Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
VALORES Y DEMOCRACIA
Hacia el entendimiento y proyección
de un real sistema democrático.
Hoy en día esos jóvenes a pesar de haber estado, por esas cosas de la vida,
instalados en un proceso vital para nuestro país, en donde existía un discurso
totalizador y aglutinante, y espacios participativos - solidarios para generar una
democracia mas allá de la representatividad política, hoy en día son los grandes
huérfanos de un sistema democrático plasmado de una irreflexibilidad valórica en
la instalación de valores democráticos conectados con la ciudadanía.
Robert Dahl (1989), uno de los politologos más influyentes de este siglo ha
resaltado que una democracia de calidad debe tener algunos requisitos, los cuales
garantizan la legitimidad de ésta y su intitucionalidad:
El sistema educativo como elemento vital del Estado debe promover no solo
elementos destinados a la movilidad social. Es responsabilidad del sistema
educativo promover a los ciudadanos desde muy temprana edad la valoración de
supravalores democráticos, que propicien: “El reconocimiento del otro como un yo
legitimo (Maturana). Lo que Dahl describe como “Comprensión Ilustrada”, en este
sentido destacan una educación igualitaria, reconocimiento social e institucional
real de la diversidad; que debieran traducirse en un crecimiento proporcional en
los grados de desarrollo democrático. No obstante, este reconocimiento debe ir
acompañado de un reconocimiento del valor social, económico y cultural de la
ciudadanía, lo que es sensato mirado desde la perspectiva de la escala de
necesidades humanas que plantea la sicología desde sus aportes cosntructivistas,
Si un ciudadano no ve insatisfechas sus necesidades básicas (comida, abrigo,
salud) es prácticamente imposible que pueda adquirir un rol protagonico en la
construcción de sus procesos cognitivos, de ciudadanía y obviamente de una
democracia colectiva en una conciencia social.
HACIA EL RECONOCIMIENTO DE NUEVAS PERSPECTIVAS DE
PARTICIPACIÓN Y PROTAGONISMO SOCIO-DEMOCRÁTICO.
Sin duda esta reflexión encierra un sino de esperanza, se vislumbra una voluntad
de cambio desde la ciudadanía. El sistema debe ser no-solo astuto en esta
percepción, pues es lo primero que se puede esperar. El sistema debe valorar
estos procesos y entender que la consolidación de una democracia real no solo
promueve la institucionalizada sino que promueve la consecución de una vida civil,
política y democrática que será el soporte en una estabilidad integral y transversal
de la nación.
CONCLUSIONES
¾ No existe duda que en toda sociedad moderna que persiga una democracia de
calidad, es importante el abordaje de elementos valoricos democráticos como
forma articuladora de una real política y espíritu democrático.