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C O LEG IO N ACIO N AL DE M ONSERRAT

CARRERA DE MARTILLERO Y CORREDOR PUBLICO

NOCIONES BASICAS DE PSICOIOfilA SOCIAL


3°AÑ0

NODULO N°1
DOCENTE: Mgter, zarate Jorge
COLEGIO NACIONAL DE MONSERRAT

CARRERA DE MARTILLERO Y CORREDOR PÚBLICO

P R O G R A M A DE ESTU D IO DE N O C IO N ES BÁSICA DE PSICO LO G ÍA SO CIAL

l-E LE M E N TO S IN T R O D U C TO R IO S

A- DATOS CURRICULARES DE LA ASIGNATURA

Con la modificación del plan de estudio de la carrera de Martiliero Corredor Público realizada
en el año 2.007, se incluye la materia Nociones Básicas de Psicologít ’aSocial, en el tercer año
dentro de la implementación de nuevas asignaturas. U na de las p re ocu p a cio ne s q ue
fu n d a m e n t ó el proyecto, desarrollado un a ñ o antes de s u imp,lem entación, fue, "
al espíritu de cada u n o de los futu ro s profesionales, una clara conciencia del servicio
social que im plica el ejercicio de sus tareas, a sí c o m o las respo m a b ilid a d e s que conlleva
tal ejercicio para con toda la so cied a d de la q ue fo rm a n p a rte"; constituyendo u na
necesidad primordial en la formación del futuro egresado, privilegiar "una preocupación social,
a la par q ue un sentid o p ro fu n d a m e n te ético y com p rom etíido en las actividades a
realizar, una vez egresad o".(R esolución 2 3 8 /0 5 del Consejo Fede ral de Educación).

La m ateria d ispone p a ra s u dictado de u n a carga horaria de u n a hora cátedra sem anal,


careciendo d e m aterias introductorias, prelim inares y afin es de a ñ o s anteriores
(M a terias Correlativas). Esta unidad curricular aporta el asp¡ecto vincular y h u m a n o
p a ra la fo rm a c ió n del M artiliero y Corredor Público.

B- NÚCLEO CENTRAL

La asignatura introduce al a lu m n o en conceptos y teorías q ue aporta la psicología


social para el cono cim ie nto de los f e n ó m e n o s psicosociales, nocio nes fu n d a m e n ta le s
p a ra toda práctica profesional q ue im plique interacción y vínculos co n p erson a s y
g ru p o s h u m a n o s.

C- COMPETENCIAS A DESARROLLAR.

A d q uirir d o m in io d e co nce p to s básicos q ue perm itan:

P á gin a ! -
COLEGIO NACIONAL DE MONSERRAT

• R e con o cer la im portancia de las relaciones sociales en los f e n ó m e n o s g rupa les y


organizacionales.

• C o m p rend er y valorizar la trascendencia de lo socio-cultural en el desarrollo de la


subjetividad.

Desarrollar ca p a cid a d de transferencia de lo aprendido en la práctica profesiona l


del M artiliero y Corredor Público en diferentes contextos y situaciones.

U N ID A D 1:

Aproximación al campo de estudio de la Psicología Social. Sociedad, evolución y tipos de


sociedades. Cultura, los componentes de la cultura.

Bibliografía:

Moscovia, S.: Psicología Social, Introducción. Editorial Paidós. Barcelona 1.985.

Madonis,J., PlummerK. Sociología. Capítulo 3 y 4. Editorial Prince May. Madrid 2.006.

UNIDAD 2:

Constitución psíquica del hombre. La motivación de la conducta humana. Acercamiento a la


realidad: sensación, percepción (leyes de la Gestald), atención, memoria, pensamiento.

Bibliografía:

Di Segni de Obiols, S. "Psicología. Uno y los Otros". Cap. Editorial Brasil 1.994

U N ID A D 3:

El grupo social. Conceptualización de grupo: tipos, funciones, roles, estilos de liderazgo. Gru
trabajo. Organizaciones formales, tipos, características. Burocracia, Equipos autónomos de
trabajo.

Bibliografía:

Macionis, J., Plum m er K. Sociología. Capítulo Cap, 7. Editorial Prince May. Madrid 2.006.

P á gin a 3 .
COLEGIO NACIONAL DE MONSERRAT

Eje 2: Psicología y Acción Profesional del Martiliero y Corredor Público

Objetivos del segundo eje:

• Identificar conceptos de la Psicología Social que aportan al accionar del Martiliero y


Corredor Público.
•Desarrollar capacidades que permitan comprender la problemática de la comunicación
s o c i a l ',s u papel e Incidencia en las personas y los grupos.
• Analizar las actitudes, motivaciones y necesidades de las personas y su Implicación en la
conducta de compra.
• Reflexionar sobre las consideraciones éticas en las prácticas del Marketing y la Publicidad.
• Valorizar la importancia de la influencia social en el comportamiento de las personas y los
grupos y su relación con el desem peño profesional.

UNIDAD 4:

N orm as sociales e Influencia social. Técnicas para obtener Condescendencia. La dimensión social
de la Teoría de la Atribución. Formación y manejo de impresiones.

Bibliografía:

Barón , Robert; Byrne, Donn. Psicología Social. Cap.8 y 9. Editorial Pearson .España 2.0011.

Macionis, J.,Plummer K. Sociología. Capítulo Cap. 6. Editorial Prince May. M adrid 2.006.
¡ .

UNIDAD 5:

Psicología Social y Comunicación: desarrollos de las teorías de la comunicación. M edios masivos


de comunicación y su impacto social.

Las actitudes y sus componentes. Cam bio de actitudes: la comunicación persuasiva. El arte de la
persuasión.

La motivación y las necesidades h um a n as (Pirámide de M aslow): la conducta del consumidor.

Bibliografía:

Carretero, Mario. Psicología. Cap. 6. Editorial A


.B uenos Aires 2.006
e
u
lq

Barón, Robert; Byrne, Donn. Psicología Social. Cap.4. Editorial Pearson .España 2.0011.

UNIDAD 6:

P á gin a 4

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COLEGIO NACIONAL DE MONSERRAT

Psicología Social y Marketing: una visión global del marketing, Marketing comercial: conceptos y
estratégicas. Cuestiones éticas e ideológicas.

Marketing y Publicidad: acerca del consum o y la publicidad. Diferentes enfoques.

Bibliografía:

Recursos a través de Internet:

http://pag¡naspersonales.deusto.es/matute/psicoteca/artículos/Barr¡os&P¡neno Barrios, i.;


Pineno03.htm. Psicología y Marketing: la influencia del consumidor

http// www4.ujaen.es/spuertas/Private/Tema 8. Psicología del Market'ng.

Petit, Cristina. Los medios masivos de comunicación y la construcción de la cotidianeídad. Ed.


Brujas. Córdoba 2.009

Los alum nos cuentan con un Ap unte de Cátedra elaborado con material bibliográfico para el
estudio del contenido de cada unidad del programa.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL

B a r ó n ,Robert; Byrne, Donn. Psicología Social. Editorial Pearson .España 2.0011.

Carretero, Mario. Psicología. Editorial Alque. Buenos Aires 2.006.

Di Segni de Obiols, S. "Psicología. Uno y los Otros". AZ Editorial Brasil 1.994.

Madonis, J., Plumm er K. Sociología. Editorial Prince May. Madrid 2.007.

Moscovia, S.: Psicología Social. Editorial Paidós. Barcelona 1.985.

Petit, Cristina. Televisión: la caja que socializa. Ed.Brujas. Córdoba 2.009

Página 5 .
EJE I: LA PSICOLOGÍA SOCIAL, SU ENFOQUE

CONTENIDOS:

U N ID A D 1:

Aproximación al campo de estudio de la Psicología Social.

Sociedad, evolución y tipos de sociedades. Cultura, los componentes de la


cultura.

UNIDAD 2:

Constitución psíquica del hombre. La motivación de la conducta humana.


Acercamiento a la realidad: sensación, percepción (leyes de la
atención, memoria, pensamiento.

U N ID A D 3:

El grupo social. Conceptualización de grupo: tipos, funciones, roles, estilos de


liderazgo. Grupo de trabajo.

Organizaciones formales, tipos, características, Burocracia, Equipos


autónomos de trabajo.
••• - « á ,*. d n tr< D tíu c c ió n : •
; e l c a m p p / d e « l a - p s i c o l o g í a sQ G lal¿
. •. * . .1 h r...-y. v*'*S5i ' ".j ;.v .y*!'; '•>

POff SERGE M0SCÓV1CÍ *

/• ' ; . .* **:v .*• .V. ./:v /.?

A. ¿Quá‘e¿; psicología, social?- .. ••

T c ^ ir¿átaría' muy' seindlló .si :.púcfi¿einaj -^dcdr.'sin. dufcíjodscc el*


wdmdfuo junaste Iá . tó ¿ d id /’'E-ricTcütómcQte "ato se 7-nos: ¿pite.', hmumcia-. •
bles veces* y uño pártec comprendere' incluso -ver;;lo. que. Indican >estas pab* •
bras. Todos icépamos como ‘algtT mciiiiaTDler'qúe. éscoa' dos -términos atén
separados,-que .cada-uno sea autónomo j posea.una rcaHc&d^pcopGrXstó
slgnifícfl^que podemos 'conocer ‘uño sin conocer el otro,-romo si. se tratasen
de dos mundos extraños enere sL‘La fuera de esta‘visión resulta^incontesta­
ble, al igual que .h] división. que mantiene: \d Individuo 'reduadp. a su Orga­
nismo y la sociedad petrificada en‘sus ¡nstitúaones. y aparatos, O'mejor «in:
por una pane' el* uno, la único, por la ‘otra lo;múltiple o lo coiécrivo. Y e s »
visión .tiene jin .efecto alque'n os hemc»;acx«mmbnido • desde .-.bao: .brgo-
tiempo:’d ^ t íd o .. de. partición que;rojic¿eyef ín¿7^ y la

TSiye73c~mIara a la coexistencia‘ pacifica entré-las diversas-esencias


y entre las diversas teorías,* •• ; - •* •/;' •; - % *................ *
La .partición que acabo de describir y sobre k que no Hace falta insistir
por su familiartdjod, obedece t . una. lógica determ iné.. Corresponde a k
realidad enJos casós extremos, Pero" resulta- banal reconocer -^ue el individuo

cena está compuesto-póc una multitud de icpm^/AjJaniás,. tenemos derecho

37 \ *
Palcolo&f* podml

errar que en ‘cada individuo "habita um soacdid: I* de s u í p e n o n ij c s


ininos o reales, de los héroes que admira;* de los amigos y enemigos,
a hermanos y padres con quienes nuce un diálogo interior permanente.’
m los ‘cutíes 'incluso; Ocpr a sostener rckdones sin saberlo. Así pues,
do decimos: coste el Individuo y .existe U sodedad, dejamos a un lado
rperiencía coMpartída por casi todo el mundo.
ic dirá con justida.que esto no es demasiado grave. Todo análisis y toda
Icación exigen una abstracción. Abstracciones como las que hacemds
un cemente en economía d .hablar dd mercado separado del poder, o cñ
ilogía al describir el 'pensamiento separado de las emociones. Sí; no cabe
icáór duda. Pero •dicha-partición tiene un sentido. Oculta' una realidad
¡tez, la Invariante de existencia cuyos rastro: encontramos en todas panes,
ledr, la oposición entre individuo y sociedad, la feroz batalla que libran
n tiempos inmemoriales lo personal y do. colecdvo. Este conflicto no
jye, evidentemente,, las armonías momentáneas ni las pacificaciones .du­
ras. ** *
51 la psicología spcial tiene una razón de ser en' tanto que acuda y. un
notiv que le sea propio, es ahí donde lo encontraremos..Toda acnda
or. intenta responder, a través de investigaciones efectuadas en campos
íceos, a aiguná de las lancinantes.preguntas que se’plantean los hombres,
física; á k pregunta:-¿qué es la materia o el movimiento? 'La-biolo^íá,’:a •
regunta: -¿qué.» la herencia?; o bien*.¿por qué caíste’U* trida? La cosmo
a; a ,k :pregunta:'¿cual-.es el drigen del universo? Y\ásí sucesiyaíriciitc.
miañen similar,.!*' psicología .social '— en mi opinión al menos—- se ha
pudo y sigue hadándolo ‘de un solo y. único problema: ¿por qué se produce
rdnfllcto entre individuo y sodedád?/Ninguna otra • ciencia aborda, este
Bíema^ de íorma can directa^ Emguna; siente una acracdón tan profúnda
ese- conflic'to-.l^. aqúeHas-cieñaas .que.lo*hacen se. aproximaba la 'psicplp-
sodai, como ;su'cedió¿co¿ el; psicoanálisis ¿:m terauíebcíte‘ por *Iós'*£e-
íeños de masa.--T¿mbién,aV¿l',ciscT_de la historia óiaiído,'esmdii lcs fenó- •.*'
ios .'de-la mentalidad; Y /k -recíproca; también •.es:cierta. *Siempre que ;la.
mlogiV sodaí. oIviHa> qcti-prpblcmjj p^ícsaidiar.' en paralelo- y'.con Lfidc-
idendz;-uiio'-dbotro». -í®&- 1
atecen- losíEstados!UnÍdGS*¿* *
un-apcncüce,--mutu,:de.t)tca-.aénaa:.-v> • ..x.: :X. r

He aquí uní-primera fórmula:. U yilcoloiia SÓckl ei.U ciadádelcoH-


ito ¿'ntre el individuó;'y/h:.soaed¿2: Eoc&mw. aoádk:* 3eulí* ioaedia;-»-.
.“ña j de k sociedad que lleva dencro^No- escasean Jos ’;e¡<miplds;de‘-¿ ¿ o
oflicro: k resistenda a las Dresion.es confonnistas de la mayoría, la-oposi-
Intr-ftducci&i | 19

r i f e e n tre u n líd e r y su g ru p o . U s d o Y Ü d o n e s con. respecto t U o r to d o x ia ,


lis discusiones d e n tro de u n g ru p o a fin de llegar t u m . d e d iíó n , i i ca p u --
rió n de u n in d iv id u o p o r U m a sa , y o tro s m uc lio t casos. H i i t a aquí hem os
considerado el espectro en to d x su e xte n s ió n . A h o r a ' debem os acotarlo ‘ p i n
captar m e jo r y con m a y o r p rc o s ió n el cam po de U psicología social. E n pocas
palabras, tras h a b e r v is to -el p ro b le m a al qu e respon d e, * considerem os los
fenóm enos d e los que se o c u p a . O m e jo r d ic h o , los fen óm en os de los q u e se
ocupan los p s ic o s o a ó lo g o s al sa lir al terren a o ¿1 encerrarse en sus la b o r a to ­
rios. En .u n a p a la b ra , ¿cual es su .o b je to ?
C o m o es fá c il im a g in a r, n o existe u n a n im id a d en este p u n to . P e ro a c ó
que e á 'lá ••a c tu a lid a d , tra s -e l a b a n d o n o de l c o n d u c tis c o , el n ú m e ro de a q u e ­
llos- que e s ta ría n de acuerdo co n la d e fin id ó n que ■•esubled en 1970 seria
. m ucho m ás e le v a d o : « Y yo fo r m u la ría , escribía entonces,' có m o objeto ccn-
. t r z l , e x d u s ív o d e .k p s ic o s o a o lo g ía, to d os los fenóm enos re k a o n a d o s con
' la idéelo y la conrunicadón1/cT¿cn2.dcs según su g é n a b ,* ‘ m - " ^ S c p 3r h r y **
su T u n a ó r i ».1 P o r lo qu e respecra i Iqs p rim e ro s ,’ sabem os q u e consisten es
sistemas d e .rc p re s e n ta d p n e s y d e a c titu d e s . A ellos se refieren todos los fe-
* ¿lómenos fa m ilia re s de p re ju id o s soda les o n a d e s , de estereotipos, de ere es-
d a s, etc. Su' rasgo c o m ú n es q u e expresan u n a ’ re p re s e n ta d ó n soda! qu e
Ind ivid u o s y g ru p o s se fo rm a n p a ra actu a r y com unicar! E s evid e n te q u e sen
* e s ta -rep’r c s c m á o a e j las que d a n fo rm a a esta realidad m ita d física y m ita d
i m agín aria q u e es la re a lid a d so cia l. .
P o r lo q u e .hace, a lo ;.fe n ó m e n o s de c o m u n ic a d ó n s o d a l, estos de sig n an
* los ‘ in te rc a m b io s de m ensajes íin g ú ís cicos y no lingüísticos (im ág en es, ges­
to s , etc.) e n tre in d iv id u o s y g ru p o s . Se trata de m edios em pleados pitra
.trin s ra irir u n a i n fo n n a d ó n d e te rm in a d a e in flu ir sobre los d e m á s. E m p l e o
irite n d o n a d a m e n re la n oció n g lo b a l d e "«c o m u n ic a a o a s o d a l» para in d ic a r
q ú e ín d u y e canco los fe n ó m e n o s de c o r a u n ia d ó n de masas de in flu e n a a co - •
lc c q v a ..(p ro p a g a n d a , p u b lic id a d , e tc .) co m o los procesos p u ra m e n te lin g ü ís ­
ticos y los bedh'os se m án tico s. T a m b ié n se relaciona coa los signos que c irc u ­
la n , en la s o d e d a d , con la * se m io lo gía q u e , según el p ro p io Saussurc, fo r m a
«parce de la p s ic o lo g ía ’ so d a l y , p o r .consiguiente,- de 'la psicología g e a c r a W
E s t e acerca m ie nto se im p o n e ,* ya qu e com o b a d a n otar ju id ó s a m e n tc M o u n i n
« l a m tc ria ó a ”' d e c o m u n ic a r»" es; « e l •'criterio-’ del ;'mensajc 'scm io ló g ico »-.1•
5 A h o r a ry a -d is p o n e m o s de u n a s e g u n d a .'fó rm .ü Ji: iajjicolofU socid es U
eicñda t 4 es-l-cnominesM ia J ^ o ío g k _ jx o g n Íd o n e s . y_ represen la d o o es so-
a a le s ) ~y~*Jc ios ¡enomenos ¿csomunkacián. A los diversos niveles ( B o i s e ,
982) de las. r d a d o n e s h u m a n a s : relaciones 'entre in d iv id u o s , entre in d r v i- *

1. D. Jfoddct, J, Yict, P. Bdnard, U piycboloiic sociale, Piríx-Lí Moutoa.


1970, píj. 61 y. •
•1 F. Scuwure, Coarr de ibtiuistique i¿nenie, Piríl, Payoc, 1916, p¿$.33.
X. G. Mounin.'Oe/ pour la Uniuinique, Paría, Scghcrs. 1963, píg. )7.
o I. Psicología social

iucw y* grupos, y entre, grupos.; *Pzra cada, uno de estos fenómenos dispone*
sos de un. conjunto, mis .o'. denos ¿"desarrollado de ranocimícntos, teorías o
jyeriéndas, que - ajmadas" nos',permiten comprender las:icrividadc3 mentales
uperiores y ciertos.^pcctoi psíquicos de- la vid* sodal* dé los-grupos.

k—t^Yfeión-p54cqsocIáÍ ...... ......--------------r- --- -—Le------

TLTna .vez comprendido el contenido de'una rienda, también h‘av que' re-
oñocer’.su particularidad, Sábalo que k'dfrmigiic'de las deras riendas. Esta
s una- pregunta, muy difícil ala que-jamás se -puede.dar una respuesta .toral-.
acare .satisfactoria. Y toda-respuesta- nene; además, un carácter ligeramente
rciücíal. -Una cosa;es-dena;‘ningún límite prerija separa a la psicología
oda! de otros campos de la-psicología,'como-la psicología infantil, 1¿ psico-
jg/a‘clínica-o indtísojo. qt!c‘ se da*.en. denominar psicología general. Tampoco
zy frontera 'precisa entre* la psicología soda! y la antropología.. Jodas estas
;jdpilnasi.compan¿n cn^gran medida un mismo bteres por las interacciones
¿imanas «y.Jos•¿pupos* Humanes./Además, tienen en-común un buen número
£ conceptos como ja'’rcprescuradon, la influencia,‘el aprendizaje, etc.' Enron*'-
Tái. «¿cómo1se.distingue la ' psicología sodal *‘de estas disdplirus ? Pan-.res-
jondér n esta pregunta podría hacer ¿na* serie de análisis históricas y lógicos,
lodos'ellos resultarían* dc^gra-a.’brer.es pero nos llevarían a adentrarnos de-
íasiadó en-cl-dclb de lá .teoría de la aencb. No obstante, yo*crpb*quc-, una
tí.acotada la partc'dc k teoría, nos damos cucnca.de que en realidad .nuestra
isriplina no. se distingue tanto 'por' t i j j r r ó r Í 9.comq .por .el.cnfoqud.quc X .
s própiq. Esto es lo que-'praedeames,* investigadores y estudiantes aprenden
•urantc su trabajo.'Escames.que nada, una manera^ obser7ar. Tos ferióme*
os .y las'rebaba es; ‘En 'este incida- podemos* ¿firinar que /existe -una.'wridrt
hegsodal; A continuación inculcaré ofrecer uná-idea de este--enfoque.' :• v-
_ L Comencemos porTajna'nera.cori que el psicólogo y, a menudo, el sedólo-
3,'enfocan'Jos hedos./Utilízjiíi ’en general* una dave.de I¿erará; binaria *'■
kvcrórrcspcridfc/íia separación- d¿]’stijeto y 'del objeto, que sq'n^dadoj •y.
Icñnidps' b'dcpcúcümtemente- lino del otro.-El-psicólogo pone-¿fe uójádq'cj
ego». (¿1 bdmduo/'.d’ bfganhmo}. y del..otro, el*«objeto»,, q bien, .de qpa
arte*un repertorio de respuestas jrdc*‘]a ¿era'el estimulo: i —-O ,.o E — S,’
ls(i cuantió'estudiamos k -’pcricpaónj visual- -consideramos el’ aparato visual
'el color ó la' intensidad de un punto. luminoso, por k manera en .que. el ojo-
cacdoná','anté la esrimuíación‘ lumiiíosa'. De* igual manera,, al estudiar- lew •
«roces,os -intelectuales-pos íncércsamos'’:por la manera en qüe’el ccfebro’-traü
ma informadón proveniente del*mundo exterior. Y deseamos .saber cómo
Introducción | ¿

U aprende; la organiza y la transforma' en ufl';camporúmiento definido. É]


esquema de la relación queda ají:'1. # ^ / *•

'Sufrió ledMAuí t-Qd. orj-nUtno] — ©fcfrta (m«iIo imlilMti, «tlmuloj.

En sodalogú.cnconcrainoa un esquema muy similar, La diferencia radica'


en que el sujeta ya na es ún individuo .sino una colecdvidad (el grupo,.la
— cksc- social, --¿l- Eízi'do,- ete.-V^-bi car-podemos "tomax—en"consideración "isia--
multitud de sujetos que "cambian, ncgodan.-comptrtói una misma, visión "del
rauada, et¿ PflX_la que se refiere,al objetó, ate tambi£a.j>osec un valor’socúd,
representando un interes o~ una .-Iasticúdóíi.' Por, .otra parte/ el objeto a'veces
esta ~donsumida par ocias pehbnás^por otros' grupos/'que forman lo que de­
nominamos un entorno humano, Evidentemente»; cri .todos escás casos nos
encontramos ante-un sujeto y un-objeto diferenciados según criterios ccoñó-
•’micos o -políticos, ¿ticos o históricos. Indepcndiencérncnte-del 'tipo'de.dife­
renciación, Ib ;quc-deseamos saber es cómo se comportan las diversas cate­
gorías de individuos en la soaedad, cómo reproducen la'jerarquía existente,
•! cóma distribuyen Jas riquezas o ejercen sus poderes.: O bien, cómo. Ja acción
de cada individuo, provisto de sus propios intereses y/ metas, se transforma
en una acción colccuvá. Pero'en el fondo de la mayoría de las explicaciones
y análisis presennmas una manera de observar que se guía por el siguiente
«quema:.

Su/oto cal «alvo — Ob|«¿' tfifarvodido «n iocIi I


dlítnnctado 419Ú/1 y no jc d il
crihtrfoj rccnámlctu
0 hl» lárices

• Sin duda, simplifico mucho. Me haría falta .un libro entero para justificar
cada" una de-mis afirmaciones*'/ mostrar hasta qu¿ -punto corresponden a la
. realidad. Mc-iapresuro a agregar ;que un gran número de psicólogos sociales
recurren’ a esquemas análogos, lo que conduce .Vuna- serie -de •errores y ma-;
. lentenáidós'tMoscavíci, 198JJ. Á. paar.de. su-Interes y déla importancia de
lqs.( tnbajos que inspiraron, 'siempre han estado marcados ’poY’un carácrcr
párcjal. Más grave aún: han reducida "Jos. fenómenos' psicosociaies a ferióme-
• nds^psicológicos -y los fenómenos sedales a fenómenos individúala.. Y no
obstante existe una visión psicosodal qúe*sc- traduce por una lccrura ternaria
de-los hechos .y. las relariones.-Su particularidad consiste en sustituir la rela­
ción a dos temimos, entre-sujeto y objeto, .heredada de la filosofía clásica,
"por una reládón en.clave de tres términos: Sujeto-individual.— Sujeto so-
dal — Objeto, Para expresarme de otra manera: Ego — "Alcer — Objeto,
rstuotuyitf ju c iii

lente diferendado. Y esto presupone .una mediadóa constante, unt


dad>, para utilizar-eJ -término del filosofo norteamericano Peirce.

ro esta reladdj} de sujetóla sujeto en su relación con el’ objeto puede


ílrse: dq manera estática, o dinámica, es. decir, puede, corresponder i
mple «co-prcscndi> ó; i una- «interacción* que se traduce ,to- modiá-
:s que afectan el pensamiento y el comportamiento .de cada individuo,
j respecto podemos distinguir dos mecanismos que ilustran perfecía-
csta discindíon: la facilitando social de una parte y la inducida socúá,
otra. La primera consistc en que la simple presenda de un individuó
n. grupo baga que un individuo prefiera o aprenda con mayor facilidad
afilares-.y
.‘puestas más familiares;. _ las-menos origínales. Como si' se1’inhibidle,
'.viduo; expresa o 'redtoa'.las' respuestas- dotninantes, comuóes.a -tod'os/
lucnda soaal consiste eii que un individuo -sometido\t la''presión de/'
:tondad o de un grupo, adopte las_opiniones y coaductai de dicha, auto-
l grupo. El caso más extremo es la obedienda i la autQ.ddad estudiado
ilgram: una persona es apaz de infiigír' descargos eléctricas dolorosas
lesconoddo-porque le han pedido que lo haga. \ .
to.nos lleva a.definir-con mayor precisión.’la-manera en que se puede
trar'cl Alter (individuo'o-grupo) para análizflr las’’ raciones; con-la *
d,.co¿ el objeto soaal’o no social, *reáI-V*simbÓliooI-Dc'' frecBo-,' rio* "enj
nos ya sea* ante-un‘otro similar, un aLtcr cio, n sea’ante* un-otro m*

in y .^ r ’S á ílo :aH',f¿n'1ru'piéL Y 1do'qSc^sücedé'es"ÍHalizadq en -funaón


íápaiadiiiífo *cticudí"Dc^ medera-slniikr, en- los .
)s'.' sobre la- conformidad sé ‘raahifiata- en-’los Indiridrio’s' liiña: .'tciidcDai
*-r*2*0*7-: •• vy»a '¡y., -y, •"
• -introducción | ¿j"

ría de Jos individuos que encarnan el poder. Y se conforman paca pírceme


2 esos cllcr egos privilegiado*. ' ,
• Por el' contrario, otras corrientes de mvdngación-considcraa un «alter>
sin mas, marcado por úna difereada predsa. M? refiero a las invadgictbaes
sobre la innovadón, por ejemplo, donde la-mínorít, el individuo, expresan
una opinión y un juiao que 1c son propios. Están confrontados a una mi . '
yorfa o a una autoridad que tienen sus propias opiniones y sus propios juidoi,
y que representan la norma o la ortodoxa. Lo que intentan estas minarías i
estos individuos es hacerse reconocer una identidad particular y una diferencie
evidente. Observamos que los dos mecanismos psicosodales 'fundamentales,
el dejpmparadón soaal y el de reconocimiento soda! (Moscovia y Piichcler,
1973) corresponden a dos maneras de perribir al otro en el ¿ampo soaal.
De estos contados ejemplos se desprende uña óptica’ o enfoque que, tras­
cendiendo la, dicotomía «sujeto-objero», recorre una gama de mediadooej
operadas por-la relación- fundamental con les‘demás'. Reconozco que éste nc
es más que tih pequeño .desplazamiento coa respecto a la clave habitual de
lectura de la psicología .y, en. ocasiones;'de la sociología. E incluso de la
psicología social clásica marcada por ¿1 conducrismc. Pero se trata de un
desplazamiento que lo 'cambia todo. Anees que nada concede su cspedfidck'-1
a la visión psicosodal, de la que Merléau-Poncy escnbió: «Por el' solo Lecho
de practicar la psicología social nos hallamos fuera de la oncología objetivis^,
en-la'que ñorpodríamos permanecer de no-ejercer sobre-el “objeto”-dado úna
coacción que'pondría en entredicho la investigaaoa... Si la psicología $odaT
quiere realmente ver -nuestra sodedad cal cual es, no puede partir de este
postulado que en sí mismo forma, pane de k psicología occidental, pues ai
adoptarlo presumiríamos nuestras conclusiones»/ El'desplaza miento operado
implica pasar de una concepción binaria de las relaciones humanas, tan exten*
¿idi-, i una coácepdón ternaria que, por ser compleja, no es menos rica,
pero.dejemos estas cuentas de boticario. Sea cual fuere el senado de.esta
visión,' puedo dedr que-antes que nada la encontramos concretada* en las
prácrícas de psicología-social. En la mayoría de los casos se trata de prácticas
‘de ^observación directa de 'relaciones, o gestos,-de reacciones afectivas o sim­
bólicas de los-indmdúoi 'entre, cilps-.cn una situación precisa. Ver-es-sin duda
tóás^imponante.:que:.escuchar; EI¿observ*dorf a .veces visible, a .menudo in-
"vfsíbTep sé oculti detrás;, devún espejdMde •dqb le' vis; 3a,--•&’fin de; ver sin•'.ser.
visebi El espejo de doble*, visión.-si tiiido en nudtros laboratorios es el .emble­
ma-d¿-esta risióa-psicosoeiil^Pcro-hc -encontrado -su-modclo-exi-el. Narrador. _
dé- Pibust; Considérese este, ojo agrimensor, irrigado por las nemduris dt
railes de. experíendas y abrigado por la mina de la .memoria: memoria de l*s
cosas leídas, vistas y escuchadas. Este ojo mantiene fijamente, a cada uno de
los personajes en el sitio que le*es propio: Swann, Óaetté, .’Charlus, Alberti-

‘• 4. M-. Med'au-Pon'tv,- Le vbible-ct i1Invisible, raríi, Ciülmarci, 19é/j p*g. 43.


2* •'^Icolog/a sqdá{‘/ . * ••

ae,clc manera qoc. ¿abemos quien\cs caá? una de-ellos: Debería decir .que los
mdmduáliza •con ¡gran /prensión'y-sin -piedad. Basa can. pirpadcar, .qqn un
cambio de luz, parí 'qiic.'-'tfl el-' recodo.'' de 'tina; frase -fccarpida, una obserra-
.üóa'nos baga'saber- quc d'q&cividdr 1o ha visto todo y:‘qu'c*.nr mirada no
na Vacilado, invadida por ¡a ternura, ni bá qv.edad-j’envuelta por lab brumas
de Ja* nostalgia. Enjedones qué dos’ Hacen’ confundir los sera ’del presente
con ‘sus sombras en’otros démpos. Pero este ojo también mantiene Ejamente
los acb^cGmí'cmtírtjUíf tcjenHr listo rk-dcfltro-de--k •historia---- ¿j^affairc------
Dceyfus, la Gran Guerra— con lá escrupulosidad del cronista que; conoce el
pesó de su ta dinodió'. No. obrante,-!personajes y acomenmientos ’^-cs'decir,
los sujetos individuales y lis’: reálidadesi-r tan sólo adqiiicrcn.su sentido’a tra­
vés de esta única <mvcstígHddii»,‘;a.-tnivds'del'^murido>, en..suma," a .'través
de la <$odedad> dé cada. cual..O .-retomando el. lenguaje .científico, a-tra­
vés de.los sujetos’soaaies; que.-sen, .en. k 'obra.de Prous’v D tt cóli de ebez .!-
■Stvartn, Le'cólé de -Guermenles, 'Sedóme'ét Gomórrke. Así vemos- a cada *.
.personaje rcfractado'y obscniiiq a v un- círculo de hombres y mujeres que re­
velan ¡as facetas Sucesivas de un .mismo rosero o ks fibras de un 'mismo co­
razón.'Lo.scguimqv peinas, & un círculo a.otro, de la calle al'medio mundo,
-ú medio-mundo al miin'dp. y cada, uno descompone y recompone, alindivi- .
dúo -según.sus convcndónaiisnioj, El‘Narrador lo observa según sus propios
convcnaonalismós; pero leve! atino lo ven los demás y de ía manera-que
esit-V:últimos rcaraonan .respecto a éL-.Pipust escribid: «Nuestra • pcnbnali-
kd-sodal « k creación del-pensamiento de los demás>.- Al final'de esta
triangukdcn del campo "soda!; eJ-ojd Vuelve a'encontrar los'raseros de una
realidad, cuyo autor-puede narrar'k teoría. Que el hecho de que el cftfoquc
psicosocial no sca/la- pc'rcepdoa inocente de la «comedia humana» que des^
Tibe,* erpiiea y ’dcriuridk simultáneamente con la buena. coñdcrida de ver
ks cosas tal córaosán, resulta evidente.'Se trata de k persecución’del tiempo
y de k persecuddii dentro del tiempo de una 'intriga entre indiyiduos y
rcontedmientos que. deán Ja ioaédad a medida que la narran. No ojvidemos
que el proccsa.es/la realidad! El-psicólogo es el punco dexa de esc enfoque}
quiza no vea, pero sin el :és -imposible .ver. - . * *

c.

.El estudiante que,‘durante sus -estudios,. pasa de la psicología’ ff-I¿,’.*§gjp- ^


logia aJa psicología-soríal’debe hacer un «fuerzo para interiorizar. «tr-Visidn. '•
Me atrevería a dédr-.qu’e esto' es aún más importante que aprender’esta o
aquella teoría que,* cbñ frecueada. olvidará más tarde! reteniendo únicamente
la que le es más necesario de ella. ¿Qué puedej e r más necesario y 'perraa- *•
•dente que una manera .'de. ve:-las.- Cosas?. Ésto une lleva V hablar de derros
«prejuidos» muy ’extendidos y que/ a njis ojos, constituyen verdaderos obs-

¡o
: : y i t\
.*.•'.. Introducción 25

uculqs epistemológicos, en la accpdón'de Bichclard, pira alguien 'que desee


, dedicarse a k/m ves agadón y práctica de‘la psicología’sodal. Debido* a‘que •
•. los-heY«JcnnÓádo.'éri~ jriúldplés •ocasiones en -el 'curso dé •mi trabajo' dcÁfaitc, • •
mé parécé uril’predsar la q'aturilezrdc dichos* obstáculos. Me gustaHa desca^
car cspedalraemc ¿os. DI primero consiste'en-la opinión, bastante difundida
según h cú¿I hay que agregar un suplemento espiritual 2 los fenómenos' so-
dales.' En términos daros, esto. significa -que se .debe «plorar ej -aspecto 'suk
• j#nvn de los- fleonT^itúcnio s ^ ^ objetiva. Por realidad objetiva ’
debemos* comprender la rcaDda'd .ccoiTórñigi •y. .*jbdal.’"E¿“goiefiI, las cosas-----
je presentan así/ S e comienza por- analizar los diversos aspectos del iújeto
**«colectivo^? "él/podcr,. las - dcsigualdadea^cconómicas, la clase •sodal/.los. ín- •
tereses dé-los grupos* y otros muchos afectos.' Una-va consumido el marco
;de esta"mañera/ constatamos .las .'diferendas ‘c on‘respectó á lo.que deberia. .
.'•pensar o hacer ese sujeto* colectivo*si obedecerá a los amplios•actenninis-
mos' económicos q. sodaics:; descuida -.sus intereses;* no'vota-a la izquioda'en
períodos de‘crisisT no se rebela contra-el poder/, cíe.' .Para dar cuenta de estas.
diferendas se invocan .factores *de tipo subjerivo: ios sentimientos.-ios-valo-
res, el grado'de condenda sodal, k infiuenda de los medios de comunicaddn,
la'imagen smbólica .‘y así sucesivamente. Entonces nos volvemos hada ia
psicología sddal y le pcdimos.quc comprenda lo que .«la**gente piensa y
. siento —de ahí ja’ moda de las encuestas—.•y .mida, sus efectos. . -
. El__scgundqjJ&sráculo guarda una- simetría .perfecta con el- primero. Es sa­
bido'que la psicología estudia úna' sumí* impresionante‘ de fenómenos: la
pérpepdón/ el razonamiento, la ansiedad, el desarrollo infantíJ, d aprendiza­
je... para sólo ¿endonar unos cuantos; Pero'loa estudia en* el individuo ais­
lado*, como 5i fuese aurista. Así, encargamos a un niño que cumpla una tarca
•o que.rellene un test.-Más tarde, en vu’t i de su diligcnda y de sus resultados,
conduimos • que so evoluaón intelectual sigue efectivamente la •teoría de* .
Pjaget ode^Bruner. Luego pedimos a un individuo adiilto que aprenda una
serie de frases de sencido -negativo —Pedro no a hermano-de Pablo— o en
sentido afirmativo: Pedro es hermano dé Pablo'. Con ajuda de un cronómetro
medimos el tiempo que necesita para aprenderlas.. Con lo -.cual, siguiendo la
hipótesis, ‘'constatamos que/ en''general, ksr*ffases:-negadvas son -aprendidas
cotí 'mayoriienritud/que ks frascs-.-afinnariYis^.;.^ -t . .«* ... - ••
. Tqdos-’atos-* procedimientos ¿'son! ‘perfectamente, kgíurnas, iNo5 propor- •’
.donan una^Importánce cosecha 'de hechos, cuya solida no es puesta* en duda
p§p! nadie:’ Y ya.'sería 'el dirimo ‘en hacerlo. -Pero* también;, sabemos y nos
‘dimos.cuenca todos los días en el laboratorio de que el.individuo, poí estar
Jmfado, no’deji de pcncnecer al gnipot a*una dase sodal. •Y sus reacciones
más anodinas Son infiuenda das por esta pcncncncia. Haga ]q que haga y tone -
k j 'preaudor.es que tomc.Ja_sodc¿í_£St¿ál}J,’ Penetra en las habitaaones
aisladas *dcl laboratorio y actúa sobre los aparatos más sofisticados.
A pesar de todos sus-esfuerzos, los psicólogos no. hen logrado inventar una
¡ rsicuiogi* social
* • . . .. •
Ja de Faraday para d -campo- soaaj. Lo mismo que los psicólogos clínicos
os psiquiatras, 'quienes no han podido acondicionar habitaciones suficicn-
:cnte acolchadas para-amóruguai. los.ruidos del mundo. Al contrario; han
ojado luz sobre' lo- que hay de abstracto y surreal en esta situación .dd
ividuo. . ; . . .
Así pues, a fin de aporcar un suplemento de materU, de realidad en suma,.
psicólogo se cree- .obligado -a 'volver a estudiar los mismos fenómenos en
¡eno;de la sociedad," después de-haberlos estudiado en-el vado rodal. Na-
ilmenre encarga a la psicología '.soda!' que añada, una. dimensión "objetiva
is fenómenos subjetivos, que >rielca/a‘situar en eL contexto‘de la sociedad
ello que ha sido analizado fiiera.de dicho -contexto; D e’ésái manera, .'se le
2 que analice el juicio'sockl] Ja pprcepaón social, etc.,.que.califique lo
aún no Jo ha sido. Evidentemente estoy simplificando,-pero no -defer­
ido^ El hecho q que, pira, oda uno de ambos cu os,'vemos en la psicolo-
sodal d medio de"sansfáccr una carencia: por una pane, .llenar .al sujeto •
ál'de un'mundo, interior, y.por la otra/resituar al sujeto, indmdual, en el
ido exterior, q : decir,-sodal.* Así" pues,* su naturaleza- sería" psicológica .
: unos y sociológica para otros. Sería, al mismo tiempo, un híbrido y una
da de residuos’ de-'cada uc$. de las ciencias vecinas.
Los obscacillos•epistemologicos están" ahí é Impiden".ver lo que. está .rienda
; de. propio.-. .Pues .considerándolo *todo"f- su. presente- .y-, su pasado^ esta.
jen "de híbrido'.nó ci. 1l jú;/d"E;ai¿ctcr original Vincliiso. subversivo •de
nfoque cónriste’ en cÚMaoQar'*ti’;separad¿n -entre :ló individual y. lo -co­
ró,.'en‘con tetar Ja partidén entre •'psíquico- y 'sodal. en los campos e$en-
s de la vida humana.-Resulta'absurdo decir que, mientras-estamos solos,,
cccmos a las leyes *de-, la psicología, que nos conducimos movidos, por
dones, valores o- representaciones. ;Y que una. vez-en .grupo- cambiamos
rímeme para comportamos siguiendo .las- leves de. la. economía.'y de.-la
logia,-- moyidos-.;p.oct-intdeks’ yi-coí^aanadbs.'.-pfor -él'poder:: O; .viceversa-:,
c hace mucha-tiempo,.’F:eu¿*ha:'h’ecbó .justícu y.;¿évdado.’ia.'ín¿mdfld .-•
rte absurdo: «La.- qpasirió.n:entre Ja;, psicología individual y. la** psicología.’

mente. una ’ psicología’ Social ’cn->esté* Mentido-' UEapIio pero *plchamcjáte.í*


cada*.5-"- *- *. ;"fAn-V-rí'‘ ‘ -Vr:

S- Fréud, EjiaIs ' de prychoaniljic; París,' P*fót7 1952,.p¿¿:: lib.- * ‘ '~ j ‘-


. Introducción ¿j*

. En realidad, la psicología social antíra y explica los fenómenos que ion


‘ simultin^^n¿c:*pii¿pldgícas ilLiodales'; Este « el caso dejas comunicadoncT
dé masas, del'lenguaje, de las- influencias'que ejercemos' los unos- sobre ios
ocros, de las imágenes y sipos en general, de las represen ¿dones 'sociales
-que compartimos y así sucesivamente. Si quedemos -movilizar a uní misa de
hamb'res,’ luchar *contri los prejuidos/ combatir la miseria psicológica, pro­
vocada por'el paro o la dbcriminadón, sin duda alguna mayor que ía miscrit
econóraica, siempre 'dos enraatmemos/ante lo Individual y lo colectivo so­
lidarios, incluso indiscernibles. La -psicología social nos enseña a observarlos -
de esa-rnaneraj penjianecíeodo fiel‘a ’nr vocación; entre las riendas.
H c\ c ^ o v M 2 | ^ \ J v v - \ ’A a Q .^ j 'c- -

«En un principio pensé que era la cabeza de una muñeca», dijo Helmut Simón, un turista
alemán que en 1991 hizo uno de los más grandes descubrimientos científicos del siglo XX.
Simón estaba recorriendo un inmenso glaciar al sudoeste de Austria, cerca de la frontera
con Italia, cuando tropezó con algo que sobresalía del hielo. Pronto se dio cuenta de que no
era una muñeca, sino un cuerpo humano. Era el hombre de hielo, como se llamó más tarde,
un hombre que vivió en aquella zona hace más de 5.300 años (antes de la construcción de
las pirámides de Egipto), y que es actualmente el cadáver más antiguo y mejor conservado
de un miembro de nuestra especie.
El descubrimiento pronto llamó la atención de expertos de todo él mundo. Se ha calcu­
lado que el hombre de hielo murió cuando tenía unos treinta años, pesaba unos cincuenta
kilos y medía cerca de 1,60 metros. Según los científicos, se trataba de un pastor que solía
llevar al rebaño a las montañas de los Alpes. Un día, a principios de otoño, le sorprendió
una tormenta. El hombre de hielo buscó refugio en un pequeño recodo en la montaña. Ago­
tado, se quedó dormido, y al poco tiempo murió. Su cuerpo quedó enterrado allí mismo,
bajo la enorme capa de hielo que empezó a formarse poco después, cuando toda aquella
zona quedó convertida en un inmenso glaciar. Durante.más de 53 siglos su cadáver se pudo
conservar a una temperatura de 6 grados bajo cero. Volvió a salir a la luz cuando la parte
del glaciar en la que estaba entenado comenzó a derretirse. Allí tuvo la suerte de ser des­
cubierto por un turista alemán. ,
Al examinar la ropa y los utensilios que llevaba consigo, los científicos se quedaron
muy sorprendidos, pues indicaban que la sociedad de este hombre de las cavernas éfa una
sociedad muy avanzada. Tenía el pelo muy bien cortado y muchos tatuajes en el cuerpo,
que probablemente simbolizaban su estatus en la sociedad. Vestía una especie de chaque­
tón de cuero, y encima un tejido de forraje que, a modo de impermeable le servía para pro­
tegerse mejor contra el frío. Sus zapatos, también de cuero, estaban forrados por dentro, lo
que además de protegerle mejor, le daba más comodidad. Llevaba también un hacha, un
cuchillo con mango de madera, un arco y varias flechas con punta de piedra. No le faltaba
su mochila, en la que además de otros utensilios, llevaba plantas medicinales (Rademae-
lcers y Schoenthal, 1992).
70 © Las bases de la sociedad

magínese cuál habría sido su vida si hubiera nacido querían explicar los cambios tan dramáticos que se esta­

I hace trescientos años. Aunque tres siglos es poco


tiempo comparado con los miles de millones de años
de historia de la Tierra, su vida habría sido totalmente
diferente. Posiblemente habría nacido en una pequeña
ban produciendo en las sociedades europeas en aquellos
años y averiguar el futuro que les aguardaba.
Cada uno de ellos tenía una visión distinta de la socie­
dad, pero los tres se hicieron las mismas preguntas:
comunidad rural, y allí habría permanecido hasta su
muerte. De viajar, nada. Lo más lejos, quizá, hasta el pue­ ® ¿En qué se diferencian las sociedades del pasado de las
blo más cercano. Nunca habría ido a una tienda, y menos sociedades del presente?
a un gran centro comercial. Tampoco habría visto un tren, © ¿Cómo y por qué cambia una sociedad? ¿Qué factores
un coche, un teléfono móvil, una cámara de vídeo, un crean divisiones dentro de una sociedad y cuáles otros
ordeñador, un fax, un ¿vión, etc. Y muy posiblemente ni hacen que se mantenga unida?
siquiera se le habría ocurrido la idea de que es necesario
votar para elegir gobierno, de que puede elegir usted mis­ © Las sociedades ¿están progresando o van a peor?
mo su religión, o incluso su propia identidad. Esto, que no
lo podía hacer antes, lo puede hacer hoy. Como cabe imaginar, cada uno de ellos dio respuestas
Como hemos visto en el Capítulo 1 («La perspectiva distintas a esta preguntas. A medida que vayamos avan­
sociológica»), la sociología nació en medio de las grandes zando en el capítulo iremos señalando en qué se parecen
transformaciones económicas, políticas y sociales que die­ y en qué se diferencian sus respuestas.
ron lugar al mundo moderno tal como hoy lo conocemos;
y nació preguntándose por las causas de estas transforma­
ciones y el futuro que dejaban adivinar. En este capítulo © Evolución y tipos de sociedades
vamos a hablar del desarrollo histórico de las sociedades
humanas. Esto nos va a permitir entender mejor las socie­ El hombre de hielo, ál que nos hemos referido al princi­
dades del presente y reflexionar sobre las posibles tenden­ pio del capítulo vivía en una sociedad muy antigua. Vivió
cias del futuro'. Para empezar, podemos definir una| socie­ antes del nacimiento del imperio egipcio y de la civiliza­
dad como un conjunto de personas que interactúan en un ción griega, y antes incluso del nacimiento de las ciuda­
espacio determinado y que comparten una misma cultura. des en Europa.
Definida de este modo, se puede hablar de la sociedad Como personas acostumbradas a los modernos medios
europea, pero también de las sociedades de los estados de transporte y los continuos avances tecnológicos en el
europeos (la sociedad francesa, alemana, española, etc. mundo de la comunicación miramos al hombre de hielo,
(Véase el recuadro de las páginas 72-73). un remoto antepasado nuestro, con una enorme expecta­
Empezaremos este capítulo describiendo las transfor­ ción. Pero los sociólogos que estudian las sociedades
maciones sociales habidas en los últimos diez mil años. antiguas (junto con los arqueólogos y los antropólogos)
Adelantamos que esto no va a ser fácil. Esto nos obligará ya han aprendido mucho acerca de nuestro pasado. Ger-
a caracterizar con cierta precisión diferentes tipos de hard Lenski y Jean Lenski han registrado las más impor­
sociedades. Más adelante explicaremos la visión de la tantes características de las sociedades que han aparecido
sociedad que tenían tres sociólogos clásicos, de los que y desaparecido a lo largo de la historia. Además de para
ya hemos hablado en capítulos anteriores. Karl Marx entender las sociedades pasadas, su trabajo nos sirve tam­
entendía la historia como un proceso largo y complejo de bién para entender nuestra propia sociedad. En la termi­
cambio social. Marx estaba especialmente interesado en nología de estos autores, el objeto de su investigación era
analizar la economía, esto es, en analizar cómo las socie­ ej. estudio de laíeVolücióñ'Sociócultural,^ésto es, el estu­
dades producen bienes (alimentos, vestidos, tecnologías, dio de los cambios sociales que se suceden cuando una
etc.), y, haciendo esto, cómo nacen y se reproducen las sociedad adquiere nuevos conocimientos, en particular;
desigualdades y conflictos sociales que, según él, son el nuevas tecnologías (Lenski, Nolan y Lenski, 1995: 75).
motor del cambio y las transformaciones sociales. Max De forma parecida al biólogo que estudia la evolución de
Weber, reconociendo la importancia de la economía, las especies, el sociólogo que emplea esta perspectiva
intentó mostrar que las ideas (y más, en concreto, las estudia cómo las sociedades se van transformando a lo
ideas religiosas) también tenían su parte en el desarrollo largo de los siglos a medida en que van consiguiendo
de las sociedades humanas. Por último, Emile Durkheim tener un mayor control del entorno natural en el que se
se centró en los mecanismos que producen cohesión desenvuelven. Las sociedades que sólo disponen de una
social, esto es, que hacen que los miembros de una socie­ tecnología rudimentaria sólo pueden alimentar a un
dad cooperen unos con otros, haciendo viable esa socie­ número muy limitado de personas, que tienen poco con­
dad. Durkheim mostró que esos mecanismos son distintos trol sobre sus propias vidas. Por el contrario, las socieda­
en las sociedades antiguas y modernas. Estos tres autores des avanzadas tecnológicamente (y aquí «avanzadas» no
Sociedad # 71

implica mejores) son sociedades con una población mu­ distintos tipos de sociedad, no hay una relación causal
cho más numerosa, cuyos miembros son también más estricta entre tecnología y sociedad. Y no la hay básica­
diferentes o distintos entre sí. En estas sociedades viven mente por dos razones.
personas que tienen profesiones u ocupaciones más espe­ Eh primer lugar, la tecnología no determina la socie­
cializadas y, generalmente, personas que tienen distintas dad. Ño hay una relación automática entre el tipo de tec-
actitudes, creencias, oportunidades y estilos de vida. ''ríólogía de que dispone una sociedad y la forma de esa
Cuanto mayor sea el capital tecnológico que tiene una sociedad. Las tecnologías se pueden usar de distinto
sociedad, mayor será el ritmo dél cambio social. Las modo y con distintos propósitos, y son los miembros de la
sociedades tecnológicamente simples cambian muy len­ sociedad, al decidir el uso que van a dar a esas tecnologí­
tamente. De hecho, algunas prendas de vestir que llevaba as, los que van a determinar la forma de esa sociedad. En
el hombre de hielo del que hemos hablado son muy pare­ el periodo nazi, por ejemplo, Alemania era un país tecno­
cidas a las que llevaban los pastores que vivían en esa lógicamente muy avanzado, como lo eran también Ingla­
misma zona a principios de este siglo. Por el contrario, las terra o Estados Unidos. Pero la tecnología en Alemania se
sociedades tecnológicamente complejas cambian a un rit­ utilizó para llevar adelante los planes totalitarios de un
mo tan rápido que al final de su vida una persona apenas. dictador y exterminar sistemáticamente a millones de
puede imaginarse cómo era la sociedad y sus propias con­ personas. Las tecnologías de los incas y egipcios eran
diciones de vida en el momento en que nació. Piense por muy adelantadas, pero también implicaban sistemas de
un instante en algunos elementos que son ya parte de dominación y esclavitud. No hay tecnología que se active
nuestra cultura que dejarían perplejo, quizá entusiasma­ sola. Las tecnologías necesitan personas que las desarro­
do, pero más probablemente atemorizado a cualquiera llen, activen y empleen, y éstas lo pueden hacer siguien­
que hubiera vivido tres o cuatro generaciones anteriores a do uno u otro objetivo, creando así un tipo u otro de so­
la suya: los restaurantes de comida rápida, el fax, ¿1 telé­ ciedad. ¡Las tecnologías no son buenas o malas, son
fono móvil, el cibersexo, los corazones artificiales, la neutrales. Son las personas las que les imprimen un pro­
cirugía por láser, la reproducción in vitro, la ingeniería pósito o una intención.^
genética, la realidad virtual creada por ordenador, la fibra v TEn segundo, lugar, no nos tenemos que dejar llevar por
óptica, los misiles inteligentes, la amenaza del holocaus­ la tentación de pensar que las sociedades que vamos a
to nuclear, las estaciones espaciales, la cirugía transexual, describir a continuación se suceden unas a otras de forma
las transmisión de imágenes vía satélite, etc. La verdad es automática y siguiendo un esquema evolutiVo^De hecho,
que nos ha tocado vivir en un mundo bastante extraño; en el siglo XX, no faltan ejemplos en que estos tipos de
muy extraño incluso si lo comparamos con el mundo de sociedad coexisten. Hay muchas sociedades que no son
nuestros abuelos. puramente agrarias, o industriales, o de cazadores y reco­
A medida que jiña sociedad se va haciendo tecnológi­ lectores. En una misma sociedad podemos encontrar
camente más avanzada, se generan cambios a un ritmo y algunas características de las sociedades agrarias junto a
de un alcance cada vez mayor y que terminan afectando otras de las sociedades posindustriales, por ejemplo.(Pen-^
todas las esferas de la vida. Por ejemplo, cuando nuestros sar en términos evolutivos, de peor o más simple, a mejor \
antepasados aprendieron a utilizar la fuerza del viento, y más complejo, puede ser síntoma de eurocentrismo. [
pronto empezaron a construir barcos de vela, molinos de Volveremos a tocar este tema en el capítulo siguiente,
viento y, más adelante, los primeros planeadores. Por cuando hablemos de multiculturalismo
poner un ejemplo más actual, piense por un momento en
los cambios que han producido en nuestro estilo de vida
la energía atómica o la informática. Sociedades de cazadores y recolectores
Siguiendo las investigaciones de Gerhard y Jean Lens-
ki, y. tomando la tecnología com o rasgo distintivo, vamos Son sociedades que disponen de tecnologías simples que
a describir a continuación cinco tipos de sociedades, que les sirven para cazar animales y recolectar alimentos.
son las sociedades de cazadores y recolectores, las prime­ Desde el origen de la especie humana hasta hace unos
ras sociedades agrícolas y de pastores, las sociedades pro­ doce mil años, todas las sociedades eran sociedades de
piamente agrarias, las sociedades industriales y las socie­ cazadores y recolectoresTJHace pocos siglos este tipo de
dades postindustriales. sociedad era todavía relativamente frecuente en algunos
territorios, pero hoy en día quedan pocas sociedades de
este tipo. Los aka y pigmeos de África central, los bos-
■?El determinismo tecnológico:
quimanos de África suroccidental, los aborígenes austra­
¿ u n a s palabras de cautela
lianos, los indios kaska del Canadá noroccidental, y los
Si bien es cierto que diferentes tipos de tecnología pueden batek y semai de Malaisia son sociedades de cazadores y
crear las condiciones específicas para que se desarrollen recolectores (Endicott, 1992; Hewlett, 1992).
74 @ Las bases de la sociedad

Sin tecnologías que les sirvan para producir alimentos, dos y dañado seriamente sus entornos naturales. Gerhard
los miembros de estas sociedades están continuamente y Jean Lenski piensan que a finales del sigo XX habrán
buscando comida en su entorno natural. Sólo cuando una desaparecido por completo. Pero si bien es cierto que
sociedad de este tipo habita una región en la que hay muchas de estas sociedades están seriamente amenazadas
abundancia de alimentos, sus miembros tienen algún o en trance de extinción, también es cierto que algunas de
tiempo de ocio. Las sociedades de cazadores y recolecto­ ellas (como los innuit de Canadá, por ejemplo) no se han
res se dividen en pequeñas bandas de pequeñas docenas resignado a la extinción y están luchando por mantener su
de individuos cada una de ellas, que viven relativamente cultura y estilo de vida.
alejadas unas de otras. Son bandas nómadas, además, y se
desplazan siguiendo la ruta de animales migratorios o
Primeras sociedades agrícolas y ganaderas
cuando han agotado los recursos naturales de la zona.
Aunque periódicamente vuelven a sus lugares favoritos, Hace diez o doce mil años nuevas tecnologías transfor­
no se asientan permanentemente en ningún lugar. maron muchas antiguas sociedades de cazadores y reco­
Las sociedades de cazadores y recolectores están orga­ lectores. Se desarrolló, en primer lugar, una tecnología
nizadas por vínculos de parentesco. La familia obtiene y agrícola rudimentaria, que permitía la producción de ali­
distribuye los alimentos, protege a sus miembros más mentos a pequeña escala. Las herramientas más caracte­
débiles y enseña a los mñps las habilidades básicas para rísticas en este periodo son la azada, para remover la tie­
la supervivencia. La mayoría de los miembros participa rra, y todo tipo de utensilios utilizados.para cavar y
en la mayoría de las actividades del grupo; la más impor­ plantar las semillas. Parece ser que se empezó a utilizar
tante, buscar comida. Hay sin embargo una especializa- estas herramientas en las tierras fértiles de Oriente
ción del trabajo, según criterios de edad y género. Los Medio. Por un proceso de difusión cultural, estas nuevas
más jóvenes y los más viejos contribuyen en lo poco que técnicas agrícolas ya se habían extendido en la mayor
pueden. Los adultos sanos tienen la responsabilidad de parte del mundo hace unos seis mil años.
obtener los alimentos. De la recolección de frutos y ali­ La transformación de las sociedades de cazadores y
mentos vegetales se suelen encargar las mujeres, y los recolectores en sociedades agrícolas no fue inmediata ni
hombres suelen especializarse en la caza. A pesar de esta generalizada. Los grupos humanos asentados en territo­
división del trabajo y de responsabilidades, hombres y rios ricos en caza y recursos alimentarios posiblemente
mujeres tienen un estatus o posición social semejante no pensaron que las nuevas tecnologías fueran motivo
(Leacock, 1978). suficiente para abandonar su estilo de vida y estrategias
No existe un poder político formal en este tipo de de supervivencia (Fisheí, 1979). Los yanomamo de la sel­
sociedades. En la mayoría de ellas existe la figura del va brasileña (sobre los que hablaremos en el Capítulo 4
chaman, un líder espiritual que puede tener cierto presti­ «Cultura»), son un ejemplo de una sociedad que decidió
gio en el grupo. El chaman no recibe ningún tipo de bene­ combinar la caza y recolección con el empleo de estas
ficio o compensación material por serlo, y tiene que cola­ técnicas agrícolas rudimentarias (Chagnon, 1992).
borar en la búsqueda de alimentos como cualquier otro También hubo otras sociedades, en particular las que
miembro de la comunidad. También, aquellos que pare­ habitaban regiones más áridas o montañosas (como la
cen más hábiles en la caza o la búsqueda de alimentos región de los Alpes, donde vivió nuestro hombre de hie­
pueden tener más prestigio social, pero en realidad JLa lo), que no encontraron grandes beneficios en las nuevas
organización de este tipo de sociedades es relativamente técnicas agrícolas. Estos grupos humanos, sin embargo,
simple e igualitaria. desarrollaron otra tecnología, la del pastoreo, y que con­
Estas sociedades no suelen ser sociedades guerreras. siste en la domesticación de animales. También hubo
Las lanzas, las flechas o los cuchillos de piedra se usan sociedades que combinaron las dos tecnologías y que
para la caza, pero no para la guerra. Las enfermedades y empezaron a obtener la mayoría de sus recursos alimen­
los desastres naturales (las sequías, las inundaciones, etc.) tarios del cultivo rudimentario de la tierra y de los reba­
son sus mayores enemigos. Viviendo en condiciones en ños. Hoy en día, hay sociedades de este tipo en América
general bastante difíciles, los miembros de estas socieda­ del Sur, África y Asia.
des cooperan estrechamente unos con otros y comparten La domesticación de animales y el cultivo de pequeños
los recursos. Aun así, muchos mueren en los primeros terrenos aumentó rápidamente la producción de alimen­
años de vida y, quizá, la mitad no llega a superar los vein­ tos. Esto permitió que las sociedades pudieran aumentar
te años de edad (Lenski, Nolan y Lenski, 1995:104). de tamaño, al ser posible alimentar no a docenas, sino a
A lo largo de este siglo, muchas sociedades de cazado­ centenares de personas. Las sociedades especializadas en
res y recolectores se han visto fuertemente amenazadas el pastoreo siguieron siendo nómadas, pues tenían que
por otras sociedades tecnológicamente más complejas, mudarse constantemente en busca de pastos frescos para
que las han arrinconado en espacios cada vez más reduci­ el ganado. Por el contrario, las que adoptaron las técnicas
Sociedad €& 75

agrícolas comenzaron a crear asentamientos más o menos ron paso a instituciones como la esclavitud o a situacio­
permanentes, que se abandonaban cuando los campos nes de guerra casi permanente.
dejaban de rendir lo suficiente. En estos asentamientos [J
podían llegar a vivir miles de personas. Sociedades agrarias
La posibilidad de producir alimentos (cultivando el
campo o creando rebaños) implicó la creación de un Hace alrededor de unos cinco mil años (en la época en
excedente material, esto es, se obtenían más recursos de que vivió nuestro hombre de hielo), se produjo en Orien­
los necesarios para la supervivencia diaria. Estos ex­ te Medio una nueva revolución tecnológica que transfor­
cedentes permitieron que algunas personas pudieran mó la historia de la humanidad. Se trata nada más y nada
dedicarse a otras actividades distintas de la producción menos que el descubrimiento de la agricultura a gran
de alimentos, como la fabricación de herramientas, el co­ escala, facilitada por la invención del arado y el empleo
mercio, la interpretación de las señales divinas, etc. En ¿e animales de tiro. La importancia de este avance tecno­
comparación con las sociedades de cazadores y recolec­ lógico, junto con la invención de la rueda, de los sistemas
toras, las sociedades agrícolas y de pastoreo eran más de irrigación, la escritura, la numeración y el uso cada vez
complejas, pues ya empezaba a manifestarse una división
o especialización del trabajo.
Las creencias religiosas también sufrieron ciertos
cambios. Mientras que los miembros de las sociedades de
cazadores y recolectores solían pensar que el mundo esta­
ba habitado por espíritus, los de las sociedades agrícolas
practicaban el culto a los antepasados y solían pensar en
la figura de Dios como el creador. Las sociedades de pas­
tores dieron un paso más y pensaban que Dios intervenía
directamente en el destino de la comunidad. La metáfora
de Dios como el «pastor» de la comunidad (que era su
«rebaño») la comparten el cristianismo, el judaismo y el
islam, tres religiones que nacieron en Oriente Medio y a
partir de las creencias religiosas de las sociedades de pas­
tores.
Un mayor nivel de especialización y de complejidad
en la organización social también produce un mayor nivel
de desigualdad social. Siempre había familias o clanes
que podían producir más que otros, con lo que obtenían
más prestigio social y poder o influencia sobre* el resto de
la comunidad. Las alianzas con familias o clanes de igual
prestigio o posición social servían para reforzar la pree­
minencia social de esas familias y garantizar su transmi­
sión a los herederos. Con ello emergieron los sistemas
formales de desigualdad social. Y así también sistemas
políticos de dominación (o gobiernos, para entendemos;
aunque gobiernos muy rudimentarios) que, respaldados
por una fuerza militar, tenían como finalidad proteger la
posición social y económica de las familias o clanes más
favorecidos. En un principio eran gobiernos que sólo
podían tener autoridad sobre un territorio pequeño y un
número bastante limitado de personas. Los grandes impe­
rios nacerían más tarde, cuando ya se hizo posible des­
plazar las fuerzas militares rápidamente y a distancias
más largas.
De las 130 pirámides de Egipto, las m ás grandes son las tres pirámi­
La domesticación de animales y el cultivo de la tierra des de Giza. Tienen la altura de un edificio de unos cuarenta p iso s y
transformaron las sociedades. Estas aumentaron sus en cada una de ellas se emplearon unos tres millones de bloques de
recursos y se hicieron más complejas, pero, como acaba­ piedra. Hace unos 4.500 años deceñas de miles de personas trabaja­
ron en las pirámides a fin de que un só lo hombre, el faraón, pudiera
mos de ver, también más desiguales, Hubo avances tec­ de scan sar a su muerte. Las pirámides so n un ejemplo palpable de la
nológicos, ciertamente, pero estos avances también die- enorme desigualdad social que había en esa sociedad agraria.
Mr
76 & Las bases de la sociedad

/
más extensivo de los metales marcan claramente un sistema del trueque, y así no tardó en aparecer, el dinero.
periodo en la historia de la sociedad. A su vez, la invención del dinero facilitó el comercio y,
El uso del arado permitió el cultivo de extensiones de consecuentemente, el desairollo de las ciudad©?, que eran
tierra mucho más'grandes que lo que permitía la azada u el centro de las transacciones comerciales.
otras herramientas semejantes. Con el arado, además, se Las sociedades agrarias eran también sociedades pro­
podía remover y airear la tierra mucho mejor que con la fundamente desiguales. En el extremo inferior estaban los
azada, con lo que, además de aumentar el rendimiento del esclavos y los campesinos, la fuerza de trabajo de las éli­
suelo, se consiguió prolongar la fertilidad del suelo. Esta tes. Libres del trabajo manual, las élites de .estas socieda­
tecnología permitió a las sociedades agrarias cultivar las des podían dedicarse a la filosofía y las artes; y, por
mismas tierras durante varios decenios, y así, crear asen­ supuesto, al gobierno de la sociedad.
tamientos permanentes. Los excendentes alimentarios, y Si bien en las sociedades de cazadores y recolectores
la posibilidad de transportarlos en carros tirados por y, hasta cierto punto, en las agrícolas las mujeres tenían
males, supuso la creación de sociedades de grandes un papel fundamental en la provisión de alimentos, con la
dimensiones, en términos de población y territorio. Y invención del arado las mujeres fueron relegadas a tareas
también, de grandes imperios. Se ha calculado que, en su subsidiarias o secundarias. Según algunos autores, esto
periodo de esplendor, vivían en el Imperio Romano unos produjo la subordinación de la mujer frente al hombre
setenta millones de personas, en una extensión de unos (Boulding, 1976; Fisher, 1979). En el recuadro de abajo
cinco millones de kilómetros cuadrados (Stavrianos, se explica esto con un poco más de detalle.
1983; Lenski, Nolan y Lenski, 1995). La religión reforzó el poder de las elites. Las creencias
Como ya había sucedido en la etapa anterior, un mayor religiosas reforzaron la idea de que las personas estaban
excedente de recursos produjo una mayor grado de com­ obligadas moralmente a ejercer aquellos trabajos que les
plejidad social. Algunas tareas que antes acaso todo el correspondieran según su posición en la jerarquía social.
mundo realizaba (como abrir los campos o conservar o Muchas de las maravillas del mundo antiguo, como la
custodiar los alimentos) se convirtieron en ocupaciones muralla china o las grandes pirámides de Egipto, fueron
especializadas. La especialización hizo obsoleto el viejo posibles porque emperadores y faraones ejercían un

V
Tecnología y cambio de estatus de la mujer V

n las sociedades tecnológica­ Hace alrededor de unos 5.000 vez, un deterioro en la situación so­

E mente simples del pasado las


mujeres producían más alimen­
tos que los hombres. En las socieda­
años se descubrió el arte de los
metales. Esta nueva tecnología se
extendió rápidamente por un proceso
cial de la mujer:
El cambio de estatus de la mujer
en las primeras sociedades agrarias
des de cazadores y recolectores la de difusión cultural y, posiblemente, pudo haberse producido en un breve
carne se valoraba mucho, pero el a través de las redes comerciales espacio de tiempo, una vez que los
resultado de la caza, a la que se dedi­ en las que participaban los hombres. hombres monopolizaron dos nuevas
caban los hombres, nunca era segu­ Fue el hombre el que inventó el ara­ ocupaciones: arar la tierra y cuidar de
ro. Eso hacía que las frutas y vegeta­ do y, como ya era uh experto en los rebaños. A partir de entonces, la
les, que recogían las mujeres, fueran la domesticación de animales, segu­ mujer quedó relegada a tareas subsi­
la principal fuente de alimentación. ramente no tardó mucho en ha­ diarias, como limpiar los campos o
También fueron las mujeres, que cer que un animal de carga tirara del transportar agua. Como la extensión
tenían la responsabilidad de obtener arado. de los cultivos aumentó, las mujeres
y preparar ios alimentos, las que Esta innovación técnica marcó el tenían que trabajar tantas horas
desarrollaron la técnica del cultivo a inicio de la agricultura a gran escala, como antes, pero en tareas secun-'
pequeña escala. Por su parte, los lo que también situó al hombre en darías. Esto contribuiría aún más al
hombres se dedicaban al comercio o una posición dominante en cuanto a deterioro del estatus social de la
al cuidado del ganado. Sólo en la la producción de alimentos. Elise mujer. ©
época de la cosecha los hombres Boulding explica cómo todas estas
ayudaban en las tareas del campo. transformaciones implicaron, a su Fuentes: Boulding (1976) y Fisher (1979)
Sociedad # 77

poder absoluto sobre grandes contingentes de personas, mitieron viajar a una velocidad mayor que el sonido, e
obligadas a trabajar en las peores condiciones y sin espe- incluso traspasar los límites de la Tierra. La energía
ranza de mejora. nuclear también ha cambiado el mundo de forma irrever-
En las sociedades agrarias, en fin, las elites acumula- sible. Y el uso cada vez más extensivo de los ordenadores,
ron un poder inmenso. Para mantener el control de los que han multiplicado de forma hasta entonces inimagina-
imperios se hizo necesario formar y reclutar toda suerte ble la capacidad de procesar información, ha originado a
de burócratas y servidores, encargados de administrar y sü vez una revolución informática, que está dando lugar a
controlar los dominios. De esta forma, junto con unas toda una nueva serie de cambios y a otro modelo de socie-
economías florecientes, emergieron los aparatos políticos dad: la sociedad postindustrial, sobre la que nos detendre-
y administrativos como esfera aparte o separada de la mos en el próximo apartado.*.; '
vida social. También el trabajo se ha transformado radicalmente.
En las sociedades agrarias aumentó el nivel de com- Si en las sociedades agrarias la mayoría de las personas
plejidad y desigualdad social. También, y si las compara- trabajaban en el campo o en sus casas, en la sociedad
mos con las sociedades de cazadores y recolectores o las industrial la mayoría de las personas comenzó a trabajar
sociedades agrícolas y ganaderas, las sociedades agrarias por cuenta ajena y en fábricas, instaladas en las proximi-
se diferenciaban más entre sí, ya que los continuos avan- dades de las fuentes de energía. Con ello perdieron
ces tecnológicos, que permitían tener un mayor control importancia los vínculos de parentesco, los valores tradi-
sobre la naturaleza, daban pie a un mayor grado de varia- dónales, las creencias y las costumbres propias del mun-
bilidad en lasrformas de organización social. do rural.
La industrialización creó sociedades enormemente-
Sociedades industriales prósperas. Si bien al principio las condiciones sanitarias
en las ciudades y núcleos industriales de Europa y Norte­
Una nueva transformación tuvo lugar con el desarrollo de américa eran bastante malas, las nuevas tecnologías y
la tecnología industrial, basada en el empleo de maquina­ conocimientos médicos y la mejora en el nivel.de vida de
ria especializada por medio de fuentes avanzadas de ener­ la población provocaron un descenso notable en la inci-
gía. Hasta la época industrial, la principal fuente de ener­
gía había sido la energía muscular del hombre y los
animales de carga. Al inicio de la Revolución Industrial,
que podemos datar a mediados del siglo xvm, se empezó
a generalizar el uso de la energía hidráulica en talleres y
fábricas. Más adelante se empezó a emplear el vapor, lo I
que permitió el empleo de maquinaria más grande, pesa-
jda y eficiente. j¡
! La invención de estas tecnologías disparó un proceso 9
' de cambio social inimaginable hasta entonces (véase a
Figura 3.1). En el transcurso de cien años, las sociedades 5
que incorporaron estas tecnologías cambiaron mucho g
más de lo que habían cambiado en varios miles de años en .§
el pasado. Como ya vimos en el Capítulo 1 («La perspec­
tiva sociológica»), estas grandes transformaciones soda- .i
les explican el nacimiento mismo de la sociología. En el ^
siglo xix, los ferrocarriles y los barcos de vapor revolu- |
donaron los transportes. Al poco tiempo, en algunas ciu­
dades se empezaron a construir grandes rascacielos que,
haciendo pequeñas las viejas catedrales, simbolizaban
1000 1100 1200 1300 1400 1500 1600 1700 1800
muy bien la llegada de una nueva era.
En los inicios del siglo xix, el motor de combustión
transformó aún más las sociedades, y la electricidad cam­ Fuente: Lenskl, Nolan y Lenskl (1995)

biaría drásticamente la vida cotidiana de las personas. El


Figura 3.1 • El aumento acelerado de las ¡nn.ovaciones tecnológicas
teléfono, la radio y la televisión explican la emergencia El gráfico muestra el número de innovaciones tecnológicas que tuvieron
de lo que se llama la «cultura de masas». Estos medios de lugar en Europa occidental después del inicio de la revolución industrial (a
comunicación fueron recortando gradualmente la impor­ mediados del siglo xvm). El ritmo de la innovación tecnológica se aceleró a
partir de entonces porque toda innovación produce unas determinadas
tancia de las distancias geográficas, haciendo el mundo transformaciones culturales que, a su vez, generan otras Innovaciones
pada vez más pequeño. Los avances en la aeronáutica per- tecnológicas.
78 ® Las bases de la sociedad

f dencia de enfermedades infecciosas. Aumentó así la espe­ La industrialización ha transformado también la insti­
ranza de vida y, con ello, el tamaño de la población. La tución familiar. El papel de la familia como agente de
industrialización produjo también fuertes movimientos socialización (esto es, como el lugar donde se transmiten
migratorios del campo a la ciudad, donde se concentraban v conocimientos, valores y creencias de generación a gene­
las fábricas. Así, mientras que en las sociedades agrarias ración) se ha visto bastante erosionado. También, las fami­
sólo una de cada diez personas vivía en la ciudad, en las lias han dejado de ser unidades de producción para ser uni­
sociedades industriales tres de cada cuatro personas viven dades de consumo. Y tal como explicaremos en el
en centros urbanos. Capítulo 17 («Familias»), el cambio tecnológico también
El nivel de especialización ocupacional, que como está produciendo la aparición de nuevos modelos de fami­
hemos visto ha ido aumentando gradualmente en el trans­ lias, distintos de la familia tradicional, como las familias
curso del tiempo, ha alcanzado su máximo nivel en la monoparentales, las uniones de homosexuales, etc.
sociedad industrial. En las sociedades industriales,’ el En los inicios de la industrialización sólo un reducido
prestigio de una persona depende de su ocupación o pro­ número de personas pudo rentabilizar y beneficiarse de
fesión, y no de su pertenencia a un clan, una familia o una los avances tecnológicos, viviendo la mayoría de la
red clientelística, como ocurría en las sociedades agra­ población en condiciones de pobreza. Con el tiempo, sin
rias. La movilidad geográfica y laboral genera a su vez embargo, toda la población pudo beneficiarse del aumen­
una mayor conciencia de individualidad y, con ello, una to de los recursos que produjo la revolución industrial.
mayor diversidad cultural. Esto se muestra en la forma­ Ciertamente, la pobreza sigue siendo un problema impor-'
ción de una enorme variedad de culturas, subculturas y tante en las sociedades industriales, pero comparada la
contraculturas, sobre las que hablaremos en el Capítulo 4 situación actual con la de hace un siglo las cosas han
(«Cultura»). mejorado notablemente: el nivel de vida es cinco veces
Sociedad # 79

mejor que hace cien años,,y la desigualdad económica, to de las nuevas tecnologías, que están orientando la eco­
política y social se ha reducido notablemente. Esto se nomía a la producción y transmisión de información y
debe, en parte (tal como veremos en el Capítulo 9 «Estra­ conocimientos y, así, transformando de nuevo las socie­
tificación social»), a que las sociedades industriales nece­ dades. Si las sociedades industriales se caracterizan por
sitan trabajadores más cualificados. Mientras que en las sus fábricas y maquinarias, que sirven para la producción
sociedades agrarias la mayoría de la población es analfa­ de bienes a gran escala, las sociedades posindustriales
beta, las sociedades industriales dedican una parte impor­ son sociedades caracterizadas por el uso extensivo de las
tante de sus recursos a la educación de sus miembros, que tecnologías que sirven para procesar, almacenar, trans­
tienen, además, una serie de derechos políticos inimagi­ mitir información y conocimientos. Si en las sociedades
nables hasta entonces. De hecho, la industrialización industriales muchas ocupaciones requerían dominar cier­
genera demandas y expectativas de democratización, tas habilidades mecánicas, las personas que viven en
como se ha visto recientemente en Corea del Sur, Taiwan, sociedades posindustriales tienen que saber emplear las
República Popular China, la antigua Unión Soviética o en nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Europa del Este. Las nuevas tecnologías de la información están cam­
biando el tipo de cualificaciones que demanda el merca­
v> do de trabajo, lo que implica un cambio en la estructura
Sociedades posindustriales
ocupacionál-de la sociedad. En el Capítulo 15 («Econo­
Muchas sociedades industriales están entrando en una mía, consumo y empleo»), explicaremos esto con más
nueva fase de desarrollo tecnológico. Hace algunos años, detalle. Veremos allí que en las sociedades postindustria­
el sociólogo norteamericano Daniel Bell (1973) acuñó el les el contingente de trabajadores dedicados a la produc­
término «sociedad posindustrial» para referirse al impac­ ción industrial es cada vez menor, al tiempo que el núme­
ro de personas que está trabajando en ocu­
paciones en las que se procesa informa­
ción (trabajadores de oficina, científicos,
profesores, ejecutivos, relaciones públi­
cas, etc.) está aumentando progresiva­
mente.
La revolución de la información está
transformando más drásticamente a las
sociedades más ricas, pero esta es una
revolución sin fronteras y su impacto se .
está haciendo notar a nivel global. Como
veremos en el Capítulo 4 («Cultura»), la
rapidez con la que es posible transmitir
información y conocimientos a un bajo
coste de una punta a otra del planeta está
haciendo que el contacto entre las socie­
dades sea cada vez más estrecho y, así,
que esté apareciendo una cultura global.
Las nuevas tecnologías están acelerando
el proceso de globalización.
En la Tabla 3.1 se expone de una forma
resumida cómo la tecnología ha contribui­
do a configurar la sociedad en cada una de
1 las etapas que hemos ido explicando.

Los límites de la tecnología


Si bien la tecnología ha mejorado notable­
mente el nivel de vida de las personas
aumentando la producción de bienes y
servicios, eliminando enfermedades o,
simplemente, creando nuevas posibilida­
des de ocio, no puede producir milagros
sr~-
V

Estamos en 1997 y vamos a aterrizar en Hong Kong, todavía una colonia británica. La aza­
fata nos desea una feliz estancia, pero de un modo un tanto críptico nos dice que en Hong
Kong la mitad de la gente tiene un teléfono móvil y la otra mitad cree en los espíritus. En
este pequeño territorio conviven dos culturas opuestas: la cultura occidental, más moderni­
zante, y la oriental, más supersticiosa y tradicional.
Este contraste entre culturas se hace evidente en cada sitio que visitamos. Por un lado
están los viejos templos, sucios y. abarrotados. Allí van sobre todo mujeres, a visitar el altar
de los parientes muertos. Por otro lado están los modernos centros comerciales, los más
grandes del mundo, donde la fiebre consumista alcanza su máxima expresión. Espirituali­
dad y materialismo a unos metros de distancia. Vemos también un grupo de niños de vuel­
ta a casa. Todos llevan el uniforme del colegio, exactamente igual que los niños británicos.
Pero sus casas son pequeñas embarcaciones ancladas en el puerto, donde pueden vivir
varias familias hacinadas. También visitamos el Banco de Hong Kong, un monumento de
la arquitectura moderna. Nos dicen, sin embargo, que fue diseñado con todo cuidado
teniendo en cuenta los «malos espíritus». En Hong Kong conviven dos culturas que pare­
cen polos opuestos.
Podemos poner otro ejemplo. El agente inmobiliario neoyorquino Barry Lewen está a
punto de vender un edificio en Madison Avenue por valor de 14 millones de dólares a unos
inversores taiwaneses. Un negocio redondo. Parece que el acuerdo está cerrado pero falta
un último detalle. Los compradores quieren asegurarse de que todo está bien y para ello
quieren que un maestro defeng shui (que significa «aire y agua») eche un vistazo al edifi­
cio. Dicen que van a enviar a este señor desde Taiwan para que haga una inspección. Sólo
si a él le parece que el edificio reúne las condiciones aceptables se cerrará el contrato.
Al cabo de unos días, un avión privado procedente de Taiwan llega al aeropuerto de
Nueva .York. El maestro defeng shui es conducido directamente a Madison Avenue y se*
pone a trabajar inmediatamente. Bajo la atenta mirada de un grupo de empleados, el maes­
tro se detiene en la calle y empieza a observar detenidamente el edificio en cuestión y los
que le rodean. Una vez hecho esto, entra en el edificio. No se le pasa nada por alto. Exa­
mina la longitud y anchura de los pasillos, la localización de las puertas y ventanas, de los
ascensores, de los espejos, de las fuentes e incluso del aire acondicionado. «A muchos ya
102 0 Las bases de la sociedad

nos empezaron a sudarlas manos» cuenta Barry Lewen. jasados unos treinta minutos, el
maestro parece haber concluido la inspección. Se dirige a los presentes, que no pueden evi­
tar su nerviosismo, sonríe y dice que el edificio cumple con los requisitos. Todos suspiran
de alivio.
Un occidental evalúa un edificio según su localización, su tamaño, su estado general, etc.
Todo esto, por supuesto, también lo tiene en cuenta un taiwanés. Pero, tradicionalmente, en
el sudeste asiático se piensa que el espacio físico puede influir en los sentimientos y las emo­
ciones de las personas. Se piensa que hay una fuerza vital, que se llaman qi, que fluye a tra­
vés del espacio, incluyendo los edificios. Hay edificios que favorecen este flujo, y otros que
ío frenan. Un edificio «adecuado» es el que está en armonía con la naturaleza^, así, en con­
diciones de transmitir salud y riqueza a los que habitan o trabajan en él (Dunn, 1994).
Entender en qué consisten estas diferencias culturales es parte fundamental de la socio­
logía. Por eso dedicamos un capítulo a este tema.

vA‘
os cerca de seis millones de personas que habitan © ¿Qué es la cultura?

L la Tierra son miembros de la misma especie bioló­


gica: el Homo sapiens. Aun así, las diferencias que
hay entre ellas en términos de cultura y costumbres son
extraordinarias. A veces nos pueden parecer divertidas,
Los^ sociólogos definen cultura como el conjunto de
valoresicreencias,Actitudes \ objetos materiales]o arte-
Jacios), que constituyerrctmodo de vida de una sociedad.
otras nos dejan completamente desorientados, pero, en
En está- definición de cultura se incluyen los modos de
su conjunto, son abrumadoras. Muchas diferencias son
pensar, de actuar, de relacionarse con otros y con el mun­
puramente una cuestión de icónvenciones sociales. El
do exterior. La cultura es así un puente que nos comunica
blanco, por ejemplo, es el^color de luto para los chinos,
con el pasado, pero también una guía hacia el futuro
mientras que los europeos utilizan el negro. El número
(Soyinka, 1991). Una definición clásica de cultura es la
de la mala suerte entre los chinos es el cuatro, mientras
del antropólogo Clifford Geertz:
que en la cultura occidental es el trece. Podemos poner
otros ejemplos más divertidos, referidos a los besos, por Como Max \Veber, creo que el hombre es un animal suspendido
ejemplo. E n Europa la gente se besa en público, pero en en unas telarañas de significados que él mismo ha ido tejiendo.
China sólo en privado. Los españoles o los franceses, La cultura son esas telarañas. Por eso, el análisis de la cultura no
cuando saludan, besan dos veces, una a cada lado; los puede hacerse al modo de las ciencias experimentales, buscan­
belgas, tres; pero los nigerianos no besan para saludar a do leyes que luego se puedan contrastar empíricamente. Anali­
una persona. En las bodas europeas los novios" se besan, zar una cultura significa interpretarla, descubrir sus significados
en las coreanas hacen una pequeña reverencia, y en Cam- (Geertz, 1995: 5).
boya el novio toca con la.nariz la mejilla de la novia. Si
ha viajado por el extranjero seguro que ha notado algu­ Para em pezar a entender lo que es una cultura hay que
nas diferencias curiosas. distinguir entre sus componentes tangibles e intangibles,
Pero hay otras diferencias más profundas y más entre lo que se llama la cultura material o tangible, y la
importantes que las que se refieren a las convenciones cultura inmaterial o intangible. La cultura m aterial hace
sociales. Hay sociedades muy prolíficas y otras socieda­ referencia a los objetos que crean los miembros de una
des én que se considera que no es bueno tener muchos sociedad. Estos objetos pueden ser desde un cañón hasta
hijos. Hay sociedades que veneran a los ancianos y otras un edificio. La cultura no material hace referencia al
gue les relegan a un segundo término. Hay sociedades mundo intangible (las ideas, valores, percepciones del
pacíficas y otras que están orientadas a la guerra. Hay mundo, etc.) que crean los miembros de una sociedad.
diferencia también en cuanto a las creencias religio­
sas, el arte o la música. Para resumir, aunque todos so­
mos miembros de la misma especie, hemos desarrollado
El ser hum ano ha creado diferentes estilos de vida en to d o s io s rin­
ideas diferentes de lo que es agradable o repulsivo, co­ cones del planeta. E sto se manifiesta en ocasio ne s en la m ism a apa­
rrecto o grosero, bonito o feo, o de lo que es moral o in­ riencia externa de la s personas, com o lo muestran e sta s fotografías.
En la fila superior aparecen personas de Suramérica, India y Nami­
moral. Estas diferencias, tan sorprendentes, son diferen­ bia; en la fila del m edio de Etiopía, China y Nigeria; y en la fila inferior
cias culturales. de India, Tailandia e India. -
108 % Las bases de la sociedad

@ Los componentes de la cultura sume allí. No hay nada mejor que visitar otra sociedad
para comprobar con nuestros propios ojos la importancia ;
A pesar de que las culturas pueden diferenciarse enorme­ de los símbolos culturales. Es entonces cuando tenemos
que andar con pies de plomo, porque lo que a nosotros ,
mente linas de otras, en todas ellas podemos distinguir
nos puede parecer un gesto inocente o incluso amable,
cinco componentes: los símbolos, el lenguaje, los valores,
puede ser interpretado exactamente a la inversa en esa
las normas y los objetos materiales.
otra sociedad. En el recuadro «Sociología global» pone- •;
mos algunos ejemplos de esto.
Símbolos Pero incluso dentro de una misma sociedad, un mismo !
objeto (o un mismo gesto) puede interpretarse de formas
Los seres humanos no vemos o experimentamos el mun­
distintas. Un abrigo de pieles, por ejemplo, se puede
do a nuestro alrededor al igual que otros seres vivos. Los interpretar como un signo de éxito o de riqueza, pero tam­
seres humanos-creamos una realidad propia, un mundo de bién como una prueba de insensibilidad o de crueldad ~
significados. Y esto lo hacemos transformando los ele­
hacia los animales. Los símbolos culturales también cam-
mentos de la vida social (las cosas materiales, los gestos, bian a lo largo del tiempo. Por ejemplo, hace más de un i
las miradas, etc.) en símbolos, que es todo aquello que siglo, los pantalones vaqueros eran la prenda de vestir,
para aquellos que comparten una cultura tiene un signi-
resistente y barata, típica en algunas ocupaciones que exi- • »
ficádó determinado o específico. Un silbido, un graffiti en . gían un intenso esfuerzo físico. Las revueltas estudianti- •
una pared, una luz roja intermitente, un puño levantado les de los años sesenta en Estados Unidos y Europa con­
son símbolos. Podemos ver claramente la capacidad de virtieron a los vaqueros en una prenda de vestir habitual i
las personas de crear y manipular símbolos con el ejem­ entre los jóvenes de cíase media y alta, que los usaban
plo del pestañeo. En algunas sociedades el pestañeo sirve para mostrar su inconformismo o para identificarse pon
para indicar que uno está prestando atención, que tiene los trabajadores. Una década después aparecieron los
interés en lo que la otra persona le está diciendo. En otras «vaqueros de marca», un artículo de consumo caro, que
culturas, sin embargo, el pestañeo es un insulto. simbolizaba cierto estatus social. Hoy en día los vaqueros
Usamos y dependemos tanto de los símbolos que nun­ siguen siendo una prenda de vestir muy popular, y la
ca nos ponemos a pensar sobre ellos, los damos por mayoría de la gente los lleva sencillamente porque son
supuesto. Pero cuando visitamos una sociedad distinta a una indumentaria cómoda.
la nuestra entonces sí que nos damos cuenta de su impor­ En resumen, los símbolos permiten a las personas
tancia, En esas condiciones experimentamos lo que se lla­ entender su sociedad y también dar la imagen que quie­
ma un choque cultural, que no es más que nuestra inca­ ren dar de sí mismas. Sirven para entender y construir
pacidad de interpretar adecuadamente el significado de sus vidas. Empleando correctamente los símbolos, una
los símbolos que se emplean en una sociedad distinta a la persona puede interactuar de forma eficiente con otras
nuestra. Nos encontramos perdidos, aislados o temero­ personas de su sociedad. Pero en un mundo cada Yez más
sos; no sabemos cómo actuar. Esto se debe a que de heterogéneo culturalmente (y sobre esto hablaremos en
repente nos faltan las claves para interpretar correctamen­ el Capítulo 12), el uso incorrecto de los símbolos pue­
te qué es lo que está ocurriendo a nuestro alrededor o qué de dar lugar a malentendidos o situaciones desagrada­
imagen estamos dando de nosotros mismos, y para inte- bles. También, la lealtad a los propios símbolos y el re­
ractuax adecuadamente con otras personas. Fuera de todo chazo a los símbolos ajenos puede ocasionar graves con­
el entramado de símbolos entre los que siempre hemos flictos,
vivido, estamos desorientados. Lá semiótica es la disciplina que tiene por objeto estu­
El choque cultural tiene dos dimensiones JPqr un lado, diar los símbolos y los signos. En términos generales, la
es algo que afecta al viajero, o al que se ve de repente semiótica sugiere que no hay significados inherentes a los
transportado a otro universo simbólico, incapaz de inter­ objetos, esto es, que los significados se construyen a tra­
pretar lo que sucede a su alrededor. Por otro lado, el cho­ vés de una serie de prácticas. El filósofo norteamericano
que cultural puede también afectar a otras personas cuan­ Peirce, el lingüista francés Saussure y el filósofo francés (
do éstas interpretan que el extranjercrestá actuando de Barthes, entre otros, han estudiado las formas en que un .
modo inapropiado o incluso insultante. Para los ingleses, signo (que puede ser una camiseta, una bandera, una can­
por ejemplo, los perros son animales de compañía. Si un ción, un menú o una palabra, por ejemplo) puede tener
inglés viaja a China y ve cómo se asan los perros para lue­ diferentes significados en distintos contextos. Hablare­
go comérselos, lo más normal es que se quede muy afec­ mos sobre esto con más detenimiento en el Capítulo 21
tado. Al contrario, si alguien del sudeste asiático viaja a («Medios de comunicación de masas»), donde haremos
Inglaterra posiblemente se sentirá sorprendido (o incluso un análisis semiológico de los medios de comunicación ✓
ofendido) al comprobar la cantidad de alcohol que se con­ de masas.
Cultura ^ 1 0 9

Lenguaje Debido a la extensión de los dominios del Imperio bri­


tánico, primero, y la enorme influencia económica y polí­
Helen Keller (1880-1968) es una mujer que ocupa un tica de Estados Unidos, después, el inglés se está convir­
lugar en la historia de Estados Unidos. Helen perdió tiendo en un idioma universal. En muchos estados, el
durante la infancia los sentidos de la vista y del oído. Esto inglés se ha convertido en una segunda lengua. Se usa
la dejó completamente aislada del universo simbólico de como lengua oficial o semioficial en más de sesenta paí­
su sociedad, lo que suponía que nunca podría desarrollar­ ses. El inglés es también la lengua más importante en
se humana y socialmente. No ocurrió así gracias a los Internet, la lengua que se utiliza para la navegación aérea,
esfuerzos de su profesora Ane Mansfield Sullivan, qpele y el idioma del mundo de los negocios y de la música
enseñó el lenguaje de los sordociegos. De esta forma moderna. Esto preocupa en muchos países. Tanto es así
pudo Helen romper su aislamiento y desarrollar su poten­ que se ha creado una Oficina Europea de Lenguas Menos
cial humano. Años más tarde, ella misma se convertiría Habladas (que publica un boletín, Contact, tres veces al
en una educadora de gran prestigio. En su biografía, año). Algunos países, como Francia, o regiones, como
Helen Keller cuenta cómo descubrió el concepto de len­ Gales, están intentando combatir el predominio del inglés
guaje: resistiéndose a incorporar palabras inglesas en sus pro­
pias lenguas.
íbamos caminando hacia el depósito de agua, atraídas por el La Unión Europea es una torre de babel. En la Comi­
olor de la madreselva que lo cubría. Alguien estaba sacando sión Europea, con sede en Bruselas, trabajan actualmente
agua. Mi profesora me cogió una iriáno y la puso bajo la fuente. unos 400 traductores a tiempo completo. En estos momen­
Sentí cómo corría el agua bajo la mano. Me cogió la o to mano tos, en la Unión Europea se han reconocido once lenguas
y dibujó con su dedo la palabra «agua»; primero despacio, lue­
oficiales. Esta cifra podría aumentar en el futuro. Teórica­
go más deprisa. Me quedé completamente inmóvil; toda mi
atención puesta en los movimientos de sus dedos. De repente
mente pueden llegar a ser treinta (Crystal, 1997: 56);
tuve una vaga conciencia de algo ya olvidado. Me estremecí. D e En todos los rincones del mundo el lenguaje es el
alguna manera se me había revelado el misterio del lenguaje. mecanismo más importante de reproducción cultural,
Me di cuenta de que a-g-u-a significaba eso tan frío que fluía que asegura la transmisión de una cultura de generación
por mi mano. Esa palabra despertó todo mi ser; me dio luz, en generación. De la misma forma que nuestros cuerpos
esperanza, felicidad. Me dio libertad (1903; 21-4). contienen y transmiten los genes de nuestros antepasados,
nuestro lenguaje contiene y transmite nuestra herencia
El lenguaje es una pieza fundamental del universo cultural. El lenguaje nos abre las puertas al conocimiento
cultural. Podemos definirlo como un sistema de símbolos que una sociedad ha ido acumulando durante siglos.
que permite a los miembros de una sociedad comunicar­ En buena parte de la historia de la humanidad, los pue­
se entre sí. Estos símbolos pueden ser hablados o escritos, blos han ido transmitiendo su cultura por medio de la
lo que da lugar a una enorme variación, a la vista del palabra, a lo que los sociólogos han dado el nombre de
numero de alfabetos que existen en el mundo. (Hay varia­ tradición oral. La escritura sólo se inventó hace unos cin­
ción incluso en el modo de escribir: en Europa occidental co mil años, y durante mucho tiempo sólo un reducido
se escribe de izquierda a derecha, mientras que en los paí­ número de personas sabía leer y escribir. Sólo en el siglo
ses árabes se escribe de derecha a izquierda. En el Este XX, algunos estados (en su mayoría los estados más desa­
asiático, se escribe de arriba a abajo.) rrollados) dicen haber acabado con el analfabetismo
En el Mapa 4.1 se muestra en qué lugares del mundo se (sobre esto hablaremos en el Capítulo 21 «Medios de
utilizan los tres idiomas más hablados actualmente. El comunicación de masas»). Aun así, en muchos países
chino es la lengua oficial de alrededor del 20 por ciento industrializados hay muchos analfabetos funcionales (en
de la humanidad (esto es, de unos 1.200 millones de per­ el Reino Unido, por ejemplo, una de cada cinco personas
sonas). El inglés es la lengua materna del 10 por ciento de tiene problemas de lectura y escritura y con las reglas
la población mundial (600 m illones de personas), y el básicas de cálculo). Estas personas tienen unas enorm es
español es la lengua oficial del 6 por ciento (unos 350 desventajas para salir adelante, pues hoy en día el merca­
millones de personas). Estos son los idiomas más exten­ do de trabajo se ha hecho cada vez más exigente con las
didos, pero hay- otros miles de idiomas que se emplean capacidades abstractas o lingüísticas de los individuos.
actualmente (se ha calculado que hay entre unos 5.000 y En los países pobres, la tasa de analfabetismo puede
6.000). Una cuarta parte de éstos lo hablan menos de alcanzar desde un 30 por ciento de la población (en la
1.000 personas, y la mitad menos de 10.000. Muchos República Popular China) hasta un 80 por ciento (en Sie­
están desapareciendo. Esto ha renovado el interés en rra Leona).
algunos países por la conservación de las lenguas autóc­ Las capacidades lingüísticas no sólo nos unen a otras
tonas. Por ejemplo, en el Reino Unido hay un mayor inte­ personas y nos conectan con el pasado, también estimu­
rés por el gaélico (Crystal, 1997: 287). lan y liberan la capacidad de imaginación. El lenguaje nos
Cultura @111

da la posibilidad de despegamos de nuestro mundo y de en todas las lenguas, las palabras van asociadas a unas
imaginamos otros escenarios posiblqs o puramente ima­ emociones determinadas. Por eso, y esto lo saben bien las
ginarios. El lenguaje, hablado o escrito, es lo que distin­ personas bilingües, una misma idea a menudo evoca dife­
gue a los seres humanos de otras especies, pues sólo los rentes emociones si se expresa en alemán o en inglés, por
seres humanos son capaces, por medio del lenguaje, de ejemplo (Falk, 1987).
reflexionar sobre sí mismos y tener así conciencia de sí La hipótesis de Sapir-Whorf, entonces, mantiene que
mismos, de sus limitaciones y de la muerte. Nuestra capa­ las personas perciben el mundo de una u otra forma
cidad para crear y manejar símbolos también nos permite dependiendo de la lengua que hablan. Un filipino, un tur­
soñar, imaginamos un mundo mejor, y trabajar para co, un brasileño, por ejemplo, utilizando distintos sím­
| hacerlo realidad. bolos lingüísticos terminan experimentando «mundos
distintos, no el mismo mundo con distintas palabras» (Sa­
¿ E s el len gua je únicam ente h u m a n o ? pir, 1949: 162). Esta hipótesis encierra en realidad dos
principios. El principio del relativismo lingüístico, se­
Los animales de otras especies se comunican entre sí por
gún el cual el lenguaje conforma nuestra manera de pen­
medio de olores, ruidos, movimientos u otros medio?. En
sar, y el principio de relatividad lingüística, según el
la mayoría de los casos, estos signos son instintivos. Los
cual las distinciones que se hacen en una lengua no tie­
biólogos nos han mostrado, sin embargo, que algunas
nen por qué existir en otra lengua. El estudio clásico de
especies tienen una habilidad básica para utilizar símbo­
Whorf sobre los hopi puede aclarar esto último. Los hopi
los y comunicarse entre sí o incluso con los humanos.
sólo tenían una palabra para referirse a todo lo que vuela
Tenemos, por ejemplo, el caso de un ejemplar de chim­
o está en el cielo: insectos, planetas, aviones, etc. Sólo
pancé enano de 12 años llamado Kanzi. Los chimpancés
distinguían entre todo esto y los pájaros, que sí tenían su
no pueden hablar. Pero la investigadora E. Sue Saváge-
propia palabra. Los indios inuit, por ejemplo, tienen mu­
Rumbaugh descubrió que Kanzi era capaz de aprender el
chas palabras para la nieve.
lenguaje de los humanos con tan sólo escucharles y
Así pues, esta capacidad de crear y manipular el len­
observarles. Bajo su supervisión, Savage-Rumbaugh ha
guaje da a los seres humanos el poder de alterar la forma
conseguido que Kanzi haya acumulado un vocabulario de
en que experimentan el mundo. Por ejemplo, muchos nor­
varios cientos de palabras. Además, ha aprendido a
teamericanos negros consideraron un avance muy signifi­
«hablar», utilizando un teclado especial con imágenes.
cativo hacia la igualdad el que los blancos hayan dejado
Kanzi es capaz de entender y obedecer cuando se le pide,
de usar la palabra «nigro», para emplear la palabra
por ejemplo, que traiga un pañal para su hermana. Es qui­
«black», y más recientemente el término «afroamerica­
zá más sorprendente que Kanzi sea capaz de responder a
no». Por poner otro ejemplo, los homosexuales norteame­
peticiones que nunca antes ha oído. En dos palabras, este
ricanos de los años setenta comenzaron a autoidentificar-
chimpancé tiene las mismas habilidades lingüísticas que
se como «gays», a fin de conseguir una imagen más
un niño de dos años y medio (Linden, 1993).
positiva de sí mismos y una mayor aceptación social.
A pesar de casos como los de Kanzi, las habilidades
En resumen, el lenguaje puede conformar nuestra for­
lingüísticas de los chimpancés, los delfines y otros pocos
ma de ver el mundo. Pero, a la inversa, también podemos
animales son bastante limitadas. Incluso los ejemplares
utilizar el lenguaje para moldear el mundo o verlo de for­
especialmente entrenados, como Kanzi, no pueden ense­
ma distinta. Volveremos a hablar de estos temas en el
ñar esas habilidades a otros animales de su especie. En
Capítulo 5 («Socialización») y el Capítulo 6 («Interac­
cualquier caso, el ejemplo de Kanzi (y de otros experi­
ción social y vida cotidiana»).
mentos), debe servimos para asumir que los humanos no
somos los únicos que tenemos capacidades lingüísticas.»
Valores
—-."i'—i- y i'creencias , •-••(i- '
¿ P uede e l len gu aje co n fig u rar la realid ad ?
¿Qué puede explicar el éxito de las películas de James
Los chinos, que utilizan unos símbolos lingüísticos deter­ Bond, Rambo o Thelma y Louise? Todos estos personajes
minados ¿perciben el mundo de forma distinta a los sue­ son extremadamente individualistas, destilan desconfian­
cos, que piensan en sueco? ¿o a los ingleses, que piensan za hacia el «sistema», y basan todas sus estrategias en las
en inglés? La respuesta es que sí, porque toda lengua cualidades y la astucia personal. Cuando ensalzamos a
tiene sus propios símbolos con los que se percibe la rea­ personajes de este tipo estamos aprobando el individua­
lidad. lismo (el individualismo de los hombres, tradicionalmen­
Edward Sapir (1929,1949) y Benjamín Whorf (1956), te, pero de las mujeres más recientemente). '
dos antropólogos especializados en lingüística, observa­ Los sociólogos llaman a estas posturas frente al mundo
ron que .toda lengua tiene palabras y expresiones que no valores, que son modelos culturalmente definidos'con los
tienen un equivalente exacto en otras lenguas. Además, que las personas evalúan lo que es deseable, bueno o
bello, y que sirven de guía para la vida en sociedad. Des­ de la norteamericana o de las asiáticas, por poner unos
de el punto de vista de la cultura, los valores son enuncia­ ejemplos. Hemos dedicado un recuadro a explicar los
dos acerca del deber ser, de cómo deben ser las cosas. valores de la sociedad norteamericana, muchos de los
Los valores son principios amplios y generales que sir­ cuales se pueden entender como valores comunes de la
ven de base a las creencias. Las creencias son enunciados cultura occidental y capitalista. Quizá sería un buen ejer­
específicos que las personan consideran ciertos. Mien­ cicio que intentara contrastar los valores de la sociedad
tras que los valores son proposiciones más abstractas norteamericana con los que, a su entender, mejor caracte­
acerca de cómo deben ser las cosas, las creencias hacen rizan su sociedad.
referencia
r a asuntos más específicos, sobre los que se , ti
, A 'emite un juicio acerca de su verdad o falsedad. Valores: inconsistencia y conflicto
Los valores culturales y las creencias no sólo influyen
tk Los valores culturales pueden ser inconsistentes y contra­
en la manera de ver nuestro entorno, también forman la
esé^cia o el núcleo de nuestra personalidad En nuestras dictorios (Lynd, 1967; Bellah et al., 1985). Viviendo en
familias, escuelas, etc., aprendemos a penáaf y a actuar Europa, muchas veces estamos divididos entre la postura
según unos principios determinados, a valorar ciertos individualista del «primero yo», y las demandas que
resultan de pertenecer a tal o cual grupo. De la misma
i objetivos o metas y a creer en una serie de verdades y
rechazar aquello que se nos presenta como falso.
v> Ciertamente, en un territorio tan grande y diverso como
manera, muchas personas defienden la igualdad de opor­
tunidades, pero llegado el caso pueden dar la espalda y
' ^Europa son pocos los valores y las creencias comunes. diferenciar entre las personas por su sexo, el color de su
pb Dado el elevado número de personas procedentes de todas piel o por otras consideraciones, y no por razón de sus
partes del mundo que han emigrado a Europa, el continen- esfuerzos o méritos personales. La inconsistencia valora-
te se ha convertido en un verdadero mosaico de culturas. tiva puede ser el reflejo de la diversidad cultural de una
Aun así, quizá podemos identificar algunos patrones cul­ sociedad o del proceso de cambio cultural, según el cual
turales. En primer lugar, podemos referimos a los sedi­ unos nuevos valores Yan sustituyendo a otros valores tra­
mentos de lo que se ha llamado «la era de la Ilustración» dicionales.
(Gáy, 1969). Aquí tenemos que hablar de los valores que
se remiten a la racionalidad, la ciencia y el progreso, y que Normas
defendieron los filósofos: pensadores y ensayistas del
siglo xvin. Aquel fue un periodo histórico caracterizado En China, cuando uno quiere saber cuánto gana un com­
por avances notables debidos a la ciencia y la medicina. pañero de trabajo, se lo pregunta directamente. En Euro­
Muchas personas empezaron a sentir que podían controlar pa, preguntarle a alguien cuánto gana es una impertinen­
su propio destino, ejercer cierto dpminio sobre el mundo cia. Este ejemplo nos puede servir para entender qué son
en que vivían e, incluso, cambiar ese mundo. las normas: reglas y expectativas sociales a partir de las
En segundo lugar, la religión dominante en Europa ha cuales una sociedad regula la conducta de sus miembros.
sido el cristianismo, ya en versiones protestantes o en su Algunas normas son proscriptivas: proscriben o prohíben
versión católica. No se puede entender Europa sin tener ciertas cosas. En algunas sociedades, por ejemplo, una
en cuenta las guerras de religión entre protestantes y cató­ mujer casada no debe salir sola a la calle. Otras normas
licos que tantas veces han asolado el continente y, más son prescriptivas\ esto es, indican qué es lo que se debe
hacer. Por ejem plo, la norma según la cual uno debe ceder
recientemente, sin tener en cuenta el proceso de seculari­
zación, que implica una menor influencia de esas creen­ el asiento a las personas mayores.
cias religiosas en la organización social y la conciencia de Muchas normas están en vigor en todo momento y
los europeos. En cualquier caso, el mismo calendario y lugar. Los padres, por ejemplo, esperan que sus hijos les
fiestas más importantes (las Navidades, la Semana Santa, obedezcan siempre, y tanto dentro como fuera de casa.
etc.) están estrechamente relacionadas con la cultura y los Otras normas, por el contrario, son situacionales: se refie­
valores cristianos: «Ser europeo equivale a celebrar las ren a situaciones o contextos específicos. En Europa, por
Navidades y la Semana Santa» (Therbom, 1995: 234). ejemplo, se espera que uno aplauda al final de un con­
(Quien quiera profundizar en la historia de las Navidades cierto pero no cuando el sacerdote termina el sermón.
en Gran Bretaña, puede leer el libro de Hutton, 1996.)
Mores y costum bres
En tercer lugar, Europa también se ha caracterizado
por el desarrollo de las ideas del estado-nación y de ciu­ Wílliam Graham Sumner (1959; ed. orig., 1906), uno de
dadanía. Por último, se puede decir que, tradicionalmen­ los primeros sociólogos norteamericanos, mantenía que
te, la cultura europea ha resaltado los valores del indivi­ hay normas y_son más importantes que otras. Para distin­
dualismo y de clase social (cf. Therbom, 1995: 273). La guirlas, empleó el término mores, que hacen referencia a
cultura europea, en sus rasgos más generales, es distinta las reglas que determinan lo que es una conducta moral.

J
Cultura © 113

Los valores principales de una sociedad; El caso de Estados Unidos

egún el sociólogo Robín Wi­ de ficción Indiana Jones) es una cimiento (la intuición o las emo­

S lliams (1970) los siguientes diez


va^res son los valores centra­
les de la sociedad norteamericana,
persona de acción, alguien que
hace algo difícil y lo hace bien
o mejor que nadie. Los norte­
ciones, por ejemplo).
8. D e m o c ra c ia y c a p ita lis m o . Los
"Hórfeamericanos piensan que el
¿En qué medida piensa que difieren americanos prefieren la acción gobierno debe respetar escrupu­
de los valores de su sociedad? a la reflexión; prefieren hacer losamente una serie amplia de
cosas para prevenir otras antes derechos. Piensan también que
1. Ig u a ld a d d e o p o rtu n id a d e s . Los que lamentarse filosóficamen­ la mejor forma de gobierno es la .
norteamericanos están a favor te después. Por eso los norte­ democracia y que todos los ciu­
de la igualdad de oportunidades, americanos miran con algo de dadanos adultos tienen el dere­
_ pero no de la igualdad de resul­ recelo otras culturas que Ies pa­ cho de elegir a sus líderes. Tam­
tados. Esto es, se piensa que recen más indolentes o filosó­ bién, piensan que su sistema
todas las personas deben tener ficas. económico es capaz de resolver
fas mismas oportunidades para 5. E fic ie n c ia . En Estados Unidos se las necesidades de las personas
salir adelante, pero no se piensa valora más lo práctico que lo teó­ y de respetar su libre iniciativa.
que todos deban terminar siendo rico, ai los que hacen las cosas 9. L ib e rta d : Los norteamericanos '
iguales. Por el contrario, se pien- más que a los soñadores. Lo efi­ valoran enormemente la iniciati­
. sa que es deseable que se re­ ciente, además, se traduce en va individual por oposición a la
compense a las personas según dinero. Los norteamericanos conformidad. Reconocen, por
su talento y esfuerzo personal, lo también valoran mucho a quie­ supuesto, que tienen responsa­
. que da como resultado diferen­ nes saben resolver las cosas de bilidades hacia otras personas,
tes niveles de vida. modo eficaz y sin desperdiciar pero insisten en que las perso­
2. L o g ro y é x ito p e rs o n a l. El estilo recursos. Hacer las cosas mejor nas deben ser libres a la hora de
de vida norteamericano estimula y del modo más eficiente es algo elegir qué es lo quieren hacer
la competitividad, lo que permite que se valora mucho. con sus vidas.
establecer recompensas a la 6. P ro g re s o . Los norteamericanos 10. R a c is m o y s u p e rio rid a d . A pesar
medida de los méritos persona­ son gente optimista. Pueden de aquellos valores como la
les de cada uno. El éxito perso­ tener sus arranques de nostal­ libertad, el mérito personal o el
nal es algo que se alienta y valo- gia, ciertamente, pero la tenden­ individualismo, la mayoría de los
- ra, pero no algo que haya que cia es a pensar que el futuro va a norteamericanos sigue todavía
disimular bajo el manto de la ser mejor que el pasado. Esta fe enjuiciando a las personas se­
modestia. El que obtiene éxito es en el progreso se puede ver cla­ gún su género, raza o clase
un «triunfador» ( w in n e i)t que ramente en ese tipo de esló- social. En concreto, los nortea­
siempre es positivo. ganes publicitarios en los que mericanos valoran más positiva­
3. C o n fo rt m a te ria l. El éxito, gene­ se identifica «lo último» con «lo mente a los hombres que a las
ralmente, se traduce en ganar mejor». mujeres, a los blancos que a los
dinero, y así, en disfrutar de las 7. C ie n c ia . Los norteamericanos negros, a los descendientes de
cosas que se pueden comprar. valoran mucho ia ciencia y el tra­ inmigrantes europeos que a los
Los norteamericanos pueden bajo de los científicos, que va de otras regiones del mundo, y a
estar de acuerdo en que el dine­ mejorando progresivamente la los ricos o a los,más afortunados
ro no trae la felicidad, pero esto calidad de vida de las personas. que a los megos afortunados. A
no les hace unos anacoretas. Los norteamericanos se consi­ pesar de que les gusta definirse
4. A c tiv id a d y tra b a jo . üLprptotipo deran, sobre todo, gente racio­ como una sociedad de iguales,
del héroe americano (desde nal, lo que explica su tendencia parece que ellos mismos pien­
Kristi Yamaguchi, una patinado­ (sobre todo entre los hombres) a san que hay unos más iguales
ra olímpica, hasta el personaje rechazar otras fuentes de cono­ que otros. $
114 © Las bases de la sociedad

Según Sumner, mores son todas aquellas normas esencia­ nas interfieren con el entorno natural en que viven. Cono­
les para el mantenimiento de un determinado modo de cen muy bien el ciclo de lluvias y la conducta y movi­
vida. Dada su importancia, Sumner pensaba que el apego mientos de los animales que cazan. Por el contrario, las
a estas normas tenía una fuerte carga emocional. Estas sociedades más desarrolladas tecnológicamente tienen un
normas son válidas en todo momento y lugar, y se espera impacto mucho mayor sobre el entorno, pues tienen la
que toda persona, independientemente de su condición, capacidad de explotar los recursos naturales a gran escala
las respete^JLa violación de cualquiera de estas normas y a la medida de sus intereses y prioridades.
(por ejemplo, de la que prohibe las relaciones sexuales Debido a que en la sociedad occidental tendemos a
con los ñiños) provoca una respuesta inmediata y contun­ valorar mucho la ciencia y los avances tecnológicos, tam­
dente por parte de la sociedad. bién tendemos a juzgar a las sociedades que tienen una
Sumner también habló de las costumbres, para refe­ tecnología simple como sociedades menos avanzadas.
rirse a las reglas de conducta que se siguen en la interac­ Por supuesto, hay muchos factores que pueden confirmar
ción rutinaria o cotidiana. Estas tienen menos importan­ este modo de pensar. Porejemplo, la esperanza de vida al
cia que las anteriores y no implican una fuerte adhesión nacer en Europa es hoy en día superior a^J^s 75 años,
emocionalJL*as costumbres, entre otras .cqsas, .hacen refe­ mientras que entre los yanomamo es de unos 40 años.
rencia a las normas de etiqueta y cortesía. Por decirlo bre­ Pero hay que tener mucho cuidado y evitar la auto-
vemente, mientras que lo que Sumner llamó mores sirven • complacencia cuando juzgamos otras quitaras. A pesar de
para distinguir lo que es moral e inmoral; las costumbres que a muchos yanomamo les gustaría tener tecnología
sirven para distinguir entre la conducta adecuada y la ina­ moderna (armas de fuego para cazar, por ejemplo), la ver­
decuada, indiscreta o impertinente. Dado que son normas dad es que, en términos comparativos, están bien alimen-*
menos importantes, la sociedad es más flexible o toleran­ tados, y la mayoría está bastante satisfecha con su vida
te con quienes no cumplen con ellas. Aun así, el infractor (Chagnon, 1992). Para evitar autocomplacenqias, convie­
no se suele ir de vacío y recibe un castigo. Por ejemplo, el ne recordar que si bien nuestras tecnologías esüfei alivian­
que se ha olvidado de ponerse la corbata para asistir a una do o haciendo desaparecer muchos trabajos físicamente
cena formal se arriesga a que, ofendidos, los anfitriones y agotadores, o combatiendo eficazmente muchas enferme­
el resto de los invitados decidan ignorarle toda la noche. dades, también están contribuyendo a crear niveles de
estrés bastante peligrosos, y deteriorando el entorno natu­
ral a veces de modo irreversible. Y, por supuesto, tenemos
Cultura material y tecnología ’i ~
0ft W 'tM 'í/W armas muy sofisticadas, capaces de destruir en cuestión
Además de estos elementos intangibles (las normas y los de segundos todo lo que la humanidad ha creado en toda
valores), tenemos también que referimos a los componen­ su historia.
tes tangibles de la cultura: los artefactos, como a veces se Para concluirles conveniente señalar que lajggnología
llaman. Los chinos comen con palillos, mientras que los es, como las normas o los valores, un elemento cultural
europeos utilizan el cuchillo y el tenedor, los japoneses que también varía dentro de Europa. Aunque muchos de
ponen esteras en el suelo en lugar de alfombras; y en la nosotros no podríamos vivir sin el CD, el vídeo o el
India mucha gente prefiere llevar ropas más amplias y microondas, hay otros muchos que no pueden''comprar
menos ajustadas que las que llevan los occidentales. Para este tipo de aparatos, y otros que, sencillamente, los
alguien que no esté familiarizado con la cultura material rechazan. En términos generales, los países del norte de
de otra sociedad, cosas com o éstas le parecerán tan extra­ Europa son más ricos que los del sur (que tienen un mejor
ñas como la lengua, los valores o las normas. clima, sin embargo).
Los artefactos de una sociedad generalmente reflejan
los valores de esa sociedad. El hecho de que las flechas
^ E ¡ a u g e de la s le n g u a s m inorita ria s
envenenadas sean un objeto muy valorado por los y ano-
mamo de la selva amazónica, por ejemplo, refleja la Desde los años sesenta, tanto en Estados Unidos como en
importancia que concede esa sociedad a las habilidades Europa se está viviendo lo que podemos llamar un auge
guerreras. de las lenguas minoritarias. Este auge se explica porque
Además de reflejar los valores, la cultura material tam­ algunos pueblos y grupos étnicos han adquirido una
bién Tievéta la tecnología de una sociedad. Entendemos mayor conciencia de su identidad cultural y lingüística.
aquí por tecnología, el conocimiento aplicado de que dis­ Según datos del censo de 1990, de los 230 millones de
pone una sociedad y que le sirve para sobrevivir. La tec­ norteamericanos mayores de cinco años, 32 millones (un
nología, por decirlo brevemente, es el vínculo de unión 14 por ciento del total) hablan en sus hogares otra lengua
entre el entorno natural en el que vive una sociedad y su distinta del inglés: el 54 por ciento el español, el 14 por
universo cultural. Los yanomamo, uno de los pueblos ciento una lengua asiática, y el restante 32 por ciento otra
menos desarrollados tecnológicamente en el mundo, ape­ lengua (según datos del censo, son 25 las lenguas que tie-
o , ^Ü vA-o y L o s . Q ) W o s *
/ V c j t V o c - C jW \ o \ s
A C E R C A M I E N T O A LA R E A L ID AD

D A RSE CUENTA
Percibir lo que ocurre, lo que hacen los demás, es algo que hacemos sin pro­
ponérnoslo. ¿Cómo lo hacemos? ¿Con qué medios contamos para lograrlo? Una
primera respuesta apunta a los sentidos y, dentro de ellos, todos son importantes pa­
ra aeerQamos a la realidad. Al pensar en la observación, la vista aparece como un
sentido especial, pero no suele trabajar solo sino íntimamente ligado al oído y aun
al olfato. Por otra parte, el tacto permite que un bebé conozca la realidad que lo
rodea y es un sentido privilegiado en la relación amorosa mientras que el gusto, uni­
do al olfato, condiciona nuestra conducta alimentaria.
En la medida en que estamos despiertos, nuestros sentidos no dejan de funcio­
nar y esto significa que están alertas para recibir estímulos de la realidad que nos
rodea. Esos estímulos nos provocan diferentes sensaciones. Se produce aquí el si­
guiente circuito:
Un órgano de los sentidos recibe- el estímulo más largo - una vía nerviosa lo
transmite - el cerebro lo recibe y lo registra de una manera determinada.
Por ejemplo, en el caso de la audición nos encontramos con el oído cómo ór­
gano receptor de estímulos, la vía nerviosa correspondiente que lo transporta, una
zona especializada del cerebro que registra el estímulo como un sonido determina­
do, como lo sería el ruido de un mosquito zumbando alrededor de nuestra cabeza.
A partir de ese estímulo, pondremos en marcha la respuesta que es nuestra conduc­
ta para el caso: otra zona del cerebro, a través de una nueva vía nerviosa, envía
una orden a la mano para que se mueva y termine con el mosquito. Nos vamos a
centrar aquí en la primera parte del proceso, que incluye al estímulo, el órgano re­
ceptor y la sensación que se produce.
En algunos casos este mecanismo no se pone en marcha. Esto ocurre, por ejem­
plo, cuando el sueño es profundo y no llegamos a registrar el zumbido del mosqui­
to. En ese caso decimos que el estímulo está por debajo de un nivel o umbral mí­
nimo de percepción. Puede ocurrir que el estímulo sea fuerte pero la persona sorda
y tampoco lo registre; también puede suceder que nuestro cerebro dormido confun­
da los estímulos recibidos y rompamos de un manotazo un excelente despertador de
sonido muy suave y persistente. ^
m
La sensibilidad a los estímulos muestra una enorme variación de persona a per­
sona. El dolor es percibido de manera muy variada al punto de que existe quien se
desmaya por un pequeño pinchazo mientras otro tolera sin problemas heridas muy
graves. La educación tiene mucha influencia en nuestro modo de percibir. En nues­
tra cultura las personas comunes, no los artistas, reconocemos dos o tres tonos de
verde, pero algunas tribus africanas para quienes cada color de las hojas de los ár­
boles que los rodean es de fundamental importancia, llegan a reconocer cincuenta.
También un experto én perfumes o en vinos tendrá un amplio rango de percepción
desconocido para el común de la gente. Se han investigado diferencias de percep­
ción en mujeres y en •hombres, en personas del mismo sexo pero diferentes edades
_y en personas de diferente medio cultural, encontrándose variaciones importantes.
ríDJOULUUIM

PE R C IB IR LO IN TER N O
•V,
¿A™ Hasta aquí hemos hablado de estímulos que provienen del exterior de nuestro
organismo. Pero también los recibimos desde su interior y los registramos como sen­
l saciones agradables o desagradables. Cuando se le enseña a un bebé de 1 1/2 a 2
ÍA [ años que controle sus esfínteres, éste se va a encontrar con la novedad de que los
r estímulos* que vienen de su aparato digestivo o del excretor, los cuales no tenían
/ mucho interés para él, se han vuelto importantísimos para su madre, ansiosa por de- (
' • ^ jar de cambiar pañales, y comenzará a percibirlos a tiempo. ‘ (
Todos registramos éstos y otros estímulos internos que nos advierten que teñe- ,
mos hambre o sueño, frío o calor, un dolor en un músculo o piel de gallina. Tam­
bién sabemos, aun con los ojos cerrados, en qué posición está todo nuestro cuerpo /
o solamente un brazo. (
Retomando las experiencias de privación de las que hablamos en el capítulo an­
terior, se hicieron algunas con voluntarios en condiciones de ^privación sensorial.. Se
hada vivir a la persona dentro de una habitación perfectamente acolchada a lá que
no llegaba ningún ruido y que estaba absolutamente a oscuras. Sus manos y sus
pies estaban enguantados por lo que no tenía a disposición el tacto; podía alimen­
tarse sin esfuerzo en esas condiciones pero no tenía ninguna relación con seres hu­
manos mientras durara la experienda. Una de las consecuencias de estas pruebas era
la comprobación de que los estímulos del, propio cuerpo (sonido de los latidos car­
díacos, ritmo respiratorio e intestinal) llegaban a convertirse en insoportables. Con
ellas se intentaba estudiar lo que le ocurría a prisioneros de guerra, exploradores y 1
náufragos en situaciones especiales, todos los cuales habían demostrado una conduc­
ta anormal al ser rescatados. Cuando el experimento se llevaba adelante durante sie­
te días aparecía en el voluntario: ansiedad, incapacidad para concentrarse, a veces
alucinadones y un estado emodonal muy intenso y desagradable.

18
ACERCAMIENTO A LA REALIDAD

SENSACIONES
Por lo general nuestro acercamiento a la realidad no es simple, no responde a
un estímulo por vez, a un único mosquito dando vueltas en medio del silencio de
la noche. Podemos registrar vagamente, mientras comenzamos a donnimos, un con­
junto de estímulos al mismo tiempo: calor, una bocina de automóvil en la calle, la
luz que prendió el vecino en la ventana de enfrente, sed, y culminando todo, el
mentado mosquito zumbando alrededor nuestro. Los estímulos] que nos llegan son
datos que organizamos en una totalidad y que nos permiten ^saber que es verano,
que estamos en nuestra casa donde siempre hay ruido de bocinas, que son alrede­
dor de las doce de la noche, hora en que nuestro vecino vuelve a su departamen­
to y que la comida de la cena estaba demasiado salada.
i
Aquí podemos diferenciar dos aspectos: 1. las sensaciones, qüe son el conjunto
de informaciones, más o menos desordenadas que nos llegan desde nuestros órga­
nos de los sentidos; 2. la capacidad deorganíza* esos datos de la realidad en un
todo organizado al que denominamos percepcióri/Esto será más claro si profundiza­
mos aquello que entendemos por todo mganízado. Entendemos por tal a un conjun­
to de elementos y las relaciones que los vinculan. Podemos aplicar esta definición
tanto a una mesa en la cual sus partes, tabla y patas, se relacionan de un modo Cjd^
particular y no de cualquier forma para producir el todo organizado “mesa" como a
un grupo de personas en el cual sus miembros y las relaciones que los vinculan (ser
padre, hijo, tío, abuelo, nieto, hermano) conforman el todo organizado “familia”.
En el caso de la percepción también se trata de un conjunto de elementos y de
las relaciones que existen entre ellos. Percibir que estamos en verano depende de
vincular el calor, los mosquitos, la persiana levantada que deja entrar luz, el ruido
del vecina. > íV
La madre de Ignacio por su parte, tiene la percepción de una totalidad que no
logra entender pero que le permite pensar que algo fuera de lo común ocurre esa
noche en su casa.

•* < A « ry Q ju ^ M r t o í -

ORGANIZANDO LA REALIDA D
Adjudicamos a la percepción) la capacidad de organizar los datos de la realidad.
Pero ¿cómo? Llegados 'ar esté punto tenemos que dar una salto y salir del mundo
de los estímulos y las sensaciones para introducirnos en las teorías que intentan ex­
plicar este fenómeno.
Max Wertheimer (1880-1943), y a partir de sus estudios, W. Kohler y K. Koffka,
fueron los fundadores de una escuela dentro de la psicología que se denominó Psi­
cología de la Gestalt (gestalt significa “forma", “figura”, en alemán). Formados dentro
de la física, estudiaron la percepción en los seres humanos a nivel de la visión y
descubrieron leyes que se podían demostrar a través de ingeniosos experimentos y
que permitían entender un problema crucial: cómo percibimos la realidad. Esta es­
cuela consideraba que el conductismo atomizaba la realidad, la reducía a porciones
tan pequeñas de estudio que "perdían "sentido.-Como expresión -de-su enfoque anti-— ---- -----
atomista, la teoría de la Gestalt genera el concepto de percepción como todo orga­
nizado. Para mostrarlo con un ejemplo, cuando uno ve a una persona por la calle

19
y la reconoce a pesar de haber pasado diez años, de tener otro corte y color de
cabello, de haber engordado, esto es el resultado de que no se perciben detalles ais­
lados sino un conjunto de ellos que se organizan en una totalidad que incluye rio
sólo rasgos físicos de esa persona sino también su modo de caminar, de hablar, de
sonreír, un* perfume. Lo primero qpe establecieron los estudios de la Gestalt fue cuál
era la condición básica para que existiera percepción: esta condición era que se di­
ferenciara una figura sobre un fondo. Toda persona que comience a utilizar una cá­
mara de fotografía o de video recibe como advertencia que trate de aislar lo mejor
posible a la persona que quiere destacar, es decir que ponga en el lugar de la fi­
gura al personaje central de la fiesta y como fondo a los invitados y el paisaje. No
es raro que en esas primeras pruebas se viole esta condición y sea casi imposible
identificar a nadie. Si en vez de considerar al sentido de la vista pensamos en el oí­
do, la madre de Ignacio en nuestro ejemplo estaba atenta a su conversación telefó­
nica (figura) con un fondo de sonidos de su casa. Ocurre a veces que confundir es
el objetivo y lo que se intenta es mezclar la figura y el fondo, por ejemplo en el
camouflage de tanques de guerra con ramas o como lo hacen algunas especies ani­
males que han subsistido gracias a confundirse con la vegetación. Aquí se viola la
condición básica y el resultado es que se dificulta o se imposibilita la percepción.

La ilustración 3. muestra un grupo particular de figuras las cuales han sido de­
nominadas reversibles, ya que podemos ver en ellas una parte que oficia de figura,
la copa, sobre un fondo negro o bien las caras de dos gemelos sobre otro fondo
I blanco. No importa cuál sea la figura que se privilegie, siempreaparecerá en esta
\ imagen una parte como figura y otra como fondo.
Si volvemos a la madre de Ignacio y al sentido del oído, cuando los sonidos
de su casa salen de lo común, se revierte la situación: presta atención a éstos (figu­
ra) y la conversación de su amiga se convierte en fondo.
ACERCAMIENTO A LA REALIDAD

LA GESTALT Y SUS LEYES


Además de la condición fundamental para obtener una percepción, la escuela de
la Gestalt ha definido leyes referidas a procesos que realizamos sin damos cuenta y
que nos llevan a determinadas percepciones. ¿Qué nos ocurre cuando percibimos una
figura poco definida, confusa? No nos rendimos ante la confusión sino que tendemos
a completarla o bien a organizaría, a encontrar en ella algo inteligible aunque sepa­
mos claramente que es imperfecta. Este principio se ha utilizado en diversos tests psi-
~ ° Jr —*** “o i—— > "i— ' —
ñas, ya que la falta de definición permite proyectar como <5n una pantalla, sobre esa
figura confusa, aspectos de nuestra vida interior y la necesidad de organizaría com-
pleta la tarea. Esta ley; denominada de pregnancia es la qu<e se ejemplifica en la ilus-

4* Los tests p ro ye cta o s intentan p o n er


en jue g a la ley de pregnancia
analizando qué formas
le sugieren las figuras borrosas a cada
persona, La Ilustración corresponde a l
test de Philllpson.

Una situación diferente nos la plantea la persona que está apoyada contra una baran­
da; le vemos la cara, el torso, un brazo y los pies. La ley de continuidad nos permite ter­
minar de armar una figura, ilustración 5., completarla como lo haríamos con un sol par­
cialmente cubierto tras las nubes en un dibujo infantil. ¿v
En el caso de que nos encontremos ante trazos incompletos, la ley de cierre explica
que tendamos a cerrar tales trazos incompletos viendo así figuras, como ocurre en la ilus­
tración 6. Cuando vemos una serie de líneas como las de la ilustración 7., tendemos a
agruparlas de a dos simplemente porque están cerca. La ley de proximidad explica que
tendemos a agrupar los estímulos que están próximos entre sí, por ejemplo formando
pares con zapatos que se han ubicado cerca en una fotografía publicitaria.
6* La ley de- cierre perm ite c o m p re n d er que
percibam os com pletas figuras cuyas
líneas están Incom pletas-

parcialm ente cubierta .


La ley de semejanza explica nuestra capacidad de agrupar por características co­
munes a los elementos (forma, color, posición) de manera que una serie de puntos
rojos en medio de otros verdes nos pueden señalar claramente un camino, porque
tendemos a unir todos los puntos de igual color (ilustración 8).

7m Tendem os e c o n sid e ra r que las líneas que se


encuentran pró xim a s forman un p a r
(ley de proximidad).

O o•••
o oo»*
o o•o•
o •ooo
• oooo
'8»La le y de sem ejanza
exp lica que unamos los p untos
oscuros form ando una flecha.

9» El c o n t r a s t e perm ite llam ar la


atención sobre lo que se quiere
resaltar com o figura.

r f 7
En los avisos publicitarios suele utilizarse con éxito la ley de contraste que ex­
plica nuestra tendencia a percibir mucho más claramente una figura en la medida en
que ésta tenga mayor contraste con otras que la rodean, como ocurre cuando se ubi­
ca un producto en colores en medio de otros semejantes en blanco y negro (ilus­
tración 9). Como la publicidad usa y abusa del color, últimamente se obtienen bue­
nos contrastes con figuras en blanco y negro sobre fondo de color.
Hasta aquí hemos hablado sobre el sentido de lá vista, pero estas leyes pueden apli­
carse a otros sentidos. Por ejemplo, un médico al palpar reconoce diferencias en las su­
perficies como formas que resaltan sobre el fondo. Algunas melodías nos obligan a reali­
zar el cierre en nuestra mente de lo que estamos-oyendo. Un condimento permite realzar
por contraste otro sabor.

22
A C E R C A M I E N T O A LA R E A L I D A D

EL N EW LO O K .
Pese a los cambios que sufren los objetos tendemos a percibirlos como relativa­
mente estables, lo que nos permite justamente reconocerlos, A este fenómeno se lo
y denomina constancia. Una vez que nos hemos formado una imagen del objeto, la \
constancia de tamaño nos hace percibirlo como del mismo tamaño aunque esté a

y
/ < r\
distinta distancia, la de forma nos hace verlo igual no importa el ángulo desde el
cual se lo mire, tendemos a seguir percibiendo los colores que le conocimos aun­
que hayan hecho ligeras modificaciones y también lo vemos con el mismo brillo
aunque cambie la luz.
Lo que percibimos es muy diferente de acuerdo a qué experiencia y qué apren­
dizaje previos tenga el observador. En los años 50 en Estados Unidos surgió una co­
rriente psicológica llamada New Look (nueva mirada), detrás de J. Bruner y L. Post-
man, la cual se dedicó a estudiar qué aspectos influían sotare la persona que perci­
bía. Consideraron los siguientes:
i 1. las necesidades y deseos, es decir la motivación.de la persona la cual
le hace percibir aquello que le proporcionaría satisfacción. El hambre, por
ejemplo, altera la percepción; la persona hambrienta tiende a percibir comida.
2. las expectativas; se tiende a percibir lo que se espera, aquello que re­
sulta más familiar, por ejemplo ver un cartel tal como se está acostumbrado a
verlo aunque contenga un error grosero.
3. el estilo de cada persona para enfrentarse al ambiente que lo rodea. Al­
gunas personas perciben más un conjunto que los detalles, no pudiendo re­
o ,tA cordar por separado el color, la forma o el tamaño de los objetos; otras en
cambio reparan en tales detalles.
4. la cultura en la que se creció, la cual entrena en cierto modo de per­
cibir la realidad. Una persona que ha crecido en la ciudad aprende a percibir
ciertos ruidos que no son descifrables para alguien que haya crecido en el
campo.
/
Estos estudios completaron los desarrollados en su momento por la escuela de
la Gestalt.

ATENCIÓN!
^ ^ $ ■ i
/y qV Que algo nos llame la atención responde a las leyes de la percepción estudia-
V
-.vq $ , y ' ¿
^ ^°r *as teor*as ya expuestas; cuando esto ocurre, esa zona del mundo que nos
rodea se ilumina con más intensidad que el resto y nos concentramos en ella.

^ S a1 A veces hay discordancia- entre lo que el mundo a nuestro alrededor nos exige
(\ y lo que nuestro mundo interno nos propone como centro de atención. Los demás
dicen entonces que estamos distraídos. Ocurre que como pasa con la luz de una lin­
•aQ> $ terna, la atención tiene un foco, una zona de concentración hacia aquello que nos
interesa y una zona marginal donde ésta se va dispersando. A -veces el foco está., ubi-- .~
> y . cado en lo que estamos pensando y dejamos a la realidad que nos rodea en la zo-
A j' na marginal. En otro ejemplo, si una persona está prestando atención a la pantalla
PblOULUtalA
I

del cine su foco está ubicado en ella, pero eso no impide que en la zona marginal
perciba a alguien que llega tarde. Mantener la atención en forma prolongada es un
problema ligado a la práctica: un niño pequeño tiene lapsos muy cortos de atención, 1
pero a medida que la va ejercitando logra mejores resultados. ,
Volvamos a la casa de Ignacio. Su madre recibe ciertos estímulos mientras está (
hablando por teléfono y tiende a organizados de acuerdo con lo que conoce de su
casa y de su familia, pero algo en ellos desentona, resalta por contraste sobre el fon­
do, le llama la atención. Decide investigar considerando la posibilidad de haberse en- i
gañado y que nada extraño esté ocurriendo sino que el portazo que escuchó lo ha- j
yan dado los ruidosos del piso de- arriba y que su marido hablara fuerte solamente
porque Ignacio tenía puesto el Walkman. 1

EN G A Ñ O S D E L A PE R C E PC IÓ N
yn tema muy interesante dentro de la percepción lo constituyen las ilusiones
perceptivasmlas cuales, como lo indica su nombre, son falsas o inexactas. Se entien­
de por ilusión a una deformación del objeto que conforma el estímulo de la percep­
ción, algo que nos ocurre permanentemente. Por ejemplo, a veces nos parece ver a
una persona conocida por la calle y luego no es quien creíamos; modificamos sin i
damos cuenta algunas caracteiísticas de otra que tenía alguna semejanza y por un
momento nos pareció idéntica a la conocida.
Las- ilusiones afectan todos los sentidos pero han sido muy bien estudiadas a ni­
vel de la vista y dos de las más conocidas son: la ilusión de Müller-Lyer que nos
hace creer que las líneas que observamos son de diferentes longitudes, aunque sean
exactamente iguales (fig. 10). La ilusión de Ponzo nos lleva a pensar, a través de las
líneas convergentes, que el rectángulo B es mucho mayor que el A (fig. 11).

10 • Ilusión de M üller-Lyer: am bas líneas son


iguales, p e ro una p a re c e m ás corta .

11* Ilusión de Ponzo: e l d urm iente que apoya


sobre las vías ce rca d e su unión parece
m á s largo que el otro.

24

?A '
A C E R C A M I E N T O A LA R E A L I D A D

Si las ilusiones alteran la percepción de un objeto existente, las alucinaciones, en


cambio, provocan una percepción cuando no hay ningün objeto. Una persona que
alucina puede mostrarse aterrada por la visión nítida de un león que sólo ella per­
cibe pero que para su mente es totalmente real. 'Mientras que las ilusiones forman
parte de la experiencia psíquica normal, las alucinaciones son indicadores de enfer­
medad mental.

EL PAPEL D E L A M EM O RIA
SLaquello que percibimos es interpretado por nosotros en función de conoci­
mientos y experiencias previas, es obvio que la memoria -nuestra capacidad para re­
tener esas experiencias y evocarlas cuando las necesitamos- tendrá gran importancia
en relación a ella. Retener conocimientos y ~3pertehcias, nos posibilita reconocer per­
cepciones, nos ayuda a no repetir errores, a encontrar soluciones, nos permite tole­
rar malos momentos recordando que hubo buenos y disfrutar de los buenos cuando
ya pasaron.

12* La memoria es un fenó­\


meno que ocurre solamente
cuando las neuronas se po­
nen en contacto a través de
los neurotransmisores.

¿Dónde guardamos todo lo que percibimos, lo que nos sucede, lo que pensa­
\ mos? Estudios recientes sobre la estructura de la memoria suponen que la misma no
es un depósito estático de recuerdos sino que está formada por redes de neuronas
entre las cuales queda atrapada. nuestra vida pasada. Las neuronas son las células
que forman el tejido cerebral y tan importantes como ellas en este proceso son las
zonas de contacto entre ellas, las que permanecen la mayor parte del tiempo desac­
tivadas activándose •a través de sustancias químicas específicas llamadas neurotrans-
misores.
En el momento en el que se; produce el neurotransmisor las neuronas se ponen en
contacto y transmiten un impulso1'que activa la emergencia de"un determinado recuerdo.
Las formas en que estas células se contactan son muy complejas y se les da el nombre de
redes. Cuando no se forman los neurotransmisores las células neuronales permanecen
aisladas.
Entonces habrá recuerdo solamente cuando están activadas ciertas neuronas me­
diante sus correspondientes neurotransmisores, mientras que no habrá nada cuando
no están activadas. Es decir, no se trata aquí de un archivo estático sino de un mo-

25
PSICOLOGIA U

délo más semejante al de la computadora que, o bien tiene información disponible


cuando está encendida y recibe una orden que activa un circuito, o bien la tiene en
potencia, pero no a disposición, cuando se encuentra apagada o sin una orden ade­
cuada.

1 v
RECORDAR 4 íV o
¡¡jX W C jQT cZC

¿Qué mecanismos aparecen en juego.para que algo se convierta en recuerdo ya


que no recordamos todo lo que percibimos?
El mecanismo por el cual algo se va convirtiendo en recuerdo pasa por tres eta­
pas, y la mayoría de lo que llega a‘ nuestra mente no alcanza a la tercera. De ma­
nera inmediata actúa la memoria sensorial que dura solamente medio segundo y es­
tá estrechamente ligada al sentido que recibe el estímulo, por ejemplo el oído cuan­
do se dictan una serie de palabras desconocidas para la persona. Cuando se trata de
repetirlas puede hacerlo en muy pequeño número y el recuerdo no subsiste luego
de medio segundo. Si, en cambio, alguien recibe un número de teléfono, la capaci­
dad para retenerlo hasta que termine de discar corresponde a lá memoria a corto
plazo. Ésta tiene una capacidad limitada y dura alrededor de treinta segundos. Fi­
nalmente es la memoria a largo plazo la que nos permite, entre otras cosas, estudiar
y recordar hechos de la infancia.
Cuando nos proponemos recordar apelamos a dos tipos de mecanismos: él re­
paso mecánico, que consiste en repetir hasta el cansancio lo que se quiere memori-
zar Gas tablas de multiplicar, por ejemplo). Este mecanismo de por sí tiene poca efi­
ciencia. Pero también utilizamos el repaso elaborativo que consiste en relacionar lo
nuevo con algo conocido, es decir que cada tabla nueva la relacionamos con otras
ya aprendidas y esto las retiene duraderamente en nuestra memoria. Veamos el si­
guiente ejemplo: tratemos de retener esta lista de letras: MSSUOUQSRhL Podemos
usar el repaso mecánico y repetirla infinidad de veces hasta recordarla, de todos mo­
dos la olvidaremos rápidamente. Pero si con ellas formamos las siguientes palabras:
ONU, URSS, OMS c|ue son siglas conocidas, es decir, si las relacionamos con cono­
cimientos previos, podremos retenerlas fácilmente.
Sin embargo, la mayoría de lo que recordamos se graba sin que nos lo haya­
mos propuesto. Paradójicamente los recuerdos casuales se mantienen con más fuerza
que aquellos en los que gastamos muchas energías. Ante todo, la memoria no está
apartada de los afectos, aquellas situaciones que nos han impactado de manera muy
fuerte, una gran alegría o un gran dolor, se mantienen con gran facilidad en la me­
moria. En otras épocas era una costumbre cuando se quería que un niño recordara
algo, darle una cachetada. Esto se usaba para que no olvidara una prohibición pero
también se hacía si se quería que recordara al cometa Halley que no volvería a ver
en su vida y al que no podía, por su edad, darle mayor importancia. Seguramente,
recordaría la cachetada y, por asociación, el momento en que se la dieron sin justi­
ficativo alguno.
Sea como sea que se haya retenido el recuerdo, cada vez que lo evocamos lo
reconstruimos, es decir que a lo largo de los años lo modificamos de diferentes ma­
neras, sin proponérnoslo. A este fenómeno se lo llama memoria reconstructiva y se
supone que con él tendemos a embellecer lo que no nos gustó y si no podemos,
a olvidarlo.

26
W ju* y* v
i\lC
1 ***** A C E R C A M I E N T O A L A R E A L I D A D

LAS FALLAS D E LA M EM O RIA


¿Por qué no'podemos recordar? La falla puede haber ocurrido en la retención
del hecho y entonces, no tenemos nada para evocar; o bien puede haber recuerdo
pero fallar la capacidad de evocarlo como ocurre guando decimos: “lo tengo en la
punta de la lengua...”. La teoría del decaimiento sostiene que el simple paso del
tiempo disminuye la retención en la memoria de corto plazo, mientras que la teoría
de la interferencia explica que algunos datos no se retuvieron porque la información
se confundió con otra. Por ejemplo, una madre va muy apurada a anotar un nú­
mero telefónico1importante que le acaban de dar y que repite para no olvidarlo.
Mientras se acerca al lápiz y papel, su hijito de cuatro años divertido por la situa­
ción también comienza a repetir números, sólo que diferentes. En un segundo la ma­
dre olvidó el número correcto porque se ha producido una interferencia.
A la falla de la memoria que afecta de manera estable la memoria, en particu­
lar la de largo plazo, se la llama amnesia. Es la incapacidad total o parcial de re­
cordar experiencias pasadas. Ciertos golpes en el cráneo pueden provocar este fe­
nómeno y a partir de ellos se olvida todo lo relacionado con el golpe y los mo­
mentos inmediatamente posteriores. También algunos hechos que nos impactaron mu­
cho, que nos golpearon no ya de manera concreta sino que nos resultaron demasia­
do dolorosos desde el punto de vista psíquico pueden ser olvidados en vez de re­
cordados intensamente. ¿Cómo se explica este tipo de olvido ligado a una situación
que fue muy dolorosa y que no recordamos? La teoría psicoanalítica sostiene que
ese recuerdo no se ha borrado, que se retiene de manera inconsciente fallando la
capacidad de evocarlo, a causa de un mecanismo denominado represión, pero que,
a lo largo de un tratamiento adecuado o durante un sueño, puede volver a la con­
ciencia, es decir puede ser evocado.
¿Cuántas novelas se han escrito en base a personajes que han perdido total o
parcialmente la memoria? Una gran cantidad, porque es siempre un tema apasionan­
te el de aquel ser humano que al no recordar se pierde a sí mismo, vive sin iden­
tidad, no reconoce lo que lo rodea, no puede actuar con seguridad en la medida
en que todo le es desconocido. \ * *
J 4*’-
La amnesia es la falta de recuerdos, pero también existen las ilusionesggje la me­
moria. Algunas veces caminamos por un lugar que sabemos que nos es desconoci­
do y de pronto tenemos la intensísima sensación de haberlo visto antes. Este fenó-
meno fue denominado deja vu (“ya visto", en francés) y se: lo considera un fenóme-
no ligado al cansancio, a veces a la epilepsia, pero hace creer a los más ingenuos
que han vivido una vida anterior en la cual transitaron calles o paisajes desconocí-
dos en ésta.

AHORA, E L PEN SA M IEN TO


Hemos hablado hasta aquí de la percepción, de la atención y de la memoria co­
mo capacidades que noá permiten acercamos, conocer y reconocer el mundo que
- ■ nos rodea. Nos falta analizar una- capacidad de enomie importancia, el pensamiento."----
El pensamiento es lo que nos permite diferenciamos del resto de los animales, lo
que nos posibilita solucionar problemas y crear intelectualmente. Partimos de la percep- ' \

i €)
27
ción, de la memoria, pero el pensamiento es lo que lleva a tales funciones a su punto más.
alto, influyendo a su vez sobre ellas.
¿Cómo definirlo? Podemos considerarlo -como unjflujo de imágenes y conceptos
que se ordenan hacia un fin. Cuando nos planteamos un problema o nos interesa­
mos en algo, pensamos, es decir ordenamos contenidos de nuestra mente de mane­
ra lógica para comprender lo que nos interesa. Los ^elementos de nuestro pensamien­
to son: imágenes y conceptos.
Las^imágenes son representaciones de aquello que nos rodea que no se encuen­
tran estáticas en nuestra mente, sino que, en caso necesario, podemos manipularlas,
hacerlas girar en el espacio para entenderlas mejor. Los conceptos son categorías
mentales con los cuales clasificamos el mundo que nos rodea y a las que llegamos
a través del ^mecanismo de abstracción.
Tenemos el concepto “gato” o el concepto “cariñoso”, que no responden a un
sujeto o a la cualidad de un sujeto en particular sino que son generalizaciones a las
cuales llegamos a partir de abstraer características de diferentes sujetos o cualidades
que vamos conociendo. Los conceptos suelen ser vagos, poco precisos, excepto en
algunos aspectos de la vida que conocemos con todo detalle. Cuando tenemos que
aplicarlos a la realidad a menudo nos crean problemas, por ejemplo: si tenemos el
concepto “árbol” que para nosotros incluye la característica de tener una gran altura,
nos encontraremos, en.problemas para reconocer como tal a un árbol enano. Enton­
ces nuestro cerebro hace un cálculo rápido de probabilidades para ver hasta qué
punto lo que vemos se corresponde en todas las demás características con nuestro
concepto y así lo aceptamos o lo desechamos. Un aspecto fundamental de nuestra
capacidad de pensar es el de solucionar problemas, este punto lo dejaremos para tra­
tarlo en el capítulo correspondiente a la inteligencia.
Veamos qué ocurre en el cerebro con nuestra capacidad de generar nuevas
ideas. Contamos con dos hemisferios cerebrales unidos por haces nerviosos, el cuer­
po calloso. En las personas diestras, el_ hemisferio izquierdo es el lógico, racional,
ordenado por la educación; el hemisferio derecho es el imaginativo, fantasioso, crea­
tivo, Las ideas originales surgirían en el hemisferio derecho y se organizarían en el
izquierdo dando lugar así a una creación original y entendible. En los zurdos el pro­
ceso es exactamente igual pero el hemisferio derecho es el lógico y el izquierdo el
creativo.
El pensamiento también presenta anormalidades. El pensamiento mágico es nor­
mal en la infancia pero se vuelve anormal cuando es una forma predominante de
pensar <$n la vida adulta. Consiste en la convicción de que determinados pensamien­
tos, gestos o posturas (atar un pañuelo, parar una escoba detrás de la puerta, con­
centrarse en una idea, mirar intensamente una fotografía, etc.) permiten de manera
misteriosa conducir a la satisfacción de ciertos deseos o evitar ciertos males. Es la’ba­
se del negocio de brujos, hechiceros y adivinos que lucran con la necesidad afecti­
va y la ingenuidad de muchos adultos. También las ideas delirantes son expresión de
ciertas enfermedades mentales y se definen como falsas creencias que aparecen sin
un estímulo externo adecuado y que ningún razonamiento puede modificar. Por ejem­
plo, si una persona ve un león por la calle, y ef león está allí, nadie va a decir que
es una idea delirante la que expresa, muerto de miedo, cuando grita: “Ese león me
va a comer”. Pero si alguien llama a una radio para avisar que los leones de Júpi­
ter invadirán la Tierra el 4 de junio del 2001, seguramente quienes atiendan la lla­
mada la considerarán una idea delirante.
■ A C E R C A M I E N T O A LA RE A L ID A D

LA CO N CIEN CIA
El conjunto de capacidades que analizamos hasta aquí (percepción, memoria,
atención, pensamiento) forma parte de aquello que denominamos la conciencia. El
término proviene del latín, cum scientia, y significa J^saber en conjunto^, es decir, es
la capacidad de síntesis, de unión de tpda la experiencia. Completan el concepto de
conciencia la fantasía, la inteligencia, la capacidad de aprender, pero éstas se anali­
J zan en^el capítulo correspondiente aSJla capacidad de. modificar la realidad ya que
ésa es su‘ característica más importanté.1
La conciencia es el estado normal cuando estamos despiertos y se suspende
cuando dormimos. Se pierde conciencia en ciertas enfermedades o bien por la ac­
ción de algunos tóxicos que alteran la percepción, la memoria, la atención, el pen­
samiento o todas las funciones a la vez.
La escuela conductista en sus orígenes no aceptó este concepto de conciencia,
y 'Watson formuló este principio para sustentar su posición: La conciencia, si es que
existe, no puede ser estudiada científicamente y es necesario ignorar el concepto.
!La escuela neoconductista actual acepta el concepto de conciencia aun mante­
A niendo como modo de estudio la investigación según las reglas de método experi­
V mental tal como lo exigía Watson. El psicoanálisis da una importancia menor al con­
cepto de conciencia poniendo todo el acento en lo inconsciente.

'%
LOS ASPECTOS IN CONSCIENTES

LA M OTIVACIÓN
DE LA CO ND UCTA
En el capítulo anterior hemos hablado de conducta como expresión de la conciencia,
como una acción de la cual tenemos noticia y acerca de la cual nos resulta fácil entender
por qué la realizamos. No siempre ocurre esto. Tomemos por ejemplo a los hábitos, aque­
llas acciones que realizamos automáticamente, casi sin damos cuenta, como guardar las
llaves al salir de casa. En algunas oportunidades ese automatismo fracasa y-nos encontra­
mos en la calle inesperadamente. ¿Por qué en esa ocasión no hicimos lo mismo que siem­
pre? En este caso no es la conciencia la que puede explicarlo porque no tiene respuesta.
El^estudio del porqué de la conducta es el estudio de la motivación. A menudo nos
preguntamos: ¿qué motivo tuvo para hacer esto? El motivo es la fuerza interna producida
por un deseo o una necesidad, que excita al organismo y lo conduce hada una meta. Mu­
chas de nuestras motivadones^on conscientes como la de comer cuando tenemos ham­
bre o llamar por teléfono a un amigo cuando deseamos ir al cine, y otras escapan a nues­
tra condencia. Volvamos a la memoria que describimos como una capacidad de la con-
dencia. Es daro que, a lo largo de nuestra vida, recogemos una enorme cantidad de da-
. tos que no tenemos presentes al mismo tiempo. Aquellos que no aparecen en un mo­
mento dado son “no consdentes", pero podemos disponer de muchos con cierta facili­
dad, como el nombr^de nuestros abuelos, o la calle en la que vive un amigo. En la medi­
da en que lavatención'produce un haz luminoso sólo sobre una parte de nuestros recuer­
dos y deja al resto afuera, loque queda en penumbra o en oscuridad es lo ^oconscíStér^
Pero también existe el ^olvido, es decir aquello que ocurre con dertos datos que a pesar
de que les prestemos atendón y deseemos recordar, no podemos traer a la condencia en
un momento dado. A veces, cuando menos lo esperábamos, surgen en nuestra mente
con toda daridad; otras veces, a menos que alguien nos lo diga, no tenemos posibilidad
de recordarlos a pesar de que no son algo nuevo para nosotros. ¿Qué ocurrió con esa in­
formación? Una hipótesis es que se encuentra en otra instanda o estructura psíquica que
es inconsciente, es decir que está en nuestra mente pero no podemos acceder a ella Habi-
• tualmente.

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LA H IPÓ TESIS
V
DE LO IN C O N SC IEN TE
El psicoanálisis ha basado su teoría en el concepto de Inconsciente. Sigmund Freud,
K
psiquiatra vienés, comenzó a realizar sus estudios sobre una enfermedad, la histeria, que
afectaba a gran número de mujeres. Un gran neuropatólogo de la época, Jean Martin
^ ^ \ Charcot, había estudiado el tema, en particular las parálisis que presentaban algunas pa-
cadentes luego de sufrir golpes o acddentes que les habían hedió sentir peligro de muerte
pero que no explicaban por sí mismos la magnitud de la invalidez desencadenada. Char-
M cot utilizaba la hipnosis, y en ese estado lograba reproducir en algunas voluntarias, paráli-
^sis sin necesidad de un acontecimiento que la desencadenara. Se comprobaba así que la
misma tenía un origen exdusivamente psíquico.
.......... ............ ................................................... - .....- ................. - - i — ......................................... -
De aquí surgían dos preguntas:
1. ¿había una vida psíquica inconsciente capaz de generar esos síntomas, de la cual l
paciente no tenía noticia?;
\ 2. ¿cómo llegar a ese material inconsciente y encontrar el motivo que había desenca-
^ denado la parálisis para superarla?
La hipnosis era el mecanismo que en algunos casos permitía superar la barrera de la
conciencia y llegar a los contenidos olvidados, inconscientes, de la vida de esa persona.
Era como entrar en otra parte de su mente de la cual no recordaba nada al despertar del
trance hipnótico; algunos autores de la época hablaban de “doble conciencia”.

1» El estudio de la histeria realizado por el


gran neuropatólogo Charcot. fue .el punto
de partida para los estudios de Freud
que lo llevaron a desarrollar
la teoría psicoanalftica.

A l Freud aceptó los hallazgos de Charcot, partió de la hipótesis de que existía un Iri^
consciente, una instancia que escapaba ,a nuestro-conocimiento directo pero que era fun­
damental en nuestra vida psíquica. En ella debían encontrarse recuerdos muy desagrada­
bles expulsados de la conciencia y cuya existencia provocaba las parálisis de las que su­
M k * * frían las pacientes histéricas. Si se lograba conocer ese material tan doloroso, traumático,
ese recuerdo que había actuado como un accidente en la vida de la persona dejándola in­
válida, la hipótesis de Freud era que, al poder recordarlo, desaparecería el síntoma, la pa­
rálisis. A partir de allí intentó dar con un método, mejor que la hipnosis (para el cual no
se consideraba demasiado apto) para acceder al recuerdo. Probó así otra técnica, el mé­
todo catártico creado por el médico clínico Joseph Breuer. Catarsis significa “purga” y
desde la antigüedad la idea de expulsar del organismo todo aquello que hiciera daño, co­
mo se hacía con el uso de purgantes para el intestino, era de uso habitual en la médidna.
Al comienzo el método consistía en permitir que la persona.tóblaxa> bajo hipnosis todo lo
que pudiera y al hacerlo llegara a evacuar el recuerdo traumático buscado. Esta técnica
tenía limitaciones cuando no se usaba bajo hipnosis, de tal manera que Freud la sustituyó
luego por la asociación libre de ideas, eje central de la técnica psicoanalítica.
¿En qué consiste este método? Se le pide a una persona que diga todo, absolutamente
todo aquello que se le ocurra, hasta los menores detalles de lo que pasa por su cabeza en
un momento dado. Quien logre hacerlo irá asociando, es decir uniendo una idea o ima­
gen mental a otra por ciertos motivos. Por ejemplo, alguien puede asociar: aula-Paula
porque existe una vinculación formal, una semejanza entre ambas palabras; o bien, aso­
ciar puente-río a través del significado de esas palabras. La^asociación debe ser libre, la
persona que la hace tiene que poder dejar de lado su vergüenza, su pudor, sü fémor a
parecer tonto o a mencionar detalles sin importancia. Interesa todo lo que produce esa
A jJ k J V W ‘

LOS A S P E C T O S IN C O N S C IE N T E S

mente en ese momento y analizarlo detalladamente considerando qué ideas se asocian y


las relaciones que surgen entre ellas y que son particulares para esa persona. De este
proceso, aparentemente sencillo y sumamente difícil en la práctica, surgen las claves para
comprender el psiquismo. A través de este método se llega a enlazar recuerdos que han pjwdfH
escapado totalmente a la conciencia y que en la persona histérica dan síntomas como la
parálisis y en otras personas pueden producir depresiones, úlceras, psicosis o neurosis. El
psicoanálisis se inscribe así dentro de una metodología introspeccionista, en la cual cada
uno deber mirar hacia dentro y llegar a autoconocerse.
Cuando se pone en práctica este método se encuentra que aparecen trabas, resisten­
cias; para realizarlo con total libertad, que se manifiestan como el pudor y la vergüenza
que mencionamos. Freud pensó que éstas eran producto de la oposición que generaba
la Conciencia para conectarse con aquello que escapaba de ella.

U N M O D ELO D EL PSIQ U ISM O


f En la medida en que avanzaron sus estudios Freud realizó un modelo acerca del fun­
i). cionamiento del aparato psíquico, término que puede considerarse sinónimo de psiquis­ ÍC W Í H W
mo. En su primer modelo de aparato psíquico postuló que por él circulaba energía psí­
quica entre dos polos, el polo perceptivo (P) y el polo motor (M). El polo perceptiva es b
aquél que recibe las excitaciones, por el cual entra la energía que llevará a generar una
acción en el polo motor. Entre ambos polos se encuentra un aparato psíquico con sus dos
sistemas: lo Inconsciente (Ice), ligado al polo perceptivo, sede de las pulsiones, los de­
seos y los recuerdos que reciben el nombre de huellas mnémicas (Mn) ya que son los
contenidos de la memoria; y d Preconsciente (Pee), donde se ubican capacidades como
la atención, el pensamiento y la capacidad de aprender.

2* Sigmund Fréud nació en Freiberg (Moravia)


en 1856. Desarrolló su obra en Viena y falleció
en Londres en 1939, lugar donde se había
refugiado a raíz de las persecuciones
del nazismo.

La Conciencia (Ce) en este modelo no era más que energía disponible que podía uti­
O lizar el Preconsciente para actuar. Más tarde Freud consideró un conjunto Pcc-Cc capaz
de gobernar la conducta.
Los contenidos de lo Inconsciente no pueden acceder libremente al Preconsciente ya
que entre ellos existe una bañera, la censura. Esta censura deja pasar ciertos contenidos
inconscientes (por ejemplo, pulsiones sexuales modificadas en afectos o pulsiones sexua­
les en estado puro cuando se dan las condiciones para su descarga) y los deja pasar al

37
Preconsciente. En ocasiones no los deja pasar, reprimiéndolos, lo que significa enviarlos
nuevamente a ló Inconsciente. También un contenido que nació en el Preconsciente, una
idea o un .deseo, puede ser rechazado por esta instancia y pasar a través de la represión a
lo Inconsciente. Esto significa que algo que tuvimos cerca de la Conciencia pasó a estar
fuera de ella y por lo tanto olvidado. Cuando Freud introdujo el conjunto Pcc-Cc, tam­
bién consideró que existía una segunda censura entre éstas instancias. Si la censura entre
Ice y Pee, primera censura, era rígida, manteniendo a buen recaudo los contenidos de lo
Inconsciente, la que se encontraba entre el Preconsciente y la Conciencia, segunda cen­
sura, era porosa, es decir, con cierto esfuerzo podíamos sortearla. Es lo que hacemos
cuando recordamos algo que no tenemos en la Conciencia pero que acude con facilidad
a ella.
P rim e r e sq u e m a d e l a p a ra to p síq u ico .
En: La interpretación de los sueños. P Mn Mn' J íü l Pee
F re u d ; S. (1900).

P: Polo Perceptivo
Mn: Huellas AAnémicas
lee: Inconsciente
Pee: Preconsciente
M: Polo Motor

Este esquema debe modificarse en parte para comprender cómo se insertan en él las
dos censuras y la Conciencia.

P; Polo Perceptivo
Mn: Huellas Mnémicas
lee: Inconsciente
Pcc-Cc: Preconsciente-Conciencia
1a C - 2&C: Primera y segunda Censura
M: Polo Motor

Como vemos, la única comunicación fluida de lo Inconsciente es con el polo percep­


tivo, ya que esta estructura psíquica se nutre de las sensaciones. Los huellas que pueblan
lo Inconsciente están asociadas a sensaciones placenteras (agradables) o displacenteras
(desagradables). Así, cuando un bebé ha satisfecho su necesidad de alimentarse guarda
en su Inconsciente (Ice), que corresponde a la totalidad de su psiquismo cuando es muy
pequeño, cierta representación de la situación de recibir alimento, y también una sensa­
ción agradable, placentera, ligada a ésta.
Durante toda la vida, situaciones desagradables pueden ser reprimidas y enviadas ha­
cia lo Inconsciente. ^

B U SC A N D O R A STR O S
D E LO IN C O N SC IE N T E
A lo largo de este capítulo nos encontraremos que, en algunos casos, la palabra
“inconsciente” aparece con mayúscula, en otras con minúscula; lo mismo ocurre con el
término, “preconsciente”. Esto es así porque se utiliza con ellos la mayúscula cuando se
habla de la estructura que conforma el aparato psíquico y la minúscula cuando estos mis-

T tM a c í^ rc - 1 s m m *p
t f ^ íco
\J

LOS A SPEC TO S IN C O N SC IE N TE S

mos son utilizados como adjetivos. Por ejemplo: cuando se dice que los sucesos reprimi­
dos están alojados en lo Inconsciente, a pesar de no tener el mismo una ubicación geo­
gráfica, aparece como una estructura del aparato psíquico que responde a determinado
modo de funcionamiento y adquiere la categoría de una instancia diferenciada. Cuando
se dice que algo es inconsciente se está solamente usando el término como calificativo,
señalando que no se lo tiene en la conciencia, pudiendo estar en el Preconsciente, y por
lo tanto ser recordable, o formar parte de las huellas de lo Inconsciente.
Dentro de la teoría freudiana, la actividad psíquica reside esencialmente en lo
Inconsciente, y en ella se originan los deseos que actúan como motores de la vida. Nues­
tras pulsiones les dan origen y para satisfacerlos debemos llegar al polo motor, pasando
por el Preconsciente. La censura les impide el pasaje al Preconsdente donde, o bien son
rechazados nuevamente hacia lo Inconsciente, o bien logran sortearla bajo algún disfraz.
De los disfraces que nos ingeniamos inventando para superar la censura trata lo que
sigue.
¿Tenemos posibilidad de llegar a conocer lo Inconsciente, tomando en cuenta las ba­
rreras que lo distancian de la Conciencia? La censura opone resistencia para ser levanta­
da. Una de las tareas principales de Freud fue encontrar situaciones en las cuales lo
Inconsciente se “filtrara” y nos permitiera acceder a su conocimiento. Descubrió así que 1
esto ocurría en los sueños (a los cuales llamó “vía regia” para acceder a lo Inconsciente),
en los chistes, en los actos fallidos y en los síntomas de las enfermedades psíquicas.

LA V ID A PSÍQ U IC A ES SUEÑO
Comprender el significado de los sueños ha sido desde la antigüedad un tema de
enorme interés para la humanidad. Los sueños, esa parte de nosotros que a menudo se
nos escapa por la mañana negándose a convertirse en recuerdo y que otras veces logra­
mos atrapar en palabras y nos sorprenden por su contenido absurdo, se creyeron con la
facultad de anticipar el porvenir.
Freud, en cambio, pensó que los sueños debían tener una importancia especial en la
vida psíquica dado el gran efecto que producen sobre nosotros. A veces nos angustian y
no sabemos por qué, otras nos divierten aunque su contenido a la luz del día no sea nada
gracioso. Prestaba particular atención a los sueños que le relataban sus pacientes y les
solicitaba con especial interés que asociaran libremente sobre cada aspecto de los mis­
mos. Con dichas asociaciones y considerando el contexto en el cual se habían producido,
los interpretaba, es decir, encontraba una explicación válida para esa persona en esa si­
tuación particular.
Veamos un ejemplo de sueño infantil: “Un niño, que aún no ha cumplido cuatro
años, cuenta: Ha visto una gran fuente en la que había un gran trozo de carne asada con
guarnición de verduras, y el trozo era comido de un sólo bocado, sin cortarlo. No ha visto
a la persona que lo comió.”
Para comprender el significado de este sueño es necesario conocer el contexto: unos
días antes el médico le había prescripto al niño una dieta por la cual no podía comer car­
ne, la tarde anterior al sueño se había portado mal y le habían privado de la cena. En el
sueño aparece el deseo de comer algo prohibido, la carne. Este deseo, que el niño no se
atrevía a manifestar ni menos a realizar despierto, aparece con toda su intensidad en su
sueño; pero como aun dormido tiene miedo a que se lo rete por él, lo atribuye a otra

39
persona que no ve, no puede soñarse a sí mismo comiendo. En el sueño, entonces, se
expresan y se cumplen deseos, es decir, pueden llevarse a cabo mientras dura el mismo,
deseos muy profundos que escapan a nuestra conciencia por la censura.
Freud consideró que los sueños constituían un cumplimiento inconsciente de deseos.
Hay deseos preconscientes o bien conscientes en nuestro aparato psíquico; pero pensó
que no era suficiente con éstos para formar un sueño sino que los mismos debían ser re­
forzados en los adultos por antiguos deseos infantiles reprimidos. ¿Por qué aparecen en el
sueño? Porque durante el mismo la primera censura es menos rígida y permite algún pa­
saje de contenidos inconscientes, aunque de todos modos es necesario un disfraz, ese dis­
fraz es la armazón de nuestros sueños que a menudo los hace muy absurdos para nuestra
Conciencia.

3 • Comprender el significado de
los sueños desveló a la
humanidad desde sus
orígenes. Aquí, la primera
edición del libro
L a in te rp re ta c ió n
d e lo s su e ñ o s ;
Freud, S., 1900.
Por otra parte, los sueños no quedan totalmente separados de la vigilia; cuando esta­
mos despiertos, en la víspera de soñar, ocurren sucesos que actúan como disparadores de
los mismos Uamados^resíos diurnos. Por ejemplo, no es raro que si estamos preocupados
por un examen, soñemos algo relacionado con esa situación aunque no necesariamente
el deseo inconsciente del sueño esté ligado a ella, simplemente esa idea tan presente en
nosotros no pudo dejar de aparecer en el sueño.

LA S LEY ES D E LO IN C O N SC IEN TE
En la estructura de los sueños se manifiestan las leyes que rigen el Inconsciente.
Ellas son:
L la obtención rápida de placer. Para lo Inconsciente no existe la posibilidad de
esperar para satisfacer un deseo, por eso el sueño permite cumplir lo deseado
inmediatamente.
2. ausencia de negación. En el sueño todo -es posible, no existe el no, nada es­
tá prohibido;
3- ausencia de duda. En los sueños tenemos seguridades absolutas;
4. falta de principio de contradicción. Cuando soñamosjia lógica no existe, los
muertos viven, nosotros somos niños y viejos al mismo tiempo, etc.;
5 falta de temporalidad. La noción del tiempo río existe; hechos o personas del
pasado conviven con el presente.
LOS ASPEC TOS INCONSCIENTES

LQS SÍNTOM AS
En ocasiones la represión es muy fuerte y las pulsiones que oculta en lo Inconsciente
no aparecen a través de actos fallidos, chistes o sueños, simplemente provocan síntomas
psíquicos, es decir que la persona se enferma. La histeria fue la enfermedad que Freud es­
tudió eij primer término y en la que hizo este descubrimiento. Llegó a la conclusión de
que, cuando a una persona se le paralizaba una pierna por ejemplo, sin causa de origen
neurológico que lo justificara, era necesario buscar y se encontraba una explicación a tal
síntoma dentro de la historia de esa persona. Un conflicto, una lucha entre sus deseos
ubicadosen lo Inconsciente y lo que su Conciencia le permitía aceptar, llevaban a que se
produjera como resultado el síntoma. El mismo desaparecía si se encontraba el recuerdo
perdido en lo Inconsciente que le había dado origen. *
Este primer esquema del aparato psíquico pensado por Freud, con el Inconsciente, el
Preconsciente y las dos censuras, no resultó suficiente para explicar todo lo que ocurría
_en la mente de los seres humanos. Freud planteó entonces un\ segundo esquemaj que no
elimina el primero sino que lo incluye.
El segundo modelo o esquema del aparato psíquico se basa en tres instancias: Ello,
Yo y Superyo. Él Ello corresponde a todo lo pulsional de nuestra vida que pugna por salir
a la luz, hacerse' consciente. Existe en nosotros desde el nacimiento a través de las imá­
genes mentales que producimos motivadas por las pulsiones; el ^Superyo o conciencia
moral comienza a formarse a partir de los dos años y representa el polo opuesto al Ello.
En el ejemplo del sueño infantil, el Ello deseaba comer carne y el Superyo sabía, aun dor­
mido, que no debía hacerlo. Se han definido principios para regir estas instancias: el Ello
lo hace siguiendo el principio de placer; es decir que obtener placer es el motor que lo
P-Cc

S e g u n d o esquem a d e l a p arato p síq u ico ;


31a. C onferencia d e In tro d u cció n a l P sicoanálisis;
Freud, S. 1932.

impulsa, mientras que el Superyo se rige por el principio del deber, cumple con las nor­
mas, con lo que la educación le ha enseñado a esa persona. Entre ambos está el Yo ac-
# tuando de mediador. Para cumplir su papel se relaciona con el Ello, con el Superyo y
con la realidad de manera de decidir en cada momento qué hacer. Se ha dicho del Yo
que. actúa como servidor de tres señores: la realidad, el Ello y el Superyo. La conducta re­
sulta así de aspectos conscientes e inconscientes ya que el Ello es totalmente inconsciente
mientras que el Yo y el Superyo lo son parcialmente. Puede resultar difícil pensar que una
parte de nuestro Yo sea inconsciente, pero resulta más claro si recordamos cuántas veces
los demás se dan cuenta de aspectos de nosotros mismos que desconocemos o no reco­
nocemos fácilmente.
Un elemento muy importante que forma parte del Superyo es el Ideal del Yo. Es el
ideal que cada persona organiza dentro suyo acerca de cómo debiera ser y de este modo
- conformar al Superyo. Esta imagen interna ideal se va gestando desde la infancia hasta la

43
adolescencia a partir de lo que se nos enseña qué debemos ser y de las personas a quie­
nes tomamos por modelos. El Ideal del Yo también puede generar conflictos con los de­
seos inconscientes que provienen del Ello, en la medida en que una persona puede de­
sear ser de un modo que por otro lado sabe que no debe ser. Esto sucede a menudo con
la elección vocacional, cuando entra en conflicto lo que a alguien le gustada hacer con lo
que le conviene por diferentes motivos o lo que le gusta a su familia y elige para no en­
frentarse con ella.

LA S BATALLAS D EL PSIQ U ISM O


El psicoanálisis ha postulado que el conflicto es esencial en el aparato psíquico y que
debe entenderse como tal al enfrentamiento de fuerzas opuestas. Así como hablamos de
conflicto bélico cuando se enfrentan ejércitos enemigos, también habrá conflicto entre las
instancias de nuestro psiquismo. El Ello intentará, sin ninguna capacidad de espera, lograr
satisfacción: se rige por el principio del placer,: El Superyo se rige por el principio del
deber. Le impondrá prohibiciones, límites y entre ellos aparecerá un conflicto que gene­
rará tensión en esa persona. Como los diplomáticos de países neutrales que intervienen
para evitar que se desencadenen las guerras, aparece en escena el Yo dispuesto a nego­
ciar, considerando las situaciones de cada uno y lo que la realidad permite, rigiéndose
por el principio de realidad.
Las soluciones pueden ser: esperar hasta que los deseos puedan ser satisfechos, reali­
zar ciertos esfuerzos que implican en el momento limitar el placer pero conseguir otro
mayor con el tiempo, y la posibilidad de transgredir algunas normas cuando dicha tras-
gresión no produce un mal mayor. Si pensamos en un niño pequeño, de 1 1/2 año por
ejemplo, su capacidad de espera es nula; cuando quiere un caramelo lo quiere en ese
momento, lo cual lo lleva a hacer berrinches, patalear, etc. El desarrollo del Yo y la expe­
riencia permiten esperar sabiendo que el caramelo puede llegar a obtenerse en otro mo­
mento sin necesidad de tanto desgaste de energía. Los niños más grandes, que ya saben
que si esperan consiguen, suelen mirar con un dejo de desprecio a sus hermanitos que se
desgañifan llorando. El Ello busca una satisfacción inmediata a los deseos, y en esa línea
no existe la posibilidad de renunciar a un placer para lograr con esfuerzo otro mayor.
Quien tiene que entrenarse varias horas por día jugando al tenis pierde seguramente pe­
queños placeres cotidianos y puede hacerlo si tal esfuerzo le permite lograr otro mayor
como ganar una campeonato. Quien hace un régimen para adelgazar está en el camino
LOS ASPEO TOS INCONSCIENTES

de someter a su Ello para lograr con esfuerzo un placer mayor al de comer algo rico, que
es el de conseguir belleza y salud, pero también puede ocurrir que en algún momento lo
transgreda detrás de una torta deliciosa, aflojando la prohibición que el Superyo le
impone.
Volvamos ahora a pensar en Ignacio y el olvido de sus llaves. ¿Puede pensarse
que el mismo es el resultado de un conflicto? Es difícil entrar en la mente de una persona
con tan pocos elementos como los que contamos en este caso, pero podemos suponer
que tal conflicto existe entre: un Ello que sentiría más placer no volviendo a su casa, un
Superyo que sabe que debe volver para no preocupar a nadie y un Yo que lo resuelve
con un “olvido”*involuntario.
:M Hemos hablado en este capítulo de aparato psíquico. El término “aparato” recuerda la
anatomía ya que también hablamos de aparato respiratorio o locomotor, por ejemplo; en
ese sentido sería un conjunto de órganos. Pero esto no es lo que ocurre a nivel psíquico
donde no existe una localización, un lugar atribuible a cada instancia. En este caso el tér­
mino aparato debe entenderse como estructura, como un todo organizado de elementos y
las relaciones de éstos entre sí. Los elementos en este caso son instancias intangibles: Ello,
Yo, Superyo. Si bien las mismas no se pueden ubicar geográficamente, sí se reconocen
por su origen, por los principios que las rigen, por el modo en que funciona cada una en
relación a las otras.

L A CAJA N EG RA
Es importante señalar que muchas escuelas psicológicas no aceptan conceptos como
el de Inconsciente; otras lo hacen pero no consideran de gran importancia establecer si
ciertas conductas se motivan consciente o inconscientemente y, menos aún, que sea im­
portante desarrollar hipótesis como lo hace el psicoanálisis sobre el aparato psíquico. Para
éstas, como la psicología conductista por ejemplo, el psiquismo debe entenderse como
una Caja Negra. Este nombre hace referencia a las cajas de equipos electrónicos que lle­
van los aviones y que durante la guerra eran capturadas a los enemigos. Era peligroso
abrirlas porque podían contener explosivos y por lo tanto su contenido resultaba miste­
rioso tal como lo son en la actualidad la mayoría de los aparatos electrónicos cuyo funcio­
namiento sólo entienden los especialistas. Lo que sí ve un observador es que hay cables
que entran y cables que salen del aparato, los cuales son claramente detectables y relacio­
nan dicho aparató con el medio. Así no nos servirá, dicen los psicólogos de la,'conducta,
hacer hipótesis sobre lo que la caja negra, nuestra mente, contiene, como lo hace el psi­
coanálisis ya que no podemos experimentar y comprobar su validez.
Sólo podemos estar seguros de qué estímulos le llegan y qué respuestas da (los ca­
bles de entrada y salida) y ocupamos solamente de éstos como objeto de nuestras investi­
gaciones.
CAJA NEGRA

6* La Caja Negra se ha tomado como modelo de


nuestro aparato psíquico desde las escuelas que
prefieren no hipot&tizar sobre lo que
• - pueda haber dentro de ella..

'4 5
Hace unos sesenta años, los hermanos Mac y Dick McDonald abrieron su primer restau­
rante en Pasadena (California). El restaurante pasó inadvertido en un principio. Nadie pudo
adivinar que este pequeño negocio familiar marcaría el inicio de una tremenda revolución
no sólo en el sector de la restauración, sino en otros tan diversos como la educación o los
servicios religiosos.
La filosofía básica del restaurante (y qué se ha extendido a todos los restaurantes de
comida rápida), consistía en servir un menú barato, lo más rápidamente y al mayor núme­
ro de personas posi­ Con el paso de los
ble. Para ello apli­ años, los hermanos
caron concienzuda­ McDonald se trasla­
mente el principio de daron a San Bemar-
la división del traba­ dino y abrieron otro
jo. A cada tarea se restaurante. Fue allí,
dedicaba un traba­ en 1954, cuando el
jador especializado: negocio dio un giro
uno preparaba las drástico. Ray Kroc,
hamburguesas, otro un representante de
añadía los ingredien­ batidoras y electro­
tes, otro era el encar­ domésticos se acercó
gado de freír patatas, al restaurante para
y otro presentaba la vender sus produc-.
comida en una ban­ tos. Se quedó fasci­
deja y cobraba el me­ nado por la eficiencia
nú. Los clientes, en del sistema organi­
lugar de esperar en zativo que habían di­
sus mesas a que vi­ señado los herma­
niera un camarero, nos McDonald. Kroc
debían hacer* cola y pensó que si aplicaba
recoger el menú en ese sistema a toda
una bandeja. Fuente: Popperfoto una cadena de restau-
178 @ Las bases de la sociedad

rantes se podrían obtener enormes beneficios. Kroc convenció a los hermanos McDonald, y
los tres se lanzaron a la aventura. Al poco tiempo, Kroc compró su parte del negocio a sus
socios y dio comienzo con ello a una de las historias más fascinantes del mundo de los nego­
cios. Hoy en día hay unos 15.000 restaurantes McDonald’s repartidos en casi todos los rin­
cones del planeta.

esde un punto de vista sociológico, el éxito de los tantemente: parejas, familias, círculos de amigos, grupos

D restaurantes McDonald’s nos dice cosas muy inte­


resantes (además de lo que nos pueda decir acerca
de los cambios alimenticios en algunas sociedades).
Como veremos en este capítulo, la historia de los McDo­
de vecinos, clubes, etc. Los grupos sociales se componen j
de personas que tienen experiencias o intereses comunes,
o de personas unidas entre sí por vínculos de confianza,
lealtad o dependencia. Los miembros de un grupo social,
nald’s es muy sugerente porque ahí se puede ver muy aun siendo conscientes de su propia individualidad, se
bien la importancia de los principios de organización reconocen como miembros de ese grupo.
social y del trabajo (en los que se basan los restaurantes
rápidos), que se han imitado y aplicado a otras muchas
esferas de la vida social. En concreto, vamos a ver cómo
Grupos, categorías y reuniones
y por qué los grupos pequeños, formados por personas o aglomeraciones de personas
vinculadas entre sí por razones de parentesco o de amis­ Podemos entender mejor el significado del término «gru­
tad, y sobre los que descansaba la organización de la po humano», diferenciándolo de lo que llamamos una
sociedad, están siendo sustituidos por organizaciones más «categoría de personas» y de lo que no es más que una
impersonales y preocupadas sobre todo por la eficiencia. mera reunión o aglomeración de individuos.
Vamos a empezar analizando lo que son los grupos
sociales, grupos de personas con las que entramos en con­ Categoría
tacto en nuestra vida cotidiana. Hace cien o doscientos
años, la vida cotidiana de la inmensa mayoría de las perso­ Una categoría es un conjunto de personas que tienen
nas estaba casi exclusivamente regulada por el funciona­ alguna característica (interesante para el análisis socioló­
miento de estos grupos. En aquel entonces, las personas gico) en común. Las .mujeres, los padres solteros, los
apenas tenían contacto directo con las organizaciones. Hoy reclutas, los que tienen su casa en propiedad, los católi­
en día, por el contrario, parece que no podemos dar un cos, por ejemplo, son categorías de personas. ¿Por qué
paso sin tropezar con una organización: nacemos en hospi­ decimos que son categorías y no grupos? Sencillamente
tales, estudiamos en colegios y universidades, trabajamos* porque aunque todos ellos tiene una característica en
por cuenta ajena en una organización, hacemos viajes común, no están vinculados entre sí de ningún modo. La
organizados y nos velan en un tanatorio. Aun así, y como inmensa mayoría de los que componen una categoría en
veremos más adelante, aquellos grupos sociales, basados una sociedad determinada no se conocen entre sí.
en relaciones de lealtad, parentesco o amistad (que pode­
mos identificar al margen, en los intersticios o dentro del R eunión o aglom eración de personas
mundo organizacional), siguen desempeñando un papel En muchas ocasiones en la vida diaria los individuos
importante. En este capítulo vamos a explorar qué es lo coinciden en un lugar y momento determinado, compar­
que todo esto implica para la vida de los individuos. ten alguna experiencia, y luego se disgregan. Esto no es
más que una reunión o aglomeración de personas. La
audiencia que escucha una conferencia, el público de un
Grupos sociales partido de fútbol, son ejemplos de esto. Tampoco son gru­
pos porque no hay una interacción significativa entre esas
Puede decirse que todo el mundo tiene el sentimiento de personas al margen del lugar y momento en el que coinci­
pertenecer a un grupo de personas, a un grupo social. Por den. Las reuniones y aglomeraciones de este tipo son tan
r grupo social entendemos un grupo de dos o más perso­ transitorias e impersonales que no las podemos poner al
nas, cada una de las cuales con una identidad reconoci­ mismo nivel que los grupos humanos.
da por el resto, y que mantiene algún 'tipo de vínculo o En ocasiones, por supuesto, una reuniómo aglomeración
relación entre sí. Los seres humanos forman grupos cons-
O ^ humana puede convertirse en un grupo, o pueden formarse

1
1 4
Grupos y organizaciones 4 179

grupos dentro de ella. Podemos pensar, por ejemplo, en una cuando necesitamos ayuda y acudimos a otros miembros
peña de amigos, aficionados al fútbol, que se ha formado del grupo primario no esperamos que nos pidan algo a
tras varios encuentros ocasionales en el estadio de fútbol. cambio. Nos hacen un favor. Sabemos, sin embargo, que
los fáVóres son deudas, y que deberemos satisfacerlas
devolviendo el favor con otro favor. Esto alimenta la con­
Grupos primarios y secundarios
fianza mutua entre los miembros del grupo y hace que las
Cuando dos conocidos se encuentran en la calle o en el relaciones sean más sólidas.
lugar de trabajo, se saludan siguiendo .unas normas de La orientación personal, y no puramente instrumental
cortesía. Uno dice, por ejemplo: «¿Cómo estás», y el otro (esto es, según un cálculo de costes y beneficios) que exis­
responde, «Bien. ¿Y a ti que tal te va?» A esto se limitan te entre los miembros del grupo hace que cada uno de ellos
las normas de cortesía. Pero si uno de ellos intenta con­ sienta que los demás son personas únicas o irreemplaza­
tarle al otro cómo le va realmente, muy posiblemente éste bles . En las relaciones impersonales (como cuando com­
intentará escabullirse, intentando evitar implicarse en los pramos un billete de autobús al conductor, por ejemplo)
problemas personales de quien sólo es un conocido. no nos importa la persona con la que hemos establecido
Los sociólogosi clasifican los grupos humanos en dos esa relación. Esa persona desaparece detrás de su función
j f grupos: los grupos primarios y los grupos secundarios. Lo (es el que nos vende el billete). Pero esto no es así en los
que los distingue es la voluntad que manifiestan sus grupos primarios, ya que estamos unidos a los demás por
\ miembros de implicarse o preocuparse en los problemas lazos de amistad, lealtad o de parentesco. Aunque dos her­
\ de los otros. manos no se lleven muy bien, sienten que siguen siendo
Según Charles Horton Cooley (1864-1929), que acuñó hermanos y que son irreemplazables el uno para el otro
este término, un grupo primario es un grupo social (pues nadie más que el otro puede ser su hermano).
pequeño, cuyos miembros mantienen una relación perso­ A diferencia de un grupo primario, un grupo secundario
nal y duradera entre sí. Unidos por relaciones primarias, es un grupo social grande, cuyos miembros, antes que estar
los miembros de los grupos primarios pasan generalmen­ unidos por lazos afectivos o personales, lo están porque
te mucho tiempo juntos, realizan una serie de actividades mantienen una actividad o persiguen un interés común. Las
conjuntamente y sienten que se conocen bien entre sí. A relaciones secundarias implican, por lo general, un cierto
pesar de los conflictos intemos que puedan surgir en el distanciamiento emocional entre las personas, que no se
seno del grupo, los miembros de los grupos primarios conocen bien unas a otras (y que, por otra parte, tampoco
muestran un interés sincero por el bienestar del resto de sienten necesidad de conocerse mejor). Los grupos secun­
los componentes del grupo. En todas las sociedades, la darios pueden ser más efímeros o más duraderos, pero no se
ia*es el grupo primario más importante, hacen permanentes. El grupo de estudiantes que termina la
rioléy llamó prirflprins a estos grupos fuertemente carrera y que coincide en la asociación de antiguos estu­
integrados por lazos personales porque son, generalmente, diantes es un ejemplo típico de grupo secundario. \
los primeros de los que formamos parte en la vidaj La fami­ Unidos sus miembros por lazos sociales más débiles, j
lia, los grupos de amigos, tienen además una importancia los grupos secundarios pueden agrupar a un mayor núme- J
primaria o fundamental en el proceso de socialización en ró de personas. En un edificio de oficinas, por ejem plo,/
cuanto que estos grupos pueden conformar los valores, las pueden trabajar decenas de personas que sólo se conocen
actitudes y la misma identidad de sus miembros. / muy superficialmente. En ocasiones, y con el paso del
Estos grupos primarios dan seguridad a sus miembros tiempo, un grupo secundario puede adquirir las caracte­
que se sienten arropados por un entramado de relaciones ) rísticas de los grupos primarios, como puede ocurrir entre
personales. Dentro del círculo familiar o en el círculo de compañeros de trabajo. En términos generales, sin em­
amigos uno siente que puede expresarse y desenvolverse bargo, la línea divisoria que distingue a los miembros de
con más libertad, pues no existe ese temor a dar una los que no lo son es mucho más clara en el caso de los
impresión equivocada de sí mismo. grupos primarios que en el de los secundarios.
\ ' Los miembros de los grupos primarios suelen ayudar- f Los miembros de los grupos secundarios no están vin-
■ q* se mutuamente en caso de necesidad. Pero no es páraesto j culados entre sí ^por lazos de lealtad u otro ____tipo
________
de senti-
0* J (ni para cualquier otro objetivo en concreto) para lo que \ mientos -afectivos. Mientras que los miembros de los gru- /
j se forman los grupos primarios^Los grupos primarios, y \ pos primarios están orientados respecto a las otras
o ^ al menos así lo consideran sus miembros, son un/fin en sí / personas del grupo, los de los grupos secundarios están
. mismo y no un medio para satisfacer otros fines) En otras orientados hacia unos determinados objetivos, a cuyo
y palabras, como miembros de un grupo primario preferi- logro puede contribuir el resto de las personas del grupo.
>1 mos pensar que somos parte de ese grupo por razones de Por supuesto, esta orientación hacia unos objetivos no
/ amistad o vínculos de parentesco sin más, y no porque implica que las relaciones entre los miembros de los gru­
podamos beneficiamos los unos de los otros, JPor eso, pos secundarios sean frías o distantes. Las interacciones
180 © Las bases de la sociedad

Charles Horton Cooley: los grupos primarios


son moralmente valiosos

I ucha gente piensa que la vida competitiva y perdía interés en la social, o moralmente valiosos, por­

M! corre tan deprisa que parece


I imposible entrar en contacto o
mantener relaciones significativas
comunidad o incluso en la familia.
Estas transformaciones inquietaban
a Cooley, que pensaba que los
que hacen que las personas se sien­
tan queridas y arropadas por el resto
del grupo, en el que, por encima de
con otras personas. Pero esto no es pequeños grupos primarios tenían otras cosas, se valora la solidaridad,
nuevo. Hace cien años, Charles Hor­ una importancia crucial. Según Coo­ la equidad y el respeto mutuo.
ton Cooley, que vivió su infancia en ley, los grupos primarios son un bien Cooley tenía esperanzas de que al
una pequeña ciudad y que fue testigo llamar la atención sobre la importan­
de los cambios tan drásticos que cia de los grupos primarios haría
estaba experimentando la sociedad reflexionar a la sociedad sobre lo que
americana, ya pensaba así. estaba perdiendo en el camino de la
Cooley nació en Ann Arbor, Michi­ industrialización. Pero la sociedad
gan. Se doctoró y desarrolló toda su americana no ha cambiado de rum­
carrera académica en la Universidad bo. Los cambios que ha experimenta­
de Michigan. Su mayor contribución a do Estados Unidos pondrían aún
la sociología son sus reflexiones mucho más nervioso a Cooley. A
sobre los grupos primarios. pesar de que murió hace unos seten­
Cooley veía con preocupación los ta años, mucha gente sigue compár-'
cambios en la sociedad norteameri­ tiendo sus preocupaciones. #
cana. Advirtió que a medida que el
país se industrializaba y urbanizaba,
la gente se hacía más individualista y Fuente: Rieff, 1962 y Coser 1977

Fuente: Líbrary of Congress

sociales entre estudiantes, compañeros de trabajo o socios por razones puramente afectivas, los miembros de los
comerciales, por ejemplo, siendo relativamente imperso­ grupos secundarios deben aprender a actuar de una mane­
nales, son también corteses y atentas. ra más formal (o profesional, si es el caso), a fin de
En los grupos primarios, los miembros se definen unos desempeñar satisfactoriamente la función que les corres­
a otros según quiénes son, esto es, en términos de paren­ ponde cumplir dentro del grupo. Por decirlo en otras pala­
tesco o en virtud de las características únicas y personales bras, cuando en el grupo secundario alguien nos pregun­
de cada uno. Los miembros de los grupos secundarios, ta: «¿Cómo estás?», no espera que le demos una respuesta
por el contrario, se definen entre sí en.térm inos de lo q u e sincera (o com pleta). La .pregunta es un form alism o, y
son, esto es, en términos de lo que puede o le toca hacer a uno debe aprender a interpretarlo así.
cada uno a fin de lograr unos determinados objetivos. Así, En la Tabla 7.1 se resumen las características básicas
en los grupos secundarios, cada uno de sus miembros de los grupos primarios y secundarios. En la vida real, por
sabe muy bien lo que tiene que ofrecer al resto del grupo supuesto, difícilmente encontraremos un grupo humano
y cuáles son las compensaciones que puede esperar a que se ajuste perfectamente a un tipo ideal u otro. Hay
cambio. Esta especie de «contabilidad» del debe y del que entender los dos modelos como dos extremos de una
haber se .presenta de forma más nítida en los grupos línea continua. En esa línea ya sí podemos situar los gru­
secundarios formados, por ejemplo, por los socios de una pos humanos a los que pertenecemos o identificamos en
empresa. Pero también entre vecinos, por poner otro nuestra vida diaria.
ejemplo, uno espera que los favores le sean devueltos. ¿Hay regiones en Europa en las que los grupos prima­
Vinculados entre sí por razón de unos objetivos y no rios tengan más relevancia en la vida social que en otras?
Grupos y organizaciones ?© 181

El liderazgo en los grupos


¿Cómo funcionan los grupos? Una dimensión importante
del grupo humano es el liderazgo. Mientras que en algu-
nos,grupos todo el mundo puede identificar al líder como
el que tiene que tomar las decisiones más importantes, en
otros grupos (como en los círculos de amigos, por ejem­
plo) nadie en concreto (o al menos así lo manifiestan sus
miembros) ejerce la función del liderazgo. En la familia
son el padre y la madre los que ejercen esta función (aun­
que de forma distinta, como veremos).

Liderazgo instrumentat y expresivo


Podemos distinguir entre dos tipos básicos de liderazgo
(Bales, 1953; B ales y Slater, 1955). Uno es el liderazgo
instrumental, que se ejerce tomando en consideración el
cumplimiento de unos objetivos previamente planteados.
Én este caso, los miembros del grupo esperan del líder
que organice las tareas del modo adecuado a fin de lograr
esos objetivos. El liderazgo expresivo, por el contrario,
es el que se ejerce tomando en consideración él bienestar
del colectivo. En este caso, el líder no busca cumplir los
objetivos del modo más expedito, sino que tiene en cuen­
ta y se preocupa por el estado de ánimo de los miembros
del equipo y procura sobre todo reducir las tensiones
y neutralizar los conflictos que pueda haber dentro del
Se ha dicho en muchas ocasiones que mientras que en las grupo.
zonas rurales y en las pequeñas ciudades la vida social se Dado que los líderes del primer tipo están orientados
desenvuelve con más intensidad en el ámbito de los gru- fundamentalmente a la consecución de unos objetivos,
pos primarios, en los grandes núcleos urbanos los grupos suelen tener un tipo de relación formal, impersonal o más
secundarios cobran mayor importancia. Si bien esto pue- puramente profesional con el resto de los miembros del
de ser cierto en términos muy generales, tampoco hay que grupo. Los líderes de esta categoría premian y penalizan
olvidar que en las grandes ciudades (y, en especial, en los a cada miembro del grupo según su contribución al cum-
baxrios habitados por grupos étnicos) los grupos prima- plimiento de los objetivos. Por el contrario, los líderes
ríos juegan también un papel importante en la experiencia expresivos están más inclinados a establecer unas rélacio-
cotidiana de las personas. nes más personales o más cálidas con los miembros de su
¿Y qué podemos decir respecto de otras regiones del equipo: muestran apoyo al que está pasando por un mal
mundo? En términos generales, podemos decir que, en momento, se esfuerzan por mantener al equipo unido y
comparación con las sociedades industriales o posin- procuran eliminar las tensiones intemas. Mientras que los
dustriales, en las sociedades más pobres los grupos pri- líderes instrumentales pueden conseguir ser respetados
marios son más importantes porque desempeñan más por su eficiencia, los líderes expresivos consiguen, antes
funciones sociales. En Latinoamérica, África y Asia la que el respeto, el afecto personal,
vida de muchas personas se desenvuelve a través de la En la familia tradicional europea podemos identificar
fam ilia y los grupos primarios de los pueblos o com uni- estos dos estilos de liderazgo. Mientras que se espera que
dades donde habitan. En estos países, y especialmente los hombres ejerzan un liderazgo^de tipo instrumental
en las zonas rurales, los que proceden de fuera suelen (que implica garantizar la suficiencia económica de la
quedar al margen de la vida de la comunidad. Por el con- unidad familiar, tomar las decisiones importantes o admi-
trario, los grupos secundarios cobran más importancia nistrarlos premios y los castigos al resto de los miembros
en las sociedad industriales, en donde las personas deben de la familia), las mujeres ejercen más bien un liderazgo
asumir roles más especializados. En ciudades como de tipo expresivo. Históricamente, las madres y esposas
Londres, Madrid, Bilbao o Barcelona entramos en con- han sido las que más se han esforzado por mantener a la
tacto todos los días y de forma rutinaria con gente que familia unida y libre de conflictos interpersonales. Esta
apenas conocemos y que quizá no volvamos a ver jamás división del trabajo entre el hombre y la mujer (que impli-
(Wirth, 1938). - • ca estilos de liderazgo distintos) puede explicar por qué
182 ® Las bases de la sociedad

tradicionalmente las relaciones de los hijos con sus i^a conformidad en los grupos >
padres son más respetuosas y distantes, mientras que con
En el mundo occidental no nos gusta pensar que somos
las madres suelen más cálidas y afectuosas (Parsons y
«conformistas», esto es, que seguimos más o menos acríti­
Bales, 1955; M acionis, 1978).
camente las pautas o directrices de los grupos a los que per­
Por supuesto, los avances en la igualdad entre hombres tenecemos. Antes bien, preferimos pensar que, de alguna
y mujeres está haciendo obsoleta esta distinción entre
manera, nos distinguimos del r*GK>-de la multitud, quizá
roles y estilos de liderazgo dentro de la familia. En más dócil o conformista que nosotros mismos. Pero pense­
muchas familias, el padre y la madre ejercen indistinta­
mos por un momento en los grupos a los que pertenecemos
mente esos dos tipos de liderazgo. (el grupo de amigos, la familia, los compañeros de clase,
etc.), y en la necesidad que sentimos de ser aceptados en
Liderazgo autoritario, liderazgo democrático
ellos. Quizá uno sea un poco más inconformista o más
y el estilo laissez-faire rebelde que los demás, pero muchas investigaciones en
Según otra clasificación clásica de estilos de liderazgo se psicología social han demostrado que el conformismo es la
distingue entre el liderazgo autoritario, el democrático y el norma antes que la excepción. Vamos a ver a continuación
estilo laissez-faire. El autoritario es un estilo de liderazgo algunas investigaciones clásicas en esta materia. Veremos
puramente instrumental, esto es, un liderazgo orientado a que la presión de los grupos humanos tiene una influencia
la resolución de problemas. En este caso,, el líder asume destacable en el comportamiento y actitudes de las perso­
directamente la toma de decisiones y pide a sus subordina­ nas, tanto en la ádolescencia como en la etapa adulta.
dos que cumplan las tareas que les han sido asignadas sin fe
cuestionarlas. Aunque este estilo de liderazgo no es, por La s investigaciones de A sch
supuesto, el más indicado para ganarse el afecto de los Las investigaciones pioneras de Solomon Asch (1952)
subordinados, un líder que ejerza su función de este modo demostraron que un grupo social puede determinar la con­
puede conseguir, al menos, el respeto de sus subordinados ducta de las personas. Asch reclutó a una serie de estudian­
si demuestra que es capaz de resolver satisfactoriamente tes que supuestamente deberían participar en unos experi­
problemas que afectan a todos. El estilo de liderazgo mentos de percepción visual. Antes de iniciar los
democrático es de tipo más expresivo. Aquí el líder intenta experimentos, todos los miembros de cada grupo, excepto
implicar al resto del grupo en la toma de decisiones. Si bien uno, fueron informados de la verdadera naturaleza del
este estilo puede ser menos efectivo cuando toca tomar experimento, que consistía en medir el impacto de la pre­
decisiones urgentes, puede ser m ás efectivo cuando se tra­ sión del grupo sobre las repuestas de los individuos. El
ta de tomar decisiones que admiten cierta demora, pues al experimento consistía en repartir dos tarjetas a los estu­
estarlos miembros del grupo más implicados en las delibe­ diantes. En una taijeta aparecía una línea recta de una lon­
raciones y la toma de decisiones se enriquece tanto la dis­ gitud determinada (Véase la Tarjeta 1 de la Figura 7.1), y en
cusión como la moral del grupo. Por último, el estilo lais­ la otra taijeta aparecían tres líneas de longitudes distintas.
sez-faire implica perifiitir que el grupo se autoiregule por sí Se preguntaba a los estudiantes, que debían responder en
mismo (White y Lippit, 1953; Ridgeway, 1983). yoz alta uno detrás de otro, qué línea en la segunda taijeta
era igual a la de la primera taijeta. Si miramos la Figura 7.1
la respuesta correcta es la línea A. En los primeros ensayos
todo el mundo dio la respuesta correcta. Pero en ensayos
sucesivos, cuando los cómplices de Asch empezaron a dar
Ift
. J.a misma respuesta equivocada, podía verse cómo el estu-
\ jj{ diante que hacía de conejillo de indias empezaba a sentirse
vgl y jJ' incómodo en su asiento y a mostrar nerviosismo.
’ El hecho es que en un.tercio de los ensayos, y a pesar
yp \ 1 de que era evidente que el resto de los estudiantes estaban
dando la respuesta incorrecta, los estudiantes que actua­
ban como conejillos de indias también dieron la respues­
ta equivocada. Las investigaciones de Asch mostraron de
esta manera que mucha gente prefiere poner en entredi­
B cho su propio juicio antes que enfrentarse a todos los
Tarjeta 1 Tarjeta 2 .
demás, incluso cuando no se conoce a esas otras perso­
nas. ¿En cuantas ocasiones en nuestra vida diaria toma­
Figura 7.1 Modelo de tarjetas utilizadas en lo s experimentos de mos las mismas decisiones a fin de no ser rechazados por
A sc h (1952) sobre conformidad los demás o de evitar situaciones incómodas?
Grupos y organizaciones © 183

Las investigaciones de Milgram. de gente común y corriente. De los 40 «profesores» que


formaron parte del experimento ninguno cuestionó la éti­
Stanley Milgram, un antiguo estudiante de Asch, llevó a ca del experimento antes de llegar a los 330 voltios. Es
cabo una serie de experimentos cuyos resultados fueron más, 26 de ellos, esto es, casi dos tercios, llegó incluso a
aún más sorprendentes (Milgram 1963, 1965; Miller, aplicar* una descarga de 450 voltios. \
1986). Al igual que Ash, Milgram reclutó voluntarios uni­ Uno podía pensar que el alto nivel de conformidad que \
versitarios que deberían ayudarle a hacer unos experi­ Asch había descubierto en sus experimentos se debía en
mentos en los que, se decía, se iba a estudiar el efecto del realidad a que la tarea asignada (decir qué línea en la
castigo en el proceso de aprendizaje. En realidad, los segunda tarjeta tiene la misma longitud que la de la pri­
experimentos tenían como objetivo estudiar la disposi­ mera tarjeta), era demasiado trivial. Por un asunto tan tri­
ción al conformismo. Una vez que consiguió reclutar al vial, uno puede pensar que no merece la pena molestarse
suficiente número de estudiantes, Milgram los dividió en y llevar la contraria al resto del grupo. Para descartar esta
dos grupos: los «profesores» y los «estudiantes». A estos posibilidad, Milgram diseñó y realizó una nueva versión
últimos se les informó de la verdadera naturaleza de los de su experimento de la silla eléctrica (1964).
experimentos y así actuaron como cómplices de Milgram. En esta versión había tres «profesores», dos de ellos
El experimento consistía en lo siguiente. En una habi­ compinchados con Milgram. Las instrucciones eran las
tación se situaba un «estudiante», atado a una silla con un siguientes. Cada uno de los tres «profesores» debía suge­
electrodo simulado en uno de los brazos. La habitación rir qué descarga se debía administrar al «estudiante», que
contigua la ocupaba el «profesor», que en todo momento al final recibiría la descarga más baja. Según este diseño
podía ver al «estudiante» sentado en su silla. El investi­ experimental, el «profesor» ajeno a la verdadera naturale­
gador qúe dirigía el experimento pedía al «profesor» que za del experimento podía evitar que el estudiante sufriera
leyera en voz alta pares de palabras, que el «estudiante» en absoluto. Los resultados fueron sorprendentes. El
debía memorizar. La tarea del «estuchante» consistía en «profesor» no compinchado emitía unas descargas tres o
completar el par de palabras cuando el «profesor» pro­ cuatro veces superior a las que él mismo emitía en otros
nunciaba la primera palabra. experimentos en los que estaba solo, sin otros «profeso­
Cuando el «estudiante» se equivocaba, el «profesor», a res». Este experimento sugiere entonces que las personas
instancias del investigador, debía dar una descarga eléc­ no sólo tienen una gran tendencia a obedecer a aquellas
trica al «estudiante». Para ello tenía a su disposición un otras personas que están investidas de autoridad, sino
«generador de descargas eléctricas» de aspecto aterrador, también a cualquier otra persona, de su mismo estatus o
que incluía un dispositivo que le permitía regular la inten­ posición, que pertenezca a su grupo.
sidad de la descarga que iba a administrar. Los niveles de
descarga iban desde los 15 voltios (marcados en el regu­
lador como «descarga suave»), hasta los 300 voltios Grupos de referencia
(marcados como «descarga fuerte»). Pero también se ¿Cómo evalúan las personas sus actitudes y comporta­
podía llegar hasta los 450 voltios (donde aparecía la indi­ mientos? Muy a menudo lo hacen teniendo en cuenta el
cación «Peligro: descarga total»). grupo de referencia, que es el grupo social que sirve
Como con descargas de baja intensidad el «estudiante» como punto de referencia a la hora de evaluar una situa­
no aprendía, el investigador insistía en que debía aumen­ ción o tomar decisiones.
tarse la intensidad de la descarga en 15 voltios cada vez El joven que está pensando cómo va a juzgar su fami­
que el «estudiante» cometiera un error. Las descargas eléc­ lia a la chica con la que está saliendo, está utilizando a su
tricas, decía el investigador, podrían ser dolorosas, pero no familia como grupo de referencia. El trabajador de un
producirían efectos permanentes. Y así se desarrollaron los banco que estudia la reacción de sus compañeros de tra­
experimentos con varias parejas de «profesores» y «estu­ bajo a un nuevo producto financiero está utilizando a esos
diantes». Con descargas de 75 , 90 y 105, el «estudiante» compañeros com o grupo de referencia. JLo^ griipoK de
emitía pequeños quejidos. Con descargas de 120 ya podían referencia, entonces, pueden ser { aarios^vsecundarios.
oírse gritos de dolor, fingidos, pero reales para el «profe­ En cualquier caso, el deseo de act ^conformidaa^on
sor». Como el «estudiante» no aprendía, el «profesor» se­ el grupo implica que las valoraciones y actitudes domi­
guía aumentando las descargas. A los 270 voltios los gritos nantes en ese grupo nos van a influenciar.
de dolor ya se convertían en gritos de agonía. Y después de Pero también el grupo de referencia puede ser un gru­
los 330 voltios ya sólo se oía un silencio aterrador. po al que no pertenecemos. El que hace una entrevista de
Estos experimentos mostraron hasta qué punto las per­ trabajo, por ejemplo, examina muy bien el estilo y modo
sonas investidas de autoridad (como en este caso, el de actuar de las personas que trabajan en la empresa a fin
investigador vestido en su bata blanca y rodeado de toda de ajustar su propio estilo al de esas personas. De esto ya
una parafemalia científica), pueden obtener la obediencia hemos hablado cuando nos referimos á la socialización

y /
1 8 4 ® Lasrbases de la sociedad

anticipada (Capítulo 5 «Socialización»), que ocurre


cuaxido un individuo sigue una estrategia conformista a
fin de ser aceptado en un grupo determinado.

La investigación de Stouffer
Durante la II Guerra Mundial, Samuel A. Stouffer (1949)
realizó una investigación ya clásica que ilustra muy bien la
importancia de los grupos de referencia. Stouffer pidió a los
soldados que evaluaran las posibilidades de ascenso que
tenía un soldado en su unidad. Lo lógico es pensar que en
las unidades con un índice alto de ascensos los soldados
serían más optimistas acerca de sus posibilidades de ascen­
so, mientras que en las unidades con un índice bajo de as­
censo abundarían las respuestas pesimistas. Los resultados,
sin embargo, mostraron la tendencia contraria: los soldados
que servían en unidades en las que había habido muchos
ascensos tendían a ser más pesimistas que aquellos otros
/ vque servían en unidades con un índice bajo de ascensos.
Se puede entender esta paradoja si, como hizo Stouf­
< /„fer,
‘ uno identifica el grupo de referencia con él que se
medían los soldados a la hora de evaluar sus posibilidades
?> de ascenso. Aquellos que servían en unidades con índices
bajos dé ascenso se^m parabanjson los que tenían a su
alrededor, muchos de^tSTcuaíes no habían conseguido
ningún ascenso. Comparándose con ellos, estos soldados personas en tal o cual otro grupo, que es evaluado en tér­
no se sentían tratados injustamente, por lo que sus res­ minos positivos o negativos.
puestas no eran pesimistas. Estas evaluaciones son un elemento fundamental en la
y Los soldados que servían en unidades con altos índices dinámica de grupos. Esta dinámica la entienden los acto­
i de ascenso también utilizaban como grupo de referencia res como un juego de oposiciones entre el ingroup y el
al resto de los componentes de su propia unidad. Como ya outgroup (que podemos traducir, respectivamente, como
en este caso era fácil identificar a compañeros que habían el grupo propio y el grupo ajeno). El ingroup es un grupo
sido ascendidos (o que habían sido ascendidos antes que social que reclama a sus miembros cierto grado de apoyo
/ellos), las respuestas tendían a ser más pesimistas. y lealtad. El ingroup sólo existe en relación al outgroup,
La investigación de Stouffer demuestra claramente que es el grupo con el que uno está compitiendo o el que
que las personas no evalúan su situación aisladamente. Al se rechaza simplemente.
evaluar su situación, una persona la compara con la de La vida social es en parte un juego de interacción que
otras personas, que son las que forman el grupo de refe­ tiene por protagonistas a estos dos grupos. Una asocia­
rencia. Esto es, cualquiera que sea nuestra situación obje­ ción de estudiantes de una universidad, por ejemplo, es el
tiva, tendemos a evaluarla subjetivamente y en relación a ingroup para los miembros de la asociación, y el outgroup
la de otras personas (Merton, 1968; Mirowsky, 1987). para los que no lo son o se oponen a los objetivos de esa
asociación. Un aficionado al fútbol, por ejemplo, puede
Ingroups y outgroups considerar a la peña que anima a su equipo el ingroup, y
a los que defienden los colores del equipo rival (o cual­
i Todo el mundo tiene preferencias por unos grupos frente quier otro equipo), el outgroup. Todos estos grupos fun­
| a otros. Estas preferencias se pueden basar en inclinacio­ cionan a partir de una oposición básica entre «nosotros» y
nes políticas, en el prestigio social del grupo o en razones «ellos». Esta oposición, por supuesto, nunca es neutral,
más peregrinas, como en la forma de vestir y de actuar de pues siempre resulta que «nosotros» tenemos algo valio­
sus miembros. En la universidad, por ejemplo, los estu­ so que «ellos» no tienen.
diantes de izquierdas pueden mirar por encima del hom­ Las fricciones y ios conflictos que pueden surgir entre
bro a quienes consideran conservadores o de derechas; los grupos suelen tener como resultado una mayor delimi­
los de letras pueden también descalificar a los de ciencias tación de la identidad de cada uno y también quizá requeri­
como personas incultas, etc. En todo contexto social las mientos más explícitos de lealtad al grupo. Para hacer más
personas hacen su composición de lugar clasificando a las aceptables estos requerimientos puede distorsionarse aún
Grupos y organizaciones • 185

más la imagen que tiene el grupo de sí mismo (como algo frecuente es que todos participen en la misma conversa­
valioso por sí mismo); y la imagen del grupo rival (que se ción. Pero cuando ya son más de seis las personas reuni­
presenta de forma aún más negativa) (Tajfel, 1982). das, generalmente se forman dos grupos como mínimo.
El poder también determina las relaciones intergrupa- Párece^vidente que el número de personas afecta a la for­
les. Los grupos que tienen más poder o prestigio pueden mación y dinámica de los grupos.
intentar perjudicar o humillar socialmente a quienes no Para entender por qué esto es así tenemos que tener en
son miembros del grupo y tienen una capacidad de res­ cuenta la relación matemática entre el número de personas
puesta limitada. Las relaciones entre grupos de blancos y que compone un grupo social y el número de relaciones
negros en Estados Unidos son un buen ejemplo de esto. que se establecen entre ellas. Esto lo podemos ver gráfica­
Los grupos, en fin, pueden generar vínculos de lealtad mente en la Figura 7.2. Un grupo formado por sólo dos
entre las personas, pero, por la misma razón, también personas implica una única relación. Si se incorpora una
pueden generar tensiones y conflictos. tercera persona al grupo, ya tenemos tres relaciones. En un
grupo de cuatro personas el número de relaciones es seis.
Podemos comprobar entonces que el aumento en el tama­
@ El tamaño de los grupos sociales ño del grupo implica un aumento mayor en el número de
m. relaciones entre los miembros de ese grupo. Con cinco
Si alguna vez le ha tocado ser el anfitrión de una reunión miembros se establecen diez relaciones o interacciones
social seguramente ya sabe bastante de lo que vamos a posibles. Con seis miembros el número de relaciones ya
decir. Hasta que llegan los seis primeros invitados, lo más llega a quince. Como aquí ya es casi imposible mantener

Georg Simmel: una sociología de las formas de interacción

uando un estudiante se enfren­ Simmel también estudió cómo distinguió entre forma y contenido.

C ta por primera vez con un texto


de sociología suele leer que la
disciplina debe mucho a la obra de
tres grandes autores: Marx, Durk-
cambian y se hacen más impersona­
les las relaciones sociales en los con­
textos urbanos. Simmel nos ha deja­
do un excelente análisis sociológico
Podemos estudiar contenidos distin­
tos: el matrimonio, la guerra, la edu­
cación, el consumo de drogas, por
ejemplo. Pero el sociólogo no puede
heim y Weber. La verdad es que de las mutaciones en la conciencia abarcar todas y cada una de las par­
nosotros también lo hemos hecho de las personas en las ciudades y celas de. la realidad. Si queremos
así. Quizá habría sido más correcto bajo el impulso de la modernidad. Si que la sociología sea sistemática,
tratar con más detalle la obra de Sim­ bien estas mutaciones tienen un lado pensaba Simmel, debemos empezar
mel (1858-1918), dada la enorme negativo (pues alejan a las personas por las formas y no por los conteni­
influencia que ha tenido en el desa­ entre sí, haciéndolas más extrañas dos, esto es, por los procesos socia­
rrollo de la sociología. Vamos enton­ unas a otras), también tienen un lado les que hay detrás de todas esas par­
ces a reparar esta pequeña injusticia. positivo. En los contextos urbanos, la celas de la realidad. Uno de estos
El campo de intereses de Simmel gente tiende a hacerse más tolerante procesos es, por ejemplo, el conflic­
fue enorme. Estudió desde el dinero, y abierta (sobre esto hablaremos en to. La tarea es, entonces, estudiar
las relaciones de género, hasta las el Capítulo 22). cómo se origina o manifiesta el con­
ciudades o los pobres. Para Simmel Al contrario que su amigo y con­ flicto en el matrimonio, la educación,
una tarea fundamental.de la sociolo­ temporáneo Max Weber, Simmel no etcétera.
gía es el estudio de las interacciones dio preferencia al estudio e interpre­ La influencia de la obra de Simmel
entre las personas. El texto donde tación de los grandes procesos histó­ fue enorme en los inicios de la
analiza la influencia del tamaño del ricos o los fenómenos sociológicos a Escuela de Chicago y, por extensión,
grupo sobre el tipo o la calidad de gran escala. Simmel estaba más in­ sigue haciéndose notar en los enfo­
interacciones que se suceden (que teresado en los fenómenos «micro» ques microsociológicos. #
hemos resumido en el texto) es quizá o de pequeña escala. Por eso se
uno de los más deliciosos en la histo­ dedicó a desarrollar una sociología
Una breve introducción a la obra de Simmel, en David
ria de la sociología. de las formas de interacción. Simmel Frisby, Georg Simmel (Londres: Tavistcck, 1984).
186 # Las bases de la sociedad

viva una única conversación lo más natural es que el gru­ bros. Estas reglas formales permiten al grupo persistir a lo
po se subdivida en dos o tres grupos más pequeños. largo del tiempo, pero no lo hacen inmune al cambio. Los
grupos sociales numerosos tienen por naturaleza un con­
Los grupos de dos (o diadas) tacto más abierto con el mundo exterior, lo que los hace
El sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1918) escribió más permeables a los cambios en las actitudes o los valo­
unas páginas muy sugerentes sobre la dinámica de los res que se producen en el exterior (Carley, 1991).
grupos sociales pequeños. Simmel (1950; ed. orig., 1902) Pensando en un grupo social, ¿podemos decir que
acuñó el término diada, que se refiere a un grupo social existe algo así como el tamaño ideal? La respuesta depen­
compuesto de dos personas. Los romances, los matrimo­ de de los objetivos del grupo en cuestión. Si el objetivo es
nios o las amistades íntimas son grupos de este tipo. forjar una relación personal intensa el tamaño ideal es el
¿Qué es lo que hace que los grupos de dos sean tan espe­ grupo de dos, pero si el objetivo es proponerse y realizar
ciales? En primer lugar, según Simmel, la interacción social tareas más ambiciosas o complejas entonces necesitamos
es aquí mucho más intensa que en los grupos más numero­ un grupo más numeroso. Según el tipo de satisfacción
sos, pues en una relación uno a uno no hay un tercero en dis­ que busquemos (la de estrechar una relación personal o la
cordia con el que uno deba competir por la atención del otro. de acometer ciertas tareas más complejas) formaremos o
Por esta razón es en estos grupos donde solemos establecer buscaremos un grupo más o menos numeroso.
los vínculos sociales más fuertes o más significativos.
En segundo lugar, estos grupos son más precarios o Diversidad social
inestables. Mantener vivo un grupo de dos implica el
esfuerzo de ambos (esto es, de todos los miembros del La diversidad social que puede haber en el seno dé un
grupo). Pero un grupo más numeroso puede mantenerse a grupo afecta a la dinámica de ese grupo, y más en con­
flote aun con la deserción de uno o varios miembros. Los creto a la posibilidad de que sus miembros busquen esta­
matrimonios son grupos de dos y, por eso mismo, poten­ blecer relaciones con personas ajenas al grupo. PeterBlau
cialmente más precarios que otros grupos. Así, y dada la (1977, 1982; South y Messnar, 1986) describió cuatro
importancia social de la institución del matrimonio, todas maneras en las que la composición de un grupo puede
las sociedades cuentan con una serie de disposiciones y afectar las asociaciones intergrupales.
normas sociales orientadas a preservarlo.
1. Grandes grupos que se segmentan interiormente.
L o s grup os de tres (o tríadas) Cuanto más numeroso es un grupo social cabe esperar
que el grupo sea más heterogéneo. Siendo más hetero­
Simmel también dedicó alguna atención a lo que él llamó
la tríada, que es un grupo social compuesto por tres per­ géneo, es mayor la probabilidad de que sus miembros
sonas. Como puede verse en la Figura 7.2, en este tipo de puedan satisfacer, dentro del grupo, los intereses más
grupo ya tenemos tres relaciones. Según Simmel, los gru­ diversos. Un grupo grande y heterogéneo es relativa­
pos de tres suelen ser más estables que los de dos. Esto es mente estable, entonces.
así porque, de empeorar la relación entre dos de sus Ahora bien, puede ocurrir que el grupo se haga
miembros, hay un tercero que puede actuar como media­ demasiado grande. Si el grupo crece demasiado, pue­
dor y recomponer el grupo. (Por la misma razón, cuando de ocunir que se segmente, formando sus miembros
un grupo de dos atraviesa dificultades sus miembros sue­ nuevos grupos que puedan satisfacer mejor sus prefe­
len recurrir a un tercero que actúa como árbitro.) rencias. Por ejemplo, muchas universidades nortea­
En los grupos de tres, sin embargo, dos pueden formar mericanas están intentando diversificar la composi­
una coalición contra el tercero, o pueden estrechar más la ción social de su alumnado, haciéndolo cada vez más
relación que tienen entre sí y marginar al tercero. Seguro heterogéneo. El objetivo es estrechar lazos de convi­
que todos hemos experimentado en más de una ocasión lo vencia entre personas de distinto origen social o étni­
incómodo que puede resultar acompañar a una pareja. co. El resultado, sin embargo, ha sido en muchas oca­
Cuanto más numeroso es un grupo tiene más*probabili­ siones que los estudiantes se han agrupado en grupos
dades de mantenerse a flote porque la pérdida de uno o homogéneos y según su origen social o étnico.
varios miembros no amenaza necesariamente la supervi­ 2. Grupos heterogéneos que se dispersan. En un grupo
vencia del grupo. Al mismo tiempo, al aumentar de tama­ pequeño y heterogéneo es más probable que sus
ño disminuye la intensidad de las relaciones personales miembros interactúen con los miembros de otros gru­
entre sus miembros (que quizá forman subgrupos donde sí pos. Los miembros de un grupo universitario com­
se forman vínculos fuertes). Los grandes grupos sociales puesto por personas de distinto origen social y étnico,
dependen así más del cumplimiento de unas reglas forma­ por ejemplo, tienen más probabilidad de estrechar
les (o de cortesía o protocolarias) que de la intensidad de contactos con otros grupos que pueden quizá satisfa­
las relaciones personales que pueda haber* entre los miem­ cer mejor otro tipo de intereses o necesidades.
Grupos y organizaciones ©*187

3. Si existe una clara jerarquía social entre grupos Redes sociales


sociales, esos grupos serán más cerrados. En un entor­
Formalmente, una red social es un entramado de vínculos
no social en el que todos los grupos tienen más o
. sociales, que une, siquiera temporal o superficialmente, a
menos el mismo poder o prestigio social se hace más
fácil la circulación de las personas entre distintos gru­ distimás personas entre sí. Una red social no implica
entonces relaciones estrechas o permanentes entre las per­
pos. A la inversa, en un entorno social en el que ope­
sonas. Las redes son más porosas o difusas que los grupos,
ran grupos con distintos niveles de poder y prestigio
pues sus límites nunca están bien definidos y tampoco se
social, los grupos se hacen más cerrados.
reclama a sus componentes que cultiven un sentimiento de
4. El espaciofísico también puede ser importante en la for­ lealtad o pertenencia a la red. También, mientras que un
mación y dinámica de los grupos. En concreto, la exis­ grupo (como un círculo de amigos, por ejemplo) suele
tencia o ausencia de barrerasfísicas puede hacer que los estar orientado hacia dentro, una red social sirve general­
grupos sean más abiertos o más cerrados. Si un grupo mente para conectarse con el exterior.
social está separado físicamente de otro,‘la probabilidad En algunas redes sociales, los contactos entre sus com­
de contactos o.*interacciones intergrupales disminuye. ponentes son regulares, como entre antiguos compañeros
.W<;v

Internet: bienvenido al ciberespacio

n la película D r. S tra n g e lo v e , un podemos hacer una imagen de lo que guna autoridad central, es el instru­

E producto típico de los años de


la guerra fría, ya se apunta Jo
que luego sería Internet. Esta red
es la «autopista de la información».
No se puede saber a ciencia cierta
cuánta gente utiliza Internet. Según
mento ideal para cualquier tipo de
proyecto, legítimo o ilegítimo.
Muchos ya han dado la voz de
mundial de comunicaciones se hizo los cálculos de algunos, en 1995 alarma. Internet pone al alcance de
realidad en la década de los noventa. estaban conectados unos 50 millo­ los niños todo tipo de. material porno­
Desde hacía algunos años se estaba nes de personas procedentes de 175 gráfico; permite que fe gente se jue­
intentando diseñar un sistema de países. Estas cifras (que van aumen­ gue su dinero en casinos virtuales sin
comunicaciones que pudiera ser utili­ tando exponencialmente año tras control de las haciendas nacionales;
zado en caso de ataque nuclear, que año), hacen de Internet la red social pone aún más en peligro el derecho a
anularía los sistemas tradicionales de más importante de la historia. mantener en secreto datos privados;
comunicaciones (teléfono y televi­ ¿Qué es lo que nos ofrece Inter­ ha «enganchado» a muchas perso­
sión). La idea era crear un nuevo sis­ net? Mucho más de lo que podamos nas, convirtiéndolas en una suerte de
tema que no tuviera un centro neurál-' decir aquí. A través del correo electró­ autistas sociales, etc.
gico, ni nadie eh concreto que lo nico podemos comenzar un ciberro- Pero al igual que ocurre en el
pudiera controlar o destruir; en suma, mance, mandar mensajes a nuestros mundo real, la gente empieza a crear
una red electrónica que pusiera en actores favoritos, o incluso al presi­ sus propios mundos y a protegerse
contacto todos los rincones del país. dente de Estados Unidos (su direc­ contra ese espíritu del «todo vale».
En 1985, el gobierno de Estados ción: president@whitehouse.gov). A Cada vez son 'más los usuarios que
Unidos ya estaba instalando por todo través de Internet podemos también utilizan claves- cobran cuotas de
el país líneas para la transmisión de participar en los grupos de discusión acceso o utilizan otro tipo de barreras
datos a alta velocidad. Internet esta­ que más nos interesen, y cambiar electrónicas para formar redes más
ba a punto de nacer. Hoy en día, noticias o impresiones con gente de restringidas, compuestas por perso­
miles de oficinas del gobierno, uni­ todo el mundo. También podemos ver nas como ellas. La realidad virtual,
versidades, empresas y organizacio­ qué fondos tiene la biblioteca de anárquica e impredecible, está dando
nes -de todo tipo están conectadas a nuestra universidad u otras bibliote­ lugar a otros mundos, también virtua­
Internet. Si a esto le añadimos los cas en otras partes del mundo. Pode­ les, pero más familiares. ®
varios millones de personas que tam­ mos hacer nuestras compras, orgánl-
bién están conectadas a través de zar nuestros viajes, etc. Dado que
Fuente: Basado en parte en Elmer-DeWftt, 1993,1994;
sus computadoras personales ya nos Internet funciona sin el control de nin­ y Hafner, 1994
190 <6 Las bases de la sociedad

de estudios que se reúnen cada cierto tiempo o mantienen tipo de la comunidad de residencia, etc.). Estos grupos, por
una relación de amistad o profesional. Pero generalmen­ supuesto, siguen teniendo una importancia fundamental en
te, las redes sociales agrupan a personas de las que sabe­ las sociedades modernas. Pero hoy en día muchas de las
mos (o personas que saben de nosotros) y con las que, actividades que antes desarrollaban esos grupos se desarro­
como mucho, interactuamos esporádicamente (o no inter­ llan en el seno de organizaciones formales. Si antes la fami­
actuamos en absoluto). Esto lo expresa muy bien, por lia o la comunidad se encargaba del cuidado de los enfer­
ejemplo, una mujer que dedicaba parte de su tiempo libre mos, de los mayores, de la socialización de los niños, de la
a una organización vecinal: «En casa recibo muchas lla­ asignación y distribución del trabajo, del reparto de los bie­
madas. “Quisiera hablar con Rossean Navarro?” Me nes económicos, etc., hoy en día existen organizaciones
dicen. “Tengo este problema...”» (citado en Kaminer, especializadas en cada una de esas tareas (hospitales, resi­
1984: 94). Las’redes sociales son, así, conjuntos de per­ dencias de ancianos, escuelas, empresas, administraciones
sonas unidas por lazos débiles (Granovetter, 1973). públicas, etc.). Las organizaciones, entonces, parecen haber
Los vínculos que unen a las personas en una red social absorbido muchas de las funciones que antes estaban en
pueden ser débiles, pero pueden ser importantes para esas manos de aquellos grupos sociales (Perrow, 1992). Una
personas. Por ejemplo, pueden ser importantes a la hora organización formal es una asociación de personas que
de encontrar trabajo. Incluso Albert Einstein se dio cuen­ tiene unos objetivos determinados y que funciona no de un
ta de esto. Después de estar un año haciendo entrevistas,, modo espontáneo sino según un esquema preestablecido.
solo consiguió su primer trabajo cuando el padre de un Un hospital, una empresa, una universidad, un partido polí­
compañero de estudios intercedió por él (Clark, 1971; * tico, una oficina de la administración pública, por ejemplo,
citado en Fischer, 1977: 19). Las redes sociales, para.el son organizaciones formales.
caso de muchos individuos, confirman el viejo dicho de Las organizaciones formales pueden distinguirse fácil­
que tan importante como lo que sabes es a quién conoces. mente de los grupos o asociaciones informales de perso­
Las redes sociales pueden agrupar a personas de la nas (como las familias o la peñas de amigos, por ejem­
misma promoción universitaria, a aficionados de un equi­ plo). Si en los grupos informales las relaciones entre los
po de fútbol, a grupos de amistades, a miembros de parti­ miembros se basan en una serie de compromisos o lealta­
dos políticos, etc. Algunas redes, por supuesto, agrupan a des interpersonales, en las organizaciones formales las
personas de mayor poder o prestigio social que otras. Por relaciones entre sus miembros están reguladas de antema­
eso, si uno forma parte de una de estas redes se dice que no según un esquema preestablecido en el que se detallan
tiene «buenos contactos». Si la red es más extensa, las las tareas que ha de realizar cada uno. Las organizaciones
posibilidades de obtener algún beneficio son mayores. formales se crean, entonces, para alcanzar unos objetivos
Generalmente, las redes sociales más extensas son las que que, por ser demasiado ambiciosos o complejos, están
mantienen los jóvenes profesionales con alto nivel de fuera del alcance de los grupos informales o de las perso­
estudios y que viven en centros urbanos (Marsden, 1987; nas que actúan individualmente.
Kadushin, 1995). Pensemos, por ejemplo, en la infinidad de tareas com­
El género también afecta a la composición de las plejas que se llevan adelante todos los días en el conti­
redes. Aunque las redes de hombres y mujeres son gene­ nente europeo, donde viven quinientos millones de perso­
ralmente del mismo tamaño, las mujeres suelen incluir, a nas. Hay que repartir el correo, recaudar impuestos,
más familiares en sus redes sociales que los hombres, administrar justicia, producir bienes, repartir beneficios,
quienes, por su parte, incluyen a los compañeros de tra­ hacer investigaciones, etc. El bienestar de todos los euro­
bajo. Por supuesto, la incorporación de la mujer al mundo peos depende de que todas estas cosas (y muchísimas
laboral está haciendo que estas diferencias desaparezcan otras más) se hagan todos los días y se hagan bien. Y de
(Moore, 1991,1992). todas estas cosas se encargan las organizaciones forma­
Por último, las nuevas tecnologías de la información les. La inmensa mayoría de los europeos trabaja en estas
permiten establecer redes sociales m ucho más extensas o organizaciones, y sus ingresos y las posiciones sociales
numerosas. En el Mapa 7.1 podemos ver el progreso de que ocupan vienen en gran parte determinados por las
Internet a escala global. tareas que allí desempeñan.

Organizaciones formales
01
¡pos de organizaciones formales
Las organizaciones se pueden clasificar según distintos cri­
Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la terios. Según la clasificación de Etzioni (1975), y teniendo
inmensa mayoría de las personas debía satisfacer gran par­ en cuenta las razones que hacen que las personas terminen
te de sus necesidades e intereses en el seno de grupos socia­ perteneciendo a una organización, podemos clasificarlas
les (la familia, los grupos religiosos, económicos o de otro en organizaciones utilitarias, normativas y coercitivas.
Grupos y organizaciones ® 191

O rg an izacio n es utilitarias Orígenes de la burocracia


La inmensa mayoría de las personas que trabajan a cam­ Las organizaciones formales no son un invento moderno.
bio de un salario son miembros de una organización uti­ Los antiguos imperios necesitaban organizaciones de este
litaria. Las administraciones públicas o las empresas, por * ■ti^b^ára recaudar impuestos, hacer guerras o construir
ejemplo, son organizaciones utilitarias: las personas que monumentos, como las pirámides de Egipto o la muralla
trabajan allí lo hacen voluntariamente y lo hacen a cam­ china.
bio de un salario. Por supuesto, además del salario, los Estas organizaciones, sin embargo, tenían un poder
miembros de esa organización pueden recibir otras com­ limitado no porque los emperadores y elites gobernantes
pensaciones (un buen clima laboral, capacidad de inicia­ carecieran de ambiciones políticas, sino porque, compa­
tiva en el trabajo, etc.), que uno tiene en cuenta a la hora radas con las organizaciones formales modernas, no po­
de calcular los costes y beneficios de la pertenencia a esa dían ser tan eficientes como lo son sus sucesoras. Sólo
organización. con el triunfo de la sociedad industrial (y el inicio del
desencantamiento del mundo, como vimos al hablar de
Organizaciones normativas Weber en el Capítulo 3) y la aparición de la burocracia,
-— — ................ m las organizaciones formales cobraron poder e influencia
Pero también las¿personas crean (y participan en) organi­ en la vida social y política.
zaciones impulsadas por razones de orden moral o ético.
Estas son las organizaciones normativas. Los partidos
Características de la burocracia
pplíticos.o las organizaciones de voluntarios son organi­
zaciones de este tipo. Como en el caso de las organiza­ La burocracia hace referencia al tipo de organizaciones
ciones utilitarias, la pertenencia a este tipo de organiza­ que están diseñadas deforma racional y según criterios de
ciones es voluntaria (uno puede libremente pertenecer o maximización de la eficiencia. Un empresa privada, una
dejar de pertenecer a la organización), pero lo que las dis­ oficina de la administración pública, por ejemplo, son orga­
tingue de las anteriores son los motivos que animan a las nizaciones burocráticas: la división del trabajo, la asigna­
personas a colaborar o trabajar en ellas. En Europa, tradi­ ción de responsabilidades, la escala de retribuciones, etc.,
cionalmente, los países del sur (como España, Francia o no son cosas que se han dejado al azar, sino que son parte
Italia) presentan índices más bajos de participación en de un diseño general que, idealmente, sirve para que la
organizaciones de’ este tipo que los países del norte organización cumpla sus objetivos de la forma más eficien­
(FOESSA, 1994,360-363; Casado, 1997). te. Imaginemos, por ejemplo, una compañía telefónica. La
compañía es eficiente si consigue conectar a millones de
Organizaciones coercitivas usuarios entre sí y con el extranjero, idéntifica desde qué
teléfono se hizo cada llamada y cuál file su destino, hacer
En las organizaciones coercitivas, y al contrario que en millones de facturas anuales y cobrar esas facturas.
las anteriores, la pertenencia a la organización no es Para hacer todo esto, la compañía de teléfonos necesi­
voluntaria: uno es miembro de la organización aún en ta materiales y tecnologías avanzadas (fibra óptica, com­
contra de su propia voluntad. Los hospitales psiquiátricos putadoras muy sofisticadas, etc.). Por supuesto, también
o las cárceles, por ejemplo, son organizaciones coerciti­ necesita un equipo de personas cualificadas para llevar
vas. En muchas ocasiones, estas organizaciones también adelante cada una de las tareas requeridas. Pero antes
se distinguen físicamente de las anteriores: están rodea­ necesita otra cosa. Necesita un buen diseño organizacio-
das de muros o verjas, tienen ventanas enrejadas, guar­ nal, de tal forma que todos los miembros de la organiza­
dias de seguridad, etc. Son organizaciones que tienen ción sepan qué es exactamente lo que tienen que hacer y
como objetivo aislar a los internos del exterior y, así, faci­ cómo tienen que hacerlo. Sólo asida organización puede
litar su resocialización (sobre esto' ya hemos hablado en llegar a ser eficiente. Más en concreto, lo que explica la
las últimas páginas del Capítulo 5 «Socialización»). eficiencia de las organizaciones burocráticas son los
Por supuesto, muchas organizaciones pueden compar­ siguientes rasgos, en lo que se resume el tipo ideal de
tir características de los tres tipos de organizaciones que burocracia de Weber (1978, ed. orig., 1921):
hemos vistos. Un psiquiátrico, por ejemplo, es una orga­
nización utilitaria para los empleados, es una organiza­ 1. Especialización. Las tareas de la organización están
ción normativa para los voluntarios que puedan colaborar repartidas entre distintos funcionarios, que se hacen
allí y una organización coercitiva para los intemos. Un responsables ante sus superiores de la ejecución de
partido político, de la misma forma, es una organización esas tareas. La división del trabajo dentro de la orga­
normativa para los idealistas y utilitaria para los arri­ nización implica asignar para cada tarea a un funcio­
bistas. nario o trabajador capacitado para cumplirla.
192 # Las bases de la sociedad

El lado más oscuro de la burocracia: el asesinato de 20 millones


de personas durante el Holocausto

in lugar a dudas, el suceso más el ganado), y, por último, aquellos que vida civil. El trabajo anónimo en la

S estremecedor en la historia del


siglo xx fue la «Solución Final»
de Hitler, que supuso el exterminio de
veinte millones de personas (judíos,
habían sobrevivido eran aniquilados
en masa en las cámaras de gas o por
otros mecanismos.
Zygmunt Bauman ha estudiado el
máquina burocrática permitía a los
ejecutores despreciar su parte de
responsabilidad personal. Como pie­
zas deshumanizadas dentro de un
gitanos, homosexuales, «razas infe­ Holocausto desde una perspectiva sistema que parecía tener vida pro­
riores», etc.). Ha habido otros genoci­ sociológica en su libro M o d e r n ity a n d pia, los perpetradores se limitaban a
dios en la historia (sobre esto hablare- • th e H o lo c a u s t (1989). Según Bau­ ejecutar su trabajo sin pensar en las
mos en el Capítulo 16), pero ninguno man «vivimos en un tipo de sociedad consecuencias.
como el Holocausto. El Holocausto no que ha hecho posible el holocausto». Un interrogante que sigue ocu­
fue el resultado de un ataque incon­ Inspirándose en el análisis de la pando a muchos investigadores es
trolado de ira. Tampoco fue la obra burocracia de Max Weber y en las entender cómo la sociedad alemana,
particular de un puñado de fanáticos. reflexiones sobre la división del tra­ que entonces estaba a la vanguardia
El Holocausto fue una obra criminal bajo de Emile Durkheim, Bauman del progreso científico e intelectual
ejecutada cuidadosamente por unos mantiene que estas características de la época, pudo acometer una
aparatos burocráticos en los que de la sociedad moderna han permiti­ atrocidad de tal calibre. Si eso ocu­
intervinieron miles de personas. Pri­ do que un fenómeno tan horrendo rrió en la culta Alemania de los años
mero se aislaba a las víctimas en gue­ haya tenido lugar. Muchas personas treinta, ¿debemos pensar que puede
tos o campos de detención, luego pusieron su granito de arena en el volver a ocurrir en cualquier rincón
eran transportados como ganado en Holocausto trabajando como peque­ del planeta? Los recientes aconteci­
trenes de mercancía a campos de ñas piezas en una enorme maquina­ mientos en la antigua Yugoslavia y
concentración; allí recibían un núme­ ra y aplicando rigurosamente una en países de África central no nos
ro de identificación (que a veces se serie de reglas abstractas, tal como dan muchas razones para ser opti­
marcaba en la piel, como se hace con estaban acostumbradas a hacer en la mistas. ®

2. Jerarquía de mando. Todo miembro de la organiza­ teniendo en cuenta exclusivamente la competencia


ción burocrática es responsable ante su superior del personal o profesional de los candidatos y al margen
cumplimiento de las tareas que se le han asignado y de de cualesquiera otras consideraciones.
las que dependen de sus subordinados. La organiza­
5. Impersonalidad. En su relación con los dientes, las
ción burocrática funciona, pues, según una cadena de
burocracias aplican normas universales e impersona­
mando. La autoridad que unos miembros de la organi­
les a fin de conseguir que el funcionamiento de toda la
zación tienen sobre otros se circunscribe exclusiva­
maquinaria sea predecible y eficaz, y de evitar el favo­
mente al cumplimiento de las tareas organizativas y no
ritismo. Esto es, los funcionarios aplican automática­
se puede extender a otras dimensiones extraorganiza-
mente unas normas que ya les vienen dadas y que no
cionales (por decirlo brevemente, el superior no tiene
pueden alterar discrecionalmente.
autoridad sobre la vida privada del subordinado).
6. Comunicaciones formales y escritas. A fin de evaluar
3. Reglas y procedimientos. La organización funciona
la eficacia con la que cada miembro de la organización
siguiendo unas determinadas reglas y procedimientos
cumple con su tarea, y así de imputar responsabilida­
que se han hecho explícitos y que todo miembro de la
des, el trabajo burocrático queda reflejado en toda una
organización debe seguir. Estas reglas permiten que
cada pieza de la maquinaria burocrática funcione de documentación escrita, en forma de circulares inter­
nas, informes, etc.
forma coordinada con el resto de la organización.
4. Competencia técnica. En las organizaciones burocrá­ Todos estos rasgos hacen que las organizaciones buro­
ticas, las tareas y las responsabilidades se asignan cráticas sean muy distintas de los grupos informales que
Grupos y organizaciones O 193

organización, se le superpone otra estructura informal a


partir de las redes de lealtades personales o coaliciones de
intereses que surgen en el seno de la organización. En
ocasiones, esa estructura informal puede hacer que la
orgamzSáión sea más eficiente incluso. Ocurre esto si
sobre una estructura formal, que ya se ha hecho obsoleta
o demasiado rígida, actúa otra informal, que parece más
capaz de ir resolviendo los problemas con los que va tro­
pezando la organización. Pero si la estructura informal
funciona en beneficio exclusivo, de determinados grupos
dentro de la organización, entonces toda la organización
puede llegar a resentirse (Scott, 1981).
En principio, el poder en la organización reside en los
cargos, no en las personas. Es decir, en una organización
burocrática el subordinado obedece al cargo superior,
independientemente de la persona que ocupe ese cargo.
En el mundo real, sin embargo, la personalidad de los
líderes de las organizaciones puede terminar imponiendo
una forma de trabajo, unas pautas concretas de relaciones
entre los miembros de la organización y, en fin, en la
dinámica operativa de la organización que puede terminar
funcionando de modo distinto al que fue. También, dentro
de la organización pueden coaligarse personas con intere­
ses afines o complementarios y conseguir, eventualmen­
te, torcer el rumbo o cambiar los objetivos de la organi­
zación.
Los subordinados, por supuesto, pueden también ero­
sionar la estructura formal de la organización. En un estu­
dio clásico de una empresa de materiales eléctricos en
Estados Unidos se observó que pocos trabajadores obser­
vaban algunas reglas establecidas por la dirección, como
la de denunciar a aquellos compañeros que no trabajaban
al ritmo que la empresa había establecido. Lo que ocurría
era que, en oposición a esas reglas, los trabajadores impu­
sieron otras que definían cuál era el ritmo de trabajo ade­
cuado. Aquellos que intentaban desentenderse de las
reglas informales impuestas por sus compañeros y operar
hemos visto en la sección anterior. Las organizaciones según las reglas formales de la organización se veían
formales funcionan según criterios impersonales. Las sometidos a presiones tan fuertes por parte del resto de
lealtades, simpatías o afinidades personales quedan, al sus compañeros que terminaban trabajando al mismo rit­
menos idealmente, a la puerta de la organización, todo lo mo que los demás (Roethlisberger y Dickson, 1939).
contrario de lo que ocurre en los grupos primarios. Los En el mundo real, entonces, para explicar el funciona­
miembros de estos grupos se relacionan entre sí en su miento de una organización hay que tener en cuenta, ade­
calidad de personas y no en función de los cargos que más del diseño o la estructura fórmamele la organización,
ocupan en una jerarquía de mando. En la Tabla 7.2 resu­ aquellas estructuras informales que, por unas razones u
mimos las diferencias entre las organizaciones formales y otras, se han ido superponiendo a la estructura formal.
los grupos primarios. Esto nos obliga a estudiar con un poco más de deteni­
miento los problemas de la burocracia.
La estructura informal de la organización.
En el tipo ideal de la burocracia de Weber toda actividad Problemas de la burocracia
está regulada de antemano. En el mundo real, sin embar­ A pesar de la importancia que han adquirido las organiza­
go, esto no sucede así en la inmensa mayoría de los casos. ciones formales en las sociedades modernas hay mucha
En la vida real, a ese diseño o estructura formal de la gente que se muestra ambivalente hacia este fenómeno.
194 © Las bases de la sociedad

En los siguientes apartados vamos a ver algunos de los por ejemplo, debe cambiar los planes de estudio o los pro­
problemas asociados con la burocracia: desde la tenden­ gramas de las asignaturas según los cambios en el merca­
cia a deshumanizar y a alienar a las personas, hasta las do de trabajo o los nuevos progresos científicos. Las
amenazas que representan para la vida privada o, según organizaciones, sin embargo, suelen ser lentas, y torpes.
posiciones más extremas, para las instituciones y valores Dado que cualquier intento de modificación o ajuste
democráticos. implica cambios en los equilibrios de poder en el-seno de
la organización, suele haber resistencias, que provocan
A liena ción burocrática demoras e ineficiencias.

Para Max Weber, la organización burocrática es técnica­ Inercia


mente superior a cualquier otro modelo organizativo. El Si los burócratas pueden sentirse poco motivados para ser
mismo Max Weber, sin embargo, reconocía que la buro­ más eficientes, sí que lo están para conservar su trabajo.
cracia puede deshumanizar con relativa facilidad a aque­ Esto explica que aún cuando una organización ha cumpli­
llos a los que teóricamente ha de servir. La organización do sus objetivos, los burócratas hacen toctoJoqjosible para
burocrática, orientada a la aplicación sistemática de mantenerla a flote. Esto ya lo expresó Weber: «Una vez
reglas abstractas e impersonales, no permite que adminis­ establecida, la burocracia es una de las estructuras sociales
tradores y administrados se relacionen teniendo en cuen­ más difíciles de desmantelar» (1978: 987, ed. orig., 1921).
ta las características particulares y personales de cada La inercia burocrática se refiere a la tendencia de las
uno. Los burócratas deben atender a los clientes como un organizaciones burocráticas a autoperpetuarse. Por de­
número de expediente, haciendo abstracción de la perso­ cirlo en otras palabras, la organización burocrática tiene
na que hay detrás de ese número. una tendencia a convertirse en un fin eñ sí mismo por
Esto da lugar a un sentimiento de alienación. En encima de sus fines u objetivos oficiales. Si una organiza­
muchas ocasiones, las personas no son más que «una pie­ ción es un medio para alcanzar unos fines, cabe esperar
za más de un mecanismo que está en continuo movimien­ que, una vez que esos fines se han alcanzado, la organiza­
to» (Weber, 1978: 988; ed. orig., 1921). La extensión de ción, siendo obsoleta, desaparezca. Pero esto no suele
la burocracia, según Weber, supone una amenaza al suceder. Lo que ocurre, por el contrario, es que la organi­
desenvolvimiento de valores como la libertad y la res­ zación se busca nuevos objetivos que cumplir a fin de
ponsabilidad individual. Una sociedad dominada por las evitar su desaparición.
organizaciones es una sociedad anquilosada y de hombres Un ejemplo clásico es el de la National Association for
dóciles. Infantil Paralysis. El objetivo de esta organización era
encontrar una vacuna contra la poliomielitis, que afecta­
Ineficiencia y ritualismo ba sobre todo a la población infantil. Para obtener dine­
Paradójicamente, las mismas razones que hacen que una ro para la investigación, la organización realizaba una
organización sea eficiente (división del trabajo, aplica­ cuestación pública- cqnocida como la March of Dimes.
ción sistemática de unas reglas y procedimientos preesta­ Cuando se descubrió finalmente la vacuna en los años
blecidos, etc.) pueden hacerla ineficiente. De hecho, en el cincuenta, la organización, antes que desaparecer, se pro­
lenguaje cotidiano identificamos burocracia con inefi­ puso nuevos objetivos, orientados también a la lucha con­
ciencia y papeleo. ¿A qué se debe esta paradoja? Según tra las enfermedades infantiles.
Merton, una organización se hace ineficiente cuando
sufre de lo que él llamaba ritualismo burocrático. Este Oligarquía
ritualismo se produce cuando los burócratas transforman El sociólogo Robert Michels (1876-1936), un discípulo
las reglas y procedimientos de gestión interna, que, en de Weber, estudió con profundidad las tendencias antide­
principio no son más que medios para alcanzar los fines mocráticas en las organizaciones. Estas tendencias, según
de la organización, en fines en sí mismos. Hacen esto por­ Michels, son inevitables. En toda organización burocráti­
que saben que aplicando escrupulosamente las normas ca, por muy democráticas que sean sus intenciones o sus
administrativas, aunque esas normas sean absurdas para estatutos, termina emergiendo una oligarquía organiza­
el caso concreto que tienen entre manos, no van a recibir ción al, esto es, una elite que utiliza los recursos disponi­
castigo, mientras que si innovan o se saltan esas normas bles en la organización para autoperpetuarse en el poder,
corren el riesgo de ser amonestados (Whyte, 1957; Mer- aunque ello resulte una traición de los objetivos origina­
ton, 1968; Coleman, 1990; Kiser y Schneider, 1994). les de la organización. Michels estaba tan convencido de
También, para cumplir los objetivos para los que fue­ la inevitafydidad de esta tendencia que la expresó en for­
ron creadas, las organizaciones deben adaptarse a los ma de ley: la ley de hierro de la oligarquía (Michels,
cambios que se suceden en el exterior. Una universidad, 1949, ed. orig., 1911).
Grupos y organizaciones @ 195

En las sociedades preindustriales, los reyes o gober­ casos, lo que suelen hacer es fingir que están ocupados.
nantes carecían de los medios organizativos necesarios Estando «ocupados», la empresa tiene que contratar nue­
para controlar a toda la población. Pero con el paso del vos empleados que saquen adelante el trabajo que aqué­
tiempo y los avances tecnológicos, estos medios se han llos rechazan. Esto implica invertir tiempo y esfuerzo en
ido desarrollando con lo que, hoy en día, las elites en el la seleéción y contratación de esos nuevos empleados y, a
poder tienen una enorme capacidad de dominación. su vez, tiempo y esfuerzo en supervisar el trabajo de ese
Max Weber pensaba que la división y jerarquización personal. A la postre, todo esto conduce a una organiza­
de las tareas y las responsabilidades aumentaba la efi­ ción cada vez más sobredimensionada y menos eficaz.
ciencia de las organizaciones burocráticas. Pero, como Este círculo vicioso sólo se puede evitar cambiando la
hemos visto, Weber también pensaba que las organizacio­ actitud de los trabajadores, algo que no es nada fácil.
nes podían ahogar la libertad de las personas y convertir­ En la misma línea divulgativa que Parkinson, Lawren­
las en espíritus dóciles y obedientes. En la obra de ce J. Peter (Peter y Hull, 1969) acuñó el ya famoso prin­
Michels, este talante tan pesimista está aún más acentua­ cipio de Peter, que explica por qué los burócratas de una
do. Según Michels, la división de tareas y responsabilida­ organización ascienden hasta ocupar cargos para los que
des pone en manos de los líderes tal cantidad de recursos no están preparados. La explicación de este fenómeno es
(el control de la información, la posibilidad de distribuir muy simple. Los empleados más competentes a un nivel
cargos entre los miembros para así cooptar a quienes lue­ de la jerarquía organizacional son los que tienen más pro­
go les van a apoyar, el control de los debates y la agenda babilidad de ser ascendidos al siguiente nivel. La carrera
de discusión, etc.) que resulta difícil no sucumbir a la ten­ de ascensos continúa hasta que ocupan cargos o posicio­
tación de utilizarlos a fin de orientar el rumbo de la orga­ nes para los que no están bien preparados. Como no pue­
nización a la medida de sus intereses o preferencias y al den destacar en sus nuevos cargos se quedan bloqueados
margen de las aspiraciones de sus miembros. La oligar­ en su carrera profesional. Tienen pocas posibilidades de
quía, según Michels, se origina en los mismos procesos ascenso, pero también puede resultar muy difícil desti­
organizativos. Organización y oligarquía son, para Mi­ tuirles y devolverles al nivel inferior del que procedían.
chels, una y la misma cosa: «Quien dice organización, Esto es así porque, al nivel al que han llegado y tras varios
dice oligarquía» (Michels, 1949; Tolson, 1995). años de experiencia en la organización, ya saben muy
bien cómo arreglárselas dentro de la organización y apro­
La ley de Parkinson y el principio de Peter vecharse del trabajo de sus subordinados, posiblemente
más competentes que ellos mismos.
Vamos a concluir este apartado con dos observaciones,
menos sesudas sin duda, acerca del mundo organizacio-
nal. Lo que sigue, y que es fruto de las reflexiones de C. Género y raza en las organizaciones
Northcote Parkinson y Lawrence J. Peter, posiblemente Rosabeth Moss Kanter ha investigado en qué medida
ya le resulta familiar al lector. algunas características ascriptivas, y más en concreto el
Parkinson (1957) resumió su experiencia en el mundo género y la raza de los miembros de la organización, pue­
de las organizaciones bajo el siguiente aserto: el trabajo den determinar las trayectorias profesionales. En aquellas
tiende a dilatarse hasta ocupar todo el tiempo disponible organizaciones relativamente homogéneas, aquellos que
para su ejecución. Esta afirmación parece tan cercana a comparten las características ascriptivas dominantes en la
nuestra experiencia cotidiana en las organizaciones y tan organización tienen más probabilidad de ser aceptados
verosímil que hoy se conoce como la ley de Parkinson. socialmente, de hacerse valorar y de formar parte de las
Podemos poner un ejemplo. Nos podemos imaginar a un redes informales de la organización.
burócrata que trabaja en la oficina de registro de matrícu­ Como se muestra en la Figura 7.3, mientras que sólo
las de automóviles. En una jomada de trabajo normal, representan el 42 por ciento del total de la población de
este trabajador comprueba y registra unas cincuenta soli­ Estados Unidos, los varones de razafblanca ocupan el 63
citudes. Si un día sólo recibe veinticinco solicitudes por ciento de los cargos directivos. Las mujeres blancas,
¿cuánto tiempo va a emplear en comprobarlas y registrar­ que también representan el 42 por ciento del total de la
las? La respuesta lógica es media jomada de trabajo. La población, sólo ocupan el 26 por ciento de los cargos de
ley de Parkinson nos dice que si se tiene a disposición una responsabilidad (US Equal Employment Opportunity
jomada completa para completar el trabajo, el trabajador Commission, 1996). Los miembros de otras minorías, y
va a emplear esa jomada completa. teniendo en cuenta su peso en el total de la población,
Si los empleados de una organización tienen poco inte­ parecen estar aún más subrepresentados.
rés en sus tareas o en el futuro de la organización, no es Según Kanter, aquellos que son minoría en una empre­
lógico pensar que vayan a buscar, voluntariamente, nue­ sa (las mujeres, las personas de color, los qué proceden-de
vas tareas que realizar cuando les sobra tiempo. En estos familias de medios modestos), terminan sintiéndose ais-
196 # Las bases de la sociedad

Siguiendo con el tema del género,


hay investigaciones que sugieren que
hombres y mujeres tienen estilos
directivos diferentes. Deborah Tan-
nen (1994) mantiene, por ejemplo,
que las mujeres están más orientadas
a la comunicación, mientras que los
hombres parecen más orientados a
cultivar o cuidar su imagen. Esto es,
mientras que las mujeres parecen más
dispuestas a hacer preguntas a los
subordinados o a quien corresponda a
fin de entender mejor los asuntos de
la empresa, los hombres son más rea­
cios a hacer preguntas y pedir infor­
mación o consejos, pensando que eso
puede dañar su imagen.
En la m ism a línea, Sally H elgesen
Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Blancos Afroamericanos Hispanos
(1990) destaca tres diferencias en los
Fuente: US Equal Employment Opportunlty Commission (1996), Census Bureau (1996) and Marión (1968)
las mujeres directivas, según Helge­
sen, tienen una mayor tendencia que
Figura 7.3 8 Directivos e stadounidenses clasificados por raza, género y grupo étnico. Datos
de 1995 los hombres a compartir información,
esto es, a no rehuir los intercambios
de opiniones. En segundo lugar, las
mujeres tienen un estilo de liderazgo
lados dentro de la organización. Incómodas, porque están más flexible que los hombres, y ofrecen a sus subordina­
permanentemente bajo el punto de mira del grupo domi­ dos más iniciativa personal. Por último, mientras que los
nante, a estas personas se les toma menos en serio y se les hombres parecen más apegados a los modelos clásicos de
dan menos oportunidades de ascenso. No puede extrañar, gestión, caracterizados por la especialización y división
entonces, que terminen pensando que deben esforzarse el del trabajo, las mujeres tienden a procurar que los traba­
doble que sus compañeros para obtener la misma credibi­ jadores se comuniquen y colaboren más unos con otros.
lidad y conservar sus puestos, o aspirar a un ascenso Dado que las empresas operan actualmente en entornos
(Kanter, 1977; Kanter y Stein, 1979). cada vez más complejos e-impredecibles, a los qúe las
Según Kanter (1977), las empresas que siguen una empresas deben saber adaptarse si quieren seguir a flote,
política de igualdad de oportunidades pueden mejorar el los llamados modelos de gestión flexible suponen una
rendimiento de todo el personal. Una empresa en la que ventaja competitiva frente a los viejos modelos. Siendo
los techos profesionales son la norma, puede convertir a esto así, Helgesen piensa que tener mujeres en el equipo
sus empleados en auténticos «zombies»: personas con directivo de una empresa es tener un activo importante.
escasas aspiraciones profesionales, bajos niveles de auto­ En resumen, las investigaciones realizadas en los últi­
estima y escasa o nula lealtad a la empresa. Al contrario, mos años indican que las organizaciones más abiertas y
una empresa que ofrece oportunidades de ascenso dispa­ que tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios
ra las aspiraciones profesionales de los empleados, su del entorno son las que mejor consiguen rentabilizar la
nivel de autoestima y de lealtad a la empresa. capacidad de sus empleados. Mirándolo desde la otra cara
Por último, Kanter descubrió que los directivos de . de la moneda, los empleados que perciben que la organiza­
aquellas organizaciones que tienen una política abierta de ción valora más su trabajo que su pertenencia a un grupo
ascensos suelen ser también los que mejor saben apreciar ascriptivo u otro, y que tienen cierta capacidad de iniciati­
el trabajo de sus subordinados, lo que repercute favora­ va personal en el desempeño de sus tareas, son los que más
blemente en el clima laboral. Al contrario, los directivos y mejor pueden contribuir a la marcha de la organización.
de las empresas que no tienen una política abierta de
ascensos pueden verse condenados a dedicar muchos
Humanizar la burocracia
esfuerzos a proteger sus privilegios y protegerse de sus
subordinados, a los que ven como una amenaza perma­ .Humanizar la burocracia consiste en procurar que la
nente. organización se gobierne de un modo más democrático y
Grupos y organizaciones C& 197

tenga en cuenta el esfuerzo de cada uno de sus miembros. las organizaciones. Las empresas que no ven a sus em­
Las investigaciones de Kanter (1977,1983,1989; Kanter pleados como un colectivo que debe ser constantemente
y Stein, 1980) y de otros autores (por ejemplo, Peters y supervisado y controlado, sino que, antes bien, intentan
Waterman, 1982) sugieren que una burocracia más huma­ desarrollar todas sus capacidades creativas, suelen ser las
nizada repercute favorablemente en la moral de los más réritábles. Hay autores, sin embargo, que han puesto
empleados y en la eficiencia de la organización. Teniendo en entredicho la afirmación de Kanter de que las organi­
en cuenta lo que hemos visto en los párrafos anteriores, zaciones socialmente heterogéneas son más eficientes.
podemos identificar tres estrategias que pueden contri­ En concreto, se ha sugerido que los grupos de trabajo
buir a que las organizaciones consigan estos objetivos: socialmente homogéneos son más productivos, mientras
que los grupos heterogéneos son más creativos o innova­
1. Evitar la exclusión social. La composición de la orga­ dores. Si esto es así, el grupo óptimo de trabajo no puede
nización debe ser tal que ningún empleado se sienta ser completamente homogéneo ni tampoco absolutamen­
«fuera de lugar» por razón de su sexo, raza o cualquier te heterogéneo. Debe ser algo intermedio: lo suficiente­
otra característica. El rendimiento de los trabajadores mente homogéneo como para que sus miembros puedan
aumentará en la misma medida en que todos se sientan colaborar unos con otros sin roces significativos, y lo
parte del mismcrequipo. suficientemente heterogéneo como para que exista dentro
del grupo una variedad de perspectivas o puntos de vista
2. Compartir responsabilidades. En las organizaciones
que aumenten la capacidad de innovación y adaptación de
en las que hay úna división rígida de las tareas y res­
la empresa (Hackman, 1988).
ponsabilidades, los empleados tienden a sentirse res­
ponsables únicamente de su propio trabajo. En las
organizaciones más flexibles, por el contrario, los tra­ - Equipos autónomos de trabajo
bajadores se sienten más responsables de lo que suce­
En los años posteriores a la II Guerra Mundial, la mayoría
de a su alrededor. También, si los canales de comuni­
de las organizaciones en Europa seguían el modelo buro­
cación son más flexibles o están más abiertos, los
crático tradicional de división y jerarquización rígida de
directivos pueden tener un contacto más directo con
tareas y responsabilidades. Hoy en día, y debido a la inter­
sus subordinados y sacar provecho de las sugerencias
nacionalización y globalización de los mercados, que han
que les puedan hacer. Por su parte, sabiendo que van a
hecho que los entornos en los que operan las empresas
ser escuchados, los trabajadores se hacen más creati­
sean cada vez más fluidos y menos predecibles, aquel vie­
vos y participativos.
jo modelo tradicional está entrando en crisis. Una muestra
3. Aumentar las oportunidades de ascenso. Una empresa de esta crisis es la proliferación de lo que podemos llamar
capaz de ofrecer amplias oportunidades de ascenso a equipos autónomos de trabajo. Estos son equipos peque­
sus empleados puede evitarles esa sensación de estar ños de trabajadores que han sido entrenados para ejecutar
bloqueados en las mismas rutinas y aumentar así su de forma autónoma una serie de tareas relativamente com­
motivación. La organización debe ofrecer a todos sus plejas. Al responsabilizar directamente a los trabajadores
empleados la oportunidad de expresar ideas, de ensayar de todo un conjunto de tareas y familiarizarles, de esta
nuevos procedimientos y de hacerles-sentir que su tra­ manera, con partes del proceso de producción que antes
bajo actual es sólo un peldaño en su carrera profesional. desconocían, aumenta su grado de implicación con su tra­
bajo, sus compañeros y la empresa, lo que repercute en la
Las investigaciones de Kanter nos permiten ver el fenó­ satisfacción laboral. En los años sesenta sólo unas pocas
meno burocrático desde una nueva perspectiva. Podemos empresas (como la norteamericana- Procter & Gamble)
pensar que si las estructuras formales rígidas podían tener tenían equipos de trabajo de estas características. Pero hoy
sentido en el pasado, cuando la mayoría de la fuerza de ya son muchas las que están introduciéndolos.
trabajo estaba escasamente cualificada y muchas tareas Aunque es m uy difícil medir y comparar la eficiencia
eran puramente físicas y no mentales, hoy en día, y dado organizacional (pues las organizaciones se diferencian
el avance en los niveles de escolarización, esas estructuras mucho bntre sí en infinidad de variables), hay alguna evi­
rígidas ya no son funcionales. Antes que las empresas rígi­ dencia que indica que los equipos autónomos de trabajo
das, son las empresas flexibles las que pueden sacar más aumentan el rendimiento del personal, al tiempo que
rendimiento al capital humano que tienen contratado y resuelven algunos problemas típicos de los viejos modelos
mejorar de este modo los niveles de eficiencia (siempre y de gestión, como la alienación. En el mundo empresarial,
cuando, por supuesto, que dentro de la empresa se estimu­ muchas compañías han descubierto que los equipos autó­
le y se premie la experimentación y la iniciativa personal). nomos de trabajo pueden mejorar notablemente los índi­
Hay mucha evidencia empírica que muestra que los ces de calidad del producto y reducir los niveles de absen­
modelos de gestión flexibles favorecen la eficiencia de tismo y abandono laboral (Yeatts, 1991; Maddox, 1995).
198 <&Las bases de la sociedad

El futuro de las ciberrelaciones

a relaciones personales en los Ken Gergen han estudiado esta ¿Qué puede pasar cuando mucha

L grupos primarios están, desde


hace tiempo, dando paso a las
relaciones más ¡impersonales y tran­
cuestión. Según estos autores, está
emergiendo un nuevo tipo de relacio­
nes interpersonales y un nuevo estilo
de vida. Podemos comentar breve- .
gente no sólo no puede comprarse
una computadora (pues como vere­
mos en el Capítulo 11, estas perso­
nas son la mayoría), sino que ni
sitorias de los grupos secundarios.
Casi todo el mundo reconoce la mente algunos de estos cambios: siquiera sabe leer o escribir? ¿Nos
importancia de los grupos primarios, estamos encaminando a un nuevo
pero sabe también que muchas de » Las relaciones personales cara a modelo de estratificación social basa­
las actividades diarias, en las que cara están siendo reemplazadas do en los «ciberricos» y los «ciber-
empleamos la mayor parte del día, por otro tipo de relaciones a dis­ pobres»?
tienen lugar en el seno de grupos tancia. En estas comunicaciones Pero, igualmente, ¿qué puede
secundarios. Con él nuevo milenio; se utiliza el lenguaje escrito, y el ocurrir cuando las nuevas tecnolo­
las cosas están empezando a cam­ contacto visual se reduce a mirar gías son accesibles a grandes gru­
biar otra vez. una pantalla. pos de la población? Algunos investi­
Como ya hemos dicho en otras $ Los grupos primarios, e incluso los gadores han sugerido que desde que
partes del libro, las nuevas tecnolo­ grupos secundarios, están dando estas tecnologías se han hecho
gías están dando origen a un nuevo lugar a otros grupos cuyos compo­ accesibles, mucha gente parece
tipo de relaciones. Las podemos lla­ nentes pueden estar repartidos haber perdido su capacidad de rela­
mar las «ciberrelaciones». No tene­ por todo el mundo. Conectado a cionarse cara a cara con otras perso­
mos más que empezar a pensar en el Internet uno puede participar en nas. Se han hecho más tímidas,
tiempo y la energía que empleamos grupos de discusión o entrar en rehuyen el contacto físico y sólo
todos los días usando el correo elec­ contacto con personas de intere­ están cómodas delante de una pan­
trónico o conectados a Internet para ses afines que viven en cualquier talla.
damos cuenta de lo que está pasan­ parte del mundo.
do. Las relaciones que establecemos ® El esquema de pensamiento y
por medio de estas tecnologías son argumentación lineal o articulado # Para seguir pensando
muy distintas de las viejas relaciones queda fragmentado o interrumpido sobre este tema*2
3
cara a cara en los grupos primarios o por el «hipertexto». Los cibemau-
secundarios. Muchos se pasan las tas pueden «saltar» de una pieza
horas muertas conectados a Internet de información a otra y «pegar» 1- ¿Pueden las nuevas tecnolo­
y hay gente que ya se ha hecho adic­ las piezas a su conveniencia. Los gías deteriorar nuestra capacidad
ta. Internet nos permite hacer casi modos de articulación de las ideas de relacionamos con otras per­
todo sin necesidad de establecer empiezan a cambiar. sonas?
contacto cara a cara con nadie: pode­ 2. ¿Pueden las nuevas tecnologías
mos trabajar, hacer la compra, estu­ Esta es sólo una lista provisional. satisfacer todas nuestras necesi­
diar idiomas, jugar a la ruleta, o hacer Podríamos añadir más cosas. Pero la dades?
amistades electrónicas. pregunta relevante es la siguiente: 3. ¿Piensa que la línea divisoria
Por eso es interesante preguntar­ ¿Qué puede ocurrir cuando nos entre los cibernautas y los anal­
se en qué medida las nuevas tecno­ hagamos todavía más dependientes fabetos informáticos es real e
logías están cambiando el tipo de de estas tecnologías? importante o es sólo el producto
relaciones sociales. La socióloga También podemos hacernos otras de la imaginación de algunos
Sherry Turkle y el psicólogo social preguntas igualmente interesantes: autores? ©
Grupos y organizaciones & 199

El entorno de las organizaciones ten según el comportamiento de determinadas variables


macroeconómicas (los tipos de interés, la inflación, los
La eficiencia de una organización no depende sólo de tipos de cambio, etc.), y la población aumenta o disminuye
variables internas, como el modelo de gestión o de lide­ sus donaciones a las organizaciones no gubernamentales
razgo, sino también del comportamiento del entorno en el se^uñ C&lbios en la renta disponible. También, y como he­
que opera esa organización. En el entorno de una orga­ mos visto en apartados anteriores, la mayor interdependen­
nización incluimos todos aquellos factores externos que cia de las economías de todos los países está forzando a las
pueden influir en la marcha de una organización. Las empresas a ser más competitivas, lo que explica la intro­
innovaciones tecnológicas, los avatares políticos, los ducción de nuevos modelos de gestión más flexibles.
cambios demográficos o el comportamiento de la econo­ En quinto lugar, el entorno también lo forman otras
mía son factores del entorno relevantes para la vida de las organizaciones. Por ejemplo, las empresas deben estar al
organizaciones. tanto de las estrategias de los sindicatos. Los centros de
La tecnología es una variable particularmente impor­ investigación no operan, por lo general solos, sino dentro
tante a la hora de entender el comportamiento de las orga­ de redes científicas, que les pueden ofrecer o denegar
nizaciones. Ya dijimos un poco más amiba que las organi­ recursos de todo tipo. El funcionamiento de un hospital
zaciones que coriotemos actualmente no podrían existir depende del comportamiento de los proveedores de tec­
sin las modernas tecnologías de la información (desde el nología médica, de las estrategias de las asociaciones pro­
viejo teléfono hasíá'los módems). fesionales y sindicales del personal, de la generosidad de
Los cambios tecnológicos, que se suceden unos a otros las administraciones y de organizaciones privadas, de las
a velocidad vertiginosa, van a tener, posiblemente, un evaluaciones de los servicios de inspección, etc. (Pen-
gran impacto en las organizaciones. Por una parte, lá in­ nings, 1982).
corporación de las nuevas tecnologías en los lugares de En resumen, ninguna organización opera en el vacío.
trabajo hace más difícil controlar el flujo de la informa­ Ahora bien, y como vamos a ‘ver inmediatamente, de la
ción dentro de la organización y, así, evitar que los em­ misma forma que las organizaciones dependen de los
pleados o terceras personas tengan acceso a información acontecimientos que se suceden en su entorno, ellas tam­
que puede ser crítica para la organización o empresa. Pero bién pueden alterar de modo drástico ese entorno.
por otro lado, estas nuevas tecnologías permiten que la
dirección pueda controlar de forma más exhaustiva (o
La mcdonalización de la sociedad1
«invasiva», como dicen algunos) las actividades y el tra­
bajo de los empleados (Markoff, 1991). No sabemos cuál ha sido su experiencia, pero práctica­
Una segunda dimensión relevante del entorno es la mente en todos los sitios que los autores de este libro
política. Los cambios en la legislación pueden tener con­ hemos visitado nos hemos topado con un McDonald’s. Y
secuencias dramáticas en las organizaciones. Las leyes de algunas veces en los lugares más imprevisibles. Cuando
protección del medio ambiente, cada vez más rigurosas viajamos a Hong Kong, hicimos una visita a la minúscu­
en muchos países, por ejemplo, están afectando la marcha la península de Macao, una colonia portuguesa. El esce­
de muchas empresas. Así también, la legislación acerca nario no era nada familiar: poca gente hablaba aquí
del derecho de fundación y las leyes referentes a la crea­ inglés, y el ajetreo de las calles era absolutamente distin­
ción de organizaciones de interés y organizaciones sin to al de Londres, Amsterdam o Los Angeles. íbamos
ánimo de lucro puede hacer que el tejido organizativo de andando, dejándonos llevar por la actividad de la gente,
un país pueda ser más o menos denso. cuando al dar la vuelta a una esquina encontramos un
En tercer lugar, los cambios demográficos pueden alte­ McDonald’s. Por supuesto, después de haber estado
rar el rumbo de las organizaciones. El envejecimiento de comiendo comida china (o quien sabe qué) durante varios
la población que están experimentando muchos países días, no nos costó mucho decidimos^ entrar y pedir una
avanzados, por ejemplo, está dando lugar a toda una hamburguesa. Lo más curioso no fue encontrar un McDo­
industria dedicada a los viejos. Los hospitales, las univer­ nald’s en Macao, sino comprobar que las hamburguesas,
sidades, las escuelas, también se han visto afectados por las patatas fritas y las bebidas saben exactamente igual en
estos cambios demográficos. Las características de la el McDonald’s de Macao que en cualquier otro McDo­
población de un lugar determinado (la distribución por nald’s de Estados Unidos.
edades, el grado de homogeneidad étnica o cultural, el Como ya vimos al comenzar este capítulo, los restau­
nivel medio de instrucción, el poder adquisitivo de las rantes McDonald’s han tenido un éxito enorme en todo el
familias, etc.), determinan en gran parte las característi­ mundo. A partir de un restaurante en los años cincuenta,
cas del entramado organizativo de ese lugar.
En cuarto lugar, la marcha déla economía también afec­ 1 Este apartado se basa en el libro del mismo título de George Ritzer (Barce­
ta a las organizaciones. Las empresas invierten o desinvier­ lona: Ariel, 1996).
200 9 Las bases de la sociedad

la empresa cuenta ahora con cerca de veinte mil restau­ rodean, sino que también, y en muchas ocasiones, los
rantes repartidos en casi todos los rincones del mundo. En actos de nuestra vida cotidiana (como desplazarse al
Japón, por ejemplo, hay más de 850 McDonald’s, y en trabajo o a la universidad, o sentarse a una hora fija a
muchos países del antiguo bloque comunista (como la ver la televisión) parecen seguir un plan o esquema
antigua Unión Soviética), o incluso en Pekín ya se puede propio sobre el que apenas tenemos control.
comer en un McDonald’s. 3. Uniformidad y predicción. Uno puede entrar en un
McDonald’s se ha convertido en un símbolo del mun­ McDonald’s en Valencia o en Pekín y estar seguro de
do moderno. Pero más importante que esta dimensión que va a consumir, exactamente, la misma hambur­
simbólica es comprobar cómo los principios en los que se guesa, las mismas patatas o los mismos postres. Esto
inspira esta cadena están extendiéndose y dominando la es el resultado de aplicar un sistema que especifica al
sociedad entera. Nuestra cultura se está «mcdonalizan- detalle cada uno de los pasos que hay que dar sin dejar
do», esto es, muchas dimensiones de nuestra vida parecen nada a la improvisación.
gobernadas según esos principios. Los padres compran
los juguetes de los niños en grandes superficies como 4. Automatización. El elemento más impredecible en
Toys R Us; la comunicación cara a cara está perdiendo toda la cadena de producción son los empleados. Des­
terreno frente a otros modos de comunicación (el contes­ pués de todo, la gente tiene días buenos y malos, algu­
tador del teléfono, el mensaje electrónico, el fax, etc.); nas veces parecen en Babia y otras se empeñan en
cada vez son más las personas que se van de vacaciones hacer las cosas de forma distinta. Para eliminar impre­
en viajes organizados; la televisión nos da fragmentos de vistos como estos, McDonald’s ha hecho todos los
noticias que no se pueden comentar más de diez segun­ esfuerzos para automatizar al máximo el trabajo. Las
dos; en las universidades se preparan programas prepara­ máquinas de distribución de bebidas, por ejemplo, tie­
dos para decenas o centenares de alumnos; y cada vez son nen un sensor que cierra automáticamente el grifo
más profesores los que evalúan a los alumnos sin haber cuando el vaso está lleno. Las mayoría de las teclas de
mantenido jamás una conversación con la mayoría de las cajas registradoras son dibujos de los menús o pro­
ellos, utilizando exámenes tipo test. Podríamos ampliar la ductos. Todos estos esfuerzos tienen el mismo objeti­
lista hasta el aburrimiento. vo: limitar al mínimo la posibilidad de error humano.
Siempre que es posible, se sustituye al trabajador por
L o s cuatro principios de la m cdonalización una máquina/

¿Qué es lo que tienen en común todos esos fenómenos? Estos principios se están extendiendo en toda Europa.
Según George Ritzer, en la «mcdonalización de la socie­ Los bancos ya nos dejan hacer muchas operaciones a tra­
dad» operan cuatro principios básicos:12 vés de cajeros automáticos y sin la intervención directa de
ningún empleado; en la producción de pan se ha conse­
1. Eficiencia. Ray Kroc, el genio del marketing que lan­ guido prescindir del trabajo humano; tenemos incluso
zó a la empresa al éxito, se puso como objetivo servir incubadoras automatizadas para los huevos. En los super­
una hamburguesa, una bolsa de patatas fritas y un mercados, las cajeras utilizan un scanner para leer el códi­
refresco en cincuenta segundos. Hoy, uno de los go de banras y descartar la posibilidad del error humano.
menús más populares en los McDonald’s de Estados Muchos pequeños comercios están desapareciendo y
Unidos es el Egg McMuffin, un desayuno completo en siendo sustituidos por las grandes superficies en las que
un sólo sandwich. En los McDonald’s, los clientes absolutamente todo (la temperatura, la iluminación, la
vacían las bandejas o, mejor aún, se llevan el menú a música) está controlado.
su casa o al trabajo, ahorrando a la empresa el trabajo
de deshacerse de los desperdicios. ¿P u e d e la racionalidad se r irracional?
2. Cálculo. El primer manual intemo de la compañía Nadie puede negar la popularidad y la eficiencia de los
especificaba cuánto debía pesar la hamburguesa preco­ McDonald’s y otras empresas similares. Pero podemos
cinada (unos 45,5 g), su tamaño (unos 10 cm), y el con­ ver todo esto desde otro punto de vista.
tenido de materia grasa (él 19 por ciento). La pequeña Max Weber veía la progresiva racionalización del mun­
loncha de queso pesa unos quince gramos, y las patatas do con bastante recelo. Según él, las oiganizaciones for­
se cortan a un grosor de unos siete milímetros. males, que hacen a las personas más obedientes, confor­
Si nos paramos a pensar un minuto y nos fijamos en mistas y dóciles, ponían en peligro valores como la
las cosas que tenemos a nuestro alrededor podremos libertad y la responsabilidad individual. Weber reconocía
comprobar que casi todas ellas han sido fabricadas en que las organizaciones formales son instrumentos muy efi­
masa y a partir de un esquema de producción cuidado­ cientes. Pero no se dejaba cegar por ello. La aplicación de
samente diseñado. Pero no sólo las cosas que nos los cuatro principios que hemos visto antes implican una
Grupos y organizaciones © 201

renuncia a la creatividad y autonomía individual. Tampoco tinciones no están tan claras. La empresa se convierte
la comida de McDonald’s es particularmente saludable, ni en úna gran familia. La empresa japonesa organiza
el sistema de empaquetar individualmente cada uno de los para los trabajadores muchas actividades sociales
productos que se sirven es muy respetuoso con el medio - (campeonatos deportivos, vacaciones de empresa,
ambiente. Así, y en un talante que nos recuerda mucho al etcétera), que contribuyen a reforzar ese sentimiento
de Weber, George Ritzer concluye: «Quizá la última irra­ de pertenencia a la empresa.
cionalidad de la mcdonalización consista en la posibilidad 4. Toma de decisiones. En las empresas europeas, las •
de que las personas queden a merced del sistema, y que decisiones se suelen tomar unilateralmente o con esca­
éste llegue a controlamos» (1996:180). sa participación de los trabajadores. En la empresa
japonesa, por el contrario, se incentiva a los trabajado­
Organizaciones formales en Japón res a expresar sus puntos de vista acerca de los cam­
bios en los que se está pensando. También, y en la
Antes hemos visto cómo pueden humanizarse las organi­ medida en que la diferencia salarial entre directivos y
zaciones. En algunos países, las organizaciones parecen trabajadores es menor en Japón, se facilita el trabajo
haber avanzado más en este camino. Este es el caso de en equipo y el intercambio de opiniones entre emplea­
Japón, por ejemplo, un país con una cultura orientada a dos de distinta categoría.
valores com o lá pertenencia y la fidelidad a un grupo

en Europa o Estados Unidos), y que se ha convertido en jactares japoneses son tan leales a su empresa. LóS ráSgOS
una primera potencia económica. competitivos e individualistas de la cultura occidental tie­
Esta cultura, que faVorece la cohesión social, se ha nen su contrapartida en el espíritu colectivo y cooperati­
trasladado al terreno de las empresas que, en Japón, com­ vo de los japoneses. Al vincular sus intereses personales
parten muchos de los rasgos de los grupos primarios. con los intereses de la empresa, los trabajadores japone­
Siguiendo a William Ouchi (1981), podemos señalar cin­ ses intentan satisfacer sus ambiciones también dentro de
co apartados en los que se ve muy bien cómo se diferen­ la empresa.
cian las empresas japonesas de las occidentales. Muchos de estos rasgos de la empresa japonesa la ase­
mejan a lo que algunos han llamado la empresa posmo-
1. Políticas de contratación y de ascensos. En Europa, dema o posburocrática (Clegg 1990, Heckscher y Donne-
los ascensos y los aumentos salariales son premios llon, 1994). Estas son empresas mucho más fluidas y
que el trabajador se ha ganado compitiendo con otros flexibles que las viejas empresas tradicionales caracteri­
trabajadores. En las empresas japonesas, por el contra­ zadas por una estricta división del trabajo. Aquí no hay
rio, los trabajadores suelen recibir el mismo salario demarcaciones estrictas de tareas y competencias, y en
que reciben los que entraron en la empresa el mismo muchos casos se emplea el sistema Just in Time (JTT), que
año que ellos. Sólo al cabo de los años un trabajador consiste en producir bienes al ritmo en que son demanda­
puede conseguir un ascenso individual y diferenciarse dos (esto es, «justo a tiempo»). Este sistema permite que
del resto de compañeros de su promoción. las empresas puedan adaptarse más rápidamente a los
caprichos del mercado.
2. Seguridad en el empleo. En Europa, muchos trabajado­
res no esperan, ni tampoco desean quedarse en la mis­
ma empresa de por vida. Generalmente buscan cambiar ® Grupos y organizaciones
de empresa para progresar en su carrera profesional y desde una perspectiva global
mejorar su salario. A las empresas tampoco les sue­
le temblar el pulso (aunque sí el bolsillo) cuando toca
despedir trabajadores. En Japón, por el contrario, las Las organizaciones, como hemos visto antes, no operan
empresas más importantes contratan a sus trabajadores en un vacío. Operan en unos entornos que, inevitable­
para toda la vida. Esto refuerza enormemente los lazos mente, terminan determinando muchas de sus caracterís­
de lealtad entre el trabajador y su empresa. También, las ticas. Esto explica por qué el mundo organizacional en
empresas japonesas intentan evitar los despidos for­ Estados Unidos es distinto del europeo, por ejemplo, o
mando a sus trabajadores para nuevas tareas cuando no por qué, como acabamos de ver, las organizaciones japo­
es rentable mantenerles en sus viejas tareas. nesas tienen rasgos tan distintos de las que vemos en el
mundo occidental.
3. Compromiso y lealtad. En Europa, los trabajadores Las organizaciones también cambian con el transcurso
reservan sus recursos afectivos a la familia o al círcu­ del tiempo. Hace unos pocos siglos, la producción de bie­
lo de amigos y distinguen muy bien lo que es la fami­ nes se realizaba en pequeñas empresas familiares. La
lia de lo que es el lugar de trabajo. En Japón estas dis- Revolución Industrial significó el triunfo de la organiza-
^!02 # Las bases de la sociedad

:ión burocrática. En este contexto, en Europa y Estados En el escenario económico de hoy en día, en el que
jnidos se empezó a entender que las lealtades y relacio- cada vez es más difícil aislarse y competir exclusivamen­
íes personales con la familia u otros grupos primarios no te anivel local-o nacional, muchas empresas occidentales
enían cabida dentro de la organización. El nepotismo o el han puesto sus ojos en el modelo japonés, intentando imi­
ñientelismo eran consideradas prácticas poco profesio­ tarlo. De hecho, muchas de las propuestas para hacer a las
n e s o incluso inmorales. empresas más humanas y menos impersonales las ha
El desarrollo de las organizaciones formales en Japón sugerido el modelo japonés.
siguió una ruta distinta. Históricamente, la sociedad japo­ Pero hay otras razones que deben animamos a estudiar
nesa ha estado más cohesionada socialmente que la occi­ el modelo japonés con más detalle. La sociedad occiden­
dental, debido fundamentalmente a la importancia que ha tal está^menos cohesionada hoy que en tiempos de -Weber.
tenido la familia y otros grupos primarios en el tejido Las organizaciones de estilo típicamente burocrático, se
social. Cuando Japón se industrializó, estas redes y esta piensa, pueden atomizar aún más el tejido social de la
cultura de lealtades personales no se perdieron. Antes sociedad occidental. Por eso tenemos que evaluar mode­
bien, los japoneses crearon sus empresas siguiendo esta los de gestión como los de las empresas japonesas que,
tradición, lo que permitió que los trabajadores transfirie­ quizá, pueden despertar un sentimiento de identidad y
ran sus lealtades personales a las empresas. responsabilidad colectiva.
Desde el punto de vista occidental, Japón es, al mismo Según muchos analistas, muchas organizaciones euro­
tiempo, una sociedad moderna y tradicional, pues se peas y norteamericanas son todavía la envidia del mun­
intenta hacer a las organizaciones eficientes cultivando do en términos de eficiencia. Pero el ritmo de cambio
un sistema de lealtades primarias. Y aunque están apare­ social que estamos experimentando desde las últimas
ciendo algunos signos que indican que los trabajadores décadas nos previene contra todo tipo de «verdades ab­
japoneses se están haciendo más individualistas, el caso solutas» en este terreno. Esta es otra razón para no des­
japonés muestra que las organizaciones no tienen por qué cartar a priori otras formas o modelos de reorganizar el
ser tan impersonales como las occidentales. futuro.

1. Los grupos sociales, que son parte importante del tríada) puede fácilmente disolverse y transformarse
. tejido de cualquier sociedad, además de cumplir en una diada cuando se excluye (o autoexcluye) un
ciertas tareas específicas, permiten que las personas miembro.
se desarrollen como tales y que emeija un sentimien­ 7. Peter Blau estudió en qué medida el tamaño de los
to de identidad colectiva. grupos, su composición social, las diferencias de
2. Los grupos primarios son generalmente grupos poder o prestigió que puede haber entre ellos, y el
pequeños y de orientación personal, mientras que los espacio físico puede afectar el comportamiento de
grupos secundarios son más numerosos y de orienta­ los miembros de los grupos sociales.
ción instrumental. 8. Las redes sociales son grupos de personas que tienen
3. El liderazgo de tipo instrumental está orientado a la una identidad común muy difusa y que apenas inter­
consecución de unos objetivos; el liderazgo expresi­ actúan entre sí. La red de Internet ha dado lugar a
vo al bienestar del colectivo. una infinidad de redes sociales compuestas por per­
4. Se ha demostrado que, en determinadas circunstan­ sonas que tienen intereses, gustos, afinidades o ex­
cias, las personas prefieren mostrar su conformidad pectativas similares.
antes que parecer extraños o arriesgarse al enfrenta­ 9. Las organizaciones formales son grupos secundarios
miento con el resto del grupo. Si esto es así, puede creados a propósito para llevar adelante unos objeti­
ocurrir que un grupo de trabajo genere menos ideas vos preestablecidos. Según el criterio o las motiva­
innovadoras que las que podrían generar los compo­ ciones de pertenencia, podemos clasificar a las orga­
nentes del grupo trabajando aisladamente. nizaciones en utilitarias, normativas y coercitivas.
5. A la hora de tomar decisiones o formarse unas acti­ 10. El fenómeno burocrático es característico de las
tudes, las personas tienen en cuenta los grupos de sociedades modernas, La burocracia se basa en la
referencia. especialización, la jerarquía, las reglas formales, la
6. Según Georg Simmel los grupos formados por sólo competencia técnica o profesional, las interacciones
dos personas (o diadas) suelen implicar una relación orientadas a la ejecución de tareas y las comunica-
intensa pero inestable..Un grupo de-tres personas (o • ciones escritas.

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