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P olítica C apitalina
H ubo una vez así un D istrito F ederal M exicano
FUNDAp
Fundación Universitaria de Derecho, Administración y Política,
Colección FUNDAp Política y Administración Pública
2015
V . E l D i s t r it o F e d e r a l d e s d e
UNA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA
155 En “¿Un modelo de urbanización? La Ciudad de México a finales del siglo XIX”. En Secuencia, núm. 8,
mayo-agosto. México, 1987, p. 42.
121
122 A v a t a r e s d e l a R e f o r m a P o l ít ic a C a p it a l in a
Evocar al Distrito Federal del Siglo XIX nos provoca gran emoción y nostalgia,
por su pasado y su grandeza, de su entorno orográfico sobresale el cinturón
purpúreo y el verde de sus agrestes montañas, los dos majestuosos y nevados
volcanes: Popocatépetl, en forma de cono perfecto, y el Iztaccíhuatl, como una
ninfa dormida; diversas aves migratorias surcaban los lagos cercanos, en los
cuales los pescadores arrojaban sus redes sobre las plácidas aguas156.
El perímetro original del Distrito Federal fue circular teniendo como Centro
la Plaza Mayor, su radio se fijó en dos leguas157 (unos once mil metros aproxi
madamente); según Gerald Louis M cGowan: “la superficie original de la Capital
limitó al sur en lo que hoy es el Circuito Interior y el Viaducto Tlalpan, al po
niente hasta el Toreo de Cuatro Caminos, al norte hasta el río de los Remedios y
al oriente hasta el aeropuerto actual”158.
Las cr ó n ic a s de la época se refieren a los lejanos poblados de Tlalpan, Iztapa-
lapa o Xochimilco, los cuales se concurrían para día de campo, como feligrés de
alguna peregrinación religiosa, o para realizar el tradicional paseo en trajinera.
Al respecto M a n u e l O r o z c o y B e r r a señaló “en el Distrito Federal de esa épo
ca, comprendió 2 villas, 29 pueblos, 89 barrios, 16 haciendas, 22 ranchos, 8
huertas, 2 molinos y el fuerte de Chapultepec”159.
El Distrito Federal desde siempre constituyó el Centro Político, Social y Eco
nómico del país, en el otrora Palacio Virreinal se asentó el Palacio Nacional y la
consiguiente burocracia; el Ayuntamiento se situó en un recinto al costado sur
de la Plaza de la Constitución; en el costado occidental se localizó el Monte de
Piedad una casa de préstamos administrada por el Estado. El resto de la Plaza la
«6 En J onathan Kandell. La capital. La historia de la Ciudad de México. Javier Vergara. Buenos Aires, 1990»
p. 286.
157 Recuérdese el Decreto del 18 de noviembre de 1824.
«8
Cfr., G erald Louis M c G owan . El Distrito Federal de dos leguas, como el Estado de México perdió su capi
tal. El Colegio Mexiquense. México, 1991, p. 20.
159 Su trabajo es “La Ciudad de México”. Publicado en Diccionario universal de geografía e historia. Imprea-
ta de F. Escalante y Cia. México, 1854, y que se reproduce en la obra Antología de lecturas siglos XVI-XX.
SEP. México, 1995, p. 74.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica 123
“era una aglomeración de chozas de lodo y palo que semejaba moradas de cas
tores. Desde la orilla del camino, la aldea parecía abandonada, salvo por los pe
rros sarnosos que yacían en las callejuelas de tierra, los burros que comían hierbas
arrancándolas de las paredes de barro de las casas y algunas indias que tejían en
sus umbrales. Los hombres y los niños habían partido antes del amanecer con sus
redes y sus lanzas a pescar ranas en el lago Texcoco, o a recoger entre las cañas
acuáticas huevos de mosquito que se machacaban, se secaban y se utilizaban para
confeccionar pastelitos, y más tarde se ofrecían en venta como golosinas en los
mercados de la capital. Otros se empleaban como jornaleros temporales en las ha
ciendas cercanas”163
“bellas mujeres, oída su misa, volvían presurosas a casa; pasaban monjes viejos
metidos en sus hábitos encapuchados; el carnicero arreaba su burro, con su alacena
peripatética cargada de carnes de diversas clases... era una escena hermosa y grata,
digna del pincel de Canaleto, el gran pintor de ciudades, quien sin duda habría ha
llado sus complacencias en la notable pureza y diafanidad de la atmósfera, al través
160 Al respecto véase J onathan K andell. La capital... Op. Cit., pp. 286-87.
161 H ira de G ortari R abiela, R egina H ernández F ranyuti (comps). Memorias y encuentros: La Ciudad de
México y el Distrito Federal. Vol. II, DDF-Instituto Mora. México, 1988, p. 5.
** Ibídem.
163 Los bandidos de Río Frío. Porrúa. México, 1945, cit., por J onathan K andell. La capital... Op. Cit., p. 294.
124 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
de la cual las colinas lejanas, situadas a unas veinte millas de distancia, parecían un
cercado puesto en el extremo de la calle”164
En todas las vías de acceso al Distrito Federal existieron aduanas, lo que pro
vocó ciertas aglomeraciones, puesto que carretas tiradas por animales se tam
baleaban bajo sus cargas, en espera de la revisión fiscal y el pase correspon
diente; según la descripción que hace J o n a t h a n K a n d e l l “entre los muros de
las aduanas, los inspectores tropezaban y hurgaban entre montones de cajas,
barriles y costales, mientras los campesinos, arrieros, mercaderes y visitantes
extranjeros agitaban frenéticamente sus documentos, voceando para llamar la
atención de los adustos burócratas”166.
Había solamente 25 policías municipales y algunas decenas de guardias de
mercado en la Capital. También se disponía de una fuerza de Seguridad Pública
paramilitar de 350 cincuenta hombres; sin embargo, después de ocultarse el
sol, la protección se confiaba principalmente a s e r e n o s desarmados, quienes se
ganaban apenas la vida con las propinas de los vecinos; a veces, los clamores
164 En su obra México, lo quefu e y lo que es. FCE. México, 1953, y que se reproduce en la obra Antología ele
lecturas siglos XVI-XX. Op. Cit, p. 75.
165 La obra desde luego es Life in México During a residence o f Two Years in that Country. Doubleday.
Nueva York, 1966, citado por J onathan K andell. La capital... Op. Cit. 289; para profundizar en la obra de
la autora que nos ocupa, véase M aría B ono L ópez. “F rancis E rskine I ngus C alderón de la Barca y el mundo
indígena mexicano”. En La imagen del México decimonónico de los extranjeros: ¿Un Estado-Nación o
un mosaico plurinadonal? UNAM. México, 2002, pp. 155-216.
166
En La capital... Op. Cit., p. 286.
E l D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica
171 Ibídem.
172 En su obra La Capital... Op. Cit., p. 329.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica 12 7
del ejército que habían sido degradados. En la Ciudad de México había más de
lincuentes y mendigos que nunca. Cada sector económico estaba paralizado. La
Revolución Industrial no había llegado al país. El erario estaba vacío y el Gobier
no no podía cumplir con los servicios públicos básicos. La Nación tenía una gran
deuda pública, por lo que su clasificación crediticia era pésima. No había inversio
nes extranjeras, y los nacionales que poseían capital no se atrevían a arriesgarlo.
Como hemos referido el remozamiento del Distrito Federal se logró tan sólo
en ciertas zonas de la ciudad, principalmente en el Centro Histórico y colonias
aledañas, puesto que el resto de la Capital siguió padeciendo la falta de infraes
tructura urbana; un amplio sector de capitalinos vivieron empobrecidos, vis
tiendo sucios pantalones blancos, harapientos chales negros y huaraches, que
contrastaba con el atavío europeo de los más adinerados: para los hombres,
sombrero tipo hongo, trajes de lana inglesa y botas con cordones; para las mu
jeres, largos vestidos y sombreros con plumas.
4. El D i s t r i t o F e d e r a l d u r a n t e e l m o v im ie n t o r e v o l u c io n a r io d e
1910
En 1904, se formalizó lo que la sociedad ya esperaba, una nueva reelecció n del
general Díaz, la única variante para dichos comicios federales fueron los cam
bios introducidos en la R e fo r m a C o n stitu c io n a l d e l 6 d e l m a y o de ese año, con
sistentes en el restablecimiento de la Vicepresidencia y la ampliación del perio
do presidencial de cuatro a seis años.
Debido a la cada vez más avanzada edad del general Díaz, los grupos intere
sados en sucederlo enfocaron más su atención en ocupar la plaza de Vicepresi
dente; en la que fue la sexta reelección presidencial (1904-1910), Ramón Corral
ocupó tan codiciada posición.
A principios de 1907, el general Díaz, para recuperar su quebrantada salud,
tuvo que abandonar nuevamente la Ciudad de México para dirigirse a la Ha
cienda de Tenextepango, cerca de Cuantía; para infortunio de los que ya ansia
ban relevarlo logró recuperarse y pudo terminar su periodo de Gobierno.
Como ya había ocurrido en muchas ocasiones el general Díaz anunció una vez
más su deseo de reelegirse (1910-1916), con ello esfumó las esperanzas de aque
llos que ilusamente habían creído en su palabra, cuando declaró al periodista
norteamericano Creelman, entre otras cosas, que había pasado por su mente la
idea de retirarse, que inclusive vería con agrado la presencia y organización de
agrupaciones políticas.
El resultado de tan desafortunada decisión política es conocido, pues propi
ció el estallido revolucionario que buscó hacer una realidad el “sufragio efecti
vo, no reelección”; dicho movimiento después de una serie de vicisitudes logró
derrocar a tan longevo régimen y obligó a exiliarse a quien durante más de 30
años lo había encabezado.
13 0 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
Como era de esperarse, la sola tr a n sició n p o lític a no fue suficiente para re
solver los graves problemas sociales, políticos y económicos subyacentes en el
país, lo que explica el sinfín de dificultades a las que se tuvo que enfrentar el
recientemente electo Presidente Francisco I. Madero. En estas circunstancias,
sus ideales no bastaron para calmar los airados reclamos que de todo tipo y que
por todos lados le brotaban, por lo que el torbellino de violencia nuevamente
envolvió al territorio nacional176.
La d e c e n a tr á g ica con sus hechos de sangre y traiciones trajo consigo la
muerte del propio Presidente de la República y la del Vicepresidente, en tan
difíciles condiciones no se pudo pensar siquiera en continuar con el desarrollo
de la infraestructura urbana de la Capital, sino más bien en que ya se reconstrui
rían los daños causados durante estos años de lucha.
En estos enfrentamientos fratricidas el Distrito Federal fue testigo de los
combates entre los diversos caudillos revolucionarios, que reclamaban para sí
el liderazgo político del movimiento, las calles de la Ciudad de manera pendular
presenciaron la entrada de v illista s y z a p a tis ta s, aunque ya antes habían desfi
lado las tropas c a r r a n c ista s y o b re g o n ista s; lo importante para los capitalinos
era no perder la vida en alguno de los tantos enfrentamientos armados, o librar
se de la le v a que los llevaría directamente a alguno de los frentes de batalla.
En una escena común de la Capital se describe como hacía ya días:
“desde que los zapatistas cortaran el caudal de agua potable y el Ayuntamiento
abandonara el servicio de limpia, que las porteras y vecinos volcaban a media calle
sus botes de basura, formando grandes montículos que cuando no se les incinera
ba, lo que producía molesta humareda, eran desparramadas por los ociosos o por
los chicos traviesos, presentando calles y plazuelas un desolador aspecto de incuria
e inmundicia...
El comercio en general permanecía cerrado, sólo en unos cuantos “puestos” del
interior de los mercados hacíanse pequeñas transacciones, pero en moneda metá
lica, pues los billetes eran rechazados. El zócalo como de costumbre, convirtióse en
punto de reunión dirigiéndose a él muchas personas en busca de noticias. En los
portales de las Flores y del Ayuntamiento, así como en los patios de ambos Palacios,
encontrábanse ya acampadas haciendo gran algazara muchas mujeres zapatistas”177
176 Algunos relatos de prensa afirman que el avance de Zapata sobre la Ciudad de México, en julio de I9&b
fue tan violento que obligó al cierre de las fábricas textiles de las comunidades periféricas de San Ángely
Contreras al tiempo que difundió el terror por varios barrios del área metropolitana, véase Diane E. Davk .
El leviatán urbano. La ciudad de México en el siglo XX. FCE. México, 1999, p. 71.
177 El párrafo es de la obra de F rancisco Ramírez P lancarte. La Ciudad de México durante la revohicitt
constitucionalista. Impresores Unidos. México, 1940, y que se reproduce en Antología de lecturas s & m
XVI-XX. Op. Cit., pp. 106-107.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica
5. Panorám ic a d e l a s e l e c c io n e s m u n ic ip a l e s e n la C a p it a l e n la
ETAPA POSREVOLUCIONARIA
■ * En “Los partidos políticos y el federalismo mexicano”. En Revista del Supremo Tribunal de Justicia del
estado de Durango, octubre 1982- marzo 1983, núms. 8 y 9, pp. 35-36.
°* Véase D aniel M oreno D íaz. Lospartidos políticos del México contemporáneo. Costa-Amic editor. México,
1976, p. 118.
13 2 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
180
Cfr. J orge C arpizo. “Sistema federal mexicano”. En Estudios constitucionales. UNAM. México, 1980, P-
142.
181 Ibídem.
182
En J ohn W. F. D ulles. Ayer en México. Una crónica de la revolución (1919-1936). FCE. México, 1985, P - ;
26.
163
En Los presidentes de México ante la Nación. T. II. Cámara de Diputados. LII Legislatura. México, 1985. ¡
E l D is t r it o F e d e r a l d e s d e u n a p e r s p e c t iv a s o c io l ó g ic a
** En La ciudad de México como Distrito Federal y entidad federativa. Historia y perspectivas. Porrúa.
México, 2001, p. 178.
* En El leviatán urbano. La ciudad de México en el siglo XX. Op. Cit., p. 54.
134 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
Además, se logró que el suministro del agua potable fuera de 16 horas diarias
en vez de las 11 horas que fluía anteriormente y se limpiaron los acueductos de
Xochimilco para así evitar cualquier foco de contaminación; se repararon y mo
dernizaron las bombas de la Piedad, la Noria, Nativitas, Santa Cruz, San Luis y
Condesa191.
7. E l im p a c t o d e l s u r g im ie n t o d e l PNR y l a f o r m a c ió n d e l S is t e
m a P o l ít ic o e n 19 2 9
191 Ibídem.
192 Cfr. Los orígenes del partido único en México. UNAM. México, 1979, p. 7.
193 Así lo denomina E nrique Krauze. La presidencia imperial. Tusquets. México, 1997.
13 6 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
“a) un primer momento que corre desde el inicio del conflicto armado y se cie
rra en 1929 con la creación del PNR, cuando se multiplican hasta la atomiza
ción extrema los partidos políticos; b) una segunda etapa que abarca de 1929 a
1968 que puede considerarse como centralizadora, en donde el espacio político
es prácticamente copado por el partido oficial a los flancos del cual solamente
existen opciones partidistas testimoniales (por tratarse de una etapa tan larga es
necesario establecer algunos subperiodos; c) de 1968 a 1977, un momento de cri
sis política y social aguda sin correspondencia con el mundo de los partidos y las
elecciones, y d) de 1977 a la fecha un proceso lento y errático de reforma política,
en el que quizá estemos transitando de un sistema de “partido casi único” a otro
pluripartidista”195
194 En “1994: voto y representatividad política en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal”. En La
voz de los votos: un análisis critico de las elecciones de 1994. Miguel Ángel Porrúa. México, 1995, p. 309.
195 En J osé W oldenberg. “Estado y partidos: una periodización”. En Revista Mexicana de Sociología.
Abril-junio de 1993. Instituto de Investigaciones Sociales. México, 1993, pp. 83-84.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica
196 En El leviatán urbano. La ciudad de México en el siglo XX. Op. Cit., p. 127.
197 ídem, p. 128.
198 Ibídem.
13 8 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
9. E l bo o m e c o n ó m ic o del D is t r it o F e d e r a l y f in a l e s d e l o s s e
sen ta
204 Para 1979, la Ciudad de México llegó a contar con cerca de 29, 000 fábricas de las 118, 993, que respon
dían por casi la mitad de la producción Industrial de la Nación, información obtenida de J onathan
Kandell . La Capital.... Op. Cit., pp. 480-81.
205 Información obtenida de J osé A gustín. Tragicomedia mexicana. La vida en México de 1940-1970. Op.
Cit., p. 20.
206 ídem , p. 38.
207 Ibidem.
208 ídem , p. 41.
209 ídem , p. 54.
140 A v a t a r e s d e l a R e f o r m a P o l ít ic a C a p it a l in a
“Surgían las primeras manifestaciones de una nueva sensibilidad y una nueva men
talidad que afloraría con claridad a fines de los sesenta y que en los años setenta y
ochenta sería ya una realidad indiscutible.
Los jóvenes, “rebeldes sin causa”, y el ro ca n ro l fueron satanizados tajantemente
por la sociedad, lo que denotaba precisamente la rigidez y la arteriosclerosis del
sistema político-económico-social del país que llegaba a la intolerancia ante lo que
podía sanearlo”213
**♦ Al respecto véase el Capítulo “La ciudad de México. Siglo XX una ciudad cambiante”. En Antologías de
lecturas siglos XVI-XX.... Op. Cit., pp. 112-13.
» La renuncia de U ruchurtu llegó luego de un voto de censura en la Cámara de Diputados dominada por
la CNOP, provocado por haber arrasado un asentamiento de paracaidistas en el límite sur del Distrito
Federal, conocido como Colonia Santa Úrsula, el 12 de septiembre de 1966.
14 2 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
bió con una fuerte y prolongada rechifla. Pero eso no fue nada comparado con
los abucheos y repudios que se dedicaron al Presidente De la Madrid 20 años
después”216.
Es el propio J osé A gustín quien señala cómo:
10 . E l D is t r it o F e d e r a l d e l o s s e t e n t a a m e d ia d o s d e l o s o c h e n t a
Parte de este periodo irónicamente ha sido calificado como la “docena trágica”,
caracterizado p o r p o lític a s p o p u lis ta s , a rb itr a r ie d a d es y ex ce so s c o m etid o s por
los gobiernos de Luis Echeverría (1970-1976) y J osé López Portillo (1976-1982),
y comprendió también el inicio de los gobiernos calificados de te cn o crá tico s con
M iguel de la Madrid (1982-1988).
A diferencia del Sistema Político que se mantenía incólume con todo y la
crisis en que se vio envuelto por la represión del Movimiento Estudiantil de
1968, el modelo económico etiquetado como “desarrollo estabilizador” se había
agotado, por tanto el reto consistía en diseñar nuevas políticas económicas que
le permitiera al país seguir adelante, es evidente que no se logró, cómo se iba a
conseguir si tan sólo se abusó del gasto público y se recurrió a la retórica p an
justificar los errores cometidos, por tanto, la inflación y las devaluaciones no se
hicieron esperar.
216 En José A gustín. Tragicomedia mexicana. La vida en México de 1940-1970. Op. Cit., p. 239.
217 ídem, p. 262.
E l D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica 14 3
co, liderado por Francisco de la C ruz, quien formó la Unión de Colonos de Santa
Cruz Iztacalco-Iztapalapa.
Se prosiguió con las obras del Metro, en agosto de 1978 se inauguró el tramo
entre Tlatelolco y el Monumento a la Raza de la línea 3, ya para entonces varias
de las estaciones mostraban nutrida concurrencia sobre todo en las horas pico.
La ampliación de la línea del Metro permitió alcanzar en 1980 una longitud de
53.8 kilómetros que comprenden 57 estaciones, y para 1981, tres kilómetros más»
218 Inform ación que R aúl C ontreras B ustamante consigna en La ciudad de México.... Op. Cit., p. 227.
219 Información obtenida de A lejandra M oreno T oscano. México hoy. 6ta. Ed. Siglo XXI. México, 1982, p. lé®.
220 En Las grandes ciudades en el contexto de la globalización: el caso de la Zona Metropolitana del E d k
de México. UAEM. México, 2000, p. 90.
E l D is t r it o F e d e r a l d e s d e u n a p e r s p e c t iv a s o c io l ó g ic a 145
221 En J osé A gustín. Tragicomedia mexicana. La vida en México de 1970 a 1982. Vol. 2 ,4ta., reimp., de la
2da. Ed. Planeta. México, 2001, p. 179.
222 En J osé A gustín . Tragicomedia mexicana. La vida en México de 1982 a 1994. Vol. 3 , 4ta., reimp., Planeta.
México, 2001, p. 79.
14 6 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
LAS ELECCIONES DE 1 9 8 8
El terremoto de 1985 cimbró a gran parte del país, pero en especial a la Ciudad
de México, en donde el Centro Histórico, Tlatelolco, la Colonia Roma y Docto
res sufrieron los efectos más devastadores, tanto en pérdida de vidas humanas
como en daños a sus inmuebles.
Según algunas cifras, fallecieron 3,500 personas, aunque muchos de los ca
dáveres no pudieron ser identificados, hubo además cientos de heridos. Varios
inmuebles se desplomaron, entre ellos conocidos hoteles como el Regis, Ver-
salles, Continental, Principado, De Cario, Romano y Montreal; otros quedaron
muy dañados como el Del Prado (con el mural de Diego Rivera), Presidente
y Chapultepec. Se derrumbó el edificio Nuevo León de Nonoalco-Tlatelolco y
otros de la unidad quedaron muy dañados, también quedaron en pésimas con
diciones numerosos hospitales y clínicas, especialmente el Centro Médico y el
Hospital General, por señalar algunos.
La magnitud de los daños causados llevó a plantear la conveniencia de tras
ladar los Poderes Federales a otra Ciudad; o bien, que los inmuebles de propie
dad privada que hubieran resultado dañados, debieran de ser adquiridos para
construir una Zona Federal, agrupando todas sus instalaciones en el perímetro
de la Zona Centro de la Delegación Cuauhtémoc223. Ninguna de las propuestas
prosperó, ni siquiera se aprovechó para que Dependencias Federales, como la
Secretaría de Marina, salieran del Distrito Federal.
El gran temor que a diversas familias les causó el sismo, refiere R a ú l C o n -
t r e r a s B u s t a m a n t e , las decidió a emigrar del Distrito Federal, aunque si bien de
“en la tragedia es donde nacería la solidaridad que a su vez llevaría a una concien
cia que unos años después sería responsable de importantes cambios en la vida del
país... de la ineficiencia y lentitud con que actuó el Gobierno... nacería la Sociedad
Civil organizada y exigente y se desmoronaría el predominio del partido oficial”1125
En efecto, en todo esto, las autoridades de la Capital actuaron con una lenti
tud exasperante, nadie se imaginó que un terremoto como señala J o s é A g u st ín ,
“significaría el acta de nacimiento oficial de la Sociedad Civil mexicana, esa se
ñora que tanta importancia adquiriría a mediados de los noventa”226.
No es de extrañar que entre los damnificados y en los ciudadanos en general,
se generará un profundo sentimiento antigubernamental y antipriísta, sobre
todo cuando quedó de manifiesto que la causa por la que se cayeron varios de los
edificios, se debió a hechos de corrupción como autorizar licencias de construc
ción sin cumplir los márgenes de seguridad, de tolerar ampliaciones de nuevas
obras en edificios que ponían grave riesgo la estabilidad de todo el inmueble.
El siniestro telúrico obligó a p r io r iz a r el tema de la Vivienda, destacó el P r o
g ra m a d e R e n o v a c ió n H a b ita c io n a l P o p u la r enfocado a solventar tal proble
mática; no obstante se prosiguió con la extensión de la redes del Metro y se
concluyeron las obras del tren ligero Taxqueña-Huipulco.
La necesidad de casa habitación dio origen a la Coordinadora Única de Dam
nificados, que logró aglutinar a 26 grupos de distintas partes de la Ciudad, que
en concurridas marchas y plantones reflejó su fuerza social y política.
En el fortalecimiento de este tipo de organizaciones sociales, influyó podero
samente el apoyo recibido por las propias autoridades, debido a que pensaron
que más adelante podían servirles en sus proyectos políticos. También porqué
les ayudaban a canalizar la inconformidad social227.
Más adelante, dichos grupos se adhirieron a los partidos políticos de oposi
ción, era sólo cuestión de tiempo para que el Sistema Político cambiara.
228 En “1994: voto y representatividad política en la Asamblea de Representantes del Distrito Federal”. Op.
C it, p. 312; por otra parte, la Asamblea de Representantes quedó conformada de la siguiente manera
PRI 34 cumies, el PAN 18, el PPS 6, el PFCRN 3, el PMS 3, el PARM 2; cabe señalar que tres cúrales de
mayoría en realidad las ganaron el PPS-PFCRN en candidaturas comunes.
229 En “El fin del sistema de partido hegemónico”. En Revista Mexicana de Sociología. Abril-junio de 1993.
Instituto de Investigaciones Sociales. México, 1993, pp. 110-111.
E l D is t r it o F e d e r a l d e s d e u n a p e r s p e c t iv a s o c io l ó g ic a
230 Ibídem.
131 Según C arlos S alinas de G ortari. En México un paso difícil a la modernidad. Plaza Janés. Barcelona,
2000, p. 903.
232 Véase R aúl C ontreras B ustamante. La ciudad de México.... Op. Cit., p. 262.
233 En J orge C astañeda. La herencia. Alfaguara. México, 1999, p. 464.
234 Véase R aúl C ontreras B ustamante. La ciudad de México.... Op. Cit., p. 262.
150 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
235 Ibídem.
236 ídem, pp. 984-985.
237 En México un paso difícil a la modernidad. Op. Cit., p. 984.
238 En Las grandes ciudades en el contexto de la globalización.... Op. Cit., p. 95.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica
239 En las elecciones de 1991, la conformación de la Asamblea de Representantes fue, el PRI 40 asientos, d
PAN 11, el PRD 7, el PPS 2, el PFCRN 5, el PARM 1.
240 En lo que respecta a la composición de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal en 1994, d PRI
obtuvo 38 asientos, el PAN 14, el PRD ío , el PT 2, y el PVEM 2.
15 2 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
14 . E l PR D g an a el G o b ie r n o d e l D is t r it o F ederal
En los comicios intermedios del 6 de julio de 1997, destacó el hecho de que por
vez primera se elegía al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en el plano Fe
deral a la Cámara de Diputados y a los 32 senadores de representación propor
cional; en la Capital a los miembros de la Asamblea Legislativa. También en esa
fecha, seis Estados eligieron a distintas autoridades.
Los resultados para el PRI fueron desastrosos por donde se les mire, perdió
la Jefatura de Gobierno de la Capital, todos los distritos electorales tanto Loca
les como Federales del Distrito Federal244, dejó de tener la mayoría absoluta en
la Cámara de Diputados, dando origen a lo que en teoría política se llama Go
b iern o N o U n ificad o , que consiste en un Poder Ejecutivo cuyo partido no tiene
mayoría en la Cámara de Diputados, lo que provoca procesos políticos compler
jos, y que se tenga que llegar a amplios acuerdos para gobernar245.
241 En México un paso difícil a la modernidad. Op. Cit., pp. 999 y ss.
242 Ibídem.
2/3 Al respecto véase Todo lo que debería saber sobre el crimen organizado. Instituto Mexicano de 1
de la Criminalidad Organizada, A. C., Océano. México, 1998, p. 145.
244 La conformación de la Asamblea Legislativa aplicados los principios de representación proporcionali
1 9 9 7 . quedó de la siguiente manera: PRD 38, PAN 13, PRI 11, PVEM 3 y P T 1.
245 Así lo expresa C arlos S irvent en “Reformas electorales y representación política en México, 1910
En Partidos políticos y procesos electorales en México. Miguel Ángel Porrúa. México, 2002, p. 117.
E l D is t r i t o F e d e r a l d e s d e u n a p e r s p e c t iv a s o c io l ó g ic a
En los comicios para Jefe de Gobierno, tres fueron los candidatos con mayor
posibilidad de triunfo: A l f r e d o d e l M a z o del PRI; el ya fallecido C a r l o s C a s t i
l l o P e r a z a del PAN y C u a u h t é m o c C á r d e n a s del PRD. Celebrada la contienda
“...el nuevo gobierno tuvo que aprender a interactuar y a negociar con fuertes gru
pos de interés arraigados en la ciudad, expertos en la negociación cupular y de
tentadores de importantes espacios de control (clientelares, recursos, etcétera) a
través de una gran diversidad de relaciones sociales y políticas; entre estos grupos
y los gobiernos anteriores se había establecido una política de pactos y arreglos por
fuera de la ley sumamente sólida”250
“Este es un gobierno diferente porque hemos ejercido el poder con eficiencia y res
ponsabilidad. Logramos detener en unos casos y revertir en otros el deterioro en el
que se encontraba nuestra ciudad, y en lugar de pensar en la realización de obras
faraónicas, muchas de ellas inviables ante la limitación presupuestal, y otras he
chas sólo o fundamentalmente para vestir de oropel a la administración en curso,
hemos aplicado los recursos disponibles en proyectos dirigidos a mejorarla calidad
de vida de los capitalinos y apuntalar la sustentabilidad económica, social y cultural
del Distrito Federal”251
249 En C ristina Sánchez y L ucIa Á lvarez. “Gobierno democrático, sociedad civil y participación d
1997-2000”. En Sociedad civil, esfera pública y democratización en América Latina: México.
dad Veracruzana-FCE. México, 2003, pp. 207-208.
250 ídem , p. 208.
251 Información obtenida de: www.df.gob.mx/jefatura/admon/rosario/informe/ - 30k.
252 Ibídem.
El D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica 15 5
“El nuevo presidente enfrenta el monumental desafio del gobernar al país con un
nivel de dispersión del poder político inédito en nuestra historia posrevolucionaria.
La alternancia significó, ciertamente, que un nuevo partido ocupara la Presidencia
de la República, que continuó siendo, por mucho, el centro de poder en México y el
más relevante puesto de elección en la política mexicana. Pero la presidencia que se
inició en diciembre de 2000 ya no tiene todo el respaldo político que le brindaba el
control de los demás puestos de elección popular por su partido”256
Ibídem.
254 Información obtenida de w1vw.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/241386.html - y8k.
255 Al respecto véase J uan M olinar H orcasitas y M ony de S waan A ddati. “Movimientos graduales y pendu
lares: la transición democrática y la nueva correlación de fuerzas”. En Memoria del VII Congreso Ibe
roamericano de Derecho Constitucional. Relaciones entre gobierno y Congreso. UNAM. México, 2002,
P- 3 7 0 .
ídem, p. 373.
156 A v a t a r e s d e l a R e f o r m a P o l ít ic a C a p it a l in a
En lo que respecta a los comicios para Jefe de Gobierno, tres fueron los can
didatos a los que se les auguraba el triunfo, J e sú s S il v a H e r z o g del PRI; S a n
t ia g o C r e e l del PAN (aunque en realidad fue postulado en coalición de lo que
16 . E l D is t r it o F e d e r a l e n e l c o n t e x t o d e l a s e l e c c io n e s d e l 2006
257 Véase L eonardo V aldés Z urita. “Saldos y peculiaridades del comportamiento electoral d e 20 0 6’ . En 2 de
julio. Reflexiones y alternativas. UNAM. México, 2007, pp. 123-124.
15 8 A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
258 En el periódico Reforma del 10 de julio de 2006, citado por Rosa María Mirón Lince. “El PRI y el sistema
de partidos en México”. En 2 dejulio. Reflexiones y alternativas. Op. Cit., p. 21.
E l D is t r it o F e d e r a l d e s d e u n a p e r s p e c t iv a so c io l ó g ic a
El 1 de julio del 2012 se llevó a cabo la jornada electoral en la que se eligió al Pre
sidente de la República, a los integrantes de Congreso de la Unión, al Jefe de Go
bierno del Distrito Federal, a la Asamblea Legislativa, a los Jefes Delegacionales
y en 6 Estados a su Gobernador, a sus Congresos Locales y Ayuntamientos.
En los comicios presidenciales participaron cuatro candidatos, por el PRI
Enrique Peña N ieto, quien obtuvo el triunfo con el 38.21% de los votos; el can
didato de la izquierda, A ndrés Manuel López O brador, obtuvo el 31.59% de los
votos; la candidata del PAN, Josefina V ázquez M ota, 25.41% y por el PANAL,
Gabriel Q uadri, sólo el 2.3 %.
Un hecho significativo lo representó la r e cu p era ció n de la Presidencia del
país por el PRI, después de doce años de Gobierno panista; durante el proceso
electoral se denunció propaganda política encubierta con el apoyo de los gran
des medios de comunicación electrónica y uso de las encuestas con fines de pro
paganda electoral; esquemas de financiamiento paralelo e ilícito; y la aparición
de un movimiento social juvenil que rechazó el proceso electoral y sus resulta
dos (el movimiento estudiantil #YoSoyi32).
En los comicios para elegir al Jefe de Gobierno, tres fueron los candidatos
importantes, a uno se le auguró el triunfo, a M iguel Á ngel Mancera, candida
to del Movimiento Progresista (PRD, PT, Movimiento Ciudadano), a quien los
analistas políticos colocaban en un porcentaje de votación muy elevado (60%),
16o A vatares de la R eforma P olítica C apitalina
mismo que se ratificó el día de jomada electoral, lo que llevó a la candidata Bea
triz Paredes, de Compromiso por México (PRI y PVEM) y a Isabel M iranda, del
PAN, a reconocer su derrota.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, después de aplicada la fór
mula de representación proporcional la coalición Movimiento Progresista (PRD,
PT y Movimientos Ciudadano) obtuvo 41 escaños; el PAN 12; el PRI 9; PVEM 2,
y Nueva Alianza 2.
En las Jefaturas Delegacionales, el Movimiento Progresista obtuvo 14, el
PAN 1 y Compromiso por México 1.
Durante el primer año de Gobierno, M iguel Á ngel M ancera ha tenido que
sortear diversos problemas, como tener que retirar la escultura del exPresidente
de Azerbaiyán, Heydar A liyev, del Parque de la Amistad, en Paseo de la Refor
ma luego de las inconformidades suscitadas; la critica por responder favorable
mente a un tw itt en el que la actriz Laura Zapata pidió a Rodolfo Ríos Garza,
Procurador de Justicia capitalino, ayudara a su hijo en un percance de tránsito.
El h a sh ta g fue # M a n ce ra H a zm eu n P a ro ; la desaparición de varios jóvenes en el
bar H e a v e n en la Zona Rosa; las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación y el plantón en el Zócalo y en el Monumento a la
Revolución; las críticas por los acuerdos que ha celebrado con el Presidente En
rique Peña; y la polémica generada por los vicios ocultos en la línea 12 del Metro.
En su P r im e r In fo r m e d e G o b ie r n o destaca el fortalecimiento y la continui
dad de la p o lític a so cia l, como la seguridad alimentaria, a través de desayunos
escolares, pensión alimentaria para adultos mayores y comedores públicos, en
las 16 delegaciones políticas.
La puesta en marcha del Programa a nivel primaria S a lu d A rte, inserta en el
concepto de Escuela de tiempo completo; la entrega de uniformes escolares y el
P r o g r a m a P ilo to d e A lfa b e tiz a c ió n D iv e r sifica d a , con el cual se pretende redu
cir el índice de analfabetismo en la Ciudad.
El P ro g r a m a d e S e r v ic io s M é d ic o s y M e d ic a m e n to s G ra tu ito s a la población
capitalina que no cuenta con seguridad social; la Reforma a la L e y d e S a h o ^ ¡
consistente en fijar como obligatorio la realización de un examen médico gene?j
ral una vez al año; la aprobación de la L e y p a r a la P re v e n ció n , T r a ta m ie n to jÉ
C o n tr o l d e la D ia b e te s. -M
El apoyo económico a personas con discapacidad, y la p r o m u lg a c ió n de M
L e y d e A te n c ió n P r io r ita r ia p a r a la s P e r s o n a s c o n D is c a p a c id a d y en S¡tm tM
ció n d e V u ln era b ilid a d . <
E l D istrito F ederal desde una perspectiva sociológica 161
La P la ta fo r m a d e la s J u v e n tu d e s p a r a la C iu d a d d e M é x ic o y el otorgamien
to de las tarjetas “ Capital Joven” que los identifica como miembros de la Capital
e integra todos los P ro g r a m a s d e A te n c ió n que el Gobierno del Distrito Federal
ha implementado.
La restauración ecológica en 100 hectáreas de superficies recuperadas, tras
el retiro de construcciones irregulares en el Parque Ecológico de la Ciudad de
México y Sierra de Santa Catarina; la implementación de medidas al P ro g ra m a
p a r a M e jo r a r la C a lid a d d e l A ir e en la Z o n a M e tr o p o lita n a d e l V a lle d e M é x i
c o , como la construcción de más líneas de Metrobús; la instalación de nuevos
equipos de verificación vehicular; la instrumentación del P ro g r a m a d e R e d u c
ció n d e E m isio n e s a la A tm ó sfe r a , D e sc a r g a s d e A g u a y M a n e jo In te g r a l d e lo s
en 200 Industrias del Distrito Federal; y la sustitución de 160 micro
R e sid u o s
buses por 103 autobuses de la zona Palmas-Chapultepec.
La creación de la Agencia de Gestión Urbana de la Ciudad de México, que
mejora la capacidad y calidad de respuesta a las demandas de la ciudadanía.
El impulso y aprobación de la R e fo rm a P o lític a d e la C iu d a d d e M é x ico , para
alcanzar equilibrio constitucional entre Federación y la Capital.
Para finalizar, según diversos analistas, el PRD han señalado, se encuentra
quizá en uno de los momentos más críticos de su historia, luego de la separación
de su líder más importante de los últimos años: A ndrés M anuel L ópez O brador,
quien encabeza su proyecto y convierte al M o v im ie n to d e R e g e n e ra ció n N a c io
n a l (Morena) en un Partido Político, presente en la contienda político-electoral
2015.
En una contienda que bien podría catalogarse como interna, el PRD y More
na medirán fuerzas para saber si los votantes realmente creen en los ideales del
Sol Azteca o se inclinan por el pensamiento y la nueva propuesta de quien fuera
uno de sus máximos representantes (AMLO).
La elección en el Distrito Federal será fundamental en esta lucha, pues en
una entidad donde el p e r r e d is m o ha prevalecido durante casi dos décadas, el
surgimiento de una a lte r n a tiv a de la misma corriente pondrá en duda su verda
dero poder de convocatoria.