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PERSONAJES:
MANGO.
STELLA.
MADRE.
PANTERA.
Lugar de nacimiento: Cardél Veracruz. / Domicilio: Av. Hormiga # 370 col. Costas del sol. /
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I.
Madre.- Serán 2.
Sonreí.
Las matemáticas del amor no siempre son exactas. Nuestra suma 2 más 2. Dio
como resultado: 3.
No lo culpo.
Tardé mucho en convencerlo de que abortar no era una opción para mí, para que
Antes no se desmayó.
El café nunca llegó y jamás volví a ver ese hombre salvaje. En fin. Así estaba echada
Aquí están, dentro de mi panza creándose dos hermosos seres. Tendré gemelos.
Le digo orgullosa a la cajera. Ella revienta su chicle y pasa por el escaner 4 pares
de calzoncitos idénticos.
Pequeñito...
Miren... ustedes me podrán decir lo que quieran, pero todos sabemos que la vida
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Me siento en la banca de un parque a llorar con ellas. Entre varones felices, jugando
A veces no queda más que cubrirse para aguantar los chingadazos, decía mi padre.
¿Qué será de ellas, que suerte tendrán en la vida? ¿Qué historia ya escrita, les toca
vivir?
El destino es un marrano enorme en medio del paso, al que hay que mover a
No sé cuantas veces les habré dicho esto a mis hijas. Terminaron creyéndolo a
rajatabla.
Eduqué a las dos niñas más necias y obstinadas del planeta tierra y sus
alrededores.
Mango y Stella, les puse: Stella porque me pareció el nombre más bonito del mundo
parecen.
Stella parece haberle tocado todos los dones y la otra... Manguito, solo recibe un
metabolismo lento.
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II.
fácil, yo siempre digo que no me importa, pero no es cierto. Se siente bien... bien
gacho y miren que a mis 4 años, he aprendido suficientes groserías, todas ellas
Respeta a la niña gordita, ¿no ves que la puedes traumar? Debes aceptar a la gente
diferente.
El destino es ojeis... ellos piensan que yo ando por ahí tragando Tuinkis, pero mi
insípido lonche mientras veo a mi hermana tragarse todos los chocolates que les
La verdad sea dicha, mi hermana siempre está atenta a mí, y a veces, se sienta a
la hora del recreo conmigo, es la única forma de enterarme de los chismes de todas:
-Me gusta Raulito Jiménez, pero mi mama dice que sus papás son pobres.
-Desde los tres años estoy enamorada de tu hermana... ¿le das esta cartita?
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Así es el mundo las niñas flaquitas... bla... bla... bla... bla... Yo veía a los niños patear
un balón... esa era mi lugar, como dice el PANTERA... “solo hay que buscar la tierra
prometida”
III.
Stella .- ¿Esperarme?
Todos los niños se han ido, meto mis libretitas de Barbie a mi mochila. Una mano
toca mi hombro.
Stella .- Cierra la puerta y yo siento que algo no está bien, pero no me atrevo a
contradecirlo.
Me acaricia el rostro, el hombro y yo... yo no sé por qué pero me hago más pequeña
o sus manos crecen... él toca mi cabello, mis manos... mi rostro... mis rodillas... y
algo se rompe.
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Un cristal... adentro una piedra. A través del cristal roto la redonda carita de mi
hermana.
Maestro.- Tranquila niña...dile a tu mamá, que quiero que tu hermana diga un poema
Mango.- Eso dije. Pero mi hermana no está sola. Stella.- ¿Un poema?
Maestro.- ¿Ves?
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IV.
necesito aerobics. Así que todas las mañanas debo imitar a una maldita delgadísima
rubia, en un entalladísimo traje fluorescente. Mis mañanas, desde que tengo uso de
Stella.- Mamá no puedo concentrarme con Mango saltando por toda la casa.
Madre.- ¡Mango!
Madre.- ¿Ensayando?
Mango.- Ensayando. Era la primera vez que sonaba esa palabra en nuestra casa,
Mango.- ¿Qué?
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Mango.- ¿La parte más bonita de qué? ¿Quién es Ramón?
Stella.- Mi profe.
Mango.- Ese...
Mango.- Mi madre llora, y abraza a Stella. Stella me mira, tampoco entiende qué
está pasando.
Madre.- Anda, Stella, sigue. Quiero escucharte... debes sentir cada palabra.
Stella.- Aquí no dice “pequeña vida”. Madre.- Tú dilo, suena más dramático.
sin cuidado... Así estuvieron los siguientes quince días. Ellas dos muy unidas, felices
y “ensayando”... Por primera vez descubrí esa mirada en ojos de mi madre, mirada
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Stella.- Aquí fue cuando se complicó todo. “Otros”. Me vi yo sola hablándoles a
que trabaja, solo sé que su silbato se escucha toda la noche. Siempre toca a nuestra
Pantera.- Yo velo por sus sueños todas las noches. Y usted nunca me da ni madres.
Mango.- Pantera estaba sorprendido, tal parecía que nunca había sido tratado con
amabilidad.
Mango.- “Nadie está seguro en esta vida” No sé por qué pero sentí que debía
recordarlo siempre.
Stella.- Las manos me sudan. ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué tengo que decirlo
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sonrisa del Pantera. La sonrisa de mi madre, la sonrisa del Pantera. La sonrisa de
Oscuro.
Mango.-Al parecer este hombre tiene todas las respuestas. Mi hermana solo
necesitaba azúcar.
Stella.- No sé.
Mago.- Sí.
Stella.- No sé.
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V.
Pero cada pelo está en su lugar. Mi madre peleó con el maestro cuando se enteró
Stella.- Siento la boca seca, y por más azúcar que me echo a la boca, no paran
estos nervios.
Mango.- ¡Stella!
Stella.- Siento todas las miradas. El micrófono chilla. Todos los niños se tapan las
orejas.
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Madre.- Todos miran a Stella.
sus manos. Otro niño escarba su nariz y me mira fijamente. Me muestra el moco.
Lloro.
Mango.- Stella.
Mango.- ¡Stella!
Yo te bendigo vida...
Madres desconocidas abrazan a mi madre y lloran con ella. Y dicen que yo soy la
rara...
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VI.
Mango.- Pantera vive en un árbol. Todos los días lo visito y le compro una certeza...
¿Ninguno?
Pantera.- Ninguno. Yo fui feliz un día. Pero mi mujer resulto una traicionera y se fue
Mango.- ¿Cómo?
Pantera.- Todas las mujeres son iguales... Un día dicen que te quieren y otro día...
Pantera.- Exacto. Y regresas y ya no están... las buscas por todos lados... Mango.-
Mango.- Ya no traigo, pero quédate con mis tortillas... total... siempre se me caen.
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Pantera.- Bueno, mira... La verdad es que cuando yo te conocí, pensé que eras
adoptada.
Pantera.- A veces, nuestro hogar no está con está con nuestra familia... y pues hay
VII.
Madre.- Una sabe qué esperar de los hijos. Yo sé qué pase lo que pase, Manguito
saldrá adelante. Ella es una todoterreno... Stella no. Stella es una flor que hay que
cuidar, cultivar... El mundo necesita de flores... Cuándo iba yo a pensar que tendría
una hija tan especial. A lo mejor ustedes no lo saben porque sus hijos son feos, pero
Yo una vez fui actriz... bueno extra... fue ahí donde conocí a su padre.
Un hombre guapísimo... en esa novela tenía una línea: ¿Qué busca exactamente?
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VIII.
Stella.- El juego es simple. Mango solo tiene que pasear a la muñeca por toda la
casita. Comienza a mover a la muñequita. Sus manos son tan grandes que no caben
por las pequeñas ventanas, sienta a la muñeca en una sillita... Hace que Barbie le
patadas...
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Stella.- Polvo que cae en nuestros sándwiches de jamón de pavo.
- ¿Y tú eres niña?
Mango.- A huevín.
Stella.- Todas me miran esperando una acción. La verdad que no se puede jugar
muñecas con Mango. Mi hermana nuevamente intenta pasar meter sus manotas
con dolor. Algunos se acercan y por alguna razón que no entiendo comienzan a
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Stella.- Mi hermana chifla, no sé dónde aprendió pero nos tomó a todas por
sorpresa.
Mango.- Lo intenté... mi hermana toca mi hombro y entra a esa nube de polvo, todos
los niños paran de jugar. Mi hermana levanta la servilleta de su sándwich aún con
- Tu servilleta.
- Yo mero.
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- Dile a tu hermana que entre.
Stella.- Mi hermana entra, sus piernas gorditas se mueven con rapidez. Jamás había
- Te toca porterear.
Mango.- Voy a la portería. Puedo ver con claridad... y desde aquí no parece un juego
desordenado, se parece más al baile de graduación, casi puedo verlos con sus
¡GOL!
- ¡Lánzame la bola!
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¡Huye! ¡Corre! Le digo. Mi hermana corre... pero hacía él, y no aparta su vista del
balón.
Mango.- Tengo que llegar al balón primero... me lanzo... toco la pelota y la jalo con
Stella.- Mi hermana se hace bolita, El toro que no puede detenerse, se tropieza con
Mi hermana levanta el balón con ambas manos. Y nos regala una sonrisa de luna...
sin un diente.
lugar indicado”
Así me sentí en ese lugar lleno de polvo. No pude dormir, me gustaba recordar una
y otra vez ese lugar dónde los niños me aplaudían... lo que no esperaba es que
lugar: Mi casa.
VIII.
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Madre.- Hemos construido una roca fuerte... Ustedes podrán reclamarme muchas
Pero yo podría citarle una lista de descuidos a esta señora. Cuando me hizo
ponerme ese ridículo disfraz de calabaza en 3o de primaria Todas las tardes que
me quede sola viendo la tele. Los días que llego tarde por mí, gracias a los castings
de ésta... la ocasión que ambas me dejaron afuera y sin llaves, con un frío infernal...
perro esa noche... Pero sobre todo: Nunca me ha visto jugar fútbol.
No.
ustedes.
Madre.- Exacto.
Madre.- Mango...
Madre.- Bueno... Antes que otra cosa soy su madre. Pero también soy una mujer.
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Madre.- ¿Cómo sabes?
Stella.- ¡Felicidades!
Mango.- Ay Mamá.
Madre.- ¿Qué?
Mango.- Nada.
Stella.- ...
Mango.-... ¿Y?
Stella.- Y acepté.
Mango.- Sale...
Madre.- Mira Mango... solo tienes 9 años. Aún no comprendes muchas cosas.
Mango.- 10…
Stella.- Yo sí comprendo.
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Mango.- ¿Qué tengo que entender?
lo que es el amor. Me gusta Raulito Jiménez sí... pero tampoco lo metería a la casa.
mundo... aunque a veces sienta que soy solo una invitada... es nuestro pequeño
mundo.
Stella.- Mango...
Mango.- No entiendo...
Mango.- Pero...
Madre.- Mango, mírame... ¿Tú sabes lo difícil que es un hombre le pida matrimonio
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Mango.- Yo nunca he necesitado un padre..
Stella.- Yo sí quiero saber... ¿El señor con el que te vas a casar es Papá?
Mango.- ... ¿Alguna otra buena noticia que nos quieras dar hoy?
Mango.- Tiempo fuera significa que cada quien hace lo que le da la regalada gana...
Y yo me largo.
Madre.- Antes que se vayan... Quiero les quede claro. Mi decisión no está a
discusión. No hubiera dicho eso... Por mucho que conoces a tus hijos, nunca sabes
largarme de ahí.
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IX.
cascarita.
Pantera.- No, no no no. No hagas eso, no puedes andar regando tus sentimientos
Mango.- Asintieron todos los jubilados, que poco a poco se habían unido a nuestra
secreta cascarita. Viejitos que en contra de las órdenes de sus doctores, hacían
Es que...
corazón. El día que me dejó mi vieja... yo salí a hacer mis rondas. Iba llorando eso
sí. Pero nadie se enteró. Salvo la estúpida luna que brilló con más fuerza y la
impávida lluvia que lavo mi rostro. En esa la noche más triste... pero aquí estoy
piensan que es un juego lento, pero estos son unos auténticos ferrocarriles.
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Pantera.- Inicia el juego... los jugadores entran a la Cancha. Don Pepe, se la pasa
a Don Bigotes, Don Bigotes centra... Roba el balón con sus enormes pechos Doña
Lupita. Doña Lupita hace túnel en la andadera de Francisco “El muerto” Martínez...
¡Enoooorme!. Sigue Doña Lupita, Lanza el Pase a Don Gabino que la recibe con su
Mango.- Ok.
Mango.- Yo me entiendo.
Pantera.- Bueno, no dejes que tu enemigo entre a tu casa. ¿Lista? Mango.- ¡No
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Pantera.- Mango salta a la portería, su mirada lo dice todo. Doña lupita y sus
Mango se prepara para el ataque. Doña lupita da el paso a don Charmín. Don
Mango entra con fuerza para atrapar el balón. Don Charmín se tropieza con
esférico, El “Muerto” Martínez se hace de lado. Mango sigue con el Balón, doña
pesos.
Mango.- Ya me voy.
Entro a mi casa.
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Nadie responde. Entro al cuarto de mi hermana.Un poco de su ropa está sobre la
X.
y mis botas para la lluvia... por si las moscas. Camino con mi mochila a cuestas y
Es algo de familia. Mi madre nos contó que a los 11 años trabajaba en una tienda
12 horas diarias, y como pago solo recibía comida y un pequeño espacio para dormir
Para eso existen los derechos de los niños. Ahora todos sabemos que un niño debe
Pero no culpo a mi madre, ella no lo sabía, de hecho aprendió́ a escribir junto con
nosotras.
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Dice mi madre y creo que tiene razón porque yo nomás no llego a la dirección de
mi amado.
- A pues vas mal... el súper está para allá... ¿quieres que te lleve?
Stella.- ¿Quién es este hombre? ¿Por qué dice conocerme? - ¿Te llevo?
Corro.
Atravieso la calle. Un auto. Otro. Un tráiler. Se me caen mis botitas para la lluvia.
Un auto les pasa encima. Sigo corriendo. No volteo. Doy vuelta en una esquina.
Una señora con cara de pocas amigas, limpia unos vasos en la barra. El lugar está
Necesito trabajar ¿Tiene algún trabajo para mí? La mujer fea sonríe le faltan varios
dientes.
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XI.
Pantera.- No vi.
Pantera.- Yo hubiera estado en mi posición pero fui a buscar el balón que perdiste.
Pantera.- Ah no sé.
Mango.- Tienes todas las respuestas maldito velador... ten 5 pesos. ¡Dame una
certeza ahora¡
se encuentra a una niña entre millones de personas que viven en millones de casas
lugares lejanos.
Pantera no sabe qué hacer y se sienta a verme llorar. Pantera.- Las mujeres son
impredecibles.
...
porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor
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porque has venido a recoger tu imagen.
amada.
No es un niño.
La señora sin dientes azota un vaso contra las paredes. Da de vueltas, parece una
de algo....
¿Te tocó?
Stella.- Claro.
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Él me dijo que me iba a esperar cuando creciera... y pues...
- ¿Y tú papá lo sabe?
- ¿Tienes mamá?
Stella.- Este...
- ¿También murió?
XII.
- Señora comprenda.
Madre.- ¿Qué quieres que comprenda estúpido? ¿Te estoy diciendo que ya la
busqué en todos los lugares dónde puede estar? Ya hablé con todos los papás de
Mango.- Mi madre mira al cielo y respira. Pone sus manos sobre la mesa y mira
tiembla cualquiera.
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Mi madre respira, hace una exhalación, como si fuera a cobrar un penal... Mira al
- Sí.
Madre.- La vamos a encontrar. Somos una roca... Mi pequeña Mango. ¿Hay algo
madre.
XII.
-Te puedes quedar aquí. Pase lo que pase, no le abras a nadie, solo a mí. Pero
Stella.- ¿A quién?
Me entrega un litro de leche y una bolsa grande de galletas... el lugar huele feo. Me
siento en la cama que es el único mueble en ese pequeño cuarto. El cielo apenas
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Mango.- Miro el cielo negro y las millones de estrellas. ¿Cuánto tiempo nos llevará
tocar las puertas de todas las casas? Mi madre y Pantera pegan la foto del rostro
de Stella en cada poste. El Pantera va con una torta que repetidamente ofrece a mi
Madre.- Mi pequeña Mango apenas puede con el sueño, le exige un gran paso a
Cuando un niño se pierde todas las madres del mundo deberíamos salir en su
búsqueda.
flaca. Flaca como en sus fotos, y durmiendo sola... Nos contaba como trabajó en
una tienda. Y que solo le pagaban con techo y comida. Solo tenía dos vestidos.
Lavaba uno y lo dejaba toda la noche secando... Yo soy más precavida que ella.
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Mango.- Me siento en una baqueta, mis piernas ya no quieren moverse... Veo a
Mi madre pega el último papel que tiene en las manos. Abraza el poste y grita el
nombre de mi hermana.
Pienso en todas las cosas qué me ha enseñado. Los significados de todas las
palabras.
El destino.
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XIII.
estar en su cama. Unas cuantas cobijas le sirven de cama. Me doy cuenta que
El sol.
Pantera.- Tome.
Madre.- …
Pantera.- No. Pero están con mi ex... y no hay mejor lugar para un hijo que su madre.
Madre.-...
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Madre.- ¿Usted no vio nada raro?
Pantera.- Yo tuve novia desee los 6 años... ¿Algún niño que le gustara?
XIV.
Stella.- La caída de la cortina metálica termina por despertarme. Eso y el golpe frío
de la calle en la cara.
Stella.-Le entrego el papel. Siempre ponía su dirección en cada uno de los poemas
que me mandaba.
- Bien.
- Ay, hija. Usted tiene solo 10 años...no conoce la maldad. Pero va directo a ella.
Stella.- No entiendo.
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Stella.- Trato de seguir su paso, la viejita es rápida.
- ¿Va a comprar?
Stella.- La niña se va corriendo entre los autos que parecen atropellarla. Pero llega
tiene zapatos. Su rostro está sucio, se perece a esos gatitos que nadie quiere.
- Francisca tiene solo 7 años, y ya le han robado el alma... tú eres... ¿cómo decirlo?
una hojita blanca con una mancha negra. Y por eso eres amable. Platicas conmigo,
aunque sea fea... Pobre niña, nosotros nos hemos encargado en hacerla una hojita
dejo en la banqueta.
interesarle.
- Apúrele.
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XVI.
Madre.- Reviso cada rincón del cuarto de Stella. “Yo también tengo quien me ame”
Repito la frase una y otra vez. Nada responde... No conozco a mis hijas. es lo
primero que pienso, siempre hay espacios para los secretos. Busco cada una de
sus libretas, su ropa. Alguna pista, algún recuerdo. Encuentro entonces sus dibujos.
Siempre somos tres, o ella sola. Mango jugando futbol. Stella dibuja a mi mango
jugando futbol. ¿Qué otra cosa no sé? Siempre hay un pequeño espacio dónde las
calamidades entran... ¿De quién se ha enamorado mi hija? Pasan todos los rostros
A la mitad.
desde la puerta.
Stella.- Los árboles se llenan de flores. Es un parque que conozco bien. Aquí Mango
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- ¿Por qué no caminas?
- ¿Por qué?
Stella.- No lo sé.
Stella.- Sí tengo.
- No tienes. Ven.
Se detiene y observa la casa. Aprieta sus puños. Escupe. Se sienta en una banquita.
- Dicen que los hombres son como los perros... pero no es cierto. Yo tenía un perro
negro... muy bonito. Me cuidaba. Se acostaba junto a mí, cuando se dio cuenta que
molestó esos días... Hasta la noche que lo mataron... me dijeron que le había dado
rabia... Me hizo mucha falta mi perro... Yo era muy pequeña para defenderme, así
que un día me fui... Así como tú... Yo vivía con un diablo... el mismo diablo pero en
Stella.- No entiendo.
- Ahí está la persona que buscas. Hoy quiero que aprendas una lección. Esconde
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Stella.- La señora toca el timbre de una casa rosa. Enfrente, un jardín de flores
violetas. La señora se nota impaciente... yo tengo ganas de salir corriendo, pero ella
La puerta se abre.
Mango.- Creo que nunca había caminado tan rápido. Volteo a mi derecha una niña
Madre.- ¿Qué?
Mango.- Allá.
Vamos corriendo hacía la niña pero trata de escapar... Pantera va por ella mientras
- No, no vi nada.
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Madre.- Por favor. Trata de recordar.
Pantera.- Niña. Míreme bien. Esta señora perdió a su hija... ¿Tienes mamá?
Mi hermana es lo más valioso que tengo. Si sabes algo o escuchas algo ¿Nos
Pantera cruza la calle y toca la puerta de lámina con fuerza. Nadie abre.
Stella.- La puerta de esa casa rosa llena de flores se abre. Es una viejita de pelo
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- ¿Está aquí?
cae.
Mango.- No abren.
-Rumbo al parque.
Mi madre corre.
Mango.- Corremos lo más rápido que podemos. Pero mi madre es veloz, nunca la
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Madre.- Cada segundo cuenta. Abro los ojos. Pongo atención en cada detalle de los
caminos que veo pasar rápido. Una pista, las calles se hacen largas, por fin llego...
Mi Stella. Doy vueltas a todo ese pequeño parque pero no veo a nadie. Una patrulla
Mango.- Dos patrullas más, y una ambulancia. Por inercia mi madre corre hacia
Madre.- No tengo aire para sostener una sola palabra. Una viejita de cabello blanco
lo permiten. Dos hombres sacan una camilla con un cuerpo totalmente cubierto con
Me acerco a un policía.
- ¿Busca a Stella?
XVII.
Stella.-Corro, no sé dónde estoy... a qué lugar me han traído mis pies. Miro a todos
lados y no reconozco nada. Solo quiero que mis pies me lleven a mi casa.
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Stella.- No conozco estas calles... No te detengas. Casi puedo escuchar a Mango...
Mango.- Veo todo ese desorden. Alguien tiene que ordenarlo. Esto es como un
campo de niños, todos se mueven sin orden. Como un equipo sin portero. Entonces
movimiento.
Stella.- Todas las casas son iguales, todos los árboles se parecen... un vacío en mi
pecho.
Es un camino marcado.
¿Dónde estás?
Aquí.
El camino es largo.
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Veo a mi gordita esperando en la portería.
Corro.
Corro.
Corro.
Nosotras tres somos una roca, no importa que tan lejos podamos estar.
Corro.
XVIII.
Mi hermana está bien. Lo sé, solo ella puede visitar esos lugares y salir como si
nada.
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Mi hermana es segura. Quizás más que mi madre.
¿Dónde estás?
Mango.- Veo todos esos posters de mi hermana e imagino que ella es una artista...
Mamá se ve preocupada.
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Mi madre baja del auto,
Madre.- Stella. Le grito y siento que no avanzo, las piernas parece que se hunden
en el asfalto.
Bajamos la velocidad.
Madre.- Mi niña.
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Nos encontramos y un momento antes del abrazo...
nos detenemos.
Ahí están las niñas más obstinadas y tercas del planeta y sus alrededores.
Ahí́ están las niñas más obstinadas y tercas del planeta y sus alrededores.
Mis hijas.
Mango.- Ella extiende sus brazos, uno para cada una de nosotras. Es tan claro. No
Stella.- Mi madre abre sus brazos largos y yo no puedo más que correr y llorar.
He llegado.
Este es mi lugar.
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XX.
La otra no sé qué entendió, pero hace todo lo posible por verse fea.
Dice mi mamá que es un trabajo muy difícil. Igual y tiene razón porque la mayoría
del tiempo lo hacen mal. Realizan cosas que solo ellos se entienden.
A veces tengo la impresión que tratan de hacerlo raro para sentirse especiales...
Y pues, aquí estamos en el estreno de otra de sus obras... a ver si esta sí se llena.
Madre.- Ay mango, ¿No te puedes poner algo más apropiado? Tienes 20 años y te
Mango.- Perdón má, me vine del partido para acá...Además, puro hippie viene aquí
no te apures.
estadio.
Mango.- Uy gracias.
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Mango.- Sí, pero me das.
Madre.- Shhh.
Ahí está,
Mi Stella. No hay lugar donde la vea más plena. En silencio. Todos la miran.... Ella
se ve enorme. Sonríe y nos ve. Aún no dice nada y mi madre ya comenzó́ a llorar.
Yo no sé de qué trate esta pinche obra, pero este momento donde ella sonríe, y mi
Oscuro final.
XALAPA, VERACRUZ.
ENERO 2015.
Y a mi madre.
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