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Chabacano en Tayabas: implicaciones para la historia de los criollos hispano-filipinos

Author(s): Mauro Fernández Rodríguez


Source: Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana, Vol. 9, No. 1 (17), La prosodia en
lenguas y variedades en el ámbito iberorrománico (2011), pp. 189-218
Published by: Iberoamericana Editorial Vervuert
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/41670583
Accessed: 12-02-2016 21:18 UTC

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Mauro FernándezRodríguez*

Z> Chabacano en Tayabas: implicaciones


para la historia de los criollos hispano-fílipinos

resumen:Frentea la visióntradicional de la geografíade los criolloshispano-fílipinos,


circunscritaa unospocos lugaresde la bahía de Manila y del surde Mindanao,en este
trabajopresentamos y documentamos unpanoramageográfico bastantemás amplio,que
incluye como mínimo algunaspequeñas ciudades de las provinciasde Tayabas(en la
actualidadQuezon),de Laguna,y posiblemente tambiénde otras.Las implicaciones his-
tóricasque se desprenden de estanuevageografíasonde largoalcance.El relatohabitual
sobreel origende estoscriollos,que inclusocon la geografíatradicional adolecíaya de
dificultadesdifícilesde soslayar,devieneahoradel todoinverosímil. Uniendolas nuevas
pistasdisponiblescon las viejasemerge,si bientodavíaen esbozo,unnuevorelatode los
orígenes,en él que los protagonistassonlos gruposlocalesmásacomodadose hispaniza-
dos,en especiallos mestizoschinosy los indígenasde rangosocialmás elevado.

palabras clave: lenguascriollas;chabacano;Tayabas;origende los criolloshispano-


fílipinos;sociolingüística.

abstract: Againstthetraditional
viewofthegeography ofPhilippine-SpanishCreoles,
whichconfínesthemto a fewsitesin ManilaBay and SouthMindanao,inthisarticlewe
presentand documenta widergeographicpanorama,that,at least,includessomelittle
townsin theprovincesofTayabas(currentlyQuezon),Laguna,andpossiblyothers, too.
Thisnewgeography holdsvasthistorical
implications.The usualknownstoryaboutthe
originofthesecreóles,whichevenwiththetraditionalgeography containedseriousdiffi-
now
culties, becomes a completely
unlikelyscenario. Takingintoaccountall theavail-
a newstoryemerges(althoughstillin sketch),one inwhichtheprotag-
able information,
onistsare the morewealthyand hispanicizedlocal groups,especiallythe Chinese
mestizosandtheindigenous peopleofhighersocial status.
Cre-
keywords: creolelanguages;Chabacano;Tayabas;originof Philippine-Spanish
oles; Sociolinguistics.
00
<N
0'
oo

* MauroFernández es catedrático
de Lingüística
Generalenla Universidad deA Coruña.Es autorde
numerosas de carácter
publicaciones teórico,
descriptivo enel ámbito
e historiográfico, de la Sociolin- 0
<N
Fuecoordinador
güística. científico
delSeminariode Sociolingüística
de la RealAcademia Galegay X
director
delInstituto
Cervantes enManila.Másrecientemente vieneocupándose conasiduidadde los
criollos
hispano-fílipinos. 1

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Fernández
Rodríguez

1. La geografía del chabacano en su relación con la historia: el relato estándar

Tal como ha sido descritahasta ahora, la geografíadel chabacano se circunscribea


unos cuantos puntos aislados del archipiélago filipinoen los que todavía hay gente que
lo habla o nos consta que la ha habido hasta tiemposrecientes.En la isla de Luzon estos
puntosseríanTernate,Cavité y el barriomanileñode Ermita;y en Mindanao seríanZam-
boanga, Cotabato,la pequeña isla de Basilan y Davao (véase el mapa 1).
Esta geografíatan precisa y delimitadasirvede soportea una narrativahistóricaque
suele contarsesiguiendoel guiónestablecidoporWhinnom(1956) hace algo más de medio
siglo,en el que se atribuyea todos los criolloshispano-filipinos
un origenexterioral archi-
piélago: la pequeña isla de Terrenate,en el flancooeste de Halmahera,en las Molucas del
norte.Según esterelato,cuando se retiraron las tropasespañolas de la guarniciónde Terre-
natepara reforzarla defensade Manila, amenazada por el "pirata"chino Koxinga, fueron
con ellas doscientasfamiliasde márdicas,nombreque se daba a unos guerrerosmoluque-
ños procedentesde diversasislas, que no eran súbditosde ningunode los reyesindígenas
hegemónicosen la zona, y que se poníanal serviciode las tropasespañolas u holandesas,o
antes,en Ambón,de las portuguesas.Según Whinnom,estos márdicasque acompañarona
los soldados españoles en su retiradahablabanya "a peculiarlanguageof theirown, a kind
of corruptSpanish" (1956: 4). Ese español peculiar,suponeWhinnom,daría continuidada
un pidginportugués-malayo, transformado y relexifícadopor su contactocon el español y
que, con modificaciones adicionales debidas al nuevo contactocon el tagalo, sería más o
menos la base del chabacano tal como lo conocemos en nuestrosdías.
Para dar cuentade esa distribucióngeográficaacotada y discontinua,Whinnomutili-
za el recursode situarmárdicasen todos los lugarespertinentes. Así, las doscientasfami-
lias transplantadasse habríaninstaladoprimeroentreel límitenortedel pueblo tagalo de
Ermitay las murallasde Manila. Pero debido a las continuasquerellas con los tagalos, de
allí fuerontrasladados a la provincia de Cavite, al suroestede Manila, donde formaron
asentamientosen diversos lugares: en Tanza, en la vecindad del barriocaviteño de San
Roque, y en lo que con el que con el tiempohabría de denominarseTernate,en la barra
del río Maragondong,en las cercanías de la población de este nombre.Desde San Roque
y Tanza, la lengua se habría extendidoa uno o dos pueblos más, en particulara Cavite
City-Puerto de Cavite en la toponimiaespañola, población separada de San Roque tan
solo por un pequeño istmode pocas varas de longitud-,supone Whinnomque debido a
la influenciade los ternateños(descendientesde márdicas) que trabajabanen el astillero.
Así, aunque no tengamosevidencia documentaldirecta,"we cannot escape the conclu-
sion thatCaviteño is themoderndescendantof Ternateño"(Whinnom 1956: 12).
Apartede esa estancia inicial de los márdicasen el confínnortede Ermita,Whinnom
no aportamás datos poblacionales que avalen la filiacióngenéticadel "ermitaño",acerca
de cuyo origenen el ternateño,sin embargo,"no cabe duda razonable":

Althoughwe are toldthatthetwohundredfamiliesfromTernatewereall evacuated,I


thinktherecan be no reasonabledoubtbutthatTernateño, ifit is notthedirectancestorof
playedat leastan important
Ermitaño, partin itsgenesis(1956: 12).

Nada más se nos dice sobre esa misteriosagénesis. La presencia inicial de los márdi-
cas en las cercanías del poblado duranteun corto período de tiempo, aunque fuese en

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Chabacano
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MAPA 1
Geografíatradicionaldel chabacano

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constantesquerellas con los vecinos tagalos, le parece a Whinnom que fue suficiente
para hacer surgirel ermitaño,que después, de formaigual de misteriosa,se habríagene-
ralizado en el poblado de Ermitay que

[. . .] was adoptedbytheTagalogswhocameincontactwiththecommunity, since,althoughit


has noneofthegrammatical of Spanish,itwas stilllargelycomprehensible
complexities to
theSpanish-speaking community ofManila(1956: 13).

Las mismasdificultadessuscitala extrañapropagacióndesde Ternatehacia otrospue-


blos de la provinciade Cavite.1Las descripcionesexistentesnos presentana los ternate-
ños filipinoscomo un grupoaislado, endogàmico,con escasa relaciónincluso con el cer-
cano pueblo de Maragondong,y que todavía manteníansu lengua indígenaoriginariaen
el últimoterciodel siglo xix. Nada de esto respalda el considerarloscomo el puntofocal
de la propagacióndel chabacano hacia pueblos que distanunos cuarentakilómetros.
El siguientepaso que necesitabaWhinnompara vincularal ternateñocon los criollos
de la isla de Mindanao, mil kilómetrosal sur de Manila, era imaginarque había muchos
hablantesde estos criollos de Ermitay de Cavite entrelos soldados que participaronen
1719 en la refundaciónde la fortalezade Zamboanga, que tambiénhabía sido desmantela-
da a finesde 1662, por la misma razón que la de Terrenate:reforzarla defensade Manila
ante los temoressuscitadospor las amenazas del piratachino Koxinga. Según Whinnom:

It is morethanprobablethatmanyof theTagalogtroopsspokeErmitañoor Caviteño,


and theconditionswhichhad prevailedin Ternatein theMoluccas werehererepeatedall
overagain-theintimate convivenceof Spanish-speakers withnatives,isolatedbya common
enemy,andtheintermarriage troopswithnon-Spanish-speaking
of illiterate women.I takeit
thatZamboangueño is a semi-independent growth,germinated andperhapscontrolled bythe
use of othercontactvernacularsamongthegarrisonsoldiers.Thatit cannotbe an entirely
independent growthis demonstrated bythefactthatitsverbalsystemis identicalwiththatof
Ermitaño andCaviteño(1956: 14).

En cuanto al restode Mindanao, Whinnomsolo se refierea Davao, cuyo chabacano


o abacay Spanish sería un descendientedirectodel zamboangueño, como resultadode
un proceso migratorioiniciado hacia 1900. No se mencionanen esta obra el restode los
lugaresen los que todavía se habla chabacano: Cotabato y el área adyacente,de Tamon-
taca a Pollok, y la isla de Basilan frentea Zamboanga.
Este relatode los orígenesera para Whinnomel único consecuentecon su conocida
hipótesismonogenètica,según la cual todos los criollos procederíande un pidginportu-
gués, que a su vez remitiríaa la lingua francao sabir.
En otras ocasiones (Fernández 2006, 2008) nos hemos referidoa algunos puntos
oscuros de este relatode Whinnom,así como a ciertasinexactitudesen sus aportaciones,
en general valiosas, al estudio de los criollos hispano-filipinos.Pero hay algo que sí es
cierto: los habitantesdel actual Ternatefilipinoson descendientesde márdicas. Esto es
algo que está relativamentebien documentadodesde hace varios siglos, pues figuraya
en la historiadel padre jesuita Pedro Murillo Velarde (1749), en la de su compañero de

1 Hasta1754,esazonapertenecía ynoa Cavite.


deMariveles,
al corregimiento

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ordenJuanJosé Delgado (1754), o en la tan citada del agustinorecoletoJuande la Con-


cepción (1788-1792), así como en varios autores del xix y de la primeramitad del xx,
anterioresa Whinnom.
La referenciamás antigua a los márdicas de Maragondong que he podido encontrar
hasta ahora es incluso bastanteanteriora cualquiera de las que acabamos de mencionar,
y se halla en una "Relación del estado de las Malucas" escritapor el jesuita Miguel Pare-
ja para la Audiencia de Manila en 1671. En ella el padre da cuenta de los resultadosde
una embajada que le había sido encomendada en las islas Molucas, y en la que le habían
acompañado "dos merdicas de Marigondon" (Jacobs 1984: 661). Había, pues, márdicas
en la barradel río Maragondongocho años después del abandono de las Molucas por las
tropasespañolas.2 La mencióndel padre Pareja es rutinaria,sin ningunaexplicación aña-
dida, lo que indica que su destinatarioen la Audiencia de Manila estaba bien al tantode
la existencia de este asentamiento.Sin embargo, el jesuita redactorde la extensa carta
annua de las misiones de Filipinas correspondientea los años 1665 a 1672, no menciona
a los márdicas,ni en Maragondong ni en ningúnotro sitio. En ella, como en las demás
annuas, se detallan los pueblos que están a cargo de los padres de cada residencia.En la
partecorrespondientea la residencia de Silang, se especifica que el pueblo de Maragon-
dong depende de ella, y se habla de algunas expediciones de los padres por los montes
cercanos a este pueblo para cristianizarinfieles; pero no hay la menor referenciaa un
poblado foráneo y cristiano en la barra del río. Tampoco se menciona a los márdicas
cuando se informade las labores de las residencias de Manila y de Cavite, donde se
supone que estuvieronestos márdicas antes de su traslado a Ternate.Lo mismo ocurre
con la annua anterior,escritapor el provincialde Filipinas Rafael de Bonafé, que cubre
el período de 1659 a 1665 en el que, según el padre Murillo, llegaron los márdicas a
Manila acompañando al jesuita Diego Esquivel, que era el superiorde la orden en las
Molucas. La carta contienevarias páginas sobre lo que supuso para Manila la amenaza
de Koxinga, pero los márdicas no figuranpor ninguna parte.3Ni siquiera se habla de
ellos en la necrológica del padre Esquivel (|1665 en Manila), contenidaen la annua de
1665 a 1672, a pesar de que se supone que habían venido con él desde las Molucas.
Todo esto suscitauna serie de problemas.¿Eran los márdicasque en 1671 estaban en
Maragondonglos mismos que, según la tradición,acompañarona las tropasespañolas en
su retirada?¿Vinieronde verdad con el padre Esquivel? ¿Eran otros,que estaban en la
zona desde antes?
Diversos documentosprueban que había márdicas en Filipinas desde bastanteantes
del desmantelo de Terrenate.Los había entrelas tropas que llevaba el general Pedro
Almonte,gobernadorde Zamboanga, en su expedición a la Sabanilla en 1639; y entrelas

2 El desmantelamiento deTerrenate ylasdemásfortalezas enlasMolucas,se ordenó


españolas en1662y
sehizoefectivoel 2 dejuniode 1663.Es unhechobienestablecido,sobreel quese conservaunabuena
cantidaddedocumentos deépoca,porlo quenodeberían caberdudassobrela fechaenquese produjo.
Whinnom, sinembargo, afirma que"wemustpresume thattheyleftfromMoluccasin 1658or1659"
(1956:7),puescreía,conbasemanifiestamente queTernate
insuficiente, habíasido"fundado" en 1660.
3 Hay,sinembargo, unamención al bautizoenla catedral
de Manilade CachilDuco,hijodelreyde
TidorCachilZaide,quehabíasidoenviadoporsupadrea Filipinas, conla intención
de alejarlode la
islaporsuinclinación haciaal cristianismo
(Archivům Romanům Societatis Annuae7/2,
lesu,Philipp.
774-775).

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tropas del general Felipe de Ugalde que reprimieronla rebelión de los pampangos de
1660, o la encabezada por AndrésMalong en Pangasinan en el mismo año.4 Había inclu-
so una compañía de márdicasentrelas tropasque abandonaronel presidio de Zamboan-
ga5 para acudir a reforzarla amenazada Manila, cumpliendola misma orden del gober-
nadorgeneralque dio lugar a la retiradade las Molucas.
Fue a estos soldados márdicas a los que se les asignó,junto a los japones y criollos6
y como partede los preparativosde defensa,la zona que iba desde la iglesia de Santiago,
en Bagumbayan,hasta Malate, atravesandopor consiguientede nortea sur el poblado de
Ermita. Del mismo modo, a los cagayanes y boholanos se les asignó la orilla del río
Pasig desde Santa Cruz a Binondo, y a los demás tercios"de gentede Caraga, Zebuana y
Dapitana se les señaló por cuarteles la Estacada, extendiéndose por la banda del mar
hasta Tondo" (San Agustín 1890 [ca.1700]: 633). La defensa de Manila se reveló muy
prontocomo innecesaria,debido al fallecimientode Koxinga y a que su hijo envió reca-
do de que no tenía intenciónde atacar Manila; por consiguienteya no tenía sentido el
mantenimiento de estas tropasen la ciudad. Los márdicas estuvieronestablecidos en los
confínesde Ermita,pues, a lo sumo duranteunos pocos meses. Siguió habiendo compa-
ñías de márdicasal lado de las españolas y las de naturalesfilipinos(especialmentepam-
pangos) después de pasada la amenaza de Koxinga; los encontramospor ejemplo en las
expediciones contralos zambales de Playa Honda alzados en 168 1, o acompañando al
generalTomás de Endaya en 1686.
No sabemos en qué fecha se estableció un cuerpo de márdicas en la isla del Corregi-
dor,frentea Manila, para avisar medianteseñales del avistamientode barcos piratasde
Jolóy Mindanao. Parece ser que los márdicasde Maragondongpodríanformarpartedel
mismo sistemadefensivo,y es posible que en algún momentoconfluyesencon ellos los
de Corregidor,cuya labor resultópoco eficaz (Barrantes1878). Estos soldados márdicas,
belicosos y, como todos los demás, proclives a la rapiña de guerra cuando estaban en
campaña, no deben confundirsecon las doscientas familiasque supuestamenteacompa-
ñaron a las tropas españolas en 1663 en su retiradade Terrenate.No parece que estas
doscientas familiashayan estado nunca en Ermita,y no está claro que tenganrelación
con los establecidosen las cercanías de Maragondong.La conexión directaentrela eva-

4 Estádocumentado queeraCachilDuco(véasenotaanterior) quienmandaba las fuerzas márdicasque


participaron enla represión de la sublevación
deAndrés Malongyenotrosepisodios militares.Perono
figuraba entre losquese instalaron enMaragondong, puesconstadocumentalmente queen 1705se le
confirmó la encomienda de variospueblosenla provincia de Cagayan(al norte de la islade Luzón).
5 Constaenunacartade 10dejuniode 1683,deFernando deBobadilla, gobernador delpresidio deZam-
boangaenla épocadeldesmantelo, dandotestimoniodelo acontecido yestimando lasposibilidadesde
reestablecer la fortaleza.
Enellalistalastropasquehabíaenla fortaleza cuandoseprocedió a cumplir
la
orden deabandonarla: másde300españoles, 200pampangos, hasta400cagayanes "yunacompañía de
merdicas queservíaa salariocomolasdemásdestanación"(Archivo General de Indias, Audienciade
Filipinas, legajo201,N.l, fols.301r-302v). Estedocumento, quehastaahoradormía enlosarchivos,
puederesultar deutilidad paraquiensigaintentando buscarunafiliación moluqueña al zamboangueño.
Es muyprobable queesosmárdicas queestaban enZamboanga supiesen,a sumanera, el español;
pero
noserían losúnicosenhablarlo, comose explicamásadelante enel texto principal.
6 Estanoticia, al igualquelasqueanteceden sobrela presenciademárdicas enlasdiversas campañas fili-
pinas,proceden de SanAgustín (1898[ca.1700]).Las referenciasa los"criollos" o "morenos" enesta
obray endiversos documentos nosondemasiado peropodríatratarse
transparentes, demalabares. Eso
creíael padreMurillo (1752:33) ytambién el padreDelgado(1754:265).

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enTayabas
Chabacano 195

cuación de cristianosternateños,Ermita(Bagumbayan) y Maragondongla establece por


primeravez el jesuita Murillo Velarde en su Historia (1749), casi cien años después del
desmantelamientode Terrenate.Murillo nos pinta a unos márdicas ejemplarmentecris-
tianos,que "por no perderla fe, abandonarongenerosamentela patria",acompañando al
padrejesuita Diego de Esquivel. Estos márdicaspiadosos parecen bien diferentesde los
soldados mercenariosque servían en las tropas de España. Hemos leído diversos docu-
mentoscontemporáneosde estos sucesos en los que se da cuenta de la retiradade Terre-
nate,incluidas las cartasy relaciones del padre Esquivel y de otrosjesuítas, y no hemos
encontradotodavía ninguno en el que se mencione explícitamenteesta evacuación de
familias cristianas.Hay una referenciaindirectaen un documentoescritoprecisamente
por el encargado de llevar a cabo la demolición de la fortalezaque los españoles tenían
en Ternate,7que deja entreverque se evacuó el poblado de márdicas aledaño a la fortale-
za que teníanlos españoles en Terrenate.Pero el destinoy el itinerarioque siguieronlos
habitantesde este poblado nos resultaninciertos,siendo improbable que hayan estado
alguna vez instalados en los confínesde Ermita,8así como que hayan sido ellos los que
fuerona parara Maragondong.
Lo único seguro es, pues, que los ternateñosactuales desciendende genteoriundade
las Molucas. Así lo prueba el que solo ellos en Filipinas tenganentresus danzas tradicio-
nales el sakalele , una danza guerreradel nortede Molucas, o que solo en el chabacano de
Ternateencontremospalabras de algunas lenguas moluqueñas,junto a otrascuyo origen
todavía no está claro y que no existen en ningúnotro sitio de Filipinas. Es seguro tam-
bién que en 1671 ya estaban allí. Y es seguro que en 1749 hablaban español (nada nos
dice el padre Murillo sobre si era corruptoo no; supongamosque sí lo era), tagalo y con-
servabantodavía su lengua originaria,algo que dejó admiradoal padre Murillo:

7 Se tratadeunacertificación deFrancisco deAtienza, del10dediciembre de 1666,dondeda cuenta de


habercumplido lasórdenes, derribandotodoslosbaluartesy quemando todoslosedificios yconventos
de lospobladosde dominio españolenlas inmediacionesdelfuerte, "quedando inhabitablesenexecu-
ciónde dichasórdenes", "sindexarnadaquele perteneciese [alreyde España]nipersona cristiana
en
dichasfuerzas". Ahorabien,noerade todopuntoimprescindible llevara Filipinas a losmárdicas que
habitaban elpobladoaledañoa la fortaleza, ymenosaúna la propia Manila:podíanhaberse quedadoen
la vecinaisladeTidor, cuyoreymantenía buenasrelacionesconEspaña,o másal norte, enSiao,donde
sucedíalo mismo. Y desdeluego,enCebúo enmuchos otrospuntos de lasBisayas.Queal menosuna
partede losmárdicas queandabanporManilaentre1663y 1665provenían de Zamboanga (ynode
Terrenate) lo pruebauna"Breverelación delEstadode las IslasFilipinas conlosreynos adyacentes",
anónima y sinfecha, escritaporunjesuitahacia1665(Archivům Romanunm Societatislesu;Phil12,
295),enla quese comenta quelosmárdicas quevagaban porla ciudadse estaban muriendo, debidoal
desamparo enquese encontraban ya lasprivacionesquepasaban, yquehubiera sidomejordejarlos en
Zamboanga, dondellevaban unavidamásconfortable. Porotraparte, losdeTerrenate, sirealmentefue-
rona Manila,llegaron demasiado tardeparatomar parteenlospreparativos de defensa,puesenjunio
de 1663(véasenota2 supra)la amenazadeKoxinga yahabíadesaparecido.
8 Algunasfuentes los sitúanenLaguio,barrio de Manilacuyaubicación noestáclaray quepodríaser
Quiapo(peronoErmita) yenCapul,unapequeñaislaal noroeste deSamar, enlasBisayas.La tradición
oraldelTernate filipino hacia1863serefería a voluntarios
delTernate moluqueño quehabían venido"a
la guerra",en 1654,acompañando a unmisionero franciscanoytrayendo conellosla imagen delSanto
Niño,paraayudar enla defensa de Manilaanteel temor de ungranataquechino;recogíael asenta-
miento enBagumbayan, y databahaciamediados delsigloxvinel traslado delosmárdicas a Maragon-
dong(Anónimo 1876[1863]).Es difícil deslindarlosdiversos elementos quese mezclan enestatradi-
ción,asícomoseparar lo realdelo ficticio
ydelo adoptado a partirderelatos comoeldelpadreMurillo.

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Los Mardicasusantreslenguas,la Españolaque hablancon el Padrey los Españoles,la


Tagalaen que se entienden con los Indios,y la suyapropia,que hablanentresi, y la comuni-
can y enseñaná sus hijos.Tan amantesson de su idioma,accióndignade gentemáspolítica
(1749: 668).

Por otra parte,el padre Murillo menciona otro lugar en el que se establecieron: La
Estacada, extramurosde Manila,9 pero al norte,al otrolado del río Pasig, donde estaban
los astilleros que se llamaban precisamente"de la Estacada", y no al sur de la ciudad
amurallada,que es donde está Ermita.El padre Delgado (1754), por su parte,afirmaque
hubo tambiénmárdicas que se establecieronen Cebú y en otrospueblos, además de en
Maragondong,y los hace procederde Siao, sin la menorreferenciaa Terrenateni a Diego
de Esquivel.
Sea cual fuerela procedencia de estos márdicas,creemos que carece de justificación
razonable la propuestade Whinnomde tomarloscomo el puntode origende una expan-
sión del chabacano por el barriode Ermitay por Cavite. En primerlugar,porquejunto a
los soldados márdicashubo siempre,incluso en Ternate,un numerosocontingentede sol-
dados pampangos,y si los márdicaspudieronadquirirel español por contactocon las tro-
pas españolas, no se entiendepor qué no podríanhaberhecho lo mismo los pampangoso
los cagayanes, que tambiénaportabantradicionalmenteun buen númerode soldados, o
por qué no los habitantesde los trespoblados de lútaos que estaban fuerade las murallas
de Zamboanga, "en que había hasta 600 lanzas", nativosde la zona y que se quedaron en
ella trasel desmantelamiento.En segundo lugar,porque según consta en varios testimo-
nios, los márdicasdel Ternatefilipinovivierondurantedos siglos aislados, retraídos,sin
mezclarse siquiera con los tagalos del vecino pueblo de Maragondong.Y en tercerlugar,
por las importantes diferenciasentreel chabacano de Ternatey el de Cavite: si fuesecier-
ta la migración de márdicas ternateñoshacia Cavite para trabajar en los astilleros, tal
como Whinnomimagina, no se entiendecómo por desplazarse cuarentakilómetrosse
transforman los pronombrespersonales motru,votru,lotruen nisós, vusós, ilós; o cómo
se pasa, contraviniendolas tendenciasde la fonéticanatural,del yeísmo típico del terna-
teño a la clara lateralalveolar de los caviteños.Si hubo ternateñosque se fuerona Cavite
y cambiaronmotrupor nisós, tuvoque habersido porque en Cavite se decía ya nisós; y si
cambiaron[y] por [Ã],algo sumamenteimprobable,tuvoque habersido porque la lateral,
inexistenteen tagalo,ya existía en la variedad de español que se hablaba en Cavite. Todo
apunta,pues, a que el ternateño,lejos de ser el origen de las demás variedades criollas
hispano-filipinas, tuvoun proceso formativodiferentede ellas.

2. Una nueva geografía del chabacano

Si el relato históricode Whinnompresentadificultadesdifíciles de salvar aun con


esa geografía tan delimitada, estas aumentaríanconsiderablementesi descubriésemos

9 Rafael(1978:349)se sorprende
anteestetopónimo,queenelrestodelasfuentes nose menciona como
unode loslugaresenlosque se hayanestablecidomárdicas, comounáreacercanaa
y lo interpreta
Maragondong. Enrealidad a lasmurallas
La Estacadaestabafrente de Manila,y es unode lospuntos
conlasdescripciones
compatibles deLaguioenel sigloxvu(véasenotaanterior)
quese hicieron

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enTay
Chabacano abas 197

que el chabacano ocupaba un territoriomás extenso, pues tendríamosque imaginarla


presenciade márdicas en más sitios,o migracionesde tagalos que hubiesencambiado su
lengua por el chabacano. Por ello tieneuna relevancia especial el textoque presentamos
aquí y reproducimosen el Apéndice, pues demuestraesa difusiónterritorial más amplia
que apunta a una geografía más difuminada,que solo se puede explicar mediante una
historiadiferente.
El textoformapartede una recopilación de trabajos de corteetnográficode Isabelo
de los Reyes (1864-1938) y otros autores,publicada en 1889-1890 en dos volúmenes
con el títuloEl folk-lorefìlipino. El volumen primero,escritoen su totalidadpor Reyes,
había sido enviado a la Exposición Filipina que se organizóen Madrid en 1887, en la que
el jovencísimo autor mereció una medalla de plata. En el volumen segundo, obra de
varios autores, se incluye una sección sobre costumbresy tradiciones populares de la
provincia de Tayabas10 escrita por Pío Mondragón. La sección XII de ese trabajo está
dedicada a la medicina popular, y en ella se ilustranlas prácticas de los curanderos o
mediquillosmedianteun diálogo entreuno de estos y una madre de familiacuyo esposo
e hijo se encuentranenfermos,que consta de trespáginas escritasen chabacano.
Algunos de los trabajos incluidos en la recopilación de Isabelo de los Reyes tal vez
ya habían sido publicados parcialmenteen el diario La Oceania Española , entre 1885
y 1886, pero no hemos podido precisar cuáles.11 El texto que nos ocupa pudo, pues,
haber sido publicado en dos ocasiones (primeroen el diario, y luego en el libro), pero
hasta ahora nadie entrelos que nos hemos ocupado de los criollos filipinoshabía repa-
rado en él.
Comenzaremos mostrandoque el textoes, sin duda alguna, chabacano. A continua-
ción comentaremosla intencióndocumentaldel autor,y luego trataremosde precisaren
qué lugar de la provincia de Tayabas podría haber existidoun sector social que hablase
chabacano.

10 El nombre actualdeestaprovincia es Quezon, porqueenellanacióManuelQuezon,elprimer presiden-


tefilipinolibrede la tutelaestadounidense. No debeconfundirse conQuezonCity,que es partede
Metro Manila.
11 En la Introducción al volumen1,Isabelode los Reyesse refiere a quepocosdíasdespuésde haber
publicado él unartículosobrefolklore ilocano(también recogido enel libro),"seinsertaronenLa Oce-
aniaEspañolaotrosde BulacanPampanga y Tayabas, debidosá los ilustrados jóvenesfilipinos don
Mariano PonceyOllantes, el Sr.Serrano LactaoyD. PíoMondragon" (1889:12).Todosestosartículos
respondían a la invitación
quehabíaformulado el 25 demarzode 1884el director deldiario,JoséFeli-
pe delPan,exhortando a los lectoresa aportar susconocimientos sobreel folklore El 27 de
filipino.
juniose inicióenel mismo periódicounapolémica sobrela utilidad de estosconocimientos parainda-
garenel pasado,motivada porunartículo delprofesor de la facultad de Medicina JoséLacalley Sán-
chez(conel pseudónimo deAtoll),enel queafirmaba: "Cuandola locomotora cruceloscamposfilipi-
nosy pongaencomunicación todaslas provincias, llegarán a éstaslos hábitosy costumbres de los
modernos pueblos, y desaparecerán,comovandesapareciendo deManila,losusospropios deesteher-
mosopaís.Y si antesqueestoocurra nose hanrecogido losmateriales la historia
existentes, perderá
unade sushojasmáscuriosas;aquélladestinada a las regiones levantadas sobreel Océano".En la
coleccióndeLa OceaniaEspañolaenla Biblioteca Nacional(Madrid)faltan todoslosnúmeros entre
1883y 1888,porlo quenopuedoasegurar si la partedelosmediquillos dela contribucióndePíoMon-
dragón habíasidopublicada antesenesediario.Enel librose recogela cartaqueacompañaba el envío
dela contribución deMondragón, quees del17deenerode 1887.

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198 Fernández
Mauro Rodríguez

2.1. El español de tienda o de cocina y el chabacano

Lingüísticamente,el textoperteneceal mismo sistema de los criollos de la Bahía de


Manila, denominacióngeográfica que en adelante convendríasustituirpor otra de más
alcance, como "Luzon Central",para dar cabida así a una partede la provinciade Taya-
bas, y a otrasque iremosviendo. Todos los rasgos característicosdel chabacano aparecen
aquí de formabastantesistemática:12los pronombrespersonales ele , nisós/nisotros , ilós,
la eliminacióncasi totalde flexiónverbal,las partículaspreverbalesde aspecto ta, ya (y
ha de 13),la ausencia de cópula, la simplificación del género, el uso del pluralizador
tagalo manga, las partículasde caso oblicuo na y con, etc.
En una nota al pie de la primerapágina, el autorse refierea la lengua del textocomo
"lengua de tienda" o "lenguaje de cocina". Estas denominacionesno tienenun referente
inequívoco y se han aplicado a variedades muy diferentesentresí. Se ha argumentado,
incluso,que no incluyenal chabacano, y por ello es convenientehacer algunas precisio-
nes al respecto,antes de continuar.
Lipski (2001) ha sugeridoque debemos haceruna distinciónclara entreel criolloy el
"auténticoespañol de cocina" que, según nos dice, era el utilizado entrelos mercaderes
chinosy los nativosfilipinos,un pidginque carecía de los rasgos arquetípicosdel chaba-
cano y que presentaba,en cambio, característicasque nunca han sido documentadasen
este.Asegura,asimismo,que la denominación"español de cocina" nunca fue aplicada al
caviteño o al ternateño,salvo por error.14Y también nos señala la existencia, por otra
parte,de diversasformasde español como segunda lengua,que presentanrasgos creoloi-
des, pero que no tienenla consistenciasistemáticadel criollo,tal como muestracon una
serie de ejemplos que ilustransituacionesen las que un filipinose dirigea un español, y
no conversacionesentrefilipinos.
Naturalmente,todas estas distinciones son imprescindiblespara nosotros qua lin-
güistas,pero tambiénnos interesaconocer cuáles eran las que efectuabanquienes vivían
en medio de estas variedades o en contactocon ellas.
En cuanto a la primera de las variedades que señala Lipski, el pidgin de ciertos
comercianteschinos (en realidad solo de los inmigrantesrecientes),no nos consta que se
le aplicase la denominaciónde "español de cocina" o "de tienda",o al menos no recorda-
mos haberla encontradoen ningúntexto del siglo xix. En la literatura,desde 1840 en
adelante,hay muchas imitacionesde este pidgin, algunas de ellas citadas por Lipski, y
hay tambiéndescripcionesde cómo lo aprendíanlos reciénllegados, en pocos días,junto

12 Se trata
deunasistematicidad relativa,ynoabsoluta, la mismaquecaracterizaa todoslostextosquese
conservan procedentes de la Bahíade Manila,y porconsiguiente conunespaciode fluctuación.Por
ejemplo, la conservación de la -r finalde los infinitivoscuandose usanenexpresiones temporales
comoantesde, despuésdey al + infinitivo se puedeconsiderar casiunrasgocategórico de todoslos
criollos
hispano-filipinos,peroa vecesencontramos algunaotra-r,comoaquíenel turno (7),dondeta
durmirmiijo.
13 Sobrela alternancia entrede/di yhade,véaseFernández (2008).
14 Enrealidad, sí se haaplicado,pordiversos autores, ynomeparecequehayasidoporerror, sinoporque
eracorrientellamarle así.Véase,porejemplo, elcomentario deFrancia yPoncedeLeón/González Parra-
do(1898)sobreelzamboangueño encomparación conelcaviteño: "[loszamboangueños]nohablan nin-
gúndialecto malayo, sinoel idiomacastellano adulterado queen"Cavite,
de girosextraños, dondetam-
biénsehablaademásdeltagalo, se denomina españoldetienda ó españoldecocina (vol.l,177).

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enTayabas
Chabacano 199

con un tagalo tambiénde emergencia.15En alguna ocasión hemos encontrado,en perió-


dicos de esa época, la denominaciónburlesca la señolia, tomada del uso constanteen las
interaccionescomerciales de este términode respeto{señoría), emblemáticoen todas las
imitaciones de este pidgin; pero ignoramos hasta qué punto era ésa una denominación
habitual.Sin duda resultabacompletamentereconociblepara todos los lectoresdel perió-
dico, pues era tambiénuna de las que se aplicaban despectivamentea los chinos inmi-
grantes,los señolías, además de la muy frecuentede suyas, por el uso tambiéncaracte-
rístico en este pidgin de los posesivos en lugar de los pronombres personales.16
Recientemente,Andrade?(2000) llama a este pidgin"chabacano chino" y "caló de Binon-
do", pero esas denominaciones, que nunca habíamos encontradoantes, tal vez no sean
tradicionales. Independientementede la extensión que pudiese tener este pidgin en
Binondo en la segunda mitad del siglo xix, tras la supresión de las restricciones a la
entrada de chinos,17allí se hablaba también chabacano, al menos en la parte de San
Nicolás,18y se seguía hablando en 1936 (Galang 1936: vol. 8, 30).
Lipski basa su afirmación en lo que le contaron durante su trabajo de campo, en
1985, algunos informantesde avanzada edad, quienes le dijeron que solo los chinos
hablaban el "español de cocina".19Creemos que esta informaciónpuede ser muyvaliosa,
interpretada de otramanera,prescindiendodel adverbio"solo", y con otrotelón de fondo
para la denominación:muchos de los descendientesde chinos,los llamados mestizos de
sangley,20hablaban o sabían hablar chabacano, al que tambiénse le llamaba "español de
cocina" o "de tienda", como hemos visto. Es incluso posible y hasta probable que los
mestizos chinos hayan desempeñado un papel importanteen la estabilizacióndel chaba-
cano; al menos,la denominación"de tienda" es congruentecon el papel hegemónicoque
tuvieronestos mestizos en todo lo relacionado con el comercio minoristay entreislas,
desde el últimoterciodel siglo xvm hasta mediados del xix. Los textosque Lipski (2001)
cita como ejemplos del pidgin,que a todas luces no son chabacano, no están puestos en
boca de chinos filipinosni de mestizos,sino de chinos inmigrantes.
Por otraparte,es evidenteque Lipski está en lo ciertocuando dice que la denomina-
ción "español de cocina" se aplicaba también a las diversas formasde español como
segunda lengua usadas por los filipinosen sus interaccionescon los españoles, formas
que no tenían la consistencia sistemática del criollo. Se encuentranejemplos de esta

15 Porejemplo, MoyayJiménez (1883:334-335).


16 Véase,porejemplo, Comenge (1894:56),quedocumenta la denominación desuyas.La
explícitamente
deseñolíaspuedeconstatarse enla revista
La Solidaridad (1892:vol.4, 92).
17 Trasel intento delosingleses detomar Manilaen 1762,habíansidoexpulsados, desdeenton-
quedando
cessunúmero reducidoa uncontingente deunos4.000.
18 Schuchardt (1883:113)recogeestacitadeLa OceaniaEspañolade22 dejuliode 1882:"Noshahecho
recordar queestandoenel pueblode SanRoque(Cavite)dondetodosloshabitantes hablanel lenguaje
llamadoaquíde tienda, y de dondeprocedía la coloniadelbarriode SanNicolásenBinondo, cuyos
habitantes, de ribera,
carpinteros calafates,
veleros,etc.También hablanasíentre ellosynoentagalog,
[. ..]". La procedencia
caviteña de loshabitantes
de SanNicoláses,porsupuesto, discutible.
Comunicación 29/08/2007.
personal,
La denominación desangley, delchinoxianglei'vendedor ambulante',se aplicabaa losbuhoneros chi-
nos,peroconel tiempo pasóa denominar a todoslos comerciantesde estaraza,que controlaban la
mayor partedelcomercio al pormenor, y finalmentea todosloschinosradicados. Los mestizos de san-
gleyeranlosdescendientes dechinoyfilipina.

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200 Mauro
Fernández
Rodríguez

interlenguaen la mayorpartede los textosescritospor españoles, que tratande reprodu-


cir la formaen la que hablaban el español los filipinos,especialmentesus criados. Pero
no podemos descartarque se tratede imitacionesfallidas,o tambiénque los criados tra-
tasen de aproximarsu formade hablar a la que percibíanen sus amos, y que entreellos
hablasen una variedad más consistente.
Desde el lado de los ilustradosfilipinos,desde luego, las cosas se veían de otramane-
ra. El textode Mondragón muestrainequívocamenteque lo que los filipinosilustrados
de finesdel siglo xix llamaban español de cocina o lengua de tienda era el chabacano o,
al menos, lo incluía. Ello es totalmentecongruentecon lo que Pardo de Tavera le expli-
caba a Schuchardten una de sus cartas (véase Fernández 2010): "español de cocina", o
"de tienda",o "de trapo" o "del Parián" eran todas ellas denominaciones equivalentes,
que se aplicaban a una variedad ejemplificadapor textos como los que el propio Pardo
de Tavera compuso para Schuchardt,y que este reprodujoen su trabajosobre el malayo-
español de Filipinas, publicado en 1883. Esos textos,al igual que los enviados por el
cónsul del ImperioAustro-Húngaroen Filipinas,Labhart-Lutz,y otrosanterioresy pos-
terioresque Schuchardtno llegó a conocer-como el que es objeto de este artículo-,con-
tienentodos los rasgos que se consideranprototípicosdel chabacano, y que encontramos
ya estabilizados hacia 1860. Las burdas imitaciones que hicieron algunos españoles
peninsularesresidentesen Filipinas y, lógicamente,la existencia de un espacio de fluc-
tuación entrela variedad estabilizada que muestranestos textos y el español propio de
los filhispanos,pueden producirla impresiónde que la denominación de "español de
cocina" designaba unas practicas creoloides no estabilizadas. Pero esto no debería des-
pistarnos:como le decía Rizal a Blumentritt, estas imitacionesde los españoles peninsu-
lares,que Schuchardthabía tomado como reproduccionesfidedignas,no eran ni español
de cocina, ni tagalo, ni castellano,sino tan solo

aegrisomnia,producto de los calenturosos


cerebrosde los Sres.Entrala,Cañamaquey otros.
Es una lástimaque el Sr. Schuchardtno hayabebidode fuentes máspuras.El serioy confia-
do sabio alemánsólo se ha fiadoen los nombresaltisonantes de nuestros"escritores".
Este
españolde cocina se habla de dos manerasdiferentes,segúnel que lo habla sea indígenao
peninsular.21

Tal como lo hablaban los indígenas entreellos, el español de cocina -o el castila-


castilahan la lengua karihan,el castellano de calle, y demás denominacionesque hemos
visto- era el chabacano.

2.2. El propósito etnográficodel texto:chabacano en Tayabas

Dejando a un lado la denominaciónde la variedad utilizada, lo realmentenotablede


este textono es que sea chabacano -hay muchos de esta época que lo son-, sino que pro-
ceda de Tayabas y que haya sido confeccionado con intenciónde documentaruna parte
del "folkloretayabeño".Con él se pretende,pues, transmitirun sabor local, reflejandola

21 Traducción
delalemánprocedente
de CartasentreRizaly elprofesorFernando Manila:
Blumentritt.
Comisión deJoséRizal(1961:vol.1,p. 52).
NacionaldelCentenario

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Chabacano
enTayabas 201

formade hablar de algún lugar de esa provincia.Aunque no es propiamenteel resultado


de un trabajo de campo etnográficotal como hoy lo concebimos, el propósitocientífico
de la obra y del afán de documentaciónrigurosaque la guiaba se ponen de manifiestoen
las prolijas explicaciones del prólogo acerca de las propiedades que deben tenerlos tra-
bajos de los folkloristas.Pese a su juventud, Isabelo de los Reyes manteníarelaciones
epistolarescon destacados folkloristasaustríacosy franceses.22Citando casi al pie de la
letra las bases establecidas por los folkloristasespañoles, destaca en el prólogo que el
folkloretienepor objeto

recogery publicartodoslos conocimientos del puebloen los diversosramosde la Ciencia


[...], los proverbios, cantares,adivinanzas,cuentos,leyendas,tradicionesy demásformas
poéticasy literariasdel pueblo,los usos, costumbres, ceremonias,espectáculosy fiestas
familiares, locales ó provinciales,los ritos,creencias,prácticas,supersticiones, mitosyjue-
las
gos infantiles, locuciones,giros,trabalenguas, frasesespecialesde cada localidad,motesy
apodos,ocurrencias, modismosy voces infantiles, los nombresde sitiosy lugares,que no se
mencionan en mapas;los de piedras,animalesy plantas;y en sumatodoslos elementos cons-
titutivos del genio,del sabery de los idiomas,contenidosen la tradiciónoral,en los monu-
mentosy,en los escritoscomomaterialesindispensables parael conocimiento y reconstruc-
cióncientífica de la historiay cultura(1889-1890:vol. 1,9).

Y citando la base tercera,añade que los folkloristas"deben tenercomo principal


objetivo la fidelidaden la transcripcióny la mayorescrupulosidaden declararla proce-
dencia de las tradicionesó datos, etc. que recojan [...]" (ibíd.)
Siendo consecuentes, pues, con el espíritucientíficoque inspiraba a estos jóvenes
filipinos,interpretamosque Mondragón, al mismo tiempo que nos ilustraba sobre las
creencias populares acerca de las prácticas de los curanderos, pretendía mostrarnos
cómo hablaba el español algún sectorde la población de Tayabas. Carecería de sentido,
en este contexto de documentación rigurosa, utilizar un código que fuese ajeno a la
zona. Por consiguiente,conjeturamosque una partede la población de Tayabas usaba el
chabacano. ¿Cuál y dónde en concreto?Según Cavada (1876), en la provinciahabía 679
personas adultas que hablaban español,23pero solo había en ella 82 españoles. La cifra
de hablantes no es elevada, pero podría ser que estuviesen concentrados en uno o dos
puntos.
Según consta en la carta de remisión,Mondragón envió su contribucióndesde Gui-
nayangan,donde ejercía como maestro;24pero nos parece improbableque en un pueblo
tan pequeño como Guinayangan,situado en la contracosta,a una distancia de 177 kiló-

22 Paraunavaloración dela importanciadeltrabajo de IsabelodelosReyesenel contexto delostrabajos


delosfolkloristas
científicos
dela época,véaseAnderson (2004).
De ellas,504eranvarones y 175mujeres.Cavadadiferencia entrelosquesabenleery escribir, o solo
leer,y losquehablancastellano.Puestoqueenla escuelase enseñaba a leery escribir
encastellano, la
cifradelosquelo hablan, separadadelasotras,debeentenderse comohablantes o al menos
habituales,
comohablantes fluidosde algunavariedad máso menosreestructurada de español.
Así,deuntotalde
95.218almas,sabíanleeryescribir 15.485,y sololeer19.234.
24 Hay
muypocasnoticias sobrePío Mondragón (1861-1931).SegúnE. Arsenio Manuel(1985:vol.2,
287-288), eranatural
de Intramuros,Manila.Se graduó enla EscuelaNormal deMaestros,y fuedesti-
nadoa Guinayangan, dondepermaneció ejerciendo la profesión
hastalosprimeros añosdelsigloxx,
siendonombrado posteriormente juezdepazenesamismalocalidad.

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202 Mauro
Fernández
Rodríguez

metrosde la capital de la provincia,25se hablase cualquier variedad de español. Según


Álvarez Guerra,este pequeño pueblo era "una agrupaciónde sucias y miserablescasucas
que difícilmentedan alberguea su vecindario",siete cabecerías26consumidasen la mise-
ria (1877: 90).
Podría tratarsede la ciudad que lleva el mismo nombrede la provincia,que es ade-
más su capital administrativa.La ciudad de Tayabas tenía 22.373 habitantesen 1875,
distribuidosen 125 cabecerías. Álvarez Guerra, que ejerció como magistradodurante
tresaños en la provinciay la recorrióen su totalidad,describeeste pueblo como eminen-
tementeindígena: "el centrode la pureza de la raza india y la buena dicción del tagalo;
por lo tantoallí es donde puede estudiarsecon granresultadoal indio y sus costumbres"
(1877: 44). No obstante,no se puede descartar,por la razón que veremos más adelante.
El segundo lugarmás poblado era Lucban, a 16 kilómetrosde Tayabas y cerca de la
fronteracon la provincia de Laguna, con 12.247 habitantesdistribuidosen 66 cabece-
rías27(véase el mapa 2). Este es el único pueblo en el que, según Álvarez Guerra, el
español era hablado por un sector de la población. Según nos cuenta, al aproximarsea
esta ciudad, estaban esperándoloen una planicie

unamultitudde lindasjóvenes,montadasen caballitosque manejabanconadmirable agilidad.


Se hallabanvestidascon los más pintorescos trajes.El Alcalde las llamabasus amazonas,y
unahermosaintérprete nosinformó, en buencastellano , que habíanvenidoá escoltarnoshasta
Lucban,que se hallabapróximamente á una legua de distancia(1877: 21; cursivaañadida).

Pero no era la bella intérprete


la única en hablar el español. Las mujeres de Lucban,
dice el autor,daban una gran importanciaen su vida cotidiana a la distinciónde rangos
sociales:

La lucbanenseno prescindepornadani pornadiedel rangosocialque ocupa,pues es de


advertirque en dichopueblolas mujeresestándivididasen tresclases: La primera, ó sea la
taga-bayan, la constituyela sangreazul, ó como si dijéramosla aristocracia.A las taga-
bayanlas veréissiempreen carácter. Sus distintivosson:hablarmás ó menosel español,[...]
Casi todashanestadoen colegio,sabenleer,escribiry bordar, un poquitode música,y hasta
algunasse permiten rimarun cundiman , dedicadoá algunaamiga,el día de su santo.
El distintivo
culminante en la taga-bayan , es el orgullocon que llevany mantienen su
jerarquía.Una intrusiónde unadalaga de segunda,ó terceraclase,en las fronterasde la san-
greceleste, produciría
unaverdadera revoluciónfemenina (1877: 26).

Las tagabayan ('nacidas en el pueblo') eran,pues, las nacidas en la zona más urbana,
en lo que en el español filipinose llamaba la población. Las pertenecientesa la segunda
clase, en cambio, las tagatabi ('nacidas al lado') no hablaban español, ni tampoco,claro
está, las de la tercera,las tagalinang ('nacidas en el campo').28

25 Las distancias
quemenciono procedendeCavada(1876).
26 Unacabeceríaeralo mismoqueunbarangay, unaagrupación de cuarenta familias.
o cincuenta El
barangay continúasiendoenla actualidadla unidad
básicadela organización de
socialyadministrativa
En 1903Guinayangan
la vidafilipina. seguíasiendounpueblopequeño, con3.870habitantes
27 Álvarez Guerratomacomofuente uncensode 1875.
28 Todavíapersiste aplicabletambién
la distinción, a losvarones,entrelos tagabayany los demás,los
tagabukid,literalmente
'la gente
delcampo'.

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Chabacano
enTayabas 203

MAPA 2
Provinciasde Luzón

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204 Mauro
Fernández
Rodríguez

Tal vez lo que Mondragón pretendíamediante su diálogo en chabacano era docu-


mentareste "más o menos español" que utilizabanlas mujeresde más alto rangode Luc-
han, que era para ellas un símbolo de distinciónsocial. Y si lo hablaban ellas, tambiénlo
hablaríano podríanhablarlo sus familiares,si bien Álvarez Guerranada dice al respecto,
tal vez porque la informaciónsolo le pareció pertinentea propósitode los rangos socia-
les femeninos.

2.3. El papel de los mestizoschinos en los pueblos de Tayabas

Aunque el lugaren el que se desarrollala escena imaginadapor Mondragónno fuese


Lucban, sino algún otro punto de la provincia de Tayabas, este texto supondría igual-
menteun desafío para el relatohabitualsobre la génesis de los criollos hispano-filipinos,
y tambiénpara las ideas dominantesacerca del ambientesocial en el que se gestaron.En
el relatode Whinnomresultaimposibleencajar el hecho de que se utilizase el chabacano
en algún lugar de Tayabas; pero el textoconfeccionadopor Mondragón indica que sí se
usaba; y el relatode los viajes de Álvarez Guerrapor la provinciaconfirmaque había al
menos un sitio donde los ciudadanos de rango social más prominentehablaban "más o
menos español", caracterizaciónque bien podría referirseal chabacano.
No estamos habituados a imaginaruna lengua criolla asentada en el estratosocial
más elevado de una población, y por ello será necesario mostrarcon más detalle que esta
posibilidad es, como mínimo,razonable.
En primerlugar,tenemos que descartarcualquier asentamientode márdicas molu-
queños o de descendientesdirectossuyos en esa provincia; si lo hubo, no dejó el menor
rastro,y ello sería muyextraño.Los franciscanosestaban en Lucban y en Tayabas desde
su fundación,en 1578,29y no les podía pasar desapercibidoun nuevo grupode cristianos
procedentesde las Molucas, enviados por el gobierno.Tampoco hubo nunca en esa pro-
vincia fuertes,cuarteles u otras concentracionespermanentesde soldados, lo que nos
lleva a tambiéna descartarun origendel chabacano en esta zona al estilo del que Whin-
nom propuso para el zamboangueño. En los cuarteles de Manila, a mediados del siglo
XIX,el Regimientode Infanteríanúmero3 o "Regimiento de Tayabas" estaba formado
por soldados oriundos de esta provincia; pero estos regimientosfuncionabannormal-
mente con suboficiales indígenas, que les hablaban a los soldados en tagalo. Aunque
algunos o muchos de ellos adquiriesen el chabacano durantesu servicio, no sería fácil
explicarcómo habríapodido propagarsedesde los cuartelesde Manila a alguna partede
la provinciade Tayabas, y por qué no sucedió lo mismo con los soldados pampangos,o
de otrossitios,que desde el siglo xvn habían venido aportandograndescontingentesde
fuerzasal ejércitoespañol, como el famoso "terciopampango".
En segundo lugar, tampoco resulta fácil defenderuna propagación desde Cavite
medianteel contactocotidiano.Además de no ser provincias limítrofes,30 la comunica-

29 SegúnHuerta,tantoLucbancomoTayabas fueronfundadoshacia1578porlosfranciscanos
Fr.Juande
PlasenciayFr.DiegodeOropesa(1865:226,229).
30 Se interpone
entreellasla deLaguna,
peroademás,lospuntosenlosquese hablachabacanoenla pro-
vinciade Cavitesonlosmásalejadosde la frontera
que delimita
las de
provincias Laguna
y Tayabas.
Véaseelmapa2 supra.

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Chabacano
enTayabas 205

ción por tierraera dificultosay arriesgada.Todavía hoy,se tardanal menos cuatrohoras


en recorreren coche la distanciaentreCavité y Luchan. Hacia 1870 ese trayectosolo era
posible en barco; había que ir primeroa Manila, tomarallí de madrugadaun vapor flu-
vial que, tras remontarel Pasig y cruzar la laguna de Bay -diez horas de navegación-
llegaba a Santa Cruz, todavía en la provincia de Laguna, donde había que pernoctar.Se
continuabaal día siguienteen carromatodurantecuarentakilómetros,unas cinco horas
si el viaje era en la estación seca, pues en la de lluvias había partessimplementeintransi-
tables. Más largo y difícilsería,naturalmente, antes de la introduccióndel vapor.31
La única formade imaginaruna propagacióndesde Cavite sería suponerque partede
la población de esta ciudad emigróa la provinciade Tayabas. Pero ni está documentada
tal migraciónni hemos podido por ahora establecerqué factoresy circunstanciaspodrían
haberla impulsado. La única razón que apoyaría su existencia sería el propio hecho de
que se hablase el chabacano en la provinciade Tayabas, pero eso sería un razonamiento
completamente circular.Además, en una nota a pie de página que cuelga del primer
turnodel diálogo, Mondragóndirigenuestraatenciónhacia la formaapocopado ñor (por
señor) aclarándonospuntillosamenteque es diferentede la "pesada lengua de los cavite-
ños", que dicen ñol; y tampoco encontramosdi por de y otras terminacionesen -i, tan
frecuentesen Cavite, de modo que incluso la propia formadel chabacano de Tayabas nos
lleva a dudarde que su origenpueda estaren Cavite.
Descartado Cavite como foco de propagación,según el relatoestándarsolo nos que-
daría el poblado de Ermita, en las cercanías de Manila, como fuentede una posible
migraciónque llevase consigo el chabacano. Pero ¿qué motivosespeciales podríanhaber
tenido los habitantesde Ermita para dejar su barrio y emigrara Tayabas? Además, el
chabacano en Ermitaplantea tambiénun enigma que hay que resolver:las primerasnoti-
cias sobre su existenciadatan de finesdel siglo xix, cuando el poblado, convertidoya en
un arrabal de la capital, acababa de experimentaruna rápida y drástica transformación
que trajo consigo una completa renovaciónde sus habitantes,convirtiéndoseen el lugar
de residenciamás elegantey codiciado de la ciudad. Esto sugiereque el chabacano llegó
a Ermitaen boca de estos nuevos y acomodados vecinos, como se explica con más deta-
lle en Fernández(2010).
La población de la provinciade Tayabas no creció duranteel siglo xix más de lo que
esperaríamos del simple crecimientoreproductivo,habida cuenta de las mejoras en la
confecciónde los padrones y la disminuciónde la mortalidadinfantil.Alguna inmigra-
ción habrá habido, naturalmente,pero ¿por qué habría de proceder de Ermitay no de
otrosbarrios de Manila? ¿O por qué de Manila, y no de La Laguna, la provincia adya-
cente,como parecería lógico? En cualquier caso, a finesdel siglo xix, ningúnpueblo de
Tayabas parece estaren fase de expansión,sino más bien de estancamientoo retroceso.32

31 Unaideade la dificultadde lascomunicaciones nosla da la frecuencia


delcorreo hacia1865:enTaya-
bas,unavezporsemana, losjueves,el procedente delnorte, yotrael procedentedelsur,losdomingos.
EnLucban, solounavezporsemana, procedente deTayabas(Huerta 1865:226,229).
El crecimientodela poblaciónenla provincia deTayabasentre 1733y 1875nopresenta, creemos,nin-
gúnrasgoexcepcional quelo destaque sobreel restodelarchipiélago:uncrecimiento promedio anual
del 1,7%,similaral delconjuntode la colonia.Puedeparecer muchocomparado conlosparámetros de
crecimientoactuales,perohayquetener encuenta el constanteaumento de la población"computable"
(la controlada
porlospárrocos u órdenes queeranlosencargados
religiosas, de confeccionarlaslistas

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206 Mauro
Fernández
Rodríguez

Más que a la cantidadde inmigrantesque hayan ido llegando a lo largo del siglo xix,
debemos prestaratencióna la composición de la población, para ver si hay en ella algún
grupo en concretoque pudiera haber portado consigo o incorporadoel chabacano. Los
españoles eran muy escasos,33como ya hemos visto, y la inmensamayoríade la pobla-
ción la constituían"indios" filipinos.Había tambiéngruposde mestizoschinos,al menos
en Lucban y en Tayabas, aunque menos numerososque en ciertospoblados de Laguna,
como Pagsanjan o Biñán.
¿A cuál de estos grupospertenecíanlas tagabayan, que según Álvarez Guerrahabla-
ban "más o menos español"? Lo más probable es que se tratasede los mestizos chinos,
junto con los indios más acomodados. Veamos los fiindamentosde esta conjetura.
Galán (1823) se refiereal importantepapel que teníanlos mestizos chinos de la pro-
vincia de Tayabas en el comercio local. Y Mas (1843: tomo I, 88) dice que en Lucban
"hay muchos de esta clase" (mestizos sangleyes), así como que "son siempre la gente
rica de los pueblos" (tomo I, sección "Población", 65) y que "granpartede dichos mesti-
zos han reunido propiedad y riquezas: cuasi todo el comercio de detalle está en sus
manos,y pueden contarsecomo la clase media de Filipinas" (id.: 38).
El florecimientoeconómico y social de estos mestizos había sido en buena medida
una consecuencia de las restriccionesa la entradade chinos impuestastrasel intentode
invasión de los ingleses,en 1762, al que los chinos habían dado apoyo. Es en esta época
cuando los mestizos se concentranen la actividadcomercial,llegando a controlarprácti-
camentetodo el comercio a excepción del transoceánico.A partirde 1850 se liberalizó
la entrada,y ello tuvo como consecuencia una llegada masiva de nuevos contingentesde
chinos que muy prontose hicieron de nuevo con el controldel comercio, tanto al por
menorcomo el de almacenaje y transportede mercancíasinterprovincial e internacional.
Bastantesde los mestizoschinos de provinciastuvieronque orientarsehacia otrosramos
de actividad, concentrándoseespecialmente en la propiedad de tierrasy en la produc-
ción y suministrode productosagrícolas y forestales.34Algunos se dedicaron a la pro-
ducción artesanal,especialmente en los barrios mestizos de Binondo y Santa Cruz, en
Manila, pero también en otros lugares, posiblemente también en la próspera Lucban,

detributantes,enlasquenoestaban losnocristianizados)
incluidos y loscambios enel procedimiento
decómputo. Enel censode 1875estáncomprendidos todoslospobladores, mientras queloscómputos
anteriores
se efectuabanmultiplicandoel númerodetributos porunfactor (entorno a 5, aunquevaría
unpocodeunoscálculosa otros). Teniendo encuentatodaestacomplejidad delasestimaciones, parece
claroquehacia1750Lucbaneraelpueblomásgrande dela provincia,conunos5.000habitantes. Hacia
mediados delsigloxix,el másgrande eraTayabas,conunos22.000,mientras queLucbantendría entre
12.000y 15.000(si bienalgunosautores danunacifrainferior).Hacia 1875la población noparece
habervariadosensiblemente. En el primercensoefectuado porla administración estadounidense,en
1903,ambospueblos presentanimportantesdescensos:Tayabasse sitúaentorno a los 14.000,yLucban
entorno a los 10.000.La densidaddepoblación en 1875erabaja,de tansolo 10habitantes porkm2,
pueslastierrasdecultivoeranescasasyconcentradas enla zonaoccidental,y suenorme riquezafores-
talnonecesitaba grandes cantidadesde manode obra.VéanseÁlvarezGuerra (1877),Buzeta/Bravo
(1850),Cavada(1876),Jimeno (1884),Mallat(1846).
33 Segúnel censode 1875,entodala provincia 31 españoles
residían "peninsulares" esto
y 51 "filipinos",
es,españolesnacidosen (Cavada1876).
Filipinas
34 Véaseespecialmente Wickberg (1963,1964)y lasnumerosas fuentesenquese apoya.

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enTayabas
Chabacano 207

que era una población famosa, entreotras cosas, por sus excelentes y variados trabajos
de artesanía.35
Encontramosen Alvarez Guerra(1877) algunos indicios de que la mayorpartede las
tagábayan de Lucban eranmestizas chinas. Con seguridadlo era la esposa del alcalde (la
capitana babae ) en cuya casa fue presentadoel autorla primeranoche: "la Reina de las
taga-bayan, guapa mestiza china" (1877: 26). En la larga cita que hemos transcritoal
finaldel apartado2.2 hay un par de cursivasintrigantes. Una de ellas es la referenciaa la
"sangre azur de las A
tagabayan. primera vista nada parece tenerde especial esta refe-
rencia rutinariaa la "sangre azul", puesto que a continuaciónhay una comparación con
la aristocracia;pero ¿por qué destacar el adjetivo en una expresión rutinaria?Un poco
más adelante encontramos"sangre celeste", de nuevo con el adjetivo en cursiva, y en
este caso en una expresiónque, a diferenciade la anterior,ya no es rutinariaen las refe-
renciasa la aristocracia.¿Aluden estas cursivasa una informaciónétnica,inducidapor la
práctica habitual, con la que todos los lectores estarían familiarizados, de referirsea
China como el "Imperio Celeste"?
En cualquier caso, hay referenciassuficientesque pruebanque al menos en Tayabas
y Lucban, así como en varios pueblos de la provincia de La Laguna había un número
importantede mestizos de sangley, y también que estos en general eran el grupo de
mayorrango social, el de mayorriqueza, el que tenía las mejores viviendas en el centro
mismo de los pueblos. Cuando no eran tan numerosos como para constituirun gremio
particular-el gremio de mestizos, con sus autoridades propias-, no existía una rígida
fronterasocial entreellos y los indios más acomodados. Esto posiblemente era lo que
acontecía en Lucban y en otraspoblaciones de la provinciade Tayabas. Ello, junto con la
antigüedadde su presencia en la zona, posibilitaríaque llegarana considerarsea sí mis-
mos y ser considerados por los demás como los tagabayan, los genuinos habitantes
oriundosdel pueblo. La existenciaen Lucban de mestizos chinos al menos desde el siglo
XVIIformapartedel saber local y, además, está bien documentada.De esa época proce-
den algunas de las dinastías mestizas locales más notables, que a lo largo de los siglos
han venido ocupando y ocupan todavía un lugardestacado en la vida social de la ciudad.
Tal es el caso, por ejemplo, de los Villaseñor,cuyo establecimientoinicial en Lucban se
remontaa 1697.

3. Hacia una nueva historia del chabacano: el papel de los mestizos chinos

Falta por resolverlo más importante:¿hablaban chabacano los mestizos chinos? No


podemos dar una respuestadirectaa esta pregunta,pero por diversas vías indirectaslle-
gamos a la conclusión de que sí, y de que fueronellos, junto con el sector de mayor
rango social entrelos indios,quienes propagaroneste español de bazar de un lugara otro
y quienes iniciaronel proceso de su naturalizacióncomo lengua domésticaen los lugares
en los que el criollo se asentó (a excepción de Ternate,que tiene una historiadiferente).

35 Álvarez
Guerra
(1877:23-24)se extiende
enel elogiodeestafaceta
de la población,
sibienla atribuye
a todaella:"Lucbantiene12.247habitantes,
genéricamente quesonotrostantos artistas"
(1877:23).
Comoveremos la distinción
inmediatamente, entremestizoschinose indiosera,enocasiones,borrosa.

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La hipótesis que propongo es, pues, que fue a través de los mestizos chinos como se
extendióel español de tienda desde la capital a algunos pueblos de diversas provincias:
llocos, Pampanga, Bulacan y alguna otra al nortede Manila; al sur Cavite naturalmente,
Laguna, Tayabas y tal vez otras; Cebú y Panay en las Bisayas. Pudieron tambiénhaber
sido los mestizoschinos quienes desde las Bisayas lo llevarona Mindanao. Hacia media-
dos del siglo XIXhabía en Filipinas unos 240.000 mestizos de sangley,entreel cinco y el
seis por ciento de la población total, con una distribuciónbastante desigual; pero en
todas las provincias que hemos mencionado había algunos pueblos en los que eran
muchosy poderosos.
Si mi hipótesis resultara ser correcta, no iría descaminada la informaciónque le
suministraron a Lipski sus informantes, de que el español de tiendao de cocina lo habla-
ban solo los chinos (véase el apartado2.1), si por "los chinos", entendemoslos mestizos
chinos,y con la salvedad de que no eran solo ellos quienes lo hablaban.
Los chinos propiamentedichos llegaron de nuevo en oleadas a partirde mediados
del siglo XIX,tras la supresión de las restriccioneslegales que durantecasi cien años
habían limitadoseveramentesu entradaen el archipiélago. Hacia 1880 se aproximaban
ya a los 100.000 (Jordana1888) y,como ya hemos visto,desplazaron a muchosmestizos
de la actividadcomercialen la que se habían concentradotrasla expulsión masiva de los
primerosa mediados del xvm. Estos chinos recién llegados, especialmente los que se
dedicaban a la venta ambulantey al comercio minorista,eran los que usaban el pidgin
tan frecuentemente satirizadoen la prensa humorísticay en algunos libros de impresio-
nes. La mayoríaprocedían de Fukien. Un grupo más reducido,claramentediferenciado
del anteriorincluso en la vestimenta,procedía de Cantón, Hong Kong y, sobre todo, de
Macao.36 Hacia mediados del siglo xix había en Filipinas unos 500 cantoneses, casi
todos macanistas;hacia finalesdel siglo eranunos 3.000, concentradosespecialmenteen
Manila, donde constituíanel diez por ciento de la población china, y en Iloilo, donde
eran el ocho por ciento. En Manila los cantoneses se habían establecido en Intramuros,
en los alrededoresde la Plaza de Santa Cruz y en algunas calles de Binondo (entreellas
Escolta y Rosario), y eran sobre todo zapateros,carpinteros,ebanistasy cocineros.Habí-
an tenidouna experienciaprevia bien con el pidgininglés de Cantón y Hong Kong, bien
con el criollo de Macao. Los procedentesde este último lugar entendíanfácilmenteel
castellano, "por su continuotratocon los portugueses"(Comenge 1894: 54). Probable-
mentese adaptaronmuy bien al castellano de tienda,aunque ellos no eran propiamente
tenderos.
Volvamos a Lucban. Si una parte importantede los tagabayan que hablaban más o
menos el español eran mestizos chinos, y si ese "mas o menos español" era chabacano
como el que ilustra el texto de Pío de Mondragón, y si no procedían de Cavite ni de
Ermita,¿de dónde procedían entonces? En este puntotropezamoscon otrode los equí-
vocos que constituyenel relato estándar:el "extinguidoermitaño"probablementeno es
más que una leyenda (Fernández 2010). Hay demasiados indicios que apuntana que no
existió un criollo específico del barrio de Ermita,sino un español de contactobastante
estabilizado, habitual también en otros barrios de Manila: Malate, Paco, San Nicolás,
Quiapo, Santa Cruz, pero tambiénen poblados más lejanos como Pasay y Parañaque al

36 SegúnComenge,
"niel macaoquiereserchinoniel chinomacao"(1894:54).

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Chabacano
enTayabas 209

suro Bulacan al norte,etc. Y tambiénen otrasprovincias,con seguridaden algunos pue-


blos de Laguna, provincialimítrofecon la de Tayabas y que, como ya hemos visto,fue el
lugarde origende algunas de las dinastíasde mestizos chinos más arraigadasen Lucban.
Incluso en alguno de estos pueblos empezó a cuajar como lengua nativa,al igual que en
Cavité, si bien no llegó a consolidarse.Barrantes(1869), en una enumeraciónde los pue-
blos en los que se hablaba castellano,nos suministrala prueba de ello:

Castellano:En toda la poblaciónmuradade Manila y una partede los suburbios.En


Cavite,en San Roque y en el pueblo de Ternate,de la mismaprovincia.En el pueblo de
Biñanprovinciade La Laguna.En Balabac,isla del grupoLuzon,y en Basilany Zamboanga,
del de Mindanao(1869: 96).

Barrantesteníabuenas razones para estarbien informadoal respecto,pues había sido


durantelos dos años anterioresSecretariodel Gobierno Superiorde Filipinas y fueDirec-
torGeneral de la Administraciónen Filipinas más tarde,duranteel primergobierno de
Cánovas.
Sabemos qué había de especial en Cavite o en Ternatepara que este español se con-
virtieseen lengua habitualy en nativa; pero ¿qué había de especial en Biñán? De nuevo,
tenemos que descartar asentamientos de márdicas y cuarteles: lo que había allí eran
muchos mestizos chinos que, según todas las fuentes,vivían en la opulencia dedicados a
la producciónagrícola a gran escala. El pueblo y sus casas maravillarona todos los que
dejaron escritassus impresionessobre este lugar.Biñán era una de las llamadas "ciuda-
des mestizas" (Wickberg 1965: 34) en las que los mestizos chinos constituíanel sector
social más rico y el dominante políticamente, como ocurría también en Tambobong
(actualmenteMalabon) y en Pasig (ambos en la provincia de Tondo), en Santa Cruz y
Pagsanjan en Laguna, o en Molo y Jaroen Iloilo (Bisayas). Lo mismo que hemos visto
que ocurría en Lucban. Una prueba bien elocuente de la preponderanciade este sector
social en Biñán es que algunos indios acomodados se hacían pasar por mestizos chinos,
aunque ello suponía pagar el doble de tributo(Mallat 1846: 237). Lo mismo sucedía en
otroslugares,incluso en Manila: el personaje del capitán Tiago en Noli me tangerey en
El Filibusterismo, las dos famosasnovelas de JoséRizal, sería un ejemplo de estos indios
convertidosen mestizos chinos. Por otraparte,la familiadel propio Rizal sería un ejem-
plo de lo contrario,un cambio de estatusétnico de mestizo chino a indio, que la ley per-
mitíaen ciertascircunstancias.Había, pues, una ciertafluidezen la adscripciónétnicade
los individuosde los gruposlocales más acomodados.
Ahora bien, si en Biñán se hablaba castellano y entendemospor eso el chabacano, es
decir,una variedad al estilo de las habladas en los otrospueblos que menciona Barrantes
(como el barriode San Roque en Cavite), entoncespodemos conjeturarrazonablemente
que el chabacano al menos se sabía hablartambiénen todos los demás lugares donde los
mestizos chinos fuesenimportantes, aunque no se hubiese convertidotodavía en primera
lengua. Por consiguiente, probable que lo supiesen hablaro lo hablasen habitualmente
es
los mestizos chinos y los indios acomodados de Pagsanjan, y los de Santa Cruz, donde
tenía lugar la feriamás importantepara los intercambiosentrelas provinciasde Tayabas
y Laguna. A ella acudían habitualmentelos habitantesde Lucban para allí venderallí el
arroz que compraban en Sariaya y en Taiong, con destino a Majayjay, Lilio y Nagcar-
lang, el oro que compraban en Paracale y Mambulao, el balate, la concha y la cera que

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210 Mauro
Fernández
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traíande Polillo, etc. Cuando Alvarez Guerranos dice de los habitantesde Lucban que
son "los chinos de la provincia"(1876: 110), para encomiarsu laboriosidady diligencia,
no solo está utilizandouna metáfora,sino que está apuntandoa una realidad étnica,pues
de origenchino era la partemás notabley más rica de la población.
Una peculiaridadde los mestizos chinos pertinentepara esta discusión es su elevado
grado de hispanización, especialmente allí donde alcanzaron mayor bienestar. Como
destaca Wickberg:

Ifthemestizos'politicalrecordwas apparentlypro-Spanish, theircultural


recordwas cer-
tainlyso. Thereseemedto be no attachment to Chineseculture,and,instead,a verystrong
fora Philippine
affinity versionofHispanicculture.[. . .] The Chinesemestizo was as
, clearly,
hispanized -if notmoreso- as was theurbanized indio (1964: 89).

Incluso en Manila, donde coexistían con un poderoso gremio de chinos naturales,


evitaronla confluenciacon estos, prefiriendouna orientaciónreligiosa y culturalhispá-
nica que vino a confluircon la de los mestizos españoles e indios más acomodados.
Entrelos promotoresdel movimientoPropaganda , que habríade culminaren la subleva-
ción contraEspaña, fueronimportanteslos mestizos chinos,si bien algunos ya se habían
integradocon los naturalesen la partesuperiorde su escala social, como fue el caso del
propio Rizal, que ya hemos comentado. Mestizos chinos de Cavite eran, entreotros,
Pedro Osorio, uno de los Trece Mártiresde Cavite, y tambiénEmilio Aguinaldo, el pri-
merpresidentefilipino.
En el textode Pío Mondragón no hay ningunaindicación acerca de quiénes son los
que hablan del modo que él imitaen su diálogo. Pero la conjeturade que se tratabade un
sectorurbanoy acomodado parece razonable.37Si en Cavite y en Biñán ya se había nati-
vizado este español de tienda, es razonable pensar que en los pueblos importantesde
Laguna y Tayabas funcionaseal menos como código de distinciónsocial -tal como seña-
la explícitamenteÁlvarez Guerraa propósitode Lucban- y que estuviese siendo adopta-
do paulatinamenteen la intimidadde los hogares.
Había, pues muchos lugares además de Ermitapor los que circulaba el chabacano,
que a esas alturasestaba ya estabilizado en una formamuy semejantea la actual, aunque
no carentede variación interna.Esta estabilización relativa fue ya percibida por Schu-
chardtcon notableperspicacia,pese a no haberestado nunca en Filipinas y a tenerante sí
un conjuntomuyheterogéneode materiales,que lo inducíana pensar que "el español de
cocina", o "de tienda",o "de trapo",o "del Parián" no era tan consistentecomo el portu-
gués de Macao, o el de Malaca,38 sino que se manifestabaen múltiplesgradaciones,con
mayoreso menoresaproximacionesa la gramáticaespañola, con mayoro menornúmero
de palabras tagalas. Pero por debajo de todo esto, nos dice, había una jerga hablada

37 Enlascincuenta ycincopáginasquetienesucontribución solohayotraescenadialogada, enun


escrita
artificioso
estiloelevado,
enel queunmuchacho le dicea supadrecosascomo"heaquíqueel arco-iris
estábebiendoenla mar".A diferencia
dela escenadelmediquillo,la lenguadeestaescenanonospare-
ce quetengapropósito sinoquesiguelaspautasdelo quese consideraba
etnográfico, localmente "esti-
lo elegante".
38 No obstante,
es posiblequela consistencia
nofuesetanta comole parecíaa Schuchardt.Parael casode
MalacavéaseBaxter/Lopes (2010).

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enTayabas
Chabacano 211

comúnmenteentrelos indios con postergaciónde su lengua tradicional,una tendencia


mayoritariaa la que los españoles se habían acostumbrado(1883: 5), y que tenía en todo
el archipiélagomás o menos la misma formaque en Manila, salvo tal vez en Zamboanga
(1883: 16).
Hoy solo añadiríamosa estas palabras un par de precisionesque no se podían extraer
de los materialesque estaban al alcance del ilustreromanista.La primera,para aclarar
que los indios que encabezaron la adopción como propio de este español de cocina no
fueronlos más desfavorecidos, sino los más acomodados, junto con el grueso de los
mestizos chinos. La segunda, para precisarque no solo en Zamboanga diferíala forma:
lo hacía tambiénen Cotabato, en Davao, y posiblementeen Molo, Jaroy otrospuntosde
las Bisayas, de donde podríanprocederdirectamentelas variedades de chabacano habla-
das en Mindanao (Fernández 2009).
El textode Mondragón confirmaque la apreciación de Schuchardtera certera.Esta
muestrade "lengua de tiendao lenguaje de cocina", como la llama el autoren la nota (3),
es notablementeparecida en su formaa ciertostextosutilizados por Schuchardt,en con-
creto a aquellos que, en medio del cúmulo de malas imitacioneshechas por españoles,
fueronjuzgados como auténticospor Rizal: los enviados por Pardo de Tavera, por Lab-
hart-Lutzy las coplas de la serenataincluidas en el Nachtrag.
Es significativopara nuestropropósitoque estas coplas manileñas que cierranel tra-
bajo de Schuchardtse sitúenno en Ermita,sino en Binondo, el barrio en el que -junto
con el de Santa Cruz- se concentrabael mayornúmerode mestizos chinos de Manila. Y
más significativotodavía es que esas coplas ya estuviesenen circulacióndesde mediados
del siglo xix: La Ilustración de Manila ya las había reproducidoparcialmenteen 1859,
con una formamuy parecida a la que presentanen la versión de Schuchardt,salvados
ciertosobvios erroresde lectura.
Posiblementeeste español de cocina era tambiénpara don Pío Mondragón,en cuanto
nativo de Intramuros,un código doméstico,como lo era posiblementepara otrosilustra-
dos, incluido el propio José Rizal, que a veces escribía en chabacano las tarjetaspostales
dirigidasa sus amistades.Rizal no era ni caviteño,ni ternateño,ni del barriode Ermitaen
Manila; era de Calamba, en la provinciade Laguna, ya en el límitecon la de Batangas,y
proveníade una familiaadineraday culta,en cuyo seno recibió una esmerada educación.
Su madreconocía muybien el español (lo que no quiere decirque no utilizase el chabaca-
no como vernáculo). El 9 de febrerode 1888 le enviaba Rizal una tarjetapostal a Pedro
AlejandroPaterno,desde el hotelVictoriaIriartede Hong Kong, que decía:

Ñol,Aqui estánisóscon ñol Iriarte.


Yo di andána Londres,di pasá porEstadosUnidos.
Prontodi visitáconvos. Ya mandánisósexpresionescon el mgacapatidy otropa suyo.39

¿Cómo se hizo Rizal con el criollo? Porque esto es chabacano, con todos sus rasgos
arquetípicos.Y resultaademás que la postal va dirigidanada menos que a Paterno,otro
procerde la patria,tambiénde extracciónsocial elevada, uno de los grandesde la litera-
turafilipinaen español, que llevaba varios años residiendoen Madrid.. . y que era mesti-
zo chino,del barriomanileño de Santa Cruz. Y en criollo están tambiénalgunas postales

39 Reproducida
enla páginasinnumerar
quesiguea la 236enAlejandrino
(1949).

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212 Fernández
Mauro Rodríguez

recibidas por Rizal, por ejemplo, una de Evaristo de Aguirre,un caviteño ilustradode
familiaespañola, no mestiza,de cuya educación no pudo haberestado ausenteel español
peninsularque hablaban sus padres.
¿Cuáles eran, pues, los límites geográficos y sociales del criollo? ¿Se tratade una
historiaconfinadaa dos o treslocalidades y a un barriode Manila o se tratasimplemente
del resultadode una apropiacióndel español por los filipinosy mestizos?
Sostengo que se tratade lo segundo. Los más ilustradosy los más acomodados entre
los filipinos,en especial los que a partirde la segunda mitad del siglo xix empiezan a
recibiruna esmerada educación universitaria,eran diestrosen el manejo e incluso en el
cultivodel español culto,pero teníanel criollo como vernáculo. Las novelas de Rizal lo
muestrancon claridad.Los ocho turnosconversacionalesseguidos en chabacano que hay
en El Filibusterismocorrespondena una conversación de estudiantesuniversitariosen
una dulcería cerca de la Universidad de Santo Tomás, en el barrio de Sampaloc. Y en
Noli me tangereencontramosa actores del teatrode Tondo, capaces de cantaren latín,
italiano,etc.,pero que hablan informalmente entreellos en chabacano.
En las zonas en las que el chabacano se había convertidoen el vernáculo del sector
hegemónico entrela población local (mestizos chinos e indios acomodados), el pueblo
llano tambiénlo aprendióy lo hizo suyo,por emulación social, que es como suelen pro-
gresarlos procesos de language shift. El objetivo, su targetlanguage, no era el español
de los peninsulares,que difícilmentepodían ser un modelo para el pueblo. El objetivo no
podía ser otroque el chabacano.

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Apéndice. £1 texto de Pío Mondragón

Kl. DE TAYABAS 163

ción en casa, y después colgándola encima del pá-


stente.
Evitase que mujer alguna se acerque á quien
padece hemorragia ó sufre picadura venenosa, pues
■empeoran.
El areólito ó contrayerba.
es antídoto
Conforme de un practicante
al dictamen de los
autorizados, la semilla de vacuna humana es mejor
no tan buena la
■que la de vaca; pero como compuesta
de 1 parte de lecho de mujer, 3 de zumo de la yerba
botoncillo y 1|2 del de litnou... ¡A. cuántos habrá
de la viruela nuestro vacuuadorcillo,
preservado
nuovo y desconocido Jenner!
La hiél de boa hembra virgen (!) es muy me-
dicinal. asi como el vergajo de caiman y la pua
de U raya, soltándose los animales á que han

pertenecido.
Para que una caida no tonga consecuencias, echar
en el lugar de eüa.
agua
Kl latigazo dado con rabo de raya enflaquece (l).

Mediquillo. Buenas dias hor' buenas dias, fiora (*) .


Enfermo y esposa. Buenas dias. Entra usté.
Mediquillo. Voy ú ir aquí primero.
Ksposa . Entrá ya usté.
Mediquillo. ¿Y el bules , señora:-'
tèsposu. Abá (uh! bha!) si, pues. ¿ Verdáde nga
bá ese?
Mediquillo. Sí, ñora. Con aquel dia al venir yo

(1) Y causa irremisiblemente tisis, según los ilosanos -


De los Reyes.
(*) Ñora, aféresis do seňora, que la pesada lengua de
caviteños y algunos otros convierten en ñol, ñora.

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216 Fernández
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164 KOL.K-LORB ťlUPUSO

con un enfermo que estaba ta gumitá que gumitá,


derecho yo na cuarto donde tá dormir mi ijo. Abá!
nuay pá media ora mi ijo también. Por eso tá sentá
antes de entrar
yo primero (**).
Espi sa. Sus, qué malo paiál
Mediquillo. Sí, ñora. , Vamos ya... (Después de
pulsar y moviendo la cabeza) td j'»blá (***) ya yo
tiene pastno.
que uste
Enfermo. Pasmo de cosa?
Mediqu ilio. Pasmo
de jambre.
Enfermo. K donde tá conosé usté?
Mediquillo . Na pulso del muchacho quo ya llamá
conmigo.
Enfermo. Y cosa el bueno?
Mediquillo. Machaca ustudes p»n, seboiías y am-
bal; poné vino de misa y asé emplasto na barriga.
Dale bebé con ilós , zumo de limon y sebollas. Si
dale con ilós calentura, no ootné gallina.
Esposa, Sí, porque el gallina mucho viento.
Mediquillo. Si dale prio, malo come venado.
Enfermo. ¿Pnr qué?
Mediquillo , ¿No ta mirá usté que resio salta?
Esposa. Mi ijo el que tiene calentura.

(**) «El otro dia. viniendo de ver un enformo de inter-


minables vómitos, voy directamente al cuarto en que mi hijo
dormía. Pues cosa extraña, antes de media hora el niño
padecia de lo mismo. Esa es la causa de pasar tiempo antes
de entrar.
(**-) Tagalísmos consistentes en hacer presente el preté-
rito coexistente, carecer de terminación personal para el
verbo, y, conforme al antiguo castellano, pronunciar la h
aspirada: está hablé ó decía. La conjugación en la lengua
de tienda ó lenguaje de cocina consiste en el infinitivo
apeado de la r final, y precedido de tá, ya ó lia de, para
presente, pretérito é futuro respectivamente.

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enTayabas 217

EL OS TAYÀBAS f 65

Mediquillo. 'Sigaro ya sustá: casi siempre aquel ijo


del Alcalde.
Esposar qué? Y a curá ba usté...?
Por
Mediquillo . Cuando ya parí el alcaldesa, nisós de
Culasa el partera, porque con el doctor no quiere
dice, ella, porqué 110 snbe soba; el vacunador ge-
neral también él no sabe bisiá con el empelmo. No
á de creé usté: el alcaldesa ya pagó con nisotros
sincuenta pesos y ya pasea dentro de dos semanas.
Esposa. ¡Válgame Dios!... F>ero cosa el hijo del
alcalde?
Mediquillo . Ya saumá yo con ele con piedra lum-
bre: por eso ya conosé yo que ya tené miedo con
el pabo.
Esposa. É por qué?
Mediquillo. Porque ya quedá hichura de pabo
gueco el piedra lumbre.
Esposa. Bina muna con mi ijo.
Mediquillo. (Examinando «1 niño) Asina nga... Abá!
este criatura masiado lloro n.
Esposa. Renegado pa también.
Mediquillo . Pegá usté con cíl con aquel manga
palito del ñipa del balisbisan (alero). A de queda
umilde.
Esposa. Con chinelas ta pGgá y á algunas veces
y no siempre ta asé caso.
Mediquillo . Entonces tiene cabal: al quedar grande,
el que usté asé, pegá é saja (caps del tallo) del
plántanos. Entonces no vale c^bal. Adiós, ñora.
Esposa. ¿Cosa bá mi mando? Pesado?
Mediquillo . No tanto (mucho), pero chiquito el
orejas de ilós.
Esposa. Corto el vida ta jablá usté?

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Fernández
Rodríguez

1C§ FOLK-LORE FILIPINO

Mediquillo. Kse pues mismo).


(eso
Esposa. Ay, dios mío!
Mediquillo. Pero yo cuidao: no lem' usi«' miedo.
Gracias á Dios, mi virtud ta gana con ustedes todo.

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