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Marco Teórico

1.1 Concepto de Inmigración


La inmigración es la entrada a un país o región de personas que nacieron o proceden de
otro lugar. Este término hace referencia a la persona que llega a otro país para residir en
él, generalmente por motivos económicos, políticos o académicos. En otras palabras,
entre los objetivos que más comúnmente persiguen quienes se marchan de su país para
radicarse en uno extranjero se encuentran la intención de conseguir un mejor trabajo, de
escapar de la persecución en su tierra natal o de estudiar en una escuela o universidad de
prestigio.
La inmigración es uno de los dos procesos de la migración que es el desplazamiento de
una población que se produce desde un lugar de origen a otro destino y lleva consigo un
cambio de la residencia habitual. El otro es la emigración que es la salida de personas de
un país, región o lugar determinados para dirigirse a otro lugar distinto. Por tanto,
cuando un sujeto es inmigrante, necesariamente ha debido ser emigrante en primer
lugar.

1.2 Tipos de Inmigraciones


Según el tiempo:

 Inmigración temporal: cuando el inmigrante va a estar en el lugar de destino por


un periodo de tiempo y después regresa a su lugar de origen.
 Inmigración permanente: cuando el inmigrante va a estar en el lugar de destino
de manera permanente o de por vida.
Según su carácter:

 Inmigración forzada: cuando el inmigrante parte de su lugar de residencia por


situaciones que amenazan su vida o en contra de su voluntad. Por ejemplo, un
conflicto armado o los desastres naturales.
 Inmigración voluntaria: cuando el inmigrante parte de su lugar de residencia por
voluntad propia en busca de una mejor calidad de vida.

Según su destino:

 Inmigración interna: cuando el lugar de destino del inmigrante es dentro del


mismo país, es decir, se traslada a otra región o lugar.
 Inmigración internacional: cuando el lugar de destino del inmigrante es otro país
diferente.
1.3 Causas de las inmigraciones
Causas políticas
Por persecución y venganza política abandonan un país para residenciarse en otro o, al
menos, intentan abandonarlo, aunque a menudo pueden llegar inclusive a perder la vida
cuando se trata de regímenes totalitarios
Causas culturales
La base cultural de una población determinada es un factor muy importante a la hora de
decidir a qué país o lugar se va a emigrar. La cultura (religión, idioma, tradiciones,
costumbres, etc.) tiene mucho peso en la decisión de quedarse en un país o emigrar de
éste.
Causas socioeconómicas
La mayor parte de los que emigran lo hacen por motivos económicos, huyendo de la
pobreza, buscando acceso al trabajo, un mejor nivel de vida, mejores condiciones de
trabajo y remuneración, o en casos más críticos, por cuestiones de supervivencia.
Causas familiares
Los vínculos familiares como, el tener familiares que ya han migrado o el deseo de
querer tener mejor nivel económico para la familia.
Causas bélicas
Constituyen una verdadera fuente de migraciones forzadas, que han dado origen a
desplazamientos masivos de la población, huyendo del exterminio o de la persecución
del país o ejército vencedor.
Catástrofes generalizadas
Los efectos de catástrofes tanto naturales como sociales (o una combinación de ambas)
han ocasionado grandes desplazamientos de seres humanos.

1.4 Efecto inmigrante


Más de 200 millones de personas (aproximadamente el 3% de la población mundial)
vive fuera de sus países. Este fenómeno tiene un enorme impacto en la productividad de
las naciones de acogida y en la mitigación de la pobreza de las naciones de origen de los
inmigrantes.
Por ejemplo, se habla del impacto concreto de las remesas, el dinero que los inmigrantes
envían a sus familiares en el país de origen, son el vínculo más concreto o entre
migración y desarrollo.
De acuerdo con cifras de las últimas décadas, la reducción de la pobreza y del
incremento del bienestar de los hogares se ha señalado como un impacto directo de los
fondos enviados en cada transferencia electrónica que ha llegado a significar en algunas
naciones en desarrollo un porcentaje importante del producto interno bruto.
Se calcula que las remesas enviadas a los países en desarrollo representan más de tres
veces el volumen de la asistencia oficial para el desarrollo en esos países.
La inmigración, de todas formas, suele ser criticada por ciertos sectores sociales del país
de acogida. Hay quienes encuentran en los inmigrantes a los responsables de los
problemas económicos y sociales, aunque las estadísticas muestran que estas personas
aportan, con su trabajo y contribuciones, más recursos que los que consumen. Esto no
impide, sin embargo, que muchos inmigrantes sufran la discriminación.
El desprecio a los inmigrantes representa un problema muy grave y que suele pasar
desapercibido, dado que en muchos países es parte de la herencia cultural que sobrevive
generación a generación. Se trata de un fenómeno muy particular y selectivo: no recibe
el mismo grado de discriminación un portero que un médico, aunque ambos provengan
del mismo país extranjero.

1.5 La mercado laboral frente a la inmigración


Los efectos económicos y sociales de la inmigración en el país de destino son múltiples
y abordar todas sus dimensiones es difícil. Desde el punto de vista del mercado laboral,
se suele simplificar la llegada de inmigrantes en una economía como un aumento de la
oferta de trabajo y, por tanto, como un shock que ejerce presión a la baja sobre los
salarios de los nativos. Sin embargo, la estructura productiva de un país es mucho más
compleja y ello hace que esta conclusión, en general, no sea válida.
En primer lugar, no todos los trabajadores de un país son iguales, como tampoco todos
los inmigrantes lo son. En este sentido, los efectos de la llegada de una ola de
inmigración sobre los trabajadores del país de destino dependerá tanto de las cualidades
y capacidades de dichos trabajadores como de las de los inmigrantes. En particular, los
trabajadores con características parecidas a los inmigrantes tienen más posibilidades de
que su salario se vea presionado a la baja. Así, para este segmento de trabajadores, la
llegada de los inmigrantes sí que equivale a un aumento de oferta. Por el contrario, si las
características del trabajador nativo son muy distintas a las de los inmigrantes, puede
que la situación de dicho trabajador mejore con su llegada.
Aunque hay numerosos estudios que intentan estimar el impacto de la llegada de
trabajadores foráneos sobre el mercado laboral del país de destino, está costando mucho
que los principales expertos en la materia alcancen una posición consensuada. Uno de
los motivos de la falta de acuerdo radica en la dificultad de aislar el efecto de la
inmigración del de otros factores que pueden estar afectando al mercado laboral de
forma contemporánea, como la tecnología, la globalización o el propio ciclo económico.
Los economistas que defienden que el impacto de la inmigración sobre los salarios ha
sido escaso argumentan que hay otro mecanismo que lo facilita, el llamado “cambio en
el mix de producción”. Concretamente, se ha observado que los países receptores de
importantes flujos migratorios cambian la composición de los bienes producidos,
aumentando la producción de aquellos bienes con un uso más intensivo del tipo de
trabajador que llega. De esta forma, y tal como ocurría con el mecanismo anterior,
oferta y demanda se ajustan, y dejan los salarios básicamente inalterados.

1.5 Aspecto histórico de la inmigración en la República Dominicana


Con el declive de la industria azucarera la dinámica de la inmigración no solo redefinió
sus flujos hacia otros cultivos agropecuarios como el arroz y el café, sino que se
reorientó hacia la economía urbana. Con ambos cambios, la inmigración pasó a
conectarse a la dinámica y racionalidad económica de los mercados de trabajo de base,
impactando la economía informal urbana y recomponiendo la oferta de trabajo rural,
resolviendo de hecho los problemas de escasez estacional de trabajadores rurales
provocados, entre otros factores, por la crisis del minifundismo precarista de base
campesina.
A estos cambios en la base económica y laboral se asociaban cambios de carácter
sociopolítico que redibujaron la coyuntura migratoria de los noventas hasta nuestros
días. Por lo pronto, la visibilidad del fenómeno migratorio lo colocó como objeto de
atención de la opinión pública. En una tradición política autoritaria y tradicionalista
como la dominicana, el debate político pronto asumió la visibilidad de la cuestión
migratoria. Sin embargo, con esa asunción emergían a su vez fenómenos poco debatidos
a nivel nacional y que se mantenían como coto privilegiado de la reflexión académica.
De esta manera, la generalización del fenómeno inmigratorio haitiano pronto visibilizó
la condición de exclusión social y de violaciones de derechos humanos en que
reiteradamente se encontraban envueltos dichos inmigrantes, sobre todo los
indocumentados o irregulares, así como hizo visible la problemática de la adscripción
nacional de sus descendientes.
Ya desde los años ochenta y, sobre todo en los noventa, se asumía que la República
Dominicana era una nación migratoria por doble partida, pues no solo la inmigración se
había generalizado en sus impactos económicos debido al ingreso periódico de miles de
trabajadores haitianos, sino que otras nacionalidades estaban incidiendo en esta
dinámica, como eran los casos de la inmigración china, cubana, colombiana y europea,
entre otras. A esto se añadía el ingreso anual de miles de turistas, en torno a una
economía turística que se había constituido en el eje central de nuestras exportaciones
de servicios como economía abierta. La otra dimensión del fenómeno migratorio era la
emigración de dominicanos. Los Estados Unidos fueron el centro de esa emigración,
pero en los noventa, Europa, Puerto Rico y Venezuela concentraron también
importantes núcleos de dominicanos emigrantes. Con la emigración se abrió una nueva
carpeta de impactos en la economía y la sociedad: de un lado, se apreció la creciente
importancia de las remesas como fuente de divisas, mientras, por otro lado, se había
creado un verdadero sistema de relaciones transnacionales entre la comunidad
dominicana en el exterior y el país, constituyendo así verdaderas comunidades
transnacionales.
De alguna forma, la transnacionalización del país ha obligado a reconocer, con nuevos
lentes, el fenómeno inmigratorio, apreciando que el mismo no es patrimonio exclusivo
de la nación, sino que forma parte de los cambios en el orden global, donde las
migraciones internacionales ocupan un lugar destacado. Por otro lado, la globalización
demostró que la inmigración no solo producía impactos económicos sino que su
gobernabilidad estaba condicionada por un sistema de compromisos del Estado con
instituciones del sistema internacional, que ponía en la agenda el tema de los derechos
huma nos de los migrantes como requisito del funcionamiento mismo de los sistemas
migratorios.

Fuente Movimientos Migratorios Desde y Hacia La República Dominicana, Tomo I


(Fondo para el Fomento de la Investigación Económica y Social (FIES))

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