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EL METABOLISMO LIPÍDICO BOVINO Y SU RELACIÓN CON LA DIETA,

CONDICIÓN CORPORAL, ESTADO PRODUCTIVO Y PATOLOGÍAS


ASOCIADAS

El metabolismo lipídico de rumiantes es totalmente distinto al de los


monogástricos, debido a las modificaciones que sufren los nutrientes de la dieta
por fermentación microbiana ruminal.

En la fermentación digestiva presente en los bovinos, los carbohidratos, la


glucosa y otros azucares se transforman en ATP y piruvato, este último en la fase
final se convierte en los ácidos grasos acético, propiónico y butírico, los cuales son
denominados como ácidos grasos volátiles. Los ácidos grasos volátiles en su
mayoría son enviados al liquido ruminal para luego ser absorbidos e incorporados
al torrente sanguíneo, sin embargo, también son usados por los rumiantes para
formas otros ácidos grasos o para formar aminoácidos. Al estar en los tejidos
estos ácidos grasos volátiles gracias a ser esterificados son convertidos a
acilgliceroles, donde los triacilgliceroles (grasas) son la mayor reserva calórica de
los bovinos.

Además, el ácido acético es usado como fuente de energía por diversos tejidos,
en cambio una parte del ácido propiónico es adsorbido en el rumen y otra es
convertida en glucosa. A su vez el acido butírico puede ser usado como fuente de
energía por diversos tejidos, pero antes de eso es convertido en B- hidroxibutirato
y puede ser usado como energía por el tejido del musculo esquelético.

Los acido grasos insaturados sufren una hidrogenación microbiana donde se


produce el ácido linoleico conjugado, los ácidos trans-octadecenoicos y el ácido
esteárico.

Los preestomagos de los bovinos son influyentes a la hora de la captación de


los ácidos grasos, están conformados por el rumen, el retículo y omaso, después
de estos se presenta el abomaso (estomago glandular, verdadero). El rumen se
encarga de acumular el alimento fermentado para luego pasar al retículo; gracias
a contracciones complejas se remueven los desechos que no se pueden digerir,
donde estos quedan separados del contenido rumiante (compuesto por ácidos
grasos volátiles), el cual es captado por las paredes de tejidos del rumen y el
retículo, sin embargo, los ácidos grasos volátiles que no son absorbidos pasan al
omaso, el cual los capta.

Además, el intestino delgado también influye en la captación de lípidos (Lípidos


microbianos), los cuales llegan al intestino porque no son absorbidos en la
digestión ruminal. Los ácidos grasos libres son captados en el intestino delgado,
su digestión depende gracias a una mezcla de secreciones pancreáticas y biliares.

Algunos lípidos son absorbidos y llevados al hígado como fosfolípidos a través


de la circulación sanguínea de la vena Orta, la movilización de reservas
energéticas funciona de tal manera son liberados ácidos grasos no esterificados
(AGNE) que permiten ser oxidados por cualquier tejido como energía. Uno de los
principales órganos en utilizar los AGNE es el hígado, ya que es donde se crean
las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), para así distribuir los lípidos en
todo el organismo.

Un factor muy importante a tomar en cuenta es la condición corporal del bovino,


debido a que esta nos indica el perfil lipídico (si el animal esta obeso o mal
nutrido), y esto influye en la producción. La condición corporal ayuda a observar la
movilización de los lípidos en distintos cambios fisiológicos que puede presentar el
animal, en el estado de lactancia se debe de incrementar el consumo de alimento
por parte del animal para poder compensar la pérdida de peso corporal. Las vacas
que presentan una alta condición corporal al momento del parto, muestran en
promedio valores altos de triglicéridos y VLDL (Lipoproteína de muy baja
densidad), donde se presenta una mayor movilización grasa. La movilización de
reservas grasas es principalmente en ácidos grasos no esterificados y aumenta
durante la lactancia, donde su concentración en la sangre es mayor. Además, la
fermentación ruminal es un factor importante, el cual puede ser modificado por
medio de la aplicación de una dieta, para así poder incrementar la producción.

En los rumiantes se presentan diversas enfermedades metabólicas o


infecciones, en especial en las vacas lecheras, en el lapso comprendido entre 3
semanas antes y 3 semanas después de que ocurre el parto, tal periodo se le
denomina (periodo de Transición). Las vacas en estado de lactancia presentan
movilización grasa, que a su vez puede provocar problemas de fertilidad en las
vacas que presentan alta productividad lechera, sin embargo, otro factor que
puede ocasionar problemas de fertilidad es la oxidación lipídica, causada por la
movilización grasa.

En el periodo de lactancia por lo general se presenta un hígado graso, esto


sucede ya que al incrementar el requerimiento de energía se genera una gran
movilización de ácidos grados, pero además de generar un hígado graso, también
se presenta una intoxicación por amoniaco (intoxicación amoniacal), esto debido a
que la acumulación de lípidos en el hígado genera desgaste en la función
hepática, lo cual causa problemas de salud y de fertilidad.

En los bóvidos al aumentar el colesterol se producen problemas de


reproducción, donde se pueden presentar abortos, retención de placenta y otros
problemas relacionados a la reproducción. Es posible evitar tales problemas al
proporcionar una dieta que impida el aumento de los niveles de lipoproteínas, los
problemas de hígado graso se puede usar medicamentos que puedan catabolizar
los lípidos, un ejemplo es el Hepagen y los ionóforos, los cuales mejoran el
metabolismo rumiante, generando un punto positivo para reducir las
enfermedades metabólicas y así aumentando la reproducción de los bovinos.

Todo lo anteriormente mencionado es de suma importancia para comprender el


funcionamiento del metabolismo lipídico de los bovinos, lo cual ayuda a obtener
buena producción de leche e influir de manera efectiva en la reproducción de los
animales.

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