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LA ESCUELA LANCASTERIANA
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Derechos reservados
por el autor.
IMPRESO EN EL URUGUAY
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OBRAS DEL AUTOR
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tejido que dio lugar a esta resolución industrial,, sino que fue
ron también otras manufacturas e industrias, como la minera,
la fundición del hierro, etc. 5 Tan considerable desarrollo me-
bajar tanto tiempo (la mayor parte de las veces, doce lloras
y a menudo más) que no están en condiciones de aprovechar
las ; de ese modo pues, las tres cuartas partes de los niños exa
minados por el comisario no sabían ni leer ni escribir, y toda
la región se baila en la más profunda ignorancia. Niños que
durante años habían frecuentado la escuela dominical, no es
taban en condiciones de distinguir una letra de otra, y en
todo el distrito la cultura moral y religiosa, para no hablar
de la intelectual, estaba a un nivel muy b a jo ” . (Scriven, “ In
formes., y pruebas” ). H David Copperfield-, Obrerio Twist,
Dombey, Black Soase, y muchos otros libros de Dicbens, están
llenos de los cuadros de esta miseria. Marx abunda en datos
sobre la forma en que se cumplían las 150 horas reglamentarias
de clase (la obligación entonces), tomados de los “ Eeports” de
los inspectores de este servicio, en Inglaterra. Véase la. obra
citada (págs. 441 a 443).
E l niño, pues, como brazo productor, había empezado a
adquirir no ya importancia, sino gravedad. Y estas condicio
nes que se plantean en el siglo anterior, en todo el correr del
X I X , habrían de recrudecer hasta convertirse en catástrofe
social que los educadores progresistas denunciaron alarmados:
niños obreros de ocho años, trágico aseenso del suicidio en los
niños, mercado de niños eon fines de explotación fabril, e tc .*12
Se comprende así toda la importancia que habría de te
ner lo relacionado con la preparación del niño para su servi-
III
IV
21 O b . e i t ., pâg. 422 .
22 Buisson, lMetionaire de Pédagogie et d’instruction Pri„
maire, I Partie, T. Second, Paris, 1887, pâg. 1998.
23 Buisson, ob. e it., pâg. 1 998 .
L A ESCUELA LA N CA STE R IAN A 25
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R ey; divididas a su vez en cinco o seis grupos o familias
compuestas de ocho a diez diseípulas cada uno. Estas abromas
eran atendidas por “ las damas de Saint Cyr” , que se ele
gían comunmente entre las alumnas del establecimiento y
que ejercían funciones de maestral de clase, de grupo, etc.;
•li las que eran preparadas previamente por Mme. Maintenon.
Contemporáneamente, Charles Rollin (1661-1747), incor
poraba, a través de la teoría de su Tratado de los estudios, en
su Cap. V III, B el Gobierno interior de las alases y d e . los
colegios, la práctica de la enseñanza mutua, aunque sus es
casas referencias a este problema no superen a Mme. Mainte
non. Con alguna anterioridad, sin embargo, Buisson, nos' se
ñala una publicación 26 con los antecedentes de las escuelas
parroquiales que enseñaban mediante ayudantes (officiers) :
intendentes, observadores, monitores, repartidores) recitado
res de oraciones, lectores, ayudantes de escritura, visitadores
familiares, etc.
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32 JESTJAIiDO
sino por todas las colonias, Bell fué llamado a Londres por la
Iglesia para que estableciera su método en una escuela de la
parroquia de Santa María. Bajo la protección de los más al
tos dignatarios de la Iglesia Anglicana, que le proveyera de
cuantiosos recursos, Bell fundó numerosas escuelas con los
mismos principios, en las cuales se enseñaba exclusivamente
Jas doctrinas de la Iglesia Anglicana. Esta competencia me
todológica fué abonada deslealmente por los clérigos, con una
campaña pública de artículos y panfletos, en los cuales se
presentaba a Lancaster como un hombre peligroso para el
Estado, y cuyos métodos podían poner en peligro la Iglesia.
Esta campaña consiguió su propósito, que era el de retirarle
subscriptores a la eseuela de Lancaster, quién, finalmente — y
nc en la forma amplia que hubiera deseado— se encontró
sostenido sólo por los miembros de la familia real.
A pesar de tan innoble lucha, Lancaster iluminado por
su propósito, ardiente e infatigable, sostuvo su empresa por
varios años . Dice Hamel, estudioso de este proceso en un
libro que siempre se recomienda como insustituible 38, refi
riéndose a Lancaster, “ que ninguna dificultad le arredraba;
t-1 dinero no le parecía bueno mas que para derramar por
todas partes la doctrina de la enseñanza mutua. No confor
me con gastar todo lo que tenía, contrajo nuevos compromi
sos, y entregándose sin reflexión a todos estos préstamos, se
encontró cargado, en 1807, con una deuda de 6.449 libras (más
de 150.000 fra n cos)” . 39
Los nueve años, de 1807 al 16, fueron para Lancaster de
constante lucha contra sus acreedores, de huidas de Londres,
de búsqueda de nuevos sostenedores para la obra a la que se
sentía llamado. Su encuentro con José Fox, la protección del
duque de Bedford y del poderoso Mister Corston, resolvieron
estos duros años de trabajo de Lancaster, quien, en el correr
de 1811, tenía noventa y cinco escuelas en las que recibían
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34 JESTI A L DO
P a n a h a c e r le s ¡E n c ia s e de L o s a lu m n o s , c o n la s m a n o s
entrar en los e s c r itu r a ! y u n a trá s, m a r c h a n en o r d e n , c o n
ban cos y fo r c a m p a n illa z o . d u c id o s p o r lo s m o n it o r e s d e l
m a r la s c la se s •grupo; a b a n d o n a n sus lín e a s
de e s c r itu r a . u n o s y o t r o s p a r a e n tr a r en su s
c la s e s r e s p e c t iv a s d e e s c r itu r a
p o r la e x tr e m id a d o p u e s ta a lo s
t e lé g r a f o s .
P ara h a ce r d e Un s ilb a to .
t e n e r la m a r c h a
e im p o n e r s i
le n c io .
P a r a q; u e lo s Un ca m p a n illa - L o s a lu m n o s se v u e lv e n h a cia
a lu m n o s se d i zo. d o n d e s e h a d ic h o ; lo s m o n it o
r ija n a la p la r e s d e s c ie n d e n d e lo s b a n c o s y
t a fo r m a . a l m is m o tie m p o v u e lv e n h a cia
la p la t a fo r m a lo s n ú m e r o s de
lo s t e lé g r a f o s .
P u ra h a cer d ar C a m p a n illa z o . L o s m o n it o r e s v a n a la p la
ouen L a d e la t a fo r m a c o n su s lis t a s y d ice n
lis t a . a l p r o f e s o r , q u ie n e s c r ib e en
e l m o m e n to en e l r e g is tr o , el
r e s u lt a d o de la lis ta : ta l c la s e ,
t a n t o s p r e s e n te s, ta n to s a u s e n
te s, t o t a l, t a n t o y d e sp u é s c o
lo c a n las listas dómete estaban
y v u e lv e n a se n ta rse en su s s i
tio s.
L a le c c ió n co L le g a d o s a su s s itio s , se s ie n
m ie n za . tan. 43
I
C;
4 -
42 J E S Ü i L D O
50 Reglamento, etc., pá g. 9.
‘51 Compayré, ob. c it., pág. 427.
46 JESU ALDO
. V
Ob. cit.
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