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Introducción a la regencia de farmacia

Cindy Lorena quintero Santamaria

Grupo 90015_70

Skype: cinddylorena@hotmail.com

Tutor

Universidad abierta y a distancia


Tecnólogo en regencia de farmacia
Ciencias de la salud
Z_car – aguachica- cesar
2019
Informe
Los remedios curativos son tan antiguos como la propia humanidad.
Hasta finales del siglo XIX todos los medicamentos procedían de la
naturaleza, pero con el desarrollo de la Química Orgánica, se fueron
separando de las drogas conocidas hasta entonces las sustancias
químicas contenidas en ellas y que eran las responsables de su acción,
naciendo así el concepto de principio activo. Una vez conocida su
estructura química, se trató de imitarla mediante síntesis, lo que supone
también la obtención de productos relacionados. De este modo se
generaba la moderna Farmacología.
En Grecia: Hipócrates (400 a 337 a.c) en “corpus hipocrático” y “natura
morbum medicatrix” postula que la naturaleza misma es el
medicamento de enfermedades: reposo, higiene, dieta, ejercicios
Hipócrates: padre de la medicina mundial.
Una de las primeras fuentes de las que se extraen los fármacos son los
productos naturales. Generalmente, su estudio surge a raíz de alguna
observación de la medicina popular sobre todo de las plantas
denominadas medicinales. En principio, cabría suponer que este campo
de la investigación debía estar agotado a estas alturas, pero nada más
lejos de la realidad. Algunos autores afirman que sólo se ha estudiado
algo más del 10% de la flora terrestre y lo realizado con la flora
marítima es, lógicamente, bastante menor.
Otra de las formas de crear medicamentos es la semisíntesis. Es decir,
en algunos casos, las moléculas obtenidas de las plantas medicinales
son susceptibles de ser modificadas con diversos fines. Unas veces se
persigue modificar sus propiedades físico-químicas para que se consiga
una distribución selectiva; otras, se trata de intensificar la actividad o de
obtener una especificidad de actuación superior. Los medicamentos se
pueden obtener también mediante procesos de síntesis en los
laboratorios.
No existen testimonios de las medicinas utilizadas en el paleolítico y el
neolítico, pero puede deducirse de los conocimientos que se tienen de
las civilizaciones de esa época, que los métodos de curación estuviesen
asociados al uso de plantas, principalmente en la curación de heridas.
Los transmisores de ese conocimiento fueron probablemente las
ancianas, los brujos o sacerdotes de las tribus, aunque estos últimos
actuaban más en el terreno de las influencias mágicas.
Los testigos literarios de la Materia médica, parten desde la
Mesopotamia, el año 2000 antes de nuestra era, y fueron recogidos en
la biblioteca de Asurbanipal (660-627 a.C.) de Nínive. Se trata de
registros de las medicinas usadas en ese tiempo: tomillo, mirra, higos,
dátiles, y también sustancias de origen animal y mineral: sal, salitre,
piel de serpiente y caparazones de tortuga entre otras. La forma en que
se prescribían recuerda a los recetarios modernos, contenían las
instrucciones de uso, las cantidades, la manera de ser preparadas y sus
funciones terapéuticas.
La medicina en la América precolombina “al igual que medicina primitiva
en todo el planeta consistió en una mezcla de prácticas empíricas y
mágicas, más o menos sistematizadas doctrinalmente de acuerdo con la
concepción del mundo y de las creencias religiosas de cada pueblo” dice
el médico e historiador Hernando Forero Caballero. El sistema de
tratamiento –continúa- “estaba dirigido a lograr el equilibrio entre el
enfermo, la familia y el grupo social, con las leyes y fenómenos de la
naturaleza, teniendo en cuenta el dominio religioso y la ideología
mágica… empleaban hierbas, elementos minerales y animales para curar
las enfermedades… el proceso terapéutico implicaba el ingrediente
mágico unitario de la causa de la enfermedad con el objeto de combatir
el espíritu maligno de la enfermedad, a lo cual se agregaba un elemento
farmacológico activo”. Los muiscas, como los incas, contaban con
herbolarios, y como los aztecas, emplearon los baños de orina. el listado
de plantas medicinales americanas es largo, pero es ínfimo si se
relaciona con el potencial biológico de regiones como la Amazonía,
donde de más de 80.000 especies vegetales sólo se han investigado
desde el punto de vista farmacológico y botánico, menos del uno por
ciento. A pesar de algunas peculiaridades inherentes a la cultura, no era
muy diferente el concepto de enfermedad, religión, terapéutica y magia
en las diferentes etnias de hombre primitivo. Aunque el chamán de
nuestras regiones insistía mucho en la prevención.
El término Farmacia tiene origen egipcio: Pharmakai, uno de los
nombres que se daba a Thot, dios de la medicina y de la química.
La farmacia egipcia tuvo gran influencia en la medicina de los romanos y
de los griegos
La farmacia tuvo su mayor apogeo durante los años 1777 a 1826. El
siglo XVIII se puede considerar como el siglo de los grandes
farmacéuticos, ya que muchos de ellos fueron científicos de gran altura:
en Alemania, Marggraf (1709-1782), Scheele (1742-1786), Caspor
Neuman (1683-1737), Spielmman (1722- 1783) quien fue el profesor de
química de Goethe, el farmacéutico J.A. Boettger, fundador de la
manufactura de la porcelana de Mei&en. En Francia: Cadet, Roulle,
Baumém Proust y Vanquelin, estos dos últimos descubrieron el oxígeno
y describieron los procesos de combustión, pero fueron opacados por la
historia en favor de Lavoisier que era químico.
Las farmacias del siglo XVIII estaban amuebladas en estilo barroco o
rococó y los frascos que contenían los productos medicinales eran de
porcelana o cristal pintado a mano, los morteros eran de cobre a bronce
grabados.
Un salto adelante gigantesco fue el descubrimiento de los ácidos
orgánicos de las plantas, aislados por Scheele, y el primer alcaloide fue
la morfina, descubierta por Sertürner. De allí en adelante se aislaron
numerosos alcaloides que eran en realidad los verdaderos principios
activos de las plantas medicinales. A finales del siglo XIX ya se usaban
en terapéutica más de doscientos de estos compuestos.
La revolución del medicamento pertenece indudablemente al siglo XX. El
historiador Laín Entralgo propone la comparación entre “La terapéutica
en veinte medicamentos” (libro escrito por Huchard en 1910) y
cualquier texto de farmacología moderno. Todo es nuevo allí: los anti
infecciosos, los psicofármacos, las vitaminas, las hormonas, los
agonistas y antagonistas del sistema neurovegetativo, los bloqueadores
e inductores enzimáticos, los antimitóticos, los antiinflamatorios, los
antihistamínicos...
También se pueden desarrollar medicamentos a partir de los
conocimientos fisiopatológicos, es decir si la patología se debe a una
deficiente producción de un factor, bastará con administrárselo de forma
adecuada para conseguir la normalidad. Por ejemplo, cuando se
demostró que la causa de la diabetes obedecía a una deficiente
producción de insulina, comenzó a extraerse ésta del páncreas de cerdo
para administrarla a los pacientes.
En algunos casos, se ha partido de la observación de los efectos tóxicos
de los fármacos. Naturalmente, estos efectos son negativos o
perturbadores para un individuo sano pero, si tenemos presente que el
medicamento ha de ir encaminado a corregir funciones que están
alteradas, es posible, en algunas situaciones, obtener consecuencias
positivas de un efecto que inicialmente puede ser considerado tóxico. En
otras circunstancias son auténticas casualidades, las que nos han
conducido al éxito. También existen casos de errores que han terminado
por conseguir descubrir medicamentos, un ejemplo representativo es el
paracetamol.
Los países incorporados a la Organización Mundial del Comercio tienen
la obligación de respetar las patentes comerciales de inventos, como es
el caso de los medicamentos innovadores. Esta obligación se acrecienta
por la existencia de tratados comerciales con aquellos países desde
donde proceden los productos patentados.
El medicamento original se toma como estándar de comparación debido
a que fue registrado con numerosas pruebas científicas y técnicas,
fisicoquímicas, clínicas, farmacodinámicas, farmacocinéticas y
farmacéuticas que avalaron calidad, seguridad y eficacia.
El Control de Calidad consiste en realizar mediciones de parámetros del
producto, determinando si los valores obtenidos están en concordancia
con unas especificaciones preestablecidas. Generalmente, dicho control
de calidad es aplicado a los productos producidos y utilizados por una
empresa, ya se trate de productos finales, intermediarios o materias
primas.
El desarrollo técnico (1936 – 1970)
Los medicamentos más potentes hicieron pagar su precio en vidas
humanas hasta el inicio de los años sesenta. Las muertes que tuvieron
lugar durante 1938 por formulaciones incorrectas de sulfanilamida,
crearon la necesidad de llevar a cabo estudios en animales sobre
seguridad y toxicología de los nuevos medicamentos, antes de su
empleo en seres humanos. A partir de este momento se produce una
mayor actividad relacionada con la evaluación de medicamentos tanto
en facultades de medicina como en grupos de investigadores o
instituciones oficiales.
El desarrollo tecnológico (1971 – 2000)
Durante este período se produce un gran incremento de la
especialización necesaria para el desarrollo de nuevos medicamentos:
farmacología, toxicología, medicina clínica, farmacocinética, genética,
biología molecular, biotecnología y química: Las características cinéticas
de los medicamentos que se habían empezado a desarrollar a partir de
1945 empiezan a dar sus frutos: empiezan a perfilarse conceptos como
el de absorción y se conocen los primeros mecanismos de
metabolización de los fármacos. Los años setenta se inician bajo un
claro dominio de la farmacología que permite garantizar una mayor
seguridad y eficacia de los medicamentos estableciendo dosis y
regímenes posológicos.
Ramas de la farmacología
Farmacocinética: el estudio de los procesos físico-químicos que sufre un
fármaco cuando se administra o incorpora a un organismo. Estos
procesos serían liberación, absorción, distribución, metabolización y
eliminación.
Farmacodinámicas: ciencia que estudia el mecanismo de acción de los
fármacos, es decir estudia como los procesos bioquímicos y fisiológicos
dentro del organismo se ven afectados por la presencia del fármaco.
Biofarmacia: el estudio de la biodisponibilidad de los fármacos.
Farmacognosia: estudio de plantas medicinales y drogas que de ellas se
derivan.
Química farmacéutica: estudia los fármacos desde el punto de vista
químico, lo que comprende el descubrimiento, el diseño, la identificación
y preparación de compuestos biológicamente activos, la interpretación
de su modo de interacción a nivel molecular, la construcción de su
relación estructura-actividad y el estudio de su metabolismo.
Farmacia galénica o Farmacotecnia: rama encomendada a la
formulación de fármacos como medicamentos.
Posología: el estudio de la dosificación de los fármacos.
Toxicología: el estudio de los efectos nocivos o tóxicos de los fármacos.
Farmacología clínica: evalúa la eficacia y la seguridad de la terapéutica
por fármacos.
Farmacovigilancia: es una disciplina que permite la vigilancia pos
comercialización de los medicamentos a fin de detectar, prevenir y
notificar reacciones adversas en grupos de pacientes.
Crono farmacología: El estudio de la correcta administración de
medicamentos conforme al ciclo circadiano del ser humano, esto con el
fin de maximizar la eficacia y disminuir los efectos colaterales.
Las civilizaciones antiguas recurrían a una mezcla de magia, religión y
medicinas para tratar las enfermedades y a los fármacos se les solía tribuir
una naturaleza mágica, La mayoría de las medicinas de la antigüedad
procedían de plantas y de partes o líquidos de origen animal.
El conocimiento de los fármacos aumento a la vez que el de las
funciones del cuerpo.

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