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E. S. D.
HECHOS
1. Mi madre es una persona de 86 años quien no puede valerse por si sola, ha sido
diagnosticada de Demencia Senil, padece de intensos dolores en la región del
colon, se le ha descubierto cáncer en los senos y recientemente se ha establecido
que dicho cáncer le hizo metástasis en los huesos, razón por la cual no puede
caminar ni transportarse por si sola, haciéndose evidente la necesidad de usar
Pañales adecuados para su edad, los cuales estoy gastando en proporción de
cuatro (4) al día y las cremas y aditamentos que se requieren para usarlos sin
perjuicio alguno.
2. Desde hace dos años me he visto en la obligación de usar una silla de ruedas para
poder transportarla, silla de ruedas que además de no estar en muy buen estado,
me la facilita una vecina debido a que no poseo medios económicos para poder
comprar una. Recientemente la persona que me la ha prestado, me la pidió de
regreso, quedando mi madre sin posibilidad de transportarse, situación que ha
vuelto sumamente engorroso el desempeño con ella dentro y fuera del hogar.
3. Debido a lo anterior, realicé una petición a SALUDCOOP EPS solicitando el
suministro de los pañales, cremas contra la pañalitis, paños húmedos, silla de
ruedas y en general, todo lo que se necesita para la digna manutención de mi
madre, sin embargo la respuesta por parte de la accionada fue negativa.
4. Yo trabajo vendiendo tamales, mis ingresos mensuales son inferiores al Salario
Mínimo Legal Mensual Vigente y ninguno de nuestros familiares cercanos se
encuentra en situación económica estable capas de sufragar los gastos que la
enfermedad de mi madre requiere, razón por la cual no contamos con los medios
económicos necesarios para soportar los gastos que el estado de mi madre
demanda.
PRETENSIONES
Con fundamento en los hechos relacionados, de manera respetuosa solicito a usted Señor(a)
Juez(a) disponer y ordenar a la parte accionada y a mi favor lo siguiente:
Titulo II. De los derechos, las garantías y los deberes capítulo I. De los
derechos fundamentales:
Derecho a la dignidad humana: ´´La protección del derecho a la vida no
se limita a la idea reducida del peligro de muerte, sino que se extiende a
la posibilidad concreta de recuperación y mejoramiento de las
condiciones de salud del individuo, toda vez que el ser humano debe
considerarse integralmente en su aspecto físico y psíquico. Así, la acción
de tutela deberá prosperar no sólo ante eventos de perturbación del
núcleo esencial del derecho a la vida en los que se encuentren
amenazadas la funciones vitales del individuo, sino también en aquellos
casos en que la dignidad de las personas se encuentre en peligro o esté
siendo vulnerada, por supuesto, atendiendo a las particularidades de
cada situación. La dignidad humana como parte integrante del derecho
a la vida y como principio que rige la interpretación de las normas
constitucionales, descarta toda actitud despectiva frente a las
necesidades corporales y espirituales de las personas, las cuales
merecen igual atención en el marco del Estado Social de Derecho’’ 1.
Derecho a la integridad personal: pese a no tener una consagración
explícita, se deduce de manera directa del artículo 12 de la Constitución.
La garantía constitucional, según la cual "nadie será sometido a
1
Corte Constitucional, Sentencia T-630-04
desaparición forzada, a torturas ni a tratos crueles, inhumanos o
degradantes", hace de la integridad individual un derecho intangible.
Objeto de protección del artículo 12 es el cuerpo humano como unidad
orgánico-espiritual2.
Es cierto que la salud y la integridad física son objetos jurídicos
identificables, pero nunca desligados de la vida humana que los abarca de
manera directa. Por ello cuando se habla del derecho a la vida se
comprenden necesariamente los derechos a la salud e integridad física,
porque lo que se predica del género cobija a cada una de las especies que
lo integran. Es un contrasentido manifestar que el derecho a la vida es un
bien fundamental, y dar a entender que sus partes -derecho a la salud y
derecho a la integridad física- no lo son3.
Derecho a la salud
ARTICULO 49. <Artículo modificado por el artículo 1 del Acto Legislativo
2 de 2009. El nuevo texto es el siguiente:> La atención de la salud y el
saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se
garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción,
protección y recuperación de la salud.(negrillas fuera de texto)
Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de
servicios de salud a los habitantes y de saneamiento ambiental
conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad.
También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud
por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control. Así mismo,
establecer las competencias de la Nación, las entidades territoriales y
los particulares y determinar los aportes a su cargo en los términos y
condiciones señalados en la ley.
Los servicios de salud se organizarán en forma descentralizada, por
niveles de atención y con participación de la comunidad.
La ley señalará los términos en los cuales la atención básica para todos
los habitantes será gratuita y obligatoria.
Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral de su salud
y de su comunidad.
PRUEBAS
DOCUMENTALES:
HISTORIA CLÍNICA
RESPUESTA DE SALUD COOP
2
Corte Constitucional, Sentencia T-308/93
3
Corte Constitucional, Sentencia T-494/93
FUNDAMENTOS DE DERECHO.
ARTICULO 86 Constitución Política: Toda persona tendrá acción de tutela para
reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento
preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a su nombre, la protección
inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos
resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad
pública.
La protección consistirá en una orden para que aquel respecto de quien se solicita la
tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo, que será de inmediato cumplimiento,
podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo remitirá a la Corte
Constitucional para su eventual revisión.
Esta acción solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa
judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable.
En ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de tutela y su
resolución.
La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela procede contra particulares
encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y
directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en
estado de subordinación o indefensión.
4
Corte Constitucional, sentencia t-760-08
persona que se tiene o no se tiene. Se trata de una cuestión de grado, que ha de ser
valorada específicamente en cada caso. Así pues, la salud no sólo consiste en la
‘ausencia de afecciones y enfermedades’ en una persona 5. Siguiendo a la OMS, la
jurisprudencia constitucional ha señalado que la salud es ‘un estado completo de
bienestar físico, mental y social’ dentro del nivel posible de salud para una
persona. En términos del bloque de constitucionalidad, el derecho a la salud
comprende el derecho al nivel más alto de salud posible dentro de cada Estado, el
cual se alcanza de manera progresiva.
5
Corte Constitucional, sentencia T-597 de 1993
6
Sentencia t 760 de 2008
7
La jurisprudencia sobre el acceso a los servicios de salud ha sido ampliamente desarrollada por la Corte
Constitucional. Entre otras sentencias, pueden consultarse al respecto, la SU-480 de 1997 (MP Alejandro
Martínez Caballero) y la SU-819 de 1999 (MP Álvaro Tafur Galvis).
8
En estos términos reiteró en la sentencia T-005 de 2005 (MP Manuel José Cepeda Espinosa) la Corte
Constitucional su jurisprudencia contemplada, entre otras, en la sentencia SU-819 de 1999 (MP Álvaro
Tafur Galvis).
una persona inscrita en el régimen de salud contributivo o subsidiado tiene derecho a
reclamar mediante acción de tutela la prestación de un servicio de salud cuando éste
(i) está contemplado por el Plan Obligatorio de Salud (POS o POS-S), (ii) fue ordenado
por su médico tratante adscrito a la entidad prestadora del servicio de salud
correspondiente, (iii) es necesario para conservar su salud, su vida, su dignidad, su
integridad, o algún otro derecho fundamental y (iv) fue solicitado previamente a la
entidad encargada de prestarle el servicio de salud, la cual o se ha negado o se ha
demorado injustificadamente en cumplir su deber, como se presenta en este caso. La
Corte Constitucional ha concedido el amparo de tutela en casos similares, una vez
verificadas las condiciones aquí señaladas. (Negrillas fuera de texto)
Ha sido postulado por la Corte Constitucional ante situaciones en las cuales los
servicios de salud requeridos son fraccionados o separados, de tal forma que al
interesado la entidad responsable solo le autoriza una parte de lo que debería recibir
para recuperar su salud y lo obliga a costearse por sí mismo la otra parte del servicio
médico requerido. Esta situación de fraccionamiento del servicio tiene diversas
manifestaciones en razón al interés que tiene la entidad responsable en eludir un costo
que a su juicio no le corresponde asumir.
Ahora bien, en este aspecto del transporte del paciente y de un acompañante a cargo
de la EPS las providencias de la corporación constitucional han señalado que: “Tal y
como quedó establecido en la sentencia T-760 de 2008, si bien el transporte y el
hospedaje del paciente y su acompañante no son servicios médicos, hay ciertos casos
en los que el acceso efectivo al servicio de salud depende de que el paciente pueda
desplazarse hacia los lugares donde le será prestada la atención médica que
requiere, desplazamiento que, en ocasiones, debe ser financiado porque el paciente
no cuenta con los recursos económicos para acceder a él. De hecho, la jurisprudencia
constitucional, basándose en la regulación existente al respecto, ha señalado que
toda persona tiene derecho a acceder a los servicios que requiera, lo cual puede
implicar tener derecho a los medios de transporte y gastos de estadía. De este modo,
se ha establecido que la obligación de asumir el transporte de una persona se
trasladará a las EPS únicamente en los eventos donde se acredite que “(i) ni el
paciente ni sus familiares cercanos tienen los recursos económicos suficientes para
pagar el valor del traslado y (ii) de no efectuarse la remisión se pone en riesgo la
vida, la integridad física o el estado de salud del usuario”. Adicionalmente, no sólo se
ha garantizado el derecho al transporte y a otros costos que supone el desplazamiento
a otro lugar distinto a aquel de residencia, para acceder a un servicio de salud
requerido. También se ha garantizado la posibilidad de que se brinden los medios de
transporte y traslado a un acompañante cuando este es necesario. La regla
jurisprudencial aplicable para la procedencia del amparo constitucional respecto a la
financiación del traslado del acompañante ha sido definida en los siguientes términos,
“(i) el paciente sea totalmente dependiente de un tercero para su desplazamiento,
(ii) requiera atención permanente para garantizar su integridad física y el ejercicio
adecuado de sus labores cotidianas y (iii) ni él ni su núcleo familiar cuenten con los
recursos suficientes para financiar el traslado.” Así pues, toda persona tiene derecho
a que se remuevan las barreras y obstáculos que impidan a una persona acceder a
los servicios de salud que requiere con necesidad, cuando éstas implican el
desplazamiento a un lugar distinto al de su residencia, debido a que en su territorio no
existen instituciones en capacidad de prestarlo, y la persona no puede asumir los
costos de dicho traslado. Tiene derecho además, a que se costee el traslado de un
acompañante, si su presencia y soporte se requiere para poder acceder al servicio de
salud. Para que el paciente tenga derecho a que la EPS cubra los gastos de transporte y
estadía que sean necesarios para que pueda recibir los servicios médicos que necesita,
se requiere que el paciente sea totalmente dependiente de un tercero para su
desplazamiento, requiera atención permanente para garantizar su integridad física y el
9
Corte Constitucional. Sentencia T-443 de 2007. Magistrada Ponente Clara Inés Vargas Hernández
ejercicio adecuado de sus labores cotidianas y también que ni él ni su núcleo familiar
cuenten con los recursos suficientes para financiar el traslado. 10
10
Corte Constitucional. Sentencia T-233 de 2011. Magistrado Ponente. Juan Carlos Henao Pérez.
11
Sentencia T 664 de 2010.
pudiendo sustituirse, no obtenga el mismo nivel de efectividad que el
excluido del plan, siempre y cuando ese nivel de efectividad sea el
necesario para proteger la vida en relación del paciente;
(iii) Que el servicio médico haya sido ordenado por un médico adscrito a la
entidad encargada de garantizar la prestación de servicios a quien está
solicitándolo; y.
(iv) Que el paciente realmente no pueda sufragar directamente el costo del
medicamento o tratamiento requerido, y que no pueda acceder a él por
ningún otro modo o sistema, esto último es lo que alude a la noción
denecesidad, por no tener el paciente los recursos económicos para
sufragar el valor que la entidad encargada de garantizar la prestación del
servicio está autorizada legalmente a cobrar.
PROCEDIBILIDAD DE LA ACCIÓN
COMPETENCIA
Es usted Señor (a) Juez (a) competente, según lo establecido en el articulo 37 del
decreto 2591 de 1991 que preceptúa que ´´Son competentes para conocer de la
acción de tutela, a prevención, los jueces o tribunales con jurisdicción en el lugar
donde ocurriere la violación o la amenaza que motivaren la presentación de la
solicitud.´´
JURAMENTO
Como lo señala los artículos 37 y 38 del decreto 2591 de 1991, manifiesto bajo la
gravedad de juramento, que con anterioridad a esta acción no he promovido acción
similar por los hechos relatados anteriormente.
ANEXOS
NOTIFICACIONES
A la Demandante en la Carrera 11 N° 4 – 57 piso 2 barrio Belén de la ciudad de
Ibagué – Tolima y al Celular 3103959787
Atentamente: