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ELEGIDOS PARA TESTIMONIO (5:12-28)

TEXTO: Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el
Señor y os amonestan. Tenedlos en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que
sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal,
antes seguid siempre lo bueno unos para con otros y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin
cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No
apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo y retened lo bueno. Absteneos de
toda especie de mal.
Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser –espíritu, alma y cuerpo– sea
guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. Hermanos, orad por nosotros.
Saludad a todos los hermanos con beso santo. Os encargo encarecidamente, por el Señor, que esta carta
se lea a todos los santos hermanos. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén
INTRODUCCIÓN
Somos elegidos para dar testimonio de Cristo. Testimonio de nuestra fe, amor y esperanza en Él. Una fe
que no está fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios (véase 1 Co. 2:5); “El amor
que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo” (Ro. 5:5) y la esperanza viva a la cual
hemos renacidos (véase 1 Pe. 1:3).
La exhortación del Apóstol Pablo a la iglesia de Tesalónica es a vivir dando testimonio de estas virtudes
cristianas cada día.
En esta última parte del capítulo 5 podemos ver el testimonio de amor de los miembros hacia los pastores
y líderes; de los pastores y líderes hacia los miembros y de los miembros unos a los otros.
Encontramos el testimonio de fe al tener gozo permanente; orar en todo tiempo; dar gracias en todo
situación,; no apagar el Espíritu; no menospreciar las profecías; Examinarlo todo y retener lo bueno y
abstenerse de toda especie de mal.
De igual modo el testimonio de la esperanza de ser santificados por completo; ser guardados
irreprochables y la esperanza en la fidelidad de Dios.
La iglesia existe para dar testimonio de Cristo.
I. TESTIMONIO DE AMOR
1.1. El amor de los miembros hacia los pastores y líderes
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os Presiden en el Señor y
os amonestan.” V.12.
Literalmente se refiere aquí a los que están delante de vosotros, vuestros líderes en el Señor, los
presbíteros u obispos y diáconos. Conocedlos y seguidlos.
El apóstol Pablo comienza esta exhortación como un ruego, de la misma manera que lo hizo con Filemón,
para que hicieran lo que les estaba mandando no por obligación, sino motivados por el amor “Por eso,
aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, prefiero rogártelo apelando a tu
amor, siendo yo, Pablo, ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo” (Flm.1:8-9).
¡Que saludable para la iglesia es el reconocimiento a los líderes! Es un testimonio de amor cuando las
iglesias respetan y reconocen a sus pastores y líderes. Es un buen testimonio la buena relación que existe
entre los pastores y la congregación. Sabemos de iglesias que humillan a sus pastores, los irrespetan y no
los atienden debidamente. Pero también conocemos de iglesias saludables que honran a sus pastores, se
sujetan a ellos y los atienden con esmero. Aunque este reconocimiento se refiere a la actitud y no a las
actividades; es necesario entender que las actividades que realizamos nos ayudan a desarrollar una buena
actitud y promueven el crecimiento de los miembros en dicha área.
“Tenedlos en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” V.13.
Estimarlos y amarlos no solo por su posición, sino por causa de su obra. Ya hemos mencionado en el Cap. 3
la obra de los pastores y líderes (visitación, evangelización, discipulado, consolar, exhortar, confirmar). No
deben ser tenidos en poco o menospreciados como le sucedía a Timoteo a causa de su juventud (véase 1
Tim. 4:12)
Esta clase de actitud engendra o mantiene la paz y la armonía en la iglesia del Señor. No se puede tener
paz cuando tenemos malas actitudes contra los líderes. De igual modo cuando los lideres tienen malas
actitudes hacia los miembros. La paz viene al tener confianza que estamos sirviendo diligentemente,
estamos tratando bien a los hermanos y estamos siendo bien tratados como líderes.
1.2. El amor de los pastores y líderes hacia los miembros
“También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que
sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos” (V.14).
Es necesario ser diligentes y responsables en la obra que se nos ha encomendado. Cuidando
voluntariamente y con ánimo pronto a los que están bajo nuestra responsabilidad; sirviendo y no
señoreando como lo enseñó el Apóstol Pedro “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo
pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pe
5:3-5).
“Que Amonestéis a los ociosos”
Amonestar es noutheteo que significa poner en mente, advertir. Otros textos en que se traduce esta
palabra como amonestar son Col 1:28; Hch. 20:31; 1 Co. 4:14, Rom. 15:14 y 2 Tes. 3:15.
Ociosos es Átaktos que significa uno que no mantiene el orden, era especialmente un término militar, que
denotaba uno que no mantenía su puesto, insubordinado.
Los ociosos de Tesalónica evidentemente habían rehusado seguir a sus líderes en las actividades de la
iglesia.
En relación a los ociosos el escritor de Proverbios nos dice que no debemos seguirlos y el apóstol Pablo
alerta a Timoteo sobre lo dañino que puede ser para la iglesia mantener o sostener a los ociosos.
“Alentéis a los de poco ánimo”
Alentar es animar, la palabra griega aquí es parakaleo, que significa llamar al lado de uno. Rogar, insistir,
alentar, infundir ánimo. De la misma raíz de donde viene parakleto que es la palabra usada para referirse
al Espíritu Santo como el consolador.
Poco ánimo es Oligopsujos, que se traduce desesperanzado, de poco espíritu, cobarde, desalentado,
desanimado,
“Sostengáis a los débiles”
Sostener es Antéjomai o anteco y se traduce sostener, Demostrar interés en, hacerle caso a, ayudar.
También puede significar apoyar.
Para los débiles la palabra griega es Asdsenés y se traduce sin fuerza. (En varias aplicaciones, lit, figur,
moralmente) enfermo, frágil, débil, debilidad, debilitar,
Esta misma exhortación se ve en la epístola a los Romanos “Recibid al débil en la fe, pero no para
contender sobre opiniones” (Ro. 14:1); “Los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles y no agradarnos a nosotros mismos” (Ro. 15:1).
No somos los débiles del mundo. En la biblia tenemos ejemplos de hombres como José y Daniel, vivieron
en épocas diferentes, ambos eran esclavos en los imperios más poderosos de su tiempo, pero ellos no
fueron los débiles. José llegó a ser el hombre fuerte de Egipto y Daniel el hombre fuerte del imperio
Babilónico y Medo Persa. Y todo esto porque fueron fieles al Señor en medio de un ambiente corrompido y
hostil. Como dijo el Apóstol Juan “Mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1Jn 4:4).
Estas verdades pueden ayudarnos: El mundo entero está bajo el maligno, pero eso no nos incluye a
nosotros (véase 1 Jn 5:19). El diablo ha cegado el entendimiento de los incrédulos (véase 2 Co.4:4), pero
nosotros tenemos nuestros ojos abiertos y hemos pasado de la potestad de satanás a Dios ( Hch 26:8).
Hemos sido librados de las tinieblas y del reino de satanás (véase Col 1:13). Podemos resistir al diablo y el
huira de nosotros (véase stg 4:7) podemos resistirle firmes en la fe (véase 1 Ped 5:9). Si fuéramos débiles
no se nos mandaría a resistir al diablo.
Debemos considerarnos débiles ante Dios. “Cuando soy débil, entonces soy fuerte” (véase 2 Co. 12:10),
pero no ante la carne “Hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos” “El pecado no se
enseñoreara de nosotros” (véase Ro.6:11,14); no ante el mundo “Porque todo lo que es nacido de Dios
vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al
mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1Jn 5:4-5) ; no ante el diablo “…Os escribo a
vosotros porque sois fueres, la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno” (1
Jn.2:14).
“Seáis pacientes para con todos”
La palabra es Makrodsuméo y quiere decir que aguanta o soporta, paciente, esperar con paciencia, tardar
en responder, sufrido, .También significa soportar desgracias y problemas. Longanimidad.
La definición de Thayer también es muy clara y completa: ser de un espíritu largo, para no perder el
corazón 1a) perseverar pacientemente y valientemente en soportar desgracias y problemas 1b) ser
paciente en los delitos y lesiones de otros 1b1) a ser suave y lento en vengar 1b2) para ser lento para la ira,
paciencia, lento para castigar a.
En el ministerio hay que ser paciente no solamente con los ociosos, desanimados y débiles, también con
los negativos, criticones, los apáticos, indiferentes, los que no quieren compromiso, los que tienen agenda
propia y si le queda algún tiempo es posible que apoyen alguna actividad. Como dijo Pablo, todos buscan lo
suyo, no lo que es de Cristo Jesús (véase Fi.2:21). Hay que ser pacientes con aquellos que cuestionan como
se usa el dinero porque son los que menos dan. Los que consideran como un desperdicio todo lo que se
hace y se invierte para la obra de Dios, especialmente la obra misionera; Como Judas que cuestionó como
desperdicio cuando se ungió los pies de Jesús, pero la razón era porque sustraía del precio (véase Jn. 12:5-
6); Ser pacientes con aquellos que en vez de orar duermen, en vez de estar gozosos, están lamentándose
todo el tiempo, en vez de dar gracias, viven quejándose, en vez de tener paz buscan y promueven los
pleitos y siembran discordias entre los hermanos, etc.
1.3. El amor de los miembros unos a otros
“Mirad que ninguno pague a otro mal por mal, antes seguid siempre lo bueno unos para con otros y para
con todos.” V.15
El apóstol en otras partes enseñó esto “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de
todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No
os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: «Mía es
la venganza, yo pagaré, dice el Señor». Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed,
dale de beber, pues haciendo esto, harás que le arda la cara de vergüenza. No seas vencido de lo malo,
sino vence con el bien el mal. (Rom 12:17-21). La base de esta enseñanza son las palabras de Jesús en su
sermón de la montaña “»Oísteis que fue dicho: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo os digo: No
resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; al
que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; a cualquiera que te obligue a llevar
carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo
niegues.
»Oísteis que fue dicho: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo” Pero yo os digo: Amad a vuestros
enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os
persiguen, para que seáis hijos[d] de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos
y buenos y llover sobre justos e injustos. Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No
hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más?
¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto” (Mat 5:39-48).
“Unos para con otros” se refiere a los creyentes entre sí. Jesús enfatizó la importancia de esta relación
como testimonio de amor a los incrédulos. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor
los unos por los otros” (Jn. 13:35). Otros dos textos amplían nuestra comprensión sobre este aspecto. “Y
de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (He. 13:16);
“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe”
(Gal. 6:11).
“Para con todos” Incluye a los no cristianos. Nuestro testimonio de amor debe ser conocido por todos los
hombres “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca” (Fi. 4:5); “Mantened
buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” (1 Pe. 2:12).
II. TESTIMONIO DE FE
2.1. Tengan contentamiento siempre
“Estad siempre gozosos” V.16.
En la misma epístola se nos habla del gozo de los hermanos al recibir la palabra “Recibieron la palabra con
gozo” (1 Ts. 1:6) y se nos habla del gozo del apóstol por la obra de Dios en los hermanos (véase 2:19, 20; 3:
9).
Uno de los textos que me ha ayudado a aprender a tener contentamiento es el Salmo 16. Este llegó a ser
mi salmo preferido desde hace tres años. En cada situación lo recito. He aprendido a contemplar todo lo
que Dios me ha dado y decir “Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos y hermosa la heredad que me
ha tocado” V.6. “En tu presencia hay plenitud de gozo” V.11.
No se puede estar siempre gozoso si dependemos de las circunstancias, todas las circunstancias que
vivimos no son causa de gozo, pero nuestro gozo no es en las circunstancias sino el Señor. En el Señor
podemos tener gozo o contentamiento en las pruebas (véase Stg. 1:2)) cuando somos perseguidos (Mt.
5.11-12), en las enfermedades, necesidades y cualquier otra situación difícil (véase Fil. 2:17 y Col. 1:24).
El Apóstol Pablo da testimonio sobre esto, “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por
todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como
para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:11-13).
En un mundo devorado por el consumismo se nos manda estar contentos con lo que tenemos ahora
confiando que Dios no nos dejará, ni desamparará (véase He. 13:5).
En el libro de Job se dice que “el gozo del impío es por un momento” (Job20:5); al cristiano se manda que
su gozo no sea momentáneo, sino permanente.
El apóstol Pablo escribió la carta a los filipenses y es conocida como la epístola del gozo porque en los
cuatro capítulos se menciona la palabra 19 veces y tomando en cuenta que cuando escribió la carta estaba
en una circunstancia que generalmente no produce gozo; estaba en prisión, pero manifiesta el gozo que
experimentaba cada día por diversas razones y manda a los creyentes a regocijarse en el Señor siempre
(véase Fil. 4:4); lo mismo que está mandando a los hermanos de Tesalónica en este texto. Referente a esto
Warren Wiersbe escribió en su Comentario Expositivo a la carta de los filipenses que el secreto del gozo
cristiano no se encuentra en lo que siente, sino en lo que piensa y expone de una manera amena, sencilla y
bien fundamentada cada capítulo con un tema sobre la mente cristiana gozosa.
No es nuestro gozo, es el gozo de Dios (véase Neh. 8:10); fruto del Espíritu (véase Gal. 5:22).
En los Salmos se presenta a Dios como el Dios de nuestro gozo (véase Sal. 43:4); el Dios que nos da gozo
(Sal. 51:8); El salmista encuentra su gozo en Dios; en el perdón (Sal. 51); en las obras de sus manos (Sal.
92:4); en sus palabra (Sal. 119:11).
El apóstol Juan nos habla del gozo cumplido o completo en su evangelio y en su carta ( Jn. 3: 29,
15:11,16:24; 17:13) ( 1 Jn. 1.4 ; 2 Jn. 12).
El libro de Hechos nos presenta el gozo en el servicio (Hch. 20:24). Felipe siguió gozoso su camino (véase
Hch. 8:39).
En las epístolas Pablo nos habla del gozo en las debilidades y aflicciones (2 Co. 7 y 8; 2 Col. 12.10; Col. 1:24)
Y no podemos dejar de mencionar el gozo de la cruz (He.12: 2); el gozo inefable y glorioso (1Pe. 1:8); el
Gozo en el cielo (Lc. 15:7-10) y el Gozo eterno (Mt. 25:21,23; Jn 16:22).
2.2. Oren en todo tiempo
“Orad sin cesar”V.17.
El apóstol en todas sus cartas da testimonio de su vida de oración y exhorta a los hermanos a ser
constantes en la oración.
Este es un versículo muy corto, pero rico en su significado.
Debemos ser creyentes dedicados a la oración. Mac Arthur lo explica así “ofrezca toda su vida como una
oración a Dios, sea consciente de Él cada vez que piense, actúe o hable. Diga en su corazón: Señor, estoy
pensando en hacer esto, ¿está bien que lo haga?” orar sin cesar significa vivir la vida como si estuviéramos
mirando a través de la mente y del corazón de Dios.
2.3. Den gracias en toda situación
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” V.18.
Dar gracias en toda circunstancia.
Max Lucado enseñó que la gratitud siempre es una opción y presenta a Matthew Henry como ejemplo al
optar por ella. Relata que cuando el famoso erudito fue acechado por ladrones que le robaron su bolso, él
escribió lo siguiente en su diario: “Primero quiero dar gracias a Dios porque nunca antes me habían
robado; en segundo lugar, porque así se hayan llevado mi bolso no me quitaron la vida; en tercer lugar,
aunque se llevaron todo lo que tenía, no era mucho y en cuarto lugar, porque me robaron a mí y no fui yo
el que robo.” Y concluyo diciendo: haz de la gratitud tu estado emocional básico y veras como das gracias
por los problemas de la vida.
2.4. Tengan Espíritu ferviente.
“No apaguéis al Espíritu” V.19.
Hay cuatro mandamientos en cuanto al Espíritu Santo:
Sed llenos del Espíritu Santo. Efesios 5:18
No entristecer al Espíritu Santo Efesios 4:30
No apaguéis al Espíritu Santo 1 Tesalonicenses 5:19
Andar en el Espíritu Santo Gálatas 5:16
Apagar el Espíritu es ahogar o reprimir al Espíritu y no permitirle que cumpla su obra en el creyente.
Cuando un creyente dice “Yo quiero” en lugar de decir “No se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc.22.42)
entonces está apagando el Espíritu.
La palabra traducida es Sbénnuumi y significa apagar, extinguir. Como se usa la figura del fuego para
referirse al Espíritu Santo, debemos considerar que un fuego se apaga cuando desaparece la provisión del
combustible y cuando se extingue arrojándole agua, o encima una frazada o una palada de tierra. De esa
manera podemos decir que se apaga el Espíritu cuando se descuida las disciplinas espirituales, se deja de
orar, leer la biblia, congregarse, servir y cuando damos rienda suelta al pecado en nuestras vidas.
2.5. Reciban la palabra con fe
“No menospreciéis las profecías” V.20.
“En estos postreros días Dios ha hablado por medio de su hijo” No hay lugar para usar este texto para
justificar los que se autoproclaman profetas en este tiempo. Lamentablemente muchas iglesias se han
desviado del camino, recibiendo, creyendo y estableciendo profetas en sus congregaciones como una
fuente de autoridad igual o superior a las escrituras. Un ejemplo de esto son las iglesias que están
contratando avionetas y helicópteros para derramar aceite sobre las ciudades y así ungirlas para salvación.
No porque tenga fundamento bíblico sino porque “un profeta de estos tiempos” lo declaró. Iglesias que
están ungiendo los miembros genitales de los hombres y mujeres en una celebración cultica para que no
cometan adulterio y cualquier otra cosa que se les ocurra a estos “profetas” son creídos con la misma
autoridad de la palabra de Dios.
La profecía no es necesariamente, y ni siquiera primariamente, predicción. Es la proclamación de la
voluntad de Dios, tanto si es con referencia al pasado como al presente o al futuro.
2.6. Tengan discernimiento.
“Examinadlo todo y retened lo bueno”V.21.
Hay que tener discernimiento.
Muchas veces se trata de evitar cualquier tipo de juicio malinterpretando las palabras del Señor “no
juzguéis para que no seáis juzgados. Citan este texto para hacernos saber que no tenemos derecho a
emitir juicio sobre lo que está bien o mal ni podemos opinar en cuestiones éticas sobre la conducta de una
persona. Sostienen que tenemos que aceptar cualquier cosa sin pestañear ni cuestionar.
Les Thopmson nos advierte que deberíamos ser como la iglesia de Berea (véase Hch.17.11) y no ser tan
ingenuos espirituales que creamos todo lo que se dice y a toda persona por el solo hecho de identificarse
como cristiano
2.7. Sean santos Absteneos de toda especie de mal. V.22
Guillermo Macdonald nos presenta dos ejemplos.
“Todo aquel que lucha, de todo se abstiene" (véase 1 Co. 9:25).
Toda especie de mal puede referirse no solamente al pecado; sino a aquellas cosas que se consideran
amorales, pero al practicarlas nos causan daño y también perjudican a otros. Todo me es licito, pero no
todo conviene (véase 1 Co. 6:12; 10:23).
III. TESTIMONIO DE ESPERANZA
“Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser --espíritu, alma y cuerpo-- sea
guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo” V.23.
Hendricksen presenta las seis contestaciones y soluciones que considera más importantes respecto a este
pasaje y muestra su favoritismo por la opción e. “Al mencionar Pablo tanto el espíritu como el alma, no se
está refiriendo a dos substancias sino a una sola, inmaterial”. En su comentario a los Tesalonicenses da
una explicación detallada del porqué de su inclinación a esta interpretación y no a las demás.
3.1. Dios nos santificara por completo
Hará completa nuestra santificación. Willian Macdonal nos dice que el Nuevo Testamento presenta la
santificación en cuatro fases.
Un texto que me ha ayudado a comprender la obra que dios quiere hacer en nuestras vidas es Isaías 1:25
“Volveré mi mano contra ti, limpiaré hasta con lejía tus escorias y quitaré toda tu impureza.” He entendido
que la limpieza que Dios quiere hacer en nuestras vidas no es superficial, sino profunda y completa. No es
solo dejar de practicar el pecado, sino dejar de pensarlo, desearlo y soñarlo; es decir limpiarnos de los
efectos que el pecado ha dejado en nosotros. La santificación no incluye solamente librarnos de hacer el
mal, sino también de la culpa, la vergüenza, el temor y todos los demás pensamientos, sentimientos y
disposiciones negativas que el pecado nos ha dejado.
3.2. Dios nos guardará irreprochable
“Por lo cual asimismo padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído y estoy seguro
de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Ti. 1:12).
“A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran
alegría” (Ju. 1:24).
“…Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviera
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha” (Ef. 5:26-27).
3.3. Nuestra esperanza es en la fidelidad de Dios.
Nuestra esperanza en la fidelidad de su llamado. “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” V.24.
Nuestra esperanza en la fidelidad de su obra. “Porque recta es la palabra de Jehová y toda su obra es
hecha con fidelidad” (Sal. 33:4).
Nuestra esperanza en la fidelidad de sus promesas. “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de
nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Heb. 10:23).
“Hermanos, orad por nosotros” V.25.
Nuestra esperanza en Dios nos impulsa a orar por otros y a confiar en la oración de hermanos a nuestro
favor. El apóstol Pablo en otras ocasiones pidió a la iglesia que oraran por él. (véase 2 Co. 1.11; Ef. 6:19; Fil
1.19)
IV. SALUDOS FINALES Y DESPEDIDA
“Saludad a todos los hermanos con beso santo” V.26.
El saludo es una expresión de afecto que no debe descuidarse en el pueblo del Señor. Por eso se menciona
también en Ro. 16.16; 1 Co. 16:20; 2 Co. 13.12, 1 Pe. 5.14). La forma como lo hacemos puede diferir de
acuerdo al lugar y la cultura. El beso que era la forma de saludo en aquella cultura y en aquel tiempo es
descrito como santo y esto viene a constituir una norma para los creyentes de todas las generaciones; el
saludo debe ser santo; sin acepción de personas, ni motivaciones impuras.
“Os encargo encarecidamente, por el Señor, que esta carta se lea a todos los santos hermanos” V.27.
Este es un encargo con juramento de parte del apóstol.
“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.” V.28
Pablo se despide de los hermanos deseando que permanezcan en la gracia del Señor.
CONCLUSIÓN
En la oración del Señor registrada en Jn 17, el Señor oró para que diéramos testimonio al mundo de estas
tres grandes virtudes.
Testimonio de fe “Porque las palabras que me diste les he dado; y ellos las recibieron y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste” (V.8).
Testimonio de amor “Para que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean
uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (V.20). “Yo en ellos y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado” (V.23).
Testimonio de esperanza “Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo esté, también ellos
estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación
del mundo” (V. 24).

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