El tótem

El tótem es una serie de elementos que designa y representa a un

individuo o un clan. Los miembros pertenecientes al clan utilizan al tótem
como representación, tanto del mismo como de su propia individualidad.
Los objetos que suelen utilizarse como tótems pueden pertenecer al
reino vegetal, animal, o pueden ser objetos inanimados. También puede
darse que algunos seres considerados míticos se conviertan en tótems.
Generalmente se han considerado a los tótems como elementos
exteriores al individuo pero esto no es una regla estricta, ya que las
representaciones del tótem se ven tanto en las pinturas sobre objetos
como en el mismo cuerpo del individuo. El modo de representación más
importante del tótem es el hecho de estar encarnado en el cuerpo del
individuo. También se puede decir que hay tótems que están vinculados
pura y exclusivamente a ceremonias particulares, y solo pueden usarlos
miembros que correspondan a esos oficios.
El tótem también puede entenderse como una etiqueta colectiva de
carácter religioso que representa a las cosas sagradas, separándolas de
las profanas. Por esto mismo los objetos que son considerados totémicos
no deben consumirse vulgarmente. Generalmente están asociados a
plantas o animales que son considerados sagrados, y está prohibido su
consumo o solo puede consumirse en forma restringida. Los miembros
del clan también se encuentran revestidos de éste carácter sagrado. En
su propia naturaleza reconocen dos seres, un ser hombre y uno
correspondiente al tótem. El nombre del tótem es también el nombre del
miembro del clan. Pero no se trata de que el tótem sea un dios, sino es
más bien una relación de igualdad entre el tótem y el miembro del clan, o
de dependencia del último con respecto al primero. En el caso del
totemismo individual se ve al tótem como un asociado y no como parte
de su misma especie.

El clan y la fratría
El clan es importante en la vida colectiva. Los miembros del mismo están
unidos por vínculos de parentesco, pero no se trata de lazos sanguíneos,
sino de una igualdad dada por pertenecer a lo que consideran una
especie de familia, ya que están designados por la misma palabra y bajo
un mismo nombre, que es el nombre del tótem.
La fratría es un grupo de clanes que se encuentran unidos entre sí por
lazos de fraternidad. Cada clan pertenece a una sola fratría. Entre los
tótems de las fratrías y de los clanes hay relaciones de subordinación.
Los tótems de los clanes serían derivados de los tótems de las fratrías.

La electrónica como figura totémica

El tótem se reconfigura en la actualidad a través de las nuevas
tecnologías, adquiriendo ellas un papel central con respecto al individuo
y la sociedad. Se manifiestan como realidad y como promesa de algo que
vendrá y será cumplido, a través del marketing de las marcas y de las
grandes empresas. De esta forma las nuevas tecnologías adquieren un
carácter mesiánico y se presentan como superadoras de la religión, ya
que pueden cumplir lo que prometen. Las marcas se convierten así en
profetas. Con esto la fé del individuo y la sociedad se ven renovadas y se
transforman en optimismo tecnológico, el consumo de la tecnología se ve
incrementado en pos de un futuro mejor. Asimismo las nuevas
tecnologías se presentan como neutrales y dependen del uso que se les
de.
La posición del individuo es reconocerse como digital, la tecnología se
adentra en su naturaleza y aquí es donde se reconfigura la noción de
clan. Pertenecer al clan estaría entendido como el reconocimiento
tecnológico del individuo, ser digital. En cambio no reconocerse de esta
forma implicaría no ser un miembro del clan.

La electrónica como realidad del sujeto

Relacionando la posición de la electrónica y las nuevas tecnologías en la
actualidad, como parte de la naturaleza, de la vida y de las actividades
diarias del individuo, puede pensarse la aplicación musical de esta
concepción considerando al sujeto como performer. Un ejemplo de la
aplicación musical de estos principios se ve reflejado en el concepto de
catalizadores de Stefan Prins. En su obra Infiltrationen (2009) el
catalizador es la imagen de gente esclavizada por la tecnología
trabajando en una oficina. El título de la obra alude a como se ha
entrometido la tecnología en la vida de los seres humanos. Los
catalizadores que menciona Prins no son sonoros, sino que pueden ser
tanto eventos sociales, conceptos, como tecnologías, entre otros. El
instrumental de la obra que mencionamos antes consiste en 4 guitarras
eléctricas y electrónica en tiempo real. Las guitarras se encuentran
conectadas a pedales electrónicos y están apoyadas sobre la mesa. Las
partituras son generadas en tiempo real por computadoras que están
frente a los performers, pero no son partituras lineales, sino que
contienen grupos de instrucciones sobre como deben tocarse los
instrumentos, utilización de objetos, entre otras cosas. Las instrucciones
no tienen un orden de aparición predeterminado, sino que uno de los
intérpretes decide cuando pasar la página y esto hace que también
cambie la página en las demás computadoras. De esta forma todos los
intérpretes deben estar atentos a su computadora. Aquí se ve la idea de
centralidad de la tecnología. A continuación un ejemplo de otra obra de
Prins, llamada Park, que contiene ideas similares.

https://www.youtube.com/watch?v=x_-BrlD7Wyg

Referencias
[1]
 [2] [3] [4]
1. Volver arriba↑ Durkheim Émile, Las formas elementales de la vida
religiosa, Libro segundo, Las creencias elementales, Alianza Editorial, 1912.
2. Volver arriba↑ Cabrera Daniel H., Lo tecnológico y lo imaginario. Las
nuevas tecnologías como creencias y esperanzas colectivas, Biblos, Buenos
Aires, 2006.
3. Volver arriba↑ Prins, Stefan, Sobre lo multidimensional, traducción
realizada por Luciano Azzigotti, Espiral 07, Buenos Aires, Argentina,
Noviembre de 2015.
4. Volver arriba↑ https://www.youtube.com/watch?v=x_-BrlD7Wyg