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Efesios 5:25 RVR1960
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella
1 PABLO, llamado á ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes el
hermano, 2 A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados
santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier
lugar, Señor de ellos y nuestro:

Efesios 2:19-22 RVR1960


Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de
los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo
mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un
templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu.
14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,

15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad.
12
De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene
muchos miembros, y todos los miembros, no obstante
ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con
13 *
Cristo. Todos fuimos bautizados por un solo
Espíritu para constituir un solo cuerpo—ya seamos
judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos
dio a beber de un mismo Espíritu.27 Ahora bien,
ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es
miembro de ese cuerpo.
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Y Jesús,
respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón,
hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Yo
también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca
edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el
que está puesto, el cual es Jesucristo.
4 Y viniendo a El como a una piedra viva, desechada
por los hombres, pero escogida y preciosa delante de
Dios,
17 Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de
gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su
conocimiento; 18 Alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su
vocación, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia
en los santos, 19 Y cuál aquella supereminente grandeza de
su poder para con nosotros los que creemos, por la
operación de la potencia de su fortaleza, 20 La cual obró en
Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole á su
diestra en los cielos, 21 Sobre todo principado, y potestad, y
potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo
en este siglo, mas aun en el venidero: 22 Y sometió todas
las cosas debajo de sus pies, y diólo por cabeza sobre todas
las cosas á la iglesia, 23 La cual es su cuerpo, la plenitud de
Aquel que hinche todas las cosas en todos.
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos
miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son
muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
13 Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en
un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a
todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. 14 Porque el
cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.26 Por manera
que si un miembro padece, todos los miembros á una se
duelen; y si un miembro es honrado, todos los miembros á
una se gozan. 27 Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y
miembros en parte.
5 Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de
agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido
de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te
asombres de que te haya dicho: "Os es necesario nacer de nuevo." 8 El
viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene
ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
5 El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la
regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
3 ¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos
bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él á
muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
11 Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que
viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de
quitarle las sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

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