Capítulo 12, El giro social hacia las necesidades básicas
A mediados de los años sesenta se inició una nueva fase en la historia del pensamiento económico sobre desarrollo. Las razones que explican esa reorientación de los estudios del desarrollo hacia temas sociales, esto es, hacia un enfoque que hoy llamaríamos "socialdemócrata", pueden enumerarse de la siguiente manera: - El creciente rechazo en Occidente a la "sociedad opulenta". - Las críticas al crecimiento económico, que, por sí solo, había demostrado generar importantes costes sociales en los países desarrollados. - La radicalización de los estudios sobre el desarrollo, a causa de los sucesivos golpes militares en los grandes países del Tercer Mundo. - El cada vez más aparente fracaso económico y social de la estrategia de industrialización por sustitución de importaciones (ISI). - La creciente información estadística sobre la pobreza y la desigualdad en el Tercer Mundo. - El Primer Decenio sobre Desarrollo de la ONU pusieron sobre la mesa las carencias sociales en los países pobres. - Las hambrunas de 1973-1974 en el Sahel
12.1. El empleo, la distribución y la pobreza
La primera preocupación social fue la del empleo. Lo importante no era crear sencillamente empleo, sino generar más oportunidades de empleo productivo para reducir la incidencia de la pobreza. Con el paso del tiempo, empezó a quedar claro que crear empleos productivos exigía medidas adicionales, como, por ejemplo la redistribución de la renta hacia los sectores menos favorecidos, con objeto de reducir las importaciones de bienes de consumo de lujo y aumentar la demanda interior de bienes locales intensivos en trabajo: La distribución empezó a ser por tanto el centro de atención. La importancia y el agravamiento de la falta de equidad pasaron a primer plano. En suma, el crecimiento no generaba mayor equidad, aunque revertir esa tendencia era posible. La redistribución incremental, en palabras de Singer, consistente en captar, mediante impuestos, parte del crecimiento para redistribuirlo, con servicios públicos dirigidos a incrementar la productividad de los trabajadores pobres. Los inconvenientes teóricos y prácticos de la estrategia de redistribución a través del crecimiento y el carácter políticamente conflictivo de las propuestas más radicales llevaron enseguida a contener las ambiciones. A la preocupación por el empleo y la distribución sucedió el énfasis en la pobreza. Con el paso del tiempo, la combinación de la lucha contra el desempleo, la mejora de la distribución y la erradicación de la pobreza dio lugar a un enfoque integrado sobre las necesidades básicas o esenciales.
12.2. El enfoque de las necesidades básicas
Las necesidades fueron definidas entonces por la OIT como las que aseguraban un nivel de vida mínimo que toda sociedad debería establecer para los grupos más pobres de sus habitantes. En 1975, la Conferencia Mundial sobre el Empleo de la OIT: * El consumo alimentario, la vivienda y el vestido para tener un nivel de vida mínimamente digno. * El acceso a servicios públicos de educación, sanidad, transporte, agua potable y alcantarillado. * La posibilidad de tener un empleo adecuadamente remunerado. * El derecho a participar en las decisiones que afectan a la forma de vida de la gente y a vivir en un medio ambiente sano, humano y satisfactorio.
12.3. Valoración crítica
El período del giro social adolecía de diversos inconvenientes: En primer lugar; los más que loables objetivos propuestos resultaban en ocasiones poco realistas y escasamente operativos. En segundo término, no resultaba claro cómo afectaría la adopción de una estrategia de las necesidades básicas al crecimiento y al cambio estructural. Por último, algunos gobiernos y especialistas del Tercer Mundo vieron en la estrategia de las necesidades básicas un intento de los países ricos por desviar la atención del objetivo principal: la creación de un nuevo orden económico internacional (NOEI), esto es, la necesaria modificación de las relaciones internacionales de manera que sus efectos nocivos sobre el Tercer Mundo disminuyeran o desaparecieran.