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LA MEJOR VACUNA PARA EL CORONAVIRUS SOY YO, ERES TÚ, SOMOS TODOS… QUÉDATE EN CASA
- Adultos mayores
- Bebés y niños
- Y a toda persona que padezca de alguna enfermedad en donde el
sistema inmunológico esté débil por diabetes, problemas cardiacos,
entre otros.
Muchos países optaron por tomar cuidados sanitarios exigentes, como
también medidas políticas y en este punto es donde nos toca a nosotros ¿Por
qué? Porque todos los países coincidieron en una sola fuerza, un solo puño
con la frase: “QUÉDATE EN CASA”. Dicha medida significa en otras palabras
aislamiento social, toque de queda, inmovilización social. Medida para
resguardar nuestra vida y la de los demás. Es muy triste ver cuadros
estadísticos de fallecidos y muchos contagiados el cual presentan dos
imágenes gráficas: El dolor de muchas personas por la pérdida de sus seres
queridos y por otra parte de los que no acatan estas medidas políticas. Cito la
frase del presidente Vizcarra “El virus no se mueve si no es por nosotros
mismos”.
Las cifras nos demuestran nuestra triste realidad en el mundo. A qué punto
podemos llegar con tantas muertes, no lo sabemos, lo que sí se puede decir es
que esta pandemia seguirá creciendo si nosotros no tomamos conciencia de lo
mortal que este virus. Muertes que están destinadas al olvido asistencial… No
habrá velorios, ni despedidas; solo llanto ante la impotencia de no ver por
última vez a tu ser querido, porque el virus permanece el cuerpo hasta no se
cremado o por inhumación y porque el protocolo sanitario lo exige así.
En nuestro país las medidas se pusieron a la vanguardia y a las exigencias
que se ameritan. Porque nuestro de sistema de salud es ineficiente para poder
enfrentar pandemias como la que vivimos ahora. En primer momento se tomó
la iniciativa de adelantar la prevención justamente por nuestra realidad
sanitaria al posponer las clases en todos la instituciones educativas sean
públicas o privadas para después mediante un decreto supremo instar a la
población a la inmovilización social el cual hasta hora se va prolongando
debido a los casos que cada día crecen; mientras que los especialistas médicos
infectólogos dicen que estas medidas seguirán en aumento por el alto grado de
contagio y se prevé llegar a un pico alto el cual ya se está trabajando para
ello… Si usted cree en Dios roguemos e imploremos y si no cree entonces
aférrese a sus creencias; por cualquier medio que sea, sé que Dios escuchará.
Basta referirnos cuantos contagios hay en nuestro país. Las regiones no se
dan abastos para descartar cientos y miles de personas a los que tienen que
diagnosticar. En nuestra Región Loreto cada vez se escuchan gritos de auxilio
por parte de los contagiados, por culpa de la población que en su mayoría no
reflexiona y por ende aumentan los casos, tanto que somos una de las
regiones con más infectados y muertes. Y esto tiene para rato y en la medida
como vamos, creo que nos será más difícil ver la luz en el túnel.
No hay duda que esta pandemia es la peor batalla que estamos peleando, y al
parecer no quiere tirar la bandera blanca, más todo lo contrario avanza no por
el mismo si no por nosotros, quebrantando todo el esfuerzo que tu país está
haciendo por salvar tu vida, nuestras vidas. Tus pasos te llevan a la muerte si
te mueves más de lo permitido, está condenado por tu irresponsabilidad; están
jugando con la salud de los que sí acatamos los mandatos de urgencia
sanitaria. No permitas que tus pasos el cual te llevan a cantar en un concierto
de rock, de gritar con mucha fuerza el gol de tu equipo favorito, a visitar a tus
abuelitos amados, a reunirte en la casa de Dios, a recoger a tus hijos de su
centro de estudios, a encontrarse en una cita amorosa o simplemente que tus
pasos te lleven al encuentro de esos abrazos que tanto amas, el de tus padres;
mas no que tus pasos te lleven al encuentro con un sueño profundo por no
cumplir con todas las exigencias que tu país está haciendo por ti, por todos.
Mis lágrimas son sellos de agua para este escrito, el dolor me invade
desde aquella madrugada, al escuchar lo que no quería escuchar, sin
embargo, la noticia ya había corrido por toda la familia. El silencio de la
madrugada fue mi cómplice y me cobijé entre las sombras de un árbol
frondoso para romper en llanto, miré al cielo y pregunté - ¿por qué Dios
mío? – con la cabeza gacha y mi corazón partido en pedazos me levanté y
corrí por toda la avenida sin importar la misión encomendada a esa hora.
Agitado llegué a casa, toqué incansablemente, mi pobre madre abrió la
puerta y sin ninguna explicación me lancé hacia su cuerpo frágil que
terminó en un fuerte abrazo abatido entre lágrimas… Sí, mi tío muy
querido se fue a un lugar donde no hay enfermedades ni dolor. Dios lo
eligió no solo en la tierra para dirigir rebaños de salvación como pastor
sino también para iluminar nuestro camino desde el cielo. Su voz
pausada fue mi calma y sus sabios consejos fue mi fortaleza. Siempre
ayudando a los demás sin nada a cambio. Si de algo estoy seguro es que
formaste una gran familia unida de sangre y espíritu. Por tal razón la
familia está tranquila porque te encuentras en un lugar de paz y amor
porque Dios lo quiso así. Estuviste luchando en primera línea en esta
dura batalla para dar fuerzas a los demás. Confieso que tengo muchos
familiares batallando en primera línea para salvar vidas por eso a través
de esta redacción imploro a que oremos por todos aquellos que cada día
se esfuerzan para combatir esta pandemia arriesgando sus vidas con tal
de salvar el de los demás… Reflexionemos, ellos también tienen familia.
Es tiempo que nos demos cuenta que este virus no nos puede vencer, nosotros
somos más fuertes y somos capaces de resistir, nuestro organismo está
diseñado para eso, la evolución nos hizo pasar por muchas adversidades, está
en nuestro gen, ese gen de la persistencia y con las fuerzas para luchar. Esa
lucha ahora convirtámosla en obediencia. Es la única forma que podemos
vencer a este maldito virus; no es el fin del mundo, no estaremos alejados por
mucho tiempo, si ponemos todos de nuestra parte. Por eso, mientras que los
científicos buscan una vacuna para erradicar esta pandemia, toma en cuenta
que por ahora: “La mejor vacuna para el coronavirus soy yo, eres tú,
somos todos… Quédate en casa”.