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OCEANO

MÉXICO EN LOS CUARENTA


Modernidad y corrupción

Título original: MEXICO IN THE l 940s: MODER:\ITI', POUTICS, ANO CORRUF'IlON

Tradujo: ENRIQUE MERC.~DO de la edición original en inglés


de Scholarly Resources Ine.

e 8008, Stephen R. iblo

D. R. © 2008, FOITORI,\1. oct\NO DE MÉXICO, s ..\. DF c.v,


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IMPRESO EN ~!ÉXICO / PRlNTEO tx MEXICO


ACERCA DEL AUTOR

Luego de estudiar economía en la University of Colorado y trabajar para el movimiento


cooperativista de Colombia, Stephen R. Niblo obtuvo su doctorado en historia de
América Latina en la Northern Illinois University en 1972. Fue maestro en dos universi-
dades en México, de 1970 a 1976; en la actualidad imparte clases en La Trobe University,
en Melbourne, de cuyoJournal o] Iberian and Latin American Studies es director. Aparte de
haber escrito más de veinte artículos especializados y capítulos de libros, es autor de War,
Diplomacy, and Development: The United States and Mexico, 1938-1954 (1995) Y A Short
History oi (he Cold War (1994), y coautor de Precursores de la revolución agraria en México:
Las obras de Wistano Luis Orozco y Andrés Molina Enríquez (1975). Es frecuente comentaris-
ta en los medios de información en Australia de asuntos y acontecimientos relacionados
con América Latina.

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INTRODUCCIÓN

L a historia de México parecería haber terminado en 1940, al menos en las obras de mu-
dlOs7st~~iiosos en activo. Ejemplos de historia analuíca que combinen una investiga-
ción sólida con un sentido de perspectiva histórica son raros en las últimas tres quintas
parte:: del siglo xx. En algunos casos, una aversión por los acontecimientos posteriores
a 1940 y una simpatía por versiones previas de la Revolución mexicana quizá contribuyan a
este estéril panorama histórico. Los historiadores han estado ~-estos para ceder el terre-
no pos-1940 a economistas, politófogos y sociólogos. ·COn todo, para entender el México
<It'11IaIeSeseñCial examinar la forma en que evolucionó el pasado reciente del país.
Existen importantes descripciones generales, en la tradición de libros de texto
para la enseñanza,' y los científicos sociales han ofrecido gran cantidad d t valiosos análi-
sis contemporáneos.? Excelentes estudios de temas especializados, en particular en las
áreas de trabajo, educación y reforma agraria, han empezado a aparecer." Los estudios
regionales han abundado en México desde Pueblo en vilo de Luis González, y algunos de
ellos han tocado el pasado reciente.' Por fortuna, hay excelentes investigadores jóvenes
que han producido estudios notables, como Seth Fein, Anne Rubenstein y Friedrich Schuller.'
Muchos autores reaccionan rápido a los asombrosos acontecimientos de las décadas re-
cientes.
Aun así, los estudioshistóricos generales sobre la vida política y económica de la
nación son extremadamente raw. Esto es extraño, ya que el gobierno central es fuerte,
al punto de representar un sistema de autocracia presidencial, y los sorprendentes cam-
bios en el modelo de desÚ-;:üflOcrel país han tenido profundo impacto en la vida de la
gente. Además, un alto nivel de nacionalismo aco~añó al proyecto de construcción del
Esta~ qu~ d~~iñ2..gran parte de l~,:ida ~ofíca en elsíglopasac!ü.Los ~istoriadores de
México han sido reacios a emprender proyectos de historia contemporánea. Aun venera-
bles revistas académicas tratan a 1940 como una línea divisoria absoluta, más allá de la cual
no se aventuran.f Hasta 1996 ni la His¿anic Am~an Histojical Review ni Historia Mexicana
habían publicado un solo articulo acerca del México posterior a 1940 en una década. o quizá
nii'ñCa:-t'lesdé--t985 el Jóurnal 01 Latin American History sólo había publicado-dos artículos
origmales sobre el tema basados en una sólida investigación histórica," más otros ocho es-

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MÉXICO EN LOS CUARENTA

critos por científicos sociales sobre temas especializados.f La naturaleza interdisciplinaria


de Mexican Studies-Estudios Mexicanos vuelve difíciles las comparaciones; esta revista apenas
comienza a publicar ejemplos de historia contemporánea, y el material más reciente ha
sido producido por científicos sociales que rara vez consultan fuentes históricas.
La renue .a_de los historiadores a examinar. las Ju_entes públicas recientes priva
al país de un ~des:uado sentido de "perspectiva. Dado que las décadas recientes han si o
muy agitadas, el desc~imiento del pa~en1t dificulta asimismo formular políticas
para abordar aun los ~~ severos_problemas contempor;fneos. La ausencia de un corpus
de aná iSls 'stóriCotambién obstruye a los investigadores que se desempeñan en las ciencias
sociales, la historia social y regional y temas culturales. Como hizo notar Alan Knight al
intentar extender su análisis más allá de la década de los treinta, "omito referencias a los
años cuarenta, puesto que disponemos de pocos estudios sobre la protesta popular en esa
década"." Podría añadirse que la protesta popular no es e! único tema en el que escasea la
investigación.
Tal vez la artificiosa, incluso coreografiada, naturaleza del discurso político oficial
ha dificultado abordar la historia política reciente de México. No hay nada inherente mente
incorrecto en concentrarse en los sexenios presidenciales; sin embargo, cuando ese énfa-
sis se aúna a una excesiva dependencia de los problemas y evidencias provistos poi los
líderes del momento, e! resultado puede ser frustrante. Así como la historia diplomática
puede ser más interesante si se huye de la agenda de los diplomáticos, la historia política
remonta el vuelo al emerger nuevas perspectivas. Una nueva aversión reciente a la política,
desprendida de una oleada de nihilismo disfrazado de discurso posmoderno, quizá haya
vuelto menos apetecible el estudio de la política y la economía. Como resultado de crisis
profesionales internas, e! fin de la guerra fría y el derrumbe de la izquierda, los historia-
dores han eludido el México posrevolucionario. En consecuencia, aunque con honrosas
excepciones, el panoran1a historiográfico de las ú~ tres quintas -partes del siglo xx
luce desolado. -
<-- Cuando han hecho esfuerzos por afrontar la historia contemporánea algunos his-
toriadores se han visto limitados por su aceptación de una definición demasiado estrecha
de la política. 10 Una diferencia fundan1 entre un historiador político y un comenta-
0!-a político es ¡a---disposición del primero ~r más allá de la agenda fijada por los políti-
cos y periodistas de! mom~nto a acer nuevas preguntas, consultar otra~~ y
su erir nuevas persp~tivas. En México la historia política ha estado ~termin~n
mucha frecuencia por la agenda elpartido gobernant~ y la lógica de los sexenios presi-
dencia es. Quizá la versión extrema de centralismo presidencial en el país explique esto.
o obstante, es notorio que hay muy pocos intentos serios por usar el rico acervo público
del periodo para escribir la historia reciente de la nación.'!
Un primer intento d~ibir la historia po~ític':. contemporánea de México se
hizo en lasene HíStOñade la Revolución Mexicana, a cargo de investiga ores Oc El Colegio
deMéxico. Este proyecto se inició luego de que el presidente Luis Echeverría concediera

20
INTRODUCCIÓN

a Daniel Cosío Villegas el Premio Nacional de Letras en 1971, tras la culminación por este
últi~o de su Historia moderna de México, en diez volúmenes. Echeverría se había reunido
varias veces en privado con don Daniel como parte de su "apertura democrática", y éste
fue el punto más alto de su relación. De acuerdo con el biógrafo del historiador, Enrique
Krauze, Echeverría ofreció tanto financiar un nuevo proyecto como contribuir a que los
investigadores tuvieran acceso a los archivos oficiales.'!
Equipos de historiadores y estudiantes de posgrado de El Colegio de México se
organizaron para estudiar cada periodo presidencial. Fue un esfuerzo importante, aunque
desigual, dada la ventana de oportunidad que Echeverría prometió abrir en cuanto a los
chivos. Puesto que esos equipos se apresuraron a actuar, dependieron en alto grado de
periódicos, no como fuente para explicar facciones políticas y redes de influencia sino
mo descripciones objetivas,.de..SUCe5QS P-Qlliicos. Aunque estos investigadores hicieron
o uso de las ricas colecciones de fuentes primarias en los National Archives of the
•...••
ited States, por lo general ignoraron el Archivo General de la Nación de la ciudad de
•.•eXICO.
o oficial
En los mejores momentos de esa serie, sus veintitrés volúmenes proporcionan
temente
ese énfa- ténticos discernimientos, como en los trabajos de Lorenzo Meyer, Rafael Segovia y Luis
González. En sus peores momentos, los equipos fueron a la Hemeroteca Nacional y sus
- por los
Inarios sólo fundieron resúmenes periodísticos en narraciones como núcleo de los
omática
úmenes correspondientes. Así, l~lógica del central~smo presiden~l y de las agendas
política
íticas contemporáneas siguió dominando a algunos análisis históricos!3 Es decepcio-
política,
izá haya ~ que ese esfuerzo haya producIdo él tipO aemstoria ques~e-LOmo resumen de
recortes de periódico, en especial en lo relativo al periodo posterior a 1940. Sin embargo,
e crisis
iS.!.Qr.i
a- e trata de encontrarle defectos a ese primer esfuerzo, porque aun los volúmenes más
debles llenaron en gran medida lo que hasta entonces habían sido lienzos históricos
•.onrosas
icticamente vacíos. 1:.0 q~s!gy.e siendo decepcioILa¡lte es que esa~rie no haya esti-
izlo xx
ado esfuerzou..llb.sJ!C1!~~ad~.~..f.gUngplentes iniciativas. -
- Las narraciones históricas que se mantienen servilmente dentro de los paráme-
_ rro.,7istos po~ los gobierQ.Q$. oJr_e~ ~á visióñ demasiado estrecha de la política y
~ientan.l~Jnteg!:.ación de facto~s políticos y económicos con otros planteamientos. Se
uieren innovador as unidades de análisis para brindar nuevas y vitales perspectivas, en
cial en un mundo que ha perdido principios organizativos fundamentales con el
ive de la izquierda y el fin de la guerra fría. Una más amplia definición de política debe
uir -aunque también debe ir más allá de- los logros, perspectivas, mitos e ilusiones
e prevalecieron en el reducido círculo de responsables de decisiones y comentaristas
momento. Análisis sobre el modo en que otras agendas políticas se desarrollaron, f lo-
ieron y se marchitaron pueden ensanchar el significado de la política en una dirección.
perspectiva política de un individuo perceptivo, e incluso esfuerzos infructuosos por
ctar el cambio, también pueden ir más allá de una limitada reiteración de posiciones
fíciales y abrir un diálogo con otras f~rzas_sociales y culturales de la sociedad. Estudios
--- -
21
MÉXIco EN LOS CUARENTA

sobre los vínculos entre agendas nacionales, historias locales 'j la vida diaria claman or
u~tamiento hístórico.
Hay problemas obvios para penetrar en los secretos del estrecho círculo de agen-
tes del poder en el que, después de todo, es uno de los sistemas olítico más~errados d 1
mundo. Estas dificultades han derivado en una tradición de uso de entrevistas orales para
intentar atrapar pálidos recuerdos. El Instituto Mora ha producido muchos resultados
meritorios; sin embargo, demasiadas de esas entrevistas están reservadas a los investiga-
dores, y sólo se han hecho ocasionales intentos por preservar entrevistas en áreas distin-
tas a la historia social. Habría verdadero potencial si sinceras evidencias orales -que
algunos erróneamente llaman "historia oral"- complementaran las fuentes escritas sobre-
vivientes. Aunque también hay trampas en este método. Aparte de los conocidos proble-
mas de charla y mala memoria, existe el peligro de que algunos de esos esfuerzos
dependan en alto grado de la relación personal entre el investigador y los poderosos per-
sonajes entrevistados. Podría haber renuencia a refutar la perspectiva de los individuos
poderosos, o incluso a hacer preguntas incómodas que pudieran refutar de manera indi-
recta la versión de los hechos del sujeto. En el peor de los casos, estas entrevistas ueden
ra ~ en Ia.hagiograña." En otras instancias, relaciones institucionales han conducido a
ejemplos extremos de autocensura. Aunque al distinguido grupo de historiadores del
México contemporáneo que en 1970 se reunió ~ A~stin con i uel Alemán robable-
mente le fue imposible interrogar o acerca de alegatos de corrupción, se perdió entonces
una magnífica oportunidad de tratar aspectos específicos de su gobierno.15
Cuando estos problemas se añaden a la renuencia de las (iguras p-úblicas en ~co
a hablar o escribir sobre sus experiencias, el peligro es que la ~istoria reciente de ese país
se pierda en definitiva.l" No hay, por lo tanto, otra opción que usar las ricas fuentes ..ill:.U-
mentales de los archivos nacionales de México y Estados Unidos, que os rustonadores hao
aprovechado muy EOCO hasta ahora. Quizá entonces puedan empezar a aparecer los bene-
ficios de la perspectiva histórica, para reformar y enriquecer nuestra comprensión. Con
una sólida base de análisis políticos económicos, innovadores enfoques centrados en
temas regionales, sociales y de género pueden aportar discernimientos adicionales. OiñitTr
la política y la economía, sin embar o sería sacar el esqueleto del cuerpo. Tal vez algunas
partes se mantendrían en pie, pero difícilmente se en azanan entre SI.
Este estudio, en consecuencia, versa fundamentalmente sobre asuntos o'· s, y
eS2nómicos en el nive naCl~ ~stº-i.~a ine~itable, dada a coiijun~ del sistema
aútocrático de centralismo presidencial en México con la inusual y amplia coalición de
fuerzas en apoyo a la causa aliada durante la segunda guerra mundial. Análisis de la rela-
ción entre la política local y nacional -trátese de un movimiento de reforma o de las ini-
ciativas de un cacique regional- han producido algunos de los trabajos más interesantes
sobre la política mexicana en años recientes.'? Pero la década de los cuarenta podría ser
muy diferente. En ella hubo protestas regionales, como lo ,demuestran los hechos ocurri-
dos en Monterrey y León a fines del gobierno de Manuel Avila Camacho, y los trabajado-

22
INTRODUCCiÓN

res experimentaron la tremenda presión de la crisis por la carestía, como lo atestigua e!


gran número de huelgas ilegales. Aun así, cada vez que un movimi~2...e~Eez'!.ba ~ desa-
r~ll<:rse e~a_ais.Iac!.~ysontenido; incluso la izquierda se unió al gobierno y a sstad~s
Unidos contra todo lo que pudiera amenazar a la Gran Alianza. Además, después de la
guerra e! magno proyecto de industralización mantuvo unida por un tiempo a la amplia
coalición antipopular. Esto nunca fue más obvio que en e! caso de la defensa por Vicente
Lombardo Toledano de la embestida antiobrera de los años de Alemán, o en e! de! aisla-
miento político de la Caravana de! Hambre de 1947.
E.:;teanálisis de la interacción de fuerzas políti~a~ y económicas define la política
como un} dQ.blelucha: QIimero como una I2-ele-ª-I2QI.alcanzar
L y usar e! poder de! Estado
y,Fgündo, c2!ns>un~ contienda concomitante P9r la manera de ver los asuntos públicos:
la batalla por los.s;g[~zones~las ID. eñtes~Deide un punto de vista cronológico este, estu-)
dio examina la política mexicana después de tazaro Cárdenas, esto es, en la década de los
cuarenta,aungue a-análisis-aeTáTemanismo llega a los primeros años de la presidencia de
Adolfo Ruiz Cortines. .
En un intento por montar e! escenario dando una impresión de cómo fue la vida
en los años cuarenta, e! capítulo "Mosaico de una época" se centra en e! concepto "el eas~
es u~país_~o", e! cual se aplica ya a ese periodo; así de grandes han sido los cambiOs
recientes en México.'! La~cnica de ~ f2Eillili? podría asemejarse a la de un cuadro im-
gresio~, en el que una serie de pequeñas piezas se yuxtaponen para crear una imagen
completa. Por supuesto que un esfuerzo así nunca podrá recoger de! todo la riqueza y com-
plejidad de la vida de una época. Además, las referencias a acontecimientos locales y regio-
nales son disparejas, lo que refleja en parte la irregularidad de las fuentes. El contenido se
inclina, también, a las regiones de México con las que estoy más familiarizado. "Mosaico
de una época" evoca el espíritu de una era y brinda destellos de algunas de las diversas
realidades de entonces.
Los tres capítulos subsiguientes son la historia política de los periodos presiden-
ciales de los años cuarenta~a Cuaíofrece üña interpretación de sucesos políticos que están
a punto de perderse. Como ilustración de este aspecto, sería revelador preguntar cuántos
estudiosos de la política mexicana recuerdan e! contexto específico en el que e! partido go-
bernante cambió su nombre de Partido de la Revolución Mexicana (PRM) a Partido Revo-
lucionario Institucional (PRI). Mi esperanza es que estos esfuerzos estimulen a otros a
emprender un examen sistemático de! pasado reciente con base en diferentes elementos
de análisis. Es fascinante haber vivido un periodo y ver después los estudios históricos que
emergen. Aunque visité México por J2rimera_vez hasta fines deja década de lo.;;ci~n-
ta, mis estancias en ese país estaban cerca de los sucesos de los años cuarenta para apro-
vechái=aTmeñOslÜs recuerdos de mUchas personas que habían vivido ese periodo.
A algunos e! capítulo "LjpOHtica de la corrupción" p.Qdrá parecerl~con~-
ti92: Ijay tantas maneras de juzgar la corrupción que ésta constituye un difícil tema de aná-
lisis para el historiador. No sólo los testimonios públicos de la corrupción en este periodo

23
MÉXICO E LOS CUARENTA

son ricos y abundantes, sino que, además, la corru ción fue t inante en la é oca
que determinó muchos aspectos_<i~ la vida, e j cllJso moldeó el mc:~lo de d~rrollo.Jiel
país. Así, la corrupción no puede verse como una abe.rración menor: brinda otra ex lica-
ción fundamental a muchos agudos problemas de pobreza y subdesarrollo, aún existentes
y de nuevo crecientes en la década de los noventa. Ni siquiera la más aparente, razonable,
equilibrada, desapasionada e imparcial narración histórica puede ser objetiva si ignora el
inmenso expediente de corrupción de la década de los cuarenta. ~ás aún, hasta ue no
exista una clara comprensión de cómo ocurrieron esos pasmosos abusos de la confianza pú-
blIca_ abra pocas posibilidades de impedir la preservación de tales prácticas en-e\futuro.
Para volver a la idea de la política como una pugna por la manera de ver los asun-
tos públicos, el capítulo "La batalla por los medios de información mexicanq.L..examina
cómo se asignaron nuevos canaTes de comunicación e influencia en los años cuarenta, La
política nacional se vinculó con el poder de los medios mientras los empresarios nacio-
nales practicaban un juego intrincado, usando las nuevas tecnologías llegadas de los paí-
ses industriales avanzados al tiempo que se oponían a poderosos intereses europeos y
estadunidenses. Aunque este relato es fascinante por derecho propio, también mira al pre-
sente, en el que muchos de los individuos que obtuvieron entonces el control de los
medios de información, o ue lo heredaron más tarde, siguen desempeñando un impor-
tante papel en el establecimiento de la agenda pública actual.
Por último, el lector debe tomar en cuenta que México en los cuarenta: Modernidad,
política y corrupción tiene el propósito de complementar mi anterior estudio acerca de las
relaciones entre México y Estados Unidos en el mismo periodo.'? En aquel volumen se exa-
minó la relación internacional entre estos dos países en el nivel de las relaciones diplomá-
ticas, militares, económicas y de negocios. Este libro, en contraste, es un análisis de la
historia nacional de México tras el periodo presidencial de Cárdena .

24
LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

Caiga quien caiga.

Miguel Alemán

L a corrupción, a diferencia del embarazo, es cuestión de grado. Entre el Sermón de la


Montaña y la Colina del Perro! puede haber una enorme diferencia; sin embargo,
entre el mayor y menor nivel de honestidad personal y pública, toda posible posición es
poco a poco ocupada. En estas finas rebanadas gradaciones de honestidad radica un pro-
blema. Sabemos que la diferencia entre una aguda práctica de negocios y el robo puede
ser en extremo fina, pero las más elevadas reflexiones morales sobre el problema no siem-
pre son muy útiles, puesto que no tratan de los grados de la corrupción. Uno puede adop-
tar una posición absolutista, condenando todo tipo de corrupción, pero llegar tan lejos
lo aparta a uno de la corriente dominante de la vida diaria. (Se dice que Harry Truman
ponía nerviosos a sus contemporáneos cuando compraba sus estampillas postales; cuan-
do enviaba por correo una carta personal, sacaba sus estampillas y ponía una en su carta,
usando las estampillas del gobierno sólo para asuntos oficiales.f En contraste, cierta tole-
rancia a la corrupción podría desprenderse del cosquilleo de un buen escándalo, o un
reconocimiento de la universalidad de la corrupción podría combinarse con el deseo de
entrar en acción.
Si problemas de grado vuelven a la corrupción difícil de entender en el nivel in-
dividual, el caso se complica cuando el historiador trata de relacionar la codicia con los
amplios patrones de desarrollo dentro de la sociedad. El concepto mismo de corrupción
afirma la conveniencia del statú qua. En efecto, supone el predominio de las leyes del
Estado-nación sobre los reclamos regionales, de parentesco o familiares. Podría decirse de
igual forma que cierto grado de corrupción puede, a veces, incrementar la justicia social.
En un sistema cerrado puede dar margen para que la gente sobreviva y conducir también
a la redistribución del ingreso. Esto es cierto cuando existe una percepción general de que
la sociedad opera en formas carentes de justicia social. Pero la corrupción generalizada
-en especial en un periodo en el que se le pide a la gente "apretarse el cinturón" en nom-
bre de alguna causa nacional- puede poner en duda las percepciones de legitimidad
política.
La dificultad es que en un contexto la corrupción puede conducir a una sociedad
más justa, mientras que en otro puede ocurrir 10 contrario. En un sistema en extremo

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:\iÉXIco EN LOS CUARENTA

jerárquico la corrupción puede reforzar patrones de sumisión y predominio. También


podría representar un compromiso previo con redes familiares y personales en oposición
reclamos de la sociedad y la ley. O bien, sistemas de sobornos podrían ser una manera de
remunerar a funcionarios mal pagados. Hay un inevitable estrato de corrupción en toda
sociedad; aun así, el espíritu de la época también fija las normas, grados y parámetros de
tolerancia. En Estados Unidos, por ejemplo, hubo mucho menores niveles de corrupción
en el periodo Truman-Eisenhower que en la época de Nixon-Reagan; en un grado con i-
derable, esta disparidad reflejó las normas fijadas en la punta de la pirámide política v
social.
En México pobreza y corrupción han cohabitado siempre. Por ejemplo, Lauren
Perry exploró las maneras en que el minoritario republicanismo llevó a diferentes nivele
de corrupción en la República restaurada." Los gastos del Estado y los proyectos militare
por tradición fueron fuentes de enriquecimiento personal. (Manuel Ávila Camacho se ini-
ció como pagador de Venustiano Carranza.) Tanto favores a miembros centrales de la
dinastía de Sonora como la corrupción de los trabajadores de la Confederación Regional
Obrera Mexicana (CROM) eran conocidos aspectos de la vida pública antes de la década de
los treinta. Pobreza y subdesarrollo sin duda exacerbaron esos fenómenos, aunque algu-
nos comentaristas lo veían al revés. James Wilkie, en su entrevista con Ramón Beteta sobre
el impulso al desarrollo industrial a fines de los años cuarenta, dijo que "lo raro es que
muchas personas no entienden que en México no se roba; no hay desfalcos, digamos, pero
sí se gana mucho en los contratos con el gobierno. Cuando el desarrollo económico es
muy grande, debe haber muchas personas que obtienen grandes ganancias de sus con-
tratos; así pasan las cosas". Beteta coincidió de inmediato con Wilkie en que no hay robo,
bromeando que cuando dejó su puesto "se nos acusó (a mí personalmente, por ejemplo)
de haberme llevado la reserva del Banco de México"."
Un ejemplo extremo de la racionalización de la corrupción emergió en Corruption
and Politics in Contemporary Mexico, de Stephen D. Morris:

La corrupción es un mecanismo crucial en el singular estilo de gobierno de


México. Al asignar prebendas, la corrupción ayuda a minar la posibilidad de que
las organizaciones amenacen al sistema, y ayuda así a aliviar demandas de clase.
Aunque la corrupción generalizada puede resultar en bajos niveles de confianza
en el desempeño del gobierno, las metas del sistema o las políticas del gobierno
podrían no ser cuestionadas. En efecto, culpar a la avaricia humana de las fallas
del sistema brinda una salida fácil al gobierno, suavizando por lo tanto un asun-
to que podría ser políticamente explosivo+

Es difícil aceptar este recrudecimiento de funcionalismo estructural. Cierto, la


corrupción puede socavar movimientos de reforma, como lo demuestra la experiencia de
la década de los cuarenta. Sin embargo, un alto nivel de cinismo o la creencia de que el
presidente es en realidad un pillo puede minar la autoridad. Y la noción de que la corrup-

212
LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

redominio. También ción ayuda a "intensificar la sensación de legitimidad entre la elite política al ofrecer bene-
onales en oposición a ficios materiales a quienes practican el juego político" llega demasiado lejos." En un caso
an ser una manera de hipotético en el que, digamos que en nombre de la privatización, un alto funcionario se
e corrupción en toda apropia de un bien público para su ventaja personal, no hay nadie más que se beneficie
dos y parámetros de o reciba dinero, y la fricción de clase aumenta, no se alivia. Tal vez éste sea un caso en el
iveles de corrupción que resulte útil recordar una proposición fundamental de las ciencias físicas: la ley de
; en un grado consi- Occam.
pirámide política y En lo personal todos hemos llegado a nuestra posición sobre estas materias. Pero
para los historiadores las debilidades individuales importan menos que el impacto de acti-
or ejemplo, Laurens vidades.corrupras- en'"la- sociedad. Una consideración del programa de desarrollo de
. a diferentes niveles Méxi&; en la década de los cuarenta fuerza al observador a confrontar estos problemas,
proyectos militares ya que el impulso adquisitivo se volvió prominente -algunos dirían dominante- y la
ila Camacho se ini- corrupción se convirtió en un asunto histórico al modificar de forma drástica el progra-
ros centrales de la ma--aera RevOlución m;ocalla:Las eviaenClas de corrupcióñS'Q";i SUstanciales y emanan
ederación Regional muchas fuentes. Aunque el historiador intente ser sensible a la calidad de las eviden-
tes de la década de cias, con dificultad nos hallamos en posición de celebrar juicios en los que la fuerza judi-
enos, aunque algu- cial y las reglas legales de las evidencias estén en vigor.
ón Beteta sobre El intento de escribir una historia de los años cuarenta sin sustancial referencia a
e "lo raro es que la corrupción de la época dist~ la re;jidad del periodo. Blanca Torres, una de los
cos, digamos, pero p~ores que nan trabajado seriamente el lapso posterior a 1940, menciona la
olio económico e corrupción sólo cuatro veces en su libro. ~~efer.enc-ia es a la corrupción entre
cias de sus con- miembros de 1 ejidos. Hay una referencia a "funcionarios y empresarios beneficiados"
que no hay robo, q rovecharon las regulaciones de tiempo de guerra para el enriquecimiento perso-
me, por ejemplo) nal. Se señalan prácticas corruptas de compañías extranjeras, y por último hay una refe-
rencia ar resentimiento a causa de la corrupcióri'qüe rodeoa-ras campañas contra la fiebre
rió en Corruption aftosa.? La impresión general del libro es que la corrupción fue un fenómeno menor, no
diferente a la corrupción en la mayoría de las demás épocas y lugares. Sin embargo, éste
es un ejemplo en el que un tono prudente y equilibrado, e incluso un sentido de mode-
de gobierno de ración, distorsionan gravemente la historia. Aun si un significativo porcentaje de las acu-
ibilidad de que aciones que abundan en los archivos históricos se desechara como rumor, quedarían
andas de clase uficientes evidencias directas para forzar al historiador a confrontar el tema del impacto
es de confianza
de la corrupción en el programa de desarrollo de la nación." La corrupción individual en
.cas del gobierne
altos puestos proliferó hasta tal punto que los pecadillos cambiaron la dirección del desa-
a de las fallas
rrollo dé México. .: - --
o tanto un asun-
- Esta atmósfera de corrupción generalizada no siempre se había extendido tanto
antes de 1940; el periodo de las reformas cardenistas no está repleto de esas acusaciones.
ural. Cierto, 1 El periodo del cardenismo fue tal vez el menos corrupto de la historia de México. En
experiencia d g(aclOConslderable, las reformas cardénistas motivaron a la gente en p~ori-
ncia de que dad en el gobierno de Cárdenas a trabajar por el bien público y a dejar de lado vetustas
e que la corru prácticas de enriquecimiento personal a expensas de la gente. De forma significativa

213
~1txICO EN LOS CUARENTA

Cárdenas fijó el tono liberando a los empleados gubernamentales de la antigua práctica


de devolver parte de su salario al partido gobernante.9
La única acusación contra Lázaro Cárdenas que yo he encontrado en los archivos
procedió del cónsul estadunidense en la ciudad de México George P. Shaw. Éste acusó por
error a Cárdenas de ser proalemán. Shaw informó que en Michoacán existía una red que
implicaba al hermano del presidente, Dámaso Cárdenas; el exjefe de la policía del Distrito
Federal, el general José Manuel Iúñez, y Gabino Vázquez, jefe del Departamento Agrario.
La sugerencia era que, pese a ser antiempresarial, Cárdenas invertía en terrenos y en el
hotel Arteaga, y que exportaba limas de Michoacán. ada de esto era ilegal o antiético;
sólo se escondía de la vista pública. Shaw aseguró que un sistema de permisos de expor-
tación de madera otorgados por el gobernador Félix Ireta vinculaba a Cárdenas con una
"imposición de tributo" y que el expresidente se beneficiaba del alto precio de la madera.
Aun si era así, resultaba una conducta ea i santa para los estándares de la década de los
cuarenta. 10 El compromiso con una reforma de gran magnitud en los años treinta redujo
el nivel de la corrupción a bajos niveles históricos.
También es importante señalar, como lo demuestra el trabajo de Jeffrey Rubin,
que las normas fijadas por el gobierno nacional no se aplicaban de manera automática en
la política del Estado. Rubin indica con razón que Cárdenas no dominaba de ningún
modo la totalidad de las maquinarias políticas estatales y locales. En realidad, un modelo
de diplomacia interna podría constituir un vehículo adecuado para comprender la rela-
ción entre el proyecto nacional cardenista y las autoridades locales. ¡¡ Para poner un ejem-
plo extremo, la maquinaria (Maximino) Ávila Camacho-BautistaJenkins prevaleció en
Puebla con un alto nivel de desdén por el proyecto cardenista, pese a lo cual el presiden-
le apoyó a esa maquinaria contra el Frente Regional de Obreros y Campesinos (FRac) de
la Confederación de Trabajadores de México (CfM). 12 Patrones de corrupción permane-
cieron inalterados en algunos estados y regiones, aun en momentos de la más intensa
reforma en el sexenio de Cárdenas.
Después del gobierno de Cárdenas las cosas cambiaron en el centro, y mucho
altos funcionarios parecían estar en el corazón de numerosos negocios oscuros. Éste fue
un hecho muy conocido en ese tiempo. Un chiste muy popular entonces preguntaba:
"¿Cuáles son los tres grandes males de México?" "L~ierna de ~ta Anna, el braz'?2e
Ob - ón los dientes de Alemán", era la respuesta. 13 A diferencia de los chistes sobre Lui
cheverría de la eca a e os setenta, que expresaban la firme oposición de la cla e
media a las reformas de ese periodo, Alemán era visto, aun en su época, como corrupto
en exceso. El humor político expresaba desprecio por las prácticas prevalecientes al tiem-
po que revelaba un sentido de impotencia. Aun el político de la maquinaria priísta Emilio
Portes Gil, en su comentario final sobre los años de Alemán, admitió: "Por desgracia.
muchos de sus amigos, abusando de la confianza que él había depositado en ellos, apro-
vecharon la política para dedicarse a grandes negocios" .14
Ahora que hay acceso al rico acervo histórico del periodo, resulta claro que quie-

214
LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÚN

es llegaron a conclusiones sobre funcionarios corruptos en la década de los cuarenta


vistaron apenas la punta del iceberg. y-corru2ción¿~Pt2 much!!§f2.!'.!I!as, y ~ces prác-
-~cas corru~: ~fundían con negocios sagaces. _ ediante la clas.ificación de la histo-
riaCreracüiTU~.!:QlmrtaxonOl1ita, de menor a mayor, de lo sutil a lo flagrante y de
Jo'tdío"sincrásTco a lo sistérnicó, pódernos comprender'mejor cómo aumentó la corrupción
ha~o~ertirse en un importante factor en e! desmantelamiento de la versión cardenis-
a inicial de la Revolución mexicana.

Robo directo

~ngue es IJ![2 encontrar evidencias de funcio]Elrios.g~~~~entales que hayan


aqueado las arca~El1glicas0iu,?o c,:s~s ~n lOS ue eso OCUl:!29._En1949 el tesorero general
~ tr"f'iacÍ<Sn,Luis Ríos..Q1iI1laI, fue acusado de frau e. Se alegó que había falsificado reci-
bos cuando Añ1eriCañ Airlines pagó tres millones de pesos al fisco mexicano en impuestos.
Ríos Chimal cambió los cheques; sin embargo, los fondos no llegaron nunca a las cuentas
públicas." El fraude era claro; lo único notable fue la falta de protección política.
El gobern~or de Durango, BIas Corral Martínez, se vio en una inusual situación
políti~tFas~e-16.sometíaa tratamiento médico en la Mayo Clinic.de Rochester,
Minns:s-ota,..se-mforrrró de su })luerte por error. La legislatura de! estado, en un momento
de euforia, nombró a un nuevo gobernador, y varios de los principales funcionarios esta-
tales del gobierno de Corral Martínez renunciaron. Siguió una batalla constitucional y
política, ya que el gobernador interino era miembro de! Partido Acción Nacional (PAN), de
oposición. Se supo entonces de Nueva York que Corral Martínez estaba vivo después de
todo. Durante la confusión, sus parientes fueron acusados de haber saqueado las arcas de!
estado mientras Corral Martínez estaba en la Mayo Clinic. El siguiente gobernador, José
Ramón Valdés, publicó detalles sobre las vacías arcas estatales que había heredado."
En Oaxaca hubo una protesta popular a principios de 1947 contra e! gobernador,
Edmundo Sánchez Cano. Éste había ofendido a la comunidad empresarial con innovadores
impuestos, a los estudiantes recortando e! presupuesto universitario y a otros por la política
de la imposición. La protesta popular creció hasta que fue necesario que el ejército pro-
tegiera a los funcionarios contra la población local. Aun entrar a las oficinas era riesgos o,
así de intensa era la cólera pública. El gobernador fue al final depuesto, y luego hubo
informes de que había dejado las arcas estatales "por completo desprovistas de fondos".'?
A veces una súbita apariencia de riqueza llevaba a una sola conclusión. Un diplo-
mático británico señaló acerca de Ramón Beteta: "Hace unos años era pobre, ahora es
rico, pero no tuvo suficiente sagacidad para camuflar su repentina acumulación de riqueza.
La mansión que se está construyendo y su alhajada esposa estadunidense no han escapa-
do a la atención de su jefe ni de la gente" .18 Con mucho, el más serio alegato de apropia-
ción directa de fondos del gobierno de Ávila Camacho fue reportado por un diplomático
o que quie- británico: "De acuerdo con mi informante, el peor descubrimiento fue que noventa y tres

215
MÉXICO EN LOS CUARENTA

millones de dólares de los que el anterior secretario de Hacienda dio recibos válidos no
pueden ser explicados". Se informó que Alfonso Caso se entregó a la detección de esas
irregularidades.!" Al parecer fue una tarea ingrata, porque pronto renunció al trabajo y
volvió a la vida académica.
Cuando se establecía el robo directo, descubrirlo era un juego de niños para un
auditor competente. Sólo se requería voluntad política para perseguir. Además, un robo
así era indefendible. El principal impacto de esos robos ocurría sobre los programas inme-
diatos desprovistos de fondos a causa de la malversación. Así, había escuelas que existían
sólo en los libros contables, y caminos que quedaban sin hacerse.

Abuso de autoridad

La tendencia a usar el puesto para aumentar la ri ueza ersonal era común. Un


informe de teniente corone aur~ en, agrega o mi itar asistente de la embaja-
da de Estados Unidos, explicaba que la Policía de Seguridad Nacional-organizada por el
presidente Alemán el primero de diciembre de 1946 para proteger su vida, mantenerlo al
tanto de actividades subversivas y coordinar las demás funciones policiacas en México-
se había vuelto corrupta. El FB! adiestró a varios jóvenes graduados del Colegio Militar de
México para ocupar futuras posiciones en la Policía de Seguridad Nacional. Por lo tanto,
la información que recogía de sus reclutas mexicanos bien puede haber sido confiable
pues confidencias internas se intercambiaban entre una agencia policiaca y otra. Para 194í
el coronel Marcelino Inurreta era el comandante de la Policía de Seguridad Nacional, y el
segundo al mando era Juan Ramón Gurrola. Como lo expresó el agregado militar: "Ambo
son personas de cuestionable carácter, e información reciente señala su participación e
actividades de narcotráfico. Parece que usan la organización como fachada para opera-
Clañes ilegales con as que amasar fortunas personales. Carlos 1. Serrano, cercano aseso
del presidente, tiene ilimitado poder sobre la Policía de Seguridad Nacional, y conoce a 1
perfección sus operaciones 'laterales'U?
De acuerdo con esta versión, el coronel Inurreta había sido tesorero de la Polic
del Distrito Federal durante el gobierno de Ávila Camacho. Mientras ocupaba ese pue le
adquirió una casa prestigiosa. Durante la campaña de Alemán la hipotecó en ochenta y cinc
mil pesos y, usando el nombre de un amigo, destinó los fondos a la compra de un resta -
rante. Siguió un juego peligroso: "Después de la elección, le refirió al coronel Serran
uno de los asesores más cercanos del presidente, cuánto dinero había gastado en la can.-
paña, y que había hipotecado su casa para obtenerlo, y en prueba de esto exhibió los doo -
mentos de la hipoteca. El coronel Serrano informó al presidente Alemán de esto y
hicieron arreglos para rembolsar a Inurreta los ochenta y cinco mil pesos y también dar
el puesto de director de la Policía de Seguridad Nacional"."

216
LA POLÍTICA DE LA CORRUPC¡Ú.

recibos válidos no El agregado estadunidense se enteró de estos detalles cuando el segundo al mando,
detección de esas Juan Ramón Gurrola, llamó a funcionarios del Tesoro de Estados Unidos para indagar
nunció al trabajo y cuánto sabían sobre el narcotráfico en su país. "Una vez que el agente del Tesoro se fue,
se oyó a Gurrola alardear de que había descubierto una mina de oro de información,
de niños para un dando a entender que recibiría información que le ayudaría en sus ilícitas operaciones de
. Además, un robo narcotráfico". El caso contra Juan Ramón Gurrola también se fortaleció cuando un Cadillac
programas inme- manejado por su sobrino, Francisco Gurrola, fue decomisado por agentes aduanales esta-
cuelas que existían dunidenses el 25 de junio de 1946 en Laredo, Texas. El auto contenía sesenta y cuatro
latas de opio. Francisco Gurrola fue procesado, condenado y sentenciado a tres años en
una penitenciaría federal en Texas. De acuerdo con esta información, el tercero al mando,
el coronel Manue!.,Magoral, al parecer controlaDaTas vemas de madguan~ en la ciudad de
~~ registro documenra:t no deja en claro si el presidente y otros altos funcionario.
del gobierno sabían de las actividades de narcotráfico de la dependencia; tal vez éste sólo
era realizado por un pequeño grupo alrededor del coronel Serrano. El teniente coronel
Holden creía que la Policía de Seguridad Nacional participaba en violencia personal, estafas
de protección, chantaje y la penetración de cuentas bancarias. Esos policías eran, en opi-
nión de Holden, "nada menos que una Gestapo con otro nombre", yjuzgó alarmante que
en círculos militares y policiacos se pensara que el coronel Serrano era el segundo hom-
bre más poderoso del país.
Subsecuentes investigaciones de personal de la embajada estadunidense plantea-
ron preguntas concernientes a la participación de Serrano en el narcotráfico. Funcionarios
del Tesoro admitieron que sus evidencias que vinculaban a Serrano con el automóvil que
transportaba cocaína y que había sido decomisado en Laredo eran circunstanciales. ~o
obstante, esos agentes del Tesoro se enteraron de que Ángel González, hermano del pro-
curador general de la República, había sido amenazado por Serrano y huido del paí
temiendo por su vida." En respuesta a la acción de Serrano y a su solicitud a Estado
Unidos de devolverle el auto a él, se creía que esos funcionarios del Tesoro habían filtra-
do tal información a los periodistas Drew Pearson y Walter Winchell, cuyas columnas se
publicaban en numerosos periódicos de Estados Unidos; esto enfureció a Serrano, quien
amenazó con ir a ese país y demandar a Pearson. El embajador Thurston concluyó: -_\1
ver a Serrano me dio la impresión de que indudablemente representa todo lo malo. per-
verso y peligroso, y que no hay nada que no haría sin escrúpulos. Al mismo tiempo, me
dio igualmente la impresión de que, en este caso particular, bien podría ser totalmente
inocente't.P Como quiera que sea, el episodio terminó con una ofrenda sacrificial. Juan
Ramón Gurrola fue agredido a balazos, y partió a un exilio extraoficial en Chile. Asi. el epi-
sodio reverberó no más allá del segundo al mando en la Policía de Seguridad Xacional.
Otro caso de an sterismo político dejó un rastro que llegó más alto en el gobier-
no de Alemán. El asesinato e sena or de oposición ~O-An-&ulo_, de 1:IaxcalaLen la
Avenida Insurgentes el 17 de febrero de 1948 causó un furor que dirigió la atención al
terrorismo de Estado. Diplomáticos estadunidenses se enteraron de que los cuatro prin-
-~
MÉXICO EN LOS CUARENTA

cipales sospechosos eran miembros del círculo íntimo de Alemán: Jorge Pasquel era tenido En 1 ~
como el principal importador de narcóticos; Enrique Parra "arregla muchos asuntos, tanto ción de Banq
financieros como amorosos"; el senador Gabriel Ramos Millán estaba activo en círculos 50% de los de
bancarios y era conocido "por presionar a los banqueros para que extiendan crédito a per- se exigía que
sonas a las que el presidente desea honrar", y el coronel Carlos Serrano era dueño de de industrializ
varias casas de prostitución y dirigía a pisroleros." bernamentales
En otro ejemplo un poco menos flagrante, pero aun así muy poco imaginativo, de apoyara la pro
corrupción, cj!}.cQmk!pbros_deLcous_ejo..d€ administración del Banco del Pe ueño Comercio indirectos valí
escribieron al presidente_ denunciando al director del banco, Juan de ~ BoiQrquel"-~~ millones de pe
practIcas corruptas. De acuerdo-con sus compañeros consejeros Bojórquez era culpable sentó una imp
de pagar una renta excesiva por las instalaciones del banco, canalizar labores de repara- Algo
ción a través de su hijo, cometer irregularidades en la contratación y contabilidad, man- de Miguel Ale
tener aviadores y extender crédito de alto riesgo a sus amigos y compadres. En suma, los ciudad tan rem
consejeros acusaron al gerente de abusar de su puesto." reunido unos d
Había otros notorios ejemplos de simple corrupción. El gobernador de Coahuila, que pagar de q
Ignacio Cepeda Dávila, se disparó tras una protesta popular contra un aumento de 400% ciales. El con
en los impuestos estatales en julio de 1947. La presión sobre él se intensificó cuando se calles y mejorar
reveló que había asentado una partida de dos millones de pesos en el presupuesto estatal bien relacionad
para la Universidad del Estado de Coahuila. Solo ue ese e~d en estatales y local
1947.26 y-ergot;ernador Carlos Ci1etancourt, de Puebla, a Ínitió que para su contribución El pre .
a la campaña electoral del presidente Alemán había desviado de proyectos públicos fon- XEX, que oper
dos asignados por la legislatura estatal.i? Inversiones en
En 1947 hubo una campaña contra el exgobernador de Baja California, Rodolfo mantenía 49%
Sánchez Taboada, a quien se acusó de haber hecho una fortuna personal a partir de su cargo. de administraci
Éste había exigido la expulsión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de quienes mantener cuen
se sumaran al Partido Popular (rr), y muchos que sentían esa presión estuvieron dispues- condición finan
tos a hablar de sus malos manejos.l" Los alegatos no dañaron la carrera de Sánchez total, él alegó y
Taboada, sin embargo, porque pronto fue nombrado presidente del PRI. dida mensual d
A veces el directo abuso de autoridad crecía en escala y amenazaba a grandes ins- visado la contab
tituciones; entonces, sólo la desviación de fondos públicos impedía el desastre. En 1949 el Siempr
Banco Nacional de México (Banamex) poseía 60% de las acciones del Banco del Pacífico tico. Tal cosa p
en Baja California. De acuerdo con la información que un diplomático británico obtuvo del director genera
director de Banamex en la ciudad de México, el Banco del Pacífico había "sufrido una pér- (OOF), fue arres
dida de unos doce millones de pesos [oo.] mediante las actividades de un político en Baja no de setenta
California". Aunque en círculos bancarios se temía que esa pérdida recayera en Banamex, arresto, Betanco
"míster Richardson recibió seguridades de que el gobierno había salido en auxilio tanto caso, dada su an
del Banco Nacional de México como del Banco del Pacífico, y de que ambos seguirían cia, cayera quien
operando en forma normal.P Este e isodio_re~ela cómo el go2jerno_ aplicaba con regu-
laridad fondos públicos para rescatar al sector privado. - -------

218


INTRODUCCIÓN

e Pasque! era tenido En 1949 el Banco de Comercio y varios bancos menores abandonaron la Asocia-
chos asuntos, tanto ción de Banqueros de México a causa de la propuesta de eliminar la exención fiscal de
'a activo en círculos 50% de los depósitos a la vista. Como resultado de una importante innovación mexicana,
ndan crédito a per- se exigía que esos fondos se depositaran en el Banco de México para financiar proyectos
rano era dueño de de industrialización. Así, el acto del Banco de Comercio fue en repudio a las medidas gu-
bernamentales. A la luz de lo ocurrido en Baja California es comprensible que Banamex
o imaginativo, de apoyara la propuesta del gobierno de eliminar esa ventaja fiscal. Los beneficios fiscales
Pe~eño Com.,!!:.90 indirectos valían menos que el subsidio directo. Desde luego que el obsequio de doce
Dios B~Órquez, de millones de pesos del dinero público al banco para cubrir el robo de funcionarios repre-
;rquez era culpable sentó una importante desviación de fondos.
labores de repara- Algo del estilo político del periodo emerge del destello que tenemos de una visita
contabilidad, man- de Miguel Alemán a Coatzacoalcos en mayo de 1950. Éste era un gran evento para una
adres. En suma, los ciudad tan remota. Alemán llegó con un séquito de mil quinientas personas. El PRl había
reunido unos doscientos cincuenta mil pesos entre los comerciantes locales, que tuvieron
dor de Coahuila, que pagar de quinientos a mil pesos cada uno o de lo contrario tendrían problemas ofi-
aumento de 400% ciales. El consuelo era la promesa de que el gobierno usaría la ocasión para pavimentar
ensificó cuando se calles y mejorar el sistema de agua potable. La compañía constructora dirigida por el muy
resupuesto estatal bien relacionado Manuel Suárez, de Techo Eterno Eureka, recibió 4.5 millones de fondos
iaJ!!ÜY~sidad en estatales y locales, pero la obra nunca se hizo."
u contribución El presidente estaba muy involucrado en la administración de la estación de radio
os públicos fon- XEX, que operaba con pérdidas y recibía subsidios públicos de la Comisión Nacional de
Inversiones en 1948. Alonso Sordo ~ori~a, el gerente original de la estación, quien aún
mantenía 49% de las acciones, escn ió al presidente acusando al presidente del consejo
de administración, el senador Bermúdez, y al gerente de la estación, Álvarcz Garza, de
mantener cuentas contradictorias que "demuestran un importante encubrimiento de la
condición financiera de la difusora, que en mi opinión es indiscutiblemente ilícito". En
total, él alegó y documentó -con más de cien páginas de registros contables- una pér-
dida mensual de treinta y cinco mil pesos, o 1.6 millones de pesos desde que había super-
a a grandes ins- visado la contabilidad de la XEX.31
tre. En 1949 el Siempre era posible destacar la corrupción para incomodar a un adversario polí-
anco del Pacífico tico. Tal cosa parece haber sucedido a fines de 1948 cuando Antonio Betancourt Pérez,
itánico obtuvo del director general de la Comisión de Vigilancia del Departamento del Distrito Federal
ufrido una pér- (OOF), fue arrestado por autorizar un aumento al precio de la leche a cambio de un sobor-
político en Baja no de setenta mil pesos de la Unión de Ganaderos del Estado de México. Después de su
'era en Banamex. arresto, Betancourt Pérez acusó a Alejandro Carrillo de estar detrás del episodio. En este
en auxilio tann caso, dada su antipatía por Carrillo, el presidente Alemán insistió en que se hiciera justi-
ambos seguirían cia, cayera quien cayera."
licaba con regu-

219
MÉXIco EN LOS CUARENTA

Mordidas gran jurado lo


Enfrentaba así u
Es importante percatarse de que aunque la década de los cuarenta fue un periodo ta mil dólares.P
de corrupción extrema no todos los funcionarios eran tan adeptos a ella. Ezra Sensibar sentaba a su país
era presidente de Constructíon Aggregates, así como de su filial mexicana, Fomento Ter- Con fre
moeléctrico, S. A. Hacia el final del gobierno de Cárdenas participó en la negociación de participó en ne
un importante contrato, por valor de sesenta millones de pesos, para reconstruir las instala- ataba de conce
ciones portuarias de Frontera, Manzanillo, Mazatlán y Tampico. Considerando inapropiado itaba cond
imponer al nuevo régimen un proyecto de tan largo plazo, el gobierno de Cárdenas difirió ica para la pr
esas negociaciones de noviembre. cultaban a lo i
Cuando las negociaciones se reanudaron durante el gobierno de Ávila Camacho México. En refer
estuvieron en manos del general Heriberto Jara, jefe del Departamento de Marina, y su que, en la comp
asistente, el coronel Teódulo García. "De acuerdo con Sensibar, el general Jara metió las enteré de que las
manos a lo grande. Sensibar dijo que aunque su compañía reconocía que podían reque- tura de ocho .
rirse pequeñas gratificaciones de vez en cuando, no pagaría ningún soborno real, como, buyeron los cua
por ejemplo, ellO o 15% que requería el general Maximino [Ávila Camacho] en su secre- En 1949
taría". Sensibar percibió que el diseño y construcción de las obras portuarias había sido viaciones del din
estorbado por prácticas corruptas, por funcionarios que ocupaban sus puestos como prefirieran adq
recompensas políticas y que no sabían nada de la construcción de puertos, así como por
la decisión del general Jara de situar los astilleros en su estado natal, Veracruz, pese a sus
malos puertos. Al embajador Messersmith le preocupó ese soborno, ya que el Export-
Import Bank (Eximbank) financiaba la construcción de dichos puertos; actuó para quitar
la negociación al Departamento de Marina. La Secretaría de Hacienda era una mucho
mejor opción, ya que Eduardo Suárez era "honesto y sincero en esta materia y no había
mostrado ningún deseo de beneficiarse personalmente". Funcionarios estadunidenses,
por lo tanto, intentaron canalizar el contrato en esa dirección."
Durante la segunda guerra mundial se prohibió la exportación de ganado de
Los co
México a Estados Unidos, debido al efecto inflacionario en México y a la desviación de re-
cursos del esfuerzo bélico. La escasez de alimentos y los altos precios convirtieron el ham- ~Enla
piración enlaza
bre en un asunto muy delicado. Se confió entonces a la Secretaría de Economía Nacional
De acuerdo con
la autoridad de expedir permisos de exportación. El secretario, Francisco Javier Gaxiola,
Z. Phillips, el
confidente de Abelardo L. Rodríguez, abusó de ese puesto. En septiembre de 1941 firmó
grupo Hastin
un acuerdo con Honorato González y otros dos promotores por el cual se otorgaban per-
Camacho. Lue
misos para la exportación de cincuenta mil cabezas de ganado. González pagaría al cuñado
maniobrar en i
de Gaxiola dos pesos por cabeza, la mitad de los cuales se devolvería a Gaxiola. El infor-
sición en tiem
me del FBI sobre este negocio señalaba que era raro que un acuerdo como ése se hiciera por
tres mil doscie
escrito, "hecho que podría tomarse como ejemplo de la soltura con que se puede sobor-
ta de tres mil o
nar a Caxiola''."
subarrendar la
El cónsul general de México, Ricardo C. Hill, fue procesado por incurrir en aca-
disponer la di
paramiento en la ciudad de Nueva York durante la segunda guerra mundial. En 1947 un
cionales de qui

220
LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

gran jurado lo acusó de incumplir regulaciones de control de precios y exportaciones.


Enfrentaba así un máximo de treinta y seis años de cárcel y multas por trescientos sesen-
fue un periodo ta mil dólares" Es obvio que había abusado de su condición diplomática mientras repre-
. Ezra Sensibar sentaba a su país en Estados Unidos .
. Fomento Ter- Con frecuencia, órdenes de comer a se i~blll. El embajador mexicano en Italia
negociación de participó en negociaciones'Fon tres industriales italianos: Inocentti, Guani y Calme. México
truir las instala- trataba de concertar la adquisición de una fábrica de tubos de una sola pieza; Pemex los
do inapropiado necesitaba con desesperación. Al parecer los industriales italianos tenían una innovadora téc-
Cárdenas difirió nica para la producción de ese tipo de tubos. Como las regulaciones de la posguerra difi-
cultaban a los italianos invertir en el exterior, estaban dispuestos a vender la tecnología a
Ávila Camacho México. En referencia a otro país que había hecho un arreglo similar, el embajador señaló
de Marina, y su que, en la compra de la fábrica, por cuatro millones de dólares, "confidencialmente me
Jara metió las enteré de que las personas encargadas de la adquisición por su gobierno pagaron una fac-
e podían reque- tura de ocho millones de dólares".36 El embajador no explicó la forma en que se distri-
rno real, como, buyeron los cuatro millones adicionales.
ho] en su secre- En 1949 e! pago de los préstamos ferroviarios se había atrasado, a causa de des-
arias había sido viaciones de! dinero. Funcionarios estadunidenses estaban molestos de que los mexicanos
puestos como prefirieran adquirir vías en vez de pagar otras obligaciones:
os, así como por
acruz, pese a sus Como se sabe, Ferrocarriles Nacionales debe a la American Association of Railroads
que el Export- alrededor de dos millones de dólares en pagos atrasados de carros por día, etcé-
ctuó para quitar tera. Un funcionario mexicano me dijo hace unas semanas que Hacienda entregó
era una mucho a Ferrocarriles el dinero para pagar esa deuda, pero que, en lugar de usarse con
ateria y no había ese propósito, fue desviado para establecer cartas de crédito para la compra de
estadunidenses, acero en Estados Unidos. La razón, por supuesto, son las mordidas que ciertas
personas obtienen o esperan obtener'?
n de ganado de
Los contratos de uerra brindaron randes o ortunidades de mordida~y falsifi-
desviación de re-
~ En la adquisición de nuevos carros de ferrocarn , por ejemplo, una red de cons-
virtieron el ham-
piración enlazaba a corporaciones estadunidenses con autoridades de compras en México.
onomía Nacional
De acuerdo con un informe, varios hombres de negocios que operaban en este país -A.
o Javier Gaxiola,
Z. Phillips, el general Enrique Estrada y Alexander Kleyff- servían de enlace entre el
re de 1941 firmó
grupo Hastings (el senador Hastings y Axel Wenner-Gren) y e! general Maximino Ávila
e otorgaban per-
Camacho. Luego de que Wenner-Gren y Phillips fueron incluidos en la lista negra por
pagaría al cuñado
maniobrar en interés del Eje, los demás asumieron sus operaciones. En la primera adqui-
Gaxiola. El infor-
sición en tiempo de guerra de mil furgones las ofertas promedio fueron de alrededor de
ése se hiciera por
tres mil doscientos dólares cada uno. Sin embargo, ese precio fue rebasado por una ofer-
e se puede sobor-
ta de tres mil ochocientos ochenta dólares de la Magor Car Corporation, cuya función era
subarrendar la manufactura de los carros de ferrocarril a la Ralston Car Corporation y
r incurrir en aca-
disponer la distribución de los seiscientos ochenta dólares por carro. Adquisiciones adi-
dial, En 1947 un
cionales de quinientos furgones, doscientas góndolas y setenta carros-tanque alimentado-

221
Mtxrco EN LOS CUARENTA

A veces la corrupción se combinaba con la ineficiencia. El Monte de Piedad es


muy conocido como la casa de empeños del gobierno. Descendiente de instituciones colo-
niales de bienestar social, prestaba reducidos montos de dinero a los mu obres a altas
tasas de in r' s. De hecho, para 1949 era casi mso vente. unque tenía un va or en loros
e 1.2 millones de pesos, había hecho nueve préstamos por treinta y dos millones de
pesos que no habían sido rembolsados. Además, ochenta y dos mil setecientas familias
pobres y de clase media baja habían hecho depositar sus ahorros en ese banco. La conta-
bilidad se hallaba en tan mal estado que era imposible determinar con exactitud qué había
sucedido. El auditor recomendó extrema reserva, porque si la situación se hacía de cono-
cimiento general podía precipitar el pánico y la quiebra. La peor parte de la situación, en
opinión del auditor, era que el sindicato sabía de la desesperada situación. La solución.
por lo tanto, fue disolver el sindicato."?

Pagos por servicios prestados

En algunos casos el dinero cambiaba de manos para comprar favores olítico-


Firme resIstencia popularcon ra la posición de monopu . e enequeneros de Yucala!:
fue generada por el Frente de Defensa de la Industria Henequenera en 1949. El asunto
centraba en la demanda de los ejidatarios de la ciudad de Hoctún de un pago más alto
también en su exigencia de que los funcionarios cumplieran la ley relativa a lo derech
de seguridad social. El movimiento adquirió fuerza cuando el Diario de Yucatán info
de su caso con simpatía, para gran consternación de los funcionarios locales, así como
los funcionarios del Partido Socialista del Sureste (dominado por el PRI).48 El secuestro
los líderes locales tuvo la intención de frustrar las manifestaciones masivas, y soldado
quearon incluso el acceso a Mérida para impedir a agricultores locales manifestarse. En
momento crucial Mario Souza, jefe del Departamento Agrario, fue a Mérida para
visar el arreglo. Según el informe del cónsul estadunidense en Mérida, "es la opini
ciertas personas bien informadas en Mérida que Souza probablemente regresará a la e
de México más rico en varios miles de pesos, y que no hará nada que interfiera co
funcionarios locales". 49
Estudiantes en México se han manifestado desde hace mucho tiempo col'
que llaman la "prensa vendida". Existen evidencias de archivo de este fenómeno. --.r--
de 1947, por ejemplo, la Compañía Editorial Mexicana de Monterrey escribió a.
dente recordándole que había sido el primer grupo editorial del estado en adheri
principios del alemanismo. Este grupo le pedía entonces subsidios para los periódi
producía. 50 Aunque no hay constancia de la respuesta del gobierno a esa solici
periódico estudiantil, Ases Universitarios, pidió y recibió un subsidio de seteciento
cuenta pesos quincenales, suma nada despreciable para estudiantes en los años cuarenta-
Las razones de que la prensa obedeciera al gobierno son claras. Muchas impor-
tantes figuras de la época tenían acciones en los periódicos conservadores. En el caso de

224


LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

_'ouedades, por ejemplo, los accionistas en 1946 incluían a Jorge Pasque!, "quien es, al
menos parcialmente, fachada de [el presidente] Alemán", y en apariencia a Aarón Sáenz
Abelardo L. Rodríguez. Prisciliano Elizondo, del Grupo Monterrey, también era accio-
nista de Novedades; antiguas enemistades habían sido superadas.F Similares arreglos existían
con otros diarios y revistas.
Uno de los casos más interesantes de negocios ocultos se relaciona con las repe-
tidas semicandidaturas de! general Miguel Henríquez Guzmán. En 1946 Henríquez Guzmán
dio la apariencia de intentar contender por la presidencia contra e! candidato oficial, pero
e retiró antes de hacer una mínima campaña por e! puesto. En ese momento la mayoría
de los observadores supusieron que el costo era demasiado alto y las posibilidades tan
bajas que él había tenido que hacer frente a la realidad política. No obstante, su sernican-
didatura sirvió a un propósito. Dio a las elecciones aEiencia de contienda democrática.
También consumió vitales mesesPrevios a las elecciones y atrajo -laatención para otros
candidatos en perspectiva. Por lo tanto, es en extremo interesante encontrar en la corres-
pondencia de George Messersmith una amarga queja por los contratos para e! gasoducto
de Poza Rica a Salamanca. Los hermanos Henríquez Guzmán obtuvieron e! contrato de!
asoducto para su compañía de construcción contra ofertas de compañías proyectistas
estadunidenses. El contrato se otorgó sobre la base de costo más utilidad, y se estimó en
un valor de cien mil pesos o más. Messersmith sostuvo que un contratista estadunidense
podía hacer e! trabajo por cuarenta mil pesos, incluidos los rnateriales.P
De hecho, e! caso de los hermanos Henríquez Guzmán era aún más delicado
desde e! punto de vista político. El banquero de inversión Carlos Trouyet trazó una dis-
tinción entre los gobiernos de Ávila Camacho y Alemán: "Durante el tiempo del general
Maximino Ávila Camacho, los hermanos Henríquez Guzmán tenían un útil acuerdo con
e! general Maximino y obtenían la mayoría de los contratos de construcción de carrete-
ras". Los hermanos Henríquez Guzmán, el ingeniero Evaristo Araiza, Carlos Trouyet y
otros formaron la compañía Constructora Industrial, S. A. Esta empresa realizaba un tra-
bajo de alta calidad, y sus acuerdos fueron honrados aun después de la muerte de
Maximino. Ramón Beteta había presionado al general Henríquez Guzmán, a través de sus
hermanos Jorge y Luis, para no presentar su candidatura a la presidencia en 1946. Trouyet
confió que Alemán estaba preocupado porque temía que el ejército apoyara al general,
dados los antecedentes civiles de Alemán." Esto explicaría la generosidad de! gobierno en
e! gasoducto Poza Rica-Salamanca.

225
MÉXICO EN LOS CUARENTA

Información confidencial

La conjunción de intereses empresariales y gubernamentales creaba enorm


oportunidades. Esto nunca fue más cierto que durante el gobierno del presidente Alemán.
En medio de la más estricta reserva Messersmith informó a Robert L. Gardner, vicepre i-
dente del Banco Mundial, que "existe un grupo de unos cinco individuos alrededor del
presidente cuyas acciones son notorias y están causando comentarios desfavorables't.P
Los diplomáticos eran diplomáticos, es decir renuentes a decir lo que sabían, aun
años después de ocurrido. Merwin L. Bohan, quien fue consejero de asuntos económico
de la embajada estadunidense en la ciudad de México de 1945 a 1960, cuando hablaba de
Alemán y Beteta decía: "No voy a hablar de [la] moral [de Beteta], etcétera, porque no creo
que sea muy apropiado'v" No obstante, contó una historia sobre Beteta que revelaba algo
del tono de la época. Beteta emitió un decreto en 1948 que prohibía a hombres de nego-
cios estadunidenses introducir sus automóviles a México. Luego de que Bohan presionó
varias veces a Beteta para que derogara ese decreto, éste le dijo: "No lo voy a retirar"
Bohan respondió: "Señor secretario, ¿pero por qué?", a lo que Beteta replicó: "Mire, yo le he
pedido una docena de cosas, y usted no me ha conseguido respuesta de Washington a nin-
guna de ellas". Bohan dijo: "Pero, señor secretario, usted acaba de estar allá hace un mes
y consiguió cien millones de dólares del gobierno de Estados Unidos". Beteta respondió:
"Claro que los conseguimos. Y usted no nos ayudó. Así que nosotros tampoco le ayudare-
mos a usted"Y
Diplomáticos estadunidenses fueron abordados durante la campaña de Alemán
en 1946 por Manuel Nieto, distribuidor de Ford en Veracruz yjefe de una delegación de agri-
cultores de piña en ese estado. Nieto deseaba que el Departamento de Agricultura de Estado
Unidos proporcionara análisis químico de la tierra de los agricultores, así como informa-
ción técnica acerca de la preparación, fertilización, siembra y procesamiento de las piñas
El vocero del grupo ofreció pagar 50% de los costos de ese departamento; los agriculto-
res-políticos Adolfo Ruiz Cortines, entonces gobernador de Veracruz, y Miguel Alemán.
candidato del PRI, pagarían la otra mitad. El consorcio planeaba sembrar unas ochocien-
tas noventa hectáreas de piñas y, en conversaciones confidenciales, el candidato Alemán
indicó que, después de la elección, el gobierno invertiría ciento veinte millones de peso
en mejorar las carreteras que daban servicio a las haciendas. Adicionales fondos guber-
namentales se comprometerían asimismo para el mejoramiento de puertos locales, y la
irrigación sería provista mediante los proyectos del río Papaloapan. El grupo piñero de
Alemán trataba de romper el monopolio de la Asociación de Agricultores de Piña en la
región de Loma Bonita y La Isla en Veracruz.l" Finalmente, un programa Point Four de
gobierno del presidente Truman se organizó para asistir a la industria piñera de Veracruz.
Al final, los políticos no tuvieron que pagar nada, ya que los fondos para apoyar esas diver-
sas iniciativas se clasificaron como asistencia estadunidense a países subdesarrollado
Éste es un excelente ejemplo de la interacción entre los intereses privados creados de fun-

226


LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

cionarios -en especial su posibilidad de incitar proyectos públicos bajo el precepto del
desarrollo- y la creencia dominante en el desarrollo.
El trato favorable a la industria piñera fue explicado cuando el gobierno del pre-
sidente Alemán emitió un decreto que exentaba a las piñas de derechos de exportación;
er, vicepresi- en contraste, el derecho sobre los plátanos era de 3.25 pesos por penca. Tenía algún sen-
alrededor del tido económico abolir los impuestos a la exportación; sin embargo, la participación del
yorables".55 presidente en la industria veracruzana sugiere que estaban enjuego factores distintos a los
ue sabían, aun de la teoría económica. 59
os económicos El exdirector de Nacional Financiera, Antonio Espinosa de los Monteros, halló útil
do hablaba de su experiencia en Estados Unidos en 1946. El norte de México era pobre en energía antes de
rque no creo los grandes descubrimientos de gas natural. Estados Unidos había negado por lo regular
e revelaba algo la exportación de ese recurso durante los años de la guerra. Espinosa de los Monteros se
bres de nego- colocó para aprovechar esa situación. Con socios en el círculo gobernante adquirió la par-
han presionó ticipación mayoritaria de la Compañía Mexicana de Gas. Luego recurrió a la Federal
'oy a retirar". Power Commission cuando se levantaron las regulaciones de guerra y obtuvo la primera
"Mire, yo le he asignación de gas a México. Para bloquear la competencia nacional, sólo se concedieron
hington a nin- permisos a Gas Industrial de Monterrey, S. A. Espinosa de los Monteros escribió al secre-
'hace un mes tario particular del presidente: "Será necesario posponer diez largos años más la explora-
eta respondió: ción de gas en el norte de México [en beneficio de los] intereses de nuestra compañía'U"
o le ayudare- Cuando tiene lugar un importante acontecimiento económico, los economistas
teóricos se inclinan a buscar fuerzas del mercado más que invisibles manos individuales,
ña de Alemán en la tradición de Adam Smith, fundador de su disciplina. La reacción de esa comunidad
ción de agri- era más directa y al grano, como sucedió ante la devaluación de julio de 1948. Hubo una
de Estados protesta pública contra prácticas de operación con información confidencial. La indig-
omo informa- nación contra los funcionarios del gobierno fue tal que el presidente Alemán creyó nece-
de las piñas. sario, en defensa de los consejeros del Banco de México, prometer la publicación de listas
los agriculto- de los bancos e individuos implicados en grandes transacciones de divisas en vísperas de
zuel Alemán, la devaluación+' En realidad había habido una base económica para ese suceso; las gran-
as ochocien- des reservas del país durante la guerra habían sido erosionadas por la inflación, inver-
.dato Alemán siones y gastos opulentos tras la segunda guerra mundial. El secretario de Hacienda
nes de pesos Beteta parece haber apostado, de manera equivocada, a que el Tesoro estadunidense y el
ondos guber- Fondo Monetario Internacional (FMI) salvarían al peso en 1948. Su uso de estadísticas fue
locales, y la poco impresionante en su discurso ante la Asociación de Banqueros de México en la vís-
po piñero de pera de la devaluación.
de Piña en la Beteta consiguió cierto alivio a corto plazo cuando la opinión pública recibió
oint Four del seguridades de la fortaleza del peso, aunque muchos en los círculos financieros sabían
de Veracruz, que éste estaba en problemas. Cuando ocurrió la devaluación, el 22 de julio de 1948, las
esas diver- acusaciones de operaciones con información confidencial proliferaron, y se creyó con
arrollados. amplitud que el círculo gubernamental se había beneficiado de la devaluación. Eljefe del
dos de fun- DDF, Fernando Casas Alemán (sobrino del presidente), fue abucheado en un campo de fui-
MtXlCO EN LOS CUARENTA

bol cuando intentó dar por iniciado un partido. El gobierno sintió presión política y maquinaria (
publicó una lista de individuos que habían realizado afortunadas operaciones (de unos u agrado en
diecinueve millones de dólares) en vísperas de la devaluación; sin embargo, como dijo un amigo" e! in:
diplomático: "La atención se fijó en lo que no se reve!ó".62 e un muy q
La revista semanal Presente acusó a la familia Sáenz de haber ganado un millón y de impuesta:
medio de dólares comprándolos en vísperas de la devaluación. La cuestión era delicada, palabra ,pOi
porque josué, hijo de Aarón Sáenz, era director de Crédito de la Secretaría de Hacienda. Dad
Se alegó que Aarón Sáenz Cournet, primo de Josué, había hecho operaciones con base en cios inmobil:
información de Josué y usando capital de Aarón el viejo. Toda la familia de Aarón Sáenz generaron o
escribió al presidente en privado, negando cualquier participación, y el asunto se turnó al iniciaran prc
procurador general de la República para su investigación.f Los alegatos se acabaron. playa Caleta
Los expertos técnicos del FMI y del Departamento del Tesoro concluyeron que la encuentra e
devaluación del 22 de julio reflejó en lo fundamental "un déficit de cuenta corriente y no ejecutada p<
especulación hasta las semanas inmediatamente anteriores" a la decisión de abandonar e! ra a Zihuata
tipo de cambio de 4.85 pesos por dólar estadunidense, el cual cayó a siete por uno a prin- su muerte
cipios de agosto. México contaba con derechos de giro por 22.5 millones de dólares en el grante acto
FMI Y con otros trece millones en e! acuerdo de estabilización del Tesoro estadunidense patrimonio
-cifra que después aumentó a veinticinco millones- para salir del apuro. A cambio, las piedad.t?
recomendaciones de! FMI Y e! Tesoro fueron "seguidas rigurosamente't." El<:
Carlos Serrano, director de la policía secreta, acudió de nuevo a la embajada esta- namiento re
dunidense luego de que e! columnista Drew Pearson escribió sobre su supuesta participa- Eterno Eure
ción en e! narcotráfico con destino a Estados Unidos. Creyendo que eso ayudaría a su bahía de Ac
causa, Serrano lanzó varias acusaciones contra otros miembros del gobierno. Aseguró que aunque la ci
tanto e! secretario de Economía, Ruiz Galindo, como el de Guerra, el general Limón, saca- mercado, re
ban mucho dinero de su puesto. Afirmó incluso que Limón se había embolsado diez mil obras de i~
de los cincuenta mil dólares que el presidente había dado al equipo de polo del ejército obras en e!
para una gira internacional.P les de cons
El presidente era acusado con frecuencia de colocar a sus amigos y cercanos eran la forn
socios políticos en posiciones de monopolio. En la segunda asamblea nacional de! PRI, en En
1953, e! general Jacinto Treviño acusó a Jorge Pasquel, cercano colaborador político de (CNC) escrib
Alemán, de ejercer un monopolio con sanción oficial de distribución de combustible.P del 9 de enc
De igual manera, a Antonio Díaz Lombarda, amigo de Alemán, se le permitía tener el Juárez. La ti
"notorio monopolio de los autobuses't.F Perrusquía
a que lajun
Desarrollo de Acapulco seguían resi
el ejido ElJ
William O'Dwyer era un exalcalde de la ciudad de Nueva York a quien se le Pie de la e
demostrarían estrechos vínculos con el gángster Frank Costello durante las televisadas Ol
audiencias anticrimen Kefauver del Senado estadunidense en 1951. El presidente Truman Al parecer.
lo envió a México como embajador para librar de la presión de las investigaciones a la juego esta!

228

LA POLíTICA DE LA CORRL'PCI~··

ión política y maquinaria de Tammany Hall de Nueva York. O'Dwyer descubrió pronto un entorno de
iones (de unos su agrado en los negocios que rodeaban al desarrollo de Acapulco. Se refería a su "muy buen
como dijo un amigo" e! ingeniero Melchor Perrusquía en los siguientes términos: "El señor Perrusquía
es un muy querido amigo del presidente Alemán, y su carácter oficial es de recaudador
do un millón y de impuestos de! puerto de Acapulco, y también director de la Junta de Mejoras. En poca
palabras, podría llamársele e! 'Emperador de Acapulco'''.68
>n era delicada,
'a de Hacienda. Dado que la ciudad de Acapulco estaba rodeada por terrenos ejidales, los nego-
cios inmobiliarios y la enajenación de playas públicas en ese fabuloso lugar de descanso
nes con base en
de Aarón Sáenz generaron continuos escándalos. U~ ~omún fue quejJers.911as con poder político
unto se turnó al iniciaran procedimien~os ~ales aprop~d<2:'e de terre!lºs~idales. Visitantes de la famosa
playa caIet:ac:le"*capu co comentan acerca de una impresionante mansión antigua que se
e acabaron.
cluyeron que la encuentra en una pequeña isla a unos metros de la popular playa. (La construcción fue
a corriente y no ejecutada por e! general Jorge Enríquez, quien tenía el contrato para construir la carrete-
de abandonar e! ra a Zihuatanejo.) Existen evidencias de archivo de que Maximino Ávila Camacho y, tras
su muerte, su viuda, Margarita Richardi de Ávila Camacho, participaron en el más fla-
por uno a prin-
de dólares en e! grante acto de corrupción al transferir esa isla a su título personal. En este caso fue el
patrimonio nacional, más que terrenos ejidales, el origen de su gratuita adquirida pro-
o estadunidense
piedad.s?
o. A cambio, las
El ejido de !cacos perdió sus terrenos a manos de un campo de golf, un fraccio-
namiento residencial y una compañía formada por e! ubicuo Manuel Suárez, de Techo
la embajada esta-
uesta participa- Eterno Eureka, quien también logró obtener la mayor parte de las playas de! sur de la
bahía de Acapulco. Según el vicecónsul estadunidense, "no se pagará nada en efectivo,
o ayudaría a su
aunque la ciudad tendrá derecho a un monto de obras de mejoras cívicas, como un nuevo
o. Aseguró que
mercado, mejor alcantarillado en las calles, etcétera". Se suponía que Suárez ejecutaría
eral Limón, saca-
obras de igual valor que los terrenos, y recibió asimismo muchos contratos para realizar
bolsado diez mil
obras en e! puerto. Casi todas las tareas se ejecutaron con tubería de desagüe y materia-
polo del ejército
les de construcción producidos por la compañía de Suárez, y las recurrentes demora
gas y cercanos eran la forma aceptada de elevar el precio de los proyectos."
cional de! PR!, en En un momento dado, aun la fantasmal Confederación Nacional Campesina
radar político de (CNC) escribió al presidente para quejarse de! proceso por e! cual el decreto presidencial
de combustible.f del 9 de enero de 1947 había despojado de sus parcelas a los ejidos El Jardín y Garita de
permitía tener el Juárez. La tierra fue cedida por decreto a laJunta Federal de Mejoras Materiales. Melcho
Perrusquía argumentó que aunque los campesinos no "hacían nada" con la tierra y p
a que la junta había ofrecido a cada uno de ellos un lote, una casa típica y siete mil pe
seguían resistiéndose al despojo. Esto es comprensible cuando uno se da cuenta que tan se
e! ejido El Jardín había perdido 20,480,000 metros cuadrados de frente en la carreter
ork a quien se le Pie de la Cuesta."
te las televisadas Otro negocio en Acapulco se efectuó con e! petrolero estadunidens<:J Paul Ge
residente Truman Al parecer, la negociación entre Miguel Alemán y Getty había comenzado en 194
vestigaciones a la juego estaban quinientas hectáreas pertenecientes al ejido De! Marqués, en P
MÉXIco EN LOS CUARENTA

Marqués, Acapulco. Agentes de Getty indicaron que procederían con e! contrato con la
Junta Federal de Mejoras Materiales de Acapulco "para la adquisición, desarrollo y mejo-
ra de los terrenos pertenecientes al ejido De! Marqués, siempre y cuando puedan obte-
nerse un decreto satisfactorio y un título de propiedad satisfactorio. Míster Getty está
sumamente interesado en este proyecto, y apreciaría mucho su favorable consideración't.F
La respuesta de! presidente a Getty fue "hacer contacto con e! señor Me!chor Perrusquía,
presidente de! Comité de Mejoras Materiales de Acapulco, quien tiene instrucciones para
manejar y resolver este tipo de problemas't.P
El uso de! Estado para canalizar recursos a programas de industrialización coincidía
con los intereses privados de importantes funcionarios. Así, e! secretario de Economía,
Antonio Ruiz Galindo, recibía un subsidio estatal en apoyo a sus esfuerzos industriales. En
efecto, escribió al presidente Alemán pidiéndole "el favor de extender dos años más"
(1953 y 1954) el subsidio de un millón doscientos cincuenta mil pesos otorgado e! 23 de
septiembre de 1947, y extendido cada año después de 1948, mientras él era secretario.
Con base en las evidencias internas de esta carta al presidente, es probable que Ruiz
Galindo no pagara intereses por e! "subsidio"." Así haya sido su intención rembolsar ese
dinero, el secretario usó el erario nacional como banco comercial, sin e! inconveniente de
los pagos.
Hasta aquí hemos visto que había una amplia variedad de prácticas corruptas en
la década de los cuarenta. Algunas de esas prácticas eran muy poco imaginativas, como el
pago de sobornos, e! robo directo y e! obsequio de dinero a los favoritos. Los proyectos en
tiempo de guerra también ofrecieron considerables oportunidades para una extensa gama
de actividades corruptas, desde mordidas directas hasta e! otorgamiento de contratos de cons-
trucción a amigos; la posibilidad de dirigir recursos públicos a poderosas figuras generaba
auténtica fuerza política. Más siniestro aún fue e! sistemático uso de la corrupción para
quebrar la independencia del movimiento sindical.

Descrédito de los trabajadores

El papel de la corrupción en e! pago de la obediencia política fue crítico en rela-


ción con e! I!!ovuñiento obrero. En un entorno de fines de Ios años cuarenta que se volvía
meños favorable pm éste, las recomp~nsas mat~les 0el:2n im prtant P-ªQ <;0 ven-
cer a los líderes de resistir la pfesióri de las bases a favor de 1 ind p ndencia. En general
se observa que hay tres tipos de sindicatos en México: blancos, {:ontrol4dos por los atro-
nes; charros, controlado~-p:0L~ - óbl~Ut e inde}>"enien s. a corrupclOn aplicada en
CüI"ÜunClóñ con la répresión desempeñó un persuasivo papel-para convencer a los líderes
de abandonar una posición independiente. Además, la corrupción y la violencia endémi-
ca en las pugnas entre diferentes agrupaciones en 1;,. década de los cuarenta tuvieron e!

------
importante impacto de desacreditar al movimiento sindical entre la población en general.
--
230


LA POLíTICA DE LA CORRL'PCIÓ~'

En marzo de 1948 la dirigencia de la Confederación Única de Trabajadores (en


acusó al secretario general de la CfM, Fernando Amilpa, de "tratar de apropiarse de terreno
que fueron dados a todos los trabajadores que pertenecían a esa organización obrera".
Los terrenos en cuestión habían sido donados al sindicato en 1939 por e! presidente Cárde-
nas, y sindicalistas de oposición pensaban que no debían pasar a manos de Amilpa." Muchos
quía, partidarios de los trabajadores reconocían que se infligía grave daño a su causa cuando
para trascendían esas acusaciones y contracusaciones.
Los alegatos de gansgsterismo y corrupción en los sindicatos oficiales prolifera-
ron. Ellídersmaícal Palommo Rojas escriOioarpfeslcferite sobre e! caso de! panadero José
Martfñez 'Torres, quien se negó a dar dinero para la campaña del líder sindical charro
Jesús Yurén. En represalia, e! panadero fue secuestrado, recluido en la penitenciaría y acu-
sado de asesinato, aunque después se le liberó." Sin que se pretenda ser juez yjurado en
estos casos, varios puntos son dignos de nota. Estos casos de violencia en los sindicatos
o~iales son comunes. Los funcionarios tenían que ayudar a los charros a ser liberados y
a meter a lacárc~us adversarios. Y,por último, es grotesco que los peticionarios siguie-
ran apelando al presidente con la fe de que haría lo correcto."
N~cios ocultos abundab<g1 en el moviTi~to sindical. Los hombres de nego-
cios solían ufanarse de tener en su nómina a los líderes; pensaban que los sobornos eran
ptas en una ganga con tal de que los líderes obreros mantuvieran en línea a los trabajadores.
como e! Alegatos directos de estas prácticas fueron hechos ante diplomáticos por la dirección de
ClOS en la Compañía de las Fábricas de Papel de San Rafael y Anexas, S. A., cuyos gerentes ase-
~agama guraron tener a doce dirigentes sindicales en las cuentas de la compañía, y en la Fábrica
de cons- de Papel Coyoacán, y también por los embotelladores de Coca-Cola, Orange Crush y
~eneraba Mission Orange. En cada uno de estos casos se dijo que los líderes del Sindicato de
ión para Trabajadores en General de la Industria de Aguas Gaseosas y Similares aceptaban sobor-
nos con regularidad para mantener a sus agremiado s en línea con los objetivos de la direc-
ción."
Los líderes charros eran acusados con frecuencia de corrupción." Las protes-
tas al presidente señalaban a FiQ.elVelázgu~, F~ndo Amilp.1klesús Yurén, Alfonso
Sánchez Madariaga y otros funcionarios de la CfM como corruptos.P El presidente negaba
por lo general auéIleñaa al peticionario, y sólo circulaba la queja para obtener una opi-
nión legal, momento en e! cual el asunto terminaba. Sin embargo, e! extendido conoci-
miento acerca de la corrupción en el movimiento sindical creó profundas divisiones entre
sindicalistas honestos y deshonestos; al mismo tiempo, emitía la señal de que la desho-
nestidad era tolerada." Además de su beneficio de "divide y vencerás" para e! gobierno,
esos cargos de corrupción también desacreditaban al movimiento obrero en la comuni-
dad en general.
~ veces, estrat:&!a~olíticaLnacionales dependían de la~corrypci§n en el movi-
miento sindical. En el apogeo de la batalla por la nacionalización petrolera en 1938, la

-
COrlIoamastretcibieron el potencial de la corrupción para dividir a los sindicatos y perju-

231
dicar al gobierno. Descubrieron a su hombre en Juan Zamora, el líder petrolero local en
, ano, San Luis Potosí, y lo alentaron a desviar los pagos de los miembros del sindicato
y robar equipo de Pemex. Ofrecieron mercados para el equipo robado y también sub si-
diaron a facciones sindicales de oposición. El robo de equipo forzó a los líderes ya sea al
silencio o a la oposición, y proliferaron las facciones en el sindicato petrolero. La desvia-
ción de pagos a los bolsillos de Zamora también tuvo el deseado efecto de oponer a los
trabajadores entre sí. Por último, el caso se volvió notorio, y el gobierno arrestó a Zamora
y sus socios; éstos fueron acusados de colusión con las compañías petroleras extranjeras.f
Como las compañías cortejaban la rebelión, tales maquinaciones iban más allá de la polí-
tica laboral normal. Al apoyar la rebelión las compañías se expusieron a represalias del
gobierno central. Después de todo, rebatir la soberanía del Estado no era una práctica de
negocios normal, ni siquiera en la industria petrolera.
Otro uso político de la corrupción fue notable en ese periodo. La banca siem re
había sido el talón de A uiles delmovimiento de la reforma agraria. VarIOS bancos agrarios
y cooperativéiSSe establecieron a través de los años para enfrentar un doble problema. A
menudo se ha señalado que el programa de la reforma agraria se había estructurado en
torno a la prohibición a los ejidos de usar sus terrenos para garantizar préstamos. Esto se
ha visto en general como una medida de seguridad contra el embargo. De hecho, la
renuencia de los bancos comerciales a prestar a los campesinos también reflejaba un con-
siderable prejuicio urbano y de clase. La solución fue establecer bancos rurales y coope-
rativos para prestar a esas formas alternas de desarrollo. Estos bancos del e t r públisQ..
estuvieron entre los más corru..ptos de México; y socavaroñ y desacreditaron.muy en ser]o po er
a los movimientos ejidal y cooperativo. Es interesante examinar la composición de los con- reveló a
sejos de administración de esos bancos de interés público. En el caso del~ seiscient
de Fomento Cooperativo, Ramón Beteta encabezaba a un contingente de siete funciona- 1945. E
nos gubernamentales. Otros cuatros consejeros procedían de la banca y la industria. halagüeñ
Asimismo, muchos de los más importantes banqueros privados del país pertenecían a los vieran a
consejos de estos bancos, de modo que puede decirse que la corru ción endémica en ellos ciales ea
reflejaba la tolerancia oficial. de azúcar:
Quizá la más incitante sugerencia del uso político de la corrupción emerge de una realista.
serie de informes del FBI. Un hombre de negocios de NuevaJersey, Henry Grunewald, es-
cribió a J. Edgar Hoover sobre un negocio que vinculaba al petróleo mexicano con la Barbar polio. A •
Asphalt Corporation, entonces una de las compañías más grandes de Estados Unidos, y pesos, co
más tarde con la Pantux Corporation, formada en exclusiva para ese proyecto. Unos cien- dirigió a 1
to cincuenta mil a doscientos mil barriles de petróleo de Pemex se embarcaban cada mes de ser de
a NuevaJersey al precio de ganga de ochenta y cinco centavos el barril franco a bordo en didas, al _
Tampico. Pantux Corporation fue organizada por varios hombres de negocios -Joseph al Distrito
Slutzker, Harry Tepper y Joseph Silverman-, y Luis Felipe Contreras poseía un impor- similare p
tante bloque de acciones en asociación con los herman..,?s Lombarda Toledano. Chihuahu
Es improbable que esto fuera un negocio lícito -la venta de petróleo muy por de propiet

232


LA POLÍTICA DE LA CORRLl't

trolero local en debajo de los precios del mercado-, e implicaba asimismo elevadas comisiones a
ros del sindicato intermediarios. Aun si el bufete jurídico de los hermanos Lombardo Toledano trabajab
v también subsi- para la Pantux Corporation, es difícil entender por qué tendría una participación por-
líderes ya sea al centual en~Gn:mewald escribió al FBI porque en una etapa también se planeab •.•
lero. La desvia- vender petróleo mexicano a la URSS, y quería confirmar la legalidad de la idea. Otro
de oponer a los informe del FBI, elaborado mientras Vicente Lombardo Toledano se hallaba en Estado
restó a Zamora Unidos, aseguraba que éste había visitado en efecto las oficinas de la Barbar Asphalt
as extranjeras.F Corporation en Newark, lo que lo vinculaba sin duda con esa compañía/"
allá de la polí- Esta información explica dos misterios de la política mexicana. Primero, algunos
a represalias del observadores se preguntab~n acerca de las finanzas personales de Lombardo pues, aun-
una práctica de que tenía un padre rico, sus háOitos de consumo eran "pródigos, en especial en sus activi-
dades políticas. Segundo, tal awerdo también exp1icaría la servil fidelidad de Lombardo
a ~residi~tes con los que con frecuenCia discrepaba y su renuencia a hablar de la
corrue..ción. 4 Estas interpretaciones son rctorzadas por la sospecha de los diplomáticos
estadunidenses de que Ruiz Cortines continuó la práctica de Alemán de dar a Lombardo
treinta mil pesos mensuales para seguir publicando El Popular.85
La influencia que tenían los funcionarios gubernamentales sobre la comunidad
empresarial era grande. Una amplia variedad de reglas y regulaciones podía invocarse
para castigar a una compañía que no cooperara. Las elecciones ofrecían un momento en
que podía ejercerse presión sobre la comunidad empresarial. Se esperaba que las empre-
sas contribuyeran a la campaña del "tapado". Cuanto más cercaseestuviera del centro del
pooer, mas alto era el morlto esperado. Un confidente de Ezequiel Padilla, Albarrán,
reveló a un diplomático estadunidense que Aarón Sáenz consiguió en alguna parte entre
seiscientos mil y setecientos mil pesos en contribuciones para la campaña de Alemán en
1945. El azúcar era una mercancía regulada, y Sáenz esperaba que el gobierno fijara
halagüeños precios a su azúcar, y también que impusiera contratos exclusivos que mantu-
vieran a los productores bajo el control de las refinerías de Sáenz.86 Las prácticas comer-
ciales competitivas significaban una gran amenaza para quienes dominaban la producción
de azúcar, y por lo tanto munificentes contribuciones de campaña parecían demasiado
realistas.
E~político se usaba con frecuencia ~ra mantener una posición de mon<?-
olio. Ahí estaba la triste historia del comerciante que vendió su tienda por veinte mil
p~con los que compró un camión frigorífico. Tras comprar pescado en Veracruz, se
dirigió a la ciudad de México, sólo para enterarse de cómo funcionaba el sistema. Luego
de ser detenido en ]alapa, Puebla y los límites del Distrito Federal para las usuales mor-
didas, al final se le dijo, después de pagar, que no se le permitiría introducir su producto
al Distrito Federal "sin el consentimiento del monopolio local del pescado". Disposicione
similares prohibían a los dueños de restaurantes compar carne de res excepto al rastro de
Chihuahua. El mercado del maíz estaba centralizado y controlado en Toluca. Asociaciones
de propietarios impedían incluso a los extraños entrar al negocio de los autobuses en la

233
MÉXIcoE ' LOS CUARENTA

ciudad de México.'? En cada caso se esperaba que e! receptor de favores oficiales acudiera en
ayuda del partido al acercarse las elecciones. Arreglos semejantes actuaban contra el bien
público impidiendo la competencia en esos y muchos otros campos.
mano
Cambio de las reglas ./ to, de
relació
Por flagrantes que fueran el robo y el tráfico de influencias puede argumentarse tancia.
que la venta de influencia política podía ser aún más perjudicial. La corrupción podía ser Juárez:
devastadora para quienes intentaban innovar. Mexican Silk Mili Incorporated, S. A., ofre- había ..
ce un ejemplo al respecto. Esta compañía quebró en 1939. Conforme a la legislación caro pias p
denista, entonces era posible que los trabajadores compraran la fábrica e intentaran estaban
dirigirla ellos mismos. En 1944, luego de años de litigio ante la Junta Federal de Conci-
liación y Arbitraje, los trabajadores obtuvieron reconocimiento legal como los únicos acre- en él
edores privilegiados de la compañía quebrada. Manue! Campanella fue nombrado síndico deni ta
de la empresa. En esa posición se suponía que supervisaría la reorganización financiera de no te
esa sociedad como cooperativa. Los trabajadores pagaron 1,885,000 pesos y se convirtieron cacion
en dueños de la empresa reconstituida para 1947. Cuando exigieron ver las cuentas, Campa- contra
ne!la rechazó su solicitud, y pronto fue obvio que tenía mucho que esconder. Campanella terrnin
fue condenado por el robo de diez millones de pesos en 1948. Su delito descapitalizó la británic
operación e impidió a los nuevos dueños tomar e! control de la empresa que habían adqui- sobre t
rido. Una importante industria había desaparecido. Los trabajadores perdieron su inver- por su
sión y se indignaron aún más cuando el gobierno concedió a Campanella un amparo en Maxirru
1949 pese a su condena por fraude.f Los agentes del poder estaban dispuestos a llegar al amigo.
extremo para asegurar el fracaso del modelo cooperativo de desarrollo.
La ley orgánica de monopolios de 1934 tuvo el propósito original de fomentar
nuevas industrias. En la práctica, terminó por significar la virtual invalidación de las normas
antimonopolio del artículo 28 de la Constitución de 1917. Anderson, Clayton and Company,
S. A., obtuvo un gran logro al vencer las leyes antimonopolio en 1952. Los secretarios de
Agricultura y de Economía Nacional habían intentado prohibir a esa poderosa compañía
que participara en el adicional desmotamiento del algodón en Torreón, con el argumento de su
de prácticas monopólicas. Quizá no se piense de inmediato en la más grande agroempresa despué
de! mundo como candidata a la protección conforme a la ley orgánica de monopolios, pero época,
los tribunales opinaron otra cosa. En marzo de 1952 unjuez de distrito en Torreón defen- predile
dió a esa compañía y le otorgó un amparo, con el agumento de que los esfuerzos antimo- cámara
nopolio del gobierno representaban "un fruto anacrónico de la ideología liberal clásica, la diplom
cual pertenece al pasado'v" La teoría económica podía usarse de manera selectiva. de una

234


LA POLlTICA DE LA CORRUPO

Un caso extremo

El caso más público de corrupción fue el de Maximino Ávila Camacho, el her-


mano del presidente. Una gran vergüenza para el gobierno, Maximino era rudo, violen-
to, deshonesto y nuevo rico. Su sobrevivencia en el gabinete se debía por completo a su
relación con el presidente. Tenía un ego desmedido y un exagerado sentido de su impor-
e argumentarse tancia. Se jactó así de una visita a Washington ante el cónsul estadunidense en Ciudad
pción podía ser Juárez: "Describió la recepción en Washington, y la ovación que recibió como algo que no
ated, S. A., ofre- había visto nunca antes en su vida; la multitud era tan nutrida que, traduciendo sus pro-
legislación car- pias palabras, era imposible meter una aguja entre una persona y otra, de lo cerca que
ca e intentaran estaban entre sí".90
deral de Conci- Maximino es el tipo de figura que los historiadores del escándalo adoran. Pero
los únicos acre- en él había mucho más que una extravagante psicología. Era más hostil a la tradición car-
brado síndico denista que nadie más en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y su codicia personal
.n financiera de no tenía límites. Su posición en el gobierno de su hermano era de secretario de Comuni-
e convirtieron caciones y Obras Públicas. Así, encabezaba el organismo gubernamental que concedía
entas, Campa- contratos de telecomunicaciones, construcción de carreteras y muchos otros tipos de obras;
er. Campanella terminó por conocérsele como M-llier Qui~e.por _Ciento. Como explicó un diplomático
descapitalizó la británico: "Parece que el general Maximino ha tenido éxito en hacerse de enemigos, debido
e habían adqui- sobre todo a la cancelación de las concesiones de construcción de carreteras otorgadas
-eran su inver- por su antecesor [en el gobierno de Ávila Camacho] a influyentes políticos y generales, que
Maximino ha creído necesario cancelar con el pretexto de otorgar dichos contratos a sus
amigos, entre quienes destaca ~nner-Gren".91
Axel Wenner-Gren era amigo cercano del general Maximino, y los negocios de
de fomentar éste con el empresario incluido en la lista negra eran un fastidio para los Aliados y para
de las normas el gobierno de Ávila Camacho. Se creía que Wenner-Gren pagaba mordidas al general
and Company, Maximino; la inclusión del empresario en la lista negra de los Aliados dio un respiro a los
ecretarios de enemigos de Maximino, así como a los adversarios del soborno en general.
osa compañía La celebración del cumpleaños de Maximino en agosto de 1942 fue emblemática
el argumento de su estilo. Él mismo se dio una fiesta que opacara a todas. Esta celebración, realizada
e agroempresa después de su periodo como gobernador del estado de Puebla, representó el fin de una
opolios, pero época, tanto como su cumpleaños. Hizo que la legislatura del estado lo declarara "hijo
orreón defen- predilecto del estado" y que su nombre fuera inscrito con letras de oro en el muro de la
erzos antimo- cámara legislativa, honor antes sólo concedido a Álvaro Obregón y Emiliano Zapata. Un
ral clásica, la diplomático británico asistente declaró: "Estas celebraciones compartieron la naturaleza
lectiva. de una orgía romana". El gobernador, Gonzalo Bautista Castillo, ofreció a Maximino una
cena por su cumpleaños para mil doscientas personas, quienes comieron en platos gra-
bados en oro. Se calculó que unas cinco mil personas visitaron Puebla en el apogeo de las
celebraciones de ese cumpleaños. En cierto momento durante las festividades, Maximino
apareció en el ruedo de la ciudad en traje de luces blanco, acompañado por su novia
. lEXICO EN LOS CUARENTA

española, la matadora Conchita Cintrón, ataviada de manera similar. El informe de la inte- . Iaximino usó
ligencia británica sobre las celebraciones concluyó con este comentario: "En la noche dio o acusó de man
un baile de escala au ténticamente principesca". 92 das ueva Italia
Maximino fue descrito así por su archi emi o Lombarda Toledano, en un discur- -' tema de mo
so ante la dirigencia de la CTM en la Universidad Obrera a su regreso de una visita a Estado atracciones pop
Unidos: "El general Maximino, como se le conoce comúnmente, es un tipo raro, digno de actividadesP"
estudio por los psicólogos [...] Presume de tener veinte casas en las Lomas de Chapulte- Vicente
pec, veinte automóviles y medio millón de pesos en finos caballos árabes pura sangre; afir- de Michoacán
ma a voz en cuello que tiene doscientos trajes de seda con doscientos pares de zapatos"." entonces pre ide
A veces los esfuerzos de Maximino por obtener una retribución se hacían de oficial, argume
conocimiento público de forma accidental. En Sonora en 1942 el gobernador, Anselmo castigar con sev
Macías, expulsó a todos los empleados de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Pública al hermano del
del estado en represalia por las dificultades que Maximino ponía para la conclusión de puesto la depor
una carretera. El contrato había sido concedido por el general Jesús de la Garza a una com etencia co
compañía constructora rival, encabezada por el general Yocupicio, antes de que Maximino El gene
ocupara el puesto. El problema era que éste no recibía su parte del contrato." En conse- Cuba. Otro ami
cuencia, un im ortante proyecto carretero se detuvo a Cfl. a del del' ha a cobrar soborno vinculado con el
Maximino había sido mortal enemigo de la CTM cuando fue gobernador de Puebla En este periodo
en el periodo de Cárdenas. Su técnica para bloquear a la CTM fue crear sindicatos meno-
negocios s~
res que sirvieran de contrapeso a esa gran organización obrera, método que generó con- implicaba a Ma: .
flictos laborales en Puebla durante décadas. Aun en su fiesta de cumpleaños, cuando la interno al Minist
CTM intentó organizar una protesta contra el despilfarro de fondos públicos para saciar el
Y lady Oaks, y q
ego del gobernador, Maximino respondió haciendo que el sindicato local de trabajadores
"uno de los gr
del transporte organizara una contramanifestación a su favor.
partamento de
Maximinj? Ávila Camacho fue socio de negocios y protector político de William cien millone de
Jenkins, ei'eXcónsul estadunidense en Puebla que se había vuelto muy rico a partir e su ntes
mtereses en el azúcar, los terrenos, las películas y la banca. (jenkins marchó a México tras de ese país se e
ser expulsado de la Vanderbilt University. Había violado las reglas de esa universidad en 1941, el vicep
casándose con Mary Street sin haberse graduado.) Maximino se encargaba de la protec- capital y lo aga
ción política de Jenkins de cara a la enconada oposición de trabajadores y ejidatarios, y escolta militar de
Jenkins incluía a Maximino en la acción económica en Puebla. A los mexicanos solía resul- interesante es el
tarles difícil entender cómo una caricatura de explotador extranjero rapaz como William Lawrence Hig .
Jenkins había podido sobrevivir a las reformas nacionalistas de la revolución. Maximino traductor. Hig .
Ávila Camacho era la respuesta. Su corrupción era ilimitada. La gubernatura le ofreció Puebla.l'" Este in
migajas para los niveles que alcanzó como secretario de Comunicaciones y Obras Públicas se había unido
en el gobierno de su hermano años después. Wenner-Gren. A
Maximino también se asoció con criminales estadunidenses. El alcalde de San
tácticas violentas
Antonio, exas, escri ió a Franklin D. Roosevelt para señalar que "todos los estafadores punto de entrada
de Estados Unidos pasan ahora por San Antonio al entrar y salir de México"." Aun en lo especulativa, ya
más hondo de la crisis de austeridad que siguió a los fracasos agrícolas de 1942-1943, recámara en su
~
236

LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓ"

Maximino usó esos contactos para su beneficio personal. Un diplomático estadunidense


lo acusó de manipular los precios de las mercancías, en especial el del arroz de las hacien-
das Nueva Italia y Lombarclía. Maximino también fue acusado de ocupar la cúspide de un
sistema de mordidas, e incluso de haber instituido un sistema de reventa de boletos de
atracciones populares en todo el país. A muchos hombres de negocios les pasmaban sus
actividades."
Vicente Lombardo Toledano, Alejandro Carrillo y el delegado Daniel Rodríguez
de Michoacán también lo acusaron de ~parar mercancías. Incluso Fernando Amilpa,
entonces presidente del Senado, expuso de manera abierta el problema de la corrupción
oficial, argumentando siempre, desde luego, que el presidente hacía lo que podía para
castigar con severidad a los infractores. La avaricia no era el único impulso que motivaba
al hermano del presidente. Un diplomático del periodo informó que Maximino había dis-
puesto la deportación de dos españoles en respuesta "no a una cuestión política, sino a la
com2etencia con él por la bailarina Conchita Martínez"."?
~ El general Maximino h -, amigos. Recibía con frecuencia a Fulgencio~atista, de
Cuba. Otro amigo, o n A. Hastings, era un exsenador de NuevaTork que había sido
vinculado con el escándalo de Jimmy Walker, corrupto alcalde de esa ciudad de 1925 a 1932.
En este periodo encabezaba el Hastings Group. Sus estrechos vínculos con el hombre de
negocios sueco (pronaz& ~~ Wenner-Cren produjeron un laberinto de negocios que
implicaba a Maximino Avila Camacho. Un diplomático británico confió, en un informe
interno al Ministerio del Exterior, que Maximino era amigo de sir Harry (magnate minero)
y lady Oaks, y que le avergonzaba que el duque de Windsor hubiera llamado a Maximino
"uno de los grandes hombres de nuestra época".98 La inteligencia económica del De-
partamento de Estado creía que el Hastings Croup, incluido Maximino, había amasado
-co de William cien millones de dólaresP"
a partir dé sus ÁntesOe que Estados Unidos entrara a la segunda guerra mundial el gobierno
o a México tras de ese país se esmeró en impresionar a Maximino. Durante el viaje de éste a Washington
esa universidad en 1941, el vicepresidente Wallace, el secretario de Estado Hull y otros lo pasearon por la
a de la protec- capital y lo agasajaron en el Metropolitan Club, una' rutina para amigos visitantes. Una
. ejidatarios, y escolta militar de "cinco o seis autos blindados" se proporcionó para sus paseos. Aún más
os solía resul- interesante es el hecho de que los funcionarios estadunidenses hayan designado al mayor
como William Lawrence Higgins, jefe de la Foreign Liaison Section del ejército, para que sirviera como
ción. Maximino traductor. Higgins era yerno del socio de negocios de Maximino, William O. Jenkins, de
ura le ofreció Puebla.l'" Este intento por cortejar a Maximino no funcionó. Aun después de que México
Obras Públicas se había unido a los Aliados, Maximino mantuvo su sociedad de negocios con _-U
Wenner-Gren. A altos funcionarios de ambos países les preocupaba que "las conoci
alcalde de San tácticas violentas de Maximino", como lo expresó Eduardo Villaseñor, fueran el "lógi
los estafadores punto de entrada para la penetración fascista en México". Esta inquietud no era nada ~
CO~.9';Aun en lo especulativa, ya que se sabe que Maximino tenía un enorme cuadro de Mussolu -
de 1942-1943, recámara en su casa en Puebla.1or-
~
~1ÉXIco EN LOS CUARENTA

Por momentos Maximino abrigó esperanzas de seguir a su en la presi- Maximino. En


dencia. ESto,sin embargo, no sucedió; su cada vez más pública corrupción ofendía aun a los caído de treinta
muchos derechistas de línea dura en los negocios y la política. Al final, la oposición den- tear una torm
tro del PRM lo forzó a convocar a una conferencia de prensa con sus periódicos favoritos Maximino iba
para desmentir su candidatura. Empezó la entrevista declarando, con su habitual modestia: pues no podía s
"Ustedes saben que hay personas que me ven como posible candidato presidencial". Esta vender una p
entrevista, publicada el 20 de mayo de 1943, sirvió como una especie de autoacusación. Rubio por sete
Tras negar su interés en la primera magistratura, Maximino aseguró que no era antiobrero propuso una c
ni anticardenista; era sólo que tenía buen sentido del humor y le gustaba bromear. Negó que teléfonos de . f
su fortuna personal fuera tan grande como se decía, afirmando que sólo tenía unos tres ta ofertas por
millones de pesos. También negó todo interés en el rastro de la ciudad de México; por lo Tras e
tanto, era inocente de manipular los precios de la carne durante la guerra. Tampoco era en combatir no
dueño, como se rumoraba, de un nuevo rascacielos en Paseo de la Reforma (el edificio en dilla, cuyo triu
el que se localizaban las oficinas de Ferrocarriles Nacionales) ni de la cadena de tiendas temprano punt
1-2-3.Admitió tener una casa en Acapulco, pero negó que valiera un millón de pesos. Ray, principal
Ofreció venderla a quien fuera en cincuenta mil pesos, precio que fue ridiculizado pero como fachada
que, se dijo, precipitó numerosas ofertas de compra.l'" atacar a Padilla.
Harold D. Finley, primer secretario de la embajada de Estados Unidos, estimaba publicacione
que la fortuna de Maximino se aproximaba a los tres millones de pesos semanales. También por el presiden
daba crédito a una serie de extendidos rumores sobre las actividades del general. Por tacan o que e
ejemplo, se decía que había estado envuelto en el aumento al precio del maíz para tortilla Hoy es
y que se había beneficiado de ese incremento. Maximino pidió permiso a la Secretaría de se pensaba que
Economía Nacional para exportar arroz a Estados Unidos, donde escaseaba. Mientras se también usó u
procesaba su solicitud, esa secretaría descubrió que estaba sentado sobre cuarenta mil diar y extender
toneladas de arroz, las cuales habrían rendido cerca de un millón de dólares en el merca- decía asimismo
do estadunidense. Ciudad Juárez
En 1941 un temblor sacudió a la ciudad de México. El dueño de un rascacielos en Maximino com
el Paseo de la Reforma invirtió grandes sumas en la reparación del edificio. Finley lidad este últim
informó que Maximino le ofreció al dueño un precio muy bajo por el recién reparado edi- sus medidas an
ficio, una cifra inferior al costo de las reparaciones. Cuando el dueño se negó, Maximino bién apuntan a
se las ingenió para detener los permisos de inspección de seguridad del edificio. Así, la Existen
oferta de Maximino terminó por ser imposible de rechazar. Se decía asimismo que el gene- familia en al
ral había obtenido una mansión en la Avenida de los Insurgentes -una propiedad que acerca de su co
ocupaba una manzana- amenazando con aumentar las tarifas anuales que el propietario enemistad fa .
tendría que pagar por ella. A Finley le maravillaba la tolerancia que los demás mostraban Maximino habi
por las actividades de este sujeto.103 pasivo de Willi
La revista Hoy publicó una larga entrevista con Maximino realizada por el perio- mistad por la h
dista e historiador José C. Valadés. Usando su influencia como patrocinador financiero de Jorge Vélez fue
Hoy, Maximino trató de parecer respetable haciendo que Valadés realizara la entrevista. 104 de Maximino.
En grandes problemas financieros Hoy había sido vulnerable a la influencia y el dinero de hospital, la b

238


LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

en la presi- Maximino. En 1940 esa revista había respaldado al general Almazán, y su circulación había
día aun a los caído de treinta mil ejemplares semanales a entre ocho mil y diez mil. Valadés tuvo que sor-
oposición den- tear una tormenta de burlas a raíz de la entrevista. Chistes populares afirmaban que
cos favoritos Maximino iba a comprar incluso el volcán que recién había hecho erupción en Paricutín,
.ual modestia: pues no podía soportar que nadie destacara más que él. En ese artículo hizo otra oferta para
idencial". Esta vender una propiedad llamada El Batán, que había adquirido del expresidente Ortiz
autoacusación. Rubio por setenta y cinco mil pesos. El segundo secretario de la embajada estadunidense
era antiobrero propuso una cifra de quinientos mil pesos como precio más exacto, e informó que los
ear. Negó que teléfonos de Maximino no habían dejado de sonar de nuevo, ya que había recibido trein-
enía unos tres ta ofertas por ese precio en las veinticuatro horas posteriores a la aparición del artículo. 105
,~féx:ico;por lo Tras ser nombrado secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Maximino dio
Tampoco era en combatir no sólo a la izquierda sino también al secretario de Relaciones Exteriores, Pa-
el edificio en dilla, cuyo triunfo diplomático en la conferencia de Río de Janeiro lo había convertido en
na de tienda temprano puntero en las maniobras por la nominación de 1946. De acuerdo con Cuy W.
on de pesov. Ray, principal funcionario político de la embajada estadunidense, Maximino, actuando
culizado pero como fachada de su hermano, se había servido de artículos en las revistas Hoy y Así para
atacar a Padilla. En opinión de Ray esos artículos habían aparecido en la segunda de dichas
publicaciones porque "en los círculos periodísticos suele suponerse que Así es subsidiada
por el presidente, sobre todo con el propósito de atacar públicamente a personas que des-
tacan o que están fuera de tono con sus políticas.P"
Hoy estaba más vinculada con el secretario Maximino Ávila Camacho, mientras que
e pensaba que Así recibía instrucciones del presidente Manuel Ávila Carnacho. Maximino
también usó su puesto como secretario de Comunicaciones y Obras Públicas para subsi-
diar y extender el privilegio de distribución postal gratuita a la revista amiga Tiempo. Se
decía asimismo que planeaba iniciar cuatro periódicos: en la ciudad de México, Puebla,
Ciudad Juárez y Veracruz.I"? Amigos y enemigos del gobierno tendían por igual a ver a
víaximino como una vergüenza para el presidente. Esta información sugiere que en rea-
idad este último usaba a su hermano como pretexto para probar la reacción popular a
medidas antes de aplicar tácticas y maniobras cuestionables. Otras indicaciones tam-
én apuntan a esta conclusión.
Existen evidencias de que es posible que Maximino haya actuado a nombre de su
ilia en algunas de sus más deshonestas actividades. Tras su muerte, las revelaciones
erca de su corrupción personal asombraron aun a los observadores más avezados. Una
emistad familiar emergió cuando los herederos pelearon por la inmensa fortuna que
íaximino había acumulado durante su carrera política, primero en Puebla como socio
ivo de WilliamJenkins y luego como secretario en el gobierno de su hermano. La ene-
tad por la herencia se hizo pública el 2 de diciembre de 1946, cuando el actor de cine
. ze Vélez fue baleado en la calle en vísperas de su boda con Margarita Richardi, la viuda
.•faximino. Pese a las heridas que sufrió y a un segundo atentado contra su vida en el
pital, la boda se celebró ahí días después. Nadie fue acusado del delito, y un nuevo
MÉXICO EN LOS CUARENTA

atentado contra la vida de la pareja tuvo lugar el 25 de enero mientras intentaba buscar
refugio fuera del país. Desde un auto a toda velocidad se dispararon ametralladoras cerca
del aeropuerto de la ciudad de México; aunque los recién casados no murieron, las bala
alcanzaron a la cuñada de Margarita, Teresa Bonfigli de Richardi.
Este espectáculo de los herederos de Maxirnino dándose el lujo de un tiroteo a
toda prisa cerca del aeropuerto de la ciudad de México para impedir que Jorge Vélez y
Margarita Richardi sacaran la fortuna de Maximino del país, causó furor. La prensa lo
convirtió en noticia de primera plana. La gente, sufriendo la inflación de la guerra y un
nivel de vida en rápido deterioro, quería acción, y al principio pareció que un juicio aso-
ciado con la "danza de los millones" estaba por ocurrir. Se informó que en el caso estaban
implicadas cifras de hasta cuatrocientos millones de pesos, suma enorme en 1946. La fami-
lia Ávila Camacho se convirtió de manera visible en foco de las frustraciones de la época.
Al gobierno le ofendió ver las más cuestionables prácticas de la familia revolu-
cionaria ventiladas en público. El procurador de Justicia del Distrito Federal, el licenciado
Carlos Franco Sodi, dijo primero a la prensa que se haría justicia, "caiga quien caiga". Al
día siguiente el presidente Alemán demandó la plena aplicación de la ley, usando la misma
frase. Luis Manuel Ávila Binder, hijo de Maximino con su primera esposa; Armando
Armenta Barradas, descrito como "famoso pistolero", y Emilio Romero, el chofer deJorge
Vélez, fueron arrestados a causa del crimen. Se expidió además orden de aprehensión con-
tra otro hermano de Maximino, Gabriel Ávila Camacho, descrito como "autor intelectual"
del ataque.
La gente se alarmó por partida doble cuando Jorge y Margarita salieron del país
el 31 de enero a fin de no testificar. Corrió el rumor de que la pareja se había marchado
con la aprobación de las autoridades, para evitar un juicio público. Esta versión de los
hechos fue reforzada cuando, el 3 de febrero, Gabriel Ávila Camacho fue liberado por
falta de pruebas. Los principales periódicos, entre ellos Excélsior, Novedades y La Prensa,
habían informado de los hechos como evidencia de un sistema muy corrupto, así que el
gobierno decidió suprimir el cargo de asesinato contra parientes del expresidente. Para
fines de enero, en los círculos de la prensa se decía que el presidente había pedido a los
periodistas dejar en paz el asunto; después del 30 de enero, la prensa suspendió sus edi-
toriales críticos. lOS Los aliados políticos dejaron de tratar de defender a Maximino. Lo En
mejor que los amigos del gobierno podían hacer era no decir nada. hay estado
La de Maximino representó la más flagrante acumulación privada de riqueza; sin First Natio
embargo, el hermano del presidente también trae a la mente las más grotescas caricaturas sobrevivid
que generaron los sistemas coloniales. Frantz Fanon, en Los condenados de la tierra, añadió con los mei
una explicación psicológica a fenómenos similares en otras partes argumentando que este incluso un
tipo de burda imitación de la riqueza y la ostentación de ganancias mal habidas era común una razón
en los contextos neocoloniales. Sin embargo, el caso de Maximino es más que un ejemplo da que el ti
de exceso individual. Sus actividades cubrieron todas las categorías de la corrupción. pesos repr
Robó de manera directa fondos públicos, y el porcentaje que exigía sobre contratos públi- desde que

240


LA POLÍTICA DE LA CORRUPCION

cos se distinguía por ser más alto que los pagos por tradición requeridos. Usó su puesto,
tanto en Puebla como ~S~retaría de Comunic::ciones y Obras Públicas, para enri-
quecerse f enriquecer a sus amigos y perjudicar a sus enemigos. Su uso de la corrupción
para dividir al movimiento obrero fue en extremo desarrollado; la compleja y violenta natu-
m tiroteo a raleza de ese movimiento en Puebla era eco de sus manipulaciones mucho después de que
él se había retirado de la escena. Ni siquiera la participación de su país en la segunda gue-
rge Vélez y
rra mundial puso freno a su codicia.
a prensa lo
zuerra y un La cuestión de la responsabilidad por ese asombroso récord de corrupción exige
juicio aso- una respuesta. El juicio histórico del porfiriato, por ejemplo, parece ser el de que, aun-
o estaban que Porfirio Díaz fue honesto en lo personal, canjeó la tolerancia a la corrupción por
46. La fami-
apoyo político. De los años de Ávila Camacho no puede hacerse una observación similar;
de la época. la corrupción llegó directo a la cima. Aunque el presidente Ávila Camacho disfrutó de
ilia revolu- una reputación más o menos limpia mientras es-tuvoen el cargo, una vez que dejó el poder
eIlicenciado ernergieron pronto; historias diferentes. Un diplomático estadunidense informó: "Los
n caiga". Al comentarios concernientes al expresidente son iluminadores. Ahora que ha dejado la pre-
do la misma sidencia, parece que la gente puede expresar su verdadera opinión, y las muchas que yo
a; Armando he reunido son todo menos elogiosas. Mis amigos ya no hablan de él como del sir Galahad
fer deJorge [el virtuoso caballero de la Mesa Redonda que encontró el Santo Grial] de la pureza y la
hensión con- honestidad. De hecho, dicen que se hizo de una inmensa fortuna; y como he hablado con
r intelectual" sus banqueros, se supone que ellos deben saber" .109
A este respecto, los diplomáticos estadunidenses se enteraron de que el presidente
eran del paí Ávila Camacho había sido socio pasivo de varias importantes figuras en su gobierno:
ía marchado
Dicen que es un hecho indudable que fue socio pasivo de su hermano Maximino,
rersión de lo a quien se describía como el mejor cobrador en la historia de México. También
liberado por se dice que es socio pasivo de Manuel Suárez, quien opera bajo el nombre de
, La Prensa Techo Eterno Eureka. Suárez tiene grandes contratos de obras públicas "más
to, así que el costo" en toda la república, incluidas obras portuarias, asignaciones municipales,
idente. Para desarrollos inmobiliarios, escuelas y edificios públicos en Veracruz y otros luga-
. pedido a lo res, y todo indica que está haciendo una fortuna con esos contratos.
ndió sus edi-
Maximinc. Lo En las colecciones del Archivo General de la Nación (AGN) en la ciudad de México
hay estados bancarios del presidente Ávila Camacho. Tenía una cuenta en dólares en el
First National City Bank, y una cuenta chica y una grande en el Banco de México. Han
obrevivido estados detallados de varios meses de 1942 y 1943. En agosto de 1942, el me
con los mejores registros, el día 6 se depositaron en su cuenta quinientos mil pesos, e
incluso un millón el día 13. No se indica para qué eran esas sumas, y es difícil pensar en
una razón lícita del depósito de sumas tan grandes y redondeadas, en especial si se recuer-
da que el tipo de cambio era de tres pesos por dólar. y aun si el depósito de un millón de
pesos representó una transacción legítima, muestra lo bien que le había ido al presidente
desde que entró a la política. 1 10

241
~1ÉXlco EN LOS CUARENTA

La fama de corrupción del presidente Alemán fue legendaria •..aún mientras esta-
ba en el uesto. En e ecto,· una revÍsióncasual de la prensa del periodo sorprende al lec-
tor. Dondequiera que el presidente estuviera de visita, por lo regular se retiraba a una de
sus haciendas los fines de semana. Aun antes de ser presidente, había acumulado con 1-
derables propiedades en Veracruz. "Parece que era dueño de Macambo muy valiosa prc:r
piedad consistente en gran parte de los terrenos costero s que seextienden de Veracruz a.
sur, a Boca del Río, incluido el hotel Mocambo".!'!
Los intereses de negocios de Alemán eran numerosos. Con frecuencia se ocultaban
de la vista pública mediante acuerdos con sus socios, o prestanombres. Manuel Suárez, el
industrial español, se benefició en grande de sus tratos de negocios con los presidente
Ávila Camacho y Alemán, así como con el general Maximino Avila Camacho. Cuando el
Eximbank financió el hotel Hilton de la ciudad de México, el proyecto era propiedad de
Suárez y Alemán, y después se arrendó a la Hilton Hotel Corporation para su admini -
tración. Esta sociedad también disfrutó de "grandes proyectos de obras públicas", como
construcción de caminos y calles, sistemas de alcantarillado yagua potable, obras portua-
rias y negocios inmobiliarios. A los socios les bastaba a menudo con mostrar a los banco
pagarés negociables del gobierno para que la obtención de capital procediera, sin tener
que aportar capital propio. Financiaron el ingenio y hacienda azucarera de Central Sanalona
"casi 100% con fondos del gobierno y un crédito de Eximbank a través de Nacional Finan-
ciera". Este banco nacional de inversión también se vio influido por la estrecha relación
de Suárez con el presidente Alemán. En 1953 la embajada estadunidense se enteró de que
Suárez tenía una deuda de ochenta millones de pesos con Nafinsa "que no puede liquidar
y cuyos intereses tampoco puede pagar". Para 1950 la relación de Suárez con Alemán se
había enfriado, y Nafinsa tuvo que perder al renegociar sus préstamos. m
Las compañías que querían ventajas del gobierno regalaban lucrativas propiedades
al presidente para facilitar los acuerdos deseados. La Paz Development Company descu-
brió que su programa "ha progresado muy rápido desde que empezó a circular el 'rumor'
de que el presidente respalda el plan", luego de que éste, quien "acaba de recibir una enor-
me finca junto al mar en La Paz [oo.]", tuvo razones para apoyar el proyecto. El general
Olachea dirigió el proyecto en asociación con inversionistas estadunidenses, encabezados
por George F. Nicol, quien "hasta ahora ha conseguido sobradamente lo que desea".1I3 El
apoyo de los líderes militares locales también era garantizado por medio de estos arreglos.
Muchos individuos en México que estaban al tanto, así fuera de momento, del
espíritu de la época, se horrorizaban. Fernando de la Fuente era un valiente miembro de
la Suprema Corte de Justicia a quien perturbaba sobremanera el creciente nivel de la
corrupción. Él fue uno de los jueces que se opusieron al gobierno en ocasión de la masa-
cre de León, a principios de 1946. "Por una fuente en su familia se tiene conocimiento de
que hace poco hizo saber que consideraba la posibilidad de exhibir públicamente algunos
de los fraudes en los que se dice que ha estado envuelto el presidente Alemán". En marzo de
1948 se atentó a balazos contra su vida, tras de lo cual guardó silencio.U"

242


LA POLíTICA DE LA CORRUPCIÚ~'

mientras esta- Corrupción en Estados Unidos: el escándalo del U. S. Army Air Corps
rprende al lec-
tiraba a una de El muy inusual papel de Estados Unidos en la facilitación de! comercio, la inver-
mulado consi- sión y los programas de desarrollo de México durante la segunda guerra mundial puso a
uy valiosa pro- sus diplomáticos en más estrecho contacto con la corrupción que e! normal en tiempo de
de Veracruz al paz. En su trato diario con altos funcionarios y con hombres de negocios estadunidenses
que operaban en México, esos diplomáticos compilaron un detallado expediente de la
cia se ocultaban corrupción, por demás singular. En varios casos, sin embargo, los funcionarios estaduni-
anuel Suárez, e! denses qU9rataban con México también crul.aron la Iínea. ... -
los presidentes Un escándalo involucró a la Export-Import Lumber Company, de Buffalo, Nueva
cho. Cuando el York, la compañía estadunidense encargada de proporcionar caoba mexicana para la cons-
a propiedad de trucción de lanchas torpederas de motor para la Defense Supplies Corporation, subsi-
'ara su adrninis- diaria de la Board of Economic Welfare (BEW). El contrato inicial de tablas de caoba por
úblicas", como 2.5 millones de dólares sería producido para Export-Import Lumber por la Tehuantepec
, obras portua- Lumber Company, subsidiaria de Resource Corporation International, de Chicago. Pero
a los bancos los ejecutivos de Resource Corporation International estaban bajo proceso legal, y los
diera, sin tener dueños de Export-Import, padre e hijo, no tenían experiencia en e! sector. De acuerdo
ntral Sanalona con la auditoría de la General Accounting Office, un adelanto de quinientos mil dólares
_~acional Finan- y un pago adicional de l.7 millones por una hacienda de caoba se perdieron. La hacien-
recha relación da fue confiscada por e! Allied Property Custodian, aunque no antes de que elpago de
e enteró de que l.7 millones se distribuyera entre inversionista s del Eje. Los deficientes registros de las
puede liquidar empresas hacían imposible una auditoría, si bien los auditores determinaron que e! valor
con Alemán se real de la hacienda era de sesenta mil dólares. El asunto se complicó a causa de que uno
de los altos funcionarios forestales de la BEW era exfuncionario de Resource Corporation
propiedades International.!" Por último, investigadores estadunidenses concluyeron que el "especia-
ompany descu- lista forestal de la BEW [ ... ] fue procesado por fraude.!" Dada la enormidad y celeridad
ar e! 'rumor' de las compras durante la guerra, es de sorprender que tales casos fueran más bien infre-
cibir una enor- cuentes.
cto. El general Ejemplos flagrantes de corrupción no se limitaban a contratistas civiles. Hubo
. encabezado un escándalo cuando se descubrió que oficiales de! U. S. Army Air Corps desviaban par-
e desea". JI3 El tes de motores de avión a ventas privadas. El programa de préstamo y arriendo de la
estos arreglos. Fuerza Aérea Mexicana fue administrado en forma tanto incompetente como corrupta del
momento, de! lado estadunidense durante la guerra. La situación fue tan desastrosa que en 1943 e!
e miembro de Army Air Corps envió al mayor Herman W. Brann a México para investigar las quejas que
te nivel de la emanaban del agregado militar de la embajada en la ciudad de México. El informe final
-ón de la masa- del mayor Brann, en palabras de George Messersmith, :no nos hace nin~n favor". 117
nocimiento de El programa de préstamo y arriendo de la Fuerza Aérea Mexicana se inició en
ente algunos abril de 1942. Para 1943, un carro de ferrocarril llegaba cada semana con partes de avia-
". En marzo ción, sobre todo a la base de la Fuerza Aérea en Puebla. No había ningún registro de qué
se enviaba o quién lo hacía, y las autoridades de la Fuerza Aérea Mexicana no teman
MÉx¡cO EN LOS CUARENTA

influencia sobre qué material se embarcaba. Al parecer, cuando los autoridades mexica- La Marina e
nas abrían los paquetes ni siquiera sabían para qué era gran parte de ese material. Para
fines de 1943 sólo 10% del material había sido abierto, identificado y registrado; unas Lo
2,800 cajas aún estaban sin des empacar. Además, los registros estadunidenses en Duncan Después de
Field, San Antonio, también eran muy deficientes.l'" El programa estaba fuera de control. mental batall
Para fi s de 1943 se habían entregado 174 aviones, aunque sólo había 155 pilotos en toda en Argentina,
la Fuerza Aérea Mexicana. - - país, Mexican
Aparte de la incompetencia administrativa había otros problemas. El material era ble variedad
dirigido al jefe del Estado Mayor Presidencial, el general Jesús Salvador Sánchez y Sánchez. escribir en 1
El general Gustavo Salinas era el comandante general de la Fuerza Aérea Mexicana, y tra- Estado, le a
bajó muy de cerca con el mayor Brann en su investigación. La labor de ambos fue muy renta de una
delicada. La ausencia de registros en ambas partes indicó a varios funcionarios mexicanos más de cient
que oficiales estadunidenses obtenían ganancias, y los mexicanos se empeñaron en no truidos para 1
estorbar a los oficiales estadunidenses. La investigación avanzó lenta. Además, el general en caso de q
Sánchez y su esposa eran copropietarios de una compañía vendedora de municiones y Estados Unid
materiales de guerra, y había sugerencias de que habían descubierto una nueva fuente de ticinco tonel
suministro. setenta y cinc
Una auditoría al azar de apenas un reducido porcentaje del material en bodega taban el equi
tambien reveló que a México se le habían cobrado ciento cincuenta mil dólares de más por experto, "una
lo recibido. El mayor Brann sólo pudo observar que el total sería mucho mayor. Abundaban a Messersrni
prácticas de fijación de precios en exceso familiares, como cobrar cuarenta y cinco dóla- como [el age
res por un enchufe de tres octavos por un octavo de pulgada que podía comprarse en diez y Ruth [la e
centavos en cualquier tienda de artículos para automóviles, fijar a un adaptador simple el estoy seguro
excesivo precio de ciento dieciséis dólares o cobrar una rondana de media pulgada como para decirle
generador eléctrico de caja de 19.20 dólares. esto significa
Nunca se estableció, de acuerdo con los registros estadunidenses que sobrevivie- Algu
ron, quién se había beneficiado de esos precios falsos. Se hizo notar, sin embargo, que una rrado a su nu
vez que el extraño material llegaba a México, cierto personal estadunidense empezaba a antiguos col e
vender artículos útiles, como las llantas. Además, el pintoresco hermano del presidente, el una grave se
general Maximino Ávila Camacho, se apoderó de algunos aviones Lockheed C-50, los Messersrnith
adaptó y los arrendó a la Compañía Mexicana de Aviación, entonces subsidiaria de Pan Martínez Báe
American Airways. la favorable r
El escándalo del Army Air Corps combinó incompetencia con malversación del la solución de
lado estadunidense; sólo después de consumados los hechos algunos funCIonarIos m l- dunidense p
canos aprovecharon un material que iba a desperdiciarse. Mientras sus camaradas morían taleció la po i
en combate -pues esto sucedía al mismo tiempo que la costosa misión Doolittle para La m
bombardear Tokio, en abril de 1942-, algunos oficiales del Air Corps sacaban provecho analista preci
de las oportunidades que se les presentaban. El sacrificio de otros pilotos pesó mucho en de Estados U
la conciencia del mayor Brann mientras investigaba este caso de corrupción; este episodio mexicano con
también puso a los funcionarios estadunidenses a la defensiva.

244


LA POLíTICA DE LA CORRUPCIÓN

.dades mexica- La Marina estadunidense y Mexican Light and Power


material. Para
istrado: unas Los funcionarios de Estados Unidos no eran inmunes a negocios cuestionables.
es en Duncan Después de que George Messersmith dejó el Departamento de Estado, tras su monu-
era de control. mental batalla con Spruille Braden a propósito de la política hacia Juan Domingo Perón
pilotos en t~da en Argentina, regresó a México como presidente de la más grande empresa extranjera del
país, Mexican Light and Power Company (Mexlight). En ese puesto utilizó su considera-
El material era ble variedad de contactos con el gobierno estadunidense en favor de su nuevo patrón. Al
ez y Sánchez. escribir en 1949 a Paul J. Reveley, de la Division of Mexican Affairs del Departamento de
íexicana, y tra- Estado, le agradeció su ayuda en las negociaciones con la Marina estadunidense para la
bos fue muy renta de una estación móvil de generación de energía eléctrica montada en un tren de
os mexicanos más de ciento sesenta metros de largo. Dos de esos gigantescos trenes habían sido cons-
eñaron en no truidos para la Marina estadunidense como medida de seguridad contra fallas de energía
ás, el general en caso de que un ataque enemigo destruyera algún importante centro generador en
municiones y Estados Unidos. La unidad constaba de seis carros, un carro caldera de doscientos vein-
ueva fuente de ticinco toneladas montado en ocho ejes y un turbogenerador de vapor de doscientos
setenta y cinco toneladas montado en 12 ejes. Tres carros de carga adicionales transpor-
.al en bodega taban el equipo periférico de esa estación móvil de energía. Era, según el juicio de un
es de más por experto, "una de las maravillas de la ingeniería que salieron de la guerra".1I9 Reveley ayudó
IOr.Abundaban a Messersmith a reducir el precio de la renta de 500 a 400 dólares diarios: "Tan pronto
y cinco dóla- como [el agente de Messersmith] me dijo que el precio era de 400 dólares, supe que usted
prarse en diez y Ruth [la esposa de Reveley] habían sido útiles en el asunto, porque sin su intervención
tador simple el estoy seguro de que [la Marina] se habría apegado a los seiscientos. No tengo palabras
pulgada como para decirle cuánto aprecio poder disponer de ese tren por 400 dólares diarios, porque
esto significa mucho para la compañía". 120
que sobrevivie- Alguien en el Departamento de Estado calculó que el exembajador le había aho-
bargo, que una rrado a su nuevo patrón setenta y tres mil dólares anuales recurriendo a los favores de sus
e empezaba a antiguos colegas de ese departamento. Este negocio ayudó sin duda a México a superar
1presidente, el una grave sequía, que limitaba su capacidad de generación de energía en el Bajío en 1949.
eed C-50, los Messersmith también pensó que este arreglo facilitaría en general sus tratos con Antonio
idiaria de Pan Martínez Báez, secretario de Economía, y Sánchez Cuén en el gobierD.o de Alemán para
la favorable resolución de cuestiones de tarifas, el ajuste de disposiciones contractuales y
la solución de problemas laborales. La posibilidad de usar el generador de la Marina esta-
ionanos nrexi- dunidense permitió al gobierno mexicano evitar escasez de energía, lo que a su vez for-
adas morían taleció la posición de Messersmith en la negociación de otras materias con el gobierno.
Doolittle para La intervención del embajador Messersmith en el caso de Mexlight permite al
an provecho analista precisar los límites entre los buenos negocios y la corrupción. Los diplomáticos
ó mucho en de Estados Unidos solían posar, con cierto grado de veracidad, como protectores del pueblo
: este episodio mexicano contra el rapaz apetito de los codiciosos funcionarios nacionales. Messersmith

245
MÉXICO EN LOS CUARENTA

fue criticado después de la guerra por la izquierda por ejercer excesiva influencia en el leros en
gobierno, acusación que era correcta. Así, en un mitin en el Zócalo el 21 de diciembre de tamo pe·
1945 varios oradores pidieron la expulsión de Messersmith. De nueva cuenta el 12 de mento de
enero de 1946 el embajador fue censurado por la alianza entre la izquierda y los obreros extr anj e
por su estrecha colaboración con los sinarquistas, cargo que era hiperbólico.l'" Al mismo entre la
tiempo, un editorial en el Laredo Times criticó a Messersmith por muy diferentes razones. el Depar
Messersmith fue informado por Miguel Lanz Duret, director y dueño de El Universal, de el gobie
que el dirigente del Sindicato de las Artes Gráficas, uno de los socios de Lombarda, le industria
había "dicho que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por [la] publicación [del artículo de interé
del Laredo Times]" .122 Cuando Messersmith se defendió contra aquellos a quienes ya lla- para una
maba comunistas -término que no habría aplicado de forma tan cruda durante la gue-
rra-, elaboró su defensa personal en torno al tema de la corrupción. "Muchos individuos mero, e
del gobierno mexicano son tan retorcidos como un cuerno de carnero, y no les agrado un mes
porque me interpongo en su camino para obtener indebidas ganancias personales a interrum
expensas de las masas mexicanas", 123 cretario
El embajador estadunidense pudo, con cierto grado de certidumbre, representar anunciad
su acción como una defensa del pueblo mexicano oponiéndose a la corrupción. Pero esta Acheson
defensa de las víctimas de la corrupción también le permitió dejar de lado el asunto del del Dep
impacto del rendimiento de la inversión estadunidense y basar su autojustificacion en la al preside
cooperación durante la guerra entre los dos países. La crítica de la izquierda contra de visita
Messersmith, con base en el espurio argumento de colaboración con los sinarquistas, ofreció cano crei
una enorme grieta a la prensa conservadora, que se precipitó sobre ella.124 Messersmith con accio
habría sido más vulnerable en el caso de Mexlight en los términos de un vergonzoso caso el senado
de tráfico de influencias que implicó a uno de los bufetes jurídicos internacionales mejor Acheson".
relacionados de Estados Unidos, Sullivan and Cromwell. cumplía'

Sullivan and Cromwell: Miller y Sabalo

Otro tipo de corrupción rodeó a Edward G. Miller, subsecretario de Estado para.


América Latina del presidente Truman de 1949 a 1952. Antes de llegar a Washington, Miller
había sido socio del que tal vez era el bufete jurídico más poderoso en el ámbito de la polí-
tica exterior, Sullivan and Cromwell. John Foster Dulles, quien sería secretario de Estado
de 1953 a 1959, era el socio de esa empresa más conocido entonces. Antes de incorpo-
rarse al gobierno de Truman, Miller había representado a un cliente con intereses petro-
leros en México, Sabalo Transportation Company. Sabalo era, como dijo un historiador,
"un escaparate" de El Aguila Oil Company. También estaba de manera informal vincula-
da con y era protegida por Rafael Sánchez Tapia, cercano asesor de Lázaro Cárdenas y del
expresidente Ortiz Rubio.125
Sabalo Transportation Company era una de las compañías que habían sido nacio-
nalizadas por el presidente Cárdenas en 1938 y que habían poseído ricos derechos petro-

246


LA POLíTICA DE LA CORRCPCIÓ:'

leros en Poza Rica, Veracruz. En la época había un asunto pendiente asociado con un prés-
tamo petrolero a México. Poco después del nombramiento de Edward Miller, el Departa-
mento de Estado protestó ante México exigiendo que se permitiera a compañías petroleras
extranjeras reintegrarse a la industria. Esa exigencia revela una intrigante conjunción
entre la larga asociación de Miller con Sabalo, las protestas de Sullivan and Cromwell ante
el Departamento de Estado y el Congreso, la presión del Departamento de Estado sobre
el gobierno de Alemán para hallar la manera de permitir al capital privado volver a la
industria petrolera mexicana y la final capitulación de México a esa presión. El conflicto
de interés de Miller en este caso -como diplomático en busca de un arreglo favorable
para una parte que antes era su cliente- atrajo la crítica atención de la prensa.
Dean Acheson basó en tecnicismos su defensa de la relación Miller-Sabalo. Pri-
mero, enfatizó que las protestas del Departamento de Estado ante México habían ocurrido
un mes antes de que Miller asumiera su puesto en 1949. Segundo, subrayó que Miller había
interrumpido su asociación formal con Sullivan and Cromwell cuando pasó a ser subse-
cretario de Estado para América Latina. Por último, tras su nombramiento Miller había
resentar anunciado que no tenía nada que ver con el caso Sabalo.l'" Para aceptar los sofismas de
Pero esta Acheson sería necesario ignorar la realidad de que Miller siguió presionando a sus colegas
sunto del del Departamento de Estado para apoyar los intereses de su excliente. Un memorándum
ion en la al presidente Truman dejó en claro esto:127 "La semana pasada rníster Allen Dulles estuvo
a contra de visita en México, y se informa que dijo al secretario Bermúdez que si el gobierno mexi-
ofreció cano creía conveniente hacer algo por la Sabalo Transport Company, compañía mexicana
ersmith con accionistas estadunidenses, él usaría su influencia con el subsecretario de Estado Miller,
zoso caso el senador John Foster Dulles y un muy cercano amigo suyo, el secretario de Estado Dean
les mejor Acheson". En México, aun en ese momento, pareció obvio que el Departamento de Estado
cumplía órdenes de Sullivan and Cromwell.

Mexlight

Esta explicación de la corrupción sugiere que cuanto más cerca se esté de la cima
de la sociedad, más político será el uso de la corrupción. Nadie sugeriría que George
Messersmith, John W. Snyder (secretario del Tesoro de Truman) o Eduardo Villaseñor
(director del Banco de México con Ávila Camacho) estuvieron implicados en delitos ordi-
narios. Pero el expediente de la Mexican Light and Power Company, en la Truman Library,
constituye un interesante ejemplo de las gradaciones de la corrupción. En 1943 Eduardo
Villaseñor provocó la ira del presidente Avila Camacho y del embajador Messersmith al
sugerir que a México le iría mejor en materia económica si mantenía una actitud empre-
sarial y negociaba el mejor precio para sus materias primas en vez de atarlas de forma
incondicional al esfuerzo bélico aliado. Villaseñor no sólo fue desdeñado, sino que se
retractó al instante. Luego de que el presidente Truman despidió tanto a Messersmith como
a Braden por el trato a Perón en Argentina, Messersmith volvió a México como director

247
MÉXIco EN LOS CUARENTA

de la Mexligth, que en 1953 era una corporación canadiense con oficinas generales en
Taranta, aunque en realidad estaba dominada por sus principales accionistas: sir Reginald
Leeper y sir Bernhard Binder, en Londres y Bruselas, respectivamente. 128
Documentos del consejo de administración de Mexlight han sobrevivido en la
Truman Library y en la colección Messersmith en la University of Delaware; la parte más Conclusión
interesante de esta historia es que Messersmith propuso a importantes exfuncionarios y
empresarios mexicanos formar parte del consejo de Mexlight: Eduardo Suárez, Luis G.
Legorreta, Guillermo Barroso (presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, tar este rico
Concamin) y Arthur Ross. Pero quizá lo más importante es que también organizó una Iddosobre
especie de consejo alterno, llamado Comité Mexicano Asesor de Mexlight, que incluyó a proceden de
Carlos Prieto, de la Fundidora; Juan Ortiz Monasterio, del Banco Comercial Mexicano, y México, el
Carlos Mendieta, del Banco de Comercio.P? Al combinar a exfuncionarios gubernamen- diferentes
tales con figuras del sector privado, Messersmith proponía la perspectiva de recompensas son exagera
para funcionarios públicos satisfactorios. Incluso Villaseñor se integró al consejo alterno, sentido del
junto con Salvador Ugarte, del Banco de Comercio, y Gastón Azcárraga, del Grupo Monte- de la corru
rrey, en 1957.130 La perspectiva de futuras recompensas por favorables pronunciamientos tras de se
políticos cambió de manera considerable las actitudes oficiales. d
Las recompensas directas de la pertenencia a ese consejo no eran insignificantes. convence d
Por asistir a una cuantas reuniones, J ohn Snyder recibió generosos desembolsos: quinien- y se marchó
tos sesenta y cinco dólares por un viaje de Toledo, Ohio, al Distrito Federal en 1953, y siete contra la co
mil dólares cada seis meses en honorarios y servicios no especificados.'!' Además de sus denunció la
honorarios, los miembros podian aplicar información en forma indirecta. Lo más útil para Ruiz Cortin
la compañía es que otros funcionarios gubernamentales podían soñar con convertirse en Ramón Bet
miembros del consejo si seguían políticas benéficas para Mexlight, y este patrón prevale- mismo cóm
ció aun después de que la compañía fue nacionalizada años más tarde. La posibilidad de bajo el pre
recompensas para esos funcionarios permitió a Messersmith informar a los miembros del absorber e-
consejo: "Estamos pasando por una difícil negociación laboral, y el presidente y [Antonio] EL
Carrillo Flores mostraron gran comprensión y nos brindaron magnífica ayuda". m @PM), el P
En definitiva, la corrupción que altera las reglas del juego puede ser la más impor- blica, Caria
tante, porque puede establecer estructuras duraderas. Resulta provechoso reflexionar en c!gnacios
el dictum de Steve Bechtel: "Es más efectivo hacer un favor que pedirlo". m Bechtel debía Flores Muñ
saber de qué hablaba; como director de la corporación de ingeniería más grande de Estados Ortiz Garza
Unidos dependía en alto grado de favorables resoluciones y contratos gubernamentales nes), Manu
para su empresa. George Messersmith aludió en gran medida a lo mismo al reflexionar en Gamboa (
la efectividad de favorecer a reporteros selectos con información más que con sobornos Ese alegato
directos para influir en los medios.P" a México, v
La desviación de fondos extranjeros de inversión del programa de desarrollo el hostiga
industrial a su uso privado mostró lo crítico que se había vuelto el asunto de la corrup- excepcione
ción. Un diplomático británico culpó a la devaluación de 1948 de la desviación de fondos gato, el cu
a bolsillos privados: "Es bien sabido, igualmente, que este saldo [de reservas de divisas] se El

248


LA POLÍTICA DE LA CORRUPCIÓN

ha dilapidado en su mayor parte en vehículos motorizados, lavadoras, radios, costosos ali-


mentos, etcétera, y que sólo en una parte menor se ha gastado en esenciales bienes de
capital requeridos como respuestos o para el desarrollo de industrias 10cales".135

Conclusión

El ~toriador de México _eEJ.a~década de los cuarenta tiene que decidir cómo tra-
tar este ric9 LcomRlg.o acen;9...Qe_corrupción. Sería irracionalignorar el acervo acumu-
h1óo so~á..CJ)nllpción..de.. esa época. Dado que los mismos nombres y acusaciones
procea~n de muchas fuentes distintas en los archivos de Estados Unidos, Gran Bretaña y
México, el efecto de triangulación -cuando la misma información es corroborada por
diferentes fuentes- me da la seguridad de que, aun si algunas acusaciones particulares
son exageradas, e! patrón general no puede desestimarse. Cierto, es necesario resistir e!
sentido del decoro que afirma que los historiadores no pueden tratar el registro público
de la corrupción. Después de todo, altos funcionarioUler2.etraron fraudes y rob~ inoso-
trosde se~uro ~de~os merujon.adQf -- - - --- -
A emás del efecto de triangulación, hay un segundo tipo de evidencias que me
- ignificantes. convence de que el acervo de la corrupción es cierto. Una vez que Alemán dejó e! cargo
lsos: quinien- y se marchó a un viaje a Europa, muchos de sus más cercanos socios se unieron a un coro
en 1953, y siete contra la corrupción de la época. El general Jacinto Treviño remachó el asunto cuando
Además de su denunció la corrupción en la convención de 1953 de! PRl. Excélsior comentó un plan de
o más útil para Ruiz Cortines para expropiar terrenos mal habidos de Alemán y sus amigos, entre ellos
convertirse e Ramón Beteta, Carlos Serrano, Nazario Ortiz Garza y Carlos Oriani. Excélsior explicó asi-
atrón prevale- mismo cómo Alemán y sus socios habían obtenido de manera sistemática esos terrenos
posibilidad de bajo e! pretexto de la reforma agraria, habiendo usado información confidencial para
miembros de absorber extensiones sin dueño aparente.P"
e y [Antonio El 28 de agosto de 1953 e! líder de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano
da~.\32 !!PM), el eat:tiao henriguist~_presentÓ un alegato legalar procurador geñcral de la Repú-
la más imPOI- blica, Carlos Franco Sodi, acusando de corrupción a Alemán y a tr.ei.n.ta.t dos altos fun-
reflexionar e: ci.Qnarios de oSH ,gobierno. Entre esos alemanistas estaban gnesto P. ~~=ur. Gilberto
Bechtel deb Flores Muñoz y Angel Carvajal; también se mencionaba a Gilberto Limón (Defensa), Nazario
de de Estad Ortiz Garza (Agricultura), Ramón Beteta (Hacienda), Agustín Garda López (Comunicacio-
bernamen nes), Manuel Gual Vidal (Educación), Antonio Martínez Báez (Economía), Rafael Pascasio
reflexionar Gamboa (Salubridad), Antonio Carrillo Flores (Nafinsa) y Carlos 1. Serrano, entre otros.
con sobo Ese alegato se entregó justo antes del informe presidencial y el esperado retorno de Alemán
a México, y su oportunidad política fue bien planeada. En parte, esto fue en represalia por
el hostigamiento policiaco de que habían sido objeto los henriquistas. Con unas cuantas
excepciones, la prensa, debido a sus estrechas relaciones con el gobierno, ignoró e! ale-
gato, el cual se desvaneció en silencio una vez dentro del establishment legal.l37
El magistrado Corona, de la Suprema Corte, caracterizó de forma abierta al gobier-

249
MÉXICO E LOS CUARENTA

no de Alemán como una "letrina morar. Y Ruiz Cortines expropió la hacienda Palomas
en Chihilliliua, cien as cincuenta mil hectáreas, y amenazó con hacer lo mismo con los
latifundios de Creen en Sonora, de quinientas mil hectáreas. Aun Ernesto P. Uruchurtu,
hasta entonces no contaminado por la reforma, se unió a la campaña anticorrupción ata-
cando el corazón del problema: los cin cobraban de más. J38 El antiguo nacionalista
José R. Colín también dijo que había muchos "comerciantes, industriales, banqueros y con-
tratistas que se beneficiaron al amparo del gobierno anterior" .139 Desde Cuba, el historia-
dor Herminio Portel Vila publicó "México: 1 3", que incluía una carta abierta del general
Adolfo León Ossorio y Agüero en la que se acusaba a Alemán de corrupción, por aquello
de lo que el general se había enterado mientras prestaba servicio en el ejército.r'?
Qu' zá la consecuencia crucial de la corrupción de la década de los cuarenta en
México ha a sido ue minó la rer, .ma" Sé ofrecieron recompensas a individuos como
incentivos para descartar los elementos idealistas del proyecto cardenista. En ninguna
parte esto fue más obvio que en el sector d~)ª-.!?anca es.t;..:;a...::b.:..le:.,c~id.::;...;..o-=a.;:;.r-7a...;;a~uo;;.n""t.;;a;;.:la;;;.r..;;l;;;;.a.;;r-""ef.or-
ma agraria. La malversación de fon os y e peculado florecieron ahí en formas ue os
banqueros que pertenecían a los consejos de administración de los bancos agrícolas públi-
cos jamás habrían permitido en sus instituciones privadas. En el movimiento obrero, por
su parte, una nueva clase de activistas obreros, los charros, se volvieron expertos en las
técnicas de alentar y después frustrar las esperanzas de los trabajadores envueltos en con-
flictos laborales. En momentos cruciales los sobornos socavaron la solidarida . .
con gran efectividad. Así, reformas centrales en las áreas de la política agraria y obrera
fueron debilitadas.
Corrupción e ineficiencia empezaron a socavar la visión alterna re resentada or
la tradición del nacionalismo económico. A principios de 1949, en respuesta a la orden
ael presidente de preparar una nueva Ley para la Vigilancia de Organismos Descen-
tralizados y Empresas de Participación Estatal, la Secretaría de Hacienda inició un estudio
sobre las razones del fracaso y bajo rendimiento de las empresas públicas. Tal estudio, rea-
lizado por Rafael Mancera, cubrió a Pemex, Ferrocarriles Nacionales, Nacional Distribuidora
y Reguladora, Comisión Federal de Electricidad, Instituto Mexicano del Seguro Social asociar con
(IMSS), Comisiones de Caminos, varios fondos de retiro y ocho compañías comerciales. de "toma 1
Tras comentar acerca de la enorme parte de la economía 'nacional que esas empresas esta- político co
tales representaban, el informe de Mancera llegaba a una conclusión bastante clara. En con teorías
general, el desempeño de esas empresas era "desastroso". Era fácil explicar por qué: n
democráti
Desde luego, el caso de cada institución es diferente y no es posible entrar en detalles que en Es
de cada caso en este breve memorándum, pero es cierto que gran parte de cada ble que ha
desastre puede atribuirse a un hecho común a todas y cada una de esas instituciones. cos que ac
Esta causa común es la siguiente: la absurda composición de los consejos de de los acci
administración de esas instituciones. de justicia
En efecto, al revisar uno por uno los diversos consejos, encontramos siempre latrocinio.
las mismas circunstancias:

250


LA POLÍTICA DE LA CORRl..iPCIÓ~·

cienda Palomas 1. La mayoría o la totalidad de sus miembros son individuos que desconocen las
lo mismo con los actividades de la institución; esto significa que no ejercen apropiadamente el papel
o P. Uruchurtu, de un consejero o que, cuando lo hacen, toman medidas malas o ilícitas; así, la
·corrupción ata- actividad de la institución no es administrada en forma experta.
II. El nombramiento de los consejeros no es un proceso de selección de exper-
'guo nacionalista
tos, sino de protección de altos funcionarios, lo que fundamentalmente es 'Útil para su
anqueros y con-
influencia política y su nepotismo.
uba, el historia- III. Los consejeros son seleccionados absurdamente; son individuos disfuncio-
·erta del general nales, a menudo en desacuerdo entre ellos, sembrando así la semilla de futuro
· ón, por aquello fracasos.
ército.!" IV. Entre los consejeros siempre hay una persona, ya sea el gerente general u
os cuarenta en otra, que asume la dirección de la institución, usando al resto de los consejeros como
dividíiosEorfio medio para legitimar sus actos, o al menos para eludir responsabilidades.
. En ninguna V. Siempre hay una persona fuera de la institución que es la que en realidad

formas-
ntalar la refor-
- q.ue lo
igricolas públi-
ejerce el control, usando la institución para sus fines personales, no para el
propósito con el que las instituciones se fundaron. 141

Este incisivo análisis interno del subsecretario de Hacienda -~s Mancera=-


'Oto obrero, por
concluía a favor de la apertura y la rendición de cuentas como obvios remedios del desas-
expertos en la
ueltos en con- troso desempeño de esas empresas. Por desgracia, la falta de adecuada atención pública
.Qad...s.indical al rendimiento de las empresas estatales reverberó a lo largo de los años. Ése fue un
zraria y obrera importante factor en la quiebra del Estado en 1982 y en el retorno del neoliberalismo en
la década subsiguiente.l'" Sobre todo, el lamentable desempeño de las empresas pública
erosionó la creencia en una visión alterna del desarrollo de la nación.
Cuando un grupo político que se ha comprometido con la reforma, al menos de
manera parcial en interés del bien público, abandona la ficción y/o realidad de promover
una reforma progresista (cambios en el sistema que favorezcan a las personas que están
en la base de la pirámide socioeconómica) entonces la corrupción aumenta. Los respon-
sables de decisiones desarrollan una visión cínica del Estado como una "vaca lechera" por
asociar con un modo individual de desarrollo; es decir, desarrollan una visión de gobierno
de "toma lo tuyo". La hipocresía se incrementa, porque es muy difícil organizar un mitin
político con base en el tema "Voy por lo mío". Y si es posible hacerse del botín individual
con teorías de desarrollo, eso es sublime.
Un latino observó, durante la época de Nixon, que América Latina es mucho más
democrática que Estados Unidos, porque ahí todos pueden ofrecer un soborno, mientras
que en.J:stadosUnidüSse debe ser General Electric para ejercer esa prerrogativa. Es posi-
ble que haya un grano de verdad en esa observación. En efecto, la diferencia entre políti-
cos que aceptan sobornos y ejecutivos que organizan para sí "paracaídas de oro" a costa
de los accionistas es muy tenue. Mejor aún, si uno combate un sistema injusto, un grado
de justicia popular, incluso de venganza, puede resultar de una bien concebida pieza de
latrocinio. Pocos de nosotros nos sentimos mal cuando abusivos desvalijadores fiscales o
MÉXICO EN LOS CUARENTA

monopolistas sufren una pérdida. El aguijonazo bien planeado es lo que alimenta nuestro
complejo de Walter Mitty, e! personaje revanchista y soñador de James Thurber.
Sin embargo, c~l~ corrupción se vuelve a tal punto endémica que desvía a
bolsillos privados una considerable porcíón de los fondos de desarroll aí las
cosas han llegado demasiado rejas. Aun este parcial acervo sobreviviente de la corrupción
en la década de los cuarenta nos hace reflexionar en alternativas. Cuando el gobierno
mexicano quitó fondos presupuestales al programa social de la revolución, fue porque se
había tomado una clara decisión de tener más mansiones en el Pedregal o en las Lomas y
menos infraestructura, bienestar social, atención a la salud y educación. Y cuando fondos
robados se abrieron paso a cuentas bancarias en e! extranjero, incluso el efecto multipli-
cador del gasto se exportó de México. Como en similares casos emergidos alrededor de!
país a lo largo de los años, e! impacto agregado de la corrupción añadió otra explicación
fundamental -a las ofrecidas por las perspectivas de la dependencia- de los problemas
de subdesarrollo de la nación. Es evidente que la corrupción estaba en e! núcleo del pro-
blema de la mala distribución de! ingreso en e! país.
Este extraordinario re ~tro úblico de la corrupción dª-PO d lo ue ueda
por pro ar: como ue 0!Íble que ha a ocurrido la corrupción. El sistema mexicano de
extremo centralismo político estaba en el corazón de! problema. Un poder absoluto se
pone en manos del presidente durante seis años. El presidente no eStá restringidopor la
ley, la auditoría de fondos públicos o el tipo de realidad política que se desprende de una
legislatura y una judicatura independientes. La falta de rendición presidencial de cuentas
es asistida sin límite por un alto nivel de reserva. or u tírño, esta e enomeno que arlos
Fuentes describió en La muerte de rtemio Cruz como "la chingada". Esta tradición -o
abuso de los débiles sin la menor traza de conciencia- también es central en e! proceso.
La solución a este problema en realidad es muy simple. La reserva debe desa a-
recer de los gastos e stádo, y un nuevo nivel de rendición de cuentas ebe com le·
mentarse con una reforma política que asegure que no sea a maqumaria gobernante la
que cuente los votos. Asimismo, un más amplio proceso de- consulta debe compleriiéntar
a centros alternas de toma de decisiones. Sobre todo, una cultura política alterna debe
remplazar al statu quO.143 Ver a uan Ortega Arenas, líder de un sindicato en apariencia
independiente -la Unidad Obrera Independiente (UOI)-, interactuar con trabajadores
en la planta de Volkswagen en Puebla en la década de los setenta, junto con un séquito de
seguidores y limusinas, me hizo dar me cuenta de que aun si de milagro remplazaba a Fidel
Velázquez como máximo dirigente de la CTM poco habría cambiado.
Lo singular de la experiencia mexicana de la corru ción es_ ue esa inmensa trans-
ferencia e recursos en favor de unos cuantos existió en un contexto de ferviente nacio-
nalismo y un impulso a la modernización industrial que gozaba de amplio apoyo. E
mecanismo de organización política de masas del Estado ofrecía protección a quienes abu-
saban de su puesto. El proceso entero fue acompañado por la cada vez más vacía retórica
de la Revolución mexicana.

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