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CONGREGACIÓN DE MISIONEROS OBLATOS DE LOS

CORAZONES SANTISIMOS

Testigos de la
Misericordia de
Dios

ESTATUTOS Y REGLAMENTO DEL MOVIMENTO DE


LAICOS OBLATOS MATOVELLANOS
MOLOMA
… Los fieles laicos son llamados personalmente por
el Señor, de quien reciben una misión en favor de la
Iglesia y del mundo…” cita

QUITO, OCTUBRE DE 2015


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CAPITULO PRIMERO

CONSTITUCIÓN, NATURALEZA, DOMICILIO Y


DURACIÓN

ARTÍCULO 1. FUNDAMENTACIÓN.- Los textos bíblicos y


en concreto el Evangelio de Mateo, asemeja el Reino de los
Cielos a un “propietario, que salió a primera hora de la
mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose
ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su
viña" (Mt 20, 1- 2). La parábola revela la inmensidad de la
viña y la multitud de personas, hombres y mujeres que son
llamados y enviados por el Señor a trabajar en ella, hasta la
venida definitiva del Reino de los Cielo. Este llamado y
misión siempre ha resonado en todo bautizado, ya lo decía
San Gregorio Magno: “Fijaos en vuestro modo de vivir,
queridísimos hermanos y comprobad si ya sois obreros del
Señor. Examine cada uno lo que hace y considere si trabaja
en la viña del Señor.”

El Padre Matovelle guiado por el Evangelio y por los textos


patrísticos, en su vida de laico, buscó siempre la Voluntad
del Señor y con su profesión y apostolado, extendió el Reino
de Dios entre los pobres y humildes; para él el laico no
puede quedarse con el “título honroso de hijo amante de la
patria, sino ofrece todo el contingente de sus fuerzas físicas,
morales y religiosas a la gloriosísima empresa del Reinado
Social del Sagrado Corazón.” (P. Matovelle)

Por su parte el Concilio Vaticano II en su rica doctrina y


espiritualidad, contenida en el decreto Apostolicam
actuositatem, invita a todos los laicos a responder a la
llamada del Señor con “ánimo generoso, prontitud de
corazón, entusiasmo y magnanimidad, para que se unan
cada día más íntimamente y se asocien a su misión
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salvadora en las ciudades y lugares a donde Él está por
venir.” (AA 33)

En el momento actual, la nueva evangelización debe


implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los
bautizados. Nadie debe postergar este compromiso con la
evangelización, con excusas de imperfección; la misión es
estímulo a salir de la mediocridad, causa de relativismo
cultural y pobreza social. (Const Art 129)

ARTÍCULO 2.- CONSTITUCIÓN. Entre los discípulos de


Cristo, hay hombres y mujeres, que sintiendo la llamada del
Señor, viven su identidad bautismal en el mundo
participando y desarrollando la misión Real, Sacerdotal y
Profética de Nuestro Señor Jesucristo; dimensiones propias
de todo bautizado, que le comprometen a ser luz del mundo
y a llevar con su estilo propio de vida, el mensaje divino de
la salvación a la familia, al trabajo y a todos los escenarios
donde trascurre la vida, social, cultural, económica y política
del mundo.

El Movimiento de Laicos Oblatos Matovellanos, cuya sigla


es MOLOMA, se constituye como una entidad laical, sin
ánimo de lucro, que identificado con el Carisma Oblato y la
Espiritualidad Matovellana, se agrupa y asocia para llevar
adelante la misión de la Iglesia y desarrollar su vocación
bautismal en las obras y campos pastorales que lideran los
Misioneros Oblatos. Su único interés es vivenciar la
Espiritualidad Matovellana y cooperar en la obra apostólica
de la Congregación.

ARTICULO 3.- El MOLOMA está conformado por hombres y


mujeres, que movidos por el Espíritu Santo, han descubierto
en la Espiritualidad Matovellana un camino de santidad e
identificándose con ella, optan libre, espontánea y
voluntariamente por asumirla y vivenciarla en su vida

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cotidiana en los diferentes campos de acción pastoral de la
Congregación en la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia.

Los laicos que integran el MOLOMA, podrán asociarse a un


proyecto u obra evangelizadora oblata, de manera personal,
en pareja, como familia o constituyendo un equipo laico
misionero. Antes de emprender cualquier obra, proyecto o
misión, deben seguir un proceso de formación que les
ayude a desarrollar su identidad matovellana.

Los miembros del MOLOMA, viven en sus familias o pueden


conformar comunidades cristianas laicas matovellanas (esto
habría que presisar y reflexionar), que inspiradas en el
carisma oblato, realizan una experiencia comunitaria bajo la
orientación de un sacerdote oblato designado por el
Superior General o por el Animador Local; en cualquiera de
estas formas de vida, los Laicos Oblatos Matovellanos
buscan sus santificación.

ARTÍCULO 4.- NATURALEZA E IDENTIDAD. El MOLOMA


es una entidad laical que se fundamenta en las enseñanzas
del Evangelio, el Magisterio de la Iglesia Católica y las
enseñanzas y espiritualidad del Padre Matovelle y del
Carisma Oblato; responde al espíritu y disposiciones de las
Constituciones y Directorio de la Congregación de
Misioneros Oblatos de los Corazones Santísimos en los
artículos 128 y 129 parágrafos 1 al 3; y al Decreto Capitular
No 4 de 2008.

ARTÍCULO 5.-CARÁCTER ESPECÍFICO DEL MOLOMA.


Los miembros se caracterizan por vivir su vocación y misión
desde la espiritualidad de la Congregación de Misioneros
Oblatos, según su carisma de “Imitar, la vida de hostia e
inmolación que llevó Nuestro Señor Jesucristo desde su
encarnación hasta su asunción triunfante y que continúa
aún en la tierra, en el adorable Sacramento del Altar y en el
cielo a la diestra del Eterno Padre.” (Const Art 1), por su
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consagración bautismal. La espiritualidad de oblación, tiene
como núcleos esenciales: la Eucaristía, la meditación de la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, la devoción a los
Corazones Santísimos de Jesús y María, el amor y la
confianza absoluta al Espíritu Santo, y la devoción de los
santos patronos de la Congregación.

Además desarrollarán y orientarán su vida bajo el proyecto


de vida personal y trabajarán incansablemente por extender
el Reinado Social del Sagrado Corazón de Jesús, (Const Art
4), lo mismo que la devoción al Padre Matovelle, en la
familia, lugar de trabajo, vecindario, parroquia, ciudad y
sociedad.

ARTÍCULO 6.- DOMICILIO. EL MOLOMA tendrá su sede de


dirección y coordinación en la ciudad de Quito, en la casa
General Virgilio Maldonado, en la calle Venezuela N11-263
y Matovelle. Su misión se llevará a cabo en los diversos
campos de apostolado que la Congregación tiene en los
países en donde ella se encuentra.

ARTÍCULO 7.- DURACIÓN. El MOLOMA se constituye por


un tiempo indefinido y sólo podrá disolverse por las causas
establecidas en los presentes estatutos y/o por motivos
legales.

CAPÍTULO SEGUNDO
DEL OBJETIVOS PRINCIPAL Y ESPECÍFICOS

ARTICULO 8.- OBJETIVO PRINCIPAL. El MOLOMA se


organiza y estructura para promover y desarrollar la
identidad, espiritualidad, vocación y misión de los laicos
desde el carisma y espiritualidad Matovellanos; para que
apoyen y asuman la pastoral oblata, como un espacio que
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les permita ejercer su compromiso bautismal en busca de su
santificación.
Respondiendo a los retos de la Iglesia actual, el MOLOMA
sale a las periferias a develar el Reinado Social del Sagrado
Corazón de Jesús y a hacer conocer a Matovelle, apóstol de
los Sagrados Corazones de Jesús y de María en la urbe y
en los campos, respondiendo al mandato del Señor. “Id a
todo el mundo y predicad el Evangelio” (Mt 16,15); para esto
realizará un proceso de formación, el cual será definido por
el EFO y la COM.

ARTÍCULO 9.- OBJETIVOS ESPECIFICOS. Para alcanzar


el objetivo principal los Laicos Oblatos Matovellanos se
establecen los siguientes:

a. Lograr una respuesta afectiva y efectiva a la llamada


del Señor como bautizado, para la vivencia de la
triple misión de la cual Jesús le ha hecho partícipe.
b. Obtener la afinidad de la espiritualidad propia como
laico bautizado con la espiritualidad específica de la
Congregación de Misioneros Oblatos.
c. Alcanzar el compromiso de vivir, compartir, extender
e inculturizar el Carisma Oblato, en la familia, trabajo,
Iglesia y sociedad, buscando la instauración de la
justicia social, la equidad y el desarrollo como
manifestación del Reinado Social de Jesucristo.
d. Identificar el carisma y la espiritualidad matovellanos
como un itinerario de santificación personal y
familiar.
e. Adquirir una madurez en la fe que permita entrar en
diálogo ecuménico con quienes no están en plena
comunión con la Iglesia o con quienes la
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abandonaron o se muestran indiferentes frente a
Dios o frente a ella.

CAPITULO TERCERO
DE LA VIDA ESPIRITUAL, FRATERNA Y APOSTÓLICA

ARTÍCULO 10.- LA VIDA ESPIRITUAL. El Laico Oblato


conociendo la espiritualidad matovellana la incorporarà en
su vida como paradigma de la vivencia y desarrollo de su
vocación y misión en la Iglesia.

ARTICULO 11.- La espiritualidad matovellana es una forma


de orientar la vida y desarrollarse como persona, en las
relaciones fraternas con la familia y en la responsabilidad
como bautizado y como ciudadano.

ARTICULO 12.- Los pilares de la espiritualidad oblata son:


12.1 Santisima Trinidad: El laico oblato adorará al augusto
misterio de la Trinidad como modelo excelso de familia,
comunión, misión y caridad, virtud ésta que une al Padre y
al Hijo por la acción del Espíritu Santo.

12.2 La Eucaristía. El laico oblato debe celebrar la


Eucaristía en lo posible diariamente y vivenciarla en todos
los ámbitos y escenarios donde desarrolle su trabajo, en sus
cuatro fines: reparación, acción de gracias, súplica y
holocausto, adorando el “sublime misterio del Santísimo
Sacramento como Padre y Superior del MOLOMA, a quien
hay que recurrir con la más tierna confianza, como el único y
eficaz remedio de todas las necesidades”. (Cons. Art 10)

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12.3 Sagrado Corazón de Jesús: Es la expresión de Jesús y
de su divina misericordia. Ella debe ser la fuente de nuestro
amor y misericordia al prójimo, liberando el corazón de todo
resentimiento y haciéndolo generoso en el perdón.

12.4 Virgen María. Teniendo la Virgen María un puesto


esencial en la vida del cristiano y específicamente en la vida
del Laico Oblato Matovellano, debe ser considerada como
su Madre, protectora y confidente, y por ello, manifestará un
gran amor y devoción a la Santísima Virgen, honrándola
bajo los títulos de su Inmaculado Corazón y la Dolorosa;
procurando celebrar con toda solemnidad las festividades
marianas que la Iglesia propone a lo largo del año litúrgico.

12.5. Santos Patronos. Los Laicos Oblatos Matovellanos


venerarán a los Santos Patronos de la Congregación como
modelos a seguir y como intercesores en su camino de
santificación: San José, San Miguel Arcángel, San Juan
Evangelista, San Felipe Neri, San Francisco de Sales, Santa
Mariana de Jesús, Santa María Magdalena y Santa
Margarita María de Alacoque.

ARTÍCULO 11.- VIDA FRATERNA. El Laico Oblato


Matovellano se esforzará por vivir en su familia y comunidad
social y parroquial, una auténtica vida de comunión fraterna
según la imagen de la familia de Nazareth y el espíritu de
las bienaventuranzas y de los valores Matovellanos,
expresados en gestos de misericordia, justicia, buen trato,
capacidad de autodominio, amor y compromiso con los
pobres.
La vida fraterna es un proceso de realización continua que
parte de la autoimagen y autoconcepto que cada laico tiene
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de sí, para desde allí estructurar cualquier tipo de relación
interpersonal, en la cual nace y se fortalece la convivencia
armónica y, desde la experiencia de fe se constituye en una
fraternidad, preanuncio de la vida plena en el Reino de Dios.

Como Laico Oblato Matovellano deberá desarrollar su


identidad como bautizado, a partir de los valores propios del
Carisma y Espiritualidad Matovellanos. caridad y sacrificio,
renuncia de sí mismo e inmolación, sencillez de vida,
acogida, tolerancia, limpieza de corazón, silencio interior
para propiciar la escucha del Señor, dialogo transparente,
capacidad de perdón y conversión continua, buscando
siempre la mayor gloria de Dios y el establecimiento de la
justicia y la dignidad de las personas.

La familia, los jóvenes y los pobres, son los escenarios


privilegiados para testimoniar el proceso de conversión, al
haberse dejado encontrar por el Señor a través de la
espiritualidad Matovellana. En estos y en todos los campos
de la vida social, cultural y religiosa, el Laico Oblato
Matovellano debe tener apertura a la verdad, al dialogo, al
perdón, a las diferencias y a la tolerancia.

La familia. siendo la cuna y la escuela de la persona; debe


ser el primer campo en donde el Laico Oblato Matovellano,
viva su vocación y su misión como laico comprometido
esforzándose en cultivar en ella los valores matovellanos. El
Laico Oblato debe saber que el primer campo a evangelizar
es su propia familia, después de ella. otras.

ARTÍCULO 13.- LA VIDA APOSTÓLICA. Los Laicos Oblatos


Matovellanos llamados a ser discípulos, misioneros testigos
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creíbles de Dios en el mundo, participarán del apostolado
oblato, ejerciendo y desarrollando su vocación, misión e
identidad como bautizados. El Laico Oblato Matovellano
debe saber que la eficacia de la pastoral no está en la
retórica de la doctrina, sino en el testimonio de vida y en la
riqueza espiritual que diariamente debe cultivar con su
familia y en su trabajo, nutriéndose siempre de Jesucristo,
Camino, Verdad y Vida, expresado genuinamente en el
Santísimo Sacramento y en el Sagrado Corazón de Jesús.
Esta misión no se entiende sino desde los presupuesto de
una Iglesia en salida, con un nuevo ardor, nuevos métodos y
nuevas expresiones, en consonancia con las líneas de
acción del Plan Global Congregacional.

CAPITULO CUARTO
DE LAS MODALIDADES DE LOS LAICOS
OBLATOS MATOVELLANOS

ARTÍCULO 17.- LOS MIEMBROS. Son hombres y mujeres,


mayores de edad, con el deseo de crecer y madurar en la
fe, desde el carisma y espiritualidad Matovellanos. Pueden
participar en el laicado oblato Matovellano como persona,
como pareja o como familia de manera libre y voluntaria.

ARTÍCULO 18.- MODALIDADES. Una persona, puede ser


Laico Oblato Matovellano en tres modalidades: voluntarios,
asociados, agregados.

ARTÍCULO 19.- VOLUNTARIO. Es la persona que de


manera libre, altruista y solidaria opta a partir de un
compromiso serio con Jesucristo e identificado con el
Carisma y la Espiritualidad Matovellanos, por apoyar y
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efectivizar el plan pastoral de la Congregación de
Misioneros Oblatos en determinado campo, dedicando su
tiempo completo, capacidades y recursos en la tarea
evangelizadora. Son los que viven en casas de la
Comunidad por un periodo de 1 hasta 2 años.

ARTÍCULO 20.- EL VOLUNTARIADO OBLATO. Es la


experiencia que la Congregación de Misioneros Oblatos
tiene para ofrecer a los laicos quienes después de un
periodo de formación en el Carisma y la Espiritualidad
Matovellanos, desean apoyar y trabajar en una obra o
proyecto pastoral oblato.

ARTÍCULO 21.- CAMPOS DEL VOLUNTARIADO OBLATO.


Un laico puede participar como voluntario dedicando su
tiempo, capacidades y recursos para trabajar en el proyecto
educativo oblato; pastoral parroquial oblata; pastoral de la
comunicación oblata; en la Fundaciones oblatas; una
experiencia de misión en los tiempos litúrgicos fuertes; o ser
enviado a una misión no oblata.

ARTÍCULO 22. EL TIEMPO DE VOLUNTARIO. El laico que


desea ser voluntario oblato, debe dedicar un tiempo mínimo
de un año y hasta dos; estar disponible a ir donde el padre
responsable de laicos oblatos lo designe, teniendo en
cuenta las capacidades, conocimientos y necesidades
pastorales. Por este tiempo y por el trabajo no recibirá
ninguna remuneración laboral, pero el sustento durante ese
periodo, lo asumirá la Congregación.

ARTÍCULO 23.- FRATERNIDAD Y OBEDIENCIA. El laico


que decida ser voluntario oblato, debe insertarse en la
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comunidad religiosa a donde lo hayan designado y estar
bajo la obediencia y coordinación del superior local, con
quien trazarán un plan de trabajo conjunto, con indicadores
claros de resultados, con seguimiento continuo, fechas de
evaluación y retroalimentación, por el tiempo que esté
definido para la experiencia.

ARTÍCULO 24.- FIN DE LA EXPERIENCIA. Terminada la


experiencia, el Superior Local o encargado de obra, enviará
un informe objetivo y detallado de la vivencia, trabajo y
espiritualidad del voluntario oblato, al padre encargado de
los laicos. Ahora bien, el laico voluntario oblato terminada su
experiencia puede solicitar profundizar en la misma o pasar
a otra etapa o también cambiar de campo de apostolado.

ARTÍCULO 25. EL AGREGADO. Es la persona que


manifiesta adhesión a la Congregación y por lo tanto a la
Iglesia como expresión de su vocación bautismal, y quiere
ayudar al proyecto oblato o a una obra en particular, con
recursos económicos, materiales o profesionales; ya que su
situación de vida no le permite dar tiempo a la obra,
entonces coopera de esa manera.

Un Laico Agregado Oblato se identifica con el carisma y


Espiritualidad Matovellanas y recibe su formación, aunque
no de una manera regular y sistemática, sino a través de
encuentros que no se extiendan más allá de una jornada; su
proceso de crecimiento espiritual está en desarrollar y
fortalecer una espiritualidad de familia desde los elementos
claves de la Espiritualidad Matovellana.

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El Laico Agregado Oblato, con sus potencialidades y
formación específica, puede cooperar con el proyecto
pastoral oblato, profesional o económicamente y aún con su
tiempo en alguna obra específica.

ARTÍCULO 26.- LAICO ASOCIADO OBLATO. Es la persona


que se identifica con el carisma y la espiritualidad
Matovellanos, trabaja en las obras de la Congregación con
una remuneración, pero que asumiendo la mística oblata,
dedica tiempo y entrega a la obra, proyecto o misión que la
Congregación le haya encargado.

CAPITULO QUINTO
LA FORMACIÓN DE LOS LAICOS OBLATOS
MATOVELLANOS

PERFIL DEL LAICO OBLATO: sacarlo del Plan


Global en la vitácora # 154; tambien sacar de los
perfiles de las dimensines del Perfil oblato # 148 a
152, lo que se vea más própio para un laico.

ARTÍCULO 28.- LA FORMACIÓN del Laico Oblato


Matovellano es un proceso orientado a desarrollar la
conciencia de su ser como bautizado para descubrir y
vivenciar su vocación laical, con miras a la realización de su
misión en la Iglesia y en la sociedad, producto de un
acompañamiento muy cercano y de una eficaz capacitación
en la Sagrada Escritura, el Magisterio de la Iglesia y la
Espiritualidad Matovellana.
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ARTÍCULO 29.- NÚCLEOS DEL PROCESO FORMATIVO.
El proceso de formación del Laico Oblato Matovellano
consta de 6 núcleos esenciales:
1) El encuentro personal con Jesucristo vivo: en la
escucha y el discernimiento de la llamada a vivir el
bautismo como un proyecto radical de vida.
2) La conversión: como respuesta dada a la llamada del
Señor, en un proceso permanente de cambio de
mentalidad y de corazón para una vivencia auténtica
del bautismo en la Iglesia y en la sociedad.
3) La oblatividad: como nota esencial y distintiva del ser
y del que hacer del laico Oblato Matovellano, se
constituye en el espíritu y en la mística para vivir su
vocación en la Iglesia y en la sociedad.
4) La comunión: es la expresión del testimonio de que la
vida cristiana se inicia en la familia como sacramento
de vida y se trabaja por la unidad eclesial, la justicia,
la paz, la solidaridad y el cuidado y protección del
medio ambiente, como la casa de todos los hijos de
Dios
5) El discipulado: es el caminar continuo de una persona
madura en la fe que sigue fascinada con Jesús, su
palabra y su obra, y que contagia a los otros en los
diversos escenarios de la vida social, cultural,
económica y política donde se mueve el laico Oblato.
6) La misión: como capacidad de compartir con otros la
alegre experiencia del encuentro con Jesús y que lo
motiva a anunciar el Evangelio en las diversas
periferias donde la dignidad del ser humano está
siendo profanada.

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ARTÍCULO 31.- OBJETIVO GENERAL DEL PROCESO
FORMATIVO. Formar adultos en la fe, para que a través de
un proceso de un acompañamiento en la espiritualidad
matovellana, descubran su identidad, vocación y misión
como bautizados y se comprometan en anunciar el Reinado
Social del Corazón de Jesús en la sociedad y en la cultura
actual, con la mística de la oblatividad.

ARTÍCULO 32.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Acompañar desde la espiritualidad Matovellana a los


laicos que libremente han decidido iniciar un proceso
de discernimiento sobre su compromiso bautismal y
definición de su vocación, identidad y misión en la
iglesia, para favorecer un encuentro personal con
Jesucristo.
2. Promover el autoconocimiento de la persona para
una mejor apertura a Dios y a los demás, alcanzando
la metanoia querida por el Señor.
3. Vivenciar la espiritualidad matovellana en la familia y
en la sociedad y a la vez descubrir en el Carisma
Oblato un camino de realización humana que le
permite vivir en armonía con Dios, los hombres y el
planeta.
4. Desarrollar el liderazgo de los laicos oblatos para que
desde la espiritualidad Matovellana evangelicen la
familia y los diferentes escenarios de la vida social y
cultural, favoreciendo los valores de la caridad y la
unidad
5. Configurar a los Laicos Oblatos Matovellanos con
Jesucristo Maestro, para que con su coherencia de
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vida puedan ser luz entre los hombres y fermento de
santidad en el mundo.
6. Inculturar la Espiritualidad Oblata como medio de
santificación y de compromiso con la justicia, la paz,
la libertad, defensa y promoción de la dignidad
humana, mostrando de esta manera el rostro
misericordioso del Señor.

ARTÍCULO 33.- FUENTES PRINCIPALES DE LA


FORMACIÓN DEL LAICO OBLATO MATOVELLANO. Seis
son las fuentes principales que alimentan todo el proceso
formativo del oblato laico Matovellano:

a. La Sagrada Escritura.
b. Reflexión teológica y pastoral. (Sacramentologìa)
c. El Carisma Oblato
d. El Magisterio
e. Cristología y Mariología.
f. Misionología

ARTÍCULO 34.- VIRTUDES DEL MOLOMA: Las virtudes


por las cuales debe esforzarse por conseguir un Laico
Oblato Matovellano son: La caridad y el sacrificio. Estas
virtudes esenciales se deben desarrollar y potenciar para
que los Laicos Oblatos Matovellanos vivan en la cotidianidad
la triple dimensión del bautismo y la espiritualidad oblata
como un camino de santificación en el mundo y para el
mundo, desde el Ob Amorem Dei.

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HASTA AQUÍ QUEDA EL
TRABAJO HECHO.
ARTÍCULO 35.- PRINCIPIOS Y VALORES DE LA
FORMACIÓN DE LOS LAICOS OBLATOS
MATOVELLANOS. El Laico Oblato es la persona que ha
sentido la llamada del Señor a vivir su vocación bautismal
como laico en el contexto del proyecto Oblato, el cual debe
incorporar a su vida y estructurar su praxis desde los
principios y valores de la oblatividad, para así ser signo de
comunión y apóstol del Reinado Social del Corazón de
Jesús en su contexto familia, social y eclesial.

ARTÍCULO 36.- PRINCIPIOS. El Laico Oblato Matovellano


deberá formarse e incorporar en su vida los siguientes
principios:

1. En las relaciones interpersonales y compromisos


apostólicos, debe relucir siempre la verdad y la
transparencia. (Jn 17,17)
2. En su apertura con los demás deben ser siempre
manifiestas la amabilidad y la alegría. (EG No 5)
3. Para llegar a ser verdadero discípulo misioneros del
Reinado Social de Jesucristo se requiere la
permanente conversión. (Fil 3,12-15)
4. La sacramentalidad eucarística como fuente de
donde brota la entrega por el Reino de Dios. (Const
Art 11)
5. El espíritu eclesial debe ser el que anime siempre la
acción misionera, reconociendo que es en la riqueza

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de la diversidad donde se construye la unidad. (1Cor
12,12)
6. El amor y la esperanza, de las cuales es portador el
discípulo misionero, debe ser expresión genuina de
la Oblatividad. (Const No 85)

ARTÍCULO 37.- VALORES. Los valores que deben


esforzarse por cultivar y desarrollar los Laicos Oblatos en su
quehacer cotidiano son:

a. Testimonio de fe
b. Sensibilidad social
c. Liderazgo propositivo y transformador
d. Generosidad y entrega incondicionales
e. Compromiso con la vida y la verdad.
f. Apertura y diálogo frente a las diferencias

ARTÍCULO 38. LINEAS FUNDAMENTALES QUE


REGULAN EL PROCESO FORMATIVO DEL LAICO
OBLATO MATOVELLANO. La formación comporta para la
persona un crecimiento progresivo y sistemático, integrando
todas las dimensiones de la persona acordes vocación. Entre
los elementos que forman parte de este camino destacamos:
1) La dinamicidad adaptada a la realidad y a los ritmos
propios de las personas que han iniciado este
camino.
2) El acompañamiento sistemático en las dimensiones
espiritual, humano – cristiana, familiar – comunitaria,
académica y pastoral, con miras a una madurez en
su respuesta efectiva frente a las situaciones y retos
que se le presentan al laico en formación.
3) El conocimiento del ámbito laboral y familiar en el
que el Laico Oblato debe crecer madura y
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responsablemente para una efectiva realización de la
misión encomendada.
4) La conjugación de su realidad de fe y el proceso de
conversión con la procesual asimilación de la
oblatividad.

ARTÍCULO 40.- FASES DEL PROCESO FORMATIVO DEL


LAICO OBLATO MATOVELLANO.

1. Inicial: participan en ella todos los laicos, que


atraídos por un oblato o por las obras de los oblatos,
desean iniciar un proceso de formación y
acompañamiento, conocer, apoyar o colaborar con
una obra en particular o con el proyecto oblato en
general. El periodo de esta etapa es de 1 año, cuyo
objetivo es conocer de manera general el carisma, la
espiritualidad de los Oblatos y desarrollar su misión
en la Iglesia con sus dones y carismas. En esta etapa
el acompañamiento lo hace el superior local de cada
casa de los oblatos o director de obra, de acuerdo a
las directrices institucionales a través de encuentros
semanales, cuidando que observen y colaboren con
diligencia en la misión pastoral de cada apostolado.
Terminada esta etapa, el superior junto con los
miembros de la comunidad local elaborarán un
informe sobre el laico, teniendo en cuenta 5 aspectos
fundamentales: 1.- La asimilación del carisma oblato
como un proyecto de vida personal. 2.- Adhesión y
compromiso con la Iglesia, la Congregación y a la
obra a la que pertenece. 3.- Su constancia
manifestada en la responsabilidad con su proceso
formativo. 4.- Su capacidad para trabajar en equipo

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aceptando la diversidad como una riqueza. 5.-
Rectitud de intención en su motivación y
manifestaciones externas.

Al finalizar esta experiencia, el laico solicita por


escrito al Presidente de la COM y su Consejo
Directivo, ser admitido al MOLOMA, oído el parecer
del superior local o director de obra a través de su
informe respectivo.
Una vez recibida la aprobación, el laico oblato vivirá
un retiro de encuentro personal con Dios y consigo
mismo de tres días, con un fuerte acento en la
espiritualidad eucarística por el camino de la
conversión.

2. Intermedia: tiene como objetivo profundizar en la


vocación e identidad del laico en la Iglesia y en la
Congregación, a la vez que continúan su experiencia
pastoral en los ámbitos y proyectos de la
Congregación. El tiempo de esta fase estará
delimitada por el ritmo de asimilación del grupo, que
concluirá con tres días de retiros ignacianos. En esta
fase los laicos renovarán cada año el día del
misionero oblato su compromiso laical oblato el 6 de
octubre.

3. Permanente: participan en esta fase los laicos que


desde una madurez en su fe y sentido eclesial viven
su vocación y misión de laicos oblatos Matovellanos
liderando una obra o proyecto oblato a partir de la
profundización y actualización de los contenidos
asimilados en las anteriores fases. El objetivo de esta
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etapa es generar un mayor compromiso en el
discipulado y misión al servicio del anuncio del Reino,
nutriendo su proyecto de vida personal con
experiencias significativas de oración y misión.

ARTÍCULO 41.- LOS CONTENIDOS DE LA FORMACIÓN.


Los contenidos formativos es responsabilidad de la COM
(Const Art 129) quien orientado con los criterios del Equipo
de Formación Oblata (EFO), diseñará los planes y
organizará los tiempos de una manera dinámica, sistemática
y progresiva.
Las tres grandes áreas a las que hay que responder son:
formación como laicos, (Sagrada Escritura y reflexión
teológica y pastoral – sacramentología), como laicos oblatos,
(El Carisma Oblato y el Magisterio) y como discípulos y
misioneros oblatos, (Cristología, Mariología y Misionología).

En cada àrea, la persona ha de crecer integralmente en todas


las dimensiones, equilibrando una formación teórica y una
dimensión práctica o existencial; ambas han de ir a la par,
pues el fin de la formación es la vida, pero al mismo tiempo la
teoría capacita para poder dar razón de la vocación que se
vive.

ARTICULO 42.- DEL FORMADOR Y DEL DIRECTOR DEL


MOLOMA

Los superiores locales, los párrocos y directores de obra


harán las veces de formadores, teniendo en cuenta las
directrices institucionales que se concretarán a través de

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proyectos locales de formación y de pastoral y contando con
la guía del Director del Laicado Oblato.
ARTICULO 43.- El director del MOLOMA, será un sacerdote
designado por el Superior General por un periodo de 3 años.
Su misión principal es animar, coordinar, programar y vigilar
la formación y la praxis pastoral de los proyectos general y
local de los laicos oblatos Matovellanos con el aval de la
COM, en coordinación con los superiores locales, párrocos y
directores de obra, quienes son los principales promotores y
formadores de los laicos en sus comunidades locales y
jurisdiccionales.
El director del MOLOMA participará en la asamblea bienal
organizada por la COM (Const. Art 129.3) y cada año en la
sesión de diciembre presentará al Consejero General, el
informe de MOLOMA correspondiente al año en curso y éste
a su vez lo presentará al H. Consejo General.

CAPITULO SEXTO
DE LA ADMISIÓN AL MOVIMIENTO LAICAL OBLATO

ARTÍCULO 44.- La persona que desea ser admitido Laico


Oblato Matovellano, debe presentar la solicitud respectiva al
padre director del Moloma o al superior local o al director de
obra en la que expondrá sus motivaciones para iniciar un
proceso de formación y de prácticas pastorales en nuestra
Congregación.
ARTICULO 45.- El director o el Superior local a través de la
entrevista personal, discernirá sobre la validez de sus
motivaciones y le ilustrará sobre la naturaleza, objetivos y
razón del Moloma y si estima conveniente lo aceptará a vivir
esta experiencia a través de un oficio.

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ARTÍCULO 45.- Una vez admitidos a esta experiencia,
iniciarán su proceso formativo y el 6 de octubre, fecha
aniversaria de la fundación de la Congregación, formalizarán
su ingreso al MOLOMA mediante un rito de iniciación.

ARTICULO 46.- Los laicos oblatos portarán una medalla de


los Sagrados Corazones y se les entregará la Palabra de
Dios.

CAPITULO SÉPTIMO
REQUISITOS PARA SER LAICO OBLATO
MATOVELLANO

ARTÍCULO 47.- Para ser admitido como Laico Oblato


Matovellano debe ser mayor de 18 años debiendo cumplir
con los siguientes requisitos.
1. Partida de bautismo
2. Fotocopia de cédula a color
3. Certificado médico
4. 4 fotos tamaño carnet con fondo azul.
5. Fotocopias de cursos o estudios que haya realizado.
6. Diligenciamiento de la ficha de inscripción

CAPITULO OCTAVO
ORGANIZACIÓN Y GOBIERNO DE LOS LAICOS
OBLATOS MATOVELLANOS
ARTÍCULO 48.- MOLOMA tendrá como máxima autoridad al
Superior General de la Congregación, el responsable
inmediato es el director de los laicos; en cada casa u obra, el
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superior local o el director de la misma, quien hace las veces
de animador y formador.
MOLOMA funcionará a través de dos organismos: La
Asamblea General y el Consejo Directivo, cuyo presidente es
el Director.

ARTÍCULO 49.- La Asamblea General, es el órgano que


agrupa a los delegados del MOLOMA de las distintas casas
en donde se encuentre y será convocado ordinariamente
cada dos años y extraordinariamente cuando las necesidades
lo requieran por el Director y presidida por el Consejero
General, presidente de la COM.
Entre las funciones de la asamblea está elegir el Consejo
directivo ELcual estará conformada por un Presidente que es
sido nombrado por el Padre Superior General por tres años,
por un Vicepresidente, Moderador y Tesorero elegidos por la
asamblea por dos años, y por un Secretario elegido por el
Director.
ART 50. Elaborará el plan general del MOLOMA compuesto
por la planificación y programación, de acuerdo a las
directrices institucionales y retos pastorales

ARTÍCULO 51.- El consejo directivo trabajará por animar,


motivar, extender e inculturar el carisma Oblato en los
diversos países donde esté la Comunidad, ejecutando el plan
trazado por la asamblea general y haciendo uso adecuado de
los medios actuales de comunicación entre ellos las redes
sociales, medio que también hay que evangelizar.

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ARTÍCULO 51.- En cada obra apostólica se creará un
consejo local conformado por el superior local o responsable
de la obra como coordinador, se nombrará un
vicecoordinador, un tesorero, un secretario y un vocal para un
periodo de dos años.

ARTÍCULO 52. LA ECONOMIA DE LOS LAICOS OBLATOS.


Toda organización para alcanzar sus objetivos y crecer,
necesitan fuera de la gracia de Dios y de la responsabilidad
de cada uno, la economía y las finanzas. Para lo cual deben
crear un fondo económico que les permita financiar la
formación y adelantar el apostolado; para eso, cada consejo
local realizará actividades tendientes a generar recursos para
el logro de los objetivos. Los bienes adquiridos con esos
fondos serán de propiedad del MOLOMA, si llegara a
desaparecer como organización, dichos bienes y recursos
pasarán en su totalidad a las obras sociales de la
Congregación de Oblatos.
ARTICULO 53.- La caja común del MOLOMA estará
alimentada por el producto total de una actividad que se debe
realizar en el mes de octubre por parte de los Consejos
Locales, también por las donaciones, testamentos y títulos
valores más el aporte anual que le debe hacer la COE de
acuerdo a lo estipulado por el reglamento
ARTÍCULO 54.- RENDICIÓN DE CUENTAS Y
CONTABILIDAD. El tesorero del MOLOMA y de los consejos
locales están obligado a rendir cuentas semestralmente a sus
respectivas autoridades, darlas a conocer a sus cohermanos
laicos oblatos y presentarlas al tesorero de la COM para ser
socializadas en la Asamblea del MOLOMA y entregadas al H.
Consejo General.

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CAPITULO NOVENO
DE LA SEPARACIÓN DE UN MIEMBRO LAICO Y DE LA
TERMINACIÓN DEL MOLOMA

ARTÍCULO 53.- Serán causales para la separación del


MOLOMA:
1.- Cuando el Laico Oblato solicite libremente su retiro;
2.- Cuando haya cometido actos de deshonestidad grave en
la familia, trabajo y sociedad o también en el ministerio que el
MOLOMA le confió
3.- Cuando sea causa de división entre los laicos oblatos y se
le dificulte el trabajo en equipo o busque beneficiar a su
familia o amigos.
4.- Cuando por su comportamiento pone en riesgo la unidad
familiar.
5.- Por falta de testimonio
6.- Cuando haga parte de negocios ilícitos
7.- Por difamación de la Iglesia, de la Congregación o de
algún miembro del MOLOMA
ARTÍCULO 55.- Será causal única de disolución del
MOLOMA la pérdida de la finalidad para la cual fue creado y
el consiguiente alejamiento de los principios de la
espiritualidad Matovellana. En este caso el Superior General
con el voto del Consejo General lo disolverá y todos los
bienes pasarán a las obras sociales de la Congregación de
Oblatos.

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REGLAMENTO (COMPROMISO DIARIO) DE LOS LAICOS
OBLATOS MATOVELLANOS

ARTÍCULO 1.- QUIENES SON. Los Laicos Oblatos Matovellanos


son hombres o mujeres que tienen el deseo y compromiso de vivir
su vocación e identidad de laicos desde el carisma y espiritualidad
Matovellana.

ARTÍCULO 2.- IDENTIDAD. La identidad de los laicos oblatos es


ser laicos con espiritualidad Matovellana, que viven su vocación e
identidad de laico en el seno de su familia, en el trabajo y en los
diversos ámbitos de la sociedad y de la cultura, como laicos y no
como cuasi religiosos.

ARTÍCULO 3.- MISIÓN. El laico oblato Matovellano tiene como


misión su propia santificación y la de su familia; también extender
el carisma de la Congregación de Misioneros Oblatos, su
espiritualidad, buscando siempre el Reinado Social del Sagrado
Corazón de Jesús y de María, y haciendo todas las actividades de
la vida por amor a Dios, viviendo la caridad y el sacrificio como
virtudes esenciales de su vocación.

ARTÍCULO 4.- ESPIRITUALIDAD. El laico oblato conocerá e


incorporará la espiritualidad Matovellana en su vida como
paradigma de vivir y desarrollar su vocación y misión en la Iglesia.
La espiritualidad Matovellana es una forma de orientar la vida y
desarrollarse como persona, en las relaciones fraternas con la
familia y en la responsabilidad como ciudadano.

ARTÍCULO 5.- LA EUCARISTIA Y EL SAGRADO CORAZÓN DE


JESÚS. El laico oblato debe saber que su vida es la Eucaristía, por

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lo cual debe celebrar diariamente y vivenciarla en todos sus
ámbitos y escenarios donde se desarrolle y trabaje; incluso debe
considerarse una ofrenda permanente por la justicia y el Reino de
Dios. La eucaristía debe extenderse al diario vivir del laico, en los
cuatro momentos eucarísticos: Reparación, Acción de Gracias,
Suplica y Holocausto. Estos cuatro momentos van más allá del
culto y del ritual, deben ser actitudes permanentes.

El Corazón de Jesús es la expresión de toda la persona de Jesús y


de la Misericordia de Dios, de allí más que una devoción, debe ser
la fuente para aprender a amar al prójimo y ser misericordiosos
liberando el corazón de todo resentimiento y siendo generosos en
el perdón. Que no se vaya al descanso de la noche sin antes
reconciliarse y perdonar de corazón al hermano; el laico oblato que
quiere ser discípulo debe guardar y vivir los mandamientos de
Dios.

ARTÍCULO 6.- LECTURA Y MEDITACIÓN DIARIA DE LA


PALABRA DE DIOS. El laico oblato debe pasar del deseo al
camino del discipulado misionero, para ello debe leer diariamente y
meditar la Palabra de Dios, buscando entender su vida desde Dios,
a la vez buscando descubrir la voluntad de Dios en su proyecto de
vida, como persona, familia y ciudadano, que está en un camino de
crecimiento espiritual y de identificación con Cristo único Camino,
Verdad y Vida.

ARTÍCULO 7.- ORACIÓN Y DISCERNIMIENTO PERMANENTE.


Para el laico oblato la oración debe ser una necesidad permanente,
por lo cual debe orar al levantarse, consagrar a Dios la actividad
que va a realizar, y terminar su jornada con la oración personal y
en familia. Para ello seguirá el manual de crecimiento interior que la
Congregación de Oblatos le entregará al iniciar su itinerario de
oblato laico. También debe hacer discernimiento personal y
familiar, esto es buscar que lo que se hace o se va hacer es según
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la voluntad de Dios y no solamente un querer del laico oblato o de
su coordinador. En todo discernimiento el protagonista principal es
el Espíritu Santo, por lo cual el laico oblato debe tener un gran
amor, confianza y devoción al Espíritu Santo. Como lo fue el Padre
Matovelle

ARTÍCULO 8.- EXAMEN DE CONCIENCIA. La gracia opera con el


compromiso del laico oblato de ser cada día mejor persona en la
familia, en la Iglesia y en la sociedad; para ello debe hacer
diariamente el examen de conciencia, momento privilegiado para
tomar conciencia del diario caminar y de los compromisos en ser
santo como es nuestro Padre celestial.

ARTÍCULO 9.- LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARIA. La Virgen


María tiene un puesto esencial en la vida del laico oblato
Matovellano; debe ser considerada como su madre y confidente,
para ello debe tener un gran amor y devoción a la Virgen,
especialmente en su Corazón Purismo y en la Virgen Dolorosa,
traspasada por las 7 lanzas.

ARTÍCULO 10.- LA PASTORAL Y EL ITINERARIO DE SANTIDAD.


La pastoral sin un itinerario de santidad es meramente un trabajo y
acción filantrópica. La pastoral es el anuncio de la Buena Noticia,
esa noticia es una persona, no una doctrina, ni menos unos
rituales. Esa persona es Jesucristo, que sigue hoy caminando junto
con nosotros y que busca entrar en nuestra vida.

ARTÍCULO 11.- LOS CAMPOS DE PASTORAL. El campo


privilegiado que tiene el laico oblato para anunciar a Jesucristo es
la familia, el lugar de trabajo y los diversos ámbitos de la sociedad
y de la cultura, después están los campos de pastoral de los
Misioneros Oblatos. El primer elemento de evangelización es
haberse dejado encontrar por Jesucristo y comunicarlo a sus

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hermanos, el testimonio antes que el activismo, la oración primero
que la planeación, la conversión y la misericordia antes que los
resultados pastorales, la fraternidad y la Eclesialidad por encima de
todo grupismo y arribismo y protagonismo.
ARTÍCULO 12.- LA FORMACIÓN. Todos los laicos oblatos deben
entrar en un proceso de formación integral y sistemática. Los laicos
oblatos voluntarios deben ser formados en los principios de la
filosofía oblata, las virtudes y valores de la espiritualidad
Matovellana, lo mismo que en el conocimiento del Padre Matovelle.
La rigurosidad y profundidad de la formación en el laico oblato
voluntario depende del tiempo que haya decidido dar.

Los laicos oblatos cooperadores deben ser formados en su


compromiso como bautizado, en el conocimiento del Padre
Matovelle y en las virtudes fundamentales de la espiritualidad
Matovellana. El laico oblato cooperador tendrá una convivencia o
retiro al año y bimensualmente encuentros formativos. Los laicos
oblatos asociados siguen un proceso formativo tal como está en los
estatutos, tendrán un retiro de tres días al año, una convivencia
anual y mensualmente, un fin de semana, la formación
permanente, continua y sistemática.

ARTÍCULO 13.- LOS COMPROMISOS. El laico oblato en


cualquiera de sus modalidades, debe asumir un compromiso,
público en ceremonia religiosa; previo a ello debe renunciar
mediante documento notariado a cualquier remuneración. Además
debe, de acuerdo a sus capacidades económicas y financieras,
aportar económicamente al fondo del laicado oblato.
ARTÍCULO 14.- LA FAMILIA LA PRINCIPAL MISIÓN A
EVANGELIZAR. El laico oblato se debe a su familia, por lo cual,
después del Señor la familia debe ser el primer lugar. Las familias
de los laicos oblatos deben constituirse en una red de familias
Matovellanas.

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El Laico Oblato Matovellano para ser lámpara encendida
debe emprender un proceso de conversión personal, familiar
y comunitario, para ello debe alimentarse permanentemente
de la Eucaristía, la Lectio Divina, la oración personal y
familiar, el examen de conciencia diario, el discernimiento y
la devoción a la Virgen María considerando como su madre
y confidente en la hermosa advocación en su Inmaculado
Corazón.

Los Laicos Oblatos Matovellanos deben saber que la


santidad está en la forma de entender, vivir y amar al otro,
como otro y no como yo quiero que sea; la espiritualidad
que se expresa en lo divino debe encarnarse la fraternidad,
para lo cual debe inmolarse por la conversión del prójimo y
el establecimiento de la libertad y la justicia entre los seres
humanos.

10.1 El Laico Oblato, conociendo la Espiritualidad


Matovellana la incorporará en su vida como paradigma de la
vivencia y desarrollo de su vocación y misión en la Iglesia.
10.2 La Espiritualidad Matovellana es una forma de orientar
la vida y desarrollarse como persona, en las relaciones
fraternas con la familia y en la responsabilidad como
bautizado y ciudadano.

Sería bueno mirar el Plan Global y colocar LOS CRITERIOS


DE VIDA Y ACCIÓN # 209 a 216.

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