IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA

DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN

GUÍA PARA

De Colegios Adventistas

Apuntes de clase

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 Pr. Josué Arturo Siñani Condori
TABLA DE CONTENIDO
Introducción
3
El Capellán de un colegio adventista
5
Responsabilidades de un Capellán
7
Los que el Capellán espera del Maestro
9
Cómo hacer evangelismo en el colegio
10
Listos para el bautismo
14 Apacienta mis Corderos
15
Principios y recomendaciones generales
para la enseñanza religiosa
20
Principios fundamentales de la Filosofía de
la Educación Cristiana
22
Metas Generales de la Educación Cristiana
23
Cristo como Capellán
24

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 INTRODUCCIÓN

La obra del Capellán Adventista del Séptimo Día

y la Misión de la Iglesia, es una sola; restaurar a la
destrozada humanidad hasta su plenitud, tanto en la
vida presente como por la eternidad. Dios creó a la
humanidad plena y completa, con un mosaico de
características en el ámbito espiritual, mental, físico y
social que reflejaban al Creador. El impacto del pecado
destruyó mayormente ese estado original, lanzando a
la raza humana a la crisis y bancarrota; creando la
necesidad de una restauración. Jesús vino para atender
esta necesidad a través de un ministerio de
restauración a ese estado de plenitud, según se declara
en el Evangelio de Juan:

“Yo he venido para que tengan vida y para que

la tengan en abundancia” Juan 10:10

La naturaleza de ese ministerio de restauración

se amplía en “El Ministerio de Curación”, p. 143

“Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para

llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres
como quien deseaba hacerles bien: les mostraba
simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su
confianza. Entonces les decía: “Seguidme”
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 Cristo le encomendó a su iglesia la continuación
de su ministerio encarnado de restauración, haciendo
provisión para un enfoque multiforme que pudiera
responder a personas en crisis, en formas relevantes a
sus necesidades percibidas y entornos individuales. Un
elemento dinámico de este ministerio de la iglesia es la
obra de los Capellanes Adventistas. Como ministros con
credencial de la Iglesia, trabajan a favor de personas en
significativos momentos críticos de su vida, cuidando
de ellos y restaurándolos como lo hizo Cristo.

En los Colegios Adventistas los Capellanes juegan un

papel importante para restaurar y redimir a los niños y
jóvenes que pasan por las aulas de clases para Jesús.
Dios bendiga su trabajo

EDUCAR ES REDIMIR

Departamento Educación

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El Capellán de un Colegio
Adventista

El Capellán de un Colegio Adventista debe ser

una persona con una firme convicción de la
educación cristiana.
“Educación Cristiana” significa la aceptación, con
sentimiento y en principio de las enseñanzas del
Salvador. Esto incluye un diario y concienzudo caminar
en las pisadas de Cristo, quien aceptó venir al mundo
en forma humana, que él puede dar a los hombres un
poder que ellos no podrían alcanzar por otros medios”
Consejos a los Maestros, p. 36

Su labor no debe centrarse únicamente en enseñar las

clases de Biblia, sino que recae sobre él la gran
responsabilidad de ser el guía espiritual de los
miembros que componen la familia escolar, es decir,
alumnos y maestros; guiándolos hacia la meta de lo
que es la verdadera educación.

“La verdadera educación significa más que la

prosecución de un determinado curso de estudios.
Abarca todo el ser y todo el período de vida accesible al
hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades
físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudiante
para el gozo del servicio en este mundo, para un gozo
mayor y un servicio más amplio en el mundo venidero”
La Educación, p. 13
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Debe estar convencido de que todo niño adventista
debe ser educado en el conocimiento del verdadero
Dios, de acuerdo con las normas que Él ha establecido:
en el hogar y la escuela.
Su voz debe dejarse oír en medio de la comunidad en la
cual está el Colegio, como la voz del profeta que decía
a los antiguos israelitas: “Y todos tus hijos serán
enseñados de Jehová y se multiplicará la paz de tus
hijos” Isaías 54:13, y que “El Señor puede usar la
escuela como una ayuda para los padres en este
tiempo…” Consejos a los Maestros, p. 167
En otras palabras, es un verdadero pastor que tiene un
rebaño al cual cuidar, alimentar y rendir cuentas al
Dueño de la grey por esas ovejas y corderos.

Es una gran responsabilidad, pero a la vez es también

un honroso privilegio que realizado con fidelidad y amor
produce gran gozo, felicidad y la seguridad de una
recompensa gloriosa.

EDUCAR ES REDIMIR

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Responsabilidades del Capellán

1) Conocer los Reglamentos del Departamento de

Educación y del Manual de la Iglesia Adventista
que se aplican a la educación.
2) Atender al Colegio como una de sus principales
responsabilidades. Esto significa que debe
visitar a los maestros, padres, escuchar las
necesidades espirituales de los alumnos.
3) Interesarse por la buena organización y marcha
de la Junta Escolar.
4) Promover y orientar a los Padres; y apoyar a la
Asociación, hogar y Colegio.
5) Encargarse de enseñar las clases de Biblia, pero
cuidando de no recargarse de tal forma que le
impida hacer el trabajo para el cual fue llamado.
En los colegios donde hay más de un grupo en
cada grado escolar, el capellán debe tener un
asistente. Es su responsabilidad velar por la
idoneidad y el trabajo de sus asistentes.
6) Es su gran responsabilidad que cada alumno
tenga su propia Biblia. Puede darse el caso que
un alumno o varios alumnos por razones
económicas presenten excusas que no podrán
adquirirlas. En tal caso, puede recurrirse a la
Junta de Iglesia local para solicitar ayuda o a los

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 Gedeones Internacionales que siempre están
dispuestos a distribuir Biblias en forma gratuita.
7) Hacer planes con anticipación para que los libros
de texto de las clases de Biblia estén a tiempo
para el inicio del año escolar.
8) Organización y buena marcha de la semana de
oración.
9) Es el responsable de la organización del plantel.
En consulta con el Director, seleccionará el
nombre del orador y por su intermedio
informará a la Junta Escolar para su aprobación.
10) Organizar y tener a su cargo la clase bautismal.
Fijarse el blanco de que ningún niño se retire del
plantel sin haber aceptado al Señor Jesús como
su Salvador personal. “La salvación de nuestros
alumnos es el encargo más importante confiado
al maestro que teme a Dios” La Educación, p. 14
11) Tener a su cargo la parte devociónal de las
reuniones del personal docente, consultando al
Director, con el fin de conocer las necesidades
espirituales del mismo.
12) Organizar las actividades de la Sociedad de
Jóvenes, que todos los maestros colaboren con
este programa.
13) Apoyar al maestro frente a los padres y
miembros de la iglesia en el caso de críticas
infundadas.
14) Durante las vacaciones debe promover la
educación cristiana en las iglesias locales y
visitar los hogares de los alumnos, será ésta una
magnífica oportunidad para ganar la confianza
de los padres. No olvidemos que éste era el
método del Señor Jesús, quien “trataba a los
hombres como quien deseaba hacerles el bien.
Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades
y se ganaba su confianza. Entonces les decía:
“Seguidme” El Ministerio de Curación, p. 102
15) Promover y apoyar la organización del Club de
colportores en Colegios sin internado.
16) Promover y permear en la Institución los valores
Bíblicos.

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 17) Promover la iglesia Universitaria donde exista
este nivel escolar.
18) Trabaje en coordinación con la Administración,
orientador (a) y maestros.
19) Ser un digno representante de Jesús y de su
Iglesia en el ambiente escolar.

EDUCAR ES REDIMIR

Lo que el Capellán espera del

Maestro
1) El Capellán espera que el maestro sea un
miembro ideal de la iglesia, en asistencia,
puntualidad, ofrendas y diezmos.
2) Que el maestro sea un co-pastor y considere a la
escuela como su grey. Que ayude a las
reuniones de los Sábados, Domingos y
Miércoles; y colabore dentro de lo posible en
toda campaña misionera de la Iglesia, como la
recolección, el evangelismo personal y público,
semana de gratitud, etc.
3) Que preste atención y cooperación a las clases
de Biblia y las actividades espirituales dentro del
Colegio.
4) Que visite los hogares de los alumnos y
maestros.
5) Que haga de Cristo el centro de sus clases y de
toda la vida escolar.
6) Que se interese porque cada alumno tenga su
propia Biblia.
7) Que promueva el vivangelismo dentro del
Colegio para ganar a los alumnos no
adventistas.
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 8) Que la clase de Biblia sea el centro del
programa escolar.

“El maestro no debe divorciarse de la obra de la iglesia,

los que dirigen las escuelas de Iglesia y escuelas
mayores, deben considerar como deber suyo, no sólo
enseñar en la escuela, sino también dedicar a la Iglesia,
con la cual están relacionados los mismos talentos que
usan en la escuela. Por su obra e influencia se ha de
comunicar poder a la Iglesia. Se esforzarán por elevarla
a un nivel más alto”. Consejos a los Maestros, padres y
alumnos, p. 412

EDUCAR ES REDIMIR

Cómo hacer Vivangelismo en su

Colegio
1. Cada alumno, un candidato para el Cielo.
Vea en cada alumno un candidato para el reino
de los cielos. Recuerde que el Salvador “veía a
los hombres no como eran, sino como podrían
llegar a ser, transformados por la gracia de Dios,
su Padre”
2. Conozca su Grey.
Haga un censo de los alumnos de su Colegio y
conozca cuántos vienen de un hogar adventista
(se considera que un alumno es de un hogar
adventista cuando el padre o la madre o ambos
son miembros de la Iglesia Adventista) y cuántos
no lo son.
3. Trace un plan de trabajo.
Organice una clase bautismal doble, lo cual
implica que en lugar de organizar una clase en
la cual haya interesados de todas las edades, la
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clase se divide en dos y cada una funciona en
forma independiente. Las clases se denominan:
1. Clase bautismal para menores y 2. Clase
bautismal para jóvenes.

Ventajas de este plan:

Se puede adaptar la enseñanza a la mentalidad
de cada grupo.
La cosecha es más abundante y mejor, pues se
hace más fácil tomar decisiones.

La Clase para menores: asisten menores de 9

a 14 años. En este grupo hay que saber
manejar, entusiasmar y decidir a los menores.
La clase será sencilla ilustrando las verdades
con profusión de material audiovisual. Los niños
participarán activamente: leyendo, mirando,
haciendo y preguntando. Conviene crear un
ambiente de unidad e interés, y para ello se
pueden crear clases al aire libre y pequeñas
actividades sociales.
Aconseja la señora Elena White “Deben
realizarse reuniones para niños, no meramente
para educarlos y entretenerlos, sino para que
puedan ser convertidos. Y esto ocurrirá. Si
ejercemos fe en Dios, seremos habilitados para
señalarles el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo” Evangelismo, p. 374
La Clase para jóvenes: Es la más importante y
la más difícil. Conviene recordar que en esta
clase están los futuros dirigentes de la Iglesia,
colportores, pastores y evangelistas. Por eso el
Capellán debe prepararla muy bien. La clase
deberá equilibrar la profundidad con el interés y
será muy dinámica. Los jóvenes participarán
leyendo los textos. También es conveniente
crear un ambiente de unidad y compañerismo
mediante actividades sociales que unan a los
jóvenes y les ayuden luego a tomar una decisión
por la verdad.
Consideremos el siguiente párrafo del Espíritu
de Profecía: “Y más de un muchacho de hoy día

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 que crezca como Daniel en su hogar de Judea,
estudiando la Palabra de Dios y sus obras y
aprendiendo lecciones de servicio fiel, se hallará
aún ante asambleas legislativas, en tribunales
de justicia o en cortes reales, como testigo del
Rey de reyes” Servicio Cristiano, p. 41
4. No trabaje solo.
Involucre a los maestros, padres y alumnos ya
bautizados en sus planes y pídales su
cooperación.
Pida la colaboración de cada maestro.
Estimule a cada maestro para que ellos trabajen
por sus alumnos. “Desde el grado más alto al
más bajo, los maestros deben mostrar especial
cuidado por la salvación de los alumnos y
mediante esfuerzo personal, procurar guiar sus
pies por senderos rectos” Joyas de los
Testimonios, 2: 425
Hable con los padres.
Cite a los padres de los alumnos que pertenecen
a la clase bautismal y hábleles de la importancia
de que sus hijos hagan una decisión de aceptar
al Señor Jesús como su Salvador personal. El
hogar juega un papel muy importante en la
conservación de los niños y jóvenes.

“Los padres de aquellos niños que desean ser

bautizados, tienen una obra que hacer. Deben
examinarse a sí mismos y dar plena instrucción
a sus hijos. Con amante interés deben
enseñarles día tras día, lo que significa ser hijos
de Dios…” Joyas de los Testimonios, 3:391, 392

Presente a los padres la importancia de tener en

cada hogar el culto familiar, asistir con
puntualidad cada Sábado y Miércoles a la Iglesia
y ser fieles en los diezmos y ofrendas. Su
ejemplo nunca se borrará de la mente de sus
hijos. Hágales ver el gran beneficio que reciben
los niños y jóvenes que forman parte de la
Sociedad de Jóvenes Adventistas; animen y

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 apoyen a sus hijos para que participen en sus
actividades.

Involucre a los alumnos bautizados.

Hable a los alumnos bautizados y anímelos que
ellos sean ganadores de almas, llevando a sus
compañeros a los pies de Jesús. Pídales que oren
por sus compañeros para que ellos tomen la
decisión de entregar sus vidas al Señor.
5. La semana de oración.
Planee las semanas de Oración en forma sabia e
interesante, de tal modo que la música,
predicación y cualquier otra actividad tenga un
profundo ambiente espiritual que lleve al
alumno a tener un encuentro con el Señor.
6. Visite los hogares de los alumnos.
Visitar los hogares de los alumnos es muy
importante. Ellos verán que hay un sincero
interés y ganará su confianza. Al finalizar la
visita, hágalo con una oración.
7. Ejercicios culturales.
Solicite al director del Colegio, que invite al
Presidente, Secretario, Departamentales de la
Unión y Asociación local para que hablen a los
estudiantes y les cuenten cuán grandes cosas
está haciendo el Señor en el territorio de la
Unión y de la Asociación. Estas conferencias
serán de gran ayuda, para inspirar y motivar a
los estudiantes a ser misioneros.
8. Ore fervientemente.
Recuerde que las almas hay que ganarlas sobre
las rodillas. Ore por los alumnos en privado. Ore
con ellos y póngalos en los brazos del Salvador.
9. Llévelos a la decisión.
El obtener decisiones es un arte que debe ser
estudiado y continuamente mejorado.
Use un método que permita pedir decisiones. Si
los estudios se dan de manera informativa, será
difícil que el alumno interesado se decida.
Si cada pregunta y cada estudio es una
apelación al corazón, resultará mucho más fácil.

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 “Al presentar verdades decisivas, preguntad
quien está dispuesto ahora, después de haber
oído la Palabra de Dios y después de haberles
señalado su deber, a consagrar a Cristo Jesús
sus corazones y sus mentes con todos sus
efectos”. Evangelismo, p. 211, 213
Recordemos el método de Jesús al tratar con la
Samaritana:
 Llamó su ATENCIÓN
 Despertó su INTERÉS
 Creó un DESEO
 Produjo en ella una CONVICCIÓN
 Intensificó el DESEO Y LA CONVICCIÓN
 La llevó a la DECISIÓN Y A LA ACCIÓN
 Él fue llevándola paso a paso hacia el
objetivo que perseguía. Cuando llegó el
momento psicológico dijo las palabras
precisas que la llevaron a la decisión.
Aceptó a Jesús como su Salvador, y
muchos de los moradores de la ciudad a
quien ella habló vinieron a Jesús.
10.Cuando una persona tarda en decidirse.
El Capellán debe descubrir cuál es el obstáculo y
debe tratar de ayudar a eliminarlo. Debe
trabajar en esos casos como un médico: tiene
que examinar al enfermo, diagnosticar la
enfermedad, prescribir el remedio y a veces
aplicar el tratamiento.
“Descansa sobre el ministro la Sagrada
responsabilidad de velar por las almas como uno
que tiene que rendir cuenta. Tiene que
interesarse por las almas por las cuales trabaja,
buscando todo lo que los enmaraña y molesta e
impide andar en la luz de la verdad “ Review
and Herald, agosto 30, 1892

Listos para el Bautismo

Al acercarse la fecha para el bautismo, el Capellán
debe cerciorarse de que los alumnos estén bien
establecidos en la fe. No es suficiente conseguir una
aceptación teórica de la verdad de parte de los

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interesados. Es necesario que todos experimenten la
conversión y vivan la verdad antes de ser bautizados.

El Espíritu de Profecía nos dice: “Los pastores que

trabajan en los pueblos y en las ciudades para
presentar la verdad, no deben sentirse contentos, no
deben pensar que su obra está terminada, hasta que
los que han aceptado la teoría de la verdad permitan
verdaderamente el efecto de su poder santificador y
estén en realidad convertidos a Dios”

“Al Señor le agradaría tener seis personas

verdaderamente convertidas a la verdad como
resultado de sus labores, que tener sesenta que hacen
una conversión nominal y que sin embargo no están
cabalmente convertidas” Evangelismo, p. 239
Anuncie la proximidad del evento con el fin de crear
expectativa y deseo de bautizarse.
Haga la lista de candidatos y estúdiela con el pastor de
la iglesia para que sea presentada a la junta directiva
de la iglesia, a la cual el Capellán debe asistir para
informar sobre los candidatos.

Un Sábado antes del bautismo, se imparte a los

candidatos toda información acerca de la ceremonia:
lugar, hora y ropa que deben llevar. También se les
anima a invitar a la ceremonia a sus familiares y
amigos.

El Capellán tendrá parte activa en el programa.

Conviene que en algún momento se mencione la clase
bautismal. Al final, el pastor con el Capellán felicitan a
los nuevos miembros.
Se hace luego un fervoroso llamado; se obtienen los
nombres, direcciones y se invita a los nuevos
interesados a incorporarse a la clase bautismal.

Apacienta mis Corderos

Lo primero que debe hacer un Capellán después de
bautizar a las almas, es apacentar a los recién
bautizados. Ellos, ahora son como corderitos indefensos

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y su atención requiere gran cuidado y ternura, mucha
paciencia y perseverancia.
“Cuando los hombres y mujeres aceptan la verdad, no
hemos de alejarnos y abandonarlos, para no sentir una
preocupación futura por ellos. Han de ser atendidos”
Evangelismo, p. 451

Enséñeles a crecer.
Una persona que “ha nacido de nuevo” comienza una
nueva vida similar a la de un recién nacido. Se pueden
adaptar siete reglas que promueven la salud en los
recién nacidos y aplicarlas al crecimiento espiritual del
cristiano.

1. Alimentación diaria. El apóstol Pedro nos

aconseja: “Desead, como niños recién nacidos la
leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis” 1Pedro 2:2
2. Aire Fresco. Enséñeles a orar. La oración es el
oxígeno del alma. Hay que orar asiduamente.
(Lucas 18:1; Romanos 12:12) El mejor programa
es orar tres veces por día (Daniel 6:10)
3. Ejercicio regular. Hay que poner en práctica la
Palabra de Dios. “Sed hacedores de la Palabra”
Santiago 1:22
4. Reposo adecuado. El mejor reposo para el ser
humano es la confianza en Dios en todo
momento con una fe sencilla. “En Dios confío mi
corazón y fui ayudado” Salmo 28:7
5. Un ambiente limpio. Aconsejarles que eviten
las malas compañías y todo lo que pueda
debilitarlos espiritualmente. “Bienaventurado el
varón que no anduvo en consejo de malos, ni
estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado” Salmo 1:1
6. Un cuidado amante. Debe mostrarse a los
recién bautizados la importancia de formar parte
de una iglesia en la que puedan beneficiarse de
la enseñanza pastoral y de la comunión
cristiana. “Yo me alegré con los que me decían:
a la casa de Jehová iremos” Salmo 122:1

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 7. Chequeos regulares. Examina con regularidad
tu salud espiritual. El apóstol San Pablo nos dice:
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en fe;
probaos a vosotros mismos…” 2Corintios 13:5

Si descuidamos cualquiera de estas reglas, el progreso

de los recién bautizados quedará estorbado. Dios
quiere que cada persona que ha nacido de nuevo,
crezca “en la gracia y conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo” 2 Pedro 3:18

Hay que enseñarles a leer y estudiar.

Hay que enseñarlos como estudiar las Sagradas
Escrituras, el estudio diario de la lección de la Escuela
Sabática, el estudio y comentario del versículo de la
Devoción Matutina y diversos planes para leer el Año
Bíblico.

También hay que animarles a que lean las

publicaciones de la iglesia tales como las revistas
Enfoque, Mundo Joven y Revista Adventista.

Los nuevos creyentes deben ser enseñados también a

leer sistemáticamente los escritos del Espíritu de
Profecía. “Muchos se apartarán de la fe y prestarán
oídos a espíritus seductores” Patriarcas y Profetas y el
Conflicto de los Siglos, son los libros que están
especialmente adaptados a los recién llegados a la fe,
para que sean establecidos en la verdad” Evangelismo,
p. 269

Visitar a los nuevos miembros en sus hogares.

Después de un bautismo, el evangelista, el pastor o el
Capellán empiezan a dedicar sus esfuerzos a nuevas
personas. Los nuevos miembros no comprenden por
que antes eran visitados con tanta regularidad y ahora
que han sido bautizados son prácticamente
abandonados.
“Tratad que todos… sean establecidos en la fe… A
semejanza del apóstol Pablo, visitadlos a menudo para
ver como siguen” Evangelismo, p. 248

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Instruir a los nuevos conversos como hacer
frente al enemigo.
Es necesario seguir instruyendo a los recién bautizados
como hacer frente con éxito al enemigo. Recordemos
que Jesús fue fieramente atacado por Satanás
justamente después de su bautismo. Él es un enemigo
inteligente y astuto. Sus tácticas son engañosas, se
deleita en poner lazos para los indoctos y confiados.
Los “bebés de Cristo” son sus blancos prioritarios. Él
tratará de causar innumerables dificultades a los
nuevos miembros para desanimarlos a seguir los
consejos que nos da San Pablo en el capítulo seis del
libro a los Efesios para que se vistan de toda la
armadura que Dios provee.

“Es un procedimiento pobre dejar a unos conversos

aquí y allá sin cuidado, como presa para los lobos
rapaces o para que sean el blanco sobre el cual el
enemigo abre fuego. Se me ha mostrado que ha habido
mucho de esta clase de obra hecha entre nuestros
hermanos. Y estas pobres almas que tienen un ligero
conocimiento de la verdad son dejadas sin que se
tomen las medidas apropiadas para confirmarlas y
establecerlas en la fe, educándolas como soldados bien
adiestrados que saben hacer frente a los ataques del
enemigo y vencerlo” Evangelismo pp. 250, 251

Desarrollar los talentos de los nuevos miembros.

“Cuando un joven se convierte, no lo dejéis en la
ociosidad; désele algo que hacer en la viña del Maestro.
Según sus actitudes ocúpesele: pues el Señor ha dado
a cada cual su obra” Consejos sobre la Obra de la
Escuela Sabática

No hay nada mejor para establecer a los nuevos

creyentes en su fe que enseñarles a que dediquen sus
talentos al servicio de Dios.

Debe dárseles participación lo antes posible en las

actividades y reuniones de la iglesia. Algunos pueden
cantar, otros recitar o desarrollar diversas partes en las
reuniones.

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Tan pronto como la prudencia lo permita se les puede
dar algún cargo en la Escuela Sabática o en la Sociedad
de Jóvenes.
El Capellán debe animar a los nuevos creyentes a
desarrollar sus talentos y conseguir que se les dé
oportunidad para actuar.

Educar a los nuevos conversos para ganar almas.

Un medio seguro para lograr la estabilidad de los
nuevos miembros es enseñarles y ponerlos a trabajar
para ganar a otros para el Señor.

El Espíritu de Profecía, nos aconseja: “Tan pronto como

se organiza una iglesia, ponga el pastor a los miembros
al trabajo. Debe enseñárseles como trabajar con éxito.
Cuando las almas se convierten ponedlas al trabajo
enseguida. Y a medida que trabajan, de acuerdo con su
habilidad, se irán haciendo más fuertes. Es haciendo
frente a las influencias opositoras como llegan a
confirmarse en la fe” Evangelismo, pp. 205, 251

“Las almas humildes, sinceras y confiadas, pueden

hacer una obra que causará regocijo en los cielos entre
los ángeles de Dios… Debido a que esta obra no se
hace, la experiencia de los conversos nuevos nunca
alcanza el más allá del ABC en cosas divinas”
Evangelismo, p. 261

¿Quién mejor que el mismo Capellán puede enseñar a

sus nuevos conversos a que trabajen para ganar a otros
para el reino de los cielos y ser útiles en el servicio de
Cristo? Haga un plan combinado de instrucción y
trabajo. Utilice el plan de educación continúa para
laicos.

Protegiendo a los nuevos creyentes contra el

error.
Mientras nos acercamos al fin, la iglesia de Dios y
especialmente los nuevos creyentes, estarán expuestos
más y más al engaño, al error y al fanatismo.

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Hay un sin fin de organismos religiosos que esparcen
sus doctrinas por doquier. Satanás tratará de engañar
aún a los escogidos con sus engaños mentirosos y lo
que es aún más preocupante es que hay movimientos y
apóstatas que se han ido desprendiendo de nuestra
propia iglesia.
Es deber de la iglesia salvaguardar a los nuevos
creyentes de estos errores. El Espíritu de Profecía nos
advierte: “Donde quiera se haya suscitado un grupo
pequeño, Satanás está tratando de molestar y distraer
a sus miembros” Evangelismo, p. 262

“Satanás está constantemente tratando de inducir a los

hombres a caer en el error… Surgen constantemente
nuevas sectas para desviar de la verdad. Personas que
pretenden creer la verdad, vendrán a nosotros y nos
instarán a creer doctrinas erróneas, que harán
tambalear nuestra fe, en la verdad presente si les
prestamos oídos” Evangelismo, p. 263

El apóstol Pedro, inspirado por el Espíritu Santo escribió

a las iglesias: “Ruego a los ancianos que están entre
vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las
aflicciones de Cristo, que soy también participante de la
gloria que ha de ser revelada: Apacentad la grey de
Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella,
no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia
deshonesta, sino de un ánimo pronto; y no como
teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino
siendo dechados de la grey. Y cuando apareciere el
Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona
incorruptible de gloria” 1 Pedro 5:1-4

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Principios y recomendaciones
generales para la enseñanza
religiosa
Uno de los grandes principios que
debemos mantener presentes al
enseñar religión es el de conocer a los alumnos. Esto
podemos lograrlo al poner en práctica las siguientes
recomendaciones:

1) Visítelos en sus hogares.

2) Hable con los otros maestros sobre sus alumnos
para conocer nuevas perspectivas.
3) Consulte a los dirigentes de la iglesia local a la
cual asisten sus alumnos.
4) Obsérvelos mientras juegan.
5) Escríbales cartas e invítelos a que le respondan.
6) Conserve información escrita referente a cada
uno de ellos; cumpleaños, fechas importantes,
etc.
7) Invítelos a pasear o asistir a las actividades de la
iglesia local.
8) Salga con ellos a comer helado o simplemente
un refresco.

El interés viene antes que la atención y la atención

viene antes que el conocimiento. Esto significa que
ellos se deben mantener interesados en la clase que
usted les está dando. A continuación; algunas leyes
para captar la atención:
1) La ley de la sorpresa: nunca deje que esas
pequeñas mentes esperen su clase. De cuando
en cuando cambie el orden de los elementos
que constituyen la clase que usted prepara de
modo que el grupo nunca sepa lo que viene
después.
2) La ley de la originalidad: si es posible incluya
en cada clase algo nuevo o fuera de lo común.

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 3) La ley de la variedad: asegúrese que su
programa sea variado en su contenido, pero no
se aparte del tema central.
4) La ley de lo conocido: a los niños les encanta
lo conocido, pues les abre la oportunidad de
participar.
5) La ley de la restricción: un peligro que
debemos evitar es la tendencia a darle mucho
lugar a aquellos elementos del programa que
son aceptados con mucho entusiasmo.
¡Cuidado! El interés en ellos pronto declinará si
se usan demasiado. La restricción es lo que
mantiene despierto el apetito. No se exceda en
las cosas que cautivan. Vayan al próximo asunto
cuando esté en la cima del interés, aunque el
grupo le pida más.
6) La ley de la participación: la participación es
más importante que la presentación. Para ellos
es más interesante “hacer” que “oír”

Otras recomendaciones importantes:

1. Haga uso de las armas que permiten alcanzar a
los niños:
 Simpatía
 Amor
 Fe
2. Haga para sí al levantarse y al acostarse las
siguientes preguntas:
1) ¿Mantengo una estrecha relación con
Dios?
2) ¿Mi apariencia física está acorde a los
principios cristianos?
3) ¿Hablo con seguridad de Jesús?
4) ¿He experimentado el perdón de Dios?
5) ¿Se nota que Cristo vive en mí?
6) ¿Se siente que Cristo vive en mi hogar?
7) ¿Conozco a Jesús, a los niños y su
palabra?
8) ¿Tengo un método de trabajo?
3. Al explicar la clase, baje al nivel de sus alumnos.
4. Use preguntas que despierten su mente.
5. No lea las lecciones delante de sus alumnos.

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 6. Tenga un plan definido de trabajo.
7. Siga los métodos de enseñanza de Jesús:
1) Uso las circunstancias
2) La narración
3) Método deductivo
4) Método inductivo
5) Se asoció con ellos
6) Se relacionó con ellos
7) Estaba con ellos en todas partes
8) Descubría capacidades en sus alumnos
9) Enseñaba por medio de la unidad
10) Reprendía con ternura
11) Hablaba con ternura
12) Hablaba con seguridad
13) No desperdició ninguna oportunidad
14) VIVO LO QUE ENSEÑO
15) Mucha oración: mucho poder – poca
oración: poco poder.

Principios fundamentales de la filosofía de la

educación cristiana

1) Un Dios de amor creó y sostiene el universo

entero y las leyes que gobiernan el universo,
son una transcripción de su carácter.
2) El hombre fue creado a la imagen de Dios con
capacidades físicas, mentales, espirituales y
sociales que le permiten disfrutar íntegramente
del trabajo, del descubrimiento continuo, de la
adoración respetuosa y de la relación de amor
con Dios y sus semejantes.
3) Existe un gran conflicto universal entre Cristo y
Satanás.
4) El pecado es la trasgresión de la ley de Dios y su
resultado es la ruina.
5) Dios continúa expresando su amor por el
hombre a través de su hijo, quien provee
redención a través de su vida de servicio y su
muerte en la cruz.
6) La verdadera educación es el resultado de la
restauración del hombre pecador cuando él

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 escoge cooperar con el poder de Cristo y
comunicarse con Dios.
7) Dios ha comunicado su naturaleza, propósitos y
planes a través de la revelación divina y este
conocimiento nunca se ha derivado por la razón
humana solamente.
8) La educación continúa a través de todo el
período de existencia posible al hombre.

Metas generales de la educación Cristiana

Adventista
A través de la educación Adventista del Séptimo Día, el
estudiante:
1) Aprende a conocer a Dios y su carácter a través
del estudio de la Biblia, auxiliado por el estudio
de la naturaleza y los escritos de Elena G. White.
2) Desarrolla un amor personal y una relación de fe
con Jesucristo.
3) Desarrolla respeto y reverencia hacia Dios.
4) Reconoce y aprecia la obra del Espíritu Santo y
el ministerio de los ángeles.
5) Aprende a comunicarse con Dios, a reconocer su
guía providencial y a cooperar con su poder para
resistir a Satanás y vivir una vida santificada.
6) Reconoce su valor como miembro de la familia
de Dios y activamente participa en ese
compañerismo.
7) Desarrolla un carácter cristiano, lo cual es la
única posesión que se lleva a la eternidad.
8) Aprende de sus maestros quienes son ejemplos
del carácter cristiano y quienes son los
compañeros de los estudiantes, mientras
trabajan, estudian y se recrean.
9) Aprende en una atmósfera escolar donde las
virtudes cristianas son valiosas y aceptadas.
10) Adquiere las habilidades académicas básicas y
un adecuado conocimiento necesario para la
vida.
11) Desarrolla un nivel elevado de pensamiento y de
hacer decisiones.

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 12) Aprende las leyes físicas, mentales y espirituales
de su ser y alcanza una práctica equilibrada de
sus principios.
13) Desarrolla cualidades de apreciación estética.
14) Adquiere las habilidades necesarias para un
oficio de la vida y desarrolla una apreciación por
el valor y la dignidad del trabajo.
15) Entiende y acepta su responsabilidad social y el
plan de Dios para su vida relacionada con el
hogar, comunidad, nación, mundo y universo.
16) Desarrolla sus habilidades y coopera con otros
en su servicio desinteresado a la humanidad.
17) Desarrolla cualidades de tolerancia y cortesía.
18) Acepta un sentido personal de misión llevando
el mensaje al mundo y preparándolo para el
pronto regreso de Jesús.

Cristo como Capellán

1. Vio valor en todas las personas

2. Compartió la suerte de la humanidad.
3. Manifestó confianza.
4. Aceptó a las personas.
5. No fue desviado a dar información.
6. Despertó el deseo por algo mejor.
7. Fue un modelo de vida efectiva.
8. Sabía cómo confrontar a las personas cuando
era necesario.
9. Comprendió y utilizó correctamente el poder de
la voluntad.
10. Estaba continuamente consciente de que la
única solución real a los problemas humanos
estaba en una nueva naturaleza.
11. Utilizó diferentes tácticas con diferentes
personas.

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