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UNIVERSIDAD DEL ACONCAGUA - FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
CARRERA DE MEDICINA
INTERNADO ROTATORIO 2020
CLÍNICA MÉDICA
DENGUE
MARÍA MILAGROS ESTRELLA DOMESI
10 DE MAYO DE 2020
2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………. 3
EPIDEMIOLOGÍA…………………………………………………………………………………………………….. 3
HISTORIA………………………………………………………………………………………………………………… 4
ESTUDIOS 9
COMPLEMENTARIOS…………………………………………………………………………..
TRATAMIENTO………………………………………………………………………………………………………. 11
.
CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………………………………. 15
ANEXO……………………………………………………………………………………………………………………… 16
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………………………………… 17
1
Entre la semana epidemiológica (SE) 1 y la SE 521 de 2019 en la Región de las Américas se notificaron 3.139.335 casos de dengue
(incidencia de 321,58 casos por 100.000 habitantes), incluidas 1.538 defunciones. Del total de casos notificados, 1.367.353 (43,6%)
fueron confirmados por criterio de laboratorio y 28.169 (0,9%) fueron clasificados como dengue grave. La tasa de letalidad fue 0,049%.
El número de casos reportados hasta la semana 52 de 2019 (3.140.872), es el mayor registrado en la historia de dengue en América,
superando en 30% al número de casos reportados en el año epidémico 2015. Con relación a la proporción de casos de dengue grave, la
cifra (0,9%) ha superado a lo observado en los cuatro años previos, sin embargo, se mantiene por debajo de lo observado entre 2010 y
2014 (variando entre 1.35% y 3.05%).2
Argentina se enfrenta al peor brote de dengue de los últimos tres años. En solo ocho meses, se han registrado 7.862 casos confirmados,
entre ellos siete fallecidos y otras nueve muertes en investigación.
Si bien la curva de crecimiento comenzó en enero, en la mayoría de las provincias el rebrote se registró en marzo y se mantuvo en las
últimas semanas debido a la llegada tardía del frío. Hasta el momento, se detectaron en diferentes zonas del país la presencia de tres
serotipos: 63% correspondió a DEN-1, 35% a DEN-4 y 2% DEN-2.
Según el último Boletín de Vigilancia Epidemiológica publicado por el Ministerio de Salud de la Nación, desde fines de julio del año
pasado hasta el 25 de marzo se registraron además 26.351 casos con sospecha de dengue. De los 7862 confirmados en 16 provincias,
6169 no tienen antecedentes de viaje y 866 son con antecedentes de viaje a zonas con circulación viral fuera de la jurisdicción de
residencia. Los restantes 827 están siendo analizados.
El antecedente más grave de dengue en el país es de 2016, cuando hubo 76.803 casos confirmados.
3. HISTORIA
La etimología del término dengue podría provenir viene del swahili «ka-dinga pepo» que significa ataque repentino (calambre o
estremecimiento) provocado por un “espíritu malo”. Aunque quizás la palabra swahili dinga provenga del castellano «dengue»
(fastidioso o cuidadoso), describiendo el sufrimiento del paciente con un típico dolor de huesos.
Las primeras epidemias de dengue reportados ocurrieron en 1779-1780 en Asia, África y América del Norte, la aparición casi
simultánea de brotes en tres continentes indica que estos virus y su mosquito vector han tenido una distribución en todo el mundo en
los trópicos durante más de 200 año. Durante la mayor parte de este tiempo, el dengue se considera una enfermedad benigna, no
mortal de los visitantes de los trópicos. En general, hubo intervalos largos (10-40 años) entre las grandes epidemias, principalmente
debido a que los virus y el mosquito vector sólo podían ser transportados entre los centros de población por los barcos de vela.
Sin embargo el reporte más antiguo data de la Enciclopedia China de Síntomas de las Enfermedades y Remedios, publicada por
primera vez durante la Dinastía Chin (265-420 D.C). Esta enfermedad fue llamada por los chinos como “agua venenosa” y ellos
pensaban que de algún modo estaba conectada con insectos voladores asociados al agua
En 1953-54 en Trinidad se aisló por primera vez el agente causal de tipo 2 a partir de casos no epidémicos.
Una pandemia de dengue comenzó en el sudeste de Asia después de la Segunda Guerra Mundial y se ha intensificado durante los
últimos 15 años. Las epidemias causadas por múltiples serotipos son más frecuentes, la distribución geográfica de los virus del dengue y
sus mosquitos vectores se ha ampliado, y el dengue hemorrágico se ha convertido en la región del Pacífico y las Américas. En el sudeste
de Asia, apareció la epidemia FHD primero en la década de 1950, pero para 1975 se había convertido en la principal causa de
hospitalización y muerte entre los niños de muchos países en la región.
1
Distribución de casos reportados de dengue y proporción de dengue grave por año de notificación. Región de las Américas,
1999-2020 (hasta la SE 5 de 2020): https://www.paho.org/es
2
Organización Panamericana de la Salud: Actualización Epidemiológica Dengue, 7 de febrero de 2020.
https://www.paho.org/es
M.M. Estrella Domesi
5
Las razones de este dramático surgimiento global de dengue / dengue hemorrágico como un importante problema de salud pública son
complejos y no se comprenden bien. Sin embargo, varios factores importantes pueden ser identificados. En primer lugar, el control de
mosquitos efectivo es prácticamente inexistente en la mayoría de los países donde el dengue es endémico. Se ha puesto un énfasis
considerable en los últimos 20 años en el ultra-bajo volumen insecticida rociado espacial para el control de mosquitos adultos, un
enfoque relativamente ineficaz para el control de Ae. aegypti.
En segundo lugar, se han producido importantes cambios demográficos globales, el más importante de los cuales han sido la
urbanización descontrolada y el crecimiento de la población concurrente. Estos cambios demográficos han dado lugar a la
infravivienda y la gestión de residuos inadecuados de agua, alcantarillado y sistemas, todo lo cual aumenta Ae. aegypti densidades de
población y facilitar la transmisión de Ae. aegypti enfermedades transmitidas por vectores.
En tercer lugar, aumento de los viajes en avión proporciona el mecanismo ideal para el transporte de los virus del dengue entre los
núcleos de población de las zonas tropicales, lo que resulta en un intercambio constante de los virus del dengue y otros patógenos.
Por último, en la mayoría de los países la infraestructura de salud pública se ha deteriorado.
Recursos financieros y humanos limitados y prioridades que compiten han dado lugar a una "mentalidad de crisis", con énfasis en la
implementación de los llamados métodos de control de emergencia en respuesta a las epidemias y no en programas de prevención de la
transmisión epidémica en desarrollo. Este enfoque ha sido particularmente perjudicial para el control del dengue, ya que, en la mayoría
de los países, la vigilancia es (al igual que en los EE.UU.) muy insuficiente, el sistema para detectar aumento de la transmisión
normalmente se basa en los informes de los médicos locales, que a menudo no tienen en cuenta el dengue en sus diagnósticos
diferenciales. Como resultado, una epidemia a menudo ha alcanzado o pasado la transmisión antes de que se detecta.
4. INFECCIÓN POR VIRUS DEL DENGUE
El dengue es una enfermedad viral, de carácter endémico-epidémico, transmitida por mosquitos del género Aedes, principalmente por
Aedes aegypti, que constituye hoy la arbovirosis más importante a nivel mundial en términos de morbilidad, mortalidad y afectación
económica (Guzmán et al., 2004; Kindhauser, 2003) que tiene diversas formas de expresión clínica: desde fiebre indiferenciada
(frecuente en niños) y fiebre con cefalea, gran malestar general, dolores osteomioarticulares, con o sin exantema, leucopenia y algún
tipo de sangrado hasta formas graves que – habiendo comenzado con lo anterior – presenta choque hipovolémico por extravasación de
plasma, con trombocitopenia moderada o intensa y con grandes hemorragias en aparato digestivo y otras localizaciones. También el
dengue es capaz de expresarse mediante las llamadas formas "atípicas" que son relativamente infrecuentes y resultan de la afectación
particularmente intensa de un órgano o sistema: encefalopatía, miocardiopatía o hepatopatía por dengue, entre otras (Martínez, 1995;
Martínez, 1997).
4.1 FISIOPATOGENIA
Virus del Dengue
Los virus del dengue pertenecen al género Flavivirus, familia Flaviviridae, con cuatro serotipos serológica y genética distintos. Es un
virus envuelto con un genoma de ARN de cadena positiva simple, que codifica tres proteínas estructurales (cápside [C], premembrana
[prM] y envoltura [E]) y siete proteínas no estructurales (NS1, NS2A,NS2B, NS3, NS4A, NS4B y NS5). La proteína C encapsula el
genoma que luego está rodeado por un membrana de bicapa lipídica, en la que las proteínas E y M están incrustados. La proteína E une
los receptores celulares lo que permite la entrada de virus en células susceptibles, y por lo tanto contiene los epítopos cruciales para la
neutralización por anticuerpos que se desarrollan después de la infección. NS1 a NS5 forman el complejo de replicación que amplifica
el genoma viral. Ellos también juegan papeles importantes en la interacción con las proteínas del huésped necesario para la replicación
exitosa del virus.
Los principales mecanismos fisiopatológicos del dengue grave son:
Formación de anticuerpos antivíricos desprovistos de un papel protector: inducida por la invasión previa de un serotipo heterólogo del
virus del dengue, pero a pesar de esto, se unen a la superficie del virión y tras su interacción, el receptor Fc (glicoproteína que se
encuentra en la superficie de algunas células que contribuyen a la función protectora del sistema inmunológico como los macrófagos,
neutrófilos, mastocitos, células naturales asesinas e inducen a la fagocitosis o citotoxidad de los patógenos), dirigen a los virus del
dengue hacia las células blanco, originando una infección potenciada.
Daño celular: por acción directa del virus, induce apoptosis, necrosis y que puede afectar células como el hepatocito, células
endoteliales y las neuronas. En el endotelio en especial, el daño si es que puede observarse, no es proporcional con la salida de líquido a
un tercer espacio.
Acción de anticuerpos contra proteínas no estructurales del virus del dengue: da como resultado una reacción cruzada contra proteínas
de la coagulación como el fibrinógeno y proteínas de las células endoteliales. Hay también activación del complemento con liberación
de anafilotoxinas y aumento de la permeabilidad vascular.
Lisis celular: por la activación de linfocitos T citotóxicos.
Acción de citocinas: las citocinas como el factor de necrosis tumoral, interferón gamma e interleucina I, liberadas por monocitos y
linfocitos T provocan alteración en la permeabilidad vascular que desemboca en extravasación de líquido, generando hipovolemia,
3
Lalle E, Colavita F, Iannetta M, et al. Prolonged detection of dengue virus RNA in the semen of a man returning from Thailand to
Italy, January 2018. Euro Surveill 2018; 23: 18-00197.
4
Molton JS, Low I, Choy MMJ, et al. Dengue virus not detected in human semen. J Travel Med 2018; 25: tay023.
- FASE CRÍTICA:
- Síndrome de fuga vascular:
- El inicio de la fuga plasmática clínicamente detectable ocurre generalmente entre los días 4 y 6 de la enfermedad, a
menudo en el momento en que disminuyen los otros síntomas. De todas formas, en varios estudios se describe que el
10% de los pacientes que comenzaron con síntomas del Síndrome de shock por dengue aún presentaban fiebre.
- La fuga plasmática puede llevar a disminución del volumen intravascular, hipoproteinemia y derrames serosos.
- Si la fuga es severa, puede diagnosticarse un Síndrome de shock por dengue, diagnosticado con una tensión arterial
diferencial <20 mmHg, con pulso rápido y débil, y signos de mala perfusión. Los niños presentan un umbral más bajo
para el síndrome de fuga vascular lo cual aumenta el riesgo de tener síndrome de shock por dengue.
- Se puede producir un síndrome de distress respiratorio por sobrecarga de fluidos tanto en casos severos de dengue
como en agresivos intentos de hidratación por parte el personal médico.
- Signos de alarma de descompensación cardiovascular: vómitos persistentes, dolor abdominal severo, hepatomegalia
dolorosa, derrames serosos, sangrado de mucosas y letargia.
- Es muy frecuente que se produzcan infecciones secundarias.
- LA fuga plasmática tiende a resolver alrededor de las 48-72 hs.
- Sangrado:
- Sangrados menores son comunes (por ejemplo: petequias cutáneas, facilidad para la aparición de hematomas,
epistaxis, sangrado gingival, sangrados gastrointestinales o ginecológicos, etc) pero no son comunes los sangrados
comunes o universales.
- En niños, sangrados mayores (como los gastrointestinales) solo se ven en un cuadro evolutivo prolongado de shock y
son fatales.
- Los sangrados de mucosas severos pueden provocar en adultos shock hipovolémico.
- En mujeres, puede producirse metrorragia severa y se ha descrito sangrados uterinos durante el embarazo.
- Las hemorragias intracraneales son raras pero de ocurrir, son fatales.
- ES más frecuente que se asocien comorbilidades en adultos que en niños, como enfermedad hepática crónica, úlceras
pépticas, gastritis, etc, lo cual aumenta el riesgo de sangrado. La afectación orgánica (especialmente el hígado),
también es más común en adultos, lo que potencialmente afecta la hemostasia.
- Los adultos sanos tienen intrínsecamente un recuento plaquetario más bajo que los niños, lo cual también incrementa
el riesgo de hemorragia por dengue.
- Disfunción hepática:
- La hepatomegalia y la disfunción hepática suelen ser comunes pero muy raramente son clínicamente significativas. En
general, los títulos de GOT/AST superan los de GPT/ALT.
- En caso de padecer una enfermedad crónica del hígado (por ejemplo: Hepatitis B) puede verse agravado el cuadro de
disfunción hepática.
- La aparición de insuficiencia hepática aguda aislada, en ausencia de Síndrome del shock por dengue, es rara y tiene mal
pronóstico.
- Deterioro del SNC:
- Convulsiones, encefalitis, encefalopatía, neuropatías, Síndrome de Guillain-Barré y mielitis transversa ha sido
reportado en algunos casos.
- Se sabe que el virus del dengue puede invadir el SNC pero la evidencia sobre la fisiopatogenia es variada.
- Disfunción cardíaca:
- Es común la aparición de bradicardia sinusal o arritmias asintomáticas.
- La disfunción miocárdica contribuye a la sobrecarga de fluidos en el síndrome de shock por dengue.
- Una miocarditis franca es rara, con posible evidencia de invasión viral.
- Disfunción ocular:
- Las manifestaciones oculares pueden ser hemorragias retinianas, edema de retina, isquemia macular y neuritis óptica.
- Los pacientes típicamente lo manifiestan como dificultad en la visión indolora, esto suele producirse durante las
manifestaciones de plaquetopenia.
- La mejora gradual se produce durante varias semanas, aunque en algunos casos severos no se produce mejoría.
5
Prueba del torniquete: evalúa fragilidad capilar. Consiste en inflar el manguito del tensiómetro a un punto intermedio entre la
presión sistólica y diastólica durante 5 minutos y luego desinflar el manguito, esperando que la piel vuelva a su color normal y
contando después el número de petequias visibles en un área de 2,5 x 2,5 cm en la superficie ventral del antebrazo. La presencia de 20 o
más petequias indica una prueba positiva.
M.M. Estrella Domesi
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- En casos severos, hay evidencia de que corticoides producen una buena respuesta.
- Disfunción de otros órganos:
- Hematuria microscópica se ha descrito en un 20-30 % de pacientes con dengue pero la insuficiencia renal aguda es
muy rara.
- La falla renal a veces es vista en asociación con un Síndrome de shock por dengue severo o con rabdomiolisis.
- FASE DE RECUPERACIÓN:
- Con un adecuado tratamiento de sostén, la recuperación total se produce a las 1-2 semanas.
- Fatiga o depresión post-viral han sido descritos, pero son pocos los estudios que han evaluado estos síntomas de forma
prospectiva.
- Se puede producir un rash cutáneo que resuelve lentamente al pasar las semanas.
- En caso de que se produzca persistencia de la fiebre luego de los 10 días, sopesar la posibilidad de sobreinfección
bacteriana o la aparición de complicaciones raras, tales como Linfohistiocitosis hemofagocítica secundaria6.
5. ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Es probable que el médico que atiende un paciente con dengue indique un recuento leucocitario en busca de la frecuente leucopenia,
la cual puede ser intensa hasta mostrar menos de 1.000 leucocitos x mm cúbico. La fórmula diferencial hará evidente la neutropenia
propia de la fase inicial de la enfermedad, algunas células en banda y linfocitos atípicos. El hematocrito y el recuento plaquetario serán
los exámenes de laboratorio clínico indispensables en el paciente que se sospeche pueda evolucionar hacia el dengue grave, con
extravasación de líquidos, choque y hemorragias, aunque su realización no es estrictamente necesaria durante el seguimiento del caso
febril sospechoso de dengue si no hay sangrados espontáneos o –al menos- tenga una prueba del lazo positiva. Los enfermos que
requieren hematocritos y recuentos plaquetarios, generalmente los necesitan seriados durante varios días.
El estudio del paciente debe completarse según el cuadro clínico, las posibilidades del lugar y el tipo de atención que esté recibiendo:
ambulatoria o con hospitalización, en este segundo caso puede incluir la realización de coagulograma completo, eritrosedimentación,
proteínas totales, ionograma, gasometría, urea, creatinina, transaminasas u otras enzimas en sangre que expresen citólisis hepática, así
como medulograma, si fuera necesario.
Para el diagnóstico diferencial, en determinados casos, puede requerirse del hemocultivo, la gota gruesa, estudio del líquido
cefalorraquídeo (citoquímico y bacteriológico) y otras pruebas más específicas. Los estudios radiológicos de tórax y la ultrasonografía
abdominal son muy útiles en el dengue hemorrágico, así como el electrocardiograma y el ecocardiograma si se considera una posible
afectación miocárdica. Con este último se puede identificar un derrame pericárdico, pero también algo más importante: una
contractilidad miocárdica disminuida que sea expresión de miocarditis por dengue.
El estudio radiológico de tórax (vistas anteroposterior y lateral) permite conocer la presencia de derrame pleural, así como
cardiomegalia u otra alteración torácica. En la última década, la utilización de estudios sonográficos ha permitido la identificación
temprana de ascitis, derrame pleural y pericárdico, así como el engrosamiento de la pared de la vesícula biliar por edema de la pared,
todos los cuales son signos de extravasación de líquidos, así como el diagnóstico de acúmulos de líquido en las áreas perirrenales que
han sido asociadas al choque por dengue y que no tienen otra explicación que la propia fuga capilar, en esta ocasión hacia el espacio
retroperitoneal.
Se considera Caso Confirmado a todo paciente sospechoso que tenga un diagnóstico confirmatorio de dengue por laboratorio, o por
nexo epidemiológico, según la situación epidemiológica.
La confirmación del diagnóstico de dengue se hace por alguna de las siguientes técnicas, dependiendo de la situación epidemiológica de
la región, y del momento entre el inicio de los síntomas y la toma de la muestra:
- En un área sin circulación autóctona de Dengue:
- Si la muestra (suero o tejidos) es obtenida ANTES del 5º día de evolución de los síntomas:
Se dispone de diferentes metodologías diagnósticas:
- Si se realiza detección de Antígeno NS1:
• Si el resultado es positivo se considera DENGUE PROBABLE y debe realizar Aislamiento
viral/detección de genoma o detectar anticuerpos en una muestra de más días de evolución.
• Si el resultado es negativo, no se descarta el diagnóstico y se debe solicitar nueva muestra de suero con
más de 5 días de evolución para su confirmación.
- Si se realiza aislamiento del virus y/o detección del genoma viral de muestras de suero y/o tejidos.
• Si el resultado es positivo, se CONFIRMA el caso de dengue.
6
La linfohistiocitosis hemofagocítica es un trastorno infrecuente que causa disfunción inmunitaria en lactantes y niños pequeños.
Muchos pacientes presentan un trastorno inmunitario de base, aunque en algunos no se conoce el trastorno subyacente. Las
manifestaciones pueden consistir en linfadenopatías, hepatoesplenomegalia, fiebre y alteraciones neurológicas. El diagnóstico se basa
en criterios clínicos y de estudios complementarios (genéticos) específicos. Por lo general, el tratamiento consiste en quimioterapia y,
en los casos resistentes o con causa genética, trasplante de células madre hematopoyéticas.
M.M. Estrella Domesi
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• Si el resultado es negativo no se descarta el diagnóstico. Se debe solicitar una nueva muestra de suero del
paciente con más de 5 días de iniciados los síntomas para realizar búsqueda de anticuerpos específicos.
- Si la muestra es tomada a partir de los 5 días de iniciados los síntomas:
- Se realiza detección de anticuerpos IgM específicos para virus de dengue.
• Si el resultado es negativo, se descarta el diagnóstico de dengue.
• Si el resultado es positivo para IgM, SE CONSIDERA UN CASO PROBABLE DE DENGUE y se
requiere una segunda muestra para confirmar mediante prueba de Neutralización.
- Si el resultado es NEGATIVO se descarta el caso de dengue
- Si el resultado es CONSTANTE se considera un caso de dengue anterior
- Si el resultado es POSITIVO se confirma el caso de dengue por laboratorio
- En un área CON circulación autóctona de Dengue:
En esta situación epidemiológica, toda persona con cuadro clínico compatible con dengue y nexo epidemiológico constituirá un caso
de dengue a los fines de su tratamiento.
En un área en la que ya se ha confirmado un brote de dengue, el diagnóstico de laboratorio no está destinado al manejo de los casos
sino que se realiza para la vigilancia.
En consecuencia, sólo se debe tomar muestras para el diagnóstico etiológico a una pequeña proporción de los casos sospechosos a fin
de monitorear la duración del brote en el tiempo y vigilar la potencial introducción de nuevos serotipos en el área. También debe
realizarse
diagnóstico etiológico a todos aquellos casos con presentación clínica atípica, graves y/o mortales que pudieran atribuirse al virus
dengue.
Para estos casos específicos, la Dirección de Epidemiología de cada provincia será la encargada de transmitir al personal de salud la
cantidad de muestras que deberán ser analizadas, de acuerdo al algoritmo de toma de muestras emitido por el Laboratorio Nacional de
Referencia (INEVHMaiztegui) y de acuerdo a las capacidades y recursos laboratoriales provinciales y nacionales.
- Si la muestra es tomada antes de los 5 días de iniciados los síntomas:
• Detección de antígeno NS1/Aislamiento del virus y/o detección del genoma viral de muestras de suero y/o tejidos,
para monitoreo de serotipo y genotipo.
- Si la muestra es tomada después de 5 días de iniciados los síntomas:
• Detección de anticuerpos IgM de virus dengue.
• Neutralización en par serológico en un porcentaje de los casos.
En pacientes post mortem:
• Detección de antígeno NS1/Aislamiento viral y/o detección de genoma viral por PCR en
muestras de suero obtenida por punción cardíaca, o tejidos.
• Serología IgM e IgG (en par de sueros).
• Inmunohistoquímica en muestras de tejidos en formol tamponado (buffer).
6. TRATAMIENTO
La identificación de terapias específicas para el dengue ha sido un foco importante de investigación en las últimas décadas. Dado que la
viremia alta se considera un factor de riesgo para desarrollo de dengue grave, se cree que al administrarse una droga antiviral en etapas
tempranas de infección podría tener el potencial tanto de acortar la duración de la infección así como mitigar su gravedad. Si fuera así
de efectiva, esta droga también podría reducir la capacidad de contagio de las personas al limitar el período de infectividad. De todas
formas, a pesar de estudios randomizados para comprobar la efectividad de ciertos antivirales (cloroquina, balapiravir, celgosivir y
lovasatin) no hay evidencia de que alguna de estas drogas reduzca la viremia en plasma o disminuya el riesgo de complicaciones.
Actualmente se encuentra en curso, un estudio para ivermectina (ClinicalTrials.gov number NCT02045069). En todos los estudios
publicados hasta la fecha, aunque los tratamientos fueron iniciados entre las 48 a 72hs de iniciados los síntomas, se cree que sería
necesario un inicio más prematuro para lograr disminuir la viremia.
En paralelo a esto, con los grandes conocimientos adquiridos sobre la estructura y biología del virus del dengue, han aumentado los
esfuerzos en el descubrimiento de alguna droga que tenga como objetivo sitios diana del huésped y del virus. Son de particular interés,
pequeñas moléculas que permiten el ingreso viral. Actualmente, la droga molecular más avanzada es un inhibidor de NS4B, que se
encuentra en desarrollo por Farmacéuticas Janssen, que tal vez en los próximos años logre ingresar a un estudio de casos randomizado.
Una alternativa potencial de intervención involucra la supresión de la respuesta inmune del huésped, por ejemplo con el uso de
corticoides. Pero, durante los años 80s se realizaron estudios randomizados para probar su efectividad y estos muestran que su uso no
produce una modificación en la mortalidad. En estudios randomizados más recientes, el uso de prednisolona por vía oral
administrados durante la fase aguda no contribuyó en la disminución del riesgo de complicaciones o severidad. En este caso, también se
podría pensar que la administración debería realizarse más tempranamente para mostrar una respuesta más relevante. Una revisión
7
Antequera Martín AM, Barea Mendoza JA, Muriel A, Sáez I, Chico‐Fernández M, Estrada‐Lorenzo JM, Plana MN. Buffered
solutions versus 0.9% saline for resuscitation in critically ill adults and children. Cochrane Database of Systematic Reviews. 2019
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La OMS recomienda que se realice una supervisión de los programas de lucha contra el Dengue que incluye el seguimiento
continuado de su proceso o desempeño, a fin de calcular la propagación y la carga de morbilidad a lo largo de varios periodos de
tiempo.
Una estrategia de supervisión y evaluación adecuada y exhaustiva permite a los responsables de la toma de decisiones evaluar la eficacia
de estrategias diversas en la transmisión del dengue.
La supervisión incluye la vigilancia del número de casos de la enfermedad en humanos, la transmisión por vectores y los
comportamientos adoptados por las comunidades:
- Vigilancia de la enfermedad:
Es esencial vigilar de manera eficaz los casos de dengue para:
● Detectar brotes a fin de iniciar medidas oportunas y eficaces de control;
● Supervisar las tendencias de incidencia de la enfermedad, incluida la distribución temporal y geográfica de los
casos registrados;
● Supervisar el número de casos graves de dengue y de defunciones a causa de la enfermedad;
● Evaluar y confirmar la posibilidad de brotes a partir de datos serológicos;
● Supervisar las repercusiones de las intervenciones de control.
Para la vigilancia epidemiológica es necesario informar sobre los siguientes indicadores:
● Casos (clínicos) sospechosos de dengue y dengue grave;
● Casos confirmados (con análisis de laboratorio) de dengue y dengue grave;
● Serotipos circulantes (DEN-1,-2,-3 o -4);
● Número de defunciones por dengue o dengue grave;
● Número de defunciones de enfermos de dengue grave, con o sin diagnóstico confirmado.
Para prevenir y controlar una epidemia de dengue de forma eficaz, es necesario disponer de un programa de vigilancia
basado en pruebas de laboratorio (con diagnósticos serológicos y virológicos) que puedan alertar rápidamente ante la
propagación inminente de una epidemia. Sin embargo, para la detección temprana de los casos sospechosos, debe
valorarse la posibilidad de asumir la supervisión rutinaria de los casos de fiebre en los sitios centinela.
- Vigilancia de los vectores
Vigilar la densidad de mosquitos Ae. aegypti es importante para determinar los factores relacionados con la transmisión
del dengue, a fin de fijar prioridades de zonas y estaciones para el control de vectores. La selección de las estrategias de
vigilancia adecuadas se basa en los resultados/objetivos; se tienen también en cuenta el tiempo, los recursos y los niveles
de infestación.
Además, la vigilancia de los vectores es necesaria para mantener el efecto de las medidas de control y detectar cualquier
incremento en la densidad de los vectores.
Los indicadores más usados para la vigilancia de los vectores son los siguientes:
Prospecciones de larvas:
● Índice de viviendas (IV)(IM): porcentaje de viviendas infestadas con larvas o pupas.
● Índice de recipientes (IR): porcentaje de recipientes de agua infestados con larvas o pupas.
● Índice de Breteau (IB): número de recipientes positivos por cada 100 viviendas inspeccionadas.
Prospecciones de pupas:
● Índice de pupas (IP): número de pupas por cada 100 viviendas inspeccionadas.
Prospecciones de imagos:
● Estimación de la población adulta mediante ovitrampas, trampas adhesivas, capturas de mosquitos que se posan
sobre humanos u otras trampas similares.
- Supervisión del cambio conductual
La comunicación para lograr un cambio conductual (COMBI) es un proceso metodológico que combina
estratégicamente varias intervenciones de comunicación diseñadas para que las personas y las familias adopten conductas
saludables y las mantengan.
Este método emplea un enfoque de gestión para planificar la movilización social y la comunicación a fin de lograr un
cambio conductual en materia de salud pública.
El método COMBI tiene unos objetivos conductuales precisos y se centra en la puesta en práctica y el mantenimiento de
ciertas conductas mediante la supervisión de las comunidades.
Ha de supervisarse mediante unos indicadores conductuales adecuados, además de los indicadores entomológicos
anteriormente mencionados.
8.2 ESTRATEGIAS DE LUCHA ANTIVECTORIAL
8
Dickens BL, Sun H, Jit,M , Cook AR, Carrasco LR.Determining environmental and anthropogenic factors which explain the global
distribution of A
edes aegypti and A
e. albopictus.2018.
M.M. Estrella Domesi
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tema relacionado con los mosquitos y las características de cada una de las etapas de sus ciclos de vida debería incorporarse en la
currícula.
La información habilitada para la comunidad, que está provista por campañas en la vía pública y la página web del Ministerio de Salud
de la Nación se enfocan en ayudar a la población a identificar los síntomas de inicio:
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas son:
fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones
náuseas y vómitos
cansancio intenso
aparición de manchas en la piel
picazón y/o sangrado de nariz y encías
Ante estos síntomas se debe acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado.
Además se aconseja sobre técnicas y buenos hábitos para prevenir la aparición de mosquitos:
Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas,
tambores).
Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de
la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de
mosquito que puedan estar adheridos.
Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda.
Manteniendo los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados.
Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.
Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
Y por último, en la página web aconseja sobre formas de prevenir la picadura de dichos mosquitos:
Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en la habitaciones.
Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
Utilizando repelentes ambientales como tabletas y espirales.
Planificación participativa de acciones para la prevención y control del dengue.
Las acciones que se requieren para la prevención de una enfermedad como el dengue, es fundamental la planificación entre todos los
actores comunitarios: personal de salud, educación, autoridades, instituciones intermedias, escuelas, ONGs, medios de comunicación,
voluntarios espontáneos, etc.,reconociendo lo que cada uno puede aportar desde su espacio para el bienestar general. Las acciones que
se pueden realizar para controlar y prevenir el dengue en la comunidad son múltiples, y algunas implican transformaciones
estructurales, como por ejemplo el establecimiento de un servicio adecuado de provisión de agua potable. Este tipo de acciones, que
logran modificaciones permanentes en el hábitat de los mosquitos, demandan tiempo, recursos y el involucramiento de muchos más
actores sociales que los vecinos. Las acciones tendientes a cambios conductuales, están orientadas a incrementar la protección personal
frente al contacto con el vector (instalación de mosquiteros o empleo de repelentes). Otras acciones -sobre el domicilio y peridomicilio-
que también implican cambios de conducta son por ejemplo el “tratamiento” de los recipientes útiles, la eliminación de residuos y la
eliminación de criaderos “naturales” que pueden servir como lugar de reproducción de los vectores, cuyo impacto será lograr
transformaciones transitorias del hábitat de los vectores.
9. CONCLUSIÓN
El dengue es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro
serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo
el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. Durante el 2019, en América, se presentaron las cifras más elevadas de los
últimos años, ascendiendo a 3.140.872 el número de infectados por el virus del dengue. Los síntomas aparecen 3–14 días (promedio de
4–7 días) después de la picadura infectiva. El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta a lactantes, niños pequeños y
adultos. Los síntomas son una fiebre elevada (40Cº) acompañada de dos de los síntomas siguientes: dolor de cabeza muy intenso, dolor
detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o rash cutáneo.El
dengue grave es una complicación potencialmente mortal porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos,
dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica. No hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la
detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen la mortalidad. Son necesarias políticas de salud pública para
la lucha contra el dengue, tanto para la erradicación del vector, la eliminación del virus y la educación de la población al respecto,
siendo así la única forma de lograr disminuir el número de personas afectadas.
11. BIBLIOGRAFÍA