Sei sulla pagina 1di 7

Preguntas Mobbing, Bullying y Violencia

MOBBING Y BULLYING
1 Explique Diferentes tipos de acoso laboral, de ejemplos (ascendente descendente y
longitudinal)
2 De cuenta del fenómeno de bullying
3 Explique brevemente la historia del bullying y el concepto en la actualidad
4 ¿Cuáles son las particularidades a tener en cuenta para una detección temprana del
mismo?
5 De cuenta del abordaje terapéutico de esta problemática
6 Articule la concepción del mobbing y la violencia laboral
7 Especifique que no es considerado mobbing
8 Haga lo propio con el Bullying
 

VIOLENCIA DE GENERO
1 Defina violencia de género y explique la constitución de la subjetividad según Meler y
Burin.
2 Explique la concepción de violencia de género según la conferencia de Noemí Windaws
3 Reseñe brevemente historia y fases de la violencia de género
4 Señale las características principales que plantean los cuestionarios de detección de la
violencia de género
5 ¿Cuáles son las pautas de abordaje de esta problemática?
6 Señale los principales factores de riesgo en la desatención en este tipo de violencia.
7 De cuenta de las características fundamentales de los perfiles violentos
8 Indique las formas de abordaje y objetivos de la psicoterapia
9 indique los tipos de violencia de género
 

7 De cuenta de las características fundamentales de los perfiles violentos

El perfil del hombre violento no puede ser categorizado por variables tales como: edad, clase
social, nivel educacional, ocupación, religión, lugar de residencia, etc., debido a que puede
configurarse con cualquiera de las variables mencionadas, lo cual no implica dejar de reconocer
que, la asociación entre alguna. Existe el mito que el golpeador es un ser marginal, borracho o
enfermo pero el golpear es una conducta aprendida.

La mayor parte de las conductas humanas se aprenden por observación. Este es el medio más
poderoso para trasmitir valores, actitudes, patrones de pensamiento y conductas que pueden
potenciar el riesgo de conductas violentas.

La semilla del hombre abusador (Dutton) es que éste ha sufrido humillación por parte del padre
en la infancia, ha tenido un apego inseguro con la madre y/ o experimentado distintos tipos de

1
maltratos en el hogar cuando eran chicos y eso tendría que ver con la base para la descarga en
la adultez

Área del comportamiento:

Deseo de control: vive obsesionado por ejercer el dominio entre quienes lo rodean, especialmente
hacia su mujer e hijos/as. Argumentan: “yo controlo todo, para vivir bien”, en proceso de
recuperación reconocen: “tenía todo bajo control porque tenía miedo”.

Celos: pueden convertirse en una obsesión. Sonkin señala: "Los celos deben entenderse como un
indicador significativo de su potencial homicida".

Doble fachada: por lo general, en público es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de
su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. No es extraño caer en la seducción de su
discurso, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y parientes.

Aislamiento: impone el aislamiento social de su entorno familiar, una vez que se ha cerrado el
cerco se acrecienta el dominio sobre su víctima, y no es casual que la mujer exprese que su casa se
convierte en una verdadera “cárcel”, se asegura que ella no se irá quitándole el dinero, las llaves
del auto y dejándola encerrada hasta que él llegue, es decir prácticamente un secuestro en el
propio hogar. Una mujer relata: llegó un momento que ni al almacén podía ir, otra comenta: antes
de salir me dejaba desconectado el teléfono y me encerraba en casa, estaba embarazada y una
vecina me alcazaba la comida por la ventana.

Abuso de alcohol/drogas/medicamentos: cabe destacar que no es la causa de un


comportamiento violento, a pesar de lo cual se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea
porque potencia el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol.

Repetición del ciclo de la violencia: cuantas más denuncias y episodios de violencia en períodos
más cortos de tiempo, mayor peligrosidad del agresor e indefensión en la mujer.

Violencia hacia terceros: cuanto mayor desenfado e inhibición ante jueces, policías y terceros,
más riesgo para la mujer y los/as hijos/as.

Violentos con las mascotas: pueden llegar a recibir maltratos a causa de la ira del agresor.

Posesión de armas: se presenta en este perfil de hombre una mayor frecuencia en la posesión y
uso intimidatorio de armas de fuego, no obstante lo cual cualquier objeto hogareño especialmente
los cuchillos pueden convertirse en armas mortales, como así también utilizar los puños y los pies
u objetos como escobas, cinturones, almohadones ( para asfixiar), hierros calientes (planchas)
cigarrillos . La peligrosidad aumenta cuando ya las ha usado o ha amenazado con ellas ha su
entorno íntimo.

Desencadenantes de la violencia: hechos triviales, que por lo general más tarde no se recuerdan.

2
No cumple las promesas: ni los pactos, tiene dificultades para acatar normas y límites, incluso los
impuestos por el juez.

Cambios súbitos e impredecibles de humor: en un momento está bien y rápidamente explota. Al


llegar al hogar la mujer y los niños comienzan a inquietarse porque hoy no sabemos cómo va a
llegar papá.

Destruyen objetos: principalmente aquellos significativos para la mujer y los chicos (Por.ej.
romper los títulos originales de médica, abogada, destruir diccionarios y libros de texto a
profesoras, juguetes a los hijos/as).

Espionaje: en algunas ocasiones emplea tácticas de espionaje o contrata a terceros, graba las
conversaciones o desgraba el contestador telefónico, controla las salidas y las amistades de su
mujer a través de sus hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos.

Auto reforzamiento del comportamiento violento: una vez iniciado se potencia a sí mismo, y no
se sabe cómo puede terminar

Inmadurez: por momentos sorprende por su agresividad y en otras ocasiones por sus conductas
infantiles.

Simulacros de irse y volver.

Simulacros y/o amenazas de suicidio u homicidio hacia su pareja e hijos/as, situación


extremadamente peligrosa.

Amenazas: a fin de que sus comportamientos no trasciendan al exterior.

"Divide y reinarás": utiliza la estrategia de enfrentamientos a fin de obtener beneficio personal.

Mentiras: es frecuente que sus dichos no sean ciertos, sino adaptados a su conveniencia.

Lenguaje confuso: a fin de poder engañar y desdecirse de sus dichos.

Busca aliados: en su entorno hace proselitismo para su causa. Utiliza a los hijos de mensajeros o
espías de las actividades de la madre. Trata de comprometer e intenta la complicidad de los
profesionales y coordinadores de los grupos de ayuda mutua.

Usa frecuentemente el sexo: como señal de poder, recriminando a la mujer lo que en realidad son
sus propias falencias y/o problemas (insultos frecuentes: frígida, lesbiana, puta, atorranta). El
lenguaje a menudo presenta un contenido sexualizado y cosificante hacia la mujer.

Selecciona a la víctima: escoge el lugar y forma de ataque.

Recurre al acoso: como una manera de tomar contacto con la víctima, y hasta persigue a la mujer
en el trabajo o cuando está con sus amistades o nueva pareja.

Anónimo: no siempre se identifica, a veces, recurre a terceros para enviar mensajes, o recurre a
llamados telefónicos anónimos (o llama y cuelga), o envía misivas sin firmar.

Regalos: obsequia regalos de manera interesada, inoportuna, y para lograr el perdón

3
Área Psicodinámica:

Comprende las esferas psíquicas, conscientes e inconscientes. Integran esta dimensión los
afectos, los sentimientos y las emociones.

Baja auto estima: se sienten inseguros, tanto en el papel de hijos como en el de padre, amante
y/o esposo.

Pensamiento mágico: proyectos irreales, faraónicos, muchos de los cuales terminan en


frustraciones. Cuando ingresan a un grupo psicoeducativos pretenden solucionar su
problema con la violencia de manera rápida y definitiva.

Expectativas irreales: esperan que sus esposas e hijos cumplan con sus deseos no
explicitados, tienen dificultades para verbalizar sus sentimientos, y luego están, como ellos
mismos, dicen “decepcionados”. (Por ejemplo planifican un viaje sin consultar a su esposa, y
querer darle una sorpresa o comprar algo que no condice con lo que ella desea).

Dificultad para expresar sus sentimientos: en algunas ocasiones lo hacen a través de sus
conductas, “desde que se fue no fumo, no duermo bien..”.

Desarrolla largos monólogos: pueden durar varias horas, especialmente en horarios


nocturnos, pregunta y se contesta a sí mismo, no espera una respuesta, no escucha pese a decir
que desean dialogar, se tornan situaciones prolongadas peligrosas e irritantes. Puede llegar a ser
con el tiempo muy destructivo a nivel emocional para la víctima. Doble mensaje: “te hablo, te
ignoro”. Aparentemente busca una solución consensuada, pero no se apartan de su rigidez
conceptual.

Omnipotencia:¿Para qué vas a ir al médico, si nadie te conoce como yo?. “Lo digo yo y basta”.

Narcisismo: “se mira en el espejo y dice: mirá que lindo que soy tengo los ojos celestes, en cambio
vos estás cada vez peor”.

Obsesividad: "Cuando llegaba a casa, lo primero que iba a controlar era que los soldaditos de
colección estuvieran alineados".

Emocionalmente empobrecido y vulnerable.

Gran capacidad de persuasión.

Dependencia emocional de la mujer: esta dependencia puede ser fatal cuando la mujer decide
abandonarlo: “ella es todo para mí, si se va no respondo de las consecuencias”.

Depresión: es frecuente que sufran estados depresivos.

8 Indique Formas de abordaje y objetivos de la Psicoterapia


Como hemos visto, la violencia perversa se establece de un modo tan insidioso que es tan difícil
identificarla como defenderse luego de ella. No es frecuente que una persona sola lo consiga. Ante
lo que constituye sin duda una agresión, una ayuda psicológica suele resultar necesaria. Podemos
decir que existe agresión psíquica cuando el comportamiento de un individuo atenta contra la
dignidad de otro. Las víctimas han caído en el error de no darse cuenta a tiempo de que sus límites

4
estaban siendo rebasados, y no han sabido hacerse respetar. Por contra, han absorbido los
ataques como esponjas. Por lo tanto, tendrán que definir qué es lo que resulta aceptable para
ellas y, con ello, definirse a sí mismas.

Elegir Terapeuta Los psicoterapeutas debe demostrar su flexibilidad e inventar una nueva manera
de trabajar, más activa, más comprensiva y más estimulante. Si la víctima no se ha sustraído
todavía al dominio, una cura psicoanalítica típica — con la frustración que ésta implica— no puede
ayudarla. Con ella, lo único que conseguiría es caer presa de un nuevo dominio.

Nombrar la perversión Es importante que el terapeuta reconozca como una condición previa el
trauma que proviene de una agresión externa. A menudo, a los pacientes les cuesta evocar la
relación pasada: por un lado, porque intentan huir mediante el olvido; y por otro, porque lo que
podrían decir todavía resulta impensable.

La incredulidad del psicoterapeuta supondría una violencia suplementaria; y su silencio lo


colocaría en una posición de cómplice del agresor. El hecho de nombrar la manipulación perversa
no conduce a la víctima a repetirse, sino que, por el contrario, le permite liberarse de la negación y
de la culpabilidad. Para ello, el terapeuta debe permitir que la víctima vuelva a confiar en sus
recursos interiores. Es imposible tratar a la víctima de un perverso (moral o sexual) sin tener en
cuenta el contexto. Al principio, el psicoterapeuta debe ayudar a su paciente a descubrir las
estrategias perversas evitando darles un sentido neurótico; debe nombrarlas y permitir que el
paciente identifique lo que se debe a él y a su propia vulnerabilidad y que lo distinga de la agresión
externa. A la toma de conciencia de la perversidad de la relación se tiene que añadir la toma de
conciencia del modo en que se establece el dominio. Si al paciente se le proporciona la manera de
identificar las estrategias perversas, se le ayuda a no dejarse seducir y a no sentir piedad por su
agresor. Al paciente hay que pedirle asimismo que hable de la ira que no ha podido manifestar a
causa del dominio, y hay que permitirle que describa y que sienta las emociones que han sido
censuradas. Si el paciente no encuentra las palabras adecuadas, hay que ayudarle a verbalizar.

Liberarse Cuando uno empieza una psicoterapia en un contexto de acoso, no debe intentar saber
primero por qué ha caído en esa situación. Lo primero es liberarse de ella inmediatamente. La
psicoterapia, al menos al principio, debe resultar reconfortante y tiene que permitirle a la
víctima liberarse del miedo y de la culpabilidad. El paciente tiene que percibir claramente que el
psicoterapeuta está ahí por él, y que su sufrimiento no le resulta indiferente. Al reforzar el
psiquismo de la víctima y al consolidar sus partes psíquicas intactas, se la ayuda a confiar
suficientemente en sí misma como para atreverse a rechazar lo que percibe como nefasto para sí
misma. Esta toma de conciencia sólo tiene lugar al cabo de una maduración suficiente, que le
permitirá enfrentarse con el agresor y detenerlo.

Desembarazarse de la culpabilidad La terapia no debe en ningún caso reforzar la culpabilidad de


la víctima haciéndola responsable de su posición de víctima. La víctima no es responsable, sino
que asume su situación. Mientras no consiga sustraerse al dominio, la duda y la culpabilidad la
invadirán: Spiegel, un psicoterapeuta norteamericano, resume del siguiente modo el cambio que
hay que aplicar a las psicoterapias tradicionales para adaptarlas a las víctimas: «En la psicoterapia
tradicional, se anima al paciente a asumir una responsabilidad mayor en los problemas de la vida,
mientras que, en el caso de la víctima, hay que ayudarla a asumir una responsabilidad menor en
relación con su propio trauma». Si la víctima se desembaraza de su culpabilidad, puede volver a
apropiarse del sufrimiento. Más adelante, cuando este sufrimiento se aleje, cuando note la
curación, podrá volver a su historia personal e intentar comprender por qué entró en este tipo de

5
relación destructiva y por qué no pudo defenderse. En efecto, para poder responder a semejantes
cuestiones, primero hay que existir.

Sustraerse al sufrimiento La dificultad que encontramos en las personas que han padecido desde
su infancia una influencia y una violencia ocultas es que no saben funcionar de otro modo y dan
la impresión de agarrarse a su propio sufrimiento. Los psicoanalistas suelen interpretarlo como
masoquismo: «Las cosas ocurren como si el análisis revelara un fondo de sufrimiento y de
desamparo al que el paciente se agarra como a su bien más preciado, como si darle la espalda
supusiera renunciar a su propia identidad».

No se ama al sufrimiento en sí mismo, lo cual constituiría masoquismo, sino que se ama a todo
el contexto en el que se aprendieron los primeros comportamientos. El perverso, con una gran
intuición, agarra a su víctima por sus grietas infantiles. Lo único que podemos hacer es ayudar al
paciente a tener en cuenta los lazos que existen entre la situación reciente y las heridas anteriores.

Curarse Curarse significa volver a unir las partes dispersas y restablecer la circulación entre ellas.
Una psicoterapia tiene que permitir que la víctima tome conciencia de que su vida no se reduce
a su posición de víctima. Para Paul Ricoeur, el trabajo de curación empieza en la región de la
memoria y prosigue en la del olvido. Para él, tanto puede ocurrir que uno tenga demasiada
memoria y que lo atormente el recuerdo de las humillaciones sufridas, como lo inverso, es decir,
que uno padezca una falta de memoria y que huya de este modo de su propio pasado.

LAS DISTINTAS PSICOTERAPIAS

Las psicoterapias cognitivo-conductistas El objetivo de las terapias cognitivo-conductistas es


modificar los síntomas y las conductas patológicas procurando no incidir en la personalidad ni en
las motivaciones. El método conductista también utiliza técnicas de autoafirmación. Los
terapeutas conductistas parten del principio de que las víctimas de perversos manipuladores son
personas pasivas, con una autoafirmación insuficiente y carentes de confianza en sí mismas,
contrariamente a los sujetos seguros de sí mismos (activos), los cuales expresan claramente sus
necesidades y sus repulsas. Estas técnicas ayudan a las víctimas a identificar la manipulación, a
darse cuenta de que con un perverso manipulador ningún tipo de comunicación es posible, y a
cuestionar sus propios esquemas de comunicación ideal. Las terapias conductistas se emparejan a
veces con terapias cognitivas que le brindan al paciente la oportunidad de aprender a bloquear los
pensamientos o las imágenes repetitivas ligadas al trauma.

La hipnosis Freud utilizó la hipnosis y la sugestión al principio. Luego, las abandonó porque le
pareció que se basaban en la seducción y en una influencia alienante. La práctica de la hipnosis
resurgió hace unas décadas en el seno de la corriente «ericksoniana».Las técnicas que utilizan la
hipnosis se apoyan en las capacidades de disociación que se encuentran particularmente
desarrolladas en numerosas víctimas traumatizadas. François Roustang sostiene que el corte que
introduce la hipnosis es del mismo tipo que el que realiza el trauma: separa lo soportable de lo
insoportable, que queda relegado a la amnesia.

Las psicoterapias sistémicas El objetivo principal de la terapia familiar sistémica no es la mejora


sintomática de un individuo, sino la mejora de la comunicación y de la individuación de los
distintos miembros de un grupo. En la terapia de pareja, el paciente es la pareja, y no uno u otro
miembro de la misma; en la terapia familiar, los terapeutas están igualmente interesados en cada
uno de los miembros de la familia y en su disposición múltiple. Procuran luchar contra las
etiquetas —el «perverso», la «víctima»— con la finalidad de poder analizar un proceso interactivo.

6
El psicoanálisis cura psicoanalítica típica no resulta adecuada para una víctima que todavía se
encuentra bajo los efectos del choque de la violencia perversa y las humillaciones. El psicoanálisis
se interesa esencialmente por lo intrapsíquico y no tiene en cuenta las patologías producidas por
la relación con el otro. Su objetivo consiste en analizar los conflictos pulsionales de la infancia que
se han reprimido. Su rígido protocolo, puede generar una frustración insoportable en una persona
que ha padecido una negación deliberada de la comunicación, y puede conducirla a identificar el
psicoanálisis con el agresor y a eternizar así su estado de dependencia. Sólo cuando la víctima esté
suficientemente restablecida podrá iniciar un psicoanálisis, es decir, comprender, a través de un
trabajo de rememoración y de elaboración, qué aspecto de su historia infantil puede explicar su
excesiva tolerancia con el otro y su exposición de unas grietas que facilitan el enganche perverso.

Mientras el psicoanálisis apunta a una modificación de la estructura psíquica subyacente, las


demás psicoterapias intentan obtener una mejora sintomática y reforzar las defensas, pero esto
no les impide lograr, por otras vías, una profunda reorganización psíquica.

9 ¿Cuáles son las diferentes formas de violencia?

Artículo 5º: tipos. Quedan especialmente comprendidos en la definición del artículo precedente,
los siguientes tipos de violencia contra la mujer:

1- Física: la que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de
producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su integridad física.

2-Psicológica:la que causa daño emocional y disminución de la autoestima o perjudica y perturba


el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos,
creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción, humillación,
deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento. Incluye también la culpabilizarían, vigilancia
constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto, indiferencia,
abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de
circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la
autodeterminación.

3-Sexual: cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso
genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o
reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la
violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no
convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata
de mujeres.

4-Económica y patrimonial: la que se dirige a ocasionar un menoscabo de los recursos económicos


o patrimoniales de la mujer.

5-Simbólica: la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos


transmita y reproduzca dominación desigualdad, y discriminación en las relaciones sociales,
naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.

Potrebbero piacerti anche