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cuad. contab.

/ bogotá, colombia, 10 (26):87-109 / enero-junio 2009 / 87

Papel de las metodologías


de enseñanza del proceso
lectoescritural en la
educación superior*

Rogelio Cárdenas-Londoño
Sociólogo, comunicador social y periodista, diplomado en
Investigación Científica, especialista en Comunicación
Organizacional, magíster en Educación de la Pontificia
Universidad Javeriana, director de la línea de investigación
Fundamentación Epistemológica de las Ciencias
Empresariales, director del grupo de investigación
Ciencias Empresariales, GICE, y miembro del grupo
Texturas; coordinador del semillero de investigación
en Ciencias Empresariales, SICE. Docente de tiempo
completo, Facultad de Ciencias Empresariales. Envigado,
2009.
Correo electrónico: rcardenas@iue.edu.co.

* Este documento es desarrollado por el autor en el marco del proyecto de investigación Fundamentación epistemológica
del proceso escritural, ejecutado por el grupo de investigación Texturas. También hace parte de un conjunto de reflexiones
que viene impulsando el líder del grupo en el desarrollo del diplomado Leer, escribir y publicar, programa de capacitación
docente dentro del colectivo de docentes de la Institución Universitaria de Envigado, IUE, 2007.
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Resumen Este escrito tiene como propósito hacer un The role of reading and writing teaching
análisis de las distintas estrategias de enseñanza puestas methodologies in higher education
en escena por parte del profesor de educación superior,
para enseñar el proceso de lectura y de escritura, y sopesar Abstract The purpose of this paper is to analyze the
cuáles de ellas vienen funcionando con acierto para com- different teaching strategies implemented by teachers
partirlas y hacer de ese trabajo una réplica pedagógica y di- in higher education to teach the processes behind the
dáctica. La perspectiva desde la cual se orienta la reflexión activities of reading and writing and to ponder which ones
es la cognitiva, puesto que este campo de saber, además de work properly in order to share them via an educational
presentar un horizonte metodológico y categorial impor- and didactic replica. The perspective of our reflections is a
tante, ha problematizado la concepción de la escritura y la cognitive one, since this field of knowledge, apart from
lectura como procesos incompletos, que requieren revisio- presenting an important methodological and categorical
nes constantes y discusiones permanentes. horizon, also reflects on the activities of reading and
La elaboración recorre tres instancias. La primera de ellas writing as incomplete processes in permanent need of
se centra en identificar distintas voces que acerquen la defi- revision and discussion.
nición de la lectura y la escritura como prácticas sociales, This paper goes through the following steps; first, we focus
entendidas éstas como un conjunto de acciones, opera- on identifying the different voices that define reading and
ciones e ideologías concretadas en objetos, textos e inter- writing as a social practice, both understood as a collec-
cambios de diversa índole. Con ello se busca resaltar que la tion of actions, operations, and ideologies materialized in
lectura y la escritura, además de responder a un contexto objects, texts, and exchanges of diverse nature. With that,
y a una historia, tienen profundas implicaciones políti- we would like to underscore that reading and writing, apart
cas para la educación y una incidencia considerable para from reacting to a particular context and history, both ac-
el desarrollo personal. En segunda instancia, se pretende tivities and skills have deep political implications vis-à-vis
compilar estrategias que se reconozcan como exitosas para education and personal development. Second, we attempt
mostrar a otros que apenas inician estas lides que es posi- to get together successful strategies to show others, who
ble instaurar una ruta metodológica que ayude a entender y are now starting to work in this field, that it is possible to
a implementar procesos ágiles para su enseñabilidad. Y por establish a methodological road to better understand and
último, hay un deseo expreso de provocar en la comunidad teach both skills. Finally, we want to incite the university's
académica universitaria la construcción de redes de trabajo academic community to the construction of collaborative
colaborativo que propicien el diálogo entre pares y pongan work networks that fosters dialogue among peers and boost
en movimiento el deseo de abrir espacios para la reflexión the need for the creation of new spaces for reflection and
y la acción. action.

Palabras clave autor Proceso lectoescritural, meto- Key words author Process of reading-writing, tea-
dologías de enseñanza, educación superior, actos comuni- ching methodologies, higher education, communicative ac-
cativos, metacognición, glosar, ruta metodológica. tions, meta-cognition, to gloss, methodological road.

Palabras clave descriptor Lectoescritura, educa- Key words plus Reading readiness, Education, Hig-
ción superior, metodología en pedagogía. her, Teaching-Methodology.
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Papel das metodologias de ensino do ¿Has pensado que tendrás que


processo lecto-escrita na educação leer y escribir durante toda la
superior vida?

Resumo Este estudo tem como propósito fazer uma


Dar comienzo a este escrito con este interro-
análise das diferentes estratégias de ensino colocadas em
gante es una forma de aproximarnos a un tema
prática pelo professor de educação superior, para ensinar o
processo de leitura e de escrita, e verificar quais delas vêm que concita nuestro interés y que da cuenta del
funcionando com acerto para compartilhar-las e fazer desse propósito fundamental del diplomado en Leer,
trabalho uma réplica pedagógica e didática. A perspectiva escribir y publicar, programado por el Sistema
desde a qual a reflexão está orientada é a cognitiva, já que de Investigación de la Institución Universita-
este campo do saber, além de apresentar um horizonte me-
ria de Envigado, SIUNE, espacio que generó
todológico e categorial importante, problematiza a concep-
un ambiente de aprendizaje en el que los par-
ção da escrita e a leitura como processos incompletos, que
precisam de revisões constantes e discussões permanentes.
ticipantes intercambiamos concepciones y dis-
A elaboração recorre às seguintes instâncias, a primeira de- tintas experiencias durante los cinco meses del
las consiste em identificar distintas vozes que se aproximem diplomado. Además de estudiar aspectos téc-
da definição da leitura e da escrita como práticas sociais, nicos y prácticos sobre la elaboración de textos
entendidas como um conjunto de ações, operações e ideo- publicables, este diplomado buscó contribuir a
logias concretizadas em objetos, textos e trocas de diversas
la formación integral de cada uno de los partici-
índoles. Com isso, procura-se ressaltar que além de respon-
pantes y al desarrollo de competencias lectoes-
derem a um contexto e a uma história, a leitura e a escrita
têm profundas implicações políticas para a educação e uma criturales que permitieron la evolución de un
incidência considerável para o desenvolvimento pessoal. pensamiento reflexivo, crítico y creativo nece-
Em segunda instância, pretende-se compilar estratégias que sarios en el desempeño personal y profesional
sejam reconhecidas como bem sucedidas para mostrar a de cada uno de los que tenemos por oficio ser do-
outros que apenas iniciam neste caminho que é possível es-
centes universitarios hoy.
tabelecerem uma rota metodológica que ajude a entender e a
Pregunto al término de este diplomado,
implementar processos ágeis para a ensinabilidade. E por
último, há um desejo expresso de incentivar na comunida-
¿hay alguna actividad personal y profesional
de acadêmica universitária a construção de redes de trabalho que se pueda emprender, o a la que uno se dedi-
colaborativo, que ajude a propiciar o diálogo entre colegas que con amor, sin que se tenga que leer o escri-
da mesma área e a colocar em prática o desejo de se abrir bir? Confieso que NO. Entonces, leer y escribir
espaços para a reflexão e a ação. son un imperativo categórico para las comuni-
dades académicas. Es posible que uno comience
Palavras-chave autor Processo lecto-escrita, meto-
un diplomado diciéndose: quién me va a enseñar
dologias de ensino, educação superior, atos comunicativos,
metacognição, glosar, rota metodológica. a leer y a escribir, si eso lo he aprendido en la bási-
ca primaria; sin embargo, no fue así. A lo largo
de todas estas jornadas de asistir a las sesiones
que juiciosamente dirigían Marcos Vallejo y
Jorge Ossa, algunos de los asistentes aprendi-
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mos truquitos (coquitos de lectura y escritura) se han habituado a cortar y a pegar. Esto es una
o, como sapienzudamente los llamó Marcos Va- limitante muy seria y a la cual debemos ofrecer-
llejo, el abc de la lectoescritura. le una alternativa de solución para mejorar los
Al reflexionar sobre nuestra condición de procesos básicos de escribir y leer. Gran parte
estudiantes en el diplomado en Lectura, Escri- de los alumnos no entiende el significado de
tura y Publicación, vimos nuestra incapacidad las palabras que lee, no entiende el sentido de
para desarrollar nuestras propias ideas y opinio- lo que lee y no capta las ideas y los sentimientos
nes con el razonamiento y la reflexión que im- que el autor expresa.
plicó hacer una buena lectura, además de que La lectura no es simplemente una habili-
pocos le hallaron un verdadero sentido a leer y dad mecánica. Leer bien es razonar bien en
escribir, cosa que la gran deserción demuestra: uno de los procesos mentales más elevados, que
cuántos iniciamos frente a cuántos termina- incluye diferentes formas del pensamiento: la
mos. Y ustedes tienen la palabra. evaluación crítica, la formulación de juicios, la
De otro lado, cada uno de los integrantes imaginación y la resolución de problemas. La
del colectivo de docentes de Ciencias Empre- escritura, entendida como intención lingüísti-
sariales ha estado profundamente preocupa- ca organizada y tendiente a producir sobre su
do por la ineficacia de los procesos de lectura destinatario un efecto de coherencia que lleva
y escritura en cualquier nivel de pregrado en a expresar opiniones, sensaciones y comunicar
nuestra Institución Universitaria de Envigado, vivencias.
IUE. Vemos en nuestros cursos los bajos nive- Aprender a descifrar los símbolos escritos
les de lectura (analfabetismo funcional) en que no significa aprender a leer para obtener un
incurren nuestros alumnos pues no tienen há- significado o unos conocimientos potenciales.
bitos para leer y escribir y lo corroboro a dia- El dominio de una habilidad técnica como la de
rio, con la aplicación de una estrategia: el diario descifrar, podría equipararla solamente a la ha-
de lectura,1 que evidencia la falta de hábito de bilidad de abrir una puerta. Muchas personas
nuestros estudiantes para registrar sus activida- permanecen toda su vida con la puerta a medio
des de máxima responsabilidad. abrir, porque en innumerables casos no se reci-
Nos preocupa que en muchos casos nues- be la suficiente instrucción para valorar un tex-
tros estudiantes lleguen con problemas serios to y éste aparece vacío de significados.
de lectura y escritura, lean muy poco textos Esperamos que con este escrito se pueda
alfabéticos, y cuando leen, lean pero no en- vislumbrar cómo desarrollar unas habilidades
tienden y cuando escriben, no tengan claro qué cognitivas e instrumentales2 que permitan con-
deben decir con sus propios argumentos, sólo vertir a nuestros estudiantes en buenos lectores
y excelentes escritores. Y un buen lector es un
1  Es un registro diario o periódico de las experiencias, re- lector crítico; un buen escritor es quien domi-
flexiones y reacciones que tiene un lector ante un texto
científico y literario. Es la memoria escrita de qué, cómo y 2  Para mayores precisiones, Rogelio Cárdenas-Londoño
para qué lee. (2007).
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na las normas de una determinada lengua. La de las principales preocupaciones ha sido la de


habilidad más noble que un buen lector ad- ofrecerles alternativas para que puedan adquirir
quiere es la capacidad crítica, al poder examinar conciencia de sus propios procesos de pensa-
los propios pensamientos, establecer los juicios miento y que ésta se convierta en un punto de
propios, buscar las propias respuestas al con- apoyo en el proceso de aprendizaje de las mate-
trastarlas con lo que lee. Y la escritura es una rias que estudian.
tarea cuyo ejercicio exige el dominio de destre-
zas peculiares. ¿Voces en búsqueda de una
No leer bien es como permanecer aislado, definición de leer y escribir en
sin suficientes referencias ni relaciones con el educación superior?
mundo externo que permitan la comparación
personal y el crecimiento interior. Pretende- La lectura y la escritura, como actos comuni-
mos, con este escrito, que se llegue a com- cativos, pueden ser abordadas desde múltiples
prender el papel de la lectura como fuente de perspectivas. En este caso, haremos un viaje por
sabiduría y entretenimiento, se lee con el cora- distintas voces de autores reconocidos que nos
zón y con la mente. Y se escribe para retener, ayuden a entenderlas.
recordar y prolongar la memoria, ubicando un
depósito o almacén de todas las vivencias de Escribir como proceso de
quien escribe. representar
También se intenta, con la materialización
de este escrito, hacer de la lectura y la escritu- El Pequeño Larousse, diccionario escolar (1986,
ra, unas herramientas que permitan desarrollar p. 104) dice con respecto a Escribir: representar
habilidades superiores en nuestros estudiantes, palabras, ideas o sonidos por signos convenciona-
para que usen la intensa percepción, la me- les. Redactar: escribir libros. Componer: escri-
moria funcional, el cuestionamiento creativo, bir música. Comunicar por escrito: escribir una
el razonamiento lógico y la evaluación crítica. noticia. Ortografiar: escribir “hombre” con “h” y
Intentamos que se aprenda a enfrentar los tex- jilguero con “j”. fig. Marca, señalar: la ignominia
tos desde una posición crítica que pueda ser escrita en su carta. Y frente a Leer (p. 163) nos
apoyada con razonamientos claros y lógicos. deja saber lo siguiente: conocer y saber juntar
Por último, consideramos que la intención las letras: aprender a leer. Comprender lo que
de estas líneas en su conjunto es la de ayudar a está escrito o impreso en una lengua extranjera.
formar lectores y escritores en un nivel de com- Leer alemán. Decir en voz alta o pasar la vista
prensión activa y profunda, que significa que el por lo que está escrito o impreso. Leer el perió-
lector entienda el mensaje, identifique cómo se dico. Enterarse de lo que contiene este texto
desarrolla y cómo apoya el autor la argumenta- escrito. Darse cuenta del significado de algo, de
ción y así, a la vez, el lector adquiere conciencia un sentimiento oculto, interpretando ciertos
de sus propios procesos de pensamiento. Una signos: leyó en la mirada su desgracia. Enseñar el
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profesor una materia. Interpretar un texto. Co- nal, las lecturas se olvidan básicamente por tres
rregir. Leer pruebas. motivos: No se comprenden. No se relacionan
con lo ya sabido o sus contenidos pierden inte-
Escribir como acto civilizador rés. Identifica como factores de olvido: la falta
de comprensión, la falta de relación y la falta de
Fernando Savater (1997, p. 123), a propósito de interés. Queda claro, entonces, cómo estos fac-
la lectura nos dice, que la lectura es un acto ci- tores influyen en los malos hábitos que hacen
vilizador, una disciplina, una introspección que de la lectura un esfuerzo ineficiente y, además,
estimula la capacidad y la creación de una sub- nos da pista de dónde corregir y aprender.
jetividad. Estoy seguro de que una gran parte de Para este autor, comprender una lectura
lo que somos se lo debemos a la lectura. significa captar las ideas centrales, secundarias
e incluso las implícitas que flotan sobre el dis-
Escribir como práctica de curso, siempre y cuando las oraciones conser-
resultados esperados ven la sintaxis y los párrafos respeten la lógica.
Además, la lectura no es una actividad pasiva,
Luis Enrique García-Restrepo (2003), en su involucra los componentes físicos, mentales y
texto Lectoescritura práctica, nos deja saber emocionales del lector y, a menudo, se convier-
que siglos atrás quien sabía leer era considera- te en un diálogo, a veces mudo, a veces mani-
do un privilegiado entre los demás e infundía fiesto (como cuando subrayamos o insertamos
tanto respeto como el más exitoso profesional notas), otras veces crítico, entre un autor y su
de nuestros días. Antes de la difusión de la im- lector. Para leer y comprender un texto, se re-
prenta, un libro cualquiera era poco menos que quiere capacidad cognitiva, que crece con los
un tesoro, una fuente de sabiduría, y ahora… años y competencia lingüística, que aumenta
vivimos rodeados de textos impresos o fulgu- con el estudio y el esfuerzo personal. Es preciso
rantes en pantallas de computadoras, que la entonces conocer el significado de las palabras,
mayoría de los habitantes puede leer. las intenciones del autor, el contenido general,
Ahora, la creciente competencia profesio- el contexto del escrito y otros aspectos que en el
nal nos exige permanente actualización y, por momento preciso se abordan en función de lo re-
ende, continua lectura. En consecuencia, se querido.
nos impone la necesidad de reaprender a leer, García-Restrepo deja saber que a medi-
es decir, lograr que el tiempo invertido en una da que se comprende un texto, el lector debe
lectura –en cualquier lectura– sea eficiente y reflexionar sobre él y relacionarlo con otros
que el lector obtenga los resultados esperados temas que ya tiene en su memoria y, de esa ma-
del valioso tiempo dedicado a ella. nera, recordar sus ideas con mayor facilidad.
De igual forma, García-Restrepo se interro- Veamos: ¿se concentra usted al leer? ¿Com-
ga: ¿por qué olvidamos casi todo lo que leemos? prende cada uno de los términos que usa?
Aparte de la buena o deficiente memoria perso- ¿Comprende cada frase? ¿Capta las ideas prin-
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cipales? ¿Hace uso relacional con lo ya sabi- o discursiva que dan forma al proceso. Desde el
do? ¿Le interesa el tema? Queda como colofón plano de lo concreto o desde lo empírico, estas
que leer bien es comprender textos complejos, nociones se corresponden con los sujetos es-
descubrir los argumentos, la trama, las ideas critor y destinador, lector y destinatario, ellos
principales y las secundarias, captar puntos dé- –destinador y destinatario– implican una com-
biles, hallar ideas entre líneas, detectar incohe- petencia que los habilita como sujetos de hacer.
rencias, evaluar la racionalidad del autor, saber De esta manera, al escritor corresponde un
distinguir en un texto los elementos retóricos de hacer productivo, cuyo resultado final es el tex-
las ideas y, por qué no, disfrutar la musicalidad to, pero que sólo se concibe como tal cuando es
del español. Además, la buena lectura nos for- objeto de un hacer interpretativo que corres-
ma para la correcta escritura. ponde al sujeto lector. Los roles lector y escritor
suelen intercambiarse, en tanto son polos de
Escribir como una actividad un continuo comunicativo. Es el lector quien
productiva y humana inicia, mediante una operación deconstructiva
y, a la vez, alterna su rol-función con la de pro-
Gladis Lucía Acosta-Valencia y Jorge I. Sánchez ductor de sentido, que es una manera de gene-
(2002) sostienen que la lectura se constituye en rar “un texto”, aunque no se materialice en la
el momento de concreción de un evento comu- escritura.
nicativo que ha sido iniciado por otro acto: la En este orden de ideas, la producción y la
escritura, producto de un sujeto al que denomi- interpretación son formas del hacer que instau-
na escritor destinador. La relación comunica- ran un tipo de relación transaccional asimé-
tiva que se instaura entre escritor destinador y trica entre las dos instancias comprometidas:
lector destinatario se consolida, a partir del tex- escritor destinador y lector destinatario. Esta
to que oficia como objeto mediador sostiene la asimetría ha sido cuestionada por su postura
anterior fuente. De igual forma, deja saber que mecanicista y refrendada por la teoría de la in-
la lectura como práctica humana supone un formación, en tanto, hay diferencias cognitivas
tipo particular de comunicación orientada ha- y pragmáticas entre los sujetos partícipes de un
cia la búsqueda de sentido y la escritura como evento comunicativo y se condicionan las fluc-
actividad productiva está estrechamente rela- tuaciones de sentido en los procesos de produc-
cionada con el pensamiento y con el lenguaje. ción e interpretación de mensajes.
Si buscamos identificar los sujetos propios Si nos detenemos a mirar cómo se da la
del proceso lectoescritural, aparecen el lector y conversión de lector en escritor, vemos que éste
el escritor como sujetos “ideales” y como enti- no es un acto fortuito: es el resultado de un tra-
dades abstractas comparables con los términos bajo constante de interacción con el texto y con
“hablante y oyente ideal”, que la Gramática Ge- la cultura misma, porque quien escribe requie-
nerativa Transformacional presenta como los re ordenar sus ideas para ser consecuente con
que pueden conllevar una naturaleza empírica qué quiere decir y a quién se lo quiere contar.
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En otros términos, el que escribe organiza sus lectura como un proceso: como un acto o una
ideas en dependencia de lo que quiere anunciar actividad de abducción. Como un trabajo de indi-
y está atento a las particularidades del destina- cios y de hipótesis progresivas. Se infiere entonces
tario al que quiere dirigir sus mensajes. que la comprensión lectora no es “algo” exterior
De cualquier forma, a quien escribe –lláme- al lector; tampoco es un “sentido” que el lector
se escritor– le corresponde pensar y materializar guarda en su interior y que se devela cuando lee
ese pensamiento, vía signos lingüísticos, que son un texto; mucho menos es algo que uno –aza-
los que le permiten actualizar la lengua, porque rosamente– se encuentra en el viaje textual.
gracias a éstos el escritor se actualiza y actuali- Leer es sobre todo un ejercicio de conjetura. Es
za. Esta materialización tiene un doble juego: una capacidad para ir formulando continuas hi-
por un lado, conocer las reglas que requiere para pótesis sobre un “sentido posible”. La lectura es
conjugar ese código escrito; y por otro, hacer una construcción progresiva: semiosis. Leer es
gala de las estrategias de composición. apostar en la posibilidad de sentido.
También es cierto, que la revisión y la eva- Con sano criterio, el autor anterior deja sa-
luación implican el lugar en que el escritor va- ber que leer es como el papel que cumple el de-
lora su producción y, por tanto, se confronta tective frente a la escena del crimen, que está
con el texto como producto, él se convierte en llena de indicios, pero que tales pistas no son
intérprete de su propio texto y toma distancia perceptibles, ni legibles sino para alguien ca-
para objetivar su hacer, aplicando las correccio- pacitado e inmerso en ellas. Así sucede con los
nes que considera pertinentes. La conversión textos: cada uno de ellos podría denominarse
de escritor en lector reafirma el carácter po- un crimen. Y como crimen que es, posee una
sicional y, por tanto, transitorio de los sujetos serie de pistas, de marcas, de huellas, de indi-
partícipes del evento comunicativo. Asumir cios sobre el culpable o responsable del delito.
una doble posición, destinador destinatario, es Por lo mismo, es el lector, detective, el que pue-
el compromiso que se adquiere en todo evento de ir formulando supuestos, conjeturas de lo
comunicativo. que va encontrando: un verbo conjugado, más
allá tres palabras en relación, una frase, en ese
Escribir como proceso otro sitio una mayúscula en negrilla, en fin una
serie de estrategias usadas por el escritor que sólo
Fernando Vásquez-Rodríguez (1994), en Lec- el lector puede interpretar a su antojo.
tura y abducción, escritura y reconocimiento, ad- Entonces, la lectura es una actividad de per-
vierte que no piensa que la lectura sea sólo un manente abducción, de una apuesta de sentido
conjunto de habilidades, ni que leer sea una a otra. Como quien dice, leer desde esta pers-
mera decodificación de signos. Tampoco com- pectiva es mantenerse en la cuerda floja del
parte la opinión según la cual la lectura es un sentido; en permanente divagar, en constante
libre y fantasioso juego de interpretaciones. búsqueda. Por lo mismo, el texto no guarda un
Vásquez-Rodríguez sostiene que entiende la sentido único, mítico, original; ni tampoco es el
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lector quien tiene escondido o posee un esque- escurridiza y de difícil acercamiento. La pala-
ma único, el sentido del texto. Más bien, es des- bra escrita no es fácil de dominar. Es resbalosa,
de la reconstrucción, desde las declaraciones de dice a pesar de nosotros; es ambigua, dice por
los distintos testigos, desde esas pistas, como todos los intersticios; es inagotable, dice mucho
se va desenredando el sentido. Quizás, sostiene más de lo esperado; es pudorosa, dice menos de
Vásquez-Rodríguez, el sentido sea un momen- lo que esperábamos… La palabra escrita es la
to o un estado en el cual se logra evidenciar al- materia prima del que escribe y está repleta de
guna relación o algún punto de convergencia. aristas, de sombras, de irregularidades y zonas
Quizá el sentido no sea sino la enorme variabi- inexploradas que la convierten, en una entidad
lidad de los juegos del lenguaje. desconocida la mayoría de las veces.
Con todo y lo anteriormente expuesto, nos Por último, Vásquez-Rodríguez nos deja sa-
queda acercarnos a lo que piensa el mismo au- ber que a escribir sólo se aprende escribiendo.
tor sobre escribir y dice al respecto: escribir es Una y otra vez: tachando, volviendo hacia atrás,
poner afuera nuestro pensamiento. La escritura retomando o relacionando, haciendo glosas,
expone nuestro yo. Cuando escribimos, logra- recurriendo al inciso, al alargamiento o a la
mos asistir a una puesta en escena de nuestra supresión. Justo aquí muestro grandes simpatías
subjetividad. Gracias a la escritura, hacemos por los dos autores anteriormente referencia-
permanentes los actos de reconocimiento, de dos y seguidos de muy cerca por parte mía, por-
agnición. Nos convertimos en actores y espec- que valoro cada intento que se da por parte de
tadores de nuestra propia obra. De allí la difi- quien escribe; por eso, es muy saludable hacer
cultad y la importancia de la escritura. No sólo versiones, sea el caso, ésta es la cuarta versión
por la fijación o la evidencia de la letra, por la de este texto. Escribir es sinónimo de ensayo
certeza del documento; sino, además, porque permanente y es razonable en ese ensayar fre-
la escritura nos permite reconocer, cada idea cuente, en el que aparece la duda, en el que
o propuesta, cada iniciativa o intención, cada emerge la falta de precisión, y justo ahí va to-
proyecto o utopía. La escritura es como un yun- mando forma la escritura.
que en el cual podemos medir la calidad mate- Al llegar aquí tenemos que sostener que la
rial del pensamiento. Escribiendo descubrimos escritura cumple un papel fundamental en el
nuestras incompetencias o nuestra confusión; trabajo de la educación superior. Es necesario
cuando escribimos es cuando mejor podemos que quienes tenemos la responsabilidad social
apreciar nuestras limitaciones o nuestras posi- de ser docentes, empecemos a escribir. O al
bilidades insospechadas. En el acto de escribir menos, que aceptemos que no sabemos lidiar
comprobamos si somos meros repetidores o con la escritura. Digo que es necesario, porque
productores de conocimiento. la mayor parte de nuestra práctica docente se
El autor deja saber que escribir no es tradu- está convirtiendo en un activismo sin reflexión,
cir el habla o el lenguaje oral. Son dos códigos sin distanciamiento comprensivo. Si a ese ac-
diferentes. Escribir es trabajar con una materia tivismo repetitivo no le ponemos el pare de
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la escritura, difícilmente comprenderemos qué individuo ha adquirido todos estos conocimien-


estamos haciendo y cómo lo hemos venido ha- tos se dice que domina satisfactoriamente el có-
ciendo. digo escrito.
Por otro lado, Cassany llama la atención
Escribir como composición y frente a la necesidad de dominar una variada
proceso recursivo gama de estrategias que le permitan al escritor
aplicar los conocimientos del código, generales
Daniel Cassany (1989, pp. 1-24), en la intro- y abstractos, en cada situación concreta. Para
ducción a Describir el escribir: cómo se aprende a ello, debe dar cuenta del contexto comunicati-
escribir, señala que la escritura como composi- vo en el que actuará el texto; así mismo, cómo
ción del texto es un proceso recursivo en el que serán sus lectores, cuándo leerán el escrito,
el autor genera, desarrolla, redacta, revisa y, fi- dónde y, finalmente, cuánto saben del tema al
nalmente, expresa unas ideas determinadas. De que él como escritor hace referencia, porque
igual forma, remarca y hace notoria la urgencia del poco o mucho conocimiento que se tenga del
de conocer y usar el código escrito, entendido tema dependerá su nivel de interés.
éste como el conjunto de conocimientos de gra- Luego, debe ser capaz de generar y ordenar
mática y de lengua que los autores tienen en ideas sobre este tema para planificar la estruc-
la memoria. A la vez, enfatiza en la función tura global del texto. Además, para alcanzar
que cumple la composición del texto y la explica la versión definitiva del escrito, deberá redactar
como ese conjunto de estrategias comunicati- varios borradores y tendrá que revisarlos y co-
vas que utiliza cada autor para producir un es- rregirlos más de una vez. Para hacer esto, tie-
crito y se manifiesta en su saber hacer. ne que estar acostumbrado a releer y a repasar
Cassany deja claro que para escribir hay que cada fragmento que escribe. En conclusión, el
conocer las reglas lingüísticas de la lengua en autor citado deja saber que quien escribe debe
que se escribe, o sea, conocer el código y sus desarrollar un buen proceso de composición
pormenores. Veamos: conocer de gramática: que le permita producir textos con los signos y
ortografía y morfosintaxis, entre otras; conocer reglas del código escrito.
los mecanismos de cohesión del texto: enlaces, No podría terminar este apartado sin men-
puntuaciones y referencias; conocer las diver- cionar lo común de todas estas voces, escribir
sas formas de coherencia según el tipo de tex- visto como acto, es explicado por cada uno de
to que se desee construir; conocer la variedad ellos como ese instrumento de reflexión que
y el registro adecuados, o sea, esa diversidad se asume en el acto mismo de escribir. Cuan-
sociolingüística de cada lengua; y por último, do uno hace de redactor, justo allí aprende so-
conocer las más sutiles convenciones sobre la bre sí mismo y sobre el mundo, entonces, lo
disposición espacial del texto: dominar los que viene es un momento para la expresión y
indicadores de todo texto escrito. Con esta des- la comunicación de las percepciones propias a
cripción de pautas, deja saber que cuando un otros, sus lectores. Escribir, entonces, confiere
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el poder de crecer como persona, en tanto se Se debe animar a los alumnos a comentar
desenvuelve en la vida académica, y como pro- con sus compañeros lo que escriben, revisar con
fesional, porque puede influir en el mundo, en sus pares, sus iguales, además, se debe prestar
particular en el propio. asesoría individualizada, frecuente y oportuna
Escribir como proceso, entendida la escri- por parte del docente o tutor. Leer lo que se es-
tura como tener una idea clara para contársela cribe, explicar las impresiones que causan las
a otros, imaginarse su propia audiencia y te- distintas opiniones, pero lo más importante, de-
ner un camino para expresarlo de la manera jar claro los principales aprendizajes que arroja
como la razón o el corazón dicten, porque en este proceso emprendido y culminado en cada
la punta del lápiz o del instrumento que me- versión que se entrega y se revisa.
dia para ese efecto, sólo deberá estar el objeti- La evaluación del progreso de los alum-
vo de su tema de interés que quiere compartir nos noveles frente al difícil uso de la escritura
con sus lectores. A medida que el proceso se de- deberá comenzar con el propio trabajo de los
sarrolla, el escritor redactor realiza cada una estudiantes: revisar escritos, borradores y el
de esas tareas en cualquier momento: imagi- proceso hasta el momento seguido y sus respec-
nar audiencia, formular objetivos, desarrollar tivos comentarios y anotaciones al respecto. Se
ideas, producir anotaciones, hacer borradores cierra este ciclo desarrollando en los alumnos
y terminar con un texto, que puede corregir posturas críticas frente al quehacer reflexivo,
cuantas veces considere indispensable, siem- autoevaluación del trabajo, de manera que pue-
pre y cuando satisfaga las necesidades de su dan convertirse en redactores eficientes y autó-
audiencia. nomos más allá de lo que digan otros.
Escribir como un método: uno puede
aprender a escribir, si usa método. Estoy con- Una ruta metodológica por
vencido de esto y, por eso, al final propondré apropiar, un camino por andar
una ruta metodológica que nos ayude en este
tortuoso camino metacognitivo. Dicen los que A estas alturas del escrito y después de con-
saben que a escribir se aprende escribiendo. sultar voces autorizadas sobre nuestro tema
Pero para eso se requieren guías, recetas o ca- de interés, la lectoescritura, nos compete una
minos prefigurados por quienes ya han camina- obligación pedagógica y docente, de querer
do por estos estrechos senderos. Esas guías no compartir una ruta metodológica de aprendizaje
podrán ser tomadas como las únicas vías, todas que permita, no como receta única, sino como
ellas son incompletas y son perfectibles. Pero punto de apoyo en esta ardua tarea, tener refe-
para guiar, siempre se hará sobre lo escrito, la rentes que actúen como mojones en este res-
versión n. Se escribe por versiones para ser co- baladizo piso de la escritura y la lectura, y más
rregidas. Se debe guiar el proceso de compo- que pontificar, se quiere indicar cómo hacerlo,
sición y dialogar sobre el trabajo de los alumnos frente a múltiples voces de maestros que han
como un método básico de instrucción. solicitado tareas, es ésta una ayuda para llevar
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a feliz término dicha demanda lectoescritural. a que identifiquen las palabras clave de la
Expreso una intención formativa. No es sólo sesión de trabajo y que desarrollen la ruta
una disquisición conceptual sobre ellos, sino personal que implica definiciones: personal,
una serie de herramientas con las cuales el que dos amigos, diccionario común, dicciona-
las requiera pueda echar mano de ellas según rio especializado, diccionario de sinónimos
su problema o urgencia de construcción. y antónimos, y que vuelvan a definir con lo
acumulado hasta ese momento.
Las estrategias visualizadas: • Evalúe su escritura y la de sus estudiantes,
un camino por asumir y por bajo dos criterios: uno, la claridad en la expo-
compartir sición de los conceptos (dominio temático);
dos, la estructura y el orden de sus textos
Puntos de acción (manejo retórico discursivo de los géneros
En mis talleres con estudiantes (semillero textuales predominantes en la academia).
SICE) y con profesores, trato de dar pautas que,
siendo muy generales, puedan sugerir acciones Por otro lado, como un acto de máximo re-
de fortalecimiento y seguimiento del progre- conocimiento a su esfuerzo pedagógico y didác-
so en nuestra escritura. Aquí va la enunciación tico y por el gran aprecio a unos de mis grandes
escueta de cuatro actividades concretas que le mentores y que ostenta el título de Gran Maes-
ayudarán a mejorar sus prácticas docentes o de tro, compilo las estrategias3 que sugiere un
estudio y a fomentar la escritura en el aula. “heavyweight championship” de la enseñanza
como Fernando Vásquez-Rodríguez, quien re-
Para el registro de su actividad docente comienda lo siguiente y para eso uso la estrate-
• Intente redactar su clase. Pase de los temas gia del parafraseo.
enunciados en el Power Point a la construc-
ción de un texto que exponga su enseñanza 1. Intente, por todos los medios,

y tenga como propósito elaborar un docu- favorecer la lectura de obras o libros

mento pretexto. completos y no el fragmentario leer de

• Lleve una bitácora didáctica o un diario. Es- fotocopias

tablezca su agenda didáctica y describa sus • Éste parece ser un reto imposible de afron-
talleres señalando objetivos, actividades, tar, cuando estamos inmersos hoy en la cul-
productos y aprendizajes. tura de “copiar y pegar”. Sin embargo, es
prioritario que las instituciones universita-

Para fomentar la escritura en el aula


3  Esta compilación se hace con base en el encuentro de
• Pida siempre a sus estudiantes la construc- docentes de educación superior en el primer semestre de
ción y lectura pública de uno o dos párra- 2007, realizado en la Universidad Sergio Arboleda, Bogotá,
con el único fin de dar a conocer lo que la Red Lees viene
fos que sinteticen los aspectos centrales de construyendo a este respecto y como miembro del Nodo
cada clase y sus aprendizajes. O invítelos Antioquia y parte del Grupo Texturas.
papel de las metodologías de enseñanza del proceso lectoescritural / r. cárdenas / 99

rias, en general y, nosotros, los educadores, 2. Antes de “poner” una lectura, enseñe
en particular, asumamos una defensa en y muestre con ejemplos las prácticas de
serio de la lectura de libros. Tal vez debe- subrayado, de glosa y de resumen
ríamos comenzar a pensar cuáles son esas • Ésta es otra tarea que los maestros tenemos
obras canónicas que fundan una disciplina que asumir con responsabilidad. Y más tra-
o un proyecto educativo. Tenemos que vol- tándose de la educación superior. No basta
ver a priorizar la formación sobre la acumu- con imponer las lecturas. Los maestros tam-
lación de información. O, lo mismo, se trata bién tenemos que ofrecer algunas maneras
de elegir reflexivamente unas pocas obras, de hacerlo. Propongo, por ahora, tres prác-
más que de sumar arbitrariamente el reta- ticas que me han resultado muy útiles, par-
zo de muchas. No sólo porque la lectura de ticularmente en los posgrados. La primera
la obra completa favorece una secuencia y de ellas tiene qué ver con el subrayado: me
dosificación de los contenidos para el que refiero a poner en relieve ciertas líneas de
aprende, sino porque contribuye a forjar en determinado texto. Advirtamos, de una vez,
nuestros alumnos algunas visiones de totali- que se subrayan ideas completas y no pa-
dad, útiles para guiarse en medio del mare- labras sueltas; que se subrayan “ideas fuer-
mágnum informativo circundante. za” (ésas que nos parecen interesantes o
• Y cuando todos sus recursos fallen o no en- que nos impactan o con las que no estamos
cuentre otra alternativa para sus clases o sus provisionalmente de acuerdo) y no las mal
cursos, acostúmbrese a fotocopiarles también llamadas “ideas principales” (de las cuales
a sus alumnos la tabla de contenido del texto sólo podemos saber al final de la lectura).
objeto de su interés. Recuerde que la com- Tengamos presente también que es bueno
prensión depende de ese juego entre la parte subrayar por lo menos con dos colores: uno,
y el todo, de ese oscilar entre la obra como para destacar lo que llamaríamos la conti-
totalidad y el fragmento como particularidad. nuidad de la lectura; otro, para repujar esas
Por lo mismo, dedique un buen tiempo de su ideas relacionadas con el problema o la pre-
cátedra a mostrarles a sus estudiantes cómo gunta motivo de nuestro interés. En todo
la lectura de la tabla de contenido es un tra- caso, el subrayado nos ayuda a entender la
bajo previo que da pistas de orientación o de- lectura como un ejercicio de discriminar la
terminado contexto para afinar los posibles información.
significados del capítulo de una obra o ese
apartado que a bien tuvo usted seleccionar. 3. Propiciar y enseñar a nuestros
Recuerde: no basta con incluir en la primera estudiantes otra práctica como glosar
página de las fotocopias la referencia biblio- Esta estrategia de enseñanza requiere invitar-
gráfica. Eso es apenas la primera parte y, a los a usar los márgenes de las páginas para que
veces, la menos importante, cuando de esti- hagan sus comentarios sobre lo que van leyen-
mular la lectura comprensiva se trata. do (esto es frecuente en los libros propios),
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es una invitación a andar por ellos, como un 5. Incluya en sus prácticas de lectura
atrevido y osado niño. Glosar es traducir en universitaria, el empleo de esquemas
nuestras palabras ésas otras que vamos leyen- Es urgente incorporar a nuestras clases dispo-
do; glosar es empezar a dialogar con la obra. sitivos didácticos centrados más en el espacio
Pero, además, glosar es empezar a escribir. Y que en el tiempo. Y lo digo porque hemos des-
esto sí que es fundamental, porque la escritu- cuidado otras formas de plantear y apropiar in-
ra afianza, concreta y cierra el proceso lector. formación. Una de ellas es la esquemática.4 La
Porque la escritura es el verdadero evaluador esquemática viene siendo como una topografía
de la lectura. en la cual el tiempo lineal del discurso se trans-
forma o se organiza desde las lógicas propias
4. Enseñar de igual modo lo básico de las del espacio simultáneo. El esquema visualiza o
prácticas de resumir muestra las realidades no visibles; abstrae y, al
Al hacer uso de esta estrategia, hacer resumen, mismo tiempo, hace evidente. El esquema hace
no hay que confundirla con abreviar a secas. parte de una teoría y didáctica de la imagen, esa
Buscamos con esto que el alumno se apropie de otra materia en la cual debemos alfabetizarnos
unas habilidades que le permitan eliminar in- todos los educadores. En este sentido, conside-
formación no pertinente, que aprenda a captu- ro que el uso de los mapas conceptuales, de los
rar lo esencial de la información; pero al igual mapas semánticos o cualquier otro medio seme-
que en la glosa, que se acostumbre a combinar jante del campo de la representación, contri-
la lectura con la escritura. Al escribir el resu- buye de manera eficaz para que los estudiantes
men, operan otros procesos cognitivos, como perciban las relaciones y las subordinaciones
el de la síntesis; se accede a otro escalón del habidas en una información.5
pensamiento en el cual las ideas sueltas se co- La lógica de los esquemas, además de ser en
mienzan a anudar en busca de la cohesión y la sí misma una concreción informativa, muestra
coherencia del discurso. las relaciones del todo con sus partes. Nos per-
Deseo insistir en que lo importante de es- mite dar cuenta de lo leído o, al menos, desen-
tas prácticas es dedicarles un tiempo para en- redar los hilos del enigma. Y lo significativo de
señarlas, en darles cabida en nuestras clases,
4  Uno de los textos más completos sobre este punto es el
en volverlas cotidianas a la hora de pensar en de Joan Costa (1998). La esquemática. Visualizar la infor-
la evaluación, en crear una conciencia en los mación. Barcelona: Paidós. Como ejemplo didáctico del
esquema en la educación superior, puede consultarse la
alumnos de que leer no es pasar los ojos por investigación de Andrés Mauricio Quiroga, Fabián Alfonso
las hojas, sino una convivencia con la obra, un Hernández, Martha Cecilia Rodríguez & Dubys Mary Ramí-
rez (2006). Didáctica del esquema. Medellín: Litoimpresos.
ejercicio de negociación de significados, una
5  Además del ya clásico texto de Joseph D. Novak & D. Bob
permanente reconstrucción del sentido. Insis- Gowin (1988). Aprendiendo a aprender. Barcelona: Martí-
tirles, a los que aprenden, que la lectura no está nez Roca, pueden ser útiles dos obras más: la de Antonio
Ontoria-Peña (1993). Mapas conceptuales. Una técnica para
en el libro, que parte de él sí, pero que esencial- aprender. Madrid: Narcea. Y la de Tony Buzan & Barry Bu-
mente es una construcción del lector. zan (1996). El libro de los mapas mentales. Barcelona: Urano.
papel de las metodologías de enseñanza del proceso lectoescritural / r. cárdenas / 101

esta estrategia es que podemos dar cuenta de la diferentes versiones, en ese suceder de borrado-
información, ver sus jerarquías, establecer su res, tachones, enmendaduras y correcciones in-
ruta de significado, apropiarnos de los secretos terminables.
de su estructura o rastrear los mecanismos de Por lo mismo, priorizar la entrega del esbo-
su composición. Pero, reiterémoslo: esto hay zo es ir acostumbrando a nuestros estudiantes a
que enseñarlo a los estudiantes y enseñarlo que planeen la escritura, a que piensen prime-
bien. No demandarlo, sino explicarlo punto por ro antes de lanzarse a redactar. Mejor aún, es
punto: así se ubican los conceptos, así se cons- mostrarles que escribir es diferente a redactar.
truyen las proposiciones, de esta manera ope- Que el trabajo de la escritura es, esencialmente,
ran las palabras enlace. con las ideas, con la organización de las ideas; y
que después, mucho después, esas ideas encar-
6. Utilice la estrategia de escritos por nan en palabras. El esbozo tiene otra ventaja,
versiones para el que aprende a escribir: lo obliga desde
Pida con anterioridad los esbozos de los escri- el comienzo a fijarse un horizonte, a ver el con-
tos que solicita, antes de recibir los trabajos junto y con ello a sopesar cómo va a llegar a tal
finales de los estudiantes. Esta estrategia didác- meta; cuáles son los medios o recursos de que
tica nace de la gran cantidad de tiempo que gas- dispone o debe hacer acopio, en qué fuente va
tamos los maestros tratando de adivinar qué fue a basarse o soportarse. El esbozo es como una
lo que trataron de escribir nuestros alumnos. El carta de navegación o un mapa guía para la
esbozo es un medio para que el estudiante, an- escritura.6
tes de cualquier cosa, organice sus ideas, para De otro lado, el esbozo ayuda para que el es-
que tenga una estructura de base, un esque- tudiante entrevea una jerarquía entre las partes
ma que le sirva de garantía o ruta de viaje. del posible texto que va a elaborar, al igual que
El esbozo es la configuración que antecede una cierta prefiguración del número de párra-
a figuración; un esqueleto o armazón que so- fos. El esbozo, en síntesis, habilita al estudiante
porta los músculos o el peso de la construcción a concebir primero una estructura, antes que
semántica. Por lo demás, el esbozo nos ayuda lanzarse a una azarosa profusión de palabras.
a que la corrección que hagamos de un escrito Para decirlo de otra forma, el esbozo es la con-
se haga sobre los objetivos o los propósitos del creción del trabajo previo con las ideas, de esa
mismo y no sobre hechos cumplidos. Este re- etapa que otros han llamado la preescritura y
curso, hijo de las artes plásticas, puede ayudar-
nos a entender que escribir es un proceso, que
6  Ver capítulo tres, “La producción de las ideas” del libro
el “trabajo en limpio” no constituye por sí el
de María Teresa Serafini (1989). Cómo redactar un tema.
mayor logro de la escritura; que lo importante Didáctica de la escritura. Barcelona: Paidós. La autora afir-
son los borradores. Que escribir, en últimas no ma: “Una vez recogido el material, organizados los datos,
decidida la tesis a sostener o el punto de vista sobre el cual
es otra cosa que aprender a tachar. Y que lo más crear la composición, antes de comenzar en forma concreta
importante de aprender a escribir reside en las con el desarrollo debemos escribir un esbozo”, p. 56.
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que es garantía para que la redacción tenga un Es un acto artesanal, una mediación insos-
norte o un cauce que la lleve a feliz término. layable del maestro para que escribir deje de
ser una tarea lejana o incomprensible y se tor-
7. Diseñe la estrategia de contar cómo ne una actividad con sentido, una labor posible
nos acercamos a la escritura, cómo fue de realizarse. Desde luego, familiarizar a los
nuestra primera vez estudiantes con las lógicas de la composición
Dedique un espacio o alguna sesión de su cáte- demanda que el educador conozca esas dinámi-
dra para hacer evidentes los procesos de com- cas que puede encontrar –si no se cuenta con
posición de la escritura. No podemos seguir la propia producción escrita– en las entrevistas
reforzando la idea de que escribir es un logro hechas a los escritores expertos, en sus testimo-
mágico o el fruto de la inspiración romántica, o nios vertidos en diarios y cartas, y en algunos
la tarea de genios o artistas consumados. Por el libros enfocados a relatar las etapas de inicio,
contrario, tenemos que desidealizar el oficio de reelaboración y afinamiento de una obra con-
escribir. Para ello, podemos echar mano de ejem- creta de escritura.8 Puesto de otra manera, esas
plos en los cuales logremos enseñarles a nuestros estrategias hay que retomarlas de la tradición
estudiantes cómo fue concebida la estructura del de la didáctica de la literatura que mucho
texto, de qué manera se fueron organizando las puede ayudar y contribuir para una didáctica
ideas, con qué conectores se amarraron, cuáles de la escritura en la educación superior.
fueron los argumentos empleados, qué fuentes
sirvieron de aval y cómo entraron a formar parte 8. Utiliza las estrategias de las rejillas de
del discurso… en fin, mirar en detalle el “de- metacognición
trás de cámaras” de la escritura. Solicite que sus estudiantes, cuando presenten
Para este propósito, pueden servir textos un escrito, dejen un pequeño espacio del mis-
ejemplares de autores ampliamente reconoci- mo para que den cuenta de su proceso meta-
dos o trabajos destacables de estudiantes de se- cognitivo y, de no ser así, tómese la molestia de
mestres anteriores. Pero no se trata de traerlos
senta diversas teorías sobre el proceso de composición, cen-
a cuento y elogiarlos de manera general, sino trándose en los aportes de Linda Flower y John R. Hayes,
de presentar o desenredar ante los estudiantes bien sea para analizar la composición escrita “desde el ex-
terior” o como un proceso mental que el escritor “regula y
el juego entre la urdimbre y la trama de los tex- organiza durante el acto de composición”.
tos en cuestión: es otra lección de anatomía. 8  Sigue siendo muy útil, para ver en detalle los procesos
Desestructuramos el texto frente a los ojos de de composición literaria, el pequeño texto de Umberto Eco
(1985). Apostillas a El nombre de la Rosa, Barcelona, Lumen.
nuestros alumnos para que aprehendan o vean También puede ser interesante la obra de Leopoldo Brizue-
con sus propios ojos cuáles son las lógicas de com- la (1993). Cómo se escribe un cuento (selección, prólogo e
introducciones). Buenos Aires: El Ateneo. La de Leopoldo
posición y armado de la escritura.7
Brizuela & Edgardo Russo (1993). Cómo se escribe una novela
(selección, prólogo e introducciones). Buenos Aires: El Ateneo.
7  Ver en detalle el apartado “la composición del texto” de O la de Edgar Allan Poe, Paul Valéry, Vladimir Maiakovski,
la obra de Daniel Cassany (1989). Describir el escribir. Cómo Cesare Pavese & Denise Levertov (1985). El poeta y su trabajo.
se aprende a escribir. Barcelona: Paidós. En él, el autor pre- México: Universidad Autónoma de Puebla.
papel de las metodologías de enseñanza del proceso lectoescritural / r. cárdenas / 103

construir una rejilla en la cual se den las pautas porque puede servirle de referente para cotejar
o los indicadores propios de lo solicitado. Tene- sus requerimientos o parámetros con las inten-
mos que abrir la caja negra de la tarea de escri- ciones explícitas del alumno.
bir o, si se prefiere, necesitamos incorporar la Esta práctica permite que el maestro vea
dimensión metacognitiva a las prácticas de la aciertos o desfases entre lo que el aprendiz de
escritura.9 Ese dar cuenta de lo que hacemos, escritor se proponía lograr y lo que realmente
ese tomar distancia explicativa o comprensiva redactó, o darse cuenta de que el alumno aún
de nuestro escribir. La metacognición ayuda a no ha entendido bien las lógicas de composi-
que el estudiante se aparte por un momento ción de determinado género o tipología textual.
del inmediatismo de la tarea y asuma la actitud Este dar cuenta de lo que se hace es crucial
mediata del que piensa y rumia sobre lo que va para el desarrollo y mejora de los procesos es-
a escribir. criturales; es una manera de que el estudian-
Sugiero –al menos, eso me ha dado muy bue- te se autoevalúe permanentemente. Puesto de
nos resultados con mis estudiantes– pedirles que manera lapidaria: la metacognición, llevada a la
en cada hoja tamaño carta en la que presentan escritura, es corrección interiorizada.
sus escritos, dejen libres unos cuatro centíme-
tros hacia la margen derecha, para que consig- 9. Muestre bien el proceso de
nen o expliciten lo que se proponen escribir: argumentación y sus requerimientos
demos por caso, “aquí expongo mi tesis”, “éste Estimule el desarrollo del pensamiento argu-
es un argumento de autoridad”, “ésta es una cita mentativo, en especial a partir de la escritura de
para reforzar la tesis que vengo desarrollando”, ensayos. Por supuesto, esta labor también debe
“aquí uso un conector de refuerzo”, “aquí presen- hacerla la educación básica, pero deseo insistir
to la conclusión”, “este ejemplo amplifica lo que en ello porque hay demasiadas exigencias (quizá
vengo sosteniendo”, etc. Lo importante es que tantas que se vuelven tareas agobiantes) y poca
esta autoglosa, de un lado, le sirva al estudian- didáctica sobre este tipo de escritura. Siendo el
te para ir revisando o volviendo sobre lo mismo género más solicitado, el de mayor demanda en
que produce (digamos, para autorregular su es- diferentes áreas, el ensayo continúa huérfano de
critura); y, de otro, tiene una especial utilidad al las claves para su realización: ¿qué es una tesis?,
momento de la evaluación que hace el maestro ¿cómo se pasa del tema a la tesis?, ¿qué tipos de
argumentos pueden avalar la tesis?, ¿cuáles son
9  Para ampliar el tema de la metacognición, véase el libro y cómo usar los conectores lógicos?, ¿cómo se
de Mar Mateos (2001). Metacognición y educación. Buenos
Aires: Aique. Comenta la profesora que la metacognición, conjugan las citas y las notas a pie de página?10
“entendida como control de la propia actividad cognitiva, Se piden ensayos en una u otra materia dando
también denominada función ejecutiva, hace referencia a
procesos tanto de supervisión o autoevaluación del propio co-
nocimiento y de la propia actividad cognitiva (monitoring), 10  Un desarrollo detallado de cada uno de estos aspectos
cuando llevamos a cabo tareas de aprendizaje o de solución puede encontrarse en el libro de Fernando Vásquez-Ro-
de problemas, como a procesos de regulación de esa misma dríguez (2004). Pregúntale al ensayista. Bogotá: Editorial
actividad”, p. 69. Kimpres.
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por descontado que eso ya se sabe o que, por es- estudiante comience a incluir su voz entre las
tar en la universidad, es algo que se aprende por voces de otros, para que retome la tradición
añadidura. Nada más equivocado. pero manteniendo en alto su propia historia, su
Pero el asunto va aún más lejos: el ensayo visión de mundo. El ensayo está ahí, para ayu-
es una mediación para desarrollar el pensa- darlo a dar ese salto de mayoría de edad de la
miento argumentativo, para que nuestros estu- razón, para que pueda atreverse a exponer su
diantes aprendan a sustentar con razones sus criterio o sus tesis más incipientes frente a esa
opiniones, para que entiendan cómo se organi- pequeña comunidad académica que puede ser
za un discurso con fines persuasivos… en fin, un aula o un centro educativo. No sobra anotar
para que avancen y aprendan a moverse en una que para alcanzar este objetivo los maestros de-
cultura de la negociación, del consenso y del bemos hacer otro desplazamiento: atrevernos
disenso, de la participación y la convivencia a presentar ante nuestros estudiantes nuestra
ciudadana. El ensayo puede contribuir para que propia producción intelectual. Ésa es la garan-
nuestros alumnos sobrepasen el mero emotivis- tía de nuestra credibilidad docente o al menos
mo expresivo o la cháchara violenta tan cerca- la ética sin la cual es imposible situarnos como
na a las sinrazones de la fuerza. Esto demanda evaluadores del pensamiento de otros.
un desplazamiento de los docentes: más que
situarnos en una perspectiva lingüística, nece- 10. Fomente la lectura de pocos textos y
sitamos recuperar la tradición de la retórica la producción de escritos entre una y dos
clásica y la neorretórica contemporánea.11 páginas
Nótese que el ensayo, de igual modo, con- Lo propio de la educación superior es desa-
tribuye a permitir y estimular la producción rrollar el análisis y la comprensión crítica de
intelectual de los estudiantes. Lo superior de- la información. Ya no se trata de acumular o
manda no sólo ser consumidor de información, transcribir cantidades enciclopédicas de datos,
sino productor de conocimiento. Y el ensayo sino de adquirir un criterio para seleccionarlos
está ahí, como un útil privilegiado para que el y evaluar la información cotidiana. Desde este
mirador, lo más adecuado es mermar la canti-
11  Si se desea profundizar en una revisión histórica a los dad de lecturas previstas y elegir unas cuantas
autores y teorías sobre la argumentación en Occidente,
puede servir el libro de Roberto Marafioti (2003). Los patro-
para poder abordarlas con profundidad. De
nes de la argumentación. La argumentación en los clásicos y en nuevo, el educador necesita sopesar los quilates
siglo XX. Buenos Aires: Biblos. De igual modo, es interesan- de las fuentes que emplea; seleccionar aquellas
te y didáctico el texto del profesor Álvaro Díaz-Rodríguez
(2002). La argumentación escrita. Medellín: Universidad de obras que en verdad sirven de base para futuros
Antioquia. Es muy útil, por lo demás, la Guía para revisar un aprendizajes. Hecha esa escogencia –que re-
texto argumentativo, que incluye Díaz al finalizar su obra.
quiere experticia y sabiduría formativa– ahora
En esta misma perspectiva, vale la pena resaltar el libro Las
claves de la argumentación de Anthony Weston (2001), en sí se puede optimizar el tiempo de clase para
especial en la explicación que presenta de los tipos de argu- explorar en los significados menos evidentes o
mentos mediante ejemplos, analogía, autoridad, deductivos
en el sentido obtuso, sólo perceptible en una
o acerca de las causas.
papel de las metodologías de enseñanza del proceso lectoescritural / r. cárdenas / 105

segunda o tercera lectura. He ahí otra bondad escritos que vaya a solicitar. He aquí uno de los
de escoger pocas lecturas: el de ofrecer un esce- escollos más difíciles de sortear en nuestra co-
nario para la relectura, para el repaso, para esa tidianidad docente. La evaluación se nos ha
práctica potenciadora de la emergencia de la convertido en un dolor de cabeza perdurable,
comprensión. La relectura que, en lo superior, bien sea porque no sabemos cómo hacerlo con
es piedra de toque para afilar el juicio y empe- alguna objetividad o porque nos guardamos los
zar a sortear con algunas razones los vados de criterios con los cuales vamos a calificar deter-
la interpretación. minado trabajo. La mayoría de las veces, optamos
Igual cosa acontece con solicitar o asignar tra- por poner una nota, preferiblemente alta, para
bajos escritos de poca extensión: el estudiante, no tener que explicar al alumno por qué o de
entonces, tiene que ocuparse más de decir algo dónde sacamos tal guarismo. Y los estudiantes
con fundamento que de llenar páginas y pági- siguen sin saber en qué fallaron o cuál es el as-
nas para aparentar suficiencia o dedicación. Los pecto que merece mejorarse. Cada día, estoy
escritos de una o dos páginas, fuera de darle al más convencido de que la escritura no se arre-
docente más tiempo para leerlos y evaluarlos, gla o perfecciona con recomendaciones gene-
permiten que el aprendiz de escritor se concen- rales del tipo: “cuide la ortografía”, “mejore la
tre en lo esencial, que deje de lado el fárrago o sintaxis”, “le falta profundizar”… La escritura
la carreta para lograr enfoque y hondura en sus implica un trabajo de ubicación del error, de tu-
ideas. Tengamos presente que toda obra de fili- toría frente a esa falla y de una nueva escritura
grana es un arte del cuidado y sirve de acicate para ver si se ha entendido cómo superar dicha
para la atención y de estímulo para la perspicacia falencia. Por todo lo anterior, es indispensa-
o la agudeza mental. Cuando se escribe corto, se ble que el maestro explicite cuáles van a ser los
tiene que pensar mucho más; en ese tiempo de criterios con los que va a evaluar la escritura
rumia reflexiva, las palabras que usamos comien- de sus estudiantes. Y una vez establecidos esos
zan a adquirir su justa valía o reconocemos que criterios, aclararlos con ellos, explicarlos hasta
nos hace falta saber otras capaces de dar cuenta donde sea necesario para que una y otra parte
de algo que tenemos en la cabeza pero que aún cuenten con un referente lo menos ambiguo
no logramos expresar. Otra cosa: los escritos cor- posible. Mejor aún, deberíamos trasvasar esos
tos permiten que varios de ellos sean leídos en criterios a una rejilla o matriz que facilite la ca-
clase, que circulen, que entren a formar parte de lificación y podamos compartirla luego con el
ese juego discursivo en el cual deben moverse estudiante.12 Porque no es suficiente poner arri-
la enseñanza y el aprendizaje de lo superior. ba de la página un revisado o un visto bueno,
porque las anotaciones aunque sean útiles no

11. Valore el poder de seleccionar los


“mejores” y use los indicadores propios 12  Fernando Vásquez-Rodríguez presenta un modelo de re-
jilla, en especial para la evaluación de ensayos en Pregúntele
Determine con anterioridad y socialice con los al ensayista, pp. 243-245, que suelo adjuntar al direccionar
estudiantes los criterios de evaluación de los cada una de las actividades escriturales.
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constituyen de por sí la superación de la equi- a enriquecer su producción escrita. Vásquez-


vocación o la comprensión del desacierto, por- Rodríguez recomienda utilizar una bibliografía
que la genuina evaluación de la escritura lleva comentada y no por amontonar o almacenar
al nuevo borrador. Y porque, en últimas, nunca fuentes que nunca sabremos si verdaderamen-
se acaba de escribir. te formaron parte de la elaboración o composi-
ción de un texto.
12. Direccione el uso de fuentes de Como se puede colegir de lo anterior, con-
referencia y lo que ello implica sidero prioritario generar espacios o estrate-
A la par con sus alumnos, tome conciencia de gias didácticas para que el estudiante converse
que, al entregar una bibliografía, es pertinente con los textos y no que los asuma pasivamen-
determinar en cada caso cuál puede ser su uti- te como fuentes de autoridad.13 Y, al mismo
lidad concreta o para qué sirve cada texto en es- tiempo, subrayo las prácticas de lectura rumia-
pecial. De nada sirve ofrecer una lista de libros, da, decantada; esa que pasa por diversos esta-
si el estudiante no cuenta con alguna orienta- dios y que involucra diferentes niveles de la
ción que le permita discriminar la información comprensión.
suministrada. Es preferible recomendar dos o Detengámonos acá y cerremos esta docena
tres obras para un trabajo o una clase que una de sugerencias didácticas, expuestas en un tono
avalancha de textos puestos a la manera de estratégico. Agregaría solamente que he queri-
una lista, pero sin atender a las necesidades del do hacerlo así, porque la estrategia subraya el
que aprende. Insisto en el papel de selecciona- propósito final, porque resalta el trazado de un
dor competente que cumple el educador cuando plan, porque –en últimas– conduce la acción. Y
proporciona alguna información. Ese rol de dis- esas características sí que son importantes para
tinción o preferencia es clave al momento de superar la improvisación o el activismo sin nor-
acceder al conocimiento: ¿cuáles pueden ser las te, y mucho más cuando los maestros enfrentan
lecturas básicas?, ¿cuáles las de complementa- la tarea de enseñar la lectura y la escritura en la
ción? ¿Y cuáles otras las de consulta adicional? educación superior y la incidencia de ése en las
No todo tiene el mismo grado de complejidad pautas escriturales y lectoras de los prototipos
ni todo vale lo mismo cuando se empieza a tra- de estudiantes que merece la Institución Uni-
tar con la información disciplinar o los textos versitaria de Envigado de cara a la acreditación
académicos. de todo lo que hacemos.
La misma advertencia puede hacérsele al
estudiante cuando presente sus trabajos: no
acumular indiscriminadamente al final de
sus escritos una serie de textos, sino pedirle 13  Algunas de esas estrategias de lectura se pueden ver
que, aunque las referencias por él empleadas más ampliamente desarrolladas por Vásquez-Rodríguez
(2007, enero-junio), en el artículo Tesauro de los buenos
sean pocas, pueda explicar o indicar para qué lectores, publicado en la Revista de la Universidad de La Sa-
le sirvieron o de qué manera contribuyeron lle, 43, 14-24.
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