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El inconsciente estructurado como un lenguaje

Psicoanalíticamente, el lenguaje es la condición del inconsciente. Esto quiere decir que la hipótesis del
inconsciente constituye al psicoanálisis y que el desarrollo del psicoanálisis depende del estudio del
lenguaje.

La posibilidad de que exista un pensamiento inconscietne está dada porque el ser humano es un ser
hablante (parletre), es así como solo la estructura del lenguaje permite dar cuenta de la organización del
inconsciente. Las manifestaciones de lo inconsciente se “hacen oír” en la retórica de la palabra (metáfora
y metonimia)

El inconsciente no es una dimensión “misteriosa” oculta, casi siempre él se dice sin que le prestemos
atención; lo hace desde el “doble sentido” de las palabras, es decir, en el nivel de la polisemia de los
significantes.

Para el psicoanálisis las reflexiones sobre el lenguaje son relevantes por cuanto el lenguaje es el campo
en el que opera: lo que actúa en la cura es la palabra. Y es Lacan el teórico que le da al lenguaje toda su
importancia.

La relación inconsciente – lenguaje puede abordarse desde una analogía, en el sentido de que los
mecanismos inconscientes se entienden sólo como semejantes al lenguaje.

Lacan toma la tesis de Saussure de que el lenguaje se fundamenta en diferencias, de que en el lenguaje
no hay más que diferencias: la a es diferente a la d, la m a la d, etc. Al respecto, Lacan va a plantear que
no sólo un significante se distingue de otro sino que se distingue de sí mismo.

Es decir, que un significante nunca tiene un valor unívoco. Esto es relevante para el psicoanálisis porque
en una cura el sujeto no desiste en su intento de identificarse y que, mas allá de las identificaciones
imaginarias, esta identificación es siempre de significantes. Entonces si nos sostenemos en la tesis de que
un significante no vale más que como diferencia equivale a decir que jamás tal o cual contenido particular
adquiere un valor determinante. Debemos entonces dar importancia a la dimensión formal y
concretamente al lugar que viene a ocupar el significante en deteminada cadena. Si el terapeuta da
importancia a la dimensión significante a lo que oye es porque está atento a esa dimensión formal (lugar
de los signifcantes, repeticiones, etc.). Es decir, oye lo inconsciente “estructurado como un lenguaje”
porque está atento a la dimensión de la diferencia y de la repetición.

Esta dimensión formal remite no sólo al significante propiamente dicho sino también a la letra. Es en el
nivel de la letra donde se debe situar el elemento constitutivo del inconsciente desprovisto él mismo de
sentido y adquiriendo su valor en función de su articulación proposicional.

Lacan toma el algoritmo saussuriano S / s para mostrar que en el significante hay una estructura localizada,
la del fonema entendido como unidad diferencial.
El síntoma puede ser leído porque puede ya esá inscito en un proceso de escritura, dice Lacan. Lo
importante en un síntoma no es la significación, sino su relación con la estructura significante que lo
determina.

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