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Folia Entomológica Mexicana

ISSN: 0430-8603
naime@ibiologia.unam.mx
Sociedad Mexicana de Entomología, A.C.
México

Hurtado, Silvia; García Trejo, Fernando; Gutiérrez Yurrita, Pedro Joaquín


Importancia ecológica de los macroinvertebrados bentónicos de la subcuenca del Río San Juan,
Querétaro, México
Folia Entomológica Mexicana, vol. 44, núm. 3, 2005, pp. 271-286
Sociedad Mexicana de Entomología, A.C.
Xalapa, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42444301

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ISSN-0430-8603 Folia Entomol. Mex., 44(3): 271-286 (2005)

IMPORTANCIA ECOLÓGICA DE LOS MACROINVERTEBRADOS


BENTÓNICOS DE LA SUBCUENCA DEL RÍO SAN JUAN,
QUERÉTARO, MÉXICO

S ILVIA HURTADO, F E R N A N D O GARCÍA-TREJO Y


P E D R O J O AQ UÍN GUTIÉRREZ-YURRITA 1

Laboratorio de Ecofisiología
Facultad de Ciencias N aturales, U niversidad Autónom a de Q uerétaro
Cam pus Juriquilla, C arretera estatal a Juriquilla s/n. Q uerétaro 76230, Q ro., M éxico.
Correo-e: yurrita@ uaq.m x

H urtado, S., F. García-Trejo, y P. J. G utiérrez-Yurrita. 2005. Im portancia ecológica de los m acroinvertebrados bentónicos
de la subcuenca del Río San Juan, Q uerétaro, M éxico. Folia Entom ol. M éx., 44(3): 271-286.

R ESUMEN . Aunque la subcuenca del río San Juan es la m ás conocida y degradada ecológicam ente del Estado de Q uerétaro, poco
se conoce acerca de su funcionam iento o estructura ecológica. D e esta form a, al tom ar en cuenta que los m acroinvertebrados
bentónicos son excelentes indicadores tanto de la integridad ecológica com o de la calidad del agua, el presente trabajo tuvo com o
objetivo básico conocer la estructura y los cam bios ecológicos de la com unidad m acroinvertebrada en dicha subcuenca que sirvan
com o base para elaborar planes de conservación biológica. Se llevaron a cabo m uestreos en tres localidades atendiendo a
diferentes grados de perturbación antrópica: dos localidades en la m icrocuenca del río Tecozautla (antes de la represa (1), y
después de la m ism a (2)), ya que estas áreas presentan m oderado y alto grado de perturbación, respectivam ente. La tercera
localidad fue el m anantial Boyecito (3), localizado a un costado del Río San Juan en su parte baja, ya que presenta bajo nivel de
perturbación. Se estim aron la diversidad " de cada localidad y la diversidad $ de la zona de estudio. El m uestreo com prendió
un ciclo hidrológico con m uestreos m ensuales. Para la diversidad " en la localidad 1 se cuantificaron 6,092 individuos
correspondientes a 19 órdenes, los dípteros fueron el grupo dom inante (51.8% del total); en la localidad 2 se contabilizaron 9,773
individuos correspondientes a 16 órdenes; los anfípodos (35.2% ) y los dípteros (25% ) fueron los grupos m ás abundantes; m ientras
que en la localidad 3 se contabilizaron 8,020 individuos, representando 19 órdenes, siendo los dípteros los m ás abundantes
(41.4% ). Con el análisis com parativo entre los sistem as (diversidad $ ), se observó que el sitio m enos perturbado de la subcuenca,
m anantial Boyecito, m antiene estabilidad y constancia en su diversidad biológica a lo largo del ciclo hidrológico, m ientras que
el río Tecozautla, en am bas zonas, m anifiesta los efectos causados por el m anejo del sistem a, debido principalm ente a la represa,
por lo que este sistem a presenta grandes fluctuaciones durante el m ism o periodo. Se plantean bases ecológicas conceptuales para
m antener la integridad ecológica de esta subcuenca.
P ALABRAS CLAVE: Ecología acuática, m anejo de cuencas, ríos regulados, diversidad alfa y beta.

H urtado, S., F. García-Trejo, and P. J. G utiérrez-Yurrita. 2005. Ecological im portance of the benthic m acroinvertebrates
in San Juan River B asin, Q ueretaro, M exico. Folia Entom ol. M éx., 44(3): 271-286.

A BSTRACT. San Juan river basin is probably the m ost known and ecologically degraded basin from Q ueretaro. And it is poorly
known about its ecological structure and functioning. So, taking into account that benthic m acroinvertebrate fauna is an excellent
indicator of the ecological integrity and water quality of the basin, the objective of this work was to determ ine the structure and
the ecological qualitative changes in the m acroinvertebrate benthic com m unity from different sections of the basin to develop
conservation biology plans. Three sections were analyzed, selected by their ecological degradation by m an: Two places were
studied in the m icro-basin of the Tecozautla river: before the dam (1) and just after the dam (2), these areas have m oderate and
high im pact levels, respectively; the third place was located close to the lower section of the San Juan river, Boyecito spring (3),

1
Autor corresponsal
Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

and has no negative im pact, apparently. D iversity indices, " and $ , were assessed for each locality and for the entire basin,
respectively. A total of 6092 individuals grouped into 19 orders were collected form the first site; D iptera was the dom inant order
(51.8% ). 9773 individuals grouped into 16 orders were collected form the second site; Am phipoda and D iptera were the dom inant
groups (35.2 and 25% , respectively). 8020 individuals grouped into 19 orders were collected form the third site; D iptera was the
dom inant order (41.4% ). The less deteriorated site was Boyecito, being this site the only one that can keep constant its diversity
levels during a hydrological cycle. W hereas, Tecozautla river showed in its great variations of diversity levels during the
hydrological cycle the effects of regulating its water due to the dam . Action plans to conserve the ecological integrity of the basin
are proposed.
K EY W ORDS: Aquatic ecology, basin m anagem ent, regulated rivers, alpha and beta diversity.

La construcción de una presa siempre represen- útiles en el análisis del ecosistema para elaborar
ta cambios de algún tipo en su entorno, debido a planes de manejo, ya que estas comunidades y su
que el volumen de agua almacenado altera el mi- productividad se ven afectadas por diversos fac-
croclima, y la ralentización del sistema fluvial al- tores del medio físico (Bournaud et al., 1996).
tera el funcionamiento básico de los ríos. El pri- Dentro de los principales factores a considerar
mer caso es porque el agua actúa como un efi- están el hidroperiodo y el régimen hídrico del sis-
ciente regulador térmico, provocando alteracio- tema, los cuales presentan un efecto sinérgico en
nes en los ecosistemas de las inmediaciones del la dinámica general del ecosistema (Gutiérrez-
embalse (Hendrichs, 1984); mientras que el se- Yurrita y Montes, 1998). Se tiene, por un lado,
gundo caso ocasiona cambios en la magnitud de que las comunidades de invertebrados en cuerpos
los caudales, en la periodicidad de las variacio- de agua temporales crecen más que en los siste-
nes de los mismos y en la calidad del agua de los mas permanentes ya que en estos últimos, los pe-
flujos (Gutiérrez-Yurrita, 2002). La estabilidad riodos de reabastecimiento marcan fuertemente la
ecológica de un río puede ser vista como una ten- dinámica del sistema (Batzer y W issinger, 1996);
dencia a reducir cambios en el flujo de energía, mientras que por otro lado, el balance hidráulico
lo que conlleva a que la estructura ecológica de general es crucial en las historias de vida de las
las comunidades varíe con las condiciones am- especies, ya que la velocidad con la que los nive-
bientales estacionales; así, estas variaciones tem- les de agua suben o bajan, ocasionan que los há-
porales y espaciales en la composición de espe- bitats en los ríos y arroyos puedan expandirse o
cies y abundancia de individuos en las pobla- contraerse modificando la disponibilidad de re-
ciones son importantes para la estabilidad del sis- cursos (Alonso, 2004); asimismo, los hábitats co-
tema entero (Ricklets, 1979). Las comunidades mienzan a aislarse unos de otros y el régimen de
biológicas pueden ser caracterizadas por una se- flujo sufre cambios, alterando otros gradientes fí-
cuencia temporal de reemplazo de especies, para sicos (Power et al., 1988). Finalmente, y ligado
mantener los procesos dentro del sistema general al régimen hídrico e hidroperiodo, está el origen
(Vannote et al., 1980). Los macroinvertebrados del agua para abastecer al sistema, ya que es de
bentónicos, al responder rápidamente a las varia- crucial importancia para determinar su composi-
ciones ambientales, reflejan el grado de integri- ción química, la cual establecerá en gran medida
dad ecológica del sistema, no sólo momentánea- su calidad y capacidad para resistir impactos
mente, sino estacionalmente (Gutiérrez-Yurrita y humanos (contaminación o polución) (Holo-
Montes, 1999). muzki, 2000).
Diversos trabajos sustentan que el estudio de Para el caso que nos ocupa, la construcción de
las comunidades del macrobentos, incluso anali- la presa Fernando Hiriart Valderrama (también
zadas a nivel taxonómico de orden, han resultado conocida como presa Zimapán), una vez ter-

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minado su llenado, aproximadamente de 1995 a ción acuática libre flotadora y enraizada, como el
1996, pudo haber influido en la actual compo- lirio (Eichornia crassipes Martius) y la elodea
sición y funcionamientos ecológicos de los ríos (Egeria densa Planch) ambas especies exóticas;
fragmentados: San Juan y Tula (arriba de la cor- además de contar con diferentes sustratos que
tina) y Moctezuma (debajo de la misma) (Gu- van desde rocas mayores de 10cm de diámetro
tiérrez-Yurrita, 2001). Dado que algunos trabajos hasta limos. La microcuenca del río Tecozautla
biológicos se habían realizado en los ríos repre- forma parte de la subcuenca del río San Juan, que
sados antes de la construcción de la presa (CFE, a su vez pertenece a la Región Hidrológica Ad-
1989; Crisóstomo, 1999; Equihua y Sosa, 1996; ministrativa Golfo Norte (IX). El río Tecozautla
CQRN 1999; Gómez-Anaya et al., 2000; No- bordea la cabecera municipal de Tecozautla,
velo-Gutiérrez et al., 2002, por mencionar algu- Hidalgo, en su parte oriente, donde se construyó
nos), es posible establecer un análisis compa- un acueducto y una represa para el aprovecha-
rativo de la composición específica de la fauna miento humano (urbano y riego) del agua (Fig.
acuática en dos vertientes: i) antes y después de 1). El río presenta un extenso bosque de galería
la construcción de la presa y ii) agua arriba y caracterizado por Salís humboldtianum L. y man-
agua debajo de la cortina, ambos estudios de cara chones de helófitos dominados por Thypa latifo-
a elaborar directrices de gestión (M orales y Gu- lia L. En la parte alta de la cuenca predomina el
tiérrez-Yurrita 2000; Alonso et al., 2002; Gutié- matorral rosetófilo.
rrez-Yurrita et al., 2002; Gutiérrez-Hernández,
2003; Gutiérrez-Yurrita y Morales 2004; Pedraza
et al., 2004; Oviedo et al., 2005; entre otros). En
este contexto, el presente trabajo tuvo como ob-
jetivos conocer la estructura ecológica de la co-
munidad de macroinvertebrados bentónicos de la
subcuenca del río San Juan y estimar sus cambios
ecológicos que ayuden a proponer estrategias de
manejo integral del sistema hídrico.

ÁREA DE ESTUDIO F IGURA 1. Localización del área de estudio: 1) M anantial-


arroyo Boyecito; 2) Río Tecozautla antes de la represa, y 3)
En el municipio de Cadereyta de Montes, Qro.,
Río Tecozautla después de la represa.
se encuentra un arroyo que abastece directamente
al río San Juan, donde la gente lo conoce como Las características fisicoquímicas mensuales
Boyecito, que significa “manantial” en otomí. del agua se muestran en el Cuadro 1. La estación
Este arroyo nace en el fondo del cañón del río climatológica más cercana a la zona de estudio
San Juan, marcando los limites políticos entre los está en la ciudad de Tecozautla, indican que el
Estados de Querétaro e Hidalgo, en los munici- clima es semiseco cálido, con lluvias en verano e
pios de Cadereyta y Tecozautla respectivamente. invierno fresco; la precipitación media anual es
En la zona baja del cañón se cultivan árboles fru- de 516mm, comienza la temporada de lluvia en-
tales entre los que destacan el mango Manguifera tre abril y marzo, los valores máximos se alcan-
indica L. y la guayaba Psidium guayava L., zan de junio a septiembre y el descenso comienza
mientras que en la parte alta predomina el mato- en octubre; La temperatura media anual es
rral rosetófilo. El arroyo ofrece gran variedad de 19.1ºC, con la mínima de 14.7ºC en diciembre y
microambientes debido a que abunda la vegeta- la máxima de 21.8ºC mayo (García, 1983).

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Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

Cuadro 1
D atos puntuales m ensuales de los factores fisicoquím icos de cada localidad*

M ÉTODOS orilla, centro y vegetación. El tipo de muestreo


El muestreo fue mensual durante un ciclo hi- fue aleatorio simple sin reemplazo, estratificado
drológico completo. En cada uno de los puntos se y polietápico (Alonso, 2004). La muestra se fijó
midieron los factores fisico-químicos básicos con en alcohol al 70% y se trasladó al laboratorio. En
un analizador de agua Horiba U-22 (temperatura el laboratorio se separaron las muestras bioló-
±0.05 /C, pH, oxígeno disuelto ±0.05mgl-1, con- gicas, y se determinaron taxonómicamente los
ductividad ±0.05mScm -2 y sólidos suspendidos macroinvertebrados con ayuda de claves especí-
±0.05 /), y se registraron algunas características ficas (Merrit y Cummins, 1984); finalmente, la
generales del medio físico y biótico (sustrato, cuantificación a nivel de orden se hizo con reji-
morfología del sistema, régimen hídrico, hidrope- llas en una caja de Petri bajo el estereomicros-
riodo, macrófitos acuáticos). Los muestreos de copio.
los macroinvertebados se estandarizaron entre las Dada la importancia que tiene el escalamiento
zonas de colecta para que los datos fueran com- de la cuenca para proponer planes de gestión y
parables y así poder calcular la abundancia de conservación biológica, y de acuerdo a la jerar-
macroinvertebrados, por lo que los arrastres se quización ecosistémica del sistema en Ecoseccio-
hicieron con red de cuchara y abarcaron un área nes (microcuenca) y Ecodistrito (subcuenca)
aproximada de 1 m 2. El número mínimo de mues- (Gutiérrez-Yurrita, 2004). La diversidad alfa (α)
tra para cada localidad se determinó con el méto- se utilizó para estimar la diversidad biológica en
do de captura por unidad de esfuerzo (CPUE) lle- cada ecosección (sitio de muestreo), y se confor-
vada a una curva de promedios acumulados mó por los índices de Shannon-W iener (H’) y
(Brower y Zar, 1984). Cada localidad de mues- Brillouin (HB) para diversidad y Simpson (l) pa-
treo se subdividió en sitios de colecta para tener ra dominancia; y las estimaciones de equidad y
toda la representación de la fauna bentónica: riqueza de especies (Krebs, 1989; Magurran,

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1989; Margalef, 1991). El índice de diversidad RESULTADOS


(H’) se basa en la teoría de la informática (mide A NÁ LISIS DE LA DIVERSIDAD ALFA ( ")
la velocidad a la que se transmite la información, Arroyo Boyecito. En cuanto a la estructura de
estableciendo los límites de comprensión de la la comunidad, se encontraron 19 órdenes, de los
información), bajo algunos supuestos puede apli- cuales, dos se comportan como dominantes, Dip-
carse a la ecología (M argalef, 1991). Al ser de ti- tera y Gastropoda (41.4% y 20.1% del total de
po I, implica que los individuos se muestrearon individuos de todos los órdenes, respectiva-
al azar a partir de una población indefinidamente mente) (Fig. 2). Por otro lado, hubo ocho órdenes
grande y que todas las especies están representa- “raros”, es decir, con abundancias porcentuales
das en la muestra; así, se hacen patente los cam- inferiores al 1% del total de individuos: Collem-
bios que sufren las especies raras dentro de la co- bola, Hemiptera, Homoptera, Isopoda, Plecop-
munidad; los valores obtenidos cercanos a 0 in- tera, Megaloptera, Decapoda y Concostracea. En
dicarán baja diversidad, mientras que los más al- cuanto al registro de órdenes por mes durante el
tos denotarán un incremento en la diversidad pe- ciclo hidrológico, se encontró que los meses con
ro, prácticamente ningún valor estará sobre 5 mayor cantidad de órdenes fueron agosto, febrero
(Krebs, 1989). Por otro lado, con la finalidad de y marzo, los cuales con excepción de agosto, pre-
conocer las interacciones ecológicas de los órde- sentan un balance hídrico negativo -la precipita-
nes dentro de cada sistema muestreado se calculó ción del sistema fue inferior a su tasa de evapo-
el índice de Brillouin (HB); este índice indica las ración-. El resto de los meses no presentaron
relaciones directas entre órdenes, como puede ser fluctuaciones estadísticamente significativas (Fig.
la competencia (Magurran, 1989). 3).
La estimación de la diversidad beta ( $), para Al comparar la cinemática de los órdenes do-
conocer la estructura ecológica general del Eco- minantes frente a los raros, se observó una rela-
distrito (subcuenca), se realizó con los datos es- ción inversa persistente en las diferentes épocas
tandarizados y normalizados estadísticamente hídricas del sistema: Diptera incrementa en julio,
(M cGarigal et al., 2000), para estimarse con el mientras que, Gastropoda y los órdenes raros
índice de similitud de Jaccard (Sj) (Krebs, 1989). mantiene constantes sus bajas dominancias hasta
Después de realizar una prueba de normalidad agosto, cuando empieza a declinar Diptera. Des-
multivariada de los datos (Johnson, 1998), con el pués de Agosto, la disminución numérica de díp-
índice de similitud de Jaccard se detectaron las teros conlleva un incremento numérico en los
similitudes estructurales de la comunidad macro- otros órdenes, aunque no en la misma proporción
invertebrada entre las tres zonas de estudio, to- (Fig. 4). En septiembre, los órdenes raros decre-
mando como base de la estimación la presencia cen, y Gastropoda alcanza su punto máximo,
o ausencia de especies (Magurran, 1989). Para mientras que los dípteros permanecen con niveles
asignar confianza estadística al coeficiente de bajos. Finalmente, con la caída en efectivos nu-
Jaccard, se realizó un análisis estadístico multi- méricos de Gastropoda, Diptera vuelve a retomar
variado de agrupamiento por liga completa (Mc- la mayor abundancia en el sistema, poco antes
Garigal et al., 2000). Como los datos obtenidos del comienzo de la temporada de lluvia.
del índice de Brillouin eran heteroscedáticos, se En cuanto al índice H’, el valor más alto de di-
realizó la prueba estadística de Kruskal-Wallis versidad correspondió a agosto (3.3), cuando el
para determinar si las diferencias estadísticas, al sistema presenta estabilidad hídrica en su fase
comparar número de órdenes por localidad eran más alta de recarga acuática; el resto del año casi
significativas (Brower y Zar, 1984). no registra fluctuaciones, se mantiene entre 1.5 y

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F IGURA 2. Elenco de órdenes registrados y abundancia relativa en actividad de individuos de cada orden en el m anantial-arroyo
Boyecito. En la figura de pastel se m uestra la abundancia porcentual de efectivos para cada uno de los órdenes con respecto al
total de individuos colectados.

F IGURA 3. Distribución tem poral de los órdenes en el Boyecito. El texturizado de las barras m uestra los cam bios hidrológicos:
balance positivo es cuando hay aum ento de nivel del agua; balance negativo cuando la evaporación y las pérdidas son m ayores
que las entradas de agua; balance neutro es cuando la recarga de agua del sistem a es proporcional a su salida.

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F IGURA 4. Cinem ática tem poral de la abundancia de efectivos de los órdenes dom inantes y raros (el orden tiene < del 1% del total
de individuos colectados) de m acroinvertebrados bentónicos en el Boyecito.

2 (Cuadro 2). El valor de máxima diversidad el arroyo Boyecito el mes de agosto fue el de ma-
corresponde con el incremento en la abundancia yor diversidad (Cuadro 2). En general, el arroyo
de los órdenes raros. Por otro lado, los valores Boyecito registró un índice de dominancia del
más bajos de diversidad se registraron en marzo 20.82%, lo que significa que no hay influencia
y julio (1.4 y 1.25 respectivamente), al término sobre el valor del índice de diversidad.
de la temporada seca y principio de la húmeda, lo Río Tecozautla antes de la represa. En la es-
que corresponde al incremento en la abundancia tructura ecológica del tramo del río Tecozautla
del orden dominante y a la disminución numérica antes de la represa se determinaron 19 órdenes;
en efectivos de los otros órdenes. aunque Diptera fue dominante (51.8% del total
Al calcular el índice HB se encontró que para de órdenes). Por otro lado, se registraron tres ór-
denes con porcentajes similares (entre 7 y 10%
Cuadro 2 del total: Ephemeroptera, Gastropoda y Odo-
Índices m ensuales de diversidad de Shannon-W einer (H ') y nata); el resto de los órdenes se comportaron co-
Brillouin (H B) para el Boyecito
mo órdenes raros: Megaloptera, Isopoda, Deca-
poda, Acarina, Copepoda, Plecoptera y Concos-
tracea (Fig. 5).
Los meses de junio a septiembre son los que re-
gistran mayor cantidad de órdenes, esto es, cuan-
do el sistema está en su fase de recarga hídrica,
alcanzando su máximo en julio, con 18 órdenes
y mayor caudal del sistema; mientras que los me-
ses con balance hídrico negativo (de diciembre a
mayo) son los de menor abundancia de órdenes

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Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

F IGURA 5.Elenco de los órdenes registrados y abundancia relativa en actividad de individuos de cada orden en el río Tecozautla
antes de la represa. En la figura de pastel se m uestra la abundancia porcentual de efectivos para cada uno de los órdenes con
respecto al total de individuos colectados.

F IGURA 6. Distribución tem poral de los órdenes en el río Tecozautla antes de la represa. El texturizado de las barras m uestra los
cam bios hidrológicos: balance positivo es cuando hay aum ento del nivel del agua; balance negativo cuando la evaporación y las
pérdidas son m ayores que las entradas de agua; balance neutro es cuando la recarga de agua del sistem a es proporcional a su
salida.

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Figura 7. Cinem ática tem poral de la abundancia de efectivos de los órdenes dom inantes y raros (el orden tiene < del 1% del total
de individuos colectados) de m acroinvertebrados bentónicos en el río Tecozautla antes de la represa.

F IGURA 8. Elenco de los órdenes registrados y abundancia relativa en actividad de individuos de cada orden en el río Tecozautla
después de la represa. En la figura de pastel se m uestra la abundancia porcentual de efectivos para cada uno de los órdenes con
respecto al total de individuos colectados.

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Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

pero con mayor constancia numérica (Fig. 6). mente). Por otro lado, se registraron tres órdenes
En cuanto a la cinemática temporal, todos los con porcentajes similares (entre 7 y 11%; Ephe-
órdenes se comportan de manera muy similar, meroptera, Tricladida y Gastropoda); y el resto
teniendo dos pico máximos de abundancia: al fi- de los órdenes se comportan como órdenes raros,
nal de la temporada seca (marzo) y en plena fase destacándose por su relevancia ecológica Co-
estabilizada de la temporada de lluvia (agosto) llembola, Homoptera, Isopoda, Decapoda, Ple-
(Fig. 7). Por el contrario, de septiembre a diciem- coptera y Concostracea (Fig. 8).
bre todos los órdenes decrecen. Es importante se-
ñalar que en este periodo pueden llegar a desa- Cuadro 3
parecer los individuos del orden dominante y só- Índices m ensuales de diversidad de Shannon-W einer (H ') y
Brillouin (H B) para el río Tecozautla antes de la represa
lo permanecer los órdenes raros. En este sistema
se denominan órdenes constantes a los que fue-
ron persistentes e invariables en su porcentaje de
aparición durante todo el ciclo hidrológico.
Los periodos con mayor diversidad macroin-
vertebrada en el río Tecozautla antes de la repre-
sa están en la época con mayor estabilidad hidro-
lógica dentro de la fase de recarga de agua del
sistema (agosto), y la de mayor pérdida de agua
del sistema, cuando termina la temporada seca
(marzo). En ambos periodos se encontraron valo-
res de diversidad H’=2.71. El aumento de la di- En lo referente a la relación temporal de órde-
versidad en estas épocas está relacionado con el nes régimen hídrico por época hidrológica duran-
aumento que presentan los órdenes raros en el te un ciclo completo, se encontró que la época
mes de agosto y el incremento general de todos con mayor número de órdenes fue la de estabili-
los grupos durante marzo, respectivamente. En el dad hídrica y balance positivo (julio). Sin embar-
Cuadro 3 se hace notorio el descenso en la diver- go, el periodo con mayor estabilidad en número
sidad (H’) en los meses de noviembre a enero, de órdenes fue cuando el balance precipitación-
comenzando a incrementarse en febrero. Por otro evaporación era negativo (pérdida de agua del
lado, de acuerdo con el índice HB, el mes más sistema: diciembre a junio); más aún, el momento
diverso fue febrero (Cuadro 3); la discrepancia más negativo del sistema, hídricamente hablando,
entre ambos índices (H’ y HB) en febrero radica es en febrero; en este mes hay un incremento en
en el alto valor del índice de dominancia regis- el número de órdenes presentes (Fig. 9).
trado para este mes (50%). En general, el sitio La cinemática temporal de la estructura de los
presenta una dominancia del 42.25%, lo que po- órdenes muestra que cuando los órdenes domi-
dría indicar una ligera influencia de la dominan- nantes aumentan su abundancia en número de in-
cia sobre la diversidad. dividuos, descienden los efectivos de los órdenes
Río Tecozautla después de la represa: El tra- raros y viceversa. Además, los meses con mayor
mo del río Tecozautla después de la represa se diversidad son junio y febrero (H’: 2.62 y 2.60,
estructura ecológicamente con 16 órdenes de ma- respectivamente) (Cuadro 4), correspondiendo
croinvertebrados bentónicos; dos de los cuales se con los picos máximos de abundancia numérica
comportan como órdenes dominantes, Amphi- de los órdenes raros; lo contrario ocurre cuando
poda y Diptera (35.2% y 25.0%, respectiva- los órdenes dominantes alcanzan los máximos de

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F IGURA 9. D istribución tem poral de los órdenes en el río Tecozautla después de la represa. El texturizado de las barras m uestra
los cam bios hidrológicos: balance positivo es cuando hay aum ento del nivel del agua; balance negativo cuando la evaporación
y las pérdidas son m ayores que las entradas de agua; balance neutro es cuando la recarga de agua del sistem a es proporcional a
su salida.

efectivos y cuando los órdenes raros alcanzan los gicamente (Cuadro 4); la discrepancia entre los
mínimos de abundancia relativa de individuos índices H’ y HB, en estos meses radica en el alto
(Fig. 10). valor del índice de dominancia para el periodo
(30%). En general, como el sistema tiene un ín-
Cuadro 4 dice de dominancia del 10.20%, ésta no influye
Índices de diversidad de Shannon-W einer (H ') y B rillouin sobre el valor del índice global de H’ de todo el
(HB) para el río Tecozautla después de la represa
ciclo hidrológico.

A NÁ LISIS DE LA DIVERSIDAD BETA ( $)


Los análisis estadísticos para comparar las me-
dias entre los tres índices de Brillouin estimados,
con un intervalo de confianza al 95%, arrojaron
un valor de p=0.02. El análisis de agrupamiento
multivariado con datos del índice de similitud de
Jaccard indica que el río Tecozautla antes de la
represa tiene más parecido en su composición co-
munitaria de macroinvertebrados bentónicos con
el arroyo Boyecito que con el tramo posterior a la
El índice HB para este tramo del río, registró represa.
que los meses con balance hídrico positivo (agos-
to, octubre y mayo) son los más diversos bioló-

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Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

DISCUSIÓN bentofauna, quedando sólo, en su lugar de origen,


El manejo de los sistemas acuáticos deriva en los individuos que estaban refugiados al momen-
cambios físicos y químicos del ambiente. Por un to de la crecida. Los sistemas alterados por el
lado el represamiento y la canalización de los hombre que se estudiaron, presentaron este pa-
ríos modifican el flujo de agua en el sistema, ade- trón de cinemática en sus comunidades, locali-
más del gran acarreo de sedimentos que lo ra- zándose únicamente ejemplares de algunos órde-
lentiza aún más (Gutiérrez-Yurrita, 2002). Por nes en las riveras donde la velocidad de la co-
otro lado, los ríos se han convertido en lugares de rriente era lenta aún durante la fase de carga hí-
desechos domésticos e industriales, lo que oca- drica, y rápida en el centro del cauce; en estos
siona un aumento en su contaminación y con ello sistemas se encontraron más órdenes durante la
un cambio químico tanto en el agua como en el fase de descarga hídrica del sistema (época seca).
sedimento (Hurtado et al., 2001; Rodríguez, Por otro lado, el Boyecito, al no estar regulado
2003). Además de estos cambios físicos y quími- por el hombre, mantiene su hidroperiodo y régi-
cos es importante resaltar las modificaciones pro- men hídrico más constantes durante el ciclo hi-
ducidas por la introducción deliberada de espe- drológico, al igual que su estructura ecológica de
cies exóticas, comúnmente peces e invertebrados. la comunidad macrobentónica.
Tales alteraciones han resultado en cambios sig- Cabe destacar que aunque todos los sistemas
nificativos en la dinámica de las poblaciones de registran grandes cantidades de órdenes raros, só-
animales y plantas y la estructura de sus comu- lo en el caso del río Tecozautla en su parte repre-
nidades, entre otros (Gutiérrez-Yurrita, 1999). sada estos órdenes presentan etapas en que desa-
Bajo el análisis de diversidad α (Ecosecciones) parecen por completo, y sólo durante la época de
se observó que el arroyo Boyecito, ambiente me- lluvia, cuando el sistema aumenta su capacidad
nos regulado en su flujo, presenta una cinemática de carga, pueden coexistir con los órdenes do-
comunitaria y diversidad biológica más estable minantes. Caso contrario ocurre en los otros dos
que el río Tecozautla en sus dos tramos, donde se sitios, donde se da una dinámica inversa entre
manifiestan los efectos causados por el manejo órdenes dominantes y raros, indicando que la
del sistema debido a la represa; lo que da como presencia de los órdenes raros es de vital impor-
resultado grandes fluctuaciones en la estructura tancia para la enanteostásis ecológica del sistema
de la comunidad y en la diversidad biológica de (Alonso et al., 2002).
la misma durante el mismo periodo (Fig. 11). De Se vio que la estructura ecológica de la comuni-
acuerdo con Holumuzki (2000) los cambios en la dad de macroinvertebrados bentónicos se hace
ecología de las poblaciones que habitan ambien- más compleja dadas las intervenciones humanas,
tes hídricamente regulados se pueden deber a que de tal forma que su estudio al momento de abor-
la regulación de los caudales reduce la variabili- dar los problemas ambientales y de la conserva-
dad de microambientes y de recursos. En este ción biológica, debe ir más de acuerdo con las
sentido, Power et al. (1988) mencionan que den- bases ecositémicas del paradigma de la ecología
tro de los controles abióticos más importantes pa- integral propuestas por Prigogine (1993), que con
ra regular la comunidad de invertebrados en un la idea ancestral de una naturaleza mecánica. La
río, están las alteraciones que ocasiona la forma ecología integral visualiza al ecosistema como
en que se recarga el sistema (régimen hídrico); un una parte funcional del todo; un todo compuesto
sistema con una alta tasa de recarga presenta una por una intrincada red de interconexiones de
elevación del caudal y del flujo en pocos días, lo cuencas hidrográficas -como ecosistemas conec-
que conlleva a un arrastre indiscriminado de la tados en red- sujetos a cambios naturales y per-

282
Folia Entomol. Mex., 44(3) (2005)

F IGURA 10. Cinem ática tem poral de la abundancia de efectivos de los órdenes dom inantes y raros (el orden tiene < del 1% del
total de individuos colectados) de m acroinvertebrados bentónicos en el río Tecozautla después de la represa.

F IGURA 11. Análisis com parativo espacio-tem poral com o curvas cinem áticas del índice de diversidad (H ') de cada Ecosección
que form a la subcuenca del río San Juan.

283
Hurtado et al.: Importancia de macroinvertebrados bentónicos en el Río San Juan

turbaciones humanas irregulares, poco prede- menta en la presencia de los dípteros como orden
cibles, que además están inmersos en sistemas dominante, más la presencia de numerosos (entre
sociales y económicos generadores de conflictos 16 y 19) órdenes escasamente representados, sal-
humanos intra e intergeneracionales cuya única vo en determinados momentos del ciclo hidro-
vía de solución es, quizá, el desarrollo susten- lógico, cuando algunos de ellos pueden incre-
table de la región (Gómez, 2000; Gutiérrez-Yu- mentar sus efectivos considerablemente. Esta
rrita 2000; Quesada et al., 2003, entre otros). particularidad del Ecodistrito marca la importan-
La idea mecanicista de funcionamiento ecoló- cia que los órdenes raros tienen para que éste
gico plantea que después de una perturbación, el mantenga su capacidad de respuesta positiva ante
ecosistemas, gracias a su capacidad de resilien- factores estresantes (básicamente antrópicos), y
cia, regresarán a las condiciones anteriores (algo se recupere de los impactos ambientales nega-
mecánico), sin embargo, no toma en cuenta que tivos con relativa rapidez (Loreau, 2000; Gutié-
si durante la perturbación o que si ésta es lo su- rrez-Yurrita et al. 2002).
ficientemente grande en espacio y tiempo (como Bajo esta perspectiva, la comunidad macroin-
la regulación continuada de los ríos mediante las vertebrada del bentos ha sido muy útil al propor-
represas), el sistema se vuelve más sensible y cionar información acerca de la integridad ecoló-
pierde su capacidad de respuesta, creándose des- gica de los diferentes tramos de la subcuenca del
pués de cada gran perturbación, una nueva es- río San Juan para preservar su funcionamiento
tructura comunitaria (Gutiérrez-Yurrita, 2000); la ecológico a diferentes escalas espacio-temporales
cual, no puede ser predecible, ni con modelos (ecotopos, ecosecciones, ecodistritos, ecorre-
caóticos, de sistemas no termodinámicamente giones y ecozonas). Esto significa que al conside-
equilibrados o de sistemas holárquicos abiertos rar que los procesos bióticos y abióticos generan
de auto-organización, dada la complejidad de patrones de estructuras comunitarias en los ma-
factores que influyen en su conformación (Gutié- croinvertebrados, y que ambos, patrones y pro-
rrez-Yurrita, 2004). Alonso et al. (2002), en un cesos, son dependientes de la escala espacial de
estudio comparativo de las asociaciones de odo- estudio, se necesita generar planes de manejo que
natos presentes con las de 10 años atrás, demos- preserven i), la complementariedad de nicho
traron que en la cuenca del río Moctezuma (de la (mantener las características del hábitat ade-
cual el río San Juan es parte importante), se han cuadas para que persistan los órdenes raros), y ii)
producido cambios significativos en su estructura la selección de ambientes extremos a grandes es-
y dinámica a raíz del impacto producido por la calas temporales-espaciales (preservando los pro-
construcción de la Presa Zimapán, los cuales es- cesos ecológicos que producen la ecodiversidad
tán lejos de ser predecibles por modelado eco- regional). Algunas acciones importantes para la
lógico. Estos autores reportaron como especies preservación de la cuenca en términos generales
raras a algunas especies antaño dominantes; y a (puntos i y ii en conjunto), son la conservación
algunas especies antes dominantes como raras o del régimen hídrico e hidroperiodo del sistema en
desaparecidas actualmente. Sin embargo, no han general, mediante, tal vez, caudales ecológicos),
podido descifrar los patrones de cambio, es decir, es decir, conservar la ecodiversidad o compleji-
hace falta mucho más estudio de ecología inte- dad funcional en ecología (Gutiérrez-Yurrita,
gral. 2002; 2004).
En relación a la diversidad β, se aprecia que la Finalmente, puede decirse que si se suma una
estructura principal de todo el Ecodistrito ana- mala gestión de los cuerpos de agua a las presio-
lizado (subcuenca del río San Juan), se funda- nes ambientales que estos presentan actualmente,

284
Folia Entomol. Mex., 44(3) (2005)

se puede llevar a la extinción a grupos que de- B OURNAUD , M ., B. C ELLOT , P. R ICHOUX Y A. B ERRAHOU .
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penden de intervalos fisicoquímicos más espe-
m ental characteristics a large river congruity of patterns for
cíficos y de la estacionalidad para su desarrollo identification to sp ecies or fam ily. Journal of the North
(Alonso, et al., 2002). De esta manera se debe American Benthological Society, 15(2): 232-253.
abordar el manejo de los recursos bióticos e hí- B ROWER, J. Y H . Z AR. 1984. Field and laboratory m ethods for
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dricos desde la doble perspectiva de asegurar,
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por una parte, el cumplimiento de las metas CY TEQ , 1999. D iagnóstico prelim inar del Estado de las
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la regulación del agua en determinada cuenca; y Zim apán, M éxico.
CFE, 1989. Informe de estudios de calidad de agua. Área de
por otro lado, garantizar la protección y conser-
Ecología e im pacto Am biental del Proyecto H idroeléctrico
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siones del manejo al tratar de gestionar adecua- G ARCÍA, E. 1983, Apuntes de clim atología. Instituto de Geo-
damente los recursos, y así mantener un caudal grafía, U N AM . M éxico.
que asegure un funcionamiento del ecosistema, si G ÓMEZ -A NAYA J. A., R. N OVELO-G UTIÉRREZ Y R. A RCE-
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no similar al que se tenía antes de la construcción hidroeléctrica Ing. Fernando H iriart B alderram a (PH Zi-
de represas, sí apegado a las grandes variaciones m apán), H idalgo, M éxico. Folia Entom ológica M exicana,
hídricas estacionales (hidroperiodo), incluso an- 108: 1-34.
tes de que las actividades humanas se hicieran G ÓMEZ, L. J. 2000. Com plejidad y Ecología. Facultad de
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El presente trabajo se realizó con apoyo econó- ducción de especies. Biología Inform a, 25: 1-6.
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SIHGO-CONACYT, así como con apoyo de CO- de los cuerpos de agua epicontinental y su papel en la cul-
NABIO. La primera autora agradece al CONA- tura. Zoología Inform a, 43: 27-57.
G UTIÉRREZ-Y URRITA, P. J. 2001. Aproxim ación Ecosistém ica
CYT la beca que le otorgó para realizar su tesis
para el m anejo de cuencas. El caso de la presa Zim apán,
de licenciatura con este trabajo. Los autores agra- M éxico. M em orias del II Taller Internacional sobre m anejo
decen la colaboración de los compañeros del la- de cuencas hidrográficas GEO-CUENCA. U niversidad de
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