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2.

DESARROLLO EMOCIONAL PRIMITIVO (I945)1

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EI título del presente trabajo les permitirá ver inmediata-


mente que he escogido un tema muy amplio. Todo lo que pue-
do tratar de hacer es un planteamiento personal preliminar,
como si escribiera la presentación de un libro.
No pienso comenzar dando un resumen histórico para mos-
trarles el desarrollo de mis ideas a partir de las teorías ajenas,
que no es ésa la modalidad de mi pensamiento. Lo que sucede
es que voy recogiendo cosas, aquí y allá, me enfrento a mi ex-
periencia clínica, me formo mis propias teorías y luego, al final
de todo, pongo interés en ver cuáles son las ideas que he toma-
do de otros. Puede que este método sea tan bueno como otro
cualquiera.
En !s-gue_ res!eeta--4[ d-e_,sgrrollo
_gmo-ciqnal primitivo, 9s
ggc_ho-lo.desconacidg o no_adecuadamente e¡_rtendldo-al me-
nos para mí. Cabría decir que la presente discusión debería
aplazarse unos cinco o diez años más. Contra esto se halla el
factor de que los malentendidos surgen continuamente en las
reuniones científicas de la Sociedad y tal vez nos encontremos
con que ya sabemos lo suficiente como para impedir algunos
de tales malentendidos, mediante una discusión de estos esta-
dos emocionalesprimitivos.

l. Leído ante Ia Sociedad Psicoanalítica Británica, el 28 de noviembre de


1945, Int. J. Psycho-Anal.,vol. XXVI, 1945.
D ESAR R oLLO E,M O C I O N A L P R I MI TI V O ( I945) 201
200 E S CR IT OS D E PEDIATRÍA Y PSICOANÁLISIS

Interesado primordialmente por el paciente infantil, v por el ble relacionar, dentro del análisis, Ios cambios cualitativos re-
niño, decidí que debía estudiar la psicosis en el análisis. He te- gistrados en el mundo interior del individuo con sus experien-
nido como una docena de pacientes psicóticos adultos, la mi- cias instintivas. La cualidad de estas experiencias instintivas
tad de los cuales han sido analizados extensamente.Esto suce- explicaba la naturaleza buena o mala de lo que está dentro, así
dió durante la guerra y podría decirles de paso que apenas me como su existencia.
di cuenta de los bombardeos, Ya que me hallaba inmerso en los Esta labor constituyó una progresión natural en el psicoa-
análisis de los pacientes psicóticos, que, como es sabido, son nálisis; trajo consigo una nueva comprensión pero no una nue-
notorios por la falta de interés que en ellos despier-tanlas bom- va técnica. Rápidamente nos condujo al estudio y análisis de
bas, los terremotos y las inundaciones. relaciones todavía más primitivas v son éstas las que deseo co-
Como resultado de esta labo¡ tengo muchas cosas que co- mentar en este escrito. La existencia de estos tipos más primi-
municar y alinear junto a las teorías en boga. Tal vez-el presen- tivos de relación objetal jamás ha sido puesta en duda.
te escrito pueda considerarseel principio. He dicho que no hizo falta ninguna modificación de la téc-
Escuchando lo que tengo que decirles, I'criticándolo, uste- nica freudiana para llevar a cabo la extensión del análisis con
des me ayudan a dar el siguiente paso, que consiste en el estu- vistas a enfrentarse a la depresión y a la hipocondría. No es me-
dio de las fuentes de mis ideas, tanto en la labor clínica como nos cierto, según mi experiencia, que la misma técnica nos pue-
en los escritos publicados por los analistas' De hecho, me ha de llevar a elementos aún más primitivos, siempre y cuando,
sido sumamente difícil mantener este trabajo limpio de mate- por supuesto, tengamos en cuenta los cambios en la situación
rial clínico, que, de todos modos, deseabarestringir con el fin de la transferencia inherentes a tal trabajo.
de dejar tiempo para la discusión. Quiero decir con esto que un paciente que neces_ite el análi-
Ante todo debo preparar el camino. Permítanme que trate sis de la ambivalencia en las relaciones externas tiene una fan-
de describirles diversos tipos de psicoanálisis.Resulta posible tasía de su analista y de la labor de éste que difiere de la fantasía
efectuar el análisis de un paciente -que se preste a ello- te- del paciente deprimido. En el primer caso, el trabajo del ana-
niendo en cuenta de modo casi exclusivo las relaciones per- lista es considerado como hecho por amor al paciente, mien-
sonales que tiene con la gente, junto con las fantasías cons- tras el odio es desviado hacia cosasodiosas. El paciente depri-
cientes e inconscientes que enriquecen y complican estas re- mido necesita que su analista comprenda que su labor cons-
laciones entre personas enteras. Éste es el tipo originario del tituye en cierla medida su esfuerzo para afrontar su propia
psicoanálisis. Durante los últimos dos decenios se nos ha en- depresión (la del analista), o acaso deba decir la culpabilidad y
señado a desarrollar el interés por la fantasía, v de qué modo la aflicción resultantes de los elementos destrrrctivos de su pro-
la fantasía del propio paciente acerca de su organización inte- pio amor (del analista). Siguiendo en esta tónica, el paciente
ri o r y s u or igen en la e x p e ri e n c i a i n s ti n ti v a re v i ste i mpor- que recaba ayuda con respecto a su relación primitiva y prede-
ta n ci a c om o t al. 2 S e n o s h a e n s e ñ a d o , a d e má s , q ue en ci er- presiva con los objetos, necesita que su analista sea capaz de
tos casos es ésta, la fantasía del paciente con respecto a su ver el amor y el odio no desplazados y coincidentes que el ana-
organización interior, lo que reviste una importancia vital, de lista siente por é1.En tales casos,el final de Ia sesión, el final
manera que el ánálisis de la depresión ¡' de las defensas contra del análisis, Ias reglas y normas, todo esto se presenta como
ella no puede ser lleüado^a cabo en base exclusivamente a la importantes expresionesdel odio, del mismo modo que las bue-
consideiación de las rela&ones del paciente con la gente real v nas interpretaciones constituyen expresionesdel amor y sím-
las fantasías en torno a ella' Este nuevo énfasis en Ia fantasía bolos de la buena comida y de los cuidados. Sería posible desa-
que de sí mismo tiene el paciente abrió ei amplio campo del rrollar este tema extensay provechosamente.
análisis de la hipocondría, enila cual la fantasía del paciente
en torno a su mundo interior incluye la fantasía de que éste se Antes de embarcarme directamente en la descripción del
halla localizado dentro de su propio cuerpo. Se nos hizo posi- desarrollo emocional primitivo, me gustaría también dejar
bien claro que el análisis de estasrelacionesprimitivas no pue-
2. Princioalmente a través de la obra de Mclanie Klein
de ser emprendido salvo a guisa de extensión del análisis de la
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depresión. Es cierto que estos tipos de relación primitiva, en Ia fase de desarrollo que para los fines de esta descripción hemos
medida en que aparecen en niños y adultos, pueden producirse fijado en los cinco meses, nada malo sucederá.
en ca l i d ad de huida de Ia s d i fi c u l ta d e s s u s c i ta d as por l as A mi modo de vet la fase que estamos describiendo -y creo
siguientes fases o etapas, tras la clásica concepción de la re- que uno puede aceptar tal descripción-, es una fase muy im-
gresión. Está bien que el analista estudiante aprenda prime- poftante. En cierta medida es cuestión de desarrollo físico, pues
ramente a enfrentarse a la ambivalencia en las relaciones ex- el niño de cinco meses adquiere capacidad en la medida en que
ternas y con las represiones sencillas y que luego pase al análi- agarra los objetos que ve, y no tarda en poder llevárselos a la
sis de la fantasía que el paciente tiene con respecto al interior boca. Esto no lo hubiese podido hacer antes. (Por supuesto que
y al exterior de su personalidad, así como el análisis de toda la quizás hubiese deseado hacerlo. No existe un paralelo exacto
gama de defensas contra la depresión, incluyendo los orígenes entre la habilidad y el deseo y sabemos que muchos avances fí-
de los elementos persecutorios. Esto último lo puede encontrar sicos,tales como la habilidad para anda¡ a menudo se ven con-
con toda seguridad en cualquier análisis, pero para el analista tenidos hasta que el desarrollo emocional pone en libertad al
sería inútil y perjudicial enfrentarse con relaciones principal- logro físico. Sea cual fuere el aspecto físico de la cuestión, exis-
mente depresivas a no ser que estuviera plenamente preparado te también el lado emocional.) Podemos decir que en esta fase
para analizar la ambivalencia declarada. Igualmente cierto es un bebé, en sus juegos, adquiere la capacidad para demostrar
que resulta inútil y hasta peligroso analizar las relaciones pre- que comprende que tiene un interior y que las cosas proceden
depresivas primitivas, e interpretarlas a medida que \¡an apare- del exterior. Demuestra que sabe que se ve enriquecido por
ciendo en la transferencia, a menos que el analista esté bien lo que incorpora (física y psíquicamente). Más aún, demuestra
preparado para hacer frente a la posición depresiva, a las de- que sabe que puede librarse de algo cuando ha obtenido de este
fensas contra la depresión v a las ideas persecutorias que sur- algo lo que de él desea. Todo esto representa un tremendo
gen al paso de la interpretación a medida que el paciente va pro- avance. Al principio solamente se alcanza de vez en cuando y
gresando. cada uno de los detalles de este avance puede perderse en for-
ma de regresión debida a la angustia.
Debo hacer unos cuantos comentarios más a modo de pre- El corolario de esto es que ahora el pequeño da por sentado
paración. Se ha comentado a menudo que, entre los cinco y que su madre también posee su interior, que puede ser rico o
los seis meses, se produce un cambio en los niños, lo que hace pobre, bueno o malo, ordenado o confuso. Así, pues, el peque-
que para nosotros nos sea más fácil que antes referirnos a su de- ño empieza a preocuparse por la madre y su cordura y sus es-
sarrollo emocional en términos aplicables a los seres humanos tados de ánimo. En el caso de muchos niños, a los seis meses
de manera general. Anna Freud pone de relieve este particular existe una relación como la que hay entre las personas norma-
y da a entender que, en su opinión, al niño pequeño le intere- les. Ahora bien, cuando un ser humano siente que es una per-
san más ciertos aspectos del cuidado que recibe que Ia gente en sona relacionada con los demás, entonces es que ya ha viajado
sí. Recientemente, Bowlby expresó la opinión de que, antes de mucho desde su primitivo desarrollo.
los seis meses,los niños no particularizan, de manera que el he- Nuestra tarea consiste en examinar lo que sucede en los sen-
cho de que se les separe de la madre no les afecta del mismo timientos y la personalidad del pequeño antes de esta fase que
modo en que lo hace después de los seis meses.Yo mismo he di- fijamos entre los cinco y los seis mesespero que, de todos mo-
cho en ocasiones anteriores que los pequeños llegan a ser ualgoo dos, puede ser alcanzadaantes o después.
a los seis meses, de modo que, mientras muchos niños de cin- Se nos plantea también esta pregunta: ¿Cuándo empiezan a
co meses agarran un objeto y se lo meten en ia boca, no es has- suceder las cosas importantes? Por ejemplo, ¿hay que tener en
ta los seis mesesque el niño corriente sigue este acto con el de cuenta al niño no nacido todavía? Y si es así, ¿a qué edad des-
dejar caer el objeto deliberadamente, como parte de sus juegos. pués de Ia concepción hace su entrada la psicología? Yo contes-
Al especificar que esto sucede de los cinco a los seis meses taría que, si hay una fase importante entre los cinco y los seis
no pretendemos hacer alardes de exactitud. En el caso de que meses, también la hay alrededor del momento del nacimiento.
un bebé de dos o tres meses, incluso más pequeño, Iiegase a la Para afirmar tal cosa me fundo en que hav srandes diferencias
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2O4 E S c R I T o s DE PEDIAT RIA Y PSIco ANAL ISIS

mela, que yacía en el otro extremo del cochecito, era ella mis-
que son observables si el bebé es prematuro o posmaturo' Su- ma. Iniluso llegó a sorprenderse al ver que alguien cogía a la
gi".o q,r. al finalizar los nueve meses de gestación el pequeño otra niña sin que ella cambiase de sitio. Su sentido del ser y de
éstá maduro para el desarrollo emocional, y que, si el bebé es lo que no es el ser no estaba desarrollado. ¡¡
posmaturo, habrá alcanzado esta fase en el vientre de su madre, -Otra
paciente psicótica descubrió durante el análisis que la
por lo que uno tiene que tener necesariamenteen cuenta sus mayor pi.t. d.l tiempo vivía dentro de la cabeza, detrás de los
sentimientos antes y durante el nacimiento. Por el contrario, el oios. Por los ojos solamente podía ve4 como por las ventanas, y
niño prematuro no experimentará demasiadas cosas de impor- no se daba cuenta de lo que había a sus pies ni de lo que éstos
tancia vital hasta que haya alcanzado la edad en que debería ha- hacían. Por lo tanto, tenía tendencia a meterlos en los socavo-
ber nacido, es deci¡ algunas semanas después del nacimiento' nes y'a tropezar con las cosas.No tenía uojos en los pies"' No
Cuando menos esto ofrece una base para la discusión. percibía su personalidad localizada en el cuerpo, al que sentía
Otra pregunta es la siguiente: hablando desde el punto de como una máquina compleja que debía manejar con cuidado y
vista psicológico, ¿esque algo ímporta antes de los cinco o seis habilidad consciente. Otra paciente, a vecesvivía en una caja
Sé que en ciertos círculos se cree sinceramente que la situada unos veinte metros sobre el nivel del suelo, conectada
respuestaes uNoo. Esta opinión es digna de respeto,pero no es
-.r.i?
con su cuerpo exclusivamente a través de un tenue hilo' Estos
la mía. ejemplos de falta de desarrollo primitivo se nos presentan dia-
El principal objetivo de este escrito es presentar la tesis de ,iurn".tt" en el consultorio y son ellos los que nos recuerdan la
que el desarrollo emocional precoz del niño, antes de que éste importancia de procesostales como la integración, la persona-
se conozca a sí mismo (y por ende a los demás) como la perso- lización y la comPrensión.
na completa que es (y que los demás son), es vitalmente im- Cabe deducir que, en su principio teórico, Ia personalidad
portante: en úerdad que aquí están las claves de la psicopatolo- no _estáintegrada y que en la desintegración regresiva existe un
gía de la psicosis. estádo primário ui q.r" conduce la regresión. Nosotros postula-
mos una no integración Primaria.
tlr' ¡r! c f r ' ::) \¡ _ '
nal i-dad c o n sti tuye u n a co no -
L=a¡!esi nte g regiS n -d'c-Ia""Pe'rso
Los pp¡ue¡.os PRocESos DEL DESARRoLLo-u piiq,riatti.u cuya psicopatología resulta suma-
clda afeccion
mente compleja. EI examen analítico de estos fenómenos, sin
Hay tres procesos que a mÍ me parece que emplezan muv embargo, demuestra que el 9gta-dp-priFario no integrado pro-
prontólDlajnls¿eac,ió¡,CIleff ft-"19!Zas¿Ón.-t'Osiguiendoa r,ee una base,pata.Ia -des!¡rteglqci-óny que ese retra'so o ausel-
éstos, Ia apreciación del iiempo y del espacio y de las demás cia con resp-e*c!o*¡{e iutpgrac-ié4 primaria predispone a Ia de-
propiedades de la realidad, en resumen: la compreusión' f-orma de regresió4, o como resultado de al-
- sintégiaclon ¿;ñ
Muchas cosas que tendemos a considerar definitivas desde gúp fiacaso en los demás tipos de defensa. r
el principio, han tenido, sin embargo, un origen Y una condi- ll-a intesración comienza en el mismo p.nns]ptg de la q(!r'1-
ción a partir de Ia que se desarrollaron. Por ejemplo, muchos p"io nr-r-"r,rulabor jamás podemos darla por sentada' Tene-'
análisisvan deslizándosehasta su completación sin que en nin- mos
"n
que tenerla en cuenta y vigilar sus fluctuaciones'
gún momento entre en cuestión el tiempo. Pero un chico de Un ejemplo de los fenómenos de la no integración nos loda
nueve años a quien le gustaba jugar con Ann, de dos años, se el conoiido caso del paciente que procede a darnos todos los
interesó vivamente por el nue\¡o bebé. Dijo: uCuando nazca el detalles del fin de semana y que se da por satisfecho al final
bebé, ¿naceráantes qud Ann?o. Su sentido del tiempo es muv si lo ha dicho todo, aunque al analista le parezca no haber he-
poco firme. Asimismo, un paciente psicótico era incapaz de cho ninguna labor analítica.A vecesesto debemos interpretarlo
adoptar mtina alguna, puesto que, de hacerlo, no hubiese sabi- como la necesidad que siente el paciente de ser conocido con
do si era martes, de esta semana o de la pasada, o de la próxima' todos sus pelos y señales por una persona: el analista' S¡rgs-
A menudo damos por sentada la localización del ser en el nocldo si -e¡l-laperQona d-el.
propio cuerpo, y, sin embargo, durante el análisis una paciente á.tul I t tu. E sto er lo co¡¡iente e¡rla¡¿ida¡le,l- p gqqg¡g, El peque-
psicótica reconoció que de pequeña creía que stt hermana ge-
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206 E S CR IT OS DE PEDIATRIA Y PSICOANALISIS D ESAR R O LLO

ño que no haya dispuesto de una persona que recoja sus (pe- pio. También aquí es Ia experiencia instintiva y las repetidas y
dacitos, empieza con un handicap su propia tarea de autointe- iranquilas experiencias del cuidado corporal lo que gradual-
gración y tal vez no pueda cumplirla con éxito, o al menos no uu.orrit*yendo lo que podríamos llamar (personaliza-
pueda mantenerla confiadamente. ción satisfactoria'. t al igual que en Ia desintegración, tam-
-".rü
\f¿iie"déñeÍá€-i"i.sr?fselse ve asistida por-dos series de ex- bién los fenómenos de despersonalización propios de la psico-
p"tiffi idadorin-faúlesréli''viitudde los sis se relacionan con primitivos retrasos de Ia personalización.
cuales el niñ¡¡es protegido del frío, bañado, acunado, nombra- La despersn'ali-""ión es algo corriente en los adultos y los
do y, ademá$4as agudas expg-rlpticiasj¡.rtuúl-v-1g*gue tienden a ,rinoñ-.n"nudo se oculta en, por ejemplo, lo que solemos lla-
¡eunir la personalidad en un todo partiendo desde dentro. Du- mar (sueño profundoo y en los ataques de postración que van
acompañados por una palidez cadavérica: uFulanito está au-
----i<-:-.-
rante las ieinticuatro primeras horas de la vida son muchos los
niños que ya están bien metidos en la vía de la integración du- sente), dice la gente, v tienen razón.
rante ciertos períodos. En otros, el proceso sufre un retraso, o Un problema que está relacionado con el de la personaliza-
se producen contratiempos, debido a la inhibición precoz del ción es el de los compañeros imaginarios de la niñez' No se tra-
ataque codicioso. En la vida del niño normal hay largos perío- ta de simples construcciones de la fantasía. EI estudio del futu-
dos de tiempo en los cuales al niño no le importa ser una serie ro de estos compañeros imaginarios (en el análisis) demuestra
de numerosos fragmentos o un ser global, o no le importa si que a veces se trata de otros seres de un tipo sumamente pri-
vive en el rostro de su madre o en su propio cuerpo, siempre y mitivo. Me es imposible formular aquí un claro planteamiento
cuando alguna que otra vez se reúnan los fragmentos y sienta de io que quiero decir, aparte de que no es éste el lugar de ex-
que es algo. Más adelante trataré de explicar por qué la desin- piicarles este detalle. Sin embargo, diré que esta creación, muy
tegración resulta temible, mientras que la no integración, no. primitiva y mágica, de compañeros imaginarios se emplea fá-
En cuanto al medio ambiente, algunos fragmentos de la técni- .il*"ttt. a modo de defensa, ya que mágicamente deja a un
ca de crianza, de las caras vistas, los sorridosoídos, los olores oli- iado todas las angustias asociadas con la incorporación, diges-
dos, sólo gradualmente son reunidos en un ser al que se llamará tión, retención Y exPulsión.
,I

madre. En la situación de transferencia durante el análisis de los


psicóticos nos es ofrecida Ia prueba más fehaciente de que el es-
tado-psicótico de no integración tuvo un lugar natural en una de Drsoclactóru
las fases primitivas del desarrollo emocional del individuo.
A veces se da por supuesto que, cuando está sano, el indivi- Del problema de la no integración surge otro: el de la diso-
duo está siempre integrado, así como que vive en su propio ciación. Afortunadamente, la disociación puede ser estudiada
cuerpo, siendo capaz de sentir que el mundo es real. Sin em- en sus formas iniciales o naturales. A mi modo de ver, de la no
bargo, hay muchos estados de salud mental que tienen una integración nacen una serie de estados a los que luego se lla-
cualidad sintomática y se ven cargados con el miedo o la nega- mará ndisociacionesn,'queaparecen debido a que la integra-
ción de la locura, de la posibilidad innata en todo ser humano ción es incompleta o parcial. Por ejemplo, existen los estados
de verse no integrado, despersonalizado, y de sentir que el de tranquilidad y Ios de excitación. Creo que de un niño no se
mundo es irreal. La falta de sueño suficiente produce estos es- puede decir que, al principio, sea consciente de que mientras
tados en cualquier persona.' siente una ,"ii. d" cosas en la cuna, o disfruta del estímulo que
De igual importancia en la integracién es el desarrollo dei su piel recibe cuando lo bañan, él es el mismo niño que otras
sentimiento de que la persona de uno se halla en el cuetpo pro- veceschilla reclamando el alimento, viéndose poseído por una
necesidad apremiante de coger algo y destruirlo a menos que le
aplaquen cón leche. Esto quiere decir que al principio el pe-
3. A través de la expresión ar1ística nos es dado esperar mantenernos en
quent no sabe que Ia madre que él mismo está edificando a tra-
contacto con nuestro ser primitivo, de donde emanan los sentimientos más in-
tensos e incluso unas sensaciones terriblemente agudas, v Io cierto es que la itr d" sus experienciastranquilas es lo mismo que Ia potencia
mera cordura equivale a la pobreza. que se halla detrás de los pechos que pretende destruir'
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Creo también que no existe necesariamente una integración podamos afrontar las dificultades de la transferencia propias
entre un niño que duerme y un niño que está despierto. Esta in- de la carencia esencial de una verdadera relación con la reali-
tegración se presenta con el tiempo. Una vez los sueños son re- dad externa. Si sometemos a análisis a los psicóticos, nos en-
cordados e incluso transmitidos a una tercera persona, la diso- contramos con que en algunos análisis casi toda la cuestión es-
ciación disminuve un poco; pero hay personas que jamás llegan triba práctibamente en esta falta esencialde auténtica relación
a recordar claramente sus sueños, v los niños dependen mucho con la realidad externa.
de l o s a dult os par a lleg a r a c o n o c e r s u s s u e ñ o s . E s normal Procuraré describir con los términos más sencillos este
que los niños pequeños sufran pesadillas y teffores angustiosos. fenómeno tal como yo lo veo. En términos del bebé v del pecho
Cuando esto sucede, los niños necesitan que alguien les ayude a de la madre (no pretendo decir que el pechó sea esencial en
recordar lo que han soñado. Es siempre valiosa la experiencia tanto que vehículo del amor materno), el bebé siente unas nece-
que representa soñar algo y recordarlo, debido precisamente sidades instintivas y apremiantes acompañadas de ideas preda-
a la rotura de la disociación que ello representa. Por muv com- torias. La madre posee el pecho y la facultad de producir le-
pleja que en el niño o el adulto pueda ser esta disociación, lo cier- che, y la idea de que le gustaría verse atacada por un bebé
to sigue siendo que puede empezar en la alternancia natural de hambriento. Estos dos fenómenos no establecenuna relación
los estados de sueño y vigilia a partir del nacimiento. mutua hasta que la madre v el niño vivan y sientan iuntos. Sien-
De hecho, la vida despierta de un niño tal vez pueda ser des- do madura v físicamente capaz,la madre es la que debe ser to-
crita como una disociación que se desarrolla gradualmente a lerante y comprensiva, de manera que sea ella quien produzca
partir del estado de sueño. una situación que con suerte puede converlirse en el primer
Paulatinamente, la creación artística va ocupando el lugar lazo entre el pequeño y un objeto externo, un objeto que es ex-
de los sueños o los complementa y resulta de vital importancia terno con respecto al ser desde el punto de vista del pequeño.
para el bienestar del individuo y por ende de la humanidad. Veo los procesoscomo dos líneas que proceden de distintas
La disociación es un mecanismo de defensa sumamente ex- direcciones v son susceptiblesde acercarsela una a la otra. Si
tendido que lleva a resultados sorprendentes. Por ejemplo, la coinciden se produce un momento de ilusión -un fragmento
vida en las grandes ciudades es una disociación de carácter de experiencia que el niño puede considerar o bien una aluci-
muy serio para la civilización. Igual la guerra y la paz. Son muy nación o una cosa pertenecientea la realidad externa.
conocidos los extremos de la enfermedad mental. Durante Ia Dicho de otra forma, el niño acude al pecho cuando está ex-
niñez, por ejemplo, la disociación aparece en cosas tan co- citado y dispuesto a alucinar algo que puede ser atacado. En
ffientes como el sonambulismo, la incontinencia fecal, en al- aquel momento, el pezón real hace su aparición y el pequeño es
guna variedad de estrabismo, etc. Resulta muv fácil pasar por capaz de sentir que eso, el pezón, es lo que acaba de alucinan
alto la disociación cuando se estudia una personalidad. Así que sus ideas se ven enriquecidas por los datos reales de la
vista, el tacto, el olfato, por lo que la próxima vez utilizará tales
datos para la alucinación. De esfa manera el pequeño empieza a
AnapteclóN A LA REALTDAD constmirse la capacidad para evocar lo que está realmente a su
disposición. La madre debe seguir dándole al niño este tipo de
Demos ahora por sentada la integración. Si así lo hacemos, experiencia.El proceso se ve inmensamente simplificado si el
nos encontraremos ante otro tema importantísimo: la relación cuidado del niño corre a cargo de una única persona que utiliza
primaria con la realidad gxterna. En los análisis ordinarios po- una sola técnica. Parececomo si, desde el nacimiento, el niño
demos dar por sentado -y así lo hacemos- este paso en el de- estuvierapensado para ser cuidado por su propia madre, o en
sarrollo emocional, paso que es extremadamente complejo v su defecto,por una madre adoptiva, v no por diversas niñeras.
que, una vez dado, representa un gran avance en dicho desa- Es especialmente al principio cuando la importancia de las
rrollo. Pero, de hecho, es un paso que nunca acaba de darse y madres resulta vital; y de hecho es tarea de la madre proteger al
de quedar consolidado. Muchos de Ios casos que consideramos niño de las complicacionesque éste todar,íano es capaz de en-
inadecuados para el análisis, en verdad lo son siempre que no tender, así como darle inintermmpidamente el fraemento del
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2to E S CR IT OS D E PEDIATRIA Y PSICOANALISIS

que los niños no siempre parecen felices y satisfechos después


mundo que el pequeño llega a conocer a través de ella' Sola-
de haber sido bien alimentados. Uno de mis pacientes IIevó este
mente sábre estos cimientoi es posible edificar la objetividad o
temor consigo hasta la vida adulta y sólo el análisis pudo li-
una actitud científica. Todo fallo de la objetividad, sea cual fue-
brarle de é1. Se trataba de un señor que de niño había tenido
re la fecha en que se produzca, está relacionado con algún fallo
a una experiencia extremadamente buena con su madre y en su
en esta fase de desarrollo emocional primitivo' Sólo en base
riqueza' hogar.aSu principal temor lo representaba la satisfacción.
la monotonía podrá la madre añadir provechosamente
Me doy cuenta de que esto no es más que un esbozo del in-
Una de las cosas que suceden a Ia aceptación de la realidad
menso problema que representan los primeros pasos del desa-
externa es la ventaja que de ella puede sacarse' A menudo oímos
rrollo de una relación con Ia realidad externa y Ia relación de la
hablar de las frustraciones reales impuestas por la realidad ex-
y fantasía con la realidad. Pronto deberemos añadirle las ideas
terna, pero no tan a menudo oímos referencias al alivio a la
La leche verdadera resulta sa- de incorporación. Pero al principio es necesario establecerun
satisfacción que da dicha realidad.
con la leche imaginaria' pe,ro no contacto sencillo con la reaiidad externa o compartida, me-
tisfactoria en comparación
que diante las alucinaciones del niño y lo que el mundo presente,
es esto de lo que se trata. La cuestión reside en el hecho de
con momentos de ilusión para el niño, en los cuales él cree que
en la fantasía las cosas funcionan por magia: la fantasía no tie-
las dos cosasson idénticas, lo cual nunca es cierto.
ne freno y el amor y el odio producen efectos alarmantes' La
Para que en la mente del niño se produzca esta ilusión es ne-
realidad externa sí tiene freno, puede ser estudiada v cono-
cesario que un ser humano se tome el trabajo de traerle al niño
cida, y, de hecho, la fantasía es solamente tolerable en plena
el mundo de manera constante y comprensible, y, de Llna mane-
op.ru.iór, cuando la realidad obietiva es bien conocida' Lo
ra limitada, adecuada a las necesidades del pequeño. Por esta
süb¡etivo posee un tremendo valor pero resulta tan alarmante
razón, el niño no puede existir solo, psicológica o físicamente, y
y mágico que no puede ser disfrutado salvo paralelamente a lo
al principio necesita verdaderamente que una persona le cuide.
objetivo.
para La ilusión es un tema muy amplio que necesita ser estudia-
Se verá que la fantasía no es algo que el individuo crea
Esto so- do y que aportará la clave del interés que los niños sienten por
hacer frente a las frustraciones de la realidad exter4a.
fantasía\es más pri- las burbujas, las nubes, el arco iris y todos los fenómenos mis-
lamente puede decirse de las quimeras' La
teriosos, así como su interés por la pelusa, hecho que resulta
q.,e la-realf#d y el eniiquec i mi entJ?Elá-fanta síqc,o n
muy difícil explicar en términos de instinto directo. También
las riquezas aelñün¿o depende de la experiencia de la ituóión'
-u.iu
aquí, en alguna parte, se halla el interés por la respiración. El
Es interesante examinar la relación que con los objetos tie-
niño nunca acaba de decidirse sobre si viene del interior o del
ne el individuo en el mundo autocreado de la fantasía' A decir
exterior'.Este interés aporta la base para la concepción del es-
verdad, hay una gran variedad de grados de desarrollo v sofis-
píritu, el alma, el ánima.
ticación en este mundo autocreado, según la cantidad de ilu-
sión que se haya experimentado y, por ende, según la medida
qrr" este mundo autocreado hava o no podido utilizar los ob- (res¡,rn. pREtNeutETUD)
". tanto que material. Evi- L¡ cr<u¡r-olopRIMITI\A
¡etos del mundo externo percibidos en
dentemente, esto requiere un planteamiento más extenso den-
Nos hallamos ahora en situación de examinar el tipo más
tro de otro marco.
precoz de relación entre el bebé v su madre.
En el estado más primitivo, que puede ser retenido en la en-
Si uno da por sentado que el individuo se está integrando y
fermedad y hacia el que puede llevar la regresión' el objeto se
personalizando y que ha hecho un buen comienzo en su com-
co mp o r t ac onar r egloa l e y e s má g i c a s .Es d e c i r,e x i stecuando
se desea, se acerca cuando se le acercan, duele cuando es da-
ñado, y, finalmente, se esfuma cuando va no se le necesita' 4. Citaré sólo otra razón por la que el niño no se satisface con la satisfác-
Lo último es lo más aterrador, aparte de ser la única aniqui- ci ón. S e si ente engañado.Tenía i ntenc i ón, c omo s i di j éramos , de c l ec tuar un
lación verdadera. El no querer, como resultado de Ia satisfac- ataque caníbal contra Ia madre I'se ha v i s to rec haz adoc on un narc óti c o: l a al i -
mentaci ón. E n el mej or de l os cas os l o que puede hac c r es apl az ar c l ataque.
ción, es aniquilar el objeto. Ésta es una de las razones por las
2t2 E S C RIT OS DE PEDIATRIA Y PSICOANALISIS D ESAR R O LLO EM O C I O N A L P R I MI TI V O ( I945) 213

prensión, queda aún mucho camino para que llegue a estable- que lo evoca.TEn la introversión de origen precoz, y por ende
t"r,tttu relación, en tanto que persona completa, con una ma- de índole primitiva, el individuo vive en este medio circundan-
dre completa, así como que llegue a inquietarse o preocuparse te que es él mismo, y bien pobre que es su vida. No hay creci-
por el efecto que sus pensamientos y actos surtan sobre ella' miento porque no hay enriquecimiento a partir de la realidad
Tenemos que postular una relación objetal que al principio externa.
es cnrel o despiadada.Puede que también ésta sea solamente
una fase teórica, y ciertamente nadie es capaz de ser cruel, sal- Como ejemplo de la apiicación de estas ideas añadiré a este
vo en estado de disociación, despuésde la fase de la inquietud' escrito una nota sobre el hábito de chuparse el pulgar (inclu-
Pero los estados crueles de disociación son comunes en la pri- vendo el hábito de chuparse ios dedos e incluso todo el puño).
mera infancia y afloran a la superficie en ciertos tipos de delin- Este hecho puede obsen'arsea partir del nacimiento y, por con-
cuencia, de locura; asimismo, deben estar disponibles en la sa- siguiente, nos es dado suponer que tiene un significado que se
lud. El niño normal disfirrta de una relación cruel con su ma- desarrolla desde lo primitivo hasta lo sofisticado. Se trata de
dre, relación que principalmente se manifiesta en los juegos' El una costumbre que tiene su importancia, tanto en lo que tiene
niño necesitaa su madre porque sólo ella es capaz de tolerar tal de actividad normal, como en calidad de síntoma de trastorno
relación cruel incluso en los juegos, toda vez que ello la daña v emocional.
cansa realmente. Sin tales juegos con la madre, Io único que Estamos familiarizados con el aspecto de este hábito que
puede hacer el niño es ocultar un ser cruel al que dará vida en queda cubierlo por el término nautoeróticon. La boca es una
estado de disociación.s zona erógena, organizada especialmente en la infancia, v el niño
Podría hablar aquí del gran temor a la desintegración en que disfruta chupándose el pulgar disfruta de trn placer. Ade-
contraposición a la simple aceptación de una no integración más, tiene ideas que le causan placer.
primaiia. Una vez alcanzadala etapa de la inquietud, el indi'i- También el odio halla r'ía de expresión cuando el niño se
'dro
,ro puede olvidarse del resultado de sus impulsos, ni de la daña los dedos al chupárselos con demasiado ügor o con de-
acción que realizan algunos fragmentos de su ser, tales como Ia masiada insistencia;y en todo caso no tarda en morderse tam-
boc. que muerde, los ojos que acuchillan, Ios chiilidos pene- bién las uñas con el fin de hacer frcntc a esta pafte de sus se¡r-
trantei, los ruidos de la garganta, etc. Desintegrarse significa timientos. También se cxpone a hacersedaño en la boca. Aun-
abandonarse a los impulsos, incontrolados por cuanto actúan que no está del todo claro que todo el daño que puedan sufrir
por cuenta propla; y, además, esto evoca ideas de otros impul- los dedos o la boca tengan que \rer con el odio. Al parecer hav
sos igualmente incontrolados (en tanto que disociados) dirigi- en ello un elemento según el cual algo tiene que sufrir para que
dos hacia sí mismo.6 el niño obtenga placer: el objeto del amor primitivo sufre al ser
amado, apañe de ser odiado.
En la costumbre de chuparse los dedos, v especialmenteen
La v¡NcnNz,r PRTMITI\A la de morderse las uñas, podemos ver un replegamiento del
amor y del odio por causas tales como la necesidad de presen'ar
Volviendo media fase hacia atrás: es habitual, creo, postu- el objeto externo de interés.Vemos asimismo un replegamiento
lar una relación objetiva aún más primitiva en ia cual el obje- hacia el ser,ante la fmstración del amor por Lln obieto externo.
to actúa de manera vengativa. Esta fase precede a una verda-
dera relación con la realidad externa. En este caso el objeto, o 7. E sto es i mporl ante debi drt a nues tra rc l ac i ón c on l a ps i c ol ogía anal íti c a
el medio ambiente, es tan parte del ser como lo es el instinto dc Jung. N osotros tratamos de reduc i rl o todo al i ns ti nto, v l os ps i c ól ogosanal í-
ticos lo rcducen todo a esta parte del scf primitivo qttc se parece al medio pero
5. Exi s t e e n l a m i t o l o g ía u n a fig u r a d e sp ia d a d a- L ilith - cuvo ori gen po- que surse del i nsti nto (arqucti pos ).D c ' beríamosmoc l i fi c ar¡uc s i ro punto de v i s -
drí a es t u d i a r s ec o n P r t l v e c h n . ta con el fin de abarcar ambas ideas v para vcr (si es cierto) quc t-n el estadtr
ó. f , o s c o c o d r i l o s n o s ó lo d e r r a m a n lá g r im a s cu a n d o n o se si entcn tri stes teóri camente más pnmi ti vo el -se fti ene s u pl opi o nl edi o c l ' c ado por él nl i s nl o,
-lágrim as d e p r e i n q u i e t u c l - _ ,sin o q u e ,a d e m á s,r e p r e se n ta n fá ci l menteel ser v que ti ene tanto del mi smo se/f'c omodc l os i ns ti ntos qrre l o produc e' n.E s tc es
primitivo v despiadado. rtn tcma qu(' rcqtti crt decal 'rol lr
214 E S C R I T O S D E PEDIAT RÍA Y PSICOANAL ISIS

(1948)'
3. PEDIATRÍNY PSTQUIATRÍA
El tema no queda agotado con este tipo de enunciado, sino
que merece ser estudiado más profundamente'
Supongo que cualquiera estaría de acuerdo en que el chupar-
se el pulgar es una forma de consolación, no un simple placer; el
dedo o el puño sustituye al pecho de la madre, a ésta o a otra per-
sona. Por ejemplo, un bebé de unos cuatro meses reaccionó ante
Ia pérdida de su madre mediante la tendencia de meterse el puño
hasta la garganta, de tal manera que hubiese muerto de no ha-
bérsele impedido a Ia fuerza dicho movimiento.
Mientras que el hábito de chuparse el pulgar es normal v
universal, extendiéndose hasta el empleo del chupete, así como,
de hecho, a varias actividades de los adultos nornales, también
es cierto que dicho hábito persiste en las personalidades esqui-
zoides, y en tales casos es extremadamente compulsivo. En uno
de mis pacientes de diez años, este hábito se transformó en la
compulsión a leer constantemente.
Estos fenómenos no tienen explicación como no sea sobre
la base de que el acto es un intento de localizar el objeto (pe-
cho, etc.), de sostenerlo a medio camino entre dentro y fuera' Como tema de mi alocución he escogido uPediatría y psi-
quiatríao debido a la naturaleza de mi trabajo. Soy tanto un pe-
Esto es, una defensa contra la pérdida de objeto en el mundo
externo o bien en el interior del cuetpo, es decir, contra la pér- diatra que se inclinó hacia la psiquiatría, como un psiquiatra
que se ha aferrado a la pediatría. En una alocución pronuncia-
dida del control sobre el objeto.
No cabe ninguna duda de que el hábito normal de chuparse da desde la presidencia es excusable,e incluso normal, que el
el pulgar tiene también su función. orador eche mano de experienciasque le son muy propias. Mi
El elemento autoerótico no siempre aparece como de pri- posición, dado que trabajo en dos campos, debería calificarme
mordial importancia y ciertamente, el empleo del chupete y del para decir algo que tenga interés tanto para el médico de niños
puño pronto se convierte en una clara defensa contra los senti- como para el médico que realiza su labor entre los dementes.
mientos de inseguridad y otras angustias de índole primitiva. Desde luego, resulta inevitable que la persona que trabaja en
Finalmente, todo acto de chuparse el puño aporta una útii dos campos sacrifique cierto grado de pericia en ambos.
dramatización de la primitiva relación objetal en la cuai el ob- Las investigacionesque más o menos comenzaron con la la-
jeto es tanto el individuo como es el deseo de objeto, porque es bor de nuestro pionero, Sigmund Freud, han establecido que
creado partiendo del deseo, o es alucinado, y al principio es in- en el análisis de Ia psiconeurosis se comprueba de qué modo Ia
dependiente de la cooperación de la realidad externa. infancia del paciente es el lugar donde buscaron cobijo los in-
Algunos bebés se meten un dedo en Ia boca mientras ma- tolerables conflictos que llevaron a la represión y a la instau-
man; de esta manera (en cierto modo) se aferan a la realidad ración de defensas,así como a la intermpción del desarrollo
autocreada mientras aprovechan la realidad externa' emocional del individuo, con formación de síntomas. Natural-
mente, pues, se dirigió la investigación hacia la vida emocional
de los niños. Pronto se averiguó que la reconsirucción que de
Resu^¡EN sus conflictos infantiles ----conflictos asociados con sus ideas y

He tratado de formular los procesosemocionalesprimitivos l . A l ocuci ón di ri gi da desde l a pres i denc i a a l a S ec c i ón Médi c a de l a S o-


normales en Ia primera infancia y que aparecen regresi','amen- ci edad P si col ógi ca B ri táni ca, el 28 de enero de 1948, B ri t. .1.Med. P s v c hol ,
r,ol .X X I. 1948.
te en la psicosis.

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