Sei sulla pagina 1di 3

ODS 5 Igualdad de Género: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres

y las niñas.

Narrativas No-Sustentables

1. Educación Sexista: Desde niveles tempranos de escolaridad la enseñanza a niños y niñas


comienza a marginarles según su género, sexo biológico y/u orientación sexual. A partir de
los primeros juegos se les enseña a perpetuar estereotipos de género que relegan a la
niña/adolescente/mujer a labores de cuidado y hogar, mientras que a los niños se les
permite desarrollarse en actividades deportivas o de fuerza. Por ejemplo, los primeros
juguetes de las niñas son muñecas a las que deben cuidar o cocinas y electrodomésticos
varios, mientras que los niños tienen pelotas, bicicletas, juegos de construcción y autos. En
los colegios y en la casa, a los niños se les insta e incentiva a desarrollarse en ciertas áreas
en las cuales históricamente está mal visto que las niñas/mujeres se involucren, como las
ciencias, la ingeniería y las matemáticas. Mientras exista esa brecha de género donde se
naturalizan los estereotipos de género, las mujeres no puedrán acceder nunca a las
mismas oportunidades que los hombres.

2. División sexual del trabajo: Según la encuesta sobre el uso del tiempo realizada el año
2015 en Chile, se determinó que las mujeres trabajan en promedio tres horas más que los
hombres. Transversalmente, se mostró que independiente del estado socioeconómico, del
rango etario y los niveles educacionales, es la mujer quien asume las tareas domésticas y
de cuidado. Es importante mencionar, que las mujeres que deciden asumir ya sea por
voluntad propia o fuerza mayor (generalmente cultural, que perpetúa el modelo donde el
hombre provee y la mujer reproduce) la labor de “ama de casa” no obtienen ningún tipo
de remuneración económica, dependiendo así, del hombre “proveedor” de los recursos
monetarios. De esta forma, miles de mujeres subsidian el desarrollo del país con su
trabajo invisibilizado, lo que se denomina en economía como “La Mano Invisible”.

3. Desigualdad Salarial: A pesar de tener el mismo puesto laboral, las mujeres siguen
recibiendo un menor sueldo, simplemente por ser mujeres. Parece inverosímil, que a
pesar de realizar las mismas labores que los hombres, las instituciones y/o empresas
siguen perpetuando la desigualdad de género lo que repercute negativamente en la vida
de mujeres que generalmente llevan todas las tareas de cuidado en el hogar y deben
asumir labores domésticas y de crianza de los hijos/hijas/.

4. Falta de derechos sexuales y reproductivos de la mujer: En nuestro país, aún no tenemos


acceso al aborto libre y seguro. Existe una penalización social y legal para las mujeres que
deciden interrumpir sus embarazos por las razones que estiman convenientes, entre las
cuales se encuentra la no planificación familiar previa, falta de recursos económicos o la
decisión de no ser madres. Por ahora, sólo se permite el aborto en tres causales: riesgo de
vida para la madre, inviabilidad fetal y violación, sin embargo, existe todavía la objeción
de conciencia en más del 50% del personal médico autorizado, lo que impide que las
mujeres, aun queriendo realizar un aborto, no puedan acceder a él. En un sistema donde
la mujer no puede decidir sobre su propio cuerpo y salud sexual reproductiva, seguimos
perpetuando el modelo vertical y patriarcal que condiciona las decisiones de las mujeres a
la opinión de los hombres.

5. Acoso callejero, abuso sexual y femicidio: Durante el año 2018 en algunas comunas de
nuestro país, se tomó la medida de multar a quienes realizan algún tipo de acoso callejero.
Esto es un pequeño avance en la visibilización de este tipo de agresión de género,
considerando que el 100% de las niñas, adolescentes o mujeres han recibido algún tipo de
acoso en sus vidas, lo que limita sus posibilidades y no les permite llevar una vida cotidiana
segura sólo por ser mujeres. Lamentablemente, los abusos sexuales, violaciones y
femicidios siguen ocurriendo en gran número, crímenes de género donde la justicia sigue
culpabilizando y poniendo responsabilidades en las víctimas y no así al victimario. En un
país que no atiende las voces de mujeres que han sido violentadas constantemente, que
no toma las medidas suficientes ni condena apropiadamente a los abusadores y asesinos,
no nos queda más que seguir luchando por justicia para las que no están y las que siguen
resistiendo.

ODS 2 Hambre Cero: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición y promover la agricultura sostenible

1. Desperdicio de alimentos en la etapa de consumo: el desperdicio de alimentos a nivel


mundial y nacional a nivel domiciliario sobrepasa las toneladas anualmente. Cifras
terribles en países desarrollados o en vías de desarrollo como Chile, que permitirían
combatir la mal nutrición de gran parte de la población que no tiene seguridad alimentaria
ni acceso garantizado a alimentos de calidad. Ya sea por compras inadecuadas,
descomposición de alimentos, sobras, rechazo por su apariencia, el 90% de los chilenos y
chilenas reconocen que botan comida en sus casas. Esto, sumado a la no-gestión de los
residuos orgánicos genera problemáticas no solo en la alimentación y nutrición, si no
consecuencias medioambientales donde los alimentos que llegan a vertederos generan
metano, un gas de mayor contaminación que el CO2.

2. Pérdida de alimentos por no cumplir estándares estéticos: La desconexión con la


naturaleza, la tierra y la vida de campo, sumado a la publicidad, nos ha hecho olvidar la
diversidad de formas, colores y aromas que tienen los alimentos que llegan a nuestros
hogares. Las grandes migraciones a la ciudad hicieron olvidar los tiempos de cosecha o los
ciclos naturales de cultivo que permitían ingerir los alimentos en su estado natural y más
propicio nutricionalmente. Es por esto, que muchas personas se acostumbran a elegir las
afrutas y verduras lo “más perfectas posibles”, rechazando así las de menor tamaño, las
machucadas, las deformes, etc. Esto sucede porque los supermercados exigen ciertos
estándares estéticos a las agrícolas, quienes pierden toneladas de cosechas porque no
cumplen esos estándares. También sucede en las ferias libres, donde las personas suelen
elegir las frutas y verduras que se ven más homogéneas y de colores vivos y brillantes,
rechazando las “feas” o muy maduras, cuando en realidad son alimentos que tienen las
mismas e incluso mejores condiciones nutricionales.

3. Desperdicio de alimentos en supermercados.


4. Pérdidas en el manejo post cosecha y almacenamiento.
5. Pérdidas de alimentos en la producción.

Narrativa Sustentable No al desperdicio de alimentos en etapa de consumo

Las personas cada día más valoran el ciclo de vida de las fuentes naturales que nos
permiten subsistir sosteniblemente en el planeta. El conocimiento del impacto económico,
social y ambiental que ocasiona el desperdicio de alimentos ha permitido que al día de
hoy, prácticamente no hay desperdicio de alimentos en nuestro país. El trabajo en
conjunto de entes estatales, privados y organizaciones sociales han permitido crear
programas que fomentan la educación a la comunidad, entregando datos y consejos
prácticos para evitar al máximo la pérdida de los valiosos alimentos tales como: suprimir
las ofertas y promociones que impulsan a comprar más cantidad de la necesaria del tipo
"Compre tres y pague dos", guías de compras adecuadas según la cantidad de miembros
en la familia y actividades diarias para que no lleven a sus hogares más productos de los
que se necesitan, entrega mensual de consejos y recetas para aprovechar sobras de
alimentos entre otros. Además, las nuevas normativas obligan a los supermercados a
poner etiquetados claros sobre la fecha de consumo preferente y la de caducidad,
permiten la venta a granel para determinados productos y los estándares de calidad ya no
involucran la estética del alimento, favoreciendo así el consumo preferente de alimentos
según la estación. La publicidad, los patrones culturales y la falta de planificación de
acuerdo a las necesidades han cambiado considerablemente, ya que la última encuesta
reveló que sólo un 5% de los hogares chilenos está botando algún tipo de alimento.
Otra gran fuente de desperdicio de alimentos eran los hoteles, restaurantes y locales de
comida rápida donde día a día se botaban a la basura toneladas de alimentos aptos para el
consumo humano (comidas excesivamente copiosas y raciones exageradas o muy grandes
servidas en restaurantes), sin embargo la normativa que entrará en vigencia este año,
exige realizar gestiones para donar esos alimentos a organizaciones sociales, multando a
partir de 2 UF a quienes incumplan la nueva ley.

Potrebbero piacerti anche