Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
SECO
MIGUEL BRUGAROLAS
MISTERIO
DE DIOS
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, dis-
tribución, comunicación pública y transformación, total o parcial, de esta obra sin contar con
autorización escrita de los titulares del Copyright. La infracción de los derechos mencionados
puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Artículos 270 y ss. del Código
Penal).
Antes de enumerarlos, insistamos una vez más en que todos estos vocablos
han de aplicarse a Dios en forma analógica, cual corresponde a la semejanza-
desemejanza que existe entre Él y el ser creado.
Estos tres términos sirven para designar todo lo que en Dios es común a las
tres Personas, de forma que con ellos se designa el conjunto de los atributos
y predicados absolutos que se dicen de Dios. Se utilizan, pues, para designar
todo aquello que se debe decir de Dios en singular:
El Símbolo Quicumque advierte que todos deben utilizarse en singular. Así, por
ejemplo, se afirma: «Cual el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo; increado el
Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo; inmenso el Padre, inmenso el
Hijo, inmenso el Espíritu Santo; eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu
Santo. Y sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno, como no son tres
increados ni tres inmensos, sino un solo increado y un solo inmenso. Igualmente 231
omnipotente, el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo; y, sin
embargo, no son tres omnipotentes, sino un solo omnipotente» (DS 75).
3. Subsistenc¡a
En la teología clásica se utiliza el término p ersonalitas (personalidad) en un sen-
tido distinto del actual, aunque cercano. Se entiende por perconalitas aque-
llo que constituye a la persona en person4 es decir, lo que le da su última
perfección en cuanto ser personal. Los latinos colocan esta perfección última
en la subsistencia. Thmbién el término "subsistencia» se deriva de la palabra
griega hypóstasis con el significado de lo que está debajo. En este sentido se
habla de que existen en Dios tres subsistencias, es decir, tres personas, con 1o
que el término «subsistencia» viene a designar lo mismo que «hypóstasis».
En este sentido se utiliza ya por el Concilio de Letrán (a.649), al hablar de un solo
Dios "in tribus subsistentiis consubstantialibus et aequalis gloriae, (Concilio de
Letráry Sesión V [31.X.649], Cánones, DS 501).
Por ejemplo, el Padre se refiere al Hijo y el Hijo se refiere al Padre, y ambas refe-
rencias se distinguen una de otra, porque se oponen entre sí: el Padre no puede
ser Hijo, y el Hijo no puede ser Padre, pues es imposible al mismo tiempo engen-
drar y ser engendrado. Pero al mismo tiempo, ambas relaciones son subsistentes
con la subsistencia del lpsum esse subsistens.
La relación (schésis, pros tí, esse ad) es el orden o la referencia existente entre
dos términos. Esta referencia, para ser real, exige que la razóno el fundamen-
to en que se basa la relación sea también real. Este fundamento, en la Tiinidad,
es el origen que una Persona tiene de otra, es decir, el hecho de que una Per-
sona procede de otra. El Padre entrega al Hijo su propia sustancia, y el Padre
y el Hijo la entregan al Espíritu Santo.
En Dios hay cuatro relaciones: la paternidad, la filiación, la espiración activa
y la espiración pasiva. Sin embargo, solo hay tres Personas, ya que solo hay
tres relaciones de oposicióry pues paternidad y filiación no son opuestas a la
espiración activa.
5. Procesiones
Las procesiones (próbasis, probolQ designan el hecho de que una Persona re-
cibe su origen de otra. Santo Tomás define Ia procesión como ordo originis (el
orden de origen), es decit, el orden que se sigue del origen que una persona
tiene en otra.
Se trata de procesiones reales. Para que la procesión sea real es necesario que
el origen sea real y, por lo tanto, que existan acciones reales en Dios. Para que
la paternidad del Padre sea real, es necesario que sea real el acto por el que
engendra al Hijo, o lo que es lo mismo, es necesario que el Hijo procedareal-
mente del Padre mediante un acto real d,e generación, recibiendo realmente
su ser del Padre.
En Dios hay dos procesiones inmanentes: el Hijo procede del Padre mediante
generación; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo mediante espira-
ción (ekporéusls). Por esta razón las tres divinas personas son consustanciales,
es deci1, poseen la misma y única esencia.
6. Nociones y propiedades
7. Misiones
),Iuestro Señor habla de haber sido enviado por el Padre y, a su vez, habla de
enviar el Espíritu Santo a los apóstoles (cf. Jn3,17;17,3;20,21.;1.6,7).Elt&-
mino «misión» designa, pues, el envío de una Persona divina ad extra dela
Trinidad. La misión implica orden de origen, es decir, que la persona envia-
da procede de aquella que la envía.
234 8, Circuminsessio o perichóresis
Se designa con estetérmino el hecho de que las divinas personas, aun distin-
guiéndose entre sí, existen la una enla otra en razón de que son el mismo y
único Dios.
9. Apropiac¡ones
Precisamente porque las obras ad extra son comunes a las tres divinas Perso-
nas, se llama apropiación el hecho de ahibuir una determinada obra ad extra
o un determinado atributo -que es común a los tres- a una Persona con pre-
ferencia a las otras, dadas sus características personales. Santo Tomás define
la apropiación como
"la manifestación de las divinas personas por medio de
los atributos esenciales" (Tomás de Aquino, Suma TeológicaI, q.39, a.7, in c).
Así, por ejemplo, al Padre se le apropia la omnipotencia y la obra de la crea-
ción; al Hijo se le akibuye la Sabiduría; al EspÍritu Santo se le atribuye la obra
de la santificación.