2 Cuando la respiración cambia de dirección de entrar a salir, y de
nuevo cuando la respiración pasa de salir a entrar: en esos dos cambios,
date cuenta.
3 O cuando la inspiración y la espiración se fusionan, en ese instante
toca el centro sin energía, el centro lleno de energía.
4 O cuando la respiración está totalmente dentro y se ha detenido por sí
misma, o totalmente fuera y se ha detenido por sí misma: en semejante pausa universal, nuestro pequeño yo desaparece. Esto sólo es difícil para el impuro.
La verdad siempre está aquí. Ya es la realidad. No es algo que se tenga
que lograr en el futuro. Tú eres la verdad aquí y ahora, así que no es algo que se tenga que crear o algo que se tenga que proyectar o algo que se tenga que buscar. Comprende esto muy claramente; entonces estas técnicas serán fáciles de comprender y también de hacer. La mente es una máquina de desear. La mente siempre está deseando, siempre está buscando algo, pidiendo algo. El objeto siempre está en el futuro; a la mente no le interesa en absoluto el presente. En este mismo momento, la mente no puede moverse: no hay espacio. La mente necesita el futuro para moverse. Se puede mover en el pasado o en el futuro. No puede moverse en el presente; no hay espacio. La verdad está en el presente, y la mente siempre está en el futuro o en el pasado, de manera que no hay ningún encuentro entre la mente y la verdad. Cuando la mente busca objetos mundanos, no es difícil, el problema no es absurdo; se puede resolver. Pero cuando la mente empieza a buscar la verdad, el esfuerzo mismo se vuelve un desatino, porque la verdad está aquí y ahora, y la mente siempre está entonces y allí. No hay ningún encuentro. Así que lo primero que hay que comprender es: no puedes buscar la verdad. La puedes encontrar, pero no la puedes buscar. La búsqueda misma es el obstáculo. En el momento en que empiezas a buscar, te has ido del presente, te has alejado de ti mismo, porque tú siempre estás en el presente. El buscador siempre está en el presente y la búsqueda está en el futuro; no te vas a encontrar con lo que estás buscando. Lao Tsé dice: «No busques; de lo con- trario, errarás. No busques, encuentra. No busques y encuentra.» Todas estas técnicas de Shiva son simplemente un traer la mente del futuro o del pasado al presente. Lo que estás buscando ya está aquí, ya es el caso. Hay que traer la mente del buscar al no-buscar. Es difícil. Si lo piensas intelectualmente, es muy difícil. ¿Cómo traer la mente del buscar al no- buscar?, ¡porque entonces la mente convierte el no-buscar mismo en su objeto! La mente dice entonces: «No busques.» La mente dice entonces: «No debería buscar.» La mente dice entonces: «Ahora, no-buscar es mi objeto. Ahora deseo el estado de no-deseo.» La búsqueda ha vuelto, el de- seo ha vuelto por la puerta de atrás. Por eso hay gente que busca objetos mundanos y hay gente que piensa que está buscando objetos no mundanos. Todos los objetos son mundanos, porque «buscar» es el mundo. De modo que no puedes buscar nada que no sea mundano. En cuanto buscas, se convierte en el mundo. Si estás buscando a Dios, tu Dios forma parte del mundo. Si estás buscando moksha -la liberación- nirvana, tu liberación forma parte del mundo, tu liberación no es algo que transcienda el
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mundo, porque buscar es el mundo, desear es el mundo. Así que no puedes
desear el nirvana, no puedes desear el no-deseo. Si tratas de entenderlo intelectualmente, se convertirá en un acertijo. Shiva no dice nada sobre ello; inmediatamente comienza a dar técnicas. No son intelectuales. Shiva no le dice a Devi: «La verdad está aquí. No la busques y la encontrarás.» Inmediatamente, da técnicas. Estas técnicas no son intelectuales. Si las practicas, la mente da un giro. El giro es sólo una consecuencia, un resultado adicional; no un objeto. El giro es simplemente un resultado adicional. Si practicas una técnica, tu mente abandonará su viaje al futuro o al pasado. De pronto te encontrarás en el presente. Por eso Buda ha dado técnicas, Lao Tsé ha dado técnicas, Krishna ha dado técnicas. Pero ellos siempre presentan sus técnicas con conceptos intelectuales. Sólo Shiva es di- ferente. Él da técnicas inmediatamente, sin comprensión intelectual, sin introducción intelectual, porque sabe que la mente es tramposa, la cosa más astuta que existe. Puede convertir cualquier cosa en un problema. No buscar se convertirá en el problema. Hay personas que vienen a mí y me preguntan cómo no desear. Desean el no-deseo. Alguien les ha dicho, o lo han leído en alguna parte, o han oído habladurías espirituales, que si no deseas lograrás la dicha, que si no deseas serás libre, que si no deseas no habrá sufrimiento. Ahora sus mentes anhe- lan alcanzar ese estado en el que no hay sufrimiento, así que preguntan cómo no desear. Sus mentes están empleando trucos. Aún desean; lo único que pasa es que ha cambiado el objeto del deseo. Antes deseaban el dinero, deseaban la fama, deseaban el prestigio, deseaban el poder. Ahora desean el no-deseo. Sólo ha cambiado el objeto, y ellos permanecen igual y siguen deseando igual. Pero ahora el deseo se ha vuelto más engañoso. Debido a esto, Shiva comienza inmediatamente, sin ninguna introducción en absoluto. Comienza inmediatamente a hablar de técnicas. Esas técnicas, si se siguen, de pronto dan un giro a tu mente: viene al presente. Y cuando la mente viene al presente, ya no existe. No puedes ser una mente en el presente; eso es imposible. Ahora mismo, si estás aquí y ahora, ¿cómo vas a ser una mente? Los pensamientos cesan, porque no se pueden mover. El presente no tiene espacio en el que moverse; no puedes pensar. Si estás en este mismo momento, ¿cómo te vas a mover? La mente se para, logras el estado sin mente.