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EDI – Teología – Introducción a la Biblia

Trabajo Práctico: Verdad en la Biblia

Profesor: Hernán Fioressi


Alumno: Matías Flores
Profesorado Casa Santa Catalina
Nivel Primario
Consignas:

¿En qué sentido los libros bíblicos son inspirados?

¿Por qué se pasa del concepto de inerrancia a la verdad en la Biblia?

¿En qué sentido es verdadero lo que expresa la Biblia?


¿En qué sentido los libros bíblicos son inspirados?

Cuando hablamos de la Inspiración de la Biblia, nos referimos a una idea que ha


sido tratado y desarrollado a lo largo de la historia desde distintos puntos de vista,
provocando diferencias y contradicciones. Es importante señalar en principio que no nos
referimos en el sentido en que un artista se inspira para crear una obra, pintar un cuadro,
etc. Por otro lado, durante muchos años se sostuvo que ningún texto ha sido anunciado
por voluntad humana, sino por parte de Dios e impulsados por el Espíritu Santo.
Algunos incluso han llegado a imaginar que Dios dictó al oído del autor las frases que
Él quería que llegarán hasta los lectores, como si el profeta estuviese sumido en una
suerte de trance o abandono de su juicio durante el acto. Sin embargo, nos referimos a
un fenómeno mucho más complejo aún. Entonces, ¿a qué nos estamos refiriendo por
inspiración?

Nos referimos por Inspiración a una discreta acción de Dios en lo profundo de


un escritor humano, respetando su cultura, sus costumbres, sus inclinaciones, su forma
de escribir: por decirlo de alguna manera, a toda su humanidad. En este sentido, el autor
de los relatos bíblicos presenta una doble dimensión: por un lado, el autor es Dios, en
cuanto produce la obra inspirada mediante su acción en el escritor; y, por otro lado,
también el escritor es autor en tanto realiza, según sus medios personales, la tarea que
Dios le encomienda. Esto significa que el escritor sagrado, comprometido con lo que
Dios le pide escribir, tomaba la decisión de expresarse de acuerdo con formas y géneros
que eran propias de su cultura y de su tiempo: es así como podemos observar que cada
libro tiene un estilo narrativo propio, con imágenes, matices y formas que no siempre
son las mismas en otros libros.

Comprendemos entonces que la Inspiración es un fenómeno complejo en que,


dicho con las palabras del papa Pio XII, “para la composición de los libros, Dios se
valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos”. En la misma
línea, aporta el papa Benedicto XV que “… Dios, con su gracia, aporta a la mente del
escritor luz para proponer a los hombres la verdad en nombre de Dios. (…) Le asiste de
manera especial y continua hasta que acaba el libro”.

¿Por qué se pasa del concepto de inerrancia a la verdad en la Biblia?


Al asegurarse que Dios es el verdadero autor de las Escrituras, una de sus
consecuencias fue que no pueden admitirse que haya errores en la Biblia. Se hablaba de
la inerrancia como una de las características fundamentales de la Biblia. Pero conforme
las ciencias fueron avanzando, se profundizaron los conflictos y las contradicciones.
Los descubrimientos científicos mostraban que muchas afirmaciones de la Biblia no
eran exactas. Por otro lado, los historiadores demostraban que muchos acontecimientos
no eran como estaban narrados o no había suficientes pruebas de que hayan sucedido
realmente.

Hubo distintas teorías y discusiones en cuanto que sea cierto lo que dice Biblia.
Algunos propusieron que solo ciertas partes de la Biblia tenían garantía de verdad. Otros
adujeron el concepto de “verdad relativa”: las afirmaciones estaban condicionadas a la
cultura del autor que cree decir la verdad, pero se equivoca porque es ignorante o está
mal informado. Todas estas conclusiones fueron inaceptables: las Escrituras tienen la
Palabra de Dios y por lo tanto no pueden estar erradas en lo que dice.

Fue finalmente durante el Concilio Vaticano II que se logró dar una respuesta
válida a esta problemática. Se llegó a la conclusión que, para leer y comprender el
mensaje de la Biblia, debe determinarse antes a quienes se dirigían esos escritos y
conocer los géneros literarios que emplea cada libro. Al afirmarse que los relatos
bíblicos gozaban de inerrancia era necesario comprender lo que el autor quiso transmitir
en su mensaje. El modo de expresarse del autor o del género literario empleado
contribuye para interpretar de forma verdadera y genuina. Fue de este modo que se
buscó pasar de hablar de la inerrancia, entendida como un concepto negativo, (no
contiene error) hacia un concepto positivo: se pasó a definir el contenido de la Biblia en
términos de la Verdad que contiene.
¿En qué sentido es verdadero lo que expresa la Biblia?

Es verdad porque lo que la Biblia enseña es la Verdad que Dios quiso transmitir
para la Salvación de la humanidad, que es fundamentalmente la revelación de
Jesucristo. Es verdad porque lo que enseña la Biblia en su totalidad es acerca del
mensaje de Salvación. Pero para esto, es necesario que el lector comprenda la intención
del autor y descubra los modos de hablar, los códigos y los géneros literarios del tiempo
y la cultura en el que se encuentra y que se sirve de ellos para transmitirnos el mensaje.
Pues, siguiendo al papa Pío XII, “… la verdad se presenta y se enuncia de modos
diversos en obras de diversa índole: históricos, libros proféticos o poéticos, entre otros
géneros.” De este modo la Biblia tiene garantía de verdad, no en ciertas partes, sino en
todas las partes, siempre que se haga la lectura desde este sentido y no desde la
inerrancia de lo que dice, o desde un ángulo histórico acerca de lo que cuenta. Es
necesario comprender que, en palabras de San Agustín, “…el señor quería hacer
cristianos, no astrónomos.”

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