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LA BELLEZA DE NUESTRAS DIFERENCIAS.

Las diferencias entre pareja son normales y buenas, entérate cómo manejarlas aquí, porque no
tienen que ser motivo de lucha, sino de entendimiento, sacrificio y apoyo mutuos.
Introducción: Es un hecho, hombre y mujer fuimos creados por Dios con un
propósito eterno y bien definido. Son muchos los que hoy en
día enfatizan lo negativo de ser diferentes, pero debemos
recordar que no fuimos diseñados para competir el uno contra
el otro, sino para completar y perfeccionar el plan eterno de
Dios: LA FAMILIA.

Hablar en términos de hogar es hablar de un proyecto divino, y no solo el rol natural


que se debe cumplir. Nunca debemos perder el enfoque desde el punto de vista de
Dios, El nunca planeó que sufriéramos nuestras relaciones, sino que fuésemos
perfeccionados en la relación de compartir y darnos el uno al otro, que
aprendiéramos a edificar juntos, y no a competir.

Es mucho más lo que podemos celebrar y aprovechar cuando conocemos el diseño


de Dios, que los aspectos negativos que muchos tratan de evidenciar acerca de la
competencia de sexos y los derechos por los cuales pelear.

I. ¿POR QUE SOMOS TAN DIFERENTES?

1. Nuestras diferencias no son desarrolladas o heredadas, obedecen a un


diseño divino.

2. Dios nos creó para completarnos, no para competir.

3. Dios vio que todo lo que había creado era “bueno”. La Biblia usa aquí un
superlativo: “bueno en gran manera”.

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y
la mañana el día sexto.”
Génesis 1:31

4. Tan bueno fue haber creado al hombre, que no era bueno que estuviera
solo.

“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Génesis 2:18
II. CREADOS PARA COMPLETAR EL PLAN DIVINO.

1. El diseño de Dios obedece a un trabajo en “equipo”.

2. Justo después de asignarle al hombre la función de


guardar y labrar el huerto, Dios mira que no es bueno
que el hombre esté solo. (Gén. 2:15-17)

3. Miró al hombre cumpliendo mejor la tarea con una “ayuda idónea”. (Vs.18)

4. Un aspecto sobresaliente de la imagen de Dios es la unidad.

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;…”
Génesis 1:26

5. Dios concibió que funcionáramos en “una sola carne”.

“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó
una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis
huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.”
Génesis 2:21-25

III. CUANDO NUESTRAS DIFERENCIAS NOS CONFRONTAN

1. ¿Cómo puede funcionar un equipo con características tan diferentes?

2. Muchas de nuestras luchas se debe a que no hemos aprendido a conocer la


naturaleza del Hombre y la Mujer.

3. Nos sentimos agredidos e incómodos cuando falta la


empatía emocional o intelectual con nuestro cónyuge.
La primera reacción es sentir rechazo a causa de la
diferencia y automáticamente nos “desconectamos”
emocionalmente.

4. Es imposible edificar nuestra relación a menos que estemos dispuestos a


“aprender” la naturaleza de uno y otro. No para competir sino para
completar nuestras debilidades. Las diferencias nos enseñan que somos
“únicos” y de un diseño especial por las manos de un experto.
APRENDIENDO A DISFRUTAR NUESTRAS DIFERENCIAS.

1. ¿Qué deben aprender un Hombre sobre su Mujer?

a. Aprender a escucharla con atención, darle importancia a


su conversación y no ofrecer “soluciones prácticas”.

b. Aprender a cultivar el amor romántico con detalles como:


una flor, una llamada inesperada, decirle “te amo” más de
una vez al día y estar pendiente de sus necesidades.

c. Nunca acusarla ni compararla frente a los demás. ¡nunca!.

d. Aprender a perdonar y dar aceptación.

e. Escuche y comprenda sus sentimientos mas que sus palabras. Aprenda a oír
el lenguaje de su corazón, que no siempre lo expresa con las palabras.

f. Tenerle confianza en la administración del dinero.

g. Nunca huya ni de la espalda al problema, ella sentirá que para usted no


valen la pena sus sentimientos.

2. ¿Qué debe aprender una Mujer sobre su Hombre?

a. Aprender a no compararlo con otros.

b. Aprender a no criticarlo frente a otros.

c. Dele el primer lugar en su vida.

d. Valórelo por lo que es y no solo por lo que hace.

e. Aprenda a “descifrar” sus sentimientos aunque no los exprese


verbalmente, y conéctese a él.

f. No tratar de cambiarlo, sino valorarlo y respetarlo por lo que es. El


cambio vendrá cuando se sienta respetado.

g. Aprender a no acusarlo y denigrarlo cuando sienta que él no le ama o no


le presta atención.

h. Aprenda a celebrar sus logros. Reconózcale sus méritos y aptitudes, en


vez de señalar solo sus faltas. El hombre recibe amor cuando se siente
respetado y honrado.
i. Si él se acerca para pedir perdón, ¡escúchelo! Primero déjelo expresar sus
sentimientos y luego exprésele los suyos sin culparlo o recriminarle todo,
solo hágale saber de qué forma se sintió herida.

j. Permita que Dios lo cambie, ¡usted nunca podrá hacerlo!

¡AUXILIO MI PAREJA NO ME ENTIENDE!


¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo? AMOS 3:3

De cada doce matrimonios, cuatro se estrellan contra las rocas del divorcio; seis
permanecerán a flote, aunque sin gozo ni amor, por consideración a los hijos, a la
carrera, a la familia o a la iglesia; y sólo dos se elevan hasta alcanzar el puerto de un
matrimonio establemente feliz". ¿Está usted entre los cuatro que se estrellan? ¿Entre
los seis que permanecen a flote? ó ¿entre los dos que alcanzan el puerto de la
felicidad?

I. COMUNICACIÓN: ¿NOS ESTAMOS ENTENDIENDO?

1. Las quejas más frecuentes de hombres y mujeres.

a. La queja más frecuente que tienen las mujeres de los


hombres, es que ellos no saben escuchar. Ellos las
desvalorizan en su identidad al ofrecer rápidamente
soluciones lógicas en vez de ofrecer comprensión.

b. La queja más frecuente que tienen los hombres de las


mujeres, es que ellas están siempre tratando de
cambiarlos. Ellas los desvalorizan en su identidad a
través de la crítica en vez de ofrecer aceptación y
honrarles tal como están.

2. Siete “mensajes” en la comunicación

a. Lo que yo deseo comunicar:


El punto de partida de toda comunicación

b. Lo que en realidad digo:


¡Cuidado con la música!

c. Lo que la otra persona oye:


Pasa por el filtro de las emociones

d. Lo que piensa que le dije:


La emoción primaria determina el mensaje que percibe
e. Lo que quiere responder
El mensaje percibido estimula una respuesta

f. Lo que en realidad responde


Una respuesta estimulada por las emociones puede
distorsionar el verdadero mensaje

g. Lo que yo pienso que me dijo


Se repite el ciclo …

7 SEÑALES PARA AVERIGUAR SI TU MATRIMIONIO ES SALUDABLE O ENFERMIZO

1. Sin secretos.

Los matrimonios saludables no guardan secretos, mientras que los matrimonios


enfermizos esconden cosas. Un matrimonio saludable está construido sobre la base
sólida de la confianza, la transparencia y la honestidad. En el momento en que o tú
envías un mensaje de texto, visitas un website, haces una compra o tienes una
conversación de la cual esperas que tú cónyuge nunca se entere, en ese momento
estás saliéndote de cualquier límite.

Lucha por la confianza en tu matrimonio. Es el fundamento de todo lo demás. Los


matrimonios saludables luchan cada día por tener más confianza.

2. Todo se comparte.

Los matrimonios saludables comparten todo. Los matrimonios enfermizos dividen


todo entre "lo tuyo y lo mío". El matrimonio no es 50-50. El divorcio es 50-50. El
matrimonio es 100-100. Los matrimonios saludables no necesita dividir todo por la
mitad, en lugar de eso, da todo lo que tiene Las parejas que tienen matrimonios
enfermizos usan al otro mientras que las parejas con relaciones sanas buscan formas
de servir al otro. Servir el uno al otro de forma generosa y sin egoísmos hará que tu
matrimonio mejore inmediatamente.

3. Ser un motivador del otro.

Los matrimonios saludables apuntan a lo mejor del otro. Los matrimonios enfermizos
se señalan entre sí. Si te enfocas en lo mejor del otro, tú podrás obtener lo mejor del
otro. Pero si te enfocas en lo negativo, sacarás del otro la peor parte. Tienes que ser el
mayor motivador de tu pareja, no el mayor crítico. Encuentra la manera de darle ese
empuje a tu cónyuge para que se convierta en la mejor versión de sí mismo. La
relación en tu matrimonio mejorará considerablemente cuando veas que tu cónyuge
se siente feliz de que le muestres total apoyo.
4. Buena comunicación.

Los matrimonios saludables tienen conversaciones. Los matrimonios enfermizos


tienen altercados. En su más reciente libro, "Un matrimonio libre de discusiones",
Fawn Weaver, señala la diferencia entre una discusión y un alegato. En una discusión,
ustedes están trabajando juntos tratando de alcanzar una meta en común, pero en un
alegato, estás tratando de ganar y causar que tú cónyuge pierda. Los matrimonios
saludables necesita ser una relación ganar-ganar. Ustedes comparten todo, así que
trabajen juntos para encontrar una solución.

5. Invertir en la relación.

Los matrimonios saludables invierten en su relación. Los matrimonios enfermizos


siempre dicen "algún día lo haremos". Las parejas más felices que yo conozco hacen de
su matrimonio una prioridad. No es ninguna ciencia, pero cuando inviertes en algo,
tiende a crecer. No tiene que ser una gran inversión financiera. Tu tiempo es un gran
recurso que puedes invertir en tu relación. Hagan tiempo el uno para el otro
diariamente. Los matrimonios enfermizos no les gusta hacer tiempo para ellos.

Desconéctate. Tengan conversaciones. Tengan una cita (aunque la cita sea algo en la
telev y comer palomitas en el sofá).

6. Dar al otro lo mejor.

Los matrimonios saludables le dan al otro lo mejor de sí. Los matrimonios enfermizos
le dan al otro las sobras. No vayas durante el día dando lo mejor de tu tiempo, energía
y consideraciones a extraños y compañeros de trabajo, para sólo darle tu esposa y a tu
familia tus malhumoradas sobras al final del día. Los matrimonios saludables guardan
sus mejores energías para alimentarse.

7. Creer en el poder del perdón.

Los matrimonios saludables creen en la gracia del perdón. Los matrimonios


enfermizos guardan renconres. Si llevas un récord de todas las fallas en tu
matrimonio, ambos pierden. Si decides perdonar y buscar el perdón, ambos ganan. Un
matrimonio no puede sobrevivir sin MUCHA gracia. Cuando te equivoques, trata de
disculparte rápidamente, acepta la responsabilidad y trabaja en volver a construir la
confianza. Cuando en tu matrimonio tu cónyuge se equivoque, se rápido para
perdonar y crear oportunidades para que la confianza se pueda reconstruir. Guarda
recuerdos lindos en lugar de guardar rencores. Los Matrimonios saludables olvidan
rápidamente mientras que los enfermizos acumulan y acumulan resentimiento.
Esperamos que estas diferencias entre los matrimonios saludables y matrimonios
enfermizos pueda serte de utilidad para ver aquello en que puedes mejorar y corregir
por el bien de tu matrimonio.

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