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SALA REGIONAL DEL CENTRO III

EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

ACTOR (A): **** ****** ***********


********

MAGISTRADO INSTRUCTOR:
JULIO ALBERTO CASTAÑEDA PECH.

SECRETARIA DE ACUERDOS:
MARISOL MEDINA LEMUS.

Celaya, Guanajuato, treinta de agosto de dos mil


diecinueve.- Vistos para resolver, los autos que integran el
presente juicio, y estando debidamente integrada la Sala
Regional del Centro III del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, por los Magistrados que la componen: JULIO
ALBERTO CASTAÑEDA PECH, como instructor del presente juicio,
adscrito a la Primera Ponencia de esta Sala Regional del Centro
III, de conformidad con el Acuerdo G/JGA/73/2018, emitido por la
Junta de Gobierno y Administración del Tribunal Federal de
Justicia Administrativa, en sesión de veintitrés de octubre de dos
mil dieciocho, y en términos del artículo 48 de la Ley Orgánica del
Tribunal Federal de Justicia Administrativa; JOSÉ DE JESÚS
GONZÁLEZ LÓPEZ, en su carácter de Presidente de esta Sala; y,
MANUEL CASTELLANOS TORTOLERO, Magistrado Instructor adscrito
a la Tercera Ponencia de esta Sala; ante la presencia de la
Secretaria de Acuerdos que actúa y da fe, MARISOL MEDINA
LEMUS; con fundamento en los artículos 49 y 50 de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo, se procede a
dictar sentencia definitiva en el juicio señalado al rubro, y;
R E S U L T A N D O:

1.- Mediante escrito ingresado en la Oficialía de Partes de


esta Sala Regional del Centro III, el cuatro de enero de dos mil
dieciocho, compareció **** ****** *********** *******, por propio
derecho, a demandar la nulidad de la resolución contenida en
el oficio número 600-24-00-02-00-2017-1955, de veinticinco de
octubre de dos mil diecisiete, emitida por la Administradora
Desconcentrada Jurídica de Guanajuato “1”, del Servicio de
Administración Tributaria, mediante la cual resuelve el recurso
administrativo de revocación RRL2017007636, en el sentido de
confirmar la resolución contenida en el oficio 500-24-00-05-01-
2017-6401, de veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete, emitida
por la Administración Desconcentrada de Auditoría Fiscal de
Guanajuato “1”, del Servicio de Administración Tributaria, en la
que se le determinó un crédito fiscal en cantidad de $675,287.81
por concepto de impuesto sobre la renta, actualizaciones,
recargos y multas.

2.- Mediante proveído de quince de enero de dos mil


dieciocho, se admitió a trámite la demanda, y con copias de la
misma se corrió traslado a la autoridad enjuiciada, para que
procediera a formular la contestación a la misma.

3.- En acuerdo de dos de abril de dos mil dieciocho, se tuvo


por contestada la demanda, y se corrió traslado a la actora con
copias de la misma y anexos, para que dentro del término de ley
formulara su ampliación de demanda.

4.- Por auto de doce de junio de dos mil dieciocho, se tuvo


por precluído el derecho del actor para formular su ampliación a

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la demanda, y en diverso acuerdo de la misma fecha se


concedió a las partes el término establecido en ley para formular
alegatos por escrito; carga procesal que no fue atendida.

5.- Mediante acuerdo de siete de septiembre de dos mil


dieciocho, se declaró debidamente cerrada la instrucción; y se
procedió a dictar sentencia definitiva, en la cual se resolvió que el
actor no probó los extremos de su acción, y se reconoció la
validez de la resolución impugnada, así como de la recurrida.

6.- Inconforme con el fallo anterior, la parte actora


promovió demanda de amparo directo, mismo que le tocó
conocer por razón de turno al Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Decimosexto Circuito, integrándose
para ello, el expediente A.D.A. 700/2018, y quien, por ejecutoria
correspondiente al veintiocho de marzo de dos mil diecinueve,
resolvió que la Justicia de la Unión amparaba y protegía al actor,
por lo que remitió los autos originales del juicio a esta Sala
Regional, para el efecto de que se cumplieran con los
lineamientos expuestos en dicho fallo protector.

7.- Mediante resolución de diecisiete de mayo de dos mil


diecinueve, esta Sala Regional del Centro III dio debido
cumplimiento a la ejecutoria dictada por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Decimosexto Circuito,
dejando sin efectos la sentencia definitiva dictada en el presente
juicio el siete de septiembre de dos mil dieciocho, asimismo, se
ordenó turnar los autos al Magistrado Instructor, con el fin de que
se repusiera el procedimiento desde la notificación al actor del
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acuerdo de dos de abril de dos mil dieciocho, en el que se
concedió término para ampliar la demanda, y se ordenara la
notificación personal del citado proveído.

8.- En auto de diecisiete de mayo de dos mil diecinueve, se


regularizó el procedimiento y se dejó sin efectos todo lo actuado
con anterioridad, asimismo, se ordenó notificar por correo
certificado con acuse de recibo al actor el acuerdo de dos de
abril de dos mil dieciocho.

9.- Por proveído de once de junio de dos mil diecinueve, se


tuvo por formulada la ampliación de demanda, y con copias de
la misma, se corrió traslado a la autoridad para que diera
contestación.

10- Mediante acuerdo de doce de julio de dos mil


diecinueve, se tuvo por contestada la ampliación de demanda y
se concedió a las partes el término de ley para formular sus
alegatos por escrito; carga procesal que no fue atendida.

11.- Mediante acuerdo de treinta de agosto de dos mil


diecinueve, se declaró debidamente cerrada la instrucción; y se
procede a dictar sentencia definitiva en los siguientes términos.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO.- La competencia por materia de esta Sala se


acredita con la resolución impugnada por lo que se encuentra en
el supuesto previsto en la fracción II, del artículo 3, de la Ley
Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa; asimismo,
esta juzgadora es legalmente competente por razón de territorio,
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según lo previsto por los artículos 29 y 30 de la misma Ley, en


relación con los diversos 21 fracción X y 22 fracción X, del
Reglamento Interior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, vigente de conformidad con el Quinto Transitorio
del Decreto por el que se expide la Ley General del Sistema
Nacional Anticorrupción, la Ley General de Responsabilidades
Administrativas, y la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa.

SEGUNDO.- La existencia de la resolución impugnada y de


la recurrida se encuentra debidamente acreditada en autos en
los términos de los artículos 93, fracciones I y II, 95, 129, 200 y 202
del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria al presente litigio, por el ejemplar que de la misma
exhibe la parte actora y por el reconocimiento expreso que
realizó la autoridad demandada al momento de producir su
contestación.

TERCERO.- Se hace la precisión de que esta Sala Regional


procederá por una parte, a emitir el presente fallo conforme a los
lineamientos expuestos por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Decimosexto Circuito, en el amparo
directo A.D.A. 700/2018, en la ejecutoria correspondiente al
veintiocho de marzo de dos mil diecinueve, (visible a folios 179 a
224 de autos), donde algunos de sus efectos consistieron, en que
una vez regularizado el procedimiento del presente juicio, se
continuara con el trámite respectivo y al momento de dictar
sentencia, con plenitud de jurisdicción esta juzgadora analizara
lo efectivamente planteado en el primero, sexto, séptimo,
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décimo, décimo primero y décimo segundo conceptos de
impugnación, asimismo, con esa libertad de jurisdicción, se
estudiara el tercero, cuarto, quinto, octavo, noveno y décimo
tercer, conceptos de impugnación, todos del escrito inicial de
demanda.

Por tanto, en primer término dentro del presente


considerando, se procede al estudio de los conceptos de
impugnación formulados por la parte actora encaminados a
controvertir el procedimiento en el cual la autoridad encontró
sustento para la determinación del crédito fiscal.

En el concepto de impugnación “primero” del escrito


inicial de demanda, señala el actor que la resolución recurrida
resulta ilegal en virtud de que la autoridad emitió la resolución en
contravención al artículo 42, antepenúltimo y penúltimo párrafo
del Código Fiscal de la Federación, porque no se cumplió con la
formalidad de darle a conocer, en un plazo de al menos diez
días hábiles previos al oficio de observaciones, el derecho que le
asistía a conocer los hechos y omisiones que en su momento
hubiera detectado la fiscalizadora, de modo que no se le
concedió la oportunidad de hacer uso de sus derechos de
autocorrección y solicitud de acuerdos conclusivos.

Además, señala que no se levantó el acta


circunstanciada de la que habla el penúltimo párrafo del artículo
42 del Código Fiscal de la Federación, en la que se asentara lo
concerniente a la comunicación de ese derecho y de la cita
correspondiente; por lo cual, le fueron negados los derechos a la
autocorrección a efecto de evitar mayores afectaciones a su

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economía, y a la terminación anticipada que le hubiera


permitido hacer el mayor ahorro posible.

Refiere, que la autoridad demandada no desvirtúa su


negativa en cuanto a la comunicación de su derecho y a que
no se hizo constar en el oficio de observaciones tal situación.

En su concepto de impugnación “primero” del escrito de


ampliación de demanda, argumenta el actor que la autoridad al
contestar la demanda manifestó que exhibió copia certificada
del oficio de catorce de marzo de dos mil diecisiete y sus
constancias de notificación, relativas a la “Atenta Invitación”,
pretendiendo que con ello sí cumplió con la formalidad de
comunicarle el derecho de conocer los hechos u omisiones
detectados en la fiscalización, sin embargo ello no es así, pues no
se le anexó copia de esos documentos en su traslado
correspondiente, por lo que no puede considerarse que los
ofreció como prueba, lo cual no desvirtúa su negativa lisa y llana
que formuló en su demanda.

Expone que en todo caso, el artículo 42, penúltimo


párrafo, del Código Fiscal de la Federación, marca que debe
comunicarse el derecho de conocer los hechos y omisiones
detectados, con antelación al oficio de observaciones con al
menos diez días, pero en el caso que nos ocupa, el oficio de
observaciones es de treinta y uno de enero de dos mil diecisiete,
y la comunicación al actor de su derecho fue hasta el diecisiete
de marzo de dos mil diecisiete, lo cual es claro que no podía ser

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anterior el oficio de observaciones al oficio de “atenta
invitación”.

Refiere la parte actora en el quinto concepto de


impugnación formulado en su escrito inicial de demanda, que la
resolución impugnada resulta ilegal en virtud de que se inobservó
el artículo 48, fracción IV, del Código Fiscal de la Federación,
pues el oficio de observaciones no se limita a consignar hechos y
omisiones conocidos de la revisión, sino que se sustenta en un
procedimiento diverso sin que la ley le establezca dicha facultad.

En el octavo concepto de impugnación del escrito inicial


de demanda, sostiene que carece de fundamentación y
motivación la resolución liquidatoria recurrida, en virtud de que
se sustenta en ingresos determinados presuntivamente conforme
a una discrepancia fiscal.

Asimismo, de manera específica en los conceptos de


impugnación segundo, y tercero, del escrito de demanda,
argumenta la parte actora que la resolución recurrida es ilegal
en virtud de que encuentra sustento en una presunción de
ingresos por determinación de discrepancia fiscal la cual inició
con una comunicación que emitió una autoridad que es
incompetente, pues los artículos señalados en el oficio no le
otorgan facultades en dicha materia, y que se inobservó lo
dispuesto por el artículo 91 primer párrafo y fracción III de la Ley
del Impuesto Sobre la Renta, en virtud de que se practicó un
procedimiento de discrepancia fiscal que no concluyó de la
forma que establece dicha legislación.

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En el concepto de impugnación cuarto del escrito inicial


de demanda, manifiesta que no se cumplió con lo establecido
en el artículo 91, primer párrafo y fracción III, de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, porque la ley no establece plazo para
la emisión y notificación de la resolución respectiva, y que en ese
sentido, la fiscalizadora no se sometió al término aplicable
supletoriamente para tal efecto, por lo que se incumplió con lo
dispuesto en los artículos 50 y 53-B del Código Fiscal de la
Federación.

Agrega en el concepto de anulación noveno del escrito


de demanda, que la resolución determinante carece de
fundamentación y motivación, porque la fiscalizadora formuló un
oficio de comunicación que incumplió con lo establecido en la
fracción II del artículo 91, de la Ley del Impuesto sobre la Renta,
ya que no se le dio la oportunidad de manifestarse conforme a
dicho numeral.

Por su parte, al formular su contestación de demanda y de


la ampliación, la autoridad enjuiciada refutó los conceptos de
impugnación expuestos por la actora y sostuvo la legalidad de la
resolución impugnada, y de la recurrida.

A juicio de los suscritos Magistrados que integran esta Sala


Regional del Centro III, los conceptos de impugnación en estudio
resultan ser infundados y otros parcialmente fundados pero
insuficientes para declarar la nulidad de la resolución impugnada
y de la recurrida, en virtud de las consideraciones siguientes.

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Antes de proceder al estudio de los conceptos de
impugnación conviene al efecto establecer los hechos que
constituyen el origen y antecedente de la resolución recurrida
consistente en el oficio número 500-24-00-05-01-2017-6401, de
fecha veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete, mediante el
cual se determinó a la parte actora un crédito fiscal por
concepto de Impuesto Sobre la Renta por el ejercicio del uno de
enero de dos mil catorce al treinta y uno de diciembre de dos mil
catorce:

 La autoridad demandada ejerció facultades de


comprobación mediante solicitud de información y
documentación con oficio 500-2400-02-00-0960, de tres de
febrero de dos mil dieciséis, notificado el cinco de febrero del
mismo año, según se advierte a fojas 1 a 12 del expediente
administrativo; luego, la actora mediante escrito de veintiséis
de febrero de dos mil dieciséis, solicitó prórroga para la
exhibición de la documentación requerida por la demandada.

 Mediante oficio número 500-24-00-02-00-2015-2414 de uno


de marzo de dos mil dieciséis, la autoridad demandada otorgó
la prórroga solicitada por el actor referida en el punto
inmediato anterior, según se advierte a fojas 13 a 22 del
expediente administrativo.

 Posteriormente, mediante escrito de catorce de marzo de


dos mil dieciséis, presentado ante la autoridad el dieciséis del
mismo mes y año, la actora aportó diversa documentación en
cumplimiento a la solicitud de documentación con número de
oficio 500-2400-02-00-0960, de fecha tres de febrero de dos mil
dieciséis.

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 Por su parte, la autoridad demandada mediante oficio con


número de folio SIARAAGAFADAFGTO1/2016/000059, de
dieciséis de marzo de dos mil dieciséis, solicitó información a la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores respecto de las
cuentas bancarias registradas en diversas instituciones a
nombre del actor, **** ****** *********** *******; según se advierte
a foja 92 a 94 del expediente principal.

 Una vez aportada la información por parte de la Comisión


Nacional Bancaria y de Valores, mediante el diverso oficio
número 500-24-00-05-01-2016-10670 de diecisiete de agosto de
dos mil dieciséis, la autoridad demandada hizo del
conocimiento de la actora dicha información, otorgándole el
plazo de 15 días, para el efecto de que manifestara lo que a su
derecho conviniera, sin haber realizado manifestación alguna.

 Mediante oficio número 500-24-00-05-01-2016-13893 de


veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, notificado el
once de octubre de dos mil dieciséis, (según se advierte a fojas
74 a 85 del expediente administrativo), la autoridad
demandada nuevamente solicitó documentación e
información a la parte actora, empero ahora de manera
específica respecto de los importes reflejados en los estados de
cuenta derivados de la información aportada por la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, otorgando el plazo de 15 días
de conformidad con lo dispuesto por el artículo 53, inciso c), del
Código Fiscal de la Federación.

 Por escrito presentado el treinta y uno de octubre de dos


mil dieciséis, la actora informó sobre la relación y procedencia
de los depósitos antes señalados.
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 Luego, la autoridad demandada valoró la información
aportada por la actora y emitió el oficio número 500-24-00-05-
01-2016-16831 de veintiocho de noviembre de dos mil dieciséis,
notificado el veintinueve de noviembre siguiente, (según
constancias que obran anexadas al expediente administrativo
a fojas 86 a 99), mediante el cual hace del conocimiento al
demandante, que se ubicó en el supuesto establecido en el
artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, y se le da a
conocer la discrepancia fiscal, asimismo, se le otorgó el plazo
de 20 días hábiles de conformidad con la fracción II del
dispositivo legal señalado, para el efecto de que procediera a
informar por escrito de manera amplia y detallada las razones
para presentar inconformidad a dicha determinación.

 La actora mediante escrito de diez de enero de dos mil


diecisiete, presentó escrito en relación con el oficio citado en el
punto inmediato anterior.

 Mediante oficio número 500-24-00-05-01-2017-1569, de


fecha treinta y uno de enero de dos mil diecisiete, notificado el
uno de febrero del mismo año, (según se advierte a fojas 100 a
129 del expediente administrativo), la autoridad demandada
da a conocer las observaciones determinadas en la revisión.

 En oficio 500-24-00-05-01-2017-3710 de catorce de marzo


de dos mil diecisiete, notificado el diecisiete de marzo de dos
mil diecisiete, la autoridad comunicó al actor que a fin de
informarle los hechos y omisiones que se conocieron hasta ese
momento durante el ejercicio de las facultades de
comprobación de la autoridad, realizó “atenta invitación” para
que se presentara en las oficinas de la autoridad en un plazo
de diez días hábiles contados al día siguiente a la notificación

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del aludido oficio, conforme al artículo 42 del Código Fiscal de


la Federación.

 Finalmente, por oficio número 500-24-00-05-01-2017-6401,


de fecha veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete, se
determinó a la parte actora un crédito fiscal por concepto de
Impuesto Sobre la Renta por el ejercicio del uno de enero de
dos mil catorce al treinta y uno de diciembre de dos mil
catorce.

De los hechos señalados con antelación, se advierte que la


autoridad demandada inició facultades de comprobación
mediante la solicitud de documentación a la parte actora por el
periodo comprendido del uno de enero de dos mil catorce, al
treinta y uno de diciembre de dos mil catorce, a efecto de
verificar el cumplimiento de sus obligaciones como sujeto directo
en materia de Impuesto Sobre la Renta, citando la autoridad
como fundamento, —entre otros—, los artículos 42, primer
párrafo, fracción II, y segundo párrafo, 48 y 53, inciso c), del
Código Fiscal de la Federación.

Derivado de la información aportada por la parte actora,


así como de la conocida por la autoridad mediante la solicitud
realizada a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la
autoridad emitió el oficio número 500-24-00-05-01-2016-13893 de
veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, a través del cual,
nuevamente y en específico, solicitó documentación e
información a la parte actora respecto de los importes reflejados
en sus estados de cuenta.

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Luego, continuando el procedimiento la autoridad valoró
la documentación y las manifestaciones realizadas por la parte
actora en dicha fase, y concluyó mediante oficio 500-24-00-05-
01-2016-16831 de veintiocho de noviembre de dos mil dieciséis,
la existencia de una discrepancia fiscal, en cantidad de
$1’257,673.19, en virtud de que el actor, **** ****** ***********
*******, declaró ingresos en $0.00, durante el ejercicio fiscal de
dos mil catorce, y efectuó erogaciones consistentes en gastos,
adquisiciones de bienes y depósitos en cuentas bancarias en los
importes siguientes:

TOTAL DE INGRESOS DECLARADOS $0.00


SUMA DE EROGACIONES $1,257,673.19
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 91 párrafos
segundo, tercero, cuarto y sexto, de la Ley del Impuesto Sobre
la Renta.
$985,959.00
SUMA DE IMPORTES DE gastos y adquisiciones de bienes según
Comprobantes Fiscales Digitales por Internet
$271,714.19
SUMA DE DEPÓSITOS DE CUENTAS BANCARIAS (proporcionados
por la Comisión Bancaria y de Valores)

DISCREPANCIA $1,257,673.19
FISCAL

Posteriormente, emitió el oficio 500-24-00-05-01-2017-1569,


de treinta y uno de enero de dos mil diecisiete, mediante el cual
le dio a conocer al actor los hechos y omisiones derivados de la
revisión, mediante el oficio de observaciones; y, en oficio 500-24-
00-05-01-2017-3710 de catorce de marzo de dos mil diecisiete,
notificado el diecisiete de marzo de dos mil diecisiete, la
autoridad comunicó al actor que a fin de informarle los hechos y
omisiones que se conocieron hasta ese momento durante el
ejercicio de las facultades de comprobación de la autoridad,
realizó “atenta invitación” para que se presentara en las oficinas
de la autoridad en un plazo de diez días hábiles contados al día
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siguiente a la notificación del aludido oficio, conforme al artículo


42 del Código Fiscal de la Federación.

Finalmente, como resultado del ejercicio de sus facultades


de comprobación, la autoridad emitió el oficio 500-24-00-05-01-
2017-6401, de veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete,
notificado el uno de junio de dos mil diecisiete, el cual constituye
la resolución recurrida, mediante la cual se determinó al actor un
crédito fiscal en cantidad de $675,287.81, por concepto de
Impuesto Sobre la Renta, actualización recargos y multas, por el
periodo comprendido del uno de enero al treinta y uno de
diciembre de dos mil catorce.

Ahora bien, la autoridad demandada para efectos de la


determinación de “discrepancia fiscal”, señaló como
fundamento de su actuar —entre otros— el artículo 91 de la Ley
del Impuesto Sobre la Renta, mismo que a la letra dispone lo
siguiente:

LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.

“Artículo 91. Las personas físicas podrán ser objeto del procedimiento de
discrepancia fiscal cuando se compruebe que el monto de las
erogaciones en un año de calendario sea superior a los ingresos
declarados por el contribuyente, o bien a los que le hubiere
correspondido declarar.

Para tal efecto, también se considerarán erogaciones efectuadas por


cualquier persona física, las consistentes en gastos, adquisiciones de
bienes y depósitos en cuentas bancarias, en inversiones financieras o
tarjetas de crédito.

Las erogaciones referidas en el párrafo anterior se presumirán ingresos,


cuando se trate de personas físicas que no estén inscritas en el Registro
Federal de Contribuyentes, o bien, que estándolo, no presenten las
declaraciones a las que están obligadas, o que aun presentándolas,
declaren ingresos menores a las erogaciones referidas. Tratándose de
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contribuyentes que tributen en el Capítulo I del Título IV de la presente
Ley y que no estén obligados a presentar declaración anual, se
considerarán como ingresos declarados los manifestados por los sujetos
que efectúen la retención.

No se tomarán en consideración los depósitos que el contribuyente


efectúe en cuentas que no sean propias, que califiquen como
erogaciones en los términos de este artículo, cuando se demuestre que
dicho depósito se hizo como pago por la adquisición de bienes o de
servicios, o como contraprestación para el otorgamiento del uso o goce
temporal de bienes o para realizar inversiones financieras ni los traspasos
entre cuentas del contribuyente o a cuentas de su cónyuge, de sus
ascendientes o descendientes, en línea recta en primer grado.

Los ingresos determinados en los términos de este artículo, netos de los


declarados, se considerarán omitidos por la actividad preponderante
del contribuyente o, en su caso, otros ingresos en los términos del
Capítulo IX de este Título tratándose de préstamos y donativos que no
se declaren o se informen a las autoridades fiscales, conforme a lo
previsto en los párrafos segundo y tercero del artículo 90 de esta Ley. En
el caso de que se trate de un contribuyente que no se encuentre
inscrito en el Registro Federal de Contribuyentes, las autoridades fiscales
procederán, además, a inscribirlo en el Capítulo II, Sección I de este
Título.

Para conocer el monto de las erogaciones a que se refiere el presente


artículo, las autoridades fiscales podrán utilizar cualquier información
que obre en su poder, ya sea porque conste en sus expedientes,
documentos o bases de datos, o porque haya sido proporcionada por
un tercero u otra autoridad.

Para los efectos de este artículo las autoridades fiscales procederán


como sigue:

I. Notificaran al contribuyente, el monto de las erogaciones detectadas,


la información que se utilizó para conocerlas, el medio por el cual se
obtuvo y la discrepancia resultante.

II. Notificado el oficio a que se refiere la fracción anterior, el


contribuyente contará con un plazo de veinte días para informar por
escrito a las autoridades fiscales, contados a partir del día siguiente a la
fecha de notificación, el origen o fuente de procedencia de los recursos
con que efectuó las erogaciones detectadas y ofrecerá, en su caso, las
pruebas que estime idóneas para acreditar que los recursos no
constituyen ingresos gravados en los términos del presente Título. Las
autoridades fiscales podrán, por una sola vez, requerir información o
documentación adicional al contribuyente, la que deberá proporcionar
en el término previsto en el artículo 53, inciso c), del Código Fiscal de la
Federación.

III. Acreditada la discrepancia, ésta se presumirá ingreso gravado y se


formulará la liquidación respectiva, considerándose como ingresos
omitidos el monto de las erogaciones no aclaradas y aplicándose la
tarifa prevista en el artículo 152 de esta Ley, al resultado así obtenido.

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De lo anterior se advierte que la discrepancia fiscal es la


diferencia que se produce cuando un contribuyente durante un
año de calendario realiza gastos e inversiones superiores a sus
ingresos declarados o no adminiculados con otra información
con la que cuenten las autoridades fiscales, incluso la
proporcionada por un tercero.

Asimismo, el artículo establece que se considerarán


erogaciones efectuadas por cualquier persona física, las
consistentes en gastos, adquisiciones de bienes, depósitos en
cuentas bancarias, y en inversiones financieras o tarjetas de
crédito, dichos gastos o erogaciones se presumirán ingresos
tratándose de individuos no inscritos en el Registro Federal de
Contribuyentes, o bien estándolo no presenten las declaraciones
a las que están obligados, o exhibiéndolas reporten ingresos
menores a sus erogaciones.

Quienes perciban ingresos por salarios y en general por la


prestación de un servicio profesional subordinado y no estén
constreñidos a declarar, se considerarán como ingresos los
manifestados por sus patrones.

Asimismo, dicho artículo establece el procedimiento


siguiente:

 Notificar al contribuyente el monto de las erogaciones


detectadas, cómo se conocieron y la forma de cálculo
de la discrepancia resultante.

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 Notificar al contribuyente que cuenta con 20 días para
informar a las autoridades fiscales las causas y orígenes
de la diferencia.

 Si la autoridad comprueba la discrepancia se entenderá


que es ingreso gravado y se formulará la liquidación de
impuesto a cargo que corresponda.

Señalado lo anterior, no debe perderse de vista que la


resolución recurrida impugnada, encuentra su origen en la
solicitud de información y documentación al actor contenida en
el oficio 500-2400-02-00-0960, de tres de febrero de dos mil
dieciséis, notificado el cinco de febrero del mismo año, (según se
advierte a fojas 1 a 12 del expediente administrativo), emitido por
la autoridad en ejercicio de las facultades de comprobación
previstas en los artículos 42, primer párrafo, fracción II y segundo
párrafo; y, 48 del Código Fiscal de la Federación, mismos que se
transcriben a continuación:

CODIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN

Artículo 42. Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los


contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos
relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y aduaneras y, en
su caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así
como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para proporcionar
información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para:

I.- Rectificar los errores aritméticos, omisiones u otros que aparezcan en las
declaraciones, solicitudes o avisos, para lo cual las autoridades fiscales
podrán requerir al contribuyente la presentación de la documentación que
proceda, para la rectificación del error u omisión de que se trate.

II. Requerir a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos


relacionados, para que exhiban en su domicilio, establecimientos, en las
oficinas de las propias autoridades o dentro del buzón tributario,
dependiendo de la forma en que se efectuó el requerimiento, la
contabilidad, así como que proporcionen los datos, otros documentos o
informes que se les requieran a efecto de llevar a cabo su revisión.

18
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

La visita domiciliaria que tenga por objeto verificar todos o cualquiera de


las obligaciones referidas en los incisos anteriores, deberá realizarse
conforme al procedimiento previsto en el artículo 49 de este Código y
demás formalidades que resulten aplicables, en términos de la Ley
Aduanera.

Artículo 48.- Cuando las autoridades fiscales soliciten de los contribuyentes,


responsables solidarios o terceros, informes, datos o documentos o pidan la
presentación de la contabilidad o parte de ella, para el ejercicio de sus
facultades de comprobación, fuera de una visita domiciliaria, se estará a lo
siguiente:

I. La solicitud se notificará al contribuyente de conformidad con lo


establecido en el artículo 134 del presente ordenamiento.

II. En la solicitud se indicará el lugar y el plazo en el cual se debe


proporcionar los informes o documentos.

III. Los informes, libros o documentos requeridos deberán ser


proporcionados por la persona a quien se dirigió la solicitud o por su
representante.

Para los efectos del primer párrafo de este artículo, se considera como
parte de la documentación o información que pueden solicitar las
autoridades fiscales, la relativa a las cuentas bancarias del contribuyente.

De lo anterior se advierte que la autoridad fiscal ejerció


facultades de comprobación fuera de visita domiciliaria
solicitando informes, datos, documentos, y del resultado de la
revisión de la documentación se hizo del conocimiento de la
parte actora el oficio de observaciones donde se consignaron los
hechos y omisiones derivados de dicho ejercicio, asimismo se
determinó una discrepancia fiscal de conformidad con el
procedimiento establecido en el artículo 91 de la Ley del
Impuesto Sobre la Renta, por tanto y contrario a lo que sostiene
quien demanda, no existe irregularidad alguna en lo actuado
por la demandada.

Lo anterior resulta así, pues no debe perderse de vista que


dicho procedimiento de discrepancia fiscal se realizó durante el
19
ejercicio de facultades de comprobación, dándose a conocer
por un lado, el resultado de dicha discrepancia y, por otro lado,
posteriormente el oficio de observaciones, por tanto, la existencia
de diversos plazos para realizar manifestaciones o desvirtuar
hechos no le causa perjuicio alguno, ni tampoco es exigible que
tenga que sujetarse supletoriamente a los términos previstos en
los numerales 50 y 53-B del Código Fiscal de la Federación para
emitirse la resolución determinante de liquidación, mientras que
se sigan los procedimientos establecidos para cada supuesto no
se le deja en estado de incertidumbre al contribuyente, lo que
ocurrió en la especie, porque en el caso se trata de una revisión
de gabinete propiamente en el que la misma ley marca los
plazos establecidos para emitir la resolución correspondiente.

Asimismo, cabe señalar que de conformidad con lo


dispuesto por los artículos 42, fracción II, y 48, fracciones I, II y III
del Código Fiscal de la Federación, tratándose del desarrollo de
una revisión de gabinete o escritorio, las formalidades a seguir
consisten en que como consecuencia de la revisión de los
informes, datos, documentos o contabilidad requeridos las
autoridades fiscales formularán oficio de observaciones en el
cual se harán constar en forma circunstanciada los hechos u
omisiones conocidos y que entrañen el incumplimiento de las
disposiciones fiscales del sujeto objeto de revisión.

Por tanto, lo cierto es que el seguimiento del


procedimiento del artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la
Rentra, no le dejó en estado de inseguridad jurídica a la actora,
pues se le dieron a conocer la documentación e información
proporcionada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores,
mediante el oficio 500-24-00-05-01-2016-10670 de diecisiete de
20
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

agosto de dos mil dieciséis, otorgándole el plazo de 15 días, para


el efecto de que manifestara lo que a su derecho conviniera; el
cual se notificó el diecinueve de agosto siguiente, sin que el
actor diera contestación alguna.

De igual forma, mediante oficio número 500-24-00-05-01-


2016-13893 de veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, se le
solicitó nuevamente documentación otorgando el plazo de 15
días de conformidad con lo dispuesto por el artículo 53, inciso c),
del Código Fiscal de la Federación, dando la actora
contestación a ellos, formulando manifestaciones y ofreciendo
pruebas de su parte mediante escrito presentado el treinta y uno
de octubre de dos mil dieciséis, con el fin de controvertir los
hechos u omisiones conocidos en esos momentos por la
información proporcionada por la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores.

Máxime que con posterioridad a la determinación de la


discrepancia fiscal, se emitió el oficio de observaciones el cual
fue del pleno conocimiento de la actora, así como lo relativo a la
“atenta invitación” que se le realizó para que acudiera a las
oficinas de la autoridad a fin de darle a conocer los hechos y
omisiones que se conocieron durante el procedimiento
fiscalizador; lo que hace evidente que no fueron afectadas sus
defensas y sus derechos fundamentales de audiencia y
seguridad jurídica, durante la fase de fiscalización, como lo
sostiene.

21
En consecuencia el oficio número 500-24-00-05-01-2017-
6401, de veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete, mediante el
cual se determinó a la parte actora un crédito fiscal por
concepto de Impuesto Sobre la Renta por el ejercicio del uno de
enero de dos mil catorce al treinta y uno de diciembre de dos mil
catorce, derivó de los hechos conocidos durante el ejercicio de
facultades previstas por el artículo 42, del Código Fiscal de la
Federación y del procedimiento establecido en el artículo 91 de
la Ley del Impuesto Sobre la Renta, donde la autoridad
demandada determinó como ingresos, las erogaciones
efectuadas por la actora y la suma de trasferencias y depósitos
realizados en sus cuentas bancarias que no fueron aclarados en
la determinación de la discrepancia fiscal, por tanto, sí se siguió
el procedimiento establecido en el artículo en comento, sin que
le cause perjuicio alguno la emisión del oficio de observaciones
como parte del ejercicio de las facultades del artículo 42 del
Código Fiscal de la Federación.

Por otra parte, en cuanto a lo expuesto por el actor


relacionado a que:

1) No se cumplió con la formalidad de darle a conocer,


en un plazo de al menos diez días hábiles previos al oficio de
observaciones, el derecho que le asistía de conocer los hechos y
omisiones detectados en ese momento por la fiscalizadora, y que
por ello, no se le concedió la oportunidad de hacer uso de sus
derechos de autocorrección y solicitud de acuerdos conclusivos,
a efecto de evitar mayores afectaciones a su economía, y a la
terminación anticipada que le hubiera permitido hacer el mayor
ahorro posible;

22
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

2) Que en todo caso el artículo 42, antepenúltimo párrafo


del Código Fiscal de la Federación, marca que debe
comunicarse el derecho de conocer los hechos y omisiones
detectados, con antelación al oficio de observaciones con al
menos diez días, pero en el caso que nos ocupa, el oficio de
observaciones es de treinta y uno de enero de dos mil diecisiete,
y la comunicación al actor de su derecho fue hasta el diecisiete
de marzo de dos mil diecisiete;

Tales argumentos expuestos por el accionante resultan


parcialmente fundados pero insuficientes para declarar la
nulidad de la resolución recurrida.

En efecto, tal como lo expone el impetrante no se siguió


la prelación establecida en el artículo 42, —esencialmente—
antepenúltimo y penúltimo párrafo, del Código Fiscal de la
Federación, pues la autoridad no efectúo la mecánica de
actuaciones prevista en dicho numeral, toda vez que en el caso,
se emitió en primer momento el oficio de observaciones con
fecha treinta y uno de enero de dos mil diecisiete, (visible a folios
100 a 120 del expediente administrativo), y posteriormente, se
comunicó al actor que a fin de informarle sobre los hechos y
omisiones que se conocieron durante la fiscalización se realizó
“atenta invitación” para que acudiera a las oficinas de la
autoridad para dichos efectos; pero, en términos del precepto
legal aludido, —en estricto sentido—, la autoridad debió primero
comunicarle al accionante su derecho de que podía acudir a
sus instalaciones a fin de conocer lo detectado en ese momento
y después emitir el oficio de observaciones.
23
Sin embargo, lo anterior es insuficiente para acreditar la
ilegalidad de la providencia recurrida, pues en ningún momento
se le causó afectación a la esfera jurídica del accionante como
lo específica, ni tampoco se le coartó su derecho de
autocorrección y solicitud de acuerdos conclusivos, a efecto de
evitar mayores afectaciones a su economía, y a la terminación
anticipada que le hubiera permitido hacer el mayor ahorro
posible; ya que su derecho de defensa, audiencia y
autocorrección fueron respetados por la autoridad.

Lo anterior es así, pues del oficio de observaciones de


treinta y uno de enero de dos mil diecisiete, (visible a folios 100 a
120 del expediente administrativo) se desprende que la
autoridad le precisó al contribuyente, hoy actor, que para los
efectos previstos en las fracciones IV y VI del artículo 48, del
Código Fiscal de la Federación, vigentes en dos mil catorce,
contaba con un plazo de veinte días a partir de aquel en que
surtiera efectos la notificación de ese oficio, para que exhibiera
documentos, libros o registros que desvirtuaran los hechos u
omisiones asentados en el mismo, así como para optar por
corregir su situación fiscal (se corrobora puntualmente en el
tercer párrafo del folio 120 del expediente administrativo).

En tal sentido, no se le coartó su derecho de optar por la


autocorrección fiscal, ni tampoco para solicitar acuerdos
conclusivos, pues si bien no fue el momento legal para emitir
dicho oficio de observaciones, lo cierto es que al actor si se le
indicó que contaba con tal derecho, y por ende, desde ese
momento ya podía ejercerlo, es decir, sin importar que el oficio
de observaciones se haya emitido primero que la comunicación
24
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

al actor para conocer los hechos y omisiones detectados, si su


intención era corregir su situación o llegar a un acuerdo
conclusivo, el accionante no estuvo impedido de hacerlo, pues
en dicho momento se le informó que contaba con veinte días
hábiles para realizarlo, de ahí que sus manifestaciones sean
insuficientes.

Por otro lado, en cuanto al argumento del actor respecto


a que no se levantó el acta circunstanciada de la que habla el
penúltimo párrafo del artículo 42 del Código Fiscal de la
Federación, en la que se asentara lo concerniente a la
comunicación del derecho de conocer los hechos y omisiones
detectados, y de la cita correspondiente; ello resulta infundado.

Se dice lo anterior, pues de los autos que integran el


expediente administrativo puntualmente a folios 130 y 131, se
desprende el acta circunstanciada de la diligencia de citatorio
con fecha dieciséis de marzo de dos mil diecisiete, así como a
folios 132 a 137, obra agregada acta circunstancia de
notificación de la comunicación de ese derecho, con fecha
diecisiete de marzo de dos mil diecisiete, las cuales fueron
atendidas por un tercero de nombre ******* ****** ********** quien
externó ser empleado del actor, e informó sobre la ausencia del
contribuyente; por tanto, no le asiste la razón a la parte actora
respecto a tal disenso.

Finalmente, referente a lo expuesto por el actor a que la


autoridad no desvirtúa su negativa en cuanto a la comunicación
de su derecho de conocer los hechos y omisiones ya que al
25
contestar la demanda la enjuiciada manifestó que exhibió copia
certificada del oficio de catorce de marzo de dos mil diecisiete y
sus constancias de notificación, relativas a la “Atenta Invitación”,
pero que no se le anexó copia de esos documentos en su
traslado correspondiente, por lo que no puede considerarse que
los ofreció como prueba, y por tanto, no desvirtúa su negativa
lisa y llana que formuló en su demanda; tales argumentos son
infundados.

En efecto, la actora pierde de vista que en su escrito


inicial de demanda, ofreció en su capítulo respectivo de pruebas
el expediente administrativo abierto a su nombre, formado con
motivo de la revisión de gabinete, el cual, mediante auto de
admisión de demanda dictado el quince de enero de dos mil
dieciocho, se le requirió a la autoridad enjuiciada en términos de
la fracción V, del artículo 14 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, para que a más tardar al contestar
la demanda lo exhibiera, mismo que debería contener toda la
documentación relacionada con el procedimiento (en el caso,
revisión de gabinete) que dio origen a la resolución impugnada y
a la recurrida; hecho que así aconteció, pues del auto de
contestación de demanda de dos de abril de dos mil dieciocho,
entre otras cuestiones, se tuvo por cumplido tal requerimiento por
la autoridad demandada y se informó a las partes que dicho
expediente se encontraba a su disposición para consulta.

Por tanto, los argumentos del actor carecen de sustento,


puesto que la autoridad sí cumplió con su carga probatoria de
exhibir el oficio de catorce de marzo de dos mil diecisiete y sus
constancias de notificación, relativas a la “Atenta Invitación”; sin
que se considere que esos documentos se le debieron correr
26
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

traslado, pues como ya se dijo, estos se encontraban a


disposición de las partes para consulta.

CUARTO.- A continuación se procede al estudio de los


conceptos de impugnación sexto del escrito inicial de demanda,
tercero y cuarto de la ampliación de demanda, mediante los
cuales refiere medularmente la actora lo siguiente.

En el concepto de anulación sexto del líbelo de demanda,


y en el tercero de la ampliación de demanda, refiere quien
demanda que la información obtenida de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores fue en contravención al artículo 142 de la
Ley de Instituciones de Crédito, pues no hubo una solicitud
expresa de la autoridad fiscal, ni se señaló que la información era
para efectos fiscales.

En el tercer concepto de impugnación de la ampliación


de demanda, argumentó que se le debió correr traslado de la
solicitud de información y documentación que se pidió a la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, por lo que no existe
certeza de que efectivamente esta solicitud sí se haya
presentado, porque además no contiene acuse de recibo.

Respecto al cuarto concepto de impugnación formulado


en el escrito de ampliación de demanda, argumenta quien
demanda que la providencia recurrida es ilegal porque se
sustenta en depósitos bancarios que fueron conocidos en
contravención al artículo 142 de la Ley de Instituciones de
Crédito, ya que la solicitud de información y documentación por
27
parte de la autoridad fiscal a la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, no está debidamente fundada en cuanto a la
competencia de la autoridad que lo emitió, pues la autoridad
omitió citar la fracción VII, del artículo 42, del Código Fiscal de la
Federación.

Por su parte, al contestar la demanda y la ampliación la


autoridad refutó los conceptos de impugnación expuestos por el
actor y sostuvo la legalidad de la resolución recurrida y de la
impugnada.

A juicio de los suscritos Magistrados que integran esta Sala


Regional del Centro III, los conceptos de impugnación en estudio
resultan infundados para declarar la nulidad de la resolución
impugnada y de la recurrida.

Se tienen a la vista los autos del juicio de nulidad en que se


actúa, de los mismos se desprende que la autoridad demandada
en uso de sus facultades de comprobación, mediante oficio con
folio SIARA AGAFADAFGTO1/2016/000059, de dieciséis de marzo
de dos mil dieciséis, mismo que se encuentra agregado a fojas 92
a 94 del expediente principal, requirió al Vicepresidente de
Supervisión de Procesos Preventivos de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, la información de los estados de cuenta,
contratos de apertura, en su caso las modificaciones; contratos
de cajas de seguridad; contratos de créditos; tarjetas de firmas
autorizadas, en su caso las modificaciones; documentos de
identificación y comprobantes de domicilio que presentó el titular
al abrir las cuentas, suscritas a nombre del actor **** ******
*********** ******** por el ejercicio fiscal comprendido del uno de

28
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

enero al treinta y uno de diciembre de dos mil catorce, y del


sector Sociedades Financieras de Objeto Múltiple.

Asimismo, de dicho oficio se desprende que la autoridad


demandada para solicitarle la documentación e información
señalada con antelación, a la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, sí precisó que se trataba de información con “fines
fiscales” respecto del contribuyente, y también se observa que en
el apartado correspondiente a las “Facultades de la Autoridad”,
la fiscalizadora invocó como fundamento de su competencia,
entre otros, el artículo 42, fracción VII, del Código Fiscal de la
Federación, dispositivo legal que para una mejor comprensión del
asunto que nos ocupa resulta conveniente transcribir y
literalmente dispone lo siguiente:

Código Fiscal de la Federación

“Artículo 42.- Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los


contribuyentes, los responsables solidarios o los terceros con ellos
relacionados han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su caso,
determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así como para
comprobar la comisión de delitos fiscales y para proporcionar información a
otras autoridades fiscales, estarán facultadas para:

[…]

VII.- Recabar de los funcionarios y empleados públicos y de los fedatarios,


los informes y datos que posean con motivo de sus funciones.

[…]”

Del precepto legal recién transcrito se desprende que las


autoridades fiscales a fin de comprobar que los contribuyentes,
los responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados
han cumplido con las disposiciones fiscales y, en su caso,
determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, así
29
como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para
proporcionar información a otras autoridades fiscales, estarán
facultadas para, —entre otras cosas— recabar de los funcionarios
y empleados públicos y de los fedatarios, los informes y datos que
posean con motivo de sus funciones.

Por tanto, resulta evidente que contrario a lo expuesto por


el actor, la autoridad fiscalizadora sí cumplió con el requisito
imperativo de debida fundamentación y motivación en la
solicitud de información efectuada a la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, pues sí se precisó que ello se trataba con
“fines fiscales” respecto del contribuyente hoy actor, y además sí
citó la fracción VII, del artículo 42, del Código Fiscal de la
Federación, que contempla la facultad para recabar de los
funcionarios y empleados públicos y de los fedatarios, los informes
y datos que posean con motivo de sus funciones, de ahí que
dichos argumentos resulten infundados.

Sirve de sustento a lo anterior, la siguiente jurisprudencia de


la Sala Superior de este Tribunal Federal de Justicia Administrativa,
cuyos datos de identificación y contenido enseguida se precisan:

VIII-J-SS-32

REQUERIMIENTO DE INFORMACIÓN, DATOS O DOCUMENTOS A LA COMISIÓN


NACIONAL BANCARIA Y DE VALORES. LA AUTORIDAD FISCALIZADORA DEBE
FUNDAMENTARLO EN LA FRACCIÓN VII, DEL ARTÍCULO 42, DEL CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN.- De conformidad con lo dispuesto por los
artículos 1 y 2 de la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se
advierte que esta tiene el carácter de autoridad. De ahí que, para
salvaguardar la garantía de la debida fundamentación y motivación que
todo acto de autoridad debe revestir, la autoridad fiscalizadora para
requerir durante el ejercicio de sus facultades de comprobación, diversa
información y documentación a la citada Comisión, debe citar
expresamente la fracción VII, del artículo 42 del Código Fiscal de la
Federación, ya que esta última, faculta a la autoridad para realizar dicho
requerimiento.

(Tesis de jurisprudencia aprobada por acuerdo G/2/2017)


R.T.F.J.A. Octava Época. Año II. No. 9. Abril 2017. p. 7
30
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

De igual forma, es aplicable la tesis XVI.1o.A.154 A (10a.),


consultable en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, en la Décima Época, página 2288, Libro 53, de Abril de
2018, Tomo III, Registro 2016639, misma que literalmente dice:

REQUERIMIENTO DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN FORMULADO A


LA COMISIÓN NACIONAL BANCARIA Y DE VALORES EN UN
PROCEDIMIENTO DE VISITA DOMICILIARIA. ES UN ACTO DE AUTORIDAD
QUE DEBE ESTAR DEBIDAMENTE FUNDADO Y MOTIVADO. Aun cuando
dicho requerimiento no está dirigido al contribuyente, al emitirse
dentro de un procedimiento fiscalizador, iniciado por virtud de una
orden de visita domiciliaria, incide en su esfera jurídica pues, por un
lado, afecta el secreto bancario tutelado como derecho a la
privacidad en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanosy, por otro, la información y documentación
obtenida por ese medio pueden trascender en la determinación de
un crédito fiscal a su cargo. Además, la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis
110/2005-SS, de la que derivó la tesis de jurisprudencia 2a./J. 127/2005,
de rubro: "VISITA DOMICILIARIA. LOS DOCUMENTOS E INFORMES
OBTENIDOS DE LA COMISIÓN NACIONAL BANCARIA Y DE VALORES EN
UN PROCEDIMIENTO ANTERIOR DECLARADO INSUBSISTENTE, PUEDEN
APORTARSE POR LA AUTORIDAD FISCAL EN UNO POSTERIOR, SIEMPRE
QUE LOS HECHOS U OMISIONES QUE DERIVEN DE AQUÉLLOS Y
ENTRAÑEN INCUMPLIMIENTO DE DISPOSICIONES FISCALES, SE HAYAN
ASENTADO CIRCUNSTANCIADAMENTE EN LAS ACTAS PARCIALES
RESPECTIVAS.", determinó que dicho requerimiento debe fundarse en
el artículo 42, fracción VII, del Código Fiscal de la Federación; de ahí
que sea un acto de autoridad que, en términos del precepto
constitucional indicado, debe cumplir con el requisito de debida
fundamentación y motivación.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL


DÉCIMO SEXTO CIRCUITO.

Por lo que respecta al argumento del actor referente a


que se le debió correr traslado de la solicitud de información y
documentación que se pidió a la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores, y que al no habérsele notificado dicha solicitud no
existe certeza de que efectivamente sí se haya presentado,

31
porque además no contiene acuse de recibo, tales argumentos
son infundados.

En efecto, los artículos 46, fracción IV, y 48, último párrafo,


ambos del Código Fiscal de la Federación, se desprende que las
autoridades fiscales en el ejercicio de sus facultades de
fiscalización a que se refiere el artículo 42 del propio Código
(visita domiciliaria y revisión de gabinete) pueden allegarse de
información y documentación que consten en los expedientes o
documentos proporcionados por autoridades no fiscales, y
podrán servir para motivar sus resoluciones; y del contenido del
primero y segundo párrafos, del artículo 63 del Código Fiscal de
la Federación, se advierte que los expedientes o documentos
recabados por las autoridades fiscales de otras autoridades, en
ejercicio de sus facultades, deberán ser hechos del conocimiento
de los contribuyentes revisados y concederles un plazo de quince
días para que manifiesten lo que a su derecho convenga.

En consecuencia, cuando en ejercicio de sus facultades la


autoridad fiscal tiene conocimiento de información o
documentación proveniente de terceros como en el caso lo es,
la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, su obligación se
constriñe exclusivamente a hacer del conocimiento del
contribuyente revisado la citada información o documentación,
y no así respecto de las actuaciones o requerimientos por los
cuales se solicitó la misma.

Lo anterior, ya que si bien es cierto que existe la obligación


de la autoridad de darle a conocer al contribuyente revisado la
citada información o documentación, también es cierto que las
actuaciones por medio de las cuales se solicitó la misma, esto es,
32
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

los oficios en los que materialmente constan los requerimientos


que formuló la autoridad fiscal, no pueden considerarse como
parte de esa información o documentación que deba darse a
conocer al contribuyente revisado, pues solo se trata de los
medios por los cuales se obtuvo, en el contexto de que tales
requerimientos bajo ninguna circunstancia podrán constituir el
sustento de la resolución de la autoridad fiscal, ya que esa
actuación solo está integrada por el texto que contiene el
pedimento formal, razón por la que esas actuaciones por sí
mismas no aportan ninguna clase de información que revele
algún hecho o circunstancia desconocida por la autoridad que
le resulte útil para tener un mejor conocimiento de los bienes y/o
actividades que son objeto de la revisión.

Por ello la obligación de la autoridad fiscal que ejercita


facultades de revisión, consistente en notificar al contribuyente
fiscalizado, la información y documentación de las cuentas cuyo
titular es el citado particular, obtenida a través de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, no puede extenderse
a las actuaciones realizadas para obtener la misma, esto es, tal
obligación no incluye los requerimientos o solicitudes que formule
dicha autoridad con ese fin; por tanto, resulta inexacto lo
expuesto por el actor en el sentido de que no se le dio a conocer
ni se le corrió traslado en su momento, de dicho requerimiento de
información, puesto que la autoridad fiscal no estaba obligada a
ello.

Resulta aplicable al caso, la jurisprudencia VII-J-SS-232,


sustentada por el Pleno de la Sala Superior de este Tribunal
33
Federal de Justicia Administrativa, publicada en la Revista que al
efecto edita este órgano jurisdiccional, en la Séptima Época. Año
VI. No. 57. Abril 2016. p. 7, misma que en su contenido literal ilustra
lo siguiente:

NOTIFICACIÓN AL CONTRIBUYENTE DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA


POR LAS AUTORIDADES FISCALES A TRAVÉS DE LA
COMISIÓN NACIONAL BANCARIA Y DE VALORES EN EJERCICIO DE SUS
FACULTADES REVISORAS, EN TÉRMINOS DE LOS PÁRRAFOS PRIMERO Y
SEGUNDO DEL ARTÍCULO 63 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN.
NO INCLUYE LOS OFICIOS QUE CONTIENEN LOS REQUERIMIENTOS
RESPECTIVOS.- Del contenido del primero y segundo párrafos, del
artículo 63 del Código Fiscal de la Federación, se advierte que los
expedientes o documentos recabados por las autoridades fiscales de
otras autoridades, en ejercicio de sus facultades, deberán ser hechos
del conocimiento de los contribuyentes revisados y concederles un
plazo de quince días para que manifiesten lo que a su derecho
convenga. Igualmente, de los artículos 117, párrafo tercero, fracción
IV, de la Ley de Instituciones de Crédito, vigente hasta el 10 de enero
de 2014, y 32-B, fracción IV, del citado Código Fiscal de la
Federación, se desprende que las entidades financieras y sociedades
cooperativas de ahorro y préstamo tienen la obligación de
proporcionar directamente o por conducto de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, de la
Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro o de la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, según corresponda, la
información de las cuentas, los depósitos, servicios, fideicomisos,
créditos o préstamos otorgados a personas físicas y morales, o
cualquier tipo de operaciones, en los términos que soliciten las
autoridades fiscales. Asimismo, de los artículos 46, fracción IV, y 48,
último párrafo, ambos del referido Código, se desprende que las
autoridades fiscales en el ejercicio de sus facultades de fiscalización a
que se refiere el artículo 42 del propio Código Fiscal de la Federación
(visita domiciliaria y revisión de gabinete) pueden allegarse de
información y documentación que consten en los expedientes o
documentos proporcionados por autoridades no fiscales, y podrán
servir para motivar sus resoluciones. En consecuencia, cuando en
ejercicio de sus facultades la autoridad fiscal tiene conocimiento de
información o documentación proveniente de terceros como la
Comisión NacionalBancaria y de Valores, su obligación se constriñe
exclusivamente a hacer del conocimiento del contribuyente revisado
la citada información o documentación, y no así respecto de las
actuaciones o requerimientos por los cuales se solicitó la misma. Lo
anterior, ya que si bien es cierto que existe la obligación de la
autoridad de darle a conocer al contribuyente revisado la citada
información o documentación, también es cierto que las actuaciones
por medio de las cuales se solicitó la misma, esto es, los oficios en los
que materialmente constan los requerimientos que formuló la
autoridad fiscal, no pueden considerarse como parte de esa
información o documentación que deba darse a conocer al
34
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

contribuyente revisado, pues solo se trata de los medios por los cuales
se obtuvo, en el contexto de que tales requerimientos bajo ninguna
circunstancia podrán constituir el sustento de la resolución de la
autoridad fiscal, ya que esa actuación solo está integrada por el
texto que contiene el pedimento formal, razón por la que esas
actuaciones por sí mismas no aportan ninguna clase de información
que revele algún hecho o circunstancia desconocida por la
autoridad que le resulte útil para tener un mejor conocimiento de los
bienes y/o actividades que son objeto de la revisión. Por ello la
obligación de la autoridad fiscal que ejercita facultades de revisión,
consistente en notificar al contribuyente fiscalizado, la información y
documentación de las cuentas cuyo titular es el citado particular,
obtenida a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, no
puede extenderse a las actuaciones realizadas para obtener la
misma, esto es, tal obligación no incluye los requerimientos
o solicitudes que formule dicha autoridad con ese fin.

(Tesis de jurisprudencia aprobada por acuerdo G/15/2016)

R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año VI. No. 57. Abril 2016. p. 7

Máxime que la actora, puede controvertir dicho


requerimiento a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores por
falta de fundamentación y motivación, y por vicios propios, una
vez que ya lo conozca, como así sucedió en el caso, por lo que
en ningún momento se le deja en estado de indefensión
respecto de la comunicación del requerimiento en cuestión.

QUINTO.- A continuación, se procede al estudio de los


conceptos de impugnación encaminados a controvertir la
presunción de ingresos determinados por la autoridad
demandada en el crédito fiscal recurrido.

En el décimo concepto de impugnación del escrito inicial


de demanda, sostiene el actor que la resolución carece de
fundamento y motivo en virtud de que para la determinación
presuntiva por discrepancia fiscal no se efectuó el supuesto
básico, es decir, que sí efectuara dichos depósitos.
35
Refiere que el artículo 91 de la Ley del Impuesto Sobre la
Renta habla de la persona que efectúe las erogaciones, y
menciona los casos en que los depósitos realizados no se
considerarán efectuados para efectos de la discrepancia fiscal,
lo cual implica, necesariamente, que atendiendo a lo
establecido por dicho dispositivo, para que se consideren a los
depósitos como erogaciones, éstos deben ser verificados por el
contribuyente que es sujeto del procedimiento de discrepancia.

Agrega, que la jurisprudencia 2a./J. 187/2012/ (10a.)


emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, para efectos de determinación de la discrepancia
fiscal, también señala que cuando se trate de depósitos
bancarios considerados como erogaciones, resulta necesario
que “los depósitos bancarios [sean] realizados por el propio
contribuyente”.

Asimismo, niega que haya efectuado los depósitos


bancarios y arguye que lo único a que se refiere la autoridad en
la resolución liquidatoria, en el oficio de observaciones e incluso,
en el oficio de comunicación de discrepancia fiscal, es a la
existencia de depósitos bancarios, pero en ningún caso se señala
que hubiera sido el contribuyente quien los realizó, mucho menos
se precisan las circunstancias de lugar, modo y tiempo que
corroboren que tales depósitos los realizó el actor.

En el décimo primero refiere la actora que la autoridad no


funda su facultad para tener como ciertos los supuestos gastos y
adquisiciones que le atribuye conforme a comprobantes fiscales

36
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

digitales, para utilizar como cierta la información contenida en


dichos comprobantes.

En los conceptos de impugnación décimo primero y parte


del décimo segundo, del escrito inicial de demanda, argumenta
quien demanda, que la resolución de liquidación es ilegal,
porque hubo una incorrecta aplicación del artículo 91, de la Ley
del Impuesto sobre la Renta, ya que para la determinación
presuntiva de ingresos por discrepancia fiscal, no fueron
comprobadas las erogaciones pretendidamente resultantes de
la misma, pues en el oficio de comunicación de la discrepancia
fiscal no se precisó; 1) las disposiciones conforme a las cuales
podría utilizarse y sustentar dicho oficio en una base de datos,
pues se invoca de manera genérica el artículo 91 aludido; 2) no
se invocan las disposiciones legales del Código Fiscal de la
Federación conforme a las cuales, si fuera el caso, pueda
conocer hechos y omisiones aparte de la base de datos, 3) no
precisó el lugar donde se encuentra la base de datos o quién
llevó a cabo dicha revisión, para conocer en qué carácter y con
qué facultades lo hizo; 4) no se precisó en cada caso, si se
trataba de gastos o adquisiciones, ni en qué consisten estos; así
como tampoco se exponen las razones por la cuales se tendrían
por efectuados.

Pues por el contrario, en dicho oficio sólo se mencionan los


datos de comprobantes fiscales por internet, en los que
supuestamente se encuentran consignados tales operaciones, así
como los datos de los comprobantes, pero no se precisa si se
trata de gastos o adquisiciones de bienes, la fecha, ni en qué
37
consisten; tampoco se explica por qué con la sola expedición de
esos comprobantes se tienen por pagados.

Señala el actor, que conforme al artículo 91 de la Ley del


Impuesto Sobre la renta, para que sean considerados como
erogaciones los gastos y adquisiciones de bienes realizados, éstos
deben estar pagados; sin embargo, en el oficio respectivo no se
señaló que estuvieran pagados; por lo cual, lo único que
probarían los comprobantes fiscales sería lo relativo a su emisión y
a los efectos fiscales que tendría respecto del emisor, pero que
no prueban la realización de adquisiciones y gastos por su parte,
por lo que las erogaciones que se le atribuyen son inciertas.

En la segunda parte del concepto de anulación décimo


segundo, en términos del artículo 68 del Código Fiscal de la
Federación y 42 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, negó la existencia de los gastos y
adquisiciones de bienes que fueron considerados como
erogaciones para efectos de la discrepancia fiscal.

Expone el actor que si la autoridad fiscal pretendía


demostrar la existencia de los gastos y adquisiciones de bienes
mediante los comprobantes fiscales digitales por internet, resulta
que estos son documentos privados, según lo previsto por los
artículos 1834 bis del Código Civil Federal y 133 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, así como el 17-D del Código
Fiscal de la Federación, no invocados por la fiscalizadora, por lo
que los objeta, ya que debía probarse los gastos y adquisiciones
mediante diversas pruebas.

38
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

En el décimo segundo y décimo tercero del escrito inicial


de demanda, continua señalando la demandante que no se
señaló el motivo por el cual la autoridad determinó que la actora
no aclaró el origen de cada uno de los depósitos, pues sí aportó
documentación mediante escrito de fecha treinta y uno de
octubre de dos mil dieciséis, que en todo caso la autoridad se
fundó en información de terceros lo que resulta ilegal.

Por su parte, la representación legal de la autoridad


enjuiciada refutó los conceptos de impugnación esgrimidos por
la parte demandante y sostuvo la legalidad de la resolución
recurrida y de la impugnada.

A juicio de los suscritos Magistrados que integran esta Sala


Regional del Centro III, los conceptos de impugnación en estudio
resultan infundados para declarar la nulidad de la resolución
impugnada y de la recurrida, en virtud de las consideraciones
siguientes.

Derivado de la información aportada por la parte actora,


así como de la conocida por la autoridad mediante las
solicitudes efectuadas a la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, la autoridad emitió el oficio número 500-24-00-05-01-
2016-13893 de veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, a
través del cual en específico, solicitó documentación e
información a la parte actora, respecto de los importes reflejados
en sus estados de cuenta; y, continuando el procedimiento, la
autoridad fiscal valoró la documentación y las manifestaciones
39
realizadas por la parte actora en dicha fase, concluyendo
mediante oficio 500-24-00-05-01-2016-16831 de veintiocho de
noviembre de dos mil dieciséis, la existencia de una discrepancia
fiscal, de conformidad con el artículo 91 de la Ley del Impuesto
Sobre la Renta en cantidad de $1’257,673.19, en virtud de que el
actor, **** ****** *********** *******, declaró ingresos en $0.00, y
efectuó erogaciones consistentes en gastos, adquisiciones de
bienes y depósitos en cuentas bancarias en los importes
siguientes:

TOTAL DE INGRESOS DECLARADOS $0.00


SUMA DE EROGACIONES $1,257,673.19
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 91 párrafos
segundo, tercero, cuarto y sexto, de la Ley del Impuesto Sobre
la Renta.
$985,959.00
SUMA DE IMPORTES DE gastos y adquisiciones de bienes según
Comprobantes Fiscales Digitales por Internet
$271,714.19
SUMA DE DEPÓSITOS DE CUENTAS BANCARIAS (proporcionados
por la Comisión Bancaria y de Valores)

DISCREPANCIA $1,257,673.19
FISCAL

Así, la autoridad demandada determinó en primer término,


que de su declaración anual correspondiente al ejercicio dos mil
catorce, se advirtió que la actora declaró la cantidad de $0.00, y
en lo relativo a las erogaciones la autoridad observó la cantidad
de $1,257,673.19, solicitando a la actora la aclaración de los
importes reflejados en sus cuentas bancarias.

Luego, la actora en atención a dicha solicitud presentó


escrito en el cual señaló que, lo relativo a las “trasferencias”
correspondían a prestamos provenientes de la persona moral
denominada * ***** ********* **** ** ****, y por lo que respecta a
los “depósitos en efectivo”; señaló que constituyeron regalos
40
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

depositados por un tercero, el ** ***** ****** *********** *******,


(abuelo), por lo cual, la autoridad demandada señaló que
dichas operaciones no cuentan con soporte documental
mediante el cual pudiera determinarse su origen.

En consecuencia, la autoridad determinó la discrepancia


fiscal detectada, en virtud de que se registraron gastos e
inversiones superiores a los ingresos declarados por la parte
actora que no cuentan con soporte documental, toda vez que
la parte actora declaró ingresos en cantidad de $0:00, por ende,
la autoridad de conformidad con el artículo 91 de la Ley del
Impuesto Sobre la Renta, 63 y 33 del Código Fiscal de la
Federación; detectó la cantidad de gastos y erogaciones
realizadas, y en consecuencia tomó como base de la
determinación, la información contenida en la documentación
comprobatoria proporcionada por la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, y los gastos y/o adquisiciones fueron
conocidos por la autoridad demandada mediante los
comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI), de la
verificación hecha por la demandada a su base de datos.

Comprobantes fiscales que fueron hechos del


conocimiento de la parte actora mediante el oficio número 500-
24-00-05-01-2016-16831 de veintiocho de noviembre de dos mil
dieciséis, sin que al efecto hubiesen sido desvirtuados ni en
aquella, ni en esta fase contenciosa administrativa.

Es decir, tal como lo determinó la autoridad enjuiciada, la


parte actora no aportó documentación relacionada tanto con
41
los depósitos en sus cuentas bancarias, y los comprobantes
fiscales digitales por internet, para acreditar fehacientemente
que ellos no fueron erogaciones por concepto de gastos y
adquisiciones de bienes; pues durante la fase administrativa
pudo haber controvertido tal cuestión y, máxime que tampoco
en el presente juicio, se advierte documental o información
alguna que soporte sus aseveraciones, por lo que sólo
constituyen afirmaciones sin sustento legal alguno.

No escapa a esta juzgadora el señalamiento del actor,


respecto a que atendiendo al artículo 91 de la Ley del Impuesto
Sobre la Renta, para que se consideren a los depósitos como
erogaciones, éstos deben ser verificados por el contribuyente
que es sujeto del procedimiento de discrepancia, y que la
jurisprudencia 2a./J. 187/2012/ (10a.) emitida por la Segunda Sala
del máximo Tribunal, para efectos de determinación de la
discrepancia fiscal, señala que cuando se trate de depósitos
bancarios considerados como erogaciones, resulta necesario
que “los depósitos bancarios [sean] realizados por el propio
contribuyente”.

Sin embargo, tal argumento expuesto por el actor resulta


insuficiente, pues el criterio jurisprudencial aludido, dispone que
existe la facultad de la autoridad de determinar presuntivamente
ingresos a cargo de las personas físicas cuando las erogaciones
realmente efectuadas sean superiores a los ingresos declarados;
pero que dicha facultad está limitada, pues se consideran
erogaciones los gastos, las adquisiciones de bienes y los depósitos
en inversiones financieras, los cuales no necesariamente
comprenden los depósitos bancarios, porque en estos últimos no
siempre se pacta el pago de intereses que es lo que permitiría
42
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

considerarlos como inversiones financieras, tomando en cuenta


que el interés es el rendimiento, provecho o utilidad derivado del
capital, y que es la autoridad fiscal la que en cada caso debe
determinar si los depósitos bancarios realizados por el
contribuyente deben o no considerarse inversiones financieras y,
por ende, erogaciones para efectos de proceder conforme al
citado precepto legal.

Pero en el caso que nos ocupa, la parte actora en ningún


momento aportó documentación en la cual se advirtiera el
supuesto de excepción que dispone la jurisprudencia en
mención, a lo cual estuvo en aptitud de hacerlo; ya que al ser la
única documentación, con la que cuenta la autoridad, le
corresponde al contribuyente allegarle a la fiscalizadora aquellos
documentos e información necesaria en la que se acreditara
que esos depósitos bancarios no podrían considerarse
erogaciones; lo que en la especie no sucedió.

Lo anterior, porque mediante oficio 500-24-00-05-01-2016-


13893 de veintiocho de septiembre de dos mil dieciséis, la
autoridad con relación a la información proporcionada por la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, solicitó a la actora
información y documentación, para la aclaración de los importes
reflejados en sus cuentas bancarias; para lo cual, la actora en
atención a dicha solicitud presentó escrito el treinta y uno de
octubre de dos mil dieciséis, en el cual señaló que, lo relativo a
las “trasferencias” correspondían a préstamos provenientes de la
persona moral denominada * ***** ********* **** ** ****, y por lo
que respecta a los “depósitos en efectivo”; señaló que
43
constituyeron regalos depositados por un tercero, el ** ***** ******
*********** *******, (abuelo), sin haber presentado documental
idónea para acreditar sus manifestaciones, máxime que si bien le
aportó a la autoridad diecinueve pagarés para acreditar los
préstamos, lo cierto es que no exhibió más documentación que
se adminiculara con ellos, por lo que la autoridad sólo les dio el
tratamiento de indicios, pero no pruebas fehacientes.

Así, en cuanto al argumento del accionante en el sentido


de que la resolución de liquidación es ilegal, porque hubo una
incorrecta aplicación del artículo 91, de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, ya que en el oficio de comunicación de la
discrepancia fiscal no se precisaron; 1) las disposiciones conforme
a las cuales podría utilizarse y sustentar dicho oficio en una base
de datos, pues se invoca de manera genérica el artículo 91
aludido; 2) no se invocaron las disposiciones legales del Código
Fiscal de la Federación conforme a las cuales, si fuera el caso,
pueda conocer hechos y omisiones aparte de la base de datos,
3) no precisó el lugar donde se encuentra la base de datos o
quién llevó a cabo dicha revisión, para conocer en qué carácter
y con qué facultades lo hizo; 4) no se precisó en cada caso, si se
trataba de gastos o adquisiciones, ni en qué consisten estos; así
como tampoco se exponen las razones por la cuales se tendrían
por efectuados; estos argumentos resultan infundados.

Lo anterior es así, porque del análisis al oficio de


comunicación de discrepancia fiscal visible a folios 86 a 91 del
expediente administrativo, se desprende que la autoridad señaló
en la hoja “2” de tal documento, que las erogaciones
efectuadas por el actor en el ejercicio fiscal por $1´257,673.19
fueron consideradas como tales, de conformidad con lo previsto
44
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

en el artículo 91, párrafos segundo, tercero, cuarto y sexto, de la


Ley del Impuesto Sobre la Renta, que literalmente disponen:

Artículo 91.- […]

Para tal efecto, también se considerarán erogaciones efectuadas


por cualquier persona física, las consistentes en gastos, adquisiciones
de bienes y depósitos en cuentas bancarias, en inversiones
financieras o tarjetas de crédito.

Las erogaciones referidas en el párrafo anterior se presumirán


ingresos, cuando se trate de personas físicas que no estén inscritas en
el Registro Federal de Contribuyentes, o bien, que estándolo, no
presenten las declaraciones a las que están obligadas, o que aun
presentándolas, declaren ingresos menores a las erogaciones
referidas. Tratándose de contribuyentes que tributen en el Capítulo I
del Título IV de la presente Ley y que no estén obligados a presentar
declaración anual, se considerarán como ingresos declarados los
manifestados por los sujetos que efectúen la retención.

No se tomarán en consideración los depósitos que el contribuyente


efectúe en cuentas que no sean propias, que califiquen como
erogaciones en los términos de este artículo, cuando se demuestre
que dicho depósito se hizo como pago por la adquisición de bienes
o de servicios, o como contraprestación para el otorgamiento del
uso o goce temporal de bienes o para realizar inversiones financieras
ni los traspasos entre cuentas del contribuyente o a cuentas de su
cónyuge, de sus ascendientes o descendientes, en línea recta en
primer grado.

[…]

Para conocer el monto de las erogaciones a que se refiere el


presente artículo, las autoridades fiscales podrán utilizar cualquier
información que obre en su poder, ya sea porque conste en sus
expedientes, documentos o bases de datos, o porque haya sido
proporcionada por un tercero u otra autoridad.

[…]”

[Lo resaltado no es de origen]

Del artículo anterior, se advierte que en específico el sexto


párrafo, establece que para conocer el monto de las
erogaciones a que se refiere dicho precepto, las autoridades
45
fiscales podrán utilizar cualquier información que obre en su
poder, ya sea porque conste en sus expedientes, documentos o
bases de datos, o porque haya sido proporcionada por un
tercero u otra autoridad, por lo que contrario a lo expuesto por el
actor, la autoridad sí señaló las disposiciones conforme a las
cuales puede utilizar y sustentar dicho oficio en la información
contenida en una base de datos y en la proporcionada por otra
autoridad, sin que sea necesario la invocación de otro cuerpo
legal para ello, toda vez que el procedimiento de discrepancia
fiscal se lleva conforme al precepto legal mencionado, luego,
tampoco se debe precisar el lugar donde se encuentra la base
de datos o quién llevó a cabo dicha revisión, para conocer en
qué carácter y con qué facultades lo hizo; pues esta sólo debe
sustentarse a que dicha información la obtuvo de su base de
datos, como en el caso aconteció, sin que exista obligación de
asentar esa formalidad que refiere el actor.

Por otro lado, no escapa a esta juzgadora lo manifestado


por el actor referente a que, para ser considerados como
erogaciones los gastos y adquisiciones de bienes realizados, éstos
deben estar pagados; y que en el oficio respectivo no se señaló
que lo estuvieran; por lo cual, lo único que probarían los
comprobantes fiscales sería lo relativo a su emisión y a los efectos
fiscales que tendría respecto del emisor, pero que no prueban la
realización de adquisiciones y gastos por su parte, por lo que las
erogaciones son inciertas, y que si la autoridad pretendía
demostrar la existencia de los gastos y adquisiciones de bienes
mediante los comprobantes fiscales digitales por internet, resulta
que estos son documentos privados, según lo previsto por los
artículos 1834 bis del Código Civil Federal y 133 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, así como el 17-D del Código
46
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

Fiscal de la Federación, no invocados por la fiscalizadora, por lo


que los objeta, ya que debía probarse los gastos y adquisiciones
mediante diversas pruebas

No obstante, lo esgrimido por la actora resulta infundado,


pues pierde de vista que conforme al artículo 63, párrafos
primero y último, del Código Fiscal de la Federación, los hechos
que se conozcan con motivo del ejercicio de las facultades de
comprobación previstas en este Código o en las leyes fiscales, o
bien que consten en los expedientes, documentos o bases de
datos que lleven, tengan acceso o en su poder las autoridades
fiscales, así como aquéllos proporcionados por otras autoridades,
podrán servir para motivar las resoluciones; y que, las
autoridades fiscales presumirán como cierta la información
contenida en los comprobantes fiscales digitales por Internet y en
las bases de datos que lleven o tengan en su poder o a las que
tengan acceso.

Por tanto, sí la autoridad conoció erogaciones del actor


por el ejercicio fiscal de dos mil catorce, por medio de
comprobantes fiscales digitales por internet y que los mismos
obran en la base de datos de dicha autoridad, válidamente
presumió como cierta la información contenida en tales
comprobantes fiscales; sirviendo así tal información como
sustento para emitir, en un primer momento la comunicación de
discrepancia fiscal, y luego, ya desarrollado el procedimiento
fiscalizador de gabinete, para emitir la determinación del crédito
fiscal recurrido, todo ello, porque así lo permite el primero y último
párrafo, del artículo 63, del Código Fiscal de la Federación.
47
En ese sentido, el actor parte de una premisa incorrecta al
referir que lo único que probarían los comprobantes fiscales sería
lo relativo a su emisión y a los efectos fiscales que tendría
respecto del emisor, pero que no prueban la realización de
adquisiciones y gastos por su parte, por lo que las erogaciones
que se le atribuyen son inciertas; pues como ya se precisó, la
autoridad válidamente puede presumir como cierta la
información contenida en ellos, aunado a que el contribuyente
no aportó documentación donde se advierta lo contrario, no
obstante que de los propios comprobantes digitales se advierten
los conceptos de fecha de emisión, forma de pago, método de
pago, descripción, el estado del “CFDI”, subtotal, el impuesto al
valor agregado, y el total; elementos necesarios para que la
autoridad sí pueda presumir de cierta la información contenida
en ellos, de ahí que los argumentos expuestos por la actora
resulten infundados.

SEXTO.- A continuación, se procede al estudio y decisión


en conjunto de los conceptos de impugnación séptimo, y parte
del décimo segundo del escrito inicial de demanda, así como del
segundo concepto de anulación formulado en el líbelo de
ampliación de demanda, pues de resultar fundados llevarían a
declarar la nulidad lisa y llana de la resolución recurrida, y de la
impugnada, lo cual sitúa en una mejor posición a la actora frente
a la autoridad.

Refiere el impetrante de nulidad, que es ilegal la


liquidación recurrida porque no son ciertos los hechos en que se
sustenta, ya que los depósitos en cuentas bancarias no están
comprobados, toda vez que la documentación correspondiente

48
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

fue obtenida por la fiscalizadora en copia simple, y por tanto, no


tienen el valor probatorio que la autoridad enjuiciada le dio, de
conformidad con el artículo 217 del Código Federal de
Procedimiento Civiles de aplicación supletoria en materia fiscal,
por lo que, la resolución liquidatoria, el oficio de discrepancia
fiscal y el oficio de observaciones, carecen de fundamentación y
motivación.

Señala el actor, que resulta claro que la información y


documentación obtenida de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, fue en violación al secreto bancario previsto en el
artículo 142 de la Ley de Instituciones de Crédito, pues dicha
información se exhibió en copias simples.

En el concepto de impugnación segundo del escrito de


ampliación de demanda, como motivo de disenso expone
puntualmente el demandante, que la liquidación controvertida
es ilegal porque se sustenta en hechos que no son ciertos, como
lo son los depósitos en cuentas bancarias ahí mencionadas, ya
que la autoridad demandada refiere que la documentación
proporcionada por las instituciones bancarias fue en copia
certificada conforme al artículo 100 de la Ley de Instituciones de
Crédito, sin que se cumpliera con dicha disposición, por lo que no
son válidas tales certificaciones.

Refiere lo anterior, toda vez que las certificaciones no


fueron realizadas por un funcionario bancario correspondiente
que tuviera poder otorgado para tal efecto, siendo que el título
de esa potestad de certificación no está inscrito en el registro
49
público de Comercio, sin que en las certificaciones se diga algo
sobre las facultades del funcionario, y sin que se precise su
carácter, o se indiquen los datos relativos al registro del poder
respectivo, como marca el propio artículo 100 de la Ley de
Instituciones de Crédito, por lo cual, las certificaciones de la
información proporcionada por las instituciones bancarias no son
válidas.

Al contestar la demanda, y la ampliación, la autoridad


enjuiciada refutó los conceptos de impugnación esgrimidos por
la parte actora, y sostuvo la legalidad y validez de la resolución
impugnada, y de la recurrida.

A consideración de los suscritos Magistrados que integran


esta Sala Regional del Centro III, los conceptos de impugnación
son FUNDADOS y suficientes para declarar la nulidad de la
resolución impugnación y de la providencia recurrida, con base
en las siguientes razones legales:

La autoridad demandada en uso de sus facultades de


comprobación, mediante oficio con folio SIARA
AGAFADAFGTO1/2016/000059, de dieciséis de marzo de dos mil
dieciséis, mismo que se encuentra agregado a fojas 92 a 94 del
expediente principal, requirió al Vicepresidente de Supervisión de
Procesos Preventivos de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, la información de los estados de cuenta, contratos de
apertura, en su caso las modificaciones; contratos de cajas de
seguridad; contratos de créditos; tarjetas de firmas autorizadas, en
su caso las modificaciones; documentos de identificación y
comprobantes de domicilio que presentó el titular al abrir las
cuentas, suscritas a nombre del actor **** ****** *********** ********
50
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

por el ejercicio fiscal comprendido del uno de enero al treinta y


uno de diciembre de dos mil catorce, y del sector Sociedades
Financieras de Objeto Múltiple.

Una vez aportada la información por parte de la Comisión


Nacional Bancaria y de Valores, mediante el diverso oficio
número 500-24-00-05-01-2016-10670 de diecisiete de agosto de
dos mil dieciséis, la autoridad demandada hizo del conocimiento
de la actora dicha información, otorgándole el plazo de 15 días,
para el efecto de que manifestara lo que a su derecho
conviniera.

Del oficio mencionado anteriormente, se desprende que la


Administración de Operación de la Fiscalización Nacional “1”,
Subadministración de Operación de la Fiscalización Nacional “5”,
de la Administración General de Auditoría Fiscal Federal del
Servicio de Administración Tributaria, mediante oficios 500 01 02
01 03 2016-20724, de veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis, y
500 01 02 01 03 2016-21806 de treinta de mayo de dos mil
dieciséis, remitió a la Administración Desconcentrada de
Auditoría Fiscal de Guanajuato “1”, los oficios 214-3/LSK-
4904163/2016 de dieciséis de mayo de dos mil dieciséis y 214-
3/LSK-4904367/2016 de veinte de mayo de dos mil dieciséis,
girados por la Vicepresidencia de Supervisión de Procesos
Preventivos, Dirección General de Atención a Autoridades,
Dirección General Adjunta de Atención a Autoridades “C” de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, mediante los cuales
proporcionó la información y/o documentación solicitada de las
entidades financieras; BANCO NACIONAL DE MÉXICO, S.A., y
51
HSBC MÉXICO, S.C., contenida en los oficios 214-2/LSK-
4785436/2016, expediente 03/HV-13930/16, de doce de mayo de
dos mil dieciséis; y 214-2/LSK-4785439/2016, expediente 03/HV-
13930/16, de dieciocho de mayo de dos mil dieciséis,
documentación que consistió en lo siguiente:

1) De la entidad financiera BANCO NACIONAL DE MÉXICO,


S.A., de la cuenta bancaria ***********, contrato **********, se
anexaron copias certificadas de los estados de cuenta
bancarios, que abarcaron el ejercicio comprendido del once de
diciembre de dos mil catorce, al treinta y uno de diciembre de
dos mil catorce; asimismo, se anexó copia certificada del
contrato de apertura y copia simple del documento de
identificación oficial, presentado para la apertura de la cuenta.

2) De la entidad financiera HSBC MÉXICO, S.A., de la


cuenta bancaria ***********, se anexaron copias certificadas de
los estados de cuenta bancarios, que abarcaron del ejercicio
comprendido del uno de enero de dos mil catorce al treinta y
uno de diciembre de dos mil catorce; asimismo, se anexó copia
certificada del contrato de apertura y copia simple del
documento de identificación oficial presentado para la apertura
de la cuenta.

Precisado lo anterior, conviene al caso establecer lo


dispuesto por el artículo 100 de la Ley de Instituciones de Crédito:

Artículo 100.- Las instituciones de crédito podrán microfilmar o grabar


en discos ópticos, o en cualquier otro medio que les autorice la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, todos aquellos libros,
registros y documentos en general, que obren en su poder,
relacionados con los actos de la propia institución, que mediante
disposiciones de carácter general señale la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, de acuerdo a las bases técnicas que para la
52
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

microfilmación o la grabación en discos ópticos, su manejo y


conservación establezca la misma.

Los negativos originales de cámara obtenidos por el sistema de


microfilmación y las imágenes grabadas por el sistema de discos
ópticos o cualquier otro medio autorizado por la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, a que se refiere el párrafo anterior, así como
las impresiones obtenidas de dichos sistemas o medios, debidamente
certificadas por el funcionario autorizado de la institución de crédito,
tendrán en juicio el mismo valor probatorio que los libros, registros y
documentos microfilmados o grabados en discos ópticos, o
conservados a través de cualquier otro medio autorizado.

Transcurrido el plazo en el que las instituciones de crédito se


encuentran obligadas a conservar la contabilidad, libros y demás
documentos de conformidad con el artículo 99 de esta Ley y las
disposiciones que haya emitido la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, los registros que figuren en la contabilidad de la institución
harán fe, salvo prueba en contrario, en los juicios respectivos para la
fijación de los saldos resultantes de las operaciones a que se refieren
las fracciones I y II del artículo 46 de esta Ley.

Del precepto legal transcrito, se desprende que las


instituciones de crédito podrán microfilmar o grabar en discos
ópticos, o en cualquier otro medio que les autorice la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, todos aquellos libros, registros y
documentos en general, que obren en su poder, relacionados
con los actos de la propia institución, que mediante disposiciones
de carácter general señale la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, de acuerdo a las bases técnicas que para la
microfilmación o la grabación en discos ópticos, su manejo y
conservación establezca la misma.

Los negativos originales de cámara obtenidos por el


sistema de microfilmación y las imágenes grabadas por el sistema
de discos ópticos o cualquier otro medio autorizado por la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a que se refiere el
párrafo anterior, así como las impresiones obtenidas de dichos
53
sistemas o medios, debidamente certificadas por el funcionario
autorizado de la institución de crédito, tendrán en juicio el mismo
valor probatorio que los libros, registros y documentos
microfilmados o grabados en discos ópticos, o conservados a
través de cualquier otro medio autorizado.

Ahora bien, en el caso en particular obra agregada en el


expediente administrativo la información y documentación
remitida a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, por las
entidades financieras, Banco Nacional de México, S.A., y HSBC
MÉXICO, S.A., (visibles a fojas 35 a 73 del aludido expediente
administrativo), donde se advierte de manera específica en las
fojas 38 y 40, las certificaciones efectuadas por el funcionario de
la institución Banco Nacional de México, S.A. en las cuales se
indicó lo siguiente:

“EN LOS TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 100 DE LA LEY DE INSTITUCIONES DE


CRÉDITO, SE HACE CONSTAR QUE EL CONTRATO DE APERTURA QUE SE
ADJUNTA AL PRESENTE Y QUE VAN DEL FOLIO 001 AL 002 SON COPIAS
CERTIFICADAS QUE CONCUERDAN FIELMENTE CON LA INFORMACIÓN
QUE SE ENCUENTRA RESGUARDADA EN LOS ARCHIVOS CUSTODIADOS
DE BANCO NACIONAL DE MÉXICO, S.A., INTEGRANTE DE GRUPO
FINANCIERO BANAMEX.

________________

FIRMA DEL FUNCIONARIO

…”

“…
EN LOS TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 100 DE LA LEY INSTITUCIONES DE
CRÉDITO (sic), CERTIFICAMOS QUE LAS 16 FOTOCOPIAS DE LOS
ESTADOS DE CUENTA QUE OBRAN DEL FOLIO 0001 AL 16
CORRESPONDEN FIELMENTE A LOS RESPALDOS DE NUESTRA
INSTITUCIÓN.

54
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

[…]

FIRMA

_____________________
******* ********* **** ******

…”

De igual forma, de la información y documentación que


proporcionó la entidad financiera Banco Nacional de México,
S.A., que obra a fojas 41 a 48 del expediente administrativo, en
cada una de ellas, en la parte inferior, se asentó la leyenda
siguiente: “CON FUNDAMENTO EN LO DISPUESTO POR EL
ARTÍCULO 100 DE LA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO
CERTIFICAMOS QUE LA PRESENTE ES UNA IMPRESIÓN FIEL Y EXACTA
QUE CONSTA DE 16 HOJAS, OBTENIDA DEL SISTEMA ÓPTICO DE
DIGITALIZACIÓN DE IMÁGENES DEL ARCHIVO DE BANCO
NACIONAL DE MÉXICO, S.A., LO QUE SE HACE CONSTAR PARA
LOS EFECTOS LEGALES A QUE HAYA LUGAR.”

Y, de la información proporcionada por la institución


bancaria HSBC MÉXICO, S.A., visible a fojas 53 a 73 del
expediente administrativo, no se advierte certificación alguna de
la información por parte de algún funcionario de dicha institución
bancaria, pues únicamente a foja 54 del expediente
administrativo se asentó lo siguiente:

“…

Se informa que no se localizó registro de cajas de seguridad ni


contrato de crédito.

55
Lo anterior con fundamento en lo dispuesto por los artículos 97 y 142
de la Ley de Instituciones de Crédito.

________________________________________
***** ****** **** *********
REPRESENTANTE LEGAL
HSBC MÉXICO, S.A. INSTITUCIÓN DE BANCA MÚLTIPLE,
GRUPO FINANCIERO HSBC.

…”

Precisado lo anterior, a convicción de esta Sala Regional


resultan fundados los argumentos expuestos por la parte actora
en sus conceptos de impugnación, toda vez que la autoridad
fiscalizadora, tanto para emitir el oficio de comunicación de
discrepancia fiscal, como para la emisión del crédito fiscal
controvertido, tomó en consideración información y
documentación proporcionada por instituciones bancarias sin la
certificación debida para ello, por lo que constituyen copias
simples que por su naturaleza no generan convicción plena de su
contenido.

Se dice lo anterior, pues conforme al artículo 100 de la Ley


de Instituciones de Crédito, entre otras cuestiones prevé, que las
impresiones obtenidas de sus sistemas o medios, debidamente
certificadas por el funcionario autorizado de la institución de
crédito, tendrán en juicio, el mismo valor probatorio que los libros,
registros y documentos microfilmados o grabados en los medios
autorizados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Por tanto, si en el caso que nos ocupa, la autoridad fiscal


determinó una discrepancia fiscal y con ello también, determinó
un crédito fiscal al actor con base en información extraída de
estados de cuenta bancarios obtenidos mediantes sus facultades
de comprobación, por conducto de la Comisión Nacional

56
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

Bancaria y de Valores, dichos estados de cuenta e información


proporcionada por las instituciones bancarias, debían
encontrarse debidamente certificados, lo que significa, que en la
certificación correspondiente, el funcionario autorizado por la
institución bancaria, está obligado a consignar su nombre, el
medio legal por el que fue autorizado para realizar la
certificación, su firma y los preceptos legales en que se apoya la
certificación, pues de lo contrario, tendrán el carácter de copias
simples que por su naturaleza no generan convicción plena de su
contenido.

Además, de que el artículo 100 de la Ley de Instituciones


de Crédito, es puntual al referir que las certificaciones
únicamente pueden ser realizadas por funcionario autorizado por
la entidad financiera para tal efecto, es decir, dicho artículo no
permite interpretación alguna sobre la persona que debe
elaborar la certificación de mérito, lo cual se justifica con el
contenido del artículo 90 del mismo ordenamiento legal, que
dispone, que el nombramiento otorgado a funcionarios
autorizados debe ser inscrito en el Registro Público del Comercio
previa ratificación de firmas ante fedatario público del
documento auténtico en el que conste el nombramiento
respectivo, por lo que de esta manera se evita que las entidades
bancarias deliberadamente otorguen nombramientos y faculten
a cualquier persona, protegiendo a su vez, la certeza de las
certificaciones llevadas ante las autoridades, pues con tal
disposición, se tiene mayor certidumbre sobre las certificaciones
realizadas por los funcionarios que sí están facultados para ello.

57
En ese sentido, es dable concluir, que la certificación
realizada al amparo del artículo 100 de la Ley de Instituciones de
Crédito, sólo puede llevarla a cabo un funcionario de la
institución bancaria previamente autorizado para tal efecto, y
cuyo nombramiento esté inscrito en el Registro Público del
Comercio, no así por el apoderado legal del banco, que en la
mayoría de veces no es empleado de éste, por lo que carece de
facultades para ello, o por cualquier empleado de dicha
institución, pues de ser así, se violentaría el secreto bancario
contemplado en el artículo 142 de la Ley de Instituciones de
Crédito, porque se tendría acceso a la información y
documentación que se encuentra bajo el resguardo y sigilo de la
institución de crédito, misma que se considera confidencial.

Por tanto, en el caso que nos atiende, la información que


proporcionó la entidad bancaria “Banco Nacional de México
S.A.,” no se encuentra debidamente certificada, ya que el
funcionario, en la primera certificación (visible a foja 38 del
expediente administrativo) únicamente asentó que en términos
del artículo 100 de la Ley de Instituciones de Crédito, se hacía
constar que el contrato de apertura eran copias certificadas que
concuerdan fielmente con la información resguardada en los
archivos custodiados por dicha institución bancaria, sin hacer
alusión a su nombre, el medio legal por el que fue autorizado
para realizar la certificación, y cuyo nombramiento para tal
efecto esté inscrito en el Registro Público de Comercio, pues al
final de ésta únicamente plasmó su firma.

Asimismo, de la segunda certificación del funcionario de la


institución Banco Nacional de México, S.A., (visible a foja 40 del
expediente administrativo), sólo asentó que en términos del
58
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

artículo 100 de la Ley de Instituciones de Crédito, certificó que las


dieciséis fotocopias de los estados de cuenta corresponden
fielmente a los respaldos de dicha institución, asentando firma y
nombre; empero, tampoco hizo alusión al medio legal por el que
fue autorizado para realizar la certificación de mérito, y que cuyo
nombramiento para tal efecto esté inscrito en el Registro Público
de Comercio; por lo que dichas certificaciones no cumplieron
con lo previsto en el artículo 100 de la Ley de Instituciones de
Crédito, en consecuencia, fueron proporcionadas a la autoridad
fiscalizadora en copia simple.

De igual forma, de la información y documentación


proporcionada por la institución bancaria HSBC MÉXICO, S.A., no
se advierte certificación alguna por parte de algún funcionario
de dicha entidad financiera, siendo que únicamente a foja 54 del
expediente administrativo, se desprende que la representante
legal de dicha institución bancaria informó que no se localizó
registro de cajas de seguridad ni contrato de crédito, haciendo
alusión a lo dispuestos por los artículo 97 y 142 de la Ley de
Instituciones de Crédito, pero no se refirió en ningún momento a
la certificación de la información que se proporcionó, lo cual
también incumple con lo establecido en el artículo 100 de la Ley
de Instituciones de Crédito, y en consecuencia, esta fue
proporcionada en copia simple.

Por tanto, se llega a la convicción de que la autoridad


fiscalizadora para la emisión de la determinación del crédito
fiscal al actor, se basó en información y documentación
proporcionada por instituciones bancarias, a través de la
59
Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en copias simples, que
por su naturaleza no crean convicción plena de su contenido; es
decir, la información que se le hizo llegar a la autoridad
fiscalizadora no otorga certeza de la veracidad de su contenido,
puntualmente lo relativo a los estados de cuenta a nombre del
actor y a los depósitos bancarios.

Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia PC.I.C. J/63 C


(10a.), publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, en la Décima Época, Libro 51, Febrero de 2018, Tomo II,
página 991, registro 2016135, misma que en su contenido literal
dispone lo siguiente:

DOCUMENTOS CERTIFICADOS EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 100 DE


LA LEY DE INSTITUCIONES DE CRÉDITO. DEBEN SER EXPEDIDOS POR
FUNCIONARIO AUTORIZADO POR LA INSTITUCIÓN BANCARIA CON
NOMBRAMIENTO INSCRITO EN EL REGISTRO PÚBLICO DE COMERCIO
Y NO POR APODERADO LEGAL, EN VIRTUD DE QUE NO REÚNE LAS
EXIGENCIAS DEL ARTÍCULO 90 DE LA LEY CITADA. El artículo 100 de
la Ley de Instituciones de Crédito es taxativo al señalar que las
certificaciones a que se refiere únicamente pueden realizarlas los
funcionarios autorizados por la entidad financiera para tal efecto,
es decir, no dio cabida a interpretación acerca de la persona que
debe elaborar la certificación referida, lo que se justifica
interpretando el artículo 90de la misma ley, el cual dispone que el
nombramiento otorgado a los funcionarios autorizados debe ser
inscrito en el Registro Público del Comercio previa ratificación de
firmas ante fedatario público del documento auténtico en el que
conste el nombramiento respectivo. En ese sentido, de la
interpretación armónica de ambos preceptos, se advierte que el
legislador federal previó que el nombramiento del funcionario
bancario facultado por dicha institución para cumplir
determinadas obligaciones, debía estar inscrito ante el Registro
Público de Comercio, porque de esta manera se evita que las
entidades bancarias deliberadamente otorguen nombramientos y
faculten a cualquier empleado, dependiente o incluso a un
tercero ajeno a la organización de la entidad crediticia, según sus
intereses; protegiendo a su vez, la certeza de las certificaciones
llevadas ante las autoridades, pues con dicha disposición se tiene
mayor certidumbre sobre las certificaciones realizadas por los
funcionarios bancarios facultados para ello. Por tanto, la
certificación realizada al amparo del artículo 100 de la Ley de
Instituciones de Crédito sólo puede llevarla a cabo un funcionario
60
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

de la institución bancaria previamente autorizado para tal efecto


y cuyo nombramiento esté inscrito en el Registro Público del
Comercio, no así el apoderado legal del banco, que en la
mayoría de las ocasiones no es funcionario de éste, por lo que
carece de facultades para ello, pues de hacerlo, podría
violentarse el secreto bancario contemplado en el artículo 142 de
la ley mencionada, toda vez que tendría acceso a la información
que se encuentra bajo resguardo y sigilo de la institución de
crédito.

PLENO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Asimismo, sirve de apoyo por su contenido ilustrativo, la


tesis VII-CASA-V-38, publicada en la Revista que al efecto edita
este Tribunal Federal de Justicia Administrativa, en la Séptima
Época. Año IV. No. 36. Julio 2014. p. 427, la cual dispone lo
siguiente:

ESTADOS DE CUENTA BANCARIOS. PARA QUE SUSTENTEN LA


DETERMINACIÓN DE UN CRÉDITO FISCAL, DEBEN ENCONTRARSE
DEBIDAMENTE CERTIFICADOS.-El artículo 100 de la Ley de
Instituciones de Crédito, establece la posibilidad de que las
instituciones de crédito microfilmen o graben en cualquier medio
autorizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los
libros, registros y documentos relacionados con los actos que
realizan; así también prevé que las impresiones obtenidas de
dichos sistemas o medios, debidamente certificadas por el
funcionario autorizado de la institución de crédito, tendrán en
juicio el mismo valor probatorio que los libros, registros y
documentos microfilmados o grabados en los medios autorizados
por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Por tanto, en
caso de que la autoridad fiscal determine un crédito fiscal, con
base en información extraída de estados de cuenta bancarios
obtenidos mediante sus facultades de comprobación, por
conducto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, dichos
estados de cuenta deberán encontrarse debidamente
certificados, lo que significa que en la certificación relativa, el
funcionario autorizado por la institución bancaria, está obligado a
consignar su nombre, el medio legal por el que fue autorizado
para realizar la certificación, su firma y todos los preceptos en que
se apoya la certificación, pues de lo contrario, tendrán el carácter
de copias simples que por su naturaleza no generan convicción
plena de su contenido .

61
R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año IV. No. 36. Julio 2014. p. 427

En este contexto, ante la ausencia de los elementos


necesarios dentro de la certificación de las instituciones
bancarias sobre la información proporcionada a la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, no es procedente otorgarles
valor probatorio pleno, puesto que tales requisitos son necesarios
a efecto de determinar certeza y seguridad jurídica al
contribuyente de que las documentales con base en las cuales
se sustentó la autoridad demandada, fueron expedidas en copia
debidamente certificadas por funcionario autorizado para ello,
amén de conceder valor probatorio pleno, pues en todo caso, se
vulneraría además, el secreto financiero contemplado en el
artículo 142 de la Ley de Instituciones de Crédito, ya que se tuvo
acceso a la información que se encuentra bajo resguardo y sigilo
de la institución de crédito correspondiente, por una persona que
se desconoce si está autorizada para ello.

Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis cuyos datos de


identificación y contenido se transcriben:

“Novena Época
Registro: 169607
Instancia: Segunda Sala
Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVII, Mayo de 2008
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: 2a. LXIV/2008
Página: 234

SECRETO FINANCIERO O BANCARIO. ES PARTE DEL DERECHO A LA VIDA


PRIVADA DEL CLIENTE O DEUDOR Y, POR TANTO, ESTÁ PROTEGIDO POR
LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA EN SU VERTIENTE DE DERECHO A
LA PRIVACIDAD O INTIMIDAD. De los artículos 2o., 5o. y 20 de la Ley
para Regular las Sociedades de Información Crediticia, en relación
con el 117 de la Ley de Instituciones de Crédito, se advierte que el
secreto financiero o bancario guarda relación con la vida privada de
los gobernados, en su condición de clientes o deudores de las
62
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

entidades bancarias, por lo que si bien no está consagrado como tal


explícitamente en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, al estar referido a la historia crediticia de aquéllos, puede
considerarse como una extensión del derecho fundamental a la vida
privada de la persona, familia, domicilio, papeles o posesiones de los
gobernados, protegido por el artículo 16, primer párrafo,
constitucional.”

En ese sentido, tal y como se sostuvo con anterioridad, esta


juzgadora da valor probatorio de indicio a dichos documentos
proporcionados a la autoridad demandada por la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, de conformidad con el artículo
217, del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria al presente litigio, y toda vez que las mismas no se
encuentran relacionadas con otros medios probatorios, se tiene
que son documentales insuficientes para desvirtuar la negativa
de la actora sobre los depósitos bancarios en los que se sustentó
la autoridad para que en un primer momento comunicara la
discrepancia fiscal por el periodo del uno de enero al treinta y
uno de diciembre de dos mil catorce, y luego para la
determinación del crédito fiscal controvertido.

Al efecto cobra aplicación por identidad de razón, la


jurisprudencia VII-J-1aS-101, sustentada por la Primera Sección
de la Sala Superior de este Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, Séptima Época. Año IV. No. 35. Junio 2014. p. 21,
la cual en su contenido literal dispone lo siguiente:

COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES, VALOR PROBATORIO DE LAS.- De


conformidad con el artículo 217 del Código Federal de
Procedimientos Civiles de aplicación supletoria a la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, las copias fotostáticas
simples carecen de valor probatorio pleno si no se encuentran
63
debidamente certificadas, quedando su valor probatorio al
prudente arbitrio del Juzgador. En ese tenor, para que las copias
simples de los documentos con los cuales el demandante pretende
acreditar su pretensión pudieran tener mayor fuerza probatoria,
resulta necesario adminicularlas con los demás elementos
probatorios que obren en autos, para estar en aptitud de determinar
la veracidad del contenido de los documentos exhibidos en copias
simples.

(Tesis de jurisprudencia aprobada por acuerdo G/S1-15/2014)

R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año IV. No. 35. Junio 2014. p. 21

(Lo resaltado no es de origen)

En este contexto, resulta evidente que la resolución


recurrida contenida en el oficio 500-24-00-05-01-2017-6401, de
veinticuatro de mayo de dos mil diecisiete, se emitió
motivándose en hechos que fueron apreciados en forma
equivocada, por lo que procede declarar su nulidad lisa y llana
conforme a lo dispuesto en los artículos 51, fracción IV, y 52,
fracción II, de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo.

Vista la declaratoria de nulidad de la resolución recurrida,


con fundamento en los artículos 51, fracción IV, y 52, fracción II,
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.
lo procedente es hacerla extensiva a la resolución impugnada
contenida en el oficio número 600-24-00-02-00-2017-1955, de
veinticinco de octubre de dos mil diecisiete, emitida por la
Administradora Desconcentrada Jurídica de Guanajuato “1” del
Servicio de Administración Tributaria, mediante la cual se resolvió
el recurso de revocación RRL2017007636.

En razón de la decisión anteriormente alcanzada, esta


juzgadora se abstiene de realizar el estudio de los restantes
64
SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

conceptos de impugnación, ya que cualquiera que fuese el


resultado de dicho estudio, no variaría el sentido del presente fallo
y no dejaría al impetrante en una mejor posición frente a la
autoridad demandada, pues aún de resultar fundados sus
argumentos no tendrían el alcance de obtener una mejor nulidad
de la decretada, ya que la resolución originalmente recurrida y la
impugnada fueron declaradas nulas de forma lisa y llana.

Resulta aplicable al respecto el precedente VII-P-2aS-122


de la Segunda Sección de Sala Superior, publicado en la Revista
del Tribunal Federal de Justicia Administrativa de Mayo de 2012,
mismo que establece:

“CONCEPTOS DE IMPUGNACIÓN EN EL JUICIO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO FEDERAL. SU ESTUDIO DEBE ATENDER AL PRINCIPIO DE
MAYOR BENEFICIO, PARA LOGRAR LA NULIDAD LISA Y LLANA,
PUDIÉNDOSE OMITIR EL DE AQUELLOS QUE AUNQUE RESULTEN
FUNDADOS, NO MEJOREN LO YA ALCANZADO POR EL ACTOR.- En los
términos del artículo 237 del Código Fiscal de la Federación vigente
hasta el 31 de diciembre de 2005, y su correlativo 50, segundo
párrafo de la vigente Ley Federal de Procedimiento Contencioso
Administrativo, corresponderá al Órgano Jurisdiccional examinar
primero aquellos conceptos de impugnación que puedan llevar a
declarar la nulidad lisa y llana de la resolución o acto impugnado.
De lo cual se desprende que queda al prudente arbitrio del Órgano
Jurisdiccional de Control de Legalidad determinar la preminencia en
el estudio de los conceptos de impugnación atendiendo a la
consecuencia que para el actor tuviera el que se declararan
fundados, a fin de determinar si con dicha declaratoria procede o
no la nulidad lisa y llana que mayor beneficio jurídico origine para el
actor. Por lo anterior, al someterse el asunto ante este Órgano
Jurisdiccional, le corresponderá dilucidar de manera preferente
aquellas cuestiones que originen dicho mayor beneficio para el
actor afectado con el acto administrativo, conforme al artículo 237
mencionado, que permite hacer posible la tutela judicial efectiva,
esto es, el acceso real, completo y efectivo a la administración de
justicia a que se refiere el artículo 17, segundo párrafo de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.”

65
De igual forma, resulta aplicable la tesis de jurisprudencia
sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito. VIII.2°.27ª, que es del tenor siguiente:

“SENTENCIA DEL TRIBUNAL FISCAL DE LA FEDERACIÓN QUE DECLARA LA


NULIDAD LISA Y LLANA DE LA RESOLUCIÓN IMPUGNADA. HACE
INNECESARIO EL ESTUDIO DE DIVERSAS CAUSALES DE ILEGALIDAD QUE
PUDIERAN PRODUCIR EL MISMO EFECTO.- De la interpretación del
artículo 237, primero y segundo párrafos, del Código Fiscal de la
Federación vigente, se advierte que consigna el principio de
congruencia tocante a que la responsable debe ocuparse de todos
y cada uno de los puntos controvertidos; pero el principio sufre una
excepción cuando en el caso se alegan diversas causales de
ilegalidad del acto administrativo fiscal que ven al fondo de la
cuestión planteada y no a vicios formales o de procedimiento,
porque al declarar fundada una causal de nulidad que trajo como
consecuencia la invalidez lisa y llana del acto combatido, resulta
ocioso exigir el estudio de los demás conceptos de anulación que
atañen al fondo del negocio, pues cualquiera que fuere su análisis,
no variaría el sentido ni la consecuencia de la nulidad decretada,
pues el análisis de los repetidos motivos de ilegalidad iría en contra
de la práctica de la impartición de justicia que debe ser, en términos
del artículo 17 constitucional, pronta, completa e imparcial. Por otra
parte, el decretar la nulidad lisa y llana del acto fiscal combatido no
produce un estado de indefensión, pues en el caso de que la
demandada interponga recurso de revisión fiscal, aunque la
responsable sólo haya examinando una causal de ilegalidad por
considerarla fundada y suficiente, una vez interpuesta la revisión
fiscal o medio de impugnación que pueda hacer valer la autoridad
demandada, el Tribunal Colegiado de Circuito a quien corresponda
conocer del mismo, de estimar fundados los agravios opuestos y
pronunciarse en el sentido de revocar la resolución de la Sala, lógica
y jurídicamente tendría que ordenar a ésta que llevara a cabo el
análisis de los conceptos de anulación cuyo estudio omitió. Además,
el orden lógico del análisis de los conceptos de nulidad estriba en
que, primero, deberán analizarse los motivos de ilegalidad que
puedan llevar a declarar la nulidad lisa y llana de la resolución y si
alguna resultó fundada, es suficiente para declarar la nulidad
aludida, sin que sea necesario estudiar los siguientes motivos de
invalidez, pues por su naturaleza, en términos del artículo 238 del
Código Fiscal de la Federación, produce la nulidad citada y excluye
el estudio de las restantes.”

Por lo expuesto, y con fundamento en lo dispuesto por los


artículos 49, 50, 51, fracción IV y 52, fracción II, de la Ley Federal
de Procedimiento Contencioso Administrativo, se resuelve:

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SALA REGIONAL DEL CENTRO III
EXPEDIENTE: 162/18-10-01-1-OT

I.- La parte actora probó parcialmente los extremos de su


acción, en consecuencia;

II.- Se declara la nulidad lisa y llana tanto de la resolución


impugnada como de la providencia recurrida, precisadas en el
Resultando Primero de la presente sentencia, por los motivos y
fundamentos vertidos en el último considerando del presente
fallo;

III.- NOTIFÍQUESE.

Así lo resolvieron y firman los Magistrados integrantes de la


Sala Regional del Centro III del Tribunal Federal de Justicia
Administrativa, ante la Secretaria de Acuerdos, Marisol Medina
Lemus, que actúa y da fe.

MML/aat.

“La Sala que al rubro se indica, de conformidad con lo dispuesto por los artículos
116, primer y último párrafo, de la Ley General de Transparencia y Acceso a la
Información Pública; 113, fracciones I y III de la Ley Federal de Transparencia y
Acceso a la información Pública; 1, 3, fracción IX, 4, 18, 24 y 82 de la Ley General
de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados; así como el
Trigésimo Octavo, fracciones I y II, de los Lineamientos Generales en Materia de
Clasificación y Desclasificación de la Información, así como para la Elaboración de
Versiones Públicas; indica que fueron suprimidos de la versión pública de la
presente sentencia el nombre de la parte actora, nombres de terceros, cuentas
bancarias, y en general, todos los datos que pueden identificar o hacer
identificable a una persona ya sea física o moral, información considerada
legalmente como confidencial, por actualizar lo señalado en dichos supuestos
normativos. Firma el secretario de acuerdos que emite la presente.”

67

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