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Igualdad de géneroLa igualdad de género implica que hombres y mujeres

deben recibir los mismos derechos, beneficios, las mismas sentencias y ser tratados con el
mismo respeto. El principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo es una
obligación de derecho internacional general que vincula a todas las naciones y dado su
carácter primordial se establece siempre como un principio que debe inspirar el resto de los
derechos fundamentales.
A escala mundial, lograr la igualdad de género también requiere la eliminación de prácticas
dañinas contra las mujeres y las niñas, que incluyen el tráfico sexual, el feminicidio, la
violencia sexual durante la guerra entre otras prácticas de violencia contra la mujer y violencia
contra el hombre. El FNUAP declaró que "a pesar de que muchos acuerdos internacionales
afirman sus derechos humanos, las mujeres son mucho más propensas que los hombres a
ser pobres y analfabetas. Tienen menos acceso a la propiedad, el crédito, la capacitación y el
empleo. Son mucho menos propensas que los hombres a ser políticamente activas y mucho
más propensas a ser víctimas de violencia doméstica". 1

Marco internacional[editar]
En el marco internacional, el derecho internacional prohíbe la discriminación basada en el
sexo. La adopción de la Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco el 26 de
junio de 1945 ha posicionado el principio de igualdad de oportunidades y no discriminación en
la órbita de los derechos fundamentales.
En el preámbulo de la Carta de San Francisco se proclama que:
Se reafirma la fe en los derechos fundamentales del ser humano, en la dignidad y el valor
de la persona humana, en la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres y de
las naciones grandes y pequeñas
Carta de San Francisco2
La Organización de las Naciones Unidas completó el catálogo de derechos jurídicamente
vinculantes para todos los estados miembros a través de los siguientes documentos:

1. la Carta de San Francisco de 1945 antes mencionada


2. la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada el 10 de diciembre de 1948
3. el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
4. el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos aprobados el 16 de
diciembre de 1966, textos que configuran el principio de no discriminación como un
auténtico principio estructural.
Más importancia para la igualdad de género tiene la Convención de las Naciones Unidas
sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer, del 18 de diciembre de
19793, ratificada por España en 1983 y publicada en el BOE en 1984, y en su Protocolo
Facultativo, ratificado y en vigor desde el año 2001, que establecen que:
Los Estados deben tomar las medidas apropiadas, incluyendo las de carácter legislativo,
para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer en todos los ámbitos (...) No se
considerará discriminación la adopción de medidas especiales encaminadas a acelerar la
igualdad de facto entre el hombre y la mujer
BOE,2
Además, junto a esta obligación genérica, la Convención amplía los derechos de las mujeres
en diversos ámbitos, como los derechos políticos, en materia laboral, educación, sanidad y
economía. Al amparo de esta Convención, surgió el Comité para la Eliminación de la
Discriminación contra las Mujeres, órgano que tiene como objetivo la tutela del derecho a la no
discriminación por razón de sexo.2
También conviene destacar la Conferencia de Viena de las Naciones Unidas en 1993, donde
se insiste, una vez más, en la idea de que:
Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e
indivisible de los derechos humanos universales
Conferencia de Viena de 1993 de las Naciones Unidas
Esta idea vuelve a estar presente en la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas
sobre la Mujer que tuvo lugar en Beijing en 1995. La Conferencia adquiere un significado
enorme en poner de manifiesto el consenso que hay en relación con la universalidad y la
globalidad de los problemas de las mujeres, y destaca la importancia de la igualdad y la no
discriminación por razón de sexo como factor ineludible para construir las sociedades del siglo
XXI. En definitiva, entre los objetivos de desarrollo de las Naciones Unidas para el milenio, la
igualdad de oportunidades entre sexos y la autonomía de las mujeres ocupan un lugar
destacado.2

Situación de la mujer[editar]
Para Amartya Sen, existen 7 ámbitos de desigualdad donde la mujer se ve en desventaja
debido a las condiciones sociales o las políticas públicas de los distintos países. Contrario a
los que muchos pueden creer, a pesar que estas desigualdades se presentan en mayor nivel
en países de Latinoamérica y África, se dan también en los países desarrollados
principalmente en los de Asia, siendo estas una de las consecuencias del crecimiento
demográfico que las sociedades orientales enfrentan. Los ámbitos de desigualdad a los que
Sen se refiere incluyen la desigualdad en la tasa de mortalidad, debido al prejuicio de género,
no cuentan con accesos a servicios de salud y nutrición; la tasa de natalidad, referida al
método de aborto selectivo en países como China, Corea del Sur, Taiwán e India. Existen
también desigualdades en el acceso a oportunidades básicas como la educación escolar y
oportunidades “especiales” como la educación superior o educación especializada; de donde
se derivan además las desigualdades en el ámbito profesional. Del mismo modo, existe la
desigualdad de posesiones, la cual se refiere a la inequidad en la repartición de bienes y
tierras de donde las mujeres suelen ser relegadas. Además de estas encontramos la
desigualdad en el hogar; más específicamente a la división de trabajo existente en muchas
sociedades donde el varón “trabaja fuera de casa” y la mujer debe mantenerse atendiendo las
labores del hogar.4

Diferencia entre igualdad y equidad de


género[editar]
La igualdad de género es el resultado de la ausencia de discriminación por motivos de sexo o
género, igualdad en las oportunidades e igualdad en la asignación de recursos, beneficios y
acceso a los servicios.
Para la Secretaría de Desarrollo Integral de la UNAM, equidad de género significa que las
mujeres y los varones gozan de condiciones iguales en el ejercicio pleno de sus derechos
humanos, en su posibilidad de contribuir al desarrollo nacional político, económico social y
cultural y de beneficiarse de sus resultados.5
En este sentido, la equidad de género se encaminará principalmente a brindar oportunidades
justas a mujeres y varones, pero a diferencia de la igualdad, serán atendiendo principalmente
a la idea de que mujeres y varones son distintos, por lo que estas oportunidades serán de
acuerdo a las características, contextos y necesidades específicas en donde se encuentren y
que posean, desde los diversos ámbitos en los que interactúan, por ejemplo en el ámbito
laboral, educativo, de la salud, el económico, cultural y social en general.
Hablar del tema equidad de género implica la participación de todas las personas en la
práctica y como una forma de vida, más allá de la cuestión teórica, esto con el fin de poder
impactar verdaderamente en la sociedad y propiciar pequeños cambios pero significativos,
que impliquen un compromiso de la sociedad que se vea reflejado día a día en la práctica para
propiciar una participación equitativa de varones y mujeres en todos los ámbitos de desarrollo
personal y comunitario.

Importancia de la equidad de género en el


desarrollo sostenible[editar]
Los distintos factores que llevan a la falta de un Desarrollo Humano Sostenible se dan, en
muchas ocasiones, de manera conjunta. Muchos de estos casos, aunque parezca extraño,
tienen como principal problema la exclusión de género y las desigualdades a las que se
enfrentan las mujeres en la actualidad.
Según la Declaración de los Derechos Humanos dictada en la ONU (1948), se considera que
el desarrollo incluía el respeto a los derechos de las personas, el avance social y el
mejoramiento del nivel de vida. Como se ve, en este caso incluye diversos elementos, sobre
todo lo esencial que es el progreso; pero no solo esto, sino que el desarrollo también está
ligado a la libertad de la persona y los fines que esto tiene para su desarrollo. Es decir, se
debe eliminar aquellos elementos que impiden el albedrío, como son la pobreza, ausencia de
oportunidades, las limitaciones del sistema, etc. De esta manera, los derechos humanos se
encuentran inscritos a nivel internacional, incluyendo diversos factores, entre ellos la igualdad
de género.

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