El hijo que nació siendo padre ipuc

Para que se llevara a cabo lo expresado, “El hijo que nació siendo padre” tiene que suceder
algo fuera del contexto natural del mundo físico en que vivimos.

Eso lo vemos en el nacimiento del Señor Jesucristo, porque en él hubo un fusionamiento entre lo
divino y lo humano.

Es decir, todo lo referente a Dios como tal descansaría en un cuerpo humano llamado Jesucristo,
tal como lo describe el profeta Isaías.

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“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre
sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre
Eterno, Príncipe de Paz”. Isaías 9:6.

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Este niño que nacería sería llamado Emmanuel, que su significado sería “Dios entre los
hombres”.

Este bebé tendría los titulares que solo le pertenecen a Dios como tal: admirable consejero, Dios
poderoso, padre eterno, príncipe de paz.

Todas estas facultades fueron conocidas en el maestro de Galilea llamado Jesús de Nazaret, quien
a su vez escogió a doce hombres para que fuesen sus testigos y en los cuales nos declaran
muchas cosas que son de gran importancia para nosotros.

Por ejemplo: La profecía dice que un niño nos es nacido; la palabra niño y nacido es propiedad del
tiempo.

Pero que a su vez ese niño también sería padre eterno, Dios poderoso y príncipe de paz, la
palabra eterno, no proviene del tiempo sino de la eternidad, es decir, que en ese niño reposaría el
eterno.

Jesús declaró que Él era padre

1. Jesús le dijo a Felipe, que él era el mismo padre.

“¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es
el que hace las obras. Creedme que yo soy en el padre, y el padre en mí; de
otra manera, creedme por las mismas obras”. Juan 14:10-11.
2. Jesús les declaró a los demás discípulos que él era el mismo Padre cuando les dijo.
“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. ¿Quién es el que deja huérfano,
no es el padre?”. Juan 14:18.
3. Jesús les explicó a los judíos que él era el padre, cuando les dijo: “Yo y el Padre
somos uno”.  Juan 10:30.

Jesús declaró que Él era padre

1. Jesús le dijo a Felipe, que él era el mismo padre.

“¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
digo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí es
el que hace las obras. Creedme que yo soy en el padre, y el padre en mí; de
otra manera, creedme por las mismas obras”. Juan 14:10-11.
 2. Jesús les declaró a los demás discípulos que él era el mismo Padre cuando les dijo.
“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. ¿Quién es el que deja huérfano,
no es el padre?”. Juan 14:18.
3. Jesús les explicó a los judíos que él era el padre, cuando les dijo: “Yo y el Padre
somos uno”.  Juan 10:30.

El hijo que nació siendo padre

Jesús trajo el nombre del padre

1. Jesucristo como padre vino en su propio nombre. San Juan 5:43 “Yo he venido en
nombre de mi padre y no me recibís”.
Ese nombre fue traído desde los mismos cielos por un ángel, el cual dijo: “Dará a luz
un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados”. Mateo 1:21.
2. Filipenses 2:9-11 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un
nombre que es sobre todo nombre; para que al nombre de Jesús, se doble
toda rodilla; de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y
toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre”.
3. San Pedro ante el concilio de Jerusalén les dice a los israelitas “En ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos”. Hechos 4:12.

4. Según el profeta Isaías, el niño que nacería, sería el padre eterno y según los evangelios
se cumplió en el Señor Jesucristo.
5. Jesucristo como padre eterno vino con su propio nombre, el cual fue traído desde los
mismos cielos por un mensajero celestial y ese Nombre es Jesús.
6. Ese nombre es el que encierra los títulos de padre, hijo y Espíritu Santo de los cuales
habla San Mateo 28:19.
7. Recordemos las palabras predicha por el Señor Jesucristo en San Juan 8:24 “Por eso os
dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, moriréis
en vuestros pecados”.