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Desde el nacimiento de la psicología como ciencia, han surgido una gran cantidad de
diferentes teorías y técnicas que pretenden dar cuenta del análisis y estudio de la
psique humana. Diferentes teorías han puesto el foco en diferentes aspectos y métodos a
partir de los cuales trabajar, tales como el trabajo sobre los aspectos inconscientes o la
conducta directamente observable.

Uno de los diversos métodos elaborados a través de la historia, y de hecho el propuesto y


utilizado por el considerado padre de la psicología científica Wilhelm Wundt, es el método
introspectivo.

 Artículo relacionado: "Historia de la Psicología: autores y teorías principales"

El método introspectivo: teoría básica


Se entiende por método introspectivo un procedimiento mediante el cual un sujeto centra
su atención en los propios contenidos y procesos mentales. Dicho de de otra manera, en
la introspección el sujeto analiza qué pasa por su mente sin que interfiera en ello la
estimulación.

Esta introspección es a continuación expresada verbalmente, de manera que es el


propio sujeto el que va reflejando y exteriorizando el pensamiento intentando para ello ser
lo más objetivo posible y sin modificar ni contaminar el contenido del pensamiento con
explicaciones ni especulaciones sobre ello.

El método introspectivo es uno de los primeros métodos empleados en el estudio de la


psique. Si bien pueden encontrarse planteamientos semejantes en la filosofía clásica, no
sería hasta Wundt cuando esta metodología se sistematizaría y empezaría a utilizarse de una
manera científica. A través de este método se pretende hallar la estructura y características
de los diferentes estratos de la mente.

 Quizás te interese: "Hipnosis clínica: ¿en qué consiste y cómo funciona?"

Tipos de introspección clásica


La introspección ha sido una metodología que se fue desarrollando a lo largo de los
inicios de la historia de la Psicología y que, tras ser parcialmente abandonada (a pesar de
tener cierta presencia en las diferentes corrientes teóricas), sería recuperada en la
contemporaneidad.

Principalmente podemos encontrar dos grandes tipos de introspección en la época


clásica, la introspección experimental y la sistemática o fenomenológica.
1. La introspección experimental

La primera de ellas y propia de Wundt y sus discípulos es la introspección experimental, la


cual se plantea centrarse en los procesos mentales de una manera objetiva y científica
mediante la manipulación de la estimulación a la que era sometida el sujeto investigado. Se
busca capturar la expresión de la psique en el mismo momento en que surge para analizarla.

Para ello, además del registro verbal del paciente se toman medidas de sus registros
electrofisiológicas, número de errores de apreciación, tensión muscular o tasa cardíaca. A
través de estas mediciones e informaciones es posible investigar la presencia y
funcionamiento de la atención, la voluntad o la emoción, si bien no elementos más
complejos.

Se entrenaba al sujeto en distinguir lo experimentado de la cognición respecto a ello,


realizando la experiencia tantas veces como se necesitara y pudiendo graduar la
estimulación recibida, y reportándose las sensaciones inmediatamente para que no se
contaminen con pensamientos y cogniciones.

2. Introspección sistemática

Otro subtipo de introspección es la denominada introspección sistemática, que sería


utilizada por la llamada escuela de Wurzburgo. En ella se pretendía acceder a la psique
a través de la resolución de una situación y la posterior descripción de los pasos seguidos
para ello. En este caso se lleva un proceso a través del recuerdo del procesamiento, con lo
que se viene a llamar introspección retrospectiva. Una de las figuras vinculadas al
surgimiento de esta variedad de introspección es Brentano, figura crítica con la propuesta
metodológica de Wundt.

Uno de lo autores que destaca en este sentido fue Ach, quien dividía la experiencia a
realizar en los pasos de preparación, aparición de estímulo, búsqueda de alternativas
adecuadas y respuesta). Las tareas empleadas tendían a ser más complejas e intelectivas
que las empleadas en la introspección experimental.

Este tipo de introspección sería posteriormente aplicado en corrientes teóricas como la


psicodinámica, siendo la introspección retrospectiva parte integral tanto de la teoría como
de la práctica psicoanalítica y psicodinámica. También han servido como inspiración para
la escuela de la Gestalt.

Críticas al método introspectivo


El método introspectivo fue ampliamente criticado en su momento. Uno de los mayores
críticos al respecto fue Franz Brentano, quien consideraba que la introspección
experimental propuesta por Wundt pretendía reducir a un momento temporal algo fluido
que no puede cortarse.
La psique no puede observarse en un mismo momento desde la propia psique, ya que dicha
observación ya está modificando la respuesta dada. Además de ello, la mente sigue en
funcionamiento en todo momento, de manera que acotar su funcionamiento a un único
momento experimental no es posible.

También sería criticado desde el conductismo clásico, que consideraba que únicamente
permitía la especulación y que no podía considerarse científico ya que no permite la
replicación experimental, así como el hecho de que no se obtenían datos objetivos sino
subjetivos y sesgados.

Otra de las críticas de la introspección se basa en la dificultad para poder replicar los
mismos resultados por parte de diferentes experimentadores. También el hecho de que parte
de los fenómenos cognitivos estudiados acababan por ser automatizados, con lo que los
procesos llevados a cabo terminaban por hacerse ajenos a la consciencia.

La introspección en la actualidad
A pesar de que en la práctica no se emplea la introspección como método en sí, si que
podemos encontrar una gran influencia de ésta en la práctica profesional de la psicología.

Y es que a partir del cognitivismo se han empleado a menudo procedimientos de


autorregistro y automonitorización tanto en evaluación como en terapia, por ejemplo
para evaluar los pensamientos y sensaciones que dicen experimentar los pacientes. Así, una
gran parte de los protocolos empleados en la actualidad se basan en gran medida en la
identificación y percepción del propio pensamiento, que se logra mediante la práctica de la
introspección.

Asimismo el psicoanálisis y las diferentes escuelas psicodinámicas también se han visto


incluidas por la introspección, como se puede ver en la aplicación de métodos como la
asociación de palabras. En este sentido se emplea especialmente la introspección
retrospectiva.

Referencias bibliográficas:

 Alonso-Fernández, F. (1968). Fundamentos de la psiquiatría actual, 1. Madrid.

 Mora, C. (2007). Introspección: Pasado y Presente. Segunda Época (Vol, XXVI), 2. Escuela
de Psicología, U.C.V.

https://lamenteesmaravillosa.com/un-viaje-hacia-la-introspeccion/

Vivimos en un mundo acelerado, esclavo de las prisas y la velocidad; un mundo que nos
contagia una sensación de estrés y desasosiego. Este ritmo frenético junto a la colección
de tareas y obligaciones nos exige enfocar nuestra atención hacia el exterior para evitar
que se nos escape algo, pero a su vez nos aleja de nosotros.
Es casi imposible reservar unos instantes para mirarnos por dentro, para volcar los
ojos hacia el interior y preguntarnos cómo estamos. De hecho, para algunas personas esta
posibilidad ni siquiera existe porque nunca se la han planteado y mucho menos han llegado
a experimentarla. Ahora bien, ¿es realmente posible? ¿podemos aprender a conectar con
nosotros? La respuesta es sí. La introspección puede ayudarnos.

“Quien mira hacia fuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta”.

-Carl Gustav Jung-

El lenguaje de la introspección
El término de introspección ha sido objeto de múltiples interrogantes y controversias en los
campos de la filosofía y la psicología. Ya en la Grecia Clásica, Platón se preguntaba: «¿Por
qué no con calma y paciencia revisar nuestros pensamientos, y examinar a fondo y ver lo
que estos aspectos en nosotros realmente son?», siendo comparada la introspección en
ocasiones con la percepción y la memoria. Pero, ¿qué significa realmente este término?

La palabra introspección proviene del latín introspicere y significa ‘inspeccionar por


dentro’. Según Rosenthal, se trata del proceso a través del cual adquirimos un tipo de
conciencia focalizada o atenta sobre nuestros procesos y contenidos mentales, que difiere
de la conciencia casual, fugaz y difusa que se tiene diariamente sobre ellos.

Así, la introspección es un proceso mental por el que la persona mira hacia su interior
y es capaz de analizar sus propias experiencias, es decir, realiza una autoobservación
sobre sus procesos de conciencia (objetos privados, hechos mentales o cosas fenoménicas),
con lo cual, puede conocerse en mayor medida.
La introspección sería la capacidad reflexiva que posee la mente para referirse o hacerse
consciente de sus propios estados.

Características de la introspección
Este método tiene la peculiar característica de ser subjetivo, ya que es el propio individuo
el que se observa a sí mismo, desde su criterio y por ende, desde la construcción de su
realidad. Por lo tanto, sería realmente imposible en este contexto acercarnos a la
objetividad, tratándose de un tema que tiene que ver con el sí mismo. También posee
cierto rasgo de desdoblamiento, ya que nos tomamos a nosotros mismos como sujetos de
análisis, además del papel del observador o investigador.

El proceso de introspección es complejo y requiere de entrenamiento si se quieren


obtener buenos resultados, además de tener una buena actitud de aceptación y sinceridad, y
no dejarse llevar por la telaraña del autoengaño.

Como curiosidad mencionar que se trata del primer método empleado por la psicología
cuando se separó de la filosofía para convertirse en ciencia en el siglo XIX. Aunque con
el paso del tiempo fue perdiendo importancia hasta resurgir con la psicología cognitiva.

Practicar la introspección
La práctica de la introspección comienza por el acto de prestarse atención, de
escucharse. Ante cualquier situación que se nos presente o donde nos encontremos
inmersos, en lugar de precipitarnos, sería recomendable que nos detuviéramos un momento
y examináramos nuestro interior.

Observando y conectando con lo que sentimos comenzaremos a verificar nuestra


estado interno. De estar forma, podremos llevar la atención a la situación de una forma
más adecuada que si nos dejáramos llevar por el impulso inicial.

Este complejo proceso nos conduce a la reflexión profunda sobre lo que somos, sentimos y
aprendemos, además de ofrecernos la posibilidad de avanzar en nuestro desarrollo
espiritual. La introspección nos ayudará a discernir qué es lo bueno para nosotros,
proporcionándonos herramientas para transformar las situaciones a las que nos
enfrentemos e ir avanzando en nuestro camino.

Cada día es muy importante detenerse en el camino, parar física y mentalmente, para
conectar con nosotros. Da igual dónde nos encontremos o qué estemos haciendo, lo
importante es dirigir la atención hacia nosotros, hacia nuestro ser y nuestra esencia
para conectar con el silencio y comenzar a escucharnos. Así, nos convertiremos en
observadores desapegados de las situaciones externas.

La introspección tiene por lo tanto aspectos positivos y negativos, sirviendo como medio
para perfeccionarse y progresar en la vida. Es un método útil para acercarnos a nuestra
realidad anímica que proporciona la base hacia la estabilidad personal, permite la
exploración más profunda de nuestro ser y la posibilidad de realizar cambios.

La introspección no sólo nos ayuda a conocernos mejor, sino a respetarnos, amarnos y


aceptarnos tal como somos.

Así lo expresa Eckhart Tolle “Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes
contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.”

Meditación Shamatha
Si queremos ir un poco más allá y realizar una práctica concreta de introspección, no
hay nada mejor como la meditación. Hoy en día es muy conocido el mindfulness, sin
embargo, lo que poca gente sabe es que se corresponde con una versión light de la
meditación budista Shamatha.

¿En qué consiste esta meditación? Nos sentamos en el suelo con las piernas cruzadas (a
ser posible la pierna derecha sobre la izquierda) o en una silla. Las manos sobre las rodillas.
La espalda recta. El mentón ligeramente inclinado hacia abajo y la coronilla un poco
levantada, como si un hilo invisible nos tirase hacia arriba. Cerramos los ojos y
comenzamos a respirar profundo y lento.

En un primer momento relajamos el cuerpo. Pasados unos minutos centramos la atención


en el abdomen. Dejamos que el cuerpo respire solo, sin forzarlo. A su ritmo. Unos cinco
minutos después enfocamos la atención en la entrada y salida del aire por la nariz.
Encontramos el punto en el que mejor sentimos la circulación del aire y contamos de 1 a 10
con cada ciclo de respiración (inhalación y exhalación). Para acabar realizamos tres
respiraciones profundas.

Esta práctica descrita sería una versión inicial que cualquiera puede llevar a cabo. Es
recomendable comenzar por unos 15 minutos. Si nos viene algún pensamiento a la
cabeza lo observaremos pero no lo juzgaremos. No nos aferraremos a él. La meditación
Shamatha puede tener muchas variaciones y ser mucho más profunda, pero para quien
nunca lo haya practicado, este pequeño resumen puede serle de ayuda.

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