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HERMENÉUTICA Y CONSTITUCIÓN POLÍTICA COLOMBIANA

La hermenéutica es la disciplina de la interpretación, trata de comprender textos; lo


cual es dicho de manera muy amplia colocarlos en sus contextos respectivos. Con eso el
intérprete los entiende, los comprende, frente a sus autores, sus contenidos y sus
destinatarios, estos últimos tanto originales como efectivos. Ahora asistimos a una
explosión de la hermenéutica, que se ve omnipresente y variopinta, de matices muy
diferentes. La hermenéutica nos muestra una cara múltiple. Pero, procurando no traicionar
la gran diversidad de planteamientos de esta disciplina, trataré de reunir aquí algunos de sus
rasgos, problemas y perspectivas más básicos, de modo que puedan servir de contacto
inicial con ella.

La hermenéutica tiene sus orígenes históricos desde los griegos. Aristóteles, en su Peri
hermeneias, dejó muchas ideas inapreciables sobre ella. Los medievales, con su exégesis
bíblica de los cuatro sentidos de la Escritura, fueron afanosos cultivadores suyos. El
renacimiento llevó al máximo la significación simbólica de los textos, al tiempo que originó
la filología más atenida a la letra. La modernidad lleva adelante esa filología, con tintes de
cientificismo, hasta que, en la línea del romanticismo, Schleiermacher resucita la
teorización plenamente hermenéutica. Su herencia se recoge en Dilthey, que la aplica a la
filosofía de la cultura y de la historia. De él supo recogerla Heidegger, en sus intrincadas
reflexiones sobre el ser y el hombre. La transmite a Gadamer, el cual ha influido sobre otros
más recientes, como Ricoeur y Vattimo. Esta genealogía de la hermenéutica sigue viva y
actuante hoy en día.

La palabra hermenéutica se deriva del vocablo griego “Hermeneuo”, aludía al griego


Hermes que clarificaba ante los humanos los mensajes de la divinidad, oficiando de
mediador, así mismo la palabra hermenéutica alude al dios griego hermes cuya función era
la de ser mensajero de los dioses, una especie de intermediario entre los hombres y los
dioses y él interpretaba esos mensajes y designios divinos. La palabra griega hermeneuien
quiere decir interpretar.

Dentro del proceso interpretativo, lo primero que surge ante ese dato que es el texto, es una
pregunta interpretativa, que requiere una respuesta interpretativa, la cual es un juicio
interpretativo, ya sea una hipótesis o una tesis, la cual se tendrá que comprobar, y para eso
se sigue una argumentación interpretativa.

Donde se resalta mucho la pregunta interpretativa que es donde juega el un papel


fundamental la comprensión. ¿Qué significa este texto?, ¿qué quiere decir?, ¿a quién está
dirigido?, ¿qué me dice a mí?, o ¿qué dice ahora?, y otras más. Puede decirse que la
pregunta es un juicio prospectivo, está en prospecto, en proyecto. Se hace juicio efectivo
cuando se resuelve la pregunta. Hay un proceso por el cual se resuelve dicha pregunta
interpretativa, pues primero el juicio interpretativo comienza siendo hipotético, hipótesis, y
después se convierte en tesis. La misma tesis es alcanzada por el camino de
descondicionalizar la hipótesis, esto es, ver que se cumple efectivamente. Se trata de un
razonamiento o argumento hipotético-deductivo.

Así mismo, lo más importante de la actividad interpretativa es que llegue a constituir en el


hombre un hábito, una virtud, la virtus hermeneutica. De la adquisición de esta virtud
puede decirse que, aun cuando no sea muy claro que pueda enseñarse, sí puede aprenderse,
como lo dice Gilbert Ryle. “No hay escuelas de sabiduría o de prudencia, pero sí hay
escuelas de interpretación. Es como en el caso de la retórica; alguien puede ser
naturalmente buen orador, un orador nato, pero la técnica o arte de la oratoria le ayuda a
mejorar; así también al hermeneuta nato la técnica o arte de la hermenéutica le ayuda a
incrementar esa virtud que ya tiene iniciada, hay un aumento interno o una intensio de esa
virtud de esa cualidad que lo hace interpretar bien. Mucho más si el individuo no es un
buen intérprete por naturaleza, sino que tiene que aprender el arte de interpretar,
mediante el estudio, el trabajo y la imitación, para llegar a superar a quien le enseñe”.

Por consiguiente todo mensaje requiere ser interpretado, y entre ellos los mandatos
contenidos en las normas jurídicas; pero no es fácil lograr una correcta interpretación si no
se cuentan con reglas precisas y claras, metódicas y sistemáticamente establecida. De ello
se ocupa la hermenéutica jurídica, que establece los principios elaborados doctrinaria y
jurisprudencialmente, para que el intérprete pueda efectuar una adecuada interpretación de
las disposiciones normativas.

En virtud de lo anterior, son las normas jurídicas de un Estado las cuales nos permiten
permiten fijar los límites de lo permitido en la sociedad, siendo el instrumento mediante el
cual las conductas humanas son conducidas en organizaciones sociopolíticas, permitiendo
la interacción y desarrollo social, por ello la interpretación y sobre todo la interpretación
jurídica adecuada es de vital importancia para el Estado y sus ciudadanos. Es aquí donde
podemos entender la esencia y trascendencia dela hermenéutica jurídica, en virtud que
define cuando es necesario el significado legal delas normas que regulan a la sociedad

En ese sentido, en Colombia surge la constitución la constitución política, raíz de la


necesidad del pueblo de saber cuáles eran sus derechos, cuales sus obligaciones y también
para que los gobernantes no dieran ordenes equivocadas. Así fue como el 4 de abril de
1811, un grupo electoral constituyente elaboró la primera constitución política en la
república de Colombia. A medida del tiempo la forma de pensar de sus habitantes fue
cambiando por esos se hicieron reformas y en algunos casos se crearon constituciones
nuevas. En 1886 siendo presidente de Colombia el escritor Rafael Núñez aprobó una nueva
constitución redactada por 18 delegatorias, a esta constitución se le llamo la constitución de
Núñez y fue la guía que tuvo el país durante los últimos 105 años, a pesar de las 62
reformas que se le hicieron.
En el año 1991 distintos grupos de personas, entre las cuales estaban los estudiantes,
dirigieron un movimiento nacional para escribir una nueva constitución, argumentando que
la de Núñez era la más antigua de Hispanoamérica y los colombianos querían normas
modernas de acuerdo a las necesidades del nuevo siglo. Se eligieron 70 constituyentes para
que redactaran una nueva constitución, trabajaron durante 5 meses y el 6 de Julio de 1991
entregaron al presidente César Gaviria, una nueva carta constitucional.

Dando como resultado la constitución política de Colombia la cual consta de un preámbulo,


títulos y capítulos. Los títulos encabezan los temas generales, están separados por capítulos,
que hacen las veces de subtítulos, cada capítulo explica con detalle un tema y está
compuesto por artículos. En el preámbulo de la constitución política de Colombia, la
asamblea nacional constituyente en el nombre del pueblo, invocan a Dios y explican que
han escrito estas normas cumpliendo con el deseo manifestado de los colombianos de
convivir en paz, de trabajar, de que haya justicia, de que todos seamos tratados como
iguales y de asegurar que los recursos naturales, económicos y sociales sean bien utilizados,
esta constitución amplio considerablemente el catálogo de derechos, en el marco del
fortalecimiento del Estado constitucional, social, democrático y ambiental de derecho,
particularmente en lo que tiene que ver con el Estado Bienestar, encargado de ofrecer a
todas las personas oportunidades mayores para que en la práctica el acceso a los derechos
sea real y efectivo. En este sentido el capítulo III del Título II de la Carta Política consagra
los llamados derechos colectivos, conocidos en gran parte como derechos de tercera
generación, que se encuentran de manera difusa en cabeza de toda la comunidad. Entre
estos derechos se consagran los de los consumidores y usuarios, el goce de un ambiente
sano y la protección del espacio público.

Bibliografía

Beuchot, Mauricio. Perfiles esenciales de la hermenéutica: Hermenéutica analógica,


recuperado el 14 de noviembre de 2011 https://www.ensayistas.org/critica/teoria/beuchot/

Constitución política de Colombia. 1991. Gaceta Constitucional No. 116 de 20 de julio de


1991.

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