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EVACUA TRASLADO.

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE VALPARAÍSO.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX, abogada de la recurrente en estos


autos sobre recurso de protección, caratulado "
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX.”, ROL IC N° XXXXXXX-20xx, a US.
Ilustrísima respetuosamente digo:

Que estando dentro de plazo, por este acto vengo en evacuar el traslado
conferido a esta parte con fecha de XX de XXXXX de 2019, solicitando se
rechace la objeción a las costas formuladas por la parte recurrente, en
consideración a los argumentos que a continuación paso a exponer:

1.- Que, con fecha XX de mayo de 20XX en la presente causa, se regularon las
costas personales derivadas del recurso de protección interpuesto en la suma
de $200.000.- (doscientos mil pesos).
2.- Que, con fecha XX de XXXXXXX del año en curso, la recurrida compareció
objetando las costas reguladas en la presente causa, argumentando que las
costas resultan excesivas en atención a los centenares de recursos
interpuestos en contra de las Isapres.

EN CUANTO AL FONDO DEL INFORME EVACUADO POR LA RECURRIDA:

1. Respecto a los pronunciamientos de la Excma. Corte Suprema de


Justicia

En primer lugar, cabe hacer presente que la jurisprudencia invocada por la


contraria resulta desactualizada. Reciente Jurisprudencia del Máximo Tribunal
se sustrae del pronunciamiento sobre la tasación de las costas, otorgándole
autonomía a cada Ilma. Corte de Apelaciones del país. A modo ejemplar, cabe
citar las siguientes causas: 39550-2016, 39551-2016, 39554-2016, 39561-
2016, 39562-2016, 39563-2016, 39567-2016, 39574-2016, 39608-2016,
49797-2016, 49828-2016, 52084-2016, 52077-2016, 53050-2016, 55395-2016,
55354-2016, 55366-2016, 64361-2016. En las cuales el Máximo Tribunal, se ha
pronunciado uniformemente en los siguientes términos:

“En cuanto a la apelación de la recurrida:


Primero: Que en su escrito de apelación la recurrida se limita a impugnar la decisión
de los sentenciadores que fija las costas. En efecto, solicita en su parte petitoria
revocar la resolución impugnada sólo en cuanto al monto de las costas fijándolas en
una suma inferior a la regulada en el fallo impugnado. .
Segundo: Que, de acuerdo al Auto Acordado sobre Tramitación y Fallo del Recurso de
Protección, el recurso de apelación sólo se contempla como medio de impugnación de
la sentencia que resuelve o decide el recurso, y de la resolución que lo declara
inadmisible, en cuyo caso procederá la apelación en carácter subsidiario de la
reposición. De manera que al no revestir ninguna de estas calidades la resolución
recurrida, la apelación resulta improcedente.
Tercero: Que, de acuerdo a lo antes señalado, el recurso de apelación referido es
inadmisible, ello por cuanto, como ya se explicitó, el objeto del recurso de apelación
deducido es la resolución que fija el monto de las costas, la cual no forma parte de la
sentencia.

Por otra parte, el numeral 11 del Auto Acordado precedentemente aludido


establece que tanto la Corte de Apelaciones como la Corte Suprema, cuando
lo estimen procedente, podrán imponer la condenación en costas, sin que se
establezca respecto de la decisión de la Corte de Apelaciones la procedencia
de recursos. .

Por estas consideraciones y de conformidad además con lo que dispone el artículo 20


de la Constitución Política de la República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la
materia, se declara que no corresponde emitir pronunciamiento respecto del
recurso de apelación deducido por la recurrida.”

Como podemos observar, la Excma. Corte Suprema ha entendido que la


tasación de las costas no es parte de la sentencia definitiva que falla el recurso
de protección y, por tanto, como una resolución independiente, no es
susceptible del recurso de apelación. Además, entiende que el artículo 11 del
Auto Acordado sobre tramitación y fallo del recurso de protección de garantías
constitucionales, no contempla la procedencia de recursos, respecto de la
decisión de la Corte de Apelaciones de imponer la condenación de costas. Todo
lo anterior ha llevado al máximo Tribunal de la República a declarar que la
condena en costas y la regulación de su monto, son facultades privativas de
esta Corte. De haberlo querido de otra forma, la propia Corte Suprema lo
habría establecido en el respectivo Auto Acordado o, en su defecto, habría
permitido el ejercicio del recurso de apelación en contra de la referida medida,
sin embargo, no es el caso.

2. En relación con la naturaleza del recurso de protección.


La recurrida sostiene que la presente acción constitucional no ha requerido de
formalidad alguna en su interposición y que requiere de una mínima
intervención por parte del recurrente; que la materia discutida en el recurso no
es de tal magnitud, complejidad y cuantía que amerite las costas fijadas.

Al respecto, cabe precisar que, a juicio de esta parte, los planteamientos


vertidos por la contraria nos parecen errados y en caso alguno pueden
constituir criterios de regulación de costas personales. A su vez, nos parece
inadmisible que la Isapre desmerezca la labor realizada por esta parte, como si
la tramitación de este recurso no hubiese significado trabajo ni tiempo para la
suscrita.

Como US. Ilma. bien sabe, el carácter desformalizado y expedito de esta


acción cautelar, emana del mandato constitucional contemplado en el artículo
20 de la Constitución Política de la República, y el Auto Acordado respectivo,
prestando especial atención y cuidado al objeto de esta acción tutelar, cual es,
el restablecimiento del imperio del derecho respecto de una Garantía
Constitucional, valiosa en sí misma. Y por tanto no guarda relación con la
actividad procesal de la suscrita.

En este contexto, el recurrente, frente al aumento unilateral y sin fundamento


del precio base de su plan de salud, se vio obligado a contratar los servicios de
un abogado para interponer esta acción cautelar y evitar que se consumara la
vulneración de sus derechos constitucionales. En consecuencia, la acción
ilegal, arbitraria e injustificada de ISAPRE CONSALUD S.A., generó la necesidad
de don Horacio Aquiles Sims Ríos, de pedir la tutela jurisdiccional de US.I. a fin
de que cautelen sus derechos constitucionales amenazados y el
restablecimiento del imperio del derecho, viéndose en la obligación de
asesorarse por la suscrita como letrada en la materia, lo cual entrañó un
indudable desembolso económico que no tiene por qué asumir.

Si el recurrente no hubiera recibido la oportuna asesoría legal, y no se hubiera


interpuesto el presente recurso de protección en su favor, se habría concretado
en su contra el acto ilegal y arbitrario de la Isapre y su consecuente detrimento
patrimonial.

En consecuencia, rechazamos las alegaciones efectuadas por la contraria


tendientes a minimizar y menospreciar el ejercicio profesional realizado por
esta letrada. Al respecto, debemos reiterar que la brevedad del proceso no es
argumento suficiente para objetar las costas personales, toda vez que la
tramitación del recurso es igualmente demandante. Su tramitación exige
desarrollar con sigilo un análisis riguroso del caso, la obtención de la
documentación necesaria, la confección del recurso y la preparación de las
demás presentaciones requeridas para dar curso progresivo a los autos,
radicando el impulso procesal en esta parte.

De esta forma, esta abogada ha debido dedicar tiempo considerable al estudio


de la materia objeto del presente recurso y al seguimiento de los trámites
procesales propios del mismo, dedicándole a su tramitación la atención y
cuidados debidos.

3. Sobre la naturaleza de la condena en costas

La recurrida señala que la condena en costas se establece en nuestro


ordenamiento con el fin de resarcir los costos en que tuvo que incurrir el actor
en el ejercicio de su acción, menospreciando nuevamente la actuación de esta
letrada, argumentando que la gran habitualidad de estos recursos, genera una
mínima dificultad en su tramitación.

Sobre el particular, resulta necesario hacer presente que, la masiva


presentación de recursos de protección se debe a la conducta ilegal y arbitraria
de la recurrida, la cual no acata las resoluciones de los Tribunales de Justicia y
la jurisprudencia de la E. Corte Suprema. Actitud que resulta ser claramente
arbitraria y contraria a la buena fe, por lo que resulta hasta anecdótico que la
recurrida haga referencia a dicha circunstancia para justificar la pretendida
disminución de las costas.

En relación con lo señalado por la recurrida, en cuanto resta valor a lo actuado


por el profesional que patrocinó el recurso, debemos reiterar nuestro total
rechazo, a nuestro parecer, los dichos de la recurrida no hacen más que
irrespetar la dignidad de nuestra profesión y desconocer el esfuerzo y
profesionalismo que exige la interposición de un recurso de protección.

4. En cuanto al planteamiento "Condena en costas implica


subjetividad”
La recurrida plantea que la condena de costas se basa en criterios subjetivos,
argumentos que no resisten análisis, ya que, dentro de esta lógica, toda
decisión de un tribunal podría ser calificada de subjetiva, lo cual no
corresponde.

Al respecto, cabe reiterara que el artículo 11 del Auto Acordado sobre


tramitación y fallo del recurso de protección de garantías constitucionales
concede a las Cortes una facultad discrecional sobre esta materia, que
debiera ser ejercida según las características de cada caso. En
consecuencia, esta Iltma. Corte de Apelaciones tiene la potestad
exclusiva y excluyente para su determinación.

Por lo demás, lo señalado por la contraria resulta claramente erróneo, toda vez
que, en esta materia al revisar la información en comento, aparece de
manifiesto el actuar uniforme de la Ilma. Corte de Apelaciones de Valparaíso,
ya que se ha determinado para este tipo de recursos y de la misma materia,
que el monto objetado por la recurrida forma parte del criterio uniforme de
vuestra Ilustrísima Corte, monto regulado como ya hemos dicho, en virtud de
las atribuciones privativas y facultativas que a Us.I., le son conferidas por la
ley. A modo ejemplar, cabe citar las siguientes causas: 3427-2016, 3428-2016,
3722-2016, 3722-2016, 3751-2016, 3808-2016, 3907-2016, 3986-2016, 4057-
2016, 5423-2016, 3748-2016.

5. En cuanto a la cuantía de lo debatido.

la recurrida manifiesta que la cuantía de la causa no justifica el monto en que


fueron fijadas las costas. Al respecto, cabe precisar que la recurrida incurre en
una confusión, dado que el objeto de una acción de protección carece de
contenido patrimonial. Si bien entre los derechos conculcados se encuentre la
consagración constitucional de la propiedad y los montos que la ISAPRE ha
pretendido cobrar ilegalmente aparezcan como exiguos, el análisis a realizar
nuevamente ha de ser cualitativo. No es este proceso, aunque resulte
evidente, una discusión acerca del cobro de una determinada cantidad de
dinero, como pretende trivializar la contraparte. En el caso de autos, la materia
discutida se trata ni más ni menos que de la defensa de garantías
constitucionales, las cuales, fueron vulneradas por la recurrida mediante la
adecuación unilateral que pretendió aplicar al precio base del plan de salud de
mi representado, conforme reza la parte considerativa del fallo de autos. Vale
decir, estamos frente a una materia de tal magnitud, que incluso ha sido
expresamente amparada por nuestra Carta Fundamental

POR TANTO,
A US. ILUSTRÍSIMA PIDO: tener por evacuado el traslado conferido a esta
parte con fecha xx de xxxxxxx de 20xx, declarando no ha lugar a la objeción
de costas presentada por la contraparte, ISAPRE xxxxxxx., manteniendo la
suma originalmente fijada por su Señoría Ilustrísima.

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