ancestrales y simbólicas y se enfoca en
hacer una descripción de criterios científicos y “únicos” del cuerpo. Es allí cuando el
mundo occidental empieza a tener un conocimiento limitado de su cuerpo, como
consecuencia de una educación reduccionista de este como un todo, en donde aprendemos a
conocer el cuerpo como una máquina en función fisiológica pero no lo conocemos como un
conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos que están conectados entre sí. ( Le Breton,
1990). 

      El funcionamiento del cuerpo tiene un componente fisiológico y otro psicológico, esto
no significa que ambos procesos sean divergentes, sino que puede existir un trabajo
mancomunado entre estos. 

      La ciencia no se ha conformado  solo con conocer la composición y forma del cuerpo,
sino que también le ha asignado una definición científica a su funcionamiento, estas
definiciones describen diversos aspectos de la actividad corporal, donde el cerebro elabora 
mapas mentales que se dan través de varias regiones del cuerpo por medio de señales
químicas que son transportadas en el torrente sanguíneo y por señales electroquímicas por
medio de rutas nerviosas transformando los mapas neurales en imágenes mentales
(Damasio,2003) lo que nos permiten conocer  la ubicación real de nuestro cuerpo y la
función que tiene cada uno de sus miembros, esto tiene lugar  en la corteza cerebral, en un
grado de detalle tan explícito que incluso nos permite también imaginar la forma de
nuestras  extremidades y la función que cada uno de estas tiene. En este proceso se puede
evidenciar un claro ejemplo de la fusión de ambos elementos (psicológico y biológico),
puesto que, si bien los mapas mentales tienen una condición psicológica, necesitan de un
componente orgánico o fisiológico para poderse desarrollar.    
      Como afirma Damasio (2010), Otra definición del funcionamiento corporal
proporcionada por la ciencia podría ser la comunicación que se realiza  entre la mente y el
cerebro la cual es de suma importancia, debido a que las dos trabajan en conjunto para crear
señales aferentes que crean y mantienen actualizados los movimientos que realiza nuestro
cuerpo y en lo que ocurre en nuestro entorno.     

        El cuerpo  no es entonces una simple máquina a la cual podemos medir de acuerdo a
su funcionamiento biológico, pues este, además de estar compuesto por un conjunto de
procesos fisiológicos y orgánicos que garantizan su funcionalidad; también hacen parte de 
una serie de procesos psíquicos que recogen experiencias pasadas, conocimientos
aprendidos y una nutrida carga cultural afectiva, he aquí entonces la importancia del
rendimiento de ambos procesos en el cuerpo humano, “ El ojo posee el mismo
funcionamiento orgánico en cualquier lugar del mundo, pero lo que ve cada hombre
corresponde a las significaciones que ha aprendido y a la sensibilidad que le es propia” ( Le
Breton, 2010, pág 21), como lo decíamos inicialmente la concepción moderna y occidental
del cuerpo se basa en una definición única, sin embargo las significaciones que se le dan a
los procesos perceptivos  pueden ser múltiples y están sujetos a los aprendizajes y culturas
de cada uno.    

     Así como es percibido el cuerpo en el mundo, según los precedentes culturales de cada
individuo, también es importante el interés por cómo se percibe el cuerpo en el espacio.
Según Le Breton (2010) el ser humano “desde su nacimiento y durante sus primeros años
de vida es más frágil e indefenso que los animales”, esto debido a las cargas genéticas e
instintivas que diferencian a los unos de los otros, puesto que las posibilidades de
supervivencia entre un cachorro animal y un ser humano recién nacido son enormemente
desiguales, y es aquí donde está la importancia de los aprendizajes adquiridos por medio de
la convivencia con otros individuos y la interiorización de las lógicas del espacio, esto hace
que adquiramos una identidad por medio de nuestro cuerpo, que nos hacen diferentes tanto
individualmente como cultural y colectivamente. Por tanto, como se menciona
anteriormente no se puede generar una reducción del cuerpo a una simple máquina o a un
simple conjunto de carne y vísceras, sino que esta “carne” tiene una serie de elementos que
elaboran a la psique y que hace de esta unión un elemento íntimamente conectado con el
espacio. 

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