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EFECTOS DE LAS PAUTAS DE CRIANZA POSITIVAS EN EL DESARROLLO

ESCOLAR DE LOS MENORES DE 2 A 5 AÑOS EN LA INSTITUCION EDUCATIVA


FRAY JULIO TOBON BETANCUR

Tutor:
Sandra Milena Isaza Cuellar

Integrantes:
Daniela Díaz Pérez código 1711023608
Ángela Alexandra Díaz Rivera código 1911025094
Carol Viviana Díaz Tique código 1711020415
Paula Alejandra Espinoza Gómez código 1621020834
Ana Milena Espitia Gutiérrez código

Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano.


Facultad de Sociedad, Cultura y Creatividad.
Métodos Cualitativos en Ciencias Sociales Grupo 5A
Noviembre de 2019
Introducción

En nuestra actualidad el tema de pautas de crianza positivas en los niños y niñas ha tomado
cada vez más fuerza dejando de ser un tema que se aborda únicamente en los hogares sino
también en el aula de clase, es importante propiciar ambientes agradables rodeados de afecto y
de buenas relaciones sociales para con los demás.
La crianza es el proceso de educar y orientar a los niños y niñas fundamentando el cariño,
tradición cultural y valores para enfrentarse a la vida, el papel de los padres y adultos es
fundamental y significativo, tener esta responsabilidad de encaminarlos y crecer con ellos
despierta en muchas ocasiones tensión en los padres, pues se enfrentan a momentos difíciles
con los niños y/o niñas en su recorrido hacia la autodeterminación por lo que es necesario
aproximarse a ellos de manera asertiva, invitándolos al dialogo, reflexión.
El propósito de esta investigación es analizar la vivencia e información que se tiene acerca de
las pautas de crianza en los niños y niñas, no solo para interpretar hallazgos sino para
descubrir el significado y la interpretación que le dan a los mismos.
Por otra parte, es necesario indagar que tanto conocimiento tienen del tema los padres y
cuidadores y hasta donde son conscientes de que la crianza positiva se basa en normas,
acuerdos, promoviendo la educación sin violencia, interiorizando valores, disciplina con amor
y vínculos afectivos que permiten relacionarse con sus pares y su entorno, facilitando el
desarrollo de habilidades sociales y la toma de decisiones para resolver conflictos.
Objetivo general

Determinar las pautas de crianza positivas en los niños y niñas entre 2 a 5 años de edad de
la Institución Educativa fray julio Tobón Betancur y las consecuencias de estas en el
desempeño escolar.

Objetivos Específicos

1. Establecer los diferentes modos de crianza que se vive actualmente.


2. Abordar las pautas de crianza desde las diversas dinámicas familiares
3. Identificar las falencias que se tienen en la forma de crianza.
4. Reflexionar en torno a la normatividad que siguen los padres frente al comportamiento de
los hijos.
5. Generar espacios de reflexión en los padres sobre pautas de crianza en sus hijos.
6. Identificar formas de manejo de autoridad en las familias
Marco Teórico

Eraso, Bravo & Delgado (como se citó en Izzedin y Pachajoa 2009) explican la crianza
como:
El entrenamiento y formación de los niños por los padres o por sustitutos de los padres.
También se define como los conocimientos, actitudes y creencias que los padres
asumen en relación con la salud, la nutrición, la importancia de los ambientes físico y
social y las oportunidades de aprendizaje de sus hijos en el hogar.
Al ejercer la crianza se involucran tres procesos sociales: las pautas, las cuales se
relacionan con las normas que se siguen con respecto al comportamiento de los hijos; las
prácticas, en las que se evidencian en las relaciones que se dan entre los miembros de la
familia, estas relaciones se enmarcan en el poder que ejercen los padres sobre los hijos y la
retroalimentación del mismo, son acciones que se aprenden en la interacción; por último las
creencias, estas se refieren al conocimiento previo adquirido por experiencia o por herencia
acerca de cómo se debe criar un niño, (Izzedin y Pachajoa, 2009).
La crianza está regulada por la dinámica entre el control o el poder como padres y la
comunicación que se establece con los hijos, así mismo se plantea según las aspiraciones y
expectativas de los padres o cuidadores con respecto al rol que esperan desarrolle el niño en la
sociedad, y se determina según la cosmovisión de los padres o cuidadores, es decir lo que para
ellos signifique lo deseado y aceptado desde el nicho social en el cual se desenvuelven.
Ahora bien existen diferentes modelos de crianza, como lo mencionan Izzedin y Pachajoa
(2009), los establecidos por Baumrind son los siguientes:
1. Estilo Autoritario: El estilo autoritario o represivo es rígido, en este modelo la
obediencia es una virtud. Los padres con este estilo educativo favorecen la disciplina
en demasía dándole mucha importancia a los castigos y poca al dialogo y la
comunicación con los hijos limitando de esta manera la autonomía y la creatividad en
el niño (Baumrind 1968 citada por Izzedin y Pachajoa 2009)
Este estilo de crianza deriva en conductas agresivas y niños con baja autoestima, ya que
coarta la comunicación y toma la obediencia como una respuesta aceptada.
2. Estilo permisivo: refleja una relación padre e hijo no directiva basada en el no control
parental y la flexibilidad (Baumrind 1997, citada por Izzedin y Pachajoa 2009)
Los niños criados en este modelos carecen de disciplina, es este modelo los cuidadores no
establecen reglas claras, así que los castigos y las recompensas carecen de efecto sobre la
regulación del comportamiento.
3. Estilo democrático: Los padres que adhieren a este modelo de crianza son más
responsivos a las necesidades de los hijos proveyéndoles responsabilidades,
permitiendo que ellos mismos resuelvan problemas cotidianos, favoreciendo así la
elaboración de sus aprendizajes, la autonomía y la iniciativa personal. Fomentan el
dialogo y comunicación periódica y abierta entre ellos y sus hijos para que los niños
comprendan mejor las situaciones y sus acciones (Baumrind 1966, citada por Izzedin y
Pachajoa 2009).
Es en este estilo de crianza donde se fortalece la relación padres-hijo, ya que favorece la
comunicación bidireccional, se establecen lazos de confianza, es permitida la negociación
entre las partes sin que los padres o cuidadores pierdan la autoridad y la disciplina. Estas
actitudes fortalecen el desarrollo emocional del niño y redundan en una persona familiar y
socialmente autorregulada y ajustada.
Las prácticas de crianza en tres dimensiones principales: técnicas de apoyo a la
autonomía, que es el grado en que los padres valoran y utilizan técnicas encaminadas a
la solución de problemas: elección y participación en decisiones de modo
independiente. En contraste con las técnicas de apoyo a la autonomía, están las técnicas
dictatoriales, punitivas o controladoras. Técnicas de estructuración que consisten en
proporcionar guías claras y consistentes, expectativas y reglas de conducta del niño. En
el extremo opuesto estarían las técnicas no estructuradas o la ausencia total de reglas de
conducta del niño. Técnicas de implicación o grado en que los padres están interesados
y toman parte en las actividades de la vida del niño. Reflejan la dedicación y la
atención positiva de los padres al proceso de crianza del niño y facilitan tanto la
identificación como la internalización de valores sociales. En el extremo opuesto, se
situarían los padres no involucrados ni interesados en tomar parte en las actividades de
la vida del niño. (Grolnick & Ryan, 1989 citados por Ramírez, 2005)
El desarrollo del proceso de crianza se ve directamente reflejado en el otro espacio donde
más tiempo permanecen los niños: La escuela.
Es en el ámbito escolar donde los efectos del ejercicio de pautas de crianza positiva y
asertiva son evidentes, ya que las conductas de los niños reflejan la dinámica familiar y las
situaciones a las que se encuentran expuestos y a su vez las consecuencias en el desarrollo
socio afectivo y cognitivo de los mismos.

La familia es la primera y más importante institución educativa en donde se desarrolla el niño,


la cual se caracteriza por sus relaciones afectivas y vínculos que se presentan en ella a través del
tiempo, debido a esto un niño, desde que nace es influenciado por la familia.

En la familia se origina el carácter de los niños y niñas, es generalmente el lugar dónde


desarrollamos los cimientos de las virtudes e interiorizamos virtudes perdurables (Bradshaw, J.,
2005). El primer lugar donde se nos da una de las primeras educaciones es en el núcleo familiar,
pues es ahí donde se desarrolla el carácter, la personalidad, se aprende a caminar, hablar, realizar
una buena interacción con otras personas y en especial donde se va desarrollando las actitudes
ante distintas situaciones.

La imagen que más adelante tendrá el niño será la misma que los padres le transmitan, por
consiguiente es fundamental propiciar un ambiente libre de tensión y violencia. Se espera que
exista un buen equilibrio y estabilidad emocional en cada integrante de la familia el cual va a
permitir que de una u otra manera pueda desarrollarse en todos los ámbitos que lo rodean.

Junto con la familia, la escuela es otro gran agente socializador de primer orden. En la escuela
será donde realmente el niño encuentre el grupo de pares, algo que le permitirá aumentar los
entornos en los que se desenvuelve y que incrementará progresivamente (familia, escuela,
compañeros, barrio, trabajo…) hasta la inclusión total como ciudadanos que aportan a la
sociedad (Del Barrio J.A., Castro, A. Ibañez, A., 2009).
Así, la escuela y la familia son los primeros entornos en los que los niños adquieren pautas de
su personalidad. Cada escuela debe buscar sus recursos para conectar con las familias (Alfonso
C., Amat R., D'Angelo E,Díez J, E., Escaño J., Escayola E., Fernández F., G il de la Serna M.,
Huguet C, T., José Intxausti J., Martorell C, Medina de la M, A., Mestres J., Noto B, F., Oller
M., Enrich P., Pedreira M., Dolors R. Gemma S., et al, 2003)
En consecuencia, tanto la familia como la escuela deben interrelacionarse para que el
desarrollo de los niños y niñas. Es de suma importancia, que la interacción entre el docente frente
al grupo y los familiares del estudiante formen una relación de comunicación y trabajo en
beneficio de éste. Puesto que los familiares, conocen más a fondo la vida personal del niño, que
pueden beneficiar hasta cierto punto la convivencia entre el maestro y el aprendiz, dando como
resultado una atención más compresible y atenta.
La escuela formará parte del niño pero jamás sustituirá la educación que le transmitirá la
familia. Ya que en ésta va adquirir herramientas y conocimiento para que más adelante pueda
formarse como una persona que tendrá que aportar a la sociedad, ya sea realizando un oficio de
acuerdo a su capacidad o alguna actividad.
Referencias

Ángela Cuervo (2009). Pautas de crianza y desarrollo socio afectivo en la Infancia.


Recuperado de https://www.redalyc.org.pdf

Beatriz Londoño (2006). El arte de criar hijos con Amor Recuperado de


https://www.icbf.gov.co/sites/default/files/pautasdecrianza001.pdf

Cristina Plazas (2015). Crianza Positiva Recuperado de


https://www.aldeasinfantiles.org.co/getmedia/e3102a20-579e-45dc-ac56-
63be1b660505/CARTILLA-8-CRIANZA-POSITIVA.pdf

Izzedin Bouquet, Romina, & Pachajoa Londoño, Alejandro. (2009). Pautas, prácticas y
creencias acerca de crianza... ayer y hoy. Liberabit, 15(2), 109-115. Recuperado de
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-
48272009000200005&lng=es&tlng=es.

Ramírez, María Aurelia. (2005). Padres y desarrollo de los hijos: Prácticas de


crianza. Estudios pedagógicos (Valdivia), 31(2), 167-177. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-
07052005000200011

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