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Las diferencias entre pareja son normales y buenas, entérate cómo manejarlas aquí, porque no
tienen que ser motivo de lucha, sino de entendimiento, sacrificio y apoyo mutuos.
Introducción: Es un hecho, hombre y mujer fuimos creados por Dios con un
propósito eterno y bien definido. Son muchos los que hoy en
día enfatizan lo negativo de ser diferentes, pero debemos
recordar que no fuimos diseñados para competir el uno contra
el otro, sino para completar y perfeccionar el plan eterno de
Dios: LA FAMILIA.
3. Dios vio que todo lo que había creado era “bueno”. La Biblia usa aquí un
superlativo: “bueno en gran manera”.
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y
la mañana el día sexto.”
Génesis 1:31
4. Tan bueno fue haber creado al hombre, que no era bueno que estuviera
solo.
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Génesis 2:18
II. CREADOS PARA COMPLETAR EL PLAN DIVINO.
3. Miró al hombre cumpliendo mejor la tarea con una “ayuda idónea”. (Vs.18)
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;…”
Génesis 1:26
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó
una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis
huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por
tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.”
Génesis 2:21-25
e. Escuche y comprenda sus sentimientos mas que sus palabras. Aprenda a oír
el lenguaje de su corazón, que no siempre lo expresa con las palabras.
De cada doce matrimonios, cuatro se estrellan contra las rocas del divorcio; seis
permanecerán a flote, aunque sin gozo ni amor, por consideración a los hijos, a la
carrera, a la familia o a la iglesia; y sólo dos se elevan hasta alcanzar el puerto de un
matrimonio establemente feliz". ¿Está usted entre los cuatro que se estrellan? ¿Entre
los seis que permanecen a flote? ó ¿entre los dos que alcanzan el puerto de la
felicidad?
1. Sin secretos.
2. Todo se comparte.
Los matrimonios saludables apuntan a lo mejor del otro. Los matrimonios enfermizos
se señalan entre sí. Si te enfocas en lo mejor del otro, tú podrás obtener lo mejor del
otro. Pero si te enfocas en lo negativo, sacarás del otro la peor parte. Tienes que ser el
mayor motivador de tu pareja, no el mayor crítico. Encuentra la manera de darle ese
empuje a tu cónyuge para que se convierta en la mejor versión de sí mismo. La
relación en tu matrimonio mejorará considerablemente cuando veas que tu cónyuge
se siente feliz de que le muestres total apoyo.
4. Buena comunicación.
5. Invertir en la relación.
Desconéctate. Tengan conversaciones. Tengan una cita (aunque la cita sea algo en la
telev y comer palomitas en el sofá).
Los matrimonios saludables le dan al otro lo mejor de sí. Los matrimonios enfermizos
le dan al otro las sobras. No vayas durante el día dando lo mejor de tu tiempo, energía
y consideraciones a extraños y compañeros de trabajo, para sólo darle tu esposa y a tu
familia tus malhumoradas sobras al final del día. Los matrimonios saludables guardan
sus mejores energías para alimentarse.