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especialmente si son tóxicas (coloración aposemática).

Asimismo, hay mariposas poco


llamativas, como Pieris rapae.

Estructura del cuerpo[editar]

Las polillas tienden a poseer una estructura corporal más conspicua y ruda, con frecuentes
pelos, mientras que las mariposas son más lábiles y delicadas. Además, las alas de las primeras
son más grandes y resistentes. Dichas diferencias se atribuyen al hábito nocturno preferente
de las polillas, lo que las expone más al frío y lo que conduce a adaptaciones morfológicas de
retención de calor.3

Diferencias etológicas[editar]

Tiempo de actividad[editar]

La mayoría de las polillas son nocturnas o crepusculares mientras que muchas mariposas son
animales diurnos. Sin embargo, existen excepciones com la polilla gitana y los espectaculares
especímenes de la familia Uraniidae que suelen ser vistas al atardecer.8 7

Posición de descanso[editar]

Tetragonus sp., una polilla Callidulidae cierra sus alas como una mariposa pero no posee las
antenas en forma de bastón.

Las polillas usualmente tienen sus alas extendidas hacia los costados. Las mariposas diurnas
comúnmente colocan sus alas juntas por encima de sus espaldas. Ocasionalmente se les ve
extender sus alas y volverlas a cerrar cuando se encuentra en descanso. Las polillas recogen las
alas sobre sus espaldas cuando no existe suficiente espacio para extenderlas hacia los lados.
Una familia que puede resultar un poco confusa de reconocer puede ser la familia
Geometridae pues los adultos descansan las alas en forma vertical.

Características y hábitos de las mariposas nocturnas

Las diferencias entre las mariposas nocturnas y las diurnas no están marcadas solamente por
los patrones cromáticos, sino que también se reflejan en las formas de las antenas y las alas,
los hábitos de vuelo, la formas en que descansan, el método para ganar temperatura y muchos
otros aspectos.

Empezando por lo obvio hay que decir que la inmensa mayoría de estas mariposas están
activas durante la noche, por lo que han tenido que adaptar sus hábitos a las temperaturas de
este horario y a la ausencia de la luz solar. La temperatura de todos los lepidópteros se
corresponde con la del ambiente y para empezar el vuelo necesitan precalentar los músculos
que mueven las alas. A falta del calor del sol, las mariposas nocturnas están equipadas de una
abundante pubescencia que les proporciona suficiente abrigo. De esta manera luego de
ejercitar un poco las alas, pueden entrar en calor y levantar el vuelo. Durante el día buscan
refugio sobre las hojas, las ramas o las piedras, y se acomodan para dormir.

En cuanto de las orugas de las especies nocturnas, parecen no hacer diferenciación de

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