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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

Mundo de la vida, comprensión


y acción intersubjetiva en la
sociología fenomenológica de
Alfred Schütz
World of life, comprehension and intersub-
jective action in Alfred Schütz’s phenomeno-
logical sociology
Héctor Mora Nawrath1

RESUMEN
El artículo elabora una aproximación descriptiva y analítica respecto de tres conceptos centrales
en la propuesta de Alfred Schütz: ‘mundo de la vida’ (Lebenswelt), ‘comprensión’ (Verstehen) y ‘acción
intersubjetiva’. Explora el sentido del ‘mundo de la vida’ como realidad eminente, así como la multiformi-
dad que éste adquiere desde la perspectiva del actor social; revisa el concepto de ‘comprensión’ en tanto
capacidad del actor, como en su relación con la conformación del mundo social; y reflexiona respecto a las
características que adquiere la acción social subjetiva e intersubjetiva, situándola en los marcos espacio-
temporales.

Palabras clave: Mundo de la vida, comprensión, acción social, intersubjetividad.

ABSTRACT
This article develops a descriptive and analytical approach to three central concepts in Alfred
Schütz’s proposal: ‘World of life’ (Lebenswelt), ‘comprehension’ (Verstehen) and ‘intersubjective action’. It
explores the meaning of the ‘world of life’ as an eminent reality, and its multiform nature from the pers-
pective of the social actor; it reviews the concept of ‘comprehension’ as the actor’s capacity and how this
comprehension is related with the conformation of the social world; and it reflects on the characteristics
acquired by subjective and intersubjective social action, placing them in a space-time framework.

Key Words: World of life, comprehension, social action, intersubjectivity.

1
Magíster en Ciencias Sociales y Doctorando en Ciencias Sociales Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Docente de
la Escuela de Antropología de la Universidad Católica de Temuco y becario de posgrado del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, Gobierno de Chile. hectmora@uct.cl

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DOI: 10.7770/CUHSO-V18N1-ART300
Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

Introducción El primer apartado, denominado El mundo de


la vida cotidiana como ‘realidad eminente’,
Sin lugar a duda, uno de los mayores presenta las ideas centrales de Schütz acerca
aportes de Schütz radica en trazar un nexo de la definición de ‘mundo de la vida’ (Lebens-
entre la filosofía fenomenológica y la teoría welt), haciendo hincapié en su fundamenta-
social (López 1995; Reynoso 1998)2, llevando a ción como ‘realidad eminente’ y su relación
cabo un programa que contribuye al desarrollo básica con las nociones de ‘sentido de reali-
de diversas corrientes inscritas en la ‘socio- dad’, ‘actitud natural’ y ‘acción’. El segundo
logía comprensiva’ o ‘sociología fenomeno- apartado, ‘La comprensión (Verstehen): con-
lógica’ (Mèlich 1932[1993]), como también a formación del mundo social y subjetividad’,
marcos interpretativos de otras disciplinas de busca describir las características y el papel
las Ciencias Sociales (Reynoso 1998). Schütz que cumple la noción de Verstehen como
organiza de manera creativa la contribución capacidad de los actores sociales en la con-
de autores como Husserl, Bergson, Scheler, formación del mundo social, enfatizando el
James y Weber, entre otros, y desarrolla una elemento subjetivo y la relación de tal noción
aproximación teórica dirigida a comprender con el concepto de ‘realidad social’. El ter-
la estructura y distribución social del sentido cer apartado (subjetividad, intersubjetividad
común (López 1995) o como señala Alexander y temporalidad en la acción social) describe
(1987 [1992]), una fenomenología mundana. el papel de la subjetividad e intersubjetividad
Schütz “inserta la actividad intencional tras- en la acción como manifestación del actor en
cendental en el contexto de órdenes cultu- la vida cotidiana, señalando su relación con la
rales particulares” (Alexander 1987[1992]: ‘conciencia’, la ‘atención a la vida’ y el ‘esta-
203), poniendo énfasis en como, desde la ‘ac- do de alerta’, incorporando la dimensión tem-
titud natural’, se hace posible la constitución poral a través de conceptos como ‘proyecto’,
y reproducción del mundo social, y el papel ‘sentido’, ‘presente vívido’.
fundamental que en ello juega la dimensión
subjetiva y las relaciones intersubjetivas que 1. El mundo de la vida cotidiana como reali-
establecen los diversos actores sociales (Salas dad eminente
2006). Schütz abandona la pretensión de pro-
fundizar en la fenomenología trascendental y “Únicamente en el mundo de la vida
sitúa su programa en la ‘fenomenología de la puede constituirse un mundo circundante,
actitud natural’ como comprensión de la rea- común y comunicativo. El mundo de la vida
lidad eminente de la vida de sentido común cotidiana es, por consiguiente, la realidad
(Natanson 1932 [2003]), convencido que desde fundamental y eminente del hombre” (Schütz
esta era posible encontrar claves que permi- y Luckmann 1973 [1977]:25).
tieran la fundamentación de una sociología
comprensiva en tanto ciencia que “… produce 1.1 El mundo de la vida o Lebenswelt
construcciones de segundo grado derivadas de
las que tienen lugar en la vida cotidiana” (Ló- Desde un punto de vista analítico, se
pez, 1995:56). podría decir que ‘mundo de la vida’ o Lebens-
welt corresponde a una categoría que se pien-
Este trabajo busca relevar algunos san como constitutiva de cualquier experien-
aspectos fundamentales de la propuesta de cia precientífica (Luckmann 1992 [1996]), a
Schütz, particularmente mundo de la vida, partir de la cual se ha buscado definir la ‘na-
comprensión y acción social e intersubjetivi- turaleza de la realidad social’3, esto, como al-
dad. Para ello, la propuesta se estructura en ternativa a la noción que sirve de sustrato a la
tres apartados a partir de los cuales se busca- ciencia experimental y que se buscaba hacer
rá profundizar en los tópicos antes señalados. extensible para todas las ciencias —incluyen-

2
Reynoso señala que Ciacci, Friedrichs y Gouldner estipulan que “… ha sido Schütz quien transfirió una dimensión filosófica
interpretativa, fenomenológica, a una sociología atestada de tecnicismo, manipulada por el establishment y necesitada
de alternativas humanísticas” (1998:96).
3
Se hace referencia a la forma y naturaleza que adquiere la realidad y, por ende, lo que puede ser conocido. Desde la
perspectiva de Schütz debiésemos hablar de ámbitos de sentido, pues como este señala “… lo que constituye la realidad
es el sentido de nuestras experiencias, y no la estructura ontológica de los objetos” (1962 [2003]: 215).8

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do— la social. Desarrollada en primera instan- tiempo (Novella 1998). Es el mundo que se
cia por Husserl, es retematizada por Schütz presenta a la percepción, y en el cual encon-
—retomando este término en sus escritos más tramos cosas, animales, hombres, y donde el
tardíos—4, centrándose particularmente en la ‘yo mismo’ es objeto del mundo y sujetos para
caracterización del ‘mundo social de los con- el mundo; este aparece en los actos de per-
temporáneos’ (soziale Mitwelt) o ‘mundo del cepción, valoración y decisión como provisto
presente cotidiano’ (Mèlich (1932 [1993]) en de sentido en tanto cosa material, utensilio,
tanto dominio clave para la comprensión de la objeto cultural, animal, etc. (Bengoa 1992).
realidad eminente de la vida de sentido común En ‘actitud natural’ todos estos objetos se
y, por ende, de la acción e interacción social consideran como siendo ‘en-sí’ y no tomamos
(Mèlich 1932 [1996]; Natanson 1962 [2003]). conciencia de que son lo que son en virtud de
nuestros actos; la reflexión fenomenológica,
Según López (1995), la principal di- como reducción trascendental, hace aparecer
ferencia entre el ‘mundo de la vida’ (Le- la relación entre conciencia de mundo y mun-
benswelt) en Husserl y en Schütz, radica en do, mostrando las distinta formas de darse del
que para el primero este es fruto del análisis objeto (Gegebenheitsweisen), las que están
regresivo que parte de la ciencia y halla sus condicionadas subjetivamente al depender de
fundamentos mediante la reducción mientras nuestra manera de dirigirnos a él. Para Hus-
para el segundo, es el punto de partida del co- serl, la percepción no implica el contemplar
nocimiento actual y posible, centrándose en el desinteresado, sino el acto de una conciencia
mundo de la actitud natural en tanto vivencia- inmersa en el ‘mundo de la vida’, que toma
do. Tal como es posible consignar, Lebenswelt conocimiento de las cosas en las acciones
en Husserl es un término compuesto por dos motivadas por intereses vitales o prácticos.
vocablos: Leben y Welt. Leben o vida, no es En palabras de Milone (2007), ‘mundo de la
vista en un sentido fisiológico, sino más bien vida’ sería horizonte vital de posibilidad, base
se concibe como algo dinámico, que actúa de universal de la que surgen deseos, intereses y
acuerdo a ciertos fines, creadora de forma metas humanas, y fundamento necesario de la
espirituales, de cultura y como la unidad de experiencia para la percepción, juicio, conoci-
una historicidad. Welt correspondería al mun- miento y acción. Para Husserl, “Toda cosa que
do como totalidad, y en tanto existente, es aparece en la percepción es esencialmente
predado universal pasivo que antecede a toda una cosa del mundo. Recíprocamente, el mun-
actividad de juicio y es independiente, siendo do es conocido solo como horizonte universal
este el sustrato absoluto en el sentido estricto de las cosas realmente conocidas. Por eso, el
de la independencia absoluta (Novella 1998, mundo no tiene el mismo modo de ser de las
Salas 2006). Lebenswelt “… es, ante todo, en cosas: las cosas son singulares (elementos de
cuanto un núcleo, mundo sensible aparente una pluralidad), el mundo es único” (Bengoa
y caracterizado como ‘ahí delante’, dado en 1992:49).
simples intuiciones de experiencia y, even-
tualmente, captado actualmente… dado como Para Schütz, ‘mundo de la vida’ se
horizonte de todas las inducciones, dotadas constituye en una categoría central en su
de sentido” (Husserl en Milone 2007:90). propuesta teórica. Así, los múltiples términos
Así definido, el ‘mundo de la vida’ es que Schütz utiliza en su obra5, ellos expresan
el ámbito de la formación del sentido (Sinn- el mismo sentido (Natanson 1962[2003]; Leal
bildung) y de la significatividad; es el funda- 2006; Salas 2006)6; hacen referencia al mundo
mento final (Endstiftung) en la historia y el social intersubjetivo que el actor vivencia en

4
V. gr. El problema de la realidad social (1962 [2003]), Estudios sobre teoría social (1964 [1974]) y Estructura del mundo de
la vida (1973 [1977]).
5
V. gr. En el texto “La construcción significativa del mundo social” (1932 [1993]) es común la expresión ‘mundo social’; en
“El problema de la realidad social” (1962 [2003]) utiliza expresiones como ‘realidad social’, ‘mundo de la vida’ y ‘mundo
intersubjetivo’; en “Estudios sobre teoría social” (1964 [1974]), ‘mundo cotidiano’, ‘mundo social’; en “Estructura del
mundo de la vida” (1973 [1977]), ‘mundo de la vida cotidiana’.
6
V. gr. Gibert (1999) profundiza en la diferenciación conceptual entre ‘mundo de la vida’ y ‘mundo cotidiano’ en la obra de
Schütz, afirmando que el “… ‘mundo de la vida’ es principalmente objetivo y estático, ahistórico; mientras que el ‘mundo
cotidiano’ es el mundo construido por el hombre y su alter (luego, es un mundo intersubjetivo); dinámico e histórico” (p.
61). Al parecer este autor confunde, por un lado, mundo de la vida o mundo cotidiano con una de sus dimensiones, es decir,

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el cotidiano en ‘actitud natural’7. Así, pode- en un tiempo y espacio (sujeto a la finitud


mos hablar del ‘mundo de la vida’ en un senti- de la existencia o temporalidad vital). Como
do genérico, denotando ciertas características señala Schütz (1932 [1993]), no es un mundo
comunes a todos los ‘mundos’ o ‘realidades’ homogéneo sino que muestra una estructura
contenidas o posibles. Una de estas caracte- multiforme, donde cada esferas o regiones
rísticas refiere al reconocimiento de que el es a la vez una manera de percibir y de com-
‘mundo de la vida’ es un mundo predado en prender las vivencias del otro. En definitiva,
tanto creación de nuestros antecesores, aun es el horizonte que comprende la totalidad de
cuando en la interacción me es posible modifi- las maneras posibles de experienciar (donde
carlo. Así Schütz señala que ocurre la realización del hombre en su con-
dición humana) y de constituir la vida social,
“Nací, por así decirlo, en este mundo so- más allá de la experiencia vital de un actor
cial organizado, y crecí en él. Mediante concreto; es decir, es tan amplio como para
el aprendizaje y la educación, median- incluir “todas las modificaciones de actitu-
te experiencias y experimentos de todo des y estados de alerta” (Schütz y Luckmann
tipo, adquiero cierto conocimiento mal 1973[1977]:41).
definido de este mundo y sus institucio-
nes. Los objetos de ese mundo me inte- Por otro lado, el ‘mundo de la vida’ se
resan, sobre todo, en la medida en que me presenta siempre como no problemático, y
determinan mi propia orientación, en que lo vivencio en ‘actitud natural’, es decir, a la
promueven o traban la realización de mis manera de lo típico (de acuerdo a tipificacio-
propios planes, en que constituyen un nes y recetas), dando por sentado lo que acon-
elemento de mi situación que debo acep- tece sin cuestionamientos hasta ‘nuevo aviso’,
tar o modificar, en la medida en que son es decir, hasta que tengan lugar situaciones
la fuente de mi felicidad o intranquilidad problemáticas. Como señala Schütz,
(1967 [1974]:22).
“En la vida cotidiana, al hombre no le in-
Además, el ‘mundo de la vida’ es inter- teresa más que parcialmente —y nos atre-
subjetivo y público (común, accesible a todos veríamos a decir que solo excepcionalmen-
y que se hace en la comunicación), e incluye te— la claridad de su conocimiento, o sea,
la “… suma total de objetos y sucesos dentro la plena percepción de las relaciones entre
del mundo sociocultural, tal y como los ex- los elementos de su mundo y los principios
perimenta el sentido común de los hombres generales que gobiernan esas relaciones.
que viven su existencia cotidiana entre sus Se contenta con disponer de un servicio
semejantes, con quienes los vinculan múlti- telefónico en buen funcionamiento y, nor-
ples relaciones de interacción” (Schütz 1962 malmente, no pregunta en detalle cómo
[2003]:74). Es un ‘mundo significativo’ (die funciona el aparato ni qué leyes de la fí-
sinnhafte Welt), habitado por semejantes, y sica hacen posible ese funcionamiento.
por tanto lleva implícito el ‘yo’ y a los ‘otro’ Compra provisiones en el almacén sin sa-
como los generadores de la ‘cosa significati- ber cómo se las elabora, y paga con dine-
va’. Al ser una configuración de sentido, el ro, aunque tiene apenas una vaga idea de
mundo no es objetivo e independiente de la qué es realmente el dinero… no investiga
conciencia del individuo (como lo es para el la verdad ni busca la certeza. Todo lo que
realismo); se manifiesta como una entidad desea es información sobre posibilidades
compleja en la cual tienen lugar subuniversos y comprensión de las posibilidades o ries-
en tanto ‘ámbitos finitos de sentido’ definidos gos que la situación inmediata determina

mundo de los contemporáneos en tanto realidad directamente vivenciada donde tienen lugar mis ejecuciones prácticas.
Por otro lado, en Schütz el ‘mundo de la vida’ nunca es pensado como objetivo y estático, sino, por el contario, como
totalidad dinámica.
7
Actitud natural presupone: la existencia corpórea de otras personas, que esos cuerpos están dotados de conciencias esen-
cialmente similares a la mía, que las cosas del mundo exterior son similares para nosotros y tienen fundamentalmente el
mismo sentido, que puedo entrar en acciones y relaciones recíprocas con mis semejantes, que puedo hacerme entender
por ellos, que el mundo social y cultural está dado históricamente de antemano como marco de referencia y que la si-
tuación en la que me encuentro en todo momento es solo en pequeña medida creada exclusivamente por mí (Schütz y
Luckmann (1973 [1977]: 26).

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para el resultado de sus acciones” (1964 Sobre lo anterior, lo que interesa real-
[1974]:97-98). zar a Schütz es la particularidad que adquiere
el ‘mundo de la vida’ en la interacción social o
En definitiva, en el mundo de la vida mundo de la vida cotidiana (López 1995; Leal
tiene lugar la experiencia cotidiana y la com- 2006), y conocer cómo esta predisposición
prensión del sentido (significado); actuando institucionalizada de sentido que conforma el
en él y sobre él, los actores se hacen y hacen mundo, se hace presente y es dinamizada por
el mundo, convirtiéndolo en el entorno vital el actor social concreto —interprete— en acti-
en el cual cabe comprender la relación con lo tud natural (Salas 2006). Hablamos de cómo el
heredado, con los otros y con la naturaleza. ‘mundo de la vida’ cobra ‘sentido de realidad’
Es el mundo experimentado inicialmente por en la centralidad del actor social —desde una
los sujetos en la actitud natural, un mundo matriz social y un situación biográfica deter-
complejo e incoherente (con todos lo grados minada—, en un ‘plano’ o ‘dimensión’ que se
de nitidez)8, él único que “puede constituirse define en función de la disposición —a actuar—
en un mundo circundante, común y comuni- de ‘ego’ en tiempo y espacio, éstas últimas,
cativo… es, por consiguiente, la realidad fun- categorías referenciales a partir de las cuales
damental y eminente del hombre” (Schütz y se establecen relaciones de alteridad posibles
Luckmann 1973 [1977]: 25). Pese a todas las conforme a la experiencia vital9. Es por ello
diferencias posibles de encontrar entre los que “… al hombre alerta le interesa principal-
distintos individuos y grupos sociales “el co- mente el sector del mundo de su vida cotidia-
nocimiento de la vida cotidiana basta para en- na que está a su alcance y que en el espacio
tenderse con el prójimo, los objetos culturales y el tiempo se centra a su alrededor” (Schütz
y las instituciones sociales; en resumen, con la 1962 [2003]:209). Schütz supone que el ‘mun-
realidad social” (Schütz 1962 [2003]:76-77). do cotidiano’ es un campo de acción o domi-
nación en el cual llevamos a cabo nuestro pro-
1.2 El presente vivido y el ejecutar coti- yecto. No hay un interés teórico, puesto que
diano como constitutivos del mundo de en ‘actitud natural’ gobierna “…. un interés
la vida cotidiana eminentemente práctico, causado por la ne-
cesidad de satisfacer los requerimientos bási-
Podemos señalar que el ‘mundo de la cos de nuestra vida” (Schütz 1962 [2003]:213).
vida’, en un sentido genérico, comprende la Para plasmar nuestros objetivos, “… debemos
configuración de un ‘plexo’ que articula di- dominar lo que está presente en ellos y trans-
mensiones, relaciones, actores, sentidos, mo- formarlos… no solo actuamos y operamos den-
dos de conocimiento, y que se extiende vincu- tro del mundo de la vida, sino también sobre
lando los pasados, presentes y futuros (Walsh él, es una realidad que modificamos mediante
1932 [1993]). Además, constituye un mundo nuestros actos y que, por otro lado, modifica
presupuesto y público en el sentido que su nuestras acciones” (Schütz y Luckmann 1973
existencia y ordenamiento no dependen del [1977]:28). En definitiva, dentro del ‘mundo
actor, aconteciendo de manera organizada el de la vida cotidiana’, mundo en el cual tienen
acervo de experiencias e interpretaciones que lugar las ejecuciones prácticas —ejecutar co-
han realizados nuestros antecesores, y que se tidiano—; el ‘yo’ actúa en tanto ‘realidad emi-
presenta a nuestra subjetividad así como a nente’, realidad inmediata, la cual vivencio
la de nuestros contemporáneos (Nebenmens- en ‘actitud natural’, pero sobre el cual tienen
chen) y congéneres (Mitmenschen) para ser lugar los actos ejecutivos que permiten la re-
experimentado, interpretado y construido, y lación con y la modificación del mundo (rela-
que se proyecta hacia otro tiempo para cons- ción pragmática). Como señala Schütz, “… el
tituirse en el mundo dado para otros. mundo del ejecutar cotidiano es el arquetipo

8
Es complejo en su multiformidad. Además, no solo se compone de subjetividades, sino también de interpretaciones de esas
subjetividades. Como especifica Schütz, “El sistema de conocimiento así adquirido —incoherente, incongruente y solo par-
cialmente claro— adquiere para los miembros del endogrupo la apariencia de una coherencia, claridad y congruencia sufi-
cientes como para ofrecer a cualquiera una probabilidad razonable de comprender y se comprendidos” (1964 [1974]:98).
9
Siguiendo la perspectiva de Schütz, se podría resaltar el apelativo de cotidiano para dar a entender precisamente lo que
es simultaneo y común para el actor (diario vivir), es decir, nos situamos en un plano de contemporaneidad y de la mate-
rialidad desde el cual nos relacionamos.

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de nuestra experiencia de la realidad y todos En el ‘mundo de los contemporáneos’


los demás ámbitos de sentido pueden ser con- (soziale Mitwelt) coexiste y es simultáneo a
siderados como sus modificaciones” (Schütz mi duración, sin embargo no todas las rela-
1962 [2003]:217). ciones posibles se constituyen por experien-
cia directa. Los ‘congéneres’ (Mitmenschen)
Así consignado, en el ‘mundo de la vida’ corresponden a “… los otros yoes del mundo
podemos distinguir dominios que involucran de la realidad social directamente vivenciada,
diversos grados de relaciones entre actores y ‘contemporáneos’ (Nebenmenschen) a los
sociales (efectivas y probables) y de estos con otros yoes del mundo de los contemporáneos”
otros mundos, entre los cuales Schütz distin- (Schütz 1932[1993]:172). Para Schütz, esta dis-
gue el ‘mundo social de los contemporáneos’ tinción implica que vivencio mis ‘congéneres’
(soziale Mitwelt), ‘mundo de los predeceso- directamente y a su vivencia, en tanto que mis
res’ (Vorwelt) y ‘mundo de los antecesores’ ‘contemporáneos’, aun cuando próximos, no
(Folgewelt), los dos últimos mundos, alejados son accesibles de manera directa, sino que se
de mi experiencia vital y con los cuales me infieren sobre la base de evidencia directa de
relaciono a través de la ideación. la vivencias típicas que debiesen tener. Es por
ello que es posible afirmar que en el ‘mundo
Figura N° 1 de los contemporáneos’ se pueden establecer
varios tipos de relaciones.

Al respecto, Schütz plantea que en el


‘mundo cotidiano’ no todas las relaciones se
experimentan ‘cara a cara’ o por relación di-
recta o ‘corpórea’ entre un ‘yo’ y un ‘otro’. Es
por ello que el ‘mundo de la vida cotidiana’ no
es solo el mundo del presente directamente
vivido o de las ejecuciones. La situación ‘cara
a cara’ supone un presente vivido compartido,
en la cual la relación nosotros-otros requiere
la copresencia de los coparticipantes. Com-
partimos un ambiente en el cual, además, es
posible aprehender las expresiones corporales
Como señala Schütz, del otro como suceso externo y como factor
del proceso mismo de comunicación. Así, y solo
“… puedo también conocer un mundo so- así “… puede el copartícipe ver el sí-mismo de
cial que existió antes que yo y que en nin- su semejante como una totalidad indivisa en
gún punto se recubre con parte alguna de un presente vivido”(Schütz 1962 [2003]:208).
mi propia vida. Con respecto a este domi- También existe un cuasi presente, en el cual
nio, el ‘mundo social de los predecesores’ se interpreta el resultado de la comunicación
(Vorwelt), o historia, solo puedo ser un del otro sin participar en el proceso en curso
observador y no un actor. Por último, sé del acto comunicativo, como es lo que proce-
que hay aún otro mundo, habitado tam- de de la lectura de una carta, un libro, etc.
bién por otros, que existirá cuando yo ya Es decir, siendo común un tiempo histórico,
no exista, un mundo social de los suce- me vinculo con ‘contemporáneos’ con quienes
sores (Folgewelt), hombres de los cuales nunca me encuentro. Por tanto, no todo en el
no sé nada como individuos y con cuyas mundo esta a nuestro ‘alcance manipulatorio’
vivencias no puedo tener contacto perso- o de actuación directa; sin embargo el acervo
nal. De hecho, solo conozco sus vivencias de experiencias anteriores permite la ‘loco-
típicas suponiendo que estas últimas serán moción’, la anticipación de que el objeto dis-
las mismas que las de mis contemporá- tante puede entrar en contacto con nosotros
neos y las de mis predecesores. Este es un comprensivamente. Para Schütz, el ‘mundo a
mundo que solo puedo captar vagamente su alcance’ implica que el mundo de la vida
pero nunca vivenciar en forma directa” vincula recíprocamente la contemporaneidad
(1932[1993]:173). (mundo al alcance actual) con el pasado y el

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presente (mundo al alcance potencial). Dis- de sus planes y las significatividades que de-
tingue aquí un mundo al alcance del pasado rivan de ellos” (1967 [1974]:22). Esta capaci-
recuperable, que refiere a lo que estuvo antes dad radica en la comprensión (Verstehen), esa
a mi alcance y puede recuperarse (la idealiza- “… particular forma experiencial en que el pen-
ción que permite volver a hacer lo que hice), samiento de sentido común toma conocimiento
pudiendo mi área manipulatoria pasada seguir del mundo social cultural” (1962 [2003]:77), y
funcionando en mi presente como potencial. se relaciona con el carácter significativo, dado
También, refiere un mundo al alcance futuro, y aprendido del mundo de la vida. Aquí el autor
el que no está ni ha estado nunca a mi alcan- establece una diferencia respecto a propuestas
ce, pero al cual puedo acceder por idealiza- elaboradas por otras tradiciones o tendencias
ción. De este modo, la totalidad del mundo en ciencias sociales10, para situarla en tanto
social es un mundo dentro de mi alcance posi- condición constitutiva de la realidad y cualidad
ble o asequible, y así, inherente a todo actor social (propia del ser)11.
De este modo, la comprensión hace inteligible
“… incluye, no solo el mundo que está den- la realidad, y nos permite conocer y actuar en
tro del alcance actual del Otro, sino tam- el mundo sociocultural.
bién los mundos que se hallan dentro de su
alcance recuperable o asequible, y a la to- La ‘comprensión’ tendría una base en
talidad del sistema así entendido a todos la experiencia, ya que cualquier actor social
los estratos diferentes del mundo social aprende a través de diversas formas de sociali-
muestra todos los matices que se originan zación las significaciones que permiten enten-
en las perspectivas de socialización, como der al “… prójimo, los objetos culturales y las
la intimidad y la anonimia, la amenidad y instituciones sociales (Schütz 1962 [2003]:28).
la familiaridad, la proximidad y la distan- Hace posible saber —o poder saber— por qué
cias sociales, etc., que gobiernan mis re- Pedro se persigna ante una iglesia, qué lleva
laciones con asociados, contemporáneos, a Julio a interesarse por la política partidista,
predecesores y sucesores” (Schütz 1962 qué implica un semáforo con la luz roja encen-
[2003]:212). dida, cual es la utilidad de un ordenador. Estas
operaciones nos remiten a la ‘comprensión’, a
2 La comprensión (Verstehen): conforma- la capacidad de hacer inteligible el mundo en
ción del mundo social y subjetividad el cual actuamos —y que nos permite actuar
en él—, en tanto provisto de motivos y fines,
“Debo comprender mi mundo de la vida es decir, con sentido. La comprensión es la
en el grado necesario para poder actuar en él capacidad de presuposición de conocimiento
y poder operar sobre él” (Schütz y Luckmann actual y potencial del sentido de las acciones
1973 [1977]:28). humanas y su producción, que deviene en ac-
titud natural, ya que “… la experiencia de la
2.1. Definición y características de la com- existencia de otros seres humanos y del sen-
prensión (Verstehen) tido de sus acciones es, sin duda, la primera
y más original observación empírica que hace
Para Schütz, el sujeto social actúa en la el hombre” (1962 [2003]:78). No actuamos en
realidad, por tanto tiene capacidad de recrear- un mundo ajeno o extraño, sino en un mundo
la. Esto se desprende del supuesto de que el cercano y comprensible —no continuamente
‘mundo cotidiano’ es “… el campo de acción cuestionado— en base a esquemas que me per-
y orientaciones posibles, organizado alrede- miten vivenciarlo a la manera de lo típico12.
dor de su persona según el esquema específico Como señalan Schütz y Luckmann:

10
V. gr., para Weber, Verstehen corresponde a un método que define la aproximación de una ciencia particular, la ciencia so-
cial.
11
Tras esta conceptualización se desprenden, ineludiblemente, problemas epistemológicos relativos al cómo comprender los
motivos de la acción de otro, y metodológicos que conciernen a cómo elaborar conceptualizaciones objetivas de estructu-
ras subjetivas de sentido.
12
Lo típico y lo único refieren a posibilidades de vivenciar o significar una acción, evento, objeto, etc. Como señala Schütz
“… el hecho que yo haga una cosa u otra, y también qué rasgos de un objeto o sucesos dados consideraré como individual-
mente únicos y cuáles como típicos, dependerá de mi interés actual y del correspondiente sistema de significatividades;
en resumen, del problema práctico o teórico que tenga ‘a mano’” (1962 [2003]:80).

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“Cada paso de mi explicitación y compren- • Es diversa —no unívoca —, pues remite al


sión del mundo se basa, en todo momento, punto de vista del actor social, es decir, a
en un acervo de experiencia previa, tan- su situación y posición en el mundo de la
to de mis propias experiencias inmediatas vida (Lebenswelt); mi “situación biográfi-
como de las experiencias que me trans- camente determinada”. En este sentido,
miten mis semejantes, y sobre todos mis puede concordar o discordar con la com-
padres, maestros, etc. Todas estas expe- prensión lograda por otro u otros actores
riencias, comunicadas e inmediatas, están sociales.
incluidas en una cierta unidad que tienen
la forma de mi acervo de conocimiento, el 2.2 Conformación del mundo social y subje-
cual me sirve como esquema de referencia tividad en la comprensión (Verstehen)
para dar el paso concreto de mi explicita-
ción del mundo. Todas mis experiencias en En cierta medida, la ‘comprensión’ es
el mundo de la vida se relacionan con ese constitutiva del ‘mundo de la vida’ en tanto
esquema, de modo que los objetos y suce- lo hace posible, ‘le da forma’ y coherencia, ya
sos del mundo de la vida se me presentan que el mundo no es experimentado como caó-
desde el comienzo en su carácter típico; en tico e inconexo porque es comprendido. Esto
general, se me aparecen como montañas, tiene que ver con la dimensión ontológica de
piedras, árboles y animales, y más espe- la comprensión —con esa capacidad propia del
cíficamente, como serranías, como robles, ser humano—, pero también con la dimensión
aves, peces, etc.” (1973 [1977]:28). epistemológica —se liga el comprender con el
conocer—. La comprensión tiene un soporte en
En tanto capacidad de los actores so- el conocimiento (herencia social, que se trans-
ciales, la comprensión tendría las siguientes mite por la socialización); yo comprendo por
características: que conozco —me es familiar o típico—, la rea-
lidad así me es inteligible. En la comprensión
• Es una cualidad humana. del mundo yo y los otros vivimos (posibilita la
• Es una creación sociocultural, producida comunicación); formamos parte de él, actua-
por medio de la socialización (es estructu- mos en él y contribuimos a su reproducción.
rada y permite reciprocidad de perspec- Por ello, la comprensión es indisociable de la
tivas, es genética o de origen social, es actuación; mi actitud natural en el mundo re-
distributiva y por tanto parcializada). produce el entorno vital —en la relación con
• Es el resultado de un proceso de aprendi- otros—, por ende, lo conforma a la manera de
zaje o aculturación. lo típico.
• Es pública (no privativa de un observador)
debido al carácter intersubjetivo de la La interacción social se desarrolla en el
acción, y por tanto controlable por otro ‘mundo de la vida’, nutriéndose de las inter-
(verificabilidad intersubjetiva). pretaciones que nos llevan a comprender el
• Permite predicciones (basada en acciones mundo y a los otros en el transcurrir de las
y acontecimientos típicos). vidas. Pero es central en la conceptualiza-
• Es subjetiva, en tanto permite acceder al ción desarrollada por Schütz la idea de que el
sentido que la acción tiene para un actor ‘mundo de la vida’ es pre reflexivo, es decir,
en circunstancias biográficamente deter- presupuesto. Su estructuración pasa desaper-
minadas, en contraste con un coparticipe cibida para el actor que ejecuta la acción, no
o un observador indirecto. Es decir, “… el siendo reflexionada y constituyéndose en un
actor, y solo él, sabe lo que hace, por qué sustento incuestionado (pero cuestionable)
lo hace, cuándo y dónde comienza y ter- donde se asienta lo común y lo típico. Esto
mina su acción” (Schütz 1962 [2003]:80). quiere decir que el actor social actúa en el
• Es tipificada, en tanto comprendo accio- mundo y lo interpreta por medio de tipifica-
nes de acuerdo a esquemas típicos de mo- ciones mediante las cuales reconoce en el
tivos y fines, de actitudes y personalida- mundo social otros semejantes (más próximos
des en los cuales una conducta resulta un o más anónimos). Estas tipificaciones confor-
ejemplo, y a su vez, pasan a ser motivos man lo que podríamos llamar estilos de ope-
de mis propias acciones. rar familiares y reconocibles para los actores

58
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

sociales que comparten una matriz social de del mundo no es igual para todos, y por ende
conocimientos y experiencias (Salas 2006), y no todos los actores se relacionan de la misma
que, por ende, transfieren una competencia manera ni orientan por los mismos motivos y
interpretativa elemental que otorga la posibi- fines. Aquí juega un papel fundamental la ‘ex-
lidad de comprender a las rutinas, motivos y periencia biográfica’, desde la cual el actor
causas de otros. Como el actor experiencia de social hace suyo el mundo, trasladando las ex-
manera directa su mundo, puede corroborar periencias desde el anonimato a su mismidad o
por medio de la ‘reciprocidad de perspecti- historia de vida —desde círculos más directos a
vas’ que sus ‘contemporáneos’ experimentan aquellos indirectos—. Mi biografía, por tanto,
ese mundo de forma semejante a la suya, es se compone del conjunto de experiencias en
decir, “Independientemente de la aceptación la que se combinan diversos elementos según
de que no estamos solos en este mundo, existe grados de proximidad y exclusividad que alcan-
el axioma elemental de la posición ‘natural’ cen mis relaciones, haciendo de ese fragmento
de que otros hombres viven y experimentan de mi experiencia algo único (Salas 2006).
el mundo como nosotros [tesis de la inter-
cambiabilidad], o en todo caso, bajo circuns- Así, la comprensión del ‘mundo de la
tancias parecidas [cláusula ceteris paribus]” vida cotidiana’ llevada a cabo por un actor
(Luckmann 1992 [1996]:40). En palabras de social se encuentra mediada por su biografía
Schütz, (subjetividad), desde la cual vislumbran tanto
las posibilidades como las limitantes referidas
“Nuestra relación con el mundo social se a lo que pueden o no hacer en el mundo, lo que
basa en la hipótesis de que, a pesar de to- se afecta por el orden de prioridades respecto
das las variaciones individuales, nuestros de las cuales fija su atención en relación con lo
semejantes experimentan los mismos ob- que resulta central. En este sentido, la ‘com-
jetos de una manera sustancialmente si- prensión’ se puede tornar diversa y matizada
milar a nosotros, y viceversa, y también en el mundo social (dependiendo de las esferas
que nuestro esquema de interpretación y de realidad en que participe), debido a que mi
el de ellos muestran la misma estructura aquí y ahora constituyen las coordenadas en la
típica de significatividades. Si se desploma cuales mis acciones se estructuran en significa-
esta creencia en la identidad sustancial de dos que le asigno a los fenómenos, conforman-
la experiencia intersubjetiva del mundo, do la base a partir de la cual mi comprensión
queda anulada la posibilidad misma de es- se resitúa en tanto intersección de tiempo cós-
tablecer la comunicación con nuestros se- mico y el espacio concreto con el acontecer de
mejantes” (Schütz 1964 [1974]:139). ‘ego’ y su tiempo interior o ‘durée’.

Por ello, en tanto funcionen los esque- 3 Subjetividad, intersubjetividad y tempo-


mas significativos de referencia como formas ralidad en la acción social
legitimadas por nosotros y nuestros ‘congé-
neres’ en el ‘mundo de la vida’, o sea, con “El actor situado dentro del mundo so-
sentido para nuestras experiencias así como cial… lo experimenta principalmente como un
para los resultados de nuestras acciones, este campo de sus actos actuales y posibles, y solo
se reproduce sin contradicción o cuestiona- de forma secundaria como objeto de su pensa-
mientos. miento. En la medida en que le interesa el co-
nocimiento de su mundo social, organiza este
Nacemos en un mundo compartido (in- conocimiento, no en términos de un sistema
tersubjetivo y público), lo cual no impide que científico, sino de la significatividad para sus
podamos desarrollar experiencias particulares acciones” (Schütz 1964 [1974]:96).
y únicas; es decir, frente al marco sociocultural
heredado que define la comprensión13, coexis- 3.1 Acción, subjetividad e intersubjetividad
te la variabilidad que aporta la vivencia sub-
jetiva del actor. Esto se debe a que, como se Schütz hereda de Weber el concepto de
ha señalado en otros pasajes, la interpretación acción y el postulado referido a la interpreta-

13
Marco en el cual el actor ocupa una posición social definida por su estatus y rol dentro del sistema social, además de una
posición moral e ideológica.

59
Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

ción subjetiva, y profundiza en él situándolo Se diferencia del comportamiento en la


en el ‘mundo de la vida cotidiana’ y ligándolo medida que éste refiere a experiencias que es-
a la percepción y a la relevancia de las reali- tán provistas de sentido desde la subjetividad
dades experimentadas por el sujeto. El punto y que emanan de nuestra vida espontánea sin
de atención de Schütz esta dado en la com- necesidad de intención (plano de menor ten-
presión de la acción social en tanto sentido sión); es decir, la ‘acción’ comprende un com-
del cual todo actor dota a sus acciones (Ló- portamiento ideado de antemano con base en
pez 1995). En esta línea, es fundamental la un proyecto preconcebido. Por otro lado, se
incorporación que Schütz efectúa de la tesis diferencia del acto (Handlung), ya que este
de la ‘tensiones de conciencia’ propuesta por designa el resultado del proceso en curso, es
Bergson, esto, en tanto permite diferenciar decir, la acción cumplida. Como hemos mani-
la acción social de otras manifestaciones hu- festado, toda acción implica una decisión pre-
manas que tienen lugar en la vida cotidiana, via que puede ser tan básica como es el hecho
poniendo de este modo acento en la asigna- de decidir entre actuar y no hacerlo (Salas
ción de sentido que ‘ego’ —ejecutante de la 2006)15. En este sentido, la acción puede ser
acción— imprime. Bergson sostiene que la vida ‘manifiesta’ o ‘latente’, esto, si se tiene o no
consciente muestra un número indefinido de la intención de cumplir el proyecto o crear
planos que van desde el sueño hasta la acción, el estado de cosa proyectado. La ‘acción la-
implicando cada uno de ellos una tensión es- tente’ puede estar dotada o no de propósito,
pecífica. La tensión mayor se visualiza en el pasando de la ensoñación o fantasía a acción
plano de la acción, donde también se sitúa el cuando subiste el interés por llevarla a efec-
mayor interés en el hacer frente a la realidad to. Las ‘manifiestas’, en cambio, se insertan
y satisfacer sus requisitos; la menor tensión y en el mundo exterior mediante movimientos
falta total de interés se ubica en el plano de la corporales, sin importar si están acompaña-
ensoñación. El principio regulador de la vida das de la intención de realizarla, ya que toda
conciente se denomina ‘atención a la vida’ acción manifiesta es una ejecución16. De este
(attention à la vie), y es a partir de la cual se modo, la acción siempre constituye un ejer-
definen una serie de operaciones fundamenta- cicio consciente, y en tanto esté situada en
les para la vida cotidiana que permiten arti- el plano del ejecutar (acción manifiestas), re-
cular la corriente de pensamiento en un flujo presentará la mayor tensión de la conciencia
continuo14. —estado de alerta— en el marco de la denomi-
nada ‘atención a la vida’ (attention à la vie).
En tanto situable en el mayor plano Al respecto, Schütz señala que el ‘estado de
de tensión, Schütz define acción (Handeln) alerta’
como,
“… delinea todo ámbito pragmáticamente
“… el proceso por el cual un actor, en la significativo del mundo. Esta significativi-
vida cotidiana, determina su conducta fu- dad, a su vez, determina la forma y el con-
tura después de haber considerado varios tenido de nuestra vida de conciencia… la
cursos de acción posibles. Con el término tensión de nuestros recuerdos y, con ellos,
acción designaremos la conducta huma- el dominio de nuestras remembranzas de
na como proceso en curso que es ideada las vivencias del pasado, determinando al
por el actor de antemano, es decir, que se mismo tiempo el dominio de nuestras ex-
basa en un proyecto preconcebido” (1962 pectativas. Determina el contenido porque
[2003]:86). todas nuestra vivencias actuales son modi-

14
Estas son: la determinación de la función y alcance de nuestra memoria, hace vivir nuestras experiencias presentes o
volvernos en actitud reflexiva hacia experiencias pasadas en busca de significado.
15
Como señala Schütz, “…puedo provocar un estado futuro de cosas no interviniendo. Tal abstención proyectada de la acción
puede ser considerada en sí misma como una acción” (1932 [1993]:86). Lo anterior cobra sentido, ya que el no actuar como
decisión de no actuar puede tener una consecuencia sobre el mundo. V. gr. En una reunión sindical, un asociado puede decidir
no dar su opinión sobre las vulneraciones laborales sufridas a manos del empleador, debido a que está presente alguien que
estima es cercano a la gerencia. Por consiguiente, no se constata tal vulneración, y la situación no es tematizada por la direc-
ción sindical.
16
La ejecución es “… una acción en el mundo externo basada en un proyecto y caracterizada por la intención del producir el
estado de cosas proyectado mediante movimientos corporales” (Schütz 1962 [2003]:201).

60
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

ficadas a través de proyectos anteriormen- Los primeros, ‘motivos para’, se re-


te esbozados y su realización” (Schütz y lacionan directamente con la interpretación
Luckmann 1973 [2001]:45). subjetiva del sentido —conciencia del actor—
y con el dominio del futuro. Pueden ser de-
Como señalamos, el interés principal finidos como las razones que llevan al actor
de Schütz es el sentido subjetivo que el ac- a emprender acciones para alcanzar un obje-
tor asigna a la acción y cómo se establecen tivo en el futuro, remitiéndose su existencia
las relaciones intersubjetivas (López 1995; al hecho de su realización (una especie de
Leal 2007). En esta línea, la acción social es sistema de planificación). Es subjetivo al re-
interpretada como tipificación desde la cual ferir la experiencia del actor que vive en el
se visualiza la conducta propia como la de los curso de su actividad, y significa lo que este
otros, siempre entendida como provista de tiene realmente en vista y que da sentido final
sentido y propósito. Se encuentra dotada de a su acción. Según Luckmann (1992 [1996]),
sentido al consignar que otro actor posee las la encadenación de ‘motivos para’ está cla-
mismas cualidades que yo (tan humanos como ramente prescrita en la perspectiva tempo-
los míos), y por tanto son provista de sentido ral, es decir, en un presente dirigido hacia un
para ambos, como para todos los copartícipes. futuro, siendo este futuro efectivo en tanto
Así, el actor social, en el marco de su situa- representación actual del futuro. Su emer-
ción biográficamente determinada, define el gencia remite retrospectivamente al pasado,
sentido y situación de la cual forma parte, a una prehistoria que forma parte componen-
estructurando la realidad y actuando en el te de la historia global de la vida del agente;
‘mundo de la vida’. La ‘situación biográfica’ “Abarca sobre todo las experiencias de actos
actúa como la instancia de vida desde la cual correspondientes almacenadas en el bagaje
elaboro tipificaciones afincadas en la infor- cognoscitivo que originalmente se hallan a la
mación prevista; es lo que Schütz denomina base de las estructuras de relevancia subjeti-
la disponibilidad o reserva de conocimiento a va —igualmente solidificadas en la historia de
mano (stock of knowledge at hand), y es a par- la vida— (Luckmann p.59). Los ‘motivo-para’
tir de lo cual el mundo adquiere cierta fami- constituirían un acto proyectado o estado de
liaridad, orientando las acciones y decisiones cosas imaginado y que debe producirse a tra-
con naturalidad. Esta tipificación permite pro- vés de la acción, en tanto implican objetivos y
yectar los actos teniendo en consideración las fines que se procuran lograr (Salas 2006).
regularidades depositadas en mis experiencias
—presupuestos de la experiencia—, las que ha- Los segundos, ‘motivos-porque’, co-
cen posible la acción social. La permanencia rresponden al dominio del pasado, y podrían
de las tipificaciones obedece a propiedades entenderse como predisposiciones ligadas a los
de idealización que son parte del proceso ‘y- antecedentes biográficos y del contexto donde
así-sucesivamente’ (und-so-weiter), en tanto el actor define su situación y desde los cuales
que la disponibilidad de conocimiento a mano justifica la conducta actual (una especie de
obtenido de los semejantes y formado en la sistema de personalidad que reúne experien-
experiencia mantiene validez ‘hasta nuevo cias previas, actitudes, hábitos, etc.). Schütz
aviso’. Así, el esquema tipificado se regula señala que “Estas experiencias lo han llevado
mediante el ‘siempre-puedo-volver-a-hacerlo’ a actuar como lo hizo. Lo que está motivado,
(Ich kann-immer-wieder), habría que agregar, en una acción del tipo porque, es el proyecto
de manera similar. de la acción misma” (1962 [2003]:88). Para un
observador, estos poseen un carácter objeti-
Otro aspecto importante de consignar vo, ya que deben ser reconstruidos a partir
guarda relación con definir los ‘motivos’ que del acto realizado o estado de cosas creado
están tras las acciones, lo que resulta clave en el mundo externo por parte del actor. Para
tanto para la comprensión de la perspectiva Luckmann (1992 [1996]), los auténticos ‘mo-
temporal en la cual se inserta el proyecto, tivos porque’ pueden retrotraerse tan lejos
como también de la acción social. Schütz es- como se quiera, sin que se llegue propiamen-
tablece una diferenciación entre los ‘motivos te a un fin, dándonos en algún momento por
para’ (Un-zu-motive) y los ‘motivos porque’ satisfechos en función del marco de nuestro
(Weil-Motive). interés; “Siempre que deseemos interrumpir,

61
Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

la dirección temporal se dirigirá al pasado. El 3.2 Intersubjetividad y alteridades en la


proyecto en gestación del futuro proviene de temporalidad de la acción social
este pasado” (Luckmann p.60).
Como se especificó en el primer aparta-
En definitiva, la comprensión de los do, lo relevante para Schütz es el ‘mundo de
actos de otros pasa por conocer las moti- la vida’ en tanto realidad eminente, mundo al
vaciones ‘para’ y ‘porque’. Sin embargo, la alcance del actor en el cual ejecuta las accio-
posibilidad de captar el detalle de las moti- nes y pone en marcha su proyecto; es decir, el
vaciones (todas sus implicaciones) trascien- mundo al alcance efectivo (Reichweite), acce-
de nuestra capacidad presencial; por ello se sible a mi experiencia inmediata. Esto remite
recurre a las tipificaciones en tanto motivos, a la primacía de la contemporaneidad, esto
finalidades, situaciones y medios típicos. Así, es, del aquí y ahora del actor, y como des-
el conocimiento de los ‘otros’ posee distintas de estas coordenadas vivencia el mundo y se
intensidades en tanto son ‘próximos íntimos’ relaciona con los ‘contemporáneos’. Sin em-
o ‘ lejanos anónimos’, siendo la tipificación bargo, Schütz no desconoce la relevancia de
disponible la que permite familiaridad res- las realidades ajenas a la experiencia directa
pecto de quien conozco como de quien nunca del actor social, sino más bien plantea que se
he visto (puedo hacer referencia a actores- organizan cognoscitivamente en la simultanei-
tipos que se desenvuelven en situaciones tí- dad de la vida de ese. Al respecto señala que,
picas). El aquí y ahora definido por la centra-
lidad del actor (ego) es la base desde la cual “… el sí-mismo alerta integra en su ejecu-
se establece proximidades que van desde la tar, y por su intermedio, su presente, pa-
relación ‘cara a cara’ hasta el total anonima- sado y futuro en una dimensión temporal
to. En este marco, Schütz entiende que la re- específica; se concreta como totalidad en
lación social es una ‘conexión intersubjetiva sus actos ejecutivos, y por medio de ellos
de motivos’ (Luckmann (1992 [1996]:26), en se comunica con Otros y organiza las dife-
tanto que puedo anticipar que los ‘motivos rentes perspectivas espaciales del mundo
para’ de mi actuación constituyen ‘motivos de la vida cotidiana” (1962 [2003]:201).
porque’ de la reacción del ‘otro’ y viceversa.
Como ya se ha señalado, lo que confirma que Es por ello que la acción social se en-
el ‘mundo de la vida’ está provisto de senti- cuentra completamente inmersa en la tem-
do, se relaciona con la constatación del que poralidad, es decir, implica decisiones que
el ‘otro’ me responde, y además que supo- enlazan el pasado, el presente y el futuro.
nemos la existencia de motivaciones ‘para’ y Sin embargo, el actor social elabora dicha
‘porque’ similares entre ‘ego’ y ‘álter’. Esta síntesis, no en el plano del tiempo cósmico
posibilidad de comunicación redunda en la o histórico, sino por medio de la internaliza-
existencia de un esquema de referencia que ción vivencial de este tiempo, dando lugar a
es común para nuestros actos; en definitiva, una dimensión personal o interior del tiempo
el sentido que el mundo tiene para otros ac- denominada ‘durée’, En este sentido, la si-
tores lo tiene para mí. Esta es la ‘reciproci- multaneidad de la acción ejecutiva obedece
dad’ e ‘intercambiabilidad de perspectivas’, a sucesos del mundo exterior e interior, en
que en tanto hace sentido en mi experiencia, tanto flujo unificado que da origen al ‘presen-
me lleva a la interrogación acerca de los mo- te vivido’. El ‘presente vivido’ responde a la
tivos de ‘otros’ como base para el entendi- intersección de la ‘durée’ y el tiempo cósmi-
miento de la interacción social. En resumen, co, y es la dimensión en la cual transcurre mi
la interpretación de la subjetividad del ‘otro’ flujo de conciencia, así como la instancia en
procede a través de su aprehensión como tipo la cual comparto subjetividad con otros ac-
en el marco del contexto de interacción en el tores sociales. Como señala Natanson (1962
cual tiene lugar una situación también típica. [2003]), la intersubjetividad transcurre en el
A partir de ello se constituye un sistema de ‘presente vivido’ en el cual nos comunicamos.
motivos que deriva de las relaciones sociales En tanto simultaneidad, se transforma en la
recíprocas, sistema que se basa en las tipifi- esencia de la intersubjetividad ya que implica
caciones en tanto ordenación jerárquica de la captación de la subjetividad del ‘álter-ego’
motivos. en el instante que vivo mi ‘flujo de concien-

62
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

cia’; es esta captación simultánea y recíproca a un experimento o proyección mediante la


lo que hace posible nuestro ser conjunto en cual se busca efectuar combinaciones diversas
el mundo. de elementos seleccionados de los hábitos e
impulsos para discernir cómo sería la acción
La ‘durée’, expresión que Schütz reco- resultante si se emprendiera (Schütz 1932
ge de Bergson, se constituye en concepto rele- [1993]), y cuya planificación demanda esbozar
vante en tanto pone en relación la dimensión cada paso de mi acción futura de manera de
recuperable y anticipable de la acción, y por lograr el objetivo fijado, visualizando el es-
ende, hace posible, a través de esta efectua- tado de cosas que será producido por mi ac-
ción, la relación del pasado y futuro con el ción. La anticipación recae no sobre la acción,
presente. A esta forma particular de presente, sino sobre el acto que provocará aquel estado
Schütz la denominó ‘presente especioso’, sien- de cosas proyectado; antes de su realización,
do en este que las acciones y vivencias traen debo situarme en el futuro perfecto, en el
consigo el pasado y el futuro, entrelazando el cual la acción tomó curso y fue concretada, de
tiempo cósmico (de la naturaleza inanimada) manera de reconstruir los pasos aislados de la
y el estándar o cívico (social) que también se acción que provocaron los resultados espera-
impone como realidad objetiva (construida por dos. Su fundamentación se encuentra en actos
las convención social, y que Schütz lo grafica realizados con anterioridad, de los cuales ya
en la frase ‘envejecemos juntos’). En lo que poseo una experiencia.
respecta a la acción, la ‘durée’ hace patente
la recuperación, otorgando la posibilidad de Por otro lado, las coordenadas ‘espacio-
traer al presente actuaciones pasadas (con tiempo’ (respecto de ego) permiten establecer
base en la sedimentación de experiencias), relaciones de alteridad que dan lugar a tipos
es decir, trasladando el pasado a la vivencia de interacción en planos diversos, esto, porque
actual. Por otro lado, permite acciones poten- las formas en que se sitúa mi experiencia en la
ciales proyectadas hacia el futuro, poniendo realidad es variada. Por ello, “… experimento a
en un ‘área manipulatoria’ próxima aspectos los hombres en diversas perspectivas, y mi re-
que no han sido asequibles de manera direc- lación con ellos se ordena según variados nive-
ta, haciendo posible la anticipación, siempre les de proximidad, profanidad y anonimia en la
dependiente del acervo de conocimiento y ex- vivencia” (Schütz y Luckmann 1973 [2001]:76).
periencias. De esta manera, el ‘otro’ puede ser referido
como mi predecesor (de quien puedo llegar a
En términos de la acción social, esto saber por información indirecta e imprecisa),
puede ser entendido de la siguiente forma. mi sucesor (a quien no llegaré a conocer), mis
La acción social constituye un flujo continuo contemporáneos (con quienes cohabito pero
en el cual no cabe la posibilidad de tener en experimento de manera indirecta) y mis ‘aso-
vista las experiencias propias de mi actuación ciados’ o ‘congéneres’ (con quienes establezco
en curso en ‘modo presenti’. Con actitud re- relaciones directas). Esta clasificación da lugar
flexiva puedo captar mi acto efectuado o las a distintos tipos de relaciones posibles, entre
fases iniciales de este como actuación pasada las que se pueden reconocer la relación noso-
o pretérita perfecta. Pero también puede re- tros y la relación ellos.
ferirme en ‘modo futuri exacti’ debido a que
toda acción es un proyecto, es decir, está do- La relación nosotros transcurre en el
tada de propósito17 —implicando meditación y mundo circundante (Umwelt), es decir, en el
planificación—. En este sentido, se exige re- plano en que el ‘otro’ comparte conmigo un
flexión acerca del su curso efectivo para al- sector del espacio y tiempo del mundo de la
canzar un resultado —en estado de alerta—, vida, plano que hace posible el ‘encuentro’
esto, a través de determinaciones tales como cara-cara (el ‘otro’ como corporeidad viva).
escoger, mediante juicios evaluativos, el me- Lo anterior da lugar a la ‘orientación Tú’ (Du-
jor curso de acción. Tal reflexión corresponde Einstellung), que deriva de experimentar al

17
En definitiva, lo fundamental en la acción es la dotación de intencionalidad o propósito; en tanto que no todas las pro-
yecciones implican un propósito, todo proyecto que solo se desarrollan en la mente sin existir intención de concreción,
constituye un mero proyecto y no una acción. Por ende, para comprender la acción social, se debe tomar conocimiento de
la proyección de la acción y los motivos que la definen.

63
Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

‘otro’ en persona como un igual a ‘mí’, cap- ción, es posible constatar que no existe con-
tándolo en su peculiaridad (un hombre en par- gruencia, y que por tanto ese ‘otro’ no es un
ticular o un tipo de particular de hombre) en cercano o un asociado. La simultaneidad de
un proceso de aprehensión y tipificación con- la interrelación hace de esto algo de sumo
creta. La ‘orientación Tú’ se diferencia según complejo; en tanto es imposible conocer con
la atención que el ‘otro’ presta a mi existen- seguridad al ‘otro’, la relación se trasforma en
cia; la ‘orientación Tú’ unilateral (yo atiendo un proceso en que se ponen a prueba diversos
al ‘otro’, pero para ese ‘otro’ paso inadverti- planes y recetas que van y vienen (relación
do) y ‘orientación Tú’ recíproca (mutua aten- iterativa). Como por lo general no existe una
ción). Esta última da lugar a una relación so- reflexión en el curso de la acción, son estas
cial que Schütz denomina ‘relación Nosotros’, recetas las que cobran relevancia, las que
en la cual pueden ser abandonadas cuando emergen pro-
blemas18, modificando el curso de la acción y
“Él y yo, nosotros, compartimos mientras dirigiéndose, previa reflexión, hacia respues-
dura el proceso un presente vivido común, tas apropiadas.
nuestro presente vívido, que le permite y
me permite decir ‘Nosotros experimenta- Cuando se producen alteraciones en
mos este suceso juntos’… ambos, —él, que nuestro flujo de conciencia, la atención es
se dirige a mí, y yo, que lo escucho— es- atraída hacia otros ámbitos de sentido, te-
tamos viviendo en nuestro presente vívido niendo lugar la disminución del ‘estado de
mutuo, dirigidos hacia el pensamiento que alerta’, dirigiendo el ‘acento de realidad’ a
debe ser realizado en el proceso de co- otros sectores del ‘mundo de la vida’. Lo que
municación y por él. Envejecemos juntos” queda fuera de foco, puede asumir la forma
(1962 [2003]:207). de componentes constitutivos del estilo cog-
noscitivo direccionado al nuevo ámbito en el
Así, la ‘relación Nosotros’ queda defini- que comenzamos a incursionar, perfilando su
da por un alto grado de intimidad e inmedia- propio ‘acento de realidad’, es decir, el sector
tez, en tanto existe familiaridad biográfica de del mundo que se vuelve relevante. En esta
un ‘otro’, y compromete el flujo de vivencias tensión, un actor definido como un ‘congéne-
personales de los actores partícipes en la in- re’ o ‘asociado’ puede quedar fuera del foco
teracción, teniendo lugar el fenómeno de la de nuestro interés, constituyéndose en un
intersubjetividad. La relación ‘pura’ se ma- ‘contemporáneo’ con quien sostengo ‘rela-
nifiesta cuando los coparticipantes son cons- ciones Ellos’. Lo anterior se ejemplifica en la
cientes de ellos mismos y participan asociada- siguiente cita de Schütz
mente en la vida de cada uno por un tiempo,
por breve que sea. Por su parte, la inmediatez “Cuando tengo una evocación de ti, por
permite acceder a la conciencia del ‘otro’ en ejemplo, te recuerdo como eras en la rela-
tanto se tienen ‘a la mano’ manifestaciones ción-nosotros concreta conmigo, como una
de su experiencia subjetiva. Por otro lado, se persona única en una situación concreta…
hace posible someter a revisión las tipificacio- Te recuerdo como una persona vívidamen-
nes que poseemos de ese ‘otro’, y eventual- te presente para mí con un máximo de sín-
mente modificarlas. En efecto, en la ‘relación tomas de vida interior, como alguien cuyas
Nosotros’ el actor parte desde ciertos supues- vivencias he presenciado en el proceso
tos típicos que actúan como anticipación de real de su formación, a quien yo, durante
lo que los ‘otros’ son y piensan; sin embargo, un tiempo, iba conociendo cada vez mejor,
en la interacción tiene lugar la modificación cuya vida consciente fluía en una sola co-
constante de las acciones y de las concepcio- rriente junto con la mía y cuya conciencia
nes de los ‘otros’. Podemos considerar que las estaba cambiando continuamente de con-
motivaciones del ‘otro’ son del mismo orden tenido. Sin embargo, ahora que estás fuera
que las mías (poseemos un proyecto común o de mi experiencia directa, no eres más que
similar), en tanto que otras veces, en la rela- mi contemporáneo, alguien que meramen-

18
Schütz denomina conmoción a la modificación en la tensión de nuestra conciencia como efecto de una alteración en la
‘atención a la vida’, lo que trae consigo un cambio en la forma de vivenciar la realidad.

64
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

te habita el mismo planeta que yo. Ya no sentido objetivo, siendo posible además trazar
estoy en contacto con el tú viviente, sino relaciones tipificadas a partir de inferencias
con el tú de ayer. Tú, en verdad, no has extraídas de las experiencias directas ante-
cesado de ser un yo viviente, pero tienes riores de semejantes (experiencias pasadas) o
ahora un nuevo yo; y aunque soy un con- por comentarios que me transmite otro acerca
temporáneo de él, mi contacto vital con él de un tercero. Al consistir las relaciones so-
se ha interrumpido. Desde el último mo- ciales entre ‘contemporáneo’ en ser captado
mento en que estuvimos juntos, has tenido como un ‘otro’, estas adquieren un carácter
nuevas vivencias y las has enfocado desde probable y anticipatorio, en el sentido de que
nuevos puntos de vista. Con cada cambio espero que el ‘contemporáneo’ hacia el cual
de vivencia y enfoque te has transformado me oriento se oriente hacia mí con una tipifi-
en una persona levemente distinta. Pero cación adecuada y complementaria.
en cierto modo yo omito tener presente
esto en la praxis de mi vida diaria. Llevo Como señalan Schütz y Luckmann, “Las
tu imagen conmigo, y sigue siendo la mis- relaciones entre contemporáneos se determi-
ma. Pero entonces oigo decir, quizá, que tú nan mediante las probabilidades subjetivas
has cambiado. Y luego comienzo a mirarte de la complementariedad de sentido de la ti-
como a un contemporáneo; no cualquier pificación usada por los copartícipes” (Schütz
contemporáneo, sin duda, sino alguien a y Luckmann 1973 [2001]:97). Aquí intervienen
quien conocí en un tiempo íntimamente” actos conscientes que presumimos, orientan
(1932 [1993]: 206-207). la conducta del copartícipe, y que presentan
diversos grados de uniformidad. Schütz y Luck-
Así, un ‘asociado’ o ‘congénere’ pue- mann señalan que a mayor uniformidad de una
de trasformarse en un contemporáneo, como esquema de tipificación, mayor es la probabi-
también un ‘contemporáneo’ puede trasfor- lidad subjetiva (de la mera conjetura hasta la
marse en un ‘asociado’. En tanto la ubicación certidumbre subjetiva) de confirmación de ex-
espacial cambia, se hace posible establecer pectativas de cada copartícipe. Los esquemas
relaciones ‘cara-cara’ (proximidad) o relacio- de tipificación pueden estar uniformados en el
nes indirectas (lejanía), existiendo por tanto marco de instituciones (en cuanto al ámbito de
una transición gradual y continua que puede uso y tipo), tradicionalmente determinados (el
situar al ‘otro’ en distintos planos y niveles ámbito de uso y tipo de uso tienen una distri-
de relación. bución social general), o referir al esquema de
uniformación que concierne a tipos de curso
El tipo de relaciones que establezco de actos coordinados con un esquema racional
con los ‘contemporáneos’ se denomina ‘rela- medio-fines. Lo anterior es relevante, pues mis
ciones Ellos’. En estas, el contacto ‘cara-cara’ experiencias pueden cambiar las tipificaciones
no es posible, por lo cual median relaciones que dirigen mi ‘orientación Ellos’ con limitacio-
más o menos anónimas e indirectas con acto- nes radicales; esto solo puede suceder en me-
res tipo, conductas tipo o cursos de acto tipo dida muy limitada mientras no se modifique la
(personal o funcionario), lo que implica la im- esfera de interés que definió el uso original del
posibilidad de someter a escrutinio el desen- tipo. Si bien en la ‘relación Nosotros’ puedo ha-
volvimiento del ‘otro’ en la interacción. Como llar siempre confirmación de la congruencia de
señalan Schütz y Luckmann, “Mientras que en mis experiencias respecto de las de mi ‘álter’,
el encuentro social experimento así concreta- en la ‘relación Ellos’, este tipo de confirmacio-
mente a un semejante de manera inmediata… nes no se hace posible, lo que remite a formas
capo en su existencia fáctica y el ser de tal y indirectas como introducir o más bien recupe-
cual modo de un contemporáneo únicamente rar tipificaciones de quienes fueron semejantes
por medio de tipificaciones derivadas” (Schütz para ponerlas en uso.
y Luckmann 1973 [2001]:87). De este modo, la
‘orientación Ellos’ (Ihr-Einstellung) se infiere Comentario final
desde mi conocimiento y del mundo en gene-
ral (actores situados en el entramado social Como señala Natanson (1962 [2003]),
como tipos de actores: policías, empleados de sería erróneo sostener que la obra de Schütz
correos, etc.) ubicándose en un contexto de es solo una extensión del pensamiento de

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Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

Husserl o una mera aplicación del método fe- reconociendo que cada sujeto social posee una
nomenológico a las ciencias sociales. Schütz perspectiva singular desde la cual ve el mun-
recupera la vida cotidiana como objeto de las do, esto quiere decir que la conciencia solo es
ciencias sociales (Reynoso 1998), ahondando referencial —refiere a contenidos u objetos—,
en el sentido social que tienen las relaciones por lo cual para dar cuenta del conjunto se
en el mundo de la vida, incorporando la di- requiere de la totalidad de las perspectivas
mensión histórico contextual de la biografía, de los sujetos sociales —la suma de escorzos
en tanto determinante en la estructuración de en Husserl—. Esta tarea es la del científico so-
tipificaciones, acciones típicas y recetas del cial; recurriendo a las tipificaciones —que son
sujeto (Salas 2006). Demostró que la fenome- propias de la vida cotidiana— se logra sinteti-
nología es una vía plausible para realizar el zar características particulares a manera de
estudio comprensivo de la realidad social y de superar la individualización o nominalización.
las relaciones entre los sujetos, precisando los Por otro lado, se debe rescatar el esfuerzo que
presupuestos, estructura y significación del hace Schütz por clarificar la idea de que la
mundo de la vida experimentado intersubjeti- realidad es interpretada y que, más allá de la
vamente en actitud natural, haciendo patente existencia de leyes sociales que nos condicio-
la riqueza conceptual y la aplicabilidad empí- nan, es la interpretación y la puesta en escena
rica de su programa (López 1995). de la intencionalidad del actor —su capacidad
comprensiva— fundamental para el abordaje
A diferencia de la solución filosófica que de lo ‘sociocultural’ (Schuster 1995). La di-
Husserl da al problema de la intersubjetividad mensión empírica es la que hace posible tener
—trascendental—, Schütz introduce la dimen- acceso a la comprensión de los otros, es decir,
sión socializadora. El sujeto es un ser social, a los fundamentos de su accionar por medio
y por ende, la construcción de la conciencia de la observación, de la conversación, de la
no proviene de un exclusivo ensimismamien- contextualización etc. Yo puedo comprender
to inmanentismo, sino de la interacción en porque en cierto modo comparto lo que el
la cual nos hacemos al compartir con otros otro realiza o señala.
ciertas ideas y conocimientos (Leal 2007). En
este sentido, no hablamos de los ‘otros’ como Por tanto, podríamos decir que tenemos
representaciones de la conciencia —meros ob- acceso comprensivo al mundo en la interacción
jetos—, ya que al reconocer que también son con otros sujetos —somos parte del mundo que
poseedores de conciencia, pueden interactuar habitamos— que han sido socializados en el
y desenvolverse tal como yo en el mundo de curso de la vida, adquiriendo conocimientos
la vida. Este salto representa, en filosofía, el similares. Sin embargo, el problema se suscita
abandono de la conciencia “monádica”, en la si quiero conocer e interactuar en otros con-
línea de lo que plantea Leibniz; hasta Schütz, textos culturales con los cuales no tengo la
la mayoría de las perspectivas referían a in- continuidad de las pautas de socialización. Al
dividuos como entidades autocontenidas, es respecto, Schuster (1995)19 señala que esta es
decir, se ponían límites o se cuestionaba la po- una gran limitante en la perspectiva compren-
sibilidad de conocer o representar lo que los siva de Schütz, y uno de los puntos sobre los
sujetos piensan, o mejor dicho, su intencio- cuales surgen los mayores cuestionamientos,
nalidad o motivación para la acción. De este sobre todo de la antropología (Reynoso 1998).
modo se soluciona el dilema epistemológico Para Schuster (1995), el trabajo de Schütz se
que implicaba el conocer en profundidad qué situó en el marco de la sociología y no de dis-
fundamenta la acción social intersubjetiva ciplinas como la antropología, obviando pro-
y se supera la idea cartesiana de que somos blemáticas ligadas al relativismo cultural y a
cuerpos que van por el mundo portando una las posibilidades de acceso comprensivo de
mente (Schuster 1995). otras culturas.

Para el conocimiento profundo del Aun cuando en el ‘El forastero. Ensayos


mundo de la vida, Schütz retoma a Husserl, de psicología social’ (1964 [1974]) esboza al-

19
Este argumento también fue planteado en el seminario “Debates contemporáneos en epistemología de las ciencia socia-
les”, dictado por Federico Schuster en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, entre abril y junio de 2010.

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO

gunas consideraciones generales al respecto, la etnografía reflexiva y fenomenológica (Ha-


hay que reconocer que el acceso comprensivo mmersley y Atkinson 1983 [1994]; Agar, 1992;
a mundos diferentes, fuera de una tradición Woods 1996 [1997]; Ghasarian 2002 [2008]) y
cultural concreta, es un aspecto no desarro- la teoría fundamentada (Strauss & Corbin 1998
llo por Schütz. Sin embargo, esto no quiere [2002]). En este sentido, Schütz abre caminos
decir que desde la antropología no se puedan para reflexionar acerca del oficio del investi-
rescatar ciertos desarrollos; de hecho los ha gador social.
incorporado con fuerza a nivel epistemológico
y metodológico a través de los estilos fenome- Bibliografía
nológicos y comprensivistas desarrollados en
antropología por Geertz (1973 [2003])20 y Agar AGAR, M. (1992). Hacia un lenguaje etnográ-
(1992), entre muchos otros. Resulta interesante fico. En Carlos Reynoso (ed.), El surgimiento
para la época la conjunción que propone entre de la antropología postmoderna (pp.117-137).
‘Lebenswelt’, ‘realidades múltiples’, ‘acento Barcelona: Gedisa.
de realidad’ y ‘ámbitos finitos de sentido’,
proponiendo problemáticas que la antropolo- ALEXANDER, J. (1987 [1992]). Las teorías socio-
gía incorporó a partir de los años 70 a partir lógicas desde la segunda guerra mundial. Aná-
del profundo cuestionamiento a la concepción lisis multidimensional. Barcelona: Gedisa.
monolítica, autocontenida y esencialista de APPADURAI, A. (1996 [2001]). La modernidad
cultura que la visualizaban como un todo ho- desbordada. Dimensiones culturales de la
mogéneo (Wolf 1982 [1987]; Friedman (1994 globalización. México: Fondo de Cultura Eco-
[2001]; Appadurai (1996 [2001]). Problemati- nómica.
zar en torno a la ‘diversidad intracultural’, es
decir, a la existencia de realidades múltiples BENGOA RUIZ DE AZÚA, J. (1992). De Heideg-
—ancladas en la biografía de los sujetos— en ger a Habermas. Hermenéutica y fundamen-
el marco de un mismo grupo social resulta muy tación última en la filosofía contemporánea.
interesante para relativizar el manejo que se Barcelona: Herder.
efectúa de este concepto en el ámbito espe-
cializado y político. Además, permite plantear FRIEDMAN, J. (1994[2001]). Identidad cultural
interrogantes acerca de la profundidad con la y proceso global. Buenos Aires: Amorrortu.
cual algunos cientistas sociales se han hecho GHASARIAN, C. (2002 [2008]). “Por los caminos
cargo del concepto de interculturalidad, sin de la etnografía reflexiva”. En GHASARIAN, C.,
resolver primero qué es ‘lo cultural’ y cómo se ABÉLÈS, M., BELLIER, I., et al. De la etnogra-
recoge el problema de las múltiples realidades fía a la antropología reflexiva. Buenos Aires:
presentes en un mismo grupo. Ediciones Sol.

Más allá de las críticas21, el trabajo de GIBERT, J.(1999). Los conceptos de ‘mundo
Schütz continúa siendo estimulante para disci- de la vida’ y ‘mundo cotidiano’ en la obra
plinas como la antropología, ciencia que se ha de Schütz. Revista Colombiana de Sociología
definido como aquella capaz de dar cuenta de (4), 1, 54-61. URL: http://repositorio.uvm.cl/
la otredad, más allá de la incorporación siste- gsdl/collect/sociol/index/assoc/HASH01d7.
mática que ha adquirido en sociología. Nue- dir/doc.pdf [20-2-2010].
vas lecturas son sin siempre estimulantes para
emprender reflexiones respecto al método GIDDENS, A. (1967 [1993]). Las nuevas reglas
etnográfico y su puesta en marcha, así como del método sociológico. Buenos Aires: Amo-
para el desarrollo de estrategias y técnicas rrortu.
más allá de los aportes de la etnometodología,

20
Incluso Geertz (1973 [2003]:302) recupera las categorías de relacionales de alteridad propuestas por Schütz aplicándolas
al análisis de los esquemas culturales balineses.
21
No es la intención profundizar en las múltiples críticas realizadas a la propuesta de Schütz. Sin embargo, podemos mencio-
nar: la denuncia del psicologismo, la confusión en el uso de categorías fenomenológicas, el problema de la consideración
de la experiencia como amontonamiento de partes, la imposibilidad de una síntesis entre fenomenología y sociología, la
necesidad de visualizar la negociación de los significados desde puntos de vista diferenciales —no totalmente libres—, la
insuficiencia del postulado de adecuación, etc. (Giddens 1967 [1993]; Alexander 1987 [1992]; Reynoso 1998).

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Revista CUHSO volumen 18 Nº 1

HAMMERSLEY, M. y ATKINSON, P. (1983 [1994]). SALAS, R. (2006). El Mundo de la vida y la fe-


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LEAL, R. (2006). La sociología interpretativa de
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