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Agradezco a Dios

la oportunidad, el momento,
y el lugar que me ofrece
para dejar eternas mis
palabras.

Agradezco a los que


me han permitido
tener un aprendizaje;
a mi paciente, amoroso,
y creativo esposo,
a mis incondicionales
padres y hermanos,
todos ustedes son mi mejor
universo.

Bienvenidos a una
parte de mi pensar y
sentir. Espero construir
y destruir, si es necesario,
siempre desde el amor.
¡Feliz Viaje!
NACER 1
HOY 11
VIVIR 21
MORIR 30
RENACER 37
1

NACE R

N acer es algo que no decidimos, una


acción más mágica que cualquier fantasía
inventada. Es un suspiro tan infinito que
nadie puede hacerlo por sí mismo, ya que es
el equilibrio, la conexión, y la sincronía de
mucho. Y es allí, entre el pujar de nuestras
madres, la tenacidad de los médicos, los
nervios del padre y los familiares, cuando
llegamos, por fin después de tanta espera, a ser.

Es nostálgico, es abrumador, y es
hermosamente incierto, ¡tanto! que siempre
nos preguntamos en algún momento cuál es el
inicio ¿Venimos de la nada? ¿Hacemos parte de
un todo? ¿Realmente de dónde podría ser sin
decir un territorio predeterminado, una ciudad,
o una hora?

Te diré con amor y respeto lo que yo creo. Creo

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Carolina Colobón

que venimos de un todo, que aunque no vemos


con ojos físicos sabemos que está allí presente,
en ese milagro de vida, en el viento que suena
delicadamente en cada hoja de árbol, en las
formas de las nubes que vemos al estar infantes,
en tu sonrisa, en la independencia de las aves,
en el amor de tus padres, en ese nacer del que
hablaba al inicio, en el desierto y en la lluvia, en
Cristo.

Sin embargo algo ha ocurrido, y he empezado a


descubrir que el mundo nos ha hecho perdernos
buscando algo que no sabemos qué es. Estamos
desorientados y con una significativa ausencia
de amor propio, fe, solidaridad, sueños, valentía,
paciencia, y si continúo enumerando, no
terminaría pronto.

Pero, ¿por qué estamos buscando? ¿Crees que


naciste para buscar o para ser libre? ¿Sobre
ti manda el mundo? ¿Vale la pena después
de tanto en tu nacer solo estar perdido?
¿Ser invisible? ¿Vivir derrotado y pesimista?
¿Quedarse dormido soñando con lo que anhelas
sin intentar ejecutarlo?

Si te sientas, respiras, y recuerdas que ésta


vida que disfrutas solo te da un boleto para
vivirla, cambia todo.

Quizá y pienses que las palabras suenan


muy bonitas y que decir soluciones es sencillo,
te pondré un ejemplo, cuando recién nos

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Nacimiento

obsequian flores es un momento maravilloso,


tanta dulzura, belleza y creación juntas ¿verdad?
Pero, ¿piensas en el proceso que tuvieron que
pasar para llegar a tus manos? Así es como
es, sin constancia, sin esfuerzo, sin un rumbo
trazado, sin el regar de las flores, todo posible
nacimiento morirá, morirá incluso estando vivo.

¿Por qué estamos buscando, nacimos para


eso? Observar todo lo que tenemos es más que
increíble, la inmensidad del terreno, sumado
con el desarrollo desmesurado, la diversidad
de personas, emociones y pensamientos que
vamos conociendo con el crecer, eso es mucha
información, tal vez tanta, que no hemos
comprendido como tomarla, entenderla, y
hacerla nuestra, produciendo en nosotros un
afán constante de comprender, pero al tiempo,
pasar al siguiente aprendizaje.

Aquí son tantos cambios, uno tras otro, que


hemos tomado como normal el dejar a medias
la búsqueda y el entendimiento de este, pero
aún más grave, dejar a medias la libertad que
tenemos desde ese primer llanto al nacer. Si
no comprendemos esa libertad desde un
principio, creceremos esclavos de todo.

Si en tu mente comienzas por creer que para


los demás todo es más sencillo pero para ti es
más complicado, iniciarás por cerrar una gran
ventana hacia la paz y la libertad; pero la gran
noticia es que en cada momento puedes hacer

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Carolina Colobón

todo de nuevo, cambiar el rumbo, la fuerza de


tus pasos, las ventanas de tu mente, y tomar
la decisión de hacerlo una vez más, un nuevo
intento obsequiado exclusivamente para ti. Así
es, un obsequio que no es para nadie sino para
tu ser, tu niño interior, ese soñador que sigue
ahí aún cuando los años pasan y la piel cambia
poco a poco, ¿vale la pena perderse todo esto?
No lo creo.

Lo sé, puedes preguntarte cómo es posible


hacer algo que nunca nos han enseñado.
Estando aquí nos han dirigido todo el tiempo
sobre cómo debe ser la vida, y por supuesto,
hemos sido incapaces de decidir por sí mismos,
la escuela, los colores que nos gustan, la
vestimenta, la cultura, la comida, prácticamente
todo ya ha sido elegido antes de nosotros nacer;
sin embargo, ¿esto es razón suficiente para que
el mundo mande sobre nosotros?

Es pertinente aclarar que no estoy hablando


del orden social el cual se da para la convivencia
armónica humana, no, en este aspecto pienso
que estos actos individuales y grupales están
coordinados con fines sociales, para el orden,
el bienestar, la armonía, y es necesario para
nuestro sano convivir.

El problema surge cuando el mundo crece


a velocidades indescriptibles, se mueve
intrépidamente, y nosotros simplemente nos
dejamos caer al suelo y rodamos con él, sin

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Nacimiento

carácter, sin decisión, sin valorar profundamente


el daño que esto puede causarnos como seres
individuales. Tu personalidad, tu amor, tus
gustos, tu paz y tu libertad, se ven envueltas en
el decidir de grandes industrias, en gigantescos
presupuestos publicitarios digitales, en
gobiernos con ideales basados en crianzas y
creencias muy distintas a las tuyas, y es ahí
cuando tu dominio propio debe ser el músculo
más grande, tenso, y ejercitado que debes tener,
pero de esto hablaremos en un capitulo más
adelante.

Vivir así, intentando alcanzar la velocidad de


todo, hace que nuestros días inicien de cualquier
forma. El afán de la vida nos ha obligado a casi
correr tras todo, ¡corre que vas tarde! ¡Corre
que te deja el bus! ¡Cásate pronto que te deja
el tren! ¡Ten hijos que vas a envejecer! Detente,
aquí estamos solo tú y yo, y haremos nuestro
inicio estando quietos, en silencio, observando,
analizando detenidamente para luego dar un
gran paso, como cuando éramos bebés.

Ya no es una opción quedarnos acostados


en cama soñando con lo que pudo ser sin ni
siquiera haber intentado ejecutarlo. No es una
opción porque todo lo que eres tu, tu ser interior
y exterior es único e incomparable, desde
literalmente la punta de tus dedos con tu huella
dactilar, hasta el dobles que pueda existir en la
última hebra de tu cabello.

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Carolina Colobón

Por esto y mucho más vale la pena empezar a


ser conscientes de la vida que tuvimos, tenemos,
y queremos en algún punto alcanzar. Este es un
proceso largo, y como no hemos trabajo mucho
la paciencia en la época de la inmediatez, debo
decirte que no será sencillo pero sí posible, y la
evaluación es el primer paso a realizar.

¿Cuánto te ha servido el plan con el que llevas


tu vida actualmente? ¿Las cosas han salido bien
o infinitamente mal? Sea cual sea tu respuesta
te invito a tener calma, no vale la pena definir
nuestra vida simplemente en dos opciones,
porque puede que las situaciones malas al final
hayan sido lo mejor que pudiste tener para que
florecieran unas buenas, así como a las plantas,
el abono que es todo el desecho al final
termina siendo lo esencial para su vida.

Sin embargo esto no significa que sólo


debemos normalizar esos actos confiando en
que es el abono que nos ayudará a florecer, no,
solo te invito a comprender en amor lo que esas
situaciones fuera de tu control pueden generar
a tu vida, pues siempre podemos decidir si ver
el panorama desde el ojo de la cerradura, o
aventurarnos a abrir la puerta.

Y así es, todo implica tener que decidir, por


eso es importante preguntarnos si le damos
valor o no a las nuestras, o por el contrario, las
ignoramos y acudimos a las de los demás. Esta
acción es vital, ya que te permitirá saber si vives

6
Nacimiento

a tu movimiento o al de los otros, si tienes arriba


el margen de tus valores o los negocias con tu
prójimo, y finalmente sabrás, si estás viviendo
realmente tu vida o la que quieren las personas
que admiras.

Sé que responder esto es conflictivo, es como


pasar limón por heridas que crees haber cerrado,
es como crear un temblor a propósito sobre lo
que hemos construido con esfuerzo. Cuando
nos detenemos a analizar cómo ha sido nuestra
ruta en la vida, nos encontramos con diversos
momentos –alegrías, tristezas, problemas,
triunfos– todos estos para bien o mal nos nutren
y forman capas del producto final que somos,
pero, ¿te consideras un producto final?¿Te
visualizas como cemento o arcilla?

Mi respuesta es que eres arcilla, y siendo


así puedes moldearte una y otra vez sin tener
un límite de tiempo, sin importa tu edad, tus
posibilidades económicas, o tus recurrentes
errores. Lo realmente importante aquí es cuánto
crees, y cómo en el análisis retrospectivo que
hagas de tu camino, comienzas a alistar en tu
maleta del presente lo mejor de ello, para que
en el hoy que tienes tengas un nacimiento con
las decisiones y acciones adecuadas.

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Carolina Colobón

Soy consciente de que vivimos en un mundo


que cada vez siente necesitar menos de Dios,
por lo mismo creo que es un mundo que confía
en todo y en nada, que lo entrega todo y nada.
Un mundo que aunque no tiene tiempo para
detenerse a ver estrellas fugaces, vive como
una.

¿Pero entonces qué hacer? Son diversos los


pasos, sin embargo creo que para comenzar
debemos enfocarnos en nuestra realidad actual,
aterrizarnos en el ahora, conscientes que ese
es el único terreno que tenemos, y por ello, el
mejor espacio a trabajar. Enfocarnos en hacer
de nuestro presente nuestro sueño, nos alejará
de desperdiciar la vida con realidades anheladas
que aún no llegan, o realidades diseñadas por
otros y no por ti.

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Nacimiento

Basta con mirarte para creer


que el tiempo hizo parte de tu ser,
comprender el arte que eres tú,
naciendo una, y otra vez.

No eres de roca ya más,


hoy tú te puedes moldear,
duele un poco tal vez,
pero reirás al final.

Procesos, rupturas,
rompimientos, fracturas,
toma, hilo y aguja,
agua viva,
agua pura.

Estás naciendo otra vez


pero de a un día a la vez,
consciente, sensible,
presente,
p r e s e n t e.

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Carolina Colobón

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HOY

E l hoy es ese regalo eterno que jamás se


valora porque ya lo tienes. Es eso que ayer
era futuro –pero que ahora que está aquí– no
le prestas atención. Estás anhelándolo pero él
ya está aquí, ya llegó para ti, llegó a enamorarte
y sorprenderte, te toca la puerta cada mañana,
llega a lograr por un segundo que te concentres
solamente en él, pues es lo único que siempre
tendrás. Un hoy que cuando dormías era tu
futuro y tu ayer.

¿Dime si ahí no está la clave? Lo está. El tic-tac


de tu reloj suena para que él aparezca y todo sea
de nuevo. ¿No te parece muy curioso que cada
noche al soñar todo es negro? Es como ese volver
a nacer, las emociones, el cansancio, el temor
del ayer, simplemente volaron con el sueño, y al
sonido de los pájaros aparece tocando a tu vida
un nuevo hoy, renovado, preparado, expectante.
¡Cuán gran creador el nuestro!

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Carolina Colobón

Nuestras vidas giran en torno a pequeñas y


grandes decisiones tomadas a diario, hoy no
tomaré agua, hoy haré ejercicio, hoy no le pediré
disculpas a esa persona, hoy oraré, hoy haré
pereza todo el día, hoy debo hacer dinero para
pagar deudas. Comúnmente cada una de ellas
varía dependiendo de nuestro estado de ánimo,
creencias de necesidad, y el tiempo disponible.
Lo que ignoramos es que así como un edificio alto
a punto de tocar el cielo necesita unas columnas
firmes y bien planeadas, así es con nosotros, las
decisiones diarias que tomamos son las que
harán que estemos erguidos a punto de tocar
el cielo, o cada vez más jorobados.

Qué tan pesada o ligera fluye tu vida no


depende de tus padres, amigos, pareja o
sociedad. Es el momento de dejar de levantar
el dedo para culpar a los otros cuando solo tú
en tu libre albedrío tienes el poder de decidir
cada hoy. Así es, tú en tu libertad, en tu hoy
que te acompaña, cuestiónate, descúbrete, y
cuidadosamente actúa, da el primer paso basado
en una adecuada decisión. No puedes obtener
un maravilloso campo de flores si no vas paso a
paso, primero rompes el suelo, luego lo preparas,
seleccionas tus plantas, esparces las semillas, les
das el espacio necesario, y finalmente empiezas
a hidratar para su nacimiento. ¿Cuál decisión
en tu vida sería el romper de tu suelo?

Todo se nos es permitido pero no todo nos


conviene, mide lo que llevas cultivando desde

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Nacimiento

hace tiempo ¿aún nada que da fruto en ti?


Arranca de raíz esa mala hierba que crece rápido
y perjudica tu amplía visión. Arranca de tu hoy
el afán de estar concentrado en el futuro, con
cuidado, no lo hagas en un día porque puedes
dañar raíces sanas, paso a paso, cambio por
cambio, día a día, y sobre todo, consciente de no
herir a los demás –ni a ti– en el proceso.

Pero somos más complejos que eso, somos


temores, estructuras de crianza incrustadas
casi en nuestro ADN, somos latidos lentos
y acelerados, somos imperfectos, y el
discernimiento sobre eso será nuestro mejor
aliado. No busques la perfección en el hoy,
busca estar aquí y resolver el momento ¿pero
entonces no haces planes? ¡Claro que sí! Haz
planes, pero trabaja hoy para poder realizarlos
en el siguiente hoy que tendrás. Si hiciste un
plan pero fracasó, levántate, inténtalo una vez
más, el fracaso existe y nos forma, nos hace más
fuertes. Si hiciste un plan y tuvo éxito, celebra,
ríe sin temor, y con humildad enséñale a todo el
mundo que sí es posible lograr lo que queremos.

Decirte un secreto para resolver nuestro


presente sería insensato, no existe solo uno
ya que es el cúmulo de labores que forman
un regalo –es la unión de la coherencia y la
existencia, trabajar en el estar y el ser propio,
conocernos y comprendernos lo suficiente
para no herirnos en el avance del tiempo– y de
esta forma estar en paz en el ahora y no en las

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Carolina Colobón

situaciones inconclusas del ayer o del mañana.

¿Cómo descubrir mi ser propio sin alteraciones


ni estructuras predeterminadas? Compartiendo
tiempo contigo, experimentando, conociéndote,
escuchándote, cuidándote, meditando,
ejercitándote. Comprender que cuidarte no es
vanidad sino amor propio, hará que no sientas
culpa y seas libre de cualquier mentalidad de
esclavitud. Estar contigo está bien, conocerte
está bien, conquistarte a ti mismo está bien, y
sobre todo, alejarte en tiempos determinados
de los que te rodean también está bien.

Cierra tus oídos a personas que quieren hacerte


creer que eres unas estructura inamovible, el
no hacerlo va a enterrar tus pies muy profundo
en la tierra sin darte la opción de avanzar, ni
siquiera, avanzar en un paso de intento. Si
somos conscientes de que la clave está en el hoy,
ese hoy se convierte en nuestro siempre, por
ello es importante que medites cómo quieres
ser y estar siempre, no hay otra oportunidad. El
hoy que respiras, bailas, y sientes, se va hoy, y
aunque llega uno nuevo, los rastros del que pasó
seguirán estando allí para formar o destruir,
depende de ti.

Pero qué difícil es construir ¿verdad? Y más


cuando para iniciar se exige siempre destruir,
golpear, raspar, oprimir, hacer polvo todo para
dar comienzo mínimamente de una forma
adecuada. Ya lo sé, bendito aferramiento el que

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Nacimiento

llevamos tatuado en la piel, queremos olvidar


pero al tiempo qué miedo hacerlo.

Anhelamos la libertad pero no soportamos


la incertidumbre de a dónde nos llevará ella.
Queremos perfección en nuestra vida pero se
nos olvida que todo lo perfecto pasa por un
proceso como el del diamante, que para llegar
a ser lo que es se transformó bajo condiciones
de presión y temperaturas extremas, pasando
de ser un átomo puro de carbono, a una de las
joyas más admiradas y deseadas, a una piedra
preciosa que antes ignoraban.

¡Quiero ser eso! podrá estar gritando muy


en el fondo tu semilla de amor, intentando
desamarrarse el yunque de pesimismo y
escepticismo que se obligó a tener en el tobillo
hace un par de años ¿Qué debes soltar? Lo
difícil, lo que cuesta, eso que te ahoga, que
aunque da sombra jamás permite entradas de
luz. El abono que hace mucho quedó en sólo
desechos porque los nutrientes necesarios ya
fueron absorbidos hace mucho tiempo. Piensa,
es un secreto tuyo con tu interior.

El decidir vivir viajando por el mundo me


enseña, entre tantas cosas, lo fácil que nos
adaptamos al cambio, al principio cuesta y hay
una sensación de vacío que recorre el cuerpo de a
partes, sin embargo terminamos adaptándonos,
al clima, al idioma, a las nuevas personas, al
trabajo, a la distancia de los amados, al soltar, al

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Carolina Colobón

adquirir, a la variabilidad en su mayor cercanía.

Pero ésta adaptación se teje en un decidir


diario y constante, una elección que debería
verse alterada por tu estado. No puedes seguir
adaptándote a sentir vacíos por todo el cuerpo, a
llorar cuando nadie te está viendo, a reír sólo por
quedar bien en público, a mentir por encajar sin
remedio alguno, a comerte en bocados enteros el
terror de no ser suficiente, no. Tú eres un tejido
creado en magia, suspenso, y mucha luz, eres
un nacimiento que no existe en ningún otro
lugar, hecho a imagen y semejanza de lo más
fuerte, brillante, e increíblemente poderoso
de todo el universo.

No te dejes engañar, tú sí escribes tu propia


historia, y eres un regalo, no un material ¿por
qué te digo esto? Porque, si es tu caso, debes dejar
de seguir cociendo en ti etiquetas que solo van a
encerrarte y limitarte, tú no eres una profesión,
tú no eres un estrato, tú no eres un estado de
ánimo, tú no eres un cuerpo estereotipado, tú no
eres una religión, tú no eres una equivocación
pasada, y necesitas dejar de creer todo eso. Tú
no eres un ayer o una sola definición. Cada
día eres nuevo, cada mañana el sol ilumina las
nuevas fuerzas que están listas para ti, pero para
que eso ocurra necesitas empezar a creer que
eres merecedor de lo bueno. Aceptar y nacer
a oportunidades positivas, te mostrarán un
camino cada vez más claro y florecido.

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Nacimiento

¿Alguna vez te ha pasado que aún teniéndolo


todo te sientes incompleto? La plenitud no la
podemos medir desde lo externo. Jamás sabrás
la magnitud de una montaña observándola
solo a la distancia, al escalarla, sentirla, vivir
realmente en ella, podrás brindarte una real
visión. Si sigues midiendo qué tan lleno o
vacío te sientes por lo que adorna lo exterior,
terminarás teniéndolo todo, menos a ti mismo.

Cada hoy nos permite descubrir el todo que


poseemos, querer medirlo de una u otra forma
nos ha permitido organizarnos, pero al tiempo
confundirnos en medio del valor real ¿por qué
digo esto? Porque después de acumular todo lo
material que podemos, estamos comenzando
a añadir a ese carro de compras las ofertas
negativas, los no merezco esto, las ideas de que
eso tan bueno que pasa en tu vida huele extraño,
el suspenso de que la escena de terror y tristeza
ya está por llegar a arruinarlo todo… ¿Cuándo
entenderemos que el hoy viene pintado de
blanco? Minimalista, lleno, colorido, geométrico,
eso lo decides tú.

Aveces pienso que la definición de hoy


debería ser –oportunidad– porque eso es, el
reiniciar, el amar, el reír, el llorar, el dormir, el
todo del movimiento del mar, de los árboles, de
las aves, de la tierra… El todo en sintonía con
nuestro ritmo coordinado o arrítmico, honesto
o temeroso, en furia o apacible, eso es el hoy,
infinitas oportunidades creadas para ti.

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Carolina Colobón

La visión del ahora es crucial para todo, cuando


pienso en que solo tengo justo este instante en
el que escribo estas letras una a una y tu las
lees, una corriente descontrolada recorre mis
manos, mis brazos, mi espalda, y no te miento,
acelera mi corazón. La simple idea del hoy es
tan increíble que preferimos no analizarla,
pues dibujarla con claridad en nuestra mente
puede generarnos demasiada consciencia y
paz ¿y cómo vivir así no? Esta vida necesita un
poco de picante ¿verdad? No, esto necesita el
amor y la calma que produce comprender que
nuestro momento aquí no es más que un día
de soltarnos de manos por primera vez en
bici, el tragar agua en el primer intento de
clavado, la arena caliente de camino a la playa,
la mirada fija al ser que amamos, el cerrar los
ojos escuchando la sinfonía del cumpleaños
de fondo…

No es más, lo importante es que aquí estamos


tú y yo enlazados por esta creación que hizo
que coincidiéramos en la misma existencia,
todo lo demás es lo demás, pero desaprovechar
el hoy es el final de la vida, es detener el nacer,
es oprimir el mudo del control remoto para
ver el movimiento con temores, ansiedades,
vacíos… Desactiva tu mudo, que el momento
importante que vale la pena escuchar esta
pasándote justo ahora.

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Nacimiento

Llegó como un latido,


llegó a ser mi camino,
sigue aquí, conmigo,
aunque yo me niego a oírlo.

Albedrío y decisión
cuán mágica creación,
me libero del dolor,
de ausentarme de mi hoy.

Lo merezco,
el baile de la vida,
lo merezco,
el grito y el suspiro,
lo merezco,
el llanto y la risa,
lo merezco,
estar libre y en calma,
lo merezco.

Y en las notas del latido,


hoy decido,
hoy d e c i d o.

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Carolina Colobón

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VIV IR

S e abre el telón del espectáculo, las luces,


los espectadores, el corazón a mil por
segundo, la escenografía, todo está listo para
tu aparición, bueno casi todo, falta seguir
desglosando el guión. ¿Qué será de nosotros
en unos cuantos años? ¿Seremos abuelos? ¿Nos
habrá interesado casarnos? ¿Cumplimos los
sueños o cambiaron?

Vivir es ser parte de la melodía perfecta, los


ritmos del viento, los agudos de las aves al
amanecer, el rugir del mar invitándote a nadar
un poco, los suspiros de desamor y de alegría
extrema. La vida es tu esencia y la de más de
7.545 millones de personas compartiendo un
mismo paraíso, viviendo en un mismo lienzo
listo para colorear.

Cada color se ve alterado por cada ser, así como


en las flores, sus tonos, brillos, olores, tamaños,
resistencias, todo varía y cada una necesita un
proceso para florecer ¿hacemos el nuestro?

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Carolina Colobón

Debemos iniciar desde el romper el suelo. En


las flores ésta práctica se lleva a cabo para airear
el suelo antes de plantar, lo mismo haremos no-
sotros. ¿Qué de lo que tienes en tu vida desde tu
nacimiento no te permite tener un nuevo aire?
¿Tienes momentos donde te aíslas del mundo
para preparar tu ser? Rompe el suelo, deja esos
hábitos o personas que no te permiten dar el
primer paso, que en lugar de sumar y hacer cre-
cer tu confianza te restan. Poco a poco ve cam-
biando tus relaciones, ausentándote de ellos
para estar disponible para ti, para escucharte.

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Nacimiento

Preparar el suelo es vital para recibir


adecuadamente lo nuevo, eso que quieres que
de ahora en adelante nazca en ti, confianza,
ternura, paciencia, disciplina… Hay que tener
en cuenta que así como existen cosas buenas,
hay malas, y enfrentarlas nos ayudará a crecer
o a rendirnos, es tu elección. En este paso ponte
metas reales para ir mejorando cada aspecto, un
paso a la vez. Como consejo que te doy es que
inicies con el perdón, preparar el suelo desde el
perdón, te permitirá tener libertad para empezar
a construir. Perdón a ti mismo, a tu pasado, tus
errores, tu familia, tu pareja. Perdón desde lo
más genuino de nuestro interior, alejados de
intereses propios o ajenos.

Recuerda que el suelo siempre necesita tiempo,


de seguro no estará listo mañana, pero ya verás
como poco a poco todo va tomando forma para
ti.

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Carolina Colobón

Las personas que nos rodean, en gran parte,


son elegidas por nosotros, así como los entornos
que visitamos y nuestro trabajo, los cuales hacen
que tengamos cierta compañía. En nuestra
vida debemos hacer una correcta selección
de plantas que tengan los mismos cuidados y
situaciones a fin, para que lo que no tengas tú
y sea necesario en el proceso de seguir tu ruta
y conquistar la cima que deseas, lo tengan los
demás y te impulsen, te ayuden, te guíen, te den
el ánimo y la confianza que muchas veces hace
tanta falta.

Es momento de cultivar un entorno


apropiado para tus necesidades, nutrientes
que enriquezcan esas debilidades que tienes,
personas y empleos que de una u otra forma
hagan brillar cosas en ti que antes no pensarías
que tenías.

24
Nacimiento

Llegó el momento de esparcir semillas,


entregar al servicio del prójimo lo que hemos
aprendido, cuánto crecimos, lo bueno que
tenemos para dar. En muchas ocasiones
guardamos silencio ante actos inhumanos,
ofensas e intolerancia del prójimo; sin embargo,
una solución no es enfrentar hablando, no, la
verdadera solución es darles ejemplo con tu
actuar. Cada nuevo paso tuyo es una semilla
a punto de ser sembrada en alguien más. Ten
cuidado, aunque creas que nadie te observa,
puedes estar siendo ejemplo para muchos otros.
La verdadera influencia no es medida por
números, aplausos, ni premios, es medida por
la paz que habita en ti y en quienes te rodean.

25
Carolina Colobón

Así como las flores necesitan distancias


adecuadas para crecer de una forma correcta,
así mismo necesitas dejar de abrumarte en la
vida y entender que debes dejar espacios para
crecer. Los sueños no se consiguen en una
sola noche de abrigo en tu cama, se demoran,
toman tiempo, pero eso es lo que hace que
valgan tanto la pena. Calma, vas a tu ritmo, en
tus capacidades, no te detengas ni te compares
con los demás ya que con disciplina y amor
vas a lograr lo que anhelas. Tener espacios no
está mal, no es aislarse, es respirar, es tomar
silencios donde se hable más que nunca en tu
mente. Es detenerse de hacer todo para pensar
en el todo real por lo cuál estás aquí.

26
Nacimiento

Al momento de hidratarnos ¿Qué tanto lo


hacemos? No hablo de cuánta agua bebes al día,
hablo de qué cosas añades a tu cuerpo para dar
fruto, flor, vida.

Toma un momento para pensar cuántas


actividades o cuánto tiempo diario es dedicado a
tu crecimiento espiritual. Fortalecer ese músculo
por medio de la oración, de la lectura que puedes
hacer con ojos de luz en la biblia, de encontrar
el verdadero amor en Cristo, de conocer el poder
del ayuno para ausentarte y estar presente, son
actos que cambian más que cualquier inversión
actual, acciones que fortalecen el Espíritu que
habita en ti, y esa en mi opinión, es la base de
todos los empoderamientos.

Mantener la hidratación correcta hará que


cada campo de nuestro ser se fortalezca y crezca
sanamente. Imagínate, si una flor necesita de
tanto cuidado, ¿cuánto debes dedicarte a ti? Una
creación tan compleja y delicada, tan simple y
extraordinaria, tan única, tan tú. Da el primer
paso y toma decisiones que cuiden la vida que
Dios te dio la dicha de experimentar.

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Carolina Colobón

Te veo,
tu desnudez se viste de primavera,
de libertad y risa duradera.
¿Cuánto he pasado sin conocerte?
Te olvidé en inviernos presentes…

Eres flores,
jardines tupidos llenos de magia,
procesos fortalecidos desde la infancia,
destrucción y novedad,
semilla.

Creo en ti,
en la fuerza de tu piel,
en la voluntad de decidir
lo que me hace bien,
creo en ti.

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Nacimiento

29
1v

MORIR

N o conozco muchas personas que se alegren


al pensar en la muerte. El otro día estuve
cerca de un pequeño grupo familiar que
no dejaba de gritar desgarradamente por la
muerte de un ser querido, y pude recordar
cómo el vacío y la oscuridad por ello nos
abarca por completo.

Morir físicamente, comúnmente, es sinónimo


de perdida, llanto, tristeza, vacío, soledad
absoluta. Viéndolo así te pregunto, ¿podemos
morir para vivir? Este es un trabajo fácil de
expresar, pero difícil de ejecutar. Morir es
extinguir algo, desprenderse, aislarse, y de
alguna extraña manera, morir es crecer de una
forma en la que nunca lo habías hecho.

¿Qué pasaría si mueres al temor? ¿Dónde


estarías si mueres al actuar impulsivo? ¿Qué
reflejarías si mueres a la vanidad? ¿Qué sentirías
Nacimiento

si mueres a quien eres para volver a nacer? No


hablo de morir físicamente, sino a morir desde
el desprendimiento, quitándonos ataduras que
nos hacen estar muertos en vida.

En este capítulo quiero contarte un par de


consejos que a mí me funcionan, y con amor
compartirlos contigo. La única idea es que en tu
evaluación te brindes lo que consideres va más
con tu personalidad y necesidades.

Hacer ayunos de situaciones o emociones


que enloden tu crecimiento puede ser una gran
herramienta para avanzar. Hoy en día hemos
agregado cosas con las que sentimos que sin ellas
no podríamos vivir, redes sociales, relaciones
amorosas, vicios, costumbres, trabajos, distintos
aspectos que han terminado por desplazar
lo básico, y han comenzado a adentrarse en
nuestras vidas a un punto que la absorben casi
por completo.

Desconéctate por un instante de todo,


túmbate en la cama sin nada más que el techo
que tienes justo en frente, date permiso de
aburrirte, preguntarte, sentir, así como cuando
éramos pequeños y nuestra mente y corazón se
movían más rápido que cualquier objeto antes
visto.

31
Carolina Colobón

Viajando he descubierto mi temor a morir a


cosas –empezando por morir a mí misma– he
tenido que morir a creer que yo tengo algo de
control porque no es así. Desde que despierto
no controlo nada, mi salud, mis planes, el clima,
la actitud de otros, incluso, cuando voy a ir a
otro destino no controlo qué va a pasar en el
medio de transporte, en la ruta, o en el lugar
que me espera.

Sin embargo es curioso ¿sabes? A pesar de


todo esto hemos sido expertos en subirnos a
un avión y dormir tranquilos confiando en el
piloto, en cerrar los ojos al ponernos la máscara
de anestesia y confiar en el cirujano. Creemos
en todo y todos aún cuando hay un abismo de
probabilidades buenas y malas que pueden
suceder, si es así, ¿por qué no hacemos eso con
nosotros? ¿Por qué no podemos simplemente
cerrar los ojos y creer que lo vamos a lograr?
Finalmente ni el piloto, ni el cirujano, ni tú,
tienen la certeza de lo que sigue, pero el creer
nos hace vivos, felices y libres. Descansa en
Dios, haz que el abismo de probabilidades que
existe se llene con todo lo bueno que habita en
ti.

En cada ocasión me pregunto ¿qué pasaría


si todos agradeciéramos? ¡Agradece! Cuando
detenemos el ritmo con el que a veces sentimos
que debemos vivir, todo empieza a ser, a ser
de verdad. Con tus ojos cerrados o mirando

32
Nacimiento

cada cosa por la que agradeces, haz la acción,


¿necesitas un poco de ayuda? Gracias Dios por
este momento. Gracias porque estoy en perfecto
estado. Gracias porque siempre tengo una nueva
oportunidad. Gracias porque tengo qué comer y
aún más porque puedo hacerlo. Gracias por la
familia loca, rara, e imperfectamente increíble
que me diste. Gracias por esa vez que me
salvaste de ese mal momento. Gracias porque
tengo cómo cubrirme del sol y el frío. Gracias
porque…

Organízate, tiempo para trabajar, tiempo


para descansar, tiempo para aprender, tiempo
para comer, tiempo para compartir… Saber
qué harás en el día te hará ser más eficaz, y
esto te quitará un problema extra a tu rutina y
ansiedad. El orden te evitará dolores de cabeza
con frustraciones y afanes innecesarios, e irá
abriendo tu camino.

Sin embargo, existen personalidades que


necesitan estar en constante movimiento, otras
no, ¿en cuál te consideras estar? En mi caso, por
ejemplo, siempre necesito hacerme una lista de
qué debo hacer ya que si no lo hago, termino
corriendo tras mariposas de colores en el día, y
ese no es el problema, el problema es que luego
termino viendo otros colores del enojo por
sentir que perdía el tiempo. Aquí ya deberíamos
conocernos un poco y así poder elegir lo que
creemos nos hace bien y lo que no nos conviene
según nuestra personalidad. No te diré nunca

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Carolina Colobón

qué hacer, ve descubriendo poco a poco.

Cuando miro atrás de alguna u otra manera


puedo ver cuantas situaciones, personas, y
lugares ayudaron a mi vida; y esto me hace
preguntar ¿cuánto ayudo yo? Ayudar es soltar
esa visión de competencia con tu prójimo, y esto
hace que seas más libre de guiar, aconsejar, e
incluso, consolar. Te permitirá tener en cuenta
la opinión y el sentir del otro, un ejercicio que
también será útil para ti ya que el oír a los demás
te dejará crecer en diversos aspectos que creías
que sólo lograrías por tu cuenta.

Y finalmente, puede que no quisieras hacer


estos ejercicios anteriores y eso también está
bien ¿sabes? Porque algo muy importante en
lo que debemos trabajar es saber cuando decir
sí, y cuando definitivamente no. No temas a
negarte cuando realmente no quieres hacer
algo por otra persona, tu puedes decir no
cuando quieras, jamás hagas algo simplemente
por presión, obligación, u otro incentivo. Pero
también permítete decir sí con todo el gusto y la
alegría cuando realmente lo deseas, sin temor,
sin vergüenza, el momento es ahora y este paso
es la luz roja o verde de lo que continuará en la
historia.

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Nacimiento

He muerto,
al temor, al olvido, al deseo,
he muerto.

Solté al ritmo de Dios y no me arrepiento,


solo creo, solo veo, solo siento,
y me suelto…

Caen las murallas,


gano las batallas,
en este infinito,
hoy suspiro y ya no grito.

Me descalzo en confianza,
me desnudo en amor,
me visto en sonrisas,
al morir y renacer,
como una flor.

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Carolina Colobón

36
v

RE NACE R

V amos a renacer escribiendo nuestra propia


historia ¿estás listo?

¿Qué cambiarías si pudieras?


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¿Qué has hecho hasta ahora para mejorar ese
asunto?___________________________________________
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¿Qué es lo peor que podría pasar si lo haces?


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Carolina Colobón

¿Qué te impide hacerlo?


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¿Cuando lo consigas que querrás sentir?


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Si no es ahora, entonces ¿cuándo?


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¿Qué cosas dejas de hacer y decir por temor a ser


rechazado?________________________________________
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¿En quién te estás convirtiendo?


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De seguir como vas, ¿cómo crees que estarás


dentro de 5 años?__________________________________
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¿Cómo imaginabas que iba a ser tu vida?


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38
Nacimiento

Si te quedara un solo año de tu vida ¿qué harías?


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¿Qué quieres hacer antes de morir?


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¿Qué pasaría si los demás te vieran


tal y como eres?__________________________________
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¿Qué estas soportando o tolerando actualmente


que no te hace feliz?_______________________________
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¿Quién es el que tiene el control ahora?


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¿La vida que vives es la tuya?¿Cómo sería si la


vives a tu 100%?__________________________________
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¿Qué quieres sentir cada mañana al despertarte?


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39
Carolina Colobón

¿Qué es lo peor para ti?


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Si pudieras escribir el final de tu historia,


¿cuál sería? ________________________________________
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Si volvieras a nacer, ¿caminarías los mismos


pasos?
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Nacimiento

Aquí voy,
recorriendo pasos descalzo.
Aquí estoy,
desarmando lazos ajustados.
En mi interior
se fusionan abismos contrastados,
del dolor,
hoy escapo…

Y así,
vuelo muy alto
sin ser conductor,
descanso en Él
la preocupación,
agonía,
vacíos,
tristeza,
sentidos.

Aprendo a vivir en este camino,


teniendo presente
que hoy,
estás conmigo

¿Fin?
@carolinacolobon

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