bebéalucina un objeto,de modo tal que el bebé sehaga la ilusión
11. EL DESTINO DEL OBJETOTRANSICIONAL
pronunciadaen
-Trabajopreliminar pdrd una clnrla
v PsiquiatríaInfantil'
ú eíoi¡"ción de Psicología
d'eGlasgow,el5 de diciembrede 1959
Au n q u e y a m uc hos d e u s te d e se s tá n b i e n fa mj l i a rizadoscon
lo q u e h e dic ho ac er c a d e l o s o b j e to stra n s i c i o n a l e s,qui si era
an te to d o v olv er a enu n c i a r mi c o n c e p c i ó na l re s p ecl o,para
lu e g o p a s ar a m i t em a pri n c i p a l d e h o y , q u e e s l a c u e sti ónde su
desti n o .E nunc iar é, pue s , c u á l e s a mi p a re c e r l a s i gni fi caci ón
de los objetostransicionales.
A mi e nt ender , a es t o so b j e to si o s e n c o n tra mo se n di versos
pro ce so sde t ¡ ans ic ión.U n o d e e l l o ss ev i n c u l a c o nl a s r el aci ones
de objeto;el bebé se lleva el puño a la boca.luego el pulgar, luego
hay u n a m ez c ladel us o d e l p u l g a r y d e l o s d e má s d e d o s,y escoge
algún objeto para manipular'lo. Poco a poco comienza a usar
objetos que no son parte de él ni de la madre.
Otra clase de transición tiene que \¡er con el pasaje de un
objeto que es subjetivo para el bebé a olro que es objetivamente
per:ibido o externo. Al principio, cualquier objeto que entabla
relación con el bebé es creado por éste ---o al menos ésa es la
teóría a la que yo adhiero-. Es como una alucinación. Se da
cierto engaño y un objeto que está a mano se superpone con una
alucinación.Como es obvio, aquí tiene suprema importancia la
forma en que se conducela mad¡e o su susbitubo'Habrá madres
que son buenas y otras que son malas en lo que atañe a
posibilitar que un objeto real esté exactamente ailí donde el
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de que el mundo puede ser creado y de que lo que es creado es
ei mundo.
E n esl e punto, ustedesesta¡á n pensandoen la expr esiónde
la señoraSechehaye,"realización simbólica",lo sea,el convertir
al sÍmbolo en aigo real; sólo que desde nuestro punto de vista,
al ocuparnos de la primera infancia, pensamos que lo que se
convie¡te en real es la aiucinación. De hecho, esto pone en
marcha la capacidad del bebé para el uso de símbolos, y si el
crecimiento prosig¡re su marcha el objeto transicional ¡esulta
ser el primer símbolo. En este caso el símbolo es al mismo
tiempo la aiucinación y una parte objetivamente percibida de la
real i dad externa.
D e todo esto se deduceque es t am osdesc¡ ibiendola vida de
un bebéque significa asimismo la relación que el ambiente tiene
con é.l,a través de la madre o de su sustituto. Nos estamos
refiriendo a una "pareja de crianza", para emplear la expresión
de Merri l l N {i ddl emore.2N osrefe r im os ai hechode que no exist e
eso denomi nado bebé, pues cuando vem os a un bebé en est a
temprana etapa sabemos que va m os a encont r ar los cuidados
del bebé, cuidados de los cuales el bebé forma parte.
Esta manera de enunciar el significado del objero transicio-
nal nos t'ue¡za a utilizar la palabra "ilusión". La madre posibi-
lila al bebé tene¡ la ilusión de que los objelos de la realidad
externa pueden ser reales para é1, vale decir, pueden ser
ai uci naci ones,ya que sól oa l as a lucinacioneslas sient e r eales.
Para que a un objeto exterior se lo sienta real, la relacjón con él
debe se¡ l a rel aci ón con una ai u cinación. Ust edes coincidir án
conmigo en que esto hace estallar un antiguo enigma filosófic0,
1' Lal vez ya estén pensandoen esosdos t er celos,uno de Ronald
iúrox:
¿La piedra y el árbol
siguen existiendo
cuando no hav nadie en el patio?
' M. A. Sechehaye,Symbolíc Realization, Nueva York, International
UniversitiesPress,1951.
'¡ M. P. Middlemore, The Nursing Couple, l¡ndres, Hamish Harnilton,
1 9 41 .
n2
 y la réplica: y lo secoy lo húmedoy también lo frío y lo cálidoposeenun
significadotremendo.
La piedray el árbol Junto a ello, debemencionarsela extremasensibilidadde
siguenexistiendo los labios infantiles y, sin duda, del sentido del gusto' La
mientraslosobserva su seg'uro
serüdor,...* palabra "repugnante"nada significa todavía para el niño, y al
principioni siquierale preocupansus excreciones' El babeoy
El hechoesqueun objetoexteriorcarecede serpara ustedes
baboseo característicos de la primerainfanciacubrenal objeto,
o para mí salvoen la medidaen queustedeso yo lo alucinamos, que casi
haciéndonos acordardel leónen sujaula del zoológico,
perosi somoscuerdospondremoscuidadoen no alucinarlosalvo
pareceablandaral huesocon su salivaantesde ponerfin a su
en los casosen que sabemosqué setienequever. Por supuesLo,
Lxistenciamedianteun mordiscoy comérselo. iQuéfácil resulta
si estamoscansados o anochece, cometeremos algunasequivo- sentimientosdel león
imaginarlos muy tiernosy acariciadores
caciones. En mi opinión,con su objetotransicionalel bebése
haciaesehuesoque estáa punto de aniquilar!Así pues'en los
halla todoel tiempoen eseestadoen quele posibilitamosser,y
fenómenostransicionalesvemossurgir la capacidadpara los
aunquees algo loco,no lo calificamosasí. Si el bebépudiera
sentimientostiernos,al par que la relacióninstintiva directa
hablar, diría: "Este objetoes parte de la realidadexternay yo
sucumbea la represiónPrimaria.
lo creé".Si algunode ustedeso yo dijéramosesto,nos encerra-
De estamanera,apreciamosque el uso quehaceel bebéoe
rían, o tal vez nos practicaríanuna leucotomía.
que un objeLopuede articularse,de una forma o de otra, con el
Estonosda un significadode la palabra"omnipotencia"
porquecuandohablamosdela omnipo- funcionamienlocorporal,y en verdades inimaginableque un
realmentenecesitamos,
objetotenga significadopara un bebési no estáasí a¡ticulado'
tenciadela prime¡ainfancianosóloqueremosdeciromnipoten-
Este es otio modode decirque el yo sebasaen un yo corporal'
cia del pensamiento: pretendemos señalartambiénqueel bebé
He dadoalgunosejemplosconel únicopropósitoderecordar-
creeen una omnipotenciaque se extiendea ciertosobjetos,y que existen,segúnilustra el casode
les todaslas posibiiidades
quizás abarquea la madre y a algunos otros integrantes del que ustedesatienden'A veces
sus propios hijos y de los niños
ambienteinmediato.Una de las t¡ansicioneses la que va del
vemosquela madremisma esutilizadacomosi fueseun objeto
controlomnipotentede los objetosexternosa la renunciaa ese
transicional,lo cuai si persistepuededar origena grandesper-
control,y eventualmente al reconocimiento de quehay fenóme- del que me ocupérecien-
turbaciones;por ejemplo,un pacienbe
nosque estánfuera del controlpersonal.El objetotransicional
tenienteutilizabael lóbulode la orejade la madre.Comouste-
que forma parte tanto del bebécomode su madre adquiereun
desconjeturarán, en estoscasosen q'Jees utilizadaia madre,
nuevocaráctet,el de una "posesión".
escasii.gl-,.oquehay algoen la madremisma-una necesidad
Creo que durante el períodoen que el bebéutiliza objetos
inconsciente de su hijo o hija- a cuyapauta seamoldael niño'
transicionalesse procesanotras transiciones.Por ejemplo,la del pulgar o de otrosdedos,que puede
Tenemosluegoel r,rso
que conespondea las capacidades en desarrollodel niño, su un acariciarse
perdurar,y puedehabero no simultáneamente
crecientecoordinación ely paulatino enriquecimientode su parte de la madre o de
en su apogeoy concariñouna parte del rosbroo alguna
sensibilidad. El sentidodel olfatoestá entonces
vez esaintensi- un objeto.En algunoscasosestascariciascontinúany sepierde
probablemente nunca en la vida alcance otra
psicóticos.
También de vista el chupeteodel pulgaro de otrosdedos.Confrecuencia
dad,excepto quizás en el curso de episodios
quejamás pueda alcanzar, sucede,asimismo,que un bebéque no empleabala mano o el
la texturatieneel mayor significado
pulgar para la gratificación autoeróticause, sin embargo,un
* Los puntos suspensivos reemplazan la firma, "Dios", que figura.en el objetode algunaclase.En talescasos,habitualmenteel inte¡és
terceto reproducido. El contexto exige esa omisión, ya que aqul es cualquier ser del bebé se hace extensivoy pronto otros objetosse vuelven
humano el que confiere existencia a loe objetos al alucinarlos' Obüamente los
importantespara é1.Por alguna razón, las niñas tienden a
tercetos, relacionadoa con la controversia sobre la filosoffa de Berkeley, son
bien conocidos por el público de habla inglesa, para lo cual esta aclaración peisistir conlos objetossuaveshasta que usan muñecas,y los
resultala supellua. [T. J

/D
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varonestienden a adoptar más prontamente objetosdu¡os. Tal
vez sería más apropiado decir que el varón que hay en los niños
de ambos sexospasa a los objetosduros, y la niña que hay en los
niños de ambos sexos tiende a conservar su interés por la
blandura y la textura, que a la larga se articulará con la
identificación materna. A menudo, cuando hay un neto objeLo
t¡ansicional desde época temprana, éste persiste aunque el
niño de hecho se aplique en mayor medida a nuevos objetos,
menos importantes; tal vez en momentos de gran congoja,
tristeza o deprivación vuelva al objeto original o al pulgar, o
pierda por completola capacidadde utilizar símbolosy sustitu-
tos.
Quisiera dejar el tema en este punto. El cuadro clínico
muestra una variedad infinita, y sólo podemoshablar fructífe-
ramente de las consecuenciasteóricas.
EL TRANSITODEL OBJETOTRANSICIONAL
Hay dos enfoques de este tema:
A. L o s v iejos s oldado sn u n c a m u e re n , s ó l o d e s a p arecen.E l
objeto t¡ansicional tiende a ser reiegado al limbo de las cosasa
medias olvidadas que se amontonan en el fondo del cajón o en
la parte posterior del estante de los juguetes. Sin embargo, )o
usual es que el niño lo sepa. Por ejemplo, un varoncito que ya ha
olvidado su objetotransicional tiene una fase regresiva luego de
padecer una deprivación, y vuelve a é1. Más tarde habrá un
reto rn o g r adual a las ot r a s p o s e s i o n e sa, d q u i ri d a s c o n posteri o-
ridad. El objeto transicional puede ser, enLonces,
i. suplantado pero conssrvado
ii. gastado
iii. entregado (lo cual no resulta salisfacLono)
iv. conservadopor la madre -como reiiquia de una preciosa
época de su üda (identificación)-
v. etc.
Todo esto se vincula con el destino del objeto en sí.
B. Llego ahora al punto principal que quiero exponer para su
debate.No es una idea nueva, aunque creo que lo era cuando la
referí en mi artículo original. (Ahora que me ocupo de esto, temo
que ustedes lo encuentren den,asiadoobüo, salvo, por supues-
to, que no estén de acuerdo conmigo.)
/o
Si es cierto que el objeto transicional y los fenómenos tran-
sicionales están en la base misma del simbolismo, creo que
podemos sostener con derecho que estos fenómenos marcan el
origen, en la vida del bebé y el niño, de una tercera zona de
existencia, tercera zona que, según creo, ha sido difícil acomo-
dar dentro de la teoría psicoanalítica,la cual tuvo que edificarse
en forma gtadual según el método de la ciencia, que es el de
poner piedra sobre piedra.
Puede resultar que esbatercera zona sea la üda cultu¡al del
i ndi vi duo.
¿Cuáles son estas tres zonas? Una, la fundamental, es la
realidad psÍquica o interior del individuo, el inconsciente si
ustedesprefieren (no el inconscientereprimido, que sobreviene
muy pronto pero, decididamente, más tarde). A partir de esta
realidad psíquica personal es que el individuo "alucina" o "crea"
o " pi ensa" cosaso l as " conci be".De ella est án hechoslos sueños,
aunque éstos se ¡evisten de materiales recogidosen la realidad
exterior.
La segunda zona es la realidad exterior, el mundo que
paulatinamente es reconocjdocomo DISTINTO DE MI por el
bebé sano en desarrollo que ha establecido un self, con una
membrana limítrofe y un adentro y un afuera; el universo en
expansión,a partir del cual el hombre se conb¡aelconlroclsl, por
deci rl o así.
A hora bi en, l os bebésy l os niños y los aduit os t r aen hacia
dentro suyo la realidad exterior, como ropaje para revestir sus
sueños, y se proyectan en l os objet os y per sonas ext er nos
enri queci endol a real i dad exter ior m edianbesus per cepciones
imaginativas.
P ero pi enso que enconl ramos en ver dad una t er cer a zona.
una zona del vi vi r que correspondea los f enóm enost r ansiciona-
l es del bebéy en verdad de¡i va de ést os.En la m edida en que el
bebéno haya l l egadoa l os fenómenost r ansicionales,piensoque
su aceptación de los sÍmbolosserá deficiente y su vida cultural
quedará empobrecida.
Sin duda, ustedes apreciarán lo que quiero decir. En térmi-
nos algo burdos: vamos a un concierto y escuchamosuno de los
últimos cuartetos de cue¡das de Beethoven (como ven, soy una
persona refinada). Esle cuarteto no es un mero hecho externo
producido por Beethoveny ejecutadopor los músicos; ni tampo-
n .7
 co es un sueño mío, que a decir verdad jamás habría sido tan 12.NOTAS SOBREEL JUEGO
bueno. La experiencia, sumada a mi manera de prepararme
para ella, me permite crear un hecho glorioso. Lo disfruto Sin fecha 1
porque, comodigo, yo lo he creado,lo aluciné, y es real y estaría
de todos modos allí aunque yo no hubiese sido concebido.
Esto es loco. Pe¡o en nuestra vida cultural aceptamos la
locura, exactamente como aceptamos la locura del niño que
afirma (aunque no pueda expresarlo con sus balbuceos):"Yo lo
aluciné y es parte de mi madre, que eslaba ahí antes de que yo
ünie se a l m undo" .
De ello inferirán por qué pienso que el objeto transicionaj es
esencialmentedistinto del objeto interno de la terminologra de
Melanie Klein. El objeto interno es una cuestión de realidad
interior, y se vuelve más y más complejoa medida que transcu-
rre cada momento de la vida del bebé. El objeto transicional es
para nosotros un pedazo de su frazadiLa, pero para el bebé es
representativo tanto del pecho de ia madre como dei pecho
inbernalizadode la madre. Lo carecterísticocleljuego n, ,í ¿o'n'
Re p á res e en c uál es l a s e c u e n c i a c u a n d o l a ma dre está observaci onescon crías de anim ales. incluido el ser hum ano.
ausenle. El bebé se aferra a su objeto transicional. Luego de un
cierto tiempo ia mad¡e internalizada se diluye y el objeto II
La satisfacción en el juego deponde del usode símbolos,aunque'
transicional deja de tener significado. En oLras palabras, ei
en la base, la moción ldriuel proviene del instinlo linstinctl'
objeto transicional es simbólico del objeto interno, al que la
presencia viva de la madre mantiene vivo. S ímbol os:E sto hace l as veces d e aquello'
De igual manera, quizás, un adulto puede h acer el duelo por St aquello es amado. eslo puede ser usado y disfrutado'
alguien, y en el curso de su duelo deja de disfrutar de las S i aquel l oes odi ado,es/o pu ede ser golpeado,dañado' m at a-
act i ü d a d es c ult ur ales ;la re c u p e ra c i ó ns e ¡á a c o mp a ñ adade un do, etc., y restaurado,y vuelt o a dañar '
emo-
ret orn o a t odos los int er e s e si n te rme d i o s (i n c l u i d a s l as expe- O sea: la capacicladde jugar es un lo¡¡ro en el desarrollo
r ien ci a s¡e ligios as )que en ri q u e c e nl a v i d a d e u n i n d i v i duo sano. ci onal de cada ni ño.
Pi e n so , ent onc es , qu e l o s fe n ó m e n o s t¡a n s i c i o n al es no
"pa sa n ",a l m enos no c ua n d oh a y s a l u d . Pu e d e n c o n v e rti rseen I iI
un arte perdido, pero esLoforma parte de la enfermedad de un El juego como logro en el desarrolio emocional individual
pac i e n te ,d e una depr es i ó n ,y e s a l g o e q u i v a l e n tea l a ¡ eacci ón A .i u tendeni i a heredada que im pulsa al niño hacia ade-
frente a la deprivación en ia infancia, cuando el objeto y los l ante,
fenómenos transicionales pierden en forma temporaria (o a
vec e sp e rm anent e) s u s en ti d o o s o n i n e x i s te n re s . y (a raíz de la extrema dependencia del bebé humano)
Me gustaría mucho cbnocersus reaccionesfrente a esta idea rE stas notas manuscri tas fueron hal l adas en un arc hi v o que w i nni c ott
de una te¡cera zona del experienciar, su reiación con la üda a la época (fines de la
habla titulado "Ideas"' Es probable que sean anteriores
el uso del derivado verbal
cultural y, según he sugerido. el hecho de que derive de jos década de 1960) en la cuai se volvióiabitual en él
;;l;r-l;;'; "plav" l(el) juegol' que es el
fenómenostransicionales de la infancia. [("1) j,rgu.] en lugar del sustantivo
tiráino' ql, aqu I prepondera ntemente lCo mps'l
"l.rtiiiá

?o
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