Nietzsche

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Nietzsche
y el aristocratismo de Teognis
Edición crítica bilingüe del De Theognide Megarensi de Nietzsche

Renato Cristi
Osear Velásquez
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PALABRA DE LA LENGUA
Nietzsche
YÁMANA QUE SIGNIFICA
Sol y el aristocratismo de Teognis
Edición crítica bilingüe del De Theognide Megarensi de Nietzsche
Cristi, Renato
Nietzsche y el aristocratismo de Teognis: Edición crítica bilingüe Renato Cristi
del De Theognide Megarensi de Nietzsche [texto impreso] 1
Renato Cristi Becker (autor); Osear Velásquez Gallardo Osear Velásquez
(autor) .-1a ed.- Santiago: LOM ediciones, 2018.
204 p.: 21,5 x 14 cm. (Colección Ciencias Sociales y Humanas).
ISBN: 978-956-00-1126-8
1. Nietzsche, Friedrich Wilhelm,- 1844-1900
2. Filosofía- ensayos l. Título. 11. Serie.
Dewey: 193 .- cdd 21
Cutter: N677
FUENTE: Agencia Catalográfica Chilena

© LOM EDICIONES
Primera edición, noviembre 2018
Impreso en 1.000 ejemplares
ISBN: 978-956-00-1126-8

Las publicaciones del área de

Ciencias Sociales y Humanas de LOM ediciones
han sido sometidas a referato externo.

EDICIÓN, DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN

LOM ediciones. Concha y Toro 23, Santiago
TELÉFONO:(56-2) 2860 68 00
lom@lom.cl 1 www.lom.cl

Tipografía: Karmina

REGISTRO N°: 510.018

Filosofía 1 CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
IMPRESO EN LOS TALLERES DE LOM
Miguel de Atero 2888, Quinta Normal

Impreso en Santiago de Chile

Índice

Nietzsche y el aristocratismo de Teognis In

Renato Cristi

Primera parte
§1 De Theognide Megarensi. La disertación de Nietzsche en Pforta l18
§2 La vida de Teognis y la ciudad de Megara 1 23
§3 Constitución histórica de la Teognídea y la Musa Paedica 1 39

Segunda parte
§1 Teognis: punto de partida del aristocratismo de Nietzsche 1 43
§2 La aristocracia en el retrovisor 1 46
§3 La aristocracia del porvenir 1 53

Nietzsche, De Theognide Megarensi 1De Teognis de Megara 1 63

Introducción al texto del De Theognide Megarensi 651

Osear Velásquez

De Theognide Megarensi 1 72
De Teognis de Megara 1 73

Referencias 1185
Índice analítico 1193
Glosario

BAW Schriften den Studenten- und Militiirzeit 1866-1868

DTM «De Theognide Megarensi»
GTS «Zur Geschichte der Theognideischen Spruchsammlung»
KGB Kritische Gesamtausgabe. Briefwechsel
KSA Siimtliche Werke. Kritische Studienausgabe
SzT «Studien zu Theognis»

- 9 -
Nietzsche y el aristocratismo de Teognis

RENATO CRISTI

Las lecturas posmodemas de Nietzsche consideran que su obra excluye

todo interés político y se determina solo por un afán auto-creativo
que busca la perfección personal. Estas interpretaciones enfatizan
su aversión por la autoridad, particularmente por la autoridad del
Estado (cf. Knoll & Stocker, 2014: 19-23). Para Michel Foucault el
pensamiento nietzscheano es precursor de una filosofía de la disparidad,
la dispersión y la diferencia, una filosofía que socava la unidad y la
estabilidad. Según Foucault, la genealogía nietzscheana «inquieta
lo que consideramos estable, y fragmenta lo que pensamos unido»
(Foucault, 1984: 82). El sentido histórico de la genealogía no toma en
cuenta lo metafísico y supra-histórico. Ese sentido histórico se define
por la «agudeza de una mirada que distingue, separa y dispersa ...
una suerte de mirada disociadora... capaz de eclipsar la unidad del
ser humano que se suponía capaz de proyectarla soberanamente
al pasado» (ibid: 87). Foucault piensa que Nietzsche concibe la
libertad como dispersión y cambio, como refractaria a la unidad y
la estabilidad. Por su parte, Richard Rorty asocia a Nietzsche con
Kierkegaard, Baudelaire y Proust, y lo considera como un paradigma
de la 'ironía' liberal (Rorty, 1989: xiv). Reconoce que Nietzsche auspicia
una determinada visión política que es «netamente anti-liberal»,
pero que su anti-liberalismo es «adventicio e idiosincrático», y que
su ideal de autocreatividad no se traduce en determinadas políticas
sociales (ibid: 99 ). Nietzsche mismo se define como un espíritu libre,
y plasma en Zaratustra un modelo de autoinvención que aconseja la
abstención política y proclama un antiuniversalismo radical.

- 11 -
 Este anhelo libertario tiene como correlato su antiautoritarismo.
Alan Schrift afirma que «[l]a cuestión de la autoridad, y de su
legitimación, es tema central en los escritos de Nietzsche ... Cuando
desmantela la autoridad de la tradición moral-teológica, o bien
cuando de-construye la autoridad de Dios, o bien cuando extirpa la
autoridad metafísica que se oculta en el lenguaje, Nietzsche rehúsa,
constante y permanentemente, concederle legitimidad a toda figura
de autoridad» (Schrift, 2008: 1) 1 • Cualquier tipo de intervención
pública significa una indebida injerencia en el desarrollo de nuestra
individualidad creativa. Por eso mismo rechaza también lo que
percibe como el autoritarismo de una metafísica fundada en las
nociones de «unidad, identidad, duración, substancia, causa, cosidad
(Dinglichkeit), ser» (Crespúsculo de los ídolos, III 5). Como protección
frente al universalismo autoritario, su epistemología es nominalista y
abandona la noción de verdad como descubrimiento (cf. KSA 1, 878-
81). En suma, el antiautoritarismo es posiblemente el más prominente
de los atributos que el posmodemismo le confiere a Nietzsche. Como
anota Peter Berkowitz, «la exaltación de la voluntad creativa infunde
una repulsa indiscriminada por la autoridad» (Berkowitz, 1995: 269).
El antiautoritarismo de Nietzsche aparece coincidente con su
antipatía por la política, y ello induce a muchos comentaristas a negar
la orientación política de su obra2 • La mayoría de los comentaristas
anglo-americanos, fundados en el trabajo señero de Walter Kaufmann,
conciben a Nietzsche como un pensador antipo lítico cuya orientación
es esencialmente cultural. Los héroes de Nietzsche son figuras
Para Schrift, el antiautoritarismo de Nietzsche comparte «con )acques Derrida su crítica
posmoderna del sujeto como centro privilegiado del discurso» (Schrift, 2008: 1).
2 Mucho se ha escrito acerca de la repugnancia que manifiesta Nietzsche con respecto a
la política. Walter Kaufmann piensa que Nietzsche es «básicamente anti-político» y que
por esta razón se opone «tanto a la idolatría del Estado como al liberalismo político»
(Kaufmann, 1968: 412). Kaufmann enfatiza su orientación metafísica para escudarlo
del mal uso que hace de su obra el fascismo. Igualmente, Leslie Paul Thiele estima
que Nietzsche rechaza la política por «constituir una amenaza para los individuos. El
propósito del Estado ... debería ser el cultivo de los individuos. Pero esto no es nunca
así» (Thiele, 1990: 47). Otros autores se refieren al «ánimo anti-estatista» de Nietzsche
(Hunt, 1991: 43), o a su «crítica del Estado» (Brobjer, 1998: 306). pna postura más
moderada es la que defiende Don Dombowsky: «Nietzsche no rechaza todo Estado o
constitución política, sino que impugna los Estados democráticos y socialistas... Elogia,
por ejemplo, el Estado griego, el Estado romano, el Estado militarista (Bonaparte) y el
Estado ruso contemporáneo bajo el zar Alejandro 111» (Dombowsky, 2001: 389).
- 12
aristocráticas que no deben concebirse como agentes políticos
«autoritarios, elitistas o explotadores» que intentan «movilizar a
las masas» 3 • Nietzsche, señala el argumento de esos comentaristas,
no se compromete con la formación de un régimen aristocrático
efectivo. Según Thomas H. Brobjer, Nietzsche «raramente se refiere
explícitamente a temas políticos» (Brobjer, 1998: 301), y Schrift piensa
que Nietzsche «parece casi totalmente desinteresado con respecto a
la política» (Schrift, 2000: 221) 4 • Más acertadamente, Bruce Detwiler
interpreta esa antipatía como determinada por «SU completo disgusto
con respecto a la pequeñez de la política moderna que ha arruinado al
espíritu alemán» y por su rechazo a convertir «a la política en religión
y al Estado en un nuevo ídolo» (Detwiler, 1990: 60-1).
Esta imagen posmoderna de un Nietzsche libertario se completa
con una interpretación que lo concibe como favorable a la democracia.
Lawrence Hatab piensa que es posible emplear a Nietzsche para
promover una política democrática. En su opinión, la crítica que
Nietzsche dirige contra el esencialismo y el racionalismo, y su
epistemología perspectivista, sirve para superar prácticas niveladoras
y ciertas exclusiones que impone la práctica democrática moderna.
Pero, principalmente, Hatab identifica el agonismo auspiciado por
Nietzsche como elemento fundamental para una «visión posmodema
de la democracia», plenamente inclusiva y afirmativa de la vida
(Hatab, 2008: 250). A pesar de las críticas de que ha sido objeto el
nietzscheanismo posmoderno, Hatab insiste en afirmar que a pesar
de que Nietzsche no fue un demócrata «en el espíritu de su propio
pensamiento, pudo ser o debió ser un defensor de la democracia,
pero no en el sentido de las teorías políticas tradicionales» (ibid: 251).
Resulta interesante comprobar que Hatab reconoce la existencia
de un lenguaje político en Nietzsche y que también reconoce que
ese lenguaje sugiere «Un régimen político aristocrático y autoritario»
(ibid: 249 ). Piensa que Nietzsche aprueba la dominación y explotación
de una masa trabajadora como condición de posibilidad de la
3 KSA 13, 16 [39]. Esta postura ha sido recientemente defendida en forma brillante por
Vanessa Lemm (cf. Lemm, 2008: 370 & 373; 2013: 66-68).
4 Los artículos publicados por Brobjer y Schrift en Nietzsche Studien han dado lugar a
un animado debate. Don Dombowsky ha dado respuesta en forma exhaustiva a los
artículos de estos autores (Don Dombowsky, 2001: nota 11, y Dombowsky, 2002: 278-
290; cf. Brobjer, 2001: 394-396; Schrift, 2002: 291-7).
- 13 -
producción de la excelencia aristocrática (cf. Más allá del bien y
el mal, §258). Hatab puede así concluir: «Nietzsche percibió a la
democracia y el liberalismo como formas de decadencia cultural y
obstáculo para una alta política» (Hatab, 2008: 250). Me parece que
esta sorprendente conclusión es el resultado de desprenderse de las
anteojeras posmodemas y se aproxima a la percepción que el mismo
Nietzsche tenía de sí mismo. Esto queda a la vista en la reacción que
tiene Nietzsche después de leer la carta que le envía Georg Brandes,
una importante figura intelectual de Copenhague, el26 de noviembre
de 1887. En esa carta Brandes le señala que en su obra encuentra mucho
que concuerda con su propio desprecio por los ideales ascéticos y su
profundo desagrado «con respecto a la mediocridad democrática».
También le indica que coincide con su «radicalismo aristocrático»
(KGBIII, 6, §soo). El2 de diciembre, Nietzsche responde desde Niza:
«La expresión 'radicalismo aristocrático', que Ud. emplea, es muy
acertada. Es, si me permite, la más perspicaz descripción que jamás
haya leído acerca de mi persona» (KGB III, 5, §960). Unas semanas
más tarde, el20 de diciembre, le reporta a Heinrich Koselitz la carta
de Brandes, y que éste ha caracterizado sus escritos con la expresión
«radicalismo aristocrático». Nietzsche comenta: «Eso está bien dicho
y tiene sentido» (KGB III, 5, §964) 5 •
Si Nietzsche acepta el veredicto de Brandes es porque reconoce
6
que su aristocratismo es un tema central que cruza toda su obra • No
hay novedad aquí. Lo que sí es novedoso es el entusiasmo con que
·······························································································
5 En 1890, Brandes asocia el aristocratismo de Nietzsche con el Renan y Flaubert. Cita
una carta enviada por Flaubert a George Sand el 30 de abril de 1871 en la que señala:
«Lo único racional es un gobierno de mandarines, suponiendo que los mandarines
sepan algo sobre muchas cosas importantes ... Es poco importante que unos pocos
campesinos sepan ahora leer y ya no escuchen a sus pastores, pero es infinitamente
importante que muchos, como Renan y Littré, sean escuchados. Nuestra única salvación
es una verdadera aristocracia» (Brandes, 1890: 59).
6 En 1921, Bruno Bauch, un conocido filósofo neokantiano, quien más tarde colaboraría
con el nazismo, expone el sentido normativo del aristocratismo de Nietzsche. Primero,
Bauch justifica la distancia abismal que separa a las clases sociales que distingue
Nietzsche y que funda, no en la arrogancia, sino en la disposición para asumir altas
responsabilidades por parte de individuos superiores (Bauch, 1921: 10; cf. Más allá del
bien y el mal§ 213). Segundo, afirma que esas responsabilidades requieren no solo un
compromiso con la perfección personal, sino también una realización social. El deber
de un individuo superior es llegar a ser «Führer de la totalidad humana» (Bauch, 1921:
13). Bauch se refiere al trabajo de Alois Riehl quien también, muy tempranamente,
observa «las tendencias aristocráticas e individualistas» de Nietzsche (Riehl, 1901: 158).
- 14
reconoce y afirma su radicalismo. Como bien observa Alfred von
Martin, tanto Nietzsche como Burckhardt defienden una postura
conservadora pro-aristocrática. Pero mientras Burckhardt, conservador
whig al estilo de Burke, detesta por sobre todo la revolución, Nietzsche
es conservador revolucionario «que necesita una tabula rasa para
imprimir la imagen de su propio poder espiritual por sobre las ruinas
de la cultura actual» (von Martin, 1941: 54; cf. 58-60, 97). Su radicalismo
lo aleja de las formas convencionales por las que discurre la política,
y por ello deriva en una actitud abiertamente antipolítica, que von
Martin conecta con sus «instintos anarquistas» (von Martin, 1941: 6o;
cf. Lemm, 2011 & 2013), y Conway con su «individualismo autárquico»
(Conway, 1997: 33). Lo que Nietzsche busca es socavar las bases
culturales sobre las que se asienta el régimen político democrático
imperante7 • Su radicalismo antipolítico es una manifestación política
que no aparece como tal a primera vista porque rompe los moldes
tradicionales de la política basada en compromisos, componendas
y transacciones.
Lo que las lecturas posmodernas no toman en cuenta es que
Nietzsche se distancia de la política moderna porque ve en ella un
obstáculo para el desarrollo de una cultura aristocrática.
Esa cultura aristocrática es compatible con formas de autoridad
tradicional y carismática, pero absolutamente recalcitrante a la legalidad
democrática. Es recalcitrante también al universalismo del Estado
liberal de derecho. Pero esto en ningún caso significa que Nietzsche
sea antiestatista. Si bien rechaza de plano el Estado administrativo por
sus rasgos burocráticos y democráticos, y también rechaza el Estado
judicial y el parlamentario, se muestra muy de acuerdo con la acción
de un Estado ejecutivo o Regierungsstaat. Este último encuentra su
manifestación ideal en el mandato autoritario de un líder político con
capacidad para comandar y requerir obediencia. Ve con buenos ojos
el fin de la actividad de abogados litigantes en favor de los derechos
civiles, típica de Estados judiciales, y de las interminables discusiones
7 Cameron y Dombowsky no aceptan lo que consideran ser «la opinión extrema que
el interés de Nietzsche por la cultura no tenga un sentido político» (Cameron &
Dombowsky, 2008: 1). Nietzsche no está interesado en diseñar programas de gobierno.
Su aristocratismo aspira al cultivo de especímenes humanos de excepción cuya
autoridad carismática permita superar las limitaciones de una autoridad burocrática
cuyas decisiones se encuadran por reglas jurídicas formales.
- 15 -
en que se enreda el Estado parlamentario. La autoridad ejecutiva que
Nietzsche privilegia permite que prospere una cultura aristocrática rica
y frondosa a la que respeta en su independencia. Históricamente, esa
es la cultura que florece en Doria y que funda el Estado homérico -un
gobierno de la aristocracia, por la aristocracia y para la aristocracia-.
Si en Homero Nietzsche puede reconocer y apreciar los lineamientos
de una cultura aristocrática, en Teognis vislumbra la debacle de esa
cultura, y posiblemente también las condiciones necesarias para lograr
su restauración. De ahí la importancia de Teognis en la constitución
de su aristocratismo.
En 1864, como requisito de su graduación en Pforta, Nietzsche
prepara una tesis acerca de Teognis. Su aproximación al tema es
principalmente filológica y busca contribuir a la resolución de un
enigma secular. El corpus de la Teognídea nos ha llegado como una
colección desordenada de fragmentos en que se pueden observar
múltiples interpolaciones. Nietzsche despliega el arsenal de la
filología analítica con el fin de ordenar el texto. Pero más allá de las
técnicas propias de esa filología analítica, o Sprachphilologie, dispone
también del instrumental hermenéutico de la Sachphilologie, que le
permite traer a luz el contexto histórico-político que determina la
producción poética de Teognis. La revolución popular de Megara es
central en ese contexto. Esta revolución logra desarticular el dominio
tradicional de la aristocracia e inaugura la vía para el desarrollo de
lo que llegará a ser la democracia griega8 •
Nietzsche comparte la consternación y agobio de Teognis ante
este derrumbe histórico de la aristocracia megarense. Pero, como
observa Richard White, en Nietzsche la lectura del pasado tiene
típicamente un propósito definido -«conducirnos hacia una visión
particular del futuro» (White, 1997: 138)-. Por ello toma distancia de la
8 Como indica G. E. M. de Ste. Croix, «nunca antes pudo la democracia establecerse en
una sociedad completamente civilizada, y las po/eis griegas, que la adoptaron, tuvieron
que construirla desde sus cimientos» (de Ste. Croix, 1983: 281; cf. Schweizer, 2007:
355). Por su parte, Ofelia Schutte observa correctamente que Nietzsche «torna hacia
el pasado distante, hacia la Antigua Grecia y Roma, en busca de una base desde donde
criticar las políticas y estructuras de gobernanza moderna. Para la.realización de sus
aspiraciones políticas contempla un futuro distante» (Schutte, 1.984: 165). Observa
también que mientras «otros pensadores del siglo diecinueve fijan su mirada en Grecia
para celebrar el origen de la democracia, Nietzsche usa la sociedad griega como un
estándar de excelencia precisamente por la razón opuesta» (ibid: 166).
- 16 -
desesperanza que evidencia Teognis y comienza a conjeturar maneras
de restaurar el dominio aristocrático. Está consciente desde muy
temprano de la prioridad temporal del presente y que no es posible
alterar el pasado. Su fijación en el presente queda en evidencia un
par de años antes, en 1862, cuando escribe un breve ensayo acerca
Napoleón III; y nuevamente en 1864, el año de su disertación, cuando
observa con entusiasmo el desarrollo de la guerra contra Dinamarca
iniciada por Bismarck, y celebra, el18 de abril, el triunfo de Prusia
en la batalla de Düppel. En carta a su madre y su hermana Elizabeth
muestra su alegría por el «glorioso evento de nuestro ejército nacional
(vaterliindischen). El resultado es absolutamente brillante» (KGB I, 277;
cf. Cameron & Dombowsky, 2008: 7). Su admiración por Napoleón
III y por Bismarck ensambla bien con su culto por figuras heroicas.
La restauración aristocrática depende de líderes como estos. La
formación de ejemplares humanos de excelencia queda instalado como
elemento esencial de su aristocratismo. Teognis educa a su discípulo
Cirno para convertirlo en un ferviente defensor de la nobleza y líder
de su partido, Nietzsche se suma ahora a esta idea. A medida que su
pensamiento político avance es claro que su intención es fortalecer
y enaltecer la autoridad de los próceres aristocráticos por venir.
En su disertación, Nietzsche pone en marcha su enorme talento
filológico al servicio de su incipiente aristocratismo. Su estudio tiene
un claro componente hermenéutico que se fija en el contexto histórico-
político que circunda la obra literaria de Teognis. Esto justifica una
caracterización de los aspectos interpretativos de su trabajo como
una 'filología política'. En la primera parte de esta Introducción
examino la filología política del De Theognide Megarensi, enfatizando
lo que me parece ser la temprana adhesión de Nietzsche a los ideales
aristocráticos de Teognis. La segunda parte explora la influencia que
tiene la filología política que despliega en su disertación de Pforta en
la constitución de su pensamiento político. En un breve recorrido por
las etapas de su desarrollo intento mostrar cómo el aristocratismo es
la clave que permite entender su pensamiento. Ese recorrido culmina
en Genealogía de la moralidad, una de sus últimas publicaciones. En
1887, año de su aparición, tiene más claro que en 1864 que, al igual
que Teognis, tiene que batirse contra «la rebelión de los esclavos»
contemporáneos, y que estos esclavos modernos han logrado su
17 -
triunfo apropiándose del espíritu del judaísmo. Nietzsche comparte
tanto la nostalgia aristocrática de Teognis por el pasado como su
crítica radical al presente democrático, y también se lanza en una
apasionada lucha en busca de una refundación cultural y política
basada en la formación de una nueva aristocracia.
Primera parte
§1 De Theognide Megarensi. La disertación de Nietzsche en Pforta
En una carta dirigida a sus amigos Gustav Krug y Wilhelm Pinder
(12 de junio, 1864) Nietzsche describe los pasos iniciales de su
investigación acerca de Teognis (cf. Wollek, 2010: 282-3; Blue, 2016:
169-171). Solicita que busquen y le envíen una disertación de Rintelen,
un joven filólogo de Münster, quien había muerto unos días antes en
la batalla de Düppel. Escribe: «Me harían un inmenso favor; éste es el
escrito más reciente acerca de Teognis. Tan pronto lo tengan en sus
manos, envíenmelo. No puedo comenzar mi trabajo sin antes leer
este texto» (KGB, 1, 1, 283) 9 • También les da a sus amigos una breve
descripción acerca del sentido y naturaleza de su tarea:
Estoy escribiendo, por iniciativa mía, un trabajo importante acerca de
Teognis. Me he permitido nuevamente involucrarme en un número de
suposiciones y fantasías, pero intento completar este trabajo con la correcta
fundamentación filológica y de la manera más científica posible. He
alcanzado un nuevo punto de vista con respecto al estudio de este hombre
y, en muchos aspectos, lo juzgo de una manera diferente a la opinión actual.
He examinado exhaustivamente los mejores estudios que existen acerca
de este tópico (KGB, I, 1, 282}1°.
9 «Es ist vor kurzem in dem Düppelkampfe auch ein junger Philolog Rintelen aus Münster
gefallen. Dieser Mann promovierte mit einer dissertatio de Theognide Megarensi. Und um
diese Dissertation mochte ich Euch ersuchen. Vie/leicht wendet lhr Euch personlich an einen
Professor oder an den Bibliothekar. Sie wird jedenfa/ls vorhanden sein. lhr tut mir einen
ungemeinen Gefa/len; es ist das Neueste, was über Theognis geschrieben ist. Sobald lhr es
auftreiben konnt, übersendet es mir. /eh kann meine Arbeit nicht eher anfangen, als bis ich
diese Schrift gelesen habe».
10 <</eh schreibe eine grofle Arbeit über Theognis, naeh einerfreien Wahl. /eh habe mich wieder
in eine Menge von Vermutungen und Phantasien eingelassen, denke aber die Arbeit mit recht
phi/ologischer Gründlichkeit und so wissenschaftlich als mir moglich zu vollenden. /eh habe
mir schon einen neuen Standpunkt bei der Betrachtung dieses Mannes errungen und urteile
in den meisten Punkten verschieden von den gewohnlichen Ansicht~n. Die besten Sachen,
die darüber geschrieben sind, ha be ich gründlich durchstudiert».
- 18 -
Su investigación había comenzado más temprano en abril después
que, al contrario de lo que señala en la carta más arriba, le fuera
asignado este tópico para su disertación. En una nota fechada 5
de abril, 1864, y dirigida a su tutor en Pforta, Hermann Kletschke,
Nietzsche pide permiso para solicitar dos libros acerca de Teognis 11 •
Su investigación debió haber avanzado mucho en junio pues reconoce
que «había examinado con mucho detalle los mejores estudios
existentes a la fecha sobre ese tema». A pesar de su intención de
«completar este trabajo con la correcta fundamentación filológica y
de la manera más científica posible», reconoce que se ha permitido
involucrar en un número de «suposiciones y fantasías». ¿Debemos
interpretar este reconocimiento, como hace Antimo Negri, como una
manifestación temprana de una Zukunftsphilologie (Negri, 1985: 5)?
¿Fueron estas «suposiciones y fantasías» las que indujeron a Nietzsche
a la decisión de incluir observaciones históricas y biográficas en el
núcleo argumentativo de DTM? ¿Está ya consciente, como indica
Jensen (cf. Jensen, 2013: 24-25), de la tensión que se puede observar
entre una filología analítica y científica (Sprachphilologie) y una
filología hermenéutica no científica (Sachphilologie)?
El trabajo preparatorio para su disertación lo completa Nietzsche
aproximadamente un mes después. El próximo paso es redactar una
versión en latín, una tarea que comienza el4 de julio. Ese mismo día
envía una carta a Pinder donde señala: «Esta mañana he comenzado
mi trabajo sobre Teognis; ya tengo listas cinco páginas. La Latinitas
es difícil. Me he reído ya unas cuantas veces esta mañana a propósito
de muchas pequeñas dudas» (KGB, 1, 1, 287) 12 • Cinco días más tarde
reporta a Pinder que ha completado la traducción a las 5 de la tarde.
El trabajo ha avanzado de la siguiente manera: traduce siete páginas
el lunes; dieciséis el martes; veintisiete el miércoles; y el resto lo
termina el jueves. ¿Queda satisfecho con el resultado? Encuentra
11 Los dos libros solicitados por Nietzsche son: Theodor Bergk, Anthologia lyrica continens
Theognim, Babrium, Anacreontea cum ceterorum poetarum reliquiis selectis, Leipzig:
Teubner; y Friedrich Gottlieb Welcker, Theognidis Reliquiae, novo ordine disposuit,
commentationem criticam et notas adiecit, Frankfurt: Broenner (cf. KGB, 1, 1, 277).
12 «Meine Theognisarbeit bade ich heute margen begonnen,fünf Bogenpa/ten sindfertig, die
Latinitiit ist schmerzlich, ich habe heute schon einige mate gelacht über die vielen kurzen
Fragen». Negri piensa que estas breves interrogantes las resume Nietzsche en el título
de la tercera sección de DTM (cf. Negri, 1985: 6, note 6).
19 -
que ciertas partes son «aburridas», otras «lingüísticamente to~es»,
y la comparación con el Marqués de Posa le parece «forzada». Anade:
«Casi he terminado de redactar mi colección de notas previas acerca
de Teognis. A menudo, con exasperación, he copiado pasajes íntegros.
He citado tantas veces a Teognis, que llevo ya copiados la mayoría de
los fragmentos» (KGB, I, 1, 290) 13 • ¿Cuál es exactamente la razón de por
qué Nietzsche queda insatisfecho? ¿Se debe a la molestia de haber
tenido que copiar tantos versos? ¿O se debe, como piensa Negri, a no
estar satisfecho con un trabajo que no le parece ser «eminentemente
filológico y conducido 'de la manera más científica posible'» (Negri,
1985: 6)? Esa era su intención, como lo dice en su carta del12 de junio
a Krug y Pinder. Pero, como sugiere Negri, su interés en DTM «no es
fundamentalmente el mismo interés filológico que guiará su próximo
trabajo», su GTS. Se podría decir entonces que su fastidio se origina
por el hecho de que en DTM no se ajusta a sus ideales científicos tal
como lo había planeado originalmente. Tres años más tarde, luego
de completar su GTS, también manifestará su descontento con lo
logrado. En esta ocasión critica la orientación científica de la filología.
En una carta a Carl von Gersdorff (6 de abril, 1867), Nietzsche escribe:
En verdad no quisiera escribir nuevamente de manera tan seca y tiesa, y con
un corset lógico, como lo hice, por ejemplo, en mi ensayo acerca de Teognis,
junto a cuya cuna no se sentaron las Gracias ... No queremos negar que la
mayoría de los filólogos carece de esa elevada intuición de conjunto de la
antigüedad debido a que se sitúan demasiado cerca de la tela e investigan
una mancha de pintura, en lugar de admirar trazos gruesos y audaces del
cuadro en su totalidad y, lo que es más importante, deleitarse en ellos14 •
Después de leer esta carta uno podría decir que, en retrospectiva,
su frustración, luego de completar DTM, se debe a que no permitió
13 «Meine vorher angefertigten Collektaneen über Theognis habe ich zum grossten Thei/
ausgeschrieben. Argerlich ist mir, dass ich sehr oft habe Ste/len abschreiben müssen. Citiert
habe ich Theognis so oft, dass sicher der grossere Theil der Fragmente van mir citiert ist».
14 «!eh moechte wahrhaftig nicht wieder so hoelzern und trocken, nach der /ogischen
Schnürbrust schreiben, wie ich es z. B. in meinen Theognisaufsatz getan habe: an dessen
Wiege keine Grazien gessesen haben .... Denn wir wollen es nicht /eugnen, jede erhebenden
Gesamtanschauung des Altertums fehlt den meisten Philo/ogen, weil sie sieh zu nahe vor
das Bild stellen und einen Oe!fleck untersuchen anstatt die grossen und kuehnen Zuege des
ganzen Gemae/des zu bewundern und- was mehr ist- zu geniessem> (KGB, 1, 2, 209; cf.
Negri, 1985: 40-2).
20 -
que se manifestaran plenamente sus «suposiciones y fantasías».
Quiso inicialmente que su disposición filológica fuese científica, la
que pudo realizar solo parcialmente. Pero, por entonces, ya siente
que los requisitos de la cientificidad historiográfica discrepan de las
exigencias de la vida, algo que más tarde explicitaría en su segunda
Meditación intempestiva (cf. Jensen, 2013: 35-56).
En DTM mira más allá de «la mancha de pintura» y atisba «trazos
gruesos y audaces del cuadro en su totalidad». En su primera sección
adopta un punto de vista histórico y examina las raíces socio-históricas
de la revolución popular que derroca al régimen aristocrático en
Megara. El materialismo de las condiciones históricas determina
el destino de la aristocracia megarense (cf. Cancik, 2000: 10; Oost,
1973) 15 • A la luz de esto, la segunda sección de DTM examina la
recepción de los escritos teognídeos, que «nos han sido transmitidos
en condición misérrima, dispersos e interrumpidos, mezclados
con parodias y versos de otros poetas» (DTM, 109). En su opinión,
Friedrich Gottlieb Welcker descuidó observar que ciertos eventos,
mencionados en los poemas necesitaban ser relacionados y situados
en un orden preciso (cf. DTM, 75). Al rectificar la estrategia seguida
por Welcker, Nietzsche es capaz de reconstruir la trayectoria de la
vida de Teognis y esbozar un relato biográfico coherente. Puede
así reafirmar la unidad de la obra de Teognis y alzarse por sobre la
'filología de astillas' 16 • Más allá de un análisis de árboles reducidos
a astillas, observa la totalidad del bosque. Y el bosque que descubre
es el destino de la facción aristocrática en Megara y la completa
15 Como evidencia histórica para fundamentar su argumento en DTM, Nietzsche refiere
a Clinton (1838), Rochette (1815), Müller (1824; cf. 1839), PlaB (1852), Duncker (1856) y
Grote (1869). Cuando mencione a Teognis nuevamente en Genealogía de la moralidad,
en relación al estatus social y político de la nobleza, se debería asumir que esas son las
fuentes de la evidencia histórica en las que basa su argumento. El hecho de no tomar
en cuenta a DTM explica por qué Peter Berkowitz puede afirmar que Genealogía de la
moralidad es, en ese respecto, « ... una reconstrucción improvisada, carente de referencias
a una situación histórica específica» (Berkowitz, 1995: 74). Lawrence Hatab también se
refiere a las investigaciones genealógicas de Nietzsche en Genealogía de la moralidad
como «cuasi-históricas» (Hatab, 2008: 29). Por el contrario, Anthony jensen afirma
correctamente que «Nietzsche no fue meramente un filósofo interesado en la historia.
Fue un filósofo de la historia» (Jensen, 2013: 1).
16 En una carta a Hermann Mushacke (14 de marzo de 1866), Nietzsche usa la expresión
«nimiedades filológicas (phi/ologisches Holzhacken)» para describir la labor que llevaba
a cabo en Leipzig en ese momento» (KGB 1, 2, 116).
21 -
devoción a sus ideales por parte de Teognis. Finalmente, la tercera
parte de su disertación, titulada Theognidis de deis, de moribus, de
rebus publicis opiniones examinantur, describe el ethostradicional de
la aristocracia dórica. Presenta así las opiniones de Teognis relativas a
los asuntos humanos y divinos con el fin de iluminar de qué modo los
aristócratas de Megara afirman su «dignidad y autoridad», y también
discernir cómo «ejercían el control e imponían la supremacía sobre
los plebeyos» (DTM, 161). Reconoce una estrecha conexión entre la
concepción teognídea de los dioses y la moralidad, y expone su juicio
en cuestiones relativas a la política. Esta última sección demuestra,
como lo ha visto correctamente Negri, que el principal interés de
Nietzsche en DTM es erigir la estatura filosófica de Teognis (Negri,
1985: 77-8).
Nietzsche comienza su disertación con un reconocimiento del
trabajo pionero de Friedrich Welcker en el campo de los estudios
teognídeos. En Theognidis Reliquiae, Welcker, por vez primera, traduce
y ordena críticamente los fragmentos sobrevivientes de la poesía de
Teognis y los relaciona con la biografía del poeta y las circunstancias
históricas de Megara. Nietzsche reconoce vastas áreas de acuerdo
con la interpretación de Welcker, excepto en dos puntos. Primero,
por oposición a Welcker, Nietzsche piensa que una lectura atenta de
los poemas de Teognis puede proveer información precisa acerca de
detalles de su vida personal. Segundo, se muestra en desacuerdo con
la decisión de Welcker de negarle a Teognis autoría de un número de
himnos festivos y de libaciones, de los que Nietzsche, siguiendo a
Goethe y Wilhelm Teuffel, cree posible obtener importante información
biográfica. Al desechar esos poemas parranderos Welcker buscaba
reestructurar el cuerpo poético de Teognis con el fin de argumentar
a favor de su carácter 'gnómico'. Además, Nietzsche reconoce que
Welcker fue quien primero demostró la importancia de Teognis para
el pensamiento ético de su época y el primero también en entender
correctamente el uso común de los términos 'bueno' y 'malo' 17 •
17 Nietzsche debe esta observación a Welcker, quien escribe: «Teognis, quien estaba
completamente inmerso en su cultura, evita términos familiares para referirse a
ambas clases. Regularmente emplea términos para ellas que, siendo adscr~ta.s a,toda 1~
población, no las hemos cambiado. Se refiere, en general, a los nobles como anstocratas
(ó.yaeoúc;), o también 'ricos' (eaeA.oúc;), en tanto que al pueblo~llama 'hombres mal
nacidos' (KaKoúc;) y, en algunos casos, 'despreciables' (&ctA.oú~). ,El significado mor?l
y político de estos términos, que ha sido ignorado por los lex1cografos y la mayona
22
§2 La vida de Teognis y la ciudad de Megara
En la poesía de Teognis, Nietzsche encuentra claves para discernir el
itinerario de la vida del poeta. Supone que Teognis nace el año 563 y
que su vida se extiende hasta las primeras décadas del siglo V18• Su
nacimiento tiene lugar por lo menos medio siglo después de la elevación
de Teágenes, cuya tiranía pone fin a la hegemonía aristocrática en
Megara, y los ideales éticos que la sostenían. Alrededor del año 6oo, el
tirano es violentamente derrocado por la nobleza exiliada con ayuda
de Esparta19 • El dominio aristocrático es restaurado, y por un breve
período se instala un gobierno más moderado. Pero los plebeyos se
alzan nuevamente, esta vez con más violencia, y logran establecer un
gobierno democrático (cf. PlaE, 1859: 176-77; Davies, 1877: 131-33) 20 •
de los comentaristas, debe ser considerado ... Esta terminología no parece haber sido
exclusiva de Teognis. Posiblemente términos de uso corriente entre los megarenses
de su tiempo, y particularmente en la nobleza, fueron adoptados casualmente por
él. Puesto que los nombres de las clases, cualesquiera que fuesen, no podían estar
ausentes, y puesto que eran tan repetidos constante y regularmente, en mi opinión
no debería emplearse esta terminología desvergonzada y de mal gusto, a menos que
su significado haya sido convertido en un uso político. En ese tiempo, posiblemente
fuera de Megara, se prefirió otra designación común que no se había mitigado por
el uso común y que podría haber producido cierta ambigüedad para algún erudito
contemporáneo en relación a cada nombre» (Welcker, 1826: xxi-xxii; trad. Scott
Gallimore). En este respecto, Welcker sigue a K. O. Müller, para quien «los términos
'bueno' y 'malo' significan rango político y linaje, y no actitudes morales» (Porter,
2000: 233).
18 No hay acuerdo entre las fuentes de la Antigüedad sobre si Teognis nació en Megara
Hyblaea, Sicilia (como informa Platón en Las Leyes) o en Megara Nisea en el istmo de
Corinto (como informa Dídimo). La mayoría de los eruditos está de acuerdo con Dídimo
(cf. Harrison, 1902: 268ff; Hudson-Williams, 1910: 4-6; Carriere, 1948: 5ff). Con respecto
al año de nacimiento, Martin West ha indicado una fecha mucho más temprana para
Teognis. Piensa que algunos de los versos fueron compuestos poco antes del régimen
de Teágenes (West, 1974: 67-68). Para examinar información más reciente acerca de la
biografía de Teognis, ver Figueira, 1985: 121-124; Gerber, 1997: 121-123.
19 Según Teuffel, los aristócratas que retornaban «respondieron al terrorismo con
terrorismo» (Teuffel, 1852: 1849). El uso por parte de Teuffel de este lenguaje tan
vívido para describir los sucesos de Megara permite colegir el impacto que tuvo en
él la Revolución de 1848, y derivativamente en el joven Nietzsche. De Teuffel puede
decirse que estaba desarrollando lo que cabría caracterizar como «filología política».
20 Una postura alternativa es defendida Robin Lane Fox, quien desestima lo que considera
ser el uso laxo por parte de Aristóteles del término 'democracia' y que duda que
pudieron existir democracias en Grecia continental antes del año 508 (Fox, 2002: 42-
44). Aparentemente la «reestructuración» tribal que reconoce Fox, y que dio «nueva
prominencia a aldeanos de la periferia, el 'reino animal' en el pasado de Teognis, y
que diluyó a sus propios pares en las unidades que previamente gobernaron Megara»,
constituyó el fundamento social de la democracia.
- 23
Las hordas «llevaron su odio a los ricos a tal extremo que exiliaron a
algunos y confiscaron sus propiedades; también invadieron sus casas
e interrumpieron sus banquetes, y aún decretaron el repudio de sus
deudas a los acreedores aristocráticos exigiéndoles la devolución
de los intereses que ya habían sido pagados» (Banks, 1889: xviii-xix).
Según Aristóteles, los aristócratas logran imponerse nuevamente,
abrogan la democracia y reestablecen su propio gobierno. Este
período de revoluciones y contrarrevoluciones coincide con un
gran aumento de la actividad económica que transforma a Megara
en un opulento emporio comercial y, a la vez, corroe el ethos dórico
tradicional. En su juventud, Teognis pudo aún gozar de la antigua
riqueza y los privilegios de su estatus aristocrático en una sociedad
que estaba comenzando a experimentar la expansión de un estilo de
vida burqués21 • Nietzsche percibe que el cambio en las condiciones de
vida de los aristócratas de Megara se refleja en los poemas de Teognis:
Es claro, entonces, que Teognis, nacido de familia noble, como adolescente
pasó su tiempo en diversiones, puesto que en esta época los nobles megarenses
ya se mostraban indignos de la antigua integridad de costumbres, y se
hallaban corrompidos por una conducta disipada e indulgente. A esta
jovialidad de ánimo y ligereza se refieren:
v. 1122 'con la juventud y la riqueza entibiando el corazón'
v. 1153 'que pueda vivir sin daño ni experimentando el mal,
gozando de riquezas lejos de vulgares inquietudes'
v. 567 'me regocijo en mi juventud, divirtiéndome' (DTM, 95)
Por sus lecturas de Plutarco y Aristóteles, Nietzsche logra también
captar la intensidad de la convulsión social que sacude a Megara
luego del derrocamiento de Teágenes, la restauración aristocrática
y el establecimiento de una democracia. Plutarco escribe: «cuando
los demagogos les ofrecieron el néctar de una excesiva e inmoderada
libertad, se volvieron extremadamente corruptos y comenzaron a
atacar sin pudor a los ricos e, introduciéndose en sus casas, los pobres
reclamaban el derecho de ser agasajados y beber suntuosamente,
21 En consideración a la taxonomía de Stanton, es tentador caracterizar al joven Teognis
como un dandy, tal se podría decir que el mA.óc; Kaya0óc; homérico podría ser el modelo
del honnete homme. Stanton escribe: «Y mientras la honneteté fue' el ideal primordial
elaborado para una nobleza establecida del ancien régime, el da)1dyismo, formulado
por una supuesta aristocracia, representa un impulso excéntrico, dirigido contra una
sociedad postrevolucionaria dominada por la burguesía» (Sta)1ton, 1980: 7).
- 24
y si no conseguían su propósito, con violencia y abusivamente se
apropiaban de todo» (DTM, 81; cf. Grote, 1869: 43-4) 22 • Nietzsche
atribuye la agitación social en Megara a la fundación de colonias y
la consiguiente expansión del comercio. La riqueza acumulada en la
metrópolis permite que muchos plebeyos se dediquen al comercio y
se enriquezcan. La riqueza de estos homines novi logra sobrepasar la
de la antigua aristocracia y les permite desafiar su autoridad política.
Si procuramos de verdad saber por qué circunstancias sucedió que
paulatinamente la quebrantada autoridad de los nobles se hundiera
de día en día, la primera y más grave causa debemos buscarla desde el
momento en que muchos plebeyos, sobre todo en las ciudades marítimas,
comenzaron a incrementar su fortuna gracias a un comercio en gran escala
y opulento. Ellos se iban igualando a los nobles velozmente en sus riquezas,
los aventajaban en el gasto y el lujo. Porque ellos mismos ya no sentían
aversión a ningún tipo de elegancia más refinada, sino que dedicaban su
esfuerzo en desarrollar su carácter moral y las cualidades espirituales,
especialmente porque a menudo, después de sus largos viajes, regresaban
engrandecidos por el saber (DTM, 173).
Nietzsche calcula que en el año 533los optimates son nuevamente
derrotados por la clase ascendente y son exiliados. Teognis, de
treinta años en ese momento, sufre la expropiación de su patrimonio
ancestral, es traicionado por sus amigos y también tiene que exiliarse.
El fundamento de la cronología que establece Nietzsche se encuentra
en los versos 1129-32:
Ni me inquieta por cierto la pobreza que aflige el corazón,
ni los hombres hostiles, que hablan mal de mí.
Pero lamento una amorosa juventud que me abandona,
y lloro ante la cercanía de la penosa ancianidad (DTM, 91)
El exilio conduce a Teognis primero a Sicilia, luego a Eubea, a Tebas
y finalmente a Esparta. Sus andanzas se prolongan por veinte años,
al término de los cuales puede regresar y radicarse en su tierra natal.
22 Siete años más tarde, la Comuna de Paris evocaría en Nietzsche memorias de lo que había
aprendido de la revolución popular en Megara que había visto con los ojos de Teognis.
Según Peter Bergmann, Nietzsche «rápidamente le otorgó el más terrible significado
a la Comuna» (Bergmann, 1987: 86). Para Nietzsche, éste fue «un profundo shock que
aparentemente confirmó todos sus temores con respecto a la barbarie cultural de las
clases bajas» (Bergmann 1987: 120; cf. Dombowsky, 2003: 25-27).
- 25 -
Nietzsche cita un pasaje de la Política de Aristóteles que describe la
expulsión de los aristócratas megarenses, su retomo luego de reagrupar
sus fuerzas y la derrota que le infligen a los plebeyos. «Y de un modo
semejante fue abolida también la democracia en Megara. Porque
los demagogos, con el fin de poder confiscar los bienes, expulsaron
a muchos de los notables, creando así muchos fugitivos. Pero los que
regresaron, vencieron en batalla al pueblo y establecieron la oligarquía»
(DTM, 83). Nietzsche resume estos sucesos de la siguiente manera:
Parece que Teognis llegó en una nave desde Sicilia hasta Eubea, una
isla cuyos nobles, poseedores de recursos y lujo, recibieron en forma
magnífica y espléndida al exiliado. Pero la última parte del exilio la pasó
en Esparta, por decir así, en la sede de la nobleza, de donde los exiliados
esperaban particularmente que habrían de recibir auxilio contra sus hostiles
conciudadanos. Esa esperanza parece no haberse frustrado. Por cierto que
no es creíble que estos exiliados invadieran su patria con su propia fuerza
militar sin la ayuda de otros, vencieran al partido popular y retomaran el
control del gobierno (DTM, 99).
Los optimates que retornan consolidan un gobierno oligárquico,
pero no pueden restaurar sus ideales arcaicos y el modo de vida
aristocrático. Aunque no es posible fijar cuándo precisamente tienen
lugar estos sucesos, Nietzsche sugiere el año 510 como una fecha
plausible:
... solo se sabe que en el año 510 los aristócratas ya habían recobrado el
poder, puesto que en ese y en los años posteriores los Lacedemonios
cruzaron el Istmo, muy a menudo sin impedimento, para expulsar a Ripias
del reino que había usurpado. Esto no podría haber sucedido si en ese
lapso de tiempo el poder hubiese estado en manos del partido popular. Los
aristócratas, en efecto, mantuvieron un dominio permanente desde aquel
año hasta los tiempos precedentes a las Guerras Persas y sus postrimerías,
aunque ni siquiera esto se puede confirmar con testimonios seguros. Pero
la tradición refiere que el año 468los nobles se convirtieron nuevamente
en desterrados por obra del partido popular, y el dominio fue restituido
a las masas (DTM, 85).
- 26 -
Con estos datos, Nietzsche determina el período durante el que
transcurre la vida de Teognis 23 • Otorga credibilidad a fuentes antiguas
que fijan el año 543 como la fecha de sufloruit, y también determina
que en el año 483, cuando los persas sitian Megara, Teognis está aún
vivo 24 • Supone también que muere poco antes de cumplir noventa años.
En DTM, Nietzsche extrae datos biográficos de las elegías y con ello
intenta refutar a Welcker y Bergk, quienes afirman «que nada subsiste
ya del Teognis completo con excepción de una serie interrumpida de
incontables extractos de sentencias» (DTM, 157). Piensa así que de
este amasijo disparatado de fragmentos es posible extraer suficiente
información para reconstruir la vida del poeta. Procede con cautela
porque reconoce «que varios fragmentos, cada uno de contenidos
diversos, tuvieron que ser mencionados y descritos en una misma
página» (DTM, 157). Pero esto no lo desalienta, pues no adhiere a la
idea de una investigación filológica estrictamente analítica. Con su
instinto historiográfico avanza más allá de una consideración de
los árboles, se fija en el bosque y no se le escapa así la unidad de la
Teognídea. El bosque que percibe son las circunstancias de la vida
de Teognis, su compromiso con el partido aristocrático, y el colapso
de su hegemonía en Megara.
Para todo esto Nietzsche se inspira en Goethe, y con ayuda de sus
intuiciones piensa que puede reconstruir los fragmentos dispersos.
Goethe recuerda que en su época de estudiante se intentaba «encontrar
en él [Teognis] algún mérito como moralista pedagógicamente bien
intencionado y riguroso, sin lograrlo jamás. Por eso lo dejábamos
de lado una y otra vez» (DTM, 111). En contraste con la imagen de
bienaventuranza de la vida en Grecia, Teognis le parecía ser un
«hipocondríaco triste y no griego» (DTM, 111; ch. Porter, 2000: 234).
Según Goethe, una lectura más caritativa de su poesía debía tomar en
cuenta la historia de Megara y las desdichadas tribulaciones sufridas
por él y sus amigos a manos de la plebe. «Los propietarios y los bien
educados, que estaban habituados a un vida doméstica tranquila y
ordenada fueron públicamente atacados de la manera más ignominiosa
23 La cronología que establece Nietzsche coincide aproximadamente con la de Grote:
«.. .la vida del
poeta transcurre aparentemente entre 570-490 AC, mientras que Teágenes
debe haber gobernado entre 63o-6oo AC» (Grote: 1869: 111, 46).
24 Teognis se refiere, en los vv. 757-64 y 773-84, a la amenaza persa. Esto debe referirse
a las invasiones de Da río en el490 y de Xerxes en 480-79.
- 27
y perseguidos hasta en su más íntimo consuelo familiar, perseguidos,
perturbados, humillados, mortificados, aniquilados o desterrados y,
junto a esta clase, de la cual él es miembro, Teognis sufre todo tipo de
vejaciones y tribulaciones» (DTM, 113). Para entender con precisión
los poemas de Teognis hay que tomar en cuenta que «un exiliado
escribió y compuso esas elegías» (DTM, 113).
Nietzsche difiere de Goethe, quien postula que Teognis compuso
sus elegías durante el exilio. También difiere de Welcker y Bemhardy
quienes sostienen que las compuso luego de retomar de su exilio.
Nietzsche, en cambio, piensa que lo hizo durante el curso completo
de su vida, aunque reconoce que la mayor parte «fueron compuestas
en esos tiempos en que Teognis, abatido por los más crueles desastres,
al tiempo que perdía la esperanza sobre la salvación del Estado, en
medio de penosos y apremiantes dolores, buscaba refugio, por así
decir, en el puerto de la poesía: es decir, antes del exilio» (DTM, 121).
Esto sería esencial para demostrar que no es un poeta gnómico, que
los poemas que compone para Cirno no se titulan Gnomología o
Máximas de Conducta para Cirno, que todas sus elegías dicen relación
con determinados momentos de su vida, y que esto corresponde
particularmente a sus himnos simpóticos y de libaciones. No todos los
poemas contienen consejos morales; algunos transmiten a su discípulo
el temor y el recelo del partido aristocrático; otros son Trinldieder
coreados por los miembros de los exclusivos clubes aristocráticos
en los que participa25 • Nietzsche también observa que las muchas
variaciones en tono y contenido, y aún las inconsistencias que se
observan, se pueden explicar asumiendo que Teognis escribe sus
elegías durante diferentes momentos de su vida (cf. Negri, 1985: 30-31).
Sus poemas expresan «O el dolor más amargo o la ira inextinguible
contra los plebeyos, o la nostalgia de una patria arrebatada por el exilio,
25 Robín Lane Fax ilustra el posible impacto de la elegías de Teognis en jóvenes aristócratas
atenienses en el siglo V. «Los diálogos de Platón y jenofonte insinúan las opiniones que
un adinerado joven portaba en su primer encuentro con su tutor filosófico. Las máximas
de la poesía aristocrática, las máximas del corpus teognídeo que conocemos, estaban
sin duda presentes. Ellas les afirmaba, a los jóvenes, su innato sentido de superioridad,
algunos de ellos verdaderos agathoi de nacimiento, otros agathoi po~tradición familiar
y riqueza reciente que habían perdido su lustre original post-eupátrjda. Conocían esos
poemas de memoria y no solo porque sus padres y primeros maestros se los hubiesen
transmitido. Desde jóvenes los habían también recitado y coreado en fiestas» (Fax,
2000: 48).
- 28 -
o la preocupación y ansiedad por la salvación de Cirno» (DTM, 121).
Teognis adiestra a su discípulo Cirno para ser un ardiente defensor
de la nobleza y un líder de partido (cf. Davies, 1873: 132). Con cierta
reserva, Nietzsche compara a Teognis con el marqués de Posa tal como
lo presenta el drama de Schiller. Posa, a quien Nietzsche describe
como «habiéndose dedicado por entero al estudio de la condición
humana», piensa que su discípulo Don Carlos podría realizar sus
planes y esto justifica su devoción hacia él (DTM, 123).
La lectura que hace Nietzsche de los vv.105-108 de la Teognídea26 ,
apunta al deterioro de las relaciones sociales entre la abatida aristocracia
megarense y los ahora enriquecidos plebeyos. En este conflicto
Nietzsche toma partido por la aristocracia y ello resulta evidente por
su descripción del hamo plebeius como intrínsecamente corrupto e
incapaz de proceder con honorabilidad. Este es un anticipo de su
posterior afirmación del pathos de la distancia y su rechazo de la
moralidad esclava27 • Estos rasgos llegarían a ser elementos cruciales
de su aristocratismo 28 • Según Anthony Jensen, Nietzsche comparte el
26 Vv 105-109 Practicar el bien con los aezA.oix; es una bondad de lo más inútil;
es como sembrar el océano de blanca sal.
Porque tampoco si sembraras el mar; <tendrías> alguna mies abundante:
ni haciendo el bien a los Kmcovr; recibirías de vuelta un bien
27 Se deja oir un eco teognídeo en un texto conservado en los Apuntes de 1883: «Los hijos
de comerciantes son impúdicos» (KSA 10, 22 [1]613).
28 Nietzsche leyó en la Introducción de Welcker a su edición de los poemas de Teognis
que el aristocratismo no era la excepción, pero algo usual entre las figuras literarias
griegas. «La doctrina de Teognis reflejaba la opinión y las condiciones de vida de
los optimates, en que no parecía del todo dispuesto a buscar ventajas para toda la
humanidad ... Su propia doctrina tiene con principio una idea, un antiguo dicho que
Eurípides describe así (Dict. fr. 11):
Un hombre opulento no nacería de un padre mal nacido.
Y Alcmeón (8):
Niños ricos nacen de padres adinerados,
Niños mal nacidos son, por naturaleza, iguales a sus padres.
Píndaro, el autor antiguo (Pyth. Vlll.62):
Un espíritu noble lo adquieren los niños de sus padres por naturaleza.
Homero, a propósito de Telémaco:
La fuerza noble es inculcada por el padre.
De aquí lo difundido de la idea que: la piedad viene de la piedad, la maldad de la maldad
(Sófocles. El. 589, cf. 374, 384), el hombre malo viene del mal nacido (Phi l. 386; Aristoph.
Ran. 731). Por tanto, se justifica que nuestro poeta afirme que entre las clases inferiores,
carentes de derechos e ideas comunes, la naturaleza no fortaleció sus cualidades, tal
como Aristodemo se refirió a Esparta, según Alcea, que ningún hombre pobre es bueno
y honorable: un hombre podría tener propiedades, pero ningún pobre es pudiente u
- 29
radicalismo de Teognis, pero esto es así solo cuando habla desde el
interior del agon político. En tales circunstancias, Nietzsche afirma
el pathos de la distancia y un drástico sometimiento de quienes
deben vivir sus vidas como esclavos. Al mismo tiempo, Jensen declara
que Nietzsche es capaz de situarse fuera y por sobre el agon. Desde
ahí puede avalar «la necesidad de que compitan los aristócratas de
Teognis y sus contrincantes octA.oi como pre-condición de un auge
y florecimiento real. Rechaza la Vernichtungskampf y preserva al
Teognis en cuanto portavoz de una facción en la temprana Wettkampf
griega» (Jensen, 2007: 328-9 ). Jensen cree que esto define la distancia
entre Nietzsche y el temperamento político de Teognis. Estima que
Nietzsche «jamás pudo aceptar el rechazo, por parte de Teognis, a
permitir el ingreso de la nueva clase cultural ascendente», porque
piensa que «solo por medio de la Eris productiva que tomó en cuenta
Hesíodo es posible un florecimiento cultural luego de una conmoción
política» (Jensen, 2007: 327).
Esta interpretación de Jensen yerra el blanco 29 • Primero, porque
no considera que Nietzsche se refiere por primera vez a la noción de
agon en 1867, en su escrito de Leipzig «Der Sangerkrieg aufEuboa»,
en el que examina el imaginario agon poético entre Homero y
Hesíodo (BAW3: 230-244; cf. Vogt, 1962: 105; Padurean, 2008: 83-85).
Nietzsche debe a Ernst Curtius y Burckhardt la idea de que el agon
es una característica esencial de la cultura griega (cf. Porter, 2000:
276 & 412, nota 219). Burckhardt presenta esta idea por primera
vez en 1872 en el curso de sus lecciones sobre la civilización griega,
lecciones a las que Nietzsche asiste (cf. Young, 2010: 205). Por ello
me parece anacrónico interpretar su temprana lectura de Teognis en
términos del agon cuando todavía no había captado su importancia.
honorable. Más aún, la virtud y la respetabilidad dependen esencialmente de su base
en la nobleza y en la posesión ancestral de tierras y honor, un hecho que no es posible
separar de una conexión con sangre noble. Con respecto a esta idea, no hay una opinión
más verdadera y elegante que la que expone Aristóteles cuando afirma (Política, l. 2, (4)
19) que los nobles, puesto que se creen superiores no solo en casa, sino en cualquier
lugar en que existan nobles, separan al esclavo del hombre libre, al noble del hombre
inferior, solo en consideración de la virtud y el vicio. Al igual como el hombre viene del
hombre, y la bestia de la bestia, igualmente creen que los hombr~s buenos nacen de
hombres buenos» (Welcker, 1826: liii-liv. Traducción de Scott Gallimore).
29 Aparentemente jensen ha dejado de lado esta idea (cf. jensen, 2007: 338 y jensen, 2013:
21).
30
Segundo, aún si se toma en cuenta la noción de agon, en ningún
caso podría Nietzsche concebir la posibilidad de una competencia
política con las clases subordinadas. Tiene la profunda convicción
de que los aristócratas serían implacablemente derrotados en una
competencia con demócratas en la arena política. Por esta razón
opta por su aniquilación cultural, un rasgo clave del radicalismo
sin compromisos que Nietzsche comparte con Teognis. Jensen no
toma en cuenta que el radicalismo de Teognis fue resultado de la
debilidad política de la aristocracia megarense, que había dejado de
ser el estrato social dominante, y ahora era un partido minoritario sin
ninguna esperanza de recuperar su estatus previo. Esto explica por
qué Teognis renunció a la posibilidad de participar en el agon político.
Al mismo tiempo, se empeñó en una Vernichtungskampf contra sus
enemigos y buscó su derrota en un campo de batalla alternativo -el
ámbit~ de la cultura30- . La comparación que establece Nietzsche entre
Teognis y el marqués de Posa prueba, según Jensen, que «Nietzsche
encontró en Teognis una manera de influir en asunto culturales a gran
escala sin tener que recurrir a la política gubernamental» (Jensen,
2007: 326). Al enfatizar el papel político consultivo ejemplificado
por Teognis y Posa, Jensen identifica la raíz del punto de vista anti-
político que adopta Nietzsche 31 • Pero es un error concluir de esto
30 Esta es la opinión de Werner Jaeger que interpreta la «teoría aristocrática (Adelslehre)»
que desarrolla Teognis «como una lucha cultural (geistige) en contra de la revolución
social», una lucha que «no debiera entenderse estrechamente como una actividad
política estricta» (Jaeger, 1959:263 & 266). La razón de ello, a mi parecer, es que Teognis
se dio cuenta de que la minoría aristocrática en Megara no podía prevalecer en términos
políticos dada la nueva situación social. Es cierto que aconsejó a su discípulo que actuara
como el pulpo que se mimetiza con la roca a la que está adherido, y constantemente
cambia de coloración» (Jaeger, 1959: 266; cf. Teognis vv. 213-218, 313-314, 1071-1074).
Pero esta ductilidad y flexibilidad no debiera interpretarse como una disposición a
lograr compromisos democráticos, sino como una manera de disimular las intenciones
politicas de la Kulturkampf que sostiene con los plebeyos. Una interpretación más
acotada sería pensar que la disrupción total de la civilidad en Megara predispuso a
Teognis a desconfiar de todo el mundo, incluso de sus amistades aristocráticas. De
este modo puede aconsejar a su discípulo: «Cirno, debes mostrar un ethos cambiante
a tus amigos; adaptarte a la disposición de cada uno de ellos. Debes actuar ahora de
una manera, y comportarte luego de otra manera: la sabiduría es mejor que una gran
virtud» (vv. 1071-1074; cf. Harrison, 1902: 138-9, Collins, 1997: 290).
31 Nietzsche presenta a Cirno como Don Carlos, una figura real que intentaría debilitar
la legitimidad democrática. Es altamente posible que tuviese a Napoleón 111 en mente.
Aunque Nietzsche, al igual que Teognis, no propone un detallado programa político, y
trata de «promover una ética hostil a la civilidad democrática», esas «antiguas lecciones
31 -
que Nietzsche abandona una Vernichtungskampfradical en contra
del populacho democrático, los betA-oí. Si rechaza la democracia es
porque quiere evitar la posibilidad de competir políticamente con
la clase subordinada. La experiencia le indica que en este tipo de
guerra los demócratas no serán derrotados. Opta de este modo por
la solución más radical que sugiere Teognis: una Kulturkampf en
contra de demócratas y socialistas.
El amargo y execrable ataque que Teognis dirige contra los plebeyos
contrasta con la actitud acomodaticia y sumisa que adopta frente a
ellos en determinadas oportunidades. Teognis recomienda así a los
aristócratas que asuman un tono amable y amistoso cuando entren
en contacto con plebeyos, «pero de hecho deben estar consumidos
siempre de un odio inextinguible en contra de ellos (odio inexstincto)»
(DTM, 149). Nietzsche también está de acuerdo con lo que considera
ser una sutil observación de Teuffel. Según este autor, Teognis
«cuanto más radicalmente postula su teoría, más se ve forzado a
hacer un compromiso con la realidad» (DTM, 151). Teognis pensó
que podría, de esa manera, redimir su orgullosa conciencia por el
trato humillante que sufrió por parte de los plebeyos; podría también
vengarse de esa afrenta exhibiendo, en sus escritos, su altivez.
Nietzsche lo describe como «cabeza de Jarro» en tanto que odia a
los plebeyos in foro interno, y en cierto sentido es «más apacible»
con respecto a ellos in foro externo (Nietzsche, 1864a: 74). Reconoce
que la opinión de los eruditos más destacados señala que, como
escribe Bernhardy, el «corpus completo de las elegías está basado
en las creencias políticas y éticas de los dorios» (DTM, 159). Pero
en oposición a Welcker y Bernhardy, Nietzsche afirma que Teognis
de la aristocracia» necesariamente incluían una referencia a sus instituciones políticas
(Fossen, 2008: 299). El intento de Fossen de separar ética y política presupone una
concepción abstracta y estrecha de la política. Debería también considerarse que más
tarde, en Crespúsculo de los ídolos y Anticristo, Nietzsche presenta a Manu como el
fundador de un admirable y ejemplar régimen político aristocrático, pero «no como el
anteproyecto de reforma política para la modernidad tardía» (Conway, 1997: 34). Nietzsche
está consciente de que «una restauración de la aristocracia política simplemente no
tiene destino» (Conway, 1997: 34). De este modo, comparte la convicción de Teognis que
una vez que la democracia llega a ser hegemónica una restauración aristocrática no es
plausible. Pero aún asíTeognis pensó que podía intervenir en políti¿a por medio de su
discípulo transmitiéndole «los principios básicos de la aristocracia>> (DTM, 169). Cirno
era «el hombre que algún día esperaba habría de imaginar planes para implementar
sus consejos» (DTM, 123).
- 32 -
vive en una situación en «que el vigor auténtico de la nobleza de
los dorios estaría ya debilitada desde su interior; y sus preceptos se
encontrarían, por decir así, pisoteados durante un proceso de trastorno
total» (DTM, 159) 32 • Teognis no puede adherir a los vetustos ideales
aristocráticos de los dorios, pues habían sido diezmados durante la
revolución. Según N~etzsche, puesto que la vida de Teognis «había
coincidido con la transmutación de todas las cosas y opiniones, no
podía ser posible que persistiera en las mismas convicciones en
las que parecía haber sido educado siendo niño» (DTM, 183). Esto
explica su desacuerdo con la opinión erudita dominante, y por qué
concluye su disertación de acuerdo con Grote, quien en su History
of Greece, reconoce que «de verdad deberíamos estar de acuerdo en
que el vigor dórico y su genuina naturaleza, estaba ya en aquellos
tiempos perceptiblemente debilitada y quebrantada con Teognis»
(DTM, 183; cf. Grote 1869: III, 44).
Welcker, Bernhardy, y gran parte de la historiografía alemana del
siglo XIX aceptan la interpretación de la historia griega promovida
por Karl Otfried Müller. En 1824, Müller publica Die Dorier, obra en la
que busca definir la esencia del espíritu griego, cuyo espíritu original
y puro situó no en Atenas «sino en la cultura arcaica y aristocrática de
Esparta» (Porter, 2000: 233). En este libro los conservadores alemanes
pudieron observar el paradigma de un poderoso Estado aristocrático
tal como el que deseaban consolidar en Prusia.
Müller contrasta el Estado dórico con el Estado moderno, que ve
como principalmente como una «institución destinada a proteger a
las personas y la propiedad individual» (Müller, 1839: II, 1). El Estado
dórico no parece ser un mero instrumento para servir los intereses
separados de individuos separados, sino como un «organismo
completo», como un «agente moral unido ... generado por lazos de
32 Por esta razón, posiblemente, Nietzsche no menciona los vv. 147-48 en DTM. En estos
versos Teognis escribe: «La justicia es el compendio de toda virtud, y todo hombre, Cirno,
es ayaeóc; si es justo». Este dístico muestra de qué modo Teognis, presumiblemente en
su edad avanzada, habría moderado su radicalismo (por lo menos, implícitamente), y
ya no defendería el ethos aristocrático tradicional. Como observa correctamente A. W.
Adkins, el hecho de que en estos versos Teognis asevere sin reservas que quienquiera
sea justo es también ayaeóc;, «destruye por entero el esquema de valores homéricos»
(Adkins, 1972: 44). Es posible que Nietzsche haya seguido a Teufell y reconociera que
una fórmula abstracta, como la expresada más arriba, no formaba parte de los poemas
originales dedicados a Cirno (cf. Teuffel, 1852: 1849; para una interpretación diferente,
cf. Dolan, 1980: 94).
- 33 -
 afinidad natural» (Müller, 1839: II, 1). En Esparta es posible percibir
como «la pluralidad de personas que componen el Estado era
completamente reducida a una unidad» (Müller, 1839: II, 2). Mientras
que los espartanos se consideran libres en la medida en que sean vistos
cómo partes integrales del organismo estatal, los individuos modernos
buscan tener «la menor relación posible con la comunidad» (Müller,
1839: II, 2). Los Estados jónicos, en cambio, se desvían del paradigma
dórico y pueden considerarse como antecedentes de lo que ocurre
en la modernidad. En estos Estados «la opinión de los individuos ...
se sobrepone a la autoridad del todo social» (Müller, 1839: II, 3). Son
Estados propicios a la evolución, al cambio, y en último término, a
la desintegración. Todo esto constituye una clara proyección de la
situación alemana de esa época al mundo griego33 • Müller expone la
diferencia entre dorios y jonios de la siguiente manera:
Los primeros tenían ... gran veneración por lo antiguo. El no traicionar
a los ancestros era la más fuerte exhortación que podría escuchar un
espartano. Los segundos, por el contrario, eran amantes de todo lo novedoso
y se deleitaban en la comunicación foránea. De ahí que sus ciudades se
construyesen en las riberas marítimas, mientas que los dorios prefirieran
el interior (Müller, 1839: II, 3-4).
Müller reconoce que alrededor del año 66o, un incremento del
intercambio y el comercio significa que «el valor de la riqueza se
eleva en comparación con el del honor de una descendencia noble»,
de modo que Teognis podría más tarde denunciar el influjo que tuvo
la creación de nueva riqueza como causa de la disrupción social en
Megara. Solo Esparta se salva de esta tormenta social y política debido
a la estabilidad de sus instituciones (Müller, 1839: II, 7-8; cf. Bemhardy,
1877: 524-5; Porter, 2000: 233-5). Nietzsche acoge los ideales arcaicos
dóricos celebrados por Müller y denigra la cultura jónica34.
33 Solo en 1956, Edouard Will desafía con éxito la tesis de Müller. Detecta en Müller
«la tentación, casi universal en Alemania, de ver en Esparta, para bien o para mal, el
símbolo de Doria, y la pre-figuración de Prusia como un Estado alemán militarizado y
jerárquico» (Will, 1956: 11-12; cf. Porter, 2000: 386, nota 26).
34 Según Hubert Cancik, Nietzsche opone estos ideales aristocráticos¡¡ «los logros de la
cultura ateniense» y dirige su preferencia por lo arcaico «en contra de la democracia
Y a favor de formas aristocráticas y tiránicas de gobierno» (Canclk, 2005: 41). Esto
explica su preferencia por Esparta y desprecio por Atenas (Cancik, ~005: 147; cf. Brobjer,
2007: 219). Es interesante notar en este respecto que, como observa Bettany Hugues,
34 -
La lectura de DTM confirma la idea de que el origen de la restauración
aristocrática a la que aspira Nietzsche en su madurez encuentra su
origen en su familiaridad con los poetas de la nobleza dórica. En su
temprana lectura de las elegías de Teognis, Nietzsche se topa con
un testimonio directo de la derrota de la aristocracia terrateniente
de Megara a manos de una clase comercial ascendente. El poeta se
queja amargamente de que los plebeyos megarenses hayan amasado
riquezas e impuesto instituciones coincidentes con las demandas
populares35 • Ello conduce a un cambio decisivo en la percepción que
los aristócratas tenían de sí mismos, puesto que habían perdido su
indiscutido derecho ancestral a regir. Como observa Walter Dolan,
«las tradicionales declaraciones de superioridad por parte de la clase
alta resultaban ahora menos convincentes pues, a partir de la segunda
mitad del siglo sexto a. C., quienes no eran aristócratas habían tomado
posesión de todos o casi todos los indicadores de excelencia cívica».
Lo que sucede con Teognis es que el ideal aristocrático comienza
a «expresarse en términos del mérito interno», con un «creciente
énfasis en lo ético y moral» (Dolan, 1980: 87). Nietzsche observa que
a partir de Teognis el aristocratismo adquiere un perfil diferente. La
aristocracia megarense, con su postura defensiva frente al embate
popular, pierde esa serena eminencia que caracteriza a los héroes
homéricos y no puede ya identificarse con el temple aristocrático
de los dorios. En DTM, Nietzsche denigra el carácter acomodaticio e
insidioso de Teognis, incapaz de asumir la fibra marcial y el elevado
la arqueología no ha descubierto un distrito aristocrático en esa ciudad. Atenas era
pluri-clasista, y por sus calles circulaban y se topaban personas de todos los estratos
sociales (Hugues, 2010: 84).
35 Este desarrollo histórico tiene lugar principalmente en Corinto, Megara y Sykion entre
los años 650 y 6oo a.C. (cf. Grote, 1869; Arnheim, 1975; Morris, 1996). Es necesario tomar
en cuenta que estas tres eran ciudades marítimas. Platón, en Las Leyes, escribe que
la cercanía del mar convierte a esas ciudades en centros comerciales que engendran
veleidad y deslealtad (70Sa).lgualmente Cicerón, en su República 11, 6-8, afirma que «las
ciudades marítimas están expuestas a corruptelas y la mutación de sus costumbres.
Incorporan nuevos lenguajes y prácticas. Importan no solo mercaderías foráneas, sino
también hábitos, de modo que ninguna institución ancestral se conserva íntegra (Est
autem maritimis urbibus etiam quaedam corruptela ac mutatio morum; admiscentur enim
novis sermonibus ac disciplinis, et inportantur non merces solum adventiciae sed etiam mores,
ut nihil possit in patriis institutis manere integrum)>~. Cicerón generaliza esta condición
marítima a Grecia en su totalidad.
35 -
 patriotismo de la nobleza que describe Homero. Pero terminará
apreciando el tono radical de su diatriba anti-plebeya.
Luego de exponer cuidadosamente el argumento de Nietzsche
en GTS, Tensen establece que Nietzsche, siempre leal a su mentor
Friedrich Ritschl, combina Kritik y Hemeneutik, empleando el
análisis lingüístico requerido por la Sprachphilologie, para realzar
el argumento histórico que desarrolla en DTM (Jensen, 2013: 47).
Tensen desestima este proceder y lo considera una combinación de
«análisis lingüístico crítico -para mostrar que el texto debe haberse
corrompido, cuándo habría ocurrido esto y en qué etapa de deterioro
estaba'- con explicaciones subjetivas altamente especulativas y
directamente fantasiosas acerca del carácter de Teognis y su redactor»
(Jensen, 2014: 110). Pero luego, con una actitud más caritativa, Jensen
describe la postura de Nietzsche como una tendencia a «explicar el
desarrollo histórico de las ideas sobre la base de un trasfondo socio-
político» (Jensen, 2014: uo). En su opinión, el trabajo de Nietzsche
acerca de Teognis prueba que es «un autor brillante, altamente
creativo e industrioso». Sostiene esto a pesar de que «mientras
muchos temas de su pensamiento posterior tienen una fascinante
similitud con temas del Teognis de su disertación, es preciso decir
que éste tuvo una influencia marginal en el corpus maduro de su
obra» (Jensen, 2014: 110).
El argumento de Jensen parece inconcluso. Su análisis crítico de la
exposición de Nietzsche reconoce en ella una compleja exploración
genealógica en busca del Teognis original. Pero no hay aquí un
esclarecimiento hermenéutico completo de la motivación que guía la
exposición de Nietzsche. ¿Cómo es posible que su retrato caracterológico
de Teognis pueda ser calificado como «altamente especulativo si
no derechamente fantasioso», y se reconozca, al mismo tiempo, la
preferencia de Nietzsche por «una explicación del desarrollo histórico
de las ideas que tome en cuenta su trasfondo socio-político» (Jensen,
2014: 110)? Ese trasfondo socio-político lo deriva Nietzsche de las
mejores fuentes eruditas disponibles en esa época. Su presentación
de la revolución megarense no es ni especulativa ni fantasiosa, sino
que concuerda plenamente con los estándares de la Sw;:hphilologie.
Esos estándares quedan a la vista en SzT(Nietzsche, 1864a) cuando, al
vislumbrar la dirección futura de la investigación acer~a de Teognis,
- 36 -
Nietzsche anota la necesidad de delinear «una semblanza de la época y
una crítica de las notas relativas a la condición de Megara» (Nietzsche,
1864a: 75). Una determinación más precisa de su investigación
queda a la vista cuando reconoce la necesidad de descubrir «la base
de las presentes notas y sus determinaciones temporales» (ibid:
75). Especifica esa base localizándola en los «CÍrculos corales» de
Teognis y la «antigua poesía simpótica, especialmente la que deriva
de la antigua aristocracia» (ibid: 75). Esto conecta la pérdida del
original de la Teognídea con el destino de la ancestral aristocracia
megarense que, como él mismo reconoce, «no pudo sostenerse en
pie más allá de las guerras persas». Si Teognis es indescifrable para
las generaciones posteriores esto solo pudo suceder debido a que
habían desaparecido las condiciones que sostuvieron la vida de las
instituciones aristocráticas. Las elegías que compuso debían ser
cantadas en los simposios organizados en la exclusividad de los
clubes aristocráticos. Esta es la manera como se intentó «preservar
la antigua conciencia de clase (Standesbewufltsein) aristocrática»
amenazada por un tirano como Teágenes y posteriormente por la
hegemonía democrática (ibid: 69). Las elegías fueron «presentaciones
de una agitada vida interior escritas en tiempo de aflicción, de revuelo
político, de odiseas marítimas, de vagabundeo, de regreso a casa, de
amor y amistad» (ibid: 70). Nietzsche enlaza decisivamente la poesía
de Teognis y el destino de la aristocracia en Megara. Reconoce que
la fama de su poesía alcanzó su cenit cuando contó con el apoyo de
la aristocracia; junto con «la decadencia de la nobleza de la sangre
su fama sufrió el mismo destino» (ibid: 71).
En la sección tercera de su disertación, Nietzsche ilustra el papel
tradicional que juega la aristocracia mediante un examen de cómo
entiende Teognis «los asuntos divinos y humanos». Esto le sirve
para iluminar la manera como los aristócratas de Megara pudieron
asegurar tradicionalmente «SU dignidad y autoridad» y discernir de qué
modo se valoraba a los aristócratas en ese tiempo y cómo «imponían
la supremacía sobre los plebeyos» (DTM, 161). Reconoce la estrecha
conexión entre la concepción de los dioses y la moralidad que tiene
Teognis y el juicio que emite acerca del procedimiento político. La
sociedad megarense estaba estrictamente dividida en clases sociales,
de modo que cuando estalló «la más violenta contienda entre estas
- 37 -
clases (certamen acerrimum ínter has classes)», y Teognis se alzó
como el paladín de la aristocracia, le fue posible afirmar que una de
esas clases, la de los aristócratas, era buena (aya9ó~), y la otra mala
(KaKó~ o 8EtAó~), pues encarnaba «toda la maldad de costumbres
(morum pravitas) y toda impiedad y sacrilegio» (DTM, 161) 36 •
Nietzsche esboza cinco criterios para definir a un aristócrata
en oposición a un hamo plebeius: (1) linaje claro; (2) conocimiento
y gestión de la actividad bélica y de las funciones de gobierno 37 ;
(3) administración de los ritos sacros; (4) riqueza esplendorosa y
refinamiento; 38 (5) educación de la nobleza en las artes liberales
(cf. Schweizer, 2007: 358-60). Según Schweizer, el tercer criterio,
el que presenta a los aristócratas como «un puente o eslabón entre
lo humano y lo divino», es el crucial. Los dioses no se comunican
directamente con la gente común, sino que prefieren hacerlo a
través de los aristócratas, con quienes mantienen un cierto grado de
afinidad y parentesco. Al situar a los aristócratas en proximidad con
los dioses, Nietzsche despliega una interpretación metafísica de lo
aristocrático, una interpretación que le sirve para validar y perpetuar
la «diferencia fundamental» entre aristócratas y plebeyos (Schweizer,
2007: 360). Desde tiempos inmemoriales las masas subordinadas
habían sido inculcadas con la creencia de «que los aristócratas eran
seres superiores dotados de cualidades que los separaban de sus
inferiores» (Arnheim, 1975: 183). La cercanía entre aristócratas y
dioses se manifestó en un contrato (foedus) por medio del cual los
humanos recibían beneficencia y gracia a cambio de un culto sacro
(honores sacraque). Este culto, sobre el cual mantenían un monopolio,
confirmaba su papel de intermediarios 39 •
36 Según Chester Starr, «en Teognis, por primera vez, el término demos comienza a tener
el significado peyorativo de lo 'socialmente inferior'» (Starr, 1992: 24).
37 El interés que, siendo niño de diez años, exhibe Nietzsche por la gestión de la actividad
bélica queda a la vista en el elaborado juego que desarrolla con sus amigos Pinder y
Krug, y cuyo tema es la contemporánea guerra de Crimea que se declara oficialmente
en marzo de 1854. Sus detalladas notas con respecto a esta guerra llenan noventa y
siete páginas de su diario juvenil (cf. Blue, 2016: 62-63).
38 En relación a Safo, quien escribe: «Amo el lujo» (fr. 58,25), lan Morris comenta: «el lujo
salva la distancia entre mortales y divinidades ... La ostentación esplendorosa hace de
la aristocracia algo sobre-humano» (Morris 1996, 32).
39 Más tarde, en Humano demasiado humano, Nietzsche concibe a los dioses olímpicos,
con respecto a los seres humanos, como dos castas que viven vidas paralelas, «una
más poderosa y aristocrática, la otra menos aristocrática» (Humano demasiado humano,
- 38 -
Esta explicación metafísica se complementa con una descripción
empírica de las condiciones que sustentaron al sistema de gobierno
dórico y que permitió a la nobleza mantener subyugado al pueblo.
Nietzsche destila esas condiciones de la evocación nostálgica del
Estado dórico por parte de Teognis. Más tarde esos rasgos empíricos
serán los elementos constitutivos del orden político que proyecta
Nietzsche.
§3 Constitución histórica de la Teognídea y la Musa Paedica
La edición de las elegías de Teognis, publicada en 1826 por Friedrich
Welcker, desata una extensa y amplia discusión en tomo a la formación
de la Teognídea (cf. Gerber, 1997: 117). Welcker observa que el Libro
I de ese corpus contiene un número de repeticiones y versos que
pertenecen a otros autores (Solón, Bueno, Tirteo, Mimnermo), y que
el Libro II (vv.1231-1389) reúne versos de índole pederasta. Este Libro
II, conocido como Musa paedica or puerilis, le parece inconsistente
con el tono de exhortación moral del Libro l. Welcker cita a Suidas,
un lexicógrafo bizantino, quien, en la segunda mitad del siglo X,
observa, en un ánimo de censura, que existen epigramas de índole
pederasta dispersos en la Teognídea. Suidas escribe: «pero en medio de
esas exhortaciones aparecen desperdigadas profanaciones [~.l.lapim] y
pederastia [nat8tKoi EponE~] que la vida virtuosa repele» (cf. Welcker,
1826: lxxiii; cf. Nietzsche, 1864a). Si los versos de índole pederasta
estuvieran desparramados por todo el texto ello podría significar
que la composición del Libro II, que reúne esos versos en forma
separada, es un proyecto posterior. No hay mención de versos de
tal naturaleza, o de tendencias pederastas en Teognis, ni en Platón
ni en otras fuentes clásicas posteriores, en las que se perpetúa, por
el contrario, su estatura como pedagogo moral40 •
§111). Reconoce que esto corresponde al «aspecto aristocrático de la religiosidad
griega» (Humano demasiado humano, §111), y cree que los seres humanos se conciben
a sí mismos como aristocráticos «Cuando se dan a sí mismos tales dioses y se sitúan en
una relación similar a la de aristócratas inferiores a aristócratas superiores» (Humano
demasiado humano, §114).
40 Sin mencionar a Nietzsche, Hudson-Williams escribe que la adscripción de la Musa
paedica a Teognis «ha sido cuestionada por varias razones, y la evidencia en contra de la
autenticidad del Libro 11 es tan poderosa que la gran mayoría de editores y críticos han
rechazado las demandas de Teognis, y en esto no hay duda que están en lo correcto»
(Hudson-Williams, 1910: 55 & 77).
39 -
 En DTM, Nietzsche evita entrar en detalles acerca de esta cuestión
y acepta sumariamente la postura de Welcker acerca de esta materia41 •
Pero el problema no podía ser barrido bajo la alfombra principalmente
porque, como la referencia de Suidas deja en claro, la reputación de
Teognis como figura moral quedaba en entredicho, y Nietzsche, por
su parte, busca preservar su reputación como un portaestandarte
de la aristocracia. Solo admite que Teognis no se ajusta a los ideales
de la aristocracia dórica debido a otros rasgos cuestionables de su
carácter. Esos rasgos habían sido ya observados por Goethe y Teuffel
(DTM, 111 y 173). A pesar de ello, Nietzsche estima que la apología
aristocrática de Teognis y su diatriba antidemocrática no habrían
sufrido desgaste.
Luego de completar su disertación, Nietzsche aborda el impacto
de argumentos ad hominem que pudieran dirigirse contra Teognis
si los problemas suscitados por el Libro II no se solventaran42 • En un
breve ensayo de 1864 titulado «Studien zu Theognis» (Nietzsche,
1864a), reitera el punto principal planteado por DTM, a saber que
Teognis escribió exclusivamente para un público aristocrático, y que
la revolución democrática hace añicos el contexto necesario para
entender cabalmente sus poemas. Nietzsche escribe: «La transferencia
de riqueza a la clase popular, y la expansión del conocimiento y el arte,
arruinó a la nobleza de sangre (Geblütsadel). Esto significa que las
elegías de Teognis pierden el necesario contexto que habría permitido
entenderlas» (Nietzsche, 1864a: 70). La pérdida del sentido interno
que guía el argumento de Teognis podría explicar los malentendidos
posteriores y torcidas interpretaciones. El inicio de una política
41 Nietzsche escribe: «Pero Welcker tenía razón en todo caso al considerar que la última
parte de argumento erótico de la Teognídea, añadida a los restantes fragmentos desde
un solo códice, era espuria, porque estos poemas, de autor incierto, fueron atribuidos
a Teognis de acuerdo con las palabras de Suidas "Sentencias a Cirno, el amado de
Teognis", una opinión con la que estoy en completo desacuerdo» (DTM, 127).
42 jensen observa que para Nietzsche «la pederastia era incompatible con la imagen de
la nobleza griega». La opinión de Nietzsche refleja la idea que tenía de la erudición
conservadora del siglo diecinueve de la actitud griega con respecto a la sexualidad.
«Hoy en día se piensa que, entre los aristócratas griegos, la pederastia y la ebriedad
eran mucho más corrientes que lo que Nietzsche y sus colegas tendían a pensar»
(Jensen, 2014: 112, note 31). Esta misma actitud conservadora se pu~de observar en
Hudson-Williams, quien piensa que cuando Suidas se refiere a Cirnocomo el amante
de Teognis esto «podía fácilmente corresponder a una inocente amistad» (Hudson-
Williams, 1910: 101).
- 40
democrática podría también explicar las fallas de carácter en Teognis.
Su amargura, resentimiento y pérdida de autoestima se deben a los
drásticos cambios que experimenta su entorno de vida43 • A pesar de
ello, Nietzsche se muestra dispuesto a acreditar su quilate aristocrático.
Enaltece su apasionada disposición para batallar en contra de sus
enemigos políticos y a favor de su casta. En su defensa, Nietzsche lo
retrata favorablemente como un luchador contra las clases populares.
«Aparece como el típico espíritu de todas aquellas figuras nobles que
representan a la aristocracia en la víspera de una revolución popular
(Volksrevolution) que amenazan sus privilegios permanentemente y
los hace combatir y luchar con la misma pasión por su propia casta y
su propia existencia» (ibid: 74). También anticipa, en forma abreviada,
la dirección que tomarían a continuación los estudios teognídeos y
que describe esquemáticamente como sigue: «Los pasajes espurios.
¿Fue un anciano ficticio, un monje, el autor de la Moucra natotKf¡
[Musa Paedica]? Etc». (ibid: 75). Este es exactamente el plan de trabajo
que cumpliría en GTS.
Dos años más tarde, el Sachphilolog que escribe DTM emplea
nuevamente el instrumental analítico de la Sprachphilologie para
defender a Teognis de la grave acusación de pederastia, que habría
enlodado, según Nietzsche, la imagen de la aristocracia dórica. En un
conjunto de notas redactadas en 1869 tituladas «Der ursprüngliche
Theognis», Nietzsche contempla retrospectivamente su logro en GTS
y recapitula sus descubrimientos. Postula ahora que la colección de
versos que poseemos en la actualidad «no es lo que determina el
juicio de la Antigüedad con respecto a Teognis: no es suficientemente
moral. Los versos citados en la Antigüedad no se citan como los
conocemos en la actualidad. Familiaridad con la colección que
conocemos ahora tiene lugar por primera vez con Estobeo» (BAW
4, 206). Estobeo [originario de Stobi, Macedonia] vivió en el siglo V
y es solo a partir de este momento que Nietzsche detecta el proceso
de adiciones, sustracciones y reordenación de los versos que tienen
43 Dorothea Wender dibuja un retrato poco halagador de Teognis y lo presenta como
«no en absoluto simpático. Aparece como una persona salvaje, paranoica, prejuiciada,
amargada, estrecha, pomposa, y quejumbrosa ... Las clases bajas son 'la maldad'; los
aristócratas son 'la bondad'. Pero aún entre los señores casi nadie es confiable, y muy
pocos tienen inteligencia. Lo mejor es nunca haber nacido, y lo segundo es morir
joven» (Wender, 1973: 92).
- 41 -
impacto en la Teognídea tal como la conocemos hoy en día. Para
Nietzsche, el desafío es poder distinguir la Teognídea original e intacta
de versiones adulteradas posteriores, versiones que incluyen la Musa
paedica. Nietzsche determina que los últimos en conocer al Teognis
original son: Ateneo de Naucratis, el emperador Juliano y Cirilo de
Alejandría. Todos ellos preceden a Estobeo. Nietzsche escribe: «Si
Ateneo, Juliano y Cirilo -este último en el año 43344- no conocieron
nuestra redacción; si, por el contrario, nuestra redacción fue usada
por Estobeo, se sigue que su publicación debe caer entre el año 433 y
Estobeo en el siglo V» (BAW 4, 183). Mientras que Platón y Jenofonte
tuvieron acceso al libro original de Teognis, que no incluía lo contenido
en el Libro 11, y que confirmaron a Teognis como líder moral de la
aristocracia, la versión que ha llegado a nosotros, tal como aparece
en el manuscrito existente más antiguo, el Codex Mutinensis, fue la
conocida por Suidas y contiene una variedad de dísticos pederastas
(cf. BAW 4, 153).
Es claro que Nietzsche defiende a Teognis de la acusación de
pederastia para evitar cualquier contaminación que pudiera enturbiar
la integridad moral de la aristocracia dórica. Al mismo tiempo, no
puede sino reprochar fallas de su carácter que menoscaban su papel
como portavoz del partido aristocrático. Esta es otra manifestación de
la «filología política» que desarrolla Nietzsche. Como se vio más arriba,
coincide con Goethe en percibir a Teognis como un «hipocondríaco
triste y no-helénico» que no se caracteriza por el desprendimiento,
el coraje y la grandeza de alma de los héroes homéricos. Y también
coincide con Grote en que no encarna ya el ethos de la cultura
dórica. Pero Nietzsche, en su obra madura, reconoce que Teognis
es efectivamente el portavoz de la aristocracia griega. Para ello debe
tomar en cuenta, en primer lugar, lo admirable que resulta Teognis
por el hecho de soportar 'estoicamente' los reveses de la fortuna. Su
posesión ancestral, que creía segura y tranquila, es profundamente
perturbada por la revolución popular.
Su patrimonio es expropiado y luego sufre el exilio en carne propia.
Aunque «pareció incluso primero casi haber perdido la esperanza
de su propia salvación, y deseaba la misma muerte ....: después se
44 En el año 433, Cirilo, patriarca de Alejandría, escribe una apología del cristianismo en
contra del emperador julián el Apóstata.
- 42 -
adaptó más a su tiempo y soportó todos los males con un ánimo más
moderado» (DTM, 179 ). Esto justificaría que se pudiera reservar para
Teognis un «lugar de honor en el templo de la historia desde donde
pudiera impartir enseñanzas, consolar y advertir a sus sucesores»
(KSA 1, 259). Segundo, parece evidente que Teognis mismo tenía un
«alma conservadora y reverencial» como la que le reconoce Nietzsche
al historiador anticuario (KSA 1, 265). Observa que la posesión de una
morada ancestral y de tierras patrimoniales define al conservador.
Más que poseer un patrimonio, este patrimonio toma posesión de
su alma. Esto habría que extenderlo a la relación de Teognis con su
ciudad. Podría así decirse que la historia de Megara sería «para él su
propia historia». Al igual que el historiador anticuario, «percibe el
muro, el torreón del pórtico, la ordenanza del consejo municipal, el
festival popular, como el memorial ilustrado de su juventud» (KSA
I, 265).
Finalmente, es posible que Nietzsche haya reconocido en Teognis
un espíritu crítico, un espíritu dotado de la fuerza necesaria «para
destruir y disolver todo pasado» que interfiriera con el curso natural
y espontáneo de la vida. Para un espíritu crítico, reconoce Nietzsche,
«todo pasado merece ser condenado» (KSA I, 269). Esto podría
también decirse del aristocratismo de Teognis, que es conservador,
pero exhibe además una arista revolucionaria. Más arriba indicaba
que el conservantismo de Nietzsche es distinto del de Burckhardt,
un conservador whig que, al igual que Burke, detesta por sobre
todo lo refundacional y revolucionario. Nietzsche, en cambio, es un
conservador revolucionario que, al igual que Teognis, se enfrenta con
el régimen democrático que comienza a imponerse en Megara y lo
hace atacando su base cultural. El antecedente de la Kulturkampf en
la que se embarca Nietzsche en contra de los liberales, demócratas
y socialistas de su época encontraría sus raíces últimas en Teognis.
Segunda parte
§1 Teognis: punto de partida del aristocratismo de Nietzsche
¿Es justo decir que el estudio de Nietzsche acerca de Teognis tiene,
como opina Jensen, «una influencia bastante marginal» en la filosofía
madura de Nietzsche? Pace Jensen, me parece que no hay que
43
menospreciar el efecto de este temprano texto en sus reflexiones
éticas y políticas posteriores, específicamente en la constitución de
su aristocratismo 45 • Es verdad que en su obra publicada, Nietzsche
menciona a Teognis solo en Genealogía de la moralidad. Es también
verdad que el propósito explícito de su investigación acerca de
Teognis es fundamentalmente filológico. Pero este estudio filológico
tiene, como bien observa Jensen, un componente hermenéutico que
toma en cuenta el contexto ético y político de la obra literaria de
Teognis. Esto justifica, a mi parecer, una caracterización del aspecto
hermenéutico de su trabajo como una 'filología política'. Nietzsche
intenta descifrar el enigma que rodea la fragmentación del corpus de
la Teognídea y de las múltiples interpolaciones que se observan (cf.
Janz, 1978: 1, 123)46 • Pero, como sugiere Negri, lo que realmente motiva
su disertación no es primordialmente un interés científico y analítico,
que sería el propósito de su ensayo posterior acerca de Teognis escrito
durante su estadía en la Universidad de Leipzig (cf. Negri, 1985: 6-7).
En DTM usa las elegías de Teognis como «Un observatorio crítico»
(Negri, 1985: 27) desde el cual examina el nacimiento y proclamación
de los ideales aristocráticos en un momento en que la aristocracia
megarense había recibido una herida mortal. En SzT, Teognis le
parece a Nietzsche ser «Un gran señor feudal, sofisticado y decadente,
45 )anz considera inapropiado enfatizar la atención que Nietzsche dedica a Teognis durante
su estadía en Pforta. En su opinión, «Teognis constituyó para él una tarea puramente
escolar de interés exclusivamente filológico sin expresar sus convicciones esenciales»
(Janz, 1978: 94). Por el contrario, Negri apunta que Nietzsche apela a Teognis cuando
quiere definir, en su obra madura, la naturaleza de lo aristocrático (cf. Wollek, 2010:
286). En Más allá del bien y el mal, por ejemplo, implícitamente evoca a Teognis cuando
escribe: «Es una convicción fundamental de todo aristócrata que la gente común es
mentirosa» (BGE §26o; cf. Negri, 1985: 12-3). Esto prueba el aserto de Negri de que
«lo que uno estudia de joven, ciertamente no será olvidado, particularmente cuando
prevalece en uno una actitud fieramente hostil a toda forma de igualitarismo cívico»
(Negri, 1985: 27). Y también debería dar credibilidad a su afirmación que el corpus de la
Teognídea debería ser incluido entre los libros de la Antigüedad que Nietzsche reconoce
en Crespúsculo de los /dolos, «Qué debemos a los antiguos», como importante en su
vida (Negri, 1985: 31; cf. Cancik, 2000: 11). Por su parte, Mark Warren sostiene que, en
general, la separación que Nietzsche establece entre trabajadores y esclavos como
subordinados a una «aristocracia cívico-militar» se inspira en el ejemplo de Grecia en
la época trágica (Warren, 1988: 238).
46 Chester Starr estima que «el compendio de breves poemas transmitidos bajo el nombre
de Teognis es, en realidad, la obra de muchos conservadores a lo largo de los siglos
sexto y quinto» (Starr, 1977: 9).
44 -
de pasiones feudales, pleno de odio con respecto a un pueblo con
aspiraciones» (Nietzsche, 1864a: 74). Al igual que una «cabeza de
Jarro contorsionada», Teognis puede contemplar nostálgico un
pasado esplendoroso, y avizorar un futuro repugnante definido por
la demanda de «derechos igualitarios» (ibid: 74). Nietzsche percibe
a Teognis como representante de «aquella aristocracia de la sangre,
brillante, algo corrupta y ya no firmemente establecida», como la
«mentalidad típica de todas esas nobles figuras que representan a la
aristocracia en la víspera de una revolución popular (Volksrevolution)
que amenaza sus privilegios para siempre, y que los hace batallar y
luchar con igual pasión por su propia casta y su propia existencia»
(Nietzsche, 1864a: 74; cf. Porter, 2000: 231-2).
El ethos aristocrático que Nietzsche percibe en Teognis determina
su propio aristocratismo 47 • Aunque nunca deja de patrocinar el ideal
heroico de Homero, tiene en consideración a Teognis cuando más
tarde declare una guerra cívica e ideológica en contra de demócratas
y socialistas. La esquemática teología aristocrática que desarrolla
Nietzsche en base a las elegías de Teognis culmina en El nacimiento
de la tragedia, obra en la que Homero aparece como la figura
determinante, como «progenitor y portaestandarte de la poesía
griega» (El nacimiento de la tragedia §5) . Más tarde, en el Crespúsculo
de los ídolos, Nietzsche reconocerá que esa obra es su «primera
re-evaluación de todos los valores», y también el «solar (Boden)»
donde nace y prolifera su propia voluntad (CI, 10, 5). El sentido
fundamental de El nacimiento de la tragedia es la afirmación del
valor intrínseco de la cultura aristocrática. Este es el valor al que
deben subordinarse todos los demás valores de la humanidad48 • El
47 En 1865, un año después de completar DTM, Nietzsche descubre la metafísica de
Schopenhauer, y esto lo induce a abandonar la «metodología sprachphilologische de
sus trabajos tempranos en favor de una intuición estética» (Jensen, 2013: 58). Esto
marca el fin en la continuidad de su metodología histórica, pero no de su concepción
política. Nietzsche puede también empatizar con el aristocratismo de Schopenhauer,
quien escribe: «Si uno diseña planes utópicos diría que la única manera de hacerlo
es el despotismo de los nobles y sabios miembros de una genuina aristocracia, una
nobleza genuina, que se logra cuando se cruzan los hombres más magnánimos con las
mujeres más inteligentes y mejor dotadas. Esta propuesta es Mi Utopía y mi república
platónica» (Schopenhauer, citado en Anseii-Pearson, 1994: 215, notes).
48 Inspirada en Huizinga, Do m na Stanton escribe: «el aristócrata en cuanto artista aspira
a una actividad soñadora o poética, lo que Nietzsche define como apolíneo, y produce
«por medio de hábitos, maneras, vestuario y postura la ilusión de ser heroico» (Stanton,
- 45 -
 procedimiento empleado po; ~ietzsche en ~u inve~ti.gación ra~tre~,el
origen de la cultura aristocrauca en la Grecia homenca, su extmcwn
posterior y su inminente regeneración contemporánea con Wagner.
§2 La aristocracia en el retrovisor
La teología de Homero, que gira en tomo al orden y la jerarquía del
gobierno olímpico, ilustra el ordenamiento aristocrático del Estado
dórico. Es posible ver aquí el primer capítulo de la genealogía de una
cultura aristocrática49 • Nietzsche personifica lo aristocrático en la
figura de Apolo como la divinidad que domina el panteón olímpico.
De la figura apolínea se puede deducir una serie de rasgos del modo
de vida de la nobleza en su apogeo. En primer lugar, nada simboliza
mejor la distancia aristocrática que el luminoso arco de Apolo. Homero
lo presenta como el dios que dispara desde una lejanía, que rechaza
toda proximidad y familiaridad, y opta más bien por la objetividad
de una mirada remota. El mundo aristocrático de Homero, donde
la cultura triunfa sobre la naturaleza salvaje, constituye un orden
inteligible y seguro. Es coherente que Apolo manifieste ese esplendor
como el dios de la luz y el sol (cf. KSA 1, 554; cf. Buffü~re, 1956: 187f).
En segundo lugar, Apolo preside también el mundo de los sueños,
y ello porque este ámbito revela figuras y acciones perfiladas a la
perfección en contraste con la realidad incompleta y no totalmente
inteligible del diario vivir. Lo apolíneo determina lo medible, lo
determinable e inteligible. Se constituye así en una divinidad más
contemplativa que activa, entregada más al ocio que a la vida laboriosa.
En su descripción de los aristócratas del espíritu en Humano demasiado
humano, Nietzsche considera esta característica apolínea cuando
describe la disposición aristocrática.
·······························································································
1980: 3). El texto completo del texto de Huizinga citado por Stanton es el siguiente:
«Toda la vida aristocrática de la Edad Media tardía es un intento a gran escala de realizar
la visión de un sueño, de envolverse en el brillo quimérico del heroísmo y probidad de
edades pasadas. La vida noble se eleva hacia lo sublime ... En períodos aristocráticos ...
ser representante de la verdadera cultura significa producir, por medio de la conducta,
los hábitos, las maneras, el vestuario y la postura, la ilusión de un ser heroico, pleno
de dignidad y honor, de sabiduría y, en todo caso, de cortesía» (Huizinga, 1956: 39).
49 Por el interés que Nietzsche demuestra en lo que determina la identidad social y política
de una nación, Tracy Strong considera que El nacimiento de la tragedia «es obviamente
la más política de sus obras» (Strong, 1996: 134; cf. Losurdo, 2002: 7).
- 46 -
Apaciblefecundidad. Los aristócratas del espíritu no se apr~suran demasia~o;
sus creaciones aparecen y caen del árbol en una tranqmla tarde de otono,
sin precipitación y a su debido tiempo, no exigidas por un afán de novedad.
El deseo incesante de crear es vulgar y demuestra celos, envidia, ambición.
Si uno es alguien, no tiene necesidad de hacer nada. Existe una esp.ecie
superior que se eleva por sobre los 'productores' (Humano demaszado
humano §210) 50 •
Apolo, en tercer lugar, es la divinidad que, en la separac~ó~ Yla
distancia, afirma una individualidad independiente. En Naczmzento
de la tragedia, Nietzsche lo presenta como la «deificación ~el
principium individuationis» (§4). También en sus apu~tes lo define
como la individualidad paradigmática. «La palabra' apohneo' expresa:
la tendencia a ser perfectamente para-sí-mismo, a ser el típico
'individuo', el impulso que simplifica, destaca, fortalece, aclara,
hace preciso y típico: la libertad bajo la ley» (KSA 1.3' 14 [14]). _A-polo
tipifica la libertad del individuo pero se trata de una libertad le?Isla~a,
ordenada, autorizada. Para Nietzsche, en suma, Apolo es la «legislacwn
aristocrática que indica 'Así debe ser siempre!'» (KSA 12,2 [1o6]). No
se trata del imperio de una legislación abstracta, de un Estado de
derecho parlamentario, judicial o administrativo, sino más bien de un
Estado ejecutivo encabezado por un individuo genial que coma~da
y exige obediencia. Se trata de un Estado aristocrático ~n el sentido
de que su función instrumental es el permitir el florecimiento de ~na
cultura de dominación aristocrática. «El Estado pretende debatir e
incluso decidir sobre cuestiones de la cultura: como si el Estado no
fuera en sí mismo un medio, bastante inferior, de cultura! (KSA 13,
19 [11]; cf. Lemm, 2013: 71). , .
La aparición de Apolo en la escena homérica representa el ~p~ce
de la hegemonía aristocrática en Grecia. Cuando la nobleza donca
alcanza ese sitial, Nietzsche lo presenta como un momento establ~ ~ue
genera esa «apacible fecundidad» propia de aristócratas del ~spintu.
Piensa que la «inocente magnificencia» apolínea es pr:c~d.Ida en el
tiempo por una «edad de hierro, una edad de lu~has titanicas de !
amarga filosofía popular» (Nacimiento de la tragedza §4). La sererudad
~~······~~~·~·~·~~~~~~·~:..~~;~·~·~·~;~~~~·~~·~;~·~·~·~;··~~ndyismo y la h~~netet~ intentan ejemplificar
lo que Veblen denomina "ocio conspicuo", la abstene~_on_ deliberada de _toda :arma
reconocida de trabajo como un signo esencial de supenondad» (Stanton. 1980. 98).
47 -
 apolínea solo es posible a partir de su triunfo sobre el tumulto
dionisíaco. Nietzsche, sin embargo, constata una reemergencia de
la intoxicación dionisíaca, seguida por una reafirmación de Apolo,
quien, «enfrentado con ese nuevo poder, se alza nuevamente en la
majestad rígida del arte dórico y la concepción dórica del mundo»
(ibid). De este modo, la estructura del argumento de estas primeras
secciones del Nacimiento de la tragedia se funda en esos dos impulsos
hostiles y en el combate en que espontánea e inevitablemente se
trenzan. Es ese mismo combate el que termina reuniéndolos en el
abrazo fecundo que engendra la tragedia ática:
Impulsos tan diferentes aparecen en compañía, las más de las veces en
abierta discordancia entre ellos y excitándose mutuamente para lograr
nacimientos siempre nuevos y más vigorosos, para que en ellos se perpetúe
la lucha (Kampj) de aquella oposición... ; hasta que al fin aparecen reunidos
por un milagroso acto metafísico de la «voluntad» helénica, y en esa reunión
engendran una obra de arte dionisíaca y a la vez apolínea: la tragedia ática
(Nacimiento de la tragedia §1).
Nietzsche concibe el nacimiento de la tragedia ática a partir de una
genealogía divina. Desde este punto de vista, los dioses olímpicos son
las nuevas deidades que impone el dominio de Apolo por sobre las
viejas divinidades ctónicas representadas por Dionisio. Inmediatamente
ligado a la naturaleza, el culto a Dionisio se origina en la celebración
ancestral de mitos rurales. Con él nos internamos en el ámbito de lo
impreciso, lo vago e insondable, en la noche donde reina el descontrol
y lo orgiástico. «La naturaleza dionisíaca busca la intoxicación, y por
tanto la proximidad; lo apolíneo desea la claridad y la forma, y por
tanto la distancia» (Otto, 1954: 78). Dionisio corresponde a la informe
masa anárquica que desconoce el principium individuationis51 •
·······························································································
51 Nietzsche relaciona a Apolo con la metafísica de Schopenhauer según la cual el universo
de los fenómenos se define por el principium individuationis. La conciencia apolínea capta
la realidad como un mundo habitado por individuos discretos, separados por espacio
y tiempo. Por el contrario, la intoxicación dionisíaca presenta la realidad como una
unidad primordial no individualizada que Nietzsche asocia con la noción de voluntad
de Schopenhauer y también con Rousseau, quien «le sirve a Nietzsche como una señal
de los peligros del desvarío dionisíaco» (Kaufmann, 1968: 169). Pof boca de Dionisia
habla la unidad primordial, a saber «la madre primigenia, eterna merite creadora bajo la
superficie de apariencias que devienen incesantes, forzando eternamente la irrupción
existencial de la vida» (El nacimiento de la tragedia §16).
- 48
Bajo su ascendiente, «desaparecen todas las separaciones entre las
castas establecidas, sean estas necesarias o arbitrarias. El esclavo
es ahora persona libre; el noble y el hombre de oscuro nacimiento
se unen en el mismo coro dionisíaco» (KSA 1, 555). Frente al instinto
salvaje se alza Apolo y la cultura aristocrática que impone la forma
y el orden por sobre la intoxicación y el éxtasis. Nietzsche tiene
claro que lo dionisíaco es el fundamento y condición de posibilidad
de lo apolíneo, es decir, de lo propiamente aristocrático. De esto
adquirimos conciencia cuando accedemos al punto de vista filosófico:
«El temperamento filosófico tiene el presentimiento de que también
bajo esta realidad en que vivimos y somos hay oculta una segunda
realidad completamente diferente» (ibid).
La fusión apolíneo/dionisíaca se triza con la aparición de Sócrates
en la escena cultural ateniense. En Nacimiento de la tragedia,
Nietzsche reconoce en Sócrates «el arquetipo de una forma de vida
desconocida con anterioridad, el arquetipo del hombre teórico»
(Nacimiento de la tragedia §15). Como tal, Sócrates ha reprimido y
olvidado lo dionisíaco. La dialéctica socrática carece de un contenido
sustantivo y se reduce a un puro mecanismo argumentativo. Es la
misma tendencia logicista que definirá más tarde a la aborrecida
cultura alejandrina. Sócrates le parece a Nietzsche ser «el adversario
de Dionisio» que fuerza su repliegue de la escena cultural ateniense
(NacimientO de la tragedia §12). Esto conduce a la desintegración de
la tragedia. La razón de Sócrates es plebeya, y no aristocrática, y se
aparta decisivamente del saber apolíneo que aparece ahora como
«Un esquematismo lógico larvado» (Nacimiento de la tragedia §14).
Originalmente ese saber es intuitivo e instintivo, y no determinado
por la dialéctica, el estilizado armamento que empuña Sócrates.
Piensa Sócrates que se trata de un conocimiento transmisible y por
ello busca por sobre todo educar a los ciudadanos atenienses. En
cambio, el conocimiento que reclama Apolo no es transmisible, sino
posesión innata y exclusiva de los individuos nobles. Más tarde, en
Crespúsculo de los ídolos, Nietzsche confirma esta apreciación:
Con Sócrates el gusto griego toma hacia la dialéctica: ¿qué sucede aquí
realmente? Ante todo, es la derrota de un gusto aristocrático (vornehmer):
con la dialéctica impera la chusma (der Poben. Antes de Sócrates, las maneras
dialécticas eran repudiadas por la sociedad decente: se consideraban
- 49 -
 como malos modales que dejaban en ridículo a las personas. Se prevenía
a los jóvenes. También se desconfiaba de razonamientos presentados en
semejante forma. Asuntos honette y personas honette no andan exhibiendo
sus razones de esa manera. Es indecente enseñar los cinco dedos. Lo que
necesita ser demostrado tiene poco valor. Dondequiera que la autoridad
forme parte de las buenas costumbres, donde no se dan razones fundadas
sino órdenes, el dialéctico aparece como una especie de payaso; la gente
se ríe de él y no se le toma en serio. Sócrates fue el payaso que consiguió
que lo tomaran en serio ... (Crespúsculo de los ídolos, III, §s)
Similar es la descripción que hace Nietzsche de la manera de ser
aristocrática en Más allá del bien y el mal.
Sócrates mismo, ciertamente, siguiendo el gusto de su talento -el de un
dialéctico supremo- había tomado el partido de la razón; y en verdad, ¿qué
otra cosa hizo durante toda su vida sino reírse de la torpe incapacidad de
los nobles atenienses, quienes eran hombres de instinto, como todos los
aristócratas, y nunca pudieron dar suficiente cuenta de las razones de su
actuar? (Más allá del bien y el mal §191)
Incapaces de enfrentarse a malabarismos dialécticos, los aristócratas
atenienses aparecen como obtusos e incompetentes. Pero Sócrates
ignora que el talento aristocrático no nace de la razón sino del instinto.
La razón nos hace deliberar indefinidamente, pero es el instinto el que
nos fuerza a decidir. El temple noble y magnánimo del aristócrata, quien
menosprecia las visibles ventajas que indica la razón y se deja guiar
por sus instintos, es algo inconcebible para una naturaleza plebeya
que es siempre utilitaria. En la Gaya Ciencia escribe: «La naturaleza
superior es más irracional-la persona noble, magnánima y dispuesta
al sacrificio sucumbe antes sus instintos» (Gaya Ciencia §3). Puede así
arriesgar «su salud y su honor en aras de la pasión por el saber» (ibid.).
Aquello en lo que los aristócratas aventajan a todos los demás
reside, por tanto, en «el arte de comandar y en el arte de obedecer con
orgullo» (Humano demasiado humano §440). La capacidad instintiva
del comandar es condición fundamental para asegurar el ocio requerido
por la creatividad intelectual. El ocio aristocrático requiere un sistema
que asigne autoritariamente el trabajo productivo a ~sclavos. Este
es el tema del ensayo «El Estado griego», que originaTmente estuvo
destinado a aparecer en Nacimiento de la tragedia. Nietzsche deja en
claro el sentido político de su teología homérica. La base social que
50
sostiene a la nueva superestructura aristocrática está constituida por
hombres de oscuro nacimiento y el trabajo al que están subyugados.
«La miseria y fatiga de trabajadores debe aumentar para hacer posible
la producción del mundo artístico por parte de un reducido número
de hombres olímpicos» (KSA I, 767). Ese, y no otro, es el propósito del
Estado aristocrático que defiende Homero: «una existencia olímpica
y la renovada procreación y preparación del genio» (ibid: 776). En los
apuntes tardíos de 1887 queda en claro que Nietzsche sigue pensan~~ en
la necesidad de una base social esclavizada sobre la cual pueda eng¡rse
un régimen aristocrático. El ocio y otras disposiciones aristocráticas
no pueden universalizarse, pues la 'masa industrial' requiere de las
virtudes propias de su status.
Punto de vista principal: que no se considere la tarea de la especie
superior como guía de la inferior (como hace Comte), sino que la inferi~r
sea la base sobre la cual la especie superior pueda dedicarse a su propia
tarea sobre la cual pueda elevarse. Las condiciones por las cuales una
espe~ie fuerte y aristocrática se preserva (con respecto a la disciplina
espiritual) son el reverso de las requeridas por las 'masas industriales' de
pequeños comerciantes a la Spencer. Aquello que ~s. ~sequible s~lo pa:a
las naturalezas más fuertes y prolíficas y es condicwn de su existencia
-el ocio, la aventura, la incredulidad, y aún la disipación-, si estuviera al
alcance de naturalezas mediocres, necesaria y efectivamente las destruiría.
Para éstas son apropiadas la aplicación laboral (Arbeitsamkeit), las reglas,
la moderación y la convicción firme -en suma, las virtudes del rebaño;
mediante ellas alcanza su perfección la persona mediocre (KSA 12, 9 [44]).
La «existencia olímpica» es propiamente la existencia aristocrática
que dictamina Apolo, y que resulta imposible sin su prolífico maridaje
con Dionisio. Nietzsche lamenta que la cultura moderna no pueda
constituirse como aristocrática debido a dos ideas centrales: la dignidad
del ser humano y la dignidad del trabajo. Estas ideas interfieren con
la ética aristocrática del comando y la obediencia. Si los griegos
fueron capaces de desarrollar una cultura superior lo hicieron por
su explotación del trabajo esclavo como condición de su posibilidad.
El Estado democrático, fundado en el consentimiento popular, está
incapacitado para generar una cultura elevada y noble.
Para la conformación del ethos aristocrático, Nietzsche, en deuda
con Burckhardt, asigna ahora importancia capital a la competitividad,
la emulación, y también a la envidia. En su ensayo «Homero y la
- 51 -
 competencia», observa que «mientras más grande y noble sea el
ser humano en Grecia, más intensa se enciende en él la llama de la
ambición, devorando a todo quien corra con él por la misma pista» (KSA
I, 787-8). Observa que por ello la pedagogía popular griega comanda
<:q~e todo talento debe desarrollarse mediante la lucha (kampfend)»
(lb1d: 789). No es deseable que el individuo genial logre sobrepasar
absolutamente a sus competidores y consolide su hegemonía, que esa
lucha termine con el aniquilamiento del adversario. La Wettkampfno
debe conducir a una Vernichtungskampf; ello significaría terminar
con la competencia. Nietzsche observa que en el orden natural se
dan «numerosos genios que se incitan mutuamente a la acción» y
ello coincide con la «abominación de la autocracia», que ve como el
núcleo de la pedagogía helénica y que también explica la institución
del ostracismo.
Muchos han visto en este reconocimiento del agonismo griego una
afirmación de igualdad y equilibrio democrático por parte de Nietzsche.
Quienes adoptan este punto de vista, observan Hatab y Appel, no
toman en cuenta que el universo que considera este ensayo es el
estrecho círculo de la aristocracia homérica. Nietzsche no relaciona el
tema de la competencia agonista con la democracia. La competencia
no es algo que involucra a la gran masa subordinada que Homero
explícitamente excluye. Se trata de una «actividad aristocrática en
la que unos pocos individuos talentosos compiten para asegurar su
status cultural y político» (Hatab, 2008: 258; cf. Appel, 1999: 140-1)52 •
El agon no es propio de seres inferiores. Y no se puede competir con
qu~enes no están a la altura -«no puede declararse una guerra contra
qmen uno desprecia» (Ecce Hamo I, 7; cf. Appel, 1999: 157).
52 El áni~o aristocrático ,e~tá bi.en dis~~esto para competir horizontalmente ínter pares.
Para Nietzsche, el esp1ntu anstocrat1co es esencialmente egoísta, pero reconoce que
«hay otros con los m1~mos derecho que él» (Más allá del bien y el mal §265). Tan pronto
como esos otros son VIstos como perteneciendo al mismo rango, el ánimo aristocrático
«Se comporta entre sus iguales y poseedores de los mismos derechos con la misma
mod~sta seguridad Y tierna reverencia como la que manifiesta a sí mismo» (Más allá
del bien Y el mal §265). No hay competencia con respecto a individuos de rango inferior
separados ~or una cadena de mando jerárquico. Individuos de rango inferior «deben
ser s~bordmados por esencia, deben sacrificarse» en pro de individuos de rango
supenor ~Más a~/á del bien y el mal §265). Pace Vanessa Lemm, se podría decir que «la
perspectiva h~nzontal pertenece inherentemente al noble», pero en relación a otros
nobles exclusivamente (Lemm, 2011: 94).
-52 -
§3 La aristocracia del porvenir
Al igual que Teognis, Nietzsche atisba hacia el futuro con el ánimo de
restaurar el sitial de honor ocupado por los valores aristocráticos. Y
también, como Teognis, percibe la futilidad de la acción política directa
para lograr esa finalidad, por lo cual opta a favor de una hegemonía
cultural. Los nuevos aristócratas deben retirarse de la política activa
y abandonar la plaza pública. Deben cultivar un sentido solidario
trabajando en común para la producción de ejemplares humanos
excelsos. Una estructura institucional para el refuerzo de solidaridad
aristocrática aparece ya en Teognis. Se incentiva la formación de
cerrados círculos aristocráticos reunidos en torno a simposios y
clubes de exclusividad (cf. Morris, 2003: 21). Su consejo a Cirno lee
de la siguiente manera: «nunca te juntes con los KaKozaz aléjalos de
tu lado, y permanece solo cerca de los ayaBwv ; come y bebe siempre
en compañía de ellos» (Teognis, vv. 31-33) 53 . Nietzsche va aún más
allá. En los institutos culturales que tiene en mente, su radicalismo
requiere de sus miembros «la supresión de toda ridícula afirmación
de un juicio independiente, e inculcar a los jóvenes una estricta
obediencia (strenge Gehorsam) bajo el cetro del genio» (KSA I, 68o).
La supresión de la subjetividad individual va unida a la exaltación
de la individualidad de los comandantes que reclaman obediencia.
En conformidad con su individualismo, Nietzsche fija su atención en
sujetos de autoridad carismática, como César y Napoleón, para liderar
la reconstitución aristocrática a la que aspira (cf. Dombowsky, 2007) 54 .
Nada más lejos de Nietzsche que tomar en cuenta concepciones
formalmente jurídicas y tradicionales de la autoridad. Este uso de la
taxonomía weberiana en relación a Nietzsche se justifica por el hecho
de que Weber está en deuda con Nietzsche en este respecto. Según
Horst Baier, «la doctrina weberiana de la autoridad carismática está
53 Un eco de la 'higiene social' que recomienda Teognis se lee en Genealogía de la moralidad
111, 14: «Que los enfermos no contagien a los sanos ... Esto requiere por sobre todo que
los sanos permanezcan separados de los enfermos, protegidos más aún de mirada de
los enfermos, para que no se confundan a sí mismos con los enfermos».
54 Teuffel observa con precisión que Teognis «es un aristócrata de cuerpo y alma, y como
tal odia todo lo relativo a la monarquía», y también ve al pueblo «como una masa nacida
para la servidumbre» (Teufell, 1852: 1849). Nietzsche comparte ambos sentimientos,
pero estaba dispuesto a tolerar un régimen monárquico para evitar la constitución de
una democracia, que percibe como una hidra monárquica de mil cabezas.
- 53 -
 inmediatamente determinada por la percepción que tiene Nietzsche
del cesarismo político» (Baier, 1981/82: 26; cf. McGuinn, 1975: 109 y 112).
En El futuro de nuestros establecimientos de cultura, Nietzsche
refuerza la idea de que la verdadera cultura es aristocrática. Piensa
que la cuna de la cultura, su patria original (Heimat), es Grecia, y
cree posible afirmar que el espíritu alemán está «atado a los griegos
por la más noble necesidad» (KSA 1, 713). Estima también que, en la
actualidad, los demócratas buscan la expansión universal de la cultura
y son fanáticos opositores de la verdadera cultura, es decir, «aquella
que adhiere firmemente a la naturaleza aristocrática del espíritu»
(KSA 1, 698). Nietzsche explica que el objetivo de los educadores
demócratas es «la emancipación de las masas», aunque, en verdad,
éstas deberían quedar sometidas a la «autoridad de individuos
próceres»; lo que esos educadores intentan es derribar «el más sagrado
orden en el reino del intelecto, a saber, la servidumbre de la masa, su
obediencia sumisa, su lealtad instintiva bajo el cetro del genio» (ibid.).
Más adelante, lamenta nuevamente el enorme avance de la educación
popular que ha distorsionado la enseñanza que tradicionalmente
se impartía en el Gymnasium. En la actualidad, el Gymnasium se ha
convertido en semillero de una cultura espuria y no de una verdadera
Bildung (ibid: 712). Nietzsche atribuye este fenómeno al temor que
despierta «la naturaleza aristocrática de la verdadera educación»
(ibid: 710). El rechazo de los demócratas con respecto a la educación
aristocrática se funda en su odio hacia lo propiamente alemán, y en
un resentimiento respecto a la superioridad de ciertos individuos,
quienes, ejerciendo su liderazgo, buscan someter a las masas a «una
rígida y estricta disciplina» (ibid). Los demócratas, en cambio, creen
posible persuadir a las masas enseñándoles que, «bajo la conducción
del Estado», el pueblo puede gobernarse a sí mismo (ibid.).
Nietzsche no se contenta con contemplar el florecimiento de
la cultura en Grecia y su decadencia en la modernidad. Más allá
de una reforma del Gymnasium, y una drástica reducción de su
excesivo número, intenta delinear establecimientos que permitan,
en el futuro, la gestación de una nueva aristocracia en torno a
líderes geniales 55 • Tiene planes precisos para el fuqcionamiento
·······························································································
SS En su ensayo temprano acerca de Napoleón 111, Nietzsche observa la «nueva nobleza»
creada por el Presidente francés sobre la base del Ejército al que llamó «la élite de la
nación» (Nietzsche, 1862: 56-s?).
- 54-
de esos institutos de alta cultura, ya que no es posible pensar en
la generación espontánea de esos prohombres aristocráticos. Es
necesario, por tanto, crear institutos culturales que puedan reunir a
grupos de individuos selectos, separados de la gran masa para evitar
el contagio de la cultura decadente que los rodea (lo que nuevamente
trae a la memoria los consejos de Teognis a Cirno). Hay que prevenir
que «pierdan de vista su noble y elevada tarea por un agotamiento
prematuro, o por su extravío del camino verdadero» (ibid.: 729). Estos
institutos operan con un espíritu comunitario y sus miembros deben
poseer una disposición particular- deben estar «libres del sello de
la subjetividad, para así poder elevarse por sobre el juego cambiante
de lo temporal y reflejar claramente la esencia eterna y permanente
de la cosas» (ibid.: 729). El propósito que reúne a estas agrupaciones
de inspiración platónica es la formación de genios, formación que
es posible gracias a la purgación de la subjetividad. Es importante
inculcar en los jóvenes que se integren a estos institutos que deben
dejar de lado su independencia personal, ya que «la más natural y
perentoria necesidad de un joven es el sometimiento a los grandes
líderes y una entusiasta imitación de los maestros» (ibid.: 745-6). Y
luego añade:
Toda educación (Bildung) comienza por lo contrario a lo que se celebra
hoy como libertad académica. Comienza con obediencia, subordinación,
disciplina, servidumbre. Ytal como un gran líder (grossen Führer) requiere
de seguidores, también éstos necesitan un líder que los oriente (ibid.: 750).
El espíritu alemán, «noble y victorioso», y su capacidad de liderar
una restauración cultural le permite a Nietzsche mirar al futuro
con optimismo. La seudo-cultura auspiciada por la democracia ha
triunfado porque ha contado con el concurso del Estado. Pero el
Estado moderno no es el Estado aristocrático griego frente al cual
sus ciudadanos mantuvieron un «fuerte sentimiento de admiración
y gratitud, sentimiento que resulta tan ofensivo para los modernos»
(ibid.: 709). Según Nietzsche, el Estado aristocrático fue para los
ciudadanos griegos «no un gendarme fronterizo, un regulador o un
supervisor, sino un musculoso camarada y amigo, preparado para la
lucha, que acompañó a su noble, admirado y, por así decirlo, celestial
amigo a través de la dura realidad, y por ello mereció su gratitud»
(ibid.: 709).
55 -
 El tema de la generación de una nueva aristocracia lo desarrolla
explícitamente Nietzsche en los escritos del período medio y está
ligado a su discusión acerca de la cultura aristocrática y la autoridad
que ésta confiere. En Humano demasiado humano, en el parágrafo que
titula «Los tiranos del espíritu», Nietzsche escribe: «En las esferas de
la cultura superior siempre tendrá que haber una autoridad soberana
-pero esta autoridad tendrá que quedar en manos de los oligarcas
del espíritu. Estos constituyen un grupo cerrado, cuyos miembros se
conocen y se reconocen» (Humano demasiado humano §261). Más
tarde, en sus apuntes de los años 1885/86, expresamente anuncia
una nueva aristocracia que relaciona con el conocimiento filosófico:
.. .los 'futuros amos de la tierra'- una nueva, enorme aristocracia (neue,
ungeheure ... Aristol<.ratie), fundada en la más severa auto-legislación, en
la que la voluntad de hombres de poder filosófico y de artistas-tiranos se
prolongará por milenios (KSA 12, 2 [57])
Podemos observar también la prolija minuciosidad con la que
busca formar a los nuevos aristócratas en un texto de Aurora. El
comportamiento que Nietzsche exige aquí de estos aristócratas se
asemeja, por lo menos superficialmente, al detalle con que Aristóteles
describe a la persona magnánima (megalopsychos) en la Ética a
Nicómaco (IV, 3).
Un individuo de hábitos aristocráticos (adeliger Sitte), sea hombre o mujer,
no se desploma sobre un asiento como si estuviera exhausto; cuando todo
el mundo se acomoda, en un tren por ejemplo, evita echarse sobre sus
espaldas; no da muestras de cansancio cuando tiene que estar por horas
en la corte; ordena su casa no en vistas del confort, sino de manera que
parezca amplia y digna, como si fuese una morada apta para alojar a seres
más grandiosos y empinados; frente a una provocación, responde moderada
y serenamente, sin mostrarse escandalizado, abatido, mortificado y sin
aliento, como hacen los plebeyos. Del mismo modo que sabe presentar la
apariencia de poseer en todo momento una fuerza física superior, procura
mantener también, hasta en las situaciones más difíciles, mediante una
seguridad constante y mucha amabilidad, la impresión de que su alma y
su espíritu están a la altura de todo peligro y toda sorpresa (Aurora §201).
Esta pulcra lista de hábitos que Nietzsche busca inculcar en sus
futuros aristócratas no son las elevadas virtudes morales que tengan
- 56 -
a la vista el interés de otras personas, virtudes de respeto o de amor
hacia el prójimo. Se trata más bien de generar autoestima y auto-
dominio a fin de infundir en otros una impresión del exceso de poder
que se posee. La cultura aristocrática «respira poder (Macht)», o por
lo menos exige «aparentar un sentimiento de poder» para amedrentar
a otros (cf. Aurora §386). Este espectáculo de sumisión refuerza la
autoestima personal y potencia «Un sentimiento de superioridad»
(ibid). En sus apuntes de 1887 encontramos la misma conexión entre
el ejercicio del poder y la actitud aristocrática: «Una cultura de la
excepción, de la experimentación, del peligro, del matiz resulta de un
gran exceso de fuerza (Kréifte-Reichtums): a ello tiende toda cultura
(Cultur) aristocrática. Solo cuando una cultura dispone de un exceso
de fuerzas, puede, sobre esta base, generarse una cultura de lujo
(Luxus-Cultur)» (KSA 12, 9 [139]). Defiende su postura aristocrática
frente a la pasividad del rebaño que se rinde frente al poder estatal
y en cuyas aras se sacrifica la libertad de los individuos.
El ideal del ganado humano ... contra esto defiendo el aristocratismo (den
Aristokratismus). Una sociedad que preserva una consideración y una
délicatesse con respecto a la libertad, debe considerarse como una excepción
y debe tener frente a sí un poder (Macht) del que debe distinguirse, frente al
cual debe mantener una actitud hostil y considerar inferior (herabblickt) ...
(KSA 13, 11 [140]).
Nietzsche piensa estar ad portas de una nueva época. Se ha abierto
como nunca antes la posibilidad de que los espíritus libres puedan
reclutarse entre los aristócratas de la sangre y quienes han recibido
una educación aristocrática. Todo esto tiene directa relación con la
ética del comando y la obediencia:
Lealtad, magnanimidad, cuidado de la propia reputación ... a esto lo
definimos como nobleza, aristocracia, hidalguía, y en todo esto superamos
a los griegos ... Desde el punto de vista de nuestra propia aristocracia, que
es de naturaleza caballeresca y feudal, la disposición de los griegos más
nobles debe parecer como inferior, y por cierto, como mínimamente
decente (Aurora §199).
En sus escritos del período intermedio, Nietzsche toma en cuenta
la búsqueda del conocimiento como determinante de lo aristocrático.
57
La disposición contemplativa no es posible sin una condición general
previa: la liberación del trabajo. En Humano demasiado humano escribe:
«ahora, y en toda época, los seres humanos se dividen entre quienes
son esclavos y quienes son libres; quien no dispone de dos tercios
de su día es esclavo, pues de otra manera podría ser lo que quisiera:
estadista, empresario, oficial o académico» (§283). Esa disposición
contemplativa es incompatible con la velocidad y el ritmo acelerado
que impone la modernidad. Para el aristocratismo de Nietzsche la
necesidad de estar siempre ocupados corresponde a la mentalidad de
esclavos: «... por falta de reposo nuestra civilización está conduciendo
a una nueva barbarie» (Humano demasiado humano §285).
En su obra posterior, la concepción meritocrática de la aristocracia
cede el paso a una aristocracia de nacimiento (cf. Abbey, 2000: 98).
En los apuntes de agosto de 1885 se lee:
Existe solo la nobleza del nacimiento, la nobleza de la sangre. (No me
refiero aquí a la palabrita 'von' o al Almanaque Gotha: paréntesis para
asnos). Cuando se habla de 'aristócratas del espíritu', no es por carencia de
razones para esconder algo; como es sabido se trata de un término favorito
entre judíos ambiciosos. Porque el espíritu por sí solo no ennoblece; debe
haber algo adicional que ennoblezca al espíritu. ¿Qué es lo que se requiere?
La sangre (KSA 11,41 [3]; cf. Ottmann, 1999: 271).
Nietzsche condena al Cristianismo por su rechazo a las tradicionales
prácticas eugenésicas. Piensa que esa es la forma más adecuada para
generar una élite aristocrática. Comparte la desazón de Teognis
cuando éste lamenta el hecho de que la aristocracia empobrecida de
Megara se rinda ante el dinero, y acepte mezclar su sangre con la de
los nuevos ricos de la otrora casta subordinada. Escribe Teognis: «Para
carneros, asnos y caballos de raza, Cirno, buscamos una hembra de
buen pedigree; pero un hombre Ecr9A,o~ no lo piensa dos veces para
casarse con la hija KaKl)v de un padre KaKou si este le obsequia muchos
bienes, y una mujer no desdeña el lecho de un hombre KaKou si es rico»
(Teognis, vv. 183-8). Es una lección que indudablemente Nietzsche
ha tomado en cuenta- es urgente evitar lo que tardíamente tuvo que
lamentar Teognis. En sus apuntes de 1885-6, Nietzsche señala que
se requiere de gran disciplina para engendrar una «raza de señores
(Herren-Rasse): una nueva, enorme aristocracia» (KSA 12, 2 [57]). El
58 -
radicalismo de Nietzsche exige que se genere una aristocracia fundada
en la sangre. Esta es la radical tabula rasa, el punto de partida puro
y absoluto, del parto de la nueva aristocracia.
El desprecio aristocrático de Nietzsche por la plebe alcanza su
clímax en Genealogía de la moralidad. Culpa a los historiadores
contemporáneos por su carencia de sentido histórico. Los utilitaristas
ingleses, en particular, exploran la génesis del «bien» en un lugar
equivocado. Debe estar pensando en Teognis cuando observa que «el
juicio acerca de lo 'bueno' no se origina en quienes son objeto de actos
de bondad» (Genealogía de la moralidad 1 §2). Por el contrario, «son
los 'buenos' mismos, es decir los aristócratas ... quienes se sienten y
se definen a sí mismo, y a sus acciones, como buenos» (Genealogía
de la moralidad 1 §2). Buscan, de esta manera, marcar distancia con
lo vulgar y ordinario, y esto les da el derecho de crear valores. Esta
es la real génesis de la oposición entre lo 'bueno' y lo 'malo' y que
no tiene nada que ver con la utilidad. Cuando esos «juicios de valor
aristocráticos» declinan, la moralidad pasa a primer plano junto
con la oposición entre 'egoísmo' y 'altruismo'. En la expresión de
Nietzsche, «es el instinto del rebaño el que finalmente encuentra su
voz en esta oposición» (Genealogía de la moralidad 1 §2). Teognis es
quien le permite a Nietzsche encontrar la senda correcta y avanzar
en el estudio del lenguaje de la moralidad. Nietzsche es quien
primero observa que en esas palabras «que significan lo 'bueno',
relumbra todavía el matiz principal por el cual los aristócratas se ven
a sí mismos como perteneciendo a un rango superior» (Genealogía
de la moralidad 1, §5). Y añade: «Se refieren a sí mismos como 'los
veraces'; y son primordialmente aristócratas griegos, cuyo portavoz
es el poeta megarense Teognis» (Genealogía de la moralidad 1, §5).
La raíz de la palabra acuñada para esto, Ecr9A.o<;, significa uno que es,
que tiene realidad, que es actual, que verdaderamente es; y luego, en un
giro subjetivo, el que verdaderamente es pasa a ser veraz. En esta fase de
transformación conceptual se convierte en un slogan y muletilla de la
aristocracia y pasa a significar 'lo aristocrático' como un sello de distinción
y diferencia del hombre ordinario mendaz tal como lo entiende y describe
Teognis (Genealogía de la moralidad I, §s)
- 59 -
 Aunque no lo nombra, Teognis está en la mente de Nietzsche
cuando describe, en la sección «¿Qué es lo aristocrático?», de Más
allá del bien y el mal «la convicción fundamental de todo aristócrata»:
La convicción fundamental de todo aristócrata es que los mal nacidos
son mentirosos. «Nosotros los veraces)) - así se llamaban a sí mismos
los aristócratas de la Grecia antigua. Es obvio que en todas partes las
designaciones de valor moral se aplican, en primer lugar, a los seres
humanos, y luego a las acciones: debido a ello es un grave error el de los
historiadores de la moralidad cuando toman como su punto de partida
preguntas tales como' ¿por qué se elogia a los hombres piadosos?'. El tipo
de ser humano aristocrático se considera a sí mismo como quien determina
el valor y no necesita de la aprobación de nadie. Sabe que él es quien les
atribuye honor a las cosas, él es quien crea valores (Más allá del bien y el
mal, §260; cf. Negri, 1985: 12-13).
Teognis, el figura prócer de la aristocracia griega, dispara la
primera volea en la «batalla milenaria» entre valores opuestos: el
bien y el mal (Genealogía de la moralidad I, §5)56 • Nietzsche admite
que el segundo valor «ha sido llevado la ventaja por mucho tiempo»,
aunque también reconoce que el resultado de esta Kulturkampf no
ha sido conclusivamente decidida. La batalla no se libra ya en los
términos de la cultura griega. Concede que los valores aristocráticos
se preservan mejor en Roma, donde se identifican con el espíritu
romano, a pesar de la ascendencia de valores judíos. «Hay que solo
considerar a quien, hoy en día, se rinde pleitesía en Roma como si
fuese esencialmente el más alto valor» (Genealogía de la moralidad
I, §16). El espíritu aristocrático romano vuelve a prender en las
ciudades italianas del Renacimiento, en la Francia de los siglos XVII
y XVIII, la «última aristocracia europea», que luego sería derrotada
por los revolucionarios franceses (Genealogía de la moralidad I, §16).
Napoleón se alza para contrarrestar este triunfo revolucionario y
salvar así al espíritu aristocrático de esa debacle histórica. Napoleón
aparece como «la encarnación del problema del ideal aristocrático
(vornehmen) en sí mismo ... Napoleón, esta síntesis de lo inhumano y
56 En la opinión de Curt Paul Janz, Nietzsche no toma partido y r;¡o se identifica con la
apología pro-aristocrática de Teognis (Janz, 1987: 109; cf. Jensen, 2007). Pero cuando
Nietzsche lo vuelve a mencionar en Genealogía de la moralidad, es claro que ha adherido
al aristocratismo de Teognis a pesar de que no lo asimile al temple aristocrático dórico.
- 60 -
lo super-humano» (Genealogía de la moralidad I, §16; cf. Dombowsky,
2014). La esperanza de una revitalización del ideal aristocrático debe
quedar en manos de una figura parecida a Napoleón.
En 1862, dos años antes de completar su disertación en Pforta,
Nietzsche redacta un breve ensayo para celebrar el coup d'état de
Napoleón III del2 de diciembre 1851 (Nietzsche, 1862: 52-57) 57 • Dejando
de lado el Estado de derecho y sus normas abstractas, Napoleón III
toma en sus manos y ejerce el principio monárquico que le permite
abrogar la Constitución y otorgar una nueva (oktroyieren) 58 , restaurando
el sistema de gobierno autocrático y centralizado de su tío. Intenta
también reorganizar la sociedad para conformada al patrón social de
la aristocracia del ancien régime. El elogio entusiasta de Nietzsche
hacia Napoleón III evidencia su temprana adhesión al bonapartismo y
sus características típicas. Esto no debe ignorarse cuando se considera
DTM. Me parece que su disertación puede entenderse mejor si se
toma en cuenta que fue escrita por un proto-bonapartista. Desde esta
perspectiva, el Estado dórico aparece como una versión del ancien
régime, la insurrección popular en Megara como un anticipo de la
Revolución francesa, y Teognis como el mentor y consejero de una
figura como Napoleón, cuyo propósito es la restauración del orden
social y político tradicional.
Teognis debe ser visto también como mentor del inmoralismo
nietzscheano. Nietzsche lo percibe como quien por primera vez va
más allá de la política y logra desarrollar un punto de vista moral con
el propósito de afianzar su aristocratismo. La moralidad de Teognis
separa drásticamente a los buenos de los malos y busca adiestrar
a los primeros en la tarea de ejercer dominio sobre los malos. Se
trata, a ojos vistas, de una ética política, una lección que Nietzsche
aprende desde muy temprano, y que más tarde presentará como su
alternativa frente a la moralidad moderna, la moralidad abstracta
57 Podría ser exagerado decir que Nietzsche plagió lo que Wolfgang Menzel había escrito
con respecto a Napoleón 111 en los dos volúmenes de su historia política de Europa
entre 1816 y 1856. Pero uno puede afirmar, sin temor a equivocarse, que su ensayo no
es más que un resumen del capítulo que Menzel dedica a Napoleón 111.
58 Menzel emplea correctamente el término oktroierte para referirse a la génesis de la
nueva Constitución francesa. Esto corresponde al ejercicio del principio monárquico
por parte de Napoleón 111 (Menzel, 1857: 11, 408). Menzel también se refiere a la Charte
de 1814 como un «regalo» de Luis XVIII al pueblo (Menzel, 1857: 1, 4; cf. Cristi, 2011).
- 61
y universalista del rebaño. En sus anotaciones de 1885 definirá esa. Friedrich Nietzsche
alternativa «como una moral de diseño opuesto ... una moralidad cuya
intención es generar una casta gobernante -los futuros amos de la
tierra» (KSA 11, 37 [8]). Al no tomar en cuenta su aristocratismo, las
lecturas posmodernas de Nietzsche no pueden resolver la cuestión De Theognide Megarensi
de la autoridad y su legitimidad. Postulan, como hace Schrift, que
Nietzsche rehúsa «concederle legitimidad a toda figura de autoridad»
De Teognis de Megara
(Schrift, 2008: 1). Pero con esto se desconoce la legitimidad carismática
que Nietzsche reconoce como propia de los «grandes hombres», propia
de las «figuras creativas colosales» (KSA 11, 37 [8]) que despliegan su
autoridad por todo el orbe.

- 62 -
Introducción al texto del De Theognide Megarensi

OSCAR VELÁSQUEZ

El De Theognide Megarensi (DTM) es la disertación que Nietzsche

debe escribir como requisito para graduarse del Schulpforta. Como
el más disciplinado de los estudiantes, no abunda aquí en juicios de
valor y es medido en sus asertos. En esta disertación no manifiesta
mayormente sus opiniones personales, a no ser en relación con las
específicas disputas filológicas que, sobre el enigma de Teognis ya
abundaban en el siglo XIX. En este respecto toma partido con decisión y
claridad, pero sin apasionamiento. Él pensaba que el autor era uno solo,
pero que el más breve y a menudo licencioso libro II no le pertenecía.
Por eso no cita a este último en nuestra obra. En esto demuestra
estar al día en un asunto que hasta hoy sigue siendo controvertido,
a saber, de quién o quiénes escribieron el conjunto de esos poemas
que hoy llamamos Teognídea, y de cuál es la significación profunda
de su élan poético y filosófico. Queda de manifiesto, además, que el
novel estudioso demuestra sentirse a gusto con el establishment de
filólogos eminentes del entorno, como Friedrich Ritschl, que luego
le abriría el camino hacia Basilea.
El DTM revela ya, al menos, dos preocupaciones que habrían de
cristalizar en su concepción de lo trágico: sus estudios sobre los
symposia y la comensalidad entre los griegos, así como su interés
por la poesía y la música. Estas artes formaban parte integral de las
singulares celebraciones culturales de la época trágica. Luego le fue
posible ver que, siendo estos acontecimientos sociales una práctica
por lo general de las clases altas, estos sucesos llevaban consigo la
conveniencia de un estudio y valoración más precisa del significado
que tuvo la aristocracia en la historia y desarrollo de una cultura
como la griega.

- 65-
 El latín de Nietzsche es correcto, gramaticalmente impecable, claro
por lo general; y el incipiente filósofo no parece tener dificultad alguna
para expresar en la lengua del Lacio todo lo que quiere expresar.
Debemos recordar que su texto latino no es una mera traducción del
alemán. Afirma sí, que ha incluido en su trabajo la mayor parte de
sus apuntes anteriores. Puede ser una impresión subjetiva mía, pero
hay párrafos que recuerdan poderosamente el latín de Salustio. Me
refiero sobre todo a esos felices análisis del filósofo adolescente acerca
de la decadencia de la cultura doria, donde se examina el sentido
de ciertos poemas teognídeos, su contenido histórico, y la fuerza
expresiva de versos que manifiestan angustia y desaliento frente a
una época violenta. Allí parece haber obtenido de Salustio una prosa
que le animaba a describir con elocuencia fenómenos culturales que
podrían considerarse análogos: el ocaso de los dorios y sus valores
tradicionales, y la decadencia del pueblo romano, en especial de su
aristocracia, en los años que precedieron a la caída de la República.
En ambos casos, lo que parecía liderar el colapso era precisamente la
degeneración de su aristocracia, junto a una pérdida de las virtudes
que fundamentaron su grandeza.
Los versos del poeta Teognis, por su parte, son citados en forma
abundante y a veces en longitud considerable, siempre en el griego
original. Ha sido necesario, entonces, traducirlos al castellano
para esta versión. Hay un asunto ahí de interpretación que deseo
señalar, y es que obviamente ignoramos cómo entendía Nietzsche
aquellos versos. Al traducirlos, uno debe suponer que así fue como
él comprendía a Teognis en el acto de acceder a su lectura, y que
existe una relativa coherencia entre mi versión y esa comprensión
del autor. Eso en cuanto hayamos podido dar aquí con el sentido que
se supone debería tener para todo aquel que se acerca a su griego
original. Espero que el lector sienta la misma satisfacción estética que
he sentido con la lectura de Teognis, y supongo que esta fue también
una de las razones intrínsecas de por qué Nietzsche escogió estos
poemas para escribir su disertación de Schulpforta.
Es posible que más de alguno descubra aquí, con Nietzsche, qué
poeta había en Teognis cuya grandeza le había pasado inadvertida.
Las citaciones de su poesía -algunas de cierta extensión- son hechas,
como era de esperar en la época, enteramente y solo en griego.
66
Esto significa que en una edición moderna esos pasajes deben ser
traducidos íntegramente. El traductor en este caso, como en todo
lo demás, es llamado a ser modesto y complaciente con el autor,
de manera de no alterar el griego en base a ediciones críticas más
contemporáneas. Porque no faltan las ocasiones en que el texto de
Nietzsche difiere, aunque sea ligeramente, de las que encontramos
en las ediciones actuales. En esos casos se respeta naturalmente lo
que Nietzsche leyó en ediciones de la época, entre ellas la de Bergk.
En algunos poquísimos lugares he corregido faltas tipográficas (del
griego) que se han deslizado en alguna de las dos ediciones originales
seguramente, y que me parecían evidentes, sin saber la procedencia
del error. Lo más probable es que los editores, que accedieron a sus
manuscritos, respetaron lo que vieron escrito.
Esta traducción y, por lo general, el texto original latino-griego-
alemán de Nietzsche, se ha hecho en conformidad con la edición del
De Theognide Megarensi que se encuentra en Friedrich Nietzsche,
Schriften der Studenten- und Militéirzeit 1866-1868. Schriften der Zetzten
Leipziger Zeit 1868, editada por Hans-Joachim Mette y Karl Schlechta,
Munich: DTV; 1994. Se ha tenido asimismo en consistente consideración
la edición: Friedrich Nietzsche Werke und Briefe. Historische-Kritische
Gesamtausgabe, Werke, volumen 2, editada por Hans-Joachim Mette,
Munich: C. H. Beck'sche Verlagsbuchhandlung,1984. He cotejado
asimismo constantemente estas ediciones con la de Giorgio Colli &
Mazzimo Montinari: Nietzsche Werke, Kritische Gesamtausgabe. Vol. 1,
3 Nachgelassene Aufzeichnungen (Herbst 1862-Sommer 1864), editada
por Johann Figl y Hans Gerald Hodl, y revisada por Hans Gerald Hodl
e Ingo W. Rath, Berlín: Walter de Gruyter, 2006.
De ahí que, con estas ediciones de carácter único -pues están
basadas en los manuscritos de Nietzsche- he conformado además
el texto latino-griego-alemán del De Theognide Megarensi que
aquí publicamos. Podemos así decir que, aparte de ser una edición
bilingüe, o más bien multilingüe, es quizá la única edición crítica de
esta obra de Nietzsche hecha hasta ahora. Por tanto, la traducción
que la acompaña responde a un texto que se espera depurado y fiel.
Existen al presente las traducciones italiana y alemana publicadas
respectivamente por Antimo Negri (Negri, 1985) y Christian Wollek
(Wollek, 2010). Respecto de los versos de Teognis, he consultado con
- 67-
provecho las ediciones francesa de Jean Carriere (Carriere, 2003) e. < > son utilizados por los editores para añadir partes de texto
inglesa de Douglas Gerber (Gerber, 1999). También he tenido presentes que se considera útiles para una mejor intelección, p. e. números de
las ediciones críticas de Carriere ya citada y la de M. L. West (West, versos de Teognis, como <153>, o nombres de autores y sus obras,
1980). Estas últimas me han servido sobre todo para comprobar el como Plut<archus> Quaest<tiones>. Por lo general, Mette/Schlechta
texto de Nietzsche, que a mi parecer es, por lo general, bastante los utiliza para los versos, Colli/Montinari para los autores y obras.
correcto. Las pequeñas e infrecuentes incorrecciones que aparecen
en Mette/Schlechta y Colli/Montinari son sobre todo en los acentos [] indican supresión.
y espíritus, cosa que por lo general he dado a conocer en las notas del La variante elegida es siempre la que aparece primera en el aparato
texto latino: que no se crea que son errores nuestros. Fallos nuestros crítico, por ejemplo:
seguramente se hallarán en otras partes del texto, aunque esperamos
sean mínimos. Existe una traducción mía, sin el texto latino, del De omnis eruditionis Mette/Schlechta : omni eruditionis Colli/
Theognide Megarensi al inglés (Cristi y Velásquez, 2015). Montinari.
Quiero expresar mi gratitud a Renato Cristi, con quien editamos
judicat Mette/Schlechta : indicat Colli/Montinari.
este libro -una invitación suya-, por toda su cooperación en cada
aspecto de la sección de mi trabajo. Esto significa, en primer lugar, fortasse ="quizás", indica duda de mi parte o posible solución mía;
su ayuda para resolver dificultades en ese rico mundo cultural de las
lenguas latina, griega y alemana, presentes con maestría y genialidad fortasse legendum ="quizás se debe leer", también, por lo general,
en el aún adolescente Nietzsche del DTM. Pude contar, asimismo, por sugerencia mía, especialmente sobre textos de Teognis en que
por su mediación, con indispensables instrumentos de estudio, como los editores muestran una divergencia de lectura.
los documentos electrónicos por los que tuve acceso a las ediciones
Mette/Schlechta y Colli/Montinari. Deseo agradecer a Regina Valdés
por su generosa asistencia en textos alemanes, especialmente aquellos
relacionados con Goethe. El auxilio de Humberto Olea en las diversas
etapas por las que se logró digitalizar, programar y llevar a buen término
la edición del texto latino. Su ayuda fue muy importante tanto para
mí como para los editores de Lom. Sus conocimientos en lenguas
clásicas y en computación se hicieron necesarios a medida que mi
trabajo progresaba. Agradezco igualmente a Teresa Matte L., que me
facilitó bibliografía de Nietzsche muy necesaria para esta edición.

Sobre las notas al pie de página de la edición crítica latina del DTM.

Mette/Schlechta y Colli Montinari son los 'editores'.

A veces se utiliza '<sic> editores' para indicar que, aunque

aparentemente defectuoso, los editores coincidieron en mantener el
texto con el que se encontraron, sin variación. Esto vale especialmente
para las citas de Teognis en griego.

- 68 - 69 -
De Theognide Megarensi
De Teognis de Megara

Traducción de Osear Velásquez

 De Theognide Megarensi
l. De Theognidis et de Megarensium illa aetate rebus.
1. Conversiones reipublicae Megarensium sexto saeculo
adumbrantur.
2. Theognidis vitae anni computando explorantur.
3. Singuli ejus vitae casus e carminibus ipsius possunt
cognosci.
4. Welckerus Theognidis vitam in alium ordinem redigit.
11. De Theognidis carminibus.
s. De ejus carminum fortuna et de veterum judiciis.
6. Recentiorum hominum de Theognidea poesi judicia.
7. Theognis carminibus ad Cyrnum compositis non inscripsit:
«yvro ¡..toA.oyia».
8. Hae elegiae non sunt compositae certa et circumscripta
vitae ejus parte.
9. Theognis his elegiis affectus animique sensus exprimit,
nunquam vero agit ut praecepta more magistri det.
10. Item carmina convivalia non sunt ad certam ejus vitae partem
referenda.
11. De quibusdam Theognideae poeseos artibus.
12. Argumenta convivalium carminum exponuntur.
13. De Cyrno et de elegiis ad eum compositis.
72 -
De Teognis de Megara
l. Sobre los asuntos de Teognis y de los megarenses en aquella
época.
1. Se hace un esbozo de los trastornos de la República de los
Megarenses en el siglo sexto.
2. Se calculan los años de la vida de Teognis haciendo un cálculo.
3. De sus propios poemas se pueden inferir circunstancias particulares
de su vida.
4. Welcker relaciona la vida de Teognis con un orden diferente.
11. Sobre los poemas de Teognis.
s. Del destino de sus poemas y los juicios de los antiguos.
6. El juicio de los autores más modernos sobre la poesía teognídea.
7. Teognis no intituló a los poemas que compuso para Cirno «Colección
de Máximas» [yvro¡..toA.oyia].
8. Estas elegías no fueron compuestas en una parte determinada y
circunscrita de su vida.
9. Teognis expresa en estas elegías sus sentimientos y las impresiones de
su espíritu, pero nunca actúa para dar preceptos a la manera de un maestro.
10. Igualmente, los poemas convivales no se han de asignar a un
período particular de su vida.
11. Sobre algunas técnicas de la poesía teognídea.
12. Se hace una exposición de los argumentos de los poemas conviva les.
13. Sobre Cirno y de las elegías compuestas para él.
- 73 -
111. Theognidis de deis, de moribus, de rebus publicis opiniones
examinantur.
14. Qui factum sit, ut ejus de re bus publicis, de deis, de hominibus
arctis vinculis ínter se cohaererent opiniones?
15. Quibus in rebus nobilium Graeciae dignitas et auctoritas
sit posita?
16. Theognis num in opinionibus etiam in omnium rerum
commutatione sibi constiterit?
17. Quibus ex indiciis conici possit Theognidem senem a suis
pristinis judiciis aliquid recessisse.?
Fr. Th. Welcker, qui in quaestionibus Theognideis adhuc su o jure
primum obtinet locum, cum princeps carminibus transponendis et
in meliorem ordinem digerendis operam dedit, tum diligentissime
omnibus veterum testimoniis, saepe disjectis et discrepantibus,
collatis summaque cum sagacitate perquisitis, his ejectis, illis
correctis, accuratius et rectius quam priores editores et de genere
Theognideae poeseos et de poetae temporibus Megarensiumque
civitate judicavit. Quas quaestiones ne quis a viro doctissimo
jam absolutas credat et eo deductas, ut fere nihil novum adici
possit: unum illud monendum est usque ad id temporis certamen
philologorum praecipue de ratione critica, quae ad Theognidem
adhibenda sit, non esse compositum, ita ut rectissime Bernhardy
in quaestionibus Theognideis latum patere et examinandi et
conjiciendi campum dixerit.
-~
111. Se examinan las opiniones sobre los dioses, las costumbres y las
instituciones públicas.
14. ¿Qué hace que sus opiniones sobre las instituciones públicas, los
dioses y los hombres se encuentren unidas por estrechos vínculos?
15. ¿Cuál es el fundamento de la dignidad y autoridad de la nobleza
griega?
16. ¿Permanecieron constantes las opiniones de Teognis en medio
de todos los trastornos políticos?
17. ¿Por qué indicios se podría conjeturar que el anciano Teognis de
algún modo se alejó de sus antiguas convicciones?
Friedrich Gottlieb Welcker,, quien hasta hoy conserva por derecho
propio el primer lugar en las cuestiones sobre Teognis, se dio el primero
a la tarea de hacer trasposiciones en los poemas y en distribuirlos en un
orden mejor2 • Asimismo, luego de colacionar en la forma más diligente
posible todos los testimonios de los antiguos -que se encontraban con
frecuencia dispersos y diferían entre sí- y habiéndose informado con la
mayor dedicación, desechando a unos y enmendando a otros3, tuvo un
juicio más exacto y correcto que los editores anteriores sobre la calidad
de la producción poética teognídea, y de los tiempos y la organización
social de los megarenses. No se vaya a creer que estas cuestiones ya fueron
resueltas por un hombre doctísimo y descubiertas por él, de modo que
prácticamente nada nuevo se pueda añadir. Solo hay que recordar que
las disputas de los filólogos de nuestro tiempo no han sido resueltas,
especialmente respecto del método crítico que deba aplicarse con Teognis4 ,
hasta el punto que Bernhardy pudo decir que se abre un vasto campo de
examen crítico y de conjetura en las cuestiones teognídeas5 •
Friedrich Gottlieb Welcker (1784-1868) fue un estudioso helenista alemán que editó
un número de poetas antiguos griegos, entre los que estaba Teognis.
2 Lo primero (transponendis) tiene que ver con el ordenamiento interno de un poema
en particular, y el segundo (meliorem ordinem digerendis) con la distribución general y
el orden de toda la obra.
3 Lo que hace Friedrich Gottlieb Welcker es lo que típicamente se espera que haga un
filólogo clásico cuando se trata de llevar a cabo la edición crítica de una obra antigua. El
acto de «colacionar» (col/atis) es por eso esencial; es decir, el que consiste en comparar
los contenidos del material de la tradición diplomática directamente disponible.
4 La ratio critica significa el modo apropiado de abordar la tradición manuscrita.
5 Gottfried Bernhardy (1800-75). Probablemente Nietzsche utilizó no solo el ya conocido
Theognis (1826), sino también su famoso Griechische Gotterlehre, en tres volúmenes,
completado en 1862.
-~-
 Atque caetera Welckero me assentiri non abnuerim, sed illa
duo vereor ut ei possim concedere: unum quod de Theognidis
vita e carminibus perspicienda dixit, qua in re nescio an multum
certius et rectius possit statui, alterum quod Theognidi magnam
partem carminum, quae hodie ejus nomine ferantur, inprimis
omnia carmina convivalia et potoria abjudicanda esse censuit
atque omnino genus ejus poeseos esse gnomicum plerumque
demonstrare studuit. Praeterea nemo, quoad sciam, quanti momenti
esset Theognis ad ethicam rationem ejus aetatis cognoscendam,
exponere conatus est, quamquam in hac re Welckeri vestigia
erant sequenda, qui summopere in his quaestionibus versatus
primus de usu verborum aya9o<; et KaKo<; civili novam rectamque
protulit sententiam.
Quare mihi primum tempora Theognidis civitatisque Megarensium
statum perscrutari liceat: dein de Theognidis scriptis quaerendum
est; eorum genuinum nomen, formam, argumentum accuratius
opus est examinemus: denique ethicae rationis ejus aetatis, qua
floruerit poeta ex illius carminibus explorandae faciam periculum.
Cum vero me vix in litterarum quasi limine versantem pudor
quidam deterreat, quominus cum viro praestantissimo certare eique
in pluribus rebus adversari audeam: nihil habere me profiteor,
quo me excusem, nisi illud quod ei, qui meum in Theognide
studium excitavit, gratias ita referre studeo, ut ejus viam, quam
princeps ingressus sit, intento animo sequar et ubi deflectere
mihi visa sit, modeste consignem.
-%
Ni podría negar mi asentimiento a las restantes opiniones de
Welcker, aunque me temo que no estoy en posición de aceptarle
estas dos cuestiones: una, lo que dijo sobre la vida de Teognis, que
debía ser investigada de acuerdo con sus poemas, asunto en el que
no sé si se pudiera determinar mucho con mayor certeza y exactitud;
dos, que supuso 6 que gran parte de los poemas que hoy en día son
atribuidos a Teognis, y en especial todos los poemas convivales y de
bebedores, deben ser rechazados, y se empeñó además enfáticamente
en demostrar que su género de poesía era por lo general gnómico.
Nadie además, hasta donde sé, ha intentado dilucidar la importancia
de Teognis para conocer la mentalidad ética de su época, aunque
en este aspecto debieron haberse seguido los pasos de Welcker; él
fue el primero que, reflexionando con el mayor esfuerzo sobre estas
cuestiones, presentó una opinión nueva y correcta sobre el uso cívico
de las palabras aya9Ó<; y KUKÓ<;.
Séame permitido, entonces, investigar primero cuidadosamente los
tiempos de Teognis y el ordenamiento social megarense antes de proceder
a la discusión de los escritos de Teognis; examinar más cuidadosamente
el nombre auténtico de sus obras, la disposición, el argumento. Por
último, investigando sus poemas, me esforzaré por someter a prueba
la mentalidad ética de la época en que el poeta floreció.
Mas aun así, como a quien se encuentra con dificultad en el umbral
del saber, un cierto sentimiento de vergüenza me desalienta a que me
atreva a polemizar con un hombre de lo más eminente, y a oponerme
a él en muchos asuntos; reconozco que no tengo otra excusa que no
sea el que busco expresar mi gratitud a quien estimuló mi estudio en
Teognis, de modo que pueda seguir su camino, que fuera el primero
en ingresar, con la mayor diligencia, y en donde pueda parecerme que
se extravía, lo señale con modestia.
6 El verbo censeo censui + acus. e inf. puede significar «to give or hold as one's considered
opinion», o bien, «to think (often mistakenly), suppose, imagine>> (OLD). Es este último
sentido el que he preferido.
-n-
l. De Theognidis et de Megarensium illius aetate rebus.
Etiam in Megarensium civitate, ut in fere omnibus Dorium
1.
civitatibus, nobiles, penes quos imperium sacrorumque
administratio erat, incolas antiquitus in his finibus insedentes
et remotos ab urbe et paupertate pressos incultosque tenuerant.
Sed paulatim cum Megarensium mercatura magis efloresceret
coloniis in uberrimis regionibus conditis, e quibus et opes et
luxus ad originem redundarunt: dissensiones inter optumates et
plebem exortae sunt, unde factum est ut Theagenes multitudine
adjutus, cujus arrimos sibi conciliaverat, rerum potiretur, eadem
astutia usus, qua fere omnes tyranni usi sunt. Arist<oteles>
rhet<oric> 1, 2, 19. Polit<ica> V, 4, 5. 1 Si vero quo tempore id
factum sit, quaerimus, nihil omnino pro certo haberi potest
nisi eum tyrannidem exercuisse, cum Cylon Athenis regnum
adfectasset. Neque constat, quo anno ab optumatibus expulsus
sit, quamquam id verisimile est factum es se cir<ca> ann <um>
sexcent<esimum> a. C. n. 2
Cum vero in hoc sextum saeculum major vitae Theognidis pars
inciderit, primum opus est testimonia veterum colligamus, quibus
de rerum Megarensium eo tempore statu aliquid adferatur: quae
scilicet pauca et parva sunt.
Anno 570 bellum quod inter Athenienses et Megarenses de
insula Salamine exarserat, et ancipiti eventu gestum erat, ita
finitum est, ut utraque civitas Spartanos arbitros sumerent; qui
concilio e quinque viris composito harre insulam Atheniensibus
adtribuerunt, quamquam Megarenses et sanguine eis propiores
et simili reipublicae gerendae genere cum eis erant conjuncti.
Arist<oteles> rhet<oric> ... Polit<ica> Colli/Montinari: Arist. rhe~.... Polit. Mette/Sch/echta
2 cir<ca> ann<um> sexcent<esimum> Colli/Montinari: cir annsexcent Mette/Sch/echta
- 78 -
l. Sobre los asuntos de Teognis y de los megarenses en aquella
época.
En la ciudad de los megarenses también, como en casi todas las
ciudades de los dorios, los nobles, bajo cuyo control estaba la autoridad
suprema y la administración de los ritos, mantenían desde antiguo a
los habitantes comunes viviendo en territorios fronterizos y distantes
de la ciudad capital, abrumados por la pobreza y en la ignorancia. Pero
gradualmente, cuando el comercio de los megarenses con las colonias
fundadas en regiones muy fértiles floreció en mayor grado, de las que
fluyeron a la metrópolis riquezas y lujos, surgieron disensiones entre
los aristócratas y los plebeyos. Por lo cual sucedió que Teágenes,
secundado por las masas, cuyo favor se había ganado, conquistó el
poder público, haciendo uso de una astucia semejante a la que han
utilizado casi todos los tiranos [cf. Aristóteles, Retórica 12, 19; Política V
4, s]. Mas si buscáramos saber en qué tiempo pudo suceder esto, nada
en absoluto puede ser tenido por cierto sino que Teágenes ejerció la
tiranía cuando Cilón intentaba obtener el control político en Atenas7 •
Tampoco consta en qué año fue expulsado por los optimates, aunque
eso sucedió verosímilmente alrededor del año 6oo a. C.
Mas como la mayor parte de la vida de Teognis ocurrió en este siglo
sexto, es preciso que reunamos en primer lugar los testimonios de los
antiguos, de los que se pueda acreditar algo acerca del estado de los
asuntos públicos de la megarenses en aquel tiempo. Es claro que esos
testimonios son pocos y de escaso valor.
Durante la guerra que estalló el año 570 entre los atenienses y los
megarenses sobre la isla de Salamina, y la operación militar se llevaba
a cabo con resultado incierto, de modo que esta se concluyó en
circunstancias que ambas ciudades recurrieron a los espartanos como
árbitros. Luego que estos reunieron un consejo compuesto de cinco
varones, atribuyeron esta isla a los atenienses, aunque los megarenses
les eran más próximos por la sangre y se les asemejaban en el modo
en que conducían sus asuntos públicos.
7 Teágenes, como tirano de Megara, diezmó los rebaños de los optimates, se apoderó de
la isla de Salamina e intentó influir en Atenas apoyando el fracasado intento de Cilón,
su yerno, de hacerse con el poder total en Atenas. No se sabe si Cilón, de la familia de
los Eupátridas, escapó con vida.
- 79
 Anno 559 -quem statuunt Clinton et Raoul-Rochette- Megarenses
coloniam Heracleam Ponticam deduxerunt: ubi cum multa
alía ex Dorium institutis, tum phylae eodem modo, quo erant
Megarae, divisae videntur demonstrare, id quod conjecit PlaE
de tyrannide 1, 84, post expulsum Theagenem majorem partem
optumatium a popularibus vexatam e finibus migrasse et novas
sedes quaesivisse. Fortasse hac ratione aliquamdiu animi sedati
sunt, cum plebs tot nobiles e patria cessisse vidisset.
Summi vero momenti sunt tres loci Plutarchi et Aristotelis
quos describamus opus est.
Plut<archus> Quaest<iones> Gr<aecae> 18.3 Mcyapcic; 0cayávrt
TOV TÚpavvov EK~aAÓVTcc;, óA.iyov xpóvov EO"W<ppÓVT\O"UV KULCt
-ri]v 1LOAtTciav· 4 cha noA.A.T]v Kat UKpa-rov au-roic; EAcU9cpiav -r&v
brt¡..tayroy&v oivoxooúv-rrov bta<p9apáv-rcc; nav-ránaat, -rá Te aA.A.a
-rote; nA.ouaiotc; acrEAyroe; npoaE<pÉpov-ro Kai naptóv-rcc; cic; -rae;
oiKiac; a'ÓL<DV oi nÉVT\TE<; i)~iouv Écrnéicr9at KUt bctnVctV 1LOAUTEAW<;,
ci bE ¡..ti] -ruyxávotcV, npoc; ~iav Kat )lee' u~pcroc; EXPWVTO néicrtv.
TáA.oc; bE bÓy¡..ta 9É¡..tcVOt, -rouc; TÓKouc; avcnpÚTTOVTO napa -r&v
bavctcr-r&v, oüc; 8cbroKÓ-rcc; É-rúyxavov, naA.tv-roKiav -ro ytyvó¡..tcvov
npocrayopcúcrav-rcc;.
3 Plut<archus> Quaest<iones> Gr<aecae> Colli/Montinari : Ph.lt. Quaest. Gr. Mette/
Schlechta
4 n:oA.t'tsíav· Mette/Schlechta : n:oA.ucíav Colli/Montinari
- 80
El año 559-fecha que determinan Clinton y Rochette-, los megarenses
fundaron la colonia Heraclea Póntica 8 • Parece haberse demostrado
que organizaron primero allí muchas otras instituciones de los dorios,
así como las phylae9 , del mismo modo en que estaban divididos en
Megara, cosa que PI a!S conjeturó en De tiranide 184-10; que, después de
la expulsión de Teágenes, la mayor parte de la aristocracia, maltratada
por miembros del partido popular, emigró de los confines del territorio
y buscó nuevos domicilios. Tal vez por esta causa durante algún tiempo
se calmaron los ánimos, cuando el pueblo vio que tantos nobles se
retiraban de su patria.
Ahora bien, son de gran importancia tres pasajes de Plutarco y de
Aristóteles, que es preciso que citemos.
Plutarco, Quaestiones Graecae 18. «Una vez que los megarenses
expulsaron al tirano Teágenes, por un corto tiempo fueron sensatos
con respecto a la administración del gobierno; luego, cuando los
demagogos le ofrecieron el néctar de una excesiva e inmoderada
libertad, se volvieron extremadamente corruptos y comenzaron a
atacar sin pudor a los ricos, e introduciéndose en las casas, los pobres
reclamaban el derecho de ser agasajados y beber suntuosamente,
y si no conseguían su propósito, con violencia y abusivamente se
apropiaban de todo. Yfinalmente por medio de un edicto, exigieron
la devolución del pago de los intereses por parte de los prestamistas a
quienes se daba el caso que los habían pagado. Esta acción fue llamada
'devolución de intereses' ya pagados» (naA.tv-roKia).
8 Henry Fynes Clinton (1781-1852) fue un estudioso clásico inglés e historiador. Désiré-
Raoul Rochette (1789-1854) era un arqueólogo francés y estudioso clásico. La Heraclea
Póntica fue precisamente fundada c. el560 a. C. en la parte sur del Mar Negro (actual
Turquía) por megarenses y beocios. Se convirtió en un importante establecimiento
comercial, lo que armoniza con el análisis de Nietzsche sobre la afluencia de riquezas a
la metrópolis. Del mismo modo, en Heraclea se estableció un sistema social y político
de carácter estrictamente dórico, en que además los antiguos habitantes fueron
sometidos a la servidumbre.
9 Las «phylae» ("Ca <púA.a) eran grupos de familias (o tribus}, institución de origen dórico a
cargo de obligaciones administrativas y militares. En general, era para designar familias
unidas por vínculos de sangre.
10 Hermann Gottlob PlafS, Die Tyrannis in ihrem beiden Perioden bei den alten Griechen:
dargestellt nach Ursachen, Verla uf und Wirkungen (1859).
- 81 -
 Arist<oteles> pol<itica> V, 4, 3. 5 Ilapan:A:Ilcricoc; 88 Kai sv
Mcyápotc; Ka"CEAÚ911 811J-LOKpa"Cia. oí yap 811J-Laycoyoi !va XP'JÍJ-LU"Ca
sxcocrt 811J-L8Ú8lV, E~É~UAOV 11:0AAOUc; "C(DV yvcopÍJ-LCOV. scoc; 11:0AAOUc;
E11:0t11<JUV <pcúyov"Cac;. Oí 88 KU"ClÓV"Ccc; EVÍK11<JUV J-LUXÓJ-L8VOl "COV
8fíJ-LOV Kai Ka"CÉ<J111crav "CflV óA.tyapxiav. V, 2, 6. Kai i¡ McyapÉcov
811J-L0Kpa"Cia 8w<p9ÚP11 8t' U"Ca~iav Kai avapxiav i¡"C"C119ÉV"CCOV.
IV, 12, 10. "H yap n:áv1cc; oí n:oA-i1at Ka9tcr"Cticrtv ií nvcc; Kai 11 EK
, ,, ,, ' , "r ,, , ,, , " '
11:UV"CCOV 11 8K "ClVCOV a<pCOpl<JJ-L8VCOV OlOV 11 "ClJl11J-LU<Jl11 YEV8l11 apE"CTI
ií "ClVl "COlOÚ"CC? UAAq>. rocrn:cp EV Mcyápotc; EK "CO)V cruyKa"C8A9ÓV"CCOV
Kai crUJ-LJ-LaxccraJ-LÉvcov n:poc; 1ov 8fíJ-Lov.
Ex his locis apparet haud multo post Theagenem expulsum
optumatium cum plebejis novum exortum esse certamen vel
ut accuratiUs dicam, divitum cum pauperibus, cum Theagene
imperium obtinente multi viderentur divitias assecuti esse etiam
de plebe nati, contra vero multi nobiles agris et opibus privati
essent. Quo in certamine plebem illam quidem vicisse, sed mox
ab hominibus seditiosis corruptam et dissolutam factam esse,
ita, ut n:aA.tv"CoKiav instituerent -qua decretum est, ut quod usuris
pernumeratum esset debitoribus redderetur a creditoribus-; ut
in domos ingruerent et hospitium postularent; denique ut multos
nobiles bonis spoliarent et e finibus ejicerent. Quos di u exulantes
tandem in patriam congregaros rediisse et proelio commisso
denuo imperium civitatis arripuisse et obtinuisse. Nihil vero
statuas de tempore, quo id sit factum: id unum constat anno
quingentesimo decimo jam fuisse optumates restitutos, cum hoc
anno et posteris Lacedaemonii non impediti saepius per Isthmum
irent, ut Hippiam ex regno quod usurpaverat, expellerent: quod
5 Arist<oteles> pol<itica> Colli/Montinari: Arist. poi. Mette/Schlechta
82
Aristóteles, Política V 4, 311 • «Y de un modo semejante fue abolida
también la democracia en Megara. Porque los demagogos, con el fin
de poder confiscar los bienes, expulsaron a muchos de los notables,
creando así muchos fugitivos. Mas los que regresaron, vencieron en
batalla al pueblo y establecieron la oligarquía». V2, 612 : «y la democracia
de los megarenses fue destruida cuando se dejó vencer por el desorden
y la anarquía».
""" Aristóteles, Política IV 12, 1013 : «Porque o todos los ciudadanos eran
elegibles o algunos, o bien son elegidos por todos o por algunos: por
ejemplo, o por la propiedad o por el linaje, o por la virtud, o por alguna
otra cualificación, como en Megara entre los que volvían del destierro
y habían luchado conjuntamente contra el partido popular».
De acuerdo con estos pasajes es evidente que no mucho después de la
expulsión de Teágenes se suscitó un nuevo conflicto entre la aristocracia
y los plebeyos, o para decirlo con mayor exactitud, entre ricos y pobres.
Porque, cuando Teágenes obtiene el poder supremo, se pudo ver que
muchos, incluso nacidos de la plebe, adquirieron riquezas, siendo que
numerosos nobles fueron privados de sus campos y recursos. En este
conflicto, es cierto, el pueblo salió victorioso, mas pronto por la acción
de hombres sediciosos se volvió corrupta y disoluta, hasta el punto
que instituyeron una n:aA1v"CoKia14 -por la que se decretó que fuera
devuelta por los acreedores lo que se hubiera calculado en intereses
a los deudores-; asaltaban las casas exigiendo hospedaje, hasta el
punto que finalmente despojaron de sus bienes a muchos nobles y los
expulsaron del territorio. Habiéndose congregado finalmente los que
por un tiempo considerable vivían en el exilio, volvieron a la patria, y
entablada una batalla se apoderaron nuevamente del poder supremo
de la ciudad con violencia y lo retuvieron. Mas no es posible determinar
en qué tiempo pudo haber sucedido esto; solo se sabe que en el año
510 los aristócratas ya habían recobrado el poder, puesto que en ese
y en los años posteriores los Lacedemonios cruzaron el Istmo, muy a
menudo sin impedimento, para expulsar a Hipias del reino que había
11 Política V 1304b 34-39.
12 Política V 1302b 30-31. El texto de Nietzsche presenta algunas diferencias con de W. D.
Ross, que lee: Kai i¡ ¡.tcyapÉffiV ot'am~iav Kai avapxiav i¡-¡;n¡9ÉV'tffiV, K'tA.
13 Política IV 13oo• 15-19.
14 Demanda por devolución de intereses, i.e. reclamación de intereses ya pagados.
- 83
fieri non potuit, si id temporis penes populares summa rerum
fuisset. Optumates autem ab illo anno usque ad bella Persica
et proxima tempora perpetuam obtinuerunt dominationem,
quamquam ne hoc quidem certis testimoniis afirmari potest.
Memoriae vero traditum esta. 468 iterum nobiles exules a plebe
factos esse et multitudinis restitutum esse dominatum.
2. In horum temporum spatium, cujus lineas quoad possim
adumbrare conatus sum incidit Theognidis vita, quam si ad
hunc rerum ordinem, quem descripsimus, accommodamus,
non nulla accuratius definire possumus, quam ex illis paucis
veterum testimoniis definiri licuit. Harre autem vitam non est
unde cognoscamus nisi ex paucis Suidae aliorumque scriptorum
locis et inprimis ex ipsius poetae carminibus. De anno igitur,
quo poeta natus sit, habet Suidas: E><éoyvtc;> ysyovmc; EV -rñ ve'
'OA.<uJ..Lotáot> 6 cui, si interpretamur «ysyovmc; natus», non est
credendum. Est enim in Hieronymi chronico «Ol. 59 Theognis poeta
clarus habetur» et Chron<icon> Paschal<e> 7 01. 57 8<éoyvtc;> 8
not11-rilc; Eyvropíss-ro. Cyrill<us> contra Juli<anum> I, p. 13 01. 58
8<éoyvtc;> 9 cbvoJ..Láss-ro. 10 Suidas igitur aut erravit aut vocabulo
ysyovcbc; nihil voluit significare nisi «fuit eo tempore» vel «inclaruit».
6 e<Éroyvtc;> ... 'OA.<u¡.tntáoi> Colli/Montinari: e. OA.....
Mette/Schlechta
7 Chron<icon> Paschal<e> Colli/Montinari: Chron. Paschl. Mette/Schlechta
8 e<Éroyvtc;> Colli/Montinari: e. Mette/Schlechta
9 e<Éroyvtc;> Colli/Montinari: e. Mette/Schlechta
10 dwo¡.tá/;Ew Mette/Schlechta : uvo¡.tái;Ew Colli/Montinari
usurpado 15 • Esto no podría haber sucedido si en ese lapso de tiempo el
poder hubiese estado en manos del partido popular. Los aristócratas,
en efecto, mantuvieron un dominio permanente desde aquel año
hasta los tiempos precedentes a las Guerras Persas y sus postrimerías,
aunque ni siquiera esto se puede confirmar con testimonios seguros.
Mas la tradición refiere que el año 468 los nobles se convirtieron
nuevamente en desterrados por obra del partido popular, y el dominio
fue restituido a las masas.
2. En el lapso de este tiempo, cuyos trazos he intentado bosquejar
hasta donde me ha sido posible, vivió Teognis, en la que, si nos atenemos
a este orden de los acontecimientos que hemos descrito, algunas
cosas podemos determinar con mayor exactitud que lo que fue posible
determinar a partir de aquellos pocos testimonios de los antiguos. Pero
no hay fuente de donde corroborar los hechos de su vida, si no es de
unos pocos pasajes de Su idas y de otros escritores, y, principalmente,
de los mismos poemas del poeta. Así pues, el año en que habría nacido
el poeta aparece en Su idas: «Teognis, nacido en la Olimpíada 59»'16 • Si
lo interpretamos ysyrovmc; como «natus» esto es imposible de aceptar.
Porque la Crónica de Jerónimo señala: «Durante la Olimpíada 59 se
tiene por famoso al poeta Teognis», y la Crónica Pascual: «Durante la
Olimpíada 57 el poeta Teognis es reconocido». Cirilo, en Contra juliano 1
13: «En la Olimpíada 58 Teognis adquirió renombre». Así pues, o Su idas
se equivocó o no quiso significar con el vocabloysyovmc; otra cosa que
«vivía en aquel tiempo» o «Se hizo célebre»17 •
15 Hipias gobernaba como tirano en Atenas desde el527, año en que sucedió (junto con
su hermano Hiparco) a su padre Pisístrato. cf. Heródoto 1, 61, etc., Tucídides 1, 20, etc.
Fue finalmente derrocado el año 510 por los espartanos.
16 Suidas: e. y¡:;yovroc; tv Tfí ve' 'OA.. La enciclopedia bizantina compilada por Suidas
durante el s. IX incluyó una entrada biográfica sobre Teognis.
17 Para ycyovroc; con el significado de «nacido», ver Carriere, 2003: 9-10.
- 85
 Cum igitur ex locis, quos attuli pro explorato habendum sit c.
01. 58 poetam primum inclaruisse, non crediderim id prius esse
factum quam vicesimum annum ageret. Neque potest multo post
eum annum factum esse, cum Theognis anno 479 admodum senex
vixerit. Hac ratione statuimus poetam non multo ante annum
vitae nonagesimum obiisse: quod fortasse non videtur credibile,
cum Iones ut e Mimnermi fragmento conicere licet, raro ultra
septuagesimum annum vixisse videantur, Attici vere et fortasse
etiam affines Megarenses non ultra octogesimum, id quod Solonis
versus adhuc exstantes (Bergk, 20.) docent. Quare coacti sumus
ut hunc annorum numerum, quem statuimus, aliquid tamquam
coarctemus et in angustiores fines coerceamus.
Examinemus igitur opus est, num vere vixerit poeta a. 479;
id vero unice potest concludi ex versibus 773-82. quibus poeta
Phoebum implorat, ut ab urbe averruncet Persarum advenientem
exercitum, ut populi ineunte ve re hecatombas mittant et cantibus
ludisque festum dei rite celebrent: sese vero timere discordiam
(cr-rácrtv A.ao<p9pópov) inter Graecos exortam. Quos versus non
posse ad alium annum referri Duncker censet: sed quidni?
Praeter hos versus etiam v. 757-768 videntur referendi es se ad
bellum Persicum, quibus poeta hilariter et jocose ad bibendum
invitat.
flr¡8sv 1:ov Mf¡8rov 8st8tóTE~ rcÓAEJ.l.OV
vócrqn flEPlflVÓ.rov su<ppocrúvro~ 8táyav
TEpTCOJ.l.SVOU~, Tr¡AOU 88 KaKa~ arco Kfípa~ Ó.JlUVUl
yfipá~ T, OUAÓJ.l.EVOV Kai eaváTOlO TSAO~.
- 86 -
Si, entonces, de estos pasajes que he presentado hubiera que tener
por cierto que alrededor de la Olimpíada 58 el poeta por primera
vez se hizo ilustre, no podría creer que eso sucediera antes de haber
alcanzado la edad de veinte años. Ni puede haber sucedido mucho
después de ese año, puesto que Teognis estaba vivo y muy anciano en
el año 479. Por esta razón, podemos establecer que el poeta pereció no
mucho antes de los noventa años de vida; cosa que quizás no parece
creíble, ya que los jonios -como se puede conjeturar de un fragmento
de Mimnermo- rara vez parecen haber vivido más allá de los setenta
años. Los áticos de hecho, y quizás también sus vecinos megarenses,
no vivían más allá de los ochenta, cosa que nos informan los versos
de Solón que aún subsisten (Bergk, 20)1 8 • Nos vemos, entonces, por
así decir, en la necesidad de reducir en algo el número de añ.os que
hemos determinado y restringirlos a límites más estrechos.
Es preciso por consiguiente que examinemos si el poeta de verdad
estaba vivo el año 479; esto realmente solo se puede concluir de los
versos 773-82. En ellos el poeta implora a Febo que aleje de la ciudad
al ejército de los persas que venía avanzando, para que, con la llegada
de la primavera, el pueblo dedique hecatombes y celebre con cánticos
y juegos votivos la fiesta del dios, de acuerdo con los ritos. Él teme,
sin embargo, a la discordia (cr-rácrtv A.ao<p9ópov) que ha surgido entre
los griegos 19 • Dunker considera que estos versos no podrían referirse
a otro año 20 • ¿Pero por qué no?
Aparte de estos versos, también los vv. 757-768 parece que deben
referirse a las Guerras Persas, en que el poeta invita alegremente y en
sentido burlón a beber.
VV. 764-8
Sin miedo alguno por la guerra de los Medos,
lejos de inquietarnos pasar con gozo la vida
divirtiéndonos, y alejar de nosotros las viles fatalidades,
y la funesta vejez y el poder de la muerte21 •
18 Theodor Bergk (1812-81), estudioso clásico alemán, editor de la obra de Teognis.
19 Teognis: cr1:áow A.aocpeópov: «división política [discordia] que destruye al pueblo».
20 Max Wolfang Dunker (1811-86).
21 Hay un juego de palabras en llllOEv 1:ov Méorov.
87
 Profecto num scripsit haec poeta instante bello periculosissimo?
Tune erat bibendum? Atque quid suppliciter rogat poeta? Ut dei
averruncent senectutem. Id rogat poeta nonagenarius?
Censeo igitur hos versus ad prorsus aliud tempus pertinere, ad
Harpagi expeditionis tempus, quam eum suscepisse est verisimile
a. 546. Tune ille terror Graecis injectus est, quem memorat in
loco laudato Theognis et etiam Herodotus notissimis verbis; tune
Graecae urbes in Europa sitae metuebant, ne Persae in occupandis
urbibus pergerent; tune discordiae ínter gentes exortae sunt,
ad quas referenda est crrácrt~ A-ao<p9ópo~; tune poeta admodum
juvenis nihil antiquius habuit, quam ut pulcra frueretur juventute
et ut quam longissime senectus et mors abessent.
Sic nobis ab annis quos statuimus recedere licet, sed non
ultra annum 484. quo Gelon Syracusarum tyrannus Megaram
Hyblaeam expugnavit. Est autem apud Suidam: E><Éoyvt~> 11 EK
Tffiv EV :EtKEAÍQ. McyapÉrov. €ypa\jfEV EAEyEiav d~ TOU~ crro9ÉvTa~
Tffiv :EupaKocrirov EV rñ noA-topKÍQ.. Quae verba Müller Dor<ier>,
II, 509 ita vult intellecta, ut Megara Hyblaea obsessa dicatur
et Tffiv :EupaKocrirov genétivus subjecti sit; id mihi valde placet,
quamquam verborum positionem esse inusitatam concedo. Haud
enim recte illud Suidae de Gelone Syracusas occupante acceptum
est; quem non vi potitum esse urbe constat, sed a populo sponte
traditam in fidem accepit. Obsessa autem est Megara (Her<odot> 12
7, 156) circ. 01. 74, 2 vel anno 483, 84. Ergo Theognis 484 etiam
vixit, fortasse etiam postero anno.
11 e<éoyvt~>Colli/Montinari: e. Mette/Sch/echta
12 Hero<odot> Colli/Montinari: Her. Mette/Schlechta
88
¿Es que el poeta de verdad escribió estos versos cuando era inminente
una guerra de lo más amenazante? ¿Era entonces tiempo para beber?
¿Y qué ruega el poeta en actitud suplicante? Que los dioses lo aparten
de la vejez. ¿Esto ruega un poeta nonagenario?
Pienso por consiguiente que estos versos pertenecen a el tiempo
de la expedición que Arpago 22 , emprendió muy probablemente el año
546. Fue entonces cuando se produjo aquel terror entre los griegos
que Teognis recuerda en el pasaje citado, y también Heródoto, en un
famoso relato. En ese tiempo, las ciudades griegas situadas en Europa
temían que los persas prosiguieran en su intención de ocupar ciudades;
surgieron en ese entonces discordias entre los pueblos, a las que debe
referirse la crTácrt~ A-amp9ópo~ 23 • Fue el momento cuando el poeta,
bastante joven, no tuvo nada más deseable que gozar de una bella
juventud, y que la ancianidad y la muerte estaban sumamente distantes.
Podemos así retroceder de los años que fijamos, pero no más allá
del año 484, cuando Gelón, tirano de Siracusa, tomó por asalto la
Megara Hiblea 24 • También es mencionado esto en Suidas: «Teognis
de Megara en Sicilia. Escribió una elegía sobre los que se salvaron en
el asedio de los siracusanos» 25 • Müller, Die Dorier, 11509 26 , quiere que
estas palabras signifiquen que Megara Hiblea fue sitiada, y que «de
los siracusanos» es un genitivo subjetivo 27 • Estoy muy de acuerdo con
esto, aunque concedo que la disposición de las palabras es inusual.
Suidas ciertamente se equivoca cuando interpreta que Gelón ocupó
Siracusa; porque consta que no se apoderó de la ciudad por la fuerza
sino que la recibió cuando le fue confiada espontáneamente por el
pueblo para su protección. Ahora bien, Megara fue tomada (Heródoto
VIl 156) alrededor de la Olimpíada 74, es decir, el año 483-4. Por
consiguiente, Teognis aún vivía el 484, incluso quizá también el año
22 Se trataría de Harpago ('A.pnayo9, ministro de Astiage, rey de Media, y luego colaborador
de Ciro; cf. Heródoto 180 et passim.
23 «La división política que destruye al pueblo».
24 Megara Hiblea, ciudad griega de Sicilia, a pocos kilómetros al norte de Siracusa.
25 e. EK 'LIDV ¿y LtKEAÍQ. Mtyapémv. eypa\jftv EAEyíav ti~ 'tü'U~ crmeévm~ 'LIDV :EupaKocrímv
Ev -r:ñ 7tOAtopKÍQ..
26 Karl Otfried Müller (1797-1840) había escrito Die Dorier 11 en 1824.
27 El genitivo activo o subjetivo indica quién es el que actúa, es decir, en otras palabras,
no son los siracusanos los que eran sitiados, sino fueron ellos precisamente los que
sitiaban la ciudad de Megara Hiblea.
- 89 -
 Statuimus igitur poetam inclaruisse c. a. 543, fortasse natum
esse c. a. 563, obiisse a. 483 vel paullo postea.
Fuit vero Theognis inter exules optumates, cum ante exilium acerrime
contra populares eorumque instituta luctatus esset. Ipse memorat
eo tempore, quo se jam fugere coepisset juventus, se paupertate et
acerbis maledicentium conviciis vexatum esse.
ÜU"CS ys !lEV TCSVÍYJ~ 9D!lü<p9ópou, OU !lSAsbUÍVffi <1129-32>
OUT, av8p&v 8xep&v, Ot !lS Aiyou<n KUK&~.
'A"A"A, ÍÍ~YJV 8pa."Cl)V ÓAO<pÚpü!lut, ií !l, ETCtASÍTCSt,
K"Auim 8, apya.Mov yfípu~ ETCSPXÓ!lSVOV.
Quamquam his acerbitatibus e o tempore non tam vehementer
affectum eum esse ex sedata voce, qua poeta in his versibus utitur,
conicere possumus, quam eum alio tempore fuisse multa carmina
docent. Videntur igitur hi versus in illius certaminis primordiis
compositi esse, e quo victus bonisque privatus cessit et exulavit.
Id vero unum apparet non ante tricesimum poetae annum i. e.
533 13 hoc carmen scriptum esse (ob verba fí~r¡v Epari]v ií !l'
ErnA-dnct). Quare facere non possumus, quin intra a. 530 et 510 14
Theognidem et exulasse et Siciliam, Euboeam, Lacedaemonem
peragrasse et in patriam rediisse statuamus.
Jam restat, ut ea, quae Theognis de Megarensium civitate et
civilibus perturbationibus tradat concinere doceam cum paucis
Plutarchi et Aristotelis testimoniis.
Quod facile est intellectu, si verba inter se comparanda juxta
scripta aspexeris.
13 i. e. 533 Mette/Schlechta : i. e. 433 Colli/Montinari
14 intra a. 530 et 510 Mette/Sch/echta: intra a. 430 et 410 Colli/Montinari
90 -
siguiente. Así pues, hemos determinado que el poeta había ganado
celebridad c. del año 543, que nació tal vez c. del año 563, y murió el
año 483 o poco después.
Teognis, sin duda, estuvo entre los aristócratas desterrados, puesto
que antes del exilio luchó en forma acérrima contra el partido popular
y sus instituciones políticas. Él mismo recuerda que, en el tiempo
aquel en que su juventud ya había comenzado a desvanecerse, se vio
acosado por la pobreza y las injurias de los difamadores.
VV. 1129-32
Ni me inquieta por cierto la pobreza que aflige el corazón,
ni los hombres hostiles, que hablan mal de mí.
Mas lamento una amorosa juventud que me abandona,
y lloro ante la cercanía de la penosa ancianidad.
Aunque en razón del tono calmo de la voz que el poeta usa en sus
versos, podemos conjeturar que él no estaba afectado en aquel tiempo
de estas aflicciones en forma tan vehemente, como muchos poemas
manifiestan que lo fue alguna vez. Parece, entonces, que estos versos
fueron compuestos en los comienzos de aquel conflicto, cuando
vencido y privado de sus bienes, se alejó y se exilió. Pero esto solo
es evidente con posterioridad a los treinta años del poeta, esto es,
este poema fue escrito no antes del año 533 (en razón de las palabras
«amorosa juventud que me abandona»). Por lo que no podemos hacer
otra cosa que determinar que entre los años 530 y 510, Teognis no solo
se exilió sino que visitó Sicilia, Eubea, Esparta, y regresó a su patria.
Resta ahora que muestre lo que Teognis transmite de la organización
política de los megarenses y de los trastornos políticos, para armonizarlos
con unos pocos testimonios de Plutarco y Aristóteles.
Esto es fácil de comprender, si miras las palabras que se han de
comparar entre sí escritas en dos columnas.
- 91
 V. 4, 3 oi yap ór¡¡.tayoyoi 'lva OtKEÍffiV KEpbÉffiV ElVEKa Aristóteles, Política Teognis
XPlÍ!lU'tU BXOlZV ór¡¡.tCÚElV-
Kat KpÚ'!EO~- V. 46 v. 4, 3 «Porque los demagogos para v. 46. «En favor de sus propias ganancias y poder»
poder confiscar sus bienes ...»
KÉpów ór¡¡.tooi<¡) <ri:Jv KaKi¡} v. 50. «Ganancias que avanzan junto a la pública
desgracia»
50
Q<aestiones>'5 18'6 oi nÉVr¡TE~ XPlÍ¡.tam ápná~oum Pí-n Kócr¡.to~ ()' anóA.roA.EV 677 Plutarco, Quaestiones Graecae 18 Teognis
-npo~ Píav Kai !lEe' üPp~>ro~ óacr¡.to~ ()' ouKéL' 'lcro~ yívEtal ¿~ 1:0 ¡.técrov «los pobres ... con violencia y v. 677 «Y arrebatan los bienes con violencia, y ha
EXPWV'!O nam-
abusivamente se apropiaban de perecido el orden»,
tÉA.o~ ()8 bóy¡.ta 9é¡.tcvm- todo... »
v. 678 «Y ya no hay un tributo equitativo
U<J'!Ol ¡.tEv yap e9' OtbE craÓ<ppOVE~- ytyE¡.tÓVE~ ()8 «Y finalmente, mediante la producido en beneficio común».
1!aAlVTOKÍUV
creación de un edicto, exigieron a
Q<aestiones>'7 18 ecrro<ppóvr¡crav V.41
los prestamistas la devolución de
- ÚKpU'!OV ()' UUTOl~ EAEu9EpÍav '!ETpá<paTat1!0Mi¡V E~ KUKÓTr¡TU 1!E<JElV. intereses ya pagados» (palintokía).
r&v ór¡¡.tayroy&v oivoxooúVTrov
óta<p9apÉVTE~ naVTánam- Quib<us> c<um> conf<e>r<as> 44, 45 Quaestiones Graecaevv. 44-45. v. 41 «Porque estos conciudadanos son aún
«fueron sensatos ... habiéndoles los ciertamente sensatos»,
demagogos escanciado el néctar de
una libertad excesiva e inmoderada, v. 42 «mas sus dirigentes han cambiado, para
caer en profunda maldad».
se volvieron extremadamente
Licet versuum sententiae sint subobscurae, nunquam obliviscamur corruptos». Cf. VV. 44-45.
scriptos esse sub dominatione atrocissima, ut poeta indiciis uti
cogeretur, cum libera vox et oratio terrore tamquam exclusa esset. Aunque las frases de estos versos pueden parecer más bien oscuras,
Atque poeta ipse illud carmen, quo desperatum urbis statum no deberíamos olvidar jamás que fueron escritos bajo la tiranía más
imagine navis periclitantis depingit, ita finit: atroz, al punto de que el poeta pudo haberse visto forzado a servirse de
símbolos, cuando la libre expresión y el discurso, por decir así, habían
<681-82> ·m.uni f..lOl nvixero KEXPUf..lf..lSVU Toic; a:ya8oicrtv sido impedidos por el terror. El poeta mismo finaliza aquel poema en
ytyvro<JKOl 8, av nc; Kai KUKO<; ilv <JO<poc; TI· que describe el estado desesperado de la ciudad con la imagen de
una nave en peligro:
3. Cum igitur tempora, quibus fuit poeta, investigaverim annosque
computando definire studuerim, cumque rerum Megarensium VV. 681-82

statum, quem Theognis carminibus attigit, paucis descripserim, Que se expresen en enigmas estas palabras dichas oscuramente
accuratius singuli casus, quorum mentio fit in carminibus, inter a los hombres buenos;
se connectendi et ad certum ordinem dirigendi sunt: quam rem pero incluso uno malo entendería, si fuera sabio.
quamvis gravem a Welckero praetermissam doleo.
Constat igitur Theognidem nobili genere ortum adulescentem 3. Así entonces, puesto que he hallado el período en que el poeta
existió, me he esforzado luego en determinar, con cálculos, los años de
oblectationibus vacavisse, cum hac aetate Megarensium nobiles
su vida. He descrito brevemente la situación política de los megarenses
-que Teognis abordó en sus poemas-. Es preciso relacionar con más
15 Q<aestiones> Colli/Montinari: Q. Mette/Sch/echta exactitud cada uno de los acontecimientos que se mencionan en los
16 18 : Mette/Sch/ecta: 15 Colli/Montinari poemas y disponerlos en un orden preciso, pues lamento que este
17 Q<aestiones> Colli/Montinari: Q. Mette/Schlechta asunto, a pesar de su importancia, fuera descuidado por Welcker.

- 92 - 93-
jam ab antiqua morum integritate degenerassent et luxuria
mollitiaque quadam correpti essent. Ad harre juvenilem animi
hilaritatem et levitatem spectant
V.l122 iWn Kai nAmhq> 8uf1ov imvów:vo~-
si:r¡ flOl 1tAOU1;suvn KUKWV cmá't'sp8s flSptflVScOV
sffistv a~A.a~sco~-
567 19 fí~n 't'Sp1tÓflSVO~ 1tUÍSC0-
Sed jam ingruebant reipublicae tempestates neque jam ei licuit
securam et jucundam agere vitam. In di es enim praecepta, quibus
institutus jama puero erat non modo a plebejis illudi, sed etiam
ab optumatibus neglegi observavit. Praesertim cum nobilem
sanguinem novorum hominum conjugiis contaminatum vidisset,
summa cum indignatione certamen contra ingruentia reipublicae
mala suscepit et quacunque potuit acerbitate et degeneres
nobiles castigavit plebejosque homines flagrantissimo cum odio
perstrinxit. Nihil vero magis quandam ejus animi superbiam
iramque infregit, quam quod, dummodo vitam servare vellet, ad
plebem propius accedere ejusque studiis invitus favere cogebatur.
Id unum dumtaxat <constat> eum ut sua borra sibi servaret, cum
aliorum opes a popularibus arriperentur, aliquamdiu gratiam
plebis aucupari studuisse: quod primum quidem succedere
visum est, ut scriberet:
<831-32> 1tÍ<HSt XP'JÍflU't'' oA.scrcra, Ct1tlcr't'Ín 8 'scrácocra
18 1153 Mette/Sch/echta : 153 Colli/Montinari
19 576 Mette/Schlechta : 566 Colli/Montinari
- 94 -
Es claro entonces que Teognis, nacido de familia noble, como
adolescente pasó su tiempo en diversiones, puesto que en esta época los
nobles megarenses ya se mostraban indignos de la antigua integridad
de costumbres y se hallaban corrompidos por una conducta disipada
e indulgente. A esta jovialidad de ánimo y ligereza se refieren:
V. 1122 «con la juventud y la riqueza entibiando el corazón».
V. 1153 «que pueda vivir sin daño ni experimentando el mal,
gozando de riquezas lejos de vulgares inquietudes».
v. 567 «me regocijo en mi juventud, divirtiéndome».
Pero ya las perturbaciones sociales iban socavando la república, y no le
estuvo permitido en adelante gozar de una vida segura y agradable. De día
en día, por decir así, observó que los principios en los que ya desde niño
fue formado eran despreciados no solo por los plebeyos, sino también
por los aristócratas. Especialmente cuando vio que la sangre noble se
contaminaba con las uniones conyugales de gente nueva. Emprendió
con la mayor indignación su combate contra los males que se cernían
amenazantes sobre el sistema político, con la dureza que le fue posible
censuró además a los nobles indignos, y ofendió los sentimientos de la
gente común con inflamado odio. Pero nada abatió más su particular
arrogancia e indignación que el hecho de que, como un medio de salvar
su vida, se vio forzado a acercarse más íntimamente a la gente común y
a favorecerla, a pesar suyo, en sus propósitos. Solo de esto al menos se
tiene conocimiento: que para salvar sus bienes personales cuando las
riquezas de los demás eran arrebatadas por los del partido popular, se
esforzó por algún tiempo en congraciarse con la gente común; en esto
pareció inicialmente haber tenido algún éxito, ya que escribió:
VV. 831-32
Por confiar perdí mis posesiones, y por desconfiar las conservé;
mas pensar en ambas cosas se me torna amargo.
- 95 -
 tamen eum fefellit, cum adversarii, qui ejus nobilitatis studium
specie popularis animi mal e tectum perspexerunt ei bona eriperent
et ejus vitam in summum periculum vocarent.
Summa igitur penuria pressus, ab inimicis illusus, molestus
suis amicis, immo proditus ab amicis, quod valde queritur, fugere
constituir et primum dubitavit, num suam uxorem -si recte video-
Argyrin secum duceret et ipsi adulescentulo Cyrno, quem paterno
animo diligebat, proposuit, num forte secum itineris et fugae
labores sustinere vellet. Non autem satis apparet, num hi eum
secuti sint necne. In Boe<o>tia vero benigne speravit se exceptum
iri ab optumatibus Lebadeae urbis, cum nobiles Megarensium
a. 559 recordaretur in condenda Heraclea Pontica a Boe<o>tiis
optume adjutos esse. Num vere eo venerit, non adseverare ausus
sim. Id vero, quod ipse memorat, certum est eum in Sicilia diu es se
versatum <et Megarae Hyblaeae civitate donatum> 22 et Suidae
testimonio, quod jam attulimus, confirmatur et Plat<o> leg<es>
I/3 p. 630, qui eum noA.h11v "C&v EV LtKEAÍ~ McyapÉcov vocat, unde
error priorum Theognidis editorum fluxit, qui statuerent natum
esse poetam Megarae Hyblaeae. Sed multis exemplis doceri potest
eximios litterarum artiumque laude viros cives coloniarum et
originum et fuisse et vocatos esse, veluti Archilochum Parium et
Thasium, Protagoram et Hecataeum juniorem Tejos et Abderitas,
Terpandrum Boeotium et Lesbium, Mimnermum Colophonium
et Smyrnaeum.
20 óetA.óc:;· editores
21 ¿xepoic:; Mette/Schlechta : ¿xepmc:; Colli/Montinari
22 <et Megarae Hyblaeae civitate donatum> Mette/Schlechta : Colli/Montinari omitt.
23 Plat<o> leg<es> Colli/Montinari: Plat. legg. Mette/Schlechta:
- 96 -
Se engañó, sin embargo, puesto que sus adversarios, que percibieron
que su afición por la nobleza estaba apenas oculta por una apariencia
de espíritu popular, le arrebataron sus bienes y pusieron su vida en
el mayor peligro.
V. 1106
Ay de mí, hombre despreciable, y por cierto, objeto de burla para mis
enemigos!
Así pues, oprimido por la más grande miseria, ridiculizado por sus
enemigos, molesto para sus amigos, incluso traicionado por los amigos
-de lo que se queja intensamente-, Teognis se decidió a huir y dudó
primero si llevaría consigo a su esposa Argiris -si entiendo bien- y
propuso lo mismo al adolescente Cirno, a quien amaba con paternal
afecto, por si estuviera dispuesto quizá a soportar con él las fatigas del
viaje y de la fuga. No hay prueba suficiente, sin embargo, de si ellos lo
siguieron o no. Mas en Beocia esperó ser recibido benigna mente por
los aristócratas de la ciudad de Lebadea, ya que él podía recordar que
los nobles de los megarenses fueron ayudados de la mejor manera
por los beocios en la fundación de Heraclea Póntica el año 559. Si
acaso de verdad vino allí no me atrevería a afirmarlo. Pero, cosa que
él mismo recuerda, lo cierto es que estuvo viviendo por un largo
tiempo en Sicilia, y fue honrado con la ciudadanía de Megara Hiblea;
esto es confirmado también por el testimonio de Su idas, cosa que ya
mencionamos, y por Platón, Leyes 1630, que lo llama «ciudadano de
los megarenses en Sicilia»28 • De ahí procedió el error de los primeros
editores de Teognis, que determinaron que el poeta había nacido en la
Megara Hiblea 29 • Mas puede demostrarse con muchos ejemplos, que
hombres distinguidos por su reputación en las letras y las artes eran
y fueron designados ciudadanos de las colonias y de sus metrópolis,
como Arquíloco de Paros y de Taso, Protágoras y Hecateo el Joven,
de Teo y de Abdera, Terpandro de Beocia y Lesbos, Mimnermo de
Colofón y Esmirna.
28 Platón Leyes 163oa: n:oA.hr¡v -r&v ¿y LlKEAÍQ. MeyapÉwv.
29 Carriere da una explicación razonable frente a la confusión que rodea la identidad de
la ciudad natal de Teognis (Carriere, 2003. 3-8).
97 -
 In Sicilia exilium mediocriter toleravisse se ipse profitetur et si
quis cupere ve lit, quae sit suarum rerum conditio, nuntiari jubet:
<520> roe; s'Ó J..lSV xaA.sn&c;, roe; xaA.sn&c; ós J..láA.'
Exilii molestia ea re inprimis videtur deminuta esse, quod
exulantes optumates per mutua commercia communi consilio
semper id agebant, ut in patriam restituerentur suamque pristinam
dignitatem recuperarent. Ex Sicilia in Euboeam Theognis navi
advectus esse videtur, cujus insulae nobiles, quibus erant opibus
et luxu, magnifice et splendide exulem exceperunt. Ultimam
vero exilii partem Spartae degit, ut ita dicam, in nobilitatis sede,
unde maxime exules sperabant se auxilium contra suos malos
cives accepturos esse. Quae spes eos videtur non fefellisse. Non
enim est credibile hos exules sua sola vi, non ab aliis adjutos in
patriam irrupisse, plebem vicisse, rerum iterum potitos esse.-
Haec fere omnia, quae de ejus vita ante exilium et in exilio
peracta explorata habeamus: restat, ut quae poeta de ultima vitae
parte significaverit, perscrutemur, pauca scilicet neque gravia.
In rebus publicis majore moderatione, quam antea versatus
est, ita ut ipsa ejus in plebem indignatio et odium videretur
consenuisse. Valde quidem doluit asperis calamitatibus, quibus
optumates sibi amicissimi et in suam salutem bene meriti duarum
urbium profligati sunt, Cerinthi et Megarae Hyblaeae, id quod
jam commemoravimus. Ceterum a severis praeceptis, quibus
suam juventutem aluerat, senex magis magisque recessit, cujus
rei certa indicia deprehendere possumus.
De morte jam diximus nihil constare: secutam esse verisimile
est paulo post a. 484, cum de Megara a Gelone capta audivisset
et dolore maestitiaque consumeretur.
98
Él mismo reconoce que toleró moderadamente su exilio en Sicilia,
y si alguien quiere saber cuál pudo ser la situación de sus asuntos, él
desea que se diga:
s'Ó.
V.520 bien, pero con dificultad; y con dificultad, aunque
bastante bien30 •
El infortunio del exilio parece disminuido sobre todo por el hecho de
que los aristócratas en exilio siempre procuraban, mediante relaciones
mutuas y de acuerdo a un plan común, ser reinstalados en la patria
y recuperar su antiguo estatus. Parece que Teognis llegó en una
nave desde Sicilia hasta Eubea, una isla cuyos nobles, poseedores de
recursos y lujo, recibieron en forma magnífica y espléndida al exiliado.
Pero la última parte del exilio la pasó en Esparta, por decir así, en la
sede de la nobleza, de donde los exiliados esperaban particularmente
que habrían de recibir auxilio contra sus hostiles conciudadanos. Esa
esperanza parece no haberse frustrado. Por cierto que no es creíble
que estos exiliados invadieran su patria con su propia fuerza militar
sin la ayuda de otros, vencieran al partido popular y retomaran el
control del gobierno.
Estos son casi todos los sucesos comprobados que poseemos sobre
la vida de Teognis transcurrida antes del exilio y en el exilio. Resta que
se examine con cuidado lo que el poeta haya dado a entender acerca
de la última parte de su vida, pocas cosas, por cierto, y no de peso. Se
implicó en los asuntos públicos con mayor moderación que antes, de
modo que su misma indignación y odio en contra del pueblo pareció
haber perdido fuerza. Se afligió muchísimo por las violentas calamidades
a las que los aristócratas se vieron sometidos en dos ciudades, Cerinto
y la Megara Hiblea, asunto que ya hemos mencionado. Gente de lo
más amiga para él y muy dignos de merecimientos en relación con su
propia salvación. Por lo demás, como anciano se alejó cada vez más
de las severas normas que había sustentado en su juventud, de lo que
podemos reconocer ciertos indicios.
Ya hemos dicho que nada se sabe de su muerte. Es probable que
haya tenido lugar poco después del año 484, cuando oyó el anuncio
de que Megara había sido capturada por Gelón, y se sintió morir de
dolor y tristeza.
30 Cf. Gerber, 1999, nota 3.
99
 4. Cum igitur vitam Theognidis paucis adumbraverimus,
Welckerum aggrediamur opus est, qui prorsus aliter singulas
res disponat novamque rerum seriem connectat. Theognidem
enim dicit, ut in libro suo abunde faciat palam, ínter exules fuisse
optumates et scripsisse eo tempore, quo principatus eorum, post
victam pugna plebem restitutus denuo populari statui cessisset
qui ad 01. 89, 1 usque teneret. Patrimonium, si cum reliquorum
turba quod valde dubium una regressus [esset,F 4 recepisset
poeta, tune certe ei iterum demptum esse. Quo dum possessores
de plebe gaudere, dum honores mandari hominibus a republica
antea prohibitis et nobilem adeo sanguinem victrici factioni
sponte concesso connubiorum jure, novorum hominum conjugiis
maculatum videret, indignationem videri versum fecisse.
Quid igitur fit? Nonne res mirum in modum discinduntur?
Profecto multae oriuntur difficultates, quarum gravissumam
elegisse sufficiat. A. 510 imperium fuit penes optimates: post
hunc annum paulatim omnia illa mala irrepsisse in rempublicam
Welckerus censet, in quae acerbissime invectus est Theognis.
At quid fecit poeta ante hunc annum? Nihilne scripsit? Sane
scripsit: ex exilio misit elegías ad Cyrnum v. 1197. Et jam ante
exilium 53-60:
24 regressus [esset,] Mette/Schlechta: regressus esset Colli/Montinari
- 100-
4. Así pues, ya que hemos podido esbozar en unos pocos aspectos
la vida de Teognis, es conveniente que abordemos a Welcker, quien
ordena cada uno de los eventos de un modo totalmente diferente,
y establece una nueva secuencia de acontecimientos. Él dice que
Teognis -como lo hace ver en su libro con manifiesta claridad- estuvo
justamente entre los aristócratas exiliados, y escribió en el tiempo
en que la supremacía de estos, restaurada después que el pueblo fue
derrotado en batalla, debió haber pasado de nuevo al bando popular,
que la habrían conservado hasta la Olimpíada 89. Si cuando regresó
el poeta con la multitud de sobrevivientes, cosa muy dudosa, hubiese
recobrado su patrimonio, entonces con seguridad se lo hubieran
quitado de nuevo. Por lo que, viendo que los propietarios plebeyos31
estaban complacidos mientras se otorgaban honores a hombres que
habían sido anteriormente apartados de la gestión pública, y que aún
más, la sangre noble estaba siendo contaminada por matrimonios
de hombres nuevos, que habían cedido voluntariamente a la facción
vencedora el derecho de casamientos mixtos, su indignación parece
haberse convertido en verso.
¿Qué sucede pues? ¿Los acontecimientos no se están despedazando
de un modo asombroso?
Indudablemente surgen muchas dificultades, de las que basta elegir
la más grave. El año 510 el poder supremo estaba en manos de los
aristócratas; Welcker piensa que después de ese año comenzaron a
insinuarse gradualmente en la administración pública todos aquellos
males contra los que Teognis se enfrenta del modo más amargo. ¿Pero
qué hizo el poeta antes de este año? ¿Nada escribió? Sin duda que
escribió: envió desde el exilio elegías a Cirno (v. 1197). Y ya antes del
exilio escribió los siguientes versos:
31 Estos possessores serían los nuevos ocupantes de tierras que, desde el punto de vista
de sus antiguos dueños, eran solo «posesores» que habían usurpado sus predios.
- 101 -
 Kúpvs, rcóA.tc; ¡.t8v 88 'fí8s rcóA.tc;, A.aoi 88 8i¡ liA.A.m,
o'i rcpócr8, OUTE 8íKac; n8scrav OUTE VÓ¡.touc;
aA.A.' a¡.t<pl rcA.supñcrt 8opac; aiy&v KaTtTptPov
SSffi 8 ' <ÜcrT' SAU<pOl Tfícr8 ' EVt¡.tOVTO TCÓAEOc;.
KUl vuv t'ícr, aya8oí, IToA.urcat8r¡. oi 88 rcpiv 8cr8A.oi
25
vuv 8stA.oí· úc; KEV TUDT' avsxmT' 8crop&v;
Qui versus fieri non potest ut ad has dissensiones civiles, quas
Welcker dicit referri possint, eum eis plebeji ante has perturbationes
rure pellibus amicti degisse dieantur, urbem haud minus, quam
eervi fugientes: quod eum ratione historiea non quadraret;
quoniam plebeji jam prima reipublieae eonversione in urbem
ingruebant et diu se in luxuriam et lieentiam effundebant; his
versibus apparet deseribi rerum statum, in quo urbs ante exilium
Theognidis fuerit. Tune igitur jam oi npiv óetA.oi dignitatem 1:&v
ayaO&v usurpaverant: tune Theognidi borra vi erepta sunt:
346 xpi¡¡.taT, sxoum Pín
cruA.i¡cransc;. 8ycb 88 KÚrov 8rctpacra xapá8pr¡v
26
XEl¡.tÚppcp TCOTU¡.t<{) TCÚVT' UTCOcrEmÚ¡.tEVOc;.
Tune Theognis summa penuria vexatus illas elegias eomposuit,
quibus nevi11v vehementissime exseeraretur.
Quid igitur demonstravimus? Eadem, quae poeta Wel<e>keri
quidem sententia post exilium perpessus est, jam ante exilium
perpessum esse, ita ut omnes res tamquam iterarentur.
25 ecrop&v; Mette/Schlechta : ecrop&v· Colli/Montinari
26 cruA.i¡crav-r:Et;. Mette/Schlechta : cruA.i¡cravtet;- Colli/Montinari
- 102 -
vv.s3-6o.
Cirno, esta ciudad es por cierto aún una ciudad, pero sus habitantes
son ciertamente otros;
esos hombres que no conocían anteriormente ni de juicios ni de leyes,
sino que usaban pieles de cabras en sus costados,
y como ciervos se diseminaban fuera de esta ciudad.
Ellos son ahora los buenos, Polipaides; y los anteriormente nobles
son ahora los villanos. ¿Quién viendo esto podría soportarlo?
Estos versos no pueden haberse escrito para servir de referencia
a las disensiones sociales que menciona Welcker, como para decirse
que antes de estas perturbaciones los plebeyos vivían en el campo
cubiertos con pieles, huyendo de la ciudad no menos que como los
ciervos. Esto no armonizaría con la explicación histórica; porque los
plebeyos ya desde el primer cambio en la forma de gobierno habían
iniciado su asalto a la ciudad, y por largo tiempo se fueron abandonando
a la codicia y el desenfreno. Parece que en estos versos describen el
estado de cosas en la ciudad antes del exilio de Teognis. Porque en
ese momento los ya «anteriormente villanos» [oi npiv óetA.oi] habían
usurpado la posición de los «anteriormente nobles» [npiv ayaOoi]: en
ese entonces los bienes de Teognis le fueron arrebatados por la fuerza:
VV. 346-8
retienen mis posesiones despojándome por la fuerza.
Mientras yo, perro que cruza la quebrada,
estoy siendo sacudido por entero en su torrente invernal.
Fue entonces que Teognis, hostigado por la más grande necesidad,
compuso estas elegías, en las que llegaría a maldecir violentamente
a la pobreza.
¿Qué hemos demostrado, en consecuencia? Que según el parecer
de Welcker, lo mismo que el poeta sufrió después de su exilio lo
había sufrido ya antes del exilio, de modo que, por decir así, todos
los acontecimientos se estarían repitiendo.
- 103 -
 At qua necessitate coacti sumus, ut tam contarte interpretaremur?
Num versus extant, quibus hanc rerum iterationem signicare
videatur poeta? Non extant, nulla urguet necessitas.
Quamquam non abnuerim cum ea ratione, qua ego vitam
poetae descripserim non prorsus congruere praeter Wel<c>kerum
eorum, qui omnino vitam poetae, sive obiter, sive copiosius
narraverint, judicia et rationem. Fere unusquisque eorum in hac
illa re suam propriam secutus est viam, quam magis ingeniase,
quam acute et ad historicam veritatem accommodate nobis
proponit. Sic K. O. Müller: «Bei einer gewaltsamen Vertheilung
des Grundbesitzes war Theognis, der gerade auf einer Seereise
abwesend war, des reichen Erbes seiner Vater beraubt worden».
Sed haec vaunA.í11 (1202}, ex quo uno vocabulo fluxit haec
conjectura, est ipsum exilium, quamquam nemo hoce Mülleri
verbis conicere potest.
Jam restat ut colligam et summatim repetam, de quibus re bus
scriptum sit.
Theognis Megarae natus est.
a.563?
543? primum poeta inclaruit.
533 certamen contra populares incepit.
530-10 bonisque privatus penuriaque confectus
exulavit, versatus est in Sicilia, Euboeae,
Spartae, cum ceteris exulibus rediit, plebe
proelio victa pristinam recuperavit dignitatem.
506 Cerinthi nobiles a plebe expulsas elegía
questus est.
484 in Megaram Hyblaeam a Gelone captam
elegiam composuit.
Haud multo post obiit.-
- 104 -
¿Pero qué necesidad nos fuerza para hacer una interpretación tan
intrincada? ¿Existen acaso los versos en los que el poeta parecería dar
a entender esta repetición de acontecimientos? Ya que no existen,
ninguna necesidad nos obliga.
No puedo negar que la metodología que usé para narrar la vida del
poeta no corresponde en absoluto con los juicios y estrategias de
quienes, a excepción de Welker, han narrado, sea incidentalmente o
en más detalle, la vida del poeta. Prácticamente cada uno de ellos ha
seguido en este asunto su propio camino, alguno nos lo propone en
forma más ingeniosa, otro con precisión y de un modo acomodado
a la verdad histórica. Así, K. O. Müller: «En una violenta distribución
de la propiedad de la tierra, Teognis, que estaba ausente en un viaje
por mar, fue despojado del rico patrimonio de sus padres». Pero este
«viaje por mar» (vaunA.í11) (v. 1202), de cuyo solo vocablo surgió esta
conjetura, es el exilio mismo, aunque nadie puede inferir esto de las
palabras de Müller.
Queda ahora la tarea de reunir repetir en forma sumaria los sucesos
descritos.
5537 Teognis nace en Megara (cf. Gerber, 1999: 167-75).
543? El poeta gana celebridad por primera vez.
533 Inicia su lucha contra la facción popular.
530-10 Privado de sus bienes y abatido por la falta de medios
decidió exiliarse. Pasó un tiempo en Sicilia, Eubea,
Esparta. Volvió con el resto de los exiliados, recuperó
su antiguo rango una vez que la plebe es vencida en
batalla.
506 Lamentó en una elegía la expulsión de los nobles en
Cerinto por la facción popular (cf. Gerber, 1999: 33).
484 Compuso una elegía sobre Megara Hyblea,
conquistada por Gelón.
Muere no mucho después.
- 105
11. De Theognidis scriptis.
5. Utrum veterum, inprimis Xenophontis et Isocratis de
Theognidis poesi judicia sequerer an nostratum vestigia in re
perquam controversa ingrederer, diu multumque dubitavi. Illos
enim aetati ejus propio res nescio an verisimilius sit de eo rectius
judicasse, quam nos recentiores viros: quibus non minus obstat,
quod eis e misera carminum farragine coniciendum est, non e
totis integrisque carminibus, quam illud, quod apud veteres
scriptores, ut docuimus, cum de ejus temporibus patriaeque
conditione, tum de ejus vita manca et rara est memoria.
Cum vera nuperrime in quaestionibus Theognideis diutius versatus
essem et ipsius Theognidis reliquias identidem perlustrassem,
neque illis neque his omnibus in partibus suffragandum esse
mihi persuasi.
Ut enim paucis complectamur, quae veteres diversis antiquitatis
temporibus de Theognideae poeseos genere judicaverint: Isocratis
aetas in eo magistrum morum severissimum vidit, in ejus libro
crúyypUJlJlU 7CEpl avepffircrov vel 7CEpl apETfí<; KUl KUKÍU<; (Xen. in
Stob. Serm. 88, p. 499. 27 Platon. cf.leg. I p. 630 Isocrat. ad Nicoclem
c. 12.) qui liber jam in puerorum discentium usum abiit, fortasse
ne integer quidem, sed sententiarum excerpta, quae memoriae
mandare discipuli jubebantur (Isocr. ad Nicocl. init. Aeschin. c.
Ctesiph. p. 525 Reiske). 28 Ex qua libri fortuna nescio an omnium
veterum judiciorum, quae post Xenophontem prolata sint,
caussae repetendae sint. Cum enim pueri litterarum adhuc rudes
ut Theognidi operam darent ediscendo coacti essent et ex eo
quasi omnis doctrinae elementa haurire jussi essent: factum est
ut Theognidis versus quidem in vulgarem et cotidianum usum
abirent et saepissime in sermone citarentur, id quod nos e veterum
scriptis cognovimus, in quibus hic illic aliqua Theognidis sententia
27 (Xen<ophon> in Stob<aei> Serm<ones> 88, p. 499. [Platon. con<f>er leg<es> 1p. 630
lsocrat<es> ad Nicoclem c. 12]) :sic Colli/Montinari
28 [lsocr<ates> ad Nicocl<em> init<ium> Aeschin<es> c<ontra> Ctesiph<ontem> p. 525
Reiske] :sic Colli/Montanari
- 106 -
11. Sobre los escritos de Teognis
5. Por mucho tiempo y en diversas ocasiones, dudé si seguir
específicamente las opiniones de jenofonte y de lsócrates sobre la
poesía de Teognis, o las huellas de nuestros estudiosos en este asunto
extremadamente controvertido32 • Ignoro realmente si aquellos más
cercanos a su época lo han interpretado más correctamente que nosotros;
estudiosos más recientes, lo hemos hecho. No es un obstáculo menor
el tener que hacer conjeturas a partir de una mezcolanza miserable de
poemas, y no de poemas completos e intactos, como lo hicieron los
escritores antiguos. La memoria es débil y los datos escasos, como
lo hemos mostrado, no solo sobre sus tiempos y de la condición de
su patria, sino también sobre su vida. Pero como muy recientemente
he reflexionado en las cuestiones teognídeas profundamente, y he
examinado varias veces los fragmentos del mismo Teognis, he logrado
persuadirme de que no se debe favorecer ni a unos ni a otros en todos
los respectos33 •
Procedemos a resumir, entonces, en pocas palabras lo que los
escritores antiguos han juzgado del carácter de la poesía teognídea
en los tiempos antiguos. La época de lsócrates vio en él un maestro
severísimo de las costumbres; basta considerar su libro Tratado sobre
los hombres, o Sobre la virtud y la maldad (Jenofonte in Stob. Serm. 88,
p. 499; también Platón, Leyes 1630; lsócrates ad Nicoclem c. 12.). Este
libro terminó siendo usado en el aprendizaje de los niños, tal vez ni
siquiera completo sino sus extractos de opiniones, que se hacían
memorizar a los estudiantes (lsócrates ad Nicoclem init., Esquines
contra Ctesiphon, p. 525 Reiske).
Debido al destino dellibro 34, no estoy seguro si haya que evocar las
causas de todas las opiniones de los antiguos que han sido expresadas
después de jenofonte. Puesto que los niños eran todavía inexpertos en
las letras como para que se vieran forzados a trabajar memorizando a
Teognis, y se les obligara a extraer de él prácticamente todos los principios
básicos de su enseñanza. Ahora bien, sucedió que los versos de Teognis
se desviaron al uso vulgar y coloquial, y comenzaron a mencionarse
32 Una duda existencial, que en un tiempo no lejano le conduce a posiciones cada vez
más radicales frente a la filología clásica de la mayoría de los estudiosos de su tiempo.
33 Es decir, ni ser favorable a los escritores antiguos ni a los más recientes.
34 Con fortuna se alude al destino que sufrió.
- 107
laudatur -poetam vero Theognidem, non magistrum fuisse
mox obliti esse videntur veteres. Unde recte intellegi possunt
Plutarchi verba in aud. poet. 29 c. 2 p. 16 qui Theognidis dicit
sententias (yvm~oA.oyíw;) esse A.óyouc;, qui ut solutam orationem
effugiant metro et numero pro vehiculo (ox11~a) utantur. Accedit
quod integra Theognidis carmina paulatim prorsus evanuerunt,
cum pueris ex eis nihil utile esse censerent nisi has excerptas
sententias: quis vero vir non se indignum habuit iterum ad
puerorum rudimenta accedere? Id quod dilucidis verbis dicit Dio
I p. 74: (up '&v (0sóyvt8oc;, <l>mKuA.í8ou) TÍ üv cb<pcA.Tt9fívat8úvatTo
UVllP ~~tv 0~010<;; 30
Ex hac carminum fortuna caussa est repetenda, cur nobis
carmina in miserrima conditione, disjecta et interrupta, mixta
cum parodiis aliorumque poetarum versibus tradita sint. Quo vero
tempore horno sciolus, qui litteratum egit, versus Theognidis ex aliis
scriptoribus et ex illis sententiarum excerptis collectos in unum
congesserit, de hac re id unum statuam jam Stobaeum librum in
eandem formam redactum, qua nunc exstaret, manu trivisse: cui,
quod a Bergkio accurate doctum est, etiam id addam nullo pacto
id esse factum ante Cyrillum, (433); hic enim Theognidem fatetur
scripsisse XP11<no~a9fí \jllAU Kai KEKO~\j!EU~Éva ónota nsp üv Kai
Th9at Kopíot<; Kai ~l)v Kai nat8aymyoi <patsv üv vou9cTOUVTE<;
TU ~stpáKta. Quibus ex verbis apparet quantopere ille Theognis
quem Cyrillus tanquam nutrimentum infantium censuit, ab hoc
Theognide abhorruerit, quem hodie, mixtum cum amatoriis,
potoriis, quin etiam obscenis fragmentis, ex rudi et indigesta
conflatum farragine habemus.
29 in aud<iendis> poet<is>: sic Colli/Montinari
30 Of.LOto~; Mette/Schlechta : Of.LOto~· Colli/Montinari
108
con mucha frecuencia en la conversación, cosa que nosotros hemos
aprendido de los escritos de los antiguos, en los que aquí y allá alguna
sentencia de Teognis es citada. A decir verdad, parece que los antiguos
olvidaron pronto que Teognis fue un poeta, no un maestro de escuela.
Podemos entender así correctamente las palabras de Plutarco en De
Audiendis Poetis, c. 2, p. 16, que dice que las sentencias (yvm~oA.oyíac;)
de Teognis son discursos (A.óyouc;) que, para evadir la prosa, utilizan el
metro y la cadencia como vehículo (ÜXJl~a). Ocurrió gradualmente que
los poemas completos de Teognis prácticamente se desvanecieron, ya
que se estimaba que no había nada útil para los niños con excepción de
estas sentencias escogidas. ¿Quién, honestamente, cuando hombre no
consideró indigno de acercarse nuevamente a rudimentos de niños? Así
lo dice Dión en lúcidas palabras, 1p. 74: «De ellos [Teognis, Focílides]
cómo podría un hombre como nosotros beneficiarse?»35 •
Este destino de los poemas de Teognis nos obliga a evocar la causa
de por qué los poemas fueron transmitidos en condición misérrima,
dispersos e interrumpidos, mezclados con parodias y versos de otros
poetas. En qué época realmente un cierto diletante, con pretensiones
de hombre de letras, pudo haber acumulado los versos de Teognis,
que él reunió en un conjunto a partir de otros autores y de aquellas
selecciones de sentencias, esta sola cosa deseo proponer: que ya
Estobeo habría utilizado personalmente un libro ordenado en la misma
forma que hoy todavía existe. Deseo añadir, a lo que Welcker demostró
detalladamente, que en ningún caso esto fue hecho antes de Cirilo (433
d. C.). Cirilo declara efectivamente que Teognis escribió: 'crestomatías
simples e incisivas, del tipo que tanto las nodrizas dirían a las niñas como
los pedagogos seguramente harían al aconsejar a los adolescentes'.
Estas palabras revelan hasta qué punto ese Teognis, que Cirilo señaló
como un alimento para infantes, pudo haber diferido de este Teognis
que hoy, mezclado con fragmentos amatorios y conviva les, e incluso
partes obscenas, encontramos fusionado a consecuencia de una tosca
y desordenada mezcolanza.
35 Dión Crisóstomo, Oratio 11, ad init. (cf. Harrison, 1902: 87-8).
- 109 -
 Ut igitur, cur a veterum de Theognide judiciis recedendum
esse censeam, paucis expromam: nemo, quoad sciam, tempora,
quibus floreret poeta ejusque vitam perscrutari studuit, nemo legit
Theognidem, ut ejus poesi delectaretur, sed plerique ut sententias
morales ex eo carperent et ediscerent. Nemo denique operam dedit,
ut carmina incorrupta et integra ad posteros transirent: Theognidi
vero id contigit, quod Horatius a se deprecatur: Sat<urae> I, 10 31
An tua demens
Vilibus in ludis dictari carmina velis?
Non ego.-
6. Priusquam nostris temporibus memoria rerum antiquarum
adhiberetur ad Theognidis reliquias recte intelligendas, fieri non
potuit quin docti homines perverse de Theognide judicarent:
quamquam non tam perverse, quam eis judicandum esset, nisi
pudor restitisset et nimia quaedam antiquitatis aestimatio quominus
clarissimo Graecorum poetae obtrectarent. Unus omnium Goethe
[ingenue] 32 quid sibi ipsi visum sit de Theognide, ingenue hisce
verbis profitetur:
(Goethe, ges. Werke, Band V, 549)
<«> 33 So erinnre ich mich ganz wohl, daB wir uns 1n JUngerer
Zeit mit dem Theognis zu wiederholten Malen abgequiHt und ihm
als einem padagogisch gesinnten, rigorosen Moralisten einigen
Vortheil abzugewinnen gesucht, jedoch immer vergebens, deshalb
wir ihn denn <aber und> abermals bei Seite legten. Erschien er uns
doch als ein trauriger <un->griechischer 34 Hypochondrist. Denn
wie konnte wohl eine Stadt, ein Staat so verderbt sein, daB es den
Guten durchaus schlecht, den Schlechten gewiB gut gienge, in dem
Grade, daB ein rechtlicher, wohldenkender Mann den Gottern alle
Rücksichten auf redliches und tüchtiges Wollen <und Handeln>35
31 Sat<urae> Colli/Montinari: Sat. Mette/Schlechta
32 [ingenue]Mette/Sch/echta:::;; ingenue;;:;: Colli/Montinari
33 <«> So Colli/Montinari
34 <un->griechischer Mette/Schlechta: griechischer Colli/Montinari
35 <und Handeln> Mette/Schlechta
- 110 -
Para explicar en pocas palabras por qué considero que hay que
alejarse de las opiniones de los antiguos acerca de Teognis: nadie,
hasta donde sé, puso empeño en examinar con cuidado los tiempos
en los que floreció el poeta, así como su vida; nadie leyó a Teognis
como para deleitarse de su poesía, sino la mayoría para sacar de él
sentencias morales y memorizarlas. Nadie, en fin, se esforzó para
que los poemas pasaran incorruptos e íntegros a la posteridad. Por
el contrario, sucedió con Teognis lo que Horacio intenta con súplicas
alejar de sí: (Sat. 110, 74-6)
¿Es que, como un demente,
querrías que tus poemas fueran recitados en escuelas comunes?
Yo no.
6. Antes que en nuestros tiempos el recuerdo de los sucesos antiguos
se aplicara a la comprensión correcta de los remanentes de Teognis, la
gente instruida no pudo dejar de hacer juicios erróneos acerca de él:
aunque juicios no tan erróneos que los que debieron haber hecho, si un
sentimiento de pudor y una excesiva estimación de su antigüedad no
lo hubieran impedido como para criticar a un poeta famosísimo entre
los griegos. Uno solo entre todos, Goethe, declara ingenuamente con
estas palabras su parecer sobre Teognis:
(Goethe, Ces. Werke, vol. V, 549)36
«Recuerdo muy bien que en nuestra juventud nos afanábamos en
repetidas ocasiones con Theognis, y buscábamos encontrar en él
algún mérito como moralista pedagógicamente bien intencionado y
riguroso, sin lograrlo jamás. Por eso lo dejábamos de lado una y otra
vez. Se nos mostraba como un hipocondríaco triste y no griego. Pues,
¿cómo puede una ciudad, un Estado ser tan pervertido que a los buenos
siempre les iba mal y los malos absolutamente bien, hasta el punto
que un hombre honesto y juicioso persistiese en negar la naturaleza
36 Goethe, reseña de Wilhelm Ernst Weber, Die e/egischen Dichter der Hellenen, en Siimmtliche
Werke, París: Tétot Freres, 1832, vol. s, 118.
111 -
abzusprechen verharrte? Wir schrieben diese widerwanigen Ansichten
der Welt einer eigensinnigen Individualiüit zu und wendeten unsere
Bemühungen unwillig an die heiteren und frohsinnigen <Glieder> 36
seiner Landesgenossen».
Sed ipse Goethe egregie, quantopere suam mutaverit sententiam,
cum res Megarenses poetaeque casus ex bonis historicis cognovisset,
his verbis expromit:
«Nun aber, durch treffliche Alterthumskenner und durch die
neueste Weltgeschichte belehrt, begreifen wir seinen Zustand
und wissen den vorzüglichen Mann naher zu kennen und
zu beurtheilen. Megara, seine Vaterstadt, durch Altreiche,
herkommlich Adlige regiert wird im Laufe seiner Zeit durch
Einherrschaft gedemüthigt, dann durch Volksübergewicht zerrüttet.
Die Besitzenden, Gesitteten, hauslich und reinlich Gewohnten
werden aufs Schmahlichste offentlich bedrangt und bis in ihr
innerstes Familienbehagen verfolgt, gestort -verwirrt, erniedrigt,
beraubt, vernichtet oder vertrieben, und mit dieser Klasse, zu
der er sich zahlt, leidet Theognis alle moglichen Unbilden. Nun
gelangen dessen ratselhaften Worthe zum vollsten VerstandniB,
da uns bekannt wird, daB ein Emigrierter die se Elegien gedichtet
und geschrieben. Bekennen wir nur in ahnliche<n> 37 Fallen, daB
wir ein Gedicht wie Dantes Rolle weder denken noch begreifen
konnen, wenn wir nicht stets im Auge behalten, daB ein gros ser
Geist, ein entschiedenes Talent, ein würdiger Bürger aus einer
der bedeutendste<n> 38 Stadte jener Zeit, zusammen mit seinen
Gleichgesinnt<e>n39 von der Gegenpartei in den verworrensten
Tagen aller Vorzüge und Rechte beraubt ins Elend getrieben
worden».
36 <Giieder> Mette/Schlechta
37 ahnliche<n> Mette/Schlechta: ahnlichen Colli/Montinari
38 bedeutendste<n> Mette/Schlechta : bedeutendsten Colli/Montinari
39 Gleichgesinnt<e>n Mette/Schlechta: Gleichgesinnten Colli/Montinari
112 -
benevolente de los dioses? Nosotros atribuíamos esas ofensivas
opiniones a una individualidad peculiar, y volvíamos con cierta renuencia
nuestra atención a sus serenos y alegres compatriotas».
Pero el mismo Goethe cambió grandemente su opinión cuando conoció
de buenos historiadores sobre los acontecimientos de los megarenses
y las dificultades del poeta, y lo manifiesta con estas palabras:
«Pero ahora, informados por óptimos clasicistas y por la investigación
histórica moderna, podemos comprender mejor su situación y ser
capaces de conocer más de cerca la excelencia del hombre. Megara, su
patria, regida por una antigua y rica nobleza tradicional, con el paso del
tiempo es humillada por una dictadura y arruinada por la supremacía
del pueblo. Los propietarios y bien educados, que estaban habituados
a un vida doméstica tranquila y ordenada, fueron públicamente
atacados de la manera más ignominiosa y son perseguidos hasta en su
más íntimo consuelo familiar, perseguidos, perturbados, humillados,
mortificados, aniquilados o desterrados y, junto a esta clase, de la cual
él es miembro, Teognis sufre todo tipo de vejaciones y tribulaciones.
Sus enigmáticas palabras pueden ser entendidas más completamente
cuando se comprende que un exiliado escribió y compuso esas elegías.
Debemos admitir entonces que no podemos imaginar ni comprender
una poema como el Infierno de Dante si no tenemos presente que un
gran espíritu, un talento enérgico, un ciudadano digno de una de las
más importantes ciudades de su tiempo, junto con quienes compartían
su mismo modo de pensar, fue despojado de todas sus posesiones y
derechos por el partido contrario, y arrojado a la miseria en tiempos
extremadamente confusos».
- 113 -
 Cui judicio cum in universum suffragandum es se censeam, non
dubito quin in singulis hujus judicii partibus hoc illud accuratius
atque clarius expromi possit: quin etiam error inest in verbis et
ille quidem in ipsa re, quod Goethe omnes elegías ab exule poeta
compositas esse arbitratur, cum ne major quidem pars earum
in exilio scripta sit. Sed facile est intellectu, unde fluxerit hic
error: et jam attigimus, quod copiosius explicare et in clariore
luce ponere harum erit paginarum.
In quatuor igitur locis deinceps explanandis primum versabitur
nostra oratio: censeo enim
1. Theognidem suis carminibus ad Cyrnum compositis non
inscripsisse yvro¡.wA.oyíav neque yvcó¡..tw; npo~ Kúpvov.
2. Has elegías non esse compositas certa et circumscripta
vitae ejus parte.
3. Immo vero his elegiis poetam in omnibus vitae aetatibus
affectus suos animique sensus expressisse, nunquam autem
id egisse, ut praecepta daret magistri loco.
4. Item carmina convivalia et potoria, non esse ad certam
vitae ejus aetatem referenda.
7. Primum quem dixi locum, quamquam jam Welcker eum
propemodum ita expedivit, ut nihil mihi relinqueretur quod
adjicerem, tamen a Bernhardyo hisce verbis «Überlieferter Titel
yv&¡..tat npo~ Kúpvov» perturbatum miror. Si vero quaeritur, cur
diutius in hac re levissima, quam significas se sufficiat, verser: cum
poesin Theognideam non fuisse gnomicam demonstrare conemur,
primum inscriptionem solitam, qua vulgo libellus fertur, opus est
avellamus, ne quis futilissimo hujus tituli argumento utatur ad
demonstrandum, gnomicam es se ejus poesin. In brevi Suidae ad
Th <eognidem> adnotatione hae ad Cyrnum elegiae ter memorantur
diversis semper nominibus «yv&¡..tat npo~ Kúpvov, yvro¡..toA.oyía,
napatvácrEt~;» cujus testimonio nemo dubitabit quin nihil sit
adtribuendum, cum sibi non constet et mirum in modum in hoc
nomine fluctuet. A Plutarcho carmina Theognidea yvro¡..toA.oyíat
114
Aunque opino que este juicio debe ser favorecido en general, no
dudo que en partes específicas de este juicio, Goethe pudo haberse
expresado aquí y allá más exactamente y con mayor claridad. Además,
un error está presente en sus palabras que se funda en todo caso en
el asunto mismo; porque Goethe piensa que todas las elegías fueron
compuestas por el poeta durante ese período, siendo que ni siquiera
la mayor parte de ellas habrían sido escritas en el exilio. Aún así es fácil
de entender de dónde se deslizó este error. Hemos alcanzado ahora
el punto en el que habrá que explicar en mayor detalle lo que sigue y
especificarlo con mayor claridad.
Por consiguiente, nuestra argumentación consistirá primeramente
en cuatro cuestiones, que deben ser explicadas. Porque creo que:
1. Teognis no tituló los poemas que compuso para Cirno «Colección
de Máximas» (yvro¡..toA.oyíav) ni «Sentencias a Cirno» (yvcó¡..ta~
npo~ Kúpvov).
2. Estas elegías no fueron compuestas durante un período específico
y preciso de su vida.
3. Más precisamente, en estas elegías el poeta expresó sus
sentimientos y las disposición de su espíritu a lo largo de su
vida, y nunca intentó dar consejos como en la posición de un
maestro.
4. Asimismo, los poemas convivales y de bebedores no deberían
ser asignados a una época determinada de su vida.
7. Aunque Welcker ya ha explicado el primer punto que mencioné de
tal manera que no quedaría casi nada que pudiera yo añadir, aún así me
siento confundido por estas palabras de Bernhardy: «del título tradicional
Sentencias a Cirno [yv&¡..tat npo~ Kúpvov]». Mas si alguien se pregunta
por qué estoy interesado en este asunto trivial por más tiempo del que
bastaría para mencionarlo, respondo: puesto que intento demostrar
que la poesía teognídea no fue gnómica, es esencial, en primer lugar,
desprenderse del título acostumbrado por el que la pequeña obra es
mencionada comúnmente; no sea que alguien haga uso del fragilísimo
argumento de este encabezamiento para demostrar que su poesía es
gnómica. En la breve observación de Su idas sobre Teognis, estas elegías
a Cirno son mencionadas siempre con estos tres nombres diferentes:
«Sentencias a Cirno», «Colección de máximas», «Exhortaciones» (yv&¡..tat
115 -
vocantur, a Stephano Byzantio et Aphthonio napatvÉcrsv;. Ac
redeundum est ad ea, quae de Theognideorum fato in hujus
capitis initio dixi: his titulis (yv&J.Lat, yvroJ.LoA.oyiat, napatvÉcrst<;)
significantur illa sententiarum excerpta, quae memoravi.
Antiquissimum de inscriptione controversa testimonium exstat
apud Platonem in Menone p. 95.
L:. E>f:oyvtv 1:ov not11n1v oicre' on Taina 1:afha A.f:yst;
M. f.v noiot<; enscrtV;
L:. f.v To1<; EA.sysiot<;
et sequuntur versus, qui etiam nunc leguntur.
De his verbis scrupulum injecit Schneidewin, cum ex interrogatione
EV noio<; enscrtv; et ex responso EV To1<; EA.sydot<; conjiciendum
esse diceret Theognidem etiam alius generis carmina praeter
elegias scripsisse: quod valde dubium, immo vero rejiciendum
est, dummodo recte interpretemur: EV noio<; enscrtv; in qualibus
versibus? (ut Arist. Nub. 638) vel «in qualibus sententiis? (ut
Ar. Thesm. 113, Av. 507). 40 Si vero haec verba eam vim, quam
Schneidewin vult, haberent, offenderim in EV noio<; enscrtv;
scriberem potius «EV noicp vel EV TÍVl enst;»; «in quo poemate»?
Scilicet non prorsus congruit responsum; sed haec respondendi
ratio est usitatissima in familiari sermone.
40 Sic Mette/Schechta: (ut Aristot<ophanes> Nub<es> 639 vel «in qualibus sententiis?
(ut Aristophanes> Thesm<ophoriazusae> 113 Av<es> 507) Colli/Montinari
- 116 -
npo<; Kúpvov, yvroJ.LoA.oyia, napatvÉcrst<;). Nadie podrá dudar que con
un testimonio como este es imposible atribuir algo siendo que es en
sí mismo inconsistente, y varía tan sorprendentemente en el nombre
del título. Plutarco llamó a los poemas teognídeos «Colecciones de
máximas» (yvroJ.LoA.oyiat), Esteban de Bizancio y Aftonio los llamó
«Exhortaciones» (napatvÉcrst<;). Es necesario volver a lo que dije acerca
del destino de los poemas de Teognis en el comienzo de este capítulo.
Los extractos de las sentencias que he mencionado son indicados con
estos títulos (yv&J.Lat, yvroJ.LoA.oyiat, napatvÉcrst<;).
El más antiguo testimonio sobre la controvertida titulación está en
el Menón de Platón p. 95 37 •
Sócr. ¿... <sino también> ¿sabes que el poeta Teognis dice estas
mismas cosas?
Men. ¿En cuáles poemas?
Sócr. En los elegíacos 38 •
Yvienen a continuación los versos que todavía hoy se leen.
Estas palabras inquietaron a Schneidewin 39 , porque de la pregunta
«¿en cuáles poemas?» (Ev noiot<; enstcrtv;), y de la respuesta «en los
elegíacos» (8v T01<; EA.syiot<;), él podía inferir que Teognis escribió
también otro género de poemas además de la elegías. Esto es muy
dudoso y debería ser rechazado, porque «¿en cuáles poemas?» (Ev
noiot<; enscrtv;) debe ser interpretado correctamente como «¿en
qué versos» (cf. Aristófanes, Nubes 638) o «¿en cuáles sentencias?»
(cf. Aristófanes, Tesmoforiantes 113; Aves 507). Pero si estas palabras
tuvieran el significado que quiere darle Schneidewin, tropezaría con
«¿en qué poemas?», y escribiría más bien «¿en qué poema?»; o «en cuál
o en qué canto?». «f.v noicp o f.v TÍVt enst;». Es decir, la respuesta no
concuerda del todo; pero esta manera de responder es muy utilizada
en la conversación coloquial.
37 Platón, Menón 95c-g6a. El filósofo considera que Teognis es ambiguo respecto a si la
virtud puede ser enseñada. Para mostrar esta ambigüedad, contrasta los versos 33-6
y 437-8 de la Teognídea.
38 En el texto de Nietzsche, como todas las citaciones griegas, están en el original.
39 Friedrich Wilhelm Schneidewin (1810-56), estudioso clásico, editor de los fragmentos
de los poetas líricos. Nietzsche se refiere probablemente aquí a su Delectus poesis
Graecorum elegiacae, iambicae, melicae (1838-g).
- 117 -
 Cum igitur Plato, quem integra cognovisse carmina perquam
est verisimile, illa eA.eyda vocet, non est cur dubitemus, quin hoc
nomine ipse Theognis inscripserit sua carmina. Alios vero titulos
jam recte vidit Welcker non indices esse libro alicui peculiares,
sed varia gnomicae poeseos vocabula.
8. Progredimur ad alterum locum, quem gravissimum puto,
cum in eo plerumque peccatum esse videatur: ita ut ipse verear,
ne in hac re controversa peccem.
Goethe -vel Weber, cujus sententiam secutus est- has ad
Cyrnum elegias ab exule poeta compositas esse censet, Wel<c>ker
ab aetate provecto ac laborante inopia, cum ex ilio rediisset, simili
modo Bernhardy: DaB Theognis die Gnomen im hohen Alter
abfaBte, darf man aus Stellen wie 527 ni cht folgern, sondern
nur nach dem Ton der geselligen Lieder 1077 ff. 1131 ff.; C. O.
Müller 41 post exilium, cum Theognis labores et certamina, quae
multo ante perpessus esset, describeret. En, tanta est inter viros
doctissimos de hac re judicii differentia. Unus omnium -Duncker,
Gr. hist. 42 optime, quamquam de Theognide non seorsum agit,
videtur in eandem sententiam abire, quam ego valde probo et
solam probabilem mihi persuasi: Theognidem per totam vitam
facta sensaque singulis aetatibus consignasse et his elegiis
mandasse. Quod facere non possum, quin ita demonstrem ut
elegiarum fragmenta, quas certa vitae aetate scriptas esse per
se intellegatur, eligam et inter se connexa proponam.
v. 53-58 ut jam docuimus
183-90
1109-14
173-85 ante exilium conscripti
833-36
1103-4
41 O. C. Müller Colli/Montinari
42 Gr<aecorum> hist<oriae> Colli/Montinari
- 118 -
Puesto que Platón, que conocía muy bien los poemas, los llama
eA.eyeia, no hay razón para dudar que el mismo Teognis haya intitulado
sus poemas con este nombre. Welcker percibió correctamente en su
momento que los otros títulos no eran encabezamientos peculiares
para algún libro, sino términos diversos de la poesía gnómica.
8. Procedemos a otro asunto, que considero muy serio, ya que parece
ser un motivo común de error, así es que yo mismo temo que en este
asunto controvertido pueda equivocarme.
Goethe -o Wilhelm Ernst Weber, cuya opinión siguió Goethe- pensó
que estas elegías a Cirno fueron compuestas por el poeta durante
el exilio. Welcker creía que Teognis las escribió cuando retornó del
exilio, de avanzada edad y padeciendo necesidad. Bernhardy de modo
semejante observó «que Teognis redactó gnomos en su vejez no se debe
concluir de pasajes como 527, sino solamente de acuerdo con el tono
de los cánticos conviva les 1017 ss. y 1131 ss.». K. O. Müller consideró
que fueron escritos después del exilio, porque Teognis describía las
penurias y luchas que habría padecido mucho antes. He ahí cuán grande
es la diferencia de juicio entre los estudiosos más doctos sobre esta
materia. Solo uno de ellos, M. Duncker, en su Historia Griega, aunque
no se ocupó especialmente de Teognis, se ve que se aproxima con
mucha precisión a la misma opinión que yo efectivamente sostengo y
estoy convencido que es la sola probable: que Teognis registró durante
toda su vida en cada etapa hechos y pensamientos, y los trasmitió
en estas elegías. Esta es una opinión que solo puedo mantener si
soy capaz de explicar este asunto de tal modo, que esté en posición
de elegir los fragmentos de las elegías que se entiende de por sí que
fueron escritas en una época precisa de su vida, y que pueda exhibirlas
relacionadas entre ellas.
Escritas antes del exilio, como ya lo hemos indicado:
v. 53-58 como ya lo hemos indicado
183-90
1109-14
173-85 escritas antes del exilio
833-36
1103-4
- 119
 (elegi sola talia fragmenta, in quibus nomen Cyrni exstat, ne quis
dubitet, num vere haec fragmenta ex illis ad Cyrnum elegiis sint
sumpta.)
in exilio conscripti
V. {209-10
1197-1202}
V. {549-54 post exilium conscripti.
805-10
783-88}
Maximam harum elegiarum partero his temporibus esse
compositam non abnuerim, quibus Theognis acerbissimis
calamitatibus afflictus, de sua reipublicaeque salute desperans
asperis urguentibus doloribus saepissime in poeseos tanquam
portum confugeret: i. e. ante exilium.
9. His quae modo scripsi jam tertium illud, quod proposui,
breviter attigi; quod quidem, si recte video, sponte sequitur,
dummodo alterum locum recte explanaverimus.
Apud veteres Graecos carmina elegiaca ad modos tibiae vel
etiam ad lyrae canebantur; fuit enim apud illos maxima poeseos
cum arte musica conjunctio et necessitudo. Qui usus Theognidis
aetate nondum evanuit, cum ejus carmina affectus et motus animi
exprimerent ideo que cantui essent accommodata. Habent igitur
etiam Theognidis ampliora fragmenta id sibi proprium, ut ab
animo commoto et affectibus incitato proficiscantur: in plerisque
enim his reliquiis, in quibus non sola sententia moralis inest,
expressum videris vel aliquem dolorem acerbissimum vel iram
in plebejos inexstinctum vel patriae exilio ademptae desiderium
vel curam de Cyrni salute sollicitudinemque. Nunquam vero
cognoveris magistrum severum morosumque qui id unum agit,
ut praecepta discipulum doceat. Id quidem non est infitiandum
multas res, quas memoret Theognis, jam in se habere aliquam
doctrinam; quin etiam nihil magis ille videtur metuisse, quam
ne adulescens Cyrnus quem ut filium diligebat, ab optimatium
praeceptis vitaeque genere degeneraret; qua re eum quam gravissime
- 120
(He seleccionado solo el tipo de fragmentos que llevan el nombre
de Cirno, no sea que se dude si de verdad estos fragmentos han sido
tomados de entre aquellas elegías dedicadas a él).
Escritas en el exilio: vv. 209-10; vv. 1197-1202.
Escritas después del exilio: vv. 549-54; vv. 805-10; vv. 783-88.
No puedo negar que la mayor parte de estas elegías fueron compuestas
en los tiempos en que Teognis, abatido por los más crueles desastres,
al tiempo que perdía la esperanza sobre la salvación del Estado, en
medio de penosos y apremiantes dolores, buscaba refugio, por así
decir, en el puerto de la poesía: es decir, antes del exilio.
9. En lo que acabo de escribir he introducido ya brevemente el
tercer punto que propuse. Este por cierto se sigue espontáneamente,
si entiendo bien, siempre que hayamos explicado correctamente el
segundo punto.
Entre los antiguos griegos, los poemas elegíacos se cantaban
al compás de la flauta o de la lira; puesto que entre ellos hubo un
vínculo y afinidad máxima de la poesía con el arte de la música 40 • Esta
práctica no ha desaparecido aún en la época de Teognis, ya que sus
cantos expresaban los afectos e inquietudes del alma, y por esto eran
apropiados para el canto. Así pues los fragmentos más espléndidos de
Teognis tienen algo que les es peculiar: que proceden de un espíritu
perturbado e inflamado por la pasión. Por cierto que en la mayoría
de estos remanentes, en los que no se halla una sola sentencia
moral, uno ve expresado o el dolor más amargo o la ira inextinguible
contra los plebeyos, o la nostalgia de una patria arrebatada por el
exilio, o la preocupación y ansiedad por el bienestar de Cirno. Nunca
reconocerás al maestro severo y exigente cuyo único propósito es
enseñar preceptos al discípulo. Lo que, por cierto, no se puede negar
es que muchos asuntos que menciona Teognis contienen ya algún tipo
de doctrina. Por lo demás, no hay nada que parece haber temido más
que el adolescente Cirno, a quien amaba como a un hijo, se mostrara
indigno de las enseñanzas de los aristócratas y su género de vida.
Por esta razón Teognis le advierte del modo más vehemente posible
a no abandonar jamás la vía en la que ingresó una vez. Confía en que
40 Un interesante preludio de ciertos aspectos que serán tratados muy poco después en
su Origen de la tragedia en el espíritu de la música.
- 121 -
monet, ne unquam a via, quam semel ingressus sit, abscedat:
sperat per hunc adulescentem vetera nobilitatis instituta, quorum
acerrimus est propugnator, propagatum iri: neque absurdum
nescio an videatur, quod Theognidem cum illo Schileri Posa
comparo, qui totus in rerum humanarum studio versatus in
amico Carolo eum hominem adamet, quem aliquando sua consilia
speret machinaturum esse: qua re non dubitat suam vitam hisce
consiliis huicque amico devovere.
Equidem cum talia in legendo Theognide animo volvere soleam
nullo pacto gnomicam invenio poesin: quamquam lubenter
unumquemque concedo, qui non historiae cognitione institutus
accedat ad Theognidem aliquid simile se invenire putaturum
esse, ac Salomonis proverbia, quibuscum re vera Julianus contulit
Theognidea. Qua re non est supervacaneum Goethii verba
describere, quae ad haec, quae dixi, pulcerrime pertineant:
«Wir sind gewohnt, die AuBerungen eines Dichters, von welcher
Art sie auch sein mogen, ins Allgemeine zu deuten und sie unsern
Umsüinden, wie es sich eben schicken will, anzupassen. Dadurch
erhalten freilich viele Stellen einen ganz anderen Sinn, als in dem
Zusammenhang, woraus <wir> sie gerissen; ein Sprüchlein des Terenz
nimmt sich im Munde des Alten oder des Knechtes ganz anders aus
als auf dem Blatte eines Stammbuches».
Qua re longe a Plutarchi judicio abhorreo, quod nuper Teuffel
his verbis approbavit: «doch hat schon Plutarch den wesentlich
prosaischen Charakter seiner Dichtung richtig erkannt». Contra,
si quid videtur in ejus reliquiis sententiosi -neque paucae esse
videntur solius argumenti sententiosi- ego id doleo quod tales
versus, ex connexu et ordine genuino separati, quando et quibus
in casibus a Theognide compositi sint, jam non potest perspici.
122 -
por medio de este adolescente se habrán de transmitir las antiguas
enseñanzas de la nobleza, de las que él es un acérrimo defensor. No
sé si puede parecer absurdo el comparar a Teognis con el marqués
Posa de Schiller, quien, habiéndose dedicado por entero al estudio
de la condición humana, se aficionó con pasión al amigo Don Carlos
como el hombre que algún día esperaba habría de imaginar planes
para implementar sus consejos. Por esta razón no duda en consagrar
su vida a estos consejos y a este amigo.
Por mi parte, cuando en mi costumbre de leer Teognis mi mente
discurre en tales asuntos, en ningún caso encuentro una poesía gnómica;
aunque de buena gana concedo que cualquiera que se acerque a
Teognis sin estar educado en el conocimiento de la historia, pensará
que ha encontrado algo semejante a los proverbios de Salomón, con
los que juliano de hecho comparó la Teognídea 41 • Por lo que no está
demás transcribir las palabras de Goethe, que se corresponden de lo
más perfectamente con lo que dije:
«Estamos acostumbrados a interpretar en forma generalizada las
expresiones de un poeta, de cualquier naturaleza que sea, y adaptarlas
a nuestras circunstancias como justamente viene bien. Por eso,
indudablemente, muchos pasajes adquieren un sentido totalmente
distinto que el del contexto desde el cual ellos fueron tomados. Un
proverbio de Terencio en boca de un anciano o de un esclavo se percibe
en forma muy diferente que como en la página de un álbum familiar».
Estoy en completo desacuerdo con el juicio de Plutarco, por
consiguiente, que Teuffel 42 aprobó recientemente con estas palabras:
«Plutarco, sin embargo, ya ha reconocido correctamente el carácter
fundamentalmente prosaico de su poesía». Por el contrario, si algo
en los remanentes de su poesía parece ser sentencioso -y no pocos
parecen tener un motivo único sentencioso- yo lamento el hecho de
que tales versos, separados de su genuino contexto y orden, ya no
pueden ser identificados en cuándo y en qué casos fueron compuestos
por Teognis.
41 La referencia a juliano el Apóstata corresponde al Contra Galileos 224C: "¿Qué clase de
medicina se mostró entre los hebreos como la de Hipócrates entre los griegos y algunas
otras escuelas tras él? ¿El sapientísimo Salomón es comparable a Focílides, Teognis o
lsócrates entre los griegos?" (Juliano, Contra los Galileos, etc. Biblioteca Clásica Gredas
(1982) 42-3).
42 Wilhem Sigmund Teuffel (1820-78).
123 -
 10. Iam ultima restat quaestio quamvis non levis, quae de
carminibus convivalibus potoriisque agit. Id quidem facillime potest
demonstrari haec carmina diversis temporibus esse conscripta,
si exceperis senectutem; e qua jam a natura plerumque exclusa
videtur jocosa hilaritas amorisque gaudia.
~~~:-22}
ab adulescente compositi;
756-69
1153-54
1017-22 } Compuestos en Esparta por el exiliado Teognis:
ab adulto juvene;
1129-32
1087-90 }
Spartae ab exule.
879-84
In nullo carmine convivali cum nomen Cyrni, percrebrum in
omnibus aliis elegiis, exstet, jam inde concludere possum, id
quod Welcker concedit «non locum habuisse in gnomo logia illa
carmina: omnino autem poetae non licuit ad adulescentem, quem
optimis praeceptis informare voluit, dedicare carmina potoria et
amatoria». Sed Welcker ne seorsum quidem haec carmina edita
esse, cum tota fere antiquitas de eis taceret, et Theognis a Dione,
scriptore illo peritissimo, ab amatoriorum et convivalium carminum
poetis aperte discerneretur, affirmat. Narrat enim Alexandrum
rogatum a patre, quid esset quod solum e poetis Homerum legeret
respondisse non omnem poesin regem decere. TU ¡.tf;v o'Óv a'A'Aa
1COllÍ)lUTU E"{ffi"{E lÍ"fOU¡.tat, TU ¡.tEV O'U¡.t1COTlKU ain&v, TU OE epmnKU
-t(j(J)~ OlÍ nva UUTWV Kai Oll)lOTlKU AÉ"{OlT' UV, 43 O'U¡.t~OUAEÚOVTU
Kai napalVOUVTU TOl~ 1tOAAOl~ Kai tOlÓlTUl~ Ka9ánEp Ol¡.tat TU
<l>mKu'Aioou Kai ®Eóyvtoo~. Sed etiam hoc judicium referendum
est ad illa excerpta, quae sola ex toto Theognide nota erant: ita
ut ex his verbis nihil possit conici de convivalium carminum fide.
Neque tacet tota antiquitas de his carminibus, cum Athenaeus
ut erat antiquarum rerum diligentissimus scrutator, Theognidi
43 av· editores
- 124 -
10. Queda todavía una última cuestión aunque no de poca importancia
en lo que concierne a los poemas conviva les y de bebidas. Lo que sin
duda se puede demostrar muy fácilmente, es que estos poemas fueron
escritos en tiempos diversos, si exceptúas la ancianidad: la naturaleza
parece por lo general excluirla del regocijo festivo y las alegrías del amor.
Compuestos como adolescente:
VV. 1119-22; VV. 773-82; VV. 756-69; VV. 1153-54.
Compuestos como un joven adulto:
VV. 1017-22; VV. 1129-32.
VV. 1087-90; VV. 879-84.
No es posible encontrar el nombre de Cirno en ningún poema
conviva!, aunque aparece muy frecuentemente en todas las otras
elegías. Puedo deducir de esto lo que Welcker concedió: que aquellos
poemas «no tenían lugar en una colección de sentencias. Ahora bien, era
enteramente inconveniente para un poeta el dedicar poemas de bebidas
y amatorios a un adolescente al que quería instruir con los mejores
preceptos». Mas Welcker afirma que estos versos ni siquiera fueron
editados en forma independiente, puesto que casi toda la Antigüedad
guarda silencio sobre ellos, y Teognis fue claramente diferenciado por
Dión, ese muy experto escritor, de los poetas de cantos amatorios y
convivales 43 • Cuenta este en efecto que Alejandro, cuando su padre
le preguntó cuál sería la razón por la que solo leía a Homero entre los
poetas, respondió que no toda poesía era digna de un rey: «respecto
de los otros poemas yo por mi parte pienso que, de estos unos son
convivales y otros amatorios ... de igual manera algunos pueden ser
llamados populares, esos que ayudan con consejos y exhortaciones
al pueblo y a los simples particulares, como pienso que son las de
Focílides y de Teognis» 44 •
Pero este juicio también hay que aplicarlo a aquellos extractos que
eran los únicos ampliamente conocidos de todo Teognis: de modo
que ninguna conclusión podría obtenerse de la autenticidad de los
43 Dión Crisóstomo, elogiado aquí por Nietzsche, nació en Prusa, Bitinia, y vivió ca. 40-
so-ca. 110-115 d. C.
44 Cf. Harrison (1902) 87-8.
- 125 -
adscribat v. 917-22 et v.1057-60 his verbis usus, ~v bE Kai 0Éoyvt<;
7Ccpi i¡8uná9EtUV, ro<; aUTO<; 7Ccpi a{nou <pTJG'l bta TOÚTCOV. Scilicet
nondum tune erat omnium reliquiarum farrago in harre formam
redacta, quía Athenaeus si haecce fragmenta habuisset, quae
nos habemus, e quibus 44 multa melius probant Theognidem non
abhorruisse a voluptatibus, certe his usus fuisset. Certa quidem
argumenta id mihi confitendum est deesse mihi, quibus probem
haec carmina convivalia vere profecta esse a Theognide: sed non est,
cur omnino de his dubitemus et pulcriorem fragmentorum partem
abjudicemus, cum res esset perquam mira, quod carmina hilariora
incerti auctoris Theognidi ipsi, quem habebant severum morum
magistrum, adscripta fuissent. Valde igitur etiam Bernhardyum
gaudeo fere in eandem sententiam locutum es se II, 457: «Augerdem
besitzt der sympotische Theil eine Güte des Vortrags und eine
solche Lebendigkeit, dag man ihn nur den jugendlichen Jahren
des Theognis zutrauen darf». E quibus verbis apparet hoc unum
etiam Bernhardyum haec carmina Theognidi auctori adtribuere.
-Su o ve ro jure Welcker ultimam Theognideorum partem amatorii
argumenti, ex uno codice ceteris fragmentis additam adulterinam
censuit, quoniam haec carmina incerti auctoris e Suidae verbis
'yv&¡..tat npo<; Kúpvov TOV 0cóyvt8o<; tpro¡..tcvov' Theognideis
asserta sunt: a qua sententia longe abhorreo. -Cf. Welcker CII,
Bernhardy II, 458, C. O. Müller.
44 e quibus scripsi: equibus editores
- 126 -
poemas convivales. Tampoco la Antigüedad toda guarda silencio de
sus poemas, puesto que Ateneo, que era un escrutador diligentísimo
de los temas antiguos, adscribe los versos 917-22 y 1057-60 a Teognis,
empleando estas palabras: «Y Teognis habla también sobre la vida
placentera, de modo que él se refiere a sí mismo en ellos» 45 • Eso
significa que la mezcolanza de todos los escritos restantes no había
sido todavía reducida a la forma actual, porque si Ateneo hubiese
tenido estos mismos fragmentos que nosotros poseemos, muchos de
los cuales prueban mayor seguridad que Teognis no sentía aversión
de los placeres, ciertamente se habría servido de ellos. Debo confesar
que me faltan argumentos indubitables de cómo probar que estos
poemas conviva les de verdad provenían de Teognis; pero no hay razón
en absoluto para que dudemos de ellos y rechacemos la parte más
hermosa de los fragmentos, aunque fuera cosa en extremo admirable
que poemas más alegres de autor incierto fuesen adscritos a Teognis
mismo, a quien tenían por un severo maestro de las costumbres.
Así pues, me alegro mucho también que Bernhardy haya expresado
casi la misma opinión en 11457: «Además, la parte conviva! tiene una
calidad de presentación y tal vivacidad, que solo un adolescente
Teognis podría haberlos escrito». Estas palabras no pueden significar
otra cosa que Bernhardy también atribuyó la autoría de estos poemas
a Teognis. Pero Welcker tenía razón en todo caso al considerar que
la última parte, de argumento erótico, de la Teognídea, añadida a los
restantes fragmentos desde un solo códice, era espuria, porque estos
poemas, de autor incierto, fueron atribuidos a Teognis de acuerdo con
las palabras de Su idas «Sentencias a Cirno, el amado de Teognis»: una
opinión, con la que estoy en completo desacuerdo (cf. Welcker Cll,
Bernhardy 11458, K. O. Müller) 46 •
45 Cf. Harrison (1902) 89-91.
46 Nietzsche rechaza la autenticidad del libro 11 de la Teognídea, la así llamada «Musa
juvenil» (Moucra natoud¡), que constituye la base para acusar a Teognis de pederastia.
Nietzsche cree que el autor del libro 11 fue un autor antiguo de obras de ficción o un
monje medieval. De acuerdo con Harrison, hay solo un manuscrito de la Teognídea que
contiene la Moucra natouaí y ese manuscrito pertenece al siglo décimo. Suidas, que
describe a Cirno como el amado de Teognis, también pertenece al siglo décimo. Si
«Su idas estaba en conocimiento de la Moucra natoud¡, era natural y apropiado que él
hiciera una interpretación desfavorable en base a las ambigüedades del libro primero»
(Harrison, 1902: 98).
127 -
 11. Iam de Theognideae poeseos ratione in universum disputavi:
pauca addam de artibus, quibus ille usus sit, ut demonstrem
non tam jejunum, tam frigidum, tam aptum ad orationem
solutam esse Theognidem, quam veteres et inprimis Plutarchus
judicaverint.
Primum colligam imagines similiaque e Theognide sumpta.
114 malus portus (plebejus horno)
105 in mare serere (-rov KaKov E'Ó rwtdv)
657-82 cf. 855 navis periclitans (res publica) -quod simile
pulcerrime per singulas partes est expolitum.
83 in una nave (facile omnes bonos complexus sis)
970 navem evitare navem (falsus et subdolus amicus perstringitur)
457-60 navis, gubernaculum, ancora portus (feminae fides)
575 gubernator scopulum vitat (ego inimicos)
-Jure miraris tam crebro poetam usum esse rebus nauticis in suis
similibus: cujus rei causa ex florentissima Megarensium mercatura
et navigatione repetenda est.
56 cervi (rustid quondam)
949 cervus et leo (ipse post reditum)
293-94leo non semper carne vescitur (nobiles penuria pressi)
1057-60 asinus et mulus (duo stadiodromi)
847 bestia, cui calcaria et jugum imponenda sint (plebs)
257 equa loquitur (amica nobili genere)
983 equi per agros frumenti plenos (tam celeriter fugit juventus)
811 volucris (puella amica)
1097 ales ex lacu volitans (Cyrnus plebejum hominem fugiens)
- 128 -
11. Ya he examinado en general la estructura de la poesía teognídea;
añadiré unas pocas consideraciones acerca de las habilidades artísticas
de las que se ha servido, para demostrar que Teognis no era tan falto
de interés, tan carente de vigor, tan propenso a la prosa como juzgaron
los antiguos, y en especial Plutarco.
En primer lugar reuniré imágenes y símiles sacados de Teognis.
v. 114 un puerto malo (hombre plebeyo)
v. 105 sembrar en el mar (hacer el bien al hombre malo)
vv. 657-82 cf. v. 855 la nave que corre peligro (la república) -este
símil está adornado de la más bella manera por escenarios individuales.
v. 83 en una sola nave (se podría juntar fácilmente en una nave a
todos los hombres buenos)
v. 970 una nave esquivando a otra nave (un amigo falso y engañador
debe mantenerse alejado)
vv. 457-60 nave, timón, ancla, puerto (la fidelidad de una mujer)
v. 575 el timonel evita un escollo (yo a mis enemigos)
Con frecuencia uno se sor'prende con razón de que el poeta haga
uso tan frecuente de temas náuticos en sus símiles; hay que explicar la
razón de este uso por causa del muy floreciente comercio y navegación
de los megarenses.
v. 56 ciervos (los aldeanos en algún tiempo)
v. 949 el ciervo y el león (el mismo Teognis luego de su regreso)
vv. 293-94 el león no siempre se alimenta de carne (los nobles
agobiados por la escasez)
vv. 1057-60 el asno y el mulo (dos corredores en el estadio)
v. 847 la bestia, a la que se debería imponer las espuelas y el yugo
(los plebeyos)
v. 257la yegua habla (amiga de origen noble)
v. 983 caballos cruzando campos llenos de trigo (la juventud pasa
tan rápidamente)
v. 811 un pájaro (una joven amiga)
v. 1097 criatura alada que sale revoloteando de un lago (Cirno
huyendo de un hombre plebeyo)
129 -
 939 luscinia (clara voce canere) v. 939 un ruiseñor (cantar con voz clara)
347 canis ex torrenti servatur (ipse ex periculis) v. 347 el perro se salva del torrente (Teognis mismo de los peligros)
602 serpens in sinu (subdolus arnicus) v. 6o2 serpiente en el pecho (un falso amigo)
537 non crescunt ex caepis rosae et hyacinthi (non e plebejo v. 537 rosas y jacintos no crecen de las cebollas (un hombre noble
nobilis horno) no nace de un plebeyo)
-Megarenses clari erant caeparii Schol. Arist. Pac. 245 Plin. -los cultivadores de cebolla megarenses eran famosos; Escoliasta,
XIX, 5, 30, XX, 9, 40 45 Aristófanes Paz 245; Plinio XIX S, 30; XX 9, 40
-en los campos niseos crecen muchas rosas; Nicandro en Ateneo
-in agris Nisaeae rnultae rosae Nicandr. ap. Athenaeurn XV, 49146
XV 491
215 polypus (arnicus dexter)
v. 215 un pulpo (un falso amigo)
568 lapis et terra (horno sepultus)
v. 568 piedra y tierra (hombre en el sepulcro)
175 rnonstrurn in rnare jaciendurn (penuria) v. 175 monstruo que debe ser arrojado en el mar (la miseria)
Inducuntur a poeta ut personae: Son presentados como personajes por el poeta:
EAni~ 1135 esperanza v. 1135
nicrn~ 1137 buena Fe v. 1137
nAOUTO~ 523, 1117 riqueza v. 532, v. 1117
crro<ppocrúvr¡ 1138 moderación v. 1138
nÓAl~ (Kúct) <39, 1081> 47 la ciudad (está grávida) <v. 39, v. 1081>
ncvia 351 48 pobreza V. 351
oivo~ 873 vino v.873
la tierra V.9
yfi 9
el mar V.10
SáA-acrcra 10
Loquentes facit Theognis: Los hace hablar Teognis:
horninern plebejurn un hombre plebeyo
Aithonern <1209> Etón <V.1209>
dilectarn puellarn <579> una joven amada <V. 579>

45 Megarenses clari erant caeparii Schol<lia> <in> Arist<ofanis> Pac<em> 245 Plin<ius>
XIX, 5, 30, XX, 9, Colli/Montinari
46 Nicandr<os> ap<ud> Athenaeum XV, 491 Colli/Montinari
47 nóA.t<; (KÚet) nevía 351 Colli/Montinari
48 conferas n. 41

- 130 - 131 -
 -equam <257>- -una yegua <v. 527>-
Hasce res fabulosas vel personas attingit poeta: El poeta alude a estos temas míticos o personas:
Ulixem 1123 Ulises v. 1123
Alcathoum, urbis heroa <773> Alcato, héroe de la ciudad <v. 773>
Rhadamanthyn 701 Rada manto V. 701

Sisyphum 702 Sísifo V. 702

Nestorem 714
Harpyias 715
Centauros 541
Boream 716
Castorem Pollucemque <1087>
12. Cum igitur paucis artes quasdam exemplis docuerimus,
restat ut ad diversa ejus poeseos genera accuratius explicanda
transeamus. In quo negotio sic versabimur, ut disserendi initium
a carminibus convivalibus faciamus.
Etiam apud Megarensium nobiles aeque atque Spartae syssitia
antiquitus instituta videntur similesque in eis leges observatae.
563-66, 309-12. c. Welcker prl. et Grote, hist. of Gr. 49
Ex his nobilium circulis quasi nata est Theognidea elegia: ita
ut ex illius reliquiis imaginem talium conviviorum animo concipere
possimus. Cum convivae cibo satiati sunt 997-1002, infundunt
pocula, deis libant, inprimis Apollini preces et cantus adhibent.
943-44. Dein illa sequitur convivii pars, quam KWf!OV dicunt,
musicis artibus jocisque hilaribus omnino dedita. Singuli autem
convivae deinceps ad modos tibiae elegias canere solent, in quarum
numero paene omnes Theognideae ponendae sunt. Videtur autem
Theognis talium carminum argumenta -quae in varias et diversas
classes descripseris- de media vita communi et inprimis de medio
convivio, ut ita dicam, desumpsisse, cum haec ad convivarum
sensus affectusque movendos essent accommodatissima. Etenim
49 pr<o> 1<ego mena> et Grote, hist<ory> of Gr<eece> Colli/Montinari
Néstor V. 714
Arpías V. 715
Centauros V. 541
Bóreas V. 716
Cástor y Pólux <V.1087>
12. Después que con unos pocos ejemplos hemos representado
algunas figuras, debemos ahora pasar a explicar en forma más detallada
los géneros diversos de su poesía. Nos ocuparemos en esta cuestión
comenzando con la discusión de los poemas conviva les.
Del mismo modo que en Esparta, también entre los nobles de
Megara parece que fueron establecidas desde antiguo las syssitia47 , y
se observaban en ellas parecidas leyes (vv. 563-66, vv. 309-12, cf. Welcker
Prolegomena, y Grote, History ofGreece)48 • La poesía elegíaca teognídea
ha nacido de algún modo de estos círculos de nobles, hasta el punto
de que podemos concebir en nuestro espíritu una imagen de tales
banquetes gracias a los restos de aquella poesía. Cuando los invitados
se han saciado con la comida (vv. 997-1002) vierten el vino en las copas,
liban a los dioses, y dirigen sus plegarias y cantos especialmente a Apolo
(vv. 943-44). Luego sigue aquella parte del banquete que llaman komos,
consagrada completamente a la ejecución musical y las bromas alegres 49 •
47 Las syssitia (crucrcrrría) eran las comidas en común -un tipo de symposion- en este
caso una institución pública con leyes similares, como dice Nietzsche, tanto entre los
espartanos como entre los megarenses.
48 George Grote (1794-1871), político inglés e historiador, cuya obra Historia de Grecia es
citada aquí.
49 El K&¡.tos;: «juerga» (cf. Teognis, vv. 829, 940), es aquí específicamente la fiesta dórica
que consistía en cantos y bailes en honor a Baca. Podemos ver luego, en Eurípides
(Bacantes 1167), su sentido más concreto de «banda de juerguistas». Es posible constatar
en estos párrafos el vivo interés de Nietzsche con todo lo relacionado por <los actos>

- 132 - 133 -
modo Theognis suaviter et urbane cum amicis jocatur, 50 veluti Ahora bien, los comensales suelen cantar luego en forma individual
cum eos ad convivia et compotationes invitat 1047-48, 997-1002. poesías elegíacas al ritmo de la flauta, entre las que deben ser colocadas
879-84, modo hymnos in deos canit vel preces facit: casi todas las elegías de la Teognídea. Ahora bien, parece que Teognis
escogió los argumentos de tales poemas -que se podrían clasificar en
1-4 in Apollinem clases diferentes y opuestas- de los sucesos, por decir así, comunes de
5-10 iterum in Apollinem la vida, y sobre todo del escenario de un banquete, puesto que estos
15-18 in Musas Charitesque eran los que mejor se acomodaban para estimular las sensaciones y los
sentimientos de los invitados. Ypor cierto que Teognis, o bien bromea
11-14 ad Minervam
con suavidad y refinamiento con sus amigos, como cuando los invita a
337-40, 341-50 ad Jovem las reuniones conviva les y a beber en común, o bien compone plegarias,
757-68 ad Jovem et Apollinem como cuando canta himnos a los dioses:
773 ad Apollinem VV. 1-4 a Apolo
<1087> ad Castorem Pollucemque VV. 5-10 a Apolo de nuevo
VV. 15-18 a las Musas y Gracias
quorum pulcerrimum est alterum carmen ad Apollinem, quod
VV. 11-14 a Minerva
descripsisse juvabit:
VV. 337-40, 341-50 a Júpiter
<DotPs ava~ O!E ~ÉV
(Jc esa !ÉKE 7tÓTVta All!CÓ
VV. 757-768 a Júpiter y Apolo
<pOÍVtKO~ pa8tvfí~ xspcriv E<pU'IfU~ÉVll,
VV. 773 a Apolo
aeavánov KÚAAl<J'tOV, E1tl -rpoxost8fi AÍ~vn
<VV.1087> a Cástor y Pólux
nilcra ~EV E1tAi¡<J911 ~fíA-o~ anstpE<JÍll
ó8~fí~ a~ppocrí11~, EyéA.acrcrs (5¿ ya'ta nsA.cóp11, El más bello de estos es el segundo poema a Apolo, que será útil citar:
yi¡e 11 crsv o¿ paeu~ nóv-ro~ áA.o~ noA.tfí~.
VV. 5-10

Señor Febo, cuando Leto la diosa Señora,

asida con sus manos de una palma flexible, te parió,
el más bello de los inmortales junto allago circular,
toda De/os se llenó infinita de una fragancia de ambrosía,
y la tierra sonrió de un brillo prodigioso,
y la mar agitada se regocijó en una onda de sal espumante.

que tenían lugar en estas reuniones conviva les, en especial, la ejecución de la música
so jocatur Mette/Schlechta: jocatus Colli/Montinari y el canto. En otras palabras, la poesía de estos banquetes.

134 - - 135 -
 Modo vini usum suaviter commendat velut 929 aut omnino
cohortatur ad juventutem ingenue fruendam 877, 983-88 vel ejus
fugam acerbissime dolet 1017-22, 1129-32. Id vero, quod monui
de connexu et necessitate poeseos cum musica videtur omnino
singularem in modum ad Theognidem pertinere, ut non ullum
antiquitatis poetam sciam, qui subtilius de musicae effectu
scripserit. Unde factum est, ut haud mínima convivalium carminum
pars in laudanda musica versata miram conjungeret suavitatem et
dulcedinem cum sententiarum vi et fervore. Veluti cum Orcum
describir et in eo se musicam desideraturum maxime dolet 973-
78. 531-32. 533-34. 944.
Ad certamen ínter convivas crebro exoriens referendi sunt v.
406-7, 993-96, 1087-90.
In conviviis erant usitatissima scoliorum et scirporum genera,
quae quoque Theognidem tractasse documento sunt 255-56
KáA.A.tcr-rov -ro 8tKató-ra-rov, A.épcr-rov 8 ' úytaivctv,
npfly¡..ta 8€ -rcpnvó-ra-rov, -rou nc; tpq, -ro -ruxct:v
et 1229-30 ab Athenaeo servati
'1I811 yáp Jlc KÉKA1lKE OaA.ácrcrwc; o1Ka8E vcKpoc;
TcÜV11KCÜ<; ~coép <pOcyyó¡..tcVO<; O"TÓ¡..tan.
Etiam in aliis versibus scirpum latere veluti 1209, 949-54 sibi
videntur investigasse docti viri: quamquam non est, quin hos
versus simplici modo explicemus.
Praeter has elegías, quarum argumenta in communi omnium
conviviorum natura versantur Theognis etiam elegías ad certos
casus eventusque composuit, in quarum praestantissimis fragmentis
rem tractat amatoriam. Adamavit enim puellam, cujus parentes
non ei, sed plebejo homini favebant: videntur igitur in eorum
nobilium numero fuisse, quorum animum degenerantem et so lis
opibus inhiantem acerbe Theognis perstrinxit. Nihilo secius puella
nobilem virum quamvis pauperem praetulit et cum eo, quando
aquam e fonte hauriebat, convenisse mihi videtur. Tum vero
136
En un momento recomienda encantadoramente el uso del vino, como
en v. 929, o bien exhorta a disfrutar la juventud honorablemente 50
(v. 877, vv. 983-88), o se aflige muy amargamente de su pérdida (vv.
1017-22, vv. 1129-32). Lo que hablé de la conexión y afinidad de la
poesía con la música parece corresponderle perfectamente de un
modo peculiar a Teognis, hasta el punto de que no conozco poeta
alguno de la antigüedad que haya escrito más finamente sobre el
influjo de la música. Por esta razón, una no pequeña parte de poemas
convivales (cuyo objetivo era la alabanza de la música) combinaba
una admirable musicalidad y encanto con el vigor y el entusiasmo de
las sentencias. Como cuando describe el Orco y se lamenta porque
en él habrá de echar de menos sobre todo la música (vv. 973-78, vv.
531-32, VV. 533-34, V. 944).
Respecto de la competencia que con frecuencia se suscita entre
los invitados, hay que referir los vv. 406-7, vv. 993-96, vv. 1087-90.
En los banquetes eran muy comunes los tipos de cantos de mesa y
de enigmas, sobre los que también está documentado que Teognis
trató:
VV. 255-56
Lo más bello de todo es lo más justo, y lo mejor es la salud;
y es cosa lo más placentera lograr la conquista de quien se ama.
Y los versos 1229-30, preservados por Ateneo:
Porque justo ahora un cadáver marino me ha convocado a casa:
el que ha muerto está hablando con una boca viviente.
Parece que los estudiosos han descubierto también un enigma
oculto en otros versos, como en v. 1209, vv. 949-54, aunque no es
imposible que estos versos se puedan explicar de un modo simple.
Aparte de estas elegías, cuyos argumentos se desenvuelven al
interior de las características comunes de los banquetes, Teognis
compuso también elegías relacionadas con ciertas circunstancias y
acontecimientos, en cuyos fragmentos más notables trata el tema
amatorio. Por ejemplo, Teognis se enamoró de una joven cuyos padres
no lo favorecían a él sino a un hombre plebeyo; parece pues que
so ingenue: o bien, «como corresponde a un hombre libre».
- 137 -
 EV9a flÉCrr¡v ncpi natba ~aA.cbv ayKWV' s<piA.r¡cra 265-66
bctpi¡v, i¡ bE TÉpEV <p9Éyyc-r' ano crTÓflUTO~
In hac elegia amatoria saepius puellam loquentem facit:
'1nno~ sycb KaAi¡ Kai ac9A.ir¡ UAAU KÚKlcrTOV
avbpa <pÉpco KUÍ JlOl TOUT' UVtr¡pÓTUTOV
IloA.A.áKt b 'i¡JlÉAA.r¡cra btappi¡~acra xaA.tvov 51
<pEÚyEtv, cbcraJlÉVr¡ -rov KaKov i¡vioxov.
'Exeaipco KUKOV av8pa, KUAU\j!UflÉVr¡ 8f: nápclfll
crJltKpfí~ ópvteo~ Kou<pov Exoucra vóov.
Ot flE <piA.ot npo8t8oucrt Kai ouK s9ÉA.oucri n 8ouvat
avbp&v <palVOJlÉVCOV. UAA' sycb aUTOflÚTr¡
'Ecrncpir¡ T' E~Elfll Kai óp9pir¡ a'Ón~ EcrEt¡.tt
~JlO~ UAEKTpUÓVCOV <p9óyyo~ syclpOJ1ÉVCOV. 52
Eandem puellam nescio an postea in matrimonium duxerit:
laudat quidem matrimonium cum nobili muliere initum. Fortasse
ei nomen Argyridis erat.
OubÉV, Kúpv ', aya9fí~ YAUKEpÓHcpóv scrn yuvatKÓ~. 1225-26
JlÚpTU~ syffi, cru b' SJlOl yivou aA.r¡eocrúvr¡~.
51 otap' pi¡~a.cra Colli/Montinari fortasse erratum
52 ó.A.AeKTpuóvrov Colli/Montinari: ó.A.Af:KTpuórow: Mette/Schlechta.
eyetpüf..lévrov Mette/Schlechta: eyeopof..tévrov Colli/Montinari
- 138 -
los padres estaban entre esos nobles cuyo espíritu, siendo indigno
de su linaje y codiciosos solo de las riquezas, hirió cruelmente los
sentimientos de Teognis. No obstante la joven prefirió al hombre
noble <Teognis>, aunque pobre, y me imagino que se encontraba
con él cuando iba a sacar agua de la fuente. Así entonces:
257-60
VV. 265-66
Allí, mientras ceñía a la muchacha con mis brazos, besé
su cuello, y un dulce susurro dejó ella escapar de su boca.
En esta elegía amatoria con mayor frecuencia hace hablar a la joven:
579-80
VV. 257-60
bella yegua soy y ganadora, pero el más vil de los hombres me cabalga,
y esto es lo más molesto para m~
861-64 y muchas veces estuve por romper el freno
para huir, y expulsar al malvado jinete.
VV. 579-80
Detesto al hombre malo, mas cubriéndome con un velo paso de largo,
porque tengo el espíritu caprichoso de un pajarito.
VV. 861-64
mis amigos me abandonan y nada quieren ofrecerme
en presencia de los hombres. Pero yo, espontánea
y vespertina me alejo, y vuelvo de nuevo al alba
cuando cantan los gallos que se despiertan.
Ignoro si Teognis se casó después con la misma joven; pero alaba
el matrimonio contraído con una mujer noble. Su nombre era quizás
Argyris.
VV. 1225-26
No hay nada más dulce, Cirno, que una buena esposa.
Yo doy testimonio, y sé tú testigo de mi veracidad.
- 139

Mi¡ ¡..t' a<pEAffi~ naí~oucra <píA.ou~ 8evva~E 'LOKfla~
Apyupí· croi ¡..tsv yap 8oúA.tov ~¡..tap ent.
'H¡..tl:v 8' ÜAAa ¡..tEV f:crn, 54 yúvat, KaKa nóA.A.' f:nd EK yfl~
<pEÚyo¡..tEV, apyaAÉll 8 'OUK ent 8oUAOO"ÚVll,
Ou8 'f1¡..tu~ nepvucrt. nóA.t~ yE ¡..tsv f:crn Kai f1¡..ttv 55
KUAfl, A118aícp KEKAt¡..tÉVll ne8ícp.
Praeter harre elegiam scripsit Theognis ante exilium dominatione
plebis depressus elegiam ad Simonidem, quam jam commeravimus
667-82. eo tempere, quo statum reipublicae tecte significare et
imaginibus circumscribere licuit:
~ou~ ¡..tüt f:ni yA.cócrcrn Kpa'Lepcp no8i A.a~ f:nt~aívcov 56 815-16
t<JXEt KCO'LÍAAEtV KaÍnep E1tt<J'LÚ¡..tEVOV.
Exul Theognis ad Clearistum scripsit, qui ad eum penuria laborans
venit et ab eo benigne exceptus est. 511-22. Alio exuli mare ingressuro
omnia fausta precatur 691-92.
Democlem monet, ut paupertatem modice ferat. 923-30. Omnino
videntur exules optumates ad vitae mollitiam luxumque adsueti
gravius tulisse opum angustias exiliique acerbitates.
L111¡..t&va~, cru 8s noA.A.a <pÉpet~ ~apú. ou yap f:nicrLTI <1085-86>
'LOU'L' ep8etV on O"Ot !lll KU'La8u¡..ttOV ñ.57
597-98, 599-602 in amicos infideles invehitur, quorum animum
subdolum verisimile est exulem expertum esse.
53 ,.ti¡ editores: ¡.ti¡ forte legendum: oevval;c sic editores
54 ¡..tt\1 tan editores: ¡.tév tcrn fortasse legendum
55 ¡..tt\1 tan editores: ¡.tév tcrn fortasse legendum
56 A.á~ Colli/Montinari
57 Kameu¡.ttov editores: Ka-r:aeú¡.ttov fortasse legendum
- 140 -
VV. 1211-16
53
<1211-26> No injuries a mis queridos padres burlándote en forma descarada,
Argyris: porque pesa sobre ti el día de la esclavitud;
pero a nosotros, mujer, aunque nos agobian muchos males,
ya que hemos huido de nuestra tierra,
no nos amenaza una penosa esclavitud
ni estamos siendo vendidos: tenemos al menos una hermosa ciudad,
situada en la llanura del Leteo.
Además de esta elegía, Teognis escribió antes del exilio, abatido
por el despotismo de los plebeyos, una elegía a Simónides, de la que
ya hicimos mención (vv. 66?-82), en un tiempo en que le fue posible
señalar la situación de la república de un modo encubierto y por medio
de imágenes en circunloquios:
VV. 815-16
Un buey que pisotea mi lengua con su poderosa pezuña,
me impide <Cirno> seducirte con mi poesía, aunque soy versado en ello.
El exiliado Teognis escribió a Clearisto, que vino donde él mientras
sufría privaciones, y lo acogió con benevolencia (vv. 511-22). Augura
toda prosperidad a otro exiliado que está por iniciar un viaje por mar
(vv. 691-92).
Aconseja a Damocles a que soporte la pobreza con moderación
(vv. 923-30). Parece que los exiliados aristócratas, completamente
acostumbrados a una vida confortable y al lujo, toleraban las estrecheces
de recursos y los infortunios del exilio con mayor dificultad.
VV. 1085-86
Pero tú, Demonax, soportas muchas cosas penosamente.
Porque no sabes qué hacer con lo que pueda desagradarte.
En los versos 597-98,599-602, ataca a los amigos infieles, de cuyo
engañoso carácter es probable que haya tenido la experiencia como
exiliado.
Después del exilio, como ya dijimos, Teognis lamentó, en una elegía
de la que quedan cuatro versos, la derrota de los nobles de Cerinto a
manos de los plebeyos.
- 141 -
 Post exilium, ut jam diximus, nobiles Cerinthi a plebe victos
elegía deploravit, cujus quatuor exstant versus 891-94.
Horno, aliquando popularis, post nobilium reditum in Theognidis
gratiam irrepere studuit: quem acerbe rejecit. 453-56.
Quid significent v. 1209-10, adhuc a nullo interprete est
explanatum.
13. Denique, quod attinet ad elegías Cyrno dedicaras, ad quas
nunc progredimur, non est dubium, quin poeta, cum singulas
scriberet, nondum in mente habuerit, ut has collectas et in ordinem
redactas postea aliquando ederet: id certo factum est: etenim
versus extant (19 ss.), qu<i>bus Theognis se tamquam sigillum
suis carminibus imprimere profiteatur, quo facile discernantur ab
adulterinis. Accedit quod e Xenophontis ap<ud> Stob<aeum> 58
verbis conjiciendum est hos versus initium elegiarum fecisse itaque
tamquam titulum esse in fronte totius libri positum. Quos versus
a sene Theognide compositos et carminibus cum institueret ea in
lucem proferre additos crediderim; prresertim cum 1) se croqn~ÓJ.Levov
vocet, id quod solus senex sine arrogantia dicere debuit. Dein 2)
non est dubium, quin nullo pacto adulescens scribere potuerit:
návTac; OE KU'L, avOpcí:mouc; ÓVOJ.LUO"TOc; U<J'LOt<Jtv of1 oünco nucrtv
áoEtv oúvaJ.Lat. Laudem poeticae virtutis non est verisimile jam
ante exilium eum tota Graecia assecutum esse: accedit, quod illud
oünco nondum eum sibi et optumates et populares conciliasse
significar, quod demum post exilium senex quaesivit.
58 ap<ud> Stob<aeum> Colli/Montinari: ap. Stob. Mette/Sch/echta
142 -
Después del retorno de los nobles, un hombre que alguna vez
perteneció al partido popular se empeñó en ganar capciosamente el
favor de Teognis: este lo rechaza duramente (vv. 453-56).
El significado de los versos 1209-10, no ha sido explicado todavía
por ningún intérprete.
13. Finalmente, en lo que respecta a las elegías dedicadas a Cirno,
que pasamos a tratar ahora, no hay duda de que mientras el poeta
escribía cada una de ellas, no tenía todavía en mente que, ya reunidas
y ordenadas, las editaría posteriormente alguna vez. Esto sin duda fue
realizado; el hecho es que subsisten los versos (19 ss.), donde Teognis
declara que ellos imprimen como un sello a sus poemas, de modo
que se puedan separar fácilmente de los espurios. Adicionalmente,
debemos inferir de las palabras de jenofonte citadas por Estobeo
que estos versos constituían el comienzo de las elegías, y así fueron
puestos como el título de todo el libro. Me inclino a creer que estos
versos fueron compuestos por el anciano Teognis y añadidos a los
poemas cuando decidió publicarlos; sobre todo porque: (1) se llama
a sí mismo como «un hombre sabio», cosa que solo un anciano pudo
decir sin arrogancia; en seguida, (2) no hay duda de que un adolescente
en ningún caso podría escribir: «y celebrado entre todos los hombres,
de ningún modo (oünco) estoy en condiciones de agradar a todos los
ciudadanos». No es verosímil que ya antes del exilio haya conseguido
la reputación de una excelencia poética por toda la Grecia. Se añade el
hecho de que ese «de ningún modo» (oünco) significa que él todavía
no ha buscado conciliarse el favor tanto de los aristócratas como
de los del partido popular, cosa que precisamente buscó ya anciano
después del exilio.
- 143 -
 Priusquam autem argumenta, in quibus hae elegiae versentur,
deineeps eompleetar, de Cyrni Theognidisque eonsuetudine
pauea dieenda sunt. Welcker quidem Cyrni alloeutionem ad
solam libri formam pertinere dicit, eum Theognis KúpvE, non
proprium, ut videatur, nomen, sed vetus appellativum, quo ipso
fietio prodatur, frequentet. Ae profeeto qui apud lyrieos quoque
poetas obtineret mos, ut amieo blande eompellando speciem
quandam rei non fictae sed verae efficerent, qua maxime moveretur
affeetus vel quo vellent animo sensa sua excipi signifiearent, quasi
non alienissimo euique, sed amicis tantum penetralia peetoris
aperientes, eum gnomicae poesi magis etiam eonvenisse. Mitigata
enim per paternae benevolentiae significationem praeeeptorum
severitate faeilius illa se in juvenum arrimos insinuare.
Ab hae sententia quam longissime abhorreo, eum nihil minus
ad harre imaginem, quam nobis de Theognide informaverimus
aptum sit, quam illud Welckeri. Non erat praeeeptorum magíster:
non finxit personam, quam blande eompellaret, ut hoe modo
praeeepta facilius se in aduleseentium arrimos insinuarent: omnino
non est habendus in gnomicorum poetarum numero: id quod jam
demonstravimus. Contra multa sunt illius interioris, quam dixi,
eonsuetudinis indicia. Quod enim Theognis modo patris, modo
fratris, modo amici affeetum erga Cyrnum hic illic profiteri videtur,
id referendum estad diversas utriusque vitarum aetates, quoniam
aliquando fit, ut ei, qui alter eonsulentis patris, alter aduleseentis
partes tamquam egerunt, seniores magis magisque harre aetatis
differentiam obliviseantur et amicitia inter se eonjuneti paulatim
144
Pero antes de hacerme cargo de los temas acerca de los que tratan
estas elegías, es preciso decir unas pocas cosas acerca de la relación
entre Cirno y Teognis. El mismo Welcker señala que la elocución
«Cirno» se refiere solo a la forma del libro, puesto que Teognis usaría
con frecuencia KúpvE, al parecer, ·no como un nombre propio sino
como un antiguo nominal 5 \ con el que precisamente se crearía un
personaje ficticio. Y Welcker afirma que seguramente esa práctica
prevalecía también entre los poetas líricos, de modo que al dirigirse a
un amigo con gentiles palabras se produciría cierta representación de
algo más real que imaginado, con la que se provocaría del mejor modo
un afecto; o más bien sugeriría una actitud de cómo los poetas desearían
fueran acogidos sus propios pensamientos, como quien abre lo más
íntimo de su corazón no a alguien totalmente desconocido, sino solo
a los amigos. Welcker comenta que, en buena medida, esta práctica
es congruente con la poesía gnómica 52 • Atemperados así mediante la
significación figurada de una cordialidad paterna, la severidad de los
preceptos se insinuaría en la mente de los jóvenes con más facilidad.
Estoy en completo desacuerdo con la opinión de Welcker, ya que
ella personifica la imagen menos apropiada que podríamos presentar
de Teognis 53 • Él no era un maestro de preceptos: no creó un personaje
que dirigiese suavemente sus palabras para que de ese modo se
fueran introduciendo más fácilmente sus preceptos en la mente de
los adolescentes; de ningún modo se debe incluir a Teognis entre los
poetas gnómicos, como ya hemos demostrado. Por el contrario, son
muchos los indicios de aquella su disposición interior de carácter que
he mencionado. Ya que Teognis parece en ocasiones profesar un afecto
de padre, otras de hermano, otras de amigo hacia Cirno, cosa que hay
que asignar a las diversas épocas en la vida de ambos. Porque sucede
que algunas veces, mientras uno hizo el papel del padre que aconseja, el
otro hizo el de adolescente; siendo ya adultos, más y más van olvidando
esta diferencia de edad, y unidos entre sí por la amistad, poco a poco
51 Nominal: «que tiene nombre de una cosa y le falta la realidad de ella en todo o en parte»,
DRA. En otras palabras, este appellativum sería un nombre sin ninguna existencia real.
52 El autor quiso entregarnos esta compleja frase que, si entiendo bien, pende de un dicit
de la oración anterior, es decir, de un «Welcker dice». En el texto latino, sin embargo,
esta última frase está al final, en la línea séptima de la oración.
53 Hay un nobis en el original, que imagino como un dativo ético.
- 145
tamquam annorum intervalla videantur coarctare. Cyrnus igitur
erat ut recentiores editores Welckero excep to consentiunt,
Polypai filius IIoA.unai811~; 59 Wel<c>ker autem nomen proprium
et patronymicum et in deorum invocationibus et in hominum
alloquiis conjunctum dicit inveniri ut rA.auKE Asn'tÍvsm nát,
'Epacr¡.LOVÍbll XapíAas apud Archilochum, rA.auK' 'EntKUbEÍbll
in oraculo apud Herod<otum> 60 VI, 86 et aliis locis. Id quidem
fieri potest, non opus est, quod ex multis Homeri locis, Tu8s·t811
Od<yssea>61 E 18, 134, 303 et sexcenties, Atyucrná811 Solon. Diog<enes>
Laert<ius> 1, 66 intelligas. 62 Primus demonstravit Schneidewin
IIoA.unai811v esse patronymicum Cyrni (del<ectus> Lyr<icorum>
Graec<orum> prol<egomena> ad Theog<idem>).63 Fortasse etiam
hoc non est omittendum quod Theognis lusu verborum usus Cymum
admonet, ut noA.únou ópyilv habeat; in quibus verbis est nominis
significatio IIoA.unáou vel IIóA.unou.
Cyrnum vero in nobilium circulis perquam fuisse dilectum et
carum docent v. 655-6
cruv croi, Kúpvs, naOóvn KUKéO~ avtCÜ¡.tcOa 11:ÚVTE~. 64
Adulescens videtur aliquamdiu dubitasse, num se Theognidi
ascisceret, ita ut ille nesciret, quid sibi esset faciendum et miraretur,
cur Cyrnus non ingenue, quae sentiret, profiteretur.
Mi¡ Jl' EnEcrtV ¡.tev cr-répys, vóov 8 'EXE Kai <ppéva~
c1 ¡.tE <ptAd~ Kai crot ntcrTo~ Evscrn vóo~ 65
UAAa <pÍAEt KaOapov Oé¡.tcvo~ vóov ií Jl, anosmmv
EXÜatp , a¡.t<pabíllV VclKO~ astpá¡.tcvo~.
59 TioA.;un:cií:&r¡c; Colli/Montinari: TioA.un:ai:&r¡c; Mette/Schlechta
60 Herod<otum> Colli/Montinari: Herod. Mette/Schlechta
61 Od<yssea> Colli/Montinari: Od. Mette/Schlechta
62 Diog<eges> Laert<ius> Colli/Montinari: Diog. Laert. Mette/Schlechta
63 del<ectus> Lyr<icorum> Graec<orum> prol<egomena> ad Theog<idem> Colli/Montinari:
del. Lyr. Graec. pral. ad Theog. Mette/Schlechta
64 oiJv crol, editores: oiJv croi, fortasse legendum
65 Kal crot editores: Kai crot fortasse legendum
- 146
parece como si los intervalos de los años parecen abreviarse. Cirno era
por tanto, como están de acuerdo los editores más recientes, excepto
Welcker, el hijo de Polipais (IIoA.unat811~); Welcker en cambio dice que
el nombre propio y el patronímico se encuentran unidos tanto en las
invocaciones de los dioses como en las exhortaciones de los hombres,
como «Oh, Glauco, hijo de Leptino», y «Carilaos, hijo de Erasmos»,
en Arquíloco, «Glauco, hijo de Epicides», en el oráculo en la obra de
Heródoto (VI86) y en otros lugares. A la verdad, esto es algo que puede
suceder, pero no es necesario, ya que se pueden ver en muchos pasajes
de Homero: «Tídides hijo de Tideo» (Odisea V 18, 134, 303) y muy a
menudo, «Ligustiade», en So Ión (Diógenes Laercio 1, 66). Schneidewin
fue el primero en demostrar que Polipaides era un patronímico de Cirno
(Delectus poesis Graecorum, Prolegomena a Teognis). Quizá ni siquiera
se deba omitir el que Teognis, usando un juego de palabras, le advierta
a Cirno que debería adoptar la «disposición de un pulpo» (noA.únou
ópyilv); en estas palabras está el significado del nombre de Polipaos
o Polipo (IIoA.máou o IIoA.únou).
Los versos de más abajo muestran que Cirno fue sumamente estimado
y querido en los círculos nobles.
vv.6ss-6
Nos afligimos todos contigo terriblemente, Cirno, en tu padecimiento.
ÜAAa~ <87-90> El adolescente parece haber dudado por algún tiempo si se asociaba
con Teognis, de manera que este ignoraba qué debería hacer y estaba
sorprendido de que Cirno no declarase sinceramente sus sentimientos.
VV. 87-90
No me demuestres cariño en tus palabras sino complace tu mente
<656> y el resto de tu corazón
si me amas, y posees un entendimiento fiel,
pero ámame si posees una mente pura, o desistiendo
ódiame suscitando abiertamente tu discordia.
VV.656
pero una aflicción que te es ajena, es de corta duración.
- 147

ainap f.yffiv óA.iy11c; n:apa crcu ou r.úyxavro ai8ouc;, 66 <253-54>
aAA' éócrn:cp f.tlKpov n:al:8a A.óyotc; f.t' an:ar.Q.c;.
Cum ingruissent reí publicae tempestates, eum identidem
admonuit, ut mediam ínter partes viam sequeretur 331-32.219-20.
neve gravius ferret rerum iniquitates. Sed ipse eo tempore tantum
abest ut ea moderatione et temperantia in rebus publicis usus
sit, ut in dies vehementissima ira incitatus et affectibus jactatus
ad ipsum Cyrnum elegías mitteret, quem sedare voluit, quibus
odium in plebem inexstinctum, inimicitias adversus degenerantes
nobiles gravissimas, despectum amicorum infidelium expromeret
et aptis coloribus pingeret.
De conubiis 67 inter nobiles plebemque junctis
183-90. 537-38. 193-96
de rerum publicarum conversione
53-58 279-82 289-92 647-48 1135-50
de effrenata plebis licentia:
39-42 43-52 663-64. 833-36
de perniciosa divitiarum vi:
53-60 699-718 1109-14 719-28
Ac fortasse mireris, qui fieri potuerit ut Theognis tam acerbe,
saepe tam inique in adversarios inveheretur et tamen ut docuimus
conaretur ut gratiam plebis sibi conciliaret bonaque et vitam
inserviendo popularibus studiis servaret. Ad hoc pertinent ea,
quae subtiliter monuit W. Teufel (Pauly v. Th<eognis>) «zum
66 ruyxavro editores: wyxávro fortasse legendum
67 conubis Mette/Schlechta: connubis Colli/Montinari
- 148 -
VV. 253-54
Mas yo no encuentro de parte tuya el menor respeto,
sino que me engañas con tus palabras como a un niño pequeño.
Cuando las perturbaciones se abatieron sobre la república, Teognis
aconsejaba continuamente a Cirno a seguir una vía media entre los
partidos opuestos (vv. 331-32; vv. 219-20), o a no sufrir de forma tan
intensa la condición adversa de los acontecimientos. Pero el mismo
Teognis está tan alejado en aquel tiempo de la costumbre de usar esa
moderación y equilibrio en los asuntos públicos; incitado de día en
día por la ira más violenta y agitado por las pasiones enviaba al mismo
Cirno, a quien quería tranquilizar, elegías en las que hacía manifiesto
y retrataba con los colores apropiados un odio inextinguible hacia los
plebeyos, la más intensa enemistad contra los nobles envilecidoss4, el
desprecio de los amigos desleales.
Sobre los matrimonios contraídos entre nobles y plebeyos
VV. 183-90, VV. 537-38, VV. 193-96
Sobre la alteración de los asuntos públicos
vv.53-8;vv.279-82;vv.647-48;vv.1135-50
Sobre la licencia desenfrenada de los plebeyos
v~39-42;vv.43-52;vv.663-4;vv.833-6
sobre el poder destructivo de las riquezas
VV. 53-60; VV. 699-718; VV. 1109-14; VV. 719-28
Te sorprenderás quizá de cómo pudo suceder que Teognis atacase
a sus adversarios en forma tan amarga, a menudo tan injusta; y aún
así, como lo hemos mostrado, intentara conciliarse el favor del pueblo
común y conservar los bienes y la vida poniéndose al servicio de los
intereses del pueblo. Esto es lo que W. Teuffel con perspicacia advirtió
(Pauly, Sv. Teognis):
54 degenerantes nobi/es señala sobre todo a los nobles que se alejaron de las estrictas
costumbres dóricas y consintieron en los matrimonios mixtos para acrecentar su
fortuna.
- 149 -
Beweis, daB -durch trübe Erfahrungen seine Stimmung gegen
das Volk eine erbitterte ist, und er die Theorie um so schroffer
aufstellt, je mehr er in der Praxis Zugesüindnisse machen muB,
daB er gegenüber den Demüthigungen des Lebens den Stolz des
BewuBtseins sich retten und durch des sen Darstellung im Worte
für jene sich rachen mochte».
Eodem tempore Theognis in summam egestatem delapsus
est, quam sibi onus miserrimum et gravissumum esse multis in
elegiis doluit:
1tcVÍ11, inquit 267-70 OU'rc yap de; ayopi¡v EPXETUl OU'rc OÍKUc_;,
IIáv-rn yap 'r' OUAU<J<JOV EXEl, náv-rn o' E1tÍJ.tUKTOc_;
náv-rn o' EXPll ÓJ.t&c; yívs-rat, €vea nsp fí.
Quare pauperem decere mori 181-2 vel certe in mare fugere, ut
penuria solvatur. 173-80. Maxime vero id questus est, quod egestas
et necessitas hominem a recta via avocaret et eum turpia facinora
doceret: quibus versibus nescio an tecte significet, quantopere se
poeniteat, quod ipse aliquando invitus popularem egerit. 649-52
~ OclAi¡ 1tcVÍ11, TÍ EJ.tOlc_; E1tlKclJ.tÉV11 roJ.tOlc_;
<Jébf.LU KUTUl<JXÚVclc_; KUl VÓOV ~J.tÉTcpov; 68
aiaxpa OE Jl' OUK E9ÉAOVTU ~ín KUKU 1t0AAU OlOÚO"Kclc_;,
€cr9A.a f.LET' av9pffinrov KUl KáA' E1tÍ<JTUJ.tcVOV. 69
cf. 351-54 619-20.
Si earum elegiarum, quas exul composuit, argumenta spectas:
inest in plerisque quaedam humanarum rerum contemptio et
despicientia 425-28
68 i¡¡.uhcpov; Mette/Sch/echta : i¡¡.tÉ't'Epov· Colli/Montinari
69 ETCÍ<Ha¡.tcvov sic editores
- 150 -
«Como una prueba de que -por triste experiencia- su disposición de
ánimo contra el pueblo es amarga, cuanto más radicalmente postula
su teoría, más se ve forzado a hacer un compromiso con la realidad.
Tanto es así que, ante las humillaciones de la vida, intenta salvar la
dignidad de su conciencia, y mientras expresa esto último por escrito,
él exigirá su venganza por lo anterior».
Teognis cayó en ese tiempo en la más extrema pobreza, que lamentó
en muchas elegías llamándola una carga de lo más miserable y gravísima
para él:
VV. 267-70
La pobreza no visita por cierto ni el ágora ni los tribunales,
porque en todas partes es tenida en menos,
y en todas partes ridiculizada,
y por todas partes es igualmente odiada, donde sea que esté.
Por lo que sienta bien al pobre el morir (vv. 181-2), o seguramente
huir por mar para liberarse de la escasez (vv. 173-80). Pero sobre todo se
queja de que la indigencia y la necesidad puedan apartar al hombre del
recto camino y enseñarle acciones indignas; no sé si en los siguientes
versos él da a entender en forma velada cuán arrepentido está de haber
actuado alguna vez de partidario del pueblo, a pesar suyo. vv. 649-52:
Ah, pobreza miserable, ¿por qué envileces nuestro cuerpo y mente
ahora que pesas sobre mis hombros?
y contra mi voluntad muchas ruindades por la fuerza me enseñas,
aunque conozco lo que es noble y honorable entre los hombres.
Cf. VV. 351-54 VV. 619-20
Si consideras con atención los argumentos de estas elegías que
compuso siendo un exiliado, se halla en la mayor parte un cierto desdén
y menosprecio por los asuntos humanos55
55 El dístico inicial puede haber sido anterior al poeta y expresar un pesimismo tradicional.
El conjunto de la estrofa será recordado luego por Nietzsche en El Origen de la Tragedia
3, como relacionado con una «antigua leyenda» del rey Midas, que dio caza al sabio
Sileno. Allí este le revela los dos mayores secretos que nunca se debieron saber: que lo
151 -
 návnDV JlEV Jlll <pUVUl Entxeoviot<HV aptcrrov
Jlllb' scrtbEtV auyar; Ó~ÉO(, i]EAÍOU.
<pÚV'LU 8 ' onror; CóKtcr-ra núA.ar; A"i8ao 11:Epfícrat
Kat KEtcr9at noA.A.i]v yfív sna¡..tllcrá¡..tEvov.
Ou 8úva¡..tai crot, 9u¡..tÉ, napaaxdv ap¡..tEva náv-ra
'LÉ'LAU9t• -r&v 8f; KUAWV oün cru ¡..touvor; Ep~r;.
441-46 555-56 1117-18 1229-36
Maxime vero patriae desiderio se exulem laborasse profitetur ipse 787
aA.A.' oünr; JlOl 'LÉp\j!l(, E11:t <ppÉVar; ~A.ecv EKEÍVffiV.
oihror; ou8f;v &p '~V <pÍA'LEpov UAAO 11:Ú1PllC:,·
Fortasse etiam conjugem in patria reliquerat, quae illa Argyris
videtur fuisse, de qua jam vidimus 1123-28.
JllÍ ¡..tE KaK&v JlÍJlVllcrKE" ntnoveá 101 otá -r' '08ucrcrEur;
ocr-r' A:t8Ero ¡..tÉya 8&¡..t' flA.uecv E~ava8úr;,
or; bi} KUt ¡..tvr¡cr'rfípar; UVEÍAE'LO VllAfi 9u¡..tép 70
I111VEAÓ1tll(, E¡..t<pprov KOUptbillr; aA.óxou,
íí ¡..ttv 8f19 'únÉ¡..tEtVE <piA.cpnapa nat8i ¡..tÉVoucra
o<ppa 'LE yfír; E11:É~ll bElJlUAÉour; 'LE ¡..tuxoúr;.
70 oc; editores 11 VllAfi Mette/Sch/echta : Vl]A.Él Colli/Montinari
152
VV.425-28
Lo mejor de todo es por cierto para los que habitan la tierra
el no haber nacido,
ni mirar los rayos del sol ardiente.
Mas para quien ha nacido, atravesar lo más rápido posible
las puertas del Hades,
<695-96> y yacer enterrado en extenso lecho de tierra.
VV. 695-96
No puedo, alma mía, suministrar todos tus atavíos.
Ten paciencia: tú no eres el único en amar las cosas bellas.
V. 441, VV. 555-56, VV. 1117-18, VV. 441-46.
Él mismo confiesa que siendo un exiliado padeció muchísimo por
la nostalgia de la patria (v. 787).
Pero ningún agrado vino de aquellos a mi corazón.
Así, ni había otra cosa más querida que la patria.
Quizá había dejado también en su patria a la esposa, que Argiris
parece haber sido ella, quien es ya mencionada en vv. 1123-28.
No me recuerdes de mis males: he padecido por cierto tal como Odisea,
quien emergió escapando de las grandes mansiones del Hades,
quien además, como hombre prudente, hizo perecer sin piedad
a los pretendientes de Penélope, la esposa legítima,
que por largo tiempo lo aguardaba permaneciendo junto al hijo querido,
y hasta que arribó además a los temibles y apartados escondrijos de
su tierra.
mejor es «no haber nacido en el ser, no ser, nada ser nada» (nicht geboren zu sein, nicht
zu sein, nichts zu sein). La segunda mejor opción es «morir pronto» (bald zu sterben).
- 153 -
 Dignissimum est etiam illud Theognidis, quod in harum rerum
connexu legatur: <1197-1201>
opvt9oc; cprov'l)v, I1oA.un<ii811, Ó~u ~officr11c;
flKOUO"' ÍÍTE ~pOTOl<; ayycAO<; ~A9' apÓTOU,
ffipaíou· Kaí 1101 Kpa8í11v EnáTa~E JlÉAatvav
(hn JlOl cuav9c1c; UAAOl EXOUO"lV aypoúc;,
ou8f; JlOllÍJlÍOVOl KÚ<prov' EAKOUO"lV apóTpou.
Dum haec secum reputat, tam vehementer ira et odio in plebejos
flagrantissimo rapitur ut ultionem a Jove postulet.
Tc8vaí11v 8 'd llil n KaK&v ÜJlnauJla JlEPlJlVÉroV 71
EÚpOÍJlllV, 80Í11V 1:' UVT' clVlWV UVÍac;.
1:&v ctll JlÉAav al11a ntdv.
Av8poc; 1:01 Kpa8íll Jltvú9ct JlÉya nf\Jla na8óv1:o<;72
Kúpv ', anonVUJlÉVOU 8' aú~ETal E~onícrro.
Ante proelium, quo optumates plebem vicerunt, hi versus
videntur compositi esse
'Ec; TCOAUÚPllTOV KaKOV ÍÍKOJlEV evea JlÚAlO"Ta
Kúpvc, O"UVaJl<pOTÉpouc; JlOlpa A,á~Ol eaváTOU.
71 Jli¡ n editores
72 Avópoc;¡:ot editores
- 154 -
Es muy digno de atención también aquello que se lee de Teognis
en conexión con este contexto:
VV. 1197-1201
escuché el canto del ave, Polipaides, chillando agudamente,
llegó cual mensajero para los hombres de la estación
del arado; y me hizo palpitar el negro corazón,
porque otros poseen mis campos que se cubrían de flores,
y las mulas no tiran del yugo curvo de mi arado.
Mientras reflexiona sobre estas circunstancias, es arrastrado de
una ira vehemente y un odio hasta tal punto implacable contra los
plebeyos, que exige contra ellos la venganza de júpiter.
<343-44>
VV. 343-44
O que muera si no hallo algún reposo de mis funestas preocupaciones,
y que pueda intercambiar tristezas a cambio de tristezas.
<349>
V.349
¡que pueda beber su negra sangre!
<361-2>
VV. 361-62
Mira, cuando un hombre ha sufrido un gran perjuicio, Cirno,
el corazón
<819-20> se empequeñece, y cuando toma su desquite, entonces se engrandece.
Estos versos fueron probablemente compuestos antes de la batalla
en que los aristócratas derrotaron al pueblo:
VV. 819-20
Estamos justo aquí en presencia de un mal deseado por muchos,
Cirno, que el destino nos sorprenda a los dos con la muerte.
155 -
 Post hoc proelium (quo optumates plebem vicerunt) v. 949-54; in
quibus obscenum scirpum latere Welckerum <putare> satis miror.
Restat fragmentum, quod verisimile est post exilium compositum
esse: Cyrnum theori munere fungentem monet Theognis, ut
diligenter jussa dei observet.-
At si cui in his argumentis enarrandis nimis diu versatus esse
videor: id suppeditat, quo me excusem. Etenim in mente habui, ut
tali modo ea, quae nuper Bergkius de argumentis Theognideorum
scripsit refutarem: qui nihil de toto Theognide jam extare nisi
seriem interruptam sexcenties sententiarum excerptarum cum
affirmaverit, mihi valde videtur errare; atque id quidem me
docuisse puto haud pauca esse in hac farragine vestigia, quibus
ad certas res et facta, ad certos ejus vitae casus agnoscenda nullo
negotio perducamur. Quamquam ipse lubentissime concedo
mihi in talibus fragmentis eligendis et componendis 73 nullo
pacto me satisfecisse; quoniam saepissime factum est, ut diversa
diversi argumenti fragmenta 74 in eadem pagina memoranda et
describenda essent.-
73 et componendis Mette/Sch/echta: et componenda Colli/Montinari
74 diversa diversi argumenti fragmenta Mette/Sch/echta : diversa diversi argumenta
fragmenta Colli/Montinari
- 156 -
Después de esta batalla (en que los aristócratas vencieron al pueblo),
vv. 949-54, mucho me sorprende que Welcker pensó que se escondía
un enigma indecente56 •
Queda un fragmento, que es probable fue compuesto después del
exilio: Teognis aconseja a Cirno, que desempeña el cargo de Teoro57,
a que observe en forma diligente los mandatos del dios.
Mas si alguien piensa que me muestro demasiado interesado en
dilucidar estos argumentos, que baste como excusa lo siguiente.
El hecho es que tuve en mente refutar lo que Bergk recientemente
escribió acerca del contenido de la Teognídea. Mi opinión es que él yerra
grandemente cuando afirma que nada subsiste ya del Teognis completo,
con excepción de una serie interrumpida de incontables extractos de
sentencias58 • Además de esto, creo haber demostrado también que hay
no pocos vestigios en esta mezcolanza de fragmentos, que pueden
conducirnos sin dificultad a identificar ciertos acontecimientos y
hechos, ciertas circunstancias de su vida. Yo mismo concedo, sin
embargo, que de ningún modo he quedado satisfecho con mi selección
y disposición de tales fragmentos, porque ha ocurrido muy a menudo
que varios fragmentos, cada uno de contenidos diversos, tuvieron que
ser mencionados y descritos en una misma página.
56 «Poeme bien énigmatique [vv. 949-54], et qui est peut etre une devinette (ypi<po~)
au sens précis du mot» (Carriere, éd. 2003: 110 n. 1). Con todo, puede que Welcker
haya estado más cerca de la verdad: «Nous le croyons plutot, avec diverses autres
a
commentateurs, d'inspiration érotique: l'amoureux qui parle n'a pu arriver ses fins»
(ibid.)
57 En este caso se trataría de un representante elegido de una ciudad griega, con el objeto
de asistir a una fiesta de carácter religioso o para la consulta de un oráculo.
58 Theodor Bergk publicó en 1853la editio altera de sus Poetae Lyrici Graeci, donde el texto
de Teognis fue editado entre otros autores de la lírica griega.
157 -
111. Theognidis de deis, de moribus, de rebus publicis opiniones
examinantur.
<14. > Quoniam de Theognidis vita scriptisque jam satis dictum
esse videtur, superest, quod tertium no bis proposuimus, ut quae
Theognis de rebus divinis humanisque senserit, explicandi
faciamus periculum. Cum vero haud multi viri docti de hac re
peculiarem ediderint sententiam, fortasse juvabit jam ab initio
disserendi verba Bernhardyi legisse, quibus solita virorum
doctorum persuasio breviter est exprompta. II, 457.
«Die Summe der Elegien ruht auf dem politischen und sittlichen
Glauben der Dorier oder einer kastenartigen Tugendlehre, welche
jeglichen Vorzug des Geistes und der geselligen Bildung, des
Güterbesitzes und der Lebensklugheit an adliche Geburt knüpft,
und der Dichter hat dort, bestimmt von tiefem Abscheu vor dem
regierenden Pobel die unvediuBerlichen Rechte der guten Manner
in einem Kern gediegener Satze und Erfahrungen bezeugt».
Atque jam Welcker monuit ne Theognidi auscultantes civem
Doriensem et generosum loqui essemus immemores. Cui judicio
unus omnium Grote (History of Grece III c. 9.) adversatur, qui
sese in Theognideis non posse illam propriam Dorium vim et
naturam invenire et agnoscere confitetur. Quamquam de hac re
ille non disputat uberius, tamen hoc judicium est dignissimum
quod perpendatur.
Etenim Theognis ex vetere et illustri gente exortus per totam
vitam tantopere in nobilitatis studio versatus est, ut in ea restituenda
et dilatanda suas omnes cogitationes et vota fixa haberet. Verum
tamen in ea rerum conditione fuit, qua genuina nobilitatis
Doriensium vis penitus jam esset convulsa ejusque praecepta
in omnium rerum conversione tamquam proculcarentur. Ex
quo factum est ut ipse Theognis de quibusdam ejus praeceptis
dubitare novamque sibi informare persuasionem coepisset. Atque
quam viam ingressus sit Theognis, ut senex paullo liberius de
republica et de rebus humanis divinisque judicasse videretur, e
multis indiciis etiam nunc intellegere possumu~.
158 -
111. Se examinan las opiniones de Teognis sobre los dioses, las
costumbres y los asuntos públicos
<14> Puesto que ya parece haberse hablado en forma suficiente sobre
la vida y los escritos de Teognis, queda un tercer punto propuesto por
resolverse; a saber, el tratar de explicar la percepción de Teognis acerca
de los asuntos divinos y humanos. Puesto que no muchos estudiosos
han manifestado su opinión sobre este asunto en particular, será quizás
útil, antes de desarrollar el tema, leer las palabras de Bernhardy, que
representan en forma sucinta la opinión habitual de los estudiosos (11
457):
«El corpus completo de las elegías está basado en las creencias políticas
y éticas de los dorios, o bien en una doctrina moral [Tugendlehre] basada
en castas, que une el nacimiento noble con todo tipo de excelencia
espiritual y cultural, con la posesión de la propiedad y con la sabiduría
del mundo. El poeta, caracterizado por una profunda aversión hacia la
plebe gobernante [Pobel], dio testimonio de los derechos inalienables
de los hombres buenos en un núcleo de sentencias y experiencias
profundas».
Ya Welcker nos puso en guardia que al prestar atención a Teognis no
nos olvidemos que nos está hablando un ciudadano dorio y de noble
origen. Fue Grote el único que se opuso a este punto de vista (History
ofGreece 111 c. 9), quien admite que no puede hallar ni reconocer aquel
vigor y carácter propio de los dorios en los poemas teognídeos. Aunque
no argumenta más extensamente sobre este asunto, este juicio, sin
embargo, es muy digno de consideración.
El hecho es que Teognis, nacido de un linaje antiguo e ilustre,
abrazó la causa de la nobleza con tal empeño, que dedicó todos sus
pensamientos y aspiraciones en restablecerla y acrecentarla. Pero aun
así se encontró con un estado de cosas en que el vigor auténtico de
la nobleza de los dorios estaría ya debilitada desde su interior; y sus
preceptos se encontrarían, por decir así, pisoteados durante un proceso
de trastorno total. De ahí ocurrió que el mismo Teognis comenzara
a poner en duda algunos de esos preceptos, y a crearse una nueva
convicción. Y en esta vía justamente habría ingresado Teognis, de
manera que también podemos discernir ahora, por numerosos indicios,
que ya anciano parecía opinar algo más libremente sobre la república
y los asuntos divinos y humanos.
159
 Habet enim Theognidea poesis id sibi proprium, quod opiniones
de deis, de moribus arcto connexu conjunctae sunt cum Theognidis
de re bus publicis judicio: ex quo non no bis haec et illa segregatim
tractare licet. Hujus rei causa ex singulari Megarensis civitatis forma
repetenda est, quae divisa et discripta per certas quasdam classes
sive castas quas dicunt fieri non potuit, quin diversa diversarum
classium de re bus humanis divinisque judicia gigneret et aleret.
Cum ve ro certamen acerrimum inter has classes exortum esset et
Theognis alterius optumatium classis ses e atrocissimum praestaret
propugnatorem, etiam in carminibus ita populum discrevit, ut
alteram partem TOU<; a:yaeou<; i.e. optumates, bonos viros diceret,
quorum esset omnis erga deos relligio pietasque et omnis in
homines justitia virtusque, alteram 1:ou<; KaKou<; vel1:ou<; bctA.ou<;
vocaret, in quibus omnis morum pravitas omnisque impietas et
nefas inessent. Unde liquet, qui fieri potuerit, ut opiniones de
re bus divinis humanisque apud Theognidem arete cohaererent.
Primum vero quaerendum est, quo jure Theognis haec de
nobilitate et plebe judicaverit quibusque ex causis hoc judicium
repetendum sit.
15. In quinque enim re bus artibusque, ut, quantum nobiles tum
valuerint quantumque plebi praestiterint, complectamur posita
eorum est dignitas et auctoritas. Primum enim magni apud omnes
generis vetustas claraque origo aestimabatur, praesertim cum
haec origo saepe ad heroes et ipsos ad deos auctores referretur.
Contra plebejus horno, qui tamquam ex inutili perniciosaque
stirpe exortus est, obscuritate tegebatur, neque ejus nomen
ultra vitam innotescebat. Quod duobus distichis acerbissime
exprimit Theognis
- 160 -
Por cierto que la poesía teognídea tiene la peculiaridad de que las
opiniones acerca de los dioses y las costumbres se hallan unidas por
un estrecho vínculo con las opiniones de Teognis sobre los asuntos
públicos; por consiguiente, no nos es posible tratar ambos asuntos
en forma separada. La causa de esta situación se encuentra en la
singular forma de la organización cívica megarense, la que, por estar
dividida y distribuida en ciertas determinadas clases o como llaman,
castas, necesariamente generó y fomentó juicios divergentes acerca
de los asuntos humanos y divinos entre las clases diversas. Ahora bien,
cuando surgió la más violenta contienda entre estas clases, y Teognis
se mostrase como el más implacable defensor de la opuesta clase de
los nobles, también en sus poemas separó de tal manera al pueblo
que llamó a la parte opuesta 1:ou<; ayaeou<;, es decir los aristócratas,
los hombres buenos. Ellos estaban a cargo de todo lo concerniente a
la religión y la piedad para con los dioses, y al ejercicio de la justicia y
la virtud entre los hombres. Llamó a la otra clase 1:ou<; KaKou<; o 1:ou<;
bctA.ou<;, es decir, los malos o viles, porque en ellos se hallaría toda la
maldad de costumbres y toda impiedad y sacrilegio. Es claro, entonces,
por qué pudo suceder que las opiniones sobre los asuntos divinos y
humanos en Teognis estuvieran estrechamente relacionadas.
Pero debemos examinar en primer lugar con qué derecho Teognis
haya opinado así de la nobleza y el pueblo, y por qué motivos hay que
volver a plantear esta opinión.
15. Respecto de los nobles, podemos entender cómo en los tiempos
de Teognis ellos ejercían el control e imponían la supremacía sobre
los plebeyos, si comprendemos que su dignidad y autoridad estaba
fundada precisamente en cinco órdenes de cosas y cualidades. En primer
lugar, todos ellos tenían en gran estima la antigüedad de la estirpe y el
origen ilustre, en especial cuando este origen muchas veces se podía
retrotraer hasta los héroes y los dioses mismos como fundadores. Por
el contrario, el hombre plebeyo, como quien se ha originado de una
estirpe inútil y perniciosa, estaba cubierto de oscuridad, y su nombre
no era celebrado más allá del curso de la vida. Esto es algo que Teognis
expresa de forma muy vehemente en un dístico59 :
59 distichon: un poema consistente de dos líneas, por lo general, como aquí, un hexámetro
seguido de un pentámetro.
- 161
 Tou<; aya9ou<; fi'A'Ao<; flÚAa flÉfl<pEtat, fi'A'Ao<; Enatvd
t&v 8s KaK&v flVlÍflll yivEtat ou8Ef.LÍa.
ÜU1tO'tE OOUAEÍTJ KE<pUATJ iecta 1tÉ<pUKEV
a'A'A ad O"KOAti¡ Kauxéva AÓ~OV EXEt
ÜU'tE yap EK O"KÍAATJ<; pó8a <pUE'tUt oue 'úáKtv9o<; 75
outE not' EK 8oú'Ar¡<; tÉKVov EAEu9éptov.
Dein nobiles, quoniam eis armorum usus erat bellique cognitio,
praesertim cum antiquitus sibi munus imposuissent ut rem publicam
soli gubernarent neque ullum de plebe ad eam administrandam
admitterent: se in rebus publicis salubriter et optimo successu
versatos esse sibi semper persuaserunt
ÜUOEflÍUV neo, Kúpv ', aya9oi 1tÓAtV WAEO"UV fiv8pE<;-
Et jam pergit
a'A'A otav ú~pi~Etv tol:crt KaKotcrtv áoñ
8fiflÓV tE <p9Eipcocrt- 76
EK téüv - crtácrtÉ<; 'tE KUt Efl<pUAOt <pÓVOt av8p&v
Accedit quod solis nobilibus erat juris cognitio legumque
interpretatio; unde factum est ut Theognidi plebs videretur 8iKa<;
8t8óvat aOÍKOtO"tV 45:
EtKO<; tOV KUKOV fiv8pa KUKW<; tU OÍKata VOflÍ~EtV
flTJOEflÍUV KU'tÓ1ttcr9 'Ú~ÓflEVOV VÉflEO"tV.
75 <pucmt sic editores
76 <peciprool Mette/Sch/echta : <pecipoucrt Colli/Montinari
- 162
797-98 VV. 797-98
Reprochan algunos vehementemente a los buenos, el otro los alaba,
pero no hay ningún recuerdo de los hombres malos.
<535-38>
VV. 535-38
Nunca una cabeza esclava ha crecido erguida
sino que es siempre torcida, y su cuello oblicuo.
Porque ni de la cebol/a60 crecen rosas ni jacintos,
y nunca de esclava un hijo de sentimientos libres.
Segundo, los nobles, porque poseían el uso de las armas y el
conocimiento de la guerra, sobre todo siendo que desde la antigüedad
se habían impuesto la tarea de ser los únicos en gobernar la república y
de no admitir a nadie del pueblo para administrarla, siempre estuvieron
convencidos de que su desenvolvimiento en los asuntos públicos fue
43
exitoso y eficiente.
V.43
Los hombres buenos, Cirno, jamás han destruido ciudad alguna-
y luego continúa:
51
VV.44
mas cuando a los malos place cometer violencias
destruyen también al pueblo
V. 51
<279-80> De aquí -las sediciones y masacres intestinas de hombres.
Se añade a esto que solo los nobles poseían el conocimiento del
derecho y la interpretación de las leyes; de donde resultó que a Teognis
le pareciera que el pueblo OÍKa<; 8t8óvat a8iKotO"tV [«hace justicia en
favor de los que obran injustamente»] v. 45.
VV. 279-80
Es natural que el hombre malo considere malvadamente las cosas justas,
pues no tiene respeto alguno por el castigo divino posterior.
60 La <JKiAA.a es la cebolla marítima, que crece cercana al mar y es muy tóxica.
163 -
 His ultimis verbis plebejum nullis religionibus adstrictum
non vereri deos judicat77 poeta: id quod est tertium, quo suam
auctoritatem positam esse crediderint: erat apud eos omnium
sacrorum administratio. Quare deos sibi propitios, succensentes
plebejis fingebant.
Hoc loco opinio memoranda hujus aetatis propria, qua Theognis
fuit, vel ut rectius definiamus, ab antiquissimis Graecorum
temporibus usque ad hane Theognidis aetatem delata quae dilucide,
quantam dignitatem nobiles sibi vindicaverint, illustrat. Etenim
deos cum hominibus foedus iniisse credebant, quo constitutum
esset, ut dei dummodo justos ab hominibus honores sacraque
acciperent, sua borra beneficiaque in eos conferre deberent. Neque
alia est sententia, quam Pindarus (P<ythia> 2, 73)78 expromat:
si quis veri et recti viam ingressus sit, necesse esse ut divorum
assequatur beneficia. Sed vereor ne jam priorem aetatem tam
ingenue quam Pindarum de hac, quam dicimus, su8atJ..LOVÍQ. et
sx8po8atJ..LOVÍQ. judicasse affirmem. Immo vero ipsa Sophoclis
aetate, si illum Oedipum regem ad harre quaestionen adhibemus,
deos sibi quem amarent suisque bonis afficerent, ex arbitrio
eligere neque ullis artibus, ne pietate quidem, ad alium amore
complectendum cogi posse, quem sibi non elegissent, in omnium
animis haec opinio defixa fuisse neque facile in dubium videtur
vocata. Prior vero aetas, ut revertamur, unde paullo defleximus,
quantopere in his opinionibus versata sit, ex multis Theognideis
conici potest; unde apparet et virtutem et divitias et honorem
non intellegi nisi conjuncta et artissimis vinculis conexa.
77 judicat Mette/Schlechta: indicat Colli/Montinari
78 P<ythia> Colli/Montinari: P. Mette/Schlechta
- 164 -
Con estas últimas palabras el poeta juzga que el plebeyo, por no
estar sujeto a impedimento religioso alguno, no teme a los dioses;
lo que constituye el tercer punto en el que ellos creían se fundaba su
autoridad: que estaba en sus manos la administración de todos los
ritos sagrados. Esto llevó a los aristócratas a asumir que los dioses les
eran propicios, mientras se irritaban con los plebeyos.
Es preciso rememorar en este punto una opinión común en los
tiempos de Teognis, o más precisamente, una que fue transmitida
claramente desde los tiempos más antiguos de los griegos hasta la
época de Teognis, revela cuán grande sería la dignidad que los nobles
se atribuían a sí mismos. En realidad, ellos creían que los dioses
entraban en una alianza formal con los hombres, por la que estaba
determinado que si los dioses recibían de los hombres los honores
y sacrificios rituales, ellos estaban obligados a concederles bienes
y beneficios. La opinión de Píndaro no es diferente (Píticas 2, 73): si
alguien entra en el camino de lo verdadero y lo recto, es imperativo
que alcance los beneficios de los dioses. Pero temo afirmar que
ya esta época más temprana opinara de modo tan ingenuo como
Píndaro, sobre lo que llamamos su8atJ..LOVÍQ. <«en prosperidad»>
y sx8po8atJ..LOVÍQ. <«en infortunio»>. Por el contrario, en la misma
época de Sófocles, si admitimos a aquel Edipo rey opinar en este
asunto, parece que los dioses elegían por su propio arbitrio a aquel
a quien amaban y favorecían con sus bienes, sin consideración de
características personales; ni por su piedad siquiera podían verse
obligados a acoger con amor a algún otro que ellos no había elegido.
Esta creencia estaba grabada en las mentes de todos y no parecía
ser fácilmente puesta en cuestión. Mas -para volver al punto del
que hace poco nos apartamos- en qué medida la época anterior se
interesó en estas opiniones, puede conjeturarse en base a muchos
poemas teognídeos. Se demuestra de aquí que la virtud, las riquezas
y la honra no se entienden si no están unidas y asociadas por los
vínculos más estrechos.
- 165 -
 Eu8aÍJlCOV ElllV KUl 9Eotc; <pÍAO<; a9aváT010"tV
Kúpv '· apETf\<; 8' UAAll<; ou8EJlÍU<; EpUJlUL 79
Kai yap 1:01 1I:AOUTOV JlEV EXEtv aya9o'i:crtv EOtKEV'
'JÍ 1I:EVÍ11 8E KUKql crÚJl<püpü<; av8pi <pÉpEtV.
0Eotc; EUXOU, 9Eotc; ecrnv Ent KpÚTO<;. ou 1:01 UTEP 9EffiV 171-2
yÍVETUt av9pffin01<; OUT' ayae' OUTE KUKÚ.
XpfíJlU 8 'o JlEV ~tó9EV KUl cruv 8íKTI av8pi YÉV111:Ut
Kai Ka9ap&c; aEi napJlÓVtJlOV TEAÉ9Et.
Ex egestate vero plebeji hominis Theognis nasci putat miseram
necessitatem (UJlllXavíav) qua ad scelus proripiatur.
... 1I:EVÍ11V
Jl111:Ép ' UJl11XUVÍ11<; EAU~OV ...
ií 1:' av8p&v napáyEt 9UJlOV E<; UJl1I:AUKÍ11V,
~AÚ1r1:01JO"' EV crní9Ecrcrt <ppÉvac; KpU1:Epfíc; ún' aváyKll<;
XP11 JlOcrúvn dKcov t) 811 KaKa noA.A.a 8t8ácrKEt
\j/EÚ8Ea 1:' e~anáTa<; 1:' OUAOJlÉVU<; 1:' ept8a<;
79 Kúpv' · apETfjc; Mette/Schlechta : Kúpv' apE-rfjc; Colli/Montinari
so \j/Eúoca -r' editores: -r'i:ptoac; Mette/Schlechta: eptoac; Colli/Montinari
- 166
653-54 VV.653-54
Que pueda ser feliz y amado por los dioses inmortales,
Cirno: no amo ninguna otra forma de virtud.
525-26
VV. 525-26
Y por cierto que es digno de los buenos el poseer riqueza,
la pobreza en cambio es apropiada para el hombre malo.
VV. 171-72
Dirige tu plegaria a los dioses: los dioses tienen el poder.
Por cierto que
sin los dioses
nada acontece a los hombres, ni los bienes ni los males.
VV.197-98
Mas la riqueza que de Zeus adviene a un hombre, obtenida en justicia
y en pureza, se mantiene siempre constante.
Pero Teognis piensa que de la indigencia del hombre plebeyo resulta
un estado miserable de carencia (UJlllXavíav) que lo arrastra a una
malvada disposición.
VV. 384-92
80
... que la pobreza
madre del desamparo ...
que arrastra además el corazón de los hombres al error,
dañando, bajo una recia necesidad, sus sentimientos en el pecho;
cediendo entonces a la indigencia, que enseña tanta maldad,
incluyendo mentiras y engaños, y las funestas disputas,
porque también ella engendra un penoso desamparo.
167 -
 Quanti vero momenti ad dignitatem assequendam sint divitiae
victusque cultus et splendor: id etiam nostris temporibus percrebro
potest observari.
Accedit quod apud harre quam dicimus Graecorum nobilitatem vere
cum divitiis conjuncta erat conformatio doctrinae honestarumque
artium studium, cum plebeji omnis eruditionis 81 expertes et ignari
miserrima vitae conditione uterentur:
o'i- oun: 8ixw; ií8ccrav OUTE vó~ou~.
rl'A'A' U~<pi TCAEUpñcrt 8opa~ aiyffiv KUTÉTptpov
E~m 8 ' cücrT' E'Aa<pot Tfícr8 ' EVÉ~ovTo rcó'Aco~.
Erat autem apud nobiles quaedam uberrima praeceptorum copia
vitaeque recte et ad nobilium normam instituendae regularum
ab avis liberis posterisque tradita ita ut Theognis se Cyrno nihil
aliud tradere confiteretur nisi
olá rccp a1nó~ <27-28>
Kúpv ',ano TWV ayae&v rcat~ ET' EcOV E~aeov
Contra plebejus horno naturam et indolem a parentibus jam
vitiosam acceptam non modo nullo pacto reficere et meliorem
reddere potest, sed in malorum hominum usu et consuetudine
adultus in dies magis corrumpitur.
Toi KUKOt OU TCÚV'Lffi~ KUKOt EK yacrTpO~ ycyÓVU<JlV <305-07>
UAA' av8pÉC><Jl KUKOl~ cruv9É~EVOl <plAÍTJV
Epya TE 8ct'A' E~aeov Kai ETCTJ 8úcr<pr¡~a Kai üpptv.
81 omnis eruditionis Mette/Schlechta: omni eruditionis Colli/Montinari
82 ()¡:;t.A,' editores
- 168 -
Y de cuánta importancia son las riquezas y el refinamiento y
magnificencia del género de vida para alcanzar un estatus honorable,
es algo que también se puede observar en nuestros tiempos muy
frecuentemente.
A esto se añade que, entre lo que hemos llamado la nobleza de
los Griegos, la instrucción cultural y el estudio de las artes liberales
se hallaban verdaderamente fusionados con las riquezas, mientras
que los plebeyos, ignorantes y carentes de toda instrucción, estaban
sometidos a una condición de vida de lo más miserable:
<54-56>
VV. 54-56
quienes no conocían -ni de juicios ni de leyes,
pero usaban pieles de cabras en sus costados,
y como ciervos se diseminaban fuera de esta ciudad.
Aún así, había entre los nobles una abundancia riquísima de preceptos
e instrucciones para una vida de rectitud moral, de acuerdo con la
norma de principios básicos de la aristocracia y transmitida de los
antepasados a los hijos y descendientes, de tal manera que, como
Teognis declaraba, él no transmitía a Cirno otra cosa sino:
VV. 27-28
... tales cosas como yo mismo,
Cirno, las aprendí de gente de bien siendo todavía un niño.
Al contrario, el hombre plebeyo, que ha recibido ya de sus padres
una naturaleza y disposición defectuosa, no solo es totalmente incapaz
de repararla y volverla mejor, sino que en su trato y familiaridad con
hombres malos, siendo adulto, se corrompe de día en día más.
82
VV. 305-07
La gente no se hizo completamente mala desde la infancia
sino que al contraer amistad con hombre malos
han aprendido también malas acciones, expresiones injuriosas y
desmesura.
- 169 -
 -8t8ácrKCüV <437-38>
ou 7W'LE notflcrEt<; 'LOV KUKOV av8p' aya8óv.
Cum igitur in veteris originis claritate, in belli rei publicaeque
gerendae cognitione, in sacrorum administratione, in divitiarum
cultusque splendore, denique in optimarum artium informatione
posita sit nobilium dignitas, qua plebem subjectam et sibi obnoxiam
continerent, quid est mirum, quod Theognis cum tantum inter
nobiles plebemque interesse sentiret, nobilem virum se omni
ratione sejungere debere a plebis commercio dixit? Ac vereor
ne v. 343 et 347 de plebejis cogitandum sit, quibus nobiles ne in
itinere quidem negotiandi causa suscepto comites se adjungere et
cum eis consilia consociare vetentur. Quin etiam nihil es se vanius
et inutilius quam plebejo homini prodesse censet, quoniam ille
nunquam gratiam referre soleat.
<105-08>
83
icrov Kai crnEÍpEtV nov-rov á'Aoc; no'Atfic;.
ÜU'LE yap liv nóv-rov crnEÍprov pa8u 'Afl1ov a¡.tcpc;
OU'LE KUKOU<; di 8p&v di ná'Atv avn'Aápotc;.
83 1wv-rov Mette/Sch/echta : 1tov-ros; Cotti/Montinari: nóv-rov fortasse legendum
- 170
VV. 437-38
... con solo enseñar,
jamás harás del hombre malo un hombre bueno.
cf. Platón, Menón gsc-g6a.
Por consiguiente, ya que el estatus honorable de los nobles, por el
que mantenían al pueblo subyugado y obediente, se fundaba en la
particular distinción de una antigua estirpe, en el conocimiento del
manejo de la guerra y la gestión pública, en la administración de los ritos
sacros, en el esplendor de sus riquezas y refinamiento, y, por último,
en su preparación en las artes liberales ¿qué tiene de sorprendente que
Teognis, puesto que pensaba que entre los nobles y el pueblo había
una distancia tan grande, dijera que el hombre noble debía distanciarse
por todos los medios del trato de la plebe? En fin, me temo que, de
acuerdo con los vs. 343 y 347, se debe pensar acerca de los plebeyos
que está prohibido a los nobles el hacerse acompañar de ellos como
socios, incluso compartir en un viaje con fines comerciales. Más todavía,
Teognis considera que no hay nada más falso e inútil que el beneficiar
a un hombre plebeyo, porque acostumbra retribuir jamás un favor.
VV.10S-08
Practicar el bien con los 8Et'Aouc; es una bondad de lo más inúti/61 ;
es como sembrar el océano de blanca sal.
Porque tampoco si sembraras el mar, habrá una mies abundante:
ni haciendo el bien a los KaKouc; recibirías de vuelta un bien.
61 Aquí el uso de o~::tA.ous; (ac. pi. de o~::tA.ós;) tiene el sentido de «hombre vulgar», «de
condición inferior». Puede ser un equivalente de KaKós;, «malo» (como en este poema).
Se opone a taOAós;, aya0ós;, a¡..teívrov, todas palabras que expresan la condición superior
y de perfección moral del hombre noble. Teognis se destaca por el uso frecuente de
estos términos y de su posición antitética.
- 171
 Si vero res postulent, ut horno nobilis plebejis utatur, verbis
quidem et vultu se amicissumum praestare debet, semper autem
re vera odio inexstincto in illos flagrare. cf. Teuffel: «Unbedingtes
MiBtrauen und tief innerliche Verachtung muE die Stimmung
gegen die a<noi sein, nur daB man zur Bekundung seiner geistigen
Ueberlegenheit gegen si e die gUitteste herzlichste Miene annimmt.
Diese nichtswürdige Lehre hat der Dichter die Naiveüit mit der
groBten Unverhülltheit vorzutragen und als Gewandtheit zu
empfehlen». 283. 213. 313. 363-65. 84
Habemus igitur illam superbam Doriensis nobilitatis
persuasionem, cujus judicia nemo in Theognide inesse negabit,
quamquam dubitari potest, num Theognis in eadem semper
perstiterit etiam eo tempore, quo discordiis civilibus omniumque
rerum conversione hujus persuasionis fundamenta, quae in illa
t:u8at¡..toviQ. posita erant, penitus concussa erant.
16. Si enim quaerimus, quibus rebus factum sit, ut paulatim
nobilium auctoritas infracta in dies magis delaberetur: prima
et gravissima causa inde repetenda est, quod multi plebeji
maxime in urbibus maritumis mercatura magna et copiosa suam
rem augebant, nobiles celeriter divitiis adaequabant, sumptu
luxuque antecedebant: quod iidem jam non ab omni politiore
elegantia abhorrebant, sed operam in moribus pariter atque
ingenio conformandis collocabant, praesertim cum saepe ex
longis itineribus scientia aucti redirent. Accedit quod nobiles
neque antiquam retinebant morum integritatem, sed saepe
luxuriae et voluptatibus se dederunt et ab armorum usu paulatim
abalienabantur, neque rem familiarem modice administrabant. sed
aes alienum congerebant, ita ut nonnulli in pudendam paupertatem
delaberentur. Unde factum est, ut non jam nobiles prorsus se a
plebe sejungerent, sed conjugiis mutuis initis opes quaererent,
cum plebeji tali modo dignitatem appeterent et assequerentur.
«IIA.oiho<; EJ.lt~t: yÉvo<;» dicit Theognis.
84 363-65 Mette/Sch/echta : 365-63 Colli/Montinari
- 172 -
Si por otra parte las circunstancias exigen que un hombre noble se
asocie con plebeyos, debe por cierto mostrarse lo más amistoso en
sus palabras y en su compostura, pero de hecho debe estar poseído
siempre de un odio inextinguible en contra de ellos. Ver Teuffel:
«La disposición personal hacia los conciudadanos debe ser una de
desconfianza absoluta y de un profundo desprecio interior; y se debe
adoptar la compostura más desenvuelta y cordial, con el solo objeto de
mostrar la propia superioridad intelectual. El poeta tenía la ingenuidad
de presentar esta indigna enseñanza con la mayor desvergüenza y la
recomendaba como astucia», v.g. vv. 283, 213, 313-5, 363-65.
Así pues, nos encontramos con aquella altanera convicción de
la nobleza doria, y nadie podrá negar que Teognis compartía estas
opiniones, aunque se puede dudar si Teognis persistió siempre en
ellas, incluso en aquel tiempo en que, debido a las discordias civiles y
la alteración de todas las cosas, los fundamentos de esta convicción,
que estaban basados en aquella w8at¡..tOVÍQ., se hallaban profundamente
perturbados.
16. Si procuramos de verdad saber por qué circunstancias sucedió
que paulatinamente la quebrantada autoridad de los nobles se hundiera
de día en día, la primera y más grave causa debemos buscarla desde el
momento en que muchos plebeyos, sobre todo en las ciudades marítimas,
comenzaron a incrementar su fortuna gracias a un comercio en gran
escala y opulento. Ellos se iban igualando a los nobles velozmente en
sus riquezas, los aventajaban en el gasto y el lujo. Porque ellos mismos
ya no sentían aversión a ningún tipo de elegancia más refinada, sino
que dedicaban su esfuerzo en desarrollar su carácter moral y las
cualidades espirituales, especialmente porque a menudo, después de
sus largos viajes, regresaban engrandecidos por el saber. Se añade el
hecho de que los nobles tampoco conservaban la antigua integridad
de las costumbres, sino que a menudo se entregaron al lujo y los
placeres, abandonaron paulatinamente el uso de las armas y ya no
administraban con moderación la hacienda familiar. Incluso más,
acumulaban deudas, hasta el punto de que algunos venían a parar en
una pobreza vergonzante. De donde sucedió que, como los nobles ya
no se distanciaban en absoluto del pueblo, sino que buscaban riquezas
contrayendo matrimonios recíprocos, mientras los plebeyos buscaban
de esta manera obtener y conseguir un estatus de dignidad. IIA.oiho<;
EJ.lt~t: yÉVo<; <«la riqueza mezcló la raza»> v. 190], dice Teognis.
- 173
 Etenim omnia quae de paulatim corrupta nobilitate et de
efflorescente plebe diximus, etiam apud Megarenses post Theagenis
dominationem evenerunt. Nihil vero nobilibus plus intulit
detrimenti, quam ipsa Theagenis dominatio, qui illustri genere
natus aliquamdiu popularem egit plebisque favore principatum
assecutus est. MáA.Hrra 8e, ut est apud Aristotelem pol<it>. 5, 3, 1.
ai óA.tyapxíat !lETa~áA.A.ou<nv <hav ¿~ ainf\c; cru11~ñ Tfíc; óA.tyapxíac;
yEvÉcr9at TOV lÍYE!lÓVa TOU 8f111ou.
In hanc aetatem, quam paucis descripsimus incidit Theognidis
vita, instituti praeceptis nobilitatis a puero, quae adultus omnibus
partibus neglecta videret. !taque fieri non potuit, quin de deorum
justitia coepisset dubitare, id quod ipse ingenue confessus est
373-80. <743-46. >
ZEU <pÍAE, eau!lá~ro (JE' (JU yap náVTE<J<JlV avácrm::tc;
n11ilv ainoc; Exrov Kai !lEyáA.11v 8úva11tv
n&c; 8i} <JEU, Kpoví811, TOA!ltl- vóoc; uv8pac; UAlTpouc;
85
sv Tm'nñ !lOÍp<,t TÓV TE 8íKawv EXEtv;
KUt TOUT ' a9aVÚTffiV ~U<JlAEU nroc; E<J"Cl bÍKUlOV
Epyrov ócrnc; avi}p EKTOc; sffiv abÍKffiV
!llÍ TlV' ÚnEp~a<JÍllV KUTÉXffiV !lllb ' ÓpKOV UAlTpOV
UAAU bÍKawc; sffiv llll TU bÍKUlU na9ñ;
85 exctv; Mette/Sch/echta: exctv· Colli/Montinari
174 -
Y por cierto, todo lo que dijimos de la gradual degradación de la
nobleza y del florecimiento del pueblo, ocurrió entre los megarenses
después de la dictadura de Teágenes. Sin duda que nada causó un
mayor daño a los nobles que la misma dictadura de Teágenes, que,
habiendo nacido de una ilustre familia, por algún tiempo acaudilló el
partido popular y consiguió luego su preeminencia con el favor del
pueblo. Como se dice en la Política de Aristóteles s, 3, 1: «Las oligarquías
se transforman cuando se da que el conductor del pueblo surge desde la
misma oligarquía».
Teognis vivió durante este período, que hemos descrito brevemente,
formado desde niño en los preceptos de la nobleza, que como adulto
veía eran despreciados por todas partes. De ahí sucedió que no tuvo
otra alternativa que comenzar a dudar de la justicia de los dioses, cosa
que él mismo confesó honestamente:
VV. 373-80
Querido Zeus, me sorprendes: tú por cierto gobiernas sobre todas las
cosas,
por poseer tú la honra y el poder supremo
¿Cómo entonces, Hijo de Cronos, se atreve tu mente a tener
a hombres culpables en un mismo lote que al justo?
VV. 743-46
y esto, rey de los Inmortales, ¿cómo puede ser justo
que un hombre que está lejos de las injusticias,
ni comete transgresión alguna ni juramento reprochable,
siendo un hombre justo no sea tratado con justicia?
175 -
 Praaecipue vero id doluit quod cum homines de plebe in
amplissimis fortunis morerentur, non esset, qui illi poenas darent,
nisi forte eorum liberi posterique paterna scelera poenis solverent.
Qua re Jovi proposuit, ut suam viam, quam indicaturus esset, ad
puniendos malos homines ingrederetur: <731-42>
Zcu ná-rcp d8c yÉvm-ro 8cot<; <pÍAa -rol:<; J.LEV aA.t-rpm<; 86
Ü~plV á8ctV KUl <J<plV TOlhO yÉVOlTO <pÍAOV 87
8uJ.L0, <JXÉTAla Epya JlcTU <ppccriv ocrn<; a8ctpi¡<;
Epyásono, 8c&v J.L118E:v óntsóJ.Lcvo<;
au-rov E1t:ctTa náA.tv -r1crat KaKa J.L118É T' ónícrcrro
naTpO<; UTacr8aAÍUl 1t:Ul<Jl yÉVOlVTO KUKÓV.
-rau-r' dr¡ J.LUKápccrcrt 8co1<; <píA-a· vuv 8 ' ó J.LEV €p8rov 88
EK<pcúyct, -ro KaKov 8 ' aA.A.o<; Enct-ra q>Épct.
Si vero homines de deorum justitia coepissent dubitare, metuit
Theognis ne viam et rationem nescirent, qua quis deorum gratiam
se assecuturum speraret.
Ou8e n KcKplJ.LÉVOV npo<; 8aÍJ.LOVÓ<; E<JTl ~pOTOl<Jtv 89
ou8 ' ó8ov fív Tl<; iffiv a8aVÚTOl<JlV a8ot.
unde factum iri ut homines in dies corrumperentur et a deis
magis abalienarentur.
Quam ob rem haud pauci extant versus, quibus non esse ullum
hominem crimine prorsus vacuum doleat.
Av8pcünrov U\j/cKTO<; E1t:l x8ovi yívcTUl ou8d<;
86 aA.rr:pot<; editores
87 Ka.i crqnv editores
88 <piAa.· Mette/Schlechta : <piAa.. Colli/Montinari
89 Ouof: n editores
176 -
Pero Teognis se sintió especialmente agraviado por el hecho de
que mientras hombres procedentes del pueblo mantenían sus vastas
fortunas, no hubiera allí nadie para castigarlos, a menos que quizá los
hijos o sus descendientes pagaran el precio de los crímenes paternos.
Por lo que propuso a Zeus que mostrara el camino que él debería tomar
para castigar a los hombres malos:
<731-42>
VV. 731-42
Padre Zeus, podría suceder que los dioses acepten a los malvados
complacerse en su insolencia, y que esto les sea aceptable
pero que todo hombre arrogante en su ánimo lleve a cabo obras funestas,
en nada respetuoso de los dioses, pague él mismo enseguida por sus males,
y que las insensateces del padre no se vuelvan más tarde el mal de los hijos.
Sea esto grato a los dioses bienaventurados: pero al presente
el que ejecuta la acción escapa, luego otro soporta el mal.
Pero si los hombres comenzasen a dudar de la justicia de los dioses,
Teognis temió que ellos no conociesen el camino y el método por el que
cada cual pudiera esperar alcanzar en el futuro la gracia de los dioses.
VV. 381-82
<381-82>
¿y no hay algo decidido por la divinidad para los mortales,
ni un camino por el que, quien avanza, agrade a los Inmortales?
De ahí habrá de suceder que los hombres se estarán corrompiendo
cada día y alejándose más de los dioses.
Por esta razón, hay no pocos versos en los que Teognis lamenta que
no haya un solo hombre totalmente libre de culpa.
799
V. 799
Ninguno de los hombres en la tierra nace irreprochable.
- 177 -
 Ou8Éva na¡..tni¡bllV ayaeov KUt ¡..tÉTptov av8pa 615-16 VV. 615-16
-r&v vuv avepffinrov TJÉAto~ Ka9opQ,. De los hombres que el sol está mirando ahora
no hay varón enteramente bueno y moderado.
Ou8Éva Kúpv' auyai <pUE<Jt¡..t~pó-rou TJEAÍOto 1185-86

av8p' E<pop&cr' c1> !lll ¡..t&¡..to~ E1ttKpÉ¡..ta-rat. 90 VV. 1185-86

Los rayos del sol que alumbra a los mortales, Cima,
Accedit, quod etiam nobiles, inopia gravissima vexati uta recti
no divisan hombre alguno sobre el que no esté suspendido el reproche.
via deflecterent cogebantur, prresertim cum hoc paupertatis
onus a plebejis ad optumates inclinatum his ita esset insuetum (vv. 1183-84)
atque inauditum, ut eo quocunque modo poterant, liberare se Se añade el hecho de que también los nobles, afligidos por una
studerent. 649-52. gravísima indigencia, se veían forzados a desviarse del camino de
rectitud, especialmente cuando esta carga de la pobreza se desplazó
A bE tAl) 1tEVÍ11 ..... .
de los plebeyos a los aristócratas. Esto fue hasta tal punto inusual e
inaudito, que de cualquier modo que podían procuraban liberarse de ella.
aiaxpa -¡..t' OUK E9ÉAOVTU ~ín KUKU 1t0AAU 8t8á<JKEt~
VV. 649-52.
XPll yup ó¡..t&~ E1tt yfív TE KUt EUpÉa v&-ra eaA.áaar¡~ <179-80> Ah, miserable pobreza ...
8í~11creat xaA-Enfí~, KúpvE, A.úcrtv nEVÍll~·
contra mi deseo me enseñas por la fuerza muchos males.
Tandem bonis patriaque privatus primum quidem de sua salute
paene desperasse et ipsam desiderasse mortero videtur. VV.179-80
Porque es preciso buscar sobre la tierra así como sobre
TE9vá¡..tEVUt, <pÍAE KúpvE, 1tEVtXP4> ~ÉATEpov av8pi <181-82> el ancho dorso del mar
t) ~ffiEtv xaA-Enñ -rEtpó¡..tevov n:Evín. el rescate, Cima, de la penosa pobreza.

Finalmente, privado de sus bienes y de su patria, es cierto que

Teognis pareció incluso primero casi haber perdido la esperanza de
su propia salvación, y deseaba la misma muerte.

VV. 181-82
estar muerto, querido Cima, es mejor para un hombre indigente
que vivir oprimido por una penosa pobreza.

90 f..L1) fl&J.wc; Mette/Schlechta : flEv fl&f.loc; Colli/Montinari

178 - 179 -
 cf. 425-29.
postea vero magis tempori cessit et omnia mala moderatiore
tulit animo: quin etiam eo descendit, ut diceret 444-46
a9aVÚ'LffiV - DÓO"Et<;
naVTOtat evr¡TOlO"tV E1LÉPXOV'L' UAA' EJtt'LOAJlUV
XPii 8rop ' aeaváTffiV' ota 8t8oucrtv' EXEtV.
JlTJDE O"Ú y' anpi¡KTOtO"tV En' EPYJlUO"tV a'Ayo<; aÉ~rov <1031-36>
ox9et JlTJD ' axeou JlTJDE <pi'Aouc; avía
JlTJD' EX9pouc; EU<ppatVE. 9c&v 8' EÍJlUPJlÉVa 8ropa
OUK av pr¡t8im<; evr¡TÜ<; avi¡p npo<púyot
OUT' av nop<pupÉr¡<; KaTa8uc; E<; 7t:U9JlÉVa AÍJlVTJ<;
oue' (hav UU'LOV EXTI TápTapo<; l)cpÓEt<;.
17. Jam unus superest locus, de quo magis conjectura, quam
argumentis demonstrare liceat. Etenim Theognidem perquam est
verisimile reversum in patriam vita jam ad finem vergente, cum in
re bus publicis majore usum es se moderatione, tum omnino a suis
pristinis de deis et de hominibus opinionibus aliquid recessisse
et paulo liberius inprimis de plebeji hominis dignitate judicasse.
Jam Cyrnum monet, ne cui paupertatem opprobrio vertat.
180
Cf. VV. 425-29.
Pero después se adaptó más a su tiempo y soportó todos los males
con un ánimo más moderado; hasta tal punto se rebajó que llegó
incluso a decir
VV. 444-46
los dones ... de los dioses
están llegando a los mortales de variadas maneras, pero es preciso
resignarse a poseer los regalos de los Inmortales tal como los dan.
VV.1031-36
Ni te indignes tú acrecentando el sufrimiento con acciones inútiles,
ni te agobies,
ni aflijas a los amigos ni alegres a tus enemigos.
Que el hombre mortal no podría escapar con facilidad los dones
de los dioses fijados por el destino,
ni al hundirte en las profundidades de un mar encrespado
ni cuando el Tártaro brumoso te retenga.
17. Queda ahora un solo punto, del que se puede demostrar más por
conjetura que por argumentos. Porque en verdad es muy posible que,
una vez vuelto Teognis a la patria, acercándose ya el fin de su vida, no
solo usó de mayor moderación en los asuntos públicos, sino también
se distanció absolutamente de algunas de sus opiniones de antaño
sobre los dioses y los hombres, y se expresó un poco más libremente
sobre todo acerca de la dignidad del hombre plebeyo. Ahora exhorta
a Cirno a no reprochar a alguno el oprobio de su pobreza.
- 181 -
 ¡J:fp!OTÉ TOt 1tcVÍ11V 9U¡.lO<p9ÓpOV av8pt XOAffi9ct<;
!-L118 'UXPll!-LO<JÚVllV ouA.o¡.lÉVllV npó<pcpc.
Zcuc; yap TOt 'LO TÚAUVTOV EntppÉnct UAAOTE aA.A.mc;
UAAOTE ¡.lEV 1tAOUTctV, UAAOTE !-L118Ev EXEtV.
Omnino in hac cogitatione videtur acquievisse et malum et
bonum so lis a deis hominibus adtribui planeque in eorum arbitrio
esse positum.
Ou8cic;, Kúpv ', <iTll<; Kai KÉp8coc; ahtoc; auTóc;,
92
aA.A.a Scoi TOÚTmv 8ónopcc; a¡.l<pOTÉpmv.
ou8É nc; avepcünmv Epyá~cTUt, EV <ppccriv d8roc;
93
E<; TÉAO<; eh ' ayaeov yivcTat che KUKÓV.
av9pmnot 8€ ¡.lÚTata VO¡.lÍ~O¡.lEV, d80TE<; OU8ÉV.
Scoi 8€ KaTa cr<pÉTcpov návTa TcA.oucrt vóov.
Jam redeo ad illud Grotii, unde profectus sum. Id unum me
docuisse arbitrar Theognidem, cum ejus vita in omnium rerum
opinionumque conversionem incidisset, facere non potuisse,
ut in eisdem opinionibus perstaret quibus puer institutus esse
videretur. Unde apparet, quid illud Grotii sibi velit: profecto ei
concedendum est genuinam Doriensem vim et naturam jam illis
temporibus imminutam et fractam in Theognide perspici.-
91 emppbrct Mette/Sch/echta : bnp' pÉ1tEt Colli/Montinari
92 Mette/Schlechta: a¡.t<pü"CÉprov; Colli/Montinari
a¡.t<pü"CÉprov.
93 KaKóv. Mette/Schlechta KaKóv, Colli/Montinari
- 182
<155-58> VV. 155-58
jamás, por tanto, incluso si te causa desagrado, atormentes a un hombre
91 en razón de su pobreza,
ni exhibas su indigencia funesta.
Porque en verdad Zeus hace inclinar el platillo de la balanza
ya hacia un lado o hacia otro,
a diestra o a siniestra proporciona riquezas.
Parece haber hallado consuelo en este pensamiento que tanto el
<133-42> bien como el mal son atribuidos solo por los dioses a los hombres, y
que está basado plenamente en su poder de decisión.
VV. 133-42
Nadie pues, Cima, es por sí mismo responsable de su ruina o beneficio,
sino los dioses son los dispensadores de ambos:
ni hombre alguno emprende una tarea sabiendo en su corazón
si al final el desenlace es bueno o malo.
Mas los hombres creemos en cosas vanas siendo que nada sabemos:
y los dioses ejecutan todo de acuerdo con su propio designio.
Ahora vuelvo a lo que Grote escribió, que fue mi punto de partida.
Pienso que Teognis me ha enseñado una cosa. Puesto que su vida
había coincidido con la transmutación de todas las cosas y opiniones,
no podía ser posible que persistiera en las mismas convicciones en
las que parecía haber sido educado siendo niño. De donde se revela
lo que Grote quiso decir: que de verdad deberíamos estar de acuerdo
en que el vigor dórico y su genuina naturaleza estaba ya en aquellos
tiempos perceptiblemente debilitada y quebrantada con Teognis 62 •
62 Grote escribió: «Stillless can we discover in the verses ofTeognis that strength and
pecularity of pure Dorian feeling, which, since the publication of O. Müller's History
ofthe Dorians, it has been the fashion to look for so extensively» (Grote, 1869: 11144).
183 -
Referencias

Obras de Nietzsche
NIETZSCHE, FRIEDRICH (1862). «Napoleon III als Praesident», in Gesammelte Werke,
Musarionausgabe, vol. I, edited by Richard Oehler, Max Oehler & Friedrich
Würzbach, Munich: Musarion, 1920, 52-57.
- - - - - · (1864}. «De Theognide Megarensi», in BAW, volume 3, editado por
Hans-Joachim Mette & Karl Schlechta, Munich: DTV; 1994, 21-64.
- - - - - · (1864a). «Studien zu Theognis», in BAW, volume 3, edited by Hans-
Joachim Mette & Karl Schlechta, Munich: DTV; 1994, 69-73.
- - - - - · (1864b). «Theognis als Dichter», in BAW, volume 3, edited by Hans-
Joachim Mette & Karl Schlechta, Munich: DTV; 1994, 1-20.
- - - - - · (1864c). «De Theognide Megarensi», in Gesammelte Werke,
Musarionausgabe, volume I, edited by Richard Oehler, Max Oehler & Friedrich
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190 - - 191 -
Índice analítico

agon/agonismo 13, 30, 31,52

competencia 31, 32, 51, 52; 137
anarquía/avapxíav 15, 48; 82, 83
Anticristo 32
Apolo 46, 47, 48, 49, 51; 133, 135
Argyris 139, 141
aristocracia 14, 16, 24, 29, 32, 37, 40, 61; 66, 81, 83, 169
aristocracia dórica 22, 33, 35, 40, 41, 42, 6o
aristocracia homérica 36, 52
aristócratas/optimates 22-26, 28, 30, 31, 32, 35, 37-41, 44, 46, 47, 50,
53,56-60;79,83,85, 91,95, 9~ 99,101,121,141,143,149,155,
15~161,165,173,179

aristocratismo 14, 15, 16, 17, 29, 35, 43, 44, 45, 57, 58, 6o, 61, 62
banquetes aristocráticos 24; 133, 135, 137
clubes/círculos aristocráticos 28, 37, 53; 133, 147
cultura aristocrática 15, 16, 33, 45, 46, 47, 49, 54, 56, 57
dandyismo/hon_neteté 21, 4 7
educación aristocrática 54, 57
ethos aristocrático 33, 45, 50, 51, 52, 56
nobles22,24,25,26,29,30,41,45,49,50,52,57;79,81,83,
85,95, 97, 99, 101, 103, 105, 129, 133, 139, 141, 143, 147, 149, 161,
163,165,169,171,173,175,179
noble/8cr9A.óc; 22, 58, 59; 171

193 -
 nobleza 17, 21, 23, 26, 29, 30, 33, 35-40, 45, 46, 47, 54, 57, 58; castas 38, 41, 45, 49, 58, 62; 159, 160, 161
75,9~99,113,123,159,161,169,173,175
clase alta 28, 35, 37; 65, 113, 161
nobleza de la sangre 30, 37, 40, 45, 57, 58, 59; 81, 95, 101 clase popular/subordinada 25, 29, 31, 32, 40, 41; 161
nueva aristocracia 18, 54, 56, 59 lucha (certamen) de clases 37; 105, 161
ocio aristocrático 46, 47, 50, 51 odio de clase 28, 32, 44; 95, 99, 149, 155, 173
partido aristocrático 27, 28,42 colonias/metrópolis 25, 79, 81, 97
radicalismo aristocrático 14, 15, 33, 59 comando/obediencia 15, 47, 50, 51, 53, 55, 57
régimen aristocrático 13, 21, 32, 51 comercio/mercatura 25, 29, 34, 35, 51; 79, 81, 129, 171, 173
restauración aristocrática 16, 17, 24, 32, 35, 61 conservador15,33,40,43
teoría aristocrática (Adelslehre) 31 revolucionario 15,43
Aristófanes 117, 131 whig 15,43
Aristóteles 23, 24, 26, 30, 56; 79, 81, 83, 91, 93, 175 Crespúsculo de los ídolos 12, 32, 44, 45, 49,50
Atenas33,34,35;79,85 cultura/cultural12, 14, 15, 16, 18, 22, 25, 30, 31, 33, 34, 42, 43, 45, 46,
Aurora 56,57 47, 49, 51-57, 60; 65, 66, 68, 159, 169
autoridad 11, 12, 16, 17, 25, 37, 54, 56, 62 Kulturkampf 31, 32, 43, 6o
carismática 15, 53, 62
tradicional 15, 53 demagogos 24,26;81,83,93
democracia/demócrata 13, 14, 16, 23, 24, 26, 31, 32, 34, 43, 45, 52,
Bauch, Bruno 14 53,54;83
Bergk, Theodor 19, 27; 67, 87, 157 despreciable, vil/8c1Aóc; 22, 29, 30, 32, 38; 97, 161, 171
Berkowitz, Peter 12, 21 Dión Crisóstomo 109, 125
Bernhardy, Gottfried 28, 32, 33, 34; 75, 115, 119, 127, 159 Dionisio/dionisíaco 48, 49, 51
bueno/aya9óc; 28, 33, 38, 53; 171 dioses olímpicos 22, 37, 38, 39, 48; 75, 8o, 113, 133, 135, 147, 159, 161,
bueno/malo 22, 23, 29, 30, 59, 61; 93, 103, 111, 129, 159, 161, 163, 165,16~175,17~181,183

167, 171, 17, 183 Dombowsky, Don 12, 13, 15, 17, 25, 53, 61
malo/KaKóc; 22, 38, 53, 58; 77, 171 Doria 16,34
Burckhardt, Jakob 15, 30, 43, 51 aristocracia dórica 22, 33, 35, 40, 41, 42, 47, 6o
Estado dórico 33, 39, 46, 61; 81
Cimo 17, 28, 29, 31, 32, 33, 40, 53, 55, 58; 73, 97, 101, 103, 115, 119, 121, 125, arte/ ethos/cultura 24, 34, 42, 48; 133, 149, 183
127, 129, 139, 141, 143, 145, 14~ 149, 155, 157, 163, 167, 169, 179, Duncker, Max 21; 119
181,183
clases sociales/ classis 14, 22, 23, 30, 37, 38; 160, 161

- 194 - 195 -
EcceHomo 52 gnómico 22, 28; 77, 145
elegía/sAE)'EÍa, 27, 28, 32, 35, 37, 39, 40, 44, 45; 73, 89, 101, 103, 105, gnomología/yvro~oA.oyía 73, 109, 115, 117
113,115,11~119,121,125,133,135,13~139,141,143,145,149,151,159
Goethe, Johann Wolfgang 22, 27, 28, 40, 42; 68, 111, 113, 115, 119, 123
esclavos 17, 30, 44, 49, 50, 51, 58; 123, 141, 163 Grote, George 21, 25, 2~ 33, 35, 42; 133, 159, 183
Esparta/espartanos 23, 25, 26, 29, 33, 34; 79, 85, 91, 99.105, 125, 133 guerra 32, 38, 45, 52; 79, 89, 163, 171
Estado 11, 12, 13, 15, 28, 34, 47, 54, 55; 111, 121 guerras persas 26, 37; 85, 87
administrativo 15, 47
lucha/Kampf 18, 31, 41, 45, 47, 48, 55; 83, 105, 119
aristocrático 33, 47, 51, 55 lucha de exterminio/Vernichtungskampf 30, 31, 32, 52
democrático 12, 51
dórico/jónico 16, 33, 34, 39, 46, 61 Hatab, Lawrence 13, 14, 21,52
ejecutivo 15, 47 Heródoto 85, 89; 147
parlamentario 15, 16, 47 Homero 16,29,30,36,45,46,51,52;125,147
Estado de derecho 15, 47, 61 Homero y la Competencia 51

El Estado Griego 50 Humano demasiado humano 38, 39, 46, 47, 50, 56,58

Estobeo 41, 42; 109, 143

exilio/exiliado 23, 24, 25, 26, 28, 42; 83, 91, 99, 101, 103, 10, 113, 115, individuo 12, 14, 33, 34, 47, 48, 49, 52-55, 57
119,121,125,141,151,153,157 individualidad 12, 47, 53; 113
individualismo 15, 53
filología principium individuationis 47,48
analítica o científica (Sprachphilologie) 16, 19, 20, 21, 36, 41,45 Isócrates 117, 123
clásica 107
del futuro (Zukunfsphilologie) 19 Jaeger, Werner 31
hermenéutica (Sachphilologie) 16, 19,41 Janz, Curt Paul44, 6o
política 17, 23, 42, 44 Jenofonte 28, 42; 107, 143
Foucault, Michel11 Jensen, Anthony 19, 21, 29, 30, 31, 36, 40, 43, 44, 45, 6o
Futuro de nuestros establecimientos de cultura 54 Juliano el Apóstata 42, 85, 123
Júpiter 135, 155
Gaya Ciencia 50 justicia 33, 161, 163, 167, 175, 177
Gelón de Siracusa 89, 99, 105
Genealogía de la moralidad 17, 21, 44, 53, 59, 6o, 61 Kaufmann, Walter 12
genio/Genie 47, 51-55

- 196 - - 197 -
Lemm, Vanessa 13, 15, 47, 52 pederastia 39-42; 127
liberalismo 11, 12, 14 Píndaro 29; 165
libertad 11, 24, 47, 55; 81, 93 PlaB, Hermann Gottlob 21, 23; 81
lujo/luxus 25, 26, 38, 57; 79, 99, 141, 173 Platón 23, 28, 35, 39, 42; 97, 106, 10~ 117, 119, 171
refinamiento 38; 135, 169, 171 plebe 2~ 59; 83, 105, 159, 171
hamo plebeius 29, 38
Manu32 plebeyos 22, 23, 25, 26, 28, 29, 31, 32, 35, 37, 38, 56; 79, 81, 95, 101,
Marqués de Posa y Don Carlos 20, 29, 31; 123 103, 121, 129, 131, 13~ 141, 149, 155, 161, 165, 16~ 169, 171, 173,
Martin, Alfred von 15 179,181

matrimonios mixtos 58; 101, 139, 149, 173 pueblo 22, 26, 39, 44, 53, 54, 61; 66, 81, 83, 87, 89, 99, 202, 223,
125,149,151,155,15~161,163,171,175,177
Más allá del bien y el mal 14, 44, 50, 52, 6o
chusma/populacho 32,49
Meditación Intespestiva 21
Plutarco 24; 81, 91, 94, 109, 117, 123, 129
Megara 16,21-2~31,34,35,3~43,58, 61;79,81,83,105,113,133
pobres 24, 29, 58;81, 83, 93, 139, 151
Megara Hiblea 89, 97, 99, 105
pobreza 25; 79, 91, 103, 131, 141, 151, 167, 173, 179, 181, 183
metafísica 11, 12, 38, 39, 45, 48
indigencia 151, 167, 179, 183
Müller, Karl Otfried 21, 23, 33, 34; 89, 105, 119, 127, 183
poesía amatoria 109, 125, 13~ 139
moralidad 22, 29, 37, 59, 6o, 61, 62
poesía convival 73, 77, 109, 115, 119, 125, 127, 133, 135, 137
Musa Paedica 39, 41, 42; 127
posmodernismo 12, 13, 15, 62
música 65, 121, 133, 135, 137
propiedad 24, 29, 33; 83, 105, 159
patrimonio 42, 43, 45; 101, 105
Nacimiento de la Tragedia, 45-50; 121, 151
Prusia 33, 34
Napoleón 53, 6o, 61
Napoleón III 17, 31, 54, 61
radicalismo 30, 31, 33, 59
Negri, Antimo 19, 20, 22, 28, 44; 67
república 45; 66, 73, 95, 125, 141, 149, 159, 163
revolución 15, 16, 21, 23, 24, 25, 31, 33, 36, 40, 41, 42, 43, 45
oligarquía 26, 56; 83, 175
democrática o popular 40, 41, 45, 61
naA.tv-coKia 81, 83 conservadora 43
partido popular 26; 81, 83, 85, 91, 99, 143, 175 Francesa 60, 61
pathos de la distancia 29, 30 ricos 22, 34, 29, 58; 81, 83
patria 26, 28, 54; 81, 83, 91, 99, 107, 113, 121, 153, 179, 181

198 - - 199
 riqueza 24, 25, 28, 34, 35, 38, 40, 58; 79, 81, 83, 95, 131, 139, 149,
165,16~169,171,173,183

ritos/ sacra 38; 79, 87, 165, 171

sacrificios rituales 165
Roma 12, 16, 6o; 66

Salustio 66
Sicilia 23, 25, 26; 89, 91, 97,99, 105
Schneidewin, Friedrich Wilhelm 117, 147
Schopenhauer, Arthur 45,48
Schrift, Alan 12, 13, 62
Siracusa 89
Sócrates 49, 50
Studien zu Theognis 36, 40,44
Suidas 39, 40, 42; 85, 89, 97, 115, 127

Teágenes 23, 24, 27, 37; 79, 81, 83, 175

Teognídea 16,22,2~29,3~39-42,44;11~123.12~135,157

Teognis16-23,25,2~28,31,32,33,35,39-45,52,53,55,58-61;65-69,
73-93,97-152,155-183
Teuffel, Wilhelm 23, 32, 33, 40, 53; 123, 149, 173
tirano/tiranía 23, 37, 56, 79, 81, 85, 89, 93

virtud 30, 31, 33, 51, 56, 57, 66, 83, 107, 117, 161, 165, 167

Welcker, Friedrich Gottlieb 19, 21, 22, 23, 27, 28, 30, 32, 33, 39, 40, 73,
75,7~92,101,103,109,115,119,125,12~133,145,14~15~159

Zeus 167, 175, 177, 183

- 200