Diciembre de 2009

Ávalon
Revista digital gratuita

Año I-Nº 2

Simbología
de la Inmaculada
Concepción

Simbología
y mitos de la
Navidad

La cosmología
en la antigüedad

La soledad compartida
“La firma”: Luis Mariano Fernández
Breve historia Simbología botánica Misterios
de la Religión vegetación en los en el arte y
egipcia camposantos la historia
 Director:
Jose Manuel García Bautista

Editorial Redactor Jefe:

Alberto Luis Fernández

Casi mil seiscientas descargas. Más de 80 Redactora:

suscriptores. Estos son los datos del número Rosa Santizo Pareja
uno de nuestra revista. El esfuerzo que su-
puso publicar ese primer ejemplar, está Diseño y maquetación:
claro, mereció la pena. Alberto Luis Fernández

Pero ya estamos inmersos en el nuevo nú- Redacción:

mero, ya no importan los datos del anterior, Jose Manuel García Bautista
el proyecto más importante ahora es el que
tienes entre las manos, este ejemplar que Articulistas de este número:
estás ahora leyendo. Un nuevo reto nace para nosotros y es el de Nuria Álvarez Ortega
mejorar. Estamos abiertos a tus sugerencias, tus críticas, tus áni- Emilio Carrillo
mos... El trabajo ha vuelto a ser duro pero de nuevo, este grupo de José Antonio Colinet
amigos que hacemos la revista, soñamos con que el esfuerzo me- Alberto Luis Fernández
rezca la pena otra vez. Jordi Fernández Cabrera
Luis Mariano Fernández
Nuestro deseo no puede ser otro que el de crecer, y para nosotros Jesús García
crecer signi
ica que más personas lean nuestra revista, que muchos Jose Manuel García Bautista
más lectores se suscriban a ella, sin el temor de que su dirección de Pedro García Varela
correo electrónico vaya a ase utilizada para otro
in que no sea el de Ángeles González Rodríguez
noti
icarle el nacimiento de un nuevo número o a lo sumo para darle Ginés López-Cirera Benjumea
alguna noticia importante sobre nuestra publicación, para que po- Jorge Medina Bernabé
damos conocer la
idelidad de nuestros lectores, para nada más. Por Rosa Santizo Pareja
eso te pedimos que si te gusta esta revista, la divulgues, la recomien-
des a aquellas personas que conoces o tal vez que no conoces, en Fotogra
ía de portada:
nuestra isla hay sitio para muchos, para todos..., márcales el rumbo “La Anunciación”
para que puedan arribar a ella. de Francisco de Goya

Y como no, estamos ya en estas fechas tan especiales del año. Revista digital gratuita. Prohi-
Desde Ávalon queremos, sea cual sea tu Dios, tu religión, tus ideolo- bida la reproducción total o
gías, coincidan o no con las mías, con las nuestras; que seas feliz, parcial de la misma sin la auto-
que puedas disfrutar con tus seres queridos de estas Fiestas, pero si rización expresa de su director.
tu deseo es el de no celebrar nada, también lo respetamos y aplau-
dimos. No obstante, el Hijo de mi Dios nacerá el próximo día 25 de Los artículos son propiedad de
diciembre y con fe le pediré lo mejor para todas las personas de sus autores y responsabilidad
buena voluntad, para ti querido lector. de los mismos.

En el año que pronto comenzará seguiremos trabajando para Algunos contenidos y fotogra-
poder ofrecerte una revista de calidad que te entretenga, que te en-
ías se han obtenido en Internet
riquezca tanto como a nosotros y por que no, que te ilusiones a la es- por entenderse de dominio pú-
pera del siguiente número como no ilusionamos los que de forma blico. Si consideras que en algún
altruista hacemos realidad la Revista Digital Ávalon. momento se ha vulnerado
algún derecho de autor, comu-
En Sevilla, diciembre de 2009 nícanoslo y será recti
icado.
Alberto Luis Fernández
Redactor Jefe Si quieres colaborar con la re-
correo@alberto-fernandez.net vista, mándanos tu artículo a la
dirección de correo electrónico:

info@revistadigitalavalon.es
 www.revistadigitalavalon.es
Sumario
08
Breve historia de
la religión egipcia
Por Jesús García
22
Simbología y mitos de la Navidad
Por José Manuel García Bautista
31
Simbología vegetal en
los camposantos
Por Jordi Fernández Cabrera
44
Misterios en el arte y
en la historia
Por Pedro García Varela
La muerte,
in y principio
54
Por Rosa Santizo Pareja
La Atlántida
59
Por Ginés López-Cirera Benjumea
68
La cosmología en la antigëdad
Por Nuria Álvarez Ortega
nº 2 - Diciembre de 2009
Secciones
Editorial
03
Por Alberto Luis Fernández
La Firma
06
Por Luis Mariano Fernández
Visto en la Red
14
Por Rosa Santizo Pareja
El Rincón del Cine
28
Por Alberto Luis Fernández
Crónicas de Ávalon
38
Por Emilio Carrillo
Kódigo Katódico
50
Por José Antonio Colinet
La Biblioteca de Alexandría
64
Por José Manuel García Bautista
El saber...
80
Por Alberto Luis Fernández
74
Simbología de la
Inmaculada Concepción
Por ÁngelesGonzález Rodríguez
Sierra Norte de Sevilla
78
Por Jorge Medina Bernabé
 La Firma
Luis Mariano Fernández
contactar@jesuscallejo.es
www.luismarianofernandez.com

Luis Mariano Fernández nació en un hermoso pue-

blo de Málaga, España, llamado Ronda el 27 de Junio de
1972. Periodista de profesión y de vocación, desde muy
joven inició su particular viaje en busca del misterio, en
especial con aquellos relacionados con la parapsicolo-
gía, el fenómeno OVNI, la arqueología y la historia hete-
rodoxa.
Director del portal www.luismarianofernandez.com,
inició su andadura profesional a los 18 años en diversas
radios y televisiones locales y provinciales. Después ha
trabajado el periodismo de investigación en las diferen-
tes y principales medios de este país, sobre todo en la
comunidad autonómica andaluza. Director, reportero,
presentador, guionista, y productor de programas en di-
versas emisoras de radio y televisión de Andalucía du-
rante varios años como: “Otros Planos”, “Noche de
Misterio”, “La Otra Realidad”, y “Enigmas y Misterios”.
Desde 1999 dirige y presenta el espacio radiofónico y
televisivo “Mis Enigmas Favoritos” para más de 250 te-
levisiones locales de toda Andalucía y España
A su vez, escribe, dirige y presenta el programa de
televisión “Puente al In
inito”. Es su último reto y
apuesta. Un espacio de entrevistas de corte íntimo y
personal a todo tipo de personajes.
“Mis Enigmas Favoritos” –en sus dos formatos de co-
municación- es un espacio que intenta acercar a las per-
sonas el vanguardismo del periodismo de investigación
y todos aquellos temas y asuntos fronterizos con la
ciencia.. En Abril de 2008 “Mis Enigmas Favoritos” es
premiado por la entidad G-9, la Organización de Asocia-
ciones de Televisiones Locales de España, por ser el
programa de mayor audiencia a nivel nacional produ-
cido por una televisión local.
Escribe para las revistas especializadas ENIGMAS y
MÁS ALLÁ. Es coordinador de la SEIP (Sociedad Espa-
ñola de Investigaciones Parapsicológicas) en Andalucia,
además de ser miembro del CES (Centro Español de Sin-
donologia). Organizador, presentador y ponente del I,
II y III Congreso Nacional Periodismo del Misterio, edi-
ciones éstas que se han celebrado en la localidad costa-
soleña de Fuengirola los años 2001, 2002 y 2003.
Ha publicado, bajo el sello de la Editorial Edaf y
junto al periodista Iker Jiménez, el libro titulado "Tum-
bas Sin Nombre", un apasionante y exhaustivo trabajo
de investigación sobre el misterio de las caras de Bél-
mez.
Es un apasionado del periodismo que se realizaba
en la década de los 70, trabajando en el lugar de los he-
chos y al pie de la noticia. Además de ser un lector em-
pedernido y un viajero incansable e impenitente, sólo
necesita tres cosas para ser feliz: el periodismo, la in-
vestigación y la mar
La soledad compartida
Texto y fotogra
ía de Luis Mariano Fernández
Millones de personas han contemplado este
mismo cielo, este mismo paisaje, desde quien sabe
cuantos miles de años, y hoy, de forma impoluta y
misteriosa, el Nilo sigue envolviendo con su magia.
Son más de 6.000 kmts desde que las aguas del
lago Victoria confluyen en el Mediterráneo. En sus
riberas, en la más absoluta soledad, emergen los
restos de la más enigmática de las civilizaciones. A
ojos del profano son solo piedras, desordenadas ca-
prichosamente por el tiempo y el abandono. Otras
veces, se asoman altivas las fachadas de unos tem-
plos edificados por hombres en homenaje a unos
extraños dioses. Tenían cabeza de vaca, de halcón o
de chacal. En sus manos portaban desconocidos e
increíbles artilugios, y de sus bocas salieron las ins-
trucciones y conocimientos que, en manos de unos
cuantos elegidos, significó el mayor compendio de
saber del mundo antiguo.
Los egipcios de hoy caminan altivos, conocedo-
res de un pasado que los remontan a una época en
que su más arcano ascendiente fue el dios Horus
del que creen que descienden. Sus padres, Osiris e
Isis, naufragaron en este planeta de algún lugar re-
moto del Cosmos, en ese extraño mestizaje de seres
extraterrestres y terrestres de los que hablan todos
los textos sagrados. Este pensamiento no se separa
mucho de nuestras sagradas escrituras, donde po-
demos encontrar en el capítulo 6 del Génesis, que
los enviados, observando a las hermosas hijas de
los hombres, tuvieran relación carnal con ellas cre-
ando esa extraña raza a la que pertenecieron los
grandes héroes de la antigüedad. Sea como fuere
esta leyenda, mito o realidad, desde siempre segui-
mos mirando hacia las estrellas como si allí estu-
viera nuestro origen y nuestro destino.
La Firma de Luis Mariano Fernández
Navegando por algún punto del lago Nasser, rámide, ninguna columna de templo podrá decirme
Egipto, a las 0:50 horas de una cálida noche de más cosas que una sonrisa o un guiño de complici-
verano... dad de cualquiera de ellos. Así es Egipto, tan gran-
dioso que actúa como un gran amplificador de
Me es inevitable no sumergirme en el infinito, de consciencias, como un enorme centro de poder que
otra forma no podría albergar en mi ser tantos in- nos hace sospechar que todas las respuestas las lle-
terrogantes sin respuesta. En este mágico rincón vamos dentro.
del país de los faraones, donde el día está gober- Dicen los entendidos que el Nilo representa la
nado por el dios Ra y la noche protegida por la Vía Láctea. Aseguran que las tres grandes pirámi-
diosa Nut, me solidarizo con las creencias de aque- des son la representación en la Tierra de las tres
llos milenarios mortales que nunca creyeron en la estrellas del cinturón de Orión. La diosa Isis tenia
muerte. Me es inevitable no considerarme una como símbolo la estrella Sirio, y en todo el antiguo
parte de un todo que se mueve con un fin que aun- Egipto el cielo y la tierra, el día y la noche, nos re-
que hoy lo desconozca algún día debe de cumplir cuerda lo dicho en la tabla Esmeralda: “lo que es
alguna importante misión, a la que inmodesta- arriba es abajo”, y supongo, viceversa. En el templo
mente aporto mi pequeño grano de arena. Me es in- de Denderah su zodiaco milenario mide un tiempo
evitable sustraerme a lo superficial para penetrar que queda más allá de los recuerdos. En las tumbas
en el mundo de lo solemne, porque me es inevita- de Ramsés III, de Ramsés IV, seres con escafandra
ble no sentirme grande junto a las pirámides de de buzo y cascos con antenas miran a los turistas
Gizah o frente a los gigantes colosos de Ramsés II con manifiesto desdén. Son demasiadas evidencias
del templo de Abú Simbel. Aquí todo es grande, las para no tenerlas en cuenta. A bordo de nuestra
ilusiones, los sueños, los pensamientos y senti- nave llamada planeta Tierra parece ser que no solo
mientos, los amigos que no están presentes, y los no estamos solos en este vasto universo, sino que
compañeros unidos a esta aventura, pero en este además quizás hayan existido y exista relación con
último caso estoy convencido que en esta grandeza ellos.
no interviene la magnificencia de los templos, pues Esta noche recostado en la cubierta del Kash el
su corazón ya lo conocía antes de este viaje y su Ibrim no veo a nadie, pero no me siento solo. Qui-
amistad durará hasta el fin de mis días. Todos ellos, zás todos mis pensamientos correspondan a una
los unos y los otros, unidos en la búsqueda del co- elucubración mental transitoria, y es posible que
nocimiento. mañana yo mismo me ria de ellas. Pero quiero dis-
Mi trabajo como periodista frente a las cámaras frutar este momento pendiente de que todas las hi-
de televisión y micrófonos de radio, me impiden pótesis algún día puedan ser consideradas como la
ver los ojos de las personas para las que dedico mi más extraordinaria realidad. Por eso, si algún día
trabajo, y este viaje, como en tantos otros, me esta confirmación se produjera, quiero compartir
hacen ver el brillo en sus ojos y sentir las palpita- mis pensamientos con vosotros y mi cariño a ese
ciones de sus corazones cuando nos acercamos a ser que echo de menos.
algún lugar mítico, aunque, ningún bloque de la pi-

Ávalon 7

Breve historia de la religión egipcia
Las raíces de la religión egipcia la encontramos
en la observación por parte de estos de la naturaleza.
Todo lo que no podía dominar el hombre, pero influía
en él, era transformado en divino y, por tanto, trans-
formado en imagen evocadora. Por supuesto, uno de
los ciclos que más en cuenta se tenían era precisa-
mente la inundación por parte del Nilo de las tierras
cercanas, de la cual dependía en gran medida la agri-
cultura y por tanto, la bonanza y prosperidad del pue-
blo egipcio. De hecho, economía y religión estaban
unidas de cara a la prosperidad del pueblo.
Aun así, lo que quizá no conozcamos es que las
8 Ávalon
Por Jesús García
prevendos@hotmail.com
prácticas religiosas oficiales del estado en Egiptose
diferenciaban del culto cotidiano, casi alejándose
entre ellas.
A pesar del carácter politeístas de la religión egip-
cia, esta tenía como figura central al sol como Dios
superior, evocado en la figura de Ra, Horus o Amón,
siendo el faraón el encargado de cuidar estas imáge-
nes de culto sólo como supervisión de los que real-
mente realizaban este trabajo: los sacerdotes. La
creencia oficial era que estos dioses establecían su
“residencia” en estas imágenes, mostrando así su be-
nevolencia al pueblo que los acogía y cuidaba.
Breve historia de la religión egipcia
Algunas normas Entre los más famosos podemos encontrar a Apis
Otro dato curioso, es el hecho de que nadie (ni si- el toro, consagrado a Ptah, aunque podemos encon-
quiera el propio faraón) podían llegar al punto de trar imágenes de gatos, chacales, perros, mandriles,
amar a uno de sus dioses, sólo respetarlo, adorarlo y peces, etc.
agradecer los favores prestados. Esta norma se ba- En ciertas ocasiones especiales, y días concretos,
saba en la creencia filosófico-religiosa de que si se los sacerdotes sacaban las imágenes de sus templos,
amaba, se corría el riesgo de que, en algún momento, y las hacían peregrinar en barcas por el río Nilo, de
se podría estar por encima de este, mientras que de la tal forma que no podían ser vistas por los demás ha-
otra forma, se aprendía a temerlo, estando siempre bitantes, representando así la visita que los dioses
por encima del hombre. querían realizar a todo aquello que al menos, religio-
Los sacerdotes eran los que podían entrar perió- samente, gobernaban.
dicamente en los templos, el pueblo estaba apartado
de esta práctica, ya que el culto oficial como hemos
dicho, era algo poco relevante para el pueblo llano.
Si es cierto que en ocasiones, acudían a santuarios
locales erigidos en honor de algún dios menor, o a
templos principales de la población. Allí oraban y de-
positaban sus ofrendas e incluso, preguntas al orá-
culo. Así mismo, se sabe que existían lugares de
peregrinación comunes como Abydos y Saqqara. Se
cree que la oración más extensa y concisa se reali-
zaba por parte de los habitantes en sus casas.

Ritos
Se conoce poco sobre los ritos religiosos cara al
pueblo, algo más sobre los que eran realizados por la
clase política y sacerdotal. Sí sabemos de la realiza-
ción por parte de sacerdotes, entregándolos al alde-
ano que lo solicitaba, de ciertos amuletos con
decretos divinos. Así mismo, era frecuente encontrar
en las casas bustos realizados en barro que evocaban
antepasados familiares, a los cuales de alguna forma,
se les rendía culto.
Durante los alumbramientos, al parecer, se realiza-
ban una serie de ritos (pertenecientes a la religión pú-
blica) y usaban una indumentaria concreta. No se
sabe a ciencia cierta los ritos practicados a los recién
nacidos, pero sí que la circuncisión de los chicos se
realizaba justo antes de la ceremonia del matrimonio,
coincidiendo casi con la pubertad.
También se realizaban una serie de ritos de puri-
ficación de la madre una vez que había dado a luz un
hijo.
Los animales “sagrados”
Ciertos animales tenían el trato de sagrados, por
decreto superior (sacerdotal o faraónico), y represen-
tados en figuras con cuerpo humano, y cabeza de este
animal. En ocasiones, las imágenes eran sólo del ani-
mal completo. Este trato lo tenían por creerse consa-
grados a los dioses particulares en principio. Con el
tiempo, era simplemente casi “capricho” superior (vi-
siones, etc.).
El sacerdocio
Antes de la XVIII dinastía esta no era una dedica-
ción plena y exclusiva de las personas que querían
serlo, sino más bien vocacional. Se presentaban vo-
luntarios a los templos y, aceptando las condiciones,
eran incluidos en este. Posteriormente, y para frenar
la peregrinación de cientos de personas que preten-
dían ser sacerdotes, esta práctica pasó a ser una clase
social, y por tanto, exclusiva de unos cuantos. La ten-
dencia pretendía que este cargo fuera heredado, pero
esto no fue posible ya que el faraón era el encargado
de escoger a lo sacerdotes. De hecho, se crearon en
los poblados verdaderas escuelas de sacerdocio (ex-
plicar las condiciones de elección, diferentes estudios
y cargos, etc.), junto a los templos, además de talle-
res. En esta dinastía y posteriores, si se impuso el ce-
libato, al menos, durante los días principales de
oración.
Se crearon entonces, además del faraón, dos clases
sociales superiores, incluidas entre las personas le-

Ávalon 9
 Breve historia de la religión egipcia
tradas: los sacerdotes y los burócratas (incluidos los
militares). Poco a poco, esto fue cambiando, ya que
los sacerdotes quisieron y lograron quedarse como
única clase letrada de la sociedad, ostentando así casi
tanto poder como el mismísimo faraón. Como ejem-
plo, durante el periodo grecorromano, el faraón era
presentado por su dignidad sacerdotal.

Mitología
Los mitos entre los egipcios eran la fuente princi-
pal para el mantenimiento de la religión institucional.
Como por ejemplo, la idea de que el día estaba re-
presentado por el paso de Horus (dios del Sol) en su
barca por el cielo, llegando al atardecer a encontrarse
con su tío y antítesis, Seth (dios de la noche), el cual,
en cruenta batalla, vence a este e instaura el periodo
de penumbra, haciendo que su hermano vague por el
mundo subterráneo. Luego de un tiempo, Horus logra
encontrar la salida y, venciendo a su tío, vuelve a rei-
nar en el cielo, trayendo el día y la claridad (además
de la vida).

La muerte
Aunque era para los egipcios el paso hacia otro
mundo, este no estaba exento de peligros casi desde
su comienzo. Si es cierto que, una vez superada la
prueba de “La Pluma Shut”, la persona tenía asegu-
rado el paso a una nueva vida. En el caso de los fa-
raones, con su cuerpo físico (de ahí el motivo de la
momificación), recuperando sus órganos (incluidos
en los vasos canopos) y con toda la fortuna que osten-
taba en esta vida.
Esta pluma era el símbolo de Maat (dios con ca-
beza o forma de avestruz), la diosa de la verdad y el
orden, y provenía del dios Shut, dios del aire y padre
de la tierra (Geb) y del cielo (Nut). Maat llevaba esta
pluma (de avestruz) cuando los muertos llegaban a
la antesala del más allá. Allí eran juzgados por sus
dioses, que portaban una pluma idéntica, haciendo
estos que el recién fallecido depositara su alma en Anubis
una balanza donde, en el otro lado, era depositada la
pluma de Maat. Si el alma estaba libre de impurezas tector de los navegantes. Significa “Lo Oculto”. Se
(pecados), sería más liviana que la pluma y el paso a fusionó con el dios Sol, pasando a ser Amón-Ra (e).
el otro mundo estaba asegurado, además de las bo- Su aspecto de representación era humano, y con una
nanzas que le esperaban allí, logrando la vida eterna. corona con dos grandes plumas verticales juntas.
En caso contrario, era devorado por un monstruo con Anubis: Dios de las momificaciones y guardián
forma femenina denominado “devorador de los de la necrópolis. Su imagen era la de un chacal negro
muertos”. u hombre con cabeza de este. Guiaba el alma del di-
funto al más allá. Protegía el cuerpo de Osiris durante
Los dioses egipcios y después de embalsamarlo. Integrado posterior-
Dioses pertenecientes al panteón egipcio: mente a la religión de Osiris, pasando a ser hijo de
Amón: Principal en la cuidad de Tebas, en su ori- Neftis.
gen pudo ser el dios de los vientos y, por tanto, pro- Apis: Buey sagrado relacionado con Path, ya que

10 Ávalon
Breve historia de la religión egipcia
este bajo la apariencia de fuego celeste, hizo que una
vaca virgen concibiera un toro negro, siendo este su
portavoz. Se representa con un toro con marcas en la
piel, y el disco solar entre los cuernos, o humano con
cabeza de toro.
Bastet: Mujer con cabeza de gato o gato. Repre-
senta los rayos calientes del sol, ejerciendo sus po-
deres benéficos. Estaba asociada a la protección de
las embarazadas y las enfermedades, así como de los
malos espíritus.
Bes: Enano barbudo y con melena, desnudo o con
una piel de león y sacando la lengua. Asociado con
los niños y las embarazadas, asistiendo a su parto y
protegiéndolas de los espíritus malignos. Su figura
se convirtió en amuleto.
Cmun: Dios con cabeza de carnero. Era el dios
de la fuente del Nilo, y de las aguas que circulaban
por el mundo inferior, ayudando a Horus en el paso
de su barca por este mundo tras ser derrotado por
Seth.
Hapi: Representado como un hombre barbudo y
barrigón, de piel verde o azul (evocando al agua) y
pechos caídos (como una mujer). Es la idealización
de la fertilidad y la fecundidad, y su morada eran las
Osiris
cuevas del nacimiento del Nilo.
Hathor: Junto con Isis, la más venerada. Repre-
sentada como mujer o como vaca, con el disco solar
entre los cuernos, siendo la diosa de la alegría, fies-
tas, embriaguez, danza y amor.
Horus: Hijo de Osiris e Isis, de niñez difícil, es-
condido de su tio Seth. Tras vencer a este en una
lucha, heredó el reino del cielo, expulsando a este a
las tinieblas. Se representa como un halcón o hombre
con cabeza de halcón, los ojos son la luna y el sol y
como corona lleva las del rey del alto y bajo Egipto.
Isis: Madre de los dioses y más popular de las
diosas egipcias, siendo la esposa de Osiris, y madre
de Horus y Seth. Fue quien reconstruyó el cadáver
de su esposo cuando su hermano Set lo despedazó,
haciéndolo volver a la vida y pudiendo así procrearse
naciendo Horus. Se asimiló con Hathor, por ser
madre y esposa del Sol y por tanto, reinar en el cielo.
Se representa como mujer con el disco solar entre dos
cuernos sobre su cabeza, aunque su representación
más popular es la de una mujer común trono en la ca-
beza, siendo este el jeroglífico de su nombre.
Maat: Diosa representada como una mujer con
una pluma de avestruz en su cabeza, de pié o sentada.
Representa el equilibro y la harmonía del universo,
así como la justicia, lealtad y verdad. Es hija de Ra.
Su acción más importante es estar presente en el jui-
cio de las almas que van hacia la vida eterna.
Montu: Dios-halcón, antiguo dios de la guerra,
diferente en forma de Horus.
Neftis: Hija de Gueb y Nut, esposa de Set, que
ayudó a Isis a localizar el cadáver de Osiris y a su re-
composición. Era la amante de este, de cuya relación
nació Anubis. Sobre su cabeza lleva el signo de la
casa-tumba que expresa su nombre. Habitaba en tie-
rras hostiles, donde guiaba a quien las atravesaba, y
tenía poderes mágicos. Protege al sol naciente de la
serpiente Apofis (horizonte al amanecer).
Nut: La “grande que da el nacimiento a los dio-
ses”, siendo el cielo, creadora del universo físico y
reguladora del movimiento de los astros. Se repre-
senta como una bóveda celeste en forma de mujer in-
clinada sobre la tierra, apoyándose en esta con los
pies y las manos.
Osiris: Dios superior, heredero de Gueb y Nut
(cielo y tierra), padre de Horus y hermano de Seth, el
cual celoso, le traicionó encerrándolo en una caja que
tiraron al río. Esta fue recuperada por Osiris, pero al
enterarse Set, despedazó el cuerpo de Osiris. Luego
de recompuesto, nació Horus.
Ptah: Dios creador de todos los seres, con su co-
razón y su lengua. Denominado “señor de la verdad”
Ávalon 11

fuente de valores morales. Apis era su portavoz. Re-
presentado con forma humana, cubierto con la envol-
tura de las momias, de la que sólo le salían las manos.
Ra: Dios solar de Egipto, uno de los nombres del
sol.
Set: Dios negativo, que representa el desierto y la
sequía. Se representa como un galgo con orejas largas
cortadas, hocico hacia arriba y rabo bífido largo.
Sobek: Dios-cocodrilo, hijo de Neit, ostentando
el título de “señor de las aguas”, temible por su vo-
racidad, eliminando los enemigos que habitaban en
12 Ávalon
Breve historia de la religión egipcia
los medios acuáticos. Se representa como cocodrilo,
u hombre con la cabeza de este.
Thot: Dios de la escritura y la lengua, señor de las
palabras divinas, representando las ciencias como
matemáticas, astronomía, etc. Símbolo de la sabidu-
ría y señor de los discursos, la astucia y la magia. Se
representaba como babuino y el ibis, aunque no es
frecuente la representación con cuerpo humano. Es-
tuvo ligado a la diosa Maat, por ser señor de las leyes,
y ostentaba un lugar importante en ese tribunal di-
vino.
Breve historia de la religión egipcia
Otros dioses
Atón: Significa “disco solar”, considerándose más tarde una manifestación de Ra. En los años del reinado
de Ajenatón, este era representado con cuerpo humano y cabeza de halcón, siendo sustituido posteriormente
como disco solar sólo. Proclamado divinidad suprema, el mismo faraón decidió que este fuera el único que
recibiera culto. Cuando murió este, el culto a Amón fue restablecido.
Jonsu: Representación de la placenta real, como símbolo de la luna. En ciertas pirámides, aparece como
un dios sanguinario que ayuda al faraón en la caza y muerte de algunas divinidades para servirles de alimento
y obtener su poder. Es parecido en su forma de representación al dios Ptah, y a veces se le ha visto en grabados
con la cabeza de Horus y el flagelo y cayado, llevando la coleta de la juventud en representación de un dios
niño.
Nefertem: Nació de una flor de loto, apareciendo con una corona formada de esta flor.
Neit: Diosa de la guerra y la caza, siendo sus atributos el arco, flechas y escudo. Protege a Osiris, Ra y al
faraón de los malos espíritus con ese arco. Posee varias representaciones según la cuidad de culto.
Nejbet: Al igual que Uadyet, protegía al faraón del doble país. Se la denomina “Corona Blanca”. Diosa
buitre, símbolo del Alto Egipto.
Renenutet: Diosa serpiente, protectora y vinculada con la fertilidad y las cosechas, dedicándosele la pri-
mera gota de agua, vino o cerveza y el primer pan. Protectora del niño real y diosa de la suerte.
Sacmis: Representada como leona, o mujer con cabeza de leona. Hija de Ra, lleva el disco solar sobre la
cabeza, simbolizando la energía destructora del sol, las llamas con las que aniquilaba a sus enemigos, temible
diosa de la guerra, causando espanto en este mundo y en el de más allá, donde Set y Apofis (la serpiente) su-
cumbían ante esta. Su nombre egipcio (Sejmet) significa “la poderosa”. Cuando quiso comerse a toda la hu-
manidad, Ra impidió este acto haciendo que se bebiera 7000 vasijas de cerveza tintadas de rojo, las cuales les
pareció sangre y se embriagó.

Ávalon 13
 Una sección de

Visto en la Red Rosa Santizo Pareja

zoriazkar@hotmail.com

Las siete
profecías mayas
Develar las predicciones de
los mayas implica sumergirse en
su mundo cientí
ico, religioso y
espiritual. Aquí podrás conocer
un poco más sobre cada una de
sus profecías:
- Primera profecía: Según
esta profecía, el 22 DE DICIEM-
BRE DE 2012 el Sol recibirá un
rayo sincronizador del centro de
la galaxia con el que se iniciará
un nuevo ciclo. Será el
in del mundo de materialismo y destrucción en que vivimos y el inicio de una
nueva etapa de respeto y armonía. Antes de ese día, la humanidad deberá optar entre desaparecer como
especie pensante que atenta contra el planeta o evolucionar hacia una nueva Era de integración con el
resto del Universo.
- Segunda profecía: La segunda profecía anunció que, a partir del eclipse del 11 DE AGOSTO DE 1999,
las transformaciones
ísicas en el Sol alterarían el comportamiento de los hombres. Dijeron que algunos
perderían el control de sus emociones y otros a
ianzarían su paz interior para sincronizarse con los rit-
mos de la galaxia. Así podrán neutralizarse los cambios drásticos que describen las siguientes profecías.
- Tercera profecía: En la tercera profecía, los mayas aseguran que la conducta antiecológica del hom-
bre aumentará la temperatura de la Tierra y producirá desequilibrios climáticos y geológicos. La falta
de sincronía entre nuestro comportamiento y la naturaleza traerá grandes problemas como la evapo-
ración del agua de los suelos, incendios forestales y la destrucción de las cosechas. La actitud que tome-
mos será crucial para sobrellevar esta época de crisis.
- Cuarta profecía: Aquí se predice una ola de calor que provocará el derretimiento del hielo de los
polos. Según los mayas, este será el modo en que el planeta se limpiará y reverdecerá, pero a la vez se
inundarán las costas y miles de personas que viven cerca del mar se enfrentarán a serios peligros.
- Quinta profecía: Según la quinta profecía, si no sintonizamos nuestro comportamiento con los rit-
mos de la naturaleza y la galaxia, antes del 2012 veremos fallar todos los sistemas sobre los que está ba-
sada nuestra civilización. Se producirá un colapso de la red informática, la electricidad, el sistema
económico y la religión. A partir de estos hechos, el hombre verá la necesidad de reorganizar la sociedad
de un modo más armónico y menos competitivo.
- Sexta profecía: Habla de la aparición de un cometa que traerá transformaciones
ísicas muy bruscas
en nuestro planeta. A partir de sus cálculos, los mayas aseguran que existen altas probabilidades de
que el cometa choque con la Tierra. Pero a la vez, sostienen que es posible desviar su trayectoria por me-
dios
ísicos o psíquicos.
- Séptima profecía: En la séptima profecía los mayas nos dejaron un mensaje de esperanza. Dijeron
que a partir de un esfuerzo voluntario por lograr la armonía y la paz interior, podremos desarrollar
nuevos sentidos e integrarnos al funcionamiento de la galaxia. Así podremos reducir los efectos nocivos
anunciados por las otras profecías y renacer en una nueva Era, la Era de la Luz.

http://artigoo.com/las-7-profecias-mayas

14 Ávalon
Visto en la Red

La sonda IBEX, de la NASA, ha descubierto la existencia

de un misterioso cordón de emisión de partícula
energéticas en la zona externa de la heliósfera.

Octubre 15, 2009: Hace muchos años que los investigadores saben
que el sistema solar está rodeado por una gran burbuja de magnetismo.
La llaman “heliósfera”, surge desde el Sol y se extiende mucho más allá
de la órbita de Plutón, proporcionando de este modo una línea primaria
de defensa contra los rayos cósmicos y las nubes interestelares que traten de penetrar nuestro espacio
local. A pesar de que la heliósfera es gigantesca y, literalmente, llena el cielo, no emite luz alguna y
tampoco nadie la ha visto hasta ahora.
La nave espacial IBEX (sigla en idioma inglés de: Interstellar Boundary Explorer o Explorador de la
Frontera Interestelar) ha trazado los primeros mapas integrales (que cubren la esfera celeste por com-
pleto) de la heliósfera y los resultados han sorprendido a los investigadores. Los mapas están divididos
en dos por un cordón ondulante y brillante de origen desconocido:
“Este nuevo resultado es impactante”, dice Dave McComas, quien es el investigador principal del
proyecto IBEX, en el Instituto de Investigaciones del Suroeste (Southwest Research Institute, en idioma
inglés). “No teníamos idea de que este cordón existiera —o de qué lo pudo haber creado. Nuestras
ideas previas sobre la heliósfera externa van a tener que ser revisadas”.
Aunque el cordón se ve brillante en el mapa trazado por IBEX, no brilla de manera convencional. El
cordón no es una fuente de luz, sino una fuente de partículas —atómos neutrales energéticos (en
idioma inglés: energetic neutral atoms o ENAs). Los sensores de la sonda IBEX pueden detectar estas
partículas, que se producen en la heliósfera externa, donde el viento solar comienza a disminuir la ve-
locidad y se mezcla con la materia interestelar que proviene de la zona exterior del sistema solar.
“Este cordón circula entre las dos sondas Voyager, y no había sido observado por ninguna de ellas”,
hace notar Eric Christian, científico adjunto de la misión IBEX, en el Centro Goddard para Vuelos Es-
paciales, de la NASA. “Es como tener dos estaciones climatológicas y que una tormenta pase entre ellas
sin que se la note”.
A diferencia de las naves Voyager, que han viajado durante décadas hacia la frontera del sistema
solar para tomar muestras in situ, la nave IBEX permaneció cerca de casa. Se encuentra en órbita alre-
dedor de la Tierra, girando a su alrededor y recolectando ENAs de todas direcciones. Esto da a la nave
IBEX un punto de vista global que es único y necesario para descubrir algo tan vasto como el cordón.
El cordón también tiene estructura delgada —pequeños filamentos de emisión de ENAs de apenas
unos cuantos grados de ancho. La estructura fina es un misterio, al igual que el cordón, dicen los in-
vestigadores.
Una pista importante: el cordón corre en dirección perpendicular al campo magnético galáctico
justo fuera de la heliósfera, como lo muestra la ilustración de la derecha.
“Eso no puede ser una coincidencia”, dice McComas. Pero, ¿qué significa? Nadie lo sabe. “Nos falta
conocer un aspecto fundamental de la interacción entre la heliósfera y el resto de la galaxia. Los teó-
ricos se encuentran trabajando como locos para resolver este problema”.
Es importante entender la física de la heliósfera externa por el papel que juega al hacer las veces de
escudo del sistema solar y protegerlo contra los rayos cósmicos. El tamaño de la heliósfera y su forma
son factores clave en la determinación de la potencia que posee para hacer las veces de escudo y, por
lo tanto, en la determinación de la cantidad de rayos cósmicos que llegan hasta la Tierra. Por primera
vez, la nave IBEX está revelando cómo podría responder la heliósfera al chocar contra las nubes inte-
restelares y los campos magnéticos galácticos.
“IBEX se encuentra ahora haciendo un segundo mapa integral, y estamos ansiosos por ver si el cor-
dón está cambiando”, dice McComas. “Observar cómo evoluciona el cordón —si es que está evolucio-
nando— podría darnos más pistas”.
Permanezca en contacto para conocer más noticias.
http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2009/15oct_ibex.htm?list1305082

Ávalon 15
 Visto en la Red

Una huella delata a Da Vinci

La prácticamente imperceptible huella de un dedo en una esquina.

Este mínimo detalle, invisible hasta la fecha, ha permitido atribuir un
cuadro que se creía era obra de un artista alemán del siglo XIX al
genio del Renacimiento Leonardo Da Vinci.
“La Bella Principessa” es el título de este cuadro que, según ha pu-
blicado la revista italiana “Antiques Trade Gazette” pertenece a Da
Vinci. Una huella del dedo índice o corazón que es "muy similar" a la
encontrada en un 'San Jerónimo' del pintor renacentista y que con-
serva el Vaticano es la clave para atribuir la obra a Da Vinci.
"Capturarla nos llevó al menos dos horas y después tuvimos que
estudiar más de 20 gigabytes de datos", señaló Jean Penicaut, responsable de la empresa Lumière Tech-
nology propietaria de la cámara multiespectral que captó la huella.
Pero no solo la huella dactilar sino también la prueba del carbono 14, que señala que el pergamino
data de entre 1440 y 1650, y los análisis con rayos infrarrojos de la técnica del artista confirman la au-
toria de la obra.
El artífice de este hallazgo es Martin Kemp, profesor emérito de Historia del Arte de la Universidad
de Oxford y experto en la obra de Da Vinci. Fue el quien tuvo un "pálpito" al ver la obra y comenzó sus
estudios. Según confiesa él fue el primer sorprendido al ver como "todo encajaba" y relatará su historia
en un libro de más de doscientas páginas que se publicará a finales de año. El propio Kemp fue quien
decidió rebautizar la obra como “La Bella Principessa”.
Un pequeño tesoro de tan solo 33 centímetros de alto por 23 de ancho, ha multiplicado su valor. De
hecho el cuadro fue adjudicado hace más de diez años en una subasta en Nueva York bajo el título de
'Joven de Perfil con Vestido del Renacimiento' por poco más de 12.000 euros cuando ahora podría su-
perar con creces los cien millones de euros. No el vano se trata del único hallazgo sobre Da Vinci encon-
trado en los útlimos 100 años.

http://es.noticias.yahoo.com/5/20091013/ten-una-huella-delata-a-da-vinci-d798d35.html

Los mares son de origen extraterrestre

Esas son las conclusiones que ha hecho públicas el CNRS, a tenor de las investigaciones del cientí
ico
Francis Albarède, quien sostiene que "asteroides gigantes cubiertos de hielo" chocaron contra la Tierra
entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta.
Según la tesis de Albarède, la colisión de estos cuerpos helados extraterrestres provocó además un
movimiento de las placas tectónicas que favoreció la creación de los continentes y los océanos, condición
probablemente necesaria para la aparición de la vida, indica el CNRS en un comunicado.
Este fenómeno sería también responsable de la formación de la atmósfera, hasta ahora atribuida a
los "vapores emitidos durante el amanecer de nuestro planeta".
Según el investigador francés, esos impactos pudieron también repetirse en Marte, pero "el agua se
habría secado antes de llegar a penetrar en profundidad", mientras que en lo que a Venus se re
iere,
nadie sabe cuáles eran las condiciones del segundo planeta del sistema solar antes de que una intensa

16 Ávalon
Visto en la Red
actividad volcánica remodelase su super
icie.

Los cientí
icos sostienen que treinta millones de años después de la formación del sistema solar, la
Tierra fue objeto de un impacto lunar que dio origen a nuestro planeta y a su satélite.
Sin embargo, dicha colisión no pudo ser responsable de la formación del agua, pues los vientos elec-
tromagnéticos y el joven sol "eran todavía demasiado calientes para que el agua y los elementos volátiles
se condensaran", sostiene Albarède.
"La llegada masiva de elementos volátiles a nuestro planeta correspondería a un fenómeno que se
desarrolló algunas decenas de años después del impacto lunar", agregan las explicaciones del CNRS.

http://www.unifaweb.com.ar/modules/news/article.php?storyid=490

El infrasonido, el sonido de los fantasmas

Las personas que han visitado lugares encantados hablan de lugares fríos, sensaciones de escalofrío
y pavor. Algunos investigadores piensan que estas sensaciones podrían estar causadas por lo que se
conoce como infrasonido.
¿Qué es entonces el infrasonido?. El sonido se mide por la frecuencia, tono, y la amplitud, volumen.
La frecuencia se mide en Hercios, Hz. El infrasonido es un sonido de frecuencia extremadamente baja,
entre 1 y 20 herzios. El infrasonido apenas se suele oír, pero afecta al cuerpo humano. Puede causar
náuseas, ansiedad y escalofríos. Algunos investigadores piensan que podría afectar incluso a la visión,
por las vibraciones del globo ocular.
Además, los investigadores tienen la teoría de que una parte de la población humana es hipersen-
sible a los infrasonidos. Los infrasonidos pueden ser producidos de forma natural por las avalanchas,
los terremotos y los fenómenos meteorológicos.
En abril de 1998, la Revista para la Sociedad de la Investigación Psíquica publicó un trabajo que lle-
vaba por título El Fantasma en las Máquinas, por el profesor Vic Tandy de la Universidad de Coventry.
Tandy describe las experiencias de trabajo en su laboratorio médico.
Los compañeros de trabajo se quejaron de escalofríos y una escalofriante sensación en el laborato-
rio. Una limpiadora renunció a seguir trabajando allí después de haber visto algo. Una vez, trabajando
solo de noche en el laboratorio, Tandy tuvo la sensación de estar siendo vigilado. Una sombra apareció
en su campo de visión. Sin embargo, al volverse, la sombra desapareció.
Pero lo que los seres humanos experimentan con el sonido es, en realidad, una onda de presión que
viaja a través de la atmósfera. Tandy descubrió que en su laboratorio se producían sonidos de 19 her-
cios.
El Centro de Información Turística de la ciudad de Coventry se halla junto a la Catedral, en un sótano
del siglo XIV. La bodega fue descubierta durante la construcción del Centro, y los constructores descu-
brieron que estaba conectada mediante un pasillo subterráneo. Este centro ofrece visitas guiadas a la
bodega, y algunos visitantes hablan de que han sentido la presencia de algo allí abajo. Un periodista
llegó a afirmar haber visto un rostro fantasmal por encima de su hombro. Tandy colocó sus equipos de
medición del sonido en la bodega y descubrieron que se producían sonidos de 19 herzios, sonidos fan-
tasmas.
En mayo del 2003, el Doctor Richard Lord, científico acústico del Laboratorio Nacional de Física en
Inglaterra, y el profesor Richard Wiseman, psicólogo de la Universidad de Hertfordshire, llevaron a
cabo un experimento: - El Doctor Lord y sus colegas organizaron un concierto para 750 personas. Se
llevaron a cabo cuatro piezas de música. Sin avisar a los espectadores, el Doctor Lord utilizó un tubo
de siete metros para producir infrasonido durante dos de las canciones. Al terminar el concierto, la
mitad de los espectadores afirmó haber sentido algo de miedo y escalofríos ante precisamente esas dos
canciones-.
La próxima vez que sintáis algo parecido, tal vez no sea vuestra imaginación…

http://sobreleyendas.com/2009/07/15/el-infrasonido-el-sonido-de-los-fantasmas/

Ávalon 17
 Visto en la Red

7 Increibles anomalías de la narualeza

Algunos de los fenómenos naturales extraños del planeta, son extremadamente
efímeros y además enormemente localizados y altamente inalcanzables. Estos 7
de esos fenómenos ilustrados con fotografías y una explicación.
Las piedras que se mueven solas

Piedras de decenas de kilos se mueven sin ex-

plicación aparente.

En el conocido Valle de la Muerte en Estados

Unidos existe un fenómeno singular, se trata de
piedras que parecen flotar sobre un desierto bal-
dío que en algún momento fue fango. Durante dé-
cadas, los científicos han teorizado explicaciones
plausibles sobre esta anomalía, donde una piedra
de varios kilos de peso es capaz de desplazarse
varios cientos de metros “por si sola”. Muchos
creen que este movimiento se debe al fuerte
viento, pero eso no explica que piedras de dife-
rente tamaño y peso se muevan a un ritmo para-
lelo y en diferentes direcciones. Además, los
cálculos físicos tampoco apoyan esta teoría, ya
que para que algunas piedras se muevan se nece-
sitarían vientos de velocidades superiores a cien-
tos de kilómetros por hora. El viento puede
mover piedras pequeñas, ¿pero como mueve al-
gunas de varias decenas de kilos?

Las columnas de basalto

En Canarias existen formaciones de este tipo.

Al enfriarse, las densas corrientes de lava se

contrajeron en un ángulo vertical con la dirección
de las corrientes, produciendo una figura geomé-
trica de aspecto insólito. Este es el proceso por el
que se generan las columnas basálticas, de forma
hexagonal regular y de una perfección casi artifi-
cial. Entre las más famosas están las “Gigant´s
Causeway” en Irlanda y las “Devil´s Tower” en Es-
tados Unidos, aunque tampoco desmerecen “Los
Órganos” en la isla de La Gomera en las Islas Ca-
narias.

18 Ávalon
Visto en la Red

El profundo Agujero Azul

Se encuentra en las Bahamas y apenas alberga vida.

Este “enorme agujero” se hunde súbitamente en el océano. Al mirarlo desde el aire, su denso color
azul denota la presencia de una gran profundidad y una oscuridad impenetrable, sobretodo en con-
traste con el agua de su alrededor. Aquellos buceadores que se han adentrado decenas de metros en
él, han constatado que a esas profundidades, escasea seriamente el nivel de oxigeno y que además
apenas existe vida por la falta de corrientes marinas. A pesar de eso, el lugar presenta un altísimo in-
terés científico, ya que hasta el momento, se han descubierto en su interior decenas de fósiles de una
antigüedad remota. Este enorme “agujero” se encuentra en las Bahamas Belice, en las Bahamas se en-
cuentra el agujero azul de mayor profundidad, unos 400m este de Belice posee unos 123m.

Ávalon 19
 Visto en la Red

La gran marea roja

Su aparición provoca perdidas económicas.

La gran marea roja, también llamada floracio-
nes de algas, son en realidad una gran cantidad
de algas unicelulares de profuso color rojo que
proliferan en las aguas costeras y causan una co-
loración roja en la superficie acuática. Muchas de
estas algas son inocuas, pero lo cierto es que au-
mentan las sustancias toxicas en el mar, lo que
provoca la muerte de cientos de peces, aves y
otros animales mamíferos. Al mismo tiempo, los
seres humanos también sufren de forma indirecta
este fenómeno, ya que se deteriora el impacto
ecológico en las costas y eso se manifiesta en los
sectores marítimos y económicos.

Los círculos de hielo

Estos círculos de hielo se están haciendo famo-

sos gracias a Internet.

Un fenómeno poco conocido pero que gracias a

Internet está proliferando su comunicación. Al pa-
recer los científicos especulan que estos círculos
perfectos de hielo se forman por remolinos natu-
rales en el agua que al subir a superficie forman
circunferencias perfectas en la capa de hielo de la
superficie. Hasta el momento se han registrado
estos círculos de diferentes diámetros y en dife-
rentes partes del mundo, incluso en ocasiones no
aparece un solo círculo sino varios de ellos distri-
buidos por toda la superficie del agua. El más
grande registrado tenía un diámetro de 150 me-
tros.

20 Ávalon
Visto en la Red

Las nubes mammatus

Su aparición es pronóstico de grandes tormen-

tas.

La aparición de este tipo tan peculiar de nubes

es un presagio nefasto de la llegada de fuertes tor-
mentas o climatología adversa crítica. Estas nubes
contienen principalmente cristales de hielo capa-
ces de extenderse en una línea que puede medir
centenares de kilómetros. Algunas formaciones
de estas nubes pueden permanecer estáticas du-
rante incluso 10-15 minutos.

Los Arco Iris de Fuego

Son extremadamente difíciles de ver por las

condiciones requeridas para su formación.

Las probabilidades de observar uno de estos

arco iris tan peculiares son extremadamente
bajas. Se producen por una convergencia rara de
los rayos del en algunas nubes que deben de
tener una posición específica. Al reflejar la luz del
sol, los cristales de hielo de estas nubes producen
rayos visibles de diferentes espectros. Como es
extremadamente insólito, ver fotografías de este
fenómeno no es muy popular y poder tomar una
instantánea es una gran suerte.

http://esencia21.wordpress.com/2009/02/06/7-increibles-anomalias-de-la-naturaleza-con-fotos/

Ávalon 21
 Simbología
y mitos de la
Navidad

Por Jose Manuel García Bautista

correro@garciabautista.net
www.garciabautista.net

Hay fechas en el año, que celebramos por tradición, cargadas de simbolismos,

simbolismos que implican el conocimiento de todos aquellos ritos y conmemora-
ciones que celebramos y que sin embargo son grandes desconocidos...
¿Se ha preguntado alguna vez por que celebramos la Navidad un 25 de Diciembre
y no otro día? ¿Es acertado celebrar el nacimiento de Cristo en esa fecha? ¿Qué ar-
gumentos hay en contra? ¿Existieron los Reyes Magos? ¿Y Papá Noel? ¿De donde
viene la tradición de los dulces navideños? ¿Y la ornamentación de las fiestas navi-
deñas? Las preguntas se acumulan y ponen de manifiesto ese “desconocimiento”
sobre estas Fiestas entrañables y familiares. Permítanme acompañarles por el
mundo del simbolismo navideño, por el mundo de las tradiciones y sus explicacio-
nes, a buen seguro les van a resultar tan sorprendente como grato.

22 Ávalon
 Simbología y mitos de la Navidad

25 de Diciembre... Navidad
Comencemos por el principio..., como
todas las grandes historias: ¿Por qué cele-
bramos el 25 de Diciembre el nacimiento
de Cristo?
El día 25 de Diciembre es una fecha
adaptada. En tiempos de antiguas religio-
nes predecesoras del cristianismo, en tal
jornada se celebraba el día del “Sol Invicto”
o nacimiento del Sol y al no poder eliminar
esas fiestas paganas se reconvertían al uso
cristiano. Esta fecha no se fijó hasta el siglo
IV. En esta día también se celebraba el na-
cimiento del Dios viviente Mitra que
guarda paralelismos más que interesantes
con el cristianismo y cuya doctrina adoptó
el emperador Cómodo para su culto.
Aparte de ello, en esta fecha también se ce-
lebraban cultos a Apolo. Sería Honorio en
el 440 d.C. quién impondría esa fecha de-
vorando otras tradiciones coincidentes.
La fecha real del nacimiento de Jesús ha-
bría que ubicarla, posiblemente, entre los
meses de Mayo a Julio, lo marcan así los re-
entre los días 6 y 10 de Enero, la fecha
latos y la climatología, nunca hubiera sido
del 25 queda marcada como opción a
en Diciembre por la clima adverso que no
desbancar los numerosos cultos sola-
haría viable tener los rebaños pastando. Su
res. El Papa Liberio entre el 354 y el
nacimiento se debe ubicar en el 7 a.C. de-
360 fija como inmutable la fecha del 24
bido a las informaciones sobre la matanza
al 25 de Diciembre como la del nacimiento
de infantes de Herodes, hecho “histórica-
de Jesús.
mente acreditado”. Por el contrario la fecha
Como dato curioso también me permito
del 6 de Enero es el día de la Manifestación
apuntarles que Jesús probablemente no
del Señor a partir del siglo II. Fue el propio
nació en Belén..., sino más bien entre Naza-
Juan Pablo II, en 1983, quién dijo que “sólo
ret y Cafarnaún, aunque la tradición pia-
son fechas simbólicas y nunca exactas”, en
dosa y la estrella nos indiquen que fue en la
referencia a las celebraciones navideñas.
vieja ciudad de Belén en su eterno portal.
El Papa Fabián (236-250), consideró sa-
crílego a los que trataban de poner fecha al
La misteriosa estrella de Belén
nacimiento de Jesús, que
Curioso el fenómeno que se produjo en
se dató posteriormente
Belén, aún hoy provoca controversia entre

Ávalon 23
 Simbología y mitos de la Navidad
aquellos que debaten sobre ¿qué fue la es-
trella de Belén? La estrella de Belén no fue
ni un OVNI ni un cometa, no hay datos que
avalen lo primero pese a que por su extra-
ñeza lo podríamos catalogar como tal y
tampoco hay datos astronómicos sobre
ningún cometa o fenómenos análogo en la
fecha del nacimiento de Jesús, posible-
mente se trato de una conjunción Júpiter y
Saturno en Piscis muy luminosa hacía el
año 7 a.C. El año que anteriormente referí-
amos como el del nacimiento real de Cristo
según la matanza de los inocentes.
¿Quiénes fueron los Reyes Magos?
La ilusión con la que los niños aguardan
la llegada de los Reyes Magos cargados de
juguetes y regalos no tiene parangón... Es
la noche de la magia, es la noche de los
niños pero... Los Reyes Magos no siempre
24 Ávalon
fueron tres, su número varió a lo largo de la
Historia e incluso al rey Baltasar no se le
convirtió en rey mago negro hasta el siglo
VI para simbolizar las razas en la Tierra y
por necesidades de la Iglesia de aquellos
tiempos, rey negro que habitualmente era
el que traía el carbón a los niños cuyo com-
portamiento había sido “malo”, con el
tiempo se ha convertido en el rey mago que
mejores y más regalo da a los niños.
Según los escritos atribuidos a San
Mateo, los Reyes no eran Reyes sino Magos
-incluso se les representaba originaria-
mente con el gorro frigio de mago- y sus
nombres no aparecieron hasta el siglo VI.
Los Reyes Magos hasta el siglo IV fueron
dos, cuatro, seis, doce e incluso sesenta. In-
cluso se les puso edad a cada uno se ellos:
en el siglo XV, Pedtus de Natalibus fijó que
Melchor tenía 60 años, Gaspar 40 y Balta-
 Simbología y mitos de la Navidad

sar 20 años –representando las edades del mente una cueva o gruta, alejándose pues
hombre-. La descripción física discrepaba de nuestra actual representación piadosa.
de las narraciones que existían en la época. La escena del buey y el asno se debe a una
Los Reyes Magos hacen su primera apa- mala traducción mezclado con un texto de
rición en representación “pictórica” en un Habacuc.
mosaico en Apollinare Nuovo (Rávena), en El Belén lo introdujo en España Carlos
el siglo VI, su celebración en Europa no co- III en el siglo XVIII, tradición importada
mienza hasta el siglo VII, aunque diferentes desde Nápoles.
historiadores lo calculan también en torno
al V ó VI d.C.
Es Tertuliano, en el siglo III, para evitar
la mala fama de los magos persas, el que
los transformó en reyes de Oriente con
todo su boato de realeza y magnificencia,
siendo a partir del siglo XIX es cuando los
Reyes Magos comienzan a traer juguetes a
los niños y se populariza la “Carta a los
Reyes Mayos”.
Hay una bella simbología en los presen-
tes que le llevan al niño al portal, todos sig-
nifican algo y llevan implícita toda una
carga socio-religiosa. Aquellos magos veni-
dos del Oriente dejaron tres regalos valio-
sos: oro, incienso y mirra. A los profanos
les parece la bella historia de la adoración
y sin embargo tiene un significado oculto.
El Oro es el regalo que se le hace a un Rey,
el Incienso es el regalo a un Dios y la Mirra
es el regalo que se le hace aun hombre...Au-
nados todos en la figura de Jesús.

Se armó el Belén El Obispo Nicolás vs. Papa Noel: Dr.

La primera persona que recreó el naci-
miento de Cristo en un pequeño “naci-
miento” o “portal de Belén” fue san
Francisco Javier en el año 1225, montó
aquel el primer portal de Belén improvi-
sando según los datos que le llegaron; el
verdadero portal no fue
un establo y si posible-
Jeckyll y Mr. Hyde
Comenzaremos diciendo que Papa Noel,
o Santa Klaus, es una referencia al obispo
San Nicolás, personaje piadoso que repar-
tía comida entre los necesitados, su trans-
formación en Papa Noel se debe a que este
último es un personaje real deformado con
los años. Tiene mayor tradición en países

Ávalon 25
 Simbología y mitos de la Navidad
nórdicos y estaba acompañado por un sin-
gular duendecillo llamado “Pedro el negro”.
Decían portar una lista con los niños que
habían sido “buenos” o “malos” a los que
compensar o no con golosinas. En cual-
quier caso su figura es realzada en el siglo
XIX por Clement Clark Moore quién en
unos relatos lo ubica con renos, regalos,
chimeneas, trineo y un reno llamado Ru-
dolf. Thomas Nats lo americaniza y Coca-
Cola le da su apariencia actual en 1931. Su
origen festivo hay que buscarlo en la Nueva
Ámsterdam de época, hoy día Nueva York.
El árbol navideño
La colocación del árbol adornado como
ornamento conmemorativo de las fechas
navideñas, o árbol de Navidad, es una tra-
dición que procede de pueblos del Norte
que no adoraban imágenes, se le llama el
Árbol de la vida, de la Luz o del Edén, y
cada rama era engalanada con una luz sím-
bolo de la Vida y que posteriormente, dife-
rentes pueblos, lo simbolizan como el
Redentor, tales como Alcasia, pueblos ger-
manos y escandinavos. Fueron el príncipe
Alberto y la reina Victoria I de Inglaterra
quienes lo introducen en el Reino Unido y
de allí los emigrantes a los Estados Unidos
alrededor de 1845.
La estrella que corona el árbol, en su
forma de cinco puntas, es emblema contra
el mal y trae la felicidad a la casa.
Otras tradiciones navideñas
Las fechas de la Navidad nos hacen na-
vegar por diferentes curiosidades que a lo
largo de los tiempos han ido surgiendo te-
niendo como argumento a la propia Navi-
dad, así nos sorprenderemos al saber que
26 Ávalon
la Lotería de Navidad surgió como una idea
para financiar la Guerra de la Independen-
cia en España dada la imperiosa necesidad
de fondos para poder llevar ingresos a las
arcas del estado y el paupérrimo estado fi-
nanciero del país en aquella época.
Un popular dulce del que todos hemos
disfrutado tiene un carácter también sim-
bólico... El “Roscón de Reyes” simboliza la
corona de los reyes y a quién le toca el re-
galo se convierte en Rey Mago por un día.
Era llamado como “Rosco del Haba”, por el
contrario al que le toca esta legumbre debe
abonar el valor del dulce como símbolo de
generosidad y redención. Es una tradición
que data de la Edad Media.
No pueden faltar en estas fiestas los típi-
cos villancicos si bien antes debemos saber
que los villancicos eran parte de canciones
amorosas y cortesanas del siglo XV-XVI, en
siglos posteriores lo convirtieron en can-
ciones populares. Proceden de poemas
acalorados improvisados para la época al
que posteriormente se le acompañó de
música y letras más blandas más de acorde
con la época y la conmemoración que se
celebraba.
Si el plato estrella de estas fiestas en
casa es el pavo y no sabe el origen de este
como cena navideña se lo explico: El Pavo
de Navidad se sirvió por primera vez a En-
rique VIII en Inglaterra, la tradición se im-
puso al exportarla el mecenazgo de los
Austrias en el siglo XVIII.
Igualmente si bebe cava o champagne
debe saber que su origen es muy incierto,
parece claro que no lo inventaron los fran-
ceses y mucho menos Dom Perignon, su
patria chica habría que buscarla en zonas
de la Cataluña más vinatera y al fermen-
 Simbología y mitos de la Navidad
tado accidental de la uva en uno de los vie-
jos monasterios donde tan buenos caldos
de hicieron.
Si, como otros muchos habitantes de
este planeta azul nuestro, conmemora
estas fechas con la luz de las velas conocerá
a continuación su significado que es la re-
presentación de un elemento propiciatorio
capaz de purificar, iluminar y dar ilusiones
y esperanzas.
¿Por qué nos besamos cuando estamos
bajo el muérdago? Pues la razón simbólica
nos dice que el muérdago está considerado
como un elemento de suerte y felicidad de
la antigüedad. Besarnos bajo él es estar
bajo su protección y buen augurio.
Para finalizar este recorrido, breve pero
intenso, por lo más simbólico de nuestras
tradiciones sólo nos resta decir que todas
ellas conforman la más bella de las fiestas
que celebramos al año, donde se aúnan tra-
dición y familia, en unos tiempos –los que
corren- tan faltos de valores y tan deshu-
manizado. Entre sonrisas e ilusiones de
niños ante un regalo, el sabor de la amis-
tad, la nostalgia a los que no están, o la
carga sentimental de estas fiestas, celebra-
remos -un año más- la Navidad, época de
nacimiento e ilusión, época de esperanza y
crecimiento interior, época de solidaridad,
amistad, perdón y bien para los pobladores
de un planeta que hoy más que nunca ne-
cesitan de esa misma Fe y de esa misma Es-
peranza. Tal vez si todos tuviéramos un
poco más la mirada de ese niño que con-
templa un portal a este mundo nuestro le
volverían a brotar los tallos de la
Esperanza en el propio ser hu-
mano...
Como moraleja a todo ello nos
despedimos con un dato que
seguro que desconocía: el re-
lato de la Navidad procedía de
un Evangelio apócrifo de
Mateo que nunca ha sido
aceptado por la Iglesia. La pa-
radoja es que la propia Iglesia ce-
lebra la Navidad.
Y ahora si permítanme despe-
dirme diciéndoles:
¡FELIZ NAVIDAD y Paz a los
hombres de buena voluntad!
Ávalon 27
 El rincón del cine
Una sección de
Alberto Luis Fernández
correo@alberto-fernandez.net
Dirección: Giuseppe Tornatore.
País: Italia.
Año: 1988.
Duración: 123 min.
Intérpretes: , Philippe Noiret
(Alfredo), Salvatore Cascio-
Marco Leonardi-Perrin (Totó,
niño joven y adulto respectiva-
mente), Antonella Attilli-Pupella
Maggio (María joven y adulta res-
pectivamente), Agnese Nan
(Elena), Isa Danielli (Anna) y Le-
opoldo Trieste (Padre Adel
io) .
Fotogra
ía: Blasco Giurato.
Producción: Franco Cristaldi
para Cristaldi Film/Films
Arianne.
Edición: Mario Morra.
Escenogra
ía: Andrea Crisanti.
Vestuario: Joseph G. Aulisi.
Música: EnnioMorricone.
28 Ávalon
Comienzo diciendo simplemente: impresio-
nante.
Giuseppe Tornatore coloca unos sólidos cimien-
tos sobre los que edifica un peliculón de una mag-
nitud encomiable. Esta construcción se empieza a
gestar en la cabina de proyección de un cine de
pueblo, donde se nos presenta a un enamorado del
séptimo arte llamado Alfredo y a su aprendiz, el pe-
queño Totó.
La gran estrella invitada a la película es la propia
sala, “Cine paraíso” prácticamente el único vínculo
sólido entre los habitantes de este pequeño pueblo.
Esta sala cobra una vida inusual, acogiendo en sus
butacas a mujeres que dan el pecho, a hombres que
roncan, a grandes fumadores, chicos que se mas-
turban sin reparos durante la primera época del
destape, a Charlot, a gandules o aficionados que
veían el mismo film una docena de veces, a parejas
que iban a meterse mano, al cura que censuraba
todos los besos ante el abucheo general, a un trai-
ller de La diligencia, a amores que se encuentran, a
Kirk Douglas, a Lo que el viento se llevó, a familias
enteras que vivían cada proyección como si fuese
la última, e incluso a un facineroso de los de platea
que se permitía el lujo de escupir a la plebe cuando
se le antojaba. Y todos estos personajes y situacio-
nes forman parte de la vida de Totó y de Alfredo,
quienes desde su cubículo observan a la muche-
dumbre, cambian el rollo, ríen o discuten. Con li-
rismo, calma, planos impresionantes, alguno de
ellos son de incalculable valor y un ambiente de so-
segada melancolía que son una maravilla, esta pe-
lícula es capaz de satisfacer al público más exigente.
Y entremedio de todo ello, Tornatore nos regala
una de las elipsis más hermosas que he visto en mi
vida.
Por si no fuera poco, todo está acompañado por
unas notas preciosistas de Ennio Morricone... nos
hablan de unos tiempos de magia, de guerra y pos-
guerra, si bien, no demasiado cómodos, sí que en-
trañables y preciosos. También destacar la
hermosa fotografía de Blasco Giurato, y sobre todas
las cosas cabe admirar el magnífico trabajo de Tor-
natore, tanto en el guión como en la dirección de
esta bella cinta que ya forma parte del salón de
honor del séptimo arte, un trabajo al cual no le falta
nada, una obra maestra contemporánea.
El rincón del cine
Cinema Paradiso narra con desmesurado talento, la
maravillosa historia de Salvatore, un joven cuyo amor
por el cine, su tierra, su novia y su amigo del alma le
inspiran a mejorar como persona. Un paseo bello y
nostálgico por su vida, su infancia, su adolescencia y
su madurez.
Giuseppe Tornatore conjugó los sueños de todo ci-
néfilo, vivir en una fábula donde cada caída signifique
un levantamiento más fuerte, donde se puede jugar
con el tiempo, con la tristeza y con la alegría, un mundo
al cual tan solo podemos observar y añorar. (SUBE
Magnificas interpretaciones de los tres Salvatore, el
adulto, el joven y el niño; con especial mención de los
dos últimos, quienes sencillamente se roban la película
con el carisma que impregnaron a las andanzas del
personaje central; también tenemos el privilegio de
contar con Philippe Noiret , quien brinda una encarna-
ción sencillamente magistral como el bondadoso ope-
rador del cinematógrafo.
Cinema Paradiso cuenta además entre sus mejores
logros con uno de los finales mas enternecedores de la
historia del cine, un epílogo antológico para cualquier
cinéfilo empedernido, un momento invaluable para ce-
rrar esta hermosa y monumental película.
Además, es una de las máximas declaraciones de
amor que se le ha hecho al séptimo arte. Es mucho más
que una película. Es una historia llena de nostalgia por
una personal manera de ver y entender el cine y de vi-
virlo. Es una película Preñada de melancolía, humor y
nostalgia.
La estructura en flashback, según los recuerdos de
Salvatore de mayor, nos va preparando para un clímax
final que es un homenaje sentido al mundo de cines
como vehículo de entretenimiento y aprendizaje para
la vida.
A veces es bueno mirar atrás para poder evaluar en
que nos hemos convertido y si al madurar somos lo
que tiempo atrás soñamos con ser o si por el contrario
nos hemos convertido en meras caricaturas de lo que
nunca lograremos ser.

BANDA SONORA ORIGINAL

1.Cinema Paradiso
11.Four Interludes
2.Maturity
12.Runaway, Search And Re-
3.While Thinking About Her
turn
Again
13.Projection For Two
4.Childhood And Manhood
14.From American Sex Appeal
5.Cinema On Fire
To The First Fellini
6.Love Theme
15.Toto And Alfredo
7.After The Destruction
16.For Elena
8.First Youth
17.Cinema Paradiso - String
9.Love Theme For Nata
Version
10.Visit To The Cinema

Ávalon 29
 Simbología vegetal
en los camposantos
Esta vez, me vais a permitir el lujo de tocar un
tema, altamente desconocido e insólito. Me refiero a
los mitos y a la simbología que tiene la botánica, en
su rama funeraria.
Muy pocos autores han escrito sobre estos temas.
Quizás sea porque lo que envuelve a “La Muerte” nos
resulta algo escabroso o es que simplemente no de-
seamos cavilar sobre ese momento traumático, por
el cual obligatoriamente todos pasaremos algún día.
Mis estudios en torno a la animación gerontoló-
gica, me han servido para conocer los miedos que pa-
samos al enfrentarnos al más allá, pero también me
han servido para conocer los gustos, muchas veces
extravagantes, del cómo queremos que sea nuestro
lugar de descanso eterno. Nichos grandes o peque-
ños, ataúdes de maderas nobles o incineraciones que
ilógicamente, a muchos les parece algo menos dolo-
roso.
Cuando entramos en un cementerio, hay dos cosas
Por Jordi Fernández Cabrera
fc.jordi@gmail.com
que nos llaman la atención de una manera clara: El
color verde de la vegetación y los tonos blancos de
los mármoles. Aunque como veremos más adelante
estas dos cosas no son las únicas que, inconsciente-
mente, nos transmiten de una manera subliminal
sentimientos, estados de paz o reencarnación.
Los colores más vivos en los cementerios los ponen
las plantas y los árboles y es que no es casual que a
través de los siglos, las personas hayamos querido
que la naturaleza interactué con los cementerios. Y
digo que no es casualidad porque antes del cristia-
nismo, los cuerpos de las personas eran enterrados
en plena naturaleza, dentro de un bosque, con un
simbolismo claramente regenerador. Un ejemplo
claro de la simbiosis entre naturaleza y cementerios
lo encontramos en países como Suiza, Suecia o el to-
talmente desfigurado cementerio marino de Rabat,
sin olvidarnos del bellamente salvaje cementerio de
Estocolmo.
Ávalon 31
 Simbología vegetal en los camposantos
Las plantas forman parte de lo que podemos de-
nominar como objetos mediadores entre lo vivo y lo
muerto. Esto sucede principalmente en dos situacio-
nes específicas y populares. La primera es que las flo-
res están presentes en el momento del
enterramiento, momento en el cual el difunto pasa
a otro estado de ser, y la segunda sucede de una ma-
nera más estática, permaneciendo las flores en el
lugar de reposo eterno de manera continua, e incluso
de manera mas significativa, en el día señalado como
“Día de los difuntos”, en el cual los familiares limpian
y adecentan las sepulturas, sobrecargando las mis-
mas con flores de todos los colores y formas. Como
en el caso de la fotografía en la que podemos apre-
ciar la tumba de Alan Kardec.
Detengámonos un momento en el enterramiento.
Como ya he dicho antes, las flores forman parte vital
del ritual funerario, y es que en éste, aunque nos pa-
rezca algo occidentalizado, el hecho de llevar coro-
nas de flores a la tumba, no es solo costumbre de
nuestras culturas. Y es que en casi todas las culturas,
las flores, son objetos claramente protagonistas. El
uso de las coronas es tan antiguo como los mismos
dioses solares. Pero donde tiene una presencia casi
continua es en los ritos cristianos, empezando por la Florida tumba de Alan Kardec
misma imagen de Jesús con una aureola de santidad
sobre su cabeza en forma de corona. Otro claro ejem-
plo del uso de la corona en la historia de las ceremo-
nias religiosas, lo localizamos en los casamientos con de Herodoto respecto a la aparición fantasmal que
ritos griegos, donde dos acompañantes sostenían sufrió la madre de Demarato, Rey de Esparta. En este
sobre la cabeza del novio una bella corona dorada y suceso el espectro deja como aporte una corona de
las flores que decoraban el templo, quedaban ex- flores. Si hablamos de los ramos de flores en los fune-
puestas un total de 40 días, como símbolo de su vir- rales, en el caso de occidente, las flores siempre son
ginidad. Son muy dudosos los verdaderos orígenes frescas, pero en los países islámicos, las ofrendas son
del uso de las coronas, como obsequio para nuestros de flores secas e incluso también se ofrendan perfu-
muertos, parece más claro que la palabra “coro- mes no alcohólicos. Otro ejemplo significativo que
nado” en su sentido puramente funerario se lo debe- nos demuestra la importancia de las flores en los ri-
mos a los antiguos griegos. Ellos disponían coronas tuales funerarios es el de las esquelas y recordato-
floridas en las tumbas de sus difuntos, tal y como hoy rios, en las cuales e indistintamente de procedencias
lo hacemos, aunque estos, los griegos, lo hacían espe- religiosas o ateas, como en el caso de Albania, son
cialmente en los funerales de los más jóvenes. Tam- decoradas con flores claramente funerarias, como
bién los familiares se coronaban la cabeza. Flavio los famosos crisantemos.
Josefo (Antigüedades Judías) dicta que su uso se re- El motivo por el que llevamos conjuntos florales
monta a los tiempos de Moisés, en el parecer de Pli- a nuestros difuntos, es visiblemente una función pu-
nio (libro XXV) otorga el mérito de las coronas de rificadora, pese al desconocimiento simbólico que
flores, al emperador de occidente Glicerio. Para los nosotros tenemos al respecto, el color verde de los
jugadores, en el caso de Olimpia, la corona sería de arboles que encontramos en los cementerios, simbo-
olivo y para los romanos de Mirto o Laurel. La co- liza la regeneración primaveral y por ello también
rona de Grama solo la disfrutaban los libertadores. simboliza la inmortalidad del alma. El verde claro
También, en la india, tanto los verdugos como sus po- del césped es un símbolo equivalente de la esperanza.
bres victimas lucían coronas de flores. Incluso las co- El color negro de algunas lapidas nos hace una refe-
ronas han sido protagonistas de fenómenos rencia hacia la gravedad de la muerte y la melanco-
paranormales como el que nos narra el sexto libro lía de los que se van.

32 Ávalon
Simbología vegetal en los camposantos
Los Árboles
Con un significado casi incierto, la palabra Árbol,
personifica “el que crece, el que se levanta”.
Dentro de la simbología natural, las flores repre-
sentan lo divino, “Dios”, y los árboles simbolizan lo
oscuro “Demonio”. Pero en este sentido también hay
excepciones. Una de estas excepciones dentro de la
simbología funeraria sería la Michelia Champaca,
más comúnmente conocida como Árbol de la Mag-
nolia. Este árbol se hizo muy conocido en la antigüe-
dad por crecer espontáneamente sobre las tumbas
de los difuntos. En este sentido, se tenía la creencia
de que un árbol que crece encima de una tumba, al-
bergaba en su interior el alma del difunto, incluso,
que el árbol brotaba directamente del cuerpo del di-
funto.
Los árboles representan lo más importante de la
tradición religiosa, la Cruz. Lo que, en el sentido fu-
nerario, simboliza el tiempo, la vida actual y la vida
eterna. En gran número de cuentos populares sobre
la vida de jóvenes héroes, son simbolizados con un
árbol, comúnmente por el Ciprés. En la historia, la
cruz de madera ha unido de una forma moral a dis-
tintas culturas, teniendo presente que representa de
alguna manera lo bueno, lo malo y el juicio supremo.
Resulta curioso que la madera con la que se constru-
ían algunas cruces, estaban hechas de maderas san-
grantes o maderas resinosas, que sin duda nos lleva
a una simbología mística del San Graal, sangre re-
novadora del corazón de Cristo. Las cruces en los ce-
menterios, antiguamente, eran de madera.
Simbolizando la renovación, las de mármol o piedra
representan el espacio, o mejor dicho, la religión den-
tro del espacio funerario.
Gubernatis, atribuye lo funerario de algunos ár-
boles a su espesa sombra. Quizás por esto mismo, la
Arnold böcklin “El bosque sagrado”
creencia popular recoge como árboles funerarios al
Tejo, al Manzanillo y el Nogal, cuya sombra, dicen
que produce la muerte. En la india, al Nogal lo lla-
man Yamadûtikâ, que quiere decir “Mensajero del
Dios de la Muerte”.
Uno de los árboles que mas comúnmente se ven
en nuestros cementerios es el Ciprés, este árbol que
puede alcanzar los 20 m. de altura, descubre una
simbología clara. Por su aspecto; severidad y reposo,
y por su forma señalando al cielo; sirve de guía para
las almas despistadas. Su tronco de tonos grises se
asemeja a las columnas de los templos de los dioses
mitológicos. Su larga longevidad, en algún caso de
más de 1.300 años, simbolizaría la sabiduría que nos
proporciona la eternidad. Dice Plineo, de la rama del
Ciprés, que es símbolo de luto “fúnebre signo ad
domos posita”. El aroma del Ciprés lo comparaba San
Bernardo “con la buena reputación del hombre con-
templativo”. Creo que es importante que explique en
este punto la historia mitológica de este maravilloso
árbol para que se comprenda claramente de donde
procede la fuerte unión que tiene este árbol con la
simbología funeraria. Cuenta la mitología griega,
que en Carthea, ciudad de la isla de Kea, cerca de
Ática, vivía un joven pastor llamado Cipariso. Amado
intensamente por el dios Apolo. Cercano al lugar
donde sus rebaños pastaban, paseaba normalmente
un hermoso ciervo sagrado con un collar repleto de
joyas y piedras de gran valor. El ciervo era manso y
se dejaba tocar y acariciar por el joven pastor. Un día
de mucho calor, el hermoso ciervo se acomodo en
una gran sobra para refrescarse y dormitar un buen
rato. Mientras tanto el joven Cipariso pasaba el
tiempo distraído lanzando una jabalina y sin ha-
berse percibido de la presencia del ciervo, lo atravesó
y el ciervo murió al momento. El joven destrozado de
dolor por la muerte del animal decidió
suicidarse, no sin antes pedir a los dioses
que su dolor persistiese por siempre. Los
dioses atendieron su suplica y lo trans-
formaron en un gran Ciprés. El dios
Apolo lamentó profun- damente la
muerte de Cipariso y le dijo; “Yo guar-
daré luto por ti y tú lo guardaras por
todos los demás, acompañándoles en su
consuelo en el lugar de enterramiento”.
Desde aquel día, el Ciprés, es el árbol de
la muerte y es honrado como símbolo de
eternidad.
Otro árbol con simbología funeraria
es la Palmera, aunque menos común en
algunos cementerios de las zonas frías.
De la Palmera se decía en la antigua Ba-
Ávalon 33

bilonia que le reconocían tantas virtudes mágicas
como días tiene el año. Quizás no sea por casualidad
que, en los sistemas de escritura jeroglífica de los
egipcios, la palmera fue el emblema del año y de los
espacios de tiempo y muy especialmente del espacio
dedicado al Fénix.
La palmera, en los cementerios, simboliza la vic-
toria y el triunfo. Aunque os parezca irónico. Os lo
explicaré. Cuando vemos una figura de un guerrero
con una palma en la mano, simboliza la victoria en
la batalla, y caso claro es el de Santa Eulalia en las
luchas cristianas del siglo IV. En el caso de los difun-
tos, la palma (rama de Palmera) del Santo es la vic-
toria sobre el espíritu del mal y el triunfo de la vida
y la recompensa con la eternidad.
Para el cristianismo, como es obvio, la palmera o
palma ha sido fundamental en su cultura e incluso
objeto de situaciones milagrosas como la de Santa
Clara, la cual, cuenta la leyenda, que cuando cogía
una rama seca de palmera con sus manos en las pro-
cesiones primaverales, la rama, volvía otra vez a po-
nerse verde y llena de vida. También se dice de la
importancia de la palma en el cristianismo, que en
el entierro de María, San Juan llevó una palma en la
mano. Quizás por este simbolismo cristiano, desde el
siglo XII, las palmas adornan los altares de los San-
tos.
Como antes ya señalé, la palma o palmera, es un
símbolo de inmortalidad. Un ejemplo lo podemos
comprobar en el Libro de Job, pues dice: “he aquí que
moriré en mi nidito y veré multiplicar mis días como
la Palma”.
En las procesiones de la diosa Isis, el horóscopo
llevaba en su mano la palma como símbolo de la
eternidad, y los Órficos, corriente religiosa de la an-
tigua Grecia, relacionada con Orfeo, maestro de los
encantamientos, veneraban la Palmera como un
árbol inmortal. Por su condición de inmortalidad se
ha convertido en insignia de la victoria.
El Sauce Llorón. Creo que solo por su presencia
elegante y melancólica, debemos referirnos a él como
un árbol imprescindible en los Huertos del Señor. Su
forma peculiar simboliza claramente el estado de
dolor y llanto de los vivos por el recuerdo de los di-
funtos. Cuenta una leyenda cristiana, que el Sauce
Llorón, agachó sus ramas para cobijar a la madre de
Jesús cuando este partió a Egipto.
Los Sauces desempeñan un puesto importante en
los ritos funerarios de los chinos, donde presidían las
comidas funerarias. Ya en la época de los Cheu, mu-
chos siglos anteriores a nuestra era, se colocaban
hojas de Sauce sobre el difunto como símbolo de in-
mortalidad y eternidad.
34 Ávalon
Simbología vegetal en los camposantos
Otros árboles, como la Encina y el Roble, no pue-
den faltar en los cementerios cristianos, puesto que
estos simbolizan la dureza de la Fe. Siendo la Encina
un árbol antiguamente consagrado al Dios Padre,
llegando a utilizarse el bosque de encinas como
lugar sagrado de enterramiento. Cuenta una anti-
gua leyenda que cuando los Judíos fueron a talar un
árbol para construir la cruz de Cristo, todos los arbo-
les salvo la encina se rompieron en mil pedazos,
siendo este árbol con el que crucificaron a Jesús.
También el Roble fue venerado en la antigüedad por
sus cualidades proféticas. Por determinadas leyen-
das griegas sabemos que el Olmo fue un símbolo fu-
nerario para los antiguos griegos. Aquiles, en honor
del padre de Andrómaca levantó una tumba, en la
cual, las Ninfas plantaron grandes Olmos. Otra bo-
nita leyenda griega cuenta que cuando Orfeo toco su
lira en honor a la muerte de Eurídice, los Olmos bro-
taron del suelo llegando a forman un bello bosque.
Actualmente, los árboles frutales no tienen cabida
dentro de un cementerio, dado que sería un poco
contradictorio, puesto que el fruto de los arboles sim-
boliza el fruto de la vida. No obstante, en el antiguo
Egipto, el melocotonero tuvo un lugar de importan-
cia simbólica en las tumbas de los faraones, para
ellos éste fruto de sabor dulce, simbolizaba frescor
de vida y consuelo. Tanto los mahometanos como los
cristianos conservaron durante mucho tiempo en sus
cementerios éste simbolismo del árbol Pérsico. Res-
pecto a la idea de no comer los frutos que nacen en
los cementerios, en la antigüedad los italianos acos-
tumbraban a quemar las hierbas altas para que no
sirviese de alimento para los animales.
Otras plantas, que de alguna manera deben ser
desterradas de los cementerios son los cactus, puesto
que este tipo de plantas agudizan el dolor y el sufri-
miento. Los indios americanos nunca levantaban
tumbas ni casas cerca de plantas con espinas
En la simbología cotidiana, el símbolo de la paz
es el olivo, pero éste, al criar fruto, no lo veremos nor-
malmente dentro de los cementerios simbolizando la
tranquilidad funeraria.
Pero si alguna planta tiene el pase a los cemente-
rios, totalmente prohibido, ésta es la Zizaña, que
como su propio nombre indica, simboliza la disputa,
la discordia y las malas maneras.
En el caso del Tejo, podemos decir que su simbo-
logía implica alegóricamente el respeto. Singular y
muy significativo a éste respecto, es el caso de un ce-
menterio francés llamado Saint Pièrre des Ifs, donde
se veneraban antiguamente los arboles del Tejo,
éstos datados en el siglo XI, por su antigüedad repre-
sentan el respeto, como el que se le ha de tener a un
Simbología vegetal en los camposantos
hombre anciano.
Flores y plantas menores.
En algunas regiones hay costumbre de depositar
una flor blanca o roja encima del mismo cadáver. El
motivo de esta ofrenda al difunto, se remonta en el
tiempo a los antiguos pueblos de la India védica,
según su tradición, se ponía sobre el cadáver una co-
rona de Nardos. El médico y antropólogo darwiniano
Paolo Mantegazza, describe en su libro “Río de la
Plata” que una tribu llamada los Calchaquíes, adora-
ban a los arboles mientras decoraban con piedras y
plumas las tumbas de sus cementerios. Pero para de-
coraciones, tanto trabajadas como extravagantes,
las de los Persas del siglo XVII, que tenían como cos-
tumbre llevar manzanos enteros a las tumbas de sus
difuntos, de los cuales colgaban trenzas arrancadas
de la difunta, en signo de fidelidad eterna, y unos pa-
pelitos rojos y verdes.
Entre las flores con mayor simbolismo que pode-
mos encontrar en este tipo de recintos sagrados, se
encuentra la Violeta, siendo un emblema de humil-
dad, modestia y por su color violáceo casi negro, sím-
bolo del luto. Este mismo color se encontraba entre
los objetos mortuorios de los egipcios. También en-
contramos este color, en los lutos de los reyes de
Francia, color que también usan los chinos de a pie.
Algunos apuntan a que la Violeta se convirtió en la
planta funeraria por excelencia, gracias a la leyenda
helénica de Perséfone, en la cual se narra que éste
encontró la muerte mientras recogía Violetas. Gu-
bernatis, en su libro “Mitología de las plantas”, hace
alusión a un cuento popular llamado Darmstadt, en
el cual tres ángeles se llevan al cielo a una joven her-
mosa coronada con flores de Violetas. Aunque las
Violetas no siempre han sido las flores por excelencia
de los cementerios, ya que algunos dioses del arte
griego relacionados con la muerte, llevaban sus ca-
bezas decoradas con una planta llamada Asfodeo.
Asfodeo, servía también en la Grecia antigua como
ofrenda para las tumbas. Posiblemente los griegos
tomasen esta planta como importante símbolo fune-
rario, por su creencia en la eficacia contra los males
del veneno, pasando a ser una planta que proporcio-
naba la inmortalidad.
La Hiedra es otra planta, esta vez trepadora, que
encontramos en los antiguos muros de ladrillo de los
cementerios. Su simbolismo es simple pero del todo
lógico, simboliza el cariño. Se simboliza así por lo pe-
culiar de esta planta al ir abrazando toda lapida,
nicho, verja o pared que encuentra a su paso y deco-
rando el paisaje con ese verde característico de la re-
generación y de la inmortalidad.
No podemos olvidarnos de la importancia que
tiene la planta Siempreviva amarilla en la simbolo-
gía funeraria, ya que no todas las plantas u objetos
que encontramos en los cementerios nos sirven de
canalizadores naturales para procurar un descanso
a los fallecidos, sino que también nos encontramos
plantas adecuadas para el visitante, plantas en las
que podemos ver reflejados nuestros anhelos y penas.
La Siempreviva amarilla seria la reina de la simbo-
logía del recuerdo, el recuerdo de nuestros difuntos.
¿Y porque amarilla? La respuesta, como en tantas
otras veces la encontramos en el cristianismo más
ortodoxo, el cual procuró a la tonalidad de color
amarillo un simbolismo de luz, la luz del amanecer.
Algo similar nos pasa con la planta “Nome olvides”,
de curioso nombre, ésta también evocaría un deseo
de sentimentalidad del visitante del cementerio y no
de los moradores del mismo. Tan arraigado es el sim-
bolismo de esta planta, que en determinados Campo
Santos, como el de Mont Auburn de Bóston, se le ha
puesto el nombre de “Camino de no me olvides” a al-
guna de sus calles.
Por supuesto, un sentimiento que se puede sentir
en los cementerios es el del Amor. Amor a un Padre,
a un hijo, a una pareja, etc... En este caso, la planta
que simboliza este sentimiento dentro y fuera de los
muros de los Campo Santos son las Rosas. Olvidando
detalles históricos como la Guerra de las dos Rosas,
que enfrentó a los miembros y partidarios de la Casa
de Lancaster contra los de la Casa de York, las bellas
y fragantes rosas, a lo largo de los tiempos, han sido
el símbolo del más puro amor. Aún en nuestros días,
el regalar rosas es sinónimo de afecto. Y este simbo-
lismo nos viene muy arraigado desde tiempos ances-
trales. Los romanos, celebraban en verano una fiesta
popular, de connotaciones claramente funerarias,
llamada Rosálias, que consistía en esparcir Rosas
Ávalon 35

sobre las tumbas de sus antepasados. Como siempre,
debemos remitirnos a los dioses antiguos y es que la
diosa funeraria de la muerte y el silencio por exce-
lencia, Hécate, se presentaba adornada con una co-
rona de Rosas.
“Reina de los Fantasmas” es un título asociado
con Hécate, debido a la creencia de que podía, tanto
evitar que el mal saliese del mundo de los espíritus,
como también permitir que dicho mal entrase. Hé-
cate, tenía un papel y poder especial en los cemente-
rios. Guarda los «caminos y senderos que se cruzan».
Su asociación con los cementerios también tuvo
mucha importancia en la idea de Hécate como diosa
lunar. Otras diosas también han estado muy asocia-
das a las tumbas y a la muerte, como por ejemplo, la
diosa Vénus Urania o Vénus Fúnebre, que no podía
verse por el hombre si no era después de muerto, en
el más Allá. Asociada al amor de los difuntos, se atri-
buía la cualidad de guardar el amor dentro de los se-
pulcros.
Para las tristes tumbas de los recién nacidos, las
flores apropiadas son las Amapolas puesto que su
simbología es la de la brevedad de la vida, por la in-
consistencia de sus pétalos. También es apropiada
por su color rojo, que en algunas culturas se ha to-
mado ese color para simbolizar la lozanía infantil.
Para los adolescentes de la India, existe otra planta
llamada Gaurika-Menlika que simboliza la juventud
eterna.
El amarillo de los Girasoles no es muy común
verlo en los cementerios, pero antiguamente se plan-
taba cerca de los cementerios para indicar simbóli-
camente el tránsito del oriente al ocaso, o lo que es lo
mismo, el tránsito de la vida a la muerte.
Plantas Imposibles.
También existen plantas estrechamente relacio-
nadas con lo funerario pero que por su complejidad
las podemos llamar “Plantas Imposibles”. Las deno-
mino así, dado que son plantas que no existen física-
mente, pero sí en la mitología o en las leyendas. Una
de estas singulares, es bautizada como “Köngul”. De
ella se sabe que procede de la tradición altaica y que
su leyenda guarda un aspecto totalmente apocalíp-
tico. Según la creencia, solo crecerá cuando llegue el
final del mundo, y cuando sus raíces, en forma de ser-
piente, crezcan y se afiancen, florecerán monstruos
de sus ramas y crearan el caos entre los hombres y
los animales.
Hierbas aromáticas.
Muy usadas en todas las culturas y religiones, la
plantas aromáticas en los cementerios adoptan un
36 Ávalon
Simbología vegetal en los camposantos
carácter purificador, por ejemplo, los romanos y
griegos usaron el olor purificante del jugo de la vid,
los babilonios y asirios, usaban miel de mil flores aro-
máticas, de Alejandro Magno se tiene la creencia que
fue enterrado en una tumba de oro, llena de miel,
ésta como símbolo de la esencia de las flores.
También éstas, las aromáticas, tienen un rincón
dentro de la simbología de las plantas en los cemen-
terios. El motivo radica en el aroma que desprenden,
éste ha de ser simbólicamente entendido como algo
purificador.
Ya en Italia, existía la curiosa costumbre, de que-
mar hierbas aromáticas a la hora de abrir un sepul-
cro, con el objeto de purificar el aire. Para el tema
que estamos tratando, la hierba adecuada es el Ro-
mero.
Una antigua costumbre de la zona manchega,
nos habla de una planta de la familia de la Menta,
llamada Moradux, cuyas hojas se esparcían en los ce-
menterios en las fiestas mayores.
También las plantas de los embalsamamientos
eran elegidas cuidadosamente. Una de estas plantas
es la Mirra, que la encontramos en reliquias como el
Santo Sudario de Turín, que según la creencia, cu-
brió el cuerpo de Jesús de Nazaret después de ser cru-
cificado.
Los musulmanes usaban Alcanfor para ungir los
cuerpos de sus difuntos. Heródoto, historiador y ge-
ógrafo griego del siglo V, nos cuenta que a los Reyes
de Escitia se les embalsamaba con Juncia, Perejil y
Anís y posteriormente se les cubrió por completo de
Simbología vegetal en los camposantos
cera. En el entierro de Fátima az-Zahra, hija del pro-
feta Mahoma, (606 - 632), se quiso hacer milagroso
el hecho de que se respirase en el ambiente olores
agradables a planta.
Las plantas Bulbosas.
La plantas bulbosas tienen un simbolismo meta-
mórfico o transformador muy asociado a la muerte,
ya que gran parte de su vidas se las pasan como
muertas y enterradas como un difunto, sin dar nin-
gún signo de vida. Pero en la época, normalmente
primaveral, se desarrollan rápidamente mostrándo-
nos toda su belleza, como si se tratase del alma. En el
caso del Narciso, no solo encontramos la simbología
de metamorfosis, sino nuevamente el símbolo es el
del amor. Tomando reiteradamente mano de las le-
yendas, pondré un ejemplo para explicar este simbo-
lismo: El Narciso. Según dicta una leyenda helénica,
fue en la tumba de un joven, muerto en un arroyo por
el amor que sentía de sí mismo, donde nació el pri-
mer Narciso. Sabemos que con la flor del Narciso, se
coronaba a los cadáveres de la antigua Roma y al
mismísimo Plutus.
El caso del Jacinto, también es un caso asociado
al rito funerario griego, en el cual podemos ver re-
lieves de Jacinto en algunas tumbas tebanas y estaba
consagrada a la diosa Deméter.
Plantas Acuáticas.
Si en un cementerio encontramos una acumula-
ción de agua en forma de pequeño lago decorativo,
sin duda alguna nos toparemos con la Flor del Loto.
Esta planta acuática, ya la utilizaron los egipcios en
sus tumbas. El caso mas significativo lo encontramos
en la tumba del faraón Tutankhamon. Usada como
adorno funerario, se encontró dispersada sobre su
momia. El loto, en la simbología funeraria, repre-
senta la inmortalidad.
La madera de los Ataúdes.
Este punto, aunque a primera vista pudiera pare-
cer simplemente circunstancial, es vital en la simbo-
logía funeraria. Dos virtudes importantes han de
tener la madera del ataúd: Ser olorosa e incorrupti-
ble. Una madera que reúne estas mismas cualidades,
es la del Cedro. Se tiene la creencia de que el fuerte
aroma de esta madera noble, espanta a los gusanos
y a los insectos de las tumbas y por esto mismo su
simbología es la de la eternidad. Otra madera apro-
piada, y así lo sabían los antiguos Romanos, es la del
Ciprés. Sus cualidades, respecto a su fin mortuorio
como ataúd, son también importantes: Resiste la hu-
medad y es extremadamente duradera. En la Anti-
gua Ática, usaban la madera de Ciprés para sus ata-
údes. En el antiguo Egipto, era el Sicomoro el árbol
elegido para proteger las momias. Aunque no todos
los ataúdes son de madera, antiguamente y también
en Egipto, encontramos sarcófagos hechos en piedra,
en este caso su simbología también es concluyente,
viene a simbolizar un aislamiento entre el cadáver
y el universo. Esta simbología no puede ser compren-
dida desde un punto de vista religioso actual, ya que
ese aislamiento nos impediría, de una forma cruel,
nuestro último viaje al reino de los cielos. De hecho,
una manera cruel de enterramiento, sería el ataúd
metálico y sin ninguna abertura, impidiendo por
completo la metamorfosis de cuerpo en alma. Por
este motivo y gracias a sus poros, la madera, religio-
samente es el habitáculo adecuado para el viaje es-
piritual, al favorecer la salida del alma. Por lo dicho,
muchos decidieron ser enterrados sin ninguna pro-
tección que no fuese la de una madera porosa. Un
caso curioso es el del conde y además poeta, Aleksei
Tolstoi. Tolstoi decidió, y así dejo dicho para cuando
llegase su hora, que su ataúd no fuese forrado con
Zinc, puesto que deseaba estar en pleno contacto con
el mundo vegetal. Maderas muy densas como el
Ébano, por los mismos motivos que he explicado del
ataúd de metal, no son las indicadas para el ataúd.
Un ejemplo muy claro sobre lo expuesto lo tenemos
en la cultura Israelita, en la cual se ha prescindido
por completo de la figura del ataúd.
Una antigua tribu india, enterraban a sus hijos
más pequeños, en ataúdes hechos con tierra y hojas
y los depositaban a la sombra de los árboles, lo más
cercano al tronco, después cubrían el ataúd con ma-
leza y se marchaban. Sin duda este ritual tan elabo-
rado tiene un significado simbólico respeto a la
reencarnación y la regeneración. Confucio, filósofo
chino del 551 a.d.C., relata un ritual similar, esta vez
destinado a los jóvenes muertos de viruela o saram-
pión. El cadáver se depositaba al pie de un árbol y se
cubría de hojarasca, al cabo de un año los familiares
regresaban al mismo lujar donde se depositó el cadá-
ver y se celebraba una comida.
El folclore también ha sabido traer a nuestros
días algo de la simbología funeraria. Es el caso de
una antiquísima canción Búlgara recogida por
Dozon y posteriormente por Ángelo de Gubernatis y
que dice así, sobre las palabras de un Romeo cual-
quiera “Yo me convertiré en verde Arce; tú; junto a
mí, en un delgado Abeto; y los leñadores vendrán….,
harán con nosotros lechos, nos colocarán uno junto
al otro y así, amiga mía, estaremos juntos”. Tanto el
Abeto y el Arce, son comunes en los cementerios.
Ávalon 37
 Crónicas de Ávalon
Ritmo de vida
Una sección de
Emilio Carrillo
emcarri@terra.es
http:emiliocarrillobenito.blogspot.com
Esclarece. El Sol empuja la maitinada. Por el
ventanal de mi habitación siento su energía y la
de la excitación de la Naturaleza por la alborada.
Al repasar la agenda del día, una nota en ella me
recuerda que me corresponde escribiros la se-
gunda Crónica desde Ávalon. Lo que quiere decir, a
su vez, que son 30 los días que suma mi estancia
en esta singular tierra. ¿30 días ya?, ¡imposible!,
me digo a mí mismo. Pero repaso el calendario y
confirmo la veracidad de lo que la agenda reseña,
por más que mi percepción íntima me condujera a
pensar que son bastante menos las fechas en las
que llevo disfrutando de la hospitalidad de los po-
bladores de la isla, en general, y de la Reina de las
Tempestades y su castillo, en particular.
En un primer momento, he responsabilizado de
tal discordancia entre percepción y realidad a la
distinta forma de medir el tiempo que se usa en
Ávalon. Verán. Como nosotros, sus habitantes uti-
38 Ávalon
lizan cual parámetro de referencia el intervalo
entre dos pasos sucesivos del Sol tanto por el
mismo meridiano –un día, que llaman “Dywrnad”-
como por el equinoccio medio (por ejemplo, de
primavera a primavera) –un año trópico (365,24
días), que denominan “Flwdad”–. Pero, por lo
demás, su cuenta del tiempo es muy distinta al no
emplear ni el segundo, ni la hora, ni las semanas,
ni los meses.
Al “Dywrnad” lo dividen en 3 periodos iguales
o “Wymrod” (puede ser traducido como “dedica-
ción”), equivalente cada uno a 8 horas nuestras: el
“Wymrod-Gwed” (“dedicación al descanso”), que
abarca la noche cerrada y el amanecer e incluye
dos tiempos de meditación personal, al comienzo
y al final del periodo, así como el desayuno; el
“Wymrod-Kajer” (“dedicación al Amor”), que su-
cede al anterior y en el que se realizan trabajos al
servicio a la comunidad conforme a la vocación y
talentos particulares (cuenta con una interrup-
ción para la comida); y el “Wymrod-Agos” (“dedi-
cación íntima”), que ocupa la tercera y última
parte del día y se centra en el recogimiento inte-
rior, el silencio, la lectura e, igualmente, el encuen-
Crónicas de Ávalon - Ritmo de vida
tro con los demás (se produce en torno a la cena) para com-
partir tanto reflexiones y experiencias como juegos, diverti-
mentos y expresiones artísticas individuales y grupales.
A su vez, cada “Wymrod” se reparte en 4 “gustynt” (“soplo
de viento”), compuesto cada uno por 1560 “hanadles”. Éste
término significa “respiraciones” y tal cifra es, de hecho, las
veces que un ser humano normal y en estado sereno repro-
duce el ciclo inspiración-expiración a lo largo de un “gustynt”,
esto es, durante dos horas.
Y, por fin, 91,3 “Dywrnad” configuran cada una de las cuatro
“Tymrau” (“estaciones”) del “Flwdad”, empezando a contar
cada nueva fase anual en coincidencia con el solsticio de in-
vierno, fecha que, metafóricamente, identifican con el Naci-
miento del Sol.
En resumen, esta es la escala de tiempo usada en Ávalon:
+Unidad base: 1 “hanadles” (respiración), 5,62 segundos
nuestros.
+1560 “hanadles”: 1 “gustynt” (soplo de viento), 2 horas.
+4 “gustynt”: 1 “Wymrod” (dedicación), 8 horas.
+3 “Wymrod”: 1 “Dywrnad” (día), 24 horas.
+91,3 “Dywrnad”: 1 “Tymrau”, cada una de las estaciones
del año.
+4 “Tymrau”: 1 “Flwdad” (año) (365,24 “Dywrnad” o días).
Por mi propia vivencia, puedo asegurar que esta forma de
medir el tiempo, quizá por tener su soporte primigenio en el
lapso de la respiración, provoca la sensación de su mayor du-
ración, razón por la que no es de extrañar que achacara a ello
la aludida discordancia. Sin embargo, recapacitando sobre el
asunto, he desembocado en una conclusión que ahora que la
escribo me resulta obvia: la escala enunciada no es la causa,
sino la consecuencia del ritmo de vida que se sigue en Ávalon.
Un ritmo bastante más sosegado y lento (empleando el califi-
cativo de modo no peyorativo, sino descriptivo) del habitual
en nuestra sociedad.
Esta conclusión me ha hecho rememorar una de las prime-
ras conversaciones que mantuve con Nimue, no mucho des-
pués de conocerla. Fue una apacible tarde de otoño, en un
pequeño y oculto recoveco de uno de los acantilados que se
agrupan en torno al cabo de Finisterre. En soledad, esperába-
mos codo con codo la puesta de Sol. Nimue, a propósito de un
comentario mío a propósito de la paz que impregnaba la oca-
sión y nos llenaba a nosotros mismos, me dijo con la dulce
agudeza que la caracteriza:
-La civilización, Emilio, a la que perteneces y la visión que
la domina ensalzan el exceso como ninguna otra cultura lo
había hecho antes. Por lo que hemos hablado y por lo que sin
necesidad de palabras de ti se desprende, sé que eres plena-
mente consciente de ello. Pero la mayoría de tus congéneres
están cegados por una visión productivista, consumista, vacía
de valores y antagónica a cualquier percepción trascendente
y espiritual de vuestro ser. Es más, como si fuera lo más nor-
mal, en torno al exceso habéis configurado una retórica, algu-
nos pretenden que hasta una épica, amplificada por la

Ávalon 39

publicidad y los medios de comunicación. El ex-
ceso –sea en acumular riqueza, o en ganar meda-
llas olímpicas- se ha elevado prácticamente a la
categoría de heroicidad. Y los periódicos y los in-
formativos, por ejemplo, no destacan el quehacer
de los verdaderos héroes –que hay muchos, mul-
titud de hombres y mujeres, por todo el planeta y
en los más diversos contextos- sino el “éxito” del
“triunfador”, que suele ser un señor o señora que
aporta mucho a sí mismo y prácticamente nada a
los demás.
Lejos de sentirme herido por esta crítica a
nuestro mundo, me identifiqué absolutamente
con ella. Es más, apliqué al caso los años que he
dedicado al estudio de la Economía:
-Tienes toda la razón, Nimue. Y el sistema eco-
nómico tiene mucho que ver con lo que señalas.
La Economía-Mundo lo contamina todo con su
aroma mercantilista y sus reglas del comercio sin
alma: poco importa el verdadero valor de las cosas
–su valor intrínseco o de uso- y todo se reduce a su
precio –su valor de cambio y, a menudo, especula-
tivo-. Es una auténtica subversión del orden natu-
ral de valores.
-Pero no te quedes ahí-, me interrumpió. –Lo
más grave es que para conseguir que las personas
asuman tal subversión, se promueve un modelo
de vida que mira siempre al mañana, a lo que
pueda deparar el futuro, jamás al presente. El ob-
jetivo es claro: que al colocar la mirada en un fu-
turo virtual y frecuentemente quimérico, no
observéis la realidad tal cual es. Todo os alienta a
plantearos constantemente metas y retos para el
mañana, sin capacidad de crítica, sin saber de ver-
dad si son vuestros o impuestos por otros, sin mi-
raros nunca al espejo del hoy, de lo real.
Igualmente, se os anima a transgredir límites y
fronteras en un contexto de culto a la velocidad. Y
a esto se le llama disfrutar la vida. A costa de lo
que sea, incluso de vosotros mismos y vuestra au-
téntica identidad; y sin conocer por qué y para
qué-.
-Efectivamente-, ahora fui yo el que corté su ex-
posición. -De este modo, se nos llena la mente de
ruido, del ajetreo incesante provocado por un
mundo “en progreso”, “en avance”, aunque nadie
sepa bien hacia dónde. Todo vale, en definitiva,
con tal de que no tengamos la mente limpia,
quieta, que es lo que nos permitiría conectar con
nuestra dimensión profunda, nuestro Yo Verda-
dero-.
Apartando un momento mi atención del hori-
zonte, giré la cabeza y contemplé la corta melena
40 Ávalon
Crónicas de Ávalon - Ritmo de vida
trigueña de Nimue, que daba la sensación de que-
rer volar siguiendo los impulsos del viento que
nos regalaba en abundancia el océano. Estaba a
punto de acariciar sus cabellos, que asemejaban
finos hilos dorados empeñados en jugar entre sí,
cuando torció hacia mí su torso para continuar la
conversación:
-Y casi nadie se sorprende por tanto dislate,
aunque, paradójicamente, os escandalicéis coti-
dianamente ante los nocivos efectos e impactos,
individuales y colectivos, de tanta proclama apa-
rentemente rompedora. Os habéis acostumbrado
al cómodo ejercicio de seguir la corriente, transi-
tando por la vía rápida de los extremos y renun-
ciando a lo que Aristóteles definió y defendió
como el “justo medio”, “in media virtus”, lugar de
excelencia, según él, para la ética y la razón. De
esta forma, el equilibrio está quedando fuera del
alcance de cada persona y de vuestra sociedad-.
-“In media virtus”- repetí mecánicamente, a la
par que veía como al Astro Rey le faltaba poco
para zambullirse en las aguas atlánticas.
-En última instancia, la elección no es entre fe-
licidad o no-, afirmó Nimue acelerando sus pala-
bras, como si quisiera completar sus
razonamientos antes de que el Sol se despidiera
hasta mañana. -Todo el mundo, sin excepción,
quiere ser feliz. La clave radica en lo que se en-
tiende por felicidad. Y aquí sí que hay que optar:
entre un modelo de felicidad ajeno a nosotros, im-
puesto, como os pasa a vosotros, por la visión y
sistema dominantes; y la felicidad tal como la
vemos y percibimos honesta, sincera y consciente-
mente desde nuestro interior. La experiencia de
los triunfadores, de los rompedores y de los se
aplican un modelo de felicidad ajeno a ellos mis-
mos indica con rotundidad lo que espera al final
de ese camino: frustración, insatisfacción, nostal-
gia sin objeto, estrés, depresión, vacío. Y la de los
que han optado por el “in media virtus” también
es contundente: felicidad equilibrada, duradera,
armoniosa y hasta contagiosa-.
-Y aunque es difícil transitar por el sendero del
medio cuando la sociedad nos impone un ritmo
frenético-, dije con convicción, -son muchas las
personas que se han percatado del desatino y co-
mienzan a intentarlo. Yo también lo procuro cada
día-.
La plenitud del ocaso nos absorbió. Nimue
tomó mis manos y las acurrucó entre las suyas. El
Sol se sumergió en el horizonte incendiándolo con
tal vigor que parecía que todo el océano no sería
suficiente para apagar el fuego que había provo-
Crónicas de Ávalon - Ritmo de vida
cado. El espectáculo sobrecogía por su belleza. Y
sus influjos energéticos nos mantuvieron en silen-
cio un buen rato, hasta que comenzó a bajar el
telón de las estrellas. En aquellos instantes me
sentí radicalmente libre, incorpóreo. Con la mente
callada, sin pensamiento alguno. Gozando por
existir, ni más ni menos. Sin nada que enturbiara
la simple y honda sensación de Ser. Soy y soy por
siempre: esto era lo único que emanaba de mi in-
terior. Pero no en forma de ideas o conceptos, sino
como luz. Una luz que brotaba de mi pecho, me ro-
deaba de los pies a la cabeza y se lanzaba a conti-
nuación hacia cuanto me rodeaba. ¿También hacia
Nimue?. La busqué con la mirada. Y aquella fue la
primera vez que asistí a lo que le sucede a las
hadas cuando contemplan la puesta del Sol.
Nimue tardó en recuperar su configuración fí-
sica. Sus ojos verde aceituna fueron lo que antes se
materializó en medio de la gran bola de luz, es-
plendorosamente blanca, en la que se había trans-
formado. Posteriormente, sin prisa alguna, todo
su cuerpo fue reapareciendo. Trozo a trozo, trazo
a trazo, como si su hermosa estampa fuera sur-
giendo del pincel tocado al óleo de un invisible e
inspirado pintor. Completada la obra, como si tal
cosa, me sonrío. Y, sonrojada por haber desnu-
dado su esencia en mi presencia, retomó la con-
versación que habíamos dejado atrás:
-Algún día tienes que venir conmigo a Ávalon.
Comprobarás que es perfectamente posible vivir
con un ritmo de vida distinto. En la isla prima la
moderación y el sentido común en la delimitación
y cobertura de nuestras necesidades; se saborean
las pequeñas cosas y los detalles, con alto valor de
uso, pero bajo valor de cambio; se buscan y hallan
espacios para el encuentro interior y experiencias
de silencio; se constata que la transformación in-
terior es la llave del cambio social y que se preci-
san ojos nuevos para lograr un mundo nuevo; se
incrementa el compromiso con la Naturaleza y la
Madre Tierra, nuestro gran hogar; y se disfruta
por compartir con los demás y practicar el Amor
Incondicional, incluso hacia el que en un momento
dado nos hace daño. Sabemos, Emilio, que el Amor
contra Resistencia es la gran enseñanza que nos
corresponde en un planeta, autentico ser cons-
ciente, que se ha vestido de dualismos para pro-
piciar nuestro aprendizaje, para que unamos el
polo positivo con el negativo y la luz se haga en
nosotros, iluminando, a la par, la Creación.

Tienes que venir conmigo a Ávalon. Aquellas
palabras me parecieron entonces puramente pro-
tocolarias, pues no podía imaginar que la isla me
abriera sus secretos. No sabía que un hada no en-
tiende de protocolos ni de cumplimientos. Así que
ya estoy en Ávalon. Y he podido comprobar de
primera mano que lo revelado por Nimue es una
magnífica realidad. Se saborea aquí la espera de
las cosas, disfrutando del momento cuando llegan.
Y se práctica una arte casi desconocido ya en
nuestra civilización: el arte de no hacer nada, que
abre la puerta al silencio, la meditación y el crec-
imiento interior. Para nosotros, no hacer nada es
sinónimo de falta de referencias, lo que provoca
nerviosismo, pánico al vacío y urgencia por encon-
trar algo que hacer. En lugar de no pensar, permi-
tiendo que nuestra dimensión interior inspire la
mente, o de concentrarnos en una idea para que
madure en nuestra inteligencia, nos hemos con-
vertidos en adictos al pensamiento rápido y, por
tanto, superficial y fácilmente manipulable por
terceros y por influencias externas. En Ávalon, sin
embargo, la gente se concentra en no hacer nada.
Y he constado con ellos que, aunque parezca in-
creíble para nuestra mentalidad, es entonces
cuando más cosas se hacen, aunque pertenecen a
otra dimensión: la del Amor.
Ciertamente, no es preciso ser un genio para
percatarse que hacer las cosas más despacio sig-
nifica hacerlas mejor. Y ofrece la oportunidad de
gozar con la acción de hacerlas, lo que se sitúa es-
trictamente en el presente, y no con los teóricos
resultados de la acción, que pertenecen al ámbito
de lo futurible, de lo que está por venir. Un futuro
al que nos lanzamos aceleradamente para ni
siquiera ser muy conscientes de cuando llegamos
a él. Todo mejora, hasta la salud, cuando se pre-
scinde del apresuramiento.
La Reina de las Tempestades me lo resumió
muy bien en uno de los desayunos con los que me
agasaja desde mi llegada y compartimos cada
mañana:
-Las palabras “rápido” y “lento” representan
dos filosofías de vida muy distintas. Rápido equiv-
ale a atareado, controlador, agresivo, apresurado,
superficial, estresado e impaciente, es decir, todo
aquello en lo que la cantidad prima sobre la cali-
dad. En cambio, lento está asociado a sereno,
cuidadoso, receptivo, silencioso, intuitivo, pau-
sado, paciente y reflexivo, esto, es, donde la cali-
dad prevalece sobre la cantidad. Por ello, la
filosofía de vida de la lentitud puede resumirse en
dos cualidades: equilibrio interior y armonía exte-
42 Ávalon
Crónicas de Ávalon - Ritmo de vida
rior. Esta es la filosofía y el ritmo de vida que rigen
en Ávalon-.
Tal sería mi cara de sorpresa ante tan efusivo
elogio de la lentitud que, de inmediato, me pre-
guntó:
-¿Qué te aconsejo hacer para introducirte en el
ritmo aquí vigente y tan extraño en tu sociedad?.
Pues, ante todo, sé coherente: cuando se trata de
ir más despacio, no se pueden tener prisas, por lo
que conviene comenzar poco a poco. Por ejemplo,
es aconsejable empezar con algunas prácticas de
“salida del tiempo”, es decir, actividades como la
meditación, el silencio interior o, incluso, sentarse
en un lugar público o pasear plácidamente obser-
vando lo que nos rodea. Igualmente, aplicar la
pausa y el sosiego a la hora de comer, de leer,...
hasta para hacer el amor-.
Me ruboricé ante este comentario, pues no
pude evitar recordar los ejercicios de sexo tán-
trico en los que Nimue me venía aleccionando con
pericia. Seguro que mi cambio de color no pasó
desapercibido para la Reina de las Tempestades,
que, por otra parte, debía estar perfectamente al
tanto de que Nimue pasaba con frecuencia la
noche en mi habitación y, por tanto, en su castillo.
No obstante, prosiguió como si tal cosa para finiq-
uitar sus consejos:
-Si un pequeño acto lento te hace sentirte bien,
pasa paulatinamente a lo importante, hasta llegar
al punto de replantear tu agenda cotidiana de “ac-
tividades múltiples y veloces”. !Ah!: Y no te dejes
embaucar por la falsa sensación que trasmiten las
noticias negativas. No permitas que te arrastren a
la oscuridad y a la tensión. Si es preciso, elimina
de tu vida las fuentes que insisten en divulgar las
mismas. En el planeta y en tu cotidianeidad ocur-
ren muchísimas más cosas positivas que negati-
vas. Concéntrate en las positivas para aumentar
su impacto en tu interior y en el mundo exterior.
Te harás un favor a ti mismo y también a la Madre
Tierra.
Desde entonces, vengo aplicando estas senci-
llas recetas y me he dejado contagiar por el ritmo
pausado que impera en la isla. Y ello me ha per-
mitido experimentar algo aún más trascendente:
que tal ritmo conduce directamente a vivir en el
presente, en el ahora, comprobando que es el
único sitio donde la vida realmente existe. Pero
sobre ello os escribiré en la próxima Crónica.
Sobre todo porque Nimue me ha anunciado que
un día de estos, perdón un “Dywrnad” de estos,
nos visitará Merlín, todo un maestro, me asegura,
en la práctica del ahora.
Luis Baras les acompaña las madrugadas del sábado y del domingo de 00.00 a las 04.00 de la
madrugada. Los noctámbulos del fin de semana, por obligación o devoción, y aquellos que bus-
can una radio con un compás diferente, que entretenga, pero que a la vez sea didáctica y diver-
tida, encontrarán en "LA NOCHE MAS HERMOSA" el espacio que esperan, la radio que Luis
Baras y un magnífico equipo de profesionales le ofrecen.

http://www.lanochemashermosa.tk/ nochehermosa@rtva.es

A Ciencia Cierta
Tu programa radiofónico, todos los
Jueves, de 22:00 a 23:00 en Radio Es-
tilo, en el 90.4 Fm de Sevilla, su pro-
grama de Ciencia, Cultura, Cine y las
mejores B.S.O.
"A Ciencia cierta"
un programa en el que todas las
preguntas de la Ciencia irán quedando
desentrañadas y muchas cosas más.
El lado más desenfadado de la Ciencia.

Con Jose Manuel García Bautista,

Alberto Luis Fernández y José Antonio Colinet

estiloacienciacierta@gmail.com
 Misterios en el arte Por Pedro Gracía Varela
pevarel2@ono.com

y en la historia
Desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de plasmar todo que le rodea, representar lo ob-
servado es uno de los principales rasgos de humanidad, de inteligencia y de evolución. Se dice que el
hombre comenzó su desarrollo intelectual cuando comenzó en él la necesidad de representar su mundo,
pero no sólo un mundo físico, sino también uno espiritual, sus miedos, sus aspiraciones…
El arte en principio no fue más que magia...
Representaciones pictóricas en cuevas y grutas. Eran
los chamanes los que en lo más profundo y oscuro de ellas
s plasmaban su “otra” realidad, sus visiones, la caza que
pero también místicas como lo era todo aquello que no
podían entender y que constituía una realidad mágica
pero tremendamente presente en aquella sociedad pri-
mitiva. Realidad y simbolismo, ambas cosas se mezclan
en el arte rupestre, sin embargo, ¿podemos hacer una
clara distinción entre lo que es simbólico y que lo que es
real cuando nos encontramos ante representaciones re-
currentes, aparentemente simbólicas, pero a las que po-
dríamos dar una interpretación real? Para ver un ejemplo
de esto nos tendremos que ir al este del desierto del Sa-
hara, a un lugar conocido como Tassili, un lugar tan má-
gico como misterioso.

Arriba:
igura del “Gran dios marciano”,
actualmente deteriorada y poco visible.
Derecha: reconstrucción digital de la
i-
gura. Su parecido con el traje de un as-
tronauta es evidente.
DIOSES EN LA ROCA
Tassili es un macizo montañoso situado al este de Ar-
gelia, muy cerca de la frontera con Libia. Allí, sobre la roca
desnuda nos encontramos con los más de cinco mil dibu-
jos que constituyen lo que muchos consideran es la capi-
lla Sixtina del paleolítico. Se estima para alguno de estos
dibujos una antigüedad cercana a los diez mil años,
cuando lo que para nosotros es ahora un desierto era un
vergel con agua y frondosa vegetación. Esto junto con el
hecho de que algunos de los dibujos parezcan un tipo de
escritura podría poner en tela de juicio el que se consi-
dere oficialmente al creciente fértil del medio oriente
como la cuna de la escritura y de la civilización. En 1957
el explorador francés Henry Lhote dio a conocer al
mundo estos dibujos en los que podemos ver represen-
tados extraños seres con lo que parecen ser escafandras,
extrañas indumentarias, objetos ovalados a cuyo interior
son conducidas grupos de mujeres… ¿Representaciones
simbólicas?, o por el contrario aquellos primeros artistas
representaron a su modo escenas y objetos que no podían
entender, protagonizadas por seres ajenos a los que po-
drían considerar dioses? Eso queda a criterio del lector,
pero sigamos nuestro viaje y marchémonos ahora al Cen-
troeuropa: a Dinamarca.

44 Ávalon
Misterios en el arte y en la historia
LOS EXTRAÑOS GULDGUBBER DE TRES DEDOS
A mediados de los ochenta del pasado siglo se descubre en la región danesa
de Bronholm el llamado “campo de oro”. Aparecen más de 2300 pequeñas pla-
cas de oro datadas sobre el 600 d.C.
Estas placas, que representan figuras humanas, seres mitológicos o repre-
sentaciones de las virtudes del hombre en una variedad de posturas, son co-
nocidas en los países escandinavos como Guldgubber. Estos Guldgubber son
extremadamente raros de encontrar, por lo que el hallazgo de tal cantidad de
ellos enterrados en el mismo lugar fue considerado como un gran hallazgo ar-
queológico.
Estas figuras suelen estar vestidas con lujosos ropajes, adornados ricamente
con cinturones y alfileres. Sobre sus manos suele encontrarse un cetro o bá-
culo, sorprendiendo el detalle de las manos. La mayoría de las representacio-
nes son masculinas, apareciendo tan solo unas veinte que podríamos considerar femeninas. Dichas
representaciones presentan la misma fastuosidad que las masculinas, siempre individuales como estas
ya que tan solo existen siete placas en la que aparezcan una pareja de figuras.
Como hemos dicho en estas placas se representan figuras humanas, hombres y mujeres, represen-
taciones mitológicas y….un reducido número de seres antropomorfos que no tienen nada que ver con
el resto de las figuras, ataviados con una especie de escafandra dentro de la cual podemos ver rasgos
humanos mucho mejor representados que en el resto de las placas. Sin embargo la principal diferencia
que presentan con el resto de figuras es que estos seres presentan al final de sus bien definidas extre-
midades tan solo tres dedos.
A parte de las placas en las que se representa a estos seres, tan solo dos, aparece otra donde el ser
representado es aún más extraño, ya que dentro de la escafandra que parece cubre su cabeza ya no se
representan rasgos humanos, sino un extraño cráneo oval.
Como dijimos anteriormente, en estas placas existen representaciones mitológicas, sin embargo,
estas no tienen nada que ver con los extraños que aparecen en tan solo tres de ellas. ¿Qué representan
entonces? Ciertamente podríamos pensar en que estos extraños personajes portan yelmos y extraños
uniformes, y en que presentan ciertas similitudes con la iconografía Ibera.
Ya en el siglo V a.C. existía el comercio del estaño entre el norte de Europa y el mediterráneo a través
de Tartessos, por lo que no sería impensable ver la influencia ibérica en estas obras de artesanía escan-
dinavas, sin embargo, ¿Por qué esa representación de figuras humanoides con tan solo tres dedos?
Nos vamos acercando cada vez más a nuestro tiempo y pasamos ya del chamán o del artesano al ar-
tista, sin embargo aunque la realidad se va imponiendo el simbolismo sigue existiendo en menor me-
dida, aunque no con menor fuerza. Vayámonos al renacimiento italiano, todos a pintar como diría Wood
Allen, y veamos como muchos representaron cosas que pueden ser sujetas a interpretación,
y cosas que simplemente no deberían de estar allí.

Ávalon 45
 Misterios en el arte y en la historia
OBJETOS VOLADORES QUE NO DEBERÍAN ESTAR AHÍ (Y SIN EMBARGO LO ESTÁN):
En nuestros días tenemos las fotografías de supuestas naves extraterrestres. Durante el renacimiento
no existían cámaras fotográficas que pudiesen captar fenómenos anómalos en los cielos, pero si tenían
la pintura. Veamos algunos ejemplos de ello:
Giotto di Bondone (1266-1337): en la “Ado-
ración a los Reyes Magos” Giotto nos representa a
una estrella de Belén pero muy peculiar: en forma
de esfera o bola de luz; una representación extraña
para la iconografía que de ella se hacía en la época.
En el cuadro podemos ver una estrella en movi-
miento que deja una brillante estela, al contrario
de la representación estática que se solía hacer de
la misma. Parece como si esa estrella fuera algo
más... ¿tal vez inteligente?

Carlo Crivelli (1430-1493):

en la “Anunciación” representa un aparato luminoso tras la Virgen, un objeto que coincide en trayec-
toria en la imagen de la Virgen. No es una idea nueva la de representar el rayo como “anunciador” ya
que ya se hacía, por diferentes artistas, en el siglo XVI. Es curioso comprobar como el rayo surge de una
nube, una nube esférica o lenticular, muy del estilo de aquellas descripciones que los OVNIs hacía el
contactado George Adamski. O las secuencias fotográficas obtenidas el 9 de septiembre de 1957 en Fort
Belvoir (Estados Unidos) en la que un misterioso objeto se “camufla” tras nubes con extrañas formas...
La podemos localizar en la Nacional Gallery de Londres, junto a la segunda versión de La Virgen de
las Rocas.
En 1493 el maestro Hermann Schaden, ilustró en una de sus obras con un deslumbrante "objeto ce-
lestial" suspendido en el cielo... ¿Representación de lo observado o simple idealización religiosa?
Como vemos representaciones sujetas a interpretaciones algunas de ellas, y demasiado explícitas
otras, como si el artista hubiese querido plasmar algo extraño que vio en los cielos. La explicación como
antes, queda en manos del lector.
Sin embargo no sólo nos encontramos con la aparición esporádica de estos objetos extraños fuera de
contexto, un genio de esta misma época también provocó no pocas discusiones respecto a la interpre-
tación que se le podía dar a algunas de sus obras y a si nos estaba tratando de hacer llegar algún mensaje
secreto.

46 Ávalon
Misterios en el arte y en la historia

Fra Filippo de Lippi (1406-1469): fue el autor de “La Virgen y San Juan infante”. Y en esta obra nos
preguntamos nuevamente: ¿Qué es eso que aparece con forma de cúpula tras la Virgen?
Es una nueva representación, en el ámbito religioso, de ingenios o aparatos “voladores” que destacan
y llaman nuestra atención. Ese aparato parece tener una cúpula muy al estilo de las descripciones ufo-
lógicas de mediados del siglo XX, pero ¿en el siglo XV? Un nuevo misterio más en el Arte más inmortal.

Paolo Ucello (1397-1475): pintó en el Quatrocento, en su obra, “La Thébaïde” podemos ver como
entre las figuras del Cristo crucificado y el personaje que reza algo que no tiene una correspondencia
específica: es una especie de “platillo volante” u objeto discoidal indefinido describiendo una curva im-
posible... Nos preguntamos: ¿Plasmó Paolo algo que vio en la realidad?. Leonardo, vamos contigo.

LEONARDO Y EL MENSAJE HETERODOXO. TODO DEPENDE DE LO QUE QUERAMOS VER:

El gran Leonardo Da Vinci, pintor, ingeniero, arquitecto, humanista, un genio en suma. El hombre
renacentista por excelencia que en dos de sus obras levantó no pocas polémicas en cuanto a si en ellas
había algo más de lo que podíamos ver a simple vista... Pero vayamos por partes y conozcamos estas
obras.
La primera de ellas es “La Virgen de la Roca”, de ella existen tres versiones diferentes de esta obra,
dos pertenecen a la genialidad de Leonardo y una tercera atribuida a un discípulo suyo e incluso, en
otras opiniones, a Rafael Sanzio de Urbino, otro gran maestro italiano.
En las dos obras atribuidas a Leonardo, sobre la década de 1480, se representa el encuentro entre

Ávalon 47
 Misterios en el arte y en la historia
Cristo y Juan Bautista. Encuentro en el que se representa a los dos personajes como niños, junto a la Vir-
gen, algo totalmente novedoso ya que en ninguno de los cuatro evangelios se menciona nada al respecto
por lo que es algo totalmente desconocido en la iconografía de la época.
Además de los dos personajes citados aparecen la Virgen y un Ángel; esta abraza a Juan con una
mano y con la otra protege a Jesús quien hace la hace el gesto de bendecir a Juan, que está postrado ante
él. El Ángel mira a Jesús y señala a Juan. ¿Por qué hace esto?
La tercera versión de la obra, atribuida a un alumno de Leonardo, es más desconcertante aún. Se
cambia la identidad de los niños, dándole la cruz al bautista y retirando la mano señaladora del Ángel.
¿Por qué? Aquí no encontramos un misterio ufoló-
gico pero si, tal vez, un misterio de los orígenes del
cristianismo o tal vez de aquellas sociedades se-
cretas del medievo o el renacimiento.
La segunda obra que nos sorprende es “La Úl-
tima Cena”, este fresco, pintado entre los años
1495 y 1497 en el refectorio de la iglesia de Santa
María Magdalena en Milán representa la última
cena, una de las muchas versiones que vieron la
luz en aquellos años. Sin embargo, dejando de lado
la calidad técnica de esta obra maestra pasemos a
analizar ciertos rasgos cuando menos curiosos:
Llama la atención que no aparezca ningún cáliz
(sangre de Cristo), y pocos panes sobre la mesa
(carne de Cristo). Por otra parte Cristo no aparece
instaurando el sacramento de la eucaristía, lo que
junto a la presencia de pescado y otros alimentos
en vez de carne nos hace ver que no se trata de una
cena pascual.
Por otra parte podemos ver la presencia de un
cuchillo en la parte derecha del cuadro, pero no po-
demos ver quién es el personaje que lo empuña, el
apóstol situado a la izquierda de Jesús es igual a
este, incluso en el atuendo (¿?); llamando también
la atención el personaje situado a la derecha de
Jesús, un apóstol Juan de rasgos demasiado feme-
ninos lo que podría entenderse como que en reali-
dad se trata de una representación de María
Magdalena. Haciendo notar al lector que la inver-
sión de colores entre la figuras de San Juan y Jesús
es una correspondencia cromática entre ambos
sexos según la iconografía...
Sin embargo todo depende del punto de vista con el que nos enfrentemos a la obra, la representación
con rasgos femeninos de Juan se debe a que en realidad se trata de la representación de un estereotipo
de la época, en concreto el del estudiante, el favorito, protegido o discípulo. Estos siempre se represen-
taban como hombres muy jóvenes, totalmente afeitados y de largos cabellos. Expresaban la idea de que
aún no habían madurado lo suficiente como para haber encontrado su camino, por lo que se evitaban
las facciones duras del hombre adulto.
Representaciones similares de la figura de Juan podemos encontrarlas en obras contemporáneas
como “La Última Cena” de Ghirlandaio o la de Andrea del Castagno.
Por último en referencia a la mano armada con el cuchillo, en el dibujo preliminar se puede ver que
en realidad es Pedro quién lo sostiene, siendo también una interpretación alegórica: concretamente
una referencia al pasaje del Evangelio de San Juan en el que Pedro saca la espada en defensa de Jesús.
¿O tal vez nos indica que San Pedro se siente amenazado por que el grial es Juan quién en realidad re-
presenta a la Magdalena?
Como podemos ver la interpretación depende de la forma en la que nos acerquemos a la obra. Donde
unos ven una cosa otros ven otra totalmente diferente y aunque la mayoría del simbolismo representado

48 Ávalon
Misterios en el arte y en la historia

en la obra tiene explicación, esta gustará más a unos que a otros. El discrepar es libre y la verdad abso-
luta no está en poder de nadie.
Todo ello nos podrá llevar a si estos pintores representaron aquello que vieron o si, por el contrario
se dejaron llevar por otras evocaciones e imposiciones religiosas de la época. No obstante lo curioso de
su obra ahí queda para interpretaciones al gusto del lector

VISIONES IMPOSIBLES EN LA HISTORIA

Pero la Historia también nos ha dejado otras observaciones, por personajes de notable presencia,
como para hacernos pensar que pudieron ser testigos de lo insólito... El general cartaginés Anibal (247-
183 a.C.) cuentan en algunas crónicas que ganó batallas imposibles con ayudas de naves enviadas por
los dioses. No es el único ya que Carlomagno, Rey de los francos y emperador de occidente, tuvo con-
quistas y batallas igualmente imposibles, así el monje Lorenzo en los “Annales Laurissenses” no sor-
prende contándonos:
"… la gloria de Dios apareció en manifestación encima de la iglesia en el interior del castillo. Los que
lo observaron dijeron que tenía aspecto de dos grandes escudos de color rojo llameante, y que se movían
por encima de la iglesia. Y cuando los paganos vieron este signo quedaron aterrorizados por el pánico,
huyendo precipitadamente".
Cristobal Colón, en su viaje hacía el Descubrimiento divisó las misteriosas “arenas blancas”..., res-
plandecientes reflejos e incluso luces misteriosas, o el Faraón Tutmosis III, de la XVIIII dinastía, que el
papiro Tulli nos narra como se vio sorprendido por un hecho digno de figurar en la Historia:"en el vi-
gésimo segundo año, en el tercer mes del invierno, a la sexta hora del día… Los escribas de la Casa de
la Vida notaron que un círculo de fuego llegaba del cielo. Brillaban en el cielo más que el sol. Poderosa
era la posición de las bolas de fuego. En esto que se elevaron dirección sur…".
Otros testigos de lo insólito fueron Julio Cesar, Constantino “el Grande” con aquellas cruces de fuego
y el sueño en el que se le decía: “con este signo vencerás...” , el cronista del siglo XVI Pedro Cieza de León
y otros muchos que dejaron en sus crónicas los vestigios de una tecnología aún por descubrir...
En España, en 1604, misteriosos objetos sobrevolaron Cataluña según el diario de Jeroni Pujades...
El hecho se repite en 1621 sobre Francia, len Braga hacia 1640, la esfera luminosa de Rusia en 1663 o
el avistamiento de casi cuatro centenares de objetos según lo descrito por el director del observatorio
mexicano de Zacatecas en 1883.
OVNIs en el Arte... Sin dudas. Pero OVNIs también en la Historia como hemos comprobado breve-
mente pero eso ya es otra historia...

Ávalon 49
 Kódigo Katódico
“Vuelveee a casa vuelveee, por Navidaaad”
Una sección de
José Antonio Colinet
kolinet@yahoo.es

19 de diciembre de 1.986, Madrid: “Joe Rigoli” le pedía a Pepe Luis que le diera la ma-
Un nutrido grupo de jóvenes entre 21 y 22 años nita y Tip y Coll hacían un tratado surrealista de
toman al asalto un autobús que 8 horas después como debe llenarse correctamente un vaso de
tiene previsto desembarcar en el céntrico bar Ci- agua. Andrés Pajares repetía una vez más en las
troen de Sevilla capital. En su petate, un año bo- galas de fin de año su sketch de la magdalena y su
rrado de su almanaque. En pos del servicio a la casi gemelo Fernando Esteso cantaba y parodiaba
Patria…, una cartilla llamada cariñosamente “La a Luis Aguilé y Julio Iglesias, el cual apadrinaba a
Blanca” que sella el final de 13 meses de milita- una niña angelical llamada Nika Costa y escu-
rismo obligatorio y un montón de ilusiones y pro- chaba absorto como entonaba “On my own”, Julito
yectos para el futuro. sigue, la nena desapareció.
Arrancan los destartalados motores, los licen-
ciados se apoltronan en sus incómodos asientos y
el conductor pone la televisión, (aún se podía), de
pronto y mágicamente la “Caja Tonta” lanza un
spot a todos los congregados… “Vuelveee a casa
vuelveee, por Navidaaad, turrones El Almendro
vuelven a casa, por navidad”. Y 54 voces de tíos
como trinquetes tararean la musiquilla y secan
una entupida lagrima de su mejilla, vaya “caca” de
soldados machotes ha preparado nuestro ejército.
En ese preciso momento me di cuenta de lo im-
portante que era la televisión en nuestras vidas,
la capacidad de sugestión y de nostalgia que podía
transmitir,, lo poderosa que era esa “maquina dia-
bólica” especialmente en fechas concretas como
la navidad.

Y hoy quiero hacer este homenaje a las 625 lí-

neas más familiares y evocadoras, y pienso cuan-
tos recuerdos catódicos de Adviento me atrapan
mientras “las muñecas de Famosa se dirigen al
portal para hacer llegar al Niño su alegría y su
bondad” y Jesús en el pesebre, sonríe porque “don
Miguel Gila” llama a la guerra en tiempos de paz,
y martes y trece que entonces eran tres se atibo-
rran de empanadillas de Móstoles. “Basilio”, can-
tante negro, impoluto y elegante recientemente
fallecido, evocaba a la igualdad de razas con un
cisne cuello negro y otro de cuello blanco. Un tal
En la puerta del sol, Mecano, reía mientras Ma-
risa Naranjo nos ordenaba tomar las uvas un mi-
nuto después de la última Campanada y la capa de
Ramón García servia de manta a una Anita Obre-
gón que tiritaba en el descanso, mientras en casa
hacíamos apuestas de cual iba a ser el anuncio
más caro de ese año.
El viejecito de la maza cascaba almendras a

16 Ávalon
50 Ávalon
 Kódigo Katódico - “Vuelveee a casa vuelveee, por Navidaaad”
tiempo, el incombustible canario y nuestro pai-
sano sevillista José Antonio Maldonado.
La democracia llegaba en Navidad más que
nunca a las televisiones que ya eran unas cuantas
y por una sola vez en 12 meses se aparcaban las
competencias y “shares” y todas al unísono conec-
taban en “directo” con una “grabación” donde su
majestad el rey en nombre de la “geina” y su fami-
lia nos mandaban un mensaje de paz y amor, de-
jando a la vista una foto de familia en la mesilla
donde cada año había nuevos miembros.
Las privadas cambiaban espectáculos musica-
les por “pelis” algo subidas de tono y las autonó-
micas llenaban de flamenco y olor a “cisco”
nuestra pantalla.
Los niños ya no necesitaban la “Sesión de
tarde” en fiestas para que la tele en vez de descan-
sar al mediodía pusiera las “pelis”, de piratas y
Papas Noeles milagrosos, mas divertidas y tenían
a su disposición varias paginas del “teleprograma”
dedicadas a momentos Disney y especiales de sus
héroes favoritos, que para eso eran las victimas
propiciatorias del aluvión publicitario “juguetil”
navideño.
El novio era recibido por primera vez en fami-
ritmo de “picó” y Rocío jurado dejaba ver parte de lia y se tomaba “obligao” un Anís del Mono para
su anatomía chipionera en un escote trasero de entrar en calor antes de salir en busca del “coti-
vértigo, casto y puro a partir del “Viva 88” donde llón” del brazo de una “novia” espectacular con su
Sabrina Salerno, ¿sin querer?, dejaba fuera el más
famoso pecho de la historia de la televisión, “boys,
boys” y mas “boys” en silps abanderado tomaban
al abordaje los especiales de fin de año bajo la
atenta “mirada” de José Luis Moreno que jubiló a
su millonario cuervo “Rockefeller” el cual ha mon-
tado, me dicen, un chiringuito en “Rota” junto al
Pato Nicol de la querida Mari Carmen “y sus mu-
ñecos” de primer apellido, y me han chivado que
tienen de vecinos a los Morancos, que junto al
Paco y la Omaita, tomaron el relevo de los Cruz y
Raya y los eternos Martes y trece que al final fue-
ron dos en eso de parodiar nuestra convulsa so-
ciedad, mientras la abuela preparaba las gambas y
el jamoncito previo a la cena de “Nochebuena”
donde hasta el “Tío Pepe” se arrancaba por villan-
cicos flamencos y eso que era mas “saborío” que el
genio de Eugenio al contar sus chistes “saben
aquel que diu...”
Aún no había llegado el “Calvo de la lotería”
cuando Teresa Campos, y Carlos Herrera cantaban
bajo la lluvia, y la Gemio se improvisaba un claqué
con Constantino Romero en una fiesta de fin de
curso que llamaban “Telepasión española” donde
marcaban el ritmo los venerables hombres del

Ávalon 51
Kódigo Katódico - “Vuelveee a casa vuelveee, por Navidaaad”
ceñido traje de noche que la abuela no aprobaba y
que escondía, y no “fallábamos”, unas delicadas
“braguitas rojas de la suerte”.
Con un anillo prestado por la suegra en la copa
de champán “Freixenet” brindábamos a la pata
coja para seguir los consejos que Carmen Sevilla
había dispuesto ese año y la maldita peladilla
había vuelto a “jodernos” la muela antes de dar
mil besos y ver una lagrimilla en la cara del “sue-
gro”, al que le pinchaba la barba, pensando “ este
tío me ha robado a mi niña”.
Al mediodía siguiente amanecíamos en casa
donde roncaba la tía Manoli, que misteriosamente
“cabía” en el pequeño sofá en toda su extensión y
sacábamos del bolsillo de nuestra arrugada cha-
queta que ni nos habíamos quitado para dormir,
trescientos confetis, un matasuegras que ya no pi-
taba, un mantecado de coco y “las braguitas rojas
de la suerte” que realmente ese año si nos la había
traído a nosotros al menos.
En la tele unos tipos noruegos, finlandeses y
suecos de nombres impronunciables competían
por el primer puesto en los “saltos de esquí”, de-
porte que nos importa un “huevo de Pascua” pero
que contemplamos absortos en medio de una des-
comunal resaca “post cotillón”.
Hanna Montana vivirá la navidad en el oeste,
en la casa de “Guadalix” dejaran a los “presos” del
gran hermano compartir lágrimas de cocodrilo
con papás y mamás, Belén se prepara, no porque
allí nace el niño, sino porque la “Esteban” este año
da las uvas, la “Primera” se olvidó el “Telepasión”
y José Luis Moreno esta tan dolido de la paliza que
le dieron los ladrones que no creo le queden ganas
de montar una gala. Sabrina ameniza fiestas del
“inserso” y el intruso rojiblanco y gordo de “Coca-
cola” sigue intentando ganar la batalla a nuestros
queridos “Reyes Magos”. Hasta “Cortilandia” cerró
a causa de la crisis.
Pero eso tiene esta fecha..., los milagros existen
y lucharemos como ejercito encabezados por un
“tamborilero” llamado Raphael y aunando nues-
tras nostalgias podremos unir de nuevo nuestras
manos alrededor de ese árbol que hace florecer
cada navidad la “chispa de la vida”.
El autobús de ex-soldados ha llegado al bar Ci-
troen y mis padres me esperan con mis hermanos
amontonados en el Simca mil para recibirme y lle-
varme al pueblo, mi novia aun no apareció en mi
vida, y mi hijo por supuesto no ha nacido....pero
cada Navidad “El Almendro” se convierte en una
máquina del tiempo que te transporta a todas las
épocas, y te ayuda a disfrutar de lo que tienes hoy
y de lo que tuviste ayer, porque es tan fácil como
tararear una cancioncilla...”Vuelveee a casa vuel-
veee por Navidaaad”.

1 Corintios: 15:55 - “Muerte, ¿dónde está tu
victoria? Muerte, ¿dónde está tu aguijón?
A través de los tiempos la Señora de la Guadaña
ha sembrado el dolor allí donde decidía posar su
mortífero aguijón, sin hacer distinción entre unos
y otros, entre justos o no. De forma arbitraria o tal
vez no siempre tan casual, ella decide quien ha de
acompañarla al lugar del que “dicen” no se re-
gresa.
La muerte, presente en todas las culturas que
ha poblado y puebla nuestra querida Gaia, nos
acompaña desde el mismo momento de nuestro
nacimiento. Nacer es morir, al nacer comienza
nuestro camino hacia la muerte, cada día que pasa
nos acercamos más a lo inevitable, a la cita que no
podemos eludir. Por mucho que queramos esca-
par de ella no es posible, ella no se olvida de nin-
gún ser vivo por muchos que sean los que pueblan
la Tierra. Sus tentáculos son largos, no hay lugar
donde te puedas esconder, no tienes escapatoria.
Pero quizás ese temor a la muerte es algo
aprendido, el eterno temor a lo desconocido y ese
pavor que nos produce, es lo que nos impide que-
rer saber más acerca de ella, intentando ignorarla
como si por eso fuese a pasar de largo ante nos-
otros, tratamos de no ser conscientes de algo que
más tarde o más temprano nos llegará a TODOS.
Igual, deberíamos fijarnos en esa carta número
XIII de los Arcanos Mayores del Tarot, carta que
nos habla de la Muerte, no como el fin, no como el
dejar de existir, sino como un cambio, una trans-
formación por la que hemos de pasar aunque nos
54 Ávalon
La muerte,
fin
y
principio
Por Rosa Santizo Pareja
zoriazkar@hotmail.com
neguemos a ello, aunque nos cause dolor. Son
cambios transcendentales que debemos aceptar,
porque al negarnos, al luchar por no pasar por
estas transformaciones corremos el peligro de
quedarnos atrapados en el pasado, no dando paso
a lo nuevo, a lo que está por venir. Nuestros mie-
dos y temores en ocasiones son tan fuertes, que
nos negamos a mirar hacia adelante quedándonos
rezagados, acomodados en un pasado y en un pre-
sente que, aunque nos cause fastidio e insatisfac-
ción, preferimos a decidirnos a dar el paso
definitivo que nos podría conducir a la tan soñada
Libertad y, así, vernos libres de las ataduras que
no en pocas ocasiones nos hemos ocasionado nos-
otros mismos por no saber elegir el camino ade-
cuado, por no coger la opción correcta, por elegir
lo aparentemente fácil y cómodo, aún sabiendo
que no era la mejor elección. Esta carta número
XIII nos quiere recordar la necesidad de cambiar,
de aceptar esas transformaciones que la vida nos
ofrece, de quitarnos de una vez por todas los gri-
lletes que atenazan nuestras vidas, de mirar hacia
adelante.
Debemos quitarnos, arrancarnos la piel que no
sirve para nada como si de un viejo traje se tra-
tase, para así dar paso a una nueva piel sana y re-
novada. Nadie dice que este mudar la piel no sea
doloroso, nadie dice que sea fácil. El Arcano de la
Muerte nos advierte que ya es hora de actuar, de
salir del letargo, de morir para después resurgir
cual Ave Fénix de las propias cenizas.
No deja de ser interesante, como cada ser hu-
mano, dependiendo del lugar del planeta al que
La muerte, fin y principio
Cementerio de Salzbrugo en Austria (ST. Peter's Cemenery). Fotogra
ía de Rafael García Román
pertenezca, afronta la muerte. En algunos países
orientales el blanco es el color utilizado para el
luto, en la creencia de que este color eleva más el
espíritu. El blanco, la unión de todos los colores
utilizados como símbolo de la pureza, de la clari-
dad, es un color que no retiene las energías, po-
dríamos decir que las “expulsa” hacia fuera, de
esta forma quizás se pretenda que el dolor no
quede dentro de nosotros, que de alguna forma
salga al exterior.
Como dato curioso podemos decir que en el
siglo XIV el color utilizado para el luto también era
el blanco, aunque aquellos que pertenecían a la
Aristocracia utilizaban el negro. Sin embargo si
viajamos a la época medieval podremos ver que
las reinas acostumbraban a utilizar el blanco
como señal de luto, costumbre que en España per-
duró hasta el siglo XVI.
En alguna ocasión tal vez nos hemos pregun-
tado de dónde nos viene el utilizar el negro para
mostrar nuestro dolor por el ser fallecido, pues
bien, según parece esta costumbre se remonta al
menos a la época del Imperio Romano, aquí las
mujeres lo utilizaban como manifestación del
dolor que sentían por la muerte del ser querido,
para ello solían utilizar unos vestidos negros lla-
mados lúgubrias.
Actualmente, al menos en cuanto al mundo Oc-
cidental se refiere, el negro es utilizado para el
duelo, auque en no pocas ocasiones en cada vez
más lugares esta costumbre se suaviza y podemos
ver como el negro es combinado con otros colores,
normalmente tonalidades oscuras. El negro, la au-
sencia de color, o como a mi me gusta llamarlo el
“no color”, a muchos les da la idea de pena, dolor,
sufrimiento, aunque para otros significa nobleza
y dignidad y de ningún modo es un “color” que ex-
prese tristeza o sentimientos negativos. El negro
es el “color” que recoge la energía evitando que
esta se disipe, evitando que quedemos descarga-
dos o nos descarguen. De todas formas, el color
utilizado es sólo una expresión que hacemos al
mundo exterior y a nosotros mismos del pesar
que sentimos por la pérdida sufrida, aunque la re-
alidad y más allá de cualquier color, el verdadero
luto está en nuestro interior.
Ávalon 55

Ligado a la muerte nos encontramos con el
lugar donde descansan nuestros seres queridos, o
no tan queridos..., me refiero a los cementerios.
Esta palabra nos viene del griego koimeterion:
koimáo (dormir) y térion (indica lugar), en nues-
tro idioma significa: “lugar de los que duermen” o
“dormitorio”, ya que según las creencias cristia-
nas, el cementerio es el lugar donde se va a dormir
hasta que llegue la anhelada resurrección. Ante-
riormente, en el mundo no cristiano el lugar
donde se enterraban a los muertos era la “necró-
polis”: necro (muerte) y polis (ciudad), o lo que es
lo mismo “ciudad de los muertos”.
Son los cementerios lugares que han inspirado
infinidad de historias de terror, lugares asociados
siempre a lo triste, a lo doloroso. Pero los cemen-
terios también tienen algo o mucho de románti-
cos, silenciando verdaderas historias de amor y
pasión, historias no contadas por temor a ser til-
dados de morbosos, irreverentes o algo peor,
cuando la realidad de los amantes que se encuen-
tran para dar rienda suelta a sus instintos más bá-
sicos es bien distinta. Estos amantes que se dejan
llevar en el lúgubre lugar por las pasiones más
ocultas, amparados por la noche, bañados por la
fría luz de esa luna llena como testigo muda del ri-
tual donde la luz se confunde con la oscuridad.
Dos cuerpos desnudos que se unen como desafío
a la muerte, a esa muerte que, hasta ahora no ven-
cida, ríe triunfante, pero que por un momento, por
el tiempo que dure el prohibido encuentro carnal
entre los amantes, son ellos quienes se ríen de
ella, quienes se enfrentan a ella, a través de sus ca-
ricias, de sus juegos, de sus risas, a través de llenar
con sus jadeos, con su éxtasis final, ese lugar de
amor, de vida, dando a los durmientes la espe-
ranza de volver a sentir, de volver a gozar de los
placeres que la Dama de la Guadaña les arrebató.
No se confundan, no es algo físico, no es la lujuria
dominando a dos seres que no saben o no quieren
controlar su instinto animal. Es algo que va más
allá de todo placer conocido, es la unión del
cuerpo con el espíritu.
Cada país, cada lugar, cada civilización se en-
frenta a la muerte de una forma u otra. Para ello
han “inventado” infinidad de rituales y costum-
bres, dioses y diosas en un desesperado intento
de hacer que lo inevitable sea más llevadero.
Como ejemplo podemos trasladarnos al Antiguo
Egipto, allí nos encontraremos con Osiris, el dios-
halcón, el “Príncipe de los dioses del Duat”, aunque
también se le asocia con la resurrección era el dios
que presidía el tribunal del juicio de los difuntos.
56 Ávalon
La muerte, fin y principio
Para los griegos, el dios de los muertos era Hades,
el hijo de los Titanes Crono y Rea. Para los roma-
nos Plutón, el equivalente el Hades griego. Plutón
hijo de Saturno y Ops era, para alivio de los pobres
mortales, algo más benigno que su homónimo
Hades. Si nos acercamos al Panteón Celta nos en-
contramos con la Diosa Morrighan, la Gran Reina.
Aunque Diosa de la muerte también lo es del amor
carnal, del amor promiscuo. Esta Reina tiene la fa-
cultad de metamorfosearse en aquello que desee,
mas siente una especial predilección por transfor-
marse en cuervo. Trasladándonos al mundo Az-
teca, el señor de la muerte y del inframundo era
Mictlantecuhtli que junto a su esposa Mictecací-
huatl, regía el mundo subterráneo. Kali es para los
hindúes la terrible diosa de la muerte, tiene que
destruir para que el mundo esté en orden. Los
mayas contaban como dios de la muerte a Yum
Cimil, “El amo de la muerte”, también considerado
jefe de los demonios. Este dios de forma humana
tiene rasgos de esqueleto, llevando su cuerpo
manchado de negro o amarillo, como símbolo de
la descomposición de los cadáveres. Estos son, tan
sólo, unos pocos de los tantos dioses a los que el
ser humano acude en busca de ¿consuelo...?
Para las personas que comparten las creencias
judeo-cristianas la muerte no es el fin, es un dor-
mir en espera de la resurrección. Uno de los prin-
cipios básicos de la fe judía, expresada por
Maimónides, considerado como uno de los más
grandes sabios de Israel dice:”Es mi convicción
certera que habrá resurrección de los muertos
cuando Dios así lo disponga, y entonces Él será co-
nocido por todos a perpetuidad”, en concreto este
es el principio número 13. Es bien sabido que en
tiempos de Jesús, tanto Fariseos, como Samarita-
nos y Esenios creían en un renacimiento después
de la muerte, no así los Saduceos. Por estas dife-
rencias, entre otras, existía en la secta de los Fari-
seos (separados, separatistas) y la de los Saduceos
una gran brecha, los primeros por creer en la re-
surrección y los segundos por todo lo contario
(Hech. 2: 31). El llamado Día del Juicio Final, es es-
perado por los cristianos, día en el que el mismí-
simo Jehová juzgará tanto a vivos como a
muertos, esto será después del Armagedón, tras
lo cual Dios creará unos nuevos cielos y una nueva
tierra, desde donde Jehová gobernará, será la
Nueva Jerusalén, expresión que aparece dos veces
en la Biblia, ambas en el simbólico libro de Reve-
lación o Apocalipsis (Rev. 3:12; 21:2). Para los
cristianos esta resurrección será un volver a la
vida, pero a la vida en toda su plenitud, a la vida
La muerte, fin y principio
que lo es realmente donde el dolor, la vejez, las en-
fermedades e incluso la muerte serán cosas del
pasado, nuevamente el Paraíso en la tierra (Reve-
lación capítulo 21). La muerte será arrojada al
lago de fuego y azufre, junto con todo aquel que
no se halle inscrito en el libro de la vida. Todos ex-
perimentaran la Muerte Segunda de la cual no hay
resurrección (Rev. 20:14-15).
Muchos son los que han intentado vencer a la
muerte con bebedizos, rituales y otro tipo de prác-
ticas. ¿Quién no ha oído hablar del la Piedra Filo-
sofal? Capaz de transmutar el mercurio o el plomo
en oro, y al decir de algunos, capaz de curar enfer-
medades, alargar la vida e incluso volver inmortal
al afortunado que la ingiera, aunque también po-
dría ser utilizada para otros menesteres menos
mundanos como son: alcanzar el verdadero cono-
cimiento y conseguir la evolución espiritual.
Pero quizás la verdadera forma de vencer a la
muerte sea dejar de temerla, quizás la forma de
vencerla sea no dejar que las personas caigan en el
olvido, seguir recordándolas como cuando podía-
mos disfrutar de su compañía, recordando los
buenos momentos vividos junto a ellas. La muerte,
la verdadera muerte, viene cuando olvidamos. Ol-
vidar es morir.
 Su programa de Misterios, Enigmas e Historia en su cadena, en

todo un equipo de profesionales al servicio del misterio para con-

tarle aquello que nadie se atrevería a contar...
Con la dirección de Jordi Fernández y José Manuel García Bautista.
Acompáñenos a un viaje por el mundo del misterio, acompáñenos al
mundo de lo desconocido, acompáñennos a
"VOCES DEL MISTERIO".
Tenemos un blog actualizado diariamente, su dirección es:
http://vocesdelmisterio.blogia.com
 La Atlántida

Por Ginés López-Cirera Benjumea

bpbencir@gmail.com

Cuenta una fantástica historia, el origen de una
civilización fascinante, muy adelantada a su
tiempo, y que se situaba en una isla más allá de las
columnas de Hércules, hoy día zona comprendida
por el estrecho de Gibraltar. Su tamaño era más
grande que Libia y Asia juntas, y fue creada por
los dioses. Tuvo su inicio en la unión del dios Po-
seidón con una mortal llamada Cleito. El amor de
Poseidón por la mortal era tan grande que, para
protegerla, aisló una isla de todo cuanto la rode-
aba por medio de dos anillos de agua y tres de tie-
rra, fosos inundados y muros alternos.
Convirtiendo así el muro de la isla en un círculo
impenetrable. Del fruto de ellos nació Atlas, pri-
mogénito del Dios Poseidón y que a su vez tuvo
descendencia de cinco gemelos, pasando a ser el
creador de la estirpe de diez reyes que goberna-
ron las diez provincias en que se dividía la isla.
Todas ellas, seguían la ley de Poseidón, la cual es-
taba escrita en una columna de oro y cobre erigida
en medio de la isla. Y en sus puertos y astilleros
albergaron una flota increíble, la cual unida a
grandes progresos técnicos, sirvió para que los
atlantes se extendieran por todos los mares, cre-
ando un numeroso ejército.
Con apoyo divino, los atlantes consiguieron

Ávalon 59

multiplicarse y mezclarse con otras tantas razas.
La isla era extremadamente rica en metales pre-
ciosos, oro, plata, hierro y el fabuloso oricalco. Te-
nían una variedad increíble de flora y fauna,
teniendo fértiles cosechas y sobras de alimentos.
Estaba rodeada de una muralla recubierta de dis-
tintos metales preciosos, en toda la isla se apre-
ciaba una arquitectura e ingeniería inimaginables
para aquella época. Todo ese esplendor impulsaba
también la ambición imperial de los atlantes, que
embriagados de lujo y soberbia, se lanzaron a so-
meter a todo el mediterráneo. Y casi lo habían
conseguido cuando chocaron con los atenienses.
La lucha con los atlantes, produjo una batalla
épica, donde el pueblo ateniense siendo mucho
menos numeroso, derrotó a los invasores atlan-
tes. La derrota puso fin al afán imperial de la orgu-
llosa Atlántida, y poco después la isla entera
desapareció sumergida por olas gigantes. Para
atenernos al rigor histórico, la heroica hazaña bé-
lica en la que los atlantes fueron derrotados por
los atenienses tuvo lugar, hace más o menos unos
9.000 años, según describe Solon,
sacerdote egipcio que vivió alrede-
dor del 640 a.c..Deducimos pues
que la Atlántida alcanzó su mayor
apogeo aproximadamente en el año
10.000 a.c.
La Leyenda de la Atlántida surge
principalmente de una obra que la
describe íntegramente, los “Diálo-
gos de Platón” donde el filósofo
griego, alrededor del 350 a.c. en dos
de estos diálogos con Critias y
Timeo, hace una descripción exhaustiva de la
Atlántida. En ellos se dice que la historia de la
Atlántida se la había relatado su primo, quien la
supo de su abuelo, quien la oyó de su padre, quien
la escuchó a Solon, quien a su vez la oyó de los sa-
cerdotes egipcios de Sais.
No existen referencias a la Atlántida anteriores
y todas las posteriores se basan en lo que escribió
el filósofo griego, cuyo discípulo Aristóteles creía
que se trataba de una ficción poética de su maes-
tro. La narración de los diálogos ocupa menos de
diez páginas, pero han dado lugar a miles de libros
e historias en las cuales han situado el desapare-
cido imperio en sitios diversos de la geografía
mundial. Desde los más comunes como en el océ-
ano atlántico, en el índico, en la isla de Santorini,
en las islas Canarias, en Cuba, a los más raros
como en la península del Yucatán, en Groenlandia,
en la islas británicas, y hasta en la Antártida.
La gran pregunta sería pues si de verdad exis-
tió: ¿Dónde se encontraría la Atlántida? Para res-
60 Ávalon
La Atlántida
ponder a esta pregunta se han realizado innume-
rables estudios desde la época de Platón hasta
nuestros días. Los más antiguos desde Estrabón
en el siglo I a.c., nos hablan de que el relato de la
Atlántida no era una ficción; Plutarco en el siglo II
d.c., describe incluso los nombres de los sacerdo-
tes egipcios que le relataron a Solon la historia de
la Atlántida.
Durante la Edad Media, la historia de la Atlán-
tida no llamó mucho la atención. Si bien hay boce-
tos e indicaciones como las de Francisco López de
Gomara, donde en su obra Historia General de las
Indias de 1522, afirma que Colón pudo haber es-
tado influido por la Leyenda Atlántida. También
en 1626, el filósofo inglés Francis Bacon publica
su obra “La nueva Atlántida” haciendo referencia
a una utopía basada en los principios de la razón
y el progreso científico. En España, aparece en
1673 un artículo del cronista José Pellicer, donde
identifica la Atlántida con el sur de la península
Ibérica, asociando a los Atlantes con los misterio-
sos tartessos.
A partir de ahí, la historia de la
Atlántida se sumerge durante va-
rios años en el ostracismo, hasta
que de nuevo aparece en la segunda
mitad del siglo XIX, provocando de
nuevo la fascinación en una obra
“Veinte mil leguas de viaje subma-
rino” donde la hábil pluma de Julio
Verne, relata en 1869 en un capítulo
de la misma, como los protagonis-
tas se encuentran con los restos de
una sumergida Atlántida. Segura-
mente influenciado por ésta obra y por las demás,
aparece en 1882 la obra del erudito y político es-
tadounidense, Ignatius Donnelly, conocida como
“Atlántida, el mundo antediluviano”. Ésta obra pro-
dujo un nuevo auge de la leyenda de la Atlántida,
En ella compara minuciosamente los estilos arqui-
tectónicos del viejo y del nuevo mundo, expli-
cando las semejanzas entre la civilización
precolombina y la egipcia, y concluye que la civi-
lización perdida de la Atlántida debió de haber
sido su antecesor común. Hace mención a que
éste continente isla estuvo una vez en el Atlántico
conectando a Europa y África con América. Sus ha-
bitantes eran una raza majestuosa, semidivina y
semihumana, y fueron los que pusieron los ci-
mientos de la civilización en todo el mundo. Des-
afortunadamente, las especulaciones de Donnelly
parecen más cercanas al mito que a una arqueolo-
gía rigurosa y científica, no por ello está conside-
rado como el maestro al que siguen todos los
atlantólogos.
La Atlántida
Otra teoría sobre el mundo atlante de aquella
época de finales del siglo XIX, nos la presenta la
científica Helena Petronova Blavatsky, estudios
supuestamente obtenidos a partir del estudio de
las tradiciones ocultistas orientales y mediante
comunicaciones con otros planos astrales. Algu-
nas de sus propuestas, descabelladas en su época,
han resultado menos absurdas un siglo después
recobrando vigor. Esta teoría, entre otras cosas
narra la existencias de seres inteligentes anterio-
res al hombre y llegando a coexistir junto a los di-
nosaurios. Prueba de esto, son distintas huellas y
fósiles a lo largo de distintas partes del planeta.
Ejemplo de esto lo tenemos en el valle de los Gi-
gantes, en Texas, donde el doctor C. N. Dougherty,
descubrió en 1971 huellas de pies humanos de
gran tamaño, en el mismo estrato geológico que el
de distintas huellas de saurios. Esta información
Ávalon 61

Atlante, la obtuvo Blavatsky accediendo a los ma-
nuscritos Tibetanos ”akásicos” y mientras entraba
en trance y consultaba dichos manuscritos, recibía
dictados de guías espirituales. Discípulo suyo fue
W. Scott Elliot, quien también recopiló numerosa
información sobre la Atlántida, indicando en su
obra “Historia de la Atlántida” de 1896, muchas
fechas concretas sobre el gran cataclismo que la
destruyó y la sumergió bajo las aguas. Decía que
ocupaba la mayor parte del océano Atlántico
desde Groenlandia hasta Sudamérica y durante su
larga existencia, estuvo poblada por subrazas.
Entre estas estaban los Lemurianos, que medían
más de 3,5 m. de altura y algunos de sus descen-
diente ocuparían hoy día territorios de África y
Oceanía.
Pero si hay una teoría más extendida, esta es
sin duda la que predice la Atlántida como una so-
ciedad reinante y paralela a la Creta minoica, la
cual era una potencia económica y política en la
antigüedad, que incluso podía haber llegado a ser
la misma sociedad. Podemos así apreciar que
existe una gran similitud entre la isla de Creta y la
62 Ávalon
La Atlántida
Atlántida, además ocurrió un hecho muy signifi-
cativo: la gran explosión del volcán de la Isla de
Thera, hoy día la Isla de Santorini y que tuvo lugar
aproximadamente en el siglo XVI a.c. Al norte de
la isla de Creta, asoman al Egeo los restos de una
isla, Thera, cuyo volcán entró en erupción entre
1600 y 1400 a.c., y explotó con una potencia su-
perior a la del Krakatoa, que en 1886 mató a más
de 36.000 personas en el suroeste de Indonesia.
Es posible que Platón recurriera al recuerdo de
ésta violenta erupción como un elemento más
para su historia, pero no hay pruebas de que con
ella se acabara la civilización minoica. Sin em-
bargo como en la de Krakatoa, dicha explosión si
pudo generar una ola gigante o tsunami, y que
este fuera el final de la civilización atlante. Ya que
como el mismo narró, “sucumbió de la noche a la
mañana bajo las aguas y nunca más se supo de
ella.” Tal es la magnitud que tuvo que tener este
estallido, que geólogos americanos, Shenk y Stan-
ley, han encontrado restos de la gran explosión de
Santorini al analizar restos volcánicos encontra-
dos en el río Nilo. Así mismo, vulcanólogos dane-
La Atlántida
ses encontraron restos de éste volcán en Groen- batiscafos rusos Mir, usados en el rodaje de la pe-
landia, a unos 3000 Km. de distancia. Ésta tesis lícula Titanic, al tratarse de una isla sumergida
cretense de la Atlántida ha tenido una amplia bajo el mar en cotas muy profundas. Actualmente
aceptación, y entre sus seguidores encontramos están realizándose pruebas con estos mismos ba-
al insigne oceanógrafo francés Jacques Cousteau. tiscafos en el lago Baikal el cual es el lago más pro-
En la actualidad, las tesis y teorías de la exis- fundo del mundo. En palabras de Mijail
tencia o no de la Atlántida siguen su curso. Tanto Slipenchuk, director de la fundación por la preser-
las distintas universidades como empresas priva- vación del Baikal, “Dentro de unos años planea-
das, se hallan a la búsqueda de lo que podría ser el mos iniciar la búsqueda de la Atlántida. En esta
descubrimiento del siglo. Así, y volviendo a una expedición utilizaremos los Batiscafos Mir, y que
evidencia arqueológica a favor del Atlántico como usamos para estudiar los fondos del lago Baikal, a
lugar de enclave para el continente perdido de la menos que estén ocupados en otros programas
Atlántida, fue encontrada un área inesperada en oceanográficos nacionales.”
1968. Bajo las aguas poco profundas de las Islas La Atlántida, sigue su leyenda y sigue causando
Bahamas se encontraron un gran número de blo- una sensación de curiosidad que pocos pueden
ques de piedra perfectamente unidas, alineadas y dejar pasar, pasan los años, pasan los siglos y se-
formando lo que se le ha dado en llamar el “ca- guimos creyendo que un día seres Atlantes pobla-
mino Bimini”. ron la tierra junto a nosotros. Solo falta encontrar
ese territorio perdido que dicen que existe, y que
En julio del año 2005, se celebró en la isla estaba más allá de las columnas de Hércules.
griega de Milos el primer congreso de las hipótesis
sobre la Atlántida. En dicho congreso numerosos
participantes discutieron y expusieron sus tesis
sobre la base histórica y geográfica del relato de
Platón. A partir de dicho congreso y como resul-
tado del mismo se elaboró una lista de 24 criterios
para la localización de la Atlántida. A partir de oc-
tubre del 2008 un segundo congreso celebrado en
Atenas, abrió más luz a toda la leyenda. En la inau-
guración del congreso el doctor Pavilidis dijo: “el
objetivo del congreso no es establecer si la Atlán-
tida existió o no, ni de localizarla de una vez por
todas, sino pasar revista a las hipótesis y censar
los eventuales índices confiables.”
En febrero de 2009 han aparecido nuevas refe-
rencias a la Atlántida, así el periódico inglés Daily
Telegraph, Publicó en un artículo acerca de un es-
tudio sobre la base del programa Google Ocean,
donde aparecen nuevas especulaciones sobre la
aparición de unas líneas a miles de metros de pro-
fundidad en el océano Atlántico asegurando de
que se trata de la ciudad perdida de Atlántida. El
programa estudia diversas imágenes del fondo
marino aunque realmente reflejan diferentes ba-
rridos de los sonar de barcos científicos, actividad
que se llama barimetría. Así pues, el misterioso
rectángulo que se podía ver cerca de las islas Ca-
narias, eran simplemente imágenes distorsiona-
das por el radar de un barco.
No obstante, el estudio de la Atlántida continúa
teniendo nuevas expectativas, sin ir más lejos re-
cientemente la agencia de noticias rusas Ría No-
vosti, publicó una noticia donde se decía que
científicos rusos planean para finales del 2011 la
búsqueda de la Atlántida. Para ello se utilizarán

Ávalon 63
 La Biblioteca de Alexandría
Una sección de
Jose Manuel García Bautista
correro@garciabautista.net
www.garciabautista.net

El gran enigma de los “platillos volantes”

de Antonio Ribera
Esta obra ofrece acompañan en su misterioso viaje por el Tiempo y
por primera vez una el Espacio”.
visión histórica del Su autor es Antonio Ribera i Jordá, que ya nos
apasionante enigma abandonara, para buscar respuestas en el reino de
presentado por los los cielos. Fue uno de los primeros especialistas
“Objetos desconoci- mundiales en “Objetos no identificados”. Su interés
dos” que en todas las por la cuestión de los mal llamados “platillos volan-
épocas, pero especial- tes” se remonta a los años cincuenta, en que inicio
mente desde 1947, se el estudio del irritante
han visto en el cielo. enigma. Junto con
Tema sujeto a contro- otros estudiosos bar-
versia, discutido, ne- celoneses fundó en
gado, que incluso ha 1958 el “Centro de Es-
suscitado la aparición tudios Interplaneta-
de la pseudo-metafí- rios” del que fue
sica. El problema de vicepresidente, y en
los “platillos volantes” continúa ofreciendo una 1961 publicó la obra,
gran incógnita, que está muy lejos de haberse des- que pronto habría de
pejado. En este libro se trata de aportar algunas agotarse: “Objetos
luces para su esclarecimiento y en él se ha reunido Desconocidos en el
todo cuanto se sabía del fenómeno OVNI en el ya Cielo”. Colaboró asi-
lejano año 1966. En este libro histórico también se duamente con las más
realizan hipótesis sobre el origen de los misterio- prestigiosas revistas
sos discos, su posible naturaleza, sus intenciones, nacionales y extranje-
sus tripulantes, sin olvidar multitud de casos verí- ras y obtuvo el premio
dicos y aquellas teorías, como la del profesor Do- de Astronomía de la
nald Menzel, astrofísico de Harvard, que tratan de “Sociedad Astronó-
explicarlos como simples fenómenos naturales, aún mica de España y
mal conocidos. Pero si en 1960 el profesor Her- América” por un tra-
mann Obeth, “Padre de la Astronáutica” pudo decir bajo realizado conjun-
que, “setenta mil personas han visto platillos volan- tamente con J.M.
tes”, creemos que esto solamente ya permite afir- Oliver. Fue también uno de los primeros expertos
mar que el problema dista mucho de estar españoles en Exploración Submarina, tema sobre
resuelto..., y que acaso, sea el reto más fabuloso con el que ha publicado muchas obras; habiendo es-
el que se ha enfrentado la Humanidad desde los crito innumerables artículos y pronunciado tam-
tiempos de la prehistoria. Pues en efecto, después bién muchas conferencias. En 1965, la Marina
de leer este libro apasionante, documentado y española lo galardonó por un incansable labor de
serio, casi se puede afirmar que “el Hombre no está divulgación con el premio “Virgen del Carmen”.
sólo en el Cosmos, sino que otras Inteligencias lo

64 Ávalon
La Biblioteca de Alexandría

Los misteriosos platillos volantes

de Aimé Michel
¿Locura colectiva? ¿Alucinaciones? ¿Máquinas pertenecientes a una
de las grandes potencias? ¿O naves extraterrestres que vigilan meticu-
losamente el desarrollo de nuestro planeta? Aimé Michel, una de las
mayores autoridades en la materia, comunica en este libro el resultado
de sus investigaciones. Las increíbles proezas de los platillos volantes
han preocupado a sabios eminentes y a organismos oficiales de los prin-
cipales países del mundo. Tanto las Fuerzas Aéreas de los Estados Uni-
dos como las de Francia y otros países, mantienen Oficinas de
Investigación dedicadas a los Platillos Volantes; sus resultados son man-
tenidos en el más estricto secreto. Se ha interrogado, en Francia sola-
mente, a más de medio millón de testigos oculares, y la Academia de
Medicina de París ha destacado un grupo de científicos para que estudie
este sorprendente problema. También ha existido una fuerte oposición acerca de la realidad de estos
fenómenos. Muchos organismos oficiales, sabios, público en general, prefieren negar tajantemente
la existencia de Platillos Volantes, alegando que ellos son sólo cuentos fantásticos. Convendría que
recordaran estos espíritus de precipitado escepticismo que a fines del pasado siglo un sabio de la Sor-
bona probaba, sin lugar a réplicas, que los aviones, jamás llegarían a volar por ser ellos más pesados
que el aire. La frase de Teilhard de Chardin, sin embargo, puede bien simbolizar la actitud del ser hu-
mano alerta: “Sólo lo fantástico tiene posibilidades de llegar a ser verdad”.
De su autor, Aimé Miche, nos quedaremos siempre con esa frase eterna que acuño y que decía:
“Tener la mente abierta a todo y no creer en nada”.

Encuentros, la histoira de los OVNIs en España

de Iker Jiménez
Y de obras que son Historia de la ufología aquellas que lo serán, sin ningún gé-
nero de dudas, vamos del más añorado pasado al más actual de los presentes y nos
detenemos en esta obra singular, pletórica y adictiva.
Una obra que contiene todos los nombre, fotografías, expedientes y testimonios
de casos tan impresionantes como Manises, Adrián Sánchez, Gáldar, el Cobre, etc...
Incidentes protagonizados por personas como usted, muchos de ellos rescatados de
archivos confidenciales y otros sacados a la luz tras la paciente investigación perio-
dística del autor.
Nunca antes se había abordado el apasionante asunto de los objetos voladores no identificados
(OVNIs) con tal torrente informativo y documental a disposición de todos los lectores.
¿Existen verdaderamente?¿Qué son?¿De donde vienen?, son preguntas que todos nos hemos hecho
en alguna ocasión al escuchar hablar de los OVNIs.
Interrogantes que se plasman en la fuerza del dibujo de un niño o la grabación de un piloto militar.
En los desconocidos incidentes que aterrorizaron a nuestros antepasados o en los documentos sonoros
más impactantes recopilados en un CD, único en su género, producido y grabado por Iker Jiménez.
Creyente o escéptico, “Encuentros” le demostrará la rotundidad de uno de los mayores enigmas de
nuestro tiempo que sigue desafiando al ser humano.

Ávalon 65
 La Biblioteca de Alexandría
Quizá con este libro acabe forjándose su propia respuesta. Aquí están los hechos. De
usted depende aceptar el reto.
Su autor es el vitoriano y popular periodista Iker Jiménez, de una larga trayectoria en
los medios de comunicación y de notable éxito con sus programas “Milenio3” de Cadena
SER y “Cuarto Milenio” de Cuatro Tv. Con obras escritas de la importancia de “Enigmas
sin resolver”, “Tumbas sin nombre” (en co-autoría con el malagueño Luis Mariano Fer-
nández), “La noche del miedo”, “Fronteras de lo Imposible”, “Milenio3, el libro” o el de-
licioso “Paraíso Maldito”, tiene todo un bagaje y crédito periodístico a sus espaldas.
A través de su programa radiofónico nos hace vivir el misterio de forma directa, atre-
vida, singular... casi única. Su formato televisivo no le va ala saga. Es en suma uno de los
máximos exponentes del mundo del misterio en la actualidad y del periodismo de miste-
rio. A él se debe esta obra que debe ser libro de cabecera y de culto para todos aquellos amantes del
fenómeno OVNI. Con este libro se recoge el testigo de aquellas míticas obras. Indispensable por lo
que evoca y por su actualidad.

El Misterio de la Sábana Santa

de Pierluigi Baima Bollone

El misterio de la Sábana Santa es un libro

único en su género, que resume todos los
elementos científicos relacionados con el Sudario
de Jesús y nos aproxima a la certeza de que fue
efectivamente la sábana que envolvió el cadáver
en la tumba. Ningún otro texto ofrece una
descripción tan actualizada de esta reliquia: su
historia, sus condiciones de conservación y el
conocimiento científico sobre ella que se ha
acumulado hasta hoy. Por primera vez se
cuestiona fundamentadamente la datación por
carbono-14 de 1988 y se narran las
circunstancias del incendio de 1997, según la
investigación judicial. Además, se examinan las
influencias de la Sábana Santa en el panorama de
la narrativas actual y las polémicas sobre otras
reliquias .
Vampiros y otros seres
inquietantes de Verónica Ortiz
Los vampiros son eternos. Son seres que viven
entre nosotros, sedientos, malditos y que se alimen-
tan de nuestros miedos generación tras generación.
Desde siempre, la humanidad se ha sentido atra-
ída por lo desconocido, por aquello que fascina y
perturba al mismo tiempo.
Estas historias nacen de las tinieblas y se aden-
tran en la noche de los tiempos. Donde no hay ven-
cedores ni vencidos. Sólo miedo.

66 Ávalon
La Biblioteca de Alexandría
Famosos impostores de Bram Stoker
Del autor de Drácula se edita por primera vez en lengua española
este enloquecido y brillante ensayo sobre la impostura a lo largo de
la historia. Bram Stoker realiza un esbozo de las carreras de un
grupo selecto de reconocidos impostores, estafadores, charlatanes
y reyes del disfraz como Perkin Warbeck, Stefan Mali, la princesa
Olivia, John Law, Arthur Orton, La Maupin, el Chevalier D’Eon y Han-
nah Snell, nos invita a considerar la supuesta tradición que señala
que la reina Isabel I de Inglaterra era, en realidad, un hombre.

Atlas de Exploradores españoles tíficos derivados de la coe-

de Geo Planeta y Sociedad
Geográfica de España
Víctor Claudín.- Ha sido obra de un equipo
de la Sociedad Geográfica Española bajo la di-
rección de Pedro Páramo y el archivo personal
de Javier Gómez Navarro. Pero un trabajo in-
gente que ya era hora que se hiciera. Y esa ne-
cesidad nace del hecho de que, como se dice en
el prólogo, “hay pocos países en el mundo que
hayan aportado a la exploración del planeta
tanto como España”. Y que esa afirmación es
rotundamente verdad tiene como prueba, pre-
cisamente, este libro.
Que es un magnífico fichero de explorado-
res, pero en varios sentidos, no sólo en el es-
trictamente geográfico, y desde luego con
todos los objetivos, científico, militar, aventu-
rero, etc. Por ejemplo tiene su lugar la primera
corresponsal de guerra de la prensa española:
Carmen de Burgos Seguí (Colombine). En este
volumen profusamente ilustrado con una do-
cumentación muy valiosa, se ha mantenido la
voluntad de recoger hechos y no opiniones,
centrándose en los protagonistas y en sus ac-
ciones triunfales.
Se divide el libro en ocho partes, que refle-
jan los períodos históricos como movimientos
de exploración y hallazgos viajeros. Y aquí dejo
la palabra a Manuel Lucena Giraldo, el editor
científico: “La primera, “Finis terrae. Viajes
desde el fin del mundo”, constata la formación
histórica y geográfica española en la frontera
del Mediterráneo, mientras que la segunda,
“Viajeros de las tres culturas”, muestra la exis-
tencia de movimientos de conocimientos cien-
xistencia y la competencia
de cristianos, musulmanes
y judíos en la España me-
dieval. Era inevitable que la
tercer aparte, “La Edad de
Oro de los descubrimientos
españoles”, constituyera un
capítulo fundamental, en la
medida en que la geografía planetaria se fun-
damentó en los hallazgos que fueron de los via-
jes de Colón de Fernández de Quirós, pero
contra lo que señala la narrativa dominante, en
la cuarta parte, “Un tiempo de transición”, mos-
tramos que aquel impulso no desapareció, sino
que se especializó y concretó en el siglo XVII
para resurgir de manera espléndida en el XVIII.
Este se aborda en la quinta parte, Los curiosos
pertinentes. Viajeros y expedicionarios ilustra-
dos”. Sin duda es una de las más novedosas
gracias a la calidad de las últimas investigacio-
nes, que también han ofrecido buenos resulta-
dos para el siglo XIX, la seta parte, que hemos
titulado “Un esfuerzo continuado” porque
apreciamos signos fundamentales de continui-
dad y una reducción del impulso anterior a
1.800 menos intenso de lo que se ha supuesto.
Finalmente, en “Viajeros de las Españas”
hemos incluido una nómina de personajes de
extraordinaria y relevante creatividad a la hora
de imaginar empresas de exploración geográ-
fica, reflejo entre otras cosas de la “Edad de
Plata” de la cultura española, mientras que en
“Los penúltimos” no sólo ponemos en duda el
corte que podría haber supuesto la guerra civil
para la tradición de los viajeros, sino que pro-
longamos su impulso hasta nuestros días”.

Ávalon 67
 La cosmogonía en la antigüedad
Por Nuria Álvarez Ortega
ufologa@hotmail.com
Hace unos quince mil millones de años se pro-
dujo una explosión que se dio de forma simultá-
nea por todas las partes del espacio. Al cabo de
una centésima de segundo, la temperatura del
Universo fue de unos mil millones de grados cen-
tígrados y los electrones, positrones, neutrinos y
fotones lo llenaron todo. Al final de los tres prime-
ros minutos de aquel “Big Bang” la temperatura
bajó y el hidrógeno y el helio formado darían paso
a las galaxias y estrellas del Universo actual, a
nuestro sistema solar y a la Tierra con él, hace ya
cinco millones de años.
Éste es el modelo en el que actualmente nos ba-
samos para explicar el origen del Universo, si bien
es posible que haya que cambiarlo dentro de
algún tiempo y de otros descubrimientos.
El hombre, desde que tiene conciencia, ha que-
rido responder a las grandes preguntas universa-
les: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y éstas
son cuestiones que nos hacemos en todos los con-
tinentes, en todas las culturas y desde épocas muy
remotas.
68 Ávalon
En algún momento de la Historia un egipcio, un
vikingo, un sumerio, un dogón, un balinés..., miró
al cielo y pensó: ¿Quién colocó esa estrella ahí?
¿Cómo apareció la tierra sobre la que estoy tum-
bado? Y por supuesto, también ellos encontraron
su respuesta. Algunos la hallaron en el azar. Para
los vikingos, del gran abismo o Vacío Absoluto que
albergaba la energía latente, surgieron capas de
hielo y chispas de fuego, y de ese encuentro entre
ambos elementos saldría el gigante primordial, el
ser del que surgiría el origen de la vida y al que re-
tomaremos más tarde.
La divinidad
Nuestra mente por lo general tiende a buscar
un origen divino y causal a la vida; no podemos
estar aquí por suerte, alguien o algo, así lo ha de-
bido querer.
Para el pueblo dogón del África Occidental, el
Universo cobra vida porque ya existía en la mente
de Amma (Dios), divinidad creadora suprema a la
que se le atribuye la aparición de todas las cosas
La cosmología en la antigüedad
por su voluntad divina. actual. Pero el éxito de Tane provocó los celos en
Algo que también ocurría en la India según el sus hermanos, y el dios de los vientos hizo que tor-
mito de Brama, quien imagina el mundo mientras mentas y huracanes derribaran los árboles del
está meditando, para posteriormente estos pen- bosque de Tane. Los peces, que no vivían en el mar
samientos tomar forma material. La idea de un sino en los bosques, huyeron hasta los océanos,
Dios como creador supremo no es monopolio de dominio de Tangaroa. Tane se enfadó por perder
la tradición cristiana y su teoría creacionista. Los de este modo a su prole y comenzó su batalla, ba-
Tiv del Norte de Nigeria por ejemplo, conocidos talla que llega hasta nuestros días: Tangaroa del
por su artesanía de la madera, conciben a Dios mar trata de inundar los bosques de la tierra,
como el Carpintero, que “talló” el mundo según su mientras que de los árboles de Tane salen las ma-
propia visión de un lugar perfecto. Coincidente o deras con las que los hombres fabrican las canoas
no, es curiosa la similitud laboral de este dios con para domar el mar y navegar sobre él.
Jesucristo, simbolizando ambos la capacidad cre- En unas islas de la Micronesia existe una ver-
adora. sión de este relato, que cuenta como la divinidad
También para la mayoría de los pueblos nati- primordial Nareu convenció a una anguila para
vos, el germen del Universo estaba en una Divini- que separase el cielo y la tierra.
dad suprema o “Gran Espíritu”, que crearía a la Otra historia que se contaba en Oceanía ha-
Madre Tierra y al Padre Cielo, al Sol y a la Luna. El blaba de la araña primordial, Aerop-enap, la cual
pueblo africano akan de Ghana cree que la Diosa pidió a un crustáceo que abriese una almeja que
Madre, Nyame, divinidad identificada con la luna, se había encontrado, pero como no pudo hacerlo
fue la creadora del mundo. En Mesoamérica se se lo pidió a una oruga. Ésta consiguió su fin, pero
tenía la creencia de que en el principio solo existía acabó tan agotada que antes de morir llenó de
Ometecuhtli, dios autocreado y Señor de la duali- sudor salado el fondo de la almeja. Así pues, la
dad pues recogía en un solo ser la esencia feme- valva superior del molusco se convirtió en el cielo,
nina y masculina. De este modo él solo se bastó la oruga muerta en el sol, su sudor en el mar y el
para tener descendencia, concretamente cuatro crustáceo que no consiguió abrir la almeja se con-
hijos Tezcatlipocas: el Rojo, asociado con el Este, virtió en la luna.
el Azul o Sur, el Blanco u Oeste y el Negro o Norte.
Los enfrentamientos entre estos dioses dieron
lugar a la creación y destrucción del mundo en
cinco eras o “soles”, pero de esto hablaremos más
adelante.
Muy interesante y romántica es la versión
maorí sobre el origen de los tiempos. Cuenta la le-
yenda que los dos dioses creadores supremos,
Rangí, que representa el cielo, de carácter mascu-
lino y Papa, la tierra, de carácter femenino, se en-
contraban fundidos en un abrazo eterno en el
vacío primordial. Pero entre ellos habían quedado
atrapados sus seis hijos, que buscando una forma
de escapar habían llegado a pensar en asesinar a
sus padres. Finalmente uno de ellos propuso se-
pararlos, Tane, dios de los bosques y los árboles.
Uno a uno sus hermanos lo fueron intentando. Pri-
mero el dios de los alimentos cultivados, seguido
de Tangaroa, el dios del mar, los peces y reptiles,
pero no lo lograron ninguno de los dos. Tampoco
lo consiguieron el dios de las plantas silvestres, ni
el de la guerra, ni tampoco el dios de los vientos y
otros elementos. Ya solo quedaba Tane para lo-
grarlo. Apoyó la cabeza en la madre tierra y los
pies en el padre cielo y empujó con todas sus fuer-
zas consiguiendo separarles y adoptar su posición

Ávalon 69

El orden que sigue al caos
En otras ocasiones, el origen del mundo se ex-
plica tras la desaparición del caos. Un erudito
taoísta chino en el siglo IV a.C. personificó en la fi-
gura de dos reyes a los dos principios de influen-
cia recíproca del universo primordial: Shu,
emperador del mar del Norte y Hu, emperador del
mar del Sur. Los dos monarcas tenían por costum-
bre reunirse en el reino del Centro, de Hun Dun,
que representaba al Caos. Un día para agradecer-
les su hospitalidad decidieron hacerle un regalo:
siete orificios de los que carecía Hun Dun y que los
otros dos reyes tenían para comer, ver, oír... Para
ello utilizaron un taladro y día a día le fueron
abriendo un agujero en su cuerpo. Como era pre-
decible el pobre Hun Dun no lo resistió y murió
desangrado. Pero la muerte del Caos es lo que
pudo dar origen al comienzo del mundo orde-
nado.
Para los griegos sin embargo, el Caos no debía
ser tan malo porque en lugar de morir lo que hizo
fue cobrar vida y a su vez, dejar descendencia. Es
así como surge Gea (la Tierra), Tártaro (el in-
fierno), Noche y Día.
Otra forma abstracta para explicar el origen del
Universo es la que idearon los bambaras, cercanos
de los dogones. Una de leyenda habla del vacío o
fu, lo único que existía en el principio, y éste parió
al conocimiento, gla gla zo, que fue la fuerza crea-
dora primaria del Universo gracias a su energía
mística.
El agua y la tortuga
Un medio originario de vida muy extendido fue
el agua. En los albores de la Historia de Egipto,
antes incluso de que Ptah formase a los dioses o
de que Amón-Ra se convirtiera en el dios nacional,
solo existía un oscuro abismo acuoso, Nun. El es-
píritu creador estaba presente en esas aguas pero
no había un lugar en el que poder cobrar vida.
Hasta que por fin emergió la primera tierra, que
pudo proporcionar un soporte a la primera dei-
dad, que surgió además en forma de garza.
En el Próximo Oriente se generalizó el mito
acuoso como origen de la divinidad. Para los su-
merios había un mar primordial, personificado en
la diosa Nammu. Ella daría a luz a los dioses del
cielo y de la Tierra, de cuya unión nacieron los
grandes dioses.
Se conserva un relato cheyene que recoge la his-
toria del buceador de la tierra. Relata como
Maheo, el “Todo Espíritu” creó la Gran Agua, los
seres acuáticos y las aves. Éstas, cansadas de volar
70 Ávalon
La cosmología en la antigüedad
bucearon en busca de tierra, aunque finalmente
fue una tortuga la que descendió hasta las profun-
didades del mar primordial y recogió un poco de
barro, una pequeña cantidad en principio pero
que al surgir a la superficie se expandió hasta for-
mar la tierra. Recae de este modo el mundo, sobre
la espalda de una tortuga.
Y no es la última vez que se habla de tortugas
en este contexto. De Norteamérica viajamos la isla
de Bali. Según su tradición, al principio no había ni
cielo ni tierra pero después, gracias a la medita-
ción, la serpiente del Mundo creó a la Tortuga del
Mundo, Bedawang, sobre la que se fundará el Uni-
verso.
Primero fue el huevo
Pero la imagen más repetida de la creación re-
presenta el origen del Universo en forma de
huevo, dentro del cual se encuentra el germen de
la vida protegido por su cáscara.
Una de las historias egipcias de la creación, re-
coge este elemento. Cuenta como Amón, en forma
de ganso, puso el huevo cósmico del que surgió la
vida. Según otro mito, Amón en forma de serpiente
fue el primer ser que surgió de las aguas primor-
diales, y fertilizó el huevo cósmico.
Pero las analogías con el embarazo, con el co-
mienzo de la existencia, continúan en más lugares.
En la India por ejemplo, aparecen alusiones al em-
brión o Germen Dorado, el huevo del mundo que
flota sobre las aguas primigenias del caos, de las
que emerge la primera deidad, la que será orde-
nadora del mundo.
La cosmología en la antigüedad
Y de la India nos marchamos hasta Mongolia.
Allí existía la creencia de un caos primitivo for-
mado por dos luces: una era negra y se llamaba
Negra Aflicción (myal banag po) y la otra era
blanca, cuyo nombre era Radiante (´od zer ldan).
De este caos florecieron cinco luces a modo de
arco iris, cada una de las cuales representaba a la
dureza, la fluidez, el calor, el movimiento y el espa-
cio. Estos elementos se fusionaron y formaron un
inmenso huevo. A partir de ese huevo, la Negra
Aflicción aportó la enfermedad, el dolor y todo lo
negativo del mundo, mientras que la luz aportó las
bondades, la alegría y los dioses creadores de la
Humanidad.
La metáfora del huevo estaba también muy ex-
tendida en África. El pueblo dogón de Mali le llegó
a poner nombre, Amma, la semilla del mundo.
Éste, tras vibrar siete veces se abrió y dejó al des-
cubierto a Nommo, el espíritu creador del mundo.
Más sorprendente nos puede resultar la tradi-
ción balinesa. En los principio de los tiempos, Dios
tenía como esposa a Manuk Manuk, que era ni más
ni menos que una gallina, azul más concreta-
mente. El ave puso tres huevos, de cada uno de los con él, Ara formó el Cielo e Iruk la Tierra. Pero la
cuales salió un dios que creó cada parte del Uni- Tierra era demasiado grande para encajar con el
verso: el mundo superior o los Cielos, el interme- cielo, así que estos espíritus la comprimieron pro-
dio o Tierra, y el inframundo. Antes de dejar el duciéndose en ella como consecuencia grietas y
Sureste Asiático, vamos a detenernos en el pueblo terremotos. Por causa de estos movimientos se
de los iban de Borneo. Sobre un mar ilimitado flo- formaron los ríos y los arroyos.
taban dos espíritus con forma de aves, Ara e Irik. Continuando nuestro recorrido por el mapa de
Cada ser encontró un enorme huevo, lo recogió y la Antigüedad, llegamos hasta China. Allí aún hoy

Ávalon 71

en día se sigue manteniendo un culto ancestral
entre los miao, los yao o los li. Son conocidos por
todos las dos fuerzas vitales del universo: el Yin y
el Yang. Este último, que representa lo masculino,
la actividad, el calor, la sequedad o dureza, en un
principio significaba sol o luz, mientras que el
Ying, que era la sombra u oscuridad, representa lo
femenino, la pasividad, el frío, la humedad o la
blandura.
Estos dos principios opuestos se complemen-
tan y son dependientes el uno del otro. Según se
cree, de esta perfecta unión nació Pangu, el cual
se engendró en un enorme huevo primordial en el
que creció durante dieciocho mil años, hasta que
por fin el huevo se rompió. Las partes más ligeras
de la cáscara ascendieron y formaron el Cielo,
mientras que las pesadas bajaron hasta formar la
Tierra. Pero aún existía el riesgo de que ambas
partes se volvieran a juntar hasta fundirse. A
nuestro héroe no le quedó otra que ponerse en pie
para evitar que esto sucediera. De esta forma
Pangu estuvo separando ambas partes 3 metros
al día durante nada más y nada menos que otras
vez la friolera cifra de dieciocho mil años. Consi-
guió así que el cielo y la tierra se solidificaran y
pudo por fin descansar. Pangu se tendió rendido y
murió; su aliento se transformó en viento y nubes,
su voz en trueno, su ojo izquierdo en el sol, el de-
recho en la luna, el pelo y los bigotes en las estre-
llas, y su sudor en lluvia y rocío. Las demás partes
de su cuerpo dieron lugar a los demás elementos
que componen la Tierra, como montañas, ríos,
plantas y árboles.
La muerte como vida
En muchas tradiciones, la existencia y origen
de la vida, surgen tras el sacrificio de un dios que
da su vida por el mundo. Recordemos que la tradi-
ción judeo-cristiana también tiene como punto de
partida el sacrificio de Jesús para liberar al hom-
bre de sus pecados. No nos ha de extrañar por
tanto que culturas anteriores también incluyesen
este aspecto en sus cosmogonías.
En la India por ejemplo, el ser primigenio Pu-
rusha se ofrece como sacrificio, y de su cuerpo
desmembrado surgen todos los elementos del
Universo, desde los Dioses a los Cielos y la Tierra.
En el Sahara, aún hoy en día se rememora su
creencia ancestral. Ésta recoge la inmolación de la
gran serpiente cósmica llamada Minia, de cuyos
anillos surgió el mundo.
Pero no solo del abnegado sacrificio vive el
hombre. A veces, era mejor matar. En Babilonia el
72 Ávalon
La cosmología en la antigüedad
dios Marduk asesinó a Tiamat, que en origen era el
océano de agua salada y que representa el Caos.
Para ello utilizó una red para capturarlo, un rayo
para atacarle y una maza con la que finalmente le
aplasta la cabeza. Después Marduk, dividió el
cuerpo sin vida de Tiamat en dos, formando con
una mitad el Cielo y con la otra la Tierra.
En Islandia, de la unión del hielo y el fuego sur-
gió el gigante primordial, Ymir, ser andrógeno que
engendró a gigantes y humanos. Pero otros tres
dioses creadores lo mataron. Con su cuerpo for-
maron la Tierra, con su sangre el mar y con su crá-
neo el cielo. Cielo por cierto, que necesitaba ser
mantenido en alto por cuatro enanos.
Fin del mundo y vuelta a empezar
En muchas culturas la victoria del orden sobre
el caos del que venimos hablando, adopta la forma
de ciclo perpetuo entre creación y destrucción.
Para los hopis de Norteamérica, vivimos en la
actualidad en el final del cuarto mundo, ya que
dentro de poco tocará a su fin y será sustituido por
el quinto. El primero fue destruido por el fuego, el
segundo por el hielo y el tercero por el agua.
Habrá que esperar al elemento que parece termi-
nará próximamente con nuestra existencia.
Más compleja es la tradición hindú. Según ésta,
el gran Visnú, al descansar entre los anillos de la
serpiente cósmica Ananta que reposaba en las
aguas del Caos, hace surgir una flor de loto de su
ombligo de la que sale el dios creador Brahma. De
la meditación de Brahma nace el mundo, cuya vida
permanece durante larguísimo tiempo hasta que
vuelve el caos y así se destruya, para de nuevo vol-
ver a nacer desde ese Caos. Parece que son cuatro
eras en total, cada una de ellas inferior espiritual-
La cosmología en la antigüedad
mente hablando a la anterior, hasta volver de
nuevo a la más ideal.
También en la mitología egipcia se habla de la
vuelta al caos, tras la cual comenzará un nuevo
ciclo y la creación comenzará de nuevo.
Posteriormente la tradición greco-latina des-
cribe cinco etapas sucesivas relacionadas cada
una con una raza de hombres diferentes. En el
principio los hombres eran inmortales en la Edad
de Oro, e involucionaron hasta llegar a la humani-
dad actual, la Edad de Hierro, que finalizará con
su destrucción.
La tradición celta recoge también el mito de las
cinco edades, pero el que mas se ha puesto de
moda en los últimos años es el mito cíclico maya y
azteca. El primer ciclo se conocía como “Cuatro-
Jaguar” cuya destrucción se produjo por dos ja-
guares. El segundo sol, “Cuatro-Viento”fue
exterminado por un gran huracán. El siguiente fue
el “Cuatro-Lluvia” que fue eliminado por ese ele-
mento. El “Cuatro-Agua” tocó a su fin tras ser su-
mergido por un diluvio universal. Actualmente
nos hallamos en el quinto sol o “Cuatro-Movi-
miento” que predeciblemente terminará por la ac-
ción de los terremotos. Pero no debemos preocu-
parnos, ya que según las creencias ancestrales
después del caos regresa el orden.
Después de este periplo por el mundo antiguo
para conocer nuestro origen y el de todo el Uni-
verso, debemos volver a remitirnos a la versión
actual; entre Francia y Ginebra se está llevando a
cabo uno de los descubrimientos más impresio-
nantes de la Humanidad. Y es que allí, el acelera-
dor de partículas más potente del mundo LHC o
Gran Colisionador de Hadrones, oculto a unos 100
metros de profundidad, recoge las colisiones de
partículas que servirán para investigar los fenó-
menos que aún hoy día se nos escapan y que como
hemos visto desde siempre, y en todo el mundo,
se ha querido explicar: cómo se crea la materia,
cómo funciona la energía, qué más podemos
aprender del tiempo y del espacio. Y es que si al
final nuestro mundo llega a su fin, quizás la “má-
quina del Big Bang” creada por el hombre pueda
salvarnos.
Ávalon 73
 La simbología de la
Inmaculada Concepción
Por Ángeles González Rodríguez
marian@use.es

Estamos acostumbrados, por nuestra tradición
católica, a escuchar el término de Inmaculada
Concepción referido a la Virgen María y a aso-
ciarlo, iconográficamente, a cuadros de famosos
pintores como Bartolomé Esteban Murillo, sobre
todo por la difusión que en libros, estampas..., han
tenido sus Inmaculadas. Una y otra vez las hemos
contemplado, pero.... ¿hemos entendido bien el
mensaje que esas imágenes nos quieren transmi-
tir? En este sentido, podríamos hacernos algunas
preguntas relativas al significado de este dogma
de la Iglesia Católica y a la iconografía, que es tan
conocida por nosotros (los símbolos que acompa-
ñan a María, el origen y sentido de la forma en que
se representan,...). Quiero desarrollar todas estas
ideas para que al contemplar, la próxima vez, estas
imágenes sepamos captar los “misterios” que en-
trañan y que no son más que fruto del “lenguaje
artístico” de una época que sigue “hablándonos”
a través de los siglos.

74 Ávalon
La simbología de la Inmaculada Concepción
El dogma según el cual la Virgen María fue pre-
servada por Dios del pecado original desde cu
concepción se proclamó el 8 de diciembre de
1854, siendo Papa Pío IX, mediante la bula “Inef-
fabilis Deus”, poniendo fin a una larga controver-
sia que había comenzado en el siglo XII y tuvo su
punto culminante en siglo XVII, con la defensa de
esta creencia que estaba siendo cuestionada por
los protestantes. Desde entonces, el 8 de diciem-
bre ha quedado como fecha de la celebración de
la Inmaculada Concepción en toda la Iglesia Cató-
lica.
Como he dicho al principio, cuando hablamos
de la Inmaculada Concepción recordamos las re-
presentaciones de Murillo u otros artistas famo-
sos, que estamos acostumbrados a ver; pero esta
iconografía sólo es el punto final de una larga his-
toria iconográfica donde podemos señalar varios
momentos importantes, en los que con otro tipo
de imágenes, muy diferentes a la conocida y que
es habitual para nosotros, se ha querido transmi-
tir esta misma creencia.
Abrazo de Santa Ana y San Joaquín
ante la Puerta Dorada
Así podemos señalar como uno de estos mo-
mentos, la representación simbólica de esta doc-
trina mediante el Abrazo de Santa Ana y San
Joaquín ante la Puerta Dorada, pasaje tomado de
la recopilaciones que hace el fraile dominico Ja-
cobo de la Vorágine en su obra La Leyenda Dorada
(s. XIII) o directamente de evangelios apócrifos (es
decir los que no son oficiales o canónicos), como
el llamado Protoevangelio de Santiago (4, 1-4):
“He aquí que un ángel del Señor se le presentó y le
dijo: Ana, Ana, el Señor ha escuchado tu plegaria.
Concebirás y darás a luz, y se hablará de tu descen-
dencia en toda la tierra. (...) Llegaron dos mensaje-
ros diciéndole: Joaquín, tu marido, viene con sus
rebaños. Pues un ángel del Señor bajó hasta él y le
dijo: Joaquín, Joaquín, el Señor Dios ha escuchado
tu plegaria (...), pues he aquí que Ana, tu mujer, va
a concebir en su vientre (...) Cuando Joaquín llegó
con sus rebaños, estaba Ana a la puerta. Vio a Joa-
quín que llegaba, echó a correr y se colgó de su cue-
llo diciendo: ahora sé que el Señor Dios me ha
bendecido en gran manera (...) pues siendo estéril
voy a concebir en mi vientre”. Se nos muestra, así, el
encuentro de Joaquín y Ana, padres de María,
frente a la Puerta Dorada de Jerusalén, tras haber-
les sido anunciado por un ángel el nacimiento de
una hija (evangelio apócrifo llamado Pseudo
Mateo, cap. 4, 5: “Se apareció un ángel del Señor a
Ana, que estaba en oración y le dijo: vete a la puerta
Dorada y sal al encuentro de tu marido”). Siendo
ancianos y estériles, la concepción de María que-
daría plasmada simbólicamente a través de este
encuentro. Un magnífico ejemplo lo tenemos en
los frescos del pintor Giotto en la Capilla Scrovegni
de Padua (s. XIV); y otro, en uno de los relieves del
Altar Mayor de la Catedral de Sevilla.
Otra representación que aludirá a la Inmacu-
lada Concepción la encontraremos en El árbol de
Jesé, padre del rey David. El origen de este tema
es un fragmento del libro de Isaías (11, 1-2): “Sal-
drá un brote del tronco de Isaí y una flor nacerá de
sus raíces. Y reposará sobre él el espíritu del Señor”
(Isaí es la forma hebrea de Jesé; se usa la forma
Jesé para evitar la confusión con el nombre del
profeta Isaías). Este tema se dará mucho en las
miniaturas de los manuscritos litúrgicos de donde
pasará a la escultura, vidrieras y a la pintura.
Jesé será representado con los rasgos de un an-
ciano; casi siempre acostado, en actitud de medi-
tación o durmiendo (aunque también puede
aparecer de pie o sentado). El árbol puede salir de
su corazón, de su costado, cabeza o boca. Éste, ten-
drá la forma de rosal, vid, lirio, aunque lo más fre-
cuente es que se trate de un árbol frutal. El
número de antepasados de Cristo es variable y
aparecen escalonados por las ramas del árbol, ter-
minando en la cima con la figura de Jesús en Ma-
jestad. Más tarde, con el auge del culto a la Virgen,
la imagen de María sustituye a la de su Hijo, que se
convierte en un niño en sus brazos. Esta exalta-
ción mariana aparece relacionada con la doctrina
de la Inmaculada Concepción, convirtiéndose esta
representación en unos de los símbolos predilec-
tos de la manifestación de esa creencia. Un bello
ejemplo lo tenemos en El árbol de Jesé del brevia-
rio de Isabel la Católica.
Hacia fines de la Edad Media comienza a apare-
Ávalon 75

El árbol de Jesé del breviario
de Isabel la Católica
cer una representación novedosa del tema. María
en el momento de descender de los Cielos a la tie-
rra, como una criatura pura creada por Dios desde
la eternidad para colaborar en la obra de la Reden-
ción. De pie, sobre la luna, coronada de estrellas,
con las manos juntas en oración y con el cabello
suelto. Las fuentes de esta representación hay que
buscarlas en libros de la Biblia como el Cantar de
los Cantares. Se trataría de la iconografía de la
Tota Pulcra (Toda Limpia) que nos remite direc-
tamente a los versos del Cantar de los Cantares (4,
7): “Toda eres hermosa, amiga mía; no hay tacha
en ti”; se interpreta como la firma de Dios en la
creación de María. Partiendo de esta idea, a la Vir-
gen se dedicarán atributos bíblicos que aparecen
en el Cantar de los Cantares; y así, será comparada
con el sol y luna (Cant. 6, 9), fuente sellada y
huerto cerrado (Cant. 4, 12), un pozo de aguas
vivas (Cant. 4, 15), comparada con la torre de
David (Cant. 4,4), lirio de los valles (Cant. 2, 1),
torre de marfil (Cant. 7,4)... También se tomarán
citas bíblicas del Libro de la Sabiduría, al compa-
rarla con un espejo sin mancha (Sb. 7, 26), o del
Eclesiástico, cuando se habla de la palmera, el ci-
prés o el rosal de Jericó; María será la rosa mística
76 Ávalon
La simbología de la Inmaculada Concepción
Inmaculada Concepción de Francisco Pacheco
sin espinas (Ecl. 24), del Génesis al compararla
con la ciudad de Dios y puerta del cielo (Gn. 28,
17) y del Apocalipsis cuando se habla del lucero
de la mañana (Ap. 2, 28). Estas metáforas bíblicas
serán popularizadas por las Letanías Lauretanas
que se recitarán tras el rezo del rosario.
Por este motivo, en la representaciones de la
Inmaculada aparece María con los símbolos de pu-
reza; rodeándola, o presentes en un paisaje, en la
parte inferior del cuadro, lejano y difuso, donde
podemos observar, una rosa, una torre, una
fuente, un jardín...., (e incluso monumentos carac-
terísticos de ciudades como en la Inmaculada Con-
cepción de Francisco Pacheco de la Catedral de
Sevilla, donde observamos en el ángulo inferior iz-
quierdo del cuadro la Torre del Oro y detrás la Gi-
ralda. Homenaje del pintor a una de las ciudades
que defendió está creencia y al poeta que lo
plasmó en sus versos y que aparece también en la
obra, Miguel del Cid).
Éste será el tipo predominante de Inmaculada
a lo largo del siglo XVI, no olvidándose en el XVII.
Así, podremos observar estas metáforas marianas
en cuadros como la Inmaculada Concepción de
Francisco de Zurbarán (museo diocesano de Si-
güenza), o la Inmaculada Concepción de Diego de
Silva y Velázquez (Nacional Gallery de Londres).
Esta forma de representación se une también a
la idea de la mujer Apocalíptica, confirmándose el
tipo iconográfico definitivo, reconocido por el
Concilio de Trento. Así, la Inmaculada, que va a do-
minar a lo largo del siglo XVII, será la resultante
de la conjunción del motivo Tota Pulcra con el de
la mujer vestida de sol del Apocalipsis (12, 1-4):
“Apareció en el cielo una gran señal: una mujer ves-
tida de sol, y la luna debajo de sus pies, y en su ca-
beza una corona de doce estrellas (...) Al mismo
tiempo se vio en el cielo otro portento: y era un dra-
La simbología de la Inmaculada Concepción
gón descomunal (...) este dragón se puso delante de
la mujer”.
Esta representación quedará fijada en un tipo
de iconografía que describió Francisco Pacheco en
su libro El arte de la pintura: “....en la flor de su
edad, de doce o trece años, hermosísima niña, lindos
y grandes ojos, nariz y boca perfectísima y rosadas
mexillas, los bellísimos cabellos tendidos, de color
de oro (...) Hace de pintar con túnica blanca y
manto azul, que así apareció esta señora a Doña
Beatriz de Silva (...); vestida de sol, un sol ovado de
ocre y blanco, que cerque toda la imagen (...); de-
baxo de los pies (...) la media luna con las puntas
abaxo (...), lo cual era forzoso para alumbrar a la
mujer que está sobre ella”.
Este tipo iconográfico llegará a su máxima ex-
presión en el pleno barroco y así, lo podremos ob-
servar en obras tan conocidas como las
Inmaculadas del pintor Murillo, donde aparece
María con la luna a lo pies y algunos símbolos de
las Letanías como la palma (símbolo de la victo-
ria), o las azucenas (pureza), la rosa mística; que,
no se muestran ya en un paisaje de fondo, sino que
son portados ahora por lo ángeles que le sirven de
pedestal (Inmaculada de El Escorial, Museo de El
Prado).
La Virgen puede aparecer pisando la serpiente
que lleva la manzana en la boca. Con este símbolo
se completa la iconografía ya que el dragón apoca-
líptico de siete cabezas, se convierte en la ser-
piente del Génesis (3, 14-15): “Dijo entonces el
Señor Dios a la serpiente (...) Yo pondré enemistades
entre ti y la mujer, y entre tu raza y la descendencia
suya: ella quebrantará tu cabeza”. De esta forma,
María pasaría a ser la Nueva Eva, la mujer obe-
diente al designio divino que, victoriosa sobre el
pecado (al que pisa, simbolizado por la serpiente),
traerá la salvación al género humano. Así la vemos
en uno de los cuadros de Zurbarán (Museo Ce-
rralbo de Madrid).
También podemos observar cómo en las obras
del pleno barroco los colores de pureza de la Vir-
gen han cambiado (aunque algunos pintores en
determinadas obras sigan manteniendo los anti-
guos). La imagen de la Inmaculada aparece ahora
con los “nuevos colores de pureza”, a los que alu-
día Pacheco: la túnica blanca y el manto azul (en
lugar de los tradicionales que había sido la túnica
color jacinto y el manto azul oscuro). Ello es de-
bido a la visión que describe la monja portuguesa
Beatriz de Silva y Meneses, fundadora de la orden
Concepcionista en el siglo XV.
Como habremos podido apreciar a lo largo de
esta breve reflexión, los artistas, a través de gene-
raciones, lograron crear todo un “lenguaje artís-
tico”, basado en citas bíblicas, para transmitirnos
por medio de sus obras una creencia que con el
tiempo se convirtió en dogma de fe, y donde el
arte barroco del siglo XVII tiene el mérito de haber
creado el tipo definitivo que conocemos como:
“Inmaculada Concepción”.
 Sierra Norte de
Sevilla
La Sierra Norte de Sevilla está situada en la
zona central de Sierra Morena, ocupando casi el
25% del territorio de la provincia. Desde 1989
está catalogada como PARQUE NATURAL casi en
su totalidad.
Si seguimos el curso de la historia podremos
ver como desde la prehistoria contamos con asen-
tamientos humanos en la zona. Pueblos Iberos, Vi-
sigodos, Romanos y Musulmanes han recorrido
los parajes de la Sierra Norte. La huella que deja-
ron los musulmanes, con impresionantes castillos
y un urbanismo típico, es todavía apreciable en el
barrio de la Morería de Constantina o el de la
Meina de La Puebla de los Infantes. Tras la con-
quista de la comarca por las tropas de Fernando
III “el santo” en el siglo XIII, la Sierra Norte se con-
virtió en zona fronteriza. La conquista de Sevilla
en 1248 acabó con esa condición y muchos de sus
pueblos formaron parte de Reino de Sevilla.
En el siglo XVI con la conquista del Nuevo
Mundo la corona española se convirtió en un im-
perio. Fue el Reino de Castilla el más beneficiado
y el que sufrió el desgaste de tal empresa. América
era la mayor fuente de beneficios para Castilla y
un mercado sin competencia alguna. La creación
de la Casa de Contratación en Sevilla en 1503 con-
virtió a la ciudad en la dueña del Atlántico hasta su
traslado a Cádiz en 1680. Todo lo que salía o lle-
gaba de las Indias pasaba por la capital Hispa-
lense, y quedaba reflejado en la Casa de
Contratación con sede en el actual Archivo de In-
dias. La región andaluza fue la más beneficiada. En
este contexto la Sierra Norte comenzó a surtir de
personas y víveres a tal empresa.
La crisis del siglo XVII, la Guerra de indepen-
dencia y la pérdida de las colonias americanas,
dejó a España en una grave crisis. En esta situa-
ción y en siglo XIX, se produjo un despegue eco-
nómico en algunas zonas andaluzas. Esta comarca
tuvo un significado especial, ya que afloraron in-
dustrias que la convirtieron en un centro pionero
en el impulso de la revolución industrial de nues-
78 Ávalon
PorJorge Medina Bernabé
jormedi30@hotmail.com
tra región. Se creó la primera industria siderúrgica
de la región por parte de la Compañía de Minas
del El Pedroso en el primer tercio del siglo XIX. Su
objetivo era explotar las minas de hierro que exis-
tían en la zona. Sin embargo, la falta de buenas co-
municaciones que impedía la salida rápida del
producto final y la llegada del carbón para alimen-
tar a los hornos, y la dificultad en la extracción, im-
pidieron su éxito. La industria minera siguió en la
comarca hasta la segunda mitad del siglo XX.
Este glorioso pasado reflejado en la riqueza
monumental de castillos, iglesias, ermitas, con-
ventos o casas palaciegas, ha sido incapaz de fre-
nar la pérdida de población que apenas alcanza
los 30.000 habitantes, sin embargo sesenta años
antes doblaba esta cifra. La emigración hacía Sevi-
lla y otras regiones en busca de un futuro mejor,
ha dado lugar a una población muy envejecida.
Esta dinámica parece cambiar en los últimos años.
El aumento de la natalidad y la llegada de inmi-
grantes están favoreciendo el lento aumento de la
población.
La actividad económica principal tras el declive
de la minería es la agraria. La falta de suelos férti-
les y lo escarpado de la orografía hace que haya
poca tierra cultivable, por el contrario posee la
masa forestal y más importante de la provincia.
Los abundantes pastos de la zona han posibili-
tado el desarrollo de la ganadería extensiva. El
cerdo ibérico, las ovejas, cabras, vacas retintas, ca-
ballos o toros de lidia son animales que podemos
ver en las dehesas serranas. Junto a la riqueza ga-
nadera existe una gran variedad de fauna salvaje
que ha dado lugar a una importante actividad ci-
negética. El ciervo, el jabalí, el zorro, y aves como
el zorzal, la paloma, buitre leonado o cigüeña
negra son algunas de las especies que pueblan la
Sierra Norte.
La reserva acuífera de la zona es primordial
para la provincia. Esos recursos hídricos se utili-
zan para el abastecimiento de núcleos urbanos y
para regar amplias zonas del Valle del Guadalqui-
vir. Los embalses de El Pintado, Melonares, José Torán, Huéznar o El Retortillo
son importantes reservas hídricas. El río Viar, la rivera del Huéznar y la rivera
de Ciudadeja son algunos de los cauces más importantes que aportan agua a
los pantanos.
En los últimos años y con el apoyo de los fondos europeos se han desarro-
llado nuevas industrias y se han potenciado algunas que estaban en claro de-
clive. Los anisados que han tenido fama mundial han sabido adaptarse a los
tiempos y cuentan con una enorme proyección de futuro. Las nuevas indus-
trias cárnicas vinculadas al cerdo ibérico estén en pleno desarrollo como lo
demuestra el Matadero Sierra de Sevilla situado en El Pedroso. Todo este des-
arrollo debe ir acompañado de importantes inversiones en infraestructuras,
mejora de las vías de comunicación entre los pueblos de la zona y con la capi-
tal, e impulsar el ferrocarril que atraviesa la Sierra y que une Sevilla y Mérida.
En los últimos años se está desarrollando una incipiente industria turística
que pretende explotar las inmejorables condiciones de la comarca de la Sierra
Norte. Si tenemos en cuenta que a menos de una hora por carretera existe un
área urbana con más de un millón de posibles visitantes, las posibilidades de
este sector son incalculables. Se debe dar a conocer no sólo en el ámbito pro-
vincial o regional, sino también el ámbito nacional e internacional. El objetivo
en traer un turismo de calidad y para ello deben crear las infraestructuras ade-
cuadas.
Los pueblos que componen la comarca de la Sierra Norte de Sevilla son diez:
Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las
Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la
Jara y San Nicolás del Puerto. Todos ellos forman parte de una de las comarcas
más desconocidas de Andalucía que poco a poco se está dando a conocer.

Nacimiento del Huéznar, San Nicolás del Puerto, Sevilla

Ávalon 79
 Una sección de
El saber... Alberto Luis Fernández
correro@alberto-fernandez.net

http://www.muyinteresante.es/index.php/preguntas-y-respuestas

¿Cómo sabe la manguera

que el depósito está lleno?
Las mangueras de las gasoli-
neras cuentan con un sistema
mecánico para cortar el
lujo de
combustible justo cuando el de-
pósito se ha llenado. La boquilla
tiene en su extremo una pe-
queña toma de aire que se co-
munica a través de un conducto
¿Cuál es el origen del dicho
con una válvula interior por la que circula el carburante. Su
“morder el polvo”?

lujo crea una zona de depresión en la válvula que hace que el
Esta expresión viene de la costum-
aire del interior del depósito se aspire hacia esta pieza.
bre existente entre los caballeros de la
Cuando el depósito está a punto de rebosar, el mismo carbu-
Edad Media de besar un puñado de
rante tapona la toma de aire de la boquilla y corta la circula-
tierra como señal de despedida
ción del aire proveniente del depósito que atraviesa la válvula.
cuando en la batalla caían heridos y
Esta interrupción hace disparar un mecanismo de muelle-dia-
creían morir. Así, hacer morder el
fragma que cierra la válvula principal de la boquilla.
polvo a alguien pasó a signi
icar ven-
cerle o humillarle en una pelea, lucha
o discusión.

¿Puede quedarse pe-

¿Por qué las jirafas tienen
el cuello largo?
Según la clásica teoría darwiniana, las
jirafas han desarrollado un cuello con
una longitud desmesurada para alcanzar
las hojas más altas de los árboles. Sin
embargo, para el zoólogo Rob Simmons,
del Ministerio para la Fauna de Namibia,
el cuello de las jirafas es sólo un arma. En
los enfrentamientos que mantienen por
hacerse con las hembras, los machos ba-
lancean el cuello para hacer chocar con
violencia la cabeza contra su rival. Así,
los ejemplares con el pescuezo más largo
son capaces de propinar golpes más
fuertes.
gada una pareja du-
rante el coito?
Según nos han infor-
mado los expertos en se-
xualidad humana a los
que hemos consultado, en
las consultas es relativa-
mente frecuente que acu-
dan parejas que han
sufrido esta desagradable experiencia.
Ahora bien, el mecanismo por el que se quedan unidas
durante el acto sexual nada tiene que ver con el compor-
tamiento reproductor de algunos animales, como los pe-
rros, que disponen en sus penes de mecanismos para
engancharse en la vagina durante la cópula.
En el caso de los humanos, un problema
ísico o psí-
quico en la mujer puede ocasionar que durante el coito
ocurra una contracción involuntaria de ciertos músculos
vaginales, como el constrictor y los perineales. Éstos apri-
sionan con tal fuerza al pene que algunas mujeres en esta
situación han tenido que tomar un relajante muscular
para poder liberar al compañero.

80 Ávalon
El saber...

¿Se puede reimplantar

¿Para qué servían las es
inges?
Estos monstruos fabulosos eran con-
siderados por los antiguos egipcios como
los protectores místicos de templos y
moradas de los difuntos. Las creencias
populares les atribuían también un gran
poder contra las enfermedades y los ma-
le
icios. De ahí que se recurriera a ellas
en la decoración de las tumbas, para ahu-
yentar a los espíritus que vagaban por los
cementerios. Asimismo, se empleaban
como ornamentos en vestidos, alhajas y
sellos, con el
in de dar a estos objetos el
valor de amuletos o
ilacterias.
Las es
inges se representaban como
una criatura con el cuerpo de un león
echado sobre el vientre, con las patas de-
lanteras extendidas y paralelas, o sen-
tado sobre sus cuartos traseros. Su
cabeza adoptaba los rasgos de un faraón,
aunque a veces podía tener también la
cabeza de un halcón, un carnero –como
las es
inges de Karnak– o de otro animal.
Esculpidas básicamente en granito,
pór
ido y alabastro, algunas de ellas al-
canzaban enormes dimensiones. Éste es
el caso de la monumental es
inge de
Gizeh, que está emplazada a la derecha
de la pirámide de Kefrén, de la IV dinas-
tía.
un diente?
En ocasiones, después de
un golpe, una o varias piezas
dentales enteras pueden salir
despedidas y caer al suelo. Si
se actúa de la forma ade-
cuada, es posible reimplantar
el diente arrancado. Según la
Asociación Española de En-
dodoncia, éstos son los pasos que hay que seguir para no
perder la pieza dental:
1. Busque el diente y cójalo sujetándolo siempre por la
corona, sin tocar la raíz.
2. Lávelo con suero
isiológico o agua. No use jabón ni
raspe la raíz, pues es la parte vital del diente.
3. Acuda al dentista urgentemente con la pieza dental su-
mergida en agua, suero o leche. También puede llevar el
diente dentro de la boca, junto a la mejilla.
¿A qué se debe el parpa-
deo de los
luorescentes?
El parpadeo de los tubos

luorescentes se hace más
patente cuando se mira a
algo en movimiento, de
modo que ocasiona una es-
pecie de efecto estroboscó-
pico o de destellos continuos
que parecen congelar el mo-
vimiento. Por esta razón, las fábricas y talleres con maqui-
naria peligrosa deben evitar este tipo de iluminación.
Las lámparas de
luorescencia contienen una mezcla de
vapor de mercurio y gases nobles que se hacen luminosos
al ser bombardeados por una corriente eléctrica. Ahora
bien, si el tubo falla, la intensidad de la descarga de mercu-
rio
luctúa con la del voltaje de la red, lo que provoca el par-
padeo.

¿Por qué las personas de color negro son malas nadadoras?

El único deportista de color que ha ganado una medalla de oro en na-
tación fue el surinamés Anthony Nesty, en la Olimpiada de Seúl, hace ocho
años.
Imbatibles en otros deportes, los negros no destacan por ser buenos
nadadores, debido a su constitución
ísica, ya que poseen una mayor pro-
porción de
ibra muscular de tipo veloz, más adaptada para una reacción
explosiva que para el esfuerzo continuado que requiere la natación. Ade-
más, los negros tienen un esqueleto más denso, lo que les hace algo más
pesados en el agua.

Ávalon 81