Tecnólogo en regencia de farmacia Ciencias de la salud Z_car – aguachica- cesar 2019 Informe Los remedios curativos son tan antiguos como la propia humanidad. Hasta finales del siglo XIX todos los medicamentos procedían de la naturaleza, pero con el desarrollo de la Química Orgánica, se fueron separando de las drogas conocidas hasta entonces las sustancias químicas contenidas en ellas y que eran las responsables de su acción, naciendo así el concepto de principio activo. Una vez conocida su estructura química, se trató de imitarla mediante síntesis, lo que supone también la obtención de productos relacionados. De este modo se generaba la moderna Farmacología. En Grecia: Hipócrates (400 a 337 a.c) en “corpus hipocrático” y “natura morbum medicatrix” postula que la naturaleza misma es el medicamento de enfermedades: reposo, higiene, dieta, ejercicios Hipócrates: padre de la medicina mundial. Una de las primeras fuentes de las que se extraen los fármacos son los productos naturales. Generalmente, su estudio surge a raíz de alguna observación de la medicina popular sobre todo de las plantas denominadas medicinales. En principio, cabría suponer que este campo de la investigación debía estar agotado a estas alturas, pero nada más lejos de la realidad. Algunos autores afirman que sólo se ha estudiado algo más del 10% de la flora terrestre y lo realizado con la flora marítima es, lógicamente, bastante menor. Otra de las formas de crear medicamentos es la semisíntesis. Es decir, en algunos casos, las moléculas obtenidas de las plantas medicinales son susceptibles de ser modificadas con diversos fines. Unas veces se persigue modificar sus propiedades físico-químicas para que se consiga una distribución selectiva; otras, se trata de intensificar la actividad o de obtener una especificidad de actuación superior. Los medicamentos se pueden obtener también mediante procesos de síntesis en los laboratorios. No existen testimonios de las medicinas utilizadas en el paleolítico y el neolítico, pero puede deducirse de los conocimientos que se tienen de las civilizaciones de esa época, que los métodos de curación estuviesen asociados al uso de plantas, principalmente en la curación de heridas. Los transmisores de ese conocimiento fueron probablemente las ancianas, los brujos o sacerdotes de las tribus, aunque estos últimos actuaban más en el terreno de las influencias mágicas. Los testigos literarios de la Materia médica, parten desde la Mesopotamia, el año 2000 antes de nuestra era, y fueron recogidos en la biblioteca de Asurbanipal (660-627 a.C.) de Nínive. Se trata de registros de las medicinas usadas en ese tiempo: tomillo, mirra, higos, dátiles, y también sustancias de origen animal y mineral: sal, salitre, piel de serpiente y caparazones de tortuga entre otras. La forma en que se prescribían recuerda a los recetarios modernos, contenían las instrucciones de uso, las cantidades, la manera de ser preparadas y sus funciones terapéuticas. La medicina en la América precolombina “al igual que medicina primitiva en todo el planeta consistió en una mezcla de prácticas empíricas y mágicas, más o menos sistematizadas doctrinalmente de acuerdo con la concepción del mundo y de las creencias religiosas de cada pueblo” dice el médico e historiador Hernando Forero Caballero. El sistema de tratamiento –continúa- “estaba dirigido a lograr el equilibrio entre el enfermo, la familia y el grupo social, con las leyes y fenómenos de la naturaleza, teniendo en cuenta el dominio religioso y la ideología mágica… empleaban hierbas, elementos minerales y animales para curar las enfermedades… el proceso terapéutico implicaba el ingrediente mágico unitario de la causa de la enfermedad con el objeto de combatir el espíritu maligno de la enfermedad, a lo cual se agregaba un elemento farmacológico activo”. Los muiscas, como los incas, contaban con herbolarios, y como los aztecas, emplearon los baños de orina. el listado de plantas medicinales americanas es largo, pero es ínfimo si se relaciona con el potencial biológico de regiones como la Amazonía, donde de más de 80.000 especies vegetales sólo se han investigado desde el punto de vista farmacológico y botánico, menos del uno por ciento. A pesar de algunas peculiaridades inherentes a la cultura, no era muy diferente el concepto de enfermedad, religión, terapéutica y magia en las diferentes etnias de hombre primitivo. Aunque el chamán de nuestras regiones insistía mucho en la prevención. El término Farmacia tiene origen egipcio: Pharmakai, uno de los nombres que se daba a Thot, dios de la medicina y de la química. La farmacia egipcia tuvo gran influencia en la medicina de los romanos y de los griegos La farmacia tuvo su mayor apogeo durante los años 1777 a 1826. El siglo XVIII se puede considerar como el siglo de los grandes farmacéuticos, ya que muchos de ellos fueron científicos de gran altura: en Alemania, Marggraf (1709-1782), Scheele (1742-1786), Caspor Neuman (1683-1737), Spielmman (1722- 1783) quien fue el profesor de química de Goethe, el farmacéutico J.A. Boettger, fundador de la manufactura de la porcelana de Mei&en. En Francia: Cadet, Roulle, Baumém Proust y Vanquelin, estos dos últimos descubrieron el oxígeno y describieron los procesos de combustión, pero fueron opacados por la historia en favor de Lavoisier que era químico. Las farmacias del siglo XVIII estaban amuebladas en estilo barroco o rococó y los frascos que contenían los productos medicinales eran de porcelana o cristal pintado a mano, los morteros eran de cobre a bronce grabados. Un salto adelante gigantesco fue el descubrimiento de los ácidos orgánicos de las plantas, aislados por Scheele, y el primer alcaloide fue la morfina, descubierta por Sertürner. De allí en adelante se aislaron numerosos alcaloides que eran en realidad los verdaderos principios activos de las plantas medicinales. A finales del siglo XIX ya se usaban en terapéutica más de doscientos de estos compuestos. La revolución del medicamento pertenece indudablemente al siglo XX. El historiador Laín Entralgo propone la comparación entre “La terapéutica en veinte medicamentos” (libro escrito por Huchard en 1910) y cualquier texto de farmacología moderno. Todo es nuevo allí: los anti infecciosos, los psicofármacos, las vitaminas, las hormonas, los agonistas y antagonistas del sistema neurovegetativo, los bloqueadores e inductores enzimáticos, los antimitóticos, los antiinflamatorios, los antihistamínicos... También se pueden desarrollar medicamentos a partir de los conocimientos fisiopatológicos, es decir si la patología se debe a una deficiente producción de un factor, bastará con administrárselo de forma adecuada para conseguir la normalidad. Por ejemplo, cuando se demostró que la causa de la diabetes obedecía a una deficiente producción de insulina, comenzó a extraerse ésta del páncreas de cerdo para administrarla a los pacientes. En algunos casos, se ha partido de la observación de los efectos tóxicos de los fármacos. Naturalmente, estos efectos son negativos o perturbadores para un individuo sano pero, si tenemos presente que el medicamento ha de ir encaminado a corregir funciones que están alteradas, es posible, en algunas situaciones, obtener consecuencias positivas de un efecto que inicialmente puede ser considerado tóxico. En otras circunstancias son auténticas casualidades, las que nos han conducido al éxito. También existen casos de errores que han terminado por conseguir descubrir medicamentos, un ejemplo representativo es el paracetamol. Los países incorporados a la Organización Mundial del Comercio tienen la obligación de respetar las patentes comerciales de inventos, como es el caso de los medicamentos innovadores. Esta obligación se acrecienta por la existencia de tratados comerciales con aquellos países desde donde proceden los productos patentados. El medicamento original se toma como estándar de comparación debido a que fue registrado con numerosas pruebas científicas y técnicas, fisicoquímicas, clínicas, farmacodinámicas, farmacocinéticas y farmacéuticas que avalaron calidad, seguridad y eficacia. El Control de Calidad consiste en realizar mediciones de parámetros del producto, determinando si los valores obtenidos están en concordancia con unas especificaciones preestablecidas. Generalmente, dicho control de calidad es aplicado a los productos producidos y utilizados por una empresa, ya se trate de productos finales, intermediarios o materias primas. El desarrollo técnico (1936 – 1970) Los medicamentos más potentes hicieron pagar su precio en vidas humanas hasta el inicio de los años sesenta. Las muertes que tuvieron lugar durante 1938 por formulaciones incorrectas de sulfanilamida, crearon la necesidad de llevar a cabo estudios en animales sobre seguridad y toxicología de los nuevos medicamentos, antes de su empleo en seres humanos. A partir de este momento se produce una mayor actividad relacionada con la evaluación de medicamentos tanto en facultades de medicina como en grupos de investigadores o instituciones oficiales. El desarrollo tecnológico (1971 – 2000) Durante este período se produce un gran incremento de la especialización necesaria para el desarrollo de nuevos medicamentos: farmacología, toxicología, medicina clínica, farmacocinética, genética, biología molecular, biotecnología y química: Las características cinéticas de los medicamentos que se habían empezado a desarrollar a partir de 1945 empiezan a dar sus frutos: empiezan a perfilarse conceptos como el de absorción y se conocen los primeros mecanismos de metabolización de los fármacos. Los años setenta se inician bajo un claro dominio de la farmacología que permite garantizar una mayor seguridad y eficacia de los medicamentos estableciendo dosis y regímenes posológicos. Ramas de la farmacología Farmacocinética: el estudio de los procesos físico-químicos que sufre un fármaco cuando se administra o incorpora a un organismo. Estos procesos serían liberación, absorción, distribución, metabolización y eliminación. Farmacodinámicas: ciencia que estudia el mecanismo de acción de los fármacos, es decir estudia como los procesos bioquímicos y fisiológicos dentro del organismo se ven afectados por la presencia del fármaco. Biofarmacia: el estudio de la biodisponibilidad de los fármacos. Farmacognosia: estudio de plantas medicinales y drogas que de ellas se derivan. Química farmacéutica: estudia los fármacos desde el punto de vista químico, lo que comprende el descubrimiento, el diseño, la identificación y preparación de compuestos biológicamente activos, la interpretación de su modo de interacción a nivel molecular, la construcción de su relación estructura-actividad y el estudio de su metabolismo. Farmacia galénica o Farmacotecnia: rama encomendada a la formulación de fármacos como medicamentos. Posología: el estudio de la dosificación de los fármacos. Toxicología: el estudio de los efectos nocivos o tóxicos de los fármacos. Farmacología clínica: evalúa la eficacia y la seguridad de la terapéutica por fármacos. Farmacovigilancia: es una disciplina que permite la vigilancia pos comercialización de los medicamentos a fin de detectar, prevenir y notificar reacciones adversas en grupos de pacientes. Crono farmacología: El estudio de la correcta administración de medicamentos conforme al ciclo circadiano del ser humano, esto con el fin de maximizar la eficacia y disminuir los efectos colaterales. Las civilizaciones antiguas recurrían a una mezcla de magia, religión y medicinas para tratar las enfermedades y a los fármacos se les solía tribuir una naturaleza mágica, La mayoría de las medicinas de la antigüedad procedían de plantas y de partes o líquidos de origen animal. El conocimiento de los fármacos aumento a la vez que el de las funciones del cuerpo.